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Dirección Técnico Normativa

Opinión

T.D.: 13360789

OPINIÓN Nº 156-2018/DTN

Solicitante: Eye Catcher Media S.A.C.

Asunto: Contrataciones de servicios de publicidad en medios privados


suscritos con anterioridad a la vigencia de la Ley N° 30793

Referencia: Comunicación S/N recibida 09.AGO.2018

1. ANTECEDENTES

Mediante el documento de la referencia, representantes de la empresa Eye Catcher


Media S.A.C. formulan consultas sobre las contrataciones de servicios de publicidad en
medios privados suscritos con anterioridad a la vigencia de la Ley N° 30793.

Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las
consultas que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al
2

sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas


genéricos y vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de
conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de
Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 (en adelante, la “Ley”), y la Tercera
Disposición Complementaria Final de su reglamento, aprobado mediante Decreto
Supremo Nº 350-2015-EF (en adelante, el “Reglamento”).

En ese sentido, las conclusiones de la presente opinión no se encuentran vinculadas


necesariamente a situación particular alguna.

2. CONSULTAS1 Y ANÁLISIS

De manera previa, debe indicarse que, con fecha 3 de abril de 2017, entraron en
vigencia el Decreto Legislativo N° 1341 -que modifica la Ley N° 30225- y el Decreto
Supremo N° 056-2017-EF -que modifica el Decreto Supremo N° 350-2015-EF-, cuyas
disposiciones son de aplicación a partir de la fecha mencionada salvo para aquellos
procedimientos de selección iniciados con anterioridad a ella, los cuales se rigen por las
normas vigentes al momento de su convocatoria2.

En esa medida, tomando en cuenta que de la revisión de los antecedentes de la solicitud,


se infiere que las consultas se encuentran referidas a la aplicación de la Ley N° 30225 y
del Decreto Supremo N° 350-2015-EF después de la entrada en vigencia de sus

1
En atención a la competencia conferida a la Dirección Técnico Normativa, se han revisado las
consultas planteadas por el solicitante, a efectos de verificar el cumplimiento de los requisitos
previstos en el Procedimiento N° 90 del TUPA del OSCE, advirtiéndose que:
- La Consulta N° 4 está referida a determinar cuál es el tratamiento que corresponderá dar al pago y
cobro de la contraprestación respecto a una situación específica como es la entrada en vigencia de
la Ley N° 30793, y siendo que dicha situación deberá ser analizada en cada caso concreto
considerando los alcances desarrollados en Opinión N° 104-2018/DTN y, además que no está
vinculada a las Consultas N° 01, N° 02 y N° 03; por tales motivos, dado que incumple los
requisitos previstos en el Procedimiento Nº 90 del TUPA, no será absuelta.
- La Consulta N° 05 está referida a determinar el ámbito de aplicación subjetivo de la Ley
N° 30793 -régimen legal que no forma parte de la normativa de contrataciones del Estado- y
además no está vinculada a las Consultas N° 01, N° 02 y, N° 03; en esa medida, dado que
incumple los requisitos previstos en el Procedimiento Nº 90 del TUPA, no será absuelta.

2
De acuerdo a lo establecido en la Única Disposición Complementaria Transitoria del Decreto
Legislativo N° 1341.
3

modificatorias, el análisis de la presente opinión se efectuará en virtud de la normativa


de contrataciones del Estado actualmente vigente.

Dicho lo anterior, corresponde señalar que la consulta formulada es la siguiente:

2.1 "¿Cuál es el alcance y ámbito de aplicación de la Ley N° 30793, respecto de los


contratos de servicios que comprendan como parte de sus prestaciones la
publicidad de las actividades de gestión de las entidades públicas, que se
suscriben bajo el régimen de la Ley de Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 y
su Reglamento?"

2.1.1 En primer lugar, conforme a los antecedentes de la presente Opinión,


corresponde indicar que las consultas que absuelve este Organismo Técnico
Especializado son aquellas referidas al sentido y alcance de la normativa de
contrataciones del Estado, formuladas en términos genéricos, sin hacer alusión
a situaciones particulares; en tal sentido, es competencia del OSCE absolver
consultas respecto a las disposiciones que comprende la normativa de
contrataciones del Estado -la Ley, el Reglamento y las demás normas de nivel
reglamentario emitidas por el OSCE. Por tanto, de conformidad con lo dispuesto
por el literal o) del artículo 52 de la Ley, a continuación se brindarán alcances
generales sobre la aplicación inmediata de las normas y sus excepciones, para
posteriormente desarrollar el tratamiento establecido en la normativa de
contrataciones del Estado cuando resulte imposible ejecutar las prestaciones
pactadas en un contrato.

2.1.2 Sobre el particular, de acuerdo al criterio desarrollado en la Opinión N° 104-


2018/DTN3, debe precisarse que en nuestro ordenamiento jurídico, por regla
general, rige el principio de aplicación inmediata de las normas, en virtud del
cual, toda norma es obligatoria a partir del momento en que empieza su vigencia

3
Esta opinión puede encontrarse en el portal electrónico del OSCE
(http://portal.osce.gob.pe/osce/content/opiniones) o a través del "buscador de interpretación
normativa".
4

hasta su derogación4.

En ese sentido, una norma se encuentra vigente desde el día siguiente a su


publicación en el diario oficial 5, y se aplica a las consecuencias de las relaciones
y situaciones jurídicas existentes, salvo disposición contraria de la misma ley
que posterga su vigencia en todo o en parte6.

2.1.3 A lo señalado debe agregarse que, en materia contractual, existe una excepción
constitucional expresa para la aplicación de las normas en el tiempo, así el
artículo 627 establece una regla de inmutabilidad de los términos contractuales -
que se entiende posteriores a la suscripción del contrato.

De esta manera, el Tribunal Constitucional ha señalado 8 que en los casos en los


que una ley posterior puede alterar los términos contractuales, siempre que ello
sea necesario para evitar la afectación del interés general 9 o del interés público10,
se debe demostrar que la aplicación inmediata de la ley al contrato supera el test

4
El artículo 103 de la Constitución Política del Perú señala: "La ley, desde su entrada en vigencia,
se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni
efectos retroactivos; salvo, en ambos supuestos, en materia penal cuando favorece al reo. La ley se
deroga sólo por otra ley".
5
El artículo 109 de la Constitución Política del Perú señala: "La ley es obligatoria desde el día
siguiente de su publicación en el diario oficial, salvo disposición contraria de la misma ley que
posterga su vigencia en todo o en parte".
6
Sobre el particular, puede consultarse: Rubio Correa, Marcial (2015). El Título Preliminar del Código
Civil. Undécima Edición. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, pp. 45-69.
7
Artículo 62 de la Constitución Política del Perú: "La libertad de contratar garantiza que las
partes pueden pactar válidamente según las normas vigentes al tiempo del contrato. Los términos
contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase. (…)." (El
subrayado es agregado).
8
Ver el Fundamento 3 de la Sentencia del Tribunal Constitucional, emitida el 30 de enero de 2004,
recaída sobre el Expediente Nº 2670-2002-AA-TC.
9
El Fundamento 9 de la Sentencia del Tribunal Constitucional expedida el 11 de abril de 2002 en el
Expediente 0006-2000-AI-TC estableció que "(…), este Tribunal considera -como lo ha hecho en
casos análogos que "la intangibilidad de los contratos de concesión protegida por el artículo 62° de
la Constitución, el mismo que se interpreta en concordancia con los preceptos generales que la ley de
la materia dispone, esto es, en el Título Preliminar V del Código Civil concordado con los artículos
1403° y 1404° del mismo cuerpo legal, no puede estar por encima, ni ser ajena al cambio en las
circunstancias que posibilita que estos pierdan validez, convirtiéndose la obligación en ilícita o
prohibida, cuando su realización afectare el interés general, el cual, para el caso, se ve expresado
en los fundamentos de las normas que se impugnan, las mismas que cumplen con el principio de
razonabilidad y proporcionalidad." (El subrayado y resaltado son agregados).
5

de proporcionalidad, habida cuenta que el cambio de régimen legal tendría que


justificarse en la protección, optimización o realización de algún bien, principio
o derecho constitucional que podría oponerse a la libertad de contratación.

Precisado lo anterior corresponde añadir que este test, según el Tribunal


Constitucional, está compuesto de tres sub principios (sub test) sucesivos:
análisis de idoneidad, necesidad y proporcionalidad estricto sensu o
ponderación.

Ahora bien, en relación al procedimiento que debe seguirse en la aplicación del


test de proporcionalidad, el Tribunal Constitucional ha establecido 11 que "(...) la
decisión que afecta un derecho fundamental debe ser sometida, en primer
término, a un juicio de idoneidad o adecuación, esto es, si la restricción en el
derecho resulta pertinente o adecuada a la finalidad que se busca tutelar; en
segundo lugar, superado este primer análisis, el siguiente paso consiste en
analizar la medida restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone,
como hemos señalado, verificar si existen medios alternativos al adoptado por
el legislador. Se trata del análisis de relación medio-medio, esto es, de una
comparación entre medios; el medio elegido por quien está interviniendo en la
esfera de un derecho fundamental y el o los hipotéticos medios que hubiera
podido adoptar para alcanzar el mismo fin. Finalmente, en un tercer momento y
siempre que la medida haya superado con éxito los test o pasos previos, debe
proseguirse con el análisis de la ponderación entre principios constitucionales

10
El Fundamento 9 de la Sentencia del Tribunal Constitucional expedida el 10 de octubre de 2006 en el
Expediente 2488-2004-AA-TC estableció que "(…). Tal y como ha sido analizado de modo previo, en
el caso de los contratos de concesión, el interés público posibilita el ejercicio de ciertas potestades en
la Administración tales como la posibilidad de modificar el contrato de modo unilateral e inclusive de
resolverlo. No obstante, tales poderes sólo podrán ser ejercidos cuando el interés público así lo
justifique, lo que obliga a la Administración a concretizar la razón de interés público que sustenta su
poder en cada caso concreto y a que en todos los casos sus facultades sean ejercidas de modo
necesario, idóneo y proporcional." (El subrayado y resaltado son agregados).
11
Ver el Fundamento 25 "Aplicación del test de proporcionalidad" de la Sentencia del Tribunal
Constitucional, emitida el 05 de junio de 2008, recaída sobre el Expediente Nº 579-2008-PA/TC.
6

en conflicto. Aquí rige la ley de la ponderación, según la cual “cuanto mayor es


el grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio, tanto mayor
tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro".

2.1.4 Además, debe precisarse que el test de proporcionalidad ha sido ampliamente


desarrollado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través del
Informe Legal N° 201-2018-DGDNCR, en el cual se define la posición jurídica
respecto a la aplicación de la Ley N° 30793 y entre sus conclusiones se indica lo
siguiente:

"(iii) A través del presente Informe Legal la Dirección de Desarrollo


Jurídico y Calidad Regulatoria del MINJUSDH ha desarrollado
el test de proporcionalidad de la Ley N° 30793 a los contratos
suscritos con anterioridad a su vigencia, como mecanismo que
deberán realizar las entidades públicas -a quienes aplique esta
norma- en cada caso concreto, para efectuar la ponderación y
determinar cuál de las alternativas garantiza en mejor medida los
derechos constitucionales de los ciudadanos y los principios
recogidos por la Constitución Política del Perú".
7

2.1.5 En ese sentido, cuando se determine la aplicación inmediata de la Ley N° 30793


a un contrato (suscrito por la Entidad con anterioridad a su vigencia) -en la
medida que esta norma hubiera superado el test de proporcionalidad y por tanto
se halle plenamente justificada su aplicación-, debe tenerse en cuenta que esta
situación -en el ámbito de la contratación estatal- generaría que las partes no
puedan cumplir las obligaciones contractualmente asumidas.

Ante tal eventualidad, la normativa de contrataciones del Estado ha previsto la


figura de la resolución del contrato, cuando resulte imposible ejecutar las
prestaciones pactadas.

A mayor abundamiento, es pertinente indicar que García de Enterría precisa que


la resolución “(…) es una forma de extinción anticipada del contrato actuada
facultativamente por una de las partes, cuya función consiste en salvaguardar
su interés contractual como defensa frente al riesgo de que quede frustrado por
la conducta de la otra parte”12.

2.1.6 En relación con lo anterior, el numeral 36.1 del artículo 36 de la Ley establece
que “Cualquiera de las partes puede resolver el contrato, por caso fortuito o
fuerza mayor que imposibilite de manera definitiva la continuación del contrato
(…)”. (El subrayado es agregado).

Del mismo modo, el artículo 135 del Reglamento establece dentro de las
causales para la resolución del contrato al caso fortuito, fuerza mayor o por
hecho sobreviniente al perfeccionamiento del contrato que no sea imputable a las
partes y que imposibilite de manera definitiva la continuación de la ejecución del
contrato.

Conforme a las disposiciones citadas, la normativa de contrataciones del Estado


prevé la posibilidad de resolver el contrato cuando, debido a un hecho o evento
12
GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo. FERNANDEZ, Tomás-Ramón. Curso de Derecho
Administrativo I, reimpresión 2001, Madrid: Civitas, 2001, Pág. 750.
8

que configura caso fortuito o fuerza mayor, resulta imposible de manera


definitiva continuar con la ejecución de las prestaciones objeto del contrato.

2.1.7 Por su parte, a fin de determinar los conceptos de “caso fortuito o fuerza mayor”
es necesario tener en consideración que el artículo 1315 del Código Civil, de
aplicación supletoria a los contratos que se ejecutan bajo el ámbito de la
normativa de contrataciones del Estado13, establece que “Caso fortuito o fuerza
mayor es la causa no imputable, consistente en un evento extraordinario,
imprevisible e irresistible, que impide la ejecución de la obligación o determina
su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.” (El subrayado es agregado).

Sobre el particular, resulta necesario precisar que un hecho o evento


extraordinario14 se configura cuando, tal como lo indica el mismo término,
sucede algo fuera de lo ordinario, es decir, fuera del orden natural o común de
las cosas.

Asimismo, un hecho o evento es imprevisible15 cuando supera o excede la aptitud


razonable de previsión del deudor en la relación obligatoria, puesto que el
deudor tiene el deber de prever lo normalmente previsible, no así lo
imprevisible.

Por último, el que un hecho o evento sea irresistible16 significa que el deudor no
tiene posibilidad de evitarlo, es decir, no puede impedir, por más que lo desee o
intente, su acaecimiento.

En este supuesto, de conformidad a lo indicado en la Opinión N°


104-2018/DTN, corresponderá a la parte que solicita la resolución del contrato -
en este caso a la Entidad-, probar tanto la ocurrencia del caso fortuito o fuerza
mayor (como puede ser el caso de la promulgación de una norma), como la
consecuente imposibilidad de continuar con la ejecución de las prestaciones a su
cargo.

13
De conformidad con la Primera Disposición Complementaria Final del Reglamento.
14
Según el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Tercera Edición, lo extraordinario es
aquello “1. adj. Fuera del orden o regla natural o común.”. Tomado de: http://dle.rae.es/?
id=HP5RXLV
15
De conformidad con el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Tercera Edición, lo
imprevisible es aquello “1. adj. Que no se puede prever.” Tomado de: http://dle.rae.es/?id=L7EnyuT

16
De conformidad con el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Tercera Edición, lo
irresistible es aquello “1. adj. Que no se puede resistir.”. Tomado de: http://dle.rae.es/?id=M8f2fZB
9

Cabe resaltar que la configuración de un caso fortuito o fuerza mayor exime de


responsabilidad a las partes, específicamente, a la parte que se ve imposibilitada
de ejecutar sus prestaciones. En ese sentido, no aplica el numeral 36.2 del
artículo 36 que dispone que "Cuando se resuelva el contrato por causas
imputables a alguna de las partes, se debe resarcir los daños y perjuicios
ocasionados (...)" (El resaltado es agregado), por tanto sólo cuando el
incumplimiento sea imputable a alguna de las partes, la parte que incumplió
debe resarcir los daños y perjuicios ocasionados a la otra parte.

Efectuadas las precisiones anteriores, se desprende que la normativa de


contrataciones del Estado ha previsto que la resolución del contrato por caso
fortuito o fuerza mayor resulta procedente cuando se pruebe que un hecho
extraordinario, imprevisible e irresistible hace imposible de manera definitiva la
continuación de la ejecución de las prestaciones a cargo de una de las partes.

2.1.8 Finalmente, debe precisarse que, cuando la imposibilidad de continuar con la


ejecución de las prestaciones a cargo sea de forma parcial y dicha parte sea
separable e independiente del resto de obligaciones contractuales, y la resolución
total del contrato pudiera afectar los intereses de la Entidad, esta podría resolver
el contrato en forma parcial, así los efectos de dicha decisión solo involucrarán
aquella parte del contrato afectada por la imposibilidad sobreviniente de ejecutar
las prestaciones pactadas.

2.2 "¿Cómo se concreta la prohibición de publicar actividades de gestión en medios


privados, impuesta mediante Ley N° 30793, respecto de los contratos celebrados
con carácter previo a su entrada en vigencia, y que contemplan en forma parcial
o total dicho objeto?"

2.2.1 Tal como se ha indicado al absolver la consulta anterior, las consultas que
absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al
sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, formuladas
en términos genéricos, sin hacer alusión a situaciones particulares; en tal sentido,
es competencia del OSCE absolver consultas respecto a las disposiciones que
comprende la normativa de contrataciones del Estado -la Ley, el Reglamento y
las demás normas de nivel reglamentario emitidas por el OSCE. Por tanto, de
conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley, a
continuación se brindarán alcances generales sobre el tratamiento establecido en
la normativa de contrataciones del Estado cuando resulte imposible ejecutar las
prestaciones pactadas en un contrato.

2.2.2 De conformidad con lo indicado en numeral 2.1.4 de la presente opinión, cuando


se determine la aplicación inmediata de la Ley N° 30793 a un contrato (suscrito
por la Entidad con anterioridad a su vigencia) -en la medida que esta norma
hubiera superado el test de proporcionalidad y por tanto se halle plenamente
justificada su aplicación-, debe tenerse en cuenta que esta situación -en el ámbito
10

de la contratación estatal- generaría que las partes no puedan cumplir las


obligaciones contractualmente asumidas.

En relación con lo anterior, el numeral 36.1 del artículo 36 de la Ley establece


que “Cualquiera de las partes puede resolver el contrato, por caso fortuito o
fuerza mayor que imposibilite de manera definitiva la continuación del contrato
(…)”. (El subrayado es agregado).

Del mismo modo, el artículo 135 del Reglamento establece dentro de las
causales para la resolución del contrato al caso fortuito, fuerza mayor o por
hecho sobreviniente al perfeccionamiento del contrato que no sea imputable a las
partes y que imposibilite de manera definitiva la continuación de la ejecución del
contrato.

Conforme a las disposiciones citadas, la normativa de contrataciones del Estado


prevé la posibilidad de resolver el contrato cuando, debido a un hecho o evento
que configura caso fortuito o fuerza mayor, resulta imposible de manera
definitiva continuar con la ejecución de las prestaciones objeto del contrato.

2.2.3 En este supuesto, de conformidad a lo indicado en la Opinión N°


104-2018/DTN, corresponderá a la parte que solicita la resolución del contrato -
en este caso a la Entidad-, probar tanto la ocurrencia del caso fortuito o fuerza
mayor (como puede ser el caso de la promulgación de una norma), como la
consecuente imposibilidad de continuar con la ejecución de las prestaciones a su
cargo.

Finalmente, debe precisarse que, cuando la imposibilidad de continuar con la


ejecución de las prestaciones a cargo sea de forma parcial y dicha parte sea
separable e independiente del resto de obligaciones contractuales, y la resolución
total del contrato pudiera afectar los intereses de la Entidad, esta podría resolver
el contrato en forma parcial, así los efectos de dicha decisión solo involucrarán
aquella parte del contrato afectada por la imposibilidad sobreviniente de ejecutar
las prestaciones pactadas.

2.3 "¿Cuál es la situación correspondiente a la ejecución de las prestaciones que


forman parte del objeto de los Contratos suscritos con anterioridad a la entrada
en vigencia de la Ley N° 30793 y que se encuentran comprendidas dentro de las
materias a que se refiere la misma?" (Sic.).

2.3.1 Como se ha indicado al absolver la consulta anterior, las consultas que absuelve
este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al sentido y
alcance de la normativa de contrataciones del Estado, formuladas en
11

términos genéricos, sin hacer alusión a situaciones particulares; en tal sentido, es


competencia del OSCE absolver consultas respecto a las disposiciones que
comprende la normativa de contrataciones del Estado -la Ley, el Reglamento y
las demás normas de nivel reglamentario emitidas por el OSCE. Por tanto, de
conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley, a
continuación se brindarán alcances generales sobre el tratamiento establecido en
la normativa de contrataciones del Estado cuando resulte imposible continuar
con la ejecución de las prestaciones objeto de un contrato.

2.3.2 Sobre el particular, tomando en cuenta lo indicado en numeral 2.1.4 de la


presente Opinión, cuando se determine la aplicación inmediata de la Ley N°
30793 a un contrato (suscrito por la Entidad con anterioridad a su vigencia) -en
la medida que esta norma hubiera superado el test de proporcionalidad y por
tanto se halle plenamente justificada su aplicación-, debe tenerse en cuenta que
esta situación -en el ámbito de la contratación estatal- generaría que las partes no
puedan cumplir las obligaciones contractualmente asumidas.

En relación con lo anterior, el numeral 36.1 del artículo 36 de la Ley establece


que “Cualquiera de las partes puede resolver el contrato, por caso fortuito o
fuerza mayor que imposibilite de manera definitiva la continuación del contrato
(…)”. (El subrayado es agregado).

Del mismo modo, el artículo 135 del Reglamento establece dentro de las
causales para la resolución del contrato al caso fortuito, fuerza mayor o por
hecho sobreviniente al perfeccionamiento del contrato que no sea imputable a las
partes y que imposibilite de manera definitiva la continuación de la ejecución del
contrato.

Conforme a las disposiciones citadas, la normativa de contrataciones del Estado


prevé la posibilidad de resolver el contrato cuando, debido a un hecho o evento
que configura caso fortuito o fuerza mayor, resulta imposible de manera
definitiva continuar con la ejecución de las prestaciones objeto del contrato.

En este supuesto, de conformidad a lo indicado en la Opinión N°


104-2018/DTN, corresponderá a la parte que solicita la resolución del contrato -
en este caso a la Entidad-, probar tanto la ocurrencia del caso fortuito o fuerza
mayor (como puede ser el caso de la promulgación de una norma), como la
consecuente imposibilidad de continuar con la ejecución de las prestaciones a su
cargo.

2.3.3 En virtud de lo expuesto, cabe resaltar que la configuración de un caso fortuito o


fuerza mayor exime de responsabilidad, específicamente, a la parte que se ve
12

imposibilitada de ejecutar sus prestaciones. En ese sentido, no aplica el numeral


36.2 del artículo 36 que dispone que "Cuando se resuelva el contrato por causas
imputables a alguna de las partes, se debe resarcir los daños y perjuicios
ocasionados (...)" (El subrayado y resaltado son agregados), por tanto sólo
cuando el incumplimiento sea imputable a alguna de las partes, la parte que
incumplió debe resarcir los daños y perjuicios ocasionados a la otra parte.

En ese sentido, atendiendo al tenor de la presente consulta, la resolución del


contrato, cuando se configure alguna de causales previstas en el numeral 36.1
del artículo 36 de la Ley, que no sea imputable a las partes, exime a éstas de
continuar con sus obligaciones (pendientes) hasta ese momento.

3. CONCLUSIONES

3.1 La normativa de contrataciones del Estado ha previsto que la resolución del


contrato por caso fortuito o fuerza mayor resulta procedente cuando se pruebe que
un hecho extraordinario, imprevisible e irresistible hace imposible de manera
definitiva la continuación de la ejecución de las prestaciones a cargo de una de las
partes.

3.2 Cuando la imposibilidad de continuar con la ejecución de las prestaciones a cargo


sea de forma parcial y dicha parte sea separable e independiente del resto de
obligaciones contractuales, y la resolución total del contrato pudiera afectar los
intereses de la Entidad, esta podría resolver el contrato en forma parcial, así los
efectos de dicha decisión solo involucrarán aquella parte del contrato afectada por
la imposibilidad sobreviniente de ejecutar las prestaciones pactadas.

3.3 La resolución del contrato, cuando se configure alguna de causales previstas en el


numeral 36.1 del artículo 36 de la Ley, que no sea imputable a las partes, exime a
éstas de continuar con sus obligaciones (pendientes) hasta ese momento.

Jesús María, 19 de septiembre de 2018


13

PATRICIA SEMINARIO ZAVALA


Directora Técnico Normativa

TAM

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