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ORACIÓN Y DEVOCIONAL DÍA #74 ISAÍAS 8:17

ORACIÓN Y DEVOCIONAL DÍA #74 ISAÍAS 8:17

EL SILENCIO DE DIOS (III)


Aunque el Señor esté ahora oculto, voy a esperar a que nos ayude. En él reposa mi
única esperanza. (Isaías 8:17 NBV)
¿Se oculta Dios de la oración de sus hijos? ¿Gira su rostro para no ver el dolor y
el sufrimiento? Son cuestionamientos que invaden la mente, pues en ocasiones no hay
señales o signos que algo por lo que se ha pedido, esté realmente ocurriendo.
Comprendemos entonces que es un terreno para la fe, esta debe ser ejercitada, pero
inevitablemente en este ejercicio, se corre el riesgo de terminar al otro lado, es decir,
invadido por la duda. No se ve, no se siente, la duda aprovecha y cuestiona ¿Dónde está
Dios? La invisibilidad de Dios garantiza, que se atravesará por momentos de
duda. “¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste,
habiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido”. (San Juan de la Cruz).
En la adversidad como la descrita el verso escrito por San Juan de la Cruz, el
corazón atraviesa tanta oscuridad, que le es imposible ver a Dios, parece que se ocultó,
que se encuentra ausente, pasando días, meses e incluso años, aún la oración más ferviente
y la búsqueda más intencional, deja un corazón frío. Las dificultades provocan que
muchos pierdan su fe, otros incluso han llegado a negar la ausencia de Dios, pero ¿Debe
responder Dios cuando le llamo? Jeremías 33:3 expresa: Clama a Mí, y Yo te responderé
y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces, pero no indica el tiempo
de respuesta, ni el tipo de respuesta, el silencio de Dios es un tipo de respuesta, él está
diciendo: espera, confía y reposa, pronto verás mi salvación.
Algunos sienten que Dios está enojados con ellos, que no los escucha, en medio
de esta sensación es siempre conveniente, hacer una autoevaluación de nuestra vida,
recordemos que el pecado nos aleja de Dios, quizá puede ser una razón por la cual se
experimente lejanía, sin embargo, abogado tenemos con el Padre, por medio de Cristo y
una vez reconciliados con él, podemos acercarnos con confianza, pero no es un requisito
sentirlo o ver físicamente su obra, para afirmar o negar su presencia. “Nunca dudes en
la oscuridad de lo que Dios te dijo en la luz” (V. Raymond Edman).

En medio de la duda, se puede abandonar la fe, recurrir a una solución


desesperada, no aprobada por Dios; en otras ocasiones se cae desilusión, tristeza y la
sensación de abandono descrita por el salmista: Señor, ¿dónde está tu amor inagotable
(Salmos 89:49 NTV). Cualquiera puede creer cuando ve los milagros suceder ¿Pero
cuantos creyeron sin ver? Mucha gente seguía a Jesús y creían en él porque le veían
físicamente y además fueron testigos de grandes milagros, muchos les seguían porque les
dio de comer (Juan 6:26), pero él se explicaba lo siguiente: no se preocupen tanto por
las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la
vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre. Pues Dios Padre me ha dado su sello
de aprobación (Juan 6:27 NTV).
ORACIÓN Y DEVOCIONAL DÍA #74 ISAÍAS 8:17

Seguir a Jesús y saber que está conmigo cuando veo todo lo que me da, no pone
en ejercicio mi fe. La fe se ejercita cuando no veo, cuando me falta la salud, la provisión,
cuando hay dolor, cuando estoy orando y no veo respuesta. Jesús dijo, no se preocupen
por las cosas materiales que he hecho tengo el poder de darles, enfoquen su fuerza y
su fe en buscar la vida eterna que ofrezco. A Dios le parece bien ocultarse por momentos,
para hacer crecer la fe, para probar la confianza, para pulir la vida de sus hijos de manera
que el objetivo se alcance, el cual es la vida eterna. Aunque el Señor se oculta del pueblo
de Jacob, yo confío en él. En él he puesto mi esperanza (Isaías 8:17 DHH). Dios se
ocultó de su pueblo desobediente, pero acudirá a salvar, a aquel que lo esperé con
paciencia.

Canto recomendado: Dios de imposibles – Un corazón


Oración guiada: Padre, gracias porque nunca me has dejado y nunca me dejarás, esa es
tu promesa, perdona mi incredulidad y mi falta de constancia, sé que en los silencios haces
crecer mi fe, ayúdame a enfocarme en lo que verdaderamente importa para ti. No quiero
seguirte por un milagro, quiero una eternidad contigo. Ore por alguien más y finalmente
añada su petición personal. En el nombre de Jesús amén.

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