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a casa el aise Literatura ca Is escuela OR ARRIBA B ee vos potlica : =» La poesia, 1: 3 8 ima- = 2 esadanza "" = = invisible s» sorial AXgunos vreeursos deQ diszeurso po€tizo De pétalos, el sol: en busca del lector de poesia Elsol es una naranja dulce y jugosa. En las siestas las gallinas lo cacarean y lo pican ovillan lana las mujeres y cruzan lagartijas por el camino. Elsol es un aromo recién abierto, Un crisantemo. Y yo lo dejo entrar a mi alcoba _y lo dejo reclinar su cabeza de pétalos en mi almohada. Glauce Baldovin (Fragmento) Lo més importante cn la lectura de un poema puede su- ceder en la primera lectura, o en la segunda o en las sucesivas lec~ turas que su niebla poética permita Qué significa, en realidad, comprender un poema? Un poema arroja pequefias sefiales, pequefios aleteos que procuran dar con el lector. Todo acercamiento sera bienvenido: desear le- erlo de nuevo, recordar uno o dos versos, sonreir al escucharlo, quedarse inmévil, seran sutiles muestras de que el poema ha de- jado caer sus luces en el aire del lector. 143 La cata del sire Lieeravura en la escuela ‘Toda infima espiga de sentido levantada de un poema dard cuenta de que estamos en cam Sila lectura de poemas y de libros de poesia es frecuente, si est en el centro de clases de lectura y también en el azar de 0. cualquier momento que se vuelve propicio, silos chicos empiezan a buscar Ia poesia entre otros libros, habremos dado pasos en su formacién como lectores de poesia. Poco a poco, sera posible pe . 1a corporeidad sonora de un poema, la melodia que sostiene las palabras, percibir sus desplazamientos y sus juegos. Poco a poco serd natural claborar una o mis interpretaciones, organizarlas hasta recalar en algunas lineas de sentido. i bien el sentido pottico estructura el texto y lo sostiene y las partes del mismo son funcionales a ese sentido, la compleji- dad de su discurso puede ser reticente a nuestro andar por el poema; es posible que queden zonas sumergidas, tramos del texto mis huidizos a las posibilidades de cada uno. A medida que fre- cuentemos mis poesfa, aumentard nuestra habilidad para aden- trarnos en su mundo de sutilezas y honduras. Algunas miradas acerca de lo postico Un texto poético no es un texto raso, superficial, es un texto que sugiere, que da y espera, que nos saca del v acompafia a otro encuentro con lentitudes y explor soriales, con remi necesariamente lejanos. iscencias de otros espacios y otros tiempos no Maria Cristina Ramos Editorial Reedamares El texto poético exhibe parte de si y guarda, atesora detras de las palabras, una riqueza sumergida que hay que ir a buscar. Se constela en desplazamientos que generan espacios, pasadizos, an- damios invisibles donde es posible apoyar la propia imaginacién. Despliega su velamen para intentar abarcar parte de lo inabarca- ble, parte de ese mundo de las cosas y de los hechos que estén cargados de lo inasible psiquico o espiritual. Lo pottico surge por una necesidad humana. Si alguien quiere compartir lo que intimamente le sucede, su amor, sus dudas, su cansancio, su enorme alegria, no alcanza con la mencién directa, echamos mano a recursos que pertenecen a lo podtico. Frases escuchadas de lo cotidiano, lo prueban: La tierra es tan buena que se te cae una Idgrima y brota. Le preguntds a él, que es el rey de yo no fui. Como si me hubiera pasado un tren por la espalda. A-esta hora ya me pica el bagre. Ya vas a volver con el caballo cansado a mi rancho... Y ;de qué modo compartir las crisis o los sacudimientos de nuestro mundo interior? Tomemos un ejemplo de la poesia de Alejandra Pizarnik, en Arbol de Diana: explicar con palabras de este mundo que partié de mi un barco levéndome Hay un poema de Tejada Gomez. que indaga en las peque- jias soledades infantiles, soledades de un rato, alejamiento, mis imaginario que real, de la madre: 145, des saon dsl eine Litecatra en In escuela Hoy mi madre no me quiso, La he rondado horas enteras vestido de capitan, de mago, de marinero, pero nada, no me quiso, ni me ha pegado siquiera. Salgo a morir al baldio volteando todas las puertas. Arde el sol en el silencio ‘amarillo de la siesta. Ni gatos ni vigilantes. Slo la calle desierta. 2Cémo me voy a morir sin que mi madre me vea? Armando Tejada Gomez Cosas de nifios. La poesia posee la vitalidad de los renuevos, puede devol- ver el latido de la vida en zonas que fueron rozadas por la no-vida, ya fuera muerte, orfandad, falta de contencién durante el creci- miento, dindmicas negativas de un ambiente hostil. La frecuenta- nde la poesia ex también una oportunidad para reparar la subjetividad de quienes pueden haber sufrido soledad, olvido, des- cuido o abandono, soledades de lectura o ausencia de relatos. La poesia nos desafia con su aparente oscuridad, aleja por ° un instante el peso de lo cotidiano y nos lleva a otras realidades, no ajenas sino mas profundas, mas reveladoras de espacios de lo Maria Cristina Ramos Editorial Ruedamares humano. Una vez alli quien lee esta andando a paso de hormiga por territorios que pueden ayudarlo a integrar lo desintegrado, a procesar lo incordioso, a respirar un aire menos agobiante. Aun cuando el poema cruce tematicas dolorosas, la aprchensién de lo dramatico en una realidad verbal artistica, asegura el paso, garan- tiza el soplo de aire, la sensacién del ala en la espalda. Cito a Georges Jean, autor de La poesia en la escuela: Creo, por haberlo verificado muchas veces, que la poesia puede contribuir a poner en marcha al nifio, en marcha hacia aprendizajes di- _ficiles que pueden convertirse en placenteros cuando ayudlan a saborear con los ojos y el oido lo que se ha aprendido de memoria.¥ ello porque la poesia no puede reducirse a los fonemas, las silabas, los grafemas 0 las pa- labras aisladas. Implica textos en mavimiento a todos los niveles: fénicos, _graficos, figurados, icdnices. Sin duda alguna puede convertirse para al- _gunos niios disléxicos, aléxicos, autistas ligeros, en el discurso que desen- cadena el reflefo de lector, el detonante, la provocacién, la seguridad de que leer puede ser también un placer, la respuesta al deseo de leerse uno mismo y quizds —a veces ocurre y yo Io he visto, es estremecedor— comenzar a jescribir, escribir, escribir! Algunos recursos del discurso poético La metafora Fn literatura la metifora es una figura retorica, un recurso por el cual se enriquece un elemento real uniéndolo a otro evocado. El evocado dal elemento real una envergadura singular. La metéfora intenta abarcar 147 La casa del aire Literatura on la escuela tuna dimension que excede al signficante real; el significante real cobra otra dimension por obra del elemento evorado. Escribe Claudia Lars, poetisa salvadorei Barrilete Alta flor de las nubes Jo mejor del verano— con su tallo de miisica en mi mano sembrado, Regalo de noviembre, nuevo todos los ais: para adornar el dia, para jugar un rato Banderola de fiesta que se escapa, volando... Pandereta que agitan remolinos lejanos. Pececillo del aire obstina do en el salto; pajaro que se enreda en su cola de trapo. Luna de mediodia ‘con cara de payaso; sefior del equilibrio, bailarin del espacio. 148 Maria Celina Ramos Eeitoral Reedamares Ala que inventa el nifio y se anuda a los brazos. ‘Mensaje a Io celeste. Corazén del verano. En todas las estrofas se refiere al barrilete con metaforas: Allta flor de las nubes, regalo de noviembre, banderola, pandereta, pececillo del aire, pajaro, ala... Pero, en un afin descriptivo po- ético suma un sutil despliegue de lo inicialmente dicho. El crea- cionismo, uno de los movimientos de las vanguardias poéticas latinoamericanas, lamaba a esto metafora polipétala. Alta flor de las nubes Jo mejor del verano— con su tallo de misica en mi mano sembrade. La comparacién Es un recurso que revela el parecido que existe entre ob- jetos, seres o situaciones, Puede referirse a una semejanza en la apariencia de los elementos a comparar: Enarbolando un diario como un ala en la mano. Cancién para un nifio en la calle Armando Tejada Gomez 149) La casa del sive Literatura eo la escucla El hombre del faro domaba sus dudas, cenviaba sus luces como quien saluda, “Desierto de mar” Desierto de mar y otros poemas Maria Cristina Ramos Pero puede también referirse a una semejanza con lo que el elemento evocado genera: En su frente posa un beso, Teve cual la levedad con que sus pasos dejaran Ia orilla de la ciudad. “La ciudad hundida” Desierto de mar y otros poemas Maria Cristina Ramos Pasa un tren en la tarde, Iejano y viejo. Ya atravesando el campo, como un recuerdo. “Como un recuerdo” Junto al dlamo de los sinsontes Emilio de Armas 150 tina Ramos Editorial Ruedamares En su pocma “Madre mia”, Gabriela Mistral, con la sutil ternura de su poesia, presenta a su madre con la siguiente com- paracion: Mi madre era pequeiiita como la menta o la hierba; apenas echaba sombra sobre las cosas, apenas... La imagen sensorial Fs un recurso expresivo por cl cual se intenta transmitir Jo que se percibe sensorialmente. Pueden ser visuales, auditivas, tctiles, gustativas, olfativas, de movimiento. En el pasto blanco de sol suelto la fruta derramada. Gabriela Mistral Fruta (fragmento) Estd la tierra mojada por las gotas del rocio, ‘y la alameda dorada hacia la curva del rio, ‘Antonio Machado ‘Amanecer de otofo (fragmento) En la siguiente estrofa, ademas de la metafora del relim- pago, vemos buena cantidad de imagenes, en un poema de gran intensidad: 7 151 La casa del aire Literatura en la escuela Rompié el truene montés su gran matraca contra la cordillera anochecidas y el relimpogo abrié su rosa inmensa, 1oja, morada, verde y amarilla Rompié a lover. Rompid a lover en forma que el cielo con Ia tierra se perdia. Alfredo Bufano, Creciente (fragmento) Cuando en la expresién se mezclan dos o mas sentidos el recurso se llama sinestesia. La personificacion Es un tipo de metifora ontologica que consiste en atribuir caracteristicas 0 cualidades humanas a otros scres vivos 0 a cosas. Veamos esta estrofa de “Cancién de tomar el t@”, de Maria Elena Walsh: Ia leche tiene frio y la abrigaré, Te pondré un sobretodo mio argo hasta los pies, ‘yo no sé por qué. Y este poema de Edith Vera: Mi sombra silo bebe agua de rio. Suefia sobre la hierba, duerme en los nidos. 152 Maria Ceistina Ramos Eedivorial Ruedamares La he visto de dia trenzar su pelo con los azules linos ‘y con el trébo. Yen las noches de frio buscar el ala de una blanca paloma que fiel la Hama, Edith Vera en Las dos naranjas La personificacién lama aqui a imaginar la sombra como tun ser sensible, tal vez proyeccién del yo lirico, A medida que avanza el poema, se va instalando un mundo poético. Lo mismo sucede con la poesia del pocta chileno Vicente Huidobro, en su poema “Altazor”: Maiiana el campo sequird los galopes del caballo. Mis arriba decia que no es facil deslindar un recurso poe- tico, sin més. El recurso suele estar engarzado sutilmente con otras lineas del sentido del texto, Todo recurso refleja y sostiene parte del mundo poético del poema. La repeticion: distintas configuraciones La repeticion es un recurso del que se vale el discurso po- ético para generar ritmo y que se manifiesta en variadas configu- raciones. Por ejemplo: 153 1a casa del sire Liveravura en la escucla Maria Cristina Ramos Editorial Roedamares Aliteracién: es una repeticién de fonemas. El ejemplo mis comin lo representan los trabalenguas: El siguiente poema de Elsa Bornemann, también se res- palda en la aliteracién del sonido sibilante, que insiste musical- mente como un remedo de silbido: Erre con erre guitarra, erre con erre barril. Rapido ruedan las ruedas del ferrocarril. El siguiente poemaalitera lai, ademas de jugar a la enemistad instantinea en una relacién, en este caso de la araia y la cigiciia Cizafia Amiga cigiieta se puso a la grefia con amiga araiia: que si pedigiiena, que si mala entraia, {que si una castai (que si un haz de lei {que si por triguenia, que si por extraia, que si aquella seta, que si una patraiia, (que si tan tacafa, (que si tan pequen que si una alimatial Amiga cigiiena con amiga araia. Mirta Aguirre. Letras para armar poemas. 154 Poema del amor silbado Sé que él me silba a mi sola. Y su silbo suavecito se suelta sobre el silencio, a los salttos. Fs una cinta de seda el silbido que desgrana, subiendo los escalones de la semana. Es una cinta de seda que se cifie a mi cintura, Es caricia de sonidos vy de dulzura No me dice nada: silba. El suyo es amor silbado. (Por su silbo sale al sol su corazén desatado). Elsa Borneman Letras para armar poemas 155, Cristina Ramos Egitorial Ruedamares a cass del aire Literacera en la escucla Me Anéfora es la repeticion de las palabras iniciales del verso: El estribillo es una estructura estréfica breve que se re~ pite periédicamente. Tiene con el poema un vinculo tematico y Dame la mano y danzaremos; contribuye a sostener el ritmo y la coherencia musical. dame la mano y me amarés. Elestribillo guarda memoria de los origenes de la lirica, Como una sola flor seremos, cuando la poesia era para ser cantada como una flor, y nada mas, Gabriela Mistral “Dame la mano” (fragmento) Caballo de copas Un conejo se perdié Jinete enamorado en un campo de azucenas, pasaba por aqui, tan pequefo con su sombra, sombrero de ala libre, tan pequeiio con su pena. estribos de marfil. Maria Cristina Ramos Y que si no pasara “Orejas” (fragmento) equién pasa por aqui? Estaba el dia pasando, Ja noche por venir, al trote iba su sombra, su sombra raronil. En algunos poemas se repite un verso entero: Cultivo una rosa blanca Cultivo una rosa blanca, Si-el dia no pasara aoa alge 1a el amnigo sincero que me da su mano franca. Cruzaron dos zorzales Y para el cruel que me arranca en vuelo tan feliz, el corazén con que vivo, por el cielo su canto cardo ni ortiga cultivo, se vuelve a repeti. cultivo una rosa blanca, Si el cielo no cantara José Marti gquién canta por aqui? Versos sencillos " aa 156 157 Ls casa del aire ineratura en la escuela Con traje adamascado ‘y altivo su perfil, jjinete enamorado pasaba por aqui. Si el amor no pasara equiién pasa por aqui? Maria Cristina Ramos Un bosque en cada esquina En “Jinete enamorado”, un pareado (estrofa de dos ver- sos) funciona como estribillo ritmico cuyos versos van variando a medida que el poema avanza Hay concatenaci6n cuando un verso inicia con la iltima as palabras del verso anterior, Genera un ritmo que magnetiza y alienta una expectativa en cuanto a su coherencia te- mitica. La idea principal no se cierra hasta el final, va revelindose una parte de ella pero postergando otra parte, lo cual también re~ sulta atractivo para los chicos y para los grandes. Son excelentes o las al poemas para memorizar. Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Antonio Machado Proverbios y cantares 158 Matia Cristina Ramos Editorial Ruedamares La plaza tiene una torre La plaza tiene una torre, la torre tiene un baledn, el baleén tiene una dama, Ja dama una blanca flor. Ha pasado un caballero —jquién sabe por qué pass! — “y se ha Ilevado la plaza con su torre y su baleén, con su baleén y su dama, su dama y su blanca flor. Antonio Machado Nuevas canciones ‘Nocturno Toma y toma la Have de Roma, porque en Roma hay una calle, en la calle hay una casa, en la casa hay una alcoba, en la aleoba hay una cama, en la cama hay una dama, una dama enamorada, que toma la Have, que deja la cama, que deja Ta alcoba, que deja la casa, que sale a la calle, que toma una espada, 159 La este del site Literatura em la excuela que corre en la noche matando al que pasa, que vuelve a su calle, que vuelve a su casa, que sube a su alcoba, que entra en su cama, que esconde la Have, que esconde la espada, quedandose Roma sin gente que pasa, sin muerte y sin noche, sin lave y sin dama. Rafael Alberti Mi primer libro de poemas ‘Veamos como la concatenacién estructura el siguiente texto de Julio Cortévar: Historia Un cronopio pequeiiito buscaba la Have de la puerta de la calle cen la mesa de luz, la mesa de luz en ef dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aqui se detenia el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la Have de la puerta. Julio Cortézar Historias de cronopios y de famas 160 Maris Cristina Ramos Editorial Ruedamares La hipérbole tra figura retorica de uso frecuente es la hipérbole. Se trata de una exageracién para hacer més comprensible la intensi- dad de lo que se quiere expresar. En el habla cotidiana acudimos a la hipérbole cuando decimos por ejemplo: Estaba tan cansado que se cata a pedazos. Me fui volando, Si se entera se lo come crudo. Si no lo veo, me muero. Veamos una hipérbole de la que se vale este poema reco- pilado por Federico Garcia Lorca, para sefialar la desmesura del amor. Es verdad Ay, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero! Por tu amor me duele el aire, el corazon ‘y el sombrero. 2Quién me compraria a mi este cimtillo que tengo “yesta tristeza de hilo blanco, para hacer patuelos? 161 1a exta del sire Literatura en la escuela jAy, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero! Claro, se consigue no solo con la hipérbole de la segunda es- trofa, sino con la pregunta retorica de la tercera y con un entramado musical que se sostiene a lo largo del poema. Todo esto crea un mundo pottico de tal altura que se hace necesario leerlo en vor alta, sentirlo en vor alta, hasta recibir la totalidad de esa sutil maravilla. A veces encontramos obras narrativas que tienen a la hi- pérbole como recurso central. Es el caso de Un domingo con carozo, de Graciela Montes o ¥ el drbol siguié creciendo, de la misma autora. ‘También en la siguiente microficcién: Hilo maravilloso ‘Tengo un regalo para ti. He encontrado en Sorrento el més mara villoso de los hilos. Con él se teje una gasa tan sutil que Mega hasta el techo sise le sopla, y una podria envejecer esperando que cayese de nuevo. Thornton Wilder El libro de la imaginacién larima La rima es la coincidencia de fonemas a partir del dltimo acento del verso. Sila coincidencia incluye vocales y consonantes, recibe el nombre de rima consonante. 162 Maria Cristina Ramon beltovial Ruedamares Quiero a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: la nifia de Guatemala, Ia que se murié de amor. José Marti La nifia de Guatemala (fragmento) Si en cambio la coincidencia es solo vocalica, la rima es asonante. Por ejemplo: Tres drboles caidos quedaron a la orilla del sendero. El lefiador los olvidé y conversan, apretados de amor, como tres ciegos. Gabriela Mistral Tres drboles (fragmento) La presencia de rima no determina la poeticidad de un texto, De hecho, muchos textos de humor se valen de la rima y no por eso son posticos. Lo poético rezuma de un texto apoyan- dose en sus palabras, en sus imagenes y metéforas, en la esencia lirica de la voz que la modela, en su aéreo engranaje de significa- ciones y sugerencias. La poesia conlleva un plus de sentido, es lenguaje transfigu- rado que se constela sin perder el movimiento, que espera al lector, quien transitar’ los pasadizos de sentido que su sensibilidad permita. 163 Ia casa det aire Literatura en la escuela Estos recursos del discurso poético que —sin exhaustivi- dad— he mencionado y ejemplificado, contribuyen a sostener el impulso secreto de la poesia, la sensacibn sonora de juego, la su- gerencia y la musicalidad. Su identificacién en el texto no es de ninguna manera un objetivo a tener en cuenta para la formacién de lectores literarios en la escuela primaria, Si podemos rastrear con los chicos la metafora, la comparacién, la hipérbole, la alite- racion en algin texto, siempre con el fin de adentrarnos en las caracteristicas de la lirica y ayudar a identificar el género; pero esto no implica considerarlo como una actividad indefectible y evaluable a realizar con cada poema. El poema narrativo El poema narrativo es el que cuenta una historia, Sigue la tradicion de los romances medievales que eran épico-liricos, o sea narrativos y poéticos a la vez, Estin escritos en verso, encontra- mos en ellos recursos que predominan en la poesia pero tienen a Ja ver un desarrollo narrativo. “La nifia de Guatemala”, de José Marti, es un buen ejemplo, también “La vaca de Humahuaca”, de Marfa Elena Walsh, “Se maté un tomate”, de Elsa Bornemann. Veamos, como ejemplo, el siguiente: Romance color café EL fantasma bebié slo un sorbito de café {y se volvié casi negro, oscuro como la pez. Matta Celine Ramos Editorial Raedamaces (Dicese de una sustancia que verdosa y parda es, residuo de trementina que perdié su intrepidez) Retomo lo que al fantasma Ie ha venido a suceder, a razén de haber bebido Jo que no debié beher. En estirpe de fantasmas si hay algo mal visto es no lucir el blanco niveo de los farnasmas de bien. Por eso, tal vez, ha sido que el fantasmita café decidié poner distancia con los otros de su grey. (Dicese de algiin conjunto de individuos que tal vez tienen en comin la raza, las costumbres,o la fe.) Allé va pasito a paso peregrino sin querer 0 queriendo, —no se sabe— encontrar a quién querer. Piensa un mensaje de humo _y To escribe en la pared ‘donde una dama oscura se ha detenido a leer. 165 La casa del aire Literatura cn la escuela “Solo estoy, busco camino que me Heve de una vez un lugar que me responda Io que siempre pregunté.” Ella es sombra y se ha exiliado en Gerra de amanecer, pues no quiso que la noche se la levara otra vez. (En el pueblo de las sombras, si hay algo mal visto es que a la orden de marcharse alguien no lo quiera hacer.) Por eso fantasma y sombra juntaron su parecer. Alli van, uno con otra, carbonillas en vaivén, conversando de lo poco que han cenido que perder, que buenas son soledades sino es de libres la grey, que no hay resplandor que valga si uno quiere anochecer. Bosque de pinos encuentran con penumbras a granel; camino de azticar negra les va endulzando los pies. Maria Cristina Ramos Desierto de mar y otros poemas 166 Masta Crstnn Ramos buaitorad Ruedamares Se trata de un romance, o sea, esta conformado por una su- cesién de versos de ocho silabas métricas que riman en forma con- sonante en los versos pares. Por ser romance cuenta una historia y Io hace valiéndose de las caracteristicas de la lirica: uso de metafo- ras, comparaciones, andforas, etc. Ademds, al utilizar dos palabras que no son de uso frecuente, presenta cortes en el discurso poético yen ellos aparenta reproducir el discurso explicativo: (Dicese de una sustancia que verdosa y parda es, residuo de trementina que perdié su increpidez) (Dicese de algiin conjunto de individuos que tal vez tienen en comiin la raza, las costumbres,o la fe.) Recordemos que lo poético implica un plus de sentido, y que resguarda, bajo el oleaje del texto, gran parte de ese sentido, Esta historia del fantasma color café y la sombra remite a los que alguna vez, o siempre, se sintieron diferentes de la mayoria. Ofrece, con el final de encuentro y compaiiia la concepcién de un mundo posible donde hay otros que también han sufrido el hostigamiento de algunos grupos, y con quienes es posible com- prenderse y unirse. Entrar aun texto poctico es avanzar en la niebla, dar pasos sobre la nieve sabiendo que la nieve sigue y que otro que quiera egar hasta el poema deberd hacer su propio camino. 167 Dice Ratil Castagnino en Fenomenolagia de lo postico: “El sentido postico no es el literal sina el sugerido y remontado, el recreado en la mente y en la sensibilidad receptora, el adivinado, el que flota desde la pocticidad” La prosa poética Se considera prosa poética a todo texto que privilegie lo poético, que se erija sobre los recursos literarios de la poesia pero que no esté escrito en verso, 0 sea que no cuente con métrica ni rima, Puede tratarse de un texto auténomo, pero también po- demos encontrar prosa poética dentro de un texto narrativo, Por cjemplo, el fragmento que sigue corresponde a un cuento de Ma- rina Colasanti: Un cantar de mar y viento Desplegaba 1a vela con los mismos gestos con que otras abren el mantel sobre la mesa o la sébana en a cama.Vela blanca con una blanca Juna bordada.Y asi que oscurecta se hacia a la mar. No Hevaba redes ni anzuelos en su pequefio barco. Solamente ces- tos, grandes.¥ en silencio, oscuridad adentro, navegaba hasta Hegar al punto donde el mar es hondo como la noche. Alli, recogida la vela, la joven pescadora se ponia a cantar, Cantaba en voz baja pero muy pronto, tratdes por las mallas in- visibles de su vo7, los peces comenzaban a saltar fuera del agua en busca 168 Marta Cristina: Rarios. Editorial Rucdamares de su regazo, centelleantes estrellas que iban a perderse entre los pliegues de la falda, iluminando por breves instantes el fondo hitmedo del barco. Toda la noche cantaba la joven. Su primer silencio despertaba el sl. Marina Colasanti Lejos como mi querer Atravesar una densidad poética como esta implica, para el lector, salir impregnado de un lenguaje enriquecido, matizado, salido de la norma y que pone en alerta al receptor. El lenguaje pottico sabe generar la atmésfera extrafia que instala en las pala- bras la percepcidn de la belleza. Esta sutil rigurosidad descriptiva, estas comparaciones, estas imagenes en primer plano, en contraste con el fondo de mar, acompafian a los lectores a desplegar su percepcién del mundo y a apropiarse de nuevas posibilidades de expresion. Una clase de poesfa entre muchas posibles Anunciamos la clase: sera un taller de lectura de poemas. Anotamos en el pizarrén los nombres de los autores. Eliseo Diego y Emilio de Armas son poetas cubanos, Jairo Anibal Nifio es co- lombiano, Pablo Neruda, chileno, Podemos anotar la nacionalidad junto al nombre de cada uno. Entregamos copias de los poemas transcriptos a continua- Gién, Tendremos el trabajo de tipearlos, respetando con fidelidad cada texto, o sea, respetando versos, espacios entre estrofas, dis- tancia del titulo al cuerpo del poema, distancia del fin del poema al 169 La casa del aire Literatura en la escuela nombre del autor, Deben estar impresos por lo menos en tipografia arial tamafio 12, con suficiente nitidez para no obstaculizar la lec- tura; si pocemos imprimirlos en papeles de color, mejor todavia. Peces Rojos, dorados, brillantes, las peces en la pecera. EI gato los mira. EI gato se los comiera. Dorades brillantes rojos, los peces en la pecera. Saltan y miran al gato como si lo conocieran. Emilio de Armas Bajo el dlamo de los sinsontes Un buen sueiio A gusto duerme el gato en torno de si mismo: de pata y lomo a cola es ly da lo mismo. Pues se ha dormido todo, nariz, bigote y ceja. 2Dormido todo? Bueno. de guardia hay una oreja! Eliseo Diego Sofiar despicrto 170 Maria Cristina Ramos editorial Reedamares Qué es el gato? EI gato es una gota de tigre Jairo Anibal Nifio Preguntario En paz EI gato duerme en la cocina mientras la Muvia corre afuera. Gien y mil aiios de penumbra. La tarde solo un soplo afuera. El gato duerme desde cudndo, la Iluvia es otra y otra, afuera, El gato en paz, en paz el suefio, y el agua hacia la mar afuura. Eliseo Diego Toy a nombrar las cosas y otros poemas ‘Tan leve Tan leve el gato va de viaje cllé en la sombra —zviste? — que pudiera ser que no fuera sino un roce de luna entre el follaje. 171 La casa del sire iterntara:en Ia cocucls ZA dénde, a dénde iria entre la noche como quien es dueito? Quizds de caceria —quizds fue sblo, a lo mejor, un suefio. Eliseo Diego Un libro con muchos gatos Oda al gato Los animales fueron imperfectos, argos de cola, tristes de cabeza. Poco a poco se fireron componiendo, haciéndose paisaje, adquiriendo lunares, gracia, vue. El gato, sélo el gato aparecid completo “y orgulloso: ‘nacié completamente terminado, camina solo y sabe lo que quiere. No hay unidad como él, no tienen Ja luna ni la flor tal contextura: 172 Masia Cristina Ramos fedtoral Raedamares es una sola cosa como el sol 0 el topacio, ‘y la eléstica linea en su contorno firme y sutil es como Ia linea de la proa de una nave. Sus ojos amarillos dejaron una sola ranura para echar las monedas de la noche. Pablo Neruda Navegaciones y regresos (lragmento) Antes de entregarlos leemos los titulos y autores y aclaramos el significado de oda. Se trata de un poema que se refiere a algo oa alguien que, segin cl sentir del pocta, merece ser admirado. El caracter etéreo de la poesia, sus sentidos connotados, cl despliegue de diversos sentidos detris de la superficie textual hace que nccesitemos mis de una lectura para degustarla, Por eso, como mediadores, buscaremos modos de volver a leer, sin que parezca porque no lo es— una actividad repetitiva, Comenzamos: Primera lectura en voz alta: estard a cargo de quien dirija la clase, docente o bibliotecario. Recordar para todos que, cuando leemos un poema, tenemos que cuidar especialmente la pronunciacién, los matices de la voz, el tiempo de lectura (ni muy rapido ni may lento) para que la materialidad sonora del texto poético cobre la relevancia que merece y su sentido nos Tlegue de Ja mejor manera. También recomendaremos respetar la brevisima 173 La cata del sire Liteeatara en la escuela pausa de final de verso; cuidado con la segunda estrofa del poema “Peces”. Segunda lectura en voz alta: estard a cargo de los gru- pos. Si bien los poemas son seis, nos organizaremos en cinco grupos. Cada grupo tendra dos o mas copias del mismo poema, para facilitar la lectura en vor alta, Solo el grupo que reciba ”;Qué es el gato?”, poema liadisimo pero muy breve, recibir’ también “En paz” Damos cinco minutos para que los chicos lean el poema que les tocé y ensayen la lectura en voz alta. Les pedimos que cada grupo decida cémo hacer la lectura: si realizaran una lectura coral 0 Ieeran dos versos cada uno, etc. Elo la docente, el o la bibliotecaria recorreran los grupos hay preguntas acerca del sig- nificado de algunas palabras, lo aclararan entre todos. Luego cada grupo presentard su lectura. para atender las dudas que surjan. Tercera lectura en voz alta: estara también a cargo de los grupos. Cada grupo intercambiara los textos con otro grupo y repetiran la experiencia anterior con los nuevos poemas que les hayan tocado. Los grupos presentarin su lectura, Pero esta vez elegirin el lugar del aula desde el cual leer, la postura corporal que prefiera cada uno, y pueden también imaginar alguna variable en la inten- sidad de la voz. Por ejemplo, empezar en un tono alto la lectura de un poema e ir bajando el mismo hasta terminar en un susurros o al revés, comenzar suavismo y terminar con intensidad. 174 Maria Cristina Ramos Editorial Ruedamares Aqui puede terminar la clase; si hay posibilidades de con- tinuar en la hora siguiente, podemos dejar la tercera lectura como io de esta segunda hora y luego invitar a escribir. ‘Comenzaremos juntando material: anotaremos en el piza~ ini rrén palabras sueltas que recordemos de los poemas. En un se gundo momento estar4 permitido asomarse a los textos para legit y anotar alguna palabra mis que les interese Invitamos a escribir siguiendo alguna de las siguientes con. signas: 1) Elegir tres palabras de las escritas en el pizarrén y escribir alguna frase que les guste. luego otras tres, y luego otras tres. 2) Elegir dos palabras; una palabra serd para iniciar un texto breve y la otra palabra para su final. Luego, con las mismas dos palabras habri que escribir otro texto diferente del ya escrito, 3) Titulos posibles para escribir: El tigre Los suefios del tigre Cuando el tigre llega. Utilizar —entre otros— algunos de los siguientes verbos: su sombra rastrear, acechar, latir, detener, atravesar. Para el cierre proponemos leer algunos —cinco 0 » de los textos obtenidos. En la proxima jornada de escritura po- demos leer algunos ms. Es buena idea también exhibirlos en algin espacio del aula, Luego de una tarea tan intensa, hay que ovitar que el cierre sea agobiante; es imposible escuchar los textos de todos. 175 [La casa del aire Literatura en la escuela Leer por arriba del hombro Mientras los chicos escriben es interesante caminar suave- mente y en silencio entre ellos y pispear su escritura, estimular casi en secreto a los mas inseguros, entusiasmarnos con la escri- tura que nace, No hacer pie en los errores posibles; si, tal vez, su gerir alguna correccién, con la delicadeza que el momento pide. Sefialar lo mas original de una frase, o una palabra que esté bellamente utilizada, Nunca hacer lectura comparada; cada ca~ mino de escritura se abre paso de modo diferente. Hay que espe- rar sin lesionar, sin exigir, recibiendo lo que timidamente se asoma desde la poca experiencia que los chicos suelen tener en escritura creativa. Deben saber y sentir que ese momento es de ellos y para ellos y que tienen en el docente el mejor testigo, la mejor com- pania para una escritura que se esta animando a nacer. Presentacidn de un libro de poesia Dentro de una palabra Entrar a la obra de un poeta, a un libro de poesia, es como entrar a un bosque ¢ ir encontrando senderos, atajos y claros, flo- raciones inesperadas y marcas de vida. Quien acompaiia a entrar a ese bosque contribuye a instalar la posibilidad de una mirada no tunica, una vor no univoca, un pensamiento mas abrazador, una disposicién positiva para captar la diversidad 176 Maria Cristina Ramos Daitorial Ruedamaces Cuando en el deambular por el texto los lectores vivencian la intimidad de un sentido por ellos develado, comienzan a habi Iitarse como lectores capaces de ahondar en la complejidad del pensamiento, en la fecundidad de su propio desempefio intelec~ tual. Dentro de una palabra es un libro escrito por Maria Cristina Ramos que incluye veintian poemas. Si bien el amor esta presente como temitica en varios de ellos, circula en el libro una corriente idad y sutileza visual, esta ultima por el de sensorialidad, music aporte de las ilustraciones de Claudia Degliuomini Permite ser leido sin respetar el orden de presentaci6s lectores pueden deambular por él y clegir uno u otro poema. Sila lectura esta coordinada por la maestra, puede elegir la combinacion los io, leer en vor alta, repetir una que quiera, La idea es leer en silen cstrofa determinada, invitar a memorizar uno de los textos, copiar uno de ellos a cleccién para exponerlo en el aula, ensayar disenios de lectura en vor alta para ir a leer a otra aula, etc. Veamos el poema que da titulo al libro. Dentro de una palabra Petalito de luna, Juz que me mueve, jeémo Iluere en rai sombra que no se atreve! Eslabén de silencio, pajaro espino, 177 es ramaje mi canto para tu trino. En la vida me duele tanto el no verte que te guardo en Ios suefios por no perderte. Corarén de durazno guirdame un beso dentro de una palabra si no regreso. Arenita de plata de amor me canso; gudrdame en tu recuerdo sino te alcanzo. El amor, un tema tan frecuente en la historia de la litera. tura y en lo comunicacional cotidiano, ha sido nombrado y con- vocado por todas las palabras. En este poema, la palabra amor no aparece hasta el final y sin embargo, una tensidn lirica lo sugiere desde el inicio. lensiin que demuestra su propia impotencia al re- ferirse a lo amado como eslabén de silencio. La musicalidad del texto va sosteniendo a los lectores también como un ramaje, para recalar en las palabras y en su resonancia de significados. Por eso es importante leerlo varias veces, algunas en forma completa, otras repartiendo las estrofas entre distintos lectores. 178 Marfa Cristina Ramox editorial Racdlamazes Leerlo respetando su ritmica y su musicalidad, leerlo de ser pos ble sin tropiezos y con un tono suave y casi de media voz, como cuando se hacen confidencias. Lecrlo suave, como quien acaricia con el decir, como quien rodea con la atmésfera leve del afecto. El poema acude a las metiforas, en el primer verso de casi todas las estrofas, para nombrar sin nombrar, para invocar a ese amor. Esta escrito con el ritmo de la seguidilla: versos de siete y de cinco silabas métricas, que le dan un pulso de vaivén. Petalito de luna, (siete silabas métricas) luz que me mueve, (cinco silabas) jeémo Hueve en mi sombra (siete) que no se atrevel (cinco) ‘Todo lo dicho hasta ahora, esta destinado a los mediadores, para que observemos la estructura y algunos recursos del texto. Pero con los chicos, simplemente lo leeremos varias veces. Una vez nosotros, otra vez repartiéndonos con ellos las estrofas, en- contrando disefios de lectura en voz alta. Podemos sefalar con los chicos las metiforas, pero no necesariamente algo més. Mientras Io lee, cada uno, cada una, pensara en alguien, alguien a quien le cenviaria este poema, Los nombres de los amados en la infancia, salvo excepciones, suelen quedar también en el silencio del grupo. Una posible interaccién con los chicos puede ser: 2Este es un poema de amor? ;Cémo nos damos cuenta? 2Qué palabras, qué versos lo sugieren? 179 La casa del aire Literatura en la escuela En el ambito familiar a veces se llama a los més pequeiios con metiforas: “Péjara pinta, podés venir?”, “;Dénde esté el rey de esta casa?”, “Bichito de luz, a tomar la leche”. Para aludir al ser amado —referirse a él o a ella sin nom- brarlo— en este poema se usan metiforas como “petalito de luna’, shay otras més? La siguiente cancién popular, recogida por Federico Garcia Lorca, es también una seguidilla, Ese caracter popular explica la utilizacion de la palabra “pelegrinitos” por “peregrinitos” y, en la cuarta estrofa “desaminan” por “examinan”. Los pelegrinitos Hacia Roma caminan ds pelegrinos, a que los case el Papa, porque son primos. Sombrerito de hule Heva el mozuelo, ‘y la pelegrinita, de terciopelo Al pasar por el puente de laVictoria, troperé la madrina, cayé la novia. 180 Maria Cristina Ramos Editorial Rucdamares Han Ilegado a palacio, suben arriba, yen la sala del Papa Ios desaminan, Le ha preguntado el Papa cémo se Haman. Ele dice que Pedro vy ella que Ana. Le ha preguntado el Papa (que qué edad tienen. Ella dice que quince y Al diecisicte. Le ha preguntado el Papa de dénde eran. Ella dice de Cabra ‘yl de Antequera. Le ha preguntado el Papa que si han pecado. El le dice que un beso, que le habia dado. Y la pelegrinita ue es vergonzosa, se le ha puesto la cara como una resa. 181 a cate del ee Literatura en Ia excuela Y ha respondido el Papa desde su cuarto: 1 Quién fuera pelegrino para otro tanto! Las campanas de Roma “ya repicaron, porque los pelegrinos ‘ya se casaron. Luego de la primera lectura les contamos que Cabra y An- tequera son dos ciudades de Espafa, que Federico Garcia Lorca fue un destacadisimo poeta y dramaturgo espaiol nacido en el siglo XIX y cuyas obras aiin se siguen leyendo y representando. Opciones de escritura Podemos leer poemas de Dentro de una palabra a lo largo de un mes y plantearnos cada semana algo que se relacione con lo poético. Por ejemplo: ¢ Escribamos frases que sirvan de inicios para breves textos orientados hacia lo pottico, Inicialmente eset nos, entre todos, paralelismos sintacticos a partir del titulo del libro: Dentro de una palabra Dentro de un silencio Dentro de una sombra Dentro de un olvido 182 Maria Cristina Ramos Fditorial Ruedamares A partir del titulo de un poema: Blanca cra la arena Verde era el camino Azul era el silbido Invisible era el agua A partir de un verso de un poema: La tarde inventa Iluvia La tarde piensa puentes La mafana estrena zapatos, La calle esconde piedras Luego, como propuesta de escritura individual, se puede ele- gir alguna de las frases que hayan surgido y continuar escribiendo hasta armar un texto muy breve, que le guste a quien lo escribid. Hay que advertir que la escritura se va revelando de a poco y habré que ir soltindose, moviendo y recombinando frases hasta que nos guste un poco mas algo de lo que escribimos. Es un ca- mino, una exploracion que va revelando en nuestra bitsqueda tex- tos que nos reflejan y nos complacen. © Otra consigna: a partir de alguna de estas frases, escribir un texto circular, 0 sea que termine del mismo modo que em- pez. Por ejemplo: Dentro de una sombra, habia una hormiga que buscaba un pa- Auelo con flores azules de las que no se ven dentro de una sombra 183 En la escritura animaremos a los chicos a encontrar lo pottico en lo inesperado, lo extraiio, lo lidico, lo original, lo no previsible, lo fuertemente creativo. Pero nunca les pe- diremos que escriban en verso. Recordemos que lo poético no implica el verso y la rima, verso, se forzaran a rimar y olvidaran la biisqueda de lo poé- pedimos que escriban en tico. Hilos de cada dia para el lector literario Se trata de leer, tener a mano libros de poesia, dispo- ner de una antologia que podemos ir armando en nuestra car- peta. Leer compartiendo el maridaje de nuestra voz con la voz del texto poético, compartiendo el equilibrio de pausas que sostienen la misica del texto, leer afinando la expresién, menguando la intensidad cuando sea necesario. Leer como quien establece una cualidad de posibles en el aire del aula Leer in imposturas, sin exageraciones, pulsando el sentido, afinando los acordes del sonido, las luminosidades que canta el texto. Leer con la frecuencia que hace posible que la mejor n sea mostrar el libro, abrirlo y leer. Leer para dis frutar en compania. Al leer poesia salimos de paseo con las palabras y su dad del que se escapa de la norma y cae gozosamente en una cohe- conven milsica, con las palabras y su libertad, con la compli rencia diferente, en la contencidn del sentido poético, 184, Marla Cristina Ramos Baitocial Rucdamares La poesia es el punto de apoyo para la danza invisible en que la subjetividad hila lo perceptual con lo emotivo, lo cogni- tivo con el caudal de lo imaginario, la maravilla de la palabra con los inicios de lo inefable. La lectura frecuente de poesia, el trinsito por los recur- sos del lenguaje poético, habilita a los lectores para un desem- petio cualitativamente superior, para desenvolverse y entender planos mas abstractos de lo social y de lo cultural Acercar palabras a los descubrimientos, dar tejido de sostén para el dolor, la alegria, la esperanza, las dudas, o los avatares de nuestro mundo, es la funcién de lo postico. Acom. pafiar a otros lectores a entrar en su mundo etéreo y profundo ala vez, es el privilegio de los que hemos aprendido a disfru- tar de su lectura, a beber de su felicidad y seguir disfrutando de nuestra propia sed. 185

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