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| trabajo se ocupa de examinar fa Teri del justi, de John Rais, as de las discusiones que han nacido (o se han renovado) a partir de pra. a idea que movilza este escrito esl de hacer un recorrido por nencionados debates hasta llegar al timo libro de Rawls, efrido al eralismo polticon.A través de este examen, se podrin evalsar los jos provorados por Rawls en otras autores (y en otras concepciones ola justia), asi como también los cambios lnducides por los criicos id ia eteora def artisan sobre la misma obra de Raw a primera parte de este libro, se examinan algunas dels principales 2s recibidos por la Teoria de lo justia, anto desde la «derecha» como de ia cizquierdn flosofca Este repaso -que inluye una revision de cores tales como Robert Nozick Ronald Dworkin, Gerald Cohen, artya Sen o Catharine Mackinnon- nos permite no s6lo reconocer arés despertado pot la Teoria de justo, sino también advert muchas sus vireudesy imtaciones En fa segunda parte del libro, se analiza pacto provocado por la teria de Rav sobre otras teorias igualmente ‘ambiciosi en sus pretensiones: el marxismo, el comunitarismo epublicanismo.El principal interés de esta seccén es el de mostrar de modo la original teoria de Rawls oblg6 a repensarcirtas discusiones ristentes en el Ambito de la flosofa politica. Finalmence, ene! dkimo lo, se realza un examen ertco del nuevo libro de Rawls, Liberasmo cco. un libro donde el fldsofo da cuenta (directa 0 indirectamente) muchas erteasanteriormente sefialadas. En esta nueva obra, Rawls tia come un rico mas dela «tzoria de la justician e impugna a risa tanto en su cantenido como en sus originales pretensiones, rado exteciculo sobre los trabajos de Rawis debiera quedarmos un rama mas 0 menos completo sobre el modo en que tan evoluclonado, temporineamente, los estuios sobre la jsticia. En dicha evoucién, sha sido principal protagorista, tanto através de su particular eteoria la justciay como a partir de las discusiones generadas por ela y las Critica realizadss por el propio Rawis sobre su teori original iii 28 | a Roberto Gargarella 2 Las teorias | de la justicia & después de |. Un breve manual _de filosofia politica Capiculo 1 LA TEORIA DE LA JUSTICIA DE JOHN RAWLS En ste primer apetado examina la ecora de a justician de Joha Rawls, Procurando sansa tal objetivo, escribié con alga detalle el concenido de Ia teria rawlsiana, mostet por qu la misna es considers- ‘Sauna psicién sconteurualisa», year de Hamat Is arene sobre focreeigualcaismo implicito en ella. Antes de abordatdicha cares, sin embargo, me detendeé a analiza la ceoea uriitarita —a ln call =e dela justicin» se propusoenftenae [La «TBORIA DE 1A JUSTICIA® FRENTE AL UTITARSNO Las instiucionesIsicas dela sociedad —soetiene John Rawls— no deben distingurse simplemente por ser ondenadas y eficentes: ells ee- ben set, Sobre rodo, justas. Ys nolo son, entonces, deben ser «teforma> das oabolidas>." A parci de eat ripo de crteros (que le llevan ca racterivar la justia como ls wpfimera vietud de las snsttaciones sociales), Raves orienea buena pare de su trabajo a esponder sla pre- [gonta de cuindo podemos dece que una insttuciénfuneiona de un mo- So just. Procurundo da respuestas a preguncas como la citada, la teorfa de ‘Rawls apateci6 dipurando un lugar ys ocupac por oss concepciones teéricas. De hecho, Rawls define come et pineipal objetivo de su escri> toel de welaborar una tora de a justica que sew una alternatia viable ‘Tas doctrinas que han dominadolargamente auesea tradicion fios6 fice." Tas doctrinascvales ala que se fefiere ete autor sone atuicio- nismo y, sobre rodo el ueiiearsmo. Ea lo quesigue, y antes de avanzar Arctamence en el sadliss de la «ceora de la asticiae, me decendté en tLesamen de este dos concepcionesrivales para determing por qué Rawls no estab satisfecho con los resultados sageridos por ningun de clus, Caracteriaré brevemente al intwicioniama —un rival relat ‘mente débil frente a la propuesea de Rewls— y Inege examinaeé con 22 tartar de a jsp de Rate més dtale ls posture wtlcarites, que consitay el verdadero «fants _ma» conceal cual Rewls combat a Io largo de toda su «eorta de la ‘AL ineuicionismo —y de acuerdo con la descripeién presentada al especco pot el mismo Rawls podriamos caraterizarlo através de ‘dos nots principales, Por un lado, dicha posicinrericaafiema laexit- encia de tna pluralidad de princpios de justicia, capaces de entear en conflicto unes con oseos.” Por tra parte, esta postura considers que ho contamos con un método objetivo capuz de deceeminat, en caso de Judas, gu principio escoger entre los muchos que existe, 0 cémo es- tablecer reas de priosidad ente ellos. Lo dinico que podemos hacer frente a tal muleiplicidad de principios, por tanto, et sopesaelos de acuerdo con nuestms intuiciones, hata determinar cules el principio ‘Que nos results el mis adecuaco en cada caso. Rewls objeta al iatuieio- imo a partis de lo que consider el delecto més obvio de esta postu: Su incapacidad pars proponer un sistema de seglas capaz de jerarquzar uesras intuiciones acerca de qué principio de justieia adopraren una Situacidn decerminad), para el caso habitual en que se produzcan con- fictos ence ellas. sce es un problema propio de esta posicién, ue se sme otros més o menos avo, y eambien signiiativs: el ineuiion nismo no nos ofece una buesa puta para dstiaguie ene icuiciones correcta eincorects, ni aos alara demasiado cémo distinguis una tuicién de una mesa impresién o plpito, De todos modos —reconoce Ravwls— en nicstosrefleiones acerca de la justicia no pademos api- ‘aa eliminar toda apeleci a principiosincuicivs. En todo caso, de- bberemos tater de apear else la menor medi posible, De ahi que —y segin veremos— Rawls procure escapar de ls riesgospropios del inguiionismo pero admite, aa ver, la necesidad de reconocer tn lugar importance « auestras iatuicions, cn la area de bisqueda de una 0 a Sobe la justicia® "Tomemes abors la otra dectrna co la que Rawls discute —el ei tarismo—, defnigndola simplemente como aquela poseura que conse rr quctin acres corecto cuando masimirs a flicid general Yaen es ta primera y muy bisica formeacién, el weliearimo aparece (Ta ve) 3. ome sine ota Dayo wim i eur de ec de Job Rae 23 coma més y menos atractivo quel intuiconismo. En efecto, y por un la ‘de uilitariomo posee ua mécodocapar de ordenar diferentes aleraa- ‘vn, fence a posible contrversias morales (Seti diramos, la mejor pein, coneme al usiarismo es la que mis contibuye al bienstar ge feral). El intuiionismo, en cambio, carece de dicha capacdad. Sin em bego, Rawls eiende a echasa el riiariamo, en su ctdecer de concep cin «releal6gice» 0 econsecuencialstas —una cracteristea, Et, qe fo se encuentra necesriamente ssociaa con el intucionismo. Raw, ‘como muchos otos liberals, defeaderd una concepeién no-conseeuen= alse (edeoncol6pican), esto eS, una concepcion conforme ala cual la correcién moral de ua acto depeade de les cvaidades inerinsecas de dix ‘ch accia —y no, como ocurte en las psicions «teleol6gicasm, de sus ‘consecuencias, de su capacided pure producis un certo estado de cosas previamentewlorado.” "Misa de eats brevesconsideraconesiniciales —que muestra algunos problemas yvireudes habicualmence asociados con et intuicio- hismo y el utiliearismo—, debe reconocerse que el desafi ceéica ee presencado por el utliariemo ha sido, cn general, mucho més setio que €lrepresentado por el ineuicionismo, De hecho, implicita oexpliica- mente, muchor de nosoctostendemor a favorecer sluciones wiliaris- tas cuando tenemos didasacerea de cio deci alga dilema moa Por ejemplo, tendemor » prfert as decisiones que beneficien a una _mayoria de personas cuando ao sbemos cémo decidie un cierto caso: tendemos a ver como acepeables aquellaspoliteas orienta a promo- vere] Bienestar getierl, Cusndo, conc fin deevaluar un deerminade ‘Curso de accién, examinamos el modo en ue dichaacei6n contribuye ll logra de un cierto estado de cosa que consideramos intsfosecumente ‘bueno, ctuimos de modo «conseevencalsta».¥ el utiicarsmo repre~ senta na especie notable dentro de escegénero de las solciones conse cuencialists ‘Gules podrian ser las razones que expliquen elatactivo generado pore! wlierismo? Ante codo, corresponde rears el hecho de que e ti Ttarismo nos sugiene que en caso de dudasaceca de que poleea adop ‘ar frente aun determinad confliceo de interesee ~evaldemos las dis ‘tas alteroacivas en juego considerendo los ineereses de los dstintos «enon tig eco hee “Eon on smn cae gu cmc rnp e lob 24 tar wot ea juices de Ras individuos que se podean beneficiaeo peudicara pati de tales opcio- nes. Este solo hecho merece ser destacad consdetando qu ors concep ones de justci, a eaves de Ia invocacién de principis abstrseos 0 a= toridadesextrakusmanas, se desentinden de lo que sus Propuestas puedan Jmplicarefectivamence pata las personas «reales» sobre las cuales v8 8 ecne lasolucign que discuten. AS, frente als propuesta de censurr cet- ‘oripo de comportamientos —digamos, el consumo de alcohol, lai- sidn de determinada ideas el utltarism nos inital a peeguaenos: por qué adopt tal curso de necion?,zque peceona result efetivamente Scena beneticiads poral decisin®,cpor qué cesar tales condoctas sills no perjudican 2 adie? Esta pecliar mirade —que toma como punto de referencia la suerte de lo idividus areas», de wcarne y hue= So» sida al uiitarismo como una postura en principio stactva, a ines, ene a altemativs qu paren dopa css de ci pu Por ota pare, el utilitarismo resulta aractivo porque no peejurge sabec los deseos y preferenciae de los distintos individu cuya suerte se encuentra en juego: 2 la hors de elaborae sus propuetay, el utlicarisno (Gl menos, en alguns versiGn interesante del mismo) sugiere tomar en ‘cuenta las preferencis de cada uno de los posible alectador, con inde~ pendencia del contenido especifca de oe prtculares eclamos de ada no de ellos, Por ejemplo, x Is hora de pensar —digamos— cémo organizar lu economia de la sociedad, una propuesta destinadn a orentelssegin receptas socialists se situri en pie de gualdad con otra detinada 3 or- _Banzur un sistema de ibe mercado. Del mismo modo, y pats tomar otc «ejemplo, una petiién de maneener un medio ambiente libre de impure- 2s contri tao com la del empresario qu propoaga privilegiae cl cre- ‘imieao industrial aun a pesar de los costos ambiental que ello iavo- Iucre. El uribeatismo no dejaré fuera de juego « ningune de cales peticiones. Nos obligur spreguncarnr, en cambio gcuil ela propuce- ta que satsfae mayor cane de intereses? A eravés de este tipo de ae- ‘nudes, libres de pejuicios, el defensor de uilitarismo parece anotarse lotto puneo a favor. De codes modes, el utilearismo va ain més all del, ‘riteri recién refilado: su propuesta no séloprecende mostasewciega ibee de prejuicios) frente al contenido de as distincas peciciones en pugna, sto tambien respecto de los parciculatesitulares de tales deseo © inetess. En este sentido, no importaté si quien propone una certs ‘medida es de elo cual religin, de tl o eval ideologis. La decision acer- cade qu politica habe de adopearse, en principio, se desentenders eam Bign de este spo de consideraiones, in relacin con los puntos anceriormente mencionados,conviene ‘co objeto de mejorar el nivel de vida del resto, nesta observai6n fo ‘laa por Rawle anda un de la eitcas mds interesantes que ha r= {ibido el wtbituriemo: el uclicaismo tiende aver la sociedad como un “Cuerpo, en donde results posible scrificara unas partes en viread de las festantes,¥ dicha operacin puede ser tldads como ilegima porque ‘esconace (lo que Revs denomina) la iadependenciay separabilidad ‘ence las personas el hecho de que cada individuo debe ser respetado ‘como un Ser auténomo, dstineo de, y tan digno como, los demas. Este ‘jercicio «globaliaste> propio del utiliarismo, nos habla ce una ope- Facion que al menos, cequiere de una special y muy sida justfia- in acon Frente l urltaismo, Rawls objet tambign el presupuest sein el ‘ual el bienestar es el arpecto dela condici humana que requiere aten- ‘iin oemaciva,Y erica eso per dos razones. Por un lad, esta perspcti= ‘Ye implica, indebidemente, omar como relevanes lo que podriamsIs- mar los «gusto cao de as personas. Rawls dae ejemplo, entonces, de tins persona que se consider satisfecha con una deta base de leche, pan, yy gttanzos, rete x ota que reclame platoxextics y los vnos mds cos ‘Una postr com el elicriame del Bienes, deer. avr paribus, dorat fltimo con mse ecirse que al primero, pas evitar que equélobsenga ‘menor stiefccgn Final que el qe se colorma con la deta ms modest, Sin embargo —aefala Rawls ell mplicata considera os indivius, como meros «portadorespasivos de deseot.* Lo cierto es, ep cambio, que Tas personas so parialmence esponsbles, sl mens, de los gustos que e- ‘es lls Forman yculivan e parce, sus preferenias. Por ello, resuleacta injusto emplea los excatoe reco de Ia sociedad del modo aconsejdo por tl utlitarismo, Era e también la raz6n por la que Rawls we a defender {conforme veremos) una méericaabjetivs (los sbienes primaries») ¥ no 6 el 0970 pi 33. L aoc de icine Jobe Rawls 27 subjeiva, an hora de determina cémo distribu los recursos de a scie- Sad de us modo justo, igusltaio” Por oto lado, Rawls critica el uiltarismo por dale cabida a fo que podramosllamaepreerencins 0 gustossofensivas.Con ext quiere devit {Que enel scones propuesto por el utlitarismo, pueda resulta compe ‘tide, por ejemplo, el placer que usa persona abeenga de disriminar ors, fod deja menos espacio de iberead a otros. Desde wna perspectiva igus” Titaria, dia Rawls, eles preferencias deberfn ser condenadas y n0, en cambio, «comadas ea com vienen», Dworkin he realizado una nil fente x este punto, ‘Dworkin se acupa de mostra, ental sentido, el modo en que el ut: ticaismo termine fostrando ss original proms iguaitaria, Bl argu ‘mento de Dwockin se bass en aiden delat referencias certernass, eto 5, preferencins acerca dela asignacign de biens hacia otas personas (i> tomes, acerea de los derechos y oportonidades de los que deberian gorar ‘ers persons) La idea ce quel iitaismo deja de mostearse como una Dostusn igualiaria cuando —en sv aepiracién por mancenerse neutral Eespecto del contenido de las preferenias de cada uno— permite que it ftesen en el scslenlo maximizador»prefeencias excernas —y no, exc fivamente, preferencias personales, «ses, referencias relativasa os bie- ‘es que reclamo para mi Pigasse, por ejemplo, en las preferencias de {grupos racists que quietea que certas grupos (pongamos, personas que dade dsj ev opi erm an a ee ‘Sri ape hn ine sone eps, era ‘Soleatenenc arg corpo sc psc poe Eat alana guts Cre di aes fc eur ia ‘Efe an emer song Co, 199-4 De ao mo en, {Goda 0 carson mn rs peso Dan nm [lam spn depts compo reise csar— Po {nearness naa pe gfe lpr pecs te ry al sans tose coat Shige Ne uy prea sap del aa ree 9k Tend pin pes aces ee tov Tot cng de a el cn i ut arn pe co ‘Shes mong: Ee, pou csr ran sn ‘Shen cn srs nga btn einer ao Pon Do ‘Se nicl peut utr non mis oe ‘on pci: pep ur soln sow ie be ‘Spiced nnn pep dr nega sane in rn oe oe Dui lc de pce ere cp 991297, sbi nt 8717088, 28 tae ai de a ica ep de Rawls to pertenecen la rza ata) ao scan eatadas enn pie de igualdad en re- Jaci con los demas propos. O pigasese en as prefeencis de lo calico que solicit que los miembros de los demés culos no sean trades con ‘ual considersl6n que lo eaélicas.” De acuerdo con Dworkin el nico ‘modoen que el uiiearismo puede aeguae el amo rexpeto aca ind Vidu es 2 eas de la incorporacin de un cuerpo de dence, capaces de Jmponerseareclamos mayositaris bases en peferencias extern como Jas mencionadas. Los derechos fagcionaran coma limites detinado im pede que alguns minora sufraderventaja en la distedbaci de bienes ‘oporrunidades, en raza de que una mayorda de individuos piene que aquellos pocos on merecedores de benfiios menores de los que la mayo= tia ibe, ‘Observaciones como ls sefaladas nos mucstan de qué modo el utile tarismo incumple sus promesss originales, verdad el wineismo 20 ‘os presenta una aleeraativaaraciva (come paecia hacerlo) cuando nos dice que no prejuzga i sobre el contenido de deerminadas referencias i sobre sus parccularescitulares. Las ejemplos que hemot visto (Por ejemplo el aso de las preerencae racists) noe sgieen que existe be= ‘as razones para ser mis cuidadoos sobre aquella neuralidad, falta de rejulcios, 0 eceguerasdefendids pore wliarismo, rence acatos como los ciados,cresultaefecivameate razonable la sugerencia de consigerat en piede igualdad una propuesa racist y usa quemno Ines? 20 esque un ‘sistema intiscional justo debera etre simypiar»o dejar de lado de- ‘exmitadas peferencias, por eemplo, a eras del establecimiento de ana lista de derechos?® Autores como Rawls 9 Dworkin se incinun, ms ber, por opciones como esta aleima. A lo dicho podeiamos ageegarle la sic “guient: el uelitarismo ao parece garantizaros genuinamence aquello ‘que os prometi, al deciraos que las dstneaseoliciones en juege hi lian de evaluarse a pucticdel impacto queellascausssen sobre los propos individuos. Lo inceresance de dicha propuesta coasistiaen toma como panto de partida Tos sujetoe seals», en lugar de paste de mera abs- ‘es en ec a deta gr es Ve Din 97) To Ahi algue pli de pcm er ls pe pre om a ip ct ee in ‘ot ent siemens in di ee Sesion nal ps plage mp im fede ae ‘teense bon poe} et sy paneer des ‘tac engenders st nie eae cn Kren 80 1 tora dea tic debe Rawls 29 tracciones que desconsderasan Ia situtcign de los misoos. Pero ahora ‘vem de qué model uiitariemo resulta perfecamente compatible con | Inproduccién de ciertasviolaciones de derechos (ls derechos de una mi nota) en nombre del bienestar general —en nome del Bienes majo "En un Serido similar, se ha lamado la aencin sobre el hecho de que cl ucliteism, al tomar las distingaspreferencias en juego wtal como vie~ ‘en dada algo que parca plausible, ea un principio, dado que impli bb nega la posibildad de que alguien senga a decinos qué preferencia rmerecen rome en cuenta cules no), no procede del modo moralmence ‘mis recomendable, Al considera las preferencis de eadz uno como prefe- rencias «dadas el wltarismo se deseatende del hecho de que macs de tales preferencas puedan tener ua origencutsionable —algo que poeta levaros, al menos, 2 consideatlas con mis cuidado—. Piénsese, pot ejemplo, em lis referencias de mujeres ls que sels a esenad dua te décadas, al vez sigles, que son inferiores aos hombres; las peferncias de as persona de color, edueadas durante generaciones pare seevi a sus unos Blancos. Por supueso, este problems os abe las pera al gravis ‘mo ta del falsaconcencias, con tos ss inmaneablesdeivacones es deci, quidn deberia determina qué preferencias son egeauinass ¥ culles no?" De todos modes, existen buenos eseadis que nos musta | pesbiidad de que un sistema inseieucional itente slip» ak dise ‘nea prefeencis en juego sin ener que institu, po arn, un sste= sa elitiea» (en done algunos siluminadoe» decidan acerca de a suerse se las preferencias dels demas" "ste tipo de eieicar al uiliariem (ye impropia tendencias tomee las prefereacias de cada uno como «dadas») puede acompatats com ots similares, com la siguiente: muchas veces, lo que una persona prefiere ‘puede ser contadictorio con aquello que le tesultarta mds valion, yea, ho en razin de habereewadsprado> 0 stesignadoe Irene a sieuaciones Injasas sno, simplemente, por cats tales como la ausenca de na infor ‘macisn empicic adeeunda. Nucvament, esta obeervicién no aos ev, ‘ecesariament, ala brutal recomendacon de desconocer ls referencias ‘deo indvitvs (rene 2 su posible pobreza informative). Més bien lo di cho nos alrea sobre la accsidad de tomat las prefeencias en cst con mis cuidado, para acosear, por ejemplo, el dseo de un sitema insta ‘ional orieneado ast eaiquecioiento, Por ilkimo, conviene presencar uns meva objecin eambign super 4a por Rawls ens critical silitarismo, y que esulea muy ilaserativa cere de a propia posicién erica de dicho stot De acuerdo con Ravi j- 30 tas ori dee ica pd de Rae tuna propuesca come ls ofrecida por el utilcrismo no sexi capa dere ni apoyo en una sirusién contractual hipotccs,Eeco es tuvigrmos Ineportusidad de discucir —en tanto sujeos libres guaies—acera de {qué teria de la justcindeberia organiza nuestra insttuciones, tende- amos dejar el utilitarismo de lado, y ello—ente ots zones por- «gael wiitacsmo termina mostrandore como uta doctina demasiado exigent. Seguin hemos visto, em efecto, de adopeatse una concepcin o- ‘mo la ulitaista, es dable esperar que soja situaciones ea las cues os dezechosfundamentles de algunos eesuleen puestos en cust en oa bre de los intereses de Ia mayora. En este eipo de casos, como sefiala Rawls: « la field al sistemasocal puede exigic que alguns, en par Hiculr los menos favoresidos, rongan ie enionciat& cert venta 22a del mayor bien colectivo, Poe eo el sistema no seis estable a menos {que aquellos que tien que saczfcarse se idenifiquen foereente con Incereses més amplios ue los sujoss." Lo dicho eso que leva a Rawls Secir que dich doctrin noes capar de wsseguae las base de su propia csabilidad> 1a obvervacidn es importante, como anticipaba, no slo como wna ‘auevs pata de cetcafente al tltaisme, sina rambign como mod de reconacer alguaos elements centcales dena de la teria de Rass. Ea tal respecto, quisiera detenerme un instante en su propueste de apla l instrumental propio del contratulismo aa hor de ponce a peucba ev lor de distintas coneepciones sobre la jstcia. [ cowrraacrsasie nawistan I concractualismo ocupa ua lugar muy significative denezo de la ‘cori de Ia justicin de Rawls, como ocupa un lugar muy importante slenero de la eradii6n filosficay politica liberal (una tradicién que ‘onsdera primordial eneste tipo de andlsisel velor de le eutonomis de la persona). Ea una discusin acerca de la plasibilidad de wna deter ‘minada concep teria ona paticlae medida politics, 9 fente | pregunta de por qué valorar ona cierea propuesta frente» posiblessI- ‘Spat compas marron er ymin ur ce pcan (Pt caucnciaoe demite ri ee ape pn cr po ‘ene lgarcia ud ls Sd est, pe el ee (ese did one | aur de aja ob Ree 3 emnarivas, buena paste del liberalism reconoce como concluyente ‘aqullarespuesea capaz de demostiee que la propuesta encuestia es (0 ‘Seria sprobada por todos los sujetos potencialmenteafectados po ell, a lineas genersles, poems deci que I especial impostanca del contactualismo se debe que nos ayuda a responder de un mado interex “ante dos pregunts bic de rd teria moral: a) qué nos demunda la tnoral?; yb) cpor qué debemoe obedecercitras regs? A la primera p= rant, el coneeactalismo sesponde: la moral nos exige que cumplamos ‘quellasobligaciones que aos hemos comprometide a cumplic.Y rete a Insegunda pregunta, el contractualsmo sosticne qe Ia rain po I el Ldebeanos obedecer cera rela e Ia de que nos hemos comprometida 8 tla, Nos casa, on tl rend, que el contracrualizne, come propaesea esr, hays sg ys haya eral populae luego de una epacs en que regimes com las cad slo encontrabaneespucsa a avs de la el [gia Desde el comieazo del Iluminisio, el contratualismo se ha mes- fru como a forma mis atactiva de «completa el vacf deja por la ‘xplicacionesreligiosas sobre is cuestiones morals, sobre el problema de Iautoridad, L storia ex vite aboracomo ana creacia de los propos individsios que no puede ser jurtiiendaapelando aabseraccioges 0 enti dda no humans ‘Ahora bien, reconociendo la importancia que Rawls —como cantos liberles— le asigna al estratesia contractualist, conviene que nos de- tengamen ene tipo particular de contraro que fl deflende, Ela eteorfa dela justcias se habla de un coneeaco muy particular —un consat ipo hice. Rawls se fefiere,entonces, aun acuerdo que frmatarmos bajo iertas condiciones idles y en el ual se respeta nuestro caieter de se- res libres igules, Antes de detenernas en tal propuesta espe Importante averse que Ix densa que hace Ras de su particular mo- elo de contrato hspoetico, implica us obvio y diecto eechazo fence 4 lis versiones no idealizada del contractuslismo,"* Por ejemplo, en a ‘peaximacin bobbesiana al conceato soil, se pretende determingt cul 1. Co eee cao cen wie em bla de nec Po ston Incomes eho armen te Porson man nob pres ras loin "cca dete or to ae ni ne np inlined on vi comet Ri mci qe se a ida ‘um nmi cp tts ls ro col mais Ms cr {tks sem que oes paces ines ater Bag dines ee i ‘lem de comms een 8 ag 90) ee ——————————— 52 testa de a ja dep de Rew “sel acuerdo que ese ineresados en fimar sexes de acer yhuesor erence Conocemes en nuestra ids cotiion, en ant SER oFien- a oe clan mnamans Bena para coos. Dente de cae Comrstaismo habbesianos, poemos sian ¢aurre See Biuid Gauthier James Bachaan.Elos ambi echazan I exit- cae dbres naturale erect diving. Peo 0, 36 a8~ soe reges morales to dependen de or css gu de los desoe oe a cde ls personas, No hay hechos malo en s+, coma ch o rfc eiminu alguien, E pun sn embaes todos anfmge mj sno os causes daios us 3 108 8s pecs ae ei umen un envencn ue determine om inacepeables tes dato.” " Cheebie, «partir dea breve descrip elizada basta a ue dence qu para Gauthi, a como Is convencions «maruamease ee rera ligpeade exclsivaments de «acuerdo else dicks acuer- sranetth anna ve: del poder de negciaion deca ndividuo en so aera on des, Veta conus sua criss pong pte Seer ee al menos, com lguaasinticiones muy podeoss st Sreerser queso as ue lean al peasamientokantano,en Be reer nese dnertoshiporcicos — Por ejemplo, muchos de 8 rare Reto eremoe ue aust vidas nen um cierto Vals « PE ScOy duc werccemos ser eespetados Por ell, con independencis ene Seacdad pare foaa los demds a respearno, En visions ‘sions en cambio, cadn uno de oo pate ne si se arameneaeada uno vale, en principio, conforme 8 cudt- aa eee edb cult sree) pa avanat ov incre de es dems ‘Norablemente, en esquemas camo el presentado en Moral by Agr sot Innis iad ee a ene 5 dia

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