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CUADERNOS DE

ARTÍCULO DE REVISIÓN
MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE
REVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

Una mirada sobre la psicología clínica en Unidades


de Rehabilitación1
UM OLHAR SOBRE A PSICOLOGIA CLÍNICA EM UNIDADES DE REABILITAÇÃO

A glance at clinical psychology in Rehabilitation Units


Susana Clara Morais
Recibido: 02/01/2015
Aceptado: 20/04/2015

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo el reflexionar sobre la psicología clínica en


Unidades de Rehabilitación y revisar aspectos esenciales. Se hace una breve referencia a aspec-
tos históricos y al estado actual de la psicología en el área de la rehabilitación. Se abordan tam-
bién los aspectos psicológicos más relevantes en este dominio, así como las principales teorías
de ajuste a la incapacidad y las especificidades de actuación del psicólogo clínico en este con-
texto, destacándose particularmente los objetivos de su intervención en servicios de rehabilita-
ción y las particularidades de las acciones psicoterapéuticas en este ámbito. Se enfatiza que la
actuación del psicólogo en este área se diferencia un poco de su actividad clínica en otros con-
textos de intervención, tanto por la naturaleza de la población estudiada, que abarca condicio-
nes de salud incapacitantes y diversas enfermedades crónicas, como por la del trabajo, en equi-
pos multi o interdisciplinares. Se hace alusión al lugar del psicólogo clínico en el equipo de
rehabilitación.

Pal abras cl av e: Psicología clínica. Rehabilitación.

Resumo

O presente artigo visa uma reflexão sobre a psicologia clínica em Unidades de Reabilitação
e revê os aspectos essenciais referentes a este tema. É feita uma breve referência a aspectos his-
tóricos e ao estado actual da psicologia na área da reabilitação. São também abordados os

Psicóloga clínica. Servicio de Medicina Física y de 1


Este artículo está basado en la ponencia “A Interven -
Rehabilitación y Unidad de Dolor Crónico. Centro ção da Psicologia Clínica em Serviços de Reabilita-
Hospitalario Tondela-Viseu, E.P.E. ção”, incluida en una mesa sobre Psicología de la Salud
Co rres po ndenci a: Dra. Susana Clara Morais y presentada en el IX Congreso Iberoamericano de
Rua Mestre Álvaro Loureiro, Nº6, 2º direito, 3510-041 Psicología y 2º Congreso de la Ordem dos Psicólogos
Viseu (Portugal) Portugueses, que tuvo lugar en el Centro Cultural de
E-mail: susanaclaramorais@gmail.com Belém en Lisboa, del 9 al 13 de septiembre 2014.

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aspectos psicológicos mais relevantes neste domínio, assim como as principais teorias de ajus-
tamento à incapacidade e as especificidades de actuação do psicólogo clínico neste contexto,
dando-se particular destaque aos objectivos da sua intervenção em serviços de reabilitação e às
particularidades das acções psicoterapêuticas neste âmbito. Enfatiza-se que a actuação do psi-
cólogo nesta área se diferencia um pouco da sua actividade clínica noutros contextos de inter-
venção, quer pela natureza da população envolvida, que abrange condições de saúde incapaci-
tantes e diversas doenças crónicas, quer pela natureza do trabalho, em equipas multi ou inter-
disciplinares. É feita também uma alusão ao lugar do psicólogo clínico na equipa de
reabilitação.

Pal av ras -Chav e: Psicologia clínica. Reabilitação.

Summary

This paper aims a reflection on the clinical psychology in Rehabilitation Units and revises
the essential aspects with regards to this subject. A brief reference is made to historical aspects
and to the current state of psychology in the rehabilitation area. The most relevant psychological
aspects in this area are also broached, as are the main theories of adjustment to disability and
the specificities of the clinical psychologist’s actions within this context. Particular emphasis is
placed on the objectives of his/her intervention in rehabilitation services and on the particulari-
ties of psychotherapeutic actions within this scope. Also noteworthy, is that a psychologist’s
actions in this area differ somewhat from his/her clinical activity within other contexts of inter-
vention. This is both due to the nature of the population involved –which covers disabling health
conditions and various chronic illnesses– as well as to the nature of the work, in multidiscipli-
nary or interdisciplinary teams. The position of the clinical psychologist in the rehabilitation
team is also referred.

Key wo rds : Clinical psychology. Rehabilitation.

INTRODUCCIÓN bito para constituirse como un objetivo central.


El gran énfasis de la psicología sobre el ajuste
Actualmente la rehabilitación es encarada como psicológico y social a la incapacidad es un com-
un proceso global que tiene como objetivo ayudar a ponente esencial de los servicios de rehabilitación
la persona a alcanzar su máximo potencial en los de calidad (Rohe, 2002).
aspectos: físico, psicológico, social, vocacional y edu- Hay datos que sugieren que los ajustes psico-
cacional, teniendo en cuenta sus aspiraciones, pro- lógicos son muy importantes en la modulación
yectos de vida y las limitaciones que se derivan de su del nivel de funcionamiento de las personas cuan-
déficit fisiológico o anatómico y del condicionamien- do estas se enfrentan a lesiones, trauma y dolor
to ambiental (DeLisa, Currie, & Martin, 2002). (Prevedini, Presti, Rabitti, Miselli, & Moderato,
La rehabilitación presupone un concepto holís- 2011). En efecto, hay un conjunto de factores per-
tico, envolviendo la participación de diversas es- sonales que deben ser tenidos en consideración
pecialidades, en la que el psicólogo está general- cuando se trabaja con pacientes que sufren de
mente representado (DeLisa et al., 2002). A pesar incapacidad física, que median la adaptación del
de los cambios que se han producido en los cuida- paciente a la enfermedad crónica y a la adhesión al
dos de salud, la contribución de la psicología para tratamiento como, por ejemplo: la ansiedad, la de-
mejorar la calidad de vida de los individuos con presión, la autoeficacia, el locus de control, los
enfermedades crónicas e incapacidad debe conti- estilos de “coping”, el soporte social, real o perci-
nuar mereciendo un enfoque adecuado en este ám- bido, entre otros (Prevedini et al., 2011).

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A partir de la experiencia de la autora, como portamentales por lo que la psicoterapia aplicada
psicóloga clínica, trabajando en un Servicio de a individuos con incapacidades físicas no ha pre-
Rehabilitación y en una Unidad de Dolor Crónico sentado diferencias significativas relativamente a
de un Hospital Central, y de la revisión de la lite- intervenciones con individuos sin esas mismas in-
ratura referente a la psicología clínica en rehabili- capacidades. Además de eso, aquellos autores consi-
tación, se pretende con esta reflexión, hacer una deran que en el abordaje de estos pacientes se han
referencia a los aspectos psicológicos más rele- desatendido aspectos importantes, como la persona-
vantes en este dominio y una enfatización de los lidad premórbida y la psicopatología, existiendo
objetivos y del importante papel de la psicología un enfoque casi exclusivo en otros aspectos, co-
clínica en este contexto tan específico de actua- mo por ejemplo, en los déficits existentes.
ción. A pesar de lo que se ha mencionado anterior-
mente, la preparación y la práctica de los psicólo-
LA PSICOLOGÍA EN UNIDADES DE gos en el área de la rehabilitación está cambiando
REHABILITACIÓN: APUNTE HISTÓRICO (Rohe, 2002). De hecho, este campo de la psico-
Y SITUACIÓN ACTUAL logía ha crecido de forma significativa en las últi-
mas décadas (Frank & Elliott, 2000). En este con-
El campo de la psicología en el área de la reha- texto, puede destacarse la contribución de la divi-
bilitación fue inicialmente impulsado por las ne- sión de la psicología de la rehabilitación de la
cesidades de rehabilitación de los veteranos que re- APA, que busca desarrollar el conocimiento y en-
gresaban de las guerras mundiales, en la primera mi- contrar soluciones para problemas relacionados con
tad del siglo XX. Fue después de la Segunda Guerra la incapacidad y con el proceso de rehabilitación
Mundial cuando, atendiendo a las necesidades psi- (Rohe, 2002).
cológicas de las personas con deficiencia física, se Existe una casuística diversa en los servicios
produjo la aceptación de los psicólogos como de rehabilitación que tradicionalmente han sido
proveedores de servicios de salud mental (Rohe, objeto de intervención por parte de la psicología,
2002). incluyendo pacientes que sufrieron lesiones medu-
La psicología de rehabilitación fue reconocida lares, amputaciones, traumatismos craneoencefá-
como una división de la American Psychological licos y accidentes vasculares cerebrales. Con el de-
Association (APA) en 1958 (Rohe, 2002). No sarrollo de la psicología en este área, otras situa-
obstante, este área no ha ocupado un lugar central ciones pasaron a ser también abarcadas por estos
en la psicología americana (Frank & Elliott, 2000). cuidados, en esos servicios (Frank & Elliott, 2000).
Grzesiak y Hicok (1994) mencionan que la tarea Esas áreas incluyen el dolor, la esclerosis múlti-
de delinear la historia de la psicoterapia con suje- ple, la población geriátrica, los quemados, los pa-
tos con incapacidad física de forma breve es difí- cientes con déficits sensoriales y también la reha-
cil, sobre todo dada la escasez de literatura cientí- bilitación infantil. La psicología de rehabilitación,
fica referente a ese tema, y apuntan algunos moti- estando dedicada al estudio y a la aplicación del
vos para este hecho. Por un lado, los psicoterapeutas conocimiento y técnicas de intervención psicoló-
que trabajan con esta población son generalmente gica a los individuos con enfermedades crónicas e
identificados con su área de formación (v.g., psi- incapacitantes, abarca actualmente aspectos de la
cología clínica, psiquiatría), siendo secundariamen- psicología clínica, psicología de la salud, aconse-
te identificados con el área de la rehabilitación. jamiento, psicología social y políticas de salud
Además de eso, tradicionalmente, la psicología en (Frank & Elliott, 2000).
el área de la rehabilitación ha enfatizado procesos
somatopsíquicos y modelos ambientales/ecológi- ASPECTOS PSICOLÓGICOS
cos en lo que respecta a las dificultades psicológi- RELEVANTES EN EL ÁREA DE LA
cas reactivas de las personas con incapacidades con- REHABILITACIÓN
génitas y adquiridas. Por otro lado, la mayor parte
de la literatura, referente a la intervención en la re- La mayor parte de los pacientes en unidades de
habilitación física, se ha centrado en abordajes com- rehabilitación son confrontados con la percepción

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de pérdidas físicas, cognitivas y sociales perma- nivel de las actitudes que validan el significado de
nentes. Ese descubrimiento viene muchas veces la “nueva” vida poslesión. Es común una reac-
acompañado por niveles considerables de ansie- ción a la enfermedad y lesión en que se produzca
dad, rabia, disforia, duelo y miedo (Rohe, 2002). miedo y ansiedad, tristeza, lucha o negación, ra-
No obstante, la fase aguda y la crónica conllevan bia, culpa, rechazo en participar activamente en la
el enfrentamiento de tareas psicológicas diferentes rehabilitación, comportamiento impaciente y exi-
(Adams & Lindemann, 1974, como citados en gente y, eventualmente, aceptación. Es importan-
Grzesiak & Hicok, 1994). En algunas situaciones te tener en consideración que la reacción de duelo,
agudas, la persona puede encontrarse con dos en el sentido en que anteriormente fue referido,
posibilidades: la de mejorar o la de morir. En con- posee un valor adaptativo. Contrariamente, la depre-
trapartida, la persona con un problema crónico se sión, no siendo en sí misma (Cardoso 2004) una
encuentra en un término medio entre esas dos hi- consecuencia universal posdiagnóstico de enfer-
pótesis: no murió, pero tampoco está curada, lo medad crónica/deficiencia, si estuviera presente
que está es diferente. El tener que lidiar con el he- debe ser evaluada y tratada. En la línea de investi-
cho de que la vida va a continuar, pero de una for- gación coordinada por McIntyre (2004), la depre-
ma muy diferente, requiere una gran adaptación pa- sión aparece como el cuadro psicopatológico más
ra el individuo que se ha quedado recientemente importante asociado a la enfermedad, particular-
incapacitado (Grzesiak & Hicok, 1994). mente a la de carácter prolongado. En los servi-
La experiencia clínica sugiere que, teniendo en cios de rehabilitación, las personas que experi-
cuenta la gravedad de las reacciones de esa pobla- mentan depresión tienen frecuentemente menos
ción de pacientes, la misma se puede dividir en tres independencia funcional y movilidad cuando reci-
grupos. Un tercio de los pacientes afronta bien su ben el alta hospitalaria (Umlauf & Frank, 1983,
situación, a través del recurso a estrategias previa- Richards, Kewman, & Pierce, 2000). En pacien-
mente establecidas y con el apoyo de personas tes con lesión medular, el comportamiento depre-
próximas. Otro tercio tiene dificultad, pero a tra- sivo ha sido asociado a estancias hospitalarias ma-
vés de intervenciones terapéuticas casi mínimas, yores y a menores resultados durante la rehabilita-
consigue adaptarse a la crisis. El tercer grupo pre- ción (Malec & Neimeyer, 1983, en el manual de
senta grandes dificultades en encarar la situación. Richards et al., 2000). En estos pacientes, la de-
Estos pacientes tienen, con gran frecuencia, his- presión también ha sido asociada a la ocurrencia
torias de dificultades de ajuste, que pueden aso- de complicaciones secundarias prevenibles, como
ciarse a abuso de substancias químicas, perturba- las úlceras de decúbito y las infecciones del tracto
ción mental grave e incapacidad para lidiar con urinario (Herrick, Elliot, & Crow, 1994). Los in-
ambientes estructurados (Rohe, 2002). dividuos con lesión medular, que no están hospi-
El proceso de afrontar la enfermedad/lesión trau- talizados y con sintomatología depresiva marcada,
mática, que varía de persona a persona, depende de pasan más días en la cama, salen menos días de ca-
un conjunto de condiciones, que incluyen la per- sa y tienen más gastos médicos (Tate, Forchhei-
sonalidad premórbida, el tipo de enfermedad o le- mer, Maynard, & Dijkers, 1994, ídem en Richards
sión, la edad en que ocurrió la lesión, la calidad et al., 2000). Es importante tener en considera-
del sistema de apoyo, el significado de la deficien- ción la posibilidad de riesgo de suicidio en pa-
cia y de la incapacidad para el paciente, y aspectos cientes con depresión que están siendo tratados en
culturales. unidades de rehabilitación. Ducharme et al. (1992)
Ducharme, Gill, Biener-Bergman, y Fertitta (1992), refieren que, en relación a las personas con defi-
al referirse al ajuste a la enfermedad/ lesión trau- ciencias graves, se han identificado dos períodos
mática en el sentido del afrontamiento de la situa- de elevado riesgo de suicidio: la fase diagnóstica,
ción con éxito, lo describen como una evolución en la cual la enfermedad y su pronóstico son in-
gradual del aprendizaje del individuo para vivir con ciertos, y la fase post-alta, en la cual el paciente
lo que se ha perdido, que conlleva una resolución se enfrenta a un nuevo nivel de comprensión de
del sentimiento de pérdida a través del duelo, el las consecuencias de la enfermedad e incapacidad.
desarrollo de estrategias de “lucha” y una mejora a A este respecto, puede referirse que cerca del 6 %

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de las muertes tras un traumatismo vertebro me- La sexualidad envuelve un intercambio entre com-
dular están claramente relacionadas con suicidio, ponentes fisiológicos y psicológicos, y la incapa-
siendo este valor varias veces superior a la tasa de cidad y la enfermedad pueden tener un impacto
la población general (Staas, Formal, Freedman, sobre cada una de esas áreas. El abordaje de la se-
Fried, & Read, 2002). Además de la depresión, es xualidad, ampliamente definida, es una parte muy
importante considerar también la posibilidad de importante de la rehabilitación.
presencia de síntomas de ansiedad en los pacientes En un artículo de revisión, Morais (2011) des-
en rehabilitación, o incluso, de un trastorno de an- taca que, de acuerdo con los conceptos actuales, la
siedad. Por ejemplo, Castillo y Robinson (1993, experiencia de dolor y las respuestas a la misma
citados en la monografía de Caplan & Moelter, resultan de una compleja interacción de factores
2000) presentaron una tasa del 11 % de trastorno de biológicos, psicológicos y sociales. En la litera-
ansiedad generalizada, entre individuos no depri- tura sobre modulación del dolor los aspectos psi-
midos que sufrieron accidente vascular cerebral. cológicos han recibido una atención considerable.
Otra cuestión que ha sido objeto de estudio es En este contexto, hay un conjunto de dimensio-
la imagen corporal. La imagen corporal se ha de- nes (v.g., el funcionamiento biopsicosocial total)
finido como una representación mental o esquema que se deben tener en consideración al optimizar
del propio cuerpo (Schilder, 1950, como citado en la probabilidad de éxito terapéutico.
Livneh & Antonak, 2007). Las enfermedades cró- Al ser evaluadas las cuestiones de ajuste, de-
nicas y las incapacidades, con su impacto en la apa- ben ser considerados también la familia y el sis-
riencia física, capacidades funcionales, experiencia tema de soporte del paciente (Staas et al., 2002).
de dolor y papeles sociales, se cree que alteran, o Hay que mencionar que el impacto familiar es,
incluso distorsionan, la imagen corporal del indi- además de emocional, con frecuencia, también fí-
viduo y el autoconcepto (Bramble & Cukr, 1998, sico y económico.
como citados en Livneh & Antonak, 2007; Fal-
vo, 1999, como citado en Livneh & Antonak, 2007). CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO EN
En un estudio conducido por Jorge, Brumini, Jo- UNIDADES DE REHABILITACIÓN
nes, y Natour (2010), los individuos con artritis
reumatoide tenían una imagen corporal peor que En las unidades de rehabilitación se encuen-
los individuos sin esa condición. Aunque en la li- tran, con frecuencia, personas que son verdaderos
teratura respectiva al tema no se reportan resulta- supervivientes a circunstancias traumáticas, como
dos conclusivos (Ben-Tovim & Walker, 1995), hay por ejemplo, a accidentes, a lesiones físicas graves
autores que defienden que existen ciertas condicio- (v.g., amputaciones, lesiones medulares) y al enfren-
nes dolorosas y potencialmente incapacitantes o tamiento con la muerte súbita de familiares. Hay
susceptibles de generar deformidad, como la artri- gran evidencia de que los acontecimientos traumá-
tis reumatoide, que tienen un impacto negativo en ticos pueden producir consecuencias físicas y psi-
las actitudes del individuo en relación al cuerpo cológicas negativas (Tedeschi & Calhoun, 1996).
(e.g., Skevington, Blackwell, & Britton, 1987, co- A pesar de que los efectos negativos del trauma
mo citados en Ben-Tovim & Walker, 1995). A este han sido ampliamente estudiados, se le ha pres-
respecto, considero importante prestar atención a tado menor atención a la posibilidad de que puede
las necesidades psicológicas de las personas con ocurrir un impacto positivo en estas circunstan-
condiciones de salud desfigurantes y/o incapaci- cias. Existe bibliografía significativa que destaca
tantes. Se considera que la adaptación psicosocial la posibilidad de ocurrencia de por lo menos al-
con éxito a la enfermedad crónica y a la incapaci- gún cambio positivo en personas que fueron ex-
dad refleja la integración de los cambios físicos y puestas a intensos acontecimientos traumáticos,
sensoriales en una imagen del cuerpo transforma- derivados de su lucha con esas tragedias (Tedeschi
da y en la autopercepción (Livneh & Antonak, 1997, & Calhoun, 1996). Se trata de un “crecimiento
citados en Livneh & Antonak, 2007). postraumático” que ha sido mencionado por per-
Por su relación con la imagen corporal, cabe sonas que se enfrentaron a todo tipo de catástrofes
aquí también hacer una referencia a la sexualidad. personales (Vaz Serra, 2003) y que, de acuerdo con

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Tedeschi y Calhoun (1996), se manifiesta general- acuerdo con dicho constructo, las personas que pa-
mente: en un mayor aprecio por la vida y en un san por una crisis presentan una secuencia previ-
sentido refinado específico de prioridades, como sible y ordenada de respuestas emocionales. La
lo son el perfeccionamiento de las relaciones in- mayoría de las teorías de las etapas describe una
terpersonales, una mayor fuerza personal, una aper- serie de tres a cinco pasos que comienzan con el
tura a nuevas posibilidades de vivir y en un desa- impacto y que terminan con alguna forma de adap-
rrollo espiritual. tación. Los modelos alternativos que más desta-
Cito a este propósito un ejemplo clínico. El can son el comportamental y el de las habilidades
de una persona que se vio envuelta en una explo- de afrontamiento (Rohe, 2002).
sión en su casa y vivió directamente un trauma- El modelo comportamental de ajuste a la inca-
tismo craneoencefálico de su esposa, fallecida dos pacidad prioriza la importancia de los factores ex-
meses más tarde. El siniestrado, que sufrió tam- ternos en el ajuste de un individuo. En ese modelo
bién quemaduras graves de tercer grado, en la cara, se le presta una mayor atención a los comporta-
brazos y manos declaraba, pasados pocos meses: mientos observables y una menor atención a las
“…ahora sé lo que es realmente importante en la cogniciones del paciente. De acuerdo con el mo-
vida, antes pasaba el tiempo trabajando y no delo comportamental, la persona con incapacidad
tenía tiempo para nada, ni para la familia, ahora reciente se depara con cuatro tareas. El paciente de-
sé que la prioridad son mis hijos… pienso que a be permanecer en el ambiente de rehabilitación,
pesar de todo lo que ocurrió y de lo que sufrí que eliminar comportamientos incongruentes con la
hay que vivir la vida de una manera muy dife- incapacidad, adquirir comportamientos congruen-
rente…”. tes con la incapacidad y mantener el desempeño de
A partir de la experiencia traumática, puede reor- comportamientos adecuados a la incapacidad (Rohe,
ganizarse y sentirse estimulado para reorientar va- 2002).
lores y objetivos (Fullerton & Ursano, 1997, como El modelo de habilidades de afrontamiento, que
citados en Vaz Serra, 2003). A pesar de las conse- comprende siete tareas adaptativas principales y
cuencias psicológicas negativas que un aconteci- siete habilidades de afrontamiento, enfatiza tanto
miento traumático puede producir, como lo son las factores cognitivos como los eventos externos en el
resultantes de una lesión medular, cabe mencionar ajuste a la incapacidad. Se basa en la teoría de la
que muchos de esos individuos afrontan bien su crisis formulada originalmente por Lindemann (1944,
lesión, experimentan un ajuste psicológico ade- como citado en Rohe, 2002). De acuerdo con la teo-
cuado, reportan una buena calidad de vida y plan- ría de la crisis, las personas necesitan un sentido de
tean cambios de vida positivos (Kalpakjian et al., equilibrio psicológico y social. Después de un acon-
2014). Es importante mencionar que el crecimien- tecimiento traumático ocurre un estado de crisis y
to no es un resultado inevitable del trauma, coe- desorganización. En el momento de la crisis, los pa-
xistiendo con sufrimiento personal (Tedeschi & Cal- trones de comportamiento característicos del indi-
houn, 2004). viduo no son eficaces para conseguir el equilibrio.
No obstante, el mencionado estado de desequili-
MODELOS DE AJUSTE A LA brio es temporal y una nueva armonía es alcanzada
INCAPACIDAD dentro de días o semanas (Rohe, 2002).
Cada una de esas teorizaciones formales des-
Las teorías de ajuste a la incapacidad son nume- confirmó la idea generalizada de que la principal
rosas, pudiendo ser agrupadas en un continuum fuente de sufrimiento de la persona con deficien-
en el que en un extremo se encuentran las que cia era la deficiencia en sí. Además de eso, la propia
priorizan los eventos cognitivos internos, o sea, práctica clínica vino a demostrar que, tras la desa-
el mundo mental y, en el otro, las teorías que en- parición de la incapacidad, algunas personas con-
fatizan los eventos sociales y comportamentales tinuaban manifestando disfunción emocional (Rohe,
externos. La teoría de las etapas, que enfatiza los 2002).
eventos internos, es un modelo ampliamente defen- De una forma general, puede decirse que, aun-
dido, pero que todavía no ha sido comprobado. De que algunos teóricos hayan avanzado en las defi-

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niciones de etapas de ajuste, cada persona tiende a Las formas alternativas de aplicación de la TCC
ajustarse a la incapacidad de una manera propia y (e.g., teléfono, internet, videoconferencia) pueden
a su propio ritmo (Sipski & Alexander, 2002). ser beneficiosas en relación a pacientes con difi-
cultades en comparecer a las sesiones de terapia
LA INTERVENCIÓN DE LA PSICOLOGÍA en régimen de ambulatorio. A este respecto, pue-
CLÍNICA EN SERVICIOS DE den mencionarse las potenciales ventajas de la
REHABILITACIÓN terapia cognitivo-conductual en relación a otras
modalidades de tratamiento, en el abordaje de la
El psicólogo clínico, en el área de la rehabilita- ansiedad y de la depresión en personas que sufrie-
ción, ayuda al paciente a prepararse psicológica- ron lesión medular. No son infrecuentes las difi-
mente para una participación plena en el proceso cultades de transporte para los tratamientos que
de rehabilitación (DeLisa et al., 2002). La acción pueden ser un obstáculo para personas que sufrie-
del psicólogo en servicios de rehabilitación puede ron lesión medular. De este modo, el hecho de
incluir: evaluación del funcionamiento emocio- existir la posibilidad de la TCC y poder ser apli-
nal, personalidad, coping, capacidad intelectual, cada en diferentes formatos puede permitir el darle
realización académica, integridad neuropsicológica la vuelta a esa cuestión (Mehta et al., 2011).
e incorporación de los resultados de esa evalua- Elliott y Kennedy (2004, como citados en Mehta
ción en el plan de tratamiento. El psicólogo et al., 2011) evaluaron varias intervenciones para el
presta también intervención psicoterapéutica y tratamiento de sintomatología depresiva, habien-
aconsejamiento, a pacientes y a sus familiares. Cuan- do descrito efectos positivos de la TCC aplicada a
do es necesario da al equipo de rehabilitación reco- pacientes con lesión medular que presentaban sin-
mendaciones para lidiar con el paciente. (Rohe, 2002; tomatología afectiva muy marcada. En el estudio
Gadi & Cifu, 2003). de revisión sistemática conducido por Mehta et
La psicoterapia puede tener un papel vital en el al., que tenía como objetivo examinar la eviden-
alivio del sufrimiento de los pacientes con incapaci- cia que apoyase la eficacia de la TCC en la me-
dades (Langer, 1994). Debido a los períodos de per- jora del funcionamiento psicosocial en individuos
manencia cada vez más cortos de los pacientes in- con lesión medular, los autores concluyeron que,
ternados en servicios de rehabilitación y a los pro- a pesar de algunas limitaciones patentes en mu-
blemas que enfrentan, que requieren una actuación a chos estudios (e.g., recurso a muestras pequeñas,
tiempo, los psicólogos que trabajan en ese área uti- dificultad en la evaluación de la eficacia de cada
lizan muchas veces formas de terapia con duración componente individual del programa, ausencia de
limitada, también conocidas como terapia breve (But- un seguimiento a largo plazo de los participantes),
cher & Koss, como citados en Rohe, 2002). En es- esta forma de psicoterapia es una promesa impor-
te sentido y, a pesar de la existencia de una gran tante en la mejora del funcionamiento psicosocial,
diversidad de psicoterapias, esos psicólogos recurren así como en la depresión, ansiedad, coping y ajus-
frecuentemente a la terapia cognitivo-conductual te poslesión medular. Sin embargo, consideran
(TCC) (Rohe, 2002). La TCC demostró ser una que, como la TCC puede abarcar varios compo-
intervención psicológica efectiva a la hora de ayudar nentes diferentes, es importante que sean determina-
a los pacientes a abordar varias enfermedades cróni- dos en estudios futuros los elementos de esa for-
cas (Dorstyn, Mathias, & Denson, 2011; Sharpe, ma de psicoterapia que, individualmente o en con-
Sensky, Timberlake, Ryan, & Allard, 2003). De junto, sean más efectivos en el tratamiento de las
hecho, la utilización de esta forma de psicoterapia consecuencias emocionales de la lesión medular.
tiene muchas ventajas en programas de rehabilita- Más recientemente, la tercera generación de te-
ción, por el hecho de ser estructurada, de ser de rapias cognitivo-conductuales (Hayes, 2004) como,
duración limitada y de implicar la definición de por ejemplo, la terapia de aceptación y compro-
objetivos (Mehta et al., 2011). Además de eso, la miso, ha recibido una mayor atención y sido in-
TCC puede disponerse individualmente o en grupo, vestigado su potencial contribución en el desarro-
además de que es aplicable tanto en contexto ambu- llo de modelos que tengan como objetivo tam-
latorio como de internamiento. bién ayudar a pacientes con enfermedades crónicas

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(Soto, Barrenechea-Arando, & Estruch, 2013; Vee- den que, a pesar de la existencia de varias perspec-
hof, Oskam, Schreurs, & Bohlmeijer, 2010). Pue- tivas teóricas del aconsejamiento psicológico, la
de citarse, a título de ejemplo, un estudio condu- perspectiva cognitivo-conductual es la más apro-
cido por MacCraken, Vowles, y Eccleston (2005) en piada a los contextos de salud y enfermedad, adap-
que, tras la aplicación de un abordaje basado en la tándose mejor al ritmo de la prestación de cuida-
terapia de aceptación y compromiso a pacientes dos de salud, tanto en los centros de salud como en
con condiciones de dolor crónico, durante 3 o 4 los hospitales. De acuerdo con esos autores hay
semanas, en un formato residencial o de interna- varios objetivos del aconsejamiento psicológico
miento inserido en un programa de tratamiento en salud, particularmente: poner a disposición ayu-
interdisciplinar, se obtuvieron mejoras significa- da en el sentido de dar respuesta a las necesidades
tivas de esos pacientes a nivel del funcionamiento psicológicas de personas saludables y enfermas;
emocional, social, físico y de la utilización de los transmitir información personalizada; facilitar el
cuidados de salud. Además de eso, la mayoría de cambio de comportamientos relacionados con la
las mejorías se mantuvieron 3 meses después del salud; identificar las principales preocupaciones
tratamiento. La gran parte de esos resultados po- del individuo en relación a la salud y ayudarlo a
sitivos estaba correlacionada con mejoras de la afrontarlas de forma eficaz; ayudar al individuo a
aceptación. tomar decisiones informadas en el ámbito de deter-
De una forma general, puede decirse que el pro- minadas circunstancias concretas de salud/enfer-
ceso psicoterapéutico en personas con deficiencia medad en que se encuentra; identificar dificultades
física no difiere mucho de aquel que es aplicado a de comunicación y/o de relación con la y a imple-
otros individuos (Grzesiak & Hicok, 1994). El mentar estrategias que permitan superar esas difi-
psicoterapeuta recurre a las técnicas que son con- cultades; el autoconocimiento y la autonomía, a
sistentes con su estilo personal, formación teó- fin de contribuir al desarrollo personal; orientar ha-
rica y principios relacionados con la práctica. En cia otros apoyos especializados, y promover el de-
este ámbito de intervención, sin embargo, puede sarrollo de habilidades sociales. Con respecto a es-
ser más necesario abordar cuestiones que envuel- te último aspecto, es importante referir que hay per-
ven trauma y pérdida (Grzesiak & Hicok, 1994). sonas con incapacidad reciente que no obtienen
A pesar de la importancia de la psicoterapia en ventajas con la aplicación de intervenciones psi-
pacientes de rehabilitación, es importante referir coterapéuticas, pero que pueden beneficiarse con
que está contraindicada en pacientes que la recha- el entrenamiento en habilidades sociales (Rohe,
cen o en aquellos con dificultades de comunica- 2002). Por eso mismo, y conociendo aspectos que
ción significativas. Además de eso, si las dificulta- sugieren que las interacciones sociales entre la per-
des provienen de factores específicos del ambiente sona con deficiencia y la que no tiene deficiencia
de los pacientes (v.g., hospitalización prolongada, son complejas, ambiguas e imprevisibles, las inter-
intervenciones médicas desagradables, prejuicios, venciones que mejoren las dificultades de interac-
equipo poco comprensivo), el foco de interven- ción social pueden ayudar a reducir el sufrimiento
ción del psicoterapeuta puede ser transferido del emocional, acelerar el proceso de reintegración a
paciente al medio ambiente (Rohe, 2002). la comunidad y neutralizar el riesgo de futuros pro-
Otra intervención psicológica, también impor- blemas clínicos (Rohe, 2002).
tante, que se utiliza en Servicios de Rehabilita-
ción es el asesoramiento psicológico. Puede ser EL LUGAR DEL PSICÓLOGO EN EL
útil y estar indicado, por ejemplo, en la adapta- EQUIPO DE REHABILITACIÓN
ción a la enfermedad crónica y a la incapacidad
(v.g., en el ajuste a los cambios corporales y en Los equipos de rehabilitación son generalmen-
el ajuste a los cambios en el funcionamiento se- te multi o interdisciplinares. El modelo multidisci-
xual); en el desarrollo de capacidades para resolver plinar, siendo análogo al modelo clásico de ges-
problemas; en la confrontación con la fase termi- tión en forma de pirámide, destaca la comunica-
nal de determinadas enfermedades y la muerte (DeLi- ción vertical entre supervisor y subordinados. Por
sa et al., 2002). Trindade y Teixeira (2000) defien- su lado, el modelo interdisciplinar, fue desarrolla-

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do para facilitar la comunicación lateral entre los desde la inclusión de los primeros psicólogos en
miembros del equipo, siendo, por este motivo, teóri- servicios de rehabilitación, se encuentra en pleno
camente más adecuado a los equipos de rehabilita- desarrollo en las últimas décadas. Las reacciones
ción (Melvin, 1980). El modelo de equipo interdis- emocionales asociadas a la enfermedad crónica y a
ciplinar busca mejorar la comunicación e incenti- las condiciones de salud incapacitantes son actual-
var la sinergia de grupo, promoviendo de esta forma mente mejor entendidas, y la psicología clínica en
un sentido de autoridad y responsabilidad mutuas este dominio de intervención tiene hoy una acep-
(Given & Simmons, 1977, citados en King, Nelson, tación más consensual. Sin embargo, a pesar de la
Heye, Turturro, & Titus, 2002; Spencer, 1969, ci- importancia que se viene dando a los aspectos psi-
tado en King et al., 2002; Walton & Dutton, 1969, cosociales en pacientes de rehabilitación y de la
citados en King et al., 2002). relevancia creciente de la psicología en este área,
El equipo de rehabilitación posee una estruc- se considera que esta problemática debe merecer
tura propia en la oferta de recursos de cuidados de mayor centralidad. Se trata de un área donde cier-
salud, estando constituida por varios profesiona- tamente se producirá un gran incremento en la in-
les con diferentes formaciones (Rohe, 2002). Ese vestigación y en la divulgación científica, como
equipo trabaja en conjunto en el sentido de eva- viene siendo evidente en los últimos años.
luar e identificar problemas, establecer objetivos
terapéuticos e intervenir (Gadi & Cifu, 2003). El BIBLIOGRAFÍA
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