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Geósfera

¿Qué es la geósfera?
En las ciencias naturales se denomina geósfera o geosfera al conjunto de
capas que constituyen la parte sólida de la Tierra. Junto a
la hidrósfera (parte acuática), la atmósfera (parte gaseosa) y
la biósfera (conjunto de los seres vivos), conforman las partes en que puede
dividirse analíticamente nuestro planeta. La geósfera es la porción más
antigua de nuestro planeta

Estructura y composición de la geósfera


La estructura de la geósfera se estudia desde dos perspectivas distintas: desde
el punto de vista químico y desde el punto de vista geológico.

Atendiendo al punto de vista de su composición química,


la geósfera comprende tres capas: corteza, manto y núcleo.

 Corteza (de 0 a 35 km de profundidad). Es el estrato de roca superficial


sobre el cual habitamos, cuyo grosor relativamente fino contempla
una densidad media de 3,0 g/cm3. Esto incluye a los lechos marinos y las
depresiones profundas. Está conformada mayoritariamente por
rocas máficas (silicatos de hierro y de magnesio), rocas félsicas (silicatos de
sodio, potasio y aluminio).
 Manto (de 35 a 2890 km de profundidad). Es la capa más gruesa de
todas, compuesta por rocas silíceas, con mayor contenido de hierro que la
corteza. A medida que nos adentramos en el manto, las temperaturas y las
presiones se van haciendo colosales, logrando un estado de semi-solidez
en la roca que lo compone, capaz de permitir el movimiento de las placas
tectónicas y ser responsable de los temblores y terremotos. Debido a
la presión, la parte superior del manto se muestra menos viscosa y más
movible que la inferior, variando entre 1021 y 1024 Pa.s de magnitud.
 Núcleo (de 2890 a 6371 km de profundidad). La porción más interna del
planeta, en donde se hallan los materiales más densos (la Tierra es el
planeta más denso del Sistema Solar). El núcleo se divide a su vez en dos
estratos: núcleo externo (de 2890 a 5150 km de profundidad) y núcleo
interno (de 5150 a 6371 km de profundidad), y está compuesto en su mayor
parte por hierro (80%) y níquel, mientras que elementos como el plomo y el
uranio escasean.
¿Qué es la deriva continental?
La deriva continental es el paulatino pero constante desplazamiento de las
distintas masas continentales del planeta Tierra respecto a las otras,
alejándose o aproximándose en un ciclo de millones de años.

Se debe a la naturaleza viscosa y semisólida de la capa terrestre subyacente a


la litósfera superficial. Sobre ella flotan las distintas placas tectónicas,
empujándose y desplazándose de manera recíproca, como alfombras sobre un
piso encerado.

La ubicación actual de los continentes es distinto de la que sugieren las


evidencias geológicas del registro fósil. Como explicación a esta diferencia, la
teoría de la deriva continental fue propuesta en 1912 por el geofísico
alemán Alfred Wegener (1880-1930).

En su momento la teoría fue recibida con escepticismo por parte de la


comunidad geológica del momento. Sin embargo, en la década de 1960, con la
comprensión de las placas tectónicas, se pudo explicar de manera más
adecuada el movimiento continental.

Por otro lado, la idea de que la forma de los continentes encaja como piezas de
un rompecabezas no es nueva. En el siglo XIX el naturalista alemán Alexander
von Humboldt ya había teorizado al respecto.

Unos 50 años después, el científico francés Antonio Snider-Pellegrini llegó a


la conclusión de que la presencia de la misma evidencia fósil en las costas de
continentes tan lejanos como África y América tenía una sola explicación: que
alguna vez habían estado comunicadas, ya sea físicamente o a través de
puentes de tierra que ahora se hallaban sumergidos.

La primera explicación completa de este fenómeno vino con Wegener, así


como el nombre del supercontinente que formaban juntos todos los
actuales: Pangea (del griego pan, “todo”, y gea, “tierra”).

Etapas de la deriva continental


Pangea no fue el primer supercontinente. Antes hubo otros, que se separaron
en pedazos a partir de los cuales se formaron otros supercontinentes, y así
sucesivamente hasta hoy. Dicho proceso puede resumirse a grandes rasgos en
las siguientes etapas:

 Hace unos 1100 millones de años. Se formó el supercontinente de Rodinia, el


primer gran bloque de tierra del que provienen todos los continentes. No se
descarta la posibilidad de que hubiera algunos continentes previos, pero no hay
evidencia suficiente para confirmarlo.
 Hace unos 750 millones de años. Rodinia comenzó a fragmentarse y de sus
restos surgió un nuevo supercontinente.
 Hace unos 600 millones de años. Se concretó dicho segundo supercontinente,
llamado Pannotia, que tuvo una vida relativamente breve, de 60 millones de años.
 Hace unos 540 millones de años. Pannotia se fragmentó en dos
supercontinentes más chicos: Gondwana, al sur, compuesta por lo que hoy es
África, Suramérica, India, Oceanía, Madagascar y la Antártida; y Proto-Laurasia, al
norte, compuesta por Asia, Europa y Norteamérica. Entre ambos se formó un
océano nuevo: proto-Tetis.
 Hace unos 500 millones de años. Proto-Laurasia se dividió en tres nuevos
continentes: Laurentia, Siberia y Báltica, permitiendo la creación de
dos océanos nuevos: Iapetus y Khanty.
 Hace unos 485 millones de años. En el período Ordovícico, un microcontinente
se separó de Gondwana: Avalonia, correspondiente a las actuales Estados Unidos,
Nueva Escocia e Inglaterra, y comenzó su viaje hacia el norte, hasta unirse a
Laurentia. Así, Báltica, Laurentia y Avalonia chocaron para formar Euramérica.
 Hace unos 440 millones de años. Gondwana inició un lento desplazamiento
desde el sur que la llevó a chocar con Eurasia, perdiendo en el camino los
microcontinentes de China del Norte y China del Sur, que tomaron su propio
rumbo. Así como ellos, otros fragmentos se desprendieron y se fueron juntando en
nuevas ubicaciones, a medida que los océanos se cerraban y los continentes se
aproximaban nuevamente.
 Hace unos 300 millones de años. Durante el período Pérmico, existían ya sólo
dos grandes continentes: Siberia y Pangea, próximos entre sí, y rodeados por un
único océano: Panthalassa.
 Hace unos 251 millones de años. En el período Triásico, se produjo una gran
recesión marina y el aumento de las tierras emergidas, junto con la deriva
continental, unificó a los continentes en Pangea, un gigantesco supercontinente en
forma de C, con el mar de Tetis en su interior.

Deriva continental y tectónica de placas

La deriva continental se debe al


movimiento de las placas sobre el manto de la Tierra.

Hoy en día, la teoría de Wegener constituye un antecesor de lo que


entendemos como tectónica de placas, concepto en el que está, además,
incluida. Esta última fue formulada en 1960 por los estudios de Robert Dietz,
Bruce C. Heezen, Marie Tharp, Harry Hess, Maurice Ewing, Tuzo Wilson y
otros.

La tectónica de placas explica el movimiento de los continentes en la


convección del manto del planeta Tierra, cuyos movimientos reconfiguran
constantemente la capa superior y rígida, la litósfera.
De esta manera, tanto la deriva continental como la expansión del fondo
oceánico son fruto de un proceso largo, de miles de millones de años, que
moviliza y confronta las placas fijas de la corteza terrestre (placas tectónicas),
las cuales pueden en consecuencia presentar deformaciones, dando pie al
nacimiento del relieve.

Placas tectónicas
Las placas tectónicas o placas litosféricas son los distintos fragmentos en
que se divide la litósfera terrestre, o sea, la capa más superficial del planeta,
donde están incluidas la corteza y la parte superior del manto terrestre. En sus
bordes se concentra la actividad sísmica, volcánica y orogénica.
Esto último se debe a que las placas tectónicas se hallan en constante
movimiento sobre la astenosfera, una zona más o menos viscosa del manto
superior, conforme a lo establecido en la teoría de Tectónica de placas.
Movimiento divergente: son los movimientos que separan a las placas y que
generan las fallas (son unos agujeros en la tierra de larga extensión) o cadenas
de montañas submarinas.
Movimiento convergente: es el movimiento que conlleva la unión de las
placas, la placa más delgada se hunde sobre la placa más gruesa generando
las cadenas montañosas que se aprecian en diversas zonas.
Movimiento deslizante o transformante: es el movimiento de las placas
tectónicas, pero en direcciones contrarias. Estos movimientos también pueden
generar fallas.

Según su Composición

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