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on levedad de mariposas como teer Acerca de los pS ce emt pike: & Acerca de la escuela de las hormigas oesia, No todo lo palabras rime para es a l del vege, mirar a BiG trasluz del ritmo Acerca Importancia de. lo de las tortugas pequeiias pequeno, entolisom 9b sivul Lluvia de comparaciones ara leer y jugar Algunos aspectos de lo poético Saber que hay polizones Acerca de una abuela hormiga 65 Maria Cristian Ramos Euitorial Roedamates Con levedad de mariposas Como quien invita a jugar, a pasar mementos gratos, na- turalmente, compartiremos textos poéticos. Este espacio de La casa del aire es un estar, aqui hablaremos de la poesia parano con- siderarla algo ajeno a nosotros. Decfa Juan Farias (Galicia 1935 - Madrid 2011) A 1a litera- tuna, como a la mar, hay que entrar desnudo, desarmado, a recbirla contra le piel del alma, corriendo el riesgo de ser maltratado por 1a ola o tener Ia fortuna que la ola te dee suavemente en la areaa, al sol. Recorreremos algunos poemas y recordaremos ciertos conceptos que restauren la confianza en nuestra capacidad de compartir algo tan leve y tan hondo como la poesia. Mariposa de otoiio La mariposa volovea ‘y arde —con el sol— a veces. ‘Mancha volante y Hamarado, ahora se queda parada sobre una hoja que la mece. asd la hora de las espigas. El sol, ahora, convalece. La mariposa volotea, revolotea, “y desaparece. 67 Este es un fragmento de un poema de Pablo Neruda, ree corte que me permito hacer para compartir con los chicos, Vale "apena que nosotros, lectores adultos, leamos el pocma completo, He pone musicalidad, itimidad y belleza a lafugacidad de la vida, Neruda elige, inventa la palabra volotea, que nos saca del habitual revolotea pero manteniendo el sentido y acercndolo még ala idea de vuelo y vuelta. La poesia es sintesis ¥ arde —con el sol— a veces. Instante fagaz, revelacion de luz y de fuerza en la frag lidad de la mariposa. {a segunda estrofa convoca a la quictud, esa quictud con movimiento levisimo que pide una mirada cautelosa, caty- tela que también tiene la hoja, que la mece como se mece lo querido. Pero cl sol también se va, ya hacia el final el poema re- curre al verbo original: revolotea, y entonces recuperamos la idea de reiteracién que conocemos del prefijo re. Parte de estas sensaciones vinculadas con nuestra historia en relacion con las palabras revolotean dentro del poema y las recibimos tal vez de manera no conciente, inferimos estas Y otras sensa- Giones desde este manojito de palabras. La poesia es sintesis afirmamos, tomamos lo que emerge de ella y entonces nos Mega su honda proyeccién, su maravilla sumergida. La poesia tiene algo que necesitamos reencontrar, algo de nosotros mismos, algo tenue y profundo, algo que evoca espacios de nuestro mundo personal. En algunos casos es una Pulsacién hacia la sonrisa, porque la poesfa juega con las pala- bras, agita y renueva significados y va develando sentidos, sig- 68 Naria Cristina Ramos Sedorial Ruedamares nificaciones en iento, significaciones que conciertan. “Los que acompafiamos a entrar al mundo de la poesia vamos en busca de conciliar sentimiento y palabra, y también sos acercamos a una mirada de definicininstantinea y erea- tiva, semejante a la de los nifios cuando en sus primeros afios definen segin su punto de vista, singularisimo, algo de la rea- lidad.¥ al hacerlo, al frecuentar un discarso que abunda en imigenes, en variados inesperados modes de abordar, defini o describir un objeto o una realidad, aportamos también a los lectores la disposicidn para captar sentidos en otros ipos de textos, para descubrir el sentido oculto en otras obras y en si- tuaciones de la realidad al La lectura de poesia es, por tanto, una alfabetizacion calificada para transitar, de un modo no pasivo, este mundo de miltiples modos comunicacionales en el que hoy estamos. Entrar al mundo de un poema es enlazarse con un es- pacio de azares y combinaciones de sentido imprevisibles. Es_ conectar Ia propuesta textual con la subjesividad de eada uno, exponerse, recibir y aportar, conjugarse con lo fénico 0 se- mintico del texto, con sus juegos de intensificacién y sus si- lencios, construir un mundo posible, una mirada singular. Es reconocer un espacio dindmico, vivo, en el que nuestro ima- ginario hace pie y donde es posible pulsar lo mévil de las fra~ ses, la profundidad de lo convocado para entrar en algo intangible que sin embargo nos construye como lectores de nosotros mismos y del mundo. ; Tal como anticipé en Aproximacién a la narrativa y a la poesta para nifios: 69 [La casa del sire Literature en ty ese Maria Cristina Ramos “La poesia debe circular en la escuela entre otras razones singular sobre el mundo, a una calificada mirada que encuentra a mds alld de sentidos feeundos. No hay forma de leer literatura que no implique el ahondar en el pensamiento.A més riqueza ital a inds precsin en el armado de una frase, a mds rigor en el armado visual, refleja el ritmo en cl espacio de la pagina. Los poemas estin escritos en versos. Cada verso es una unidad ritmica que termina con una pequefiisima pausa. El autor escribié el texto contando con esa estructura ritmica, cada verso es una linea melodica Por lo tanto, no hay que olvidar, al Ieer, la mencionada —y pe- de un texto, equivale un crecimiento en el pensar y cuando se trata de poesia, equivale a un crecimiento en el sentir, una ampliacién del territorio dela sensibilidad propia que resuena ingluida por lo postico” Ee quefifsima— pausa. Leo: Este era un rey que tenfa (pausa) tun palacio de diamantes (pausa) una tienda hecha del dia (pausa) Como leer la poesia? ‘y un reba de elefantes. Si leo en cambio: Este era un rey que tenia um palacio de dia- mantes una tienda hecha del da y un rebaiio de elefantes... rompo el es- quema ritmico en que fue concebido el poema. En algunos casos la estructura de la frase queda inconclusa y se continiia en el verso siguiente, este recurso recibe el nombre Este era un rey que tenia tun palacio de diamantes, tuna tienda hecha del dia Jun rebaiio de elefantes, 1 Un kiosco de malaguita, de encabalgamiento, un gran manto de tisti, ¥ una gemtil princesta, Una tarde parda y fria tan bonita, de invierno. Las colegiales Margarita, estudian. Monotonia de la Iluvia en los cristales. tan bonita como ti. Rubén Dario Antonio Machado en Recuerdo infantil (fragmento) en Poema de otoio y otros poemas ‘Aun asi hay que respetar la pausa de final del verso. Esas pausas sostienen lo aéreo del texto. El poema va desplegando su 70 n a casa det ai Litera a en Ia ex arquit it ‘quitectura y antes de situar la escena en el invierno, I ya hemos sentido su a To que se nos descril Presencia. Entramos en el asentimiento ibe, en la confi mucho més que una circunstancia cordar quietudes y latencias, irmacion de algo que ing climatica; que nos leva a bas ritmicas). No todo lo que rima Algunas pré pu is *P ic esl han pauperizado la experien- Conjunto de palabras que rimen, en cualquier momento, podemo: mis que eso. poesia con texto rimado. Un. » No constituyen poesia. Todos, 5 jugar a rimar. Pero la poesia es La rima es la coi i incidencia de sonidos in acento del verso. Si la coincidenci eed del poema antes citado de Rub Pero si solo coinciden las vocal plo: ia es total, como en el fragmento én Dario, la rima es consonante, les la rima es asonante. Por ejem- En una casita baja vive la hormiga mas vieja Usa anteojas de cristal J un bastén de hoja de higuera 72 Cristina Ramos Bajo un toldo de hilo blanco para las tardesseenas, en hamaca de esterilla aque sus nietos le trajeran. Fragmento de Con hilo de en Historias de: Maria Cristina Pero es bueno recordar que no todo texto en esia; de hecho, hay poesia en prosa. Tales recursos, rima, la métrica, las imagenes, son validos si se extien tun diapasén para que sea posible la mtisica, No sie amas de la tarde canta la calandria, Algo misterioso que en un instante aparezca y comience a cantar. Como el canto de la calandria {a poesia es de transparencias, un soplo que deviene latido, una f nos mantiene en suspenso, un resplandor que reina se esfuma, dejando en el aire la certeza de su realid Hay una expresion en el habla cotidiana: ‘municacién. Si vamos a leer un poema, tenemos que é modo transparente de nuestra vor, el pulso de lei a favor del poema, que no genere ruido en la comuni nuestra vuz o nuestro modo de leer no sezn un obstae poema y quienes lo escuchan. Un texto poético es un territorio verbal dif jido con caladuras que produce dlstintas sensaciones yy que podemos percibir de muchas manevas. Como docentes deberemos haber leido el tes Setar Maria Cristina Ramos eee mente, habernos quedado flotan gunos de sus grupos de verso: de alguna de sus metafor: hacia Nosotros, voces crece, se alimenta, se minimiza en confidencias, se expande en expectativas. Esas mismas voces son las que a veces len en vor alta de manera monocorde y desganada, como si distanciaran su vor de su fecundidad interior. Esa infinidad de variaciones posibles que suena en los recreos deberia estar disponible a la hora de leer. Luego nos probaremos leyendo env un mundo especial de sentido poy Sone " Pero es también una materialidad “nora: una estructura ritmica, un instante musica un trazado fe A de cadencias que va dejando un rastro en la memoria de los chicos. chice Probarnos como lectores es encontrar la voz més ni 2 con la siguiente, in Parable nantes en el engarce sintéctico, en laadecuacién d es lingisticas a su bisqueda poética, Si Loe a ; ra apresurada o aspera en un texto acari pee iciante, el texto perder’ huestra habilidad para el susurro, aa Para lo exclamativo, para matizar en la sala de maestros, un tejido de 4 La voz, en su despliegue de matices expresivos, concilia lo deseado con lo posible, perfila las imagenes y la atmésfera poética yhace de la lectura un lugar de confluencias. El arco de intensidad | que se tiende, entre un texto postico y la voz de quien lo com- parte, convoca a los receptores a percibir sensiblemente, a confe- rir sentidos afinadamente singulares, y permite ese instante de cercania en el que se valora tanto la repercusibn interior de lo que se lee, como la maravillosa sensacién de com partirlo con otros. ~ Si durante todo el ciclo lectivo se ha respetado el espacio de la lectura, podremos al final del afio comprobar, con satisfac- cién, las siguientes conquistas pedagogicas: En la lectura silenciosa: ampliacién progresiva del tiempo de concentracién, valoracién del silencio, habilidad para volver sobre el texto para juntar hilos de sentido y para compla- cerse con los fragmentos del texto més convocantes. En la lectura en voz alta: respiracion y emision corree- tas, Bsqueda de coherencia entre sentido y expresividad. Con- quista de lo expresivo en la propia voz. En Ja lectura interpretativa: percepcién de lo explicito y lo implicito, captacién de la sugerencia, corstruccién de sentido, identificacién de lo connotado y ensayos de interpretacion de ese trasfondo, progresivo acercamiento a la relacion palabra-emotividad. 75 La casa del aire Litera ra en Ta ese ae No pretendemos que nuestros abu alguno elij i eae es a serlo— sino acompatiarlosaformarse come F Para que transiten exitosamente los dist les le su escolarizacion, i Un lector que fre i Aue frecuenta la poesia no encontraré dificultad le en un lenguaje ex; insalval Positivo complejo o de un nivel de 76 imnos sean poetas —aun- Maria Cristina Ramos Cerca del juego, los trajes del ritmo Siguiendo las retahilas, los trabalenguas, las adivinanzas de Ja tradicién oral, algunos poemas se sostienen en una matriz. 80- nora y ritmica, Se leen o se dicen resaltando el ritmo, dejandose llevar por él, jugando a decirlos rapido y sin equivocarse. Quién no recuerda por ejemplo: Haba una viejo, vieueja, viruja, de pico picotueja, de pomporerd, tenia tres hijos, virijos, virijos, de pico picotios, de pomporerd: Uno iba a la escuela, viruela, viruela, de pico picotuela, de pomporerd. tro iba al estudio, virudio, virudio, de pico picotudto, de pomporerd. Otro iba al colegio, vitegio,viregio, de pico picotegio, de pomporeré. Y asf termina el cuento, viruento, riruento, de pico picotuento, de pomporerd wae Fra una gata &tica, pelética, pelimplamplética, pelada, peluda, pelimplampluda. Tenfa gatitos, &icos,peléticos, pelimplampléticos, pelades, peludos, pelimplampludos. divorial Ruedamares del alee Si la gata no fuera ica, pelética, pelimplampliévica, lada, peluda, iS 'da, peluda, pelinplampluda, los gattos no serian ticos peletcos, pelimpl s pelimplampleticos, plados, peludos, pelieplamp das. Hormiga negra 4 hormiga negra le gusta bailar, un paso adelante «orto y elegance, tn pavo adelante, ocho para ates 18 Navin Cristina Ramos editorial Rucdamates Se pone un sombrero para parecer una bailarina, se bafia en harina, se adorna los pies. A esta hormiga negra Ie gusta bailar, traca traca traca Ileva una matraca para acompaiar. Y traca que te trace le gusta bailar, las otras hormigas ‘que son sus amigas Ja miran pasar. Maria Cristina Ramos Jacana Con este ruidito de Have Havero de Have que Have 1a puerta de acero Con este barutllo de vara varilla del érbol que sombra membrillo membrilla oe ORIG Literatura en ta ese Maria Cristina Ramos Con esta jarana Jardin elena madeja Perfiumado esté el jardin do la dama de noche viste {que teje Ia rang aa Sesto feteja sin tela ni broche, Ya primavera su camisén de dormir. de san maravitla Dora Alonso en Palomar ‘era esta bilera sencilla sencilla Mariposa del aire Maria Cristina Ramos Mariposa de aire sa eres! Son textos que invitan ala lectura en oz alta e incluso al Saeees pomPaiamiento con palmas o con instrumentos de percusién, Seca “sr0 n0 todlos los textos podticos cuya lectura vamos a acompaiiar eee Permiten el estatido y el juego ritmian Decimos que la poesia es Misipoen dl a, Mego pero lo decimos implicando sn Capacidad lidica, innovadora quédate abi, ahi ai. ara deslizar sentidos, sugerir contrarios, erigirse en construc, No tr quieres parar, ones alejadas del lenguaje formal, porarte.no quieres... Hay poesia para jugar, y hacer ondas o juegos con las pal- Mariposa del aire, mas de un compafiero, Pero hay también poesia Para disfrutar en dorada y verde. silencio, para quedarse Pensando, contemplando lo que la palabra Lue de candi... Poética dice y sugiere, levanta, hace ondear, See quédate ahi, ahi, ahi. La tuna eitaeail e wwiposa gestds ahi? ae La luna es araiia Aap @ Federico Garcia Lor de plata que tiende su telaraiia Saber entrar y habitar textos cuyo mundo lirico se des- tra lo aber entrar y Hi trata, ‘ pliega, disponer nuestra y nuestra sensibilidad en actitud i stra mirada y nuestra sensi eee aeste a de poesfa, sera nuestro punto de llegada. i 8 José Juan Tablada €n Haikus 81 80 fedora! Ruedamaves ae po Moria Cristina Ramos Algunos aspectos de lo poético ayor comprensién de uno mismo y de los demés, abarca lo lu- cura mayor ‘minoso de la conciencia y las sombras de lo irracional. . A continuacién veremos algunas figuras retoricas propias lel discurs rario para familiarizarnos con él adultos surso liter mmiliariz como mediadores, Lo propongo como recorrido para potenciar la mi- propango ot Para ps R ay idad 1rso pcético con el fin de y la densidad del discurs rada y avanzar en. ‘onocerlo, disfrutarlo, valorarlo, y romper, si se puede, con cierto jemor que afin tienen maestros y bibliotecarios ante la lectura de y atractiva sensacién de la poesi y multiplicarla en sf mismos, poesia, Lluvia de metiforas Digo en Aprosimacién a la narrativa y a la Poesta para niios: Quien seexpone alo pottco consigue unm instante, un deambular por csocaciones quel texto abr y que nuestra percepetin consent Elsol, capitn redondo, eva un chaleco de raso. tuna galeria de sensactones, la concavidad de Io contemplativo. 10 pottico leva la expectacién del lector a un espacio imagina- 140.4 una constelacién interior donde las imégenes 1y las metéforas trigen su mundo con transparencia sugeren. Y dice Radl H Castagnino, en Fenomenologia de lo podtico: “2 potsa, tanto como constituye elemento apropiado para la iniciacién exitia, a cualguier edad, contleva concepciones del ‘mundo y de la vida que operan cuando ponen en juego —antes de los de la razén— mecanismos de sentimientos, fantasia, intuicién; de reeénditos estremecimientos. Porque ensancha posibilidades de “aptacién emotiva, porque hace vibrar de corazén a corazén LY pro- 82 Los lagartos (fragmento) Federico Garcia Lorca El gato es tuna gota de tigre. Qué es el gato? Jairo Antbal Nifio Else miré en una gota, redondo espejo de sol. Flor del aire (fragmento) Maria Cristina Ramos 83 a cata del sire Literatura en a exe Maris Cristina Ramos beditovial Ruedamares Percibimos estos versos emburbujados en su sintesis. Silos desmontamos vemos que tinica es la forma metaférica de men- cionar y describir el plumaje de la lechuza. Como no aparece cl gular. La metafora intenta abarcar una dimension lemento real “plumaje i f ina dimension que excede i ee oe ignificante real; el significante real cobra otra dimen del elemento evocado, Por ejemplo: sion por ol amos ante una metifora impura si dijera: La lechuza escarba Enel dlamo un nido, su plumaje, ttinica parda. ‘euenco de ramas; en el nido, pichones, plumén que Hama. ;Cémo explicarlo a los chicos? Nuestra tarea como docentes de inicial o primer ciclo es Elnido (Gragmento) familiarizarlos con los textos poéticos, leerles, leerles, dejarlos ‘Maria Cristina Ramos que lean. Desde su percepcién infantil no tendran obsticulos en en- En los dos primeros versos, la realidad eet tender por ejemplo estos versos: Suma su sentido a la idea de nido. En los dos segundos nari Mama aporta a la idea de pichones la suavidad casi ea; el plumén es la pluma que crece cerca del calor del cuerpo, de sus latidos, y es de tod: 4 J es de todas la mas suave y etérea. Sintesis que Y no tendran obstaculos porque transitan por cl animismo, evoca aquello que crece en lo més {nti 10 mas intimo de los padres, i suger en mis atin noice etapa que les permite una mirada que los adultos hemos olvidado. La aguja, péjara blanca con su cola de silencio. asi porque estin presentes los dos el Aforas impuras, Jlamadas Dice Luis Sanchez Corral: “La metdfora desencadena unos po~ En cambio observemos el siguiente crane ay cl evecado. eres expresivos y cognitivos propicios para la formacién en el alumno de apeeaele: un pensamiento auténomo y divergente”. Por eso fonemos alos chicos en contacto con textos potticos. No obstante, no es necesario que expliquemos el concept de metifora. Con chicos de tercer grado en adelante, podemos jugar a encontrarlas. La lechuza escarba su ténica parda, 84 e La exsa del site Literacura en la eseuel Diremos que en los poemas hay metéforas, que sirven par eee ee urTo® a imaginar més y mirar mis atentamente las cosas a realidad. Por ejemplo en este poema Piedras de colores Ella a un dia, Je conté una cosa; (l aire latia ‘1 inicio de rosa) El,al otro dia, le mostrd un dibujo; (el Idpiz punteaba su papel de brujo) Por una semana contaron estrellas, (lunares de él, pequitas de ella) EL, que se sabia tun largo poema, (caballo de luna saltando en la arena). Ella, que cantaba el romance aquel, (el de Catalina bajo su laurel). 86 Cristina Ramos Editorial Ruedamares En el infinito de un aio de escuela, Ievaron un vuelo pegado en las suelas. Yen las vacaciones, else fue a Peri, ella lo somaba tepada en su luz. Amores que fueron, dicen, que se van a orillas de un rio {que no tiene mar. Piedras de colores, cielosreflejados, risas y dolores Ios enamorados. Marfa Cristina Ramos Podemos preguntar: En la tercera estrofa, zel poema habla de las estrellas del ciclo? 2O estrellas es una manera linda de referirse alos lunares y | las pecas de los chicos? Esa manera especial, pottica, de referirse a algo, que encontramos en los poemas, se llama metéfora. | En la altima estrofa el poema se refiere a los enamorados de tres maneras distintas; también esas son metéforas, -Encuen- tran algunas mis? 87 La cata del aite Podemos hacer este recorrido en un texto, en dos, no en todos. Podemos tomar la metafora como ¢jercicio para ller de escritura. No obstante, no seri bueno romper el may tismo de los textos dedicindonos solo a escudrifiar el dis poético para encontrar sus recursos retéricos; la poesia es que eso, En el II Certamen de Poesia Hispanoamericana "Festi de la Lira", en Cuenca, Ecuador, 10 de noviembre de 2009, ecuatoriano Raiil Vallejo dijo: La poesia implica un espacio de silencio, una mirada hacta adentro y un proceso de reelaboracién del lenguaje. Tal vez por eso Ja gente tiene cierto temor a la lectura de poesia y los medios de co- ‘municacién son reacios a hablar de ella: después de todo, Ia poesta {implica la construccién permanente de un lenguaje metaféric y, al ‘mismo tiempo, la poesia no es un espectéculo medidtico sino una ‘manera intima de acercarse al espiritu a través de la palabra. va configurando un mundo poético y no seré tan sencillo delimitar donde comienza un artificio poético y dénde otro. Hay que de- jarse llevar por esas sucesivas transparencias de sentido que iran dlibujando formas y sensaciones en nuestra subjetividad. Y no hay que preocuparse de constatar en los chicos una comprensién mi- nuciosa de un poema. La comprensién de un poema es muy diferente de la de un texto narrativo, Basta con ver que los chicos entran en su ma- terialidad, entran en sus aguas y salen de ellas habiendo recibido 88 editorial Ruedamares Maria Cristina Ramos sunquefacre parte desu complejdad, Basta con que quieran re i le esos versos, ain desconociendo el significado de rae el poema tiende, cleva la atrac- algunas palabras, Esa niebla que cién, sostiene su propia luminosidad. Lluvia de comparaciones i jue La comparacin es un recurso que revela el parecido q existe entre dos cosas, Es de uso frecuente en lo coloquial y en li- teratura un recurso facilmente identificable. Puede referirse a una semejanza en la apariencia del objeto, como en: Las nubes parecen barcas que se mecen Con luna (fragmento) En Las sombras del gato Como Ia vela de un barco, como un pétalo que suet, Ia mariposa del aire se posé sobre la tierra. El grillo (xagmento) En Corazén de grillo Pero, de blanca, la hormiga no cesaba de brillar; 89 La casa del ire Literatura en le eseu blanca como el aire blanco, como el blanco del coral. Como el aire blanco (fi fragmento) En Historias de Hormiguero , Pero puede también ref n referirs : elelemento evoeado genera: econ oa Las tortugas pequefias saben un paso suavecito y ligero, como de raso. Como de raso ry como de fuga, que es secreto de baile de las tortugas. Secreto (fragmento) ; En Maices de silencio Saber que hay polizones Ave i6 ces, a comparacion o la metéfora traen algo mis, de modo nee A veces recibimos la sintesis de una metéfora Pero llega también con ella otro resplandor. D. igual maner: ga tambi 'e igual manera el sentido postico se cuela desde el trasfondo de las palab ras, sentidos y las sensaciones desbordan a los recursos retdrico 8. no que , los. Por 90 Marin Cristina Ramos Edionial cjemplo, el poema Identidad de Octavio Paz, incluye esta compa racién: En la tarde el pajaro pia como el centavo en su aleancia. La comparacién se apoya en la semejanza del sonido, la resonancia de la moneda en la oquedad de la alcaneia y el canto del pdjaro resonando en la tarde. Pero también animiza al cen- tavo, lo hace piar; ademés la idea de alcanefa hace que el centavo sea uno entre muchos, integre una poblacién de centavos, como el piar del péjaro es uno de sus muchos piares, como el mismo pijaro que es también uno entre muchos, tedos los que cantan en a tarde, como una tarde entre todas las tardes de tu verano, o de tu vida. Si buscan el poema completo verin que esto recala en la idea central, la identidad como algo leve, evanescente, que puede perderse en lo miiltiple Mis arriba decia que no es ficil deslindar un recurso poé- tico, sin mas. En muchos casos, como en este, el recurso se en- garza sutilmente con otras lineas del sentido del texto, “Para procurar lectores de poesia, més que definir una) metifora 0 una comparacién, el juego del mediador consiste| jen hacerse sensible a su discurso, estar disponible para sentir ju aire innovador y acompafiar a los chicos en Ia lectura de| _muchos, masimos textos posticos. __ a 1 La casa del aite Literatuen on ta ese Memoria de un encuentro Hace un tiemy ipo tuve un encuentro con lectores en Ii ae " fores en la Bibl ‘epular 9 de Julio de San Martin de los Andes, con chicos de distint cuelas que habian leido varios de mis libros, ‘a ‘ban desde los seis a los doce ait { : © altos, profert leer poesia. Elegi El (capitulo IV, Entradas a los libros, Maices de in wee ___Fra un encuentro particularmente conmoredor, ian sabido sembrar expectativa y una receptividad que silencio, las miradas de par en par, 9 volador. Nos acompataban algunos ura, bibliotecarias. Considerando que sus edade sus docentes ha- se reflejaba en el los cuchicheos y uno que otro suspiro adres y madres, coordinadoras de lec- Lei el poema como a mi me a m{ me gusta, yendo del texto a sus mi de sus miradas a texte refescindome en la Jedeene meen de la cordillera que eligen las bandurrias, Terminé y me quedé miréndolos. Silencio. Un instante, dos La mano de una nifia como de seis se levamté serenamente quedé en el centro z del aire, i ° —Yo no lo entendi —dijo, —Bueno... Hay muchas maneras de entender te parece lo volvemos a leer. ches parece, chicos? Todos est tuvieron de acuerdo. Seqi terdo. Segunda lectura. Sil Silencio. cma m nuevamente: psig sensacin de estar en ese punto un poema, pero si —Tampoco lo entendi. Intenté explicar: —A ver... cuando leemos un cuento podemos volver a contaro, Peto si leemos un poema, lo recibimos de otra manera, Ta il vez nos quede ln montoncito de palabras, alguns versos, la sensacién que nos i ei 92 Masia Criatiaa Ramos sentimiento, Ademés cada uno puede recibir algo distinto. Pero alguien se anima a contarle lo que entendié, para ver si la ayucamos? arias manos. Un chico como de diez dijo, con absoleta seguridad: Es que el gallo tenia un problema: era azul. Entonces no en- contraba novia, Por eso se subid al techo y se hizo veleta La nifia lo escuché con absoluta seriedad y volvié a preguntar: — ¢¥ se quedé solo? El silencio fue entonces como un derribo de nieve que nos unié a todos en Ia perplejidad, a otros en la sorpresa, a algunos en ja pena. ¢Cémo salir de ese nuevo silencio? ;Cémo superarlo? Pero como sé por diabla y por maestra que al silencio también hay que cuidarlo, esperé. Otro chico entonces, como de seis, pelito erizado, mejillas raspadas por el viento, se hizo mds alto y dijo: —jNo! Es que como era azul se subié al techo para poder mirar mds lejos, hasta encontrar una gallina azul, como él. Me alegré y me vuelve a alegrar lo sucedido en ese encuentro. Me complace ver que supe esperar para que la inquietué de la nifia resonara en los demas hasta encontrar un camino. ‘No obstante, es posible analizar las lecturas a través de Io expre~ sado por los chicos. La primera nia, atormentada por el final del poema {ue la tinica —de los que se expresaron— que capté profundamente lo ‘no dicho por el texto. Porque el poema plantea la diferencia y, como con- secuencia, la soledad. ¢Qué significaba yo no lo entendi en ese contexto? {No entendi el texto? zO no entiendo que alguien cuznte una historia que termine asi? A su edad los finales deseables son los flices y compensatorios. Pero, claro, no todos los textos terminan de ese modo. Por su parte los otros chicos, tuvieron lo suye. El primero no vivié 93 La cana det aire Litetaeuca en la es Maria Cristina Ramos dleorial Rucdamares el final como confficto, giiiente, quedarse en el techo para él estaba bj estaba bien, El en cambio, seguramenterecibié Ia idea de la soledad, pero en tuna respuesta posible para alejarse del des disimo yen wledad. ee Importancia de lo pequeiio Ser nifio en un mundo de grandes es tener que adecuarse aut a costumbres establecidas por otros, a limites que a veces no se pibleiidad de rade lector entienden. Por eso tal vez, a los chicos de Inicial y del Primer ciclo, los cuentos o los poemas con personajes diminutos les re- sultan tan cautivantes. Existird la fantasia de pensar que la peque- jez permite estar a salvo o a resguarddo del poder de los adultos? Siguiendo esta idea, veremos a continuacién posibles armados de clases de lectura utilizando textos con personajes de estas carac- Si nos tentamos ¢ ivadimos,si nas apresuramos y no damos para que el mundo del texto y el mundo interior de cada uno se en parte de lo atente en la obra no Hegaré. ‘ S at imediador es quien tiende los hilos para que ere encuentro ‘seleciona el libro, el momento, se oftece con voz y sensibilided, teristicas. Para sostener preguntas y esperas, para acompai ue Ia literatura los ‘lumina Acerca de la escuela de las hormigas el paso luminoso con 4 1) Leemos el siguiente poema: Ala escuela Las hormigas nifias van hacia Ia escuela ‘con una merienda de pan y canela. El pelo trenzado, ‘mofios de alhell, flequillo aromado ‘con agua de ants. 94 95 ia Cristina Ramos editorial Ruedamaces 1a casa del ice Literatura en ta ex Ya cada ratito salen al recreo, saltan a la soga de bilo de poleo. Pasan por un tinel yuna bajadita haciendo bochinche on sus chaneletitas. Mientras, la maestra Una olvidé el lipie, se acuesta a dormir, otra, Ia tijera, ¥ el papel plateado, Jel papel madera. {y suefia un silencio blanco de jazmin. Marfa Cristina Ramos Regresan corriendo En Historias de hormiguero ¥ el escarabajo, orgue Heguen antes, Jes muestra un atajo, 2) Después de la primera lectura, les pedimos que cierren, los ojos para imaginar mejor, y lemos el poema nuevamente. Camo de chicharra anuncia la entrada, Muy bien leido, como ya sabemos hacerlo, con una lectura de voces de macstas, ritmo més répido en quinta, sexta y séptima estrofa para adecuar- j nos a la carrerita; con algo de lentitud de suefio en la ultima, risas apuradas. Cuando abran los ojos, los chicos que quieran dirn qué escena Entran todas juntas recuerdan del poema escuchado. en un remolino 3) Como cierre de la clase podemos: van a sentarse a) Releer algunas estrofas o invitar a que dibujen la escena en peal fino. Exeriben palabras que prefieran. en verde papel, b) Entregar una estrofa a cada uno para que peguen en su : cuaderno. ©) Seginn el momento de alfabetizacion que transiten, pue- den leer 0 encerrar con color alguna palabra del poema que si hayan podido leer. Palabras que suenan ‘como un cascabel, 96 97 Hea casa del sive Literatura en Acerca de los ciempiés La escalera El ciempiés no se animaba 4 subir por la escalera Se enredada y daba pasos, daba pasos de tiera ¥ la escalera subla «las ramas de la higuera. En la biguera habia una casa, ¥en la casa una escalera para subir al estante donde estaban las cerezas: su momé las protegia dentro de una ensaladera El ciempits no se animaba; el susto le daba pena, de pena le tiritaban Jas patitas delanteras, Pero cuando era de noche, Paso a paso, la escalera, Ja escalera se alargaba J Megabe a las estrellas, En las estrellas hay plazas J juegos y bicicletas, (que uno puede disfrutar si sube por la escalera, 98 Editorial Ruedamaret Maria Cristina Ramos El ciempiés no se animaba; Ja noche le daba pena “yun suspiro le enfriaba las patitas delanteras. Entonces vino Ia hermana ‘y le dijo que pusiera ‘cada pata en un peldaio _yvuna a una, las subiera Tigui taca tiqui taca, siempre adentro, nunca afera Tiqui taca le ayudaba ‘on ruiditos la madera. Aloir el tiqui taca, tacadentro, tacafitera, el ciempiés no se animaba a subir por la escalera. Marfa Cristina Ramos En La escalera Es este un poema narrativo alrededor de los deseos y los temores. No presenta a un personaje que todo lo puede sino a uno que no se anima a hacer lo necesario para alcanzar lo que desea. {Hay algo que los chicos deseen y no pueden alcanzar? Po- demos conversar al respecto. Pueden surgir deseos relacionados con lo material y otros vinculadas con el mundo de los afectos. 99 a casa del aire Literatura en fa ex ‘manos, tema ueja, la admiracién, la duda, la cercania o la se presta para la jania, Otra pregunta que puede abrir espacio de conversacién qué sienten cuando tienen miedo. Al ciempiés le tiritan las pati delanteras; gy a los chicos? 5Y a la maestra? 2 qué sienten cuando estén muy contentos? ,Deseos de saltar, de correr? ¢Escuchan los latides del corazin? {Qué hard el corazén cuando estamos contentos? La alegria jse ve en los ojos? Cabe aclarar que la participacion de la maestra —como en este caso, confiando sus temores 0 describiendo su alegria— marca la distancia entre un repertorio de preguntas y una cons- trucci6n conjunta. Esta participacién de todos es lo que estamos denominando lectura cooperativa, Para cerrar la clase, podemos: OVolver a leer el pocma. © Dibujar una escena. © Mostrar la tapa de Pétalo de nube como préxima lectura, ya que incluye la Chacarera del ciempiés, La lectura cooperativa atraviesa el texto Por incontables ve- redas. El texto literario es un niicleo de significacién que tiende puentes hacia el instante vital de los lectores, que se va abriendo en circulos concéntricos hasta alcanzar algo de |su subjetividad | 100 acer preguntas que pued del texto, omitimos la vida tidicorial Reedamares Cristina Ramos itamos a i Ia lectura nos limi i yractica en torno a i Sateen respondidas mirando la superfi 1c puedan s vo la vida del texto. Cuando leemos, ee ns, es un tejido, se | expande hacia las subjetividades de los a ae eg Cc jiendo con el imaginario de quienes le leen, ; sigue te} conjuntamente. ees esas otras mi- diferentes de los otros Ya sea que aeeptemes 9 no xs ot a5 os podran alumbrar aspectos no percibidos y, radas, \s ejercitaran en convivir con opiniones diversas. ‘ op nos ejercitarsn er cooperativa suma a nuestra mirada las miradas rra mirada las mi Pp Acerca de una abuela hormiga Desol Lard y enjuagé la alfombra Ja abuela hormiga; ‘agua y espuma en el pelo yen la barriga. ‘La puso a que se secara en el cordel; ‘goterones de agua mansa catan de dl Bien seca y asoleada cuando la entré, ‘como pétalos caian gotas de sol. Maria Cristina Ramos En Maices de silen-io 101 La casa del sire Literatura en la eseus : Luego de leer una o dos veces, podemos imaginar, en todos, otros momentos del verano de la hormiga: : “ : La abucla hormiga caminaré por los tallos de las mar @Buscaré azticar en la: é hari en las flores? gY qué hard con esa azticar? eTrasladaré una gota de agua desde un charco? donde? ,Dénde Para qué? cHasta guardan las hormigas las gotas de agua? eTrasladard pétalos y armaré una caja con ellos? 2 2Quién le ayudar? on gJuntaré hilos verd i é sansa’ verdes para tejer hamacas? ,Quiénes se c ‘omo cierre podemos anotar algunas de las ideas que sur- gieron, o ilustrar algo de lo que imaginamos. Acerca de las tortugas pequefias Secreto Las tortugas pequenias 1 pesan nada, en el agua se mueven como las hadas Como las hadas y como las Tunas, vestidas con el claro tul de la espuma. 102 Isdivorial Red Matta Cristina Ramos Las tortugas pequeias saben un paso suavecito y ligero, como de raso. Como de raso y ‘como de fuuga, que es secreto de baile de las tortugas. Es secreto que guardan bajo la almohada: las tortugas pequefias zo pesan nada. Maria Cristina Ramos En Maices de silencio Matces de silencio es un libro para pequeios lectores. Tan pequefios que entenderin maravillosamente que las tortugas pe- quehas tengan un secreto. Detris de este texto late la idea de lo pequefio y valioso, de lo que es pequefio y es bello, De la importancia de ser pequefio como lo son los lectores. Para la lectura habré que apelar a las necesidades esenciales de un secreto, 0 sea, no puede este poema ser lefdo a viva vou. Habra que leerlo con suavidad, casi como confidencia Como dijimos antes, también en el 5° verso hay que recordar la pausa final porque, ademés de mantener el ritmo, el encabalga- iento dejar espacio para ir en busca de algo mais que siga el perfil seméintico de hadas: “como las hadas y...”, espacio para desear 0 ima- ginar otra realidad u otro personaje que sume su presencia migica. 103 1a casa del aire Literatura en Ia ese Y sera posible hacia los versos fi inales apagar aiin més sin perder el hilo de la mirada de los chicos baad apenas susurrado.¥ para invit taml 2 invitar a los chicos a repetir pet i prams er soe oe Las tortugas pequefias no pesan nada, re 'odemos acerearnos, en la conversacién, al significado iga. Sin diccionario, simplemente descri- © llevando un pequefio retazo o un alfi- y diciendo que un paso de ‘cuenta se escapa, se va, se biendo lo que es el raso, letero de raso —que los hay todavia — fuga es un paso que sin que nos demos aleja, también secretamente, Podemos leer otra vez el texto y pedir a los ch 08. ot ype los chicos que Participen nuevamente susurrando con nosotros el final Para leer y jugar dows? En esta pecera, tuno, dos y tres, desfilan dos peces J otro, no seve. @Serd pez de luna © pez de papel? Sabanita de agua idgjamelo ver! Dos peces saludan: —eCémo le va a usted? 104 Maria Cristina Ramos Editorial Ruedamares| Pero yo saludo «al que no se ve. En esta pecera, uno dos y tres Marfa Cristina Ramos En Maices de silencio “También es este un poema que los chicos aprenden casi ins- tantincamente. Lo leemos dos veces y vamos cediendo la palabra a medida que los chicos lo repiten. Y cuando ya ‘o aprendicron, te- nemos la opcién de ir mas alla y aprovechar la matriz musical del poema: probamos a decirlo caminando a su ritrao. Invitamos a dos chicas a tomarse del brazo y hacerlo juntas. Luego otros dos o tres chicos intentarin otro disefio. Se puede decir caminando hacia los costados alternadamente como en el juego de “Marfa Ia paz”.Y si hay algin disefio de lectura y movimiento que les guste a todos se puede intentar con grupos més grandes que acuerden y ensayen la articulacién palabra—movimiento, para terminar, quizas, inven- tando un juego de ronda. Otro poema facil de memorizar es el siguiente: Con agua de anis Con agua de rosas sme imagino cosas con agua naciente ‘me mojo los dientes con agua paisje preparo mi viaje con agua perdida sme voy distraida 105 La cata del ice ‘iteravura en ta ese Textos La que sti se hora formacion de muer- den la lectores en el ool Primer . WseAgs pata on agua serena ‘me quito las penas con agua de azahar me voy a casar con agua de olvido no encuentro marido con agua de esquina ‘me vuelvo madrina on agua granuja sme visto de bruja con agua de anis on 4 aie ae ee iDésnde ciclo (0 eae J me voy de agu. iro as en vot ala Maria Cristina Ramos : Mara- En Un sol para tu sombrero villarse, {os chicos suelen pedir escucharlo otra vez, ¥ lo van repi- explo! tiendo con nosotros. El compartir textos literarios que puedan ser memorizados favorece el momento que transitan de descubrimiento rary de los fonemas y la progresiva individualizacion de los mismos, que hacer necesitan para la escritura, @Para qué esta propuesta? Para Fecuperar la relacién de po- de pa- esla y juego, para vivenctar el ritmo del Poema, para sacar al patio leben lin Juego participativo que incluya un texto postico, Seguramente ustedes, al vivirlo, encontrardn otras Tazones, éSe puede hacer con cualquier poema? No; solamente con WLLER, DE Wemorta eSceiTURA a PUY os: Entrar al aula 107 106

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