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Alimentación de La Población Costarricense en Los Siglos XIX y XX
Alimentación de La Población Costarricense en Los Siglos XIX y XX
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The food of the Costa Rican population in the XIX and XX centuries:
the social class and the proletaries
Recibido: 01-02-2017
Aprobado: 04-05-2017
RESUMEN
Mayra Cartín Brenes es Este artículo pretende indagar cómo en Costa Rica la
antropóloga, máster en comida se convirtió en la expresión de la diferenciación
Demografía y Epidemiología. social – indicativo de clase y rango- en el momento remoto
Profesora catedrática pensionada en que algunas personas empezaron a disponer de más
de la Escuela de Historia de la recursos alimenticios que otros. De esta forma, la cocina de
Universidad Nacional y de la un grupo humano puede concebirse como el cuerpo de
Escuela de Salud Pública de la prácticas, de representación, de reglas y de normas que
Universidad de Costa Rica. reposan sobre clasificaciones, cuya función esencial es
precisamente dar resolución a esta paradoja. El período en
María Nielssen Rojas Muñoz es
estudio inicia en 1850 hasta 1930. Para este primer período
educadora, máster en
Costa Rica ya tiene una detectable importación de
Psicopedagogía y máster en
productos elaborados, situación que se incrementa en el
Salud Pública con énfasis en
trascurso de la segunda mitad del siglo XIX con el aumento
Gerencia de la Salud. Labora en
de las exportaciones de café a Inglaterra. Estos habitantes,
la Universidad de Costa Rica en
muchos de ellos ligados a la producción y comercio del café
la Escuela de Salud Pública.
se europeízan en sus hábitos de consumo y de esta manera
Guillermo Aguilar Mata es la ciudad de San José se consolidó como “el centro” de la
Sociólogo, profesor investigador política, la cultura, el comercio, los servicios y la producción
de la Universidad Nacional. Es agroexportadora lo que conllevó a “la diferencia” entre dos
máster en Gerencia de Proyectos mundos: uno rural, oral, basado en lealtades locales, y otro
de Desarrollo. Labora en la urbano cada vez más cosmopolita y letrado.
Escuela de Sociología de la
Universidad Nacional. Palabras claves: alimentación; población; clase social;
Costa Rica
ISSN: 1659-0066
Revista Herencia, Vol. 30 (1), enero-junio, 2017. 60
ABSTRACT
This article aims to investigate how in Costa Rica food became the expression of social
differentiation - indicative of class and rank - in the remote moment when some people
began to have more food resources than others. In this way, the kitchen of a human group
can be conceived as the body of practices, representation, rules and norms that rest on
classifications, whose essential function is precisely to resolve this paradox. The period
studied began in 1850, when Costa Rica already has a detectable importation of
processed products, a situation that increased in the second half of the nineteenth
century with the increase of coffee exports to England. These inhabitants, many of them
linked to the production and trade of coffee, are Europeanized in their habits of
consumption and in this way the city of San José has consolidated itself as the "center" of
politics, culture, commerce, services and agro-export production which led to "the
difference between two worlds: one rural, oral, based on local loyalties, and another
urban increasingly cosmopolitan and literate
Introducción
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Esta cocina criolla estuvo vigente por todo el siglo XIX y hasta mediados
del siglo XX. Si bien permaneció inmutable en sus elementos básicos, tuvo
algunas incorporaciones que vinieron a enriquecerla, como la afluencia
desde fines del siglo XIX de inmigración europea con la cocina italiana, la
francesa y la española, la cocina africana y la oriental. Pero estos nuevos
elementos se percibían fundamentalmente en los medios urbanos, pues
en el campo persistió casi invariable el régimen colonial. No obstante, que
dicho régimen fue típico de nuestra sociedad, es necesario establecer
algunas variaciones según los estratos que la formaban, pues situándonos
en la urbe, la alimentación de la gente de sociedad no era igual a la de los
habitantes de los barrios del sur, y menos aún a la de los peones de las
zonas bananeras.
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Alimentos esenciales
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“En el principio, los dioses fabricaron de madera a los hombres, y sus figuras,
semejantes a estacas, no los satisficieron, y los dioses los destruyeron. Solo
cuando los dioses fabricaron de masa de maíz a la gente fue que los
verdaderos hombres fueron creados. Esta imagen del papel central que
desempeño el maíz en la civilización del Nuevo Mundo nos lo ofrece la Biblia
maya: el Popul Vuh. Pero los aztecas y los incas también estarían de acuerdo
en que el maíz era la sangre de la vida de las civilizaciones del Nuevo Mundo.
Incluso los recién llegados europeos identificaron de inmediato el maíz con
el trigo y lo clasificaron como pan, con todas las connotaciones religiosas y
sociales que esa palabra implicaba” (Coe, 2004).
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En San José, a lo largo del siglo XX, la élite tuvo la tendencia a residir en el
sector noreste de la ciudad de San José. Como parte de ese proceso de
traslado y especialmente a partir de la década de 1890, en los alrededores
del Parque Morazán, se asentó parte de la nueva burguesía conformada
por la élite política, por inmigrantes extranjeros y por costarricenses que se
habían enriquecido con los proyectos ferrocarrileros, con la producción
agro-comercial como la caña, el café, el banano y con las compañías
eléctricas.
“Una de las mayores innovaciones en este período fue que, por vez primera,
se abrieron establecimientos o cursos técnicos para mujeres. En el decenio
de 1900, el Colegio Superior de Señoritas empezó a ofrecer opciones de
preparación en las áreas de contabilidad, telegrafía y taquigrafía. Hacia 1906,
y tras el esfuerzo pionero de Alfredo Greñas en 1903 por contratar mujeres
como tipógrafas, se abrió la Escuela de Tipografía de Mujeres. En la década
de 1910, se abrió en San José la Escuela de Cocina, y en 1915 el Curso Libre
de Costura” (Molina, 2007).
Cuadro No 1
Sirvientes por ocupación. Barrio Amón, 1927
Mujeres Hombres Total %
Cocinera 106 0 106 40,6
Oficios domésticos 96 4 100 38,3
Niñera(o) 23 1 24 9,2
Limpiapisos 0 17 17 6,5
Lavanderas 8 0 8 3,1
Ama de llaves 1 0 1 0,4
Caballerizo 0 1 1 0,4
No ubicables 2 2 4 1,5
Total 236 25 261 100,0
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El acceso al pan de una forma masiva, solo fue posible por la evolución
tecnológica, principalmente en talleres con una concentración relativa de
trabajadores y un alto nivel de producción de pan, ocurrida durante la
primera mitad del siglo XX (Rosabal, 1998).
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depresión de los años 30, redujo sensiblemente el ingreso y por ende las
condiciones de vida.
Las diferencias entre los citadinos como los habitantes del Barrio Amón,
con los obreros y artesanos de los barrios del Sur se dieron no solo en los
lugares residenciales, sino también en los horarios de comida, pero sobre
todo en el tipo y cantidad y calidad de alimentos consumidos.
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“Ya ha finales el siglo XIX fueron indiscutibles los cambios sociales y políticos,
la concentración de tierra en las áreas de asentamiento más antiguo supuso
la aparición de un contingente de trabajadores asalariados, amén de un
creciente proceso de proletarización. Paralelamente la burguesía
agroexportadora, y un grupo de intelectuales se consolidaron en el poder
político y económico. De esta forma, a partir de 1850 encontramos tensiones
y contradicciones de un proceso en el cuál una vida urbana y letrada convivía
con un mundo rural, básicamente oral. A esto se sumaban contradicciones
entre las élites urbanas y los sectores populares urbanos y rurales.” (Fumero,
2002).
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Consideraciones finales
Por su parte, la crisis de 1914 a 1921 tuvo secuelas y afectó a los obreros
urbanos principalmente por la importación, lo cual redundó en escasez, al
reducirse el Estado sufrió crisis fiscal pues el erario público se nutría
principalmente de los aranceles aduanales. Como consecuencia, muchos
trabajadores se vieron afectados al disminuirse la capacidad empleadora y
remunerativa del Estado; lo mismo al reducir este sus inversiones: se
produjeron rebajas salariales y despidos entre los empleados públicos.
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Así pues, el nuevo siglo va a enfrentar más conflictos los cuales, unidos a
las dos guerras mundiales y la depresión de los años treinta. En general
todos los obreros veían como sus condiciones de vida se deterioraban y su
salario no era el suficiente para la comida que cada vez se hacía más
escasa. No en vano, la gran cantidad de enfermedades que diezmaban la
población tenían sus orígenes en la desnutrición.
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BIBLIOGRAFÍA
Ferrero, L. (1986). Sociedad y arte en la Costa Rica del siglo XIX. Editorial
Universidad Estatal a Distancia.
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