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Libro5 Conquistando a mi dragon ESPOSA HUMANA GT ha EL ALFA CONQUISTANDO A MI DRAGON CONQUISTANDO A MI DRAGON 1 La cabeza de Aysling se sentia sumamente pesada y adolorida, las nduseas amenazaban.con echar afuera todo el contenido de su incomodo estomago. Recuerdos fugaces y dolorosos asaltaron su mente. El huevo de Azura habia caido por ese vd ella lo siguio hasta... ¢donde estaba ahora mismo? ice de magia y Abrid los ojos y solo oscuridad |a recibid, se encontraba acostada sobre una dura superficie y de lado, mirando lo que parecia una pared echa de pieles de animales. Iba a levantarse a explorar su entorno, pero sonidos de unas pisadas furtivas y el murmullo de alguien acercdndose la puso alerta. Se'tenso cuando unas asperas y callosas manos comenzarona tocarle las piernas y subir vulgarmente por sus muslos. Llevaba una especie de vestido que comenz6.a'Ser apartado para que el hombre que la manoseaba llegara a su zona intima, — éPensaste que te ibas a escapar de mi?= el susurro de la voz carrasposa de un hombre sono cerca de su oido, su asqueroso aliénto rozando el cuello de Aysling que seguia haciéndose la dormida o desmayada. No sabia qué tipo de situacién era esta, pero algo era CONQUISTANDO A Mi DRAGON seguro, no se dejaria toquetear por nadie — No importa si intentas suicidarte mil veces, no te escaparas de mi, preciosa — la mano subia apretando la piel de las nalgas con rudeza — No aguanto mas, hoy tengo que tenerte, asi que adelantemos la luna de miel, no importa que estés inconsciente, solo necesito que tu dulce cofio virginal esté despierto. Y con la misma fue girada bocarriba como una mufieca de trapo y el cuerpo de un hombre corpulento y un poco pasado de peso, se subio en la dura cama para quererse colar entre sus piernas. El corazén de Aysling latia desbocado, jintento utilizar sus poderes y no pudo!, jconvertirse en una loba y tampoco fue posible! Penso que seria facil librarse de esta situacion que no entendia para nada, jpero en estos momentos solo era una simple chica contra un hombre fuerte que intentaba violentarla! — Mmm, necesito probarte, no sabes cuanto tiempo he esperado por hacerte mia. Ya no.tienes a nadie que te defienda Aysling, solo puedes ser mi mujer— murmuraba mientras las piernas de la bruja eran abiertas a la fuerza y sintid como rudos dedos la tocaban sobre sus bragas El hombre baj6 la cabeza entresus muslos con claras intenciones, pero le dio tiempo a Aysling para abrir los OjOs en secreto y mirar bien a su alrededor. Con el ambiente oscuro, era dificil ver nada, bajé la mano CONQUISTANDO A MI DRAGON hasta el borde de la pequefia cama y comenzé a palpar, | tenia que encontrar algo contundente, porque sentia que vomitaba en cualquier momento! Ese asqueroso estaba oliendo su intimidad y la escasa tela que lo separaba de su virginidad seria apartada en cualquier instante. Beom estaba intoxicado entre las piernas de esta mujer que siempre habia deseado y nunca le habia hecho caso. La inalcanzable y hermosa Aysling, la hermana del jefe de la tribu, sin embargo, ahora que su hermano murio y el padre de Beom tomo el control, esta mujer se quedé sin respaldo y é| enseguida la reclam6é como suya. No importa cuantos pretendientes tuviese {Quién se iba a oponer al hijo del actual jefe? Ella se resistio, incluso intento suicidarse, sin embargo, aqui estaba a su merced y no mas cortejo, si nolo queria a las buenas, entonces lo haria a las malas. Aparté con brusquedad la vieja tela de las bragas y comenz6 a explorar, acariciando rudamente con los dedos, ese cofio que lo tenia duro a reventar. 1 — Mierd4, no aguanto més, tengo que montarte ahora mismo ~ decidid en el acto, pero antes siquiera de levantar la cabeza iBAM! — jAh, maldiciOn! - exclam6 asombrado, incorporandose enseguida medio mareado, cuando sintio un dolor agudo en la frente y el sonido de algo rompiéndose. CONQUISTANDO A MI DRAGON Levanto su mano para tocarse en la cara y un rastro de sangre bajaba cerca de su ojo derecho — éEstabas consciente? |Maldit4, ven aca! Aysling habia agarrado lo primero duro que su mano tocd, parecia una vasija de porcelana, no sabia ni le importaba, la levanto con todas sus fuerzas y sé la estrelld porla cabeza Antes de que el hombre que le sacaba como dos cabezas de alto reaccionara, salid a trompicones fuera de la cama y se puso a correr. Estaba dentro de lo que parecia una pequefia casa hecha con pieles, asi que en el medio de la oscuridad, sorted los escasos muebles buscando una salida. — jDetente, Aysling no podras escapar de mi! jVas a ser mi mujer, quieras o no! — rugidos se escuchaban a su espaida y ya el hombre se estaba recuperando de la sorpresa y del mareo por el golpe. Aysling se encontré lo que parecia ser la puerta de pieles, la abrio y salié a un paraje de bosque invernal. Se estremecio al sentir el crudo frio exterior dela noche, pero no se detuvo, siguid corriendo y buscando una manera de esconderse y entender donde estaba ahora mismo. Corrid apresuradamente por lo que parecia un bosque de pinos. Su cabeza dolia y sus pies descalzos eran heridos por las ramas y las piedras del suelo. Miré hacia atras y ese hombre ya no le gritaba, pero habia 4/6 CONQUISTANDO A MI DRAGON salido de su casucha y la estaba buscando. Cuando la vio, comenzé6 a correr detras de ella. Aysling se apresuré atin mas, intenté convertirse en loba de nuevo, pero sin resultados. Sus pulmones dolian del esfuerzo y por su boca salia el aliento congelado de tanto hiperventilar, Vio a lo lejos unas luces y hacia alli corrid, quizds con mas personas presentes, estaria a salvo 0 tal vez no. Después de unos minutos llego por fin a un pequefio pueblo con casas iguales de madera, piedras y pieles. Nadie estaba en las rusticas calles a estas horas y solo algunos guerreros vigilaban la periferia. Se escabullé por entre las casas donde las personas dormian. No sabia que tan bueno era el olfato de ese hombre, si era siquiera un hombre lobo, no tenia idea, Lleg6é alo que parecia el centro del pequefio pueblo y se escondié detrds de un viejo pozo que estaba en el medio de la plaza. Llevé la mano a su corazén quelatia desbocado, mientras se acuclillaba en el suelo. Miré por una esquina, hacia el camino por donde habia venido, pero nada de su perseguidor,

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