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V
m
O R D E N A N Z A 8

DE

O SEA

FORMULARIO GEOMETRICO-JüDlCiAL

para la designación, establecimiento, mensura, amojonamiento y deslinde


de las poblaciones y todas suertes de tierras, sitios, caballerías
y criaderos de ganados mayores y menores y
mercedes de agua: '

RECOPILADAS
á beneficio y obsequio de los pobladores, ganaderos, labradores, dueños
arrendatarios y administradores de haciendas, y toda clase de ' '
predios rústicos, de las m u c h a s y dispersas resoluciones
dictadas sobre la m a t e r i a , y vigentes h a s t a el dia
en l a República Mexicana.

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CUARTA EDICION, CORREGIDA Y AUMENTADA.

Sftffi&ittit®«
Se v e n d e en la librería d e l p o r t a l de Mercaderes, n ú m e r o 7.

1851.
KS/JÌ


m /

E s t a obra es propiedad de Mariano Galvan Rivera, y no se PROLOGO.


p u e d e reimprimir sin su permiso.

SIENDO, por desgracia, tan frecuentes como dispendio-


sos, los litigios que se ofrecen sobre la pertenencia y
linderos de las heredades, y sobre el goce y aprovecha-
FONDO HISTORICO'
miento de las aguas que las fertilizan; y en la conside-
RICARDO COVARftUBfa^
ración de que muchas veces se pudieran evitar, cortar
y aun determinar en justicia, con ahorro de tiempo, gra-
vámenes y molestias á las partes contendientes, si se
155672 generalizasen mas los conocimientos que, acerca de los
derechos de propiedad, ocupacion, mensura y deslinde
de los terrenos y aguas, parecen exclusivos de los abo-
IMPRENTA DE LA VOZ DE LA RELIGION, gados, agrimensores y peritos en estas materias, que por
calle de San Agustín n. 11. razón de su oficio intervienen en los pleitos y aun en
sus sentencias, cuando los jueces las dictan conformes
á sus dictámenes, cuya circunstancia aumenta las ero-
gaciones de los contrincantes, y aun mas todavía, cuan- ban sujetar la solucion de las dudas ó diferencias que
do por ser pueblos, corporaciones 6 varios los interesa- se les susciten acerca de sus derechos, ó de la exten-
dos tienen que pagarse dobles los derechos judiciales; sion y límites de sus pertenencias.
nos ha parecido conveniente á aquel objeto, la publi- Quinto. La forma legítima que debe guardarse, tan-
cación de esta obra. to en lo judicial como en lo extrajudicial, al dar las po-
E n esta virtud, y para que pueda ser útil, provecho- sesiones, títulos y amparos de ellas, y al practicar la
sa, y por consiguiente, bien recibida de las importantes mensura y deslinde de las tierras y aguas, para evitar
y atendibles clases de los ganaderos y agricultores, que los errores y dificultades que dan ocasion á los distur-
viviendo, por lo general, retirados de las grandes pobla- bios entre los dueños, arrendatarios y colindantes.
ciones, 110 tienen tan fácilmente ni el tiempo ni los me- Ultimamente, al ofrecer estos formularios, hemos de-
dios necesarios para el largo estudio, ni para adquirir seado persuadir cuánto mas cómodo, seguro y preferi-
algún consejo oportuno, que esclarezca las dificultades ble deberá ser, siempre que se practique con inteligen-
que motivan sus litigios sobre las dichas materias, he- cia, el acto sencillo y de buena fé de un avenimiento ó
mos refundido en este corto volumen, con la precisión apeo de terrenos, que una contienda legal, dilatada y
y claridad posible, las siguientes: dispendiosa, por cuanto no siempre se consiguen los fi-
nes que se desean, por una sentencia ejecutoriada, ya
Primero. La historia legal del derecho de la propie-
dad territorial, tanto de los' pueblos como de los parti- porque la ejecución misma ofrece dificultades, que no
culares. pueden evitarse si las partes las promueven, y ya tam-
bién, que es lo mas, porque la experiencia ha mostra-
Segundo. Las disposiciones que arreglan el modo
do muchas veces, que mientras aquellas sentencias se
de adquirirlo, conservarlo, defenderlo y recuperarlo, así
obtienen, han solido consumirse los caudales de los li-
como los de posesion, ocupación, usufructo, &c., tanto
tigantes, y se ha acarreado la ruina, no solo de sus fa-
de las tierras y aguas, como de las demás cosas que en-
milias, sino de los giros y negociaciones que con ellos
tran en el dominio de los hombres.
fomentaban, cediendo todo en perjuicio de la sociedad
Tercero. Los privilegios y esenciones acordadas entera, en estos casos funestos; y como el evitarlos ó
por las leyes en beneficio y fomento general de los ga- disminuirlos en lo posible siempre le será benéfico, no-
naderos, agricultores, nuevos pobladores, colonos, pro- sotros con este fin no hemos dudado un momento em-
pietarios y arrendatarios; para que teniéndolos mas á prender esta tarea.
la vista, puedan asimismo, mas fácil y oportunamente,
invocarlos y aprovecharlos en los casos necesarios. Mas debemos advertir, que careciendo en lo absolu-
to de modelos que seguir en este género de obras, y de-
Cuarto. Las Ordenanzas de tierras y aguas con to-
seando al mismo tiempo simplificar la presente, para
das las variaciones, correcciones y confirmaciones que
que pudiese darse lo mas barato posible, no nos hemos
se les han dado, desde las primeras de que se tiene no-
permitido poner de concepto propio, sino aquello indis-
ticia, hasta la época presente; para que sin mas traba-
pensable para enlazar las materias, darles algún orden,
jo que el de examinar y comparar con cuidado cual-
y reproducir entre ellas, como la mas esencial, las Or-
quiera terreno ó merced d e agua, y los títulos ó escri-
denanzas de tierras y agua, cuyas copias son tan raras,
turas que comprueban la propiedad ó pertenencia res-
que si una casualidad no nos las proporcionara, habría
pectiva, hallen los interesados la regla segura á que de-
s i d o e n v a n o c u a l q u i e r diligencia ó g a s t o q u e h u b i é s e -
m o s i m p e n d i d o para conseguirlas.
E n tal consideración, y la d e q u e q u i z á algún dia po-
drá contribuir esta h u m i l d e p r o d u c c i ó n al logro d e los
objetos q u e y a q u e d a n indicados, no será t e m e r i d a d q u e
t a m b i é n n o s p r o m e t a m o s la g e n e r o s a i n d u l g e n c i a q u e
p u e d a necesitar, y e s p e c i a l m e n t e d e a q u e l l o s d e s u s lec-
tores á q u i e n e s s e ha consagrado.

C A P I T U L O i.

De la propiedad en general.
.. » . 'V H. J i ?Y

L A S leyes sociales dan á cada hombre u n derecho que se lla-


ma de propiedad, y que no es sino la facultad de gozar exclu-
sivamente de las cosas necesarias ó útiles á la vida, ahora las
proporcione la naturaleza, ó bien sean el producto del trabajo ó
de la industria. El derecho de propiedad es uno de los prin-
cipios fundamentales del orden social.
L a propiedad tiene por base una relación entre el hombre y
el fruto de su trabajo. Si la tierra produjese, sin fatiga de nues-
tra parte, todo lo que es necesario al mantenimiento de nues-
tra existencia, seria iníítil la propiedad. E l aire y el agua no
pueden ser sometidos á la propiedad. Un campo viene á ser,
en alguna manera, una porcion del que le cultiva, porque su
voluntad, sus brazos, sus fuerzas, su industria en una palabra,
cualidades propias suj'as, individuales, inherentes á su perso-
na, son las que han hecho este campo lo que es. E s t e campo,
regado con su sudor, se identifica, por decirlo así, con él; los
frutos que produce, le pertenecen del mismo modo que sus
miembros y sus facultades. Se ve. pues, que la propiedad es-
tá f u n d a d a en la naturaleza humana, y que es desigual, por-
que la naturaleza ha hecho á los hombres desiguales. La pro-
piedad debe ser distinta, porque cada individuo es distinto de
otro. T a l es el verdadero oiígen del tuyo y mió según los po-
líticos (l).
s i d o e n v a n o c u a l q u i e r diligencia ó g a s t o q u e h u b i é s e -
m o s i m p e n d i d o para conseguirlas.
E n tal consideración, y la d e q u e q u i z á algún dia po-
drá contribuir esta h u m i l d e p r o d u c c i ó n al logro d e los
objetos q u e y a q u e d a n indicados, no será t e m e r i d a d q u e
t a m b i é n n o s p r o m e t a m o s la g e n e r o s a i n d u l g e n c i a q u e
p u e d a necesitar, y e s p e c i a l m e n t e d e a q u e l l o s d e s u s lec-
tores á q u i e n e s s e ha consagrado.

C A P I T U L O i.

De la propiedad en general.
.. » . 'V H. J i ?Y

L A S leyes sociales dan á cada hombre u n derecho que se lla-


ma de propiedad, y que no es sino la facultad de gozar exclu-
sivamente de las cosas necesarias ó útiles á la vida, ahora las
proporcione la naturaleza, ó bien sean el producto del trabajo ó
de la industria. El derecho de propiedad es uno de los prin-
cipios fundamentales del orden social.
L a propiedad tiene por base una relación entre el hombre y
el fruto de su trabajo. Si la tierra produjese, sin fatiga de nues-
tra parte, todo lo que es necesario al mantenimiento de nues-
tra existencia, seria inútil la propiedad. E l aire y el agua no
pueden ser sometidos á la propiedad. Un campo viene á ser,
en alguna manera, una porcion del que le cultiva, porque su
voluntad, sus brazos, sus fuerzas, su industria en una palabra,
cualidades propias suj'as, individuales, inherentes á su perso-
na, son las que han hecho este campo lo que es. E s t e campo,
regado con su sudor, se identifica, por decirlo así, con él; los
frutos que produce, le pertenecen del mismo modo que sus
miembros y sus facultades. Se ve. pues, que la propiedad es-
tá f u n d a d a en la naturaleza humana, y que es desigual, por-
que la naturaleza ha hecho á los hombres desiguales. La pro-
piedad debe ser distinta, porque cada individuo es distinto de
otro. T a l es el verdadero oiígen del tuyo y mió según los po-
líticos (l).
Según los jurisconsultos, y conforme se define en las leyes de
partida (1), la propiedad es el derecho de gozar y disponer li- sigue, que este vínculo ó derecho de propiedad, es en sí diver-
bremente de nuestras cosas, en cnanto las leyes no se opongan. so é independiente del de posesion, y que desde que las leyes
Esta voz tiene dos acepciones: tan pronto expresa el derecho los determinaron y distinguieron especialmente, ya pudo uno
en sí mismo, que también se llama dominio, y tan pronto sig- ser propietario sin poseer la cosa, y poseerla sin ser propieta-
nifica la misma cosa en que se tiene el derecho. Dícese que rio. L a propiedad, pues, es un derecho, y la posesion no es
es el derecho de gozar, esto es, de sacar de la cosa todos los fru- mas que un hecho; y aquella puede conservarse a u n q u e se pier-
tos que puede producir, y todos los placeres que puede dar: da ésta, como ésta puede también mantenerse a u n q u e no se
de disponer, esto es, de hacer de ella el uso que mejor nos pa- tenga aquella. Bien es que la propiedad y la posesion, siem-
rezca, de mudar su forma, de enagenarla, destruirla, en pre se suponen juntas, y en este concepto al poseedor de una
cuanto no se opongan las leyes, es decir, que protegida la pro- cosa se presume propietario, mientras que no se pruebe lo con-
piedad por la ley civil, no lia de ser contraria á esta misma ley, trarío.
ni perjudicar á los derechos de los domas individuos de la so- L a propiedad se divide en perfecta é imperfecta. L a rela-
ciedad: así es que puede m u y bien un propietario derribar la ción que existe entre el propietario y la cosa que le pertenece,
casa que posee en un pueblo; mas no puede pegarle fuego, por es efectivamente susceptible de división. Cuando no está di-
el daño que ocasionaría á las demás: Dominiunt est, decían vidida, cuando ningún.derecho de un extraño viene á limitar
los romanos, jusutendi et abutendi re sua, quatenus juris ra- el ejercicio del derecho de propiedad, se dice que la propiedad
tio patitur. L a propiedad de u n a cosa, nos da derecho sobre es perfecta. Cuando la relación está dividida, cuando el ejer-
todo lo que esta produce, y sobre lo que se le incorpora acce- cicio del derecho de propiedad está limitado por un derecho
soriamente, ora sea por obra de la naturaleza, ora sea por obra que pertenece á otro propietario, se dice entonces que la pro-
de nuestras manos; y de a q u í se sigue, que la acción puede piedad es imperfecta. Estas sustracciones, estos desmembra-
ser, según las leyes, de varias especies, y por tanto se desig- mientos, digámoslo así, del derecho de propiedad, se llaman
nan y distinguen con los adjetivos de natural, industrial y servidumbres, por analogía de la esclavitud de las personas;
mixta, y de continua y discreta, de cuyos caracteres y circuns- porque así como una persona está en esclavitud cuando perte-
tancias tratan los autores institutistas, á que referimos á nues- nece á otra, del mismo modo un predio ó heredad está en una
tros lectores para mayor instrucción. especie de esclavitud ó servidumbre, cuando debe sus frutos ó
sus servicios á otro diferente del propietario. Vulgarmente se
Antes del establecimiento de las leyes positivas, que solo se
llama propiedad, y también nuda propiedad, el dominio que
gobernaban los hombres por las naturales, puede suponerse que
no va acompañado del usufructo; y plena propiedad, el domi-
no teniendo otro medio m a s eficaz para conservar su dominio,
nio que va acompañado del usufructo, es decir, que nuda pro-
que la fuerza con que podían defender y conservar sus adquisi-
piedad es el derecho de disponer de una cosa, salvo el derecho
ciones, siempre estaban expuestos los unos á que les privase
de disfrutarla ó gozar de sus frutos, que pertenece á otra per-
de ellas la fuerza mayor de los otros; y así es que las cosas de-
sona; y plena propiedad, es el derecho de disponer y gozar de
bían adquirirse por la ocupacion, conservarse por la posesion,
la cosa. Sigúese, pues, que la n u d a propiedad es una espe-
y perderse totalmente con la pérdida de la posesion. E n me-
cie de la propiedad imperfecta, y la propiedad plena, una es-
dio d e un estado tan precario, vinieron las leyes civiles; y de
pecie de la propiedad perfecta, si acaso no es la misma en to-
acuerdo con las naturales y divinas, que establecieron el vín-
da su extensión (1).
culo ó relación que entre la cosa y su dueño debe existir, vigo-
rizaron este derecho, este vínculo, esta relación, y desde enton- Ultimamente, solo en el caso de necesidad, y por causa de la
ces ya no se pudo romper impunemente en la sociedad, sino utilidad pública, puede ser forzado el dueño á ceder su propie-
por la voluntad de la persona dueña de la cosa, a u n c u a n d o dad, y aun entonces tiene derecho á que se le dé en cambio
esta cosa no estuviese en m a n o s de su dueño. De lo cual se otra igual, ó bien el justo valor de la que pierde (2). La ley

(1) Diccionario «le legislación, verbo propiedad.


(1) L e y e s 27, tít. 2; 1, tít. 28, p a r t . 3, y 10, lit. 33, part. 7. (2) E s t e principio se lia consignado en todas las constituciones q u e
que creó el derecho de propiedad, mirándole como el mas iden- quieta y pacificamente por año y dia cualesquiera bienes, y los
tificado con nuestra existencia, le hizo estable al mismo tiem- hubiese adquirido a j u s t o título, no tenia obligación de contes-
po, y le aseguró contra los conatos del artificio y la violencia, tar al que le demandase sobre ellos. L a s leyes otorgaban á
imponiendo severas penas á los que osasen turbarnos ó privar- los miembros de la sociedad, el uso libre de sus bienes, y fa-
nos de su goce; luego le hizo comunicables, dando origen á los cultad de hacer de ellos lo que quisiesen, condenando al mis-
contratos, y al fin le hizo trasmisible en el instante de la muer- mo tiempo el antiguo derecho de'/ñañería (1), porque él se opo-
te. abriendo la puerta á los testamentos y sucesiones. La pro- nía á la libertad civil, y chocaba con el derecho de propiedad.
piedad de^ las cosas se adquiere por ocupacion y accesión, por Y por este medio consiguieron los monarcas españoles mejo-
prescripción, por sucesión, ab intestato, por disposición testa- rar el estado de la sociedad, aumentar la poblacion, y que sus
mentaria, y por entrega 6 tradiccion, en virtud de las obliga- villas y ciudades llegasen á un estado de suma grandeza, de
ciones ó contratos. Escritores famosos han llamado terrible, gloria y prosperidad,
y quizá no necesario, al derecho de propiedad, considerándole
como l a causa verdadera de todos los males y vicios que afli-
gen al linage humano; mas otros no menos célebres, al paso
que miran con horror las leyes tiránicas y sanguinarias que se C A P Í T U L O II.
han fundado sobre este derecho, preconizan al derecho en sí
mismo, como que no presenta sino ideas de placer, de seguri- De las cosas y modo de adquirir su dominio.
dad y de abundancia: por esta razón no fueron, observa el Sr.
Marina (1), menos vigilantes los antiguos legisladores, en pro-
1 Los jurisconsultos distinguen las palabras cosa y bienes,
curar la seguridad de las propiedades que la de las personas;
tomando á aquella latamente y á ésta en un sentido estricto.
tomaron al efecto las mas loables precauciones, como pueden
Se llama cosa todo lo que existe y puede traer al hombre al-
verse en todos los códigos de Castilla v León. Por ellos era
guna utilidad, ya esté en su patrimonio ó fuera de él. Así,
prohibido tocar en los bienes ágenos: lá propiedad era un sa-
por ejemplo, el aire, el agua, el mar, son cosas, a u n q u e no es-
grado que debía respetar el mismo soberano, el cual, en virtud
tán en el dominio de nadie; al contrario, las que forman nues-
de la ley y del pacto, no podia despojar á ninguno de sus bie-
tro patrimonio, se llaman bienes [en latin pecunia]: de suerte,
nes, ni confiscarlos sin delito probado v manifiesto; lo que se
que bajo esta palabra, no solo comprenden los jurisconsultos el
reputo siempre por ley principal del remo, y como tal se con-
dinero, sino todo lo que comprende el caudal del hombre, co-
tirmo muchas veces en cortes.
mo rebaños, campos, predios, &c. (2).
Para precaver, continúa el mismo escritor, que se inquietase 2 Ahora se entenderá fácilmente la primera división (3) de
al propietario, y evitar pleitos y litÍ2Íos. mandaron las leyes q " e
las donaciones, compras y ventas, se hiciesen públicamente en ( 1 ) E s t o es, la esterilidad en las h e m b r a s ó en las tierras, y por eso
días señalados y ante testigos. E l propietario que poseyese se llamó así el derecho q u e tenian los reyes y s e ñ o r e s p a r a suceder e n
los bienes á los q u e morían sin sucesión legítima.
( 2 ) Así, en las leyes de las doce tablas se decia: " P a t e r familias uti
legasset s u p e r pecunia, t u t e l a v e su¡e rei, ita j u s esto: y S a n Agustin, de
han regido en n u e s t r a R e p ú b l i c a . L a s bases o r g á n i c a s reconocieron y
analizaron este derecho en los términos s ¡ g u i e n t e s : - " L a propiedad ec doctrina crist. c a p . 6. dice: Q,uídqoid hornines possident, q u o r u m domi-
inviolable, sea q u e p e r t e n e z c a á p a r t i c u l a r e s ó corporaciones, y n i n g u - ni s u n t pecunia vocattir, s e r v u s sit, vas, a g e r , arbor, pecus. quidquid
no puede ser privado ni t u r b a d o en el libre celo y a p r o v e c h a m i e n t o de h o r u m est pecunia v o c a t u r . " L a razón de esta denominación jurídica es,
a q u e le corresponda s e g ú n las leyes, y a consista en cosas, acciones ó p o r q u e la m a y o r p a r t e de las r i q u e z a s de los antiguos, consistía en re-
derechos, o en el e j e r c i d o de u n a profesión ó industria q u e le h u b i e r e b a ñ o s y bestias de c a r g a ; d e r i v á n d o s e de la voz latina pecudes, m u c h o s
g a r a n t i z a d o la ley. C u a n d o a l g ú n ohje.o de utilidad pública e x i g i e r e vocablos q u e significan r i q u e z a , ó hacen alusión á ella, c imo pecunia,
su ocupacion, se h a r á ésta, prévia la c o m p e t e n t e indemnización, en el peculi inri, peculutus, tf-c.
modo q u e e x p o n g a la l e y . " — F r a c c i ó n 13 del art. 9. ( 3 ) D e b e observarse con D o m a t q u e la clasificación de las cosas, así
( 1 ) E n s a y o histórico crítico sobre la legislación, tomo 1, lib. 5, i,úm. como la de las personas, d i m a n a u n a de la n a t u r a l e z a ó de las leyes ci-
o d y siguientes. viles, y por lo mismo es ó n a t u r a l ó civil.
que creó el derecho de propiedad, mirándole como el mas iden- quieta y pacificamente por año y dia cualesquiera bienes, y los
tificado con nuestra existencia, le hizo estable al mismo tiem- hubiese adquirido á justo título, no tenia obligación de contes-
po, y le aseguró contra los conatos del artificio y la violencia, tar al que le demandase sobre ellos. L a s leyes otorgaban á
imponiendo severas penas á los que osasen turbarnos ó privar- los miembros de la sociedad, el uso libre de sus bienes, y fa-
nos de su goce; luego le hizo comunicables, dando origen á los cultad de hacer de ellos lo que quisiesen, condenando al mis-
contratos, y al fin le hizo trasmisible en el instante de la muer- mo liompo el antiguo derecho de mañería (1), porque él se opo-
te. abriendo la puerta á los testamentos y sucesiones. La pro- nía á la libertad civil, y chocaba con el derecho de propiedad.
piedad de^ las cosas se adquiere por ocupacion y accesión, por Y por este medio consiguieron los monarcas españoles mejo-
prescripción, por sucesión, ab intestato, por disposición testa- rar el estado de la sociedad, aumentar la poblacion, y que sus
mentaria, y por entrega 6 tradiccion, en virtud de las obliga- villas y ciudades llegasen á un estado de suma grandeza, de
ciones ó contratos. Escritores famosos han llamado terrible, gloria y prosperidad,
y quizá no necesario, al derecho de propiedad, considerándole
como la' causa verdadera de todos los males y vicios que afli-
gen al linage humano; mas otros no menos célebres, al paso
que miran con horror las leyes tiránicas y sanguinarias que se C A P Í T U L O II.
han fundado sobre este derecho, preconizan al derecho en sí
mismo, como que no presenta sino ideas de placer, de seguri- De las cosas y modo de adquirir su dominio.
dad y de abundancia: por esta razón no fueron, observa el Sr.
Marina (1), menos vigilantes los antiguos legisladores, en pro-
1 Los jurisconsultos distinguen las palabras cosa y bienes,
curar la seguridad de las propiedades que la de las personas;
tomando á aquella latamente y á ésta en un sentido estricto.
tomaron al efecto las mas loables precauciones, como pueden
Se llama cosa todo lo que existe y puede traer al hombre al-
verse en todos los códigos de Castilla v León. I J or ellos era
guna utilidad, ya esté en su patrimonio ó fuera de él. Así,
prohibido tocar en los bienes ágenos: lá propiedad era un sa-
por ejemplo, el aire, el agua, el mar, son cosas, a u n q u e no es-
grado que debía respetar el mismo soberano, el cual, en virtud
tán en el dominio de nadie; al contrario, las que forman nues-
de la ley y del pacto, no podia despojar á ninguno de sus bie-
tro patrimonio, se llaman bienes [en latin pecunia]: de suerte,
nes, ni confiscarlos sin delito probado v manifiesto; lo que se
que bajo esta palabra, no solo comprenden los jurisconsultos el
reputo siempre por ley principal del reino, y como tal se con-
dinero, sino todo lo que comprende el caudal del hombre, co-
tirmo muchas veces en cortes.
mo rebaños, campos, predios, &c. (2).
Para precaver, continúa el mismo escritor, que se inquietase 2 Ahora se entenderá fácilmente la primera división (3) de
al propietario, y evitar pleitos y litiaios, mandaron las leyes q " e
las donaciones, compras y ventas, se hiciesen públicamente en ( 1 ) E s t o es, la esterilidad en las h e m b r a s ó en las tierras, y por eso
días señalados y ante testigos. E l propietario que poseyese se llamó así el derecho q u e tenian los reyes y s e ñ o r e s p a r a suceder e n
los bienes á los q u e morían sin sucesión legítima.
( 2 ) Así, en las leyes de las doce tablas se decia: " P a t e r familias uti
legasset s u p e r pecunia, t u t e l a v e su¡e rei, ita j u s esto: y S a n Agustín, de
han regido en n u e s t r a R e p ú b l i c a . L a s bases o r g á n i c a s reconocieron y
analizaron este derecho en los términos s ¡ g u i e n t e s : - " L a propiedad ec doctrina crist. c a p . 6, dice: Q,uidquid hornines possident, q u o r u m domi-
inviolable, sea q u e p e r t e n e z c a á p a r t i c u l a r e s ó corporaciones, y n i n g u - ni sunt pecunia vocatur, s e r v u s sit, vas, a g e r , arbor, pecus, quidquid
no puede ser privado ni t u r b a d o en el libré celo y a p r o v e c h a m i e n t o de liorum est pecunia v o c a t u r . " L a razón de esta denominación jurídica es,
a q u e le corresponda s e g ú n las leyes, y a consista en cosas, acciones ó p o r q u e la m a y o r p a r t e de las r i q u e z a s de los antiguos, consistía en re-
derechos, o en el e j e m c o de u n a profesión ó industria q u e le h u b i e r e b a ñ o s y bestias de c a r g a ; d e r i v á n d o s e de la voz Ialina pecudes, m u c h o s
g a r a n t i z a d o la ley. C u a n d o a l g ú n objeto de utilidad pública e x i g i e r e vocablos q u e significan r i q u e z a , ó hacen alusión á ella, c imo pecunia,
su ocupación, se h a r á ésta, prévia la c o m p e t e n t e indemnización, en el peculi inri, peculutus, tf-c.
modo q u e e x p o n g a la l e y . " — F r a c c i ó n 13 del art. 9. ( 3 ) D e b e observarse con D o m a t q u e la clasificación de las cosas, así
( 1 ) E n s a y o histórico crítico sobre la legislación, tomo 1, lib. 5, i,úm. como la de las personas, d i m a n a u n a de la n a t u r a l e z a ó de las leyes ci-
o d y siguientes. viles, y por lo mismo es ó n a t u r a l ó civil.
las cosas, que consiste en que unas son de derecho divino y
otras de derecho h u m a n o (1). L a s primeras son las que, por consagran (1): las reliquias de los sautos (2): los cemente-
decirlo así, se han preservado del dominio de los hombres, rios ó panteones en que se sepultan los cadáveres de los fieles,
atribuyéndose y dedicándose á Dios ó á usos peculiares de la supuesto que se consagran y bendicen para ese uso piado-
Iglesia (2). Estas, en c u a n t o á la utilidad que prestan á los so (3).
mismos hombres, se llaman cosas, sin embargo de no pertene- 4 Se denominan cosas eclesiásticas, aquellos bienes que
cer al patrimonio particular de alguno. Mas por el contrario, están destinados á sufragar los gastos, del culto y manteni-
son de derecho h u m a n o las que entran en el dominio y comer- miento de los ministros del altar (4), debiéndose emplear el
cio de los hombres, como son las casas, heredades, campos, sobrante, después de cubiertos estos gastos, en obras de bene-
bestias y otras muchas. I)e las cosas de derecho divino, unas ficencia y piedad (5). E n t r e éstas y las sagradas, hay la di-
lo son en lo absoluto y otras en cierto modo. Siendo'de la ferencia de que no están consagradas como aquellas, ni dedi-
primera clase las sagradas, las eclesiásticas y las religiosas, y cadas inmediatamente á los usos divinos (6); mas en aten-
de la segunda las santas (3). ción á que sus réditos sirven para el sostenimiento del culto y
manutención de sus ministros, se consideran mediatamente
3 Cosas sagradas según la ley (4), son aquellas que consa-
destinadas al servicio de Dios, y por lo mismo son de derecho
gran los obispos, como por ejemplo las iglesias, los templos,
divino (7). Generalmente hablando, está prohibida la ena-
los altares, las cruces, los cálices, los vestidos ó paramentos, y
genacion de las cosas sagradas y eclesiásticas (8), excepto en
todos los demás objetos establecidos para el culto divino y ser-
ciertos casos y con varias formalidades, que por.no ser de
vicio de la Iglesia, porque son fechos, según se expresa otra
nuestro propósito ni objeto, no las explicamos a q u í . Los bie-
ley (5), para servicio de Dios, é son sagradas en sí mismas,
nes raices de las Iglesias no se prescriben sino por el espacio
para las obras que con ellas facen: é a u n sin todo esso, las
de cuarenta años, y los de Roma por el de ciento (9).
mas de ellas consagran los obispos. Antonio Gómez (0) enu-
mera entre las cosas sagradas, las custodias, los cálices, las 5 L a ley de Partida (10) llamaba religioso '•'aquel logar do
aras, los paramentos y otras semejantes; pero no las que solo es soterrado algún orne quier sea libre, quier siervo si es so-
pertenecen al ornato y culto divino, como las vinageras y lien- terrado para nunca mudarlo ende, é si yace y todo el cuerpo
zos ó frontales que sirven para que los altares se cubran; y ó d lo menos la cabeza:" pero ya no se sepultan los cadáveres
respecto de las cruces advierte que son sagradas en cuanto á sino en cementerios ó panteones públicos, los cuales, como se
lo que representan como figura de la en que murió Jesuciisto; ha dicho, se consagran y bendicen para tales objetos, y que
mas no por su materia, no estando bendita ó consagrada por por lo mismo pertenecen á las cosas sagradas y no á las reli-
el obispo, c u y a distinción es aplicable á las imágenes de Dios giosas. Se tienen por lugares religiosos los llamados xenodo-
y los santos y á los libros de la Sagrada Escritura, pues que cliia, que son unos hospitales destinados á peregrinos pobres;
lo son en su contenido, a u n q u e no en su materia. Son igual- los nosocomia para enfermos; orphanotofia para huérfanos;
mente cosas sagradas las personas de los eclesiásticos secula- brephotrophia para expósitos, y gerontocomía para ancianos:
res ó regulares de a m b o s sexos, por las órdenes que tienen
( 1 ) M e r z e n f e l d t , l u g . cit.
unos, y religión que profesan otros (7): las c a m p a n a s que se ( 2 ) Lancelloto. Inst. canon, lib. 2, tít. 17.
( 3 ) C a p . 7 d e c o n s a c r a t . Eccles. G o n z a l e z , a r g u m . de la ley 3, tít.
18, p a r t . 2. Lancelloto, l u g . cit.
( 4 ) A l v a r e z . Institut. Iii». 2, tít. 1.
(1) L e x . 1, ff. de r e r . divis.
( 5 ) L e y 12, tít. 28, p a r t . 3.
(2) L e y 12, lit. 25, p a r t . 3.
(6) Heineccio E l e m . j u r . sec. o r d . inst. n. 321.
(3) M e r z e n f e l d t . E x e g e s i s ad inslilut. Justin, lib. 2. tit. 1, sec.
1) § ( 7 ) A l v a r e z , l u g . cit.
(S) L e y e s 1, tít. 14. p a r t . 1 y 13, tít. 28. p a r t . 3.
(4) L e y 13, tit. 28, p a r t . 3.
( 9 ) L e y 28, tít. 29, p a r t . 3.
(5) L e y 1, lit. 18, p a r t . 1 . «
( 1 0 ) C a p . 4 de religiös, domibus. L e y 26, tít. 29, p a r t . 3. Lancello-
(6) V a r . R e s . torn. 3, c a n . 5, p a r t . 1. to, Inst. can. lib. 2, títs. 17 y 23. Rcinll'enstuel J u s . canon, lib. 3, tít.
(7) Cit. ley 18, 26, n. 2.
lo son también ias cofradías y congregaciones y cualesquiera
otros lugares destinados á obras de caridad y misericordia 6 propiamente, sino tan solo por la semejanza que tienen con las
religión no consagrados, y siempre que se hayan establecido sagradas y religiosas, en cuanto á que del mismo modo que
por autoridad del obispo (1). pues sin ella se llaman solo lu- éstas no están en la propiedad de alguno, ni de ellas usan to-
gares piadosos (2). El adjetivo religioso, lomado latamente, dos (1).
se aplica también á lo sagrado, cuya voz no conviene por el 7 T r a t e m o s ahora de las cosas de derecho h u m a n o . Para
contrario á lo puramente religioso (3); sin embargo, t u el uso hacer de ellas su debida clasificación, debemos observar con
común, dice Picher (4) que se toman las expresiones de lu- Vattel (2) que entre las cosas que contiene el pais que ocupa
gar religioso, sagrado y pió. una nación, hay unas que por naturaleza no pueden ocuparse,
6 Cosas sanctas son las que mediante alguna pena están de las que ninguna persona puede atribuirse su propiedad per-
puestas al abrigo de la violacion de los hombres: de ellas pone maneciendo en la comnnion primitiva antes y aun despues
por ejemplo la ley de partida, los muros y puertas de las ciu- del apoderamiénto del pais, y esas se llaman comunes. To-
dades y villas, refiriendo en seguida que en la legislación ro- do cuanto sea susceptible de propiedad en el pais, pertenece á
mana (5) se imponía pena de muerte á los que las quebran- la nación ocupante, y forma la masa total de sus bienes; pero
tasen, rompiesen ó forzaran, escalándolas, ó de cualquiera otra no en todos su posesion es igual. Los repartidos entre las co-
manera, cuya disposición juzga Gregorio López (6) que se munidades particulares se llaman bienes públicos. De ellos,
aprobó por el autor de las partidas en el hecho de insertarla en unos se consideran reservados para cubrir las necesidades del
ese código, y que con arreglo á ella deberían ser condenados á Estado y son del dominio de la República (3), y otros per-
muerte los que con ánimo doloso violaran los expresados obje- manecen comunes á todos los ciudadanos, que se aprovechan
tos, y á una pena extraordinaria faltando el dolo. La legisla- de ellos según sus necesidades y según las leyes que reglamen-
ción romana numera entre las cosas sanctas á los embajadores tan su uso. Existen otras que pertenecen á algún cuerpo, co-
ó legados (7) á las personas de los padres y patronos (8) y munidad ó consejo, y se llaman bienes de universidad, y con-
á las leyes (9): algunos autores añaden ademas, que deben servan hácia este cuerpo en particular la misma relación que
tener el carácter de sanctas los términos ó mojones de las he- las públicas respecto á toda la nación. Por último, las que po-
redades cuya traslación está prohibida, no solo por derecho sea cualquier individuo se titulan particulares (4).
divino (10), sino por el humano (11), los asilos y la casa parti- 8 E n t r e las comunes, la ley de partida (5) cuenta al aire,
cular de cada uno (12), á la que apellida el jurisconsulto Ca- las aguas de las lluvias, al mar y su ribera, advirtiendo que
yo ('tutissimum cuique refugium atque receptaculum (13)." de ellas puede usar cualquiera criatura que viva, fuese hom-
L a s cosas sanctas se dicen cuasi ó como se explica Justinia- bre, ave ó bestia (6). E l mar es el conjunto de agua que cir-
no (14), en cierto modo de derecho divino, porque no lo son cunda la tierra (7). Su uso consiste en la navegación y en
la pesca (8); es inagotable, y basta para satisfacer las necesi-
dades de todos los hombres: n i n g u n a nación puede apoderarse
(1) Pichler J u s . canon, lib, 3, tit. 3l3. n. 1.
(2) Reinffenstuel, lug. cit. con justo título de su imperio, porque la naturaleza nunca
(3) Pichler l u g . cit. concede el derecho de apropiarse aquellas cosas que en el es-
(4) L e y 15, Ut. 2S, p a r t . 3,
(5) GÌ. 2 de dicha lev 15.
(6) L e y 17, il', ile legationibus. ( 1 ) Derecho de g e n t e s , lib. 1, c a p . 20, n. 235.
(7) L e y 9 ff. de obseq. p a r e n t . e t patron, prest. ( 2 ) L e y 11, tít. 28. p a r t . 3.
(8) L e y 9, § 3, ff. de R . d. (3) L e y 2. tít. 28, p a r t . 3.
(9) Deuteronomio, c a p . 19, v. 4, y 27, v. 17. (4) L e y 3'id.
(10) L e y e s 30, lit. 14, p a r t . 7, y 3 II', de terni, moto. ( 5 ) L e y 2 id.
(11) Merzenfeldt, lug. cit. y Kees, lib. 2, tit. 1 de su jnstit. ( 6 ) C u r i a Filíp. Comerc. naval, cap. 1, n. 1, citando á ley 28 tít. 9,
p a r t . 2.
(12) L e y 18. ff. de J u s . vocando,
(13) § 10, inst. de R . d. ( 7 ) L e y 3 cit.
(14) Vinnio en dich, (8) Vattel, derec. de g e n t . lib. 1, cap. 23, n. 251. Azuni, derecho ma-
rítimo, p a r t e 1, cap. 2, a r t . 1.
tado de comnnion podían satisfacer las necesidades de todos uso común á todos los ciudadanos. E n la primera clase se
(1). Escriche asegura (2) que en los tratados de paz y co- comprenden las rentas nacionales, de las que en nuestro siste-
mercio se han fijado en general á dos leguas de la costa la dis- ma de gobierno unas son generales y pertenecen á la federa-
tancia que se extiende el dominio respectivo de cada soberano ción, y otras particulares y corresponden á los Estados. T a m -
cuyos tratados baña el mar. Vattel (3) advierte sobre este bién son bienes nacionales las fincas rústicas y urbanas que
punto, que no es fácil determinar á qué distancia puede exten- en cualquier tiempo perteneciesen á la hacienda pública (1).
der una nación sus derechos sobre los mares que la rodean: 11 Son cosas públicas de la segunda especie conforme á la
que cada Estado debe disponer en este punto lo que juzgue ley de partida (2), los rios, los puertos y caminos públicos, de
mas útil con respecto á los ciudadanos entre sí, ó á sus nego- los que pueden hacer uso, no solo los naturales de aquellas
cios con el soberano; que de nación á nación todo lo que pue- tierras donde se hallen, sino también los extrangeros (3), á
de decirse mas racional es, que generalmente el dominio del menos que exista alguna ley municipal ó costumbre que limi-
Estado sobre el mar vecino, alcanza á toda la distancia que te el uso á ciertas y determinadas personas. P u e d e definirse
necesite para su seguridad y para hacerse respetar; por último al rio, diciendo que es un conjunto de aguas que corre perpe-
concluye, que en el día todo el espacio de m a r inmediato á las tuamente ó desde tiempo inmemorial, contenido dentro de dos
costas hasta donde alcanza el tiro de cañón, se mira como par- riberas. Se diferencia del torrente, en que éste es efecto de
te del territorio. lluvias a b u n d a n t e s ó derretimientos extiaordinarios de nieves,
9 Conforme al derecho de las partidas, la ribera del mal- de modo que solo corre un corto tiempo y deja seco su albeo
es cosa común; pero en opinion de Vattel (4), sus costas per- la mayor parte del año (4). Los rios, dice Parladorío, citan-
tenecen incontestablemente á la nación dueña del pais de que do unas leyes romanas (5), son públicos cuando no se extin-
hacen parte y son cosas públicas. Si los jurisconsultos roma- guen hasta entrar en el mar, ó solos, ó juntos con otros; y priva-
nos, añade, las colocaban en la clase de las comunes á todos, dos, cuando únicamente pueden servir para regar campos y
es únicamente con respecto á su uso; pero no debe inferirse heredades, &c., por tener su principio y fin entre fundos de par-
que las mirasen como independientes del imperio, porque infi- ticulares. Como el bien individual debe ceder al público, no
nitas leyes demuestran lo contrario. Como quiera que sea, en se permite que se haga en los rios ni en sus riberas ningún
la ribera del mar cualquiera puede hacer casa, ó cabana ú otro edificio que impida la navegación ó embargue su uso común;
edificio moderado de que se aproveche, de manera que por él y si se hiciere ó ya estuviese hecho, deberá arruinarse dentro de
no se embargue el uso público y común (5); y si en ella en-
contrase edificio de otro, no puede derribarlo ni usarlo sin su
( 1 ) L o s t e r r e n o s de la nación que no siendo de propiedad particu-
permiso; a u n q u e si lo derribase el m a r ó algún hombre, ó se lar, ni pertenecientes á corporacion a l g u n a ó pueblo, p u e d e n ser coloni-
cayese, bien podrá otra persona distinta de la que lo derribó, edi- zados, se h a n ofrecido con tal objeto á los n a t u r a l e s y e x t r a n g e r o s
ficar en el mismo lugar (G). T a m b i é n puede cualquiera en la q u e q u i e r a n verificarlo con a r r e g l o á las leyes y r e g l a m e n t o s v i g e n t e s
ribera del mar hacer aderezar, detener, atar naves, velas y redes, y á lo dispuesto en la de 18 de Agosto de 1824. S o b r e esto pueden ver-
enjugarlas y poner mercaderías y pescado, beneficiarlo y ven- se a d e m a s la ley de 5 de Abril de 1830, los decretos de 21 y 26 de No-
viembre de 1823. y 6 de F e b r e r o y 13 de Abril de 1834, la providencia
derlo, y hacer otras cosas semejantes y necesarias á su uso (7). de la secretaría de justicia de 23 de Abril, y la circular de l a m i s m a de
10 E n t r e las cosas públicas se ha dicho que unas se reser- 3 de M a y o de 1833, inserías a m b a s en la Recopilación de Arrillaga,
varon para cubrir las necesidades del Estado y otras son de tom. 1, p á g . 89 y 132, decreto de 4 de Abril de 1837. T a m b i é n deben
tenerse p r e s e n t e s el a r t . 61 de la o r d e n a n z a de I n t e n d e n t e s , y el decreto
de 4 de E n e r o de 1813 y los d e m á s de q u e se h a r á mérito en el cuerpo
(1) Dicción de legisl. a r t . Mar. de esta obra.
(2) L u g . cit. ns. 289 y s i g u i e n t e s .
( 2 ) L e y 6, tit. 28, p a r t . 3.
(3) E n el mismo l u g a r .
( 3 ) L e y cit.
(4) L e y 4, tít. 28. p a r t . 3.
( 4 ) E s c r i c h e , dicción, de legisl. art, Rio.
(5) L e y 3 al fin id. id.
(5) Different. 54, n. 3, y ley 1, § 3, ff. de fluminibus y 1 § 3 IV. U t
(tí) L e y 4 cit. H e v i a B o l a ñ o s , comerc. naval, c a p . 1, n. 32.
in flum. p u b . n a v . liceat.
(7) L e y 4 al fin, tít. 28, p a r í . 3. H e v i a Bolaños, lug. cit. n. 29.
treinta dias útiles á costa del que lo hizo, pagando ademas una
multa, a no ser que tuviere permiso para el objeto (1). Pero pueden usar los de otra tierra contra la voluntad y prohibición
no resultando perjuicio al común, ni incomodidad á otro, pue- de los primeros (1).
de cualquiera del pueblo hacer molino ó aceña en el rio, sin 14 Pertenecen á la primera de estas clases los propios y
que pueda impedirlo el dueño de otro molino que ya estuviere arbitrios de los pueblos. Son los primeros aquellos bienes que
hecho, bajo el pretexto de que se disminuirá la renta del suyo por algún título corresponden al común de cada pueblo, y cu-
(4): y si por los nos en que hay presas de molinos, hubiese de ya renta está destinada á la conservación del estado civil y es-
enviarse a los puertos de mar alguna madera para construc- tablecimientos municipales, comprendiéndose también bajo el
ción de bajeles, se removerá á costa de su dueño cualquier em- mismo nombre aquellas cosas declaradas por tales, en virtud
barazo que aquellos presenten á beneficio de la marina, cuyo de algunas disposiciones legales. Arbitrios, son ciertos dere-
objeto es por demás interesante al Estado (3). Cualquier chos impuestos por la autoridad suprema, sobre los comestibles
pueblo o persona particular puede á su costa edificar puentes y efectos comerciales en los pueblos, que ó carecen de propios,
en los nos, pero sin exigir por ello peage ni otro tributo, no pu- ó son éstos tan escasos, que no alcanzan para las atenciones
diendo ninguno impedir su construcción a u n q u e tenga barcos municipales.
o algunos derechos en el rio, bajo las penas especificadas en 15 L a administración é inversión de los caudales de pro-
las leyes que se citan (4). pios y arbitrios, está, como se ha indicado, á cargo de los res-
pectivos ayuntamientos, con arreglo á las leyes y ordenanzas
12 lias riberas del rio y su arena, son propiedad de aque- (2), en conformidad á las cuales, en cada uno de ellos debe
llas cuyas fuesen las heredades confinantes; pero cualquiera
establecerse con tal objeto una comision denominada junta de
puede usar de ellas ligando sus naves á los árboles allí plan-
hacienda, compuesta del alcalde, presidente, un síndico y de
tados, poniendo sus mercaderías V pescados, vendiéndolos, en-
cierto número de regidores para promover lo que. sea m a s útil
jugando sus ledes y haciendo cuanto sea concerniente al ofi-
al común (3). Estos tienen facultad solamente para admi-
cio de que subsiste (5). Los árboles de la ribera del rio per-
tenecen igua mente al dueño de aquella, el que puede cortar- nistrar, pero de ningún modo para enagenar los bienes de la
los o hacer lo que quisiere, cuando á ellos no estuviere ata- comunidad (4) ni para gravarlos con censos, á no ser que
da alguna nave, ó llegasen á atarla, pues si ejerciese su dere- preceda licencia del soberano (5); no presumiéndose que in-
cho en uno y otro caso estorbaría ó impediría el uso común de
la ribera (6). (1) L e y 9 id. id.
(2) A r t . 11, c a p . 1 del decreto de 23 de J u n i o de 1813. P o r el a r t .
13 E n t r e los bienes de univeisidad, los que merecen pre- 64 del decreto de 9 de O c t u b r e de 1812, se q u i t ó á las a u d i e n c i a s el co-
ferentemente mencionarse, son los pertenecientes al común de nocimiento q u e a c e r c a de los a s u n t o s g u b e r n a t i v o s y económicos de s u s
alguna ciudad, villa ó pueblo. Estos, de la misma m a n e r a provincias les competía conforme á las leyes a n t i g u a s .
( 3 ) A r t . 36 de la O r d e n a n z a de Intendentes.
que las cosas públicas, son de dos maneras, unos que no se
(4) L e y e s 234 del Estilo. 15 tít. 5, p a r t . 5 y 1, y 11, tít. 7 lib. 7 R .
usan por todos, y solo son administrados por el a y u n t a m i e n t o ó 2 y 9 tít. 21, lib. 7 Nov. E l interés del E s t a d o , dice Vattel [ d e r e c h o
o consejo del pueblo, y sus productos se dedican á la utilidad de gentes, lib. 1, c a p . 20, n. 24], exige q u e no se disipen los bienes de
publica (7); y otros que solo son de uso común á los morado- las comunidades, y esto da al soberano u n derecho p a r a i m p e d i r s u ena-
res de aquel lugar, tanto pobres como ricos, y de los que no genacion, como encargo de v e l a r en el bien público. P o r consiguiente,
a ñ a d e , conviene mucho en un estado ordenado, q u e sea inválida la e n a -
genacion de los bienes de comunidad, si no interviene en ella consenti-
miento del superior.
( 5 ) C a r t a a c o r d a d a del consejo de 3 de Julio de 1761 i n s e r t a en el
(2) U y y S f t t ? S f t k V 2< U t - 1 0 > l i b - 7 R - ó 6 - 26, lib. 7 N . T e a t r o de la legislación, tom. 24, p á g . 379. S e g ú n e s t a disposición, no
(3) H e v i a Bolaños. lug. c ¡t. n . 2 6 . e r a n responsables los propios de los pueblos á los censos con q u e se les
(4) L e y 9, tít. 11, lib. 6 R . ó 7 tít. 20, lib. 6 Nov. hubiese g r a v a d o sin licencia superior, a u n c u a n d o las c a n t i d a d e s de és-
(o) L e y 6, tít. 28, p a r t . 3. tos se hubiesen convertido en beneficio común; pero en este caso cree-
(6) L e y 7 id. id. mos debe decirse lo contrario conforme á la ley 3, tít. 1, p a r t . 5, y al a r t .
(7) L e y 10 id. id. 31 de la O r d e n a n z a de I n t e n d e n t e s . E l a u t o 22> tít. 19, lib. 2 R . ó no-
tervino ésta aun cuando trascurra mucho tiempo desde que se
do de propios lo necesario, debiendo formalizarse expediente
verificó la enagenacion, á 110 ser el de cien años, pues con es-
para acreditar la necesidad y utilidad de la obra, y modo de
ta antigüedad ya cabe la presunción de haberse obtenido el
practicarse por arriendo ó administración, según se proporcio-
correspondiente permiso (1). Igual solemnidad es necesaria para
ne y parezca mas ventajoso, el cual se remitirá después á la
las transacciones sobre pleitos en que disputen los ayuntamien-
superioridad, para que examinándose, recaiga la aprobación
tos acerca de la propiedad de los pastos ú otros bienes públicos.
competente, quedando responsable el ayuntamiento en caso de
16 L a administración de los propios y arbitrios abraza tres calificarse abuso, colucion ú otro vicio (1).
puntos principales, en cuyo buen desempeño se cifra el acerta- 18 L a segunda especie de cosas pertenecientes á las ciu-
do gobierno de este ramo: 1. o Arrendamiento de las fincas dades, son aquellas de que, como ya dijimos, pueden usar to-
de propios y de todos los demás ramos que constituyan el ha- dos s u s vecinos sin distinción de clases, y 110 otros (2); cuya
ber municipal. 2 . ° Buena y legítima inversión de sus en- taxativa, dice López, la induce la división del territorio. L a
tradas consignando cada una de ellas á sus diferentes objetos. citada ley de partida pone por ejemplo de esas cosas las fuen-
3. 0 Forrnacion de cuentas y su rendición de un modo públi- tes públicas, las plazas, los mercados, las casas de cabildo, los
co y solemne para que los habitantes del pueblo queden per- arsenales de las riberas de los ríos, los ejidos, las calzadas, los
suadidos del buen manejo de sus conséjales. No nos encar- montes, las dehesas y todos los demás lugares semejantes á
gamos de cada uno de estos puntos, por ser ageno de nuestro éstos que estén establecidos para beneficio común de las ciu-
proposito el esplayarlos, así como el de manifestar los vicios y dades y villas. Ejido se llama el campo que está á la salida
defectos que en la actualidad tienen los ayuntamientos bajo el de las ciudades, pueblos y lugares, y que no se cultiva ni siem-
pie en que se encuentran montados; y solo advertiremos por bra. S11 extensión, según la ley (3), debe ser tanta c u a n t a
vía de paso, que está prohibido por la ley 10 al fin, tít. 10, lib.. se necesite, para que en el caso de que crezca la poblacion,
4 de la Recop. de Indias, que se entregue á los regidores algu- siempre quede bastante espacio para que la gente se pueda
na suma de dinero sin que previamente afiancen su manejo y recrear y salir los ganados sin hacer daño; sobre lo cual es cla-
se obliguen expresamente á rendir cuentas y cubrir sus al- ro que 110 puede darse regla fija, sino que todo debe ser arbi-
cances. trario, en atención á las circunstancias de la grandeza de las
17 Los reparos menores que necesiten los edificios y fun- ciudades, número de sus habitantes, &c. (4). A los pueblos de
dos del común, se costearán del tanto señalado en los regla- indios deben darse por fundo legal para sus sementeras, seis-
mentos para gastos extraordinarios, sin dar lugar á que se inu- cientas varas al rededor de la poblacion por los cuatro vientos,
tilicen y se hagan mas costosos; pero en cuanto á las obras ma- ó las que necesitasen si fueren de mas que de ordinaria vecin-
yores, se representará á su debido tiempo á la superioridad, for- dad, de modo que los indios siembren y vivan sin escasez ni
m a n d o para cada una expediente con la debida justificación (2) limitación. Las estancias de ganados han de ser apartadas
E n los casos en que por cualquier accidente ocurriese nece- de estos pueblos mil y cien varas, medidas éstas y aquellas
sidad urgente de repararlas para evitar mayor perjuicio ó di- desde la iglesia del pueblo, y no desde la última casa. Si se
minución en sus productos, previo el correspondiente recono- siguiere perjuicio de la adjudicación de estos terrenos, así á las
cimiento y tasación del costo, se podrá m a n d a r librar del fen- tierras de repartimiento de los mismos indios, como á las de
los labradores, se indemnizará á unos y otros alargando sus
t a 6, t u . 15, lib. 10 Nov., o r d e n a b a á los escribanos de c á m a r a del con-
distancias para el parage que se reconociere mas á piopósitoy
sejo que no recibiesen petición a l g u n a de ciudad, villa ó lu<rar univer- menos gravoso á ambas partes; y 110 habiendo tierras de repar-
sidad o colegio, p a r a q u e se les dé licencia de t o m a r á censo cualquier
c a n t i d a d de m a r a v e d í s por c u a l q u i e r a c a u s a q u e fuese, sin q u e en ella
y en el a c u e r d o o p o d e r q u e se p r e s e n t a r e , se e x p r e s a s e n los censos q u e ( 1 ) A r t . 24 y 25 del decreto de 16 de N o v i e m b r e de 1786 inserto
p a g a b a y lacultades q u e se liabian dado. en el mismo tomo de la o b r a citada, p á g 417.
( 1 ) Molina de Primogenitis, lib. 2. c a p . 7, n 51. ( 2 ) L e y 9, tít. 28, p a r t . 3.
(2) Orden de 10 de Julio de 1788 i n s e r t a en el T e a t r o de legisla- ( 3 ) Gl. 6 de dicha ley 9.
ción. tom. 24, p a g . 430. • h ( 4 ) L e y 13, lít. 7, lib. 4 l l e c . de Ind.
ti miento de los indios ni de composicion de los labradores de
que poderse resarcir el perjuicio, se hará de las pertenecientes sus ganados (1), tomar la fruta silvestre que produzcan, lle-
a la nación, cor, tanta igualdad, que ni á unos ni á otros se d é var plantas para poner en sus heredades y estancias (2) y
motivo de queja ni á que se susciten pleitos, antes bien se use cortar madera de los montes para su aprovechamiento (3).
con todos de equidad, alentándoles á que cada uno se conten- E n atención á estas disposiciones, la audiencia de México,
ga en sus linderos, y atendiendo especialmente al bien y pro- usando de la facultad que le concedía la ley 9, tít. 17, lib. 4
vecho de los indios (1). Una disposición posterior ordena (2) de la Recop. de Indias, acordó en 20 de Mayo de 1756, se
que a los pueblos de indios se les dé sitio que tenga comodi- previniese á las justicias, no permitiesen se peijudicase en los
dad de aguas y tierras y montes, salidas y entradas para que pastos á los dueños de estancias y montes; pero que éstos no
n f J l n " ? abra tizas, y „ „ ejido de una legua donde pasteen impidiesen á los indios el entrar en ellos al corte de todas aque-
sus ganados. Por último sobre este punto, atendiendo á que llas especies de leña y maderas que necesitasen para sus pro-
el j u i c o que promueven los indios para que se les midan as pios usos y el de sus familias, fábricas y reparo de sus casas
seiscientas varas del fundo legal, cuando se encuentran de- y jacales, como también en el dc sus iglesias; bien entendidos
Laudados por haberse introducido en ellas los colindantes de que no por este beneficio habian de talar, destruir ó destro-
es de los que en derecho se conocen con el nombre de dobles! zar los árboles ui causar ningún perjuicio, pues caso que se hi-
en que todos hacen las veces de actores y reos: v que siendo ciese constar, á mas de que se procedería contra ellos con to-
como es, individuo y universal, de no seguirse en el juzgado á do rigor, quedarían privados de no poderse aprovechar en lo
I « el
Pueblo, resultaría el mconve]iie?,te do sucesivo; cuya pena y prohibición se extendió asimismo con-
que aquellos infelices litigarían, siendo los colindantes de dis- tra los que intentasen el corte de madera ó leña para vender,
m os; fueros, ante el de rada uno, dividiéndose la continencia ó utilizarse en otra forma que no fuese la propuesta de lo ne-
cesario y preciso á sus propios usos y menesteres, á excepción
voreeen S l 7 K°c?i0n á qUe p e h o n a s que tanto fa- de que los dueños se lo conceiiesen bajo algunos pactos ó pen-
no! p i t e leyes, abandonaran un derecho tan reiomendable siones, en cuyo caso lo podrían ejecutar, cumpliéndoles y satis-
poi ellas mismas; en cambio de evitar los gastos y dilaciones faciéndoles en lo que se ajustasen, celando y velando las jus-
,ne es habían de producir tales instanciasfse resolvió qu ía ticias el que así se cumpliese y ejecutase, pena de quinientos
d e a , inl'n "a C n0 Ce P Í V a , Í V a
° , ; ' y o c l u s i v a m e n t e de pesos.
dichas instancias, sea cual fuese el fuero de los colindan- 20 Los que no sean vecinos, no pueden usar de los pastos.

munes ^ L r ^ * ' P a S t ° S * a § n a s ( 4 ) d e »» P»eblo, son co- sion y r e p a r t i m i e n t o d e a g u a s , se g u a r d e y p r a c t i q u e e n t r e los e s p a ñ o -


d
' ; A T V G C , , , 0 S -, 6 , 1 C " y ° n ú m e r o ^ comprenden les, e n t r e q u i e n e s e s t u v i e r e n e s p a r t i d a s y s e ñ a l a d a s las t i e r r a s , intervi-
( S q e puede
____ " " S ° z a r libremente y traer allí n i e n d o p a r a esto los m i s m o s n a t u r a l e s q u e a n t e s los t e n í a n á su c a r g o ,
con c u y o p a r e c e r s e a n r e g a d a s y se dé á c a d a u n o el a g u a q u e d e b e n
(1) Alvarez, Inst. 2, tít. 1 t e n e r s u c e s i v a m e n t e de u n o en otro, p e n a d e q u e al q u e q u i s i e r e p r e f e -
rir, y la t o m a s e y o c u p a s e p o r su propia a u t o r i d a d , le s e a q u i t a d a h a s t a
y f u é h e d í e n ^ d l l r / ^ ^ / ' - r ^ ^ ^ ^ [ q U e S e t r a s c r i h e - A l a n t e ¡,
q u e todos los i n f e r i o r e s á él r i e g u e n las t i e r r a s q u e t u v i e r e n s e ñ a l a d a s .
m e f o h V r e n 122 t 1 5 ? Z ' m ? T l e n i o s a " , o s d c B e l e ñ a , pri-
E n las c é d u l a s d e 18 d e N o v i e m b r e d e 1S03 y 22 d e J u n i o d e 1S07, estíi
d e c l a r a d o q u e el v e c i n d a r i o d e las c i u d a d e s es el único d u e ñ o d e t o d a s
las a g u a s q u e se c o n d u c e n p o r c a ñ e r í a s públicas, y q u e s i e m p r e q u e l a s
necesite p a r a su surtido, d e b e n q u e d a r p r i v a d o s d c ella los p a r t i c u l a r e s
q u e l a s g o c e n p o r m e r c e d ó concesion del a y u n t a m i e n t o , r e i n t e g r á n d o l e s
l a s c a n t i d a d e s q u e h u b i e s e n s a t i s f e c h o . A s i m i s m o se p r o h i b i ó el que s e
(f) C é d u l a d e 14 de M a y o d e 1804. hiciesen n u e v a s concesiones ó m e r c e d e s p o r precio ni sin él, sin q u e p r e -
c e d a p e r m i s o s u p e r i o r é instrucción de e x p e d i e n t e .
de un juez «A I n d " el n o m b r a m i e n t o
tierras, c h a c z a s s e m e n c e r a s v a hrp f In f r a °lue rieguen sus (1) L e y 3. tít. 6, lib. 7 11. ó 2 tít. 18. lib. 6 N .
l¡u 4 ¡ , , ' s e m e n t e r a s , y a b r e v e n los n-anados. L a lev t i iír 7 (2) L e y 5. tít. 17. lib. 4 R . I n d .
h b . 4 , d , o r d e n a q u e el m i s m o o r d e n q u e los indios t u v i e r e ? enkdM- (3) L e y 8 id. id.
Así, el guarda de éstos, a u n q u e carece de jurisdicción, puede de este ramo, han de visitar cada año los montes y cuidar de
aprehender los ganados que no fuesen del lugar; pero estos q u e se ejeculi n las penas establecidas (1) contra los infracto-
ganados aprehendidos no deben maltratarse, retenerse ni en- res, ó las convenientes á su arbitrio (2). T o d o esto se expu-
cerrarse, y solo por este medio se obligará á sus dueños á sa- so mas en las ordenanzas de 7 y 12 de Diciembre de 1784.
tisfacer el daño justificado con apreciadores, testigos. &c., y la m a n d a n d o que no se cortasen árboles sin la respectiva licen-
pena que las ordenanzas del pueblo impusieren (1). La acción cia, y con tal que por cada árbol viejo se planten tres nuevos.
para aprehender los ganados es popular, y así cada vecino pue- Ademas se veda toda tala y quema de alamedas públicas,
de mover pleito sobre ello (2), y los gastos del pleito se sacarán montes, bosques, &c., y se manda que cada vecino plante ca-
de los bienes del consejo (3). Los carreteros, conductores ó ar- da año cinco árboles en los sitios que mejor pareciere. Esta
rieros pueden con sus muías pacer de camino en los términos ordenanza se extendió á los montes de particulares en cédula
públicos, y aun cortar leña para guisar, y madera para reparar de 18 de Octubre de 1765 (3); pero posteriormente se deroga-
y componer los carros si se les rompiese alguna pieza (4); y ron y anularon en todas sus partes las leyes y ordenanzas de
sin embargo de cualquiera costumbre (que está declarada abu- montes y plantíos en cuanto conciernen á los de dominio par-
so ó corruptela) nada ha de cobrárseles, exigírs< les ni deman- ticular, y en su consecuencia quedaron los dueños en absoluta
dárseles por razón de pastos ó aguages, ni impedírseles las libertad de hacer de ellos lo que mas les acomode, sin sujeción
detenciones que necesitan hacer para la conservación de sus alguna á las reglas y prevenciones contenidas en dichas leyes
recuas, pena de doscientos pesos por primera vez, que se exi- y ordenanzas, teniendo igual libertad para cortar sus árboles
girá irremisiblemente y se procederá á lo demás á que h a y a y vender sus maderas á quienes quisieren, y ni el estado t:i
lugar (5). cuerpo alguno, ni persona particular, podrá alegar para estas
21 E n los montes y plantío del común, está á cargo de los compras privilegio de tanteo ó preferencia ú otros semejantes,
ayuntamientos la vigilancia y cuidado que prescriben las le- los cuales también se derogaron, debiendo hacerse los contra-
yes, debiendo procurar con todo esmero la conseivacion y re- tos por convenciones enteramente libres entre las partes. Los
producción di: ellos con la mas exacta observancia de los re- terrenos destinados á plantío, cuyo sueldo ó arbolado fuesen
glamentos que rijan en la materia en todo aquello que no esté de dominio particular, se declararon asimismo cerrados y
derogado ó modificado por disposiciones posteriores (6). E n acotados perpetuamente, y sus dueños con facultad de cerrar-
los términos de las ciudades, villas y lugares, deben plantear- los y aprovechar como quisieren los frutos y producciones, de-
se montes y los árboles que convenga para que h a y a pastos j a n d o libre el paso de caminos reales ó travesías de servidum-
para los ganados y abasto de leña y madera con el menor da- bres, cañadas y abrevaderos, como también el disfrute de caza
ño que sea posible de las labranzas (7). Los árboles j a m a s y pesca (4).
han de cortarse por el pié. pues de otro modo no podrán vol-
ver á crecer y aumentarse (8). Las autoridades encargadas ( ! ) L e y e s 7. tít. 7, lib. 7 R . ó 1, tít. 24, lib. 7 Nov. y 14 al fin, tít. 17
lib. 8 R . I.
( 1 ) L e y 14 al p r i n . id. id. ( 2 ) L e y 15, tít. 7, lib. 7, II. ó 2 lít. 24, lib 7 Nov.
(2) A r g u m . de las leyes 7, tít. 4, lih. 4 F . 11. y 12, tít. 7. lib. 7 R . ó ( 3 ) L e y 16 al fin, til. 17, lib. 4, R . I.
1. «s, tít. 25, lib. 7 Nov. L a ley 20 al fin, tít. 3. lib. 6 l l e c . Ind. permite ( 4 ) E s t a s y otras m u c h a s y l a r g u í s i m a s disposiciones q u e seria in-
á los indios q u e p u e d a n m a t a r el g a n a d o q u e e n t r a r e en sus tierras sin útil y fastidioso estractar, se h a n dado en diferentes épocas p a r a la con-
pena alguna servación y a u m e n t o de m o n t e s y plantíos, con el objeto de q u e hubiese
( 3 ) A r g . de la 10. vers si alguno, tit. 11, p a r t . 3, y de la 12 cit. a b a s t o d e l e ñ a p a r a el consumo de los vecinos, de m a d e r a p a r a cons-
(4) Otero de pascuis, c a p . 29. trucción de casas y navios, y de pastos y abrigo p a r a los g a n a d o s . M a s
p a r e c e q u e el a m o n t o n a m i e n t o de o r d e n a n z a s , lejos de c o n t r i b u i r al fo-
( 5 ) L e y e s 3 y 4, tít. 19, lih. 6, R . ó 3 y 4 y n o t a 1, tít. 28, lib. 7 Nov.
mento del arbolado, no h a servido sino p a r a destruirlo y aniquilarlo casi
(6) B a n d o de 19 de Julio de 1785, inserto en los a u t o s de B e l e ñ a ,
e n t e r a m e n t e , así en los montes conséjales como en los particulares, por-
ú l t . fol. n. 582.
q u e en aquellos no h a habido vecino q u e no h a y a p r o c u r a d o aprove-
( 7 ) A r t . 8. c a p . 1 del decreto de 23 de J u n i o de 1813. charse de s u s producciones, sin t o m a r p a r t e a l g u n a en promoverlas, á pe-
(8) L e y e s 15, tít. 7, lib. 7, R ó 2, tít. 24, lib. 7 N . y 16, tít. 17, lib. s a r de las leyes que siempre h a n sido y s e r á n i m p o t e n t e s en s e m e j a n t e
22 E n materia de pastos se atiende principalmente á la cos-
tumbre inmemorial; pues a u n q u e la ley 7, tít. 29, part. 3, di- llegada, seria apropiársele mayor y ofender la ley de la igual-
ce que no se prescriben las cosas públicas corno dehesas, eji- dad (1). Ademas, como observa Domínguez (2), si en di-
dos, &c., esto no debe entenderse de la prescripción inmemo- cho caso se impidieran m ù t u a m e n t e los concurrentes, nacerían
rial (1). Por consiguiente, si se suscita disputa ó pleito so- discordias y se seguirían efectos contrarios al fin y objeto del
bre si los baldíos pertenecen al consejo del lugar ó á otro al- derecho natural. La misma regla debe observarse con respec-
guno, deberá estarse á la posesión inmemorial (2). A u n q u e to á las cosas comunes que se consumen con el uso, porque
los actos de los particulares no perjudican regularmente á la pertenecen al primero que se sirve de ellas, y otro que llegue
comunidad, podrán adquirirse, no obstante, los pastos por he- no tiene derecho para despojarlo (3). Nadie, pues, puede
chos de sus vecinos (3). Los pastos de los lugares yermos y prohibir á otro el uso de las cosas comunes, y contra el que lo
despoblados, deben arreglarse ó adjudicarse á los inmediatos, hiciere, concedía el derecho romano acción de injuria (4).
(4) y el pueblo que abunde de ellos, conceder al vecino que _ 25 Bienes particulares ó de cada uno, son aquellos que es-
esté falto los que le sobren (5). tán en el patrimonio de cada particular, ya sea verdaderamen-
23 El derecho de pastos concedido á un pueblo, es perpe- te, como si en la actualidad tiene dominio en ellos, ó ya por fic-
tuo y se reputa por cosa raiz, y sobre él se puede constituir ción cuando la ley ó el derecho finge que u n a cosa está en do-
censo (6); y si se concediese á un particular, solo se entiende minio de uno, no teniendo en realidad señor alguno, como v.
para el número de cabezas q u e tuviere al tiempo de la conce- g., la herencia yacente (5).
26 T a m b i é n se dividen las cosas en corporales <: incorpo-
. sion (7).
rales: las primeras son las materiales, que estando sujetas á
24 E n el uso de las cosas comunes que no pueden servir
los sentidos externos, pueden verse y tocarse. Las segundas,
á muchos á un tiempo, debe observarse con mucha fidelidad,
las que no pueden percibirse, porque ellas consisten en el de-
como dice Yattel, el derecho de prevención (8). Se llama así
recho y facultad que tiene el hombre para hacer a l g u n a cosa,
la preferencia que merece el primer ocupante en el uso de es-
el cual en sí solo puede concebirse por el entendimiento, aun-
ta especie de cosas de q u e está en cuasi posesiou (9). Por
que sus efectos se sujeten á los sentidos, como el derecho de
ejemplo, si yo saco agua de un pozo común ó público, cual-
cazar en un bosque, las servidumbres, las obligaciones y así
quiera persoua que llegue despues, no puede quitarme para ha-
otras varias. Se diferencian unas de otras, ademas de la cir-
cer lo mismo, sino que debe esperar á que yo concluya, por-
cunstancia expresada en la definición, en que las corporales
que uso entonces de mi derecho, y nadie puede perturbarme
se poseen y entregan real y verdaderamente, y las incorpora-
en él, y aquella persona que lo tiene igual, no puede hacerlo
les solo impropiamente (6), por lo que en ellas se dice que
valer en perjuicio del mió, pues que obligarme á cesar con su
solo h a y cuasi dominio, cuasi posesion y cuasi tradición, co-
mo explicaremos en los capítulos siguientes. Distínguense
materia, y en estos no h a podido menos de a m o r t i g u a r s e la actividad de también en el tiempo necesario para su prescripción; y por úl-
los propietarios con la m u l t i t u d de t r a b a s q u e h a n puesto las o r d e n a n -
timo, en las acciones con que las reclamamos, pues para las
z a s mismas. R e d ú z c a n s e los montes comunes á p-opiedad particular-
cesen las formalidades y vejaciones en ellos, y luego se verá cómo pros- unas se concede la llamada reivindicatoría (7), y para las
peran, multiplicándose los árboles y pastos. Escrichc. dic. de legis! otras la confesoria ó negatoria (8).
27 L a s cosas corporales se subdividen en muebles é inmue-
• ( 7 , ? , C o r e t 0 d e 1 4 ( i c E n e r o , l e l S 1 2 - y i i r t s - * y 8 del de 8 de J u -
nio de 1813.
( 2 ) Otero de pascuis, cap. 17. (1) H e v i a Bolaños, comerc. nav. c a p . 1, n. 8.
( 3 ) E l mismo, cap. 9, n. 1S. (2) Vattel, l u g a r citado,
( 4 ) E l mismo,'cap. 20 y 21. (3) H u s t . á la curia com. n a v . lib. 3, cap. 1, 23.
( ó ) E l mismo, cap. 23, núms. 14 al 18. (4) Vattel. l u g a r citado, núm. 251.
(G) El propio aut., c a p . 29. (5) L e y 13, § 1, ft'de injuriis. y 2 § 9, ff N e quid in loco publico.
( 7 ) E l mismo, cap. 24. (6) L e y 2, tít. 28, p a r t . 3. '
( 8 ) E l mismo, c a p . 36. (7) L e y 1, tít. 30, p a r t . 3.
( 9 ) Derecho de gentes, lib. 1, c a p . 20, n. 250.
(8) § 1, Iust. de action.
bles ó raices. Muebles son los que se trasladan de lugar á lu- general, pues comprende tanto al directo como al útil; siendo
gar sin sufrir alteración ni detrimento alguno, ó por sí mismas, así que la palabra propiedad solo se toma por el directo. De
como los animales (en cuyo caso, se llaman semovientes) ó por aquí concluye que cuando alguno d e m a n d a alguna cosa con
medio de otro como las inanimadas. Inmuebles por el contrario la acción rei vindicatoria, no debe pedir se le declare la pro-
son los que no pueden llevarse de un lugar á otro sin que. pa- piedad, sino el dominio. Este divídese en directo y útil, pues
dezca su integridad. L a s cosas muebles son preciosas ó no que puede uno estar separado del otro, y pertenecer á dos dis-
preciosas. Preciosas se llaman las que pueden conservarse, tintas personas. E l directo consiste en poder disponer de la
guardándolas, y merecen m a s estimación por su valor, cons- cosa, y el útil en el derecho de utilizar sus productos.
trucción, antigüedad ú otros motivos, como las joyas, los va- 30 El dominio so adquiere de varios modos, unos que tie-
sos de oro ó plata, &c. No preciosas son las que 110 pueden nen su origen en el derecho de gentes, y otros en el civil. Los
conservarse guardándolas, como el trigo y demás semillas, ni primeros se reducen á tres, que son: la ocupacion, la accesión ó
merecen especial atención, v. g., una alhaja de poco valor ó agregación, y la tradición ó entrega. Los segundos se redu-
común y ordinaria (1). D e las inmuebles, u n a s son natu- cen á la prescripción, la herencia, la donacion y el legado ó fi-
ral y otras civilmente tales. Inmuebles naturalmente se lla- deicomiso. Algunos autores numeran entre los modos de ad-
man las que no pueden moverse por impedirlo la naturaleza, quirir el dominio por derecho civil, á ciertos contratos, como la
como los campos, las casas, &c.: civilmente, son aquellas que compra y otros; pero en realidad de verdad ó en rigor, estos no
a u n q u e por su naturaleza pueden moverse, el derecho sin em- son modos sino títulos, que no producen efecto mientras no les
bargo, las reputa inmuebles por estar destinadas para la per- sigue la tradición. E s muy digna de notarse la diferencia que
petua utilidad ú ornato de alguna cosa raiz (2). se encuentra entre el título y el modo de aquirir el dominio: la
adquisición de éste tiene dos causas, u n a próxima y otra re-
2S Los derechos y acciones no se cuentan propiamente en-
mota; la próxima es aquella por la cual se consigue el domi-
tre los bienes muebles y entre los raices, sino (pie constituyen
nio inmediatamente, y remota es la que da ocasion á la exis-
una especie distinta de ambos. Mas como á veces es necesa-
tencia de la próxima; v. g., compro una alhaja á Pedro, y éste,
r i o c o m p u t a r l o s en una ú otra clase para varios efectos del de-
en cumplimiento de su obligación, me la entrega, y yo adquie-
recho, advertimos, que siendo relativos á cosas raices, se ten-
ro el dominio: en este caso, la tradición, en virtud de la cual
d r á n como raices y como muebles cuando se refieran á las de
me hago señor de la alhaja, es la causa próxima; y el contra-
este número (3). Los censos, réditos anuales ó pensiones,
to de compra, que constituyó á Pedro en obligación de entre-
se reputan bienes raices (4) a u n q u e sean redimibles (5).
gármela, es la remota; de modo, que puede decirse que la cau-
29 Puede definirse al dominio, diciendo que es el derecho sa próxima se llama modo de adquirir, y la remota título (1).
que el hombre tiene de disponer de una cosa, y percibir las uti-
31 Por ocupacion se entiende la aprehensión que hacemos
lidades que produzca, según su arbitrio, si no lo impide la ley,
de las cosas materiales que rio sen de otro, con ánimo de rete-
la voluntad del testador, ó algún convenio. L a s leyes dan tam-
nerlas. Se llama aprehensión real, la ocupación, y ésta debe
bién al dominio el nombre de propiedad (6). Pero como ad-
ser tal, cual la requieran las circunstancias de la cosa; v. g..
vierte el Sr. Gregorio López (7), la voz dominio es mas lata y
que coja una fiera, que ponga los piés en el fundo, &c.; pero se
añade, con ánimo de adquirirla para sí; porque si falta este, na-
( 1 ) § 2. eod. M e r z e n f e l d t , Inst. lib. 2, tit. 2, § 1, n. 3. da se adquiere por la aprehensión sola, de la misma suerte que
( 2 ) M e r z e n f e l d t . l u g a r citado, n. G. el ánimo solo no basta sin la aprehensión (2). L a razón poi-
(3) L e y e s 29 y 31, tít. 5, p a r t . 5; y 5 y 13 y siguientes, fi' de ac- qué se exigen ambos requisitos es, porque mientras la cosa no
tion e m p t i e t vendili.
se toma, no hay motivo para decir que pertenece á uno m a s
( 4 ) C u r i a filípica, part. 2, § 15, n. 14. A los dos a u t o r e s ú l t i m a -
m e n t e citados, p u e d e n ocurrir los q u e d e s e a r e n u n a e n u m e r a c i ó n espe- que á otro; y si no hay ánimo ni intención de apropiársela, el
cífica de cosas m u e b l e s y raices.
(5) C l e m e n t . 1, de V. S . vers c u m q u e a n n u i . (1) A r g . de las leyes 4G y 47, tit. 28, p a r t . 3.
( 6 ) L e y e s 27 al princ. tit. 2. p a r t . 3, y 10, tit. 33, p a r . 7. (2) A r g . d e las leyes 22, lit. 28, y 2, tit. 29, p a r t . 3.
(7) GU>sa 3 de dicha ley 27.
acto no es humano, y 110 puede producir efecto alguno civil. perros, las gallinas; y las terceras son aquellas que por su na-
Se añade, finalmente, que la cosa 110 h a de ser de ninguno, turaleza son salvages, pero que criadas en las casas, se do-
porque si tuviere dueño, será hurto y no ocupacion. mestican y amansan, como los pavos, gallinas monteses, &c.:
32 Respecto de ésta, debe tenerse presente un axioma que de todas estas especies, solo en las bestias de la primera pue-
sirve de base á todas sus doctrinas; á saber, las cosas que son de recaer la caza, porque solo las de esta clase son de ningu-
de ninguno, ceden al primero que las ocupa (1). Si se da el de- no, cuyo requisito es indispensable para la ocupacion (1); mas
recho de propiedad al primer ocupante, dice B e n t h a m (2), lo de ninguna manera pueden ser adquiridas de este modo las do-
primero, se evita la pena de esperanza engañada, la pena que mésticas ó domesticadas, porque tienen dueño, y seria hurto el
sentiría al verse privado de u n a cosa que lia ocupado antes aprehenderlas (2).
que todos: lo segundo, se previenen las contestaciones, los com- 34 Como las fieras no dejan de ser de ninguno por hallarse
bates que podría haber entre él y los concurrentes sucesivos: en fundo ageno, es claro que podrán cazarse a u n q u e se hallen
lo tercero, se producen goces que para nadie existirían; porque en las posesiones de otro; lo cual se entiende con dos condicio-
el primer ocupante, temiendo perder lo que había hallado, no nes: la primera, que 110 se haga daño á las hembras; y la se-
se atrevería á gozar de ello públicamente, por temor de descu- gunda, que no lo prohiba el señor del fundo; porque si lo im-
brirse á sí mismo, y n i n g ú n valor tendría para él todo lo que pidiese, como puede, en virtud del dominio que tiene en su ca-
no pudiese consumir en el instante: lo cuarto, el bien q u e se sa, todo cuanto se cazase despues de la prohibición, le perte-
asegura á título de recompensa, es un estímulo para la indus- nece (3).
tria de los otros, que trabajarán por adquirir bienes semejantes; 35 Cuando muchos concurren á la caza, como si uno hirió
y la riqueza general es el resultado de todas estas adquisicio- á la fiera y otro la aprehendió, dice la ley de partida (4), que
nes individuales: lo quinto, si una cosa no apropiada no perte- pertenece al segundo; mas otra del fuero real, prohibe se apre-
neciera al primer ocupante, seria siempre del mas fuerte, y los henda la fiera herida mientras la persigue el que la hirió (5),
débiles estarían en un estado de opresion continua. Se dice lo cual dice Gregorio López (6) se observaba en su tiempo, y
que una cosa puede ser de ninguno, ó por naturaleza, como que eso era m u y conforme con otra ley de partida (7). Sin
una fiera en el monte, ó por tiempo, como un tesoro de cuyo embargo, creemos m u y justo hacer en el caso las siguientes
dueño no h a y memoria; ó por voluntad de un dueño, quien ha distinciones: si la fiera estaba mortalmente herida, el que la hi-
querido abandonarla y excluirla del número de sus bienes: en rió la seguía, y existia, por lo mismo, u n a certeza moral de que
todos estos casos tiene lugar la regla establecida. la aprehendiese, adquiere éste su dominio, y si otro la coge,
33 L a s especies que h a y de ocupacion son tres: caza, ocu- deberá restituirla, porque con la herida mortal se entiende que
pación bélica, é invención. Caza se llama la aprehensión de la cogió; pero si la herida era leve de tal modo, que la fiera pu-
bestias fieras; y como éstas son, ó cuadrúpedos, ó aves, ó pe- diera escaparse, si otro la coge en su huida, la hará suya, por-
ces, de aquí nace q u e la caza.es de tres maneras; pero se apli- que 110 había aún perdido su natural libertad; mas cuando se
ca exclusivamente la palabra caza, á la ocupacion de los cua- dude si la herida era ó 110 mortal, si el que se la infirió 110 de-
drúpedos y de las aves; y la que se ejecuta respecto de los pe- jó de perseguirla y otro la cogió, deberá entonces dividirse en-
ces, se le llama pesca (3). Se ha dicho que la caza es de fie- tre ambos, según la paite que haya tenido el segundo en su
ras, para cuya inteligencia debemos advertir, que las bestias se aprehensión. Del mismo modo cuando uno preparó un lazo e n
dividen en fieras, m a n s a s , y amasandas; las primeras son aque- el que cayó la fiera, según la ley citada debe ser del primer ocu-
llas que no se cogen sino por la fuerza, y que cuando se van
(1) L e y e s citadas, y 22 id. id.
no tienen ánimo de volver; v. g., un pájaro, un venado, un ti-
(2) L e y 24, id. id.
gre, etc.: las s e g u n d a s son los animales domésticos, como los (3) L e y 17 citada.
(4) L e y 21, id. id.
(5) L e y 16, lít. 4, lib. 3, F . R .
(1) L e y 5, al fin, id. id.
(6) (llosa 1 de dicha ley 21.
(2) T r a t . de legisl., s e g u n d a p a r t e del código civil, cap. 1, § 1.
(7) L e y 15, tít. 26. p a r t . 2.
(3) L e y 17 al principio, id. id.
pante, a u n q u e Gregorio López advierte que generalmente se posicion se confirmó por otra posterior (1), en l a q u e al mismo
observa lo contrario (1). Nosotros juzgamos m a s equitativo, tiempo sobre la pesca de mar se declaró tener libertad para ha-
que si la fiera cayó en el lazo á consecuencia de la persecución cerla los naturales y los extrangeros, sujetándose á las reglas
d e otro que la dirigió hacia él, se divida entre ambos, pues los establecidas y que en adelante se establecieren para «1 fomen-
dos contribuyeron cada uno con su industria á laocupacion (2). to y seguridad de la pesca; matriculándose en la lista de hom-
fin la pesca'debe asimismo discernirse en casos semejantes, bres de mar, y obligándose á hacer servicio en la armada na-
con arreglo á estos principios. cional, desde la edad de diez y ocho años hasta la de cuaren-
36 L a s bestias fieras están en el dominio del cazador, mien- ta, cuando sean llamados por la ley; con lo cual cumplirán con
tras éste las tenga en su poder; m a s luego que salgan de él y la obligación que tiene todo ciudadano de hacer servicio mili-
recobren su natural libertad, pierde aquel el señorío que tenia tar en el mismo caso, y quedarán exentos de él en tierra. Los
en ellas, quedan otra vez de ninguno, y se harán de cualquie- extrangeros, ademas, para gozar de este beneficio, necesitan
ra que las ocupe de nuevo. Se entiende que han recobrado su obligarse á cumplir las leyes del pais y renunciar el fuero de
libertad, cuando huyen y se alejan tanto, que ya no se ven, ó extrangería; pero esto no debe entenderse respecto de la pesca
a u n cuando se vean es imposible cogerlas (3). L a s amansa- que se haga en alta m a r (2).
das se consideran como mansas, mientras observan la costum- 38 E l buceo de la perla estaba antiguamente concedido por
bre de ir y volver; mas luego que la abandonan, vuelven á la las leyes del tít. 25, lib. 4 de la Recopilación de Indias, con
clase de fieras, y se les aplican las mismas reglas que á éstas (4); varias limitaciones, y obligación de pagar á la hacienda públi-
y entonces se dirá que perdieron dicha costumbre, cuando no ca el quinto de las que se sacasen; debiendo antes pedirse pa-
vuelven á vista de su señor ó de aquellos domésticos á cuya ra ello, licencia al supeiior. Despues se ha declarado absolu-
presencia lo solian hacer (5). tamente libre en toda la República, para todos los súbditos de
37 A u n q u e la facultad de cazar y pescar es de derecho na- ella; lo mismo que la pesca de la ballena, y particularmente
tural, puede en el estado social limitarse ó modificarse por los la de nutria y lobo marino, en los puertos, ensenadas y surgi-
soberanos en beneficio del común, como lo prueba Cobarru- deros de ambas Californias. Se abolieron todos los derechos
vias (6). Según este principio, se leen varias limitaciones en municipales y cualesquiera otros que h a y a n podido cobrarse
nuestro derecho (7), que sustanciahnente se reducen á las si- con los nombres de regalías, obvenciones y demás, para los
guientes: primera, que no se caze en tiempo de cria: segunda, comandantes generales y empleados. Se declararon entera-
que no se armen cepos g r a n d e s en los montes; y tercera, que en mente libres los contratos que celebren entre sí los busos y ar-
la pesca no se use de cal viva, tósigo, veneno ú otras sustancias madores, sin mas restricciones que las que estipulasen. Se
perjudiciales. Acerca de la pesca en rios y lagunas, está de- prohibió á los gobernadores, jueces y empleados, interesarse en
clarado ser libre para hacerla, cualquiera que quiera dedicarse este tráfico, bajo la pena de perder el empleo y las cantidades
á ella, sin que pueda ponérsele embarazo por ningún indivi- que inviertan, las cuales se aplicarán á la persona que justifi-
duo particular, ni justicia, ni exigírsele derechos ó pensiones que pertenecer á los dichos; y por último, se derogaron las le-
voluntarias ni indebidas, bajo n i n g ú n pretexto (8). E s t a dis- yes del título citado, en cuanto se opusiesen á estas disposicio-

( 1 ) E n su glosa 3 de l a m i s m a ley. (1) A r t . 1, 2, 4 y 5 del decreto de 8 de O c t u b r e de 1820, declarado


( 2 ) F e r r a r i s Bibliot. v e r b . dominium. a r t . 3 á 10 y siguientes. vigente p o r los mexicanos de 20 de N o v i e m b r e de 1829, y 23 de M a y o
( 3 ) L e y 19, tít. 28, p a r t . 3. de 1832.
( 4 ) L e y 28 id. id. ( 2 ) A r t . 16 del citado decreto. Siendo común á todos los hombres
( 5 ) G r e g o r i o L ó p e z en la glosa 3 de dicha ley. el uso del mar, las leyes q u e prescriben el modo, tiempo y m á x i m a s con
( 6 ) I n c a p . p e c c a t u m de r e g . j u r . in 6. § 8. q u e se h a de pescar, solo pueden regir e n las costas ó riberas, rios, la-
gos, e s t a n q u e s y p e s q u e r í a s determinadas, y no en a l t a m a r , donde es
( 7 ) L e y e s 1, 2, 6 y 9. tít. 8, lib. 7, R. ó 3, 1 y 8, tít. 30, lili. 7, Nov.
i n a g o t a b l e la pesca, y p u e d e c a d a uno pescar como m a s le conviniere.
(S) B a n d o de 19 de E n e r o de 1786, inserto en las g a c e l a s de Méxi-
— [ E s c r i c h diec. a r t . pesca.J
co, p á g . 18.
nes (1). Está por demás advertir, que solo podrá considerar- tros se las quita despues de una noche de permanencia en su
se vigente el decreto que se menciona y habla de ambas Cali- poder, ó despues que ellos las h a y a n asegurado, 110 deben ser
fornias, respecto de la que a u n es parte del territorio mexi- del primero que las perdió, sino del que las rescató (1); pero
cano, y 110 de aquella que ha pasado á poder de los Estados- esto tiene lugar cuando la guerra es por tierra, pues si fuere
Unidos del Norte. por mar, 110 se adquieren las cosas hasta llegar al puerto y ase-
39 La segunda especie de ocupacion, dijimos que se lla- gurarlas. La razón de la variedad de estos derechos consiste,
maba ocupacion bélica, y es la aprehensión de las cosas de los en que en tierra es mas fácil que en el m a r asegurar las cosas
enemigos en la guerra, las cuales las hacemos nuestras (2) en tomadas. Sin embargo, está dispuesto q u e todo corsario que
compensación de lo que aquellos nos deben, y de los perjuicios represe un buque en el término de veinticuatro horas de su
que nos han causado (3). Alvarez dice que este derecho no apresamiento, será gratificado con la mitad del valor de la pre-
tiene lugar en las guerras civiles (4). Mas Vattel distingue dos sa, quedando la otra mitad al dueño del buque represado; pe-
casos: uno cuando los subditos toman las armas contra el so- ro si la represa se ha hecho pasadas veinticuatro horas del
berano sin dejar de reconocerlo, en el cual dice, 110 pueden pre- primer apresamiento, será todo del corsario apresador (2).
tenderse los efectos que el derecho de gentes atribuye á las 41 L a presa que se toma en la guerra, sea por mar ó por
guerras públicas, y particularmente la adquisición de las cosas tierra, no es de los soldados que despojan á los enemigos, sino
tomadas en ellas; pero que sin embargo, los bienes muebles que del soberano á cuya costa se hace (3). porque él solo tiene pre-
tome el enemigo, se reputan por perdidos para los propietarios, tensiones contra aquellos que le autorizan á apoderarse de sus
por la dificultad de reconocerlos, y á cansa de los inconvenien- bienes y apropiárselos. S u s soldados no son mas que instru-
tes que originaria su reclamación. E l otro caso se verifica, mentos con los cuales hace valer su derecho. Los mantiene y
cuando la nación se divide en dos partidos absolutamente in- los paga, y todo lo que hacen, es para él y en su nombre. L a
dependientes, que ya 110 reconocen superior común: entonces mayor parte de las naciones les dejan en el dia todo el botin
los beligerantes se consideran como dos naciones indiferentes, que pueden hacer en ciertas ocasiones, en que el general perno-
que tienen la obligación de observar entre sí las leyes comu- te el pillage, los despojos de los enemigos muertos en el cam-
nes de la guerra, que impone la razón natural á un estado pa- po, el saqueo de un campamento tomado á viva fuerza, y al-
ra con otro (o). E l enemigo tiene también derecho de reco- gunas veces las ciudades tomadas por asalto. El soldado ad-
brar las cosas que le han sido tomadas: pues siendo nosotros quiere también en muchos servicios todo lo que puede quitar á
también enemigos respecto de él, si las recobra no comete luir- las tropas enemigas, cuando va en partida ó destacamento, ex-
to (6). ceptuando la artillería, las municiones de guerra, los almace-
40 El dominio de las cosas tomadas á los enemigos, se ad- nes y convoyes de provisiones de boca y forrages, que se apli-
quiere habiéndolas tenido u n a noche, ó puéstolas en seguridad
durante el dia, y con las m i s m a s condiciones adquieren ellos (1) L e y 26. tít. 26, p a r t . 2. V a t t e l en el l u g a r citado, n. 205. dice:—
el de las cosas que nos toman; de suerte que si otro de los nues- El soberano e s t á obligado á proteger la p e r s o n a y los bienes de sus sub-
ditos, y á defenderlos c o n t r a el enemigo, l'or consiguiente, c u a n d o u n
subdito ó p a r t e de sus b i e n e s lia caído en m a n o s del enemigo, si por al-
( t ) D e c r e t o de 6 de Abril d e 1S11. g ú n feliz acaecimiento v u e l v e n al poder del soberano, es i n d u d a b l e q u e
( 2 ) L e y 20, tít. 28, p a r t . 3. debe restituirlos á su primitivo estado, restablecer las personas e n todos
( 3 ) A l v a r e z , Instit, lib. 2, tít. 1. § 4, asig-na por f u n d a m e n t o d é l a sus derechos y acciones, e n t r e g a r los bienes á los propietarios, y en u n a
ocupacion bélica, la ficción del d e r e c h o romano, q u e supone ser de nin- p a l a b r a , volver t o d a s las cosas como e s t a b a n a n t e s que se a p o d e r a s e de
g u n o las cosas del enemigo. Nosotros, atendiendo á que, como h a de- ellas el enemigo.
mostrado B e n t h a m [ t r a c , de legil. t o m . 1, c a p . 13, la ficción no es ra- ( 2 ) C é d u l a de 24 de S e t i e m b r e de 1624. suprimida en la R e c o p i l a -
zón], hemos dado la q u e t r a c V a t t e l , q u e os c i e r t a m e n t e m a s f u n d a d a ción, y copiada por Salcedo en su t r a t a d o de contrabando, cap. 11, 11.
y filosófica. 19, y el a r t . 39 de la 4. tít. 8, lib. 6, Nov. d e c l a r a d a vigente en l a R e p ú -
( 4 ) L u g a r citado. blica como se v e r á a d e l a n t e .
( 5 ) Vattel, derecho de g e n t e s , lib. 3, n. 295. (3) L e y e s 27 y 29, til. 26, p a r t . 2. Como las leyes 5 y 6 del mismo
(fi) A l v a r e z , l u g a r citado. titulo y p a r t i d a , y la 20, tít. 4, lib. 6, I!., ó 2, til. 8.'lib. 6, Nov.
se declare buena presa, esto es, hecha con arreglo al derecho
can á las necesidades y usos del ejército (L). Los inmuebles, de gentes y á las ordenanzas respectivas (1); sin que antes de
las tierras y las provincias, son siempre del soberano (4); pcio esta declaración pueda el apresador apropiarse ni distraer na-
no se consuma su adquisición, ni su propiedad llega á ser es- da de lo que tomó (2), excepto cuando, algunos géneros no pue-
table y perfecta, sino por el tratado de paz ó por la entera su- den conservarse, pues entonces se pueden vender, celebrándo-
misión ó extinción del estado á que pertenecían (3). se la venta á presencia del capital) de la embarcación apresa-
42 P a r a conseguir la seguridad de las embarcaciones na- da, en almoneda pública, con las solemnidades de estilo, y con
cionales, han procurado las leyes fomentar á los que se apli- la intervension del empleado de hacienda que nombrare el ad-
quen á hacer el corso (4); y á mas de m a n d a r se les dispense ministrador de la aduana, poniéndose el producto en manos de
por el gobierno toda protección y auxilios para el armamento persona abonada, para entregarlo á quien perteneciere, despues
y habilitación de los buques, conceder recompensas de honor de sentenciada la presa (3).
á los que se distinguiesen en acciones particulares, y gratificar 43 Lo dicho procede aun sin la distinción de si la guerra
á los que logren ventajas sobre los enemigos, les permitan to- es justa ó injusta. No habria, dice Vattel (4), cosa estable en-
mar para sí todo cuanto cogieren, haciendo de ello dos par- tre los hombres, ni seguridad alguna para comerciar entre las
tes, una de tres quintos para la tripulación y guarnición de bu- naciones que están en guerra, si se hubiese de distinguir la jus-
que, y otra de dos quintos para la oficialidad (5). Lo cual de- ticia ó injusticia de ésta, para atribuir en un caso efectos de de-
be entenderse siempre q u e por los tribunales cornp-tentes (b), recho que se habian de denegar en otro, porque se daría moti-
vo á una multitud de discusiones y de querellas. E s tan po-
derosa esta razón, añade, que ha obligado á atribuir, á lo me-
(1) Vattel, l u g a r citado, n. 164. nos con respecto á los bienes movilitarios, los efectos de una
(2) L e y e s 5 y 6 citadas. guerra pública á varias expediciones que no reconocían sino el
(3) Vattel, l u g a r citado, n. 197. _ . nombre de latrocinios, pero que eran hechas por ejércitos arre-
(4) M u ó h a s veces se c o n f u n d e la denominación de corsario con la de
glados. Mas se advierte que aquí hablamos del fuero externo;
p i A t n . q u i z á por r a z ó n de q u e tienen un mismo objeto: a m b o s recorren
los m a r e s con el objeto de a p o d e r a r s e de b u q u e s ; pero en realidad h a y porque por el interno ó de conciencia, deben restituirse al ene-
t a n t a diferencia entre ellos, q u e no h a y r a z ó n p a r a contundirlos, E i pi- migo las cosas que se le hubiesen tomado en guerra injusta (5).
r a t a recorre los mares con u n b u q u e a r m a d o sin comision ni p a t e n t e de 44 L a tercera especie de ocupacion, es la invención, la cual
nino-un príncipe ni estado soberano, sino solo por su propia autoridad, consiste en la aprehensión de las cosas muebles que n u n c a
c o n e l fin de a p r o p i a r s e por la f u e r z a todas las naves q u e e n c u e n t r e . 1 or han sido de ninguno, ó que fueron a b a n d o n a d a s por su dueño
eso se h a comparado en todos tiempos al p i r a t a c o n e l salteador, sin que
h a y a entre ellos otra diferencia, q u e p r a c t i c a r el uno sus robos en el mar, con intención de que ya no sean suyas en adelante: por este
m i e n t r a s q u e el otro los e j e c u t a en tierra. E l corsario por la inversa, es modo se hacen nuestros el oro. piedras preciosas, perlas y de-
un simple particular, q u e a r m a uno ó muchos b u q u e s p a r a enviarlos en mas que se encuentran en las riberas del m a r ó de los rios
corso contra los enemigos del estado; pero esto d e s p u é s de h a b e r obteni- (6). Asimismo las cosas abandonadas por sus dueños, siem-
do de s u gobierno un permiso auténtico, q u e se llama p a t e n t e . E s t o dio pre que concurran dos circunstancias: 1. * Q,ue éstos las aban-
l u g a r á C a s s a r e g i s p a r a decir q u e un corsario no p u e d e ni debe consi-
donen efectivamente, y 2 . q u e lo hagan con ánimo de perder
derarse como u n particular, a n t e s bien como q u e r e p r e s e n t a la persona
del príncipe, y como u n oficial de g u e r r a , q u e r e l a t i v a m e n t e al a r m a -
m e n t o tiene la misma economía y la m i s m a jurisdicción q u e el general
de u n ejército de tierra. A z u n i . d e r e c h o marítimo, 2. p a r t . c a p . 4. a r t . E n las leyes citadas p u e d e verse el modo de proceder e n estos juicio?,
7. E n t r e nosotros, las p a t e n t e s de corso deben expedirse por el presi- como lo d e m á s relativo á la m a t e r i a .
dente d e la R e p ú b l i c a , a j u s t á n d o s e , en lo a d a p t a b l e , á las leyes 4. j , 6 (1) A z u n i , l u g a r citado, a r t . 1.
y 8 del tít. 8, lib. 6 N. 11., q u e son en la actualidad n u e s t r a s o r d e n a n z a s ( 2 ) A z u n i . l u g a r citado, a r t . 2.
de corso. Así lo disponb el decreto de 6 de Julio de 1824. (3) A r t . citado, ley 4.
( 5 ) A r t . 10 de la c i t a d a ley 4. (4) L u g a r citado, n. 196.
( 6 ) E n la República, los tribunales c o m p e t e n t e s son en p r i m e r a ins- ( 5 ) C a p . 29 de j u r e j u r a n d o .
tancia los j u z g a d o s de distrito; en s e g u n d a , los t r i b u n a l e s de circuito; y ( 6 ) L e y 5, tít. 28 p a r t . 3,
en tercera, l a s u p r e m a corte de justicia. A r t . 24 de la ley de 14 de F e -
brero; 10 de la de 20 de M a y o de 1826; y 143 de la constitución federal.
das, antes de sacarlas debe ocurrir ante los empleados de ha-
su dominio (1). Por falta de la primera de estas circunstan-
cienda de la provincia, y manifestarlas y registrarlas allí cuan-
cias, no podremos adquirir por ocupacion la propiedad de una
to antes sea posible; pues si sin este requisito las aprehendiere
cosa, cuyo señor proteste que ya 110 quiere que sea suya, pero
ó sacare, perderá en pena la parte que le correspondía (1).
que sin embargo la retiene en su poder (2). Por defecto de
la segunda 110 ganamos el dominio de aquellas cosas que se 47 A la invención pertenece también la adquisición de las
arrojan en el mar al tiempo de alguna borrasca con objeto de minas por descubrimiento ó por denuncio, el descubrimiento
aligerar la nave (3), ni de las que caen de algún carro cuando ha de ser ó de cerros minerales absolutamente nuevos, y en
va corriendo (4), ni finalmente, de aquellas posesiones á las éstos podrá adquirir el descubridor hasta tres pertenencias de
que no se atreve á ir el dueño por temor de ladrones ó enemi- las medidas señaladas ó de veta nueva en cerro conocido, y
gos (5). entonces podrá tener dos pertenencias seguidas ó interrumpi-
das por otras minas, pero designándolas lo mismo que las ex-
45 Por la invención se hacen nuestros los tesoros. Teso-
presadas dentro de diez dias (2); mas el que descubriere mi-
ro se llama un depósito m u y antiguo de dinero, de cuyo due-
na nueva en veta conocida, 110 se tiene por descubridor (3).
ño no h a y noticia (0); de donde se infiere, que si la moneda
E l denuncio se verifica respecto de minas que se han dejado
es de nueva fábrica, 110 es de los tesoros de que hablamos, ni
desiertas y despobladas (4), ó en las que se h a y a dejado de
adquirirá cosa alguna el inventor, pues ó existirá su dueño ó
observar alguna de las ordenanzas que imponen la pena de
sus herederos á quienes se debe entregar (7). T o d o el que
caer en denuncio (5). Ninguno puede denunciar dos minas con-
intente descubrir tesoros haciendo escavaciones, debe pactar
tiguas en una misma veta, no siendo descubridor; pero bien
primero con el gobernador la parte que haya de d a r al fisco,
pueden poseerse una por denuncio y otra ó mas por venta ú
comprometiéndose, y afianzando el reparar los daños. L a s
otro título justo (6). No pueden adquirir minas los regula-
costas y gastos serán del descubridor, y éste h a r á suyo todo,
res de ambos sexos ó sus conventos, ni los eclesiásticos secu-
menos la parte concertada y el quinto que pertenece al fis-
lares (7): tampoco las autoridades, jueces ni escribanos de los
co (8).
asientos de minas, a u n q u e podrán adquirirlas en otros depar-
46 De los guacas ó'tesoros que se encuentren en sepultu- tamentos; ni los administradores y demás dependientes de los
ras, casas ó adoratorios antiguos de los indios, sea que se bus- dueños de minas en mil varas en contorno de las de sus amos,
quen de intento, ó que se encuentren por acaso, siendo de co- aunque sí pueden denunciarlas para éstos (8). Los extran-
sas de oro ó plata fundida ó labrada, piedras ó perlas, se ha de geros no podian antiguamente adquirir minas en la república,
aplicar al fisco el quinto, y el uno y medio por ciento de fundi- pero en el dia pueden hacerlo en virtud del decreto de 14 de
ción, ensayador y marcador, si 110 constare estar ya pagado, Marzo de 1842 (9).
debiendo sacarse primero esto que el quinto; y siendo cobre, 48. Las vetas o m i n a s pueden descubrirse ó denunciarse,
plomo ó estaño, el uno por ciento y el quinto, y del resto se no solo en los términos comunes, sino también en los propios
aplicará la mitad al fisco y la otra mitad al descubridor (9): de algún particular, con tal que el descubridor ó denunciador
adviniendo que el q u e hallase alguna de las cosas menciona-

(1) L e y 3 id. id.


( 1 ) L e y e s 49 y 50 id. id. (2) A r t s . 1 y 2, tít. 6 de las O r d e n a n z a s de Minería de 22 de M a y o
( 2 ) L e y e s cits. de 17S3.
( 3 ) L e y 7, tít. 9, p a r t . 5 y 9, tít. 10, lib. 7 R . ó 1 tít. 8, lib. 9 Nov. ( 3 ) A r t . 3, tít. 6 id.
( 4 ) § 47 in fin. Inst. de rer. divis, ( 4 ) A r t . 8 id. id.
( 5 ) L e y 50 c i t a d a . ( 5 ) A r t . 11 id. id.
( 6 ) L e y 45, tít. 28, p a r t . 3. (G) .4rt. 17 id. id.
(7) A l v a r e z . Inst. lib. 2. tít. 1, § 4. ( 7 ) A r t . 2. tít. 7 id.
(8) L e y 1, tít. 12, lib. 8 R . Ind." N o hemos mencionado las leyes (8) A r t . 4, tít. 6, Ord. de Min. de 22 de M a y o de 1783.
45, tít. 28, p a r t . 3, ni la 1. * , tít. 13, lib. 6 R . ó 3, tít. 22, lib. JO Nov., por (9) E s t e decreto e s t á inserto en el F e b r e r o . Mexicano, edición de 4
no h a b e r estado n u n c a v i g e n t e s en A m é r i c a . tomos, tom. 1 . 0 , p á g . 17.
(9) L e y . 2, tít, 12, lib. 8 R e c . Ind.
intención; pero ocurriendo despues del plazo, no será oido (l).
le pague el terreno que ocupase en la superficie, y el daño que Cuando se ofrezca alguna cuestión sobre quién ha sido el des-
inmediatamente se le siga, á juicio de peritos nombrados y de cubridor de u n a veta, se tendrá por tal al que probase que pri-
terceros en discordia (1).' Pero si alguno denunciase mina mero halló metal en ella, a u n q u e otros la h a y a n cateado an-
dentro de la poblacion, de manera que pueda perjudicar á sus tes; y en caso de duda se decidirá á favor del que primero la
principales edificios ó resulte otro inconveniente semejante, no hubiese registrado (2).
se podrá conceder el denuncio sin previo aviso y consentimien- 50 E l que denunciare -una mina por desierta y despoblada,
to del superior (2). debe, para que se le admita el denuncio, presentar escrito en
49 E l que descubriere m i n a ó veta, se presentará al tribu- los mismos términos que se ha dicho para el descubridor, ex-
n a l de minería del lugar, ó á la j u n t a de fomento y directiva de presando la ubicación individual de la mina, su último posee-
minería que ejerce las funciones de aquel, expresando en el es- dor, si hubiese noticia de él, y los de las minas vecinas si estu-
crito el lugar de su nacimiento, vecindad, profesión y ejercicio, viesen ocupadas, los cuales serán legítimamente citados; y si
y las señas mas individuales y características del sitio, cerro ó dentro de diez días no comparecieren, se pregonará el denun-
veta, cuya adjudicación pretendiere: todas las cuales circuns- cio en-los tres domingos siguientes; y no habiendo contradic-
tancias, y la hora en que se presentare el descubridor, se asen- ción, se notificará al denunciante que dentro de sesenta dias
tará en un libro de registros que deberá tener el escribano; y tenga limpia y habilitada alguna labor de considerable profun-
hecho, se devolverá al descubridor proveído para su debido didad, ó á lo menos de diez varas á plomo y dentro de los res-
resguardo, y se fijarán carteles en los lugares públicos y acos- paldos de la veta, donde pueda el perito facultativo reconocer
tumbrados para conocimiento de los vecinos. Ademas, dentro é inspeccionar todas las circunstancias de ella; debiendo ade-
de noventa dias ha de tener el descubridor en la veta ó vetas mas dicho perito examinar el estado de las diferentes labores
de su registro, u n pozo de vara y media de diámetro en su bo- de la mina, tomando razón y asiento de todo en el correspon-
ca ó superficie, y diez varas de profundidad; y luego que esto diente libro de registros de denuncios. Hecho el referido reco-
se h a y a verificado, pasará personalmente u n o cuando menos nocimiento y la medida de las pertenencias, se dará posesion
de los individuos de la j u n t a , acompañado del escribano ó dos al denunciante, sin embargo de contradicción, que no será oida
testigos de asistencia en su defecto, y ademas un perito facul- como no la h a y a habido dentro de los términos mencionados;
tativo en minería á inspeccionar el rumbo y dirección de la pero si durante ellos se hubiese introducido, serán oidas las
veta, su anchura y demás circunstancias, tomándose exacta partes en justicia brevemente (3). Si el anterior dueño de la
razón de todo para que se a ñ a d a á la correspondiente partida mina compareciere á contradecir el denuncio pasado el térmi-
del registro, con la fé de posesion que inmediatamente se dará no de los pregones y cuando ya el denunciante esté gozando
en nombre de la nación al descubridor, midiéndole su perte- de los sesenta dias para habilitar el pozo, no se le oirá en cuan-
nencia y haciéndole fijar estacas en sus términos: hecho lo to á la posesion, sino únicamente en cuanto á la propiedad;
cual, se le entregará copia autorizada de estas diligencias para y si obtuviese en ella, satisfará al denunciante los costos
que le sirvan de título y justificantes de su propiedad (3). Si que hubiese hecho, á no ser que h a y a procedido de mala fé,
durante los expresados noventa dias compareciere alguno pre- pues entonces debe perderlos (4). Si el denunciante no habi-
tendiendo tener derecho á aquel descubrimiento, se le oirá en litase el pozo ó labor, como va prevenido, ni tomase la posesion
justicia brevemente y se le adjudicará al que mejor probare su dentro de sesenta dias, perderá el derecho, y otro podrá denun-
ciar la mina; pero si por algún justo y grave obstáculo no hu-
(1) A r t . 14, tít. 6 id. L a c é d u l a de 23 de Junio de 1803. publicada biese podido hacerlo, ocurrirá al tribunal, para que averiguan-
e n México por bando de 14 d e M a y o del siguiente año, declaró com-
prendidos en la disposición de este articulo los fondos y tierras vincula-
das, y por consiguiente sujetos, como los c o m u n a l e s de los p u e b l o s y los (1) Art. 5 id. id.
de dominio p a r t i c u l a r , íi la e n a g e n a c i o n f o r z a d a , b a j o las r e g l a s y tér- (2) Art. 7 id. id.
minos prevenidos en el mismo. (3) Art. 8 id. id.
( 2 ) A r t . 15 del mismo título y r e g l a m e n t o citados. (4) Art. 9 id. id.
(3) A r t . 4, tít. 6 Ord. de Min. de 22 de M a y o de 1783.
do y calificando el motivo, le amplíe el término en cuanto fue- los gefes militares de marina deban entender en las arribadas
re suficiente, sin que por esto se pueda admitir contradicción perdidas y naufragios de las embarcaciones en las costas y
del denuncio, mas que en los sesenta dias del término ordinario puertos. Cuando los pescadores sacaren del fondo del mar an-
(1). C u a n d o alguno denunciare mina por perdida á causa de clas perdidas ó pertrechos de bajeles naufragados desde mucho
inobservancia de alguna de las ordenanzas que llevaren im- tiempo, sabiéndose el dueño á que pertenezcan, se le entrega-
puesta esta pena, se le concederá siempre que resultare legíti- rán, pagando de hallazgo la tercera parte del valor; pero igno-
mamente calificado y probado alguno de los indicados moti- rándose la propiedad de los efectos y hecha la publicación pre-
vos (2). Por último se advierte, que ninguno puede denunciar venida, si en el discurso de un mes no pareciere quien justifi-
mina para otro simuladamente y con engaño ni paladinamen- que ser el dueño, se entregarán á los que los estrajeron (1).
te, si no tuviere su poder ó carta-órden; y que tampoco puede 53 Por último advertimos, que siempre que se hallaren al-
alguno denunciar m i n a para sí solo habiendo tratado compa- gunos depósitos, que según la razón y estado de los pleitos ú
ñía antes del denuncio, debiendo el denunciante expresar sus órdenes de que proceden, se tenga por cierto que ha cesado la
compañeros en el escrito en que lo hiciere, pena de perder su causa de ellos, porque no h a y persona á quien se restituyan ni
parte si así no lo observare (3). herederos que la representen en este caso particular, se entrará
51 A la invención no pertenecen los bienes mostrencos, en juicio en el juzgado de hacienda, oyendo á cualquiera inte-
que son aquellos que se encuentran como perdidos sin saberse resado, si lo hubiere, y al promotor fiscal (2).
su dueño. Acerca de estos está dispuesto que quien los en- 54 Los inventores y perfeccionadores de algún ramo de in-
contrare, los manifieste al juez de hacienda, bajo la pena de dustria, pueden obtener derecho exclusivo para poder usar de
perder la naturaleza y temporalidades si fuese eclesiástico, y ella en toda la federación, los primeros por espacio de diez
sus bienes para el fisco si fuese lego (4): mas esta pena de con- años, y los segundos por el de seis meses contados desde el dia
fiscación está en el dia abolida por el artículo 147 de la cons- en que se les expida su patente (3). Por inventor se entiende
titución federal. Manifestados dichos bienes, recibirá el juez aquel que hace por primera vez u n a cosa que hasta entonces
información de su hallazgo y de que se ignoran sus dueños; y no se habia hecho, ó se habia hecho de otro modo; y por per-
constando dichas calidades, por deposición á lo menos de dos feccionador el que añade, quita ó varia algo esencial á las in-
testigos, m a n d a r á en seguida ponerlos en depósito y pregonar- venciones con objeto de hacerlas mas útiles. Por consiguien-
los para que comparezcan aquellos; pero si no lo ejecutaren te será inventor el que idease una máquina, aparato ó procedi-
dentro de un año, declarará los bienes denunciados por mos- miento desconocido; lo será también el que haga la aplicación
trencos y pertenecientes al fisco, los rematará públicamente en de las invenciones á mecanismos ó métodos ya conocidos, ad-
el mejor postor, y enterará su producto en la tesorería respecti- virtiendo que los privilegios de invención ó mejora no pueden
va (5), compensando al denunciador con la cuarta parte de su recaer, ni sobre las formas, ni sobre las proporciones indiferen-
valor, si no excediere éste de cien pesos, ó lo que estime justo tes al objeto, ni sobre los adornos de cualquier género que sean
cuando excediere de m a y o r cantidad (6).
52 E n cuanto á los bienes de náufragos, está prevenido que (1) C a p í t u l o s 10, 12 y 18 de l a O r d e n a n z a de matrículas de 12 de
Agosto de 1802 trascritos en la nota 4, tít. 22, lib. 10 Nov. E l a r t . 46
del decreto de 8 de O c t u b r e de 1S20 d e c l a r ó e x t i n g u i d a dicha o r d e n a n -
( 1 ) A r t . 10 ¡d. id. z a ; sin embargo, no disponiéndose en él n a d a sobre el punto de q u e h a -
(2) A r t . 11 id. id. blamos, hemos referido lo dispuesto en aquella, conformándonos con el
(3) A r t . 5 y 6 del tít. 7 id. auto 1, tít. 1, lib. 2 R . , ó nota 2, tít. 2. lib. 3 N o v .
(4) L e y 18 al fin, tít. 20, lib. 1 R . I.. m a n d a d a observar en cédula (2) L e y 7, tít. 12, lib. 8 R . I. m a n d a d a g u a r d a r por cédula de 13 de
de 28 de O c t u b r e de 1787. Abril de 1761.
(5) L e y 11, tít. 5, lib. 5 y 6, tít. 12, lib. 8 R . I.: la cit. céd. de 21 de ( 3 ) Arts. 1, 7 y 8 de la ley de 15 de M a y o de 1832, advirtiendo q u e
O c t u b r e recop. por B e l e ñ a , últ. fol., n. 133. y los arts. 83 de la O r d . de cuando los inventores ó perfeccionadores pretendieren que se les amplíe
I n t e n d e n t e s de 1776 y 104 la d e 1803. el privilegio p o r mas tiempo q u e el expresado, o c u r r a n al gobierno, y
^ ( 6 ) Disposición de la j u n t a de R e a l H a c i e n d a de 16 de O c t u b r e de éste con su informe d a r á c u e n t a al congreso conforme al artículo 13 de
la misma ley.
(1). E l que invente ó perfeccione alguna industna, ia qurare ral, industrial y mixta. Natural es la agregación que se veri-
que el gobierno le asegure su propiedad, ffifi^™* fica por solo la naturaleza: industrial la que procede de la in-
prescrita en el decreto de 15 de Mayo tojm^^™* dustria del hombre, y mixta la que resulta del concurso de una
y otra. A la primera clase pertenecen los partos de los anima-
les, y son de aquel dueño de quien fuesen las hembras (1). El
acrecimiento paulatino que causan los rios á las heredades que
leg
5 f a E n caso de disputa sobre la p r ^ d e están á sus orillas, y se llama derecho de aluvión; mas no el
mejora, se decidirá por las leyes conmnes (2 . que procede de u n a avenida repentina arrancando árboles ó
si hubiese u n a semejanza a b s o l u t a e n t r e dos a cor_
parte del terreno de alguna finca agena, pues esto pertenece al
será válido el que se h a y a presentado antes a la a m o dueño de ésta y no al de la heredad á que quedó adherida (2)
respondiente; pero á menos que tardase tanto tiempo en reclamarlo, que la incor-
siderará c o m o mejora (3). Si expeciiaa u * f • j el
poración fuese constante y perfecta. E n este caso la parte
u n a invención, se solicitare V n ^ j ^ j n f t „ v e n t o r , agregada es del dueño de la heredad, con obligación de dar al
privilegio del perfección a d o r dejara subsistente e i u , otro, á juicio de peritos, el menoscabo que sufriere (3). 3. ° lias
sin perjuicio del acomodamiento que ^ J ^ Z e n ^ n islas que de nuevo aparecen en un rio, las cuales son de la he-
Cuando alguno hubiere obtenido p r . v i l e g i o p r a u n a invencio redad frontera en la orilla de donde está mas próxima la tal is-
6 mejora que ya estuviese planteada sin P ^ la; partiéndose entre los dueños de las fincas que hacen frente
en una y otra orilla, en caso de que esté á igual distancia de
ellas (4). Si alguno tuviese la propiedad de su campo, y otro
el usufructo, y apareciere una isla en'medio del rio, la parte de
invención ó mejora lo q u e no es m a s que p r o d u c c i ó n per*e ésta correspondiente á aquel, pertenecerá en pleno derecho al
rá la patente el que la h u b i e r e s o l i d a d o L a r m t a d ^ ine propietario; mas si el campo se aumentase por a y u d a del rio,
nos de los individuos q u e los privilegiados. h a y a n d e e m p w a i el usufructo de lo aumentado pertenecerá al usufructuario, y
en los trabajos mecánicos, deberán ser precisamente naturales la propiedad al propietario (5). T a m b i é n acrece al dueño del
campo vecino el terreno que deja un rio cuando m u d a de ma-
^5^ d e s u n a invención, mejora 6 dre, sin que tenga derecho á ninguna reclamación el d é l a s he-
nodrá ceder su derecho e n todo ó en parte, unirse en sociedad redades, que por este accidente ocupó de nuevo el rio, pues las
vender permutar ó contratar en los términos estableado por pierde sin remedio, á excepción del caso en que la entrada del
l a s l e y é s para los contratos. Ademas, tiene e ^ d e r e c h o d e p e - rio sea efecto de una inundación pasagera (6).
seguir ante los tribunales civiles á cualquiera que le urbe el 58 L a accesión industrial puede ser por adyuncion ó con-
O c l u s i v o de su p r o p i e d a d , Las penas junción, por especificación de nueva especie ó por conmistión
pondrá á actores y reos, se limitarán a ^ s c o s t a s d e l proceso y ó mezcla. Por adyuncion se verifica cuando á una cosa exis-
á los perjuicios cuando n o h a y a nitevve.udo n.ala fe y a as tente se añade otra que la completa ó perfecciona. Esto pue-
costas y al cuatro tantos del perjuicio cuando el acto! o el reo de hacerse por inclusión, como si una piedra agena se engasta
en anillo propio; por soldadura, como si á una estátua se sol-
hubieren procedido con ella (5). a dnniere
57 Dominio por agregación, es el derecho, q u e se adqmere da con el mismo metal un brazo de otra agena; por intextura,
al aumento que recibe u n a cosa nuestra, y se divide en natu
(1) Inst. de rer.. di vis. 19, ley 25. tít. 28, part. 3 y 26, tít. 28 de la
misma.
(2) L e y 20, tít. 28, part. 3.
(í) Arts. 16 y 18 del d e c r e t o de 22 de Octubre de ISO.
(3) Greg. Lop., gl. 6 y 7 en dicha ley 26.
(2) Arts. 11 y 15 del c i t . dec. de 15 de M a y o . (4) L e y 27, tít. 28, part. 3.
(3) A r t . 17, decret. d e 2 d e Octubre. (5) L e y 20 id. id.
4 Arts. 10, 12, 17 y 2 8 del decret. de 15.de: M a y o . (6) L e y e s 31 y 32 id. id.
(5) Arts. 19 20 y 22 d e l cit. decret. de 2 de O c t u b r e .
como si u n a tela propia se borda con seda agena: por edifica- 61 L a especificación ó formación de nueva especie, se veri-
ción, como si en suelo propio se fabrica con materiales ágenos, fica cuando de una cosa agena se hace otra nueva distinta; ad-
ó con materiales propios en suelo ageno. E n todos estos ca- virtiendo que para ella es indispensable se dé á la antigua ma-
sos, el dueño de la cosa que existia, adquiere por la accesión el teria una nueva forma, como por ejemplo, q u e d e la lana se ha-
dominio de la cosa añadida siempre que hubiese habido buena ga paño, de manera que resulte una cosa conocida en el co-
fé, esto es, que se creyera que la cosa que se anadia era pro- mercio con un nombre distinto, sin que baste mutación de cir-
pia, fundándose esta doctrina general en que lo accesorio sigue cunstancias puramente accidentales, como que la lana blanca
á lo principal (1). se tiña de negro, en cuyo caso ni habrá especificación ni ad-
59 E l requisito de la buena fé es tan esencial en la adyun- quisición de dominio (1).
cion para la adquisición del dominio, que faltando en el dueño 62 L a tercera especie de accesión industrial es la conmis-
de la cosa que existia, no solo no lo adquiere, sino que se con- tión que puede hacerse de cosas secas ó de líquidas: en cual-
cede al dueño de la cosa añadida acción de hurto contra aquel quiera de las dos si la mésela es de común consentimiento
(2); pero aun cuando por la accesión se adquiere el dominio, de los dueños, es partible entre ambos: si se hizo por uno solo
es con la obligación de indemnizar al otro el precio del dominio y las cosas pueden dividirse, cada uno vindica su materia, y
que pierde, lo cual se funda en el principio de derecho de que si son indivisibles, el que la hizo pagará al otro el valor de su
nadie puede enriquecerse con detrimento de tercero (3). cosa, daños é intereses.
60 E n la edificación es digno de notarse, que aun cuando 63 L a accesión mixta compréndela planta, la siembra y la
no hubiere buena fé en el que tomó los materiales ágenos para percepción de los frutos de cosa agena. P a r a la planta y la
edificar en terreno propio, no tiene el dueño de ellos el derecho siembra, es regla general que todo lo que se planta y siembra
de vindicarlos, por evitar la deformidad que resultaría á las cede al suelo, porque éste se considera como principal, y l o q u e
poblaciones arruinando las casas; pero al que las toma se le se siembra como accesorio; y así, sea que siembre semilla age-
impone la obligación de pagar duplicado el valor de ellos (4). na en campo propio, ó semilla propia en campo ageno, la siem-
Como en este caso el dueño de los materiales no pierde absolu- bra será del señor del suelo, pero debe pagar los gastos hechos
tamente su dominio, si el edificio se arruinase antes que él hu- en ella y en la semilla (2), y del mismo modo toda planta
biese conseguido su valor duplicado, puede vindicarlos, pues puesta en campo ageno, se hace del dueño de él, pero no antes
cesa la razón que hay para lo contrario (5). U n a ley (6) dis- de que arraigue (3). De los árboles puestos en los confines se
tingue al que fabricó con buena fé del que lo hizo con mala: puede dar otra regla general y es, que el dominio del árbol se
respecto del primero concede la acción al doble; y del segun- estima en derecho por la raiz (4); de manera que si las raices
do dice que deberá pagar cuanto jurase el interesado que reci- están en una heredad, y las ramas caen por otra, el árbol per-
bió de daño; de manera que cotejada esta ley con la que cita- tenecerá al dueño de aquella, y estando las raices en dos here-
mos arriba, resulta que contra el que edificó con mala fé, hay dades, el árbol será común á los dueños de ellas (5).
acción para pedir el interés ó el valor doble de los materiales. 64 P a r a la percepción de los frutos de cosa agena se re-
Sala asegura no haber visto nunca en la práctica, y cree que quiere: 1. ° Poseerla, no con una posesion natural, que es la
jamas se verá, que al que edificó con buena fé se le condene al mera detención de la cosa, sino con la posesion civil que resul-
doble, y Berni aconseja al dueño de los materiales, que si con- ta de la detención de la cosa, y el ánimo é intención de adqui-
sigue su valor guarde silencio. rir ó retener su dominio. 2. ° Buena fé; esto es, el juicio recto
por el que uno se cree dueño de la cosa sin motivo para juz-

(1) L e y e s 3 5 , 3 6 , 3 7 y 38, lít. 28, p a r t . 3.


(2) L e y e s 35 y 36 citadas. (1) L e y 26, § 3 de acquir. rer. dom.
(3) R e g . 17, tít. 34, part. 7. (2) L e y 43, tít. 28, p a r t . 3.
(4) L e y 38, tít. 28, p a r t . 3. (3) L a misma l'-.y.
(4) L a misma, vers, otrosí.
(5) § 29, Inst. de r e r . divis.
(5) L e y citada.
(6) L e y 16, tít. 2, part. 3.
gar lo contrario; esta debe ser continua y 110 interrumpida, por-
los frutos que llevaron, y con los que hubieran podido llevar
que luego que hay razón para no creerse dueño, deja de haber
su dueño; y de los segundos que deben restituir los frutos per-
buena fé. 3. ° Justo título y bastante para trasferir el dominio;
cibidos, pero no los que hubieran podido percibirse; de cuya li-
y así es que el que tiene la cosa agena en comodato, a u n q u e
mitación pone cuatro especies. 1. Cuando la cosa se vende
posee de buena fé y con justo título, 110 hace suyos los frutos
en fraude de los acreedores y el comprador es partícipe en el
de ella porque el título 110 es bastante para trasferir el dominio.
engaño. 2. Cuando se enagenare por tuerza ó miedo. 3.
Con estos requisitos adquiere para sí el poseedor de la cosa
Cuando se comprase la cosa del fisco sin las solemnidades le-
agena los frutos que hubiere percibido de ella, hasta que apa-
gales. 4. 0 3 Cuando la compra se hiciese contra las leyes. A
reciendo el verdadero dueño se h a y a contestado el pleito, es-
las cuales añaden los autores otras dos; una, cuando ya madu-
tando consumidos ó gastados; pues los 110 gastados ó existen-
ros los frutos no se recolectan sino que se dejan podrirmaliciosa-
tes los debe entregar al dueño de la finca, sacando primero las
mente (1), y la otra, cuando con menos dinero prestado com-
expensas, lo cual también puede hacer el poseedor de mala fé
pró un fundo en mayor precio del que valia, en cuyo caso de-
(1). l i s t a doctrina debe entenderse de los frutos que se llaman
berá ser restituido y recobrar el precio con los intereses percibi-
industriales, porque no vienen sin la industria y trabajo del
dos y que debia percibir, devolviendo el fundo igualmente con
hombre.
los frutos percibidos y que hubieran podido percibirse (2).
65 Mas respecto de los frutos naturales que son los que dan 66 L a tradición ó entrega de las cosas es de tres maneras:
los campos sin que intervenga trabajo del hombre, debe resti- corporal, ficticia y simbólica. L a corporal es, cuando se entre-
tuirlos el poseedor con la heredad, a u n q u e los h a y a percibido ga realmente la cosa en manos del que la compra ó adquiere
y consumido con buena fé: respecto del poseedor de mala, si por otro justo título: la ficticia cuando no interviene entrega
los ha consumido, dice la ley (2) que debe restituir su precio, real y verdadera en el acto de trasladar el dominio, como su-
y asi parece igualado e n cuanto á la obligación de devolver cede por ejemplo cuando uno enagena la cosa que tiene presti-
íos frutos naturales el poseedor de buena fé con el de mala. da á otro: la simbólica es cuando se entrega u n a cosa en señal
Mas Gregorio López (3) la explica, asentando que la devolu- de otra cuyo dominio se quiere trasferir. Acerca de la tradición,
ción del precio de los frutos consumidos por el poseedor de es preciso notar que para que por ella se trasfiera el dominio,
buena fé, solo debe ser en cuanto se hizo mas rico, y por el de debe hacerse constar por el señor, tener éste ánimo y voluntad
mala e n el todo. E s t a interpretación, dice Sala (4), ademas de enagenar, y por último, preceder título hábil para trasferir
de ser conforme á la equidad, tiene fundamento en la misma el dominio (3). E n cuanto á este requisito, asientan los auto-
ley, que habiendo dicho d e l poseedor de buena fé que debe res- res por axioma, que ni el título basta para adquirir el dominio
tituir los frutos desprendidos, varia de locucion cuando habla sin tradición, ni la tradición sin título. L a razón de la prime-
del de mala, diciendo q u e debe pechar el precio de ellos; cuya ra parte es, que no puede decirse que cualquiera cosa es de al-
variación en el modo d e explicarse, indica que la h a y en la guno mientras no esté completamente á su disposición, de tal
doctrina y no puede ser otra que la dicha. Una ley (5) distin- manera, que pueda hacer de ella lo que guste, lo que no suce-
gue entre los poseedores d e mala fé, aquellos que han robado de hasta que no se recibe de mano del señor. Pero esto se en-
la cosa ó entrado en su posesion sin título, de los que la tienen tiende atendido el derecho civil, porque conforme al natural,
por compra, donadío ú otro título justo; pero sabiendo que basta para la traslación del dominio lasóla voluntad del señor,
aquel de quien la han, n o tiene derecho de enagenarla. De los manifestada de cualquier modo. Se requiere ademas que á la
primeros dice, que vencidos en juicio deben tornar la cosa con tradición preceda título, porque de ninguno se presume que
quiera hacer á otro dueño de su cosa, sin que hay a u n motivo
que lo determine á ello.
(1) L e y 39, tít. 28, p a r t . 3.
(2) L e y citada. .
(3) Glos. 9 de la m i s m a . (1) G r e g . L o p . en dicha ley 40, n. 4,
(4) H u s l , al derecho, l i b . 2, tít. 1. n. 33. (2) A l v a r e z . Institue., lib. 2, tit. § 7. Glos. in leg. 26 de minoribus.
(5) L e y 40, tít. 28, p a r t . 3. (3) A r g . de la ley 45, tit. 28, p a r t . 3.
67 Se advierte que de los tres modos de adquirir de que éste la entregue suponiendo haberla Comprado, pues en este
hemos hablado, los dos primeros se llaman originarios, porque caso tiene lugar la prescripción (1).
por ellos entra en el dominio de alguno lo que no tenia dueño 71 L a buena fé consiste en creer el poseedor de la cosa que
ó habia dejado de tenerlo, y el tercero se denomina derivativo, es dueño de ella por haberla adquirido legalmente (2). Así no
porque por él se trasfiere el dominio de su dueño á otro. tendrá buena el que comprase una cosa, advirtiéndole al due-
68 De los modos de adquirir por el derecho civil, el prime- ño de ella que no era del vendedor, ni el que compra algo per-
ro es la prescripción ó el derecho que nace de la posesion no teneciente á huérfanos, loco, ó procurador de otro, sobornándo-
interrumpida de una cosa por el tiempo que las leyes prefijan; los con engaño (3). Por las leyes romanas bastaba al posee-
ó mas propiamente es una excepción perentoria por la cual el dor la buena fé al tiempo de adquirir la cosa excepto el caso de
poseedor de buena fé puede repeler despues del tiempo preve- compra en que era también precisa al tiempo de contratarla,
nido por derecho al que pretenda el dominio de la alhaja que doctrina que se adoptó en el código de las partidas (4); pero la
dice ser suya, y de que está mucho tiempo desposeido (1). In- mayor parte de los intérpretes son de opinion que en este par-
trodújose la prescripción lo primero por el bien público, á fin ticular se debe seguir el derecho canónico, por el cual está es-
de que el dominio de las cosas no estuviese mucho tiempo ó tablecido que la buena fé debe durar hasta el complemento de
casi siempre incierto: lo segundo, para evitar los innumerables la prescripción (5), apoyándose también en una ley española,
y perpetuos litigios que de lo contrario se podian originar: lo cuyo espíritu encuentran conforme con la indicada doctrina (6).
tercero, para que los poseedores no estuviesen siempre con el 72 L a posesion se llama la tenencia derecha que orne ha
temor de que les quitarían lo que de buena fé disfrutaban; y lo en las cosas corporales con ayuda del cuerpo é del entendi-
cuarto para castigar la decidía de los que sean morosos para miento (7), es decir, el poderío legal que el hombre tiene en as
recuperar sus bienes: por lo que deben imputarse á sí mismos cosas habidas corporalmente y con la voluntad. E s de dos
la pérdida de ellos (2). Pero es de advertir, que donde está maneras, una natural y otra civil ó por otorgamiento de dere-
prohibida la enagenacion, lo está también la prescripción ó to- cho. L a natural es, cuando se tiene la cosa corporalmente,
lerancia, que es enagenacion tácita y se comprende en el nom- como una casa, un relox, &c. Civil es, cuando no corporal,
bre genérico de esta (3). sino con la voluntad se tiene la cosa; v. g., si uno sale de su
casa ó heredad con ánimo de no desampararla (8). L a s cosas
69 Para que tenga lugar este modo de adquirir el dominio,
incorpóreas se poseen por el uso de las mismas y la tolerancia
son necesarios los siguientes requisitos: 1. ° T í t u l o de adqui-
de sus dueños; de esta clase son los derechos, las servidum-
sición, es decir, que se tenga la cosa por compra, donacion, le-
bres, &c., y á esta se le llama cuasi posesion (9).
gado, herencia ú otro de los que trasfieren dominio. 2. ° Bue-
73 L a posesion, como se ha dicho, debe ser continuada (10),
na fé. 3. ° Posesion continuada. 4. ° Tiempo prescrito por la
es á saber, que no se haya interrumpido, ora sea naturalmente
ley. 5. ° Capacidad del que prescribe y de la cosa, esto es,
perdiéndola el que la tenia, ora civilmente, que es cuando al-
que el poseedor no tenga impedimento para prescribir, ni aque-
guno emplaza ó pone demanda al poseedor sobre dicha cosa.
lla para el objeto de la prescripción (4).
Por cualquiera de estos dos modos queda cortada la prescrip-
70 E l título ha de ser verdadero, y así el que tenga u n a
cosa creyéndola s u y a por estar persuadido que se la dieron, no
podrá obtener prescripción de ella, á menos que esta creencia (1) L e y e s 14 y 15, tit. 29, p a r t . 3.
provenga de hecho ageno que no le sea imputable; v. g., si hu- (2) L e y 9, tit. 28, p a r t . 3.
(3) L e y e s 10 y 11 id. id.
biere dado orden á su agente ó apoderado para comprarla, y (4) L e y 12, tit. 29, p a r t . 3.
(5) C a p u l t . de prescritionibus.
(6) L e y 5, tit. 15, lib. 4 R . , o 2, tit. 8 lib. 11 Nov.
(1) Todo el tit. de prescription, en las decret. E l tit. 6, I n s t i t u t . de (7) L e y 1, lit. 30, p a r t . 3.
usucapion, y el tit. ft", de usurpation, e t usucap, (8) L e y 2 id.
(2) L e y 1, tit. 29, p a r t . 3. (9) L e y cit. 1, tit. 3, p a r t . 3.
(3) L e y 28, ff. de v e r b . sign. (10) L e y 9, tit. 29, part. 3, a l i i , 1 r o t i n u a d a m e n t e "
(4) L e y e s 6, 7, 9 y 18, tit. 29, p a r t . 3,
cion y debe empezar de nuevo (1). Advirtiendo, primero, qué en la falta de pruebas que acrediten el verdadero y antiguo
cuando no puede demandarse al prescribente por estar ausen- lindero. Y como siempre se ha de buscar esta circunstancia
te, ser furioso ó de menor edad, y no tener curador, ó si fuere por ser totalmente indispensable y necesaria, de hay es que en
persona poderosa ó hubiere muerto, bastará para interrumpir tales casos se nombran comisionados, no para dar ni quitar
la prescripción, protestar ante el juez ó ante los vecinos de su terrenos, sino para aclarar y señalar los que según se justifi-
casa, que por aquel impedimento no se le d e m a n d a (2); y se- que deban considerarse como dote de cada poblacion ó de ca-
gundo, que interrumpida la prescripción, en cuanto á la pose- da individuo contendiente, á fin de que disfruten pacíficamen-
sión. se interrumpe también en cuanto á la propiedad y al con- te de sus pastos y demás aprovechamientos (1). A este acto
trario (3). Mas por la muerte del poseedor ni por la enagena- llaman los piápticos juicio de apeo, aunque como dice Gómez
cion de la cosa, no se interrumpe la posesion en el verdadero Negro (2) con toda impropiedad, pues realmente no es mas
dueño si en él hubiese buena fé (4). Alvarez (5) sobre este que u n a diligencia que puede servir de prueba en caso de dis-
punto asienta por regla general, que el sucesor continúa en la putarse el dominio ó posesion de las heredades deslindadas, y
posesion de su antecesor, sea universal ó singular, siempre que solo puede formarse juicio, no sobre el apeo, pues á éste nadie
ambos tengan buena fé; y que para comenzar la prescripción puede oponerse, sino sobre -el modo con que se ha ejecutado,
por sí solos, no les daña la m a l a de su antecesor, guardando ó no las solemnidades que despues explicaremos.
74 P u e d e adquirir posesion todo hombre de sano juicio, no 2 P a r a restablecer los términos perdidos, se h a de atender-
solo por su persona, sino por medio de otro á quien le confiera en primer lugar á la posesion, á cuyo fin deben presentar los
poder. Por lo mismo no pueden ganarla por sí los acreedores interesados todos los documentos que conduzcan á acreditar-
y otros que no poseen á nombre propio. la (3).
3 A falta de posesion ó de pruebas competentes de la mis-
ma, deben justificarse los linderos por medio de monumentos
antiguos, como zanjas y árboles, censos anteriores al pleito,
autoridades de escritores, y también por la fama pública, pre-
C A P Í T U L O III.
sunciones y otras circunstancias. Mas contra tales testimonios
h a y u n a prueba superior que es la que se f u n d a en las suce-
Sobre los limites de las heredades. siones y aumento ó diminución de las heredades por la vo-
luntad y contratos de sus poseedores.
1 E l t r a s c u r s o d e los t i e m p o s y la m a l i c i a y d e s c u i d o d e 4 E n t r e los diferentes medios á que se puede recurrir en
los h o m b r e s , s o n c a u s a de q u e se p i e r d a n y c o n f u n d a n los lin- las dudas acerca de los términos de las heredades, es uno el
deros ó límites de las h e r e d a d e s , y esto da ocasion m u c h a s ve- pago de los derechos de alcabala, y el de diezmos que han
ces á q u e se p r o m u e v a n pleitos o b s t i n a d o s y costosos, y a en- adeudado los terrenos que se litigan, pues por ellos se acredita
tre los p a r t i c u l a r e s c o l i n d a n t e s , y a e n t r e p u e b l o s vecinos, y y a la finca á que han pertenecido.
t a m b i é n entre u n o s y otros. S u principal dificultad consiste 5 H a y igualmente que atender á varias conjeturas no des-
preciables en caso de faltar pruebas mas convincentes. T a l
( 1 ) L e y 29 id. id. L a citación á conciliación, creemos q u e inter- es la dirección de los mojones, pues siempre que se dividen
r u m p i r á la prescripción, p o r q u e la citada ley establece al fin ser b a s t a n -
términos se guarda la línea recta. Si los mojones están cla-
te p a r a este efecto que el a c r e e d o r d e m a n d e al d e u d o r delante de ami-
gos ó de avenidores. El código f r a n c é s resuelve este p u n t o por la afir- ros y siempre se h a n reconocido, este solo hecho es una prue-
mativa, a ñ a d i e n d o q u e esto se e n t i e n d e siempre q u e lñ d e m a n d a s e ins-
taure dentro de u n mes contado desde el día de la no comparecencia, ó
de la no conciliación. (1) L e y 17, tít. 17, lib. 1, N. R . G o m e z N e g r o , E l e m . de p r a c t .
(2) L e y 30, tít. 29. p a r t . 3. for. p a r t . 1, p á g . 106.
(3) L e y 7. tít. 15, lib. 4 R . , ó 6, tít. 8, lib- 11 Noy. ( 2 ) L u g a r citado.
(4) L e y 16, tít. 29, p a r t . 3. ( 3 ) L a m a y o r p a r t e de las r e g l a s q u e vamos á dar, e s t á n tomadas
(5) Instituc. lib. 2, tít. 6. - ."•• ••) de la práctica forense de Elizondo, tomos 2 y 3.
cion y debe empezar de nuevo (1). Advirtiendo, primero, qué en la falta de pruebas que acrediten el verdadero y antiguo
cuando no puede demandarse al prescribente por estar ausen- lindero. Y como siempre se ha de buscar esta circunstancia
te, ser furioso ó de menor edad, y no tener curador, ó si fuere por ser totalmente indispensable y necesaria, de hay es que en
persona poderosa ó hubiere muerto, bastará para interrumpir tales casos se nombran comisionados, no para dar ni quitar
la prescripción, protestar ante el juez ó ante los vecinos de su terrenos, sino para aclarar y señalar los que según se justifi-
casa, que por aquel impedimento no se le d e m a n d a (2); y se- que deban considerarse como dote de cada poblacion ó de ca-
gundo, que interrumpida la prescripción, en cuanto á la pose- da individuo contendiente, á fin de que disfruten pacíficamen-
sión. se interrumpe también en cuanto á la propiedad y al con- te de sus pastos y demás aprovechamientos (1). A este acto
trario (3). Mas por la muerte del poseedor ni por la enagena- llaman los piápticos juicio de apeo, aunque como dice Gómez
cion de la cosa, no se interrumpe la posesion en el verdadero Negro (2) con toda impropiedad, pues realmente no es mas
dueño si en él hubiese buena fé (4). Alvarez (5) sobre este que u n a diligencia que puede servir de prueba en caso de dis-
punto asienta por regla general, que el sucesor continúa en la putarse el dominio ó posesion de las heredades deslindadas, y
posesion de su antecesor, sea universal ó singular, siempre que solo puede formarse juicio, no sobre el apeo, pues á éste nadie
ambos tengan buena fé; y que para comenzar la prescripción puede oponerse, sino sobre -el modo con que se ha ejecutado,
por sí solos, no les daña la m a l a de su antecesor, guardando ó no las solemnidades que despues explicaremos.
74 P u e d e adquirir posesion todo hombre de sano juicio, no 2 P a r a restablecer los términos perdidos, se h a de atender-
solo por su persona, sino por medio de otro á quien le confiera en primer lugar á la posesion, á cuyo fin deben presentar los
poder. Por lo mismo no pueden ganarla por sí los acreedores interesados todos los documentos que conduzcan á acreditar-
y otros que no poseen á nombre propio. la (3).
3 A falta de posesion ó de pruebas competentes de la mis-
ma, deben justificarse los linderos por medio de monumentos
antiguos, como zanjas y árboles, censos anteriores al pleito,
autoridades de escritores, y también por la fama pública, pre-
C A P Í T U L O III.
sunciones y otras circunstancias. Mas contra tales testimonios
h a y u n a prueba superior que es la que se f u n d a en las suce-
Sobre los limites de las heredades. siones y aumento ó diminución de las heredades por la vo-
luntad y contratos de sus poseedores.
1 E l t r a s c u r s o d e los t i e m p o s y la m a l i c i a y d e s c u i d o d e 4 E n t r e los diferentes medios á que se puede recurrir en
los h o m b r e s , s o n c a u s a de q u e se p i e r d a n y c o n f u n d a n los lin- las dudas acerca de los términos de las heredades, es uno el
deros ó límites de las h e r e d a d e s , y esto da ocasion m u c h a s ve- pago de los derechos de alcabala, y el de diezmos que han
ces á q u e se p r o m u e v a n pleitos o b s t i n a d o s y costosos, y a en- adeudado los terrenos que se litigan, pues por ellos se acredita
tre los p a r t i c u l a r e s c o l i n d a n t e s , y a e n t r e p u e b l o s vecinos, y y a la finca á que han pertenecido.
t a m b i é n entre u n o s y otros. S u principal dificultad consiste 5 H a y igualmente que atender á varias conjeturas no des-
preciables en caso de faltar pruebas mas convincentes. T a l
( 1 ) L e y 29 ¡d. id. L a citación á conciliación, creemos q u e inter- es la dirección de los mojones, pues siempre que se dividen
r u m p i r á la prescripción, p o r q u e la citada ley establece al fin ser b a s t a n -
términos se guarda la línea recta. Si los mojones están cla-
te p a r a este efecto que el a c r e e d o r d e m a n d e al d e u d o r delante de ami-
gos ó de avenidores. El código f r a n c é s resuelve este p u n t o por la afir- ros y siempre se h a n reconocido, este solo hecho es una prue-
mativa, a ñ a d i e n d o q u e esto se e n t i e n d e siempre q u e la d e m a n d a s& ins-
taure dentro de u n mes contado desde el día de la no comparecencia, ó
de la no conciliación. (1) L e y 17, tít. 17, lib. 1, N. R . G o m e z N e g r o , E l e m . de p r a c t .
(2) L e y 30, tít. 29. p a r t . 3. for. p a r t . 1, p á g . 106.
(3) L e y 7. tít. 15, lib. 4 R . , ó 6, tít. 8, lib- 11 Noy. ( 2 ) L u g a r citado.
(4) L e y 16, tít. 29, p a r t . 3. ( 3 ) L a m a y o r p a r t e de las r e g l a s q u e vamos á dar, e s t á n tomadas
(5) Instituc. lib. 2, tít. 6. - ."•• ••) eje la práctica forense de Elizondo, tomos 2 y 3.
ba, pues la posesion inmemorial es un título que tiene f u e r z a prueba la que tenga el magistrado que les paga, sucediendo lo
de privilegio. mismo por la expesion que hagan de haber visto, saber ó cons-
6 La proximidad mayor á un pueblo que á otro, es en ca- tarles las de licencias para cortar en aquellos sitios, asistien-
sos dudosos u n a conjetura que debe tenerse en consideración, do los denunciados á las causas, y pagando las penas.
pues se presume que los términos adyacentes á cualquiera 12 L a experiencia nos enseña en muchos juicios de confi-
poblacion, pertenecen á su término, por manera, que para go- nes, dice el mismo autor en otro lugar (1), el vicio común de
zar los vecinos de otra mas distante el beneficio de sus pastos los peritos de no contenerse éstos dentro de los canceles de su
y aprovechamientos, necesitan acreditar su derecho (1). propia arte, en lo que no deben ser creídos; de modo, que para
7 Otra prueba conjetural es el hacerse ó no mención de evitar las diligencias y contiendas que suelen ocasionar estos
los mojones en los instrumentos de propiedad, dándose en excesos, acostumbran los jueces doctos prescribir á aquellos un
ellos á entender que el término que se litiga parte límites con modo preciso, al cual sujetándose en sus reconocimientos, di-
el del pueblo que lo disputa, ó que está dentro ó fuera de ellos. gan categóricamente lo que entiendan, afirmando ó negando
No menos contribuye á aclarar la verdad la confrontacion de el hecho que motiva la duda: siendo no menos frecuente en la
las señas, distancia, dirección y nombre de los mojones mismos. práctica faltar en el ejercicio de la propia arte ó pericia, á las
8 " L a s escrituras de amojonamientos, dice el Sr. Elizon- reglas de ésta, no distinguiendo, por ejemplo, así en los predios
do, prueban plenamente en estos juicios donde la vista de ojos rústicos como en los urbanos para su estimación, ó cuando tra-
y paño de pintura [plano] que se levanta sobre el terreno con tan de venderseó reclamarse por nulidad de su venta ó adjudi-
presencia de las escrituras y las declaraciones de los apeado- cación, si son antiguos ó modernos, infructíferos ó fructíferos, ó
res, suministra la mas apreciable autoridad en los juicios de capaces de fructificar al auxilio de la industria y del tiempo,
división de términos (2), sin que nombrados una vez por las debiendo dar concluyentes razones y causas que hagan vero-
partes puedan despues recusarlos. símil su dicho, para ser creídos sobre unos hechos donde solo
9 " P a r a que las visitas y mojoneras causen un estado inal- deben ser elegidos para declararlos y resolverlos por su influjo,
terable, es necesario se citen á los pueblos y personas parti- de una prueba rigorosamente subsidiaria, cuando por otra via
culares á quienes puedan perjudicar de algún modo, pues en no pueda descubrirse la verdad."
otra forma pueden de su propia autoridad quitar 6 mudar 13 "Los mapas sirven también para decidir las controver-
cualesquiera mojones que se hubieren puesto, dando cuenta á sias de confines, situaciones é identidades de las cosas litigio-
la justicia. sas; m a s es preciso distinguir los públicos de los privados, es-
10 "Los confines ó mojones por donde se parten ó dividen to es, los geográficos de los topográficos (2) impresos para la
términos, se prueban por aquellos testigos que mas se confor- utilidad pública, ó hechos por pura conveniencia de las partes,
men con los instrumentos y se conocen mas fidedignos, á cu- sin consentimiento recíproco de las mismas, ó con su citación,
yo grado se elevan los de mas edad, que regularmente depo- audiencia y asistencia judicial, en cuyos únicos casos merecen
nen con circunstancias de grave recomendación, como son la fé, no reclamándose su error, y haciéndose este manifiesto con
fama pública y con primeras y segundas oidas, dando autores presencia del terreno; siendo rarísimo el caso en que no liti-
que prueban plenamente. gando los límites de un reino, provincia ó estado, y otros par-
11 E n t r e los testigos fidedignos, merecen un particular ticulares, se valgan los interesados de los mapas geográficos,
aprecio los vecinos, labradores, pastores, ganaderos y rústicos ya por no designar éstos individualmente los mojones y lími-
de los lugares inmediatos que tengan un entero conocimiento tes, y ya también por la diversidad de sus autores, mas ó me-
de los sitos, mojones y términos comprendidos bajo de ellos, y nos clásicos, y del tiempo en que se hicieron, el cual influye á
sobre los que se cifran los litigios, habiendo aquellos visto guar-
das en los mismos terrenos, cuyo acto, como jurisdiccional, (1) P r a c t . unió for lora 4, p á g . 230 y 231 números 27 al 30.
( 2 ) M a p a geográfico es a q u e l en q u e se describe toda la t i e r r a ó al-
(1) L e y 9, tít. 28, p a r t . 3. g u n a p a r t e considerable de ella, como provincia, reino, república, etc.: y
topográfico, el en q u e solo se describe a l g ú n sitio ó l u g a r .
(2) L e y fin, tít. 15, p a r t . 6.
variar el sistema de los objetos, como respectivamente obser- 15 Si al tiempo de ejecutar el apeo protestase sobre algún
punto cualquiera de los interesados, se le admitirá su oposicion
vamos v podemos decir lo mismo de los hidograficos (1), con-
o protesta, sin que por esto se suspendan las operaciones, y
cluyendo en este punto con manifestar ahora, que en los ca-
luego que se hayan concluido, el que lo solicite presentará un
sos sujetos á la inspección ocular del juez, no esta o b h g a d o l escrito pidiendo que el juez lo apruebe, interponiendo su auto-
pasar por la declaración de los peritos, contraria a a q u e l l o q u e ridad y judicial decreto; de cuya pretensión se corre traslado á
él mismo recibió por sus sentidos corpóreos, en las cosas pen- todos los dueños confinantes, en la forma en que se les citó
dientes de solo este juicio." con apercibimiento de aprobarlo si no acuden dentro de tanto
14 " C u a n d o uno quiere amojonar sus heredades, debe pre- tiempo á pedir su nulidad. Si no lo hacen, les acusa el actor
sentarse ante el juez, para que con presencia de los d ^ u m e n t o s rebeldía y en su consecuencia, se aprueba en cuanto ha lugar
y justificantes que exhiba, m a n d e hacer el apeo, citando previa- en derecho; pero si salen en el término señalado, se les oye en
mente á los dueños confinantes que fueren conocidos ó ciertos, juicio ordinario, advirtiendo que el juez debe autorizar el apeo
y si fueren inciertos, que m a n d e fijar edictos de nueve en nue- estando hecho rite et rede, sin perjuicio de las partes, y sin po-
ve dias, en los parages públicos y acostumbrados, dando te el ner en posesion á nadie en virtud de él, pues sobre este punto
escribano de haber puesto uno y quitado otro después de ven- no ha habido contienda. Si lo hiciere sin preceder expreso
cido su término; é igualmente pedirá que se libre requisitoria consentimiento y conformidad de los interesados ú otro for-
para que se citen á los que fueren de otra jurisdicción, iwUh- mal procedimiento de justicia, cometerá un verdadero despojo,
cando á todos nombren peritos agrimensores, con apercibimien- que deberá reintegrarse con vista solo de los autos de apeo v
to de hacerlo de oficio, y eligiendo desde luego el suy o bi de lo que en su razón alegaren las partes, cuyos derechos se
juez provee de conformidad, señalando día para v e n f i c a r el re- reservaran, para que ejecutada la reposición, los deduzcan an-
conocimiento, citando á todos los interesados, y notificándoles te quien y como les convenga (1).
nombren su perito. E s t a citación es tan interesante, que sin
16 Si los términos, en todo ó en parte, no pueden cómoda-
ella, en concepto del Sr. E l i z o n d o (3), padece el acto u n a no-
mente dividirse, dice también el Sr. Elizondo (2), bien porque
toria nulidad. Si comparecen las partes, hacen el nombramien-
son oscuros los derechos probados por los contendientes en po-
to de perito: y si no, los declara el juez por contumaces, y ve- sesion o propiedad, ó bien por otra causa, puede el juez dirigir
rifica el deslinde el nombrado por el que lo pide y el que nom- los nuevos términos de otra suerte, por adjudicación y conde-
bra el mismo juez por los inciertos y ausentes. Previas estas di- nación exaquo et bono, para quitar de en medio la oscuridad
ligencias, y llegado el dia que se asignó, pasa el juez acompa- a cuyo fin deberá ir él mismo á las heredades, para que con'
ñado de las partes, peritos y escribano, al terreno cuyos limi- citación de las partes, declaren los peritos por su medida, los
tes se quieren fijar, para determinarlos por su inspección ocu- términos de las heredades, cuya declaración impone fin á la
lar (4): así lo establecen las leyes, sin embargo de as cuales controversia de sus posesiones. Asimismo, si los mojones
dice el Sr. Elizondo (5), que e n todos aquellos casos donde pue- de una heredad entrasen en otra, y por ello creyese el juez
da tenerse por suficientemente probado la sitiuacion y estado que podra haber alguna disputa, debe mandarlos poner de ma-
de la cosa por peritos y testigos, sin contrariedad o diversidad, nera que esta quede evitada, condenando á aquel cuya here-
ó por mapas topográficos ú otras especies de justificación, no dad se aumente, á pagar al otro el valor de lo que crezca, de-
h a n de decretar los jueces los reconocimientos con su asisten- hiendo todos en este punto, obedecer al juez, quien en el caso
cia, que siempre ha de entenderse subsidiaria para excusar de resistencia podrá multarlos (3).
gastos á los contendientes.
17 Despues de declarada ó terminada cuestión de división

(1) M a p a hidrográfico, es el q u e describe las a g u a s ó p a r t e de ellas.


tU
(2) G o m e z N e g r o , l u g a r citado. V p á g í r ™ -1¡b- N0V
- Gomez Elem
"
(3) L u g a r citado. (2) T o m o 2, p a g . 120.
(3) L e y 10, lit. 5, p a r t . 6.
(4) L e y e s 8, tít. 14, part, 3 y 10, tít. 15, p a r t . 6.
(5) L u g a r citado.
de términos, si se atreviese uno de los interesados á usurparr al segundas, las que solo se usan de tiempo en tiempo. Hay. ade-
otro, parte de su fundo, incurre en las penas establecidas por mas, otras varias clases de servidumbres, que se explicarán mas
derecho contra los que despojan á los poseedores. adelante.
18 Como en las causas suscitadas entre los pueblos veci- 3 E l que tiene con otros la propiedad indivisa de una here-
nos, suelen originarse muchos males, bien privados, bien pú- dad, no puede sujetar á servidumbre ninguna parte de ella, sin
blicos, será muy conveniente poner término á ellos en los ca- el consentimiento de todos los demás. Tampoco puede, sin el
sos dudosos, por medio de unas justas y arreg adas t r a t a c i o - mismo consentimiento, libertar de servidumbre al predio ó he-
nes que sofoquen las contiendas, aseguren el derecho de los redad sujeta á ella, en favor de la heredad común.
pueblos, y cuya contravención sea refrenada con la satisfac- 4 E l derecho de servidumbre comprende todos los demás
ción é indemnización de todos los perjuicios que se causen en derechos necesarios para poder usar de ella. Así, la servidum-
bre de sacar agua de una fuente ó pozo, comprende el derecho
lo sucesivo. , . ,
de entrar y pasar por una heredad, donde estuviere el pozo ó
19 E n este lugar creemos oportuno advertir, que el arreglo
la fuente.
de los límites de los estados, así como la terminación de sus di-
5 E s t e derecho, y el modo y tiempos en que puede hacerse
ferencias, cuando no hayan convenido entre sí sobre la demar-
uso de él, deben arreglarse por los términos ó pactos de su cons-
cación de sus respectivos distritos, pertenece exclusivamente al titución, debiendo siempre interpretarse con restricción; limitán-
congreso general, según lo ordena la parte quinta del art. 5U dose á lo meramente preciso para que puedan usar de ella las
de la constitución federal. personas á quienes fuere debida, á menos que otra cosa se hu-
biese establecido en los títulos de su constitución.
6 L a persona á cuyo favor está constituida la servidumbre,
CAPÍTULO IV. no es responsable del daño que por una consecuencia ó efecto
natural de ella, pueda sobrevenir al edificio ó heredad sirvien-
te; pero lo será cuando el daño provenga de alguna m u d a n z a ó
De las servidumbres. alteración que h a y a hecho en las cosas afectadas á la servidum-
bre contra lo establecido en la constitución de ésta.
1 Se entiende por servidumbre, u n derecho adquirido en 7 Las servidumbres se constituyen de tres maneras: prime-
bienes ágenos inmuebles, para recibir de éstos algún servicio o ro, por convención: segundo, por disposición testamentaria; y
utilidad. Tiene facultad para constituir servidumbre, cualquie- tercero, por el uso de prescripción (1). E l uso de la servidum-
ra que sea propietario de una cosa, y cuya administración no bre que se trata de prescribir, ha de ser continuo, con buena fé,
le está prohibida por interdicción judicial. También pueden y no por fuerza ni por ruego ó favor; y con ciencia del dueño
constituir servidumbre, los que solo tienen el dominio útil por del predio sirviente, lo cual sirve de justo título y de tradición;
todo el tiempo en que éste dura, como el infiteuta. L a s servi- bien que si el prescribente apoyase su uso en título justo, bas-
dumbres, por su naturaleza, son indivisibles (1). tará su buena fé con el trascurso del tiempo legal, sin necesi-
2 Las servidumbres se dividen en naturales, legales y con- dad de la ciencia del dueño. E n cuanto al tiempo, conviene
vencionales. L a s naturales, llamadas también necesarias, son saber, que hay diferencia entre las continuas y las interrumpi-
aquellas que dimanan de la situación respectiva de propieda- das ó discontinuas, prescribiéndose aquellas por diez años en-
des ó fincas que están contiguas unas á otras. L a s legales son tre presentes, y veinte entre ausentes, y éstas por tiempo inme-
r
aquellas que por la ley se hallan establecidas; y convencionales morial (2).
son las que d i m a n a n de un convenio formal, ó de una posesion 8 E l tiempo para prescribir, se empieza á contar desde que
suficiente para presumir que lo hubo, ó de otro hecho de que se comienza el uso de la servidumbre, si ésta fuese afirmativa; por
infiera la servidumbre. Pueden ser también continuas ó inter-
rumpidas. L a s primeras son aquellas cuyo uso es diario, y las
(1) L e y 14, tít. 31, p a r t . 3.
(2) L e y 15 de dicho tít. 31.
(1) L e y 9, lit, 31, p a r t . 3.
de términos, si se atreviese uno de los interesados á usurparr al segundas, las que solo se usan de tiempo en tiempo. Hay. ade-
otro, parte de su fundo, incurre en las penas establecidas por mas, otras varias clases de servidumbres, que se explicarán mas
derecho contra los que despojan á los poseedores. adelante.
18 Como en las causas suscitadas entre los pueblos veci- 3 E l que tiene con otros la propiedad indivisa de u n a here-
nos, suelen originarse muchos males, bien privados, bien pú- dad, no puede sujetar á servidumbre ninguna parte de ella, sin
blicos, será muy conveniente poner término á ellos en los ca- el consentimiento de todos los demás. Tampoco puede, sin el
sos dudosos, por medio de unas justas y arreg adas transacio- mismo consentimiento, libertar de servidumbre al predio ó he-
nes que sofoquen las contiendas, aseguren el derecho de los redad sujeta á ella, en favor de la heredad común.
pueblos, y cuya contravención sea refrenada con la satisfac- 4 E l derecho de servidumbre comprende todos los demás
ción é indemnización de todos los perjuicios que se causen en derechos necesarios para poder usar de ella. Así, la servidum-
bre de sacar agua de una fuente ó pozo, comprende el derecho
lo sucesivo. , . ,
de entrar y pasar por una heredad, donde estuviere el pozo ó
19 E n este lugar creemos oportuno advertir, que el arreglo
la fuente.
de los límites de los estados, así como la terminación de sus di-
5 E s t e derecho, y el modo y tiempos en que puede hacerse
ferencias, cuando no hayan convenido entre sí sobre la demar-
uso de él, deben arreglarse por los términos ó pactos de su cons-
cación de sus respectivos distritos, pertenece exclusivamente al titución, debiendo siempre interpretarse con restricción; limitán-
congreso general, según lo ordena la parte quinta del art. 5U dose á lo meramente preciso para que puedan usar de ella las
de la constitución federal. personas á quienes fuere debida, á menos que otra cosa se hu-
biese establecido en los títulos de su constitución.
6 L a persona á cuyo favor está constituida la servidumbre,
C A P Í T U L O IV. no es responsable del daño que por una consecuencia ó efecto
natural de ella, pueda sobrevenir al edificio ó heredad sirvien-
te; pero lo será cuando el daño provenga de alguna m u d a n z a ó
De las servidumbres. alteración que h a y a hecho en las cosas afectadas á la servidum-
bre contra lo establecido en la constitución de ésta.
1 Se entiende por servidumbre, u n derecho adquirido en 7 Las servidumbres se constituyen de tres maneras: prime-
bienes ágenos inmuebles, para recibir de éstos algún servicio o ro, por convención: segundo, por disposición testamentaria; y
utilidad. Tiene facultad para constituir servidumbre, cualquie- tercero, por el uso de prescripción (1). E l uso de la servidum-
ra que sea propietario de una cosa, y cuya administración no bre que se trata de prescribir, ha de ser continuo, con buena fé,
le está prohibida por interdicción judicial. También pueden y no por fuerza ni por ruego ó favor; y con ciencia del dueño
constituir servidumbre, los que solo tienen el dominio útil por del predio sirviente, lo cual sirve de justo título y de tradición;
todo el tiempo en que éste dura, como el infiteuta. L a s servi- bien que si el prescribente apoyase su uso en título justo, bas-
dumbres, por su naturaleza, son indivisibles (1). tará su buena fé con el trascurso del tiempo legal, sin necesi-
2 Las servidumbres se dividen en naturales, legales y con- dad de la ciencia del dueño. E n cuanto al tiempo, conviene
vencionales. L a s naturales, llamadas también necesarias, son saber, que hay diferencia entre las continuas y las interrumpi-
aquellas que dimanan de la situación respectiva de propieda- das ó discontinuas, prescribiéndose aquellas por diez años en-
des ó fincas que están contiguas unas á otras. L a s legales son tre presentes, y veinte entre ausentes, y éstas por tiempo inme-
r
aquellas que por la ley se hallan establecidas; y convencionales morial (2).
son las que d i m a n a n de un convenio formal, ó de una posesion 8 E l tiempo para prescribir, se empieza á contar desde que
suficiente para presumir que lo hubo, ó de otro hecho de que se comienza el uso de la servidumbre, si ésta fuese afirmativa; por
infiera la servidumbre. Pueden ser también continuas ó inter-
rumpidas. L a s primeras son aquellas cuyo uso es diario, y las
(1) L e y 14, tít. 31, p a r t . 3.
(2) L e y 15 de dicho tít. 31.
(1) L e y 9, lit, 31, p a r t . 3.
ñas (1): rústica es el gravámen que sufre u n a heredad en bene-
ejemplo, el derecho de apoyar una viga en la pared agena y ficio de otra: urbana es la que está constituida en la utilidad
desde que el prescribente prohibe al otro usar de la libertad de los edificios que sirven para habitación.
que crea tener en las servidumbres negativas; v. g., la de pro- 12 L a s servidumbres rústicas pueden ser tantas cuantos
hibir al vecino que levante mas su casa. gravámenes quieran sufrir los dueños en sus heredades; pero las
q T r e s son también los modos de extinguirse las servidum- mas conocidas son las siguientes (2): primera, el derecho de sen-
bres- primero, por la confusion de los dominios, esto es, por pa- da, ó el de pasar por la heredad agena para ir á la propia: segun-
sar el predio'dominante al dueño del sirviente ó al contrario; da, el derecho de camino, ó el de pasar por la heredad agena
de suerte, que a u n q u e despues vuelvan á separarse los domi- con carretas ó bestias cargadas: tercera, el derecho de acarreo,
nios, no se renueva la servidumbre por este mero hecho (1): se- ó el de acarrear por la heredad agena cuanto se necesite para
gundo, por remisión ó condonacion que hace el dueño del cam- beneficiar la propia: cuarta, el derecho de conducción de aguas
po á quien se debe la servidumbre (2), bastando que esta remi- por la heredad agena (3): quinta, el derecho de sacar agua de
sión sea tácita, como si el dueño de la servidumbre permitiese pozo ó fuente agena para sí, sus labradores y bestias de labor
al que sufre e í gravámen, hacer alguna cosa por la cual se im- ó ganados (4): sexta, el derecho de apacentar las bestias de la-
pida su uso (3): tercero, por el no uso de veinte años, sin dife- bor en prado ó dehesa de otro (5): sétima, el derecho de sacar
rencia entre presentes y ausentes, con respecto á las servidum- cal, arena, piedras ú otro material que se encuentre en la here-
bres rústicas discontinuas, y de tiempo inmemorial las conti- dad agena, para labrar en la propia (6).
nuas; de modo, que aunque éstas necesitan menos tiempo para 13 E l que tiene á su favor la servidumbre de senda, podrá
adquirirse, sucede lo contrario para perderse (4). L a s urbanas pasar por la heredad agena á la suya, ó salir de ella, solo ó
se pierden por el no uso de diez años entre presentes, y de vein- acompañado, á pié ó á caballo, siempre que v a y a uno en pos
te entre ausentes (5). Si uno de los dueños de un predio co- de otro; pero no podrá entrar con carro ni llevar á mano bestia
mún, usase de la servidumbre inherente á este predio se con- cargada. El derecho de camino da facultad al que le tiene, pa-
serva el derecho aun para los otros condueños que no hicieren ra pasar por la heredad agena á la suya, con carro ó bestias
uso de ella; y en el caso que dividiesen entre sí el predio, solo cargadas; y el que tiene á su favor la de acarreo, no solo podrá
perderá el derecho de servidumbre, aquel que no uso de ella pasar por la heredad agena á la suya con carro ó bestias car-
despues de la división (6): cuarto, por cumplirse el tiempo o ve- gadas, sino también llevar madera ó piedras arrastrando, y lo
rificarse la condicion por la cual se estableció la servidumbre. demás que necesitare para beneficiar su heredad. Si no se hu-
10 Hemos dicho en el número 1 de este capitulo, que en biese pactado la amplitud del camino para el acarreo, la ley
virtud del derecho de servidumbre, se recibe algún servicio o concede ocho piés en terreno recto, y diez y seis en torcido (7).
utilidad de alguna cosa agena. E s t a utilidad ó servicio puede 14 L a servidumbre de conducción de agua, puede ser na-
reportarse, va sufriendo el gravámen una finca para inmedia- tural ó convencional. E s natural ó necesaria la del agua que
to beneficio'de otra, va prestando aquella el servicio no en uti- corre de un predio superior á otro inferior, en cuyo caso el due-
lidad inmediata de otra finca, sino de la persona á cuyo lavor ño de éste, está obligado en consecuencia de esta servidumbre,
se hubiese constituido este derecho. L a s primeras se llaman á dejar correr por su heredad las aguas, la tierra ó piedras que
reales, y las segundas personales: de unas y otras trataremos aquellas arrastran naturalmente en su corriente, y no puede
en los párrafos siguientes. . , , construir dique, presa ú otra obra que impida ó embarace el uso
11 L a s servidumbres reales pueden ser rusticas o urba-
(1) L e y e s T y 2, tít. 31, p a r t . 3.
(2) L e y 3, tít. 31, p a r t . 3, •
(1) L e y 17, tít. 31 citado. (3) L e y 4, tít. 31.
(4) L e y 6 de dicho título.
(2) L a m i s m a ley 17.
(5) Dicha ley 6.
(3) L e y 19 del tít. citado.
(6) L e y 7 de dicho título.
(4) L e y 16, tít. 31, p a r t . 3.
(7) L e y 3, tít. 31. p a r t . 3-
(5) D i c h a ley 16.
(6) L e y 18 del mismo tít.
de la servidumbre. E l dueño del predio superior, tampoco pue-
de hacer la servidumbre m a s gravosa para el dueño del inferior, 18 A las servidumbres de la tercera clase, corresponde: pri-
ni disminuir ó privar á éste del uso de las aguas corrientes (1) mero, el derecho de abrir ventanas en la pared común ó del
E l dueño de una heredad, dentro de la cual hubiese fuente ó vecino: segundo, el derecho de impedir que el vecino, cuando
pozo, en el que tenga alguno la servidumbre de sacar agua, no construya alguna obra, cierre ó tape la ventana que mira á su
puede permitir á otro que se aproveche de ella, á menos que área ó terreno: tercero, el derecho de prohibir al vecino que ha-
por ser m u y abundante, bastare para ambos (2). ga, plante ó construya algún edificio que intercepte las vistas
15 Si el agua que corre naturalmente por terreno ó here- de que disfruta la finca (1). E n los casos que ocurran sobre
dad perteneciente á muchos, se estancase en la de alguno de esta clase de servidumbres urbanas, ténganse presentes los
ellos con perjuicio de a l g ú n vecino, podrá éste obligarle á que usos, costumbres y ordenanzas municipales de cada pueblo.
limpie y ponga expedito el sitio por donde antes corría, ó á que 19 T a m b i é n son gravámenes que disminuyen ó coartan el
le permita á él hacerlo; y si alguna se estanca en acequia per- derecho de propiedad, el usufructo, el uso y la habitación, que
teneciente á muchos dueños, debe cada uno limpiar la parte se conocen en el derecho con el nombre de servidumbres per-
fronteriza de su heredad. Cualquiera que por un título legal sonales (2). Usufructo, es el derecho de disfrutar de una cosa
tiene á su favor la servidumbre de conducir agua por tierras agena, sin perjuicio de su. propiedad y sustancia. Se puede
agenas, para algún molino, ó para riego de alguna heredad su- constituir sobre todo lo que es capaz de dar fruto u otra utili-
ya, estará obligado á conservar á sus expensas el cauce, canal dad, ya sea una cosa sola, ya un conjunto de bienes. Cuando
ó acequia, siempre en el mismo estado, y de modo que el agua la cosa que se disfruta es de aquellas que se consumen con el
no cause el menor perjuicio á los demás dueños de las hereda- uso, como aceite, vino, &c., es un usufructo impropio, y se le
des por donde pasa (3). da el nombre de cuasi usufructo.
16 L a s servidumbres urbanas tienen por objeto la construc- 20 P u e d e constituirse el usufructo de dos modos: primero,
ción ó edificación, el a g u a , la luz y las vistas. A las servidum- por la voluntad del hombre simplemente, ó bajo cualesquiera
bres que tienen por objeto la construcción, corresponden: pri- condiciones razonables que el propietario quiera imponer, y a
mero, el derecho de a p o y a r un edificio sobre la pared del veci- sea por contrato ó por disposición testamentaria: segundo, por
no: segundo, el derecho de meter vigas en la pared del vecino, ministerio de la ley, en los casos en que el usufructo es,conse
con el fin de que apoyen ó descansen en ella: tercero, el dere- cuencia de un derecho anteriormente reconocido, como el que
cho de prolongar el tejado, ó sacar parte del edificio sobre el adquiere el padre en los bienes adventicios del hijo que está
área del vecino; pero sin que descanse en ella con el objeto de bajo la patria potestad, y el que tiene el consorte viudo que pa-
evitar las intemperies, ó cualesquiera otra cosa de utilidad ó re- sa á segundas nupcias, en los bienes reservables á los hijos del
creo: cuarto, el derecho de prohibir al vecino que dé á su edificio anterior matrimonio (3).
mayor altura: quinto, el derecho de levantar mas su edificio (4), 21 El usufructuario tiene el derecho de adquirir y apro-
con tal que no lo prohiban los reglamentos de policía ó las or- piarse todos los frutos que constituyen la renta ordinaria de
denanzas municipales. la cosa usufructuada, esto es, los naturales, los industriales y
17 A las servidumbres (pie tienen por objeto el agua, cor- civiles. De consiguiente, puede venderlos, donarlos por cual
responde: primero, el derecho de que las goteras ó agua llovedi- quier título (4); pero no puede enagenar el mismo derecho de
za recogida en canales, caiga sobre la finca propia: segundo, el usufructo, porque es personal. T a m b i é n pertenecen al usu
derecho de tener abierto un agujero en la parte inferior de la pa- fructuario los frutos de lo que por accesión se une á la cosa
red del vecino, para recibir y dar salida á las aguas llovedizas. usufructuada: las servidumbres que se deban á ésta, las crias
de los animales, las minas y canteras que están ya beneficián-

(1) D i c h a ley 4,
(2) L e y 7 de dicho título. (1) L e y 2, tít. 31, p a r t . 3.
(3) L e y 4 de dicho título. (2) L e y e s 20 y 27, del tít. 31, p a r t . 3.
(4) Ley 2, tít. 31, part. 3. (3) L e y e s 15, tít. 17, 5: 2. tít. 31. p a r t . 3, y 7, tít. 14, lib. 10, N . R .
(4) L e y e s 20 y 24, tít. 31, p a r t . 3.
dose al tiempo de constituirse el usufructo, pero no si faltare á los usufructuarios, los árboles frutales que perecen, ó cual-
este requisito. quiera otro arrancado ó caido por algún accidente, bajo la obli-
22 Los frutos naturales é industriales que están pendien- gación de reemplazarlos con otros.
tes de los árboles, pertenecen al usufructuario, desde el momen- 25 E l usufructuario de un estanque de pesca, puede pes-
to en que empieza á gozar del usufructo, y al propietario lue- car sus peces, dejando al fin del usufructo el mismo número de
go que éste se extingue, sin hacerse m u t u a m e n t e abono algu- ellos que tenia cuando éste empezó. E s t a disposición es apli-
no per labores, semillas ú otros gastos de cultivo. Entendién- cable á los palomares, conejeras y otras cosas semejantes. L a s
dose percibidos y no pendientes los frutos para los efectos ex- crias de un hato de ganado ó de una yeguada que se tiene en
presados, desde que por obra del hombre se separan de hecho usufructo, pertenecen al usufructuario, con la obligación de re-
de la cosa que los produjo, a u n q u e no estén recogidos; pero si poner con éstas las cabezas que falten del hato ó yeguada; y
la separación se hubiere hecho por casualidad, no se conside- si no lo hiciere así, habrá de pagar el valor de ellas cuando se
ran percibidos hasta que se recojan. Los frutos civiles corres- acabe el usufructo. Si no hubiere crias, cumplirá el usufruc-
ponden al usufructuario, todo el tiempo que dure el usufructo, tuario con devolver el hato ó y e g u a d a en el estado que tuviere
y son debidos desde cualquier instante de este tiempo. E s t a al fin del usufructo. E l usufructuario de un archivo ó proto-
doctrina se aplica á los alquileres de casas, arrendamientos y colo, tiene derecho á los emolumentos que éste rinda durante
cualesquiera otros frutos civiles. el usufructo. E l laudemio de la cosa enfitéutica, cuando esta
23 Cuando el usufructo recae sobre cosas de que no puede se vende, pertenece al usufructuario.
hacerse uso sin consumirlas, es decir, sobre cosas fungibles, co- 26 E l propietario no puede de modo alguno, perjudicar ó
mo el dinero, granos ó líquidos, el usufructuario tiene el dere- poner trabas á los derechos del usufructuario, ni impedirle que
cho de disfrutarlas, pero con la obligación de devolver al otro adorne ó mejore la cosa que usufructúa, con tal que estas obras
al fin del usufructo, igual cantidad, calidad y valor, ó su esti- no alteren la esencia de la cosa usufructuada, ó el uso para
mación. Si se constituye sobre cosas, que sin consumirse de que está destinada. E l usufructuario tiene derecho á recla-
pronto se deterioran poco á poco con el uso, como lienzos, ves- mar del propietario el costo de las obras y reparos que éste de-
tidos ó muebles de una casa, el usufructuario tiene el derecho bería hacer, y que son necesarias para la conservación de la
de servirse de estas cosas pava el uso á que están destinadas, cosa usufructuada. T a m b i é n puede exigir del propietario el
y solo está obligado á devolverlas en el estado en que se ha- importe de las obras útiles á éste, a menos que al constituirse
llen al fin del usufructo, con tal que el deterioro no proceda de el usufructo, hubiere renunciado el derecho de indemnización.
dolo ó culpa suya, pues en tal caso habrá de indemnizar al pro- Pero no tendrá derecho alguno á reclamar el costo de las obras
pietario. ó cosas de mero adorno, que haya hecho ó introducido en la
24 E l usufructuario de u n monte ó bosque, tiene derecho cosa usufructuada; bien que podria llevarse dichos adornos,
de hacer cortar el ramage de los árboles, arreglándose al uso con la precisa condicion de restablecer en su estado primitivo
constante de los propietarios; pero no puede cortar aquellos por lo que se hubiere alterado á causa de ellos, pudiendo el usu-
el pié, so pena de pagar al propietario el valor que tuvieren. fructuario retener la cosa usufructuada, hasta que el propieta-
Cuando por hacer algunos reparos ú obras en la propiedad, sea rio le satisfaga el costo de las obras necesarias que h a y a hecho.
necesario cortar alguno ó a l g u n o s de los árboles, podrá hacer- 27 C u a n d o el propietario tenga desmejoras que reclamar
lo el usufructuario, debiendo, en este caso, acreditar dicha ne- del usufructuario, se puede admitir en compensación el valor
cesidad, para satisfacción del propietario. T a m b i é n podrá el de las mejoras necesarias ó útiles que éste h a y a hecho, y si
usufructuario emplear para los reparos que tenga obligación de hubiere exceso de u n a y otra parte, se satisfará el resto h a s t a
hacer en la propiepad, los árboles caidos ó arrancados casual- la completa indemnización. Entiéndese por mejora de un ter-
mente; pero también con la condicion de hacer constar al pro- reno, el aumento de valor que este recibe, como si se hacen
pietario la necesidad. P u e d e asimismo percibir cualesquiera obras para desaguarle, para hacerle de regadío, para poderlo
productos anuales ó periódicos, de los árboles, según el uso del sembrar ó cultivar, entrando también los abonos que se hacen
pais ó la costumbre de los propietarios. Pertenecen también en él de cualquiera forma. E n los edificios se reputan mejo-
ras, todas las obras ó reparos que aumentan el valor de aque-
querimiento de la fianza, á petición del propietario ó de oficio,
llos, ó que los habilitan para darlos en alquiler ó venderlos,
según las circunstancias del caso; no privando el retardo de la
despues de constituido el usufructo. H a y desmejora en las he-
fianza al usufructuario, de los frutos á que puede tener dere-
redades, cuando éstas han disminuido en su producción ó es-
cho. pues éstos le son debidos desde el momento en que em-
timación, por no haberlas mantenido el usufructuario en el es-
pieza el usufructo.
tado de cultura existente al empezar el usufructo, por no ha-
30 El usufructuario está obligado á hacer los reparos me-
ber hecho en ellos los reparos á que está obligado, ó avisado
nores en la finca usufructuada; pero no los mayores, á menos
en tiempo al propietario para ejecutar los que á éste correspon-
que por no haber ejecutado aquellos, se h a y a n hecho éstos pre-
dan, ó por haberse excedido de cualquier modo, abusando del
cisos, en cuyo caso habrá también de costearlos. Son reparos
usufructo. No altera ni disminuye el derecho del usufructua-
mayores los de grande consideración y costo, como el de reedi-
rio, la venta ó enagenacion de la cosa sujeta á usufructo; de
ficar paredes ó construir nuevos tejados, &c. Reparos meno-
consiguiente, continuará en el goce del usufructo, si no le hu-
res, son las obras de menos costo, é indispensables para la con-
biere perdido ó renunciado.
servación de la finca. E n caso de duda, está al arbitrio del
28 Habiendo visto los derechos que corresponden al usu- juez la calificación de reparos mayores ó menores, según las
fructuario, paso á examinar las obligaciones que tiene. Antes circunstancias. El usufructuario puede compeler al propieta-
de entrar el usufructuario en el goce del usufructo, deben in- rio á que haga los reparos mayores que sean de necesidad, y
ventariarse los bienes muebles, y tomarse razón de los inmue- si los costease el primero, tiene derecho para pedir le reintegre
bles sujetos al usufructo, por ante escribano y en presencia ó el valor de ellos, ya sean éstos de necesidad ó de utilidad. L a s
con citación del propietario. No obstante, éste puede remitir obras que tengan solo por objeto la mayor percepción ó bene-
así el inventario como la toma de razón. El objeto de uno y ficio de frutos, serán de cuenta del usufructuario, no debiendo
otro de estos requisitos, es asegurar la responsabilidad del usu- en tal caso, pagar el propietario sino el valor de lo que resulte
fructuario, y los derechos dsl propietario. A falta de propieta- útil para el mismo.
rio á quien citar, como acontece en la sucesión de un mayoraz- 31 E l usufructuario y el propietario, son responsables de
go, el usufructuario entrante debe citar á los herederos del ce- los darlos que se originen por no haber hecho en debido tiem-
sante: si los bienes se pusieren por cualquiera causa en admi- po los reparos que respectivamente les correspondan. Si se ar-
nistración ó arriendo, los herederos ó el albacea pueden pedir ruinase por demasiado viejo ó por un caso fortuito, el edificio
que se haga el referido inventario y toma de razón, por un co- en que estaba constituido el usufructo, ni el usufructuario ni el
misionado que nombrará el juez, con asistencia de peritos, ci- propietario están obligados á reedificarlo. Si no se arruinase
tándose al sucesor presunto, y á falta de él, al administrador, del todo, y fuere necesario hacer alguna obra grande, de c u y a
arrendatario ó cualquiera otro encargado de la custodia de los omision hubiere de resultar la total ruina de aquel, el usufruc-
bienes. tuario podrá obligar al propietario á que la haga ó anticipe di-
29 E l usufructuario, antes de entrar en el goce del usufruc- nero para hacerla.
to, dará la correspondiente fianza de usar de él como buen pa- 32 E l usufructuario está obligado á pagar, durante el goce
dre de familia, á menos de que esté dispensado de esta fianza del usufructo, todas las cargas anuales que tuvieren las fincas
por la ley. No está obligado el usufructuario á prestar fianza usufructuadas al tiempo de empezar el usufructo, como las con-
en los casos siguientes: primero, cuando no se duda que él ó tribuciones, y otras que se consideran cargos de los frutos.
sus herederos han de adquirir la propiedad de sus bienes: se Cuando el usufructo consiste en animales productivos, como
girado, cuando el fisco es usufructuario: tercero, cuando el pa- un rebaño de obejas, está obligado el usufructuario á reempla-
dre tiene el usufructo en los bienes adventicios del hijo; y lo zar con las crias las que mueran ó falten de otro modo; pero
mismo sucede en todo usufructo legal: cuarto, cuando el usu- siendo los animales estériles ó no productivos, está relevado de
fructo no ha de volver al propietario ó verdadero heredero del aquella obligación, á no ser que muriese ó faltase alguna por
testador: quinto, cuando el vendedor ó donante de u n a cosa in- culpa suya. Si pereciese por enfermedad ú otro accidente, to-
mueble, se reserva el usufructo de ella. Puede hacerse el re- do el rebaño en que está constituido el usufructo, no tendrá el
usufructuario otra obligación que la de dar cuenta al propieta- arruine, continúa el usufructo en la heredad. 7. ° Por abusos
del usufructuario que den lugar, según las circunstancias mas
rio de los cueros, ó pagarle el valor de ellos.
ó menos graves, á que declare el juez ó extinguido totalmente
33 Los gastos y condenas que ocasionen los pleitos concer-
el usufructo, ó consolidado con la propiedad, bajo la carga de
nientes al usufructo, son de cuenta del u s n f r u c t u a n o j pero si
suministrar el propietario al usufructuario lo que estimare jus-
se hicieren aquellos á c a u s a de la-propiedad se á n de cargo
to. 8 . ° Por haberse cumplido el tiempo en el usufructo que
del propietario los de a l g u n a consideración; mas b s de ^ c a
se deja á uno hasta época ó edad determinada; bien que si és-
monta, correrán por c u e n t a del usufructuario E l padre 0 . l a
te muere, los herederos percibirán los frutos pendientes, y los
madre que usufructúa los bienes adventicios.del h » , turne^de-
vencidos hasta el dia del fallecimiento. 9. ° El usufructo cons-
recho al reintegro de todos los gastos que hubiere hecho a cau-
tituido á favor de alguna corporacion civil ó eclesiástica, dura
l a del pleito movido sobre dicho usufructo, si de él se hubiere
cien años, si no se hubiere prefijado menos tiempo, y si se ex-
seguido conocida utilidad ó mejora permanente a los bienes
tingue la corporacion ó se arruina el pueblo, se acaba el usu-
del
3 4 l j ° Ñ o es válida la renuncia del usufructo hecha en fraude fructo que tenia el consejo, salvo si todos ó parte de sus mora-
de los acreedores. E s t o s pueden intervenir en los litigios o con- dores poblaren otro lugar, en cuyo caso conservan el usufruc-
testaciones que se susciten sobre el usufructo, para conservar to (1). 10. Por el matrimonio legítimo del hijo de familias ó
ó asegurar los derechos de su deudor, como también pueden por su emancipación, se acaba el usufructo legal que el padre
ofrecerse á reparar las desmejoras que el usufructuario hubie- ó la madre tiene en sus bienes. Del usufructo en las heren-
re hecho en la cosa u s u f r u c t u a d a , y afianzar o consolidar el cias y legados, y de las obligaciones que éste impone al usu-
usufructo para lo sucesivo. L a sentencia que se pronuncie con- fructuario, nos remitimos á los títulos relativos á aquellas ma-
tra el usufructuario sin citación del propietario, no perjudica a terias, expuestos en el primer tomo de la obra del Febrero Me-
éste, ni por el contrario, la que se pronuncie contra el ultimo xicano, edición de cuatro tomos.
37 Sigue la segunda servidumbre personal que es el uso,
sin citación del primero. , y se dice que tiene este derecho cualquiera á quien se conce-
35 E l usufructuario no puede imponer servidumbre en la de la facultad de usar de una cosa para sus menesteres y los
cosa sujeta á u s u f r u c t o y en perjuicio del propietario; pero uno de su familia, conservando aquella íntegra (2). Conviene el
y otro podrán adquirirla durante el usufructo. Concluido és- uso con el usufructo en que se constituyen y se extinguen del
te tiene obligación de restituir al propietario la finca usufruc- mismo modo sobre las mismas cosas (3); y en que así el usua-
tuada en la misma f o r m a que la recibió; por consiguiente si rio como el usufructuario, deben prestar fianza, aquel en la for-
recibe una tierra de sembradío, no puede restituirla convertida m a que hemos expresado, y éste de que usará de la cosa con
en pradera ó al contrario. buena fé sin deterioro ni detrimento de las mismas (4); y se di-
36 Se acaba el usufructo: 1. ° Por la muerte natural del ferencian en que el usufructuario hace suyos todos los frutos
usufructuario, a u n q u e no por la del propietario. 2. ° 1 or la y rentas del modo que so ha dicho, y el usuario únicamente las
muerte civil, que es el destierro perpetuo (1). 3 . c Por remisión que necesita para satisfacer sus necesidades y las de su fami-
ó renuncia que haga el usufructuario á favor del propietario. milia, y no está obligado como aquel á hacer ciertos reparos
4. o Por reunirse en u n mismo sugeto la propiedad y el usu- para la conservación de los bienes, á no ser que la cosa sea tan
fructo. 5. ° Por el no uso de diez años entre presentes y vein- pequeña, que él solo la disfrute enteramente y se aproveche de
te entre ausentes. 6. ° Por destruirse ó perecer accidentalmen- todo su producto, en cuyo caso lo estará como aquel.
te la cosa en que está constituido el usufructo. Pero no es 38 Los derechos del usuario deben arreglarse á los tér-
aplicable esta doctrina al usufructo de una heredad en que se
comprende un edificio situado en ella, pues a u n q u e éste se
(1) L e y 20, tít. 31, p a r t 3.
(2) Dicha ley 20.
( 1 ) D e s p u e s de l a p r a g m á t i c a de 12 de M a r z o de 1771, no se cono- (?) L e y e s 20 v 24, tít. 31, p a r t . 3.
ce la m u e r t e civil ó d e s t i e r r o p e r p e t u o , p u e s por ella se prohiben las con- (4) L e y e s 20. 21 y 22 de dicho tít y p a r t .
denas por m a s tiempo q u e el de diez a ñ o s .
minos del convenio si se hubiesen especificado; pero en caso
de no haberse pactado la calidad y extensión que deban tener C A P Í T U L O V.
aquellos, se entenderán arreglados del modo siguiente: El que
tiene el uso de una heredad, 110 puede percibir mas frutos de
De los interdictos.—Nociones preliminares sobre esta materia;
ella que los que necesita para sí y su familia (1) y aun para
de los trámites judiciales que se siguen en los de adquirir,
los hijos que tenga despues de constituido el uso; pero no po-
retener y recobrar la posesion y otra división de interdictos.
drá enagenar ni ceder los frutos restantes. Si el uso fuere de
una casa, podrá el usuario vivir en ella con toda su familia, y
1 Introdujéronse los interdictos con el objeto de mantener
también recibir huéspedes (2).
la tranquilidad d é l o s particulares, evitando las desavenencias
39 E l usuario de animales puede emplearlos en sus labo- que á cada paso pudieran suscitarse sobre la posesion de aque-
res; pero 110 prestarlos á otro en comodato. Siendo el uso de llas cosas cuya pertenencia 110 estuviese aún decidida por un
caza y pesca, solo el usuario puede cazar y pescar. Si el uso juicio. Para mayor inteligencia de esta materia, dividen los
fuere de ganados, podrá el usuario aprovecharse del estiércol, autores las causas de posesion en sumarias y plenarias, lla-
y tomar la leche, queso, lana y crias para su consumo y el de mando plenarias á las que se siguen según el orden y trámites
su familia (3), debiendo usar de su derecho como un buen pa- de cualquier juicio ordinario; y sumarias á aquellas que se de-
dre de familia y precediendo la fianza é inventario como en el ciden brevemente, sin observarse las solemnidades del juicio
usufructo. ordinario, sin admitirse apelación, ó si se admite es solo en el
40 Cuando por convenio percibe el usuario todos los fru- efecto devolutivo (1).
tos de la heredad, si ocupa todo el edificio, está sujeto como el 2 El que pretende tener derecho sobre esta posesion mo-
usufructuario al pago de contribuciones, é igualmente á los mentánea, usa del interdicto que le corresponde, y en un bre-
gastos de cultivo y reparos necesarios para conservar la cosa, ve juicio se declara quién ha de tener la posesion, mientras en
como ya he manifestado en su lugar respectivo. Si solo per- otro mas largo se ventila el derecho de propiedad ó la verda-
cibe una parte de los frutos ú ocupa una parte de la casa, solo dera posesion.
estará obligado á pagar á prorata de lo que utiliza. No pue- 3 Varias son las especies que se conocen de interdic-
de el usuario enagenar ni hipotecar la cosa fructuaria inmue- tos: pero nosotros empezaremos por la división principal y de
ble, ni dar en prendas la mueble. mayor uso, á saber; interdictos para adquirir, retener y reco-
4 1 El derecho de habitación es la tercera de las servidum- brar la posesion, ó sea adipiscendcc, retinendcc et recuperan-
bres personales. El que goza de este derecho tiene las facul- d(C possesionis, como llamaban los romanos.
tades siguientes: 1. 03 L a de habitar en la casa con toda su fa- 4 El primero de estos interdictos tiene por objeto el conse-
milia, aun cuando no estuviese casado al tiempo en que se guir brevísimamente la posesion de una cosa que todavía no
constituyó. 2 . " L a de poder alquilar la casa á otro, con tal se ha poseído, pero á la que se tiene un derecho evidente. E11
que sea á persona que h a g a buena vecindad (4). 3. L a de po- el capítulo siguiente nos haremos cargo de los trámites que
der vender, hipotecar, ceder y enagenar de cualquier modo su deben observarse en este interdicto é igualmente en los demás.
derecho. Las obligaciones del que lo tiene, son las mismas 5 El segundo interdicto dirigido á conservar ó retener
que las del usufructuario en cuanto á la fianza y demás. E s - la posesion, corresponde á todo el que la tiene, sea civil ó na-
te derecho no se acaba sino con la muerte ó renuncia del ha- tural. De consiguiente, 110 competirá á los meros detentado-
bitador. res ó que no tienen posesion alguna, los cuales, cuando mas,
podrán implorar el oficio del juez en caso de ser expelidos, pa-
ra que los restituyan ó reintegren contra los que molestaron ó
turbaron su detentación. E n este caso se hallan el como-
(1) D i c h a ley 20.
(2) L e y 22 de dicho título.
(3) D i c h a ley 21. (1) A r t . 92 de la l e y de 23 de M a y o de 1837.
(4) L e y 27 de dicho tít. y p a r t .
minos del convenio si se hubiesen especificado; pero en caso
de no haberse pactado la calidad y extensión que deban tener C A P Í T U L O V.
aquellos, se entenderán arreglados del modo siguiente: El que
tiene el uso de una heredad, 110 puede percibir mas frutos de
De los interdictos.—Nociones prelim inares sobre esta materia;
ella que los que necesita para sí y su familia (1) y aun para
de los trámites judiciales que se siguen en los de adquirir,
los hijos que tenga despues de constituido el uso; pero no po-
retener y recobrar la posesion y otra división de interdictos.
drá enagenar ni ceder los frutos restantes. Si el uso fuere de
una casa, podrá el usuario vivir en ella con toda su familia, y
1 Introdujéronse los interdictos con el objeto de mantener
también recibir huéspedes (2).
la tranquilidad d é l o s particulares, evitando las desavenencias
39 E l usuario de animales puede emplearlos en sus labo- que á cada paso pudieran suscitarse sobre la posesion de aque-
res; pero 110 prestarlos á otro en comodato. Siendo el uso de llas cosas cuya pertenencia 110 estuviese aún decidida por un
caza y pesca, solo el usuario puede cazar y pescar. Si el uso juicio. Para mayor inteligencia de esta materia, dividen los
fuere de ganados, podrá el usuario aprovecharse del estiércol, autores las causas de posesion en sumarias y plenarias, lla-
y tomar la leche, queso, lana y crias para su consumo y el de mando plenarias á las que se siguen según el orden y trámites
su familia (3), debiendo usar de su derecho como un buen pa- de cualquier juicio ordinario; y sumarias á aquellas que se de-
dre de familia y precediendo la fianza é inventario como en el ciden brevemente, sin observarse las solemnidades del juicio
usufructo. ordinario, sin admitirse apelación, ó si se admite es solo en el
40 Cuando por convenio percibe el usuario todos los fru- efecto devolutivo (1).
tos de la heredad, si ocupa todo el edificio, está sujeto como el 2 El que pretende tener derecho sobre esta posesion mo-
usufructuario al pago de contribuciones, é igualmente á los mentánea, usa del interdicto que le corresponde, y en un bre-
gastos de cultivo y reparos necesarios para conservar la cosa, ve juicio se declara quién ha de tener la posesion, mientras en
como ya he manifestado en su lugar respectivo. Si solo per- otro mas largo se ventila el derecho de propiedad ó la verda-
cibe una parte de los frutos ú ocupa una parte de la casa, solo dera posesion.
estará obligado á pagar á prorata de lo que utiliza. No pue- 3 Varias son las especies que se conocen de interdic-
de el usuario enagenar ni hipotecar la cosa fructuaria inmue- tos: pero nosotros empezaremos por la división principal y de
ble, ni dar en prendas la mueble. mayor uso, á saber; interdictos para adquirir, retener y reco-
4 1 El derecho de habitación es la tercera de las servidum- brar la posesion, ó sea adipiscendcc, retincndai et recuperan-
bres personales. El que goza de este derecho tiene las facul- do possesionis, como llamaban los romanos.
tades siguientes: 1. 03 L a de habitar en la casa con toda su fa- 4 El primero de estos interdictos tiene por objeto el conse-
milia, aun cuando no estuviese casado al tiempo en que se guir brevísimamente la posesion de una cosa que todavía no
constituyó. 2 . " L a de poder alquilar la casa á otro, con tal se ha poseído, pero á la que se tiene un derecho evidente. E11
que sea á persona que h a g a buena vecindad (4). 3. L a de po- el capítulo siguiente nos haremos cargo de los trámites que
der vender, hipotecar, ceder y enagenar de cualquier modo su deben observarse en este interdicto é igualmente en los demás.
derecho. Las obligaciones del que lo tiene, son las mismas 5 El segundo interdicto dirigido á conservar ó retener
que las del usufructuario en cuanto á la fianza y demás. E s - la posesion, corresponde á todo el que la tiene, sea civil ó na-
te derecho no se acaba sino con la muerte ó renuncia del ha- tural. De consiguiente, 110 competirá á los meros detentado-
bitador. res ó que no tienen posesion alguna, los cuales, cuando mas,
podrán implorar el oficio del juez en caso de ser expelidos, pa-
ra que los restituyan ó reintegren contra los que molestaron ó
turbaron su detentación. E n este caso se hallan el como-
(1) D i c h a ley 20.
(2) L e y 22 de dicho título.
(3) D i c h a ley 21. (1) A r t . 92 de la l e y de 23 de M a y o de 1837.
(4) L e y 27 de dicho tít. y p a r t .
datario, el depositario y otros que tienen la cosa en nombre de
muebles, á menos que éstos formasen parte de aquellos, pues
ageno.
entonces se puede intentar por todos juntamente.
6 P a r a que tenga lugar este interdicto, se requiere que el
12 Puede hacer uso de este interdicto cualquiera persona
poseedor no haya obtenido la posesion d i m a n a d a de su adver-
que haya sido despojada violenta ó clandestinamente, bien tu-
sario, por fuerza clandestinamente, ni en precario ó á ruegos.
viese el dominio directo ó bien el útil, ó a u n q u e no le corres-
Mas no le servirá de obstáculo el tenerla de otro extraño por
pondiese ni uno ni otro si tuviese la posesion civil ó natural.
uno de los tres medios referidos.
Por consiguiente, podrán intentarlo el usufructuario, el usua-
7 Si al litigar dos personas sobre la propiedad de a l g u n a _
rio, y a u n el arrendatario ó colono; porque a u n q u e los prime-
cosa, pretendiesen ambas poseerlas, deberá preceder interdicto '
ros no poseen la finca ó heredad, tienen al menos en ellas cier-
al juicio petitorio, pues antes de entrar en él, es preciso decidir
tos derechos en los cuales deben ser amparados; y del mismo
sobre la posesion interina para evitar de este modo las penden-
modo el segundo, pues si bien éste no posee á nombre suyo,
cias que podrían suscitarse con motivo de esta momentánea
sino en el del dueño que es realmente quien ha sufrido el des-
posesion.
pojo, puede sin embargo acudir al juez para ser repuesto por
8 E l tercer interdicto es el mas favorecido por las leyes,
este medio en el goce de sus derechos.
interesando sobremanera á la sociedad que n i n g u n a persona
13 Compete este interdicto al despojado contra el que le
sea inquietada sin justicia sobre la posesion en que se h a y a ,
despojó, a u n q u e éste no posea la finca contra su poseedor y
porque de lo contrario serian muy frecuentes los despojos.
apoderado; contra el que lo enagenó á persona m a s poderosa
Así, pues, la ley dispone q u e al que está en posesion de una
ó de otro fuero para que no se le quitasen, y contra el que m a n -
cosa, no se le quite sin que primero sea oido y vencido en jui-
dó y aprobó el despojo hecho en su nombre, de suerte que el
cio, de suerte que n o valga la Real Cédula que se expida en
despojado pueda reclamar contra cualquiera de los expresados;
contrario (L); porque en caso de duda es mejor la condiciondel
pero conseguida la restitución de ellos, no se le permite moles-
que posee, y así no probando el contrario su intención en de-
tar á los otros (l).
bida forma, se debe conceptuar al otro como poseedor, aunque
14 Si uno despojase á otro de cierta cosa sobre la que te-
ningún título tenga para ello (2).
nia aquel algún derecho, lo perderá por este mero hecho; y si
9 Mas lo dicho anteriormente se entiende cuando es posee-
ninguno tenia, deberá restituirlo con todos sus frutos percibi-
dor de buena fé, y no despojó al otro clandestinamente ni por
dos y pendientes ó con otro tanto de su valor. Mas si la cosa
fuerza; porque si se justificare que así sucedió, debe el despo-
se deterioró ó perdió despues de haberla tomado, estará obli-
jado ó sus herederos ser restituidos á la posesion inmediata-
gado á pagar su valor en pena de haberla tomado de propia
mente, aunque el que hizo el despojo quisiera probar ó procla-
autoridad y no haber acudido para ello al juez competente (2).
mar en el juicio correspondiente (3).
15 Del mismo modo si el dueño de u n a cosa la diere á otro
10 Si el despojado usa de su derecho por via de acción, tie- en usufructo ó en enfiteusis, se la quitase despues, tendrá que
ne para ello de término un a ñ o útil, sin perjuicio de que antes ó restituir la misma cosa con sus frutos y rentas, perdiendo en
despues de este término p u e d a usar de las demás acciones que favor del despojado el derecho y utilidad que en ella se habia
le competan; mas si usase de su derecho por via de excepción, reservado. Mas si el despojante fuere extraño, deberá también
dura perpetuamente, porque lo que ha de demandarse en tiem- restituirla al despojado con los frutos y rentas, y darle otra
po limitado, es perpetuo para excepcionarse. equivalente para que la disfrute en igual forma que aquella (3).
11 Este interdicto solo tiene lugar en el despojo de bienes 16 Si el deudor despojase á su acreedor antes de pagar la
raices poseídos civil ó n a t u r a l m e n t e , y en el de las cosas in- deuda de la prenda que le entregó, perderá el dominio de ella,
corpóreas, como servidumbres y otros derechos, y no el de i
(1) Ley 2, tit. 34, lib. 11 N. R.
(1) L e y 2, tít. 33, lib. 11, N . R . (2) Leyes 10, tit. 10, part. 7; 6 tit. 5, lib. I; 8 tit. 1; lib. 6: 11 tit. 31,
(2) L e y 28, tít. 2, p a r t 3. lib. 11; 1 y 8 tit. 15, lib. 12 N. lt.
(3) L e y e s 5, tít. 8, p a r t . 3; y 10, tít. 10, p a r t . 7. (3) Ley 16, tjt. 10, part. 7.
pues el acreedro es legítimo tenedor y poseedor (1); é igual- y determinada finca, debe solicitarlo para que así se verifique:
mente si éste tomase por fuerza cualquiera cosa del deudor, ora si se hallan situadas en diversos lugares, se libran los corres-
fuese por via de prenda, ora por paga, deberá restituirla que- pondientes exhoitos para que sean notificados los inquilinos ó
dando ademas privado de su derecho para exigir la d e u d a {¿). colonos; y si los bienes en que consiste todo ó parte de la he-
rencia fuesen muebles, pretenderá el demandante que se haga
17 Dividen los autores los interdictos en prohibitivos, res- saber al tenedor la entrega desde luego.
titutorios y exhibitorios, según se dirijan á prohibir, restituir ó
20 Siendo el heredero ab intestato, acreditará con la parti-
exhibir a l g u n a cosa. Ésta división es ciertamente la mas ge-
da de entierro la muerte del finado, y con las otras de bautis-
neral, pues no solo comprende los interdictos de que hemos
mo y fées de casamiento que sean necesarias el parentesco
hablado, sino que también abraza otros de distinta especie, de
que con él tenga. Ademas, ofrecerá justificación sobre que el
los cuales trataremos mas adelante.
difunto no dejó hecha disposición testamentaria, ni tiene otros
18 Establecida ya en general la doctrina relativa a los tres
deudos m a s cercanos; siendo extensiva también á corroborar
interdictos expresados, explicaremos ahora los trámites judi-
los dos primeros extremos. Igualmente puede pedirse que se
ciales que se siguen en cada uno de ellos, empezando por el de
libre compulsorio á los escribanos públicos para que certifi-
adipiscetidcB possetionis, esto es, el de adquirir la posesion.
quen si el finado otorgó ante ellos algún testamento. E v a c u a -
Mas ante todo conviene advertir, que si bien está dispuesto por
da dicha información, se practican las mismas diligencias que
regla general que no pueda entablarse en juicio n i n g u n a de-
en el caso anterior sobre el acto de dar posesion; advirtiendo
m a n d a civil ó ejecutiva sobre negocio susceptible de ser com-
que el heredero a b inter tato pide que se declare por tal here-
pletamente terminado por avenencia de las partes sin que pre-
dero, y en consecuencia se le dé la real, corporal ó cuasi.
ceda el acto de conciliación, no es necesario ciertamente este
21 Cuando los bienes hereditarios están vacantes, procede
requisito en los interdictos posesorios, pues están expresamen-
sin obstáculo el interdicto; pero no así cuando alguno sale re-
te exceptuados (3).
sistiendo la posesion. Estos legítimos contradictores pueden
19 Si fuere un heredero testamentario el que pide la pose- reducirse á dos clases: De los que se oponen alegando
sión de la herencia, basta la presentación del testamento para ser suyos los bienes heiedítanos, por ejemplo, la mnger respec-
justificar la identidad de la persona y la muerte del testador; to de los dótales ó parafernales que dió el marido sin estima-
porque uno y otro se presume en el mero hecho de hallarse en ción: el hijo mejorado respecto de los que señaló el testador pa-
su poder aquel documento, á menos que ofreciere alguno pro- ra la mejora, cuya propiedad adquiere por muerte de éste, y
bar inmediatamente lo contrario, en cuyo caso deberá el juez cualquiera otro que funde su intención en algún título trasla-
detenerla, entregar y recibir las pruebas ofrecidas (4). E n el es- tivo de dominio. 2. 8 5 De los que se presentan manifestando
crito en que se pide la posesion de la herencia, se hará una que no debe darse la posesion, porque ellos están poseyendo,
sucinta relación de lo concerciente á la solicitud, especifican- ó como herederos ó como simples poseedores, por haber á lo
do los bienes hereditarios, y concluirá el d e m a n d a n t e pidiendo menos ocupado por un año y un dia. E n cualquiera de estos
que se le dé posesion real, corporal ó cuasi: en vista de todo, casos debe prestarse audiencia sumaria al contradictor, venti-
si el juez estima f u n d a d a la pretensión, accede á ella decre- lándose el dominio, la calidad de heredero ó la posesion de
tando que se dé la posesion sin perjuicio de tercero, cuya dili- año y dia en los mismos términos que en un artículo en via or-
gencia ha de practicarse por el mismo juez acompañado de es- dinaria. Si se decide por el que entabló el interdicto, se da la
cribano. R e g u l a r m e n t e se pide y ejecuta dicho acto de pose- posesion; m a s si obtiene el contrario, declarándose no haber
sion en una ó a l g u n a de las fincas á nombre de los demás ar- lugar á ello, podrá entablarse la acción reivindicatoría contra
rendatarios de las otras que reconozcan por dueño al posesio- el que se dice dueño, la de petición de herencia contra el que
nado; pero si el heredero quisiere tomar la posesion en cierta se titula heredero; y el juicio posesorio plenario contra el que
alega la tenencia de año y dia.
(1) Ley 13, tit. 10, p a r t . 7.
(2) Ley 14, tit. 10, p a r t . 7. 22 Si se pidiere la posesion de un mayorazgo, ha de pre-
(3) Art. 92 de la l e y de 23 d e M a y o de 1S37. sentar el sucesor las partidas que acrediten su entronque con
(4) Ley 2, tit. 14, p a r t . 6,
n u e se h a l l a de tal ó c u a l cosa, sin perjuicio del derecho de las
el difunto, las de entierro de éste, copia de la fundación, y si
partes en posesión y en propiedad.» E s t e a u t o es interlocuto-
se quiere, u n árbol genealógico para m a y o r claridad: con arre-
£ ^ p o ' q u e solo es L t e r i n o mientras se decide el pleito princi-
glo á estos documentos a l e g a r á de su derecho, ofreciendo en
pa sobre la propiedad ó posesion plenaria de la cosa.
caso necesario información acerca de la m u e r t e del anterior
poseedor y su parentesco con él; y concluirá pidiendo, q u e da- 2 6 L o s trámites del interdicto recuperando posselioms, o
d a en la parte q u e baste, se declare habérsele trasferido por sea de recobrar la posesion, son los m a s s u m a n o s y p r m egia-
ministerio de la ley la posesion civil y natural de los bienes dos o u e se conocen, pues se s u s t a n c i a sin audiencia d e l des-
mayorazgados, y que en consecuencia se d é la real, corporal no a S , denegándose en el caso de pedirla y d e s e c h a n d o cual-
ó cuasi, con rendimiento de f r u t o s desde la vacante. E v a c u a - E a excepción que proponga, á no ser la de dominio q u e se
d a aquella, se m a n d a dar con la calidad de autos, y se siguen ?e S i t e P a n d ó l e 1 i n c o n t i n e n t i por u n o de los modos q u e
los mismos trámites que p a r a obtener la posesion hereditaria; señala l a ley de partida; á saber: por i n s t r u m e n t o publico q u e
pero de este punto, como t a m b i é n de la posesion plenaria y no t e n i a v L alguno; por confesion de la parte y por prue-
juicio de propiedad en m a t e r i a de mayorazgos, se trató en su ha testifical en c u a n t o al primero y s e g u n d o de estos medios,
lugar correspondiente en el n u e v o F e b r e r o Mexicano, edición a s n o s autores como la práctica, están conformes con su admi-
de cuatro tomos. sión ma en órden al tercero, a u n q u e lo contradicen general-
mente^los autores, no puede esperarse b u e n é x i t o en la practi-
2 3 E l q u e intenta el interdicto de retinendat possesionis, ó
ca si« embargo, ño deja de haber ejecutoria en apoyo de este
sea de conservar la posesion ha de probar que es poseedor al tiem-
medio de p r u e b a s y ¿bservaudo con riguroso analisis el con-
po de la contestación del pleito, y que a q u e l l a persona á quien
tosío d f l a P "eferida ley, origen de esas excepciones se vera
d e m a n d a le t u r b a en la posesion, y en su consecuencia pide
comprendido en uno de sus periodos. S i e n d o sin embargo di-
se le declare como poseedor, y q u e el d e m a n d o no le turbe en
S P S h e m o s insinuado que por p r a c t i c a s e a d m i t a esta
lo sucesivo en su posesion, y q u e le indemnice de los perjui-
especíenle p r o b a s , solo deberá usarse p a r a fortalecer cualquie-
cios que por su c a u s a se le h a y a n irrogado. ra de las otras dos c u a n d o tengan a l g ú n vicio.
24 E s t e interdicto p u e d e tener lugar, ó como principio de 2 7 T a m b i é n se ha suscitado por los autores la^cuesUon, de
u n pleito ó como parte de él: sucede lo primero, c u a n d o se si deberá ó no admitirse la excepción de contra-despo o^ Lo
perturba á a l g u n o e x t r a j u d i c i a l m e n t e en el goce de cierta cosa m a s leeal v lo que está adoptado por la practica, es el n o ad-
ó derecho, y sale pidiendo q u e se le a m p a r e en la posesion. mitirla pora u e ^ a t e ^ quiere que n i n g u n o se tóme la justicia
L o mismo se verifica c u a n d o n o se le perturba de hecho, sino po s u ' m a n o y por U n siguiente no presta su a u x . h o e n p e n a
que teme se le incomode por a l g u n o , ó este propala especies
con las q u e retrae á otros de c o n t r a t a r con el poseedor, ó de
q u e le a c u d a n con las rentas, a u n q u e en este caso procederá
mejor la d e m a n d a de j a c t a n c i a .
25 S u c e d e lo segundo, c u a n d o se d e m a n d a á a l g u n o por • F e b r e r o ' y a q u í hablaremos u n poco al tratar despues de la re-
cierta cosa que está poseyendo: entonces protestando contestar
á la d e m a n d a en su dia y caso, deberá pedir q u e con suspen- ^ t r S a de e n t e r ^ e r en estos n e g o c i o ,
sión de los juicios posesorio, plenario y petitorio, se le a m p a r e
e n la posesion que disfruta, f o r m a n d o para ello a r t í c u l o de
prévio pronunciamiento, el c u a l equivale al de administración, c , afp?evifne y q°ue toda p e í s o n a q u e fuere « a 0 WMa
q u e se p r o m u e v e siempre q u e a l g u n o ha obtenido la posesion en la posesion de a l g u n a cosa profana o e P ' n t u a ^ s e a lego
por el interdicto adipiscendce, ó al tiempo de pedirla se le con- eclesiástico ó militar el despojante o P ^ t u r b a d o F d r a ac
tradice. E l artículo, pues, d e q u e hablamos, se s u s t a n c i a con dir al iuez letrado de primera instancia del partido o distrito
u n o ó dos traslados; se recibe á p r u e b a por via de justificación, m r a o u e se le restituya ó ampare, y dicho juez conocerá de
d á n d o s e u n corto término, y s i n publicación ni alegatos se de- estos recursos por medio del "juicio s u m a r í s i m o q u e corres-
cide con el auto siguiente: " S e a m p a r a á N. en la posesion en
ponda, y a u n por el plenario de posesion si las partes lo pro-
movieren, con las apelaciones al tribunal superior respectivo interesante, se d a r á traslado sin perjuicio; pero no siendo aque-
reservándose el juicio de propiedad á los jueces competentes' lla de importancia, mientras no esté cumplida en todas sus
siempre q u e se trate de cosa ó persona q u e coco de fuero mi'. partes la providencia de restitución, ó se decretara el auto d e
1
vilegiado (1). ° no haber lugar, ó el d e á su tiempo se proveerá lo conveniente.
29 P r e s u p u e s t a s tales observaciones, veamos cómo se ins- D a d a la posesion, se presenta nuevo escrito para q u e se tasen
t a u r a el interdicto de que v a m o s tratando. E l despojado presen- y regulen las costas, nombrándose al mismo tiempo peritos, á
tara un escrito reducido á exponer las circunstancias del hecho y fin de q u e se estimen los daños y perjuicios si los hubiere, sin
como p u n t o principal de su acción, alegará que poseia al tiem- que intervengan con dichos peritos otros por parte del despo-
po del despojo, reputándose por legítimo poseedor de la cosa jante; advirtiéndose q u e los perjuicios que se tienen presentes
y que el q u e la posee a c t u a l m e n t e le ha despojado. Sobre estos en este aprecio, son los que inmediatamente se causaron con
particulares para los q u e se a d m i t e toda clase de testigos, de- el despojo, y no otros q u e pudieren con estos motivos sobreve-
be ofrecerse justificación, y pedir que resultando la certeza de nir despues. E v a c u a d o todo esto, se notifica al reo la provi-
dencia para q u e pague, y no haciéndolo en el acto, se proce-
ellos, se condene al despojante á q u e restituya la cosa con ren-
derá á la cobranza por apremio, embargo, justiprecio y venta
tas y frutos percibidos y que h a y a podido percibir, como tam-
de bienes.
bién se le condene en los daños y perjuicios ocasionados y en las
d e m á s penas en q u e h a y a incurrido como violento despojador 32 E l reo puede apelar en el término ordinario, admitién-
Admitida la información en calidad de autos, se traen estos dosele el recurso únicamente en el efecto devolutivo (1); advir-
e v a c u a d a que sea, y en su vista se provee á la restitución. ' tiendo q u e si consiente y se entabla la acción ordinaria para
áU Pudiera suceder q u e en el pedimento no se designara recuperar la cosa, puede también pedirse el abono de las cos-
el día en q u e ocurrió el despojo ó q u e omitieran esta circuns- tas p a g a d a s en el juicio del interdicto.
tancia los testigos; y como es preciso para q u e proceda el in- 33 T r a t a r e m o s ahora de la reconvención en este interdic-
terdicto que no h a y a pasado el año y dia, podrá el j u e z por un to. P u e d e pedirse, ó alegando otro despojo en la m i s m a fin-
auto para mejor proveer, fijar este dato. Si no está probado el ca ó en otra diversa: si lo primero, es inadmisible, porque esto
despojo, se declara no haber lugar á la restitución, condenan- m a s bien es u n a excepción, y no tiene lugar sino las q u e que-
do en las costas al actor; pero si lo está, se le restituye á la po- dan indicadas; y si lo segundo, se admitirá, pero solo pro-
sesion, condenando en a q u e l l a s al reo, a d e m a s en los daños y duce el efecto de que se sigan los dos puntos á un tiempo, de-
perjuicios. Si el despojo ha sido violento, en términos de h a cretándose á su conclusión u n a ó dos restituciones. Si un
ber habido fuerza a r m a d a ó concurrido a l g u n a otra circuns- tercer poseedor es d e m a n d a d o por la acción de despojo, y re-
tancia de esta clase, podrá también el juez imponer al despo- conviene con otra acción igual pero en cosa diferente, se deten-
j a n t e a l g u n a multa, apercibirle para lo sucesivo, y aun for- drá la primera d e m a n d a h a s t a que se sustancie la segunda,
m a r l e un incidente criminal. ' y porque en este caso el tercero no parece delincuente, y sí el de-
m a n d a d o r ; y la ley quiere q u e sufra por lo mismo la pena, y
el e
n i L ^ Í T " 1,,e se
admite la justificación como el aun la detención del primer juicio, en odio del despojo y en
S E . 1 Í » V t a
Uyen
^-' 86 n0t¡fica S0
' ° a l d e m a n d a n t e , quien favor del inocente.
p de en su virtud q u e el juez, a c o m p a ñ a d o de escribano, pase á 34 Si el despojado entabla la acción de despojo, y el des-
i c l f l T ' í 3 8 1 SG GJ , C l U a ; p e r o Si e l d e s P ° J ° 110 se c a u s a pojador le reconviene por el interdicto adipiscenda ó por el jui-
I r Z aT, Sm
° 611 d T d e a , S , m d e r e í l ) 0 ' ^ m o en es- cio petitorio, no se admitirá, porque estos juicios no son igual-
nrecko S e
Y , ° S e S 1 0 n d e s d e <l»e el j u e z lo declara, será mente privilegiados, á m a s de q u e uno y otro se dirigen á pedir
E T Z ¡ T a 1 1 l d , e S p o J . a n t e e l a , ) t 0 restitutorio, á fin dé que la posesion que no se tiene: todo lo cual se entiende a u n q u e se
cese en mpedir el libre ejercicio que compete al actor. Si pen- oponga u n tercero, y éste ó el despojador sean menores, pues
diente el jmcio se apersonase el reo haciendo a l g u n a solickud para esto no h a y restitución in integrum. T a m p o c o será ad-

(1) A r t . 92 de l a ley d e 2 3 d e M a y o de 1S37.


(1) A r t . cit. de dicha ley de 1S37.
mitida la reconvención por el interdicto mmutenda, pues este be el daño de resultas de ella y también sus hijos, mayordo-
^uvo fin es conservar la posesion, no puede entablarse por e mos, apoderados, criados y amigos; pero estos deben prestar
1
hubiere perdido. Si u n tercer poseedor intenta aquel la competente caución de que aquel ratificará lo hecho (1).
interdicto contra el despojado, puede éste reconvenir con la ac- 39 Igualmente pueden prohibir la obra nueva los tutores
ción de despojo y se Admitirá por ser el de recuperando de en nombre de sus menores (2), el usufructuario, el que tiene
n a l u ^ l e z a m a s pnvilegiada q u e el otro de servidumbre en la finca, si se le priva de ella con lo nueva-
do se entabla el juicio petitorio por acción real o personal, pue mente obrado, y también el que tiene en prenda, feudo ó cen-
de el r e o á q u i e n se h a despojado de la cosa d e m a n d a d a , pro- so; m a s este solo puede compeler al señor del dominio directo
ponerío como excepción 6 cSnio reconvención:si o = por á que le reintegre el daño que le ocasione la obra. Si se ha-
ser dilatoria suspende l a c a u s a p n n c , p a l h a s t a q u e e sus tan ce en lugar público, puede impedirla cualquiera del pueblo,
cíe la acción de despojo; y si lo segundo, se siguen sustan excepto el huérfano ó muger, á quienes solamente en el s u y o
eiando á u n n ü s m o g a m b o s particular* se les permite hacer dicha denuncia.
mi tes con la advertencia de que siempre que entre v a n o s se 40 L a denuncia de obra nueva se entabla acudiendo al
disputaba posesion de u n a cosa, deberá ser restituido ante to- juez por medio de escrito, pidiendo la suspensión de la nueva
obra, la demolición de lo obrado, la reposición de las cosas al
^ S S Í S ^ y recuperando se pueden estado que antes tenían, á costa del que h a hecho esta nove-
a c u m u l a r con las d e m a n d a s de reivindicación, porque no des dad, y en caso de contravención, la pena que conceptúe justa.
U u Z la acción principal, ni esta se opone a la naturaleza A consecuencia de este escrito, en el cual se ha de jurar no pro-
de a q u e los; pero no así el de retinendee, p o r q u e esto m a s bien ceder de malicia, debe el juez pasar en persona á ver el estado
s e r ' ^ confesar que se poseía. D e as P ™ v i d e n a a . dadas de la obra, y no pudiendo ir personalmente, deberá enviar al
en estos interdictos, a u n q u e interloculonas, se puede apelar, escribano en comision por escrito, para que requiera á los ope-
Z ^ t e n e r fuerza de'defimlivas; admitiéndose el recurso como rarios que suspendan todo trabajo hasta nueva providencia, y
J u e d a explicado, y ya v e n g a n los autos originales o en com- extienda testimonio del estado de la obra (3).
pulsa no h a y expresión d i agravios ni escrito alguno, sino 41 Debe hacerse la denuncia en el lugar en que se hace
únicamente se entregarán á los letrados para que se instruyan la obra, bastando se h a g a saber al dueño de esta ó sobrestan-
te, y en su defecto á los operarios que trabajan en ella (4).
Y Si la obra es de m u c h o s dueños, con hacer la denuncia á uno
i r ^ a s V m o ^ f t ' r a t a r de los otros interdictos de que hici-
mos mención anteriormente, entre los cuales se cuentan los de ellos, no tiene el denunciador que requerir á los demás; pe-
llamados prohibitorios, porque se dirigen á " ro si esta es perjudicial á m u c h o s y uno solo la denunciase,
nrohiba a l g u n a cosa, ó q u e se observe la prohibición que no seria suficiente para impedirla, á no ser que la hiciere á
F/ay de hacerla. E l m a s notable y frecuente de estos i n a - nombre de los otros interesados, en cuyo caso, dando la sufi-
dictos es el denuncio de n u e v a obra, la cual, siendo aproba- ciente seguridad de que la aprobarán los demás, tendrá la
da por el juez, es legítima la prohibición de hacer alguna misma validez que si cada uno la denunciara por sí pro-
pio (5).
42 E s tal la eficacia de la denuncia, si bien ó mal hecha,
° b 3 7 n L l V á m a s e obra n u e v a no solo la que se fabrica sobre ci-
que si el dueño de la obra prosigue en ella despues de reque-
miento nuevo, sino también la que se construye sobre edificio
rido sin licencia del juez que la m a n d ó suspender, debe este
antiguo, variándole su primitiva forma (1). L a denuncia de
obra n u e v a tiene por objeto conservar a l g ú n ¿ e r e b o de un
particular ó del público, ó precaverle de algún daño q u e le (1) Dicha ley 1.
(2) Dicha ley 1.
sniGn&z&rB» *
(3) D i c h a ley 1.
(4) D i c h a ley 1.
38 P u e d e n impedir q u e se h a g a la n u e v a obra el que reci- (5) L e y 2, lit. 32, p a r t . 3.

al) Ley 1, tit. 32, part. 3.


re, 77
providenciar que demuela á su costa lo construido de nueVo de que no se les seguirá perjuicio, y que si se arruinase tal
por su inobediencia (1); siendo de advertir que el denuncia- edificio, satisfará todos los daños que se le ocasionaren, á me-
dor debe solicitar se haga alguna diligencia, por lo cual cons- nos que ocurriesen por causa de algún accidente imprevisto,
te qué estado tenia el edificio ai tiempo de la denuncia, para como por algún huracan, terremoto ú otra cosa semejante.
que no se dude de lo que debe demolerse, pues en caso de du- Mas si el dueño no quisiere prestar la expresada fianza ó ha-
da debería subsistir todo lo edificado. cer dicho reparo, se pondrá al demandante en posesion del
43 Si de la diligencia practicada por el escribano, y de la edificio hasta que se repare ó derribe de parte del juez (1).
información testifical, que también se ejecuta en caso necesa- 47 Procede también este interdicto cuando se teme algún
rio, resultase que se ha hecho alguna novedad perjudicial al daño por razón de algún árbol que amenazare caer sobre las
edificio ó finca, deberá el juez m a n d a r que se demuela lo heredades ó fincas, haciendo algún daño en ellas, en cuyo ca-
obrado, y que se restituyan las cosas al estado que tenian an- so el juez, á instancia del interesado, debe hacerlo cortar, pre-,
teriormente á costa del causante, sin perjuicio del derecho que via información do peritos (2).
pueda corresponderle. 48 Asimismo se da á este interdicto en los casos siguien-
44 Concluida la denuncia, se oye en juicio contradictorio tes: 1. ° Cuando alguno hiciere maliciosamente en su casa u n
al denunciador y denunciado, lo cual si no se concluye en el pozo de que resultare daño al vecino; pues entonces podrá és-
término de tres meses, y por el conocimiento que se hubiere te pedir que se derribe ó se cierre, ó también usar del interdic-
hecho resultase q u e el daño causado no es irreparable, debe el to de denuncia antes de hacerse el pozo (3). 2 . ° C u a n d o
juez facultar á aquel para continuar la obra, con tal que pre- se edificare en las plazas, egidos ó caminos que son comunes
sente fianza de que la derribará á su costa siempre que se le de las ciudades ó villas, ó al lado de las iglesias ó muros de
mandare por el juez ó tribunal competente (2). Y es de ad- algún pueblo, deberá derribarse lo obrado, y para ello usara
vertirse que el denunciado podrá proseguir la obra d a n d o dicha del interdicto el que tenga derecho al dominio, ó algún otro en
fianza, en el caso de hacer ver que la interrupción le causa un el sitio ó lugar cuyo daño se teme (4). 3. ° Cuando alguno
gran perjuicio, y que de la continuación se le sigue uno leve levantare torre ú otro edificio, y recogiere el agua llovediza
al denunciador. por canales, sacándolas tanto hácia fuera, que caiga el agua
45 E n este interdicto, como en todos los demás, si el juez sobre las paredes ó tejado del vecino. 4. c Cuando pone alguna
denegare la pretensión del actor, le quedará á éste expedito?u pared, estacada, vallado, ú otra cosa en su heredad, de m a n e r a
recurso para acudir á la superioridad; pero si el juez acudiere á que el agua no pueda correr por donde solia, estancándose con
la providencia, será ejecutiva, y no podrá suspenderse su ejecu- daño del vecino. 5. c C u a n d o se alzase obra en el sitio por
ción bajo ningún pretexto (3). donde solia correr el agua, y por dicha obra se mudase el cur-
io de ella, y cayese de tan alto, que haga hoyos ó canos en la
46 Semejante al interdicto de nueva obra, es el llamado
heredad vecina, ó detuviese el agua de manera que no pue-
por los romanos de damno infecto, el cual compete para pre-
dan regar sus tierras los que tenian derecho de hacerlo.
caverse del daño que amenaza por razón de obras viejas ó ya
49 E n estos tres últimos casos, ú otros semejantes en que
hechas. Procede, pues, este interdicto cuando pueda dañar-
puede causar daño á las heredades, se debe derribar la obra á
nos a l g u n a cosa del vecino que amenaza ruina, ú otra cual-
costa del que la hizo, pagando ademas el importe del daño
quier obra que tiene hecha en cualquier sitio suyo. E n este
que hubiere causado (5). Mas para que en estos casos pro-
caso debe acudirse al juez por medio de escrito, e n v i s t a del
ceda el interdicto, es necesario que concurran las circunstan-
cual, y prévios los correspondientes informes de peritos, debe-
rá m a n d a r q u e dichos edificios ruinosos se derriben, ó cuando
menos que se reparen, dando el dueño fianzas á los vecinos (1) L e y 10. tit. 32, p a r t . 3.
(2) L e y 12. til. 32, p a r t . 3.
(3) L e y 19, tit. 32, p a r t . 3.
(1) L e y 8, til. 32, p a r t . 3. (4) L e y e s 22, 2 3 y 24, tit. 32, p a r t . 3.
(2) L e y 9, til. 32, p a r t . 3. (5) L e y 13, tit. 32, p a r t . 3.
(3) A r t . 92 d e la ley de 23 de 1837.
cias siguientes: 1. Q u e el vecino reciba ó pueda recibir da-
para preservar ó defender su heredad, procura apartar de ella
ño. 2. rt Q u e este sea causado por el agua llovediza. 3. que
algtm torrente ó arroyo en tiempo de avenidas para que no le
proceda el daño de obra que baya hecho otro.
haga daño, a u n q u e le resulte perjuicio al vecino; bien que es
50 Dedúcese de lo dicho anteriormente, que no tendrá lu- te es asunto m u y delicado, y debe el juez considerar madura-
gar este interdicto en los casos siguientes: 1. c Citando suce- mente las circunstancias de cada caso para determinar con
diere el daño sin culpa, esto es, cuando la heredad inferior re- acierto.
ciba el daño que corre de la superior, por obra de la naturale-
54 Llámanse interdictos restitutorios aquellos que tienen
za y sin culpa de nadie. 2. ° Cuando el daño ocasionado pro-
por objeto el que vuelvan las cosas á su anterior estado. A es-
cede de obra antigua que esté ya hecha diez años antes, ha-
ta clase pertenece el interdicto de despojo de que ya hemos
llándose presente el dueño de la heredad que sufre, y veinte
tratado, el que procede para pedir la reparación de. alguna
estando ausente. 3. ° Cuando recibe el daño en virtud de ser-
obra destruida sin razón, ó que se destruya la que se edificó
vidumbre constituida (1).
con perjuicio de tercero ó clandestinamente. E l interdicto
51 E l derecho de entablar este interdicto está siempre uni- exhibitorio es el que tiene por objeto el que se nos manifieste
do activa y pasivamente al dominio, esto es, corresponde al a l g u n a cosa para poder usar de nuestro derecho con mayor
comprador ó dueño del campo que recibe el daño, y se da con- ilustración y conocimiento, á cuyo interdicto llamaban los ro-
tra el dueño ó comprador de la heredad en que se hizo la obra manos acción ad exhibendum.
perjudicial ó dañosa (2). Si fueren muchos los que hicieren 55 Otro de los juicios sumarísimos es el de retracto, el
la obra que causa el daño, puede el que lo recibe dirigir contra cual puede entablarse siempre que la cosa enagenada y que
todos ó contra cada uno de por sí la acción para hacerla demo- se puede retraer no h a y a pasado á un tercer poseedor (1), y
ler; pero siempre deberá pedir á c a d a uno de ellos separada- q u e concurran los requisitos siguientes: 1 . ° Q u e la cosa ven-
mente que resarza el perjuicio, según la parte que le corres- dida esté sujeta al retracto. 2. ° Q u e el que lo intenta use de
ponda. Lo mismo procede cuando uno solo hiciere la obra y su acción en el término do nueve dias. 3. ° Q u e consigne el
fueren muchos los que reciben el daño, es decir, que uno solo precio. 4. ° Q u e jure que la quiere para sí, y que no procede
de estos puede pedir la demolición; pero el resarcimiento total de malicia, ni por perjudicar al comprador ó vendedor.
ha de dividirse entre ellos (3). 56 P a r a entablarse este juicio, debe solicitarse por medio
52 Si bien por regla general no puede entablarse este in- de escrito, que se admita la consignación del precio de la cosa
terdicto sin que preceda la construcción de alguna obra, hay vendida, ó la cantidad aproximada si esto se ignorase, y que
sin embargo un caso de excepción, y es cuando el agua, cor- se m a n d e la reciba el que la hubiere comprado, y otorgue la
riendo naturalmente, arrastra cieno, piedras ú otra cosa que se correspondiente escritura de retroventa. A esta solicitud de-
estanca ó detiene en alguna heredad, causando daño á los ve- be proveer el juez de conformidad, admitiendo la consigna-
cinos. E n este caso podrá cualquiera de estos precisar al due- ción; verificado lo cual se hará saber al comprador que otor-
ño de aquellas á que haga una de dos cosas, á saber: ó que gue dicha escritura para proceder á la entrega de la cantidad
limpie ó abra el lugar embarazado por donde solia correr el consignada, á no ser que aquel tuviese razón para no hacerlo,
agua, ó bien le permita á él hacerlo (4). Si el lugar por don- en cuyo caso la deberá exponer en el término que se le señale.
de debe de ir el agua fuere acequia ó cauce q u e pertenezca á Si se verificase lo primero, quedará concluido el asunto; mas
muchos, cada uno en el trozo, lindero ó fronterizo de su here- en caso contrario se seguirá un juicio ordinario como otro
dad, deberá a y u d a r á componerlo. cualquiera; de suerte que las diligencias practicadas se consi-
53 No puede entablarse este interdicto contra aquel que deran en este caso como un procedimiento preparatorio de di-
cho juicio.

(1) Ley 14, tit. 32, part. 3.


(2) Ley 16, tit. 32, part. 3.
(3) Ley 17, tit. 32, part. 3.
(4) Ley 15, tit. 32, part. 3- (1) L e y 42, tit. 5, p a r t . 5.
8
Habiéndose descubierto y conquistado en el siglo XVI, las
CAPITULO VI. Indias occidentales, por las armas de los reyes católicos Don
Fernando y Doña Isabel, y conforme á los principios ya enun-
De la formación de las poblaciones en general, y de sus tér- ciados, que se establecían en las antiguas leyes (1) de España,
minos 6 egidos. de que la propiedad y dominio pleno de los reinos conquista-
dos, les correspondía á los monarcas; y en consideración de
Aunque por derecho de gentes pudieron formarse las pobla- que así como una persona no puede vivir sin alimentarse, tam-
ciones sin necesidad de previo permiso de ninguna potestad, poco ninguna ciudad podia subsistir sin rentas, tuvieron por
esto no obstante fué permitido en España, al menos desde el bien SS. MM. ceder á las poblaciones de América y á los conse-
siglo XIII, en que se formaron las siete partidas del rey Don jos de ellas, en clase de dote ó privilegio de poblacion, cierta por-
Alonso el sabio, y el ordenamiento real, en cuyos dos códigos ciori de terrenos, para que acudiesen á su subsistencia y mejo-
se encuentra la prohibición (1) de formarse poblaciones sin la ramiento, usufructuándolas en pastos y labores, ó de la mane-
licencia del rey, á quien se atribuye esta regalía sobre las co- ra que se dispusiese en sus ordenanzas municipales. Estos ter-
sas adquiridas en justa guerra, y por tal razón el reino de Es- renos se denominaron inmediatamente conforme á sus clases,
paña fué llamado Herencia Real (2), y todo su contenido, co- pertenencia y usos, consejiles ó de propios; nombre que hasta
mo tierra propia del monarca (3), como lo refiera el Sr. Vizcaí- el dia conservan, y se subdividieron en dehesas coy ales, carni-
no Perez (4). Estos principios se contrapusieron posteriormen- ceras ó de labor, según su dedicación y el provecho que podía
te por los de la nueva constitución de la monarquía española, sacarse de ellas.
sancionada en Cádiz en 1812, en donde se declaró, que la na- Otra parte de las tierras fueron repartidas por concesion de
ción desde entonces no era, ni podía ser en lo sucesivo, patri- los reyes, entre los q u e les ayudaron á conquistarlas, en remu-
monio de ninguna persona ni familia, y su territorio indivisi- neración de estos ú otros servicios; y se vendieron también á
ble é inagenable; principios también que hoy rigen entre nos- los señores ó particulares, para acudir con su precio á las ur-
otros (5). gencias de la corona. E s t a s tierras donadas ó vendidas, se lla-
Estas poblaciones tomaban desde su origen diferentes nom- man, como en efecto lo son, de dominio particular, porque se
bres, como aldeas, lugares, arrabales, pagos, villas y ciudades, les trasfirió el de ellas plenamente á los donatarios ó compra-
y por tales denominaciones se daba á saber su importancia y dores, y verdaderamente son u n a propiedad de particulares.
rango entre las demás, y los privilegios y exenciones de que E l usufructo de las restantes tierras, le cedieron los reyes á
disfrutaban, y les eran designados en los respectivos títulos de todos los vasallos para que se aprovecharan de sus pastos, ar-
su fundación, que el soberano expedía; y á los cuales se les bustos y otras producciones naturales, y que mantuviesen sus
dió asimismo el nombre de privilegios de poblacion, ó de car- ganados, á las cuales se llaman tierras comunes, porque su
tas pueblas, y de los que se hizo con el tiempo el mas perni- aprovechamiento es común. T a m b i é n se llaman valdíos, por-
cioso tráfico, como lo refiere un acreditado estadista de nues- que no se paga cosa alguna por su aprovechamiento de yerbas
tros dias (6). y leña coi ta; y también las llaman realengas, porque el domi-
nio y propiedad quedó reservado al rey por su derecho de con-
quista, a u n q u e cedió el usufructo de ellas á los vasallos.
(1) L e y 7, tít. 20. p a r . 3, y su glosa al n. 3, y en la ley 3, tít. 8, lib.
2 del O r d e n a m i e n t o , q u e es la 10 del tít. 15, lib. 2 d e la R e c o p . de Cas-
( 1 ) L e y 2, tít. 1, p a r t . 2, donde se leen estas p a l a b r a s : E solo es
tilla, correspondiente á la ley 2 del tít. 20, lib. 5 d e la Nov.
olrosi poderoso de partir los términos de las provincias y de las villas
( 2 ) L e y 8 y 9, tít. 1, p a r t . 2. y de sus adyacentes. S e g ú n se c o m p r u e b a por la ley 3, tít. 8, lib. 8 del
( 3 ) L e y 10, tít. 23, p a r t . 2. O r d e n a m i e n t o , q u e dice: E les dieremos heredamiento de término po-
( 4 ) C o m p e n d i o de las partidas, tít. L1V, ley 1. blado, q u e es la ley 10, tít. 15, lib. 2 de la R e c . ; y mas a b i e r t a m e n t e en
(5) L e y e s 1, tít. 11, p a r t . 2, y 1 y 2, tít. 25, p a r t . 4. Constitución la ley 2, tít. 1, lib. 3 del O r d e n a m i e n t o . Hoy es la ley 1, tí i. 5, lib. 7 de
e s p a ñ o l a d e 1812, tít. 2, c a p . 1, a r t . 107, tít. 6, cap. 1, a r t . 172, frac. 4. la Rec., cuya asignación de términos fué introducida por derecho de
( 6 ) G a n g a - A r g u e l l e s , Diccionario de hacienda, artículo Carlas gentes. conforme la ley 2, tít. 1, part. 1.
pueblas.
Por este motivo, y el de ser común á todos su aprovecha-
los que fueren á poblar tierras nuevas en los pueblos y lugares,
miento, ya no se pudieron romper p a r a labrarlas, venderlas,
que por el gobernador de la nueva poblacion les fueren señala-
empeñarse ni cerrarse sin facultad real, la que se pedia desde
dos, haciendo distinción entre escuderos, y peones, y los que
luego en el consejo supremo de Castilla, que consultaba á S.
fueren de menos grado y merecimiento, y los aumenten y me-
M. para que la concediese ó 110; mas como los soberanos h a n
joren, atenta la calidad de sus servicios, para que cuiden de la
retenido y retienen la facultad de otorgar las referidas cesiones
labranza y crianza; y habiendo hecho en ellas su morada y la-
ó venta de tierras valdías ó realengas en favor de las comuni-
bor, y residido en aquellos pueblos cuatro años, les concede-
dades y de los particulares, cuyas concesiones se conocen en
mos facultad para que de allí adelante los puedan vender, y
el derecho con el nombre de mercedes, vinieron con el tiempo
hacer de ellos á su voluntad libremente, como cosa s u y a pro-
á formar de esta facultad ó derecho, u n arbitrio ó renta con
pia; y asimismo, conforme su calidad, el gobernador, ó quien
que acrecentar los ingresos del erario público. A este ñn se
tuviere nuestra facultad, les encomiende los indios en el repar-
trató de sistemarlo, y se dieron varios reglamentos, como pue-
timiento que hiciere, para que gocen de sus aprovechamientos
de verse en la Recopilación de leyes de Indias, y en la Novísi-
y demoras en conformidad de las tasas y de lo que está orde-
m a de las leyes de Castilla, especialmente en el art. 5. lib.
nado. Y porque podia suceder que al repartir las tierras hu-
3. 0 , que trata de las donaciones, mercedes y privilegios rea-
biese d u d a en las medidas, declaramos que una peonía ( l ) es
les; en el tít. 27, lib. 7. 0 , en que t r a t a de los términos de los
solar de cincuenta piés de ancho y ciento en largo, cien fane-
pueblos, sus visitas y restitución de los ocupados; en el tít. 23
gas de tierra (2) de labor, de trigo, ó de cebada, diez de maiz,
de terrenos valdíos solares, y edificios yermos; y en el tít. 24
dos huebras de tierra para huerta, y ocho para plantas de
que le subsigue, de los montes y plantíos, su conservación y
otros árboles de secadal (3), tierra de pasto para diez puercas
aumento, á cuyo estudio remitimos á nuestros lectores, por si
de vientre, veinte vacas, y cinco yeguas, cien ovejas, y veinte
quisiesen mayor instrucción que la q u e en este pequeño libro
cabras. Una caballería (4) es solar de cien piés de ancho, y
pueda contenerse.
doscientos de largo; y de todo lo demás, como cinco peonías,
Mas como era necesario que h u b i e s e u n a s reglas fijas para que serán quinientas fanegas de labor para pan de trigo,ó ce-
las mercedes ó enagenacion.es de los terrenos valdíos, se estable- bada, cincuenta de maiz, diez huebras (5) de tierra para huer-
cieron, y especialmente para la América, las medidas agrarias tas, cuarenta para plantas de otros árboles de secadal, tierra
que con sus correspondientes nombres y propiedades vamos á de pasto para cincuenta puercas de vientre, cien vacas, veinte
explicar. yeguas, quinientas ovejas, y cien cabras; y ordenamos que se
haga el repartimiento de forma, que todos participen de lo bue-
no y mediano, y de lo que no fuere tal, en la parte que á cada
uno se le debiere señalai."
CAPITULO VIL E n el mismo código se establecieron seguidamente otras mu-
chas reglas para las ventas, composicion y repartimiento de
De las medidas agrarias para la distribución y arreglo de tierras, solares y aguas, que pueden verse en el tít. 12, lib. 4;
Ia propiedad particular. se determinaron los tamaños de dehesas y tierras para propios

L a ley mas antigua que las determina en nuestro derecho, ( 1 ) L o q u e un h o m b r e p u e d e labrar en u n dia.
es la primera del tít. 12, lib. 4 de la Recopilación de Indias, ( 2 ) C i e n fanegas. E s t o parece m u y inexacto, si no es q u e se h a b l e
dada en tiempo del rey Don F e r n a n d o V, en Valladolid, á 18 de u n a m e d i d a p u r a m e n t e nominal, y no del terreno q u e o c u p a u n a fa-
de Junio de 1513, cuyo tenor literal e s como sigue: "Porque n e g a de s e m b r a d u r a , p u e s de éstas p o d r á n ser m a s de doce.
nuestros vasallos se alienten al descubrimiento y poblacion de ( 3 ) E s t o es, la porcion de tierra q u e d e s p u e s de la conquista se re-
p a r t í a á u n soldado de á caballo q u e liabia servido en la g u e r r a .
las Indias, y puedan vivir con la comodidad, y conveniencia,
(4) Secano.
que deseamos: es nuestra voluntad, q u e se puedan repartir y ( 5 ) Y u g a d a s ó espacio de tierra de labor q u e p u e d a a r a r u n p a r de
repartan casas, solares, tierras, caballerías, y peonías á todos b u e y e s en un dia.
y arbitrios de los pueblos; las calidades y circunstancias con caso de que sus títulos ó adquisiciones tengan algunos defec-
que habian de hacerse nuevas poblaciones, demarcarles sus tos; con qué condiciones han de venderse las tierras, y los in-
egidos, denominarlas y clasificarlas en ciudades, villas y pue- teresados han de obtener la confirmación de ellas para la me-
blos; y para la mejor ejecución y cumplimiento de todas estas jor observancia y cumplimiento de dichas leyes; se m a n d ó
guardar también la siguiente instrucción que se encuentra en
leyes, conforme á su espíritu y á las facultades concedidas al
el apéndice de las Ordenanzas de Intendentes, y á la cual se
efecto por ellas mismas á los vireyes y gobernadores del reino
refiere el art. 81 del mismo código, que también copiamos á la
de Nueva-España, se formaron, circularon y mandaron poner
letra en seguida, y la cédula posterior, que corrige á entram-
en práctica general las ordenanzas y formularios d e q u e vamos
bas disposiciones.
á ocuparnos.
Ellas, consultadas cuidadosamente por cualquiera que lo ne-
cesite hacer, y confrontadas con las fechas de los títulos de
cualesquiera propiedad, darán con facilidad el m a s exacto co-
nocimiento de los linderos y dimensiones de las propiedades N U M E R O 10.
territoriales; medio el mas seguro para el esclarecimiento de
cualesquiera dificultades q u e se puedan ofrecer, y para cortar Del apéndice á las Ordenanzas de intendentes, que corres-
oportuna y prontamente las discordias que se suelen suscitar ponde al art. 81.
entre los vecinos y colindantes, que siempre deben huirlas, por-
que siempre ceden en daño grave y perjuicio de los intereses REAL INSTRUCCION DE 1 5 DE OCTUBRE DE 1 7 5 4 .
de la sociedad y de los de la tranquilidad privada de sus in-
dividuos. E L R E Y . — H a b i e n d o manifestado la experiencia los per-
juicios que causa á mis vasallos de los reinos de las Indias la
Con este objeto la real audiencia, cabildo y ayuntamiento de
providencia que se dió por real cédula de 24 de Noviembre de
la ciudad de México, siendo virey, gobernador y capitan gene-
1735, sobre que los que entrasen en los bienes realengos de
ral de la Nueva-España, el E x m o . Sr. D. Antonio de Mendo-
aquellos dominios acudiesen precisamente á mi real persona
za, establecieron y promulgaron en dicha ciudad, á 9 de Mar-
á impetrar su confirmación en el término que se les asignó, ba-
zo y 4 de Julio de 1536, las primeras ordenanzas de que tene-
jo la pena de su perdimiento si no lo hiciesen; por lo cual mu-
mos noticia, y de que solamente hemos podido adquirir el frac-
chas personas dejan de aprovecharse de este beneficio por no
mento que se verá en el capítulo I X .
•poder costear el recurso á esta corte para impetrarla siendo de
poca entidad ó de pequeños sitios, ó de solo algunas caballe-
rías, las que han compuesto ó comprado, y los que acuden,
por ser de mayor consideración sus compras, es á gran costa,
CAPÍTULO VIII. por los testimonios que para ello tienen que presentar, remisión
de caudales, nombramiento de agentes y otros gastos indis-
Del modo y forma en que se han de denunciar, adquirir y pensables, que exceden regularmente en mucha parte al costo
tomar posesion de los terrenos valdíos y mercedes de agua, principal que han hecho en la compra ó composicion de los
y de los títulos que justifiquen su propiedad. mismos realengos ante los subdelegados, á-que es consiguien-
te hallarse sin cultura muchos sitios y tierras, que abastecerían
Despues de la Ordenanza que acerca de estos particulares con su labor y cria de ganados las provincias inmediatas; y el
dió el rey Don Felipe I I en 1563, cuyos artículos se hallan dis- que otras personas se mantengan en terrenos usurpados por de-
persos en otras tantas leyes de la Recopilación de Indias, y es- fecto de título, sin darle sobre la cultura toda la labor correspon-
pecialmente en el tít. X I I , lib. 4, donde se declara ante quién diente, por temor de ser denunciados y procesados sobre ello,
se deben pedir los solares, tierras y aguas; dentro de q u é tér- de que igualmente resulta perjuicio á mi real hacienda, así en
mino se ha de tomar posesion; cómo han de ser amparados en carecer del producto de sus ventas, como del que por consi-
ellas los propietarios; que se les admita á composicion en el
y arbitrios de los pueblos; las calidades y circunstancias con caso de que sus títulos ó adquisiciones tengan algunos defec-
que habian de hacerse nuevas poblaciones, demarcarles sus tos; con qué condiciones han de venderse las tierras, y los in-
egidos, denominarlas y clasificarlas en ciudades, villas y pue- teresados han de obtener la confirmación de ellas para la me-
blos; y para la mejor ejecución y cumplimiento de todas estas jor observancia y cumplimiento de dichas leyes; se m a n d ó
guardar también la siguiente instrucción que se encuentra en
leyes, conforme á su espíritu y á las facultades concedidas al
el apéndice de las Ordenanzas de Intendentes, y á la cual se
efecto por ellas mismas á los vireyes y gobernadores del reino
refiere el art. 81 del mismo código, que también copiamos á la
de Nueva-España, se formaron, circularon y mandaron poner
letra en seguida, y la cédula posterior, que corrige á entram-
en práctica general las ordenanzas y formularios d e q u e vamos
bas disposiciones.
á ocuparnos.
Ellas, consultadas cuidadosamente por cualquiera que lo ne-
cesite hacer, y confrontadas con las fechas de los títulos de
cualesquiera propiedad, darán con facilidad el m a s exacto co-
nocimiento de los linderos y dimensiones de las propiedades N U M E R O 10.
territoriales; medio el mas seguro para el esclarecimiento de
cualesquiera dificultades q u e se puedan ofrecer, y para cortar Del apéndice á las Ordenanzas de intendentes, que corres-
oportuna y prontamente las discordias que se suelen suscitar ponde al art. 81.
entre los vecinos y colindantes, que siempre deben huirlas, por-
que siempre ceden en daño grave y perjuicio de los intereses REAL INSTRUCCION DE 1 5 DE OCTUBRE DE 1 7 5 4 .
de la sociedad y de los de la tranquilidad privada de sus in-
dividuos. E L R E Y . — H a b i e n d o manifestado la experiencia los per-
juicios que causa á mis vasallos de los reinos de las Indias la
Con este objeto la real audiencia, cabildo y ayuntamiento de
providencia que se dió por real cédula de 24 de Noviembre de
la ciudad de México, siendo virey, gobernador y capitan gene-
1735, sobre que los que entrasen en los bienes realengos de
ral de la Nueva-España, el E x m o . Sr. D. Antonio de Mendo-
aquellos dominios acudiesen precisamente á mi real persona
za, establecieron y promulgaron en dicha ciudad, á 9 de Mar-
á impetrar su confirmación en el término que se les asignó, ba-
zo y 4 de Julio de 1536, las primeras ordenanzas de que tene-
jo la pena de su perdimiento si no lo hiciesen; por lo cual mu-
mos noticia, y de que solamente hemos podido adquirir el frac-
chas personas dejan de aprovecharse de este beneficio por no
mento que se verá en el capítulo I X .
•poder costear el recurso á esta corte para impetrarla siendo de
poca entidad ó de pequeños sitios, ó de solo algunas caballe-
rías, las que han compuesto ó comprado, y los que acuden,
por ser de mayor consideración sus compras, es á gran costa,
CAPÍTULO VIH. por los testimonios que para ello tienen que presentar, remisión
de caudales, nombramiento de agentes y otros gastos indis-
Del modo y forma en que se han de denunciar, adquirir y pensables, que exceden regularmente en mucha parte al costo
tomar posesion de los terrenos valdíos y mercedes de agua, principal que han hecho en la compra ó composicion de los
y de los títulos que justifiquen su propiedad. mismos realengos ante los subdelegados, á-que es consiguien-
te hallarse sin cultura muchos sitios y tierras, que abastecerían
Despues de la Ordenanza que acerca de estos particulares con su labor y cria de ganados las provincias inmediatas; y el
dió el rey Don Felipe I I en 1563, cuyos artículos se hallan dis- que otras personas se mantengan en terrenos usurpados por de-
persos en otras tantas leyes de la Recopilación de Indias, y es- fecto de título, sin darle sobre la cultura toda la labor correspon-
pecialmente en el tít. X I I , lib. 4, donde se declara ante quién diente, por temor de ser denunciados y procesados sobre ello,
se deben pedir los solares, tierras y aguas; dentro de q u é tér- de que igualmente resulta perjuicio á mi real hacienda, así en
mino se ha de tomar posesion; cómo han de ser amparados en carecer del producto de sus ventas, como del que por consi-
ellas los propietarios; que se les admita á composicion en el
guíente d i m a n a al común y a l estado de la labranza y crianza: forma referida en el capítulo primero se les ha de expedir, li-
he resuelto que en las mercedes, ventas y composiciones de bren por su parte órdenes generales á las justicias de las cabe-
realengos, sitios y valdíos, h e c h a s al presente, y que se hicieren ceras y lugares principales de su respectivo distrito, m a n d a n d o
en adelante, se observe y practique precisamente lo contenido se publique en ellos en la forma que se practica con otras ór-
en esta instrucción. denes generales que expiden los vireyes, presidentes y audien-
1. ° Q u e desde la fecha d e esta m i real resolución en ade- cias en los negocios de mi servicio, para que todas y cualesquie-
lante quede privativamente al cargo de los vireyes y presiden- ra personas que poseyeren realengos, estando ó no poblados,
tes de mis reales audiencias d e aquellos reinos la facultad de cultivados ó labrados desde el año de mil y setecientos hasta el
nombrar los ministros subdelegados que deben ejercer y prac- día de la notoriedad y publicación de dicha orden, acudan á
ticar la venta y composicion d e las tierras y valdíos que me manifestar ante el mismo subdelegado, por sí mismos ó por me-
pertenecen en dichos dominios, expidiéndoles el nombramien- dio de sus correspondientes ó apoderados, los títulos y despachos
to ó título respectivo, con copia auténtica de esta instrucción; en euya virtud los poseen, señalando para esta exhibición el
con la precisa calidad de q u e los expresados vireyes y presi- término competente y proporcionado, según las distancias; con
dentes den puntual aviso á m i secretario de estado y del des- apercibimiento de que serán despojados y lanzados de las tales
pacho universal de Indias d e los ministros en quienes subde- tierras, y se h a r á merced de ellas á otros si en el término que
leguen respectivamente en s u s distritos y parages que ha sido se les asignare dejaren de acudir sin justa y legítima causa á
costumbre los haya, ó pareciese preciso establecer de nuevo, pa- la manifestación de sus títulos.
ra su aprobación, debiendo c o n t i n u a r los que al presente ejer- 4. ° Q u e constando por los títulos ó instrumentos que así
cen la citada comision; bien entendido que éstos y los que en se presentaren, ó por otro cualquier medio legal, estar en po-
adelante nombrasen los e n u n c i a d o s vireyes y presidentes pue- sesion de los tales realengos, en virtud de venta! ó composi-
dan subdelegar su comision e n otros para las partes y provin- cion hecha por los subdelegados que han sido de esta comision
cias distantes de las de sus residencias, como antes se ejecuta- antes del citado año de 1700, a u n q u e no estén confirmadas por
ba, quedando, en virtud de e s t a providencia, mi consejo de las mi real persona ni por los vireyes y presidentes, les dejen en la
Indias y sus ministros, inhibidos de la dirección y manejo de libre y quieta posesion de ellas, sin causarles la menor moles-
este ramo de real hacienda. tia, ni llevarles derechos algunos por estas diligencias en con-
formidad de la ya citada ley 15, tít. X I I , lib. 4 de la Recopilación
2. ° Q,ue los jueces y ministros en quienes se subdelegue la de Indias, haciendo notar en los tales títulos que manifestaren
jurisdicción para la venta y composicion de los realengos, pro- haber cumplido con esta obligación para que en adelante no
cederán con suavidad, t e m p l a n z a y moderación, con procesos puedan ser turbados, emplazados, ni denunciados ellos ni
verbales y no judiciales en las q u e poseyeren los indios, y en las sus sucesores en los tales realengos; y no teniendo títulos lea
demás que hubieren menester, en particular para sus labores, deberá bastar la justificación que hicieren de aquella antigua
labranza y crianza de g a n a d o s ; pues por lo tocante á las de co- posesion como título de justa prescripción: en inteligencia de
munidad y las que les e s t á n concedidas á sus pueblos para que, si no tuvieren cultivados ó labrados los tales realengos, se
pastos y egidos no se ha de h a c e r novedad, manteniéndolos en les deba señalar el término de tres meses que prescribe la ley
la posesion de ellas, y reintegrándolos en las que se les hubie- 11 del citado título y libro, ó el que parezca competente para
ren usurpado, concediéndoles mayor extensión en ellas según que lo hagan, con apercibimiento que de lo contrario se ha-
la exigencia de la poblacion, n o usando tampoco de rigor con rá merced de ellos á los que denunciaren, con la misma obli-
las que ya poseyeren los españoles y gentes de otras castas, te- gación de cultivarlos.
niendo presente para con u n o s y otros, lo dispuesto por las le-
5. ° Q,ue los poseedores de tierras vendidas ó compuestas por
yes 14, 15, 17, 18 y 19, tít. X I Í , lib. 4 de la Recopilación de
los respectivos subdelegados desde el citado año de 1700 hasta
Indias.
el presente, no puedan tampoco ser molestados, inquietados ni
3. ° Q u e recibida que s e a por c a d a uno de los subdelega- denunciados ahora ni en tiempo alguno, constando tenerlas con-
dos principales que ahora s o n , y en adelante se nombraren en firmadas por mi real persona, ó por los vireyes y presidentes de
cada provincia, esta instrucción y el nombramiento que en la
las audiencias de los respectivos distritos en el tiempo en que
usaron de esta facultad; pero los que las poseyeren sin esta cutar sin excepción de personas ni comunidades, de cualquier
estado y calidad que sean.
precisa calidad deberán acudir á impetrar la confirmación de
ellas ante las audiencias de su distrito y demás ministros á 8. ° Q u e á los que denunciaren tierras, suelos, sitios, aguas,
quienes se comete esta facultad por esta nueva instrucción, los valdíos y yermos, se les dará recompensa correspondiente, y
cuales, en vista del proceso que se hubiere formado por los sub- admitirá á moderada composicion de aquellos que denuncia-
ren ocupados sin justo título, y que esto se incluya también en
delegados en orden á la medida y avalúo de las tales tierras y
el bando que los subdelegados que se nombraren deben hacer
del título que se les hubiere despachado, examinarán si la ven-
publicar en sus respectivos distritos.
ta ó composicion está hecha sin fraude ni colusion, y en pre-
cios proporcionados y equitativos, con vista y audiencia de los 9. ° Q u e por las audiencias respectivas se despachen por
fiscales, para que con atención á todo, y constando haber ente- provincias y en mi real nombre, las confirmaciones, con prece-
rado en cajas reales el precio de la venta ó composicion y de- dente vista fiscal de ellas como va expresado, sin mas gasto
judicial de las partes que el de los derechos de la tal provisión
recho de m e d i a - a n a t a respectivo, y haciendo de nuevo aquel
según arancel: á cuyo fin recogerán de los subdelegados de su
servicio pecuniario que parezca correspondiente, les despachen
distrito los autos que hubieren hecho sobre la venta ó compo-
en mi real nombre la confirmación de sus títulos, con las cua-
sicion de que se pidiere la confirmación, con los cuales, y se-
les quedará legitimado en la posesion y dominio de las ta-
g ú n el valor en que se hubieren regulado los terrenos, y con
les tierras, aguas ó valdíos, sin poder en tiempo alguno ser so- atención al beneficio que he tenido por bien di.-pensar á aque-
bre ello inquietados los poseedores, ni sus sucesores universales llos mis vasallos relevándoles de los costos de a c u d i r á mi real
ni particulares. persona por las confirmaciones, podrán arbitrar el servicio pe-
6. ° Q u e si por los procesos que se deben haber formado para cuniario que deben hacer por esta nueva merced.
las ventas y composiciones no confirmadas desde el año de 1700,
10. Q u e á fin de evitar costos y dilación en la expedición
constare no haberse medido ni apreciado los tales realengos, de estos negocios, como sucedería si despues de despachados
como se tiene entendido ha sucedido en algunas provincias, se los títulos por los subdelegados acordasen las audiencias nue-
suspenda el despachar su confirmación, hasta tanto que esto vas diligencias de medidas y avalúos ú otras, deben los subde-
se ejecute; y según el mas valor que resultare por las medidas legados remitir en consulta á las audiencias respectivas los au-
y avalúos deberá regularse el servicio pecuniario que ha de tos originales que sobre cada negocio se hubieren hecho, y esti-
preceder á la confirmación. maren concluidos y en estado de despachar los títulos, para que
7. ° Q u e igualmente se ha de contener en las órdenes ge- vistos por ellas con audiencia de sus fiscales, se los devuelvan,
nerales que, como va dicho, se han de librar por los subdele- ó bien para que expidan los títulos por no ofrecerse reparo, ó
gados á las justicias de las cabeceras y partidos de su distrito, para evacuar las diligencias que se les previnieren, y facilitar
la cláusula de que las personas que hubieren excedido los lí- de esta forma la breve expedición de las reales confirmaciones
mites de lo comprado ó compuesto, agregándose é introducién- sin la duplicación de nuevo título.
dose en mas terreno de lo concedido, estén, ó no, confirmadas 11. Q u e las mismas audiencias conozcan en grado de ape-
las posesiones principales, acudan precisamente ante ellos á su lación, de las determinaciones y sentencias que dieren los sub-
composicion, para que del exceso, precediendo medida y ava- delegados en los que acerca de la venta ó composicion de rea-
lúo, se les despache título y confirmación; con apercibimiento lengos, sus denunciaciones, medidas y tasaciones se origine
que se adjudicarán los terrenos así ocupados, en una modera- algún pleito: con cuya providencia se evitará también á aque-
da cantidad á los que los denunciaren, y que igualmente se ad- llos vasallos el costoso recurso al consejo, y el que algunos, por
judicarán al real patiimonio para venderlos á otros terceros, no poder hacerlo, abandonen su justicia.
a u n q u e estén labrados, plantados ó con fabricas, los realengos 12. Q u e en las provincias distantes de las audiencias, ó en
ocupados sin título, si pasado el término que se asignare, no que h a y a mar de por medio, como Caracas, Habana, Cartagena,
acudieren á manifestarlos, y tratar de su composicion y confir- Buenos-Aires, P a n a m á , Yucatan, C u m a n á , Margarita, Puerto-
mación los intrusos poseedores: lo que se ha de cumplir y eje- Rico y otras de iguales circunstancias, se despachen las con-
tivo por ser lo que conviene á mi real servicio y bien de aque-
firmaciones por sus gobernadores, con acuerdo de los oficiales
llos'vasallos. Y mando que de esta instrucción se tome la ra-
reales y del teniente general letrado, en donde le hubiere; y
zón en mi contaduría general del consejo de las Indias, y en las
que los mismos ministros determinen igualmente las apelacio-
audiencias, chancillerías, gobiernos y ciudades, sentándolo en
nes que se interpusieren del subdelegado q u e estuviere nombra-
sus respectivos libros, y en los tribunales y contadurías de real
do, ó se nombrare en cada una de las expresadas provincias e
hacienda, y demás partes que convenga para que todos y ca-
islas, sin acudir á la audiencia ó chancillería del distrito sino
da uno lo tenca entendido, y observe y guarde precisa é indis-
en caso de 110 estar conformes las dos sentencias, y esto de
pensablemente en la parte que le tocare.
oficio, y por via de consulta, para evitar los costos de los recur-
D a d a en San Lorenzo el Real, á 15 de Octubre de 1/54.—
sos por apelación; y donde hubiere dos oficiales reales existen-
Y O E L R E Y . — D . Julián de Arriaga.
tes, hará el mas moderno el oficio de defensor de la real hacien-
da en estas causas, y el mas antiguo el conjuez, con el gober-
nador, asesorándose cuando 110 h a y a auditor, ó teniente de go-
bernador, y sea de derecho la d u d a , con cualquiera letrado de ARTICULO 81.
dentro ó fuera del distrito; y en donde hubiere solamente un
oficial real, se nombrará por defensor de la real hacienda a D E LA O R D E N A N Z A D E I N T E N D E N T E S , DADA EN 4 DE
cualquiera persona inteligente del vecindario: siendo igualmen- DICIEMBRE DE 1786.
te del cargo de los gobernadores con sus conjueces e x a m i n a r
acerca de las composiciones de los subdelegados lo mismo que
T a m b i é n serán los intendentes jueces privativos de las de-
va expresado para con las audiencias.
pendencias y causas que ocurrieren en el distrito de sus provin-
13. Q u e lo que importaren las ventas y composiciones de ca- cias sobre ventas, composiciones, y repartimientos de tierras rea-
da audiencia y partido, y el servicio pecuniario que se causare lengas y de señorío, debiendo los poseedores y los que preten-
por las confirmaciones, entre por cuenta aparte con libro sepa- dan nuevas concesiones de ellas, deducir sus derechos y forma-
rado en las correspondientes cajas reales; y las audiencias y lizar sus solicitudes ante los mismos intendentes, para que ins-
presidentes de ellas, los gobernadores y oficiales reales de los truidos legítimamente estos negocios con un promotor de mi
partidos, me darán cuenta, por mano de mi secretario del des- real fisco que nombren, los determinen, según derecho, con dic-
pacho de Indias, de lo que hubiere producido este ramo de real támen de sus asesores ordinarios, y admitan las apelaciones a
hacienda en cada un año, para que sobre sus noticias pueda yo la junta superior de hacienda, ó la dén cuenta, en defecto de in-
dar á este caudal el destino que m a s convenga á mi servicio. terponer recurso los interesados, con los autos originales, cuan-
14. Respecto de que por lo que se actuare por los subdele- do los estimen en estado de despachar el título, á fin de que,
gados que se nombraren para la administración de este ramo vistos por ella, se los devuelva, ó bien para que le expidan si
no se han de exigir de las partes derechos algunos, tengo á bien no se la ofreciere reparo, ó para que, antes de ejecutarlo, eva-
asignar á cada uno, por via de a y u d a de costa, el dos por cien- cúen las diligencias que echare menos la junta, y les previnie-
to de lo que montaren las ventas y composiciones que hicieren, se: mediante lo cual podrán recaer sin nuevos embarazos, las
como lo acordó el consejo en su instrucción del año de 1696, y confirmaciones correspondientes, que librará a su debido tiem-
los escribanos ante quienes actuaren solo deberán percibir los po la misma j u n t a superior, procediendo ésta en el asunto, co-
derechos según arancel, de que han de certificar al fin del pro- mo también los intendentes, sus subdelegados y demás con
ceso, procediendo contra ellos las audiencias y gobernadores arreglo á lo dispuesto en la real instrucción de 15 de Octubre
respectivos en caso que contravengan. de 1754, en cuanto no se oponga á lo resuelto por esta, sin
T o d o lo prevenido en esta instrucción es mi voluntad se eje- perder de vista los saludables disposiciones de las leyes que en
cute precisa y puntualmente por mis vireyes, audiencias, pre- ellas se citan, y de la 9, tít. X I I , lib. 4.
sidentes y gobernadores de todos mis dominios de Indias, y por
los subdelegados y demás personas á quien toca, ó pueda tocar
su cumplimiento, sin ir contra su tenor por causa a l g u n a ó mo-
de autos originales; por lo que consideraba oportuno que los
REAL CEDULA negocios cortos se exceptuasen de solemnidades y diligencias
comunes, y se señalase la cuantía ó valor de aquellos realen-
D E 2 3 DK MARZO D E 1 7 9 8 , U U E C O R R I G E L A S ANTERIORES
gos en que se hubiera de practicar lo prevenido por la Orde-
DISPOSICIONES.
na. za; en cuya vista, y para resolver el punto con el debido
acuerdo, m a n d ó dicho virey se llevase el expediente a junta su-
perior, con prévia audiencia fiscal; y en acuerdo que celebro a
E L R E Y . - " P o r cuanto en carta de 20 de Abril de 1792,
24 de Febrero del citado año de 92, se declaró, que en atención
representa con testimonio el virey que f u é de Nueva España,
á estar precavidos los perjuicios representados en providencias
conde de Revillagigedo, que el juez de tierras de la audiencia
que habia dictado la misma junta en 23 de Julio de 1790, de
de Guadalajara hizo presente con motivo de haberse rematado
los que solicitaran composiciones de tierras ó hicieren denun-
en D. Cristóbal Feliz, vecino de la villa del Fuerte en la pro-
cio de las valdías, fueran dispensados de ocurrir por la confir-
vincia de Sinaloa, dos sitios de ganado mayor y cinco caballe-
mación de sus títulos, enterado el dos por ciento de su valor
rías de tierra, ser gravosa y perjudicial á las partes la obser-
en las respectivas contadurías, no habia ya motivo que obliga-
vancia del art. 81 de Ordenanza de intendentes, en cuanto á
se á hacer novedad, por lo que agregándose testimonio de di-
la remisión de autos á la j u n t a superior para la aprobación y
cha providencia, se me diera cuenta, como lo hizo el dicho mi
confirmación de título de valdíos y realengos de corta canti-
virev, á efecto de que me dignase tomar la resolución que Hie-
dad, en provincias internas y remotas, por tener que sufrir en
ra de mi real agrado; y visto lo referido en mi consejo de las
costas de estafetas y otros derechos, mas que lo que valian las
Indias pleno de dos salas, con lo que en su inteligencia infor-
mismas tierras, en cuya comprobación le habia acompañado
mó la contaduría general y expusieron mis fiscales, he resuel-
certificación de catorce negocios de esta clase, en que el mayor
to á consulta de 5 de Diciembre del año próximo pasado, apro-
no llegaba á treinta y seis pesos, sin otros que se hallaban pen-
bar como por la presente mi real cédula apruebo el acuerdo de
dientes en diferentes tribunales; de que infería de que por no
la unta superior de México, de 23 de Julio de 1790, ratificado
erogar gastos tan crecidos, retendrían muchos viciosa y'clan-
en el 24 de Febrero de 1792, por lo que se dispensa a los que
destinamente los realengos, y que otros por no ser procesados
solicitan composiciones ó que hagan denuncio de las valdías,
a b a n d o n a r á n sus criaderos y laboríos, malográndose así las
el ocurrir á ella por la confirmación de sus títulos enterado el
ventajas que pudieran resultar al estado de la industria y apli-
dos por ciento de su valor en las respectivas contadurías, bien
cación de los mismos vasallos; por lo que, y fundado ejemplar
entendido, que cuando el importe de las tierras denunciadas o
de la real cédula de 15 de Octubre de 1754, que en beneficio
compuestas no llegue á la s u m a de doscientos pesos se proce-
de mis vasallos revocó la de 2 1 de Noviembre de 1735, para
da de oficio en los juzgados de intendencias y en el de la jun-
que las que habían de ocurrir á mi real persona por la confir-
ta superior, con el fin de que se denuncien ó compren estos rea-
mación de realengos, acudiesen en lo sucesivo á las audiencias,
lengos por los vecinos de pocas facultades, cuidando los promo-
le pidió tomasen en el asunto la determinación mas conforme,
tores fiscales de real hacienda de las referidas audiencias, de
cuya instancia le reiteró el actual presidente y comandante ge-
que se cumpla lo referido y no h a y a la menor contravención
neral é i n t e n d e n t e d e aquellas provincias, D. Jacobo U g a r t e y L o -
ni omision en volver las diligencias de venta ó composicion
yola, por haber solicitado D. Luis Jimenez, vecino de la jurisdic-
de tierras realengas remitidas á la calificación de la junta su-
ción del pueblo de Atemateca, se le dispensara la remisión á la
perior, observándose en las demoras lo prevenido en el art. »1
j u n t a superior del expediente del dominio de tierra en el sitio
de la referida Ordenanza, con la modificación del citado acuer-
llamado L a Agua Zarca, añadiendo que a u n q u e la expresada
do de la junta superior de México, en cuanto suprimió a bene-
j u n t a superior tenia dispuesto últimamente se libertase á las
ficio de los compradores la segunda remisión de autos a ella,
partes del ocurso á ella para la confirmación de títulos, por el
por la confirmación de título y asignación del servicio pecu-
servicio pecuniario que se le habia de hacer del dos por cien-
niario, por la dispensa de ocurrir por ella á mi real persona,
to del valor de las tierras, quedaba, no obstante, en pié la pri-
como se practicó antiguamente, y después á las audiencias, por
mera parte del referido artículo, en la remisión y devolución
real cédula de 15 de Octubre d e 1754. Por tanto, m a n d o á mis
vireyes, audiencias, intendentes y j u n t a s superiores deiuis. rei-
DECRETO
nos de las Indias é islas adyacentes, cumplan, g u a r d e n y ha-
gan guardar, cumplir y ejecutar puntual y debidamente, esta
D E 1 3 D E MARZO D E 1 8 1 1 .
m i real deliberación, por ser a s í mi voluntad, y que de la pre-
sente mi real cédula se tome razón en la mencionada contadu-
r í a general." Exención de tributos á los indios y castas: repartimiento de
tierras á los primeros, y prohibición del comercio de repar-
Ultimamente, por el decreto de 4 de Agosto de 1824, en que
clasificaron y determinaron las rentas que debían ser en el ré- timiento á los justicias.
gimen federal de la pertenencia del supremo gobierno, y las de
los estados en particular, se consignaron á los estados los pro- L a s cortes generales y extraordinarias, habiendo examinado
ductos de las ventas y composiciones de tierras de sus respec- detenidamente el decreto expedido por el anterior consejo de
tivas demarcaciones, así c o m o q u e d a r a n al gobierno general regencia, en la real isla de León, á 26 de Mayo del año próxi-
de los territorios de la federación. mo pasado de 1810, y el bando que para su ejecución m a n d ó
E n cuanto á la adquisición de terrenos por repartimiento, publicar en México con fecha 5 de Octubre del mismo año, el
tanto á los naturales de los p u e b l o s como á los militares, pa- virey de Nueva-España D. Francisco Javier Venegas, al mismo
triotas é inválidos, y en c u a n t o á la colonizacion de los valdíos, tiempo que han teñido á bien aprobar la exención del tributo
para que nuestros lectores no c a r e z c a n de las luces necesarias concedido á los indios en aquel decreto, con la extensión decla-
en esta materia, ponemos á continuación las leyes q u e se han rada por dicho virey en el referido bando, á favor de las castas
dictado de cuarenta años á e s t a parte, y son las siguientes: El de mulatos, negros y demás que se han mantenido y manten-
decreto de las cortes españolas d e 13 de Marzo de 1811: orden gan fieles á la sagrada causa de la patria en el distrito de aquel
del congreso mexicano de 11 d e Abril de 1823: los decretos de vireinato, decretan: 1. ° Q u e la expresada gracia de la exen-
4 de Junio, de 19 de Julio, d e 6 de Agosto, de 18 de Setiembre ción de tributo, sea extensiva á los indios y á las castas de las
y de 14 de Octubre de 1823, d e 18 de Agosto y de 4 de No- demás provincias de América. 2. ° Q u e la gracia del repar-
viembre de 824, de 12 de M a r z o de 828, de 4 de Febrero de timiento de tierras de los pueblos de los indios, no se extienda
834, de 4 de Abril de 837: la l e y de 1. ° de Junio de 1839, en á las castas. 3. ° Q u e se cumplan con el mayor rigor las rea-
\
que se aprobó el convenio c e l e b i a d o en Londres con los apo- les órdenes y disposiciones que prohiben á los justicias el abu-
derados de los tenedores de b o n o s mexicanos, para cuyo pago so de comerciar en el distrito de sus respectivas jurisdicciones,
se hipotecaron cien millones d e acres de tierras valdías en los bajo el especioso título de repartimientos.
departamentos de Californias, C h i h u h u a , Nuevo-México, Te-
jas (que en aquella fecha p e r t e n e c í a á la nación), y Sonora; en ORDEN
la que asimismo se dictaron l a s disposiciones que el congreso
tuvo por m a s convenientes p a r a cuando se hiciese efectiva la DE 1 1 DE A B R I L DE 1823.
dicha hipoteca, y llegase el c a s o de ocuparse los terrenos por
los acreedores de la nación, ó por los que hubiesen de repre- E n esta se previno al gobierno que si no encuentra inconve-
sentarlos; y la ley de 11 d e Marzo de 1842, que son las si- niente, acceda á la solicitud de E s t é v a n Austin, sobre que se
guientes. le confirme la concesion de establecer 300 familias en Tejas;
resuelva también sobre otras solicitudes de igual naturaleza, y
se suspenda hasta nueva resolución, la ley de colonizacion da-
da por la j u n t a instituyeme.
del supremo poder ejecutivo, sobre que puedan los sargentos
DECRETO libremente dedicarse á losjobjetos que les sean convenientes, se-
parándose del servicio, como asimismo sobre que los cabos'pri-
D E 4 D E JULIO D E 1823.
meros que quisieren voluntariamente perder su tiempo, reci-
Repartimiento de tierras á individuos del ejército permanente. biendo por este motivo diez pesos de gratificación, puedan
igualmente verificarlo; considerando ser esta medida m u y con-
E l soberano congreso constituyente mexicano, altamente forme á las instituciones liberales que nos rigen, conveniente
convencido de las relevantes virtudes que caracterizan al ejér- al estado actual de escasez en que se halla el erario público, y
cito nacional de fuerza permanente, no menos que de su infa- ventajosa á estas beneméritas clases, porque quedan en liber-
tigable celo y constantes servicios por el bien y prosperidad ge- tad de poder solicitar que se les asignen tierras de las que de-
berá repartirse en las provincias donde se han de establecer
neral, deseoso de darle las pruebas mas inequívocas del singu-
nuevas colonias, aumentándose así el número de propietarios,
lar aprecio que le merece, ha decretado:
ha tenido á bien decretar:
1. ° Q u e de preferencia se pase copia al supremo poder eje-
cutivo, de la exposición hecha en 14 de Abril anterior, por los 1. ° Q u e d a n en libertad por ahora y hasta el arreglo de las
generales m a r q u é s de Vivanco y D. José Antonio de Echávar- ordenanzas del ejército, los sargentos, para poderse retirar, siem-
ri, para que con arreglo á sus propuestas, haga efectiva la asig- pre que hubieren cumplido el tiempo de su empeño cuando sen-
nación y repartimiento que consultan. taron plaza, ó antes, si por algún servicio señalado el gobierno
2. ° Q u e el mismo supremo poder ejecutivo designe las ha- los juzga acreedores á concederles esta gracia.
ciendas que conviniere repartir en las inmediaciones de la cor- 2. ° Los cabos que voluntariamente quisieren perder s u
te, ó en otra parte donde fuere útil. tiempo, recibiendo por esto la gratificación de diez pesos, tam-
3. ° Q u e igualmente el supremo poder ejecutivo forme el bién quedan en libertad para retirarse del servicio, del mismo
reglamento mas adecuado para la elección de sugetos, orden y modo antes dicho para los sargentos, cesando ya desde ahora
modo en que deba verificarse el repartimiento, pasándolo an- dicha gratificación.
tes al congreso para su aprobación. 3. ° E n consecuencia, el supremo poder ejecutivo dará di-
chas licencias, y la preferencia que el congreso conceda á la
DECRETO benemérita clase militar en el repartimiento de tierras en las
nuevas poblaciones que se tratan de formar.
D E 1 9 D E JULIO D E 1 8 2 3 .

Declaración en honor de los primeros héroes libertadores de DECRETO


la nación, y los que los siguieron.
B E 1 8 BH S E T I E M B R E D E 1823.
Art. 9. Si los ameritados en la expresada época no aspira-
ren á empleo alguno civil ó militar, ó si el supremo poder eje- Extensión del de 4 de Junio de 1823, sobre repartimiento
cutivo no los creyere aptos para los que soliciten, los tendrá de tierras.
presentes en el repartimiento de tierras valdías, que decretare
el congreso. El soberano congreso mexicano se ha servido decretar:
Q u e deben ser comprendidos en el decreto de 4 de Junio úl-
DECRETO timo, sobre repartimiento de tierras, los individuos de las tro-
pas de milicias provinciales ó locales, que en tiempo hábil se
D E 6 D E AGOSTO D E 1823. agregaron al ejército libertador.

Libertad á los sargentos y cabos del ejército para retirarse.


E l soberano congreso mexicano, habiendo visto la eonsulta
rales de colonizacion. L a tercera se beneficiará ó repartirá oor
DECRETO la diputación provincial, en provecho de sus habitantes q u e S a
r u c a n de propiedad, arreglándose en c u a n t o á la c a n t i d a d d e
DE 1 4 DE OCTUBRE DE 1823. terreno que se concede á un individuo, á la base que a s i s na
esta ley, y lo d e m á s lo beneficiará para los ramos de f o S o
Formacion de la provincia del Istmo. y educación de los vecinos de la provincia amento
- P a r . a ' a ejecución de lo que se previene en el a r t í c u l o
E l soberano c o n g r e s o m e x i c a n o h a tenido á bien decretar:
anterior, el gobierno nombrará un director ó distribuidor d e T e r -
1 S e f o r m a r á u n a provincia de las jurisdicciones de Aca- as, a quien d a r a las instrucciones q u e j u z g u e n e c e s a r i a s v
v u c a n v T e h u a n t e p e c , l l a m a d a provincia del Istmo. h a r á m a r c h a r dos ingenieros á T e b u L t e p e c ? con e n c a r é o de
7
2 L a capital de e s t a provincia será T e h u a n t e p e c por aho- levantar u n plano exacto de esta provincii, y practica" las one
ra y m i e n t r a s se f o r m a u n a poblacion en el c e n t ^ del l s t m o P
raciones científicas de la distribución territorial
en el lugar q u e d e s i g n e el gobierno como m a s o p o r ' t u n o p a r a 9. L a porcion de terreno q u e se asigne á los militares s P rá
aprovechar la n a v e g a c i ó n al golfo M e x i c a n o por el n o G o a z a - en consideración al mérito de cada uno, á su g r a d a c i o n
8
coalco, y la traslación c ó m o d a por c a m i n o s carreteros al puer- la parte de sueldos q u e dejen al retirarse. '7 a
to m a s inmediato al m a r del Sur. . trnir 1 * ^ J o s f o n d o s d e la provincia se comenzará á cons^
3. E l gobierno n o m b r a r á u n gefe superior político reunido t r u u la poblacion que se ha dicho, en el centro del Istmo fa
el careo d e i n t e n d e n t e , q u i e n procederá á organizar la diputa- ™ ™ " ^ ^ V 3 8 P a r a l 0 S P r i m e i 0 s habitantes%ur-
ción provincial, c o n f o r m e al decreto d e n u e v a convocatoria y Umiento de víveres por el tiempo que se j u z g u e necesario v
con los m i s m o s se abrirán caminos, y se fabricará el e s t a h l /
leyes d c Ja d¡putacion n o m b r a r á asimismo el go- c i e n t o de los primeros pobladores h a b i l i t á S o s de T o t
bierno u n a d m i n i s t r a d o r de todas las rentas, con los dependien-
tes m u y necesarios, á q u i e n e s d a r á un reglamento para el ttXSSZSZ P r e C ¡ S 0 S P a r a 61 d e s c u a
j° de ,os
- -
exacto d e s e m p e ñ o d e s u s respectivas funciones. U. E s t a primera habilitación se ministrará á los militares
5. L a s rentas de l a provincia, consistirán en las rentas y d o s a u X T 6 , 1 1 3 C a j ? d C T e h » a n t ^ Por c u e n t a de taSj
contribuciones g e n e r a l m e n t e establecidas, y a d e m a s e n ios i T r í 1 1 r , S U S r e t i r 0 s ' c a p i t a l i z á n d o l o s se-
productos d e las s a l i n a s del distrito d e T e h u a n t e p e c , conlenfce g ú n las reglas d e d u c i d a s de las probabilidades de la vida h u -
mana.
á las leves generales d e la materia.
6. Con estos f o n d o s y con la c a n t i d a d de 30.000 ps que da- s e r á ^ n c S S ' i l f 0 1 - n t q U e SG P r e f t e á ] n d i v i d u o s n o m a t a r e s ,
r á el gobierno por u n a sola vez, se procederá á la poblacion y 5 2 . 1 l ac a l l d a d , d ® re'ntRgro con el producto de las tierras, me
c a l i d a d anual que señale la diputación p ó v i n d a l
colonizacion de los t e r r e n o s valdíos del centro del Istmo y la
b a r r a de G o a t z a c o a l c o . . • C X S S r . dr l0S ^ á CUy
° reinf¿ro ^ a n S S f d o
7. E l terreno v a l d í o q u e existe en esta provinciá, se divi- los herederos de los pobladores, en caso que éstos f a l l e c L e m
dirá en tres porciones. L a primera la distribuirá el gobierno La. porcion de terreno que servirá de u n i d a d v se c o n .
entre los militares q n e se retiraren con u n a parte de sus suel- cederá á un soldado para su establecimiento, es u n a á r e a cSa
dos, las personas q u e h a y a n hecho servicios á la patria, pen- do a n , t n ( e r r i l ** l a b ° r ' d e d ° S C Í e n t a S "ara po
3 Cantlda
sionistas y c e s a n t e s . S i a u n restase algún terreno desocupa- fa mnl nn T í C n V e r d ó n de su familia: con
la multiplicación de esta u n i d a d , proporcionará el gobierno la
d o de esta primera p o r c i o n , lo repartirá el m i s m o gobierno en-
tre nacionales y e x t r a n g e r o s que se quieran establecer siem
pre q u e t e n g a n l a s c a l i d a d e s de b u e n a conducta, industria, reglTqne ^ ^ t " ™ " « ^ ° * *
<fcc., prefiriendo á l o s casados. L a s e g u n d a porcion sera bene-
ficiada por el g o b i e r n o , entre capitalistas nacionales y extra
geros q u e se e s t a b l e z c a n en el pais, conforme á las leyes gen • nes, conforme á las leyes de novales.
15 L a exportación de frutos de la provincia, á excepción ¡A
de la grana, por el rio de Goatzacoalco, será libre de los dere-
DECRETO
chos del arancel por diez años. . t
16 Por la importación d e efectos y m a n u f a c t u r a s extran-
D E 1 8 D E AGOSTO D E 1824.
j e r a s que se hiciere por el mismo rio, se pagará u n a c u a r t a
oarte menos de los derechos que se cobran en los d e m á s puer-
Sobre colonizacion.
tos nacionales, y dichos efectos q u e d a n ya libres p a r a la circu-
lación interior en dicha provincia.
ir E i s o í f a n o c o n g | ' e s o general constituyente de los E s t a d o s
IT L a s m á q u i n a s é instrumentos necesarios p a r a cultivo Unidos Mexicanos, h a tenido á bien decretar-
v mejora de la provincia, gozarán de toda franquicia de dere- 1. ° L a nación m e x i c a n a ofrece á los extrangeros q u e ven-
chos, y lo mismo los g a n a d o s q u e en ella se introduzcan para g a n a establecerse en su territorio, seguridad en sus personas
su abasto, sea cual fuere su procedencia.
18 A todos los efectos, tanto nacionales como extrangeros,
7
2 o U L P l T f a d 1S' C ° " ^ ( J U e SG S " J e t G » á las leyes del p a b
que son agraciados por los artículos anteriores, los puede gra- n n l ' L f¡ i b j J t 0 d e 6 S ? I e y a ( l U e l l o s f r e n o s de la nación
que no siendo de propiedad particular ni pertenecientes T c o r '
var la diputación provincial con u n a ligera imposición m u n i -
poracion a l g u n a 6 pueblo, pueden ser colonizados * C0"
cipal con el objeto de mejorar los c a m i n o s y la navegación del
o. i a r a este efecto, los congresos de los E s t a d o s formarán
rio Goatzacoalco, d a n d o cuenta al congreso para su aprobación. á la m a y o r brevedad, las leyes ó reglamentos de colon zac o.i
19 L a m i s m a diputación impondrá á los pobladores y a es-
í r n n l ? t P T l V a d e m a r c a c i o ' b conformándose en todo á la a c
tablecidos, y que gocen del fruto de las tierras, u n a contribu- ta constitutiva, constitución general y reglas establecidas en es-
ción municipal moderada p a r a la educación y el culto divino,
d a n d o asimismo c u e n t a p a r a su aprobación. 4. o No podrán colonizarse los territorios comprendidos en
20 P a r a los trabajos de caminos y d e m á s que sean públi- tre las veinte leguas limítrofes con cualquiera nac on e x ra ."
cos el gobierno remitirá á disposición del gefe político de la
provincia, los individuos q u e en las d e m á s provincias fueren ff^sss.sin ,a p , é v i a a p r o J i o n d e i
~ £
sentenciados, por vagos ú otros delitos, á cierto n ú m e r o de anos ¡- 5S a r a la
^ de ensa ó se
S">i<lad de la nación, el gobier-
de presidio. E s t o s mismos sugetos se podrán aplicar á los tra- no de la federación tuviese por conveniente hacer uso de a l ™ ,
b a j o s de particulares, satisfaciéndoles su competente jornal, y n a porcion de estos terrenos p a r a construir almacenes, a r c e d -
concluido el tiempo de su condena, la diputación provincial les les u otros edificios públicos, podrá verificarlo con la a p oba-
concederá u n terreno en propiedad, q u e será la porcion señala-
da á un soldado, si por su corrección se hubieren hecho dignos. gobiemo.COn^reS° genera
'' 7 6,1 8 0
^ C0U la d e t
^ d e
21. Los extrangeros q u e traigan consigo esclavos, se suge- 6 © N o se podrá antes de cuatro años desde la publicación
t a r á n á las leyes establecidas sobre la materia, ó q u e en ade- de esta ley, imponer derecho a l g u n o por la entrada de las ^ C
lante se establecieren. eXtra er0S
ra
ra vez
vezt ent la nación.
^ *ue establecerse por
F 1prime-
22. E l gobierno, de acuerdo con el reverendo obispo de Ua-
jaca, arreglará la administración espiritual en que se emplea- 7. o Antes del año de 1840, n o podrá el congreso general
r á n por ahora en las poblaciones q u e de nuevo se formen, los prohibir la e n t r a d a de extrangeros á colonizar, á n o s e r q u e cir
capellanes de tropa q u e se retiren como militares, con goce á la
propiedad del terreno, que por esta ley se les concede.
Si
23. E n todo lo demás, se sujetará la nueva provincia á las J J * " P e r Í , l d i c a r el objeto de esta ley, u>-
PrCCaUC¡
leyes generales de colonizacion. s e g u r i d a d ^ e ía 1 °n qUC jUZglle
° P o r t u n a s P ^ a la
vengan á i o n i z a r e r a C \ ° n T T á bs
que
9- ° Deberá atenderse con preferencia en la distribución de
que se hagan al efecto; en la inteligencia de que se preferirá la
tierras á los ciudadanos mexicanos, y no se J¡¡
que ofrezca practicarla con mas perfección, comodidad y ven-
c u n a entre ellos, sino únicamente aquella á que den derecho
tajas para la navegación.
fos méritos «articulan» v servicios hechos a la patria, o en
2. El gobierno señalará el plazo dentro del cual han do
igualdad de circunstancias, la vecindad en el lugar á que per-
hacerle las propuestas, y mientras corre, liará reconocer el lts-
tenezcan los terrenos que se repartan.
mo de Teliuantepec, y reunirá todas las noticias que sean ne-
10. Los militares que con arreglo a la oíeita de 27 de
cesarias para emprender el canal de comunicación con el co-
Marzo de 1821, tengan derecho á tierras, serán a t e n i d o s en
nocimiento debido.
¡os Estados en vista de los diplomas q u e al electo les libre el
3. Con las propuestas, las noticias que reúna y los infor-
T s Í K S s de capitalización, según las probabi- mes correspondientes, dará cuenta.al congreso para la resolu-
lidades de la vida, el supremo poder ejecutivo tuviese por ción definitiva que convenga tomar.
oportuno enagenar algunas porciones de t i e i r a . e n f ^ d e 4. E n los mismos términos hará publicar que se admiten
cualesquiera empleados, así militares como civiles de la i t e - cualesquiera otras propuestas de la misma especie, y princi-
ración podrá verificarlo en los valdíos de los territorios. palmente para hacer navegables los ríos de Al varado, de Pa-
12 No se permitirá que se reúna en u n a sola mano como nuco, Bravo del Norte, rio grande de Santiago, y para coloni-
propiedad, mas de una legua cuadrada de cien mil varas de zar y hacer navegable el rio Colorado de Occidente, d a n d o
S e n a de regadío, cuatro de superficie de temporal y seis de su- en su caso cuenta al congreso para la resolución del artículo 3.
perficie de abrevadero. . , DECRETO
13. No podrán los nuevos pobladores pasar sus propieda-
des á manos muertas. D E 1 2 D E MARZO DE 1 8 2 8 .
14. E s t a ley garantiza los contratos que los. empresarios Sobre pasaportes y adquirir propiedades los extranjeros.
celebren con las familias que traigan á sus expensas, siempre
que no sean contrarios á las leyes. . Art. 1. P a r a que los extrangeros puedan introducirse y
15 Ninguno que á virtud de esta ley adquiera tierras en transitar por el territorio mexicano, es necesario que obtengan
propiedad, ?odrá conservarlas estando avecindado fuera del pasaporte del gobierno general.
territorio de la república. ' ; . 2.' E l gobierno por medio de un decreto, prescribirá las re-
lfi El gobierno, conforme á los principios establecidos en glas que crea convenientes para la emisión y revisión de pasa-
esta ley, procederá á la colonizacion de los territorios d é l a portes, y designará los empleados que deben darlos.
3. Los extrangeros que se hubieren introducido sin pasa-
república.
porte, se presentarán dentro de diez dias contados desde la pu-
DECRETO
blicación de esta ley en los lugares de su residencia, á la pri-
mera autoridad política del mismo lugar, la que tomará razón
DE 4 DE NOVIEMBRE DE 1824. del objeto con que han venido, y del giro en que se ocupan.
4. L a s autoridades políticas darán cuenta á los goberna-
Medidas relativas al proyecto de comunicar los dos Océanos dores de los estados, distrito federal ó territorios, quienes ex-
por el Istmo de Teliuantepec. pedirán á los extrangeros de que se habla, los correspondientes
pasaportes, conforme las reglas que so prescriban por el go-
E l soberano congreso general constituyente de los E s t a d o s * bierno general, á quien d a r á n razón individual de los extran-
Unidos mexicanos se ha servido decretar. _ geros que se h a y a n presentado, del objeto de su venida, de los
1 E l gobierno h a r á publicar, tanto en el país como en as giros en que se ocupan, de los pasaportes que se hubieren ex-
naciones en que lo crea conveniente, que se va ¿ emprender pedido, y de los extrangeros á quienes 110 puedan expedirse en
la comunicación de los dos Océanos por el Istmo de r e h u a n - virtud de las reglas que se dicten por el gobierno.
tepec- y que para verificarlo se admitirán todas las propuestas
5. Los extrangeros que 110 cumplieren con lo dispuesto en sidente de la cámara de diputados.— Demetrio del Castillo,
los artículos anteriores, serán despedidos de la república, que- senador secretario.—José Perez de Palacios, diputado se-
dando á discreción del gobierno ampliar el término de los diez cretario.
dias de que habla el art. 3, basta el de veinticinco.
DECRETO
0. Los extrangeros introducidos y establecidos conforme á
las reglas prescritas ó que se prescribieren en lo de adelante,
DE 4 DE F E B R E R O DE 1834.
están bajo la protección de las leyes, y gozan de los derechos
civiles que ellas conceden á los mexicanos, á excepción del de
Sobre colonizacion de los terrenos de Coahuila y Tejas.
adquirir propiedad territorial rústica, que conforme á las leyes
vigentes no pueden obtener los no naturalizados. El vice-presidente de los Estados-Unidos mexicanos, en
7. No se comprenden en la excepción del artículo anterior, ejercicio del supremo poder ejecutivo, usando de la facultad
aquellos terrenos pertenecientes á las haciendas de plata que que le concede la ley de 0 de Abril de 1830, y penetrado de la
sean necesarias al cumplimiento de la ley de 7 de Octubre de necesidad de socorrer á la multitud de personas cuya suerte
1S28, sobre adquisición de acciones en las minas. h a sido y es desgraciada por errores políticos, por la paraliza-
ción de los giros, por la destrucción de las familias y por to-
8. Q u e d a vigente la ley de colonizacion de 18 de Agos-
dos los males que trae consigo el estado de revolución perma-
to de 1824.
nente, cual es el que ha tenido la república de muchos años á
9. T a m b i é n puede intentarse por extrangeros no naturali-
esta parte, se halla resucito á abrir sus arcas para reparar en
zados la compra y colonizacion de terrenos de propiedad par-
cuanto esté de su parte u n estado tan lastimoso.
ticular; pero en este caso se obtendrá permiso especial del con-
Los territorios situados á la inmediación de la línea diviso-
greso general, si la compra y colonizacion fueren en los terri-
ria de nuestra república, cruzados todos de rios navegables,
torios, y de los congresos particulares, si fueren en los estados.
colocados á las inmediaciones del Océano Atlántico, abiertos
10. Los congresos particulares darán ó no el permiso que
al comercio, vírgenes en el orden de la producción y feraces á-
se les pida, imponiendo en su caso las condiciones que crean
lo sumo, están brindando á los robustos brazos de los mexica
convenientes, estipulándose las siguientes que servirán de ba-
nos y á la industria de todo género, que en n i n g u n a parte tie-
se á todo contrato, en la inteligencia de que queda al arbitrio
ne ni cuenta con las facilidades que proporciona su localidad.
de las legislaturas, restringirlas, pero no ampliarlas: ''limera,
No son necesarios otros medios para efectuar la colonizacion
que la cuarta parte de los colonos sean mexicanos. Segunda,
de estos hermosos y feraces terrenos, que las anticipaciones de
que dentro de siete años quedará dividido el terreno en suertes
la empresa; y el supremo gobierno tiene la voluntad y posibi-
pequeñas, á juicio de las legislaturas. Tercera, que el empre-
lidad de hacerlo: no se disiparán los caudales públicos, pero
sario no naturalizado no pueda reservarse un terreno (pie ex-
tampoco se escaseará lo necesario, ni á ninguno de los com-
ceda de diez y seis leguas cuadradas, el cual deberá euagenár
prometidos dejará de anticiparse con la oportunidad debida los
se dentro de doce años, contados desde el término en q u é la
medios de poner en acción sus fuerzas industriales, hasta que
linca debiere quedar dividida en suertes. Cuarta, que éstas
los frutos acumulados pongan á los colonos en disposición, no
deben quedar vendidas dentro del mismo periodo.
solo de subvenir por sí mismos á las primeras necesidades dé
11. L a s propiedades que se adquieren por extrangeros no la vida, sino de formarse un capital con que multiplicar sus
naturalizados en fraude de la ley, son denuuciables por cual- empresas y reproducir sin cesar los frutos de la industria agrí-
quier mexicano, á quien so adjudicarán, justificado que sea cola, única, pero verdadera riqueza, con que pueden contar las
el fraude. sociedades nacientes. L a república se baila plagada de fami-
12. El gobierno general y los gobernadores de los estados lias que de un modo ó de otro, por este ó por aquel motivo
en su caso, observarán religiosamente, á la ejecución de esta han perdido su fortuna y su reposo; á todos los convoca el su-
ley. todo lo prevenido ó que se prevenga en los tratados cele- premo gobierno á mejorar su suerte en las ocupaciones pacífi-
brados, ó q u e se celebren con las potencias extrangeras.— Pe- cas de agricultura: ellas cicatrizarán sus heridas, levantarán
dro Paredes, presidente del senado.—Casimiro Liceaga, pre-
su fortuna, les liarán echar en olvido sus errores ó extravíos, y
convertirán en c i u d a d a n o s útiles multitud de personas á quie- Art. 6 . ° Ninguna persona podrá separarse de la colonia
nes la exigencia de las circunstancias alejan de las poblacio- antes de dos años sin permiso del gobierno, y las que lo hicie-
nes actuales, y la imperiosa necesidad de vivir, incapaz de sa- ren, perderán las tierras que se les hubieren donado, y queda-
tisfacerse por medios lícitos, los constituye en la clase de los rán' obligadas á pagar todo lo que hubieren recibido del mis-
criminales. mo gobierno.
E l vice-presidento sinceramente desea obtener este feliz re- Art. 7. ° A cada familia de las que compongan la colonia,
sultado; pero 110 puedo prescindir de tomar las precauciones se les darán u n a y u n t a de bueyes y una vaca ó su valor, dos
que le aseguren, evitando que el trasporte de los colonos no arados y los instrumentos de carpintería y labranza que el go-
tenga otro carácter q u e el de un viage dispendioso. Si éstos bierno estimare necesarios.
han de abandonar el terreno á poco de haber llegado, si no Art. 8. ° 13el terreno que se destine para formar las pobla-
lo han de hacer productivo con el trabajo, y han do limitarse ciones, se dará á cada familia un solar para que levante la ca-
á consumir las asignaciones hechas con el objeto sagrado sa de su habitación.
de suplir la falta de capital, el fin queda completamente Art. 9. ° Los trasportes se harán bajo la dirección de la per-
frustrado, y la república, lejos de recobrar ciudadanos ex- sona ó personas que el gobierno designare.
traviados, no ha hecho sino perder sus fundos y aumentar sus Art. 10. L a s colonias quedarán sometidas al gefe ó gefes
apuros por empresas q u e lejos de asegurar, expone á mayores políticos que el gobierno designare, y luego que se hallan re-
riesgos la integridad d e su territorio. E n n i n g u n a época ha partido los solares, instalarán su gobierno municipal.—Febre-
sido tan urgente consultar á la seguridad de las fronteras y ro 4 de 1834.
dar empleo á innumerables brazos q u e por la m a s triste fatali-
DECRETO
dad se hallan sin ocupacion: á tan benéficos saludables obje-
tos se dirigen las m i r a s del gobierno, que no cree remoto obte-
D E 4 D E A B R I L DE 1837.
nerlas por las providencias siguientes.
Alt. 1. ° Será a d m i t i d a á colonizar en los terrenos que es- ,Sobre hacer efectiva la colonizacion de los terrenos de la
tén ó estuvieren á disposición del gobierno supremo en el esta- república.
do de Coahuila y T e j a s , toda persona libre que carezca de
compromisos locales e n otros puntos de la república. El gobierno, de acuerdo con el consejo, procederá á hacer
Art. 2. ° E s t a invitación se hace m u y especialmente á los efectiva la colonizacion de los terrenos que sean y deban ser
oficiales y soldados q u e han quedado sin empico por haber lo- de propiedad de la república, por medio de ventas, infiteusis ó
mado parte en la presente revolución, á los q u e se hallan con hipotecas, aplicando el importe (que en las primeras no debe-
resguardos dados por el gobierno, á los ex pulsos de los estados, rá bajar de diez reales por acre) á la amortización de la deuda
y aun á los que t o d a v í a permanecen con las a r m a s en la mano. nacional contraída ó que se contrajere, reservando siempre lo
Art. 3. ° A c a d a familia que se comprometa á colonizar en bastante para cumplimiento de lo prometido á los militares
dicho estado, so le d a r á la décima parte de u n sitio de gana- que cooperaron á la independencia, y para los premios y con-
do mayor. cesiones que decrete el congreso á favor de las tribus ó nacio-
Art. 4. ° A cada persona mayor de 15 años se le costearán nes indígenas, y de los cooperadores al restablecimiento de
las cabalgaduras ó c a r r o s que sean necesarios para su traspor- Tejas; 110 embarazándose por las leyes dadas hasta aquí sobre
te, los cuales h a r á s u y o s al momento de llegar al sitio que de- colonizacion, cuyas disposiciones se derogan en todo lo que
ba colonizarse. contraríen á la presente, repitiéndose la prohibición del art. 11
Art. 5 . c A cada u n a de las personas expresadas que pasen de la ley de 0 de Abril de 1830. Abril 4 de 1837.
de quince años de e d a d , se les asistirá desde el dia que salgan
del lugar de su residencia hasta un año cumplido, con cuatro
reales diarios, y ft los menores de quince con dos reales.
te modo, se aumentará, a u n q u e bajo la coudicion de que se ha
CONVENIO CELEBRADO ENTRE EL MINISTRO PLENIPOTEN- de tornar posesion en la m a n e r a que expresa el art. 5. ° de ese
C I A R I O D E LA R E P U B L I C A M E X I C A N A Y LOS A G E N T E S DE convenio.
ELLA E N LONDRES, EL DIA 15 1)E S E T I E M B R E DE 1837 3. ° E l interés del fondo nacional consolidado, será pagable
CON LOS T E N E D O R E S D E BONOS M E X I C A N O S . en Londres por semestres vencidos el 1. ° de Abril y 1. ° de
Octubre de cada año. Los bonos de la primera serie comen-
Art. 1. ° Se crea uti fondo nacional, consolidado al cinco zarán á causar interés desde 1 . c de Octubre de 1837, y los de
por ciento de interés al año, con el único y determinado objeto la segunda desde 1. ° de Octubre de 1847; y para la mayor
de convertir en su totalidad la deuda extrangera, si así convi- seguridad del puntual pago de dichos intereses, el gobierno
niere á los actuales acreedores, y amortizarla en la forma que mexicano destinará irrevocablemente á este objeto, la sexta
se expresará en los artículos siguientes. Al efecto, quedan parte de lodos los derechos de las a d u a n a s de Veracruz y San-
nombrados los Sres. F. de Lizardy y compañía, como agente t a - A n n a de T a m a u l i p a s , y esta parte de los derechos se reci-
de la república, para dicha operacion, y serán ios que á nom- birá de los administradores de las a d u a n a s por los comisiona-
bre de la nación mexicana emitan los correspondientes bonos dos del gobierno mexicano, uno de los cuales será nombrado á
del expresado fondo nacional consolidado en libras esterlinas, propuesta de los agentes de los tenedores de bonos en la ciu-
pagaderos en Londres el 1. ° de Octubre de 1800, con cupo- dad de México. Estos comisionados deberán trasmitir por ca-
nes de intereses al márgen por los semestres que deberán cor- da uno de los paquetes ingleses á los agentes del gobierno me-
rer hasta la citada fecha. Estos bonos serán ademas visados xicano en Londres los referidos fondos. L a comision que se
por el ministro plenipotenciario de la república en Londres ó ha de pagar á dichos comisionados por este servicio, será á
por el que haga sus veces. cargo del gobierno mexicano. Si por algún evento, alguno de
2. ° Los tenedores de bonos actualmente en circulación de los dividendos no fuese pagado en Londres á los diez dias de
la deuda extrangera, procedentes de los dos préstamos hechos cumplido el término fijado, los tenedores de cupones que pue-
en Londres á 5 y 6 por 100 de interés, tendrán derecho para dan haber quedado sin pagar, tendrán el derecho de presentar-
convertir dichos bonos y sus cupones debidos y no pagados, se á los agentes de dicha república en Londres, y exigir un
en bonos del nuevo fondo consolidado, bajo las condiciones si- certificado visado por el ministro mexicano en dicha corte, y
guientes: Primera, los bonos del 5 por 1.00 se recibirán al par. el tal certificado se recibirá como dinero efectivo en pago de
Segunda, los del 6 por 100 de interés se recibirán en la pro- derechos hasta una sexta parte de todos los derechos pagables
porcion de 112 y medio por 100. Tercera, los cupones por in- en las a d u a n a s marítimas de Veracruz y S a n t a - A n n a de T a -
terés debidos sobre ambos préstamos, se gobernarán al par. maulipas. Los agentes de la república en Londres estarán
Cuarta, por los bonos presentados para la conversión, se dará obligados á d a r tales certificados, cuando se requiera por los
en pago la mitad del importe en bonos del fondo consolidado tenedores de cupones que no h a y a n sido pagados al venci-
al 5 por 100 de interés, y la otra mitad en bonos diferidos, que miento. Cada libra esterlina del monto de dichos cupones se
comenzarán á causar interés el 1. ° de Octubre de 18-47, á ra- valúa á razón de cinco fuertes, y el monto de cada certificado
zón de 5 por 100 anual, y los expresados bonos diferidos serán se aumentará en u n 10 por 100 por toda compensación, en ra-
recibidos en todo tiempo en pago de las tierras (pie se hallen zón de cambio y todos gastos.
vacantes en los departamentos de Tejas, Chihuahua, N u e v o - 4. ° Los bonos diferidos que se han de emitir, contendrán
México, Sonora y Californias, á la voluntad del comprador, y una cláusula ó cláusulas en que se estipulará que el gobierno
á razón de cuatro acres por cada libra esterlina, y cuando ios mexicano, cuando sea requerido, concederá al portador de di-
bonos diferidos so apliquen á compras de tierras, se agregará cho bono, pleno derecho de propiedad y completa posesion en
el interés á razón de 5 por 100 anual desde I. ° de Octubre el número de acres de tierra que correspondan al importe de
do 1837, hasta el dia en que á los tenedores de bonos se les dicho bono, con mas, el interés que h a y a devengado á razón
ponga en posesion de sus tierras,, y por este medio el interés de cuatro acres de tierra por cada libra esterlina, de lo cual las
vencido se acreditará, y la cantidad de tierras adquirida de es- autoridades competentes le darán posesion plena á la presenta-
ción de dicho bono diferido.
5. ° Los bonos diferidos pueden trasmitirse de una á otra para el caso de que se quieran cambiar por tierras, y si el go-
persona, con solo entregarlo y sin necesidad de endoso; pero bierno las vendiere, su producto se dedicará á la redención de
después de tomada posesion de las tierras á que el bono da de- los dichos bonos.
recho y se h a y a conseguido un título de propiedad, dichas 8. ° El término hábil para poder solicitar la convcrsion de
tierras no podrán en lo sucesivo trasferirse, sino por medio de que trata el art. 2 . c del presente convenio, será desde el día
escritura de venta en la forma legal. en que se publique en Londres el correspondiente aviso pol-
6 . ° Los bonos diferidos se presentarán necesariamente los agentes do la república, hasta igual dia del año siguiente.
cuando h a y a n de amortizar en la entrega de tierras, en las se- Pasado este término, no habrá lugar á la conversión.
cretarías de los gobiernos de los departamentos respectivos, pa- 9. ° Finalmente, los extrangeros que en virtud de los bonos
ra que allí se tome r a z ó n de ellos conforme se fueren presen- diferidos que posean, vayan á la república, y se establezcan en
tando (llevando al efecto un libro) á fin de dar á los interesa- sus nuevas propiedades, adquirirán desde ese momento el títu-
dos preferencia en la elección de los terrenos, según el orden lo de colonos, y participarán ellos y sus familias de todos los
de la presentación. C o n el mismo objeto se les librará certifi- derechos y ventajas que las leyes conceden ó concedieren á los
cación, en que conste el n ú m e r o y lugar que pertenecen al bo- de igual naturaleza, bajo las mismas condiciones que las ob-
no diferido, para que c o n ella pueda presentarse á la autoridad tengan; mas no se les permitirá que se reúnan en una sola ma-
local, y ésta, con intervención del agrimensor del departamen- no como propiedad mas de u n a legua cuadrada de 5.000 varas
to, les dé posesion del terreno que elijan, cuidando de observar de regadío, 4 de superficie temporal y 6 leguas de superficie
sin dispensa el art. 11 d e la ley de 6 de Abril de 1830, que di- de abrevadero; y el usufructo de las minas que se hallaren en
ce: " E n uso de la f a c u l t a d que se reservó el congreso general los expresados terrenos, estará sujeto á lo prevenido en la Or-
" en el art. 7. ° de la l e y de 18 de Agosto de 1824, se prohibe denanza general de minería.
" colonizar á los extrangeros limítrofes en aquellos estados y 10. E l 1. ° de Abril de 1848, y sucesivamente c a d a semes-
" territorios que colindan con sus naciones. E n consecuencia, tre, se hará por los agentes de dicha república en Londres, el
" se suspenderán las contratas que sean opuestas á esta ley." pago del interés sobre los dichos bonos diferidos ó la parte de
ellos que se halle ilíquida, y en el misino modo q u e se ha pro-
7. ° P a r a mayor s e g u r i d a d en el pago del capital é intere-
veído para la primera división de bonos mencionados en el ar-
ses del fondo consolidado, hipoteca especialmente el gobierno
tículo 2. °
mexicano, á nombre d e la nación, 100 millones de acres de
11. Aunque el gobierno mexicano se obliga á separar la
tierras valdías en los departamentos de Californias, Chihua-
sexta parte de los productos de las a d u a n a s de Veracruz y
hua, Nuevo-México, S o n o r a y Tejas, como especial garantía
S a n t a - A u n a de T a m a u l i p a s para el pago del interés sobre es-
del expresado fondo, h a s t a la extinción total de los créditos;
tas obligaciones, entiéndase expresamente, que en caso de que
mas si se hiciere a l g u n a venta de estas tierras hipotecadas, se-
aquellos no sean suficientes al objeto requerido, el total de las
rá cuando menos á r a z ó n de los mismos cuatro acres por libra,
rentas del estado es responsable por los mismos, según se pre-
y su producido será p a g a d o por el comprador á los agentes del
viene en los bonos originales; y á mayor abundamiento, que
gobierno de Londres, d e quienes únicamente podrá recibir las
los bonos emitidos en virtud de este convenio, contendrán to-
inscripciones correspondientes, y estos emplearán el producto
das las garantías y seguridades concedidas á los tenedores de
de la venta en a m o r t i z a r los bonos del nuevo fondo, los que
bonos por los bonos originales, ademas de las nuevas especia-
también podrán recibirse en pago de las expresadas tierras, al
les seguridades concedidas por este convenio.
precio que dichos b o n o s corran en el mercado. E l gobierno
mexicano, ademas de la hipoteca general que contiene este ar- 12. T o d o s los gastos que origine el cambio de dichos bo-
tículo, reservará e x p r e s a m e n t e por un decreto público, 25 mi- nos, serán por cuenta del gobierno mexicano.
llones de acres de t i e r r a s del gobierno en los de mas próxima 13. Los bonos de la primera clase se liquidarán por el go-
comunicación con el Atlántico, y que parezcan mas á propósi- bierno mexicano el 1. ° de Octubre de 1800 ó antes: los de la
to para la colonizacion d e l exterior, lias referidas tierras esta- segunda clase, el 1. ° de Octubre de 1870 ó antes.
rán especial y e x c l u s i v a m e n t e dedicadas á los bonos referidos 14. Los bonos originales que se presenten para la conver-

\
lis
sion, se depositarán en el banco de Inglaterra, hasta el pago
del primer dividendo por el gobierno mexicano en l . ° d e Abril 7. ° Para obviar todo tropiezo un la ejecución del convenio,
próximo, y entonces se entregarán éstos á los agentes de dicho el gobierno fijará desde ahora la correspondencia exacta del
gobierno. acre con las medidas agrarias que se usan en la República,
ajustando á estas últimas las inscripciones de tierra que por el
expresado convenio hayan de expedirse en lo venidero.—José
M. García Figueroa, diputado presidente.—Sebastian Cama-
c/io, presidente del senado.—Mariano Aguilary López, dipu-
El Exmo. Sr. presidente interino de la República, se ha ser-
tado secretario.—José 11. Malo, senador secretario.
vido dirigirme el decreto que sigue:
Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el
" E l presidente interino de la República Mexicana, á los ha-
debido cumplimiento. Palacio del gobierno nacional en Méxi-
bitantes de ella, sabed: que el congreso general ha decretado
lo siguiente.
co, á 1. ° d e Junio de 1839.—Antonio López de Sania-Auna.
—A D. Francisco María Lombardo."
Art. 1. ° Se aprueba el convenio celebrado en Londres con
los tenedores de bonos mexicanos el 15 de Setiembre de 1837. Y para que el precedente decreto tenga su mas puntual y
exacto cumplimiento, dispone el Exmo. Sr. presidente, de acuer-
2. ° Para la conversión de la deuda exterior, se concede otro
do con el consejo de gobierno, se observen las providencias si-
año mas, contado desde que se publique este decreto en Lon-
guientes:
dres.
Primera. Con arreglo á la próroga concedida por el art. 2. °
3. ° Con respecto á las colonias que puedan establecerse en
de la precedente ley, los bonos antiguos de 5 y (5 por 100 que
virtud del convenio, el gobierno cuidará de que se observen las
se presentasen para su conversión, serán liquidados hasta el
leyes vigentes de colonización, ó las que se dieren en adelante,
dia último de Setiembre de 1837, y causarán interés desde 1. °
en todo lo que no sean contrarias al mismo convenio.
de Octubre del referido año.
4. ° Cuidará igualmente el gobierno de que con arreglo al
Segunda. Los bonos diferidos que están ya expedidos, ó
art. 6. ° del convenio, no se asignen terrenos de frontera á ios
los que se expidieren á virtud de la próroga que concede el ex-
súbditos de naciones limítrofes, en caso de que por resultado
presado art. 2. ° de la precedente ley, serán admitidos hasta
de lo que se estipuló en el art. 5. ° del mismo convenio, vengan
30 de Setiembre de 1847, en cambio de terrenos valdíos, en los
á parar á manos de ellos algunos bonos del fondo diferido que
departamentos designados en el referido convenio.
quieran cambiar por tierra.
Tercera. Los administradores de las aduanas marítimas de
5. ° L a reserva de que habla el decreto de 4 de Abril de Veracruz y Santa-Auna de Tamaülipas, quedan comisionados
1837, para premios ofrecidos al ejército independiente, se hará para recibir la sexta parte de los derechos que se devengaren
por el gobierno en las tierras que basten para este objeto, de en ellas, y remitirlos á Londres con arreglo á lo estipulado en
Yucatan y Californias. Las otras dos reservas de que habla el el art. 3. ° del referido convenio. Por el desempeño de esa co-
mismo decreto, para las concesiones que decretare el congreso inision, se abonará un dos al millar sobre la cantidad que re-
á favor de las tribus ó naciones bárbaras, y de los cooperado- caudare en cada aduana por la sexta parte, y esta cuota será
res de la restauración de Tejas, se harán por el gobierno, pre- repartible con el otro comisionado que se nombrare por el gobier-
firiendo para la primera de estas reservas, los terrenos mas de no, en los términos que expresa el propio art. 3. ° del convenio.
frontera, y para la segunda, los que se hallan sobre las costas Cuarta. Para que tenga cabal cumplimiento lo estipulado
del golfo mexicano, en distancia de menos de veinticinco leguas en dicho artículo, cuidarán los administradores de las aduanas
de la orilla del mar. marítimas de Veracruz y Santa-Anua de Tamaülipas, bajo su
(). ° También cuidará el gobierno, bajo su mas estrecha res- inmediata responsabilidad, de exigir precisamente, desde la pu-
ponsabilidad, de que se distribuyan los terrenos de manera.quc blicación de esta ley, en dinero efectivo, la sexta parte de los
las colonias no se agolpen en un solo punto, sino que sn esta- derechos que se causaren en dichas oficinas; en concepto de
blezcan á distancia unas de otras, y con la mayor inmediación que cualquiera orden anterior ó posterior á la fecha de este de-
posible á nuestras poblaciones. creto, de pago, compensación ó remisiones de letras á la te-
Décima. Los certificados que expidieren los agentes de la
sorería general, se entenderá sin perjuicio de la separación de
República, expresarán terminantemente, (pie á la persona por-
la sexta parte consignada por este convenio al pago de los in-
tadora de ellos se le admitirán como dinero electivo, por las
tereses. a d u a n a s marítimas de Veracruz y Santa-Anua de T a m a u l i p a s ,
Q u i n t a . E n el evento de q u e no se remitieren á L o n d r e s en pago de la sexta parte de derechos que causare, listos do-
con la oportunidad necesaria los intereses de la deuda, y íucsc cumentos se extenderán con las marcas, señales y demás pre-
indispensable proceder á la admisión de los certificados q u e ex- cauciones que á juicio de los agentes de la República y del mi-
pidieren los agentes de la República, visados por el ministro nistro plenipotenciario de ella cerca de S. M. B., crean bastan-
mexicano en aquella corte, lo verificarán los administradores tes para evitar toda enmienda y falsificación.
de las a d u a n a s marítimas de Veracruz y Santa-Auna d e T a - Undécima. A fin de que h a y a toda claridad y exactitud en
maulipas, en los términos y bajo los requisitos y f o r m a l i d a d e s las operaciones de las aduanas marítimas de Veracruz y Santa-
que determinan el art. 3. ° del convenio, y las prevenciones de Auna de T a m a u l i p a s , respecto á la admisión de los certifica-
esta parte reglamentaria. dos, v con el objeto de precaver cualquier abuso ó exceso que
Sexta. Si por algún evento no se recibieren éstos en Lon- pudiera intentarse contra los intereses de la nación y de los mis-
dres con la debida puntualidad, y que por lo tanto se e x p i d a n mos acreedores, á m a s de los asientos que cada u n a de aque-
por los agentes de la República los certificados admisibles en llas oficinas deberá hacer en los manuales y comunes, llevara
una sexta parte de los derechos de las a d u a n a s de Veracruz y un libro destinado expresamente á este objeto, foliado sin inter-
Santa-Auna de T a m a u l i p a s , con arreglo al art. 3. ° del conve- misión, firmadas la primera y la última foja, y rubricadas as
nio, se procederá en este caso á admitir dichos documentos, y d e m á s ' por los ministros de la tesorería general. E n el debe-
la cantidad que se hubiere remitido á Londres, q u e d a r á á dis- rán asentarse, por el orden rigoroso de numeración, los certifi-
posición del supremo gobierno. cados que se presentaren para su admisión en pago de la sexta
Sétima. P a r a la debida seguridad de los fondos q u e se re- parte de los derechos, y los que se amortizaren, con expresión
mitieren de las a d u a n a s m a r í t i m a s de Veracruz y S a n t a - A r m a de la fecha, su importe y el número que tuvieren, según se ma-
de T a m a u l i p a s , con el objeto de satisfacer en Londres los inte- nifiesta en el adjunto modelo.
reses de la deuda, cuidará el E x m o . Sr. ministro de la Repúbli-
Duodécima. E n el momento que las a d u a n a s marítimas de
ca y los agentes de olla, de tener abierta la correspondiente pó
Veracruz y Santa-Anna de T a m a u l i p a s h a y a n admitido os
liza de seguro.
certificados y practicado la liquidación referente al pago de los
Octava. Los fondos existentes en poder de los Sres. Bariíig derechos, procederán á inutilizarlos, horadándolos por el cen-
hermanos y compañía, de Londres, destinados al pago d e divi- tro con un sacabocado del diámetro de media pulgada: esta
dendos de los préstamos antiguos del 5 y G por 100, se aplica- operación se practicará á presencia del administrador, conta-
rán exclusivamente á la satisfacción de los intereses d e esta dor y oficial primero, dándose aviso por el primer correo á la
deuda, que deben remitirse á aquella corte, con arreglo á lo es- tesorería general, la cual lo trasladará inmediatamente al mi-
tipulado en el precedente convenio. nisterio de hacienda.
Novena. E n obvio de los inconvenientes que produciría la Décimatercia. Con los fines expresados en las anteriores pre-
duplicación do los certificados q u e deben expedir los agentes venciones, cuidarán el Exmo. Sr. ministro plenipotenciario de la
de la República para su admisión en las a d u a n a s m a r í t i m a s de
República cerca de S. M. B., y los agentes de ella en Londres, de
Veracruz y Santa-Anua de T a m a u l i p a s , se prohibe expresa-
dar avisos puntuales á las aduanas marítimas de Veracruz y
menle el que se dupliquen dichos documentos, porque su ex-
Santa-Anua de T a m a u l i p a s , y al ministerio de hacienda, de los
travío ó pérdida debe ser por cuenta de los interesados, una
certificados que expidieren, expresando sus números, techas,
vez que según el convenio anterior, sobre el monto de los certi-
valores, &c. Los certificados deberán precisamente tener una
ficados se a u m e n t a r á un 10 por 100 por toda compensación, e n
razón de todo cambio y todos gastos, y por lo tanto, pueden los numeración correlativa, la que por ningún motivo será inter-
interesados asegurar la pérdida ó extravío de aquellos docu- rumpida ó cortada.
Décimacuarta. L a tesorería general de la República, forma-
mentos.
las r J Ü X "i l , b . r ° folÍad°' firmadaS l a P , i m e r a y última fo- Décimaoctava. Inmediatamente que haya tenido efecto el
jas, y rubucadas las intermedias por el ministro de hacienda pago del primer dividendo de los intereses de esta deuda, bien
destinándose expresamente para llevar una cuenta clara y' por haberse pagado en Londres ó por haberse expedido los cer-
exacta en que se refundan las operaciones que practicaren las tificados por los agentes de la República, procederán éstos, de
aduanas marítimas de Veracruz y Santa-Auna de Tamaulipas conformidad con lo estipulado en el art. 15 del convenio, á re-
con relación a los objetos dispuestos en la prevención décima coger los bonos originales depositados en el banco de Inglater-
de esta parte reglamentaria. Al efecto, los administradores de ra, y á presencia del E x m o . Sr. ministro mexicano, serán inuti-
aquellas oficinas, pasarán una razón de lo que ejecutaren v lizados, horadándolos por el centro con un sacabocado del diá-
darán todas las noticias é informaciones necesarias á la tesore- metro de media pulgada: esta misma operacion se practicará
riíi ijciicial. con los bonos que se hayan presentado á la conversión. T a n -
Décimaqninta. Como quiera que los certificados que expi- to el E x m o . Sr. ministro mexicano como los agentes, darán avi-
f a n ^ n t i 0 s T m f d e l a l l e I J Ú b l i c a ' P°drán presentarse indistin- so al ministerio de hacienda, de los bonos que se fuesen inuti-
lizando, con expresión de su procedencia, cantidades, fechas,
de T a l n in " a n a S m a r í l Í 1 , n a S d e V e r a c r " z ó Santa-Auna
de 1 amauhpas, para evitar todo error ó suplantación, y asimis- &c., y todos quedarán en depósito seguro, según lo determine
sa,)erse
"°,Para . oportunamente s i están ó no cubiertos en su el Exmo. Sr. ministro de la República cerca de S. M. B., de
r t lí'nfi SeS
í? deuda
> s e comunicarán con frecuen- acuerdo con los agentes de ella, á fin de que en cualquiera tiem-
cia aquellas oficinas, dándose noticias una á la otra de las certi- po sirvan para comprobar la legalidad de la conversión.
eYnrpdnn q " ° 8 0 6 5 P ™ ™ * ™ ^ d e l a s admitieren, con Décimanovena. L a emisión de nuevos bonos se verificará
exp s on pnncipalmente de sus números, fechas, valores &c. en la suma precisa y necesaria para llenar el importe de los an-
se comeHdn 6 algún ' T nó0 se tare dií¿e cia
> ó aviso tiguos, que de hecho se presenten á la conversión, de forma que
se ha
ha cometido T ^ tfraude, ^
intenta » dará
cometer, que
no se expedirá jamas u n bono nuevo sino en reemplazo de otro
mmeduataniente á la tesorería general y al ministerio d e ™ antiguo que quede en el acto amortizado y depositado, con ar-
da para las providencias que el gobierno se sirviere dictar, sin reglo á lo dispuesto en el artículo anterior.
perjuicio de las medidas que la aduana pueda y deba tomar i ñ Vigésima. E n cumplimiento de lo dispuesto por el art. 7. 0
mediatamente, ó promover ante el juez 6 tribuna respectivo de la precedente ley, y para la ejecución de lo estipulado en
Decimasexta Para la cabal observancia de lo cstipukdo el anterior convenio, respecto á los tenedores de bonos diferidos,
en los artículos 4. o , 5. o y 0. 0 d e l convenio, y de lo d s mes se declara que el acre de que se trata en dicho convenio, cor-
e l e d ? • 5
- ° ° ^ la'precedenS le" responde á 4840 yardas inglesas cuadradas, equivalentes á
mbrar 3 breVedad 5762 varas mexicanas cuadradas; de manera que el sitio
n i í sterfo esnp ? * ^ > P o r conducto de
1 3 1 l n a j l n t a d l l e c t i v a dG
°¡ ; ' colonización, á las de ganado mayor contiene 433S /¡f^o acres, el de ganado me-
inmediatas ordenes del supremo gobierno, compuesta dé tres nor 1928 acres, y una caballería 105 acres, supuesto que
ZTZ^ZZt
nara h ^ . Z
? ' r S r at emr 0r eSn o s 1 e C 0 I " P i e n d R l a c - l t u -
'° , ' designación de ellos, reglas
la vara mexicana se h a encontrado, por medidas exactas, igual
á 837 milímetros franceses, y por consiguiente á iVooo6oo ( 0 de
deben n r a r f i p ^ t l ; i / ; 0 0 m z a c i ü n y demás operaciones que la yarda imperial inglesa.
Vigésimaprimera. Para que la cuenta y razón del présta-
£ D o" í f r P r e ? l t e a l Í n t e , , ! o ' y bebiendo
ouserva se el ait. 0. ° del decreto de 12 de Abril de 1837 míe mo extrangero, ó sea la parte del crédito exterior de la Repú-
u t c t T ^ Y q T ' d a S U b S Í S l e n t e 0 , 1 e l expresado o v'e io blica, se lleve en la tesorería general con la exactitud necesa-
Decnnasetnna. Los agentes de la Repúb ica con anuencia
Sr mÍ11ÍStr ( 1 ) Sin d u d a q u e en esta fracción h a y e r r a t a de impronta, porque
-
° P'en ipotencíario de eUa,
r una C,lenta
exacta t e n i e n d o la y a r d a i m p e r i a l i n g l e s a 914 m i l í m e t r o s , y n u e s t r a v a r a 837 mi-
IZt u y comprobada de los límetros, e s t a v a r a r e s u l t a s e r d e j V o V o o o d e la y a r d a ; en d o n d e s e v e
gastos que haya causado la emisión de los bonos para la co
q u e p o r lo m e n o s se p u s o el 9 i n v e r s a m e n t e , y r e s u l t ó el p r i m e r 6 d e la
versión de esta deuda, y la remitirán al ministerio^ t a c a -
i z q u i e r d a del n u m e r a d o r del q u e b r a d o q u e e x p r e s a la relación e n t r e la
cia con los fines correspondientes.
v a r a y la y a r d a q u e e s t á a s i g n a d a e n e s t e d e c r e t o .
rio á consecuencia del nuevo arreglo hecho para la conversión cion de propiedades; oida la opiniondel consejo de representan-
de esta deuda, procederá la propia tesorería geneial á abrir en tes, que con la mayor escrupulosidad examinó este punto; lo
sus libros los ramos correspondientes, á fin de que se siga con que expusieron varias juntas departamentales, m u c h a s perso-
toda distinción la cuenta de capitales y la de intereses, de mo- nas ilustradas, y el pro y contra sostenido por la imprenta;
do que en cualquier tiempo se pueda tener conocimiento del vistos los diversos proyectos de ley que al efecto se h a n presen-
estado de dicho préstamo en todas sus partes. tado; convencido, ademas, de que u n a política franca y u n in-
Vigésimasegunda. C u a n t a s operaciones se verifiquen den- terés bien entendido exigen que no se demore por m a s tiempo
tro ó fuera de la República relativas al préstamo de que se tra- una concesion que tiende al engrandecimiento de la República
ta, han de constar en la cuenta de la tesorería general, dándo- por el aumento de poblacion, por la extensión y división de
se entrada ó salida en ella, física ó virtualmente, á cuantas la propiedad, que por consiguiente hace mayor la riqueza nacio-
cantidades se reciban ó paguen en cualquier punto, sea en nu- nal; teniendo igualmente en consideración que por ese medio se
merario ú otro papel representativo del crédito nacional. afianza mas y mas la seguridad de la nación, pues que os ex-
Vigésimatercera. P a r a que tenga efecto lo dispuesto en el trangeros propietarios serán otros tantos defensores de los de-
precedente artículo, los agentes de la República encargados en rechos nacionales, á la vez que interesados en la prosperidad
el exterior de este negocio, remitirán al gobierno por cada pa- común; considerando también el fomento que recibirá la agu-
quete inglés, copia de la cuenta que hayan seguido hasta el dia cultura, la industria y el comercio, que son las fuentes de la ri-
cíe la remisión, y estas copias serán pasadas por el gobierno á queza pública; y por último, que la opinion generalmente ma-
la tesorería general, para que ejecute los asientos. L a s oficinas nifestada está en favor de dicha concesion, he teniuo a bien,
de la República que practiquen cualquiera operacion respectiva usando de las facultades que me concede la sétima de las ba-
al préstamo, la verificarán en virtud de orden de la tesorería ses acordadas en T a c u b a y a y juradas por los representantes de
general, dándole también aviso del cumplimiento. los departamentos, decretar lo que sigue.
Vigésimacuarta. Al fin de cada año formará la tesorería ge- Art. 1. ° Los extrangeros avecindados y residentes en la tte-
neral, u n a liquidación de la deuda exterior, arreglada al resul- púbica, pueden adquirir y poseer propiedades urbanas y rusti-
tado de su cuenta el dia 31 de Diciembre. E s t a liquidación cas, por compra, adjudicación, denuncia Ó cualquier otro titulo
formará parte de la cuenta de crédito público, que el gobierno establecido por las leyes. .
pasa anualmente al congreso general. 2. ° P u e d e n también adquirir en propiedad minas de oro,
C o m u n í c o l o á V. de orden del Exmo. Sr. presidente, para su plata, cobre, azogue, hierro y carbón de piedra, de que tueren
inteligencia y fines correspondientes. descubridores, con arreglo á la ordenanza del ramo.
Dios y libertad. México, 29 de Julio de 183 Echeverría. 3. ° Cada individuo extrangero no podrá adquirir mas de
dos fincas rústicas en un mismo departamento sin licencia del
supremo gobierno, y solo bajo los linderos que hoy tienen con
independencia una de otra. . , .
El ciudadano Luis Gonzaga Vieyra, general de brigada 4. ° E n la adquisición de fincas urbanas en las ciudades,
graduado y gobernador del departamento de México. villas y pueblos, así como de los terrenos inmediatos á ellos en
Por el ministerio de relaciones exteriores y gobernación, se que se quieran construir nuevas fincas, gozarán los inquilinos
me ha comunicado con esta fecha lo siguiente. del derecho del tanto en igualdad de circunstancias y condi-
E x m o . S r . — E l E x m o . Sr. presidente provisional de la Repú- ciones. .
blica, se lia servido dirigirme el decreto que sigue: 5. ° Los extrangeros que en virtud de esta ley adquieran
Antonio Lopez de S a n t a - A n u a , general de division, benemé- propiedad, quedan absolutamente sujetos en cuanto á ella, á las
rito de la patria y presidente provisional de la República Mexi- leyes vigentes ó que rijan en la República, sobre traslación, uso,
cana, á todos sus habitantes, sabed: Q u e despues de un ma- conservación y pago de impuestos, sin que puedan alegar al-
duro y el mas detenido examen sobre la conveniencia que re- gún derecho de extrangería acerca de estos puntos.
sultará á la República de permitirá losextrangeros la ndquisi- 6. ° E n consecuencia, todas las cuestiones de esta naturale-
za que pueden suscitarse, serán terminadas por las vias ordina-
xico, á 11 de Marzo de 1842.—Antonio López de Santa-
rias y comunes de las leyes nacionales, con exclusión de toda Anna. José María de Bocanegra, ministro de relaciones v
otra intervención, cualquiera que sea. gobernación."
7. ° Los extrangeros que adquieran propiedades rústicas,
Y lo comunico á Y. E . para su inteligencia y efectos corres-
urbanas ó de minas, y los extrangeros que trabajen en ellas, pondientes.
como sirvientes, operarios ó jornaleros, no están" obligados á
prestar el servicio de armas que no sea el de policía; pero sí á Dios y libertad. México, 14 de Marzo de 1842.—Boca-
satisfacer los impuestos que tengan por objeto sostener á la negra.
milicia. Y para que llegue á noticia de todos, mando se publique
por bando en esta capital y en las demás ciudades, villas y
8. ° Si el extrangero propietario se ausentase por mas de
lugares de la comprensión de este departamento, fijándose en
dos años con su familia de la república, sin obtener permiso
los parages acostumbrados y circulándose á quienes toque cui-
del gobierno, ó la propiedad pasase por herencia ó por cual-
dar de su observancia. Dado en México, á 14 de Marzo de
quiera otro título á poder de persona no residente en la repú-
1842.—Luis Gonzaga Vieyr a.—Miguel Zires, secretario.
blica, estará obligado á venderla dentro de dos años contados
desde el dia en que se verificase la ausencia ó traslación de
dominio. Si no lo hiciese, se procederá á la venta de oficio
con todas las formalidades legales, y de su producto se aplica-
rá la décima parte al denunciante, quedando las nueve déci- CAPÍTULO IX.
mas partes restantes en depósito seguro á disposición del due-
De las medidas agrarias, según la ordenanza del Sr. virey
ño. Esto mismo se verificará siempre que se probase que el
dueño de la finca reside fuera de la república, y que el que se
Mendoza, dada en el año de 1530.
dice propietario no lo es mas que en lugar del ausente.
" Los señores v i r e y e s y l a r e a l audiencia y cabil-
9. ° E s t a s disposiciones no comprenden á los departamen- do d e l a c i u d a d &c."
tos limítrofes ó fronterizos con otras naciones, respecto de las
cuales se expedirán leyes especiales de colonizacion, sin que Por cuanto los que tienen y toman estancias y asientos pa-
jamas pueda adquirirse propiedad en ellos por extrangeros sin ra ganados, vacas y yeguas y ovejas, están y se ponen unas y
expresa licencia del gobierno supremo de la república. otras m u y cercanos, por causa de lo cual se hacen daños los
10. E n los departamentos que no son limítrofes ó fronteri- unos á los otros y reciben perjuicio de que muchas personas
zos, y que tuviesen costas, solamente á cinco leguas de ellos se quejan, para remediarlos ordenaron que los que tienen y
podrán adquirir propiedad rústica los extrangeros. asientan estancias para los dichos ganados, en términos y co-
11. Para que los extrangeros que hayan adquirido propie- marca de esta dicha ciudad en tierras, las pueden tomar, te-
dades en la república puedan ser ciudadanos de ésta, basta ner y asentar para vacas y yeguas, una de otra treinta pasos;
que hagan constar ante la autoridad política del lugar de su los cuales han de tener cinco piés de marca y no estén ni se
residencia, que son propietarios, que lian residido dos años en puedan tomar ni tener, ni poner estancia alguna á menos can-
la república y que se han conducido bien. El expediente ins- tidades ni término de lo que dicho es, porque de esta manera
truido de esta manera se dirigirá al ministerio respectivo, por cesará el dicho perjuicio y quejas, so pena al que de otra ma-
el que se despachará la carta de ciudadanía. nera tuviese, tomare ó aventurare estancia ó asiento alguno,
' 12. Los extrangeros no podrán adquirir terrenos realengos se le derribe y quite á costa de la persona ó personas que fue-
ó valdíos en todos los departamentos de la república, sin con- ren en contra de las que dicho es.
tratarlos con el gobierno que posea este derecho, en represen- " La cual dicha Ordenanza, dice una nota que se halla en
tación del dominio de la nación mexicana. este fragmento, «parece se hizo y proveyó en este dicho cabil-
Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el do en 9 de Marzo de 1530, y está declarado que cada pié de
debido cumplimiento. Palacio del gobierno nacional en Mé- los de dicha medida ha de ser de una tercia, y cada paso de
za que pueden suscitarse, serán terminadas por las vias ordina-
xico, á 11 de Marzo de 1842.—Antonio López de Santa-
rias y comunes de las leyes nacionales, con exclusión de toda Anna. José María de Bocanegra, ministro de relaciones v
otra intervención, cualquiera que sea. gobernación."
7. ° Los extrangeros que adquieran propiedades rústicas,
Y lo comunico á Y. E . para su inteligencia y efectos corres-
urbanas ó de minas, y los extrangeros que trabajen en ellas, pondientes.
como sirvientes, operarios ó jornaleros, no están" obligados á
Dios y libertad. México, 14 de Marzo de 1842.—Boca-
prestar el servicio de armas que no sea el de policía; pero sí á
satisfacer los impuestos que tengan por objeto sostener á la negra.
milicia. Y para que llegue á noticia de todos, mando se publique
por bando en esta capital y en las demás ciudades, villas y
8. ° Si el extrangero propietario se ausentase por mas de
lugares de la comprensión de este departamento, fijándose en
dos años con su familia de la república, sin obtener permiso
los parages acostumbrados y circulándose á quienes toque cui-
del gobierno, ó la propiedad pasase por herencia ó por cual-
dar de su observancia. Dado en México, á 14 de Marzo de
quiera otro título á poder de persona no residente en la repú-
1842.—Luis Gonzaga Vieyra.—Miguel Zires, secretario.
blica, estará obligado á venderla dentro de dos años contados
desde el dia en que se verificase la ausencia ó traslación de
dominio. Si no lo hiciese, se procederá á la venta de oficio
con todas las formalidades legales, y de su producto se aplica-
rá la décima parte al denunciante, quedando las nueve déci- CAPÍTULO IX.
mas partes restantes en depósito seguro á disposición del due-
De las medidas agrarias, según la ordenanza del Sr. virey
ño. Esto mismo se verificará siempre que se probase que el
Mendoza, dada en el año de 1530.
dueño de la finca reside fuera de la república, y que el que se
dice propietario no lo es mas que en lugar del ausente.
" Los señores v i r e y e s y l a r e a l audiencia y cabil-
9. ° E s t a s disposiciones no comprenden á los departamen- do d e l a c i u d a d &c."
tos limítrofes ó fronterizos con otras naciones, respecto de las
cuales se expedirán leyes especiales de colonizacion, sin que
Por cuanto los que tienen y toman estancias y asientos pa-
j a m a s pueda adquirirse propiedad en ellos por extrangeros sin
ra ganados, vacas y yeguas y ovejas, están y se ponen unas y
expresa licencia del gobierno supremo de la república.
otras m u y cercanos, por causa de lo cual se hacen daños los
10. E n los departamentos que no son limítrofes ó fronteri- unos á los otros y reciben perjuicio de que m u c h a s personas
zos, y que tuviesen costas, solamente á cinco leguas de ellos se quejan, para remediarlos ordenaron que los que tienen y
podrán adquirir propiedad rústica los extrangeros. asientan estancias para los dichos ganados, en términos y co-
11. P a r a que los extrangeros que h a y a n adquirido propie- marca de esta dicha ciudad en tierras, las pueden tomar, te-
dades en la república puedan ser ciudadanos de ésta, basta ner y asentar para vacas y yeguas, una de otra treinta pasos;
que hagan constar ante la autoridad política del lugar de su los cuales han de tener cinco piés de marca y no estén ni se
residencia, que son propietarios, que lian residido dos años en puedan tomar ni tener, ni poner estancia alguna á menos can-
la república y que se han conducido bien. El expediente ins- tidades ni término de lo que dicho es, porque de esta manera
truido de esta manera se dirigirá al ministerio respectivo, por cesará el dicho perjuicio y quejas, so pena al que de otra ma-
el que se despachará la carta de c i u d a d a n í a . nera tuviese, tomare ó aventurare estancia ó asiento alguno,
' 12. Los extrangeros no podrán adquirir terrenos realengos se le derribe y quite á costa de la persona ó personas que fue-
ó valdíos en todos los departamentos de la república, sin con- ren en contra de las que dicho es.
tratarlos con el gobierno que posea este derecho, en represen- " La cual dicha Ordenanza, dice una nota que se halla en
tación del dominio de la nación mexicana. este fragmento, «parece se hizo y proveyó en este dicho cabil-
Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el do en 9 de Marzo de 1530, y está declarado que cada pié de
debido cumplimiento. Palacio del gobierno nacional en Mé- los de dicha medida ha de ser de una tercia, y cada paso de
cesarlo y conveniente recordar el cumplimiento de las dichas
ordenanzas." A m p l i a d a s y corregidas, como q u e d a dicho, y
reiterando, como se reiteró en efecto, la p e n a q u e en ellas se
s r ñ i t s ^ t r t ^ t s
determinara, de perdimiento de las tierras á los propietarios de
éstas q u e contraviniesen á la observancia y c u m p l i m i e n t o de
genero público. Otrosí, por cuanto en aquellas disposiciones, y desde entonces quedaron estableci-
medida con que se midan las tierras, el bxtno. . virey das las bases, reglas y preceptos de las m e d i d a s agrarias de
que va á darse razón. E s t a s ordenanzas merecieron q u e se
mandó hacer una medida, asi para esta ™Tda7eaiZl
confirmasen y reprodujesen en otras diversas épocas por los
toda esta Nueva-España, porque ^da U'neMa s^gua^
señores vireyes que se sucedieron, y a u n por reales órdenes y
y con cMa se midan las tierras que se
provisiones venidas de la corte de Madrid, como se verá á su
L esta ciudad como fuera de ella, y que esta tiempo.
nnr nadron v Que el número para tierra sea y de por caoe
f « X 9 6 v a r a s de dicha medida, y por el largo dobladas las
varas, que son 192 de la propia medida, y P W
lo que es una caballería entera de tierra, se ha ™
varas de dicha medida por cabezada, y d ° b ^ J l a T g ° > CAPÍTULO X.
que son 384 varas de dicha medida, y asi « ^ ^'orouc su
L l a m a m o s fragmento á la c o p i a q u e antecede porque su De las medidas agrarias.
original nos m i e í e la m a y o r c o n f i a n z a y
hallado entre los m a s curiosos a p u n t a m i e n os d e u n d t m g u P a r a la mejor inteligencia de lo q u e v a m o s á explicar sobre
do jurisconsulto y a finado, y p o r q u e nos p a j o c e d e m a s i a d o d m e d i d a s de tierras, es necesario q u e primero demos razón de
m i n u t o para creer q u e fuese el t o d o de las O r d e n a n z a s aet las m e d i d a s de longitud, tanto de las que h o y usamos, como
de las a n t i g u a s .
año de 1536; c u y o s ejemplares íntegros, o n u n c a s e dieron a
?a luz pública, ó si se' dieron a l g u n a vez, ya n o es po^ ble en L a vara m e x i c a n a es la unidad de todas las m e d i d a s de
el dia, ó por b menos es m u y difícil encontrar a l g u n o do ellos longitud, c u y o padrón ó t a m a ñ o está tomado de la v a r a caste-
llana del m a r c o de Burgos, y es la v a r a legal que se u s a en la
T e S t t o lo q u e fuese, lo q u e n o tiene d u d a es que república m e x i c a n a .
las d i c h a s o r d e n a n z a s h a n existido, y q u e L a v a r a m e x i c a n a está dividida en dos medias, tres tercias
ó piés, cuatro cuartas, seis sesmas, y treinta y seis pulgadas.
sen mejor las l a u d a b l e s miras d e l legislador en el arreglo y fi
Una p u l g a d a
jeza d e las m e d i d a s agrarias, el E x m o . Sr. virey IX G . d e se divide cu doce líneas, y u n a l í n e a se conside-
ral ta, conde de S a n t i - E s t é v a n y m a r q u e s del F a l c e s e n i a ra dividida en doce puntos.
épock de su gobierno procuró e m p e ñ o s a m e n t e que se les diese S e hace otra división legal de la v a r a m e x i c a n a , acomoda-
Z o s u debido cumplimiento; y al efecto hizo a r l a s ^
da á la división de la a n t i g u a v a r a de Toledo, q u e a u n usan
corroboró, añadió a l g u n a s que le parecieron n e c s m . y m los agrimensores y los mineros; c u y a división consiste en ha-
dó de n u e v o publicarlas en d i c h a c i u d a d a 19 de S e tiemble cer de la v a r a dos medias, tres tercias ó piés, cuatro c u a r t a s ó
de 1567, dando por c a u s a ó m o t i v o en su introducción o preám- palmos, seis sesmas, ocho ochavas, y c u a r e n t a y ocho dedos.
b u l o - « Q u e por c u a n t o los señores vireyes q u e h a b í a n sido de Un dedo se divide en tres pajas ó en cuatro granos.
esta N u e v a - E s p a ñ a , y la real a u d i e n c i a en el tiempo que go- C i n c u e n t a v a r a s m e x i c a n a s h a c e n u n a medida que se lla-
b e r n ó y a u n por S . E . mismo, h a b i a n proveído y h e c h o mer- m a cordel, c u y o i n s t r u m e n t o sirve para las m e d i d a s de los
cedes d e u n a g r a n d e c a n t i d a d d e sitios y e s a t i e r a s a s p u . terrenos.
g a n a d o s mayores, como para g a n a d o s menores y f ™ ™ ™ L a legua legal tiene cien cordeles, ó cinco mil varas, co-
ced de tierras y caballerías, sin estar en el todo d f ^ a d o el mo se saca de multiplicar por 100 las 50 varas que tiene un
órden y fundamento que habia do guardarse en centruar cordel.
amojonar, medir y dar posesion en dichos sitios, se hacia ne
cesarlo y conveniente recordar el cumplimiento de las dichas
ordenanzas." Ampliadas y corregidas, como queda dicho, y
reiterando, como se reiteró en efecto, la pena que en ellas se
s r ñ i t s ^ t r t ^ t s
determinara, de perdimiento de las tierras á los propietarios de
éstas que contraviniesen á la observancia y cumplimiento de
genero público. Otrosí, por cuanto en aquellas disposiciones, y desde entonces quedaron estableci-
medida con que se midan las tierras, el bxtno. . virey das las bases, reglas y preceptos de las medidas agrarias de
que va á darse razón. E s t a s ordenanzas merecieron que se
mandó hacer una medida, así para esta
confirmasen y reprodujesen en otras diversas épocas por los
t o d a esta Nueva-España, porque ^da U'neMa s^gua^
señores vireyes que se sucedieron, y aun por reales órdenes y
y con cMa se m i d a n to f i e r n » atie se
provisiones venidas de la corte de Madrid, como se verá á su
ín esta ciudad como fuera de ella, y que esta
tiempo.
ñor nadron v que el número para tierra sea y de por caoe
f « X 9 6 v a r a s de dicha medida, y por el largo dobladas as
TarTs, que son 192 de la propia medida, y P W
lo que es una caballería entera de tierra, se ha ™
varas de dicha medida por cabezada, y d ° b ^ J l a T g ° > CAPÍTULO X.
que son 384 varas de dicha medida, y asi « ? gu
L l a m a m o s fragmento á la copia que a n t e c e d e p o r q u e s u De las medidas agrarias.
original nos m i e í e la mayor confianza y respeto,
hallado entre los mas curiosos a p u n t a n n e n t o s de u n d Ungu P a r a la mejor inteligencia de lo que vamos á explicar sobre
do jurisconsulto ya finado, y porque nos P ^ c e dema iado d medidas de tierras, es necesario que primero demos razón de
minuto para creer que fuese el todo de las Ordenanzas aei las medidas de longitud, tanto de las que hoy usamos, como
año de 1536; cuyos ejemplares íntegros, o n u n c a se dieron a de las antiguas.
?a luz pública, ó si se' dieron a l g u n a vez, ya no es po^ ble en L a vara mexicana es la unidad de todas las medidas de
el dia, ó por b menos es m u y difícil encontrar alguno do ellos longitud, cuyo padrón ó tamaño está tomado de la vara caste-
llana del marco de Burgos, y es la vara legal que se u s a en la
P
T e r r e n a e t t o lo que fuese, lo que no tiene d u d a es que república mexicana.
las dichas ordenanzas han existido, y q u e L a vara mexicana está dividida en dos medias, tres tercias
ó piés, cuatro cuartas, seis sesmas, y treinta y seis pulgadas.
sen mejor las laudables miras del legislador en el arreglo y fi
Una pulgada
jeza de las medidas agrarias, el E x m o . Sr virey IX G. de se divide cu doce líneas, y u n a línea se conside-
ral ta, conde de S a n t i - E s t é v a n y m a r q u e s del F a l c e s e n i a ra dividida en doce puntos.
énock de su gobierno procuró empeñosamente que se les diese Se hace otra división legal de la vara mexicana, acomoda-
X su debido cumplimiento; y al efecto hizo a r l a s ^
da á la división de la antigua vara de Toledo, que a u n usan
corroboró, añadió algunas que le parecieron necesarias y man los agrimensores y los mineros; cuya división consiste en ha-
dó de nuevo publicarlas en d i c h a ciudad a 19 de Se tiemble cer de la vara dos medias, tres tercias ó piés, cuatro cuartas ó
de 1567, dando por causa ó motivo en su introducción o preám- palmos, seis sesmas, ocho ochavas, y cuarenta y ocho dedos.
b u l o - « Q u e por cuanto los señores vireyes q u e h a b í a n sido de Un dedo se divide en tres pajas ó en cuatro granos.
esta N ne v a - E s paña, y la real audiencia en el tiem po que go- Cincuenta varas mexicanas hacen una medida que se lla-
b e r n ó y aun por S. E . mismo, h a b i a n proveído y hecho mer- ma cordel, cuyo instrumento sirve para las medidas de los
cedes de u n a grande cantidad d e sitios y e s a t i c . a s a s p u . terrenos.
ganados mayores, como para g a n a d o s menores y « r a c L a legua legal tiene cien cordeles, ó cinco mil varas, co-
ced de tierras y caballerías, sin estar en el todo ¿ f « ™ ^ mo se saca de multiplicar por 100 las 50 varas que tiene un
órden y fundamento que habia de guardarse en centruar cordel.
amojonar, medir y dar poseswn en dichos sitios, se hacia ne
L a legua se divide en dos medias y en cuatro cuartos; sien-
S I T I O DE GANADO MAYOR.
do esta la única división q u e se hace de ella.
Media legua tiene 2.500 varas, y un cuarto de legua 1.250 L a figura de un sitio de estancia de ganado mayor, es un
varas. . .„ cuadrado, que tiene cada uno de sus cuatro lados (1) cinco mil
Antiguamente se dividía la legua mexicana en tres millas, varas mexicanas. Dos de estos lados deben tener la direc-
una milla en mil pasos de Salomen, y uno de estos pasos en ción de Oriente á Poniente, y por consecuencia forzosa los otros
cinco tercias de vara mexicana: de consiguiente, tenia la le dos deben quedar situados de Norte á Sur. L a distancia que
gua 3.000 pasos de Salomon. E s t a división se reconoce en lo ha de haber del centro de dicho sitio á cada uno de sus lados,
legal; pero hace muchísimo tiempo que no se usa, lo mismo caminando directamente hácia los puntos del horizonte, que
que el paso de. Salomon, que en aquella época le llamaban va se llaman cardinales, y son Oriente, Poniente, Norte y Sur, es
ra, y servia para las medidas de terrenos. de dos mil y quinientas varas: la que se debe medir del mis-
El marco era una medida que equivalía á dos varas y siete mo centro á cada uno de los cuatro ángulos rectos (2) de dicho
ochavas; esto es, 8 marcos tenían 23 varas, y servia para las sitio, ha de tener tres mil quinientas treinta y cinco varas y
medidas de tierras. media; y la que se ha de medir de cualquiera de sus ángulos
Como en las ordenanzas mas antiguas, así como en algu- á otro ángulo opuesto, debe ser de siete mil setenta y una va-
nos títulos de tierras mercenadas, se hace mención de los pa- ras. Si para estas medidas se hace uso del cordel de cincuen-
sos salomónicos y de los marcos, diremos cómo se reducen a ta varas, cada uno de los lados del sitio de estancia de ganado
varas las distancias expresadas en dichas medidas. Por ejem- mayor ha de tener cien cordeles: del centro á cada uno de di-
plo, si fuesen pasos salomónicos los que se h a n de reducir a chos lados, ha de haber cincuenta cordeles: del mismo centro
varas, se escribirá un cero al fin del número que los expresa, á cada uno de los ángulos se han de medir setenta cordeles y
y lo que resulte se dividirá por 0, ó se sacará su sexta parte, y treinta y cinco varas y media, y de un ángulo á otro opuesto
se tendrá el número de varas que equivalen á los pasos pro- debe haber ciento cuarenta y un cordeles y veintiuna varas.
puestos. Por esta regla hallaremos que 2.000 pasos equivalen Véase la figura primera para la mejor inteligencia de lo dicho.
á 3.333*- varas. L a área ó superficie (3) de un sitio de ganado mayor es de
Si fuesen marcos los que se han de reducir á varas, se muí veinticinco millones de varas cuadradas, que resultan de cua-
tiplicará su número por 23, y el producto se partirá por 8, ó se drar el número de varas que tiene uno de sus lados, esto es,
sacará su octava parte, y se tendrán las varas equivalentes á de multiplicar el número 5.000 varas por sí mismo.
los marcos propuestos. Por esta regla hallaremos que 384 Criadero de ganado mayor es un cuadrado igual á la cuarta
marcos equivalen á 1.104 varas. parte de un sitio de ganado mayor, que tiene por cada lado
E l cordel de 09 varas se u s a b a antiguamente para medir dos mil y quinientas varas, y su área es de seis millones, dos-
cientas y cincuenta mil varas cuadradas.
los lados de una caballería.
( 1 ) L o s prácticos a n t i g u o s l l a m a b a n costados ú orillas á los lados de
un silio de g a n a d o m a y o r ó menor, ó de u n a caballería de tierra.
( 2 ) A n t i g u a m e n t e los prácticos l l a m a b a n e s q u i n a s á los á n g u l o s
rectos de un sitio de g a n a d o m a y o r ó menor ó de u n a caballería.
(3) E n a l g u n o s escritos a n t i g u o s liemos leido arca-plana como voz
e q u i v a l e n t e á superficie plana ó á r e a p l a n a de u n a figura; pero a t e n -
diendo á la g r a n d e impropiedad de las dichas voces, p u e s lo mismo es
decir a r c a - p l a n a q u e cofre plano, baúl plano, etc., nos lia parecido q u e
por descuido de los copistas, escribieron arca-plana por arca-plana.
tal vez equivocando la e de la p a l a b r a á r e a , con la c, lo q u e bien pudo
suceder; trasmitiéndose el error de copia en c o p i a . — T a m b i é n es m u y
común en dichos escritos l l a m a r lodo centro ó hueco, á lo que ee entien-
de por á r e a ó superficie.
SITIO D E GANADO MENOR.
Antiguamente se usó una medida q u é se llamaba.paso de
Salomon, y constaba de cinco tercias de la v a r a común de medir, La figura de 1111 sitio de estancia de ganado menor, es un
como ya hemos dicho poco ha; de manera, q u e la legua legal, cuadrado, que cada uno de sus lados tiene tres mil trescientas
esto es, la legua de 5.U00 varas, tenia 3.000 de estos pasos, q u e treinta y tres varas y una tercia. E n este sitio, lo mismo que
también se le daban á c a d a lado de un sitio de ganado mayoi. en el de ganado mayor, dos de sus cuatro lados deben tener la
dirección de Oriente á Poniente, y por lo mismo los otros dos
figura primera.
lados han de estar colocados de Norte á Sur. L a distancia
del centro de este sitio á cada uno de sus lados, debe ser de
Silio de ganado mayor. mil seiscientas sesenta y tres varas y dos tercias; la del mis-
mo centro á cada uno de los ángulos de dicho sitio, debe tener
l i a s letras A, A, A, A, sirven para m a n i f e s t a r dos mil trescientas cincuenta y siete varas, y la que hay de
rectos; el punto grueso representa el centro, y j > — -- uno de los mismos ángulos á su opuesto, ha de tener cuatro
ncas están puestas las distancias de que se trata en el texto, y mil setecientas y catorce varas. Si para estas medidas se ha-
que representan las mismas línes. ce uso del cordel de cincuenta varas, ha de tener cada lado de
dicho sitio sesenta y seis cordeles y treinta y dos varas y ter-
norte. cia: del centro del mismo sitio á cada uno de sus lados, ha de
haber treinta y tres cordeles y diez y seis varas y dos tercias:
del centro á cada u n o de los ángulos, se han de contar cuaren-
ta y siete cordeles y siete varas, y de uno de estos ángulos á
su opuesto, debe haber noventa y cuatro cordeles y catorce va-
ras. Véase la figura segunda.
l i a área de un sitio de ganado menor, es de once millones
ciento once mil y ciento once varas cuadradas, y un noveno
de vara c u a d r a d a .
Criadero de ganado menor es un cuadrado igual á la cuarta
parte del sitio de ganado menor, que tiene por cada lado mil
seiscientas sesenta y seis varas y dos tercias, y su área es de
dos millones setecientas sesenta y siete mil setecientas setenta
y siete varas cuadradas, y siete novenos de vara cuadrada.
T a m b i é n se le daba antiguamente á cada uno de los lados
de un sitio de ganado menor, 2.000 pasos de Salomon; de ma-
nera, que teniendo cada lado del sitio de ganado mayor 3.000
de los mismos pasos, se halla que uno de los lados de este si-
tio, y uno de los del sitio de ganado menor, están en la razón de
3 á 2; y multiplicando cada uno de estos números por sí mis-
mo, esto es, 3 por 3 y 2 por 2, resultará 9 y 4; lo q u e quiere
decir, que 9 sitios de ganado menor componen 4 sitios de ga-
nado mayor, ó que un sitio de ganado menor, equivale á los
cuatro novenos de un sitio de ganado mayor.
SUR.
cíenlas y ocho varas cuadradas, para la área ó superficie de
FIGURA SEGUNDA.
una caballería de tierra. Véase la figura tercera.
Sitio de ganado menor.
figura tercera.
La letra A, el punto grueso y las líneas, representan lo mis-
Caballería de tierra.
mo que en la figura primera.
norte.
N. 552 varas ú 11 cordeles y 2 varas.
* T.arin 3 : 3 3 3 1 v a r a s ó 6 6 c o r d e l e s v 3 3 Í v a r a s , a

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05
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iO La área de la caballería
PONÍENTK. g de tierra es de 609.408 oriente.
G
varas cuadradas
O
co
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•-e
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-t
o
u

sur.

Media caballería do tierra es un cuadrado que tiene cada


uno de sus lados 552 varas, y cuya área es de 304.704 varas
cuadradas, mitad de 609.408 varas cuadradas, que se sacan
multiplicando el número 552 varas por sí mismo.
Suerte de tierra, ó cuarta parte de la caballería de tierra,
CABALLERIA DE TIERRA.
es una figura semejante á la de la caballería, que tiene de lar-
La figura do una caballería de tierra, es un paralelógramo go 552 varas; de ancho 276, y de superficie 152.352 varas
de ángulos rectos; en cada u n o de los dos lados mas grandes cuadradas, que es el producto del largo por el ancho ó la cuar-
ha de tener mil ciento y cuatro varas, y cada uno de los otros ta parte de 609.408 varas cuadradas.
dos menos grandes, debe constar de quinientas cincuenta y dos L a caballería de tierra se divide también en doce fanegas
varas. E s m u y común tomar por el largo de la caballería uno castellanas de sembradura de maiz, y la fanega tiene de área
de los lados mas grandes, y por el ancho uno de los menos 50.784 varas cuadradas, que resultan de multiplicar su largo
grandes; de manera que el largo de una caballería ó su longi- 376 varas, por su ancho 184 varas.
tud, es de 1.104 varas, y el a n c h o ó su latitud, es do 552 va- Se regulan caber en u n a caballería de tierra 69 fanegas de
ras, (pie es la mitad del largo. Multiplicando 1.104 varas por sembradura de trigo, ocupando cada fanega de estas u n a ex-
552 varas, resulta el producto de seiscientas nueve mil cuatro tensión superficial de 8.832 varas cuadradas.
P u e d e acontecer al medir u n a ó m a s caballerías, que algún
Solar de tierra se llama cualquiera porcion de terreno cuya
obstáculo impida la continuación de las medidas; mas para
superficie es menor que la de una suerte de tierra ó que la
explicar lo que se h a r á en este caso, es necesario dar alguna
c u a r t a parte de la área de u n a caballería.
idea de la trasformacion de los paralelógramos rectángulos en
Los solares para casas, molinos y ventas, deben ser cuadra
trapecios; esto es, en figuras de cuatro lados, de los cuales dos
dos de 50 varas por cada lado. L a superficie de uno de estos
tienen iguales direcciones, como de Poniente á Oriente ó de
cuadrados es 2.500 varas cuadradas.
b u r a Norte; cuyos dos lados se llaman lados paralelos, por-
Valuando el sitio de ganado mayor en caballerías de tierra,
que guardan igual distancia de uno á otro en todos sus pun-
se halla que contiene 41 caballerías, mas un solar cuadra-
tos. L a s dos figuras 5. * y 6. * que aquí van delineadas, re-
do, cuyo lado es de ] 1 9 | varas, y el sitio de ganado menor
presentan, la primera, un trapecio que tiene dos ángulos rectos,
tiene 18 caballerías, mas 1111 solar cuadrado de 376¿ varas
y la segunda otro que 110 tiene ninguno. Los lados paralelos
por lado.
son A B y C D, y tienen una misma dirección: v. g., de Ponien-
Midiendo la caballería de tierra con el cordel de 50 varas,
te a Oriente, y la distancia B E de cualquier punto B, caminan-
debe tener de largo 2 2 cordeles y 4 varas, y de ancho 11 cor-
do rectamente de Norte á Sur, hasta llegar al lado C D, que es
deles y 2 varas.
la que h a y de uno al otro lado, se llama altura del trapecio.
C a d a lado del c u a d r a d o que compone media caballería ha
de tener 11 cordeles y 2 varas; y do su centro á cualquiera FIGURA QUINTA.
de los puntos que dividen los lados en dos partes iguales, se N.
h a n de medir 5 cordeles y 20 varas ( F i g u r a cuarta.)

FIGURA CUARTA.

Media caballería de tierra.

NORTE.
11 cordeles y 2 varas

(.''IGURA SEXTA.
B

sur.

A 1111a suerte de tierra se le dá de largo II cordeles y 2 va-


ras, y de ancho 5 cordeles y 20 varas.
s u m a de los lados que tienen iguales direcciones ha de ser de
P a r a hallar la superficie de un trapecio se medirán los dos
552 varas, que multiplicadas por el lado mayor, esto es, por
lados que tienen la misma dirección; se medirá también la
1.104 varas, el productoser á la superficie de la caballería, va-
distancia que h a y de uno á otro de estos lados; se multiplica-
luada en varas cuadradas. E n la figura novena se supone
rá esta distancia por la mitad de la suma de dichos lados, y
que si uno de los lados paralelos es de 400 varas, el otro ha
el producto expresará la superficie buscada. Por ejemplo, si
de ser de 704, de modo que, siendo la s u m a de estos lados de
en el trapecio que sigue (figura sétima) se miden los lados pa- 1.104 varas, la mitad de esta s u m a resultará de 552 varas, y
ralelos, uno de 600 varas y el otro de 1.000, y la distancia de la superficie igual á la de una caballería.
estos lados se mide de 300 varas, multiplicando este número pol-
la mitad de 1.600 varas que suman dichos dos lados, y es 800
varas, se tendrá el producto 240.000 varas cuadradas, ó la su- F I G U R A OCTAVA.
perficie del trapecio.
FISURA SETIMA.

NORTE.

600 varas.

SUR.

Si aconteciese que al medir u n a caballería de tierra, no sea


figura novena.
posible darle su figura, porque algún obstáculo, tal como una
laguna, barranca, «fcc. impida la continuación de la medida
de alguno de los dos lados mayores, se prolongará el otro, tan-
to cuanto le falte á dicho lado, que no se pudo continuar mi-
diendo para ser de 1.104 varas, é imaginándose tirada u n a lí-
nea por los dos puntos donde concluyeron las medidas, que-
dará un trapecio equivalente á la caballería, esto es, que ten-
drá de superficie 609.408 varas cuadradas. E n la figura oc-
tava se supone un lado de 900 varas, y por lo mismo el otro
su paralelo, ó que tiene igual dirección, es de 1.308 varas, esto
es, de 1.104 varas; mas 204 que faltan al lado de 900 para ser
de 1.104 varas que debe tener cada uno de los dos lados mas
largos de la caballería. L a misma operacion se practicará en
el caso de que no se puedan medir las 552 r a r a s que debe te-
ner el lado menor de la caballería, de lo que resultará un tra-
1.1U4 v a r a s ,
pecio equivalente á la misma caballería, pues la mitad de la
C u a n d o por las circunstancias del terreno no se puedan me- bien seiscientas varas hacia los dos puntos cardinales opues-
dir las 552 varas de ancho q u e debe toner una caballería, sino tos que convenga: en los puntos donde terminen estas segun-
que'solo.se midieron, v. g., 4 0 0 varas, los dos lados menores das medidas, se tendrán los vértices de los ángulos del cua-
deben ser cada uno de este n ú m e r o de varas, y los dos mayo- drado, en cuyo centro estará la iglesia. Véase la figura un-
res h a n de ser-de 1.523', v a r a s , con cortísima diferencia; y uno décima. •
de. es!os lados' resulta "de dividir las 009.408 varas cuadradas F I G U R A UNDECIMA.
q u e tiene u n a caballería, por cuatrocientas varas, que tiene el
lado menor supuesto, y lo m i s m o se h a r á si uno de los lados
Fundo legai.
mayores no se pudiese medir sino de 950 varas, por ejemplo;
en c u y o caso seria cada uno d e los otros dos lados menores, de Én esta figura la cruz representa la planta de la iglesia, y
0 4 Ü varas, con corta diferencia, que resultan de dividir por el plinto grueso el'centro del fundo.
950"las varas cuadradas q u e . t i e n e una caballería. ( F i g u r a dé-
cima.) 1.200 varas cada lado.

F I G U R A DECIMA.

950 varas.

600 v a r a s al Poniente G00 varas al Oriente.

Fundo legal es un c u a d r a d o que tiene por cada lado mil y


doscientas varas, y su área ó superficie es de nu millón y cua- Si acaeciere que al reconocer un sitio de ganado mayor,
trocientas cuarenta mil varas cuadradas. Dos de los lados criadero ú otra porcion de terreno de cuatro lados y ángulos
del cuadrado que forma el f i n i d o legal, deben tener la direc- rectos, no pueda descubrirse luego su centro, se medirán los
ción de Oriente á Poniente, y por consecuencia forzosa los otros linderos, esto es, los lados de la figura del terreno, en los tér-
dos lados han de estar en la d e Norte á Sur. El fundo legal minos que se ha expresado: despues se medirá la distancia
lo estableció la ley para f u n d a r pueblo, y se mide de modo que rectilínea que hay de uno de los ángulos rectos ú esquinas de
la iglesia quede en el centro d e l cuadrado; lo que se consigue la figura, á otro ángulo ú esquina opuesto, y la mitad del nú-
midiendo seiscientas varas d e s d e la iglesia ó centro del fundo, mero de cordeles ó varas que tuviese esta distancia, es la (pie
hacia los puntos cardinales Oriente, Poniente, Norte y Sur; y hay de cualquiera de las esquinas ó ángulos al centro de la
desde los puntos donde finalizan estas medidas, midiendo tam- figura, caminando rectamente á la esquina opuesta. La dis-
tancía de uno á otro de los ángulos opuestos se llama diago
nal del cuadrado ó del rectángulo, y en estas figuras son igua- figura decimatercera.
les las dos diagonales q u e pueden tener, y el centro las divide
en partes iguales, como se manifiesta en las figuras 12 y 13 Criadero de ganado menor.
correspondientes á los criaderos de ganados mayor y menor.
P a r a conocer la distancia de una esquina ó ángulo del cua-
C a d a lado tiene 1.6665 v a r a s .
drado al centro de esta figura, se multiplicará por 1.414 el la-
do del cuadrado, por ejemplo, el lado de la figura 12, que es
de 2.500 varas, y resultará un producto igual á 3.535.000: se
sacará la mitad de este producto, que será 1.767.500, y en es-
te número se s e p a r a r á n las tres primeras cifras á la derecha,
las cuales se pondrán sobre una raya, y debajo de ella se pon-
drá 1.000, y unido esto quebrado á la otra parte 1.767 que que-
dó, despues de separar las cifras dichas, sale el número 1.767
-soo^ e s t o es, 1.767 v a r a s y {-6 de otra, que es la distancia bus-
cada, con cortísima diferencia. El quebrado f 6 de vara vale
media vara; y así, el doble del número 1.767 T \¡ varas, es 3.535
varas, y este es el t a m a ñ o de la diagonal del mismo cuadrado.
Aplicando la m i s m a regla para conocer el centro del cua-
drado, figura 13, se h a l l a r í a que de uno de sus ángulos á di-
I cho centro ha de h a b e r 1.17S} varas, y de u n ángulo á su Para no dejar que desear al lector en punto á medidas agra-
opuesto se caminaría u n a distancia de 2.357 varas, que son las rias, diremos alguna cosa acerca de los sitios de ganado ma
que tiene la diagonal d e este cuadrado. yor y de menor que, según la Ordenanza del año de 1589, di
I Si
chos sitios se pueden hacer de figura redonda ó circular; por-
I I FIGURA DUODECIMA. que en dicha Ordenanza se m a n d a b a q u e el distrito que com-
prendiera el sitio ó estancia de ganado mayor, tuviera 1.500
Criadero de ganado mayor. pasos de Salomon, contados desde la casa ó asiento de esta es-
tancia, á cualquiera parte ó viento; lo que supone que dicha
C a d a l a d o tiene 2.500 v a r a s . estancia habia de tener la figura de un círculo de radio igual
á 1500 pasos; y siendo la estancia ó sitio de ganado menor tam-
11
lini bién de figura circular, el radio del círculo, esto es. la distan-
que se mediría desde la casa ó asiento de esta estancia, á cual-
quiera parte ó viento, habia de ser de mil pasos de Salomon;
! fi*. de suerte, q u e la mayor distancia que se pudiera medir, en li-
! ! nea recta, dentro del círculo de un sitio de ganado mayor, se-
ria igual á dos veces el radio, ó á dos veces 1.500 pasos, que
son 8000; y dentro del círculo de un sitio de ganado menor la
mayor distancia que se mediria en línea recta, tendría el do-
ble de 1.000 pasos, ó 2.000; cuyas distancias son los diámetros
de sus círculos respectivos, porque se compone cada diámetro
en todo círculo, de dos radios en línea recta.
Considerando estos sitios circulares inscriptos á los rectilí-
neos, es decir, puestos ios círculos dentro de los cuadrados, de
138
modo, que los lados de estos c u a d r a d o s solo toquen á los cír- F I G U R A DECIM AQ.UINTA.
culos veríamos que la extensión superficial del circulo inscrip-
to es menor que la del cuadrado, pues esta figura contiene aque- El lado del cuadrado que compone el sitio de g a n a d o me-
lla- de lo (pie damos una idea en las dos figuras decimacuarta nor, es igual al diámetro del círculo inscripto.
v décima, uinta, copiadas de las que constan en la Ordenanza
ya c i t a d a / c o n las cuales quisieron entonces representar los si- C a d a lado tiene 2.000 pasos de Salomon, ó 3.3331 vara*.
tios circulares con la situación de sus casas o asientos en los
centros de los círculos.

FISURA DECIMACUARTA

El lado del cuadrado que compone un sitio de ganado ma-


yor, es igual al diámetro del c í r c u l o inscripto.

C a d a lado licué 3.000 p a s o s d e Salomon ó-5.000 v a r a s

CASA!

P a r a sacar la área ó superficie de un sitio redondo o circu-


lar de ganado m a y o r , se hallará primero su circunferencia,
multiplicando por 22 el diámetro del círculo, esto es 5.000 va-
ras, y dividiendo poi 7 el producto 110.000 el cociente 15.714f
varas, es dicha circunferencia, la que, multiplicada por la mi-
tad del radio ó la cuarta parte del diámetro, que es 1.250 va-
ras dará el producto 19.642.856 varas cuadradas que tiene di-
cho sitio circular. Aplicando la misma regla con respecto «!
sitio circular de ganado menor, se hallaría su circunferencia
de 10 476 varas, y su área de 8.731.200 varas cuadradas.
P a r a que se palpen los inconvenientes que se hubieran se-
gu do d e ^ a adopción de las medidas de tierra de forma c.rcu-
lar, representamos e n la figura décimasexta tres sitios circula-
res, puestos en contacto, y se nota desde luego que cierran un
espacio A de la forma de un triángulo curvilíneo, pues sus
tres lados son otros tantos arcos ó porciones de las circunfe-
rencias de los mismos círculos; de suerte que dicho espacio A
quedaría inutilizado, no obstante contener una caballería de
tierra, y nueve f a n e g a s mas de sembradura de tnaiz. si dichos
tres sitios circulares son de ganado mayor; y solo 5 A fanegas
si fueren de g a n a d o menor los mismos sitios circulares.

figura deci mas e x t a

Ponemos á continuación u n a tabla de las medidas agrarias


de que hemos tratado, con expresión de sus nombres, figura,
dimensiones y valor de sus áreas ó superficies, y despues de
esta tabla otra relatiya $ la caballería de tierra.
Segundo cuadrante del Sur al Este.

Rumbos. Nombres. Abreviaturas. Valores.

0 . . Sur S . . . 00° . . 00'


Io. . S u r cuarta al S u - E s t e . . S-JSE . . 11 . . 15
2o . . Sur-Su-Este SSE . . 22 . . 80
3o . . S u - E s t e cuarta al Sur . . SE-}S . . 33 . . 45
4o. . Su-Este SE. . . 45 . . 00
5° . . S u - E s t e cuarta al Este. . SEjE. . 56 . . 15
6o . . Es-Su-Este ESE . . 67 . . 30
7o . . E s t e cuarta al S u - E s t e . . E-*SE . . 78 . . 45
8o . . Este E . . . 90 . . 00

Tercer cuadrante del Sur al Oeste.


Como el agujón es u n o de los instrumentos m a s comunes ! JRumbos. Nombres. Abreviaturas. Valorea
que se usan en las m e d i d a s agrarias, d a m o s por fin de capítu-
lo su dibujo (figura diez y siete) y la nomenclatura de los rum- 0 . . Sur S . . . 00° . . 00'
bos ó vientos que señala, sus valores y grados, y las abreviatu- l6 . . Sur cuarta al S u d - O e s t e . S ¿ S O . . 11 . . 15
ras con que se representan, para la mejor instrucción de nues- 2o . . S u r - S u d - O e s t e . . . . S S O . . 22 . . 30
iros lectores; advirtiendo que no siempre se usa en las opera- 3o . . S u d - O e s t e cuarta al Sur . S O i S . . 33 . . 45
ciones de agrimensura la nomenclatura que sirve á los mari- 4o . . Sud-Oeste SO . . . 45 . . 00
nos para indicar los r u m b o s por medio de la brújula, como 5o . . S u d - O e s t e cuarta al Oeste. S 0 ¿ 0 . . 56 . . 15
puede verse en los títulos de posesiones y mercedes antiguos; 6o . . Oes-Sud-Oeste . . . . O S O . . 67 . . 30
pero sí pueden reconocerse en lo general unos términos por 7o . . Oeste cuarta al Sud-Oeste. 0 { S 0 . . 78 . . 45
otros; y si no se añade el método práctico de usar de dicho ins- 8o . . Oeste O . . . 90 . . 00
trumento, es por ser m a t e r i a agena de esta coleccion, y por no
aumentar demasiado s u volumen. Cuarto cuadrante del Norte al Oeste.
Rumbos. Nombres. Abreviaturas. Tolores.
Primer cuadrante del Norte al Este.

Rumbos. Nombres. Abreviaturas. Valores.


0 . . Norte N. . . . 0 0 ° . . 00'
Io . . Norte cuarta al N o r - O e s t e . N¿NO . . 11 . . 1 5
2o . . Nor-Nor-Oeste . . . . NNO . . 22 . . 3 0
Norte N. .
3o . . Nor-Oeste cuarta al Norte. NO^N . . 33 . . 4 5
Norte c u a r t a al N o r d - E s t e N]NE
4o . . Nor-Oeste. . . . : . NO . . . 45 . . 00
Nord-Nord-Este . . . NNE 5o . . Nor-Oeste cuarta al Oeste. NOjO . . 56 . . 1 5
N o r d - E s t e c u a r t a al Norte NE-J-N 6o . . Oes-Nor-Oeste . . . . ONO . . 67 . . 35
Nord-Este NE .
7o . . Oeste cuarta al N o r - O e s t e . OiNO . . 78 . . 4 0
Nord Este c u a r t a al E s t e NEJE S9 . , Oeste O . . , , 90 . , 0 0
Es-Nord-Este . . . . ENE
E s t e cuarta a l N » r d - E s t e EJNE
Este E .

H
de Pan llevar. L a s tierras de Pan sembrar, son las de trigo
fisura »eoimasfitlma. de aventurero: las de Pan coger son las de temporal, y las de
Pan llevar son las de riego, esto es, las que tienen aguas. Ca-
da especie de estas tierras tiene diferentes precios, y se h a n de
regular según sus parages, calidades, distancias y condiciones;
y lo mismo se entiende de los sitios de ganado mayor, menor,
criaderos y caballerías, fc'uera de estas tres calidades, h a y
otras tierras que solo sirven para pastos de ganados, y éstas
son lomas, cerros y barrancas. Las tierras que se hallan en
labor, sujetas ya al arado, en América se llaman de Pan lle-
var, á distinción de las de crianzas y montuosas, por no ha-
ber siembras de trigo temporal por el chahuistle.
E n cuanto al modo que se ha de tener y guardar para me-
dir cualquiera sitio de ganado mayor, menor, criadero ó caba-
llería de tierra, ha de ser en la forma siguiente: Si fuere si-
tio de ganado mayor, lo primero es buscarle el centro, el cual
se ha de reconocer por sus linderos; y puesto en dicho centro,
se han de medir de él, caminando al Oriente, dos mil quinien-
tas varas mexicanas, que son cincuenta cordeles de á cincuen-
ta varas; y volviendo ai centro mismo, se han de medir de él,
caminando para el Poniente, otros cincuenta cordeles; de suer-
te que vengan á tener de largo de Oriente á Poniente, cien
cordeles, que son cinco mil varas; y volviendo otra vez al mis-
mo centro, s e l l a n de medir desde él, caminando al Norte, cin-
cuenta cordeles, que hacen cien de Norte á Sur, saliendo el cor-
del desde el centro para las cuatro partes referidas.
Mas para que salga igual la medida, se lia de guiar y reco-
nocer al Norte con agujón, y de él los cuatro vientos, para que
se lleve derecho el cordel de Norte á Sur, y de Oriente á Po-
niente, poniendo cuatro mojoneras, u n a al fin de cada medida;
y para seguirse por ellas para medir los cuatro lados, se proce-
C A P Í T U L O XI. derá en esta forma.
Puesto en el lado del Oriente, donde se puso la mojonera, de
Advertencias sobre los diversos nombres y calidades de las allí caminando al Norte, se han de medir cincuenta cordeles,
tierras, el órden práctico que ha de guardarse al medirlas, hasta donde hace esquina ó ángulo recto dicho sitio. Y vuel-
y otros varios puntos esenciales que han de tenerse presen to otra vez á la misma mojonera, desde ella, caminando al Sur,
tes para, la mejor inteligencia de las ordenanzas, sacadas se han de medir otros cincuenta cordeles hasta donde hace án-
del espíritu y letra de las mismas. gulo, y queda el lado del Oriente de cien cordeles de largo; y
puesto en la otra mojonera del Poniente, se medirá en la forma
dicha, de suerte que la medida salga desde la mojonera para
E n c u a n t o á los nombres y calidades de las (ierras, ha de
la esquina; y guardando el mismo modo en las demás mojone-
tenerse presente que: T r e s calidades de tierras hay, según rea-
ras de la parte del Norte y Sur, saldrán las medidas á encon-
les ordenanzas, de las cuales las primeras se llaman de Pan
trarse haciendo ángulo recto, hasta que cierre la figura; de ma-
sembrar, las segundas se llaman de Pan coger, y las torceras
ñera, que medido un sitio de ganado mayor con un cordel de
cincuenta varas, se hallará que tiene tanto de longitud como figura decimaoctava.
de latitud, esto es, cien cordeles de largo y otro tanto de an-
cho, que hacen cinco mil varas mexicanas ó tres mil pasos de. NORTE.
Salotnon, como ya se ha repetido, y desde el centro á cualquie- H C E
ra de sus costados, habrá cincuenta cordeles, que es media le-
g u a medida; y el que circumbalage este sitio, habrá andado
cuatro leguas, todo lo cual explicaremos mejor, valiéndonos de
la figura décimaoctava, del modo que sigue:
E s t e cuadrado representa un sitio de ganado mayor, cuyo
centro está señalado con un punto grueso, ó circuidlo negro.
Colocado, pues, en el centro, desde éste se medirán en derechu-
ra al Oriente, 50 cordeles, y en el punto donde concluyere la
medida, se pondrá la mojonera A; y volviendo á colocarse en
el mismo centro, se repetirá igual medida, llevando el cordel
rectamente al Poniente, y en donde acabare, se pondrá la mo-
jonera B; de suerte, que h a b r á de A á B, 100 cordeles. Colo-
cándose en el mismo centro, desde éste se medirán 50 cordeles
con dirección al Norte, y donde termine la medida, se plantará
la mojonera C; y volviendo á ponerse en el centro, se hará
igual medida rectamente al Sur, y donde concluyere, se situa-
rá la mojonera D, y se t e n d r á n 100 cordeles de C á D. Des- SUR.
pues de esto, puesto en la mojonera A del lado del Oriente, des-
de ella se medirán 50 cordeles con rumbo de Sur á Norte; es
El mismo orden se ha de seguir para medir un sitio de ga-
decir, en derechura al Norte; y vuelto á la misma mojonera,
nado menor ú otra suerte de tierras, excepto los sitios redon-
se hará igual medida de. Norte á Sur, y tendrá 100 cordeles el
dos, que se medirán saliendo las medidas desde el centro ó ca-
lado E F del Oriente. E s t a operacion se h a r á absolutamente
sa y asiento del sitio, á todos vientos, hasta cumplir cada u n a
del mismo mo lo, para medir el lado H G del Poniente, sin mas
el número de varas que debe tener el radio del sitio circular
diferencia que comenzar la medida por la mojonera B del Po-
que se mide, y la caballería de tierra en los casos que no se
niente, y dicho lado tendrá 100 cordeles. Colocándose en la
pueda acomodar al terreno, lo que ya queda explicado en el
mojonera C del Norte, desde ella se medirán cincuenta corda-
capítulo anterior; m a s como en los títulos de tierras mercena-
les rectamente al Oriente; y vuelto á la misma mojonera, se re-
das pueden estar valuadas en marcos las dimensiones de la ca-
petirá igual medida en derechura al Poniente, y tendrá 100 cor-
ballería, tendrá esta medida 384 marcos de largo, y 192 de an-
deles el lado E H del Norte, y formará ángulos rectos en H y
cho; y dos caballerías juntas, formando un cuadrado, tendrán
E, con los lados del Poniente y del Oriente. Si colocándose
tanto de largo como de ancho, 3S4 marcos. IVPidiendo con cor-
en la mojonera 1) del S u r , se repite igual operacion, absoluta-
deles de 69 varas las dimensiones de las mismas figuras, ten-
mente del mismo modo, resultará de 100 cordeles el lado G F
drá de largo la caballería 16 cordeles, y 8 de ancho, y el lado
del Sur; formará ángulos rectos en G y F con los lados del Po-
del cuadrado que forman dos caballerías unidas por su largo,
niente y del Oriente, q u e d a r á cerrada la figura, y por lo mis-
será de 16 de los mismos cordeles.
mo, concluidas las medidas.
E n cuanto á los diversos casos que se pueden ofrecer en pun-
to á medidas de tierras, se tendrán presentes las advertencias
que siguen.
1. * Si en las mercedes ó tierras hubiese señas, como peñas, suerte; que habiendo compromiso entre los vecinos interesados
cerros, rios, cañadas, lagunas ó lagos, piedras m u y grandes, de una y otra parte, se podrá medir en la forma que se convi-
salitrares ó tierras inútiles, a u n q u e sea llano, se ha de ir bus- nieron o pactaron: adviértese también que si al medir las tier-
ras, el pacto fuere el que en los dichos criaderos ó sitios no se ha-
cando lo útil en pan llevar y sembrar, aunque sea por ladera
yan de echar las medidas de Oliente á Poniente ni de Norte á
y no en piedra, y a u n q u e sea algo pedregosa de piedra suelta,
Sur, se ordena y m a n d a , que no se falte al modo de medir des-
como sea útil para sembrar; ni tampoco se debe hacer caso de
de el centro.
lo infructífero, cuando la tierra inútil es poca, tal que no exce-
6. Para medir tierras que no son caballares ni de pan lle-
da de la octava parte de u n a caballería, que en tal caso debe
var, esto es, cuando se ¡midan criaderos ó sitios de ganados ó
entrar en la medida; pero si excede de la octava parte lo que
para pastos, se han de echar las medidas por encima de peñas
fuere malo, se le ha de enterar en otra parte de las que fuere
y de rios, sin despreciar los inútiles, subiendo y bajando cerros
posible de su linde, si hubiere valdío, sin perjuicio de tercero; lomas y barrancas, y corriendo las medidas por encima de la-
atendiendo siempre al m a s antiguo, pues al que lo es menos, gunas y arroyos; para lo cual se m a n d a que en lo montuoso y
no se le hace agravio, a u n q u e le cojan m u c h a tierra, porque en breñoso se labren senderos, salidas, entradas y pasadizos, para
ese caso prefiere el que le es mas, a u n q u e solo sea un dia ó en poder echar las medidas, y que los cordeles puedan correr de-
u n a hora; y á éstos se les ha de enterar la medida según el tí- rechos; siendo de advertir que todas estas reglas dadas princi-
tulo ó merced, procurando que le quede íntegra su pertenen- palmente para el c.:iso en que hayan de medirse por primera
cia, y despues se efectuará lo mismo proporcionalmente con los vez las tierras que se van á mercedar ó dividir, se limitan y
demás, si hubiere lugar y tierras, para que no queden dañiíi- modifican cuando se trata de una medida ya hecha; pues en-
cados, según sus antigüedades; y el que fuere menos antiguo, tonces todo se debe practicar conforme á los títulos que sirven
se ha de enterar con lo que hubiese ó le dejasen ocupar los de regla.
mas antiguos en su merced, aunque lo que quedare sea poco,
infructífero, áspero y malo (1). 7 . « Ninguna persona puede poblar ni edificar casa a l g u n a
en el mismo lindero, ni m u y cerca, por el perjuicio que podrá
2. n N i n g u n a persona, a u n q u e sea de mas antigua merced causar, si para ello no tuviese licencia de su vecino; y solo se
que otros, puede por sí tomar posesion, medir ni amojonai sus podrá poner á distancia de sesenta pasos ó cien varas, y no
propiedades territoriales, si no es con autoridad judicial y con menos, del lindero.
citación de todos sus colindantes; pues será nulo, de ningún 8. 0 5 Si la merced de tierras se hiciere á orillas del mar, rio ó
valor ni efecto lo que en contrario se haga. laguna grande, ha de ser la tal orilla, lado (1) de dichas tier-
3. C a d a colindante debe amojonar sus pertenencias, de- ras, y desde ella se han de echar y comenzar las medidas.
j a n d o c a d a uno por su parte, entradas y salidas de diez varas 9. Las zanjas, acequias, caños y caminos, no impiden en
de ancho; de modo que sus respectivas posesiones queden di- las medidas de cualquiera suerte de tierras.
vididas ó separadas por un callejón de veinte varas de ancho, 10. N i n g u n a suerte de tierras, a u n q u e esté cultivada, im-
libres de cerca y mojon. pide para saca de agua, porque éstas han de pasar y correr li-
4 . P a r a evitar inexactitud en las operaciones, y confusion bres por donde quiera que convenga; pero solicitando siempre
en los títulos, en el caso de que tratamos, es decir, cuando se el menos perjuicio de tercero.
deje sin computar alguna porcion de terreno por inútil, deberá 11. Antes de principiar á medir cualesquiera suertes de
medirse éste, y expresarse las circunstancias por la que no se tierra, se ha de hacer información de identidad, exigiendo á los
computó la medida. testigos juramento en forma; y puestos en el parage que expre-
5. E n los criaderos y sitios se han de echar las medidas san los títulos, lo han de ver y reconocer por las señas, que son
siempre de Oriente á Poniente y de Norte á Sur, salvo que hu- los testimonios de la distancia y jurisdicción, y lo demás por
biere algún concierto entre las personas para medirse de otra
( 1 ) A n t i g u a m e n t e l l a m a b a n c a b e z a d a s á los lados de la figura de
( 1 ) S e s u p o n e q u e esto s e e n t e n d e r á cuando se v a y a á medir tierra u n terreno.
p a r a dos ó m a s q u e la pidan ó denuncien á u n mismo tiempo.
• , , de OÍOS Y habiéndose cotejado y reconocido las señas C A P Í T U L O XII.

S s s s r s « De las fundaciones de los pueblos de indios, calidades que kan


de tener, limites que se les señalan, cómo han de medirse,
" • S ' ¿ T E í . p . l K t instrucción practica sus privilegios, fyc.
L a primera disposición que acerca de estas materias se ha-
SÍB
P « a nrocetlev á las medidas de pueblos, siendo cometida la lla en nuestros códigos, es la del emperador Cárlos V, dada en
C h a l e s á 21 de Marzo de 1551, y reproducida despues por el
rey 1>. Felipe II (véase la ley 1, tít. III, lib. 0 de la Recopila-
ción de Indias), que á la letra dice: "Con m u c h o cuidado y
particular atención se ha procurado siempre interponer los me-
dios mas convenientes para que los indios sean instruidos en
la santa fé católica y ley evangélica; y olvidando los errores
de sus antiguos ritos y ceremonias, vivan en concierto y poli-
cía; y para que esto se ejecutase con mejor acierto, se juntaron
S i S C l n ^ F ^ S diversas veces los de nuestro consejo de Indias y otras perso-
nas religiosas, y congregaron los prelados de Nueva-Espana el
año de 1546 por m a n d a d o del señor emperador Cárlos V, de
gloriosa memoria, los cuales con deseo de acertar en servicio
, d e l a fu íid ación primitiva de cada pueblo, ó si éste (co- de Dios y nuestro, resolvieron que los indios fuesen reducidos
?n r P t e acontecer) no estuviere en forma de policía, y las ca- á pueblos, y lio viviesen divididos y separados por las sierras
Z estuvieren distantes u n a s d e otras, con hueco de tierras y y montes, privándose de todo beneficio espiritual y temporal,
,in noderse regular la dicha m e d i d a , usará de arbitrio, cuadran- sin socorro de nuestros ministros y del que obligan las necesi-
do desde el cetneiiterio de la iglesia con veinte ó treinta varas dades h u m a n a s que deben dar unos hombres á otros; y por
haberse reconocido la conveniencia de esta resolución, por
e d i c h o 1 gar y desde donde°acabaren éstas, procederá para
diferentes órdenes de los señores reyes nuestros predeceso-
cada v en og á medirles las seiscientas varas; con adver encía
res, f u é encargado y m a n d a d o á los vireyes, presidentes y go-
de a u e las cine les faltaren p a r a un viento o rumbo se les ha
bernadores, que con m u c h a templanza y moderación ejecuta-
de compensar en
sen la reducción, poblacion y doctrina de los indios, con tanta
«rrárfas as seiscientas varas correspondientes a cada rumbo, en
suavidad y blandura, que sin causar inconvenientes, diese mo-
fa p a " e donde tuvieren cabimento; y la prftctic, de e s ^ s me §
tivo á los que no se pudiesen poblar luego, que viendo el buen
dida8.es en la misma f o r m a , en c - , a " V d J ^ l l al f L d o tratamiento y amparo de los ya reducidos, acudiesen á ofrecer-
de sitios ó caballerías, á la c u a l se arreglará, dándole al unun
se de su voluntad, y se mandó que no pagasen mas imposicio-
la fonna cuadrada, según q u e d a e t i c a d o en el capitulo an-
nes de lo que estaba ordenado, y porque lo susodicho se ejecu-
terior á este. tó en la mayor paite de nuestras ludias: Ordenamos y manda-
mos, que en todas las demás se guarde y cumpla, y los enco-
N b T \ — E l tiempo q u e s e ha creído m a s oportuno para me-
dñ t i e s a s , es en l o s ' m e s e s d e Marzo, Abril, Setiembre y Oc- menderos lo soliciten, según y en la forma que por las leyes de

tubre. este titulo se declara. . . , .


Consecuente el Sr. I). Felipe II á las intenciones del empe-
rador D. Cárlos, hizo una Ordenanza sobre poblaciones, y en
los artículos 34, 35 y 36 (que se hallan insertos en la ley 1, tit.
• , , dP OÍOS Y habiéndose cotejado y reconocido las senas C A P Í T U L O XII.

S s s s r s « De las fundaciones de los pueblos de indios, calidades que kan


de tener, limites que se les señalan, cómo han de medirse,
" • S ' ¿ T E í . p . l K t instrucción practica sus •privilegios, fyc.
L a primera disposición que acerca de estas materias se ha-
SÍB
P « a nrocetlev á las m e d i d a s d e pueblos, siendo cometida la lla en nuestros códigos, es la del emperador Cárlos V, d a d a en
C í t a l e s á 21 de Marzo de 1551, y reproducida despues por el
rey 1>. Felipe II (véase la ley 1, tít. III, lib. 0 de la Recopila-
ción de Indias), q u e á la letra dice: "Con m u c h o cuidado y
particular atención se ha procurado siempre interponer los me-
dios mas convenientes para que los indios sean instruidos en
la s a n t a fé católica y ley evangélica; y olvidando los errores
de sus antiguos ritos y ceremonias, vivan en concierto y poli-
cía; y para q u e esto se ejecutase con mejor acierto, se juntaron
S i S C l n ^ F ^ S diversas veces los de nuestro consejo de I n d i a s y otras perso-
nas religiosas, y congregaron los prelados de N u e v a - E s p a n a el
año de 1546 por m a n d a d o del señor emperador Cárlos V, de
gloriosa memoria, los cuales con deseo de acertar en servicio
, 3 e l a f u íid ación p r i m i t i v a de c a d a pueblo, ó s. és.te (co- de Dios y nuestro, resolvieron que los indios fuesen reducidos
?n r P t e acontecer) no e s t u v i e r e en forma de policía, y las ca- á pueblos, y no viviesen divididos y separados por las sierras
Z estuvieren distantes u n a s d e otras, con hueco d e tierras y y montes, privándose de todo beneficio espiritual y temporal,
,in noderse regular la dicha m e d i d a , usará de arbitrio, cuadran- sin socorro de nuestros ministros y del que obligan las necesi-
d I s d e el cementerio de la iglesia con veinte ó treinta varas dades h u m a n a s q u e deben d a r unos hombres á otros; y por
haberse reconocido la conveniencia de esta resolución, por
e l ( f i c h o l u g a r ; y desde d o n d e ° a c a b a r e n éstas, procederá para
diferentes órdenes de los señores reyes nuestros predeceso-
c a d a v en og á medirles las s e i s c i e n t a s varas; con adver encía
res, f u é encargado y m a n d a d o á los vireyes, presidentes y go-
de o u e las cine les faltaren p a r a un viento o r u m b o se les ha
bernadores, que con m u c h a templanza y moderación ejecuta-
d e compensar en
sen la reducción, poblacion y doctrina de los indios, con tanta
«rrárfas as seiscientas v a r a s correspondientes a c a d a rumbo, en
suavidad y b l a n d u r a , que sin c a u s a r inconvenientes, diese mo-
fa p a " e donde tuvieren c a b i m e n t o ; y la prftctic* de e s ^ s
tivo á los q u e no se pudiesen poblar luego, q u e viendo el buen
d i d a 8 . e s en la m i s m a f o r m a , en cuanto a o m d i a a l q n e j a s
tratamiento y amparo de los ya reducidos, acudiesen á ofrecer-
de sitios ó caballerías, á la c u a l se arreglará, d á n d o l e al unuc
se de su voluntad, y se m a n d ó que no pagasen m a s imposicio-
la f o . m a c u a d r a d a , según q u e d a a p l i c a d o en el capitulo an-
nes d e lo q u e estaba ordenado, y porque lo susodicho se ejecu-
terior á este. tó en la mayor parte de nuestras ludias: O r d e n a m o s y manda-
b T \ — E l tiempo q u e s e lia creído m a s oportuno para me- mos, q u e en todas las d e m á s se g u a r d e y cumpla, y los enco-
N
menderos lo soliciten, según y en la forma q u e por las leyes de
di, t l e i ^ e s e n l o s ' m e s e s de Marzo, Abril, S e t i e m b r e y Oc-
este título se declara. . . , .
tubre.
Consecuente el Sr. I). Felipe II á las intenciones del empe-
rador D. Cárlos, hizo u n a Ordenanza sobre poblaciones, y en
los artículos 34, 35 y 36 (que se hallan insertos en la ley 1, tit.
V, lib. 4 d e la Recopilación de Indias) dijo expresamente: "Or- g u a r d a r y c u m p l i r . " Y en el año subsecuente de 1541, m a n d ó el
d e n a m o s , q u e h a b i é n d o s e resuelto de poblar a l g u n a provincia m i s m o emperador (lev 5, tít. y libro citado): "que los pastos,
ó c o m a r c a de las que están á nuestra obediencia ó despues des- montes y a g u a s fuesen c o m u n e s en las Indias.' Y como al-
cubrieren, tengan los pobladores consideración y advertencia, g u n a s personas sin título de S. M. tenían ocupada m u y gran-
á q u e el terreno sea saludable, reconociendo si se conservan en de parte de término y tierras, no se consintiese que n i n g u n o
él h o m b r e s de m u c h a edad y mozos de buena complexión, dis- pusiese corral ni c a b a ñ a , ni trajese allí su ganado, sino que fue-
posición y color: si los a n i m a l e s y g a n a d o s son sanos y de com- sen c o m u n e s á todos los vecinos, sin embargo de cualesquiera
O r d e n a n z a s y disposiciones dadas en contrario.
petente tamaño, y los frutos y m a n t e n i m i e n t o s buenos y a b u n -
Y últimamente, por la real c é d u l a de 20 de Octubre de 1598
dantes, y de tierras á propósito para sembrar y coger: si se crian
(que es la ley 14, tít. I I I , lib. 6 de la Recopilación de Indias),
cosas ponzoñosas y nocivas: el cielo es de b u e n a y feliz coste-
m a n d ó también el Sr. D. Felipe I I : Q u e si para el cumpli-
lacion, claro y benigno; el aire puro y s u a v e sin impedimen-
miento y ejecución de las reducciones ( m a n d a d a s hacer s e g ú n
tos ni alteraciones: el temple sin exceso de calor ó frió (y ha-
la mente del emperador) proveyesen ó determinasen los vire-
biendo de declinar á u n a ú otra calidad, escojan el frió); si h a y
yes. presidentes y gobernadores, y a l g u n a s personas se agravia-
pastos p a r a criar ganados; montes y arboledas para leña; ma-
sen é interpusiesen apelación, la otorgasen para ante el consejo
teriales d e casas y edificios: m u c h a s y buenas a g u a s para be-
de Indias, y no á otro tribunal, como quiera que sin e m b a r g o
ber y regar; indios y naturales á qui«n se p u e d a predicar el
h a b i a de ejecutarse lo proveído de forma que la reducción tu-
S a n t o E v a n g e l i o , como primer motivo de n u e s t r a intención; y
viese efecto. Y porque á los indios se h a b i a de señalar y dar
h a l l a n d o q u e concurren éstas ó las m a s principales calidades,
tierras, a g u a s y montes, si se quitasen á los españoles, se les
procedan á la poblacion, g u a r d a n d o las leyes de este libro."
diese justa recompensa en otra parte, y en tal caso f o r m a r a n
T a m b i é n se h a l l a b a dispuesto por el emperador D. Oárlos u n a junta con tres ministros de la audiencia, para q u e si algu-
en la c é d u l a de 26 de J u n i o - d e 1523 (que es la ley 1, lít. X I I I , nos se agraviaran, los oyesen en apelación é hiciesen reparar
lib. IV), " q u e los vireyes y gobernadores que tuvieren facul- el daño, sobre lo que se inhibía á las audiencias.
tad,, señalen á cada villa y lugar que de nuevo se f u n d a r e y
E n virtud, pues, de las leyes mencionadas, y para su m a y o r
poblare, las tierras y solares que hubiere menester, y se le po-
v m a s exacto cumplimiento, se publicaron y m a n d a r o n poner
d r á n d a r sin perjuicio de tercero, para propios, y e n v í e n n o s re-
en práctica por el E x m o . Sr. virey de N u e v a - E s p a n a , m a r q u e s
lación de lo q u e á c a d a uno hubieren señalado y dado, p a r a
de Falces, las O r d e n a n z a s que h a s t a hoy conservan su nom-
q u e lo m a n d e m o s confirmar." Y asimismo se habían estable-
bre, v se corrigieran y se confirmaron por la real c é d u l a ele 4
cido de otras reglas sobre la administración y conservación de
de J u n i o de 1687. Y por c u a n t o en esta disposición se h a re-
los propios y arbitrios de los m i s m o s pueblos, como pueden
producido del modo m a s claro, lo q u e en aquellas se había
verse en el mismo código. Pero el rey D . Felipe II, para lle-
m a n d a d o acerca de la f u n d a c i ó n y m e d i d a s de los pueblos de
n a r el v a c í o q u e se notaba en las leyes del emperador D. Cár-
indios, nos e x c u s a de copiarlas literalmente. E s t a real orden
los, d i s p u s o por otra c é d u l a que dió en el P a r d o á 1. ° de Di-
V la que sigue, se h a publicado n u e v a m e n t e en las p a n d e c t a s
ciembre d e 1573 (que es la ley 8, del tít. 111, lib. 6), que los si-
tios en q u e se h a n de formar pueblos y reducciones, tengan co- H i s p a n o - M e x i c a n a s , tora. II, n ú m e r o s 2.478 y 2.479, y su te-
m o d i d a d d e aguas, tierras y montes, e n t r a d a s y salidas, labran- nor es el siguiente. . T „
z a s y u n egido de u n a legua de largo, d o n d e los indios pueden E L R E Y — P o r c u a n t o en mi consejo real de las m u í a s se
tener s u s g a n a d o s sin q u e se revuelvan con otros de españoles. tiene noticia que el m a r q u é s de Falces, conde de S a n t i s t e v a n ,
siendo virey de las provincias de N u e v a - E s p a ñ a , hizo u n a Or-
M a n d a b a también otra cédula de Carlos V, del año de 1533
d e n a n z a en 26 de M a y o del año de 1567, por la c u a l m a n d o
(que es la ley 7, tít. X V I I , lib. IV de la Recopilación de Indias),
que en los pueblos de indios que se necesitare de tierras para
q u e los montes, pastos y a g u a s de los lugares y montes conte-
vivir v sembrar, se les diesen q u i n i e n t a s varas y as m a s que
nidos en las mercedes que tuviesen h e c h a s ó se hicieren de se-
hubiesen menester; y q u e d e a l l í en adelante no se luciese mer-
ñoríos en las I n d i a s , debían ser c o m u n e s á españoles é indios.
ced d persona alguna de ninguna estancia m tierras, si nojue-
" Y así m a n d a m o s á los vireyes y a u d i e n c i a s que lo b a g a n
no solo las 500 varas de tierra al derredor del lugar de la po-
se pudiendo asentar mil varas de medir paño 6 seda, distan-
blacion, y que estas sean medidas desde la iglesia, sino de la
te y desviado de la poblacion y casas de indios. Y las tier-
última casa del lugar, asi á la parle de Oriente y Poniente,
ras quinientas varas apartadas de dicha poblacion, como ha
como de Norte y Sur; y que no solo sean las referidas quinien-
constado del testimonio de dicha Ordenanza que ha llegado al
tas varas, sino mas cien varas al cumplimiento de seiscientas
consejo, y que contra estilo, orden y práctica se van entrando
varas; y que si el lugar ó poblacion fuere de mas que ordina-
los dueños de estancias y tierras en las de los indios, quitándo-
ria vecindad y no pareciere á todos suficiente, mi virey de Nue-
selas y apoderándose de ellas, u n a s veces violentamente y otras
v a - E s p a ñ a y mi audiencia real de México cuiden, como lo en-
veces con frau le, por c u y a razón los miserables indios dejan
cargo y m a n d o lo hagan, de repartirles mucha mas cantidad, y
sus casas y pueblo, q u e es lo que apetecen y quieren los espa-
que á dichos lugares y poblaciones les repartan y señalen to-
ñoles, y consiguiendo estas mil varas, ó quinientas varas que
das las demás varas de tierra que les pareciere son necesarias
han de estar a p a r t a d a s de los pueblos, se midan desde la igle-
sin limitación.—Y en cuanto á las estancias de ganados, es
sia ó ermita, que ordinariamente tienen la poblacion en el centro
mi voluntad y mando, que no solo estén apartadas de las po-
del lugar, y que acontece embeberse en ellas todo el casco del
blaciones y lugares de indios las mil varas señaladas en las re-
pueblo, con que vienen á quedar sin lo que les dan, debiendo
feridas Ordenanzas de 26 de Mayo de 1567, sino cien varas
entenderse las últimas quinientas varas por los cuatro vientos,
mas, y que estas mil ciento varas se midan desde la ultima
lo cual está dispuesto y m a n d a d o en las leyes 12 y 18 del tít.
casa de la poblacion 6 lugar, y no desde la iglesia; y si a mis
X I I , lib. 4 de la N u e v a Recopilación de Indias, y por los mu-
vireyes de la N u e v a - E s p a ñ a les pareciere que las estancias de
chos inconvenientes, daños y menoscabos que en esto resultan
ganados estén en mas distancias que en las dichas 1.100 varas,
contra aquellos pobres naturales, se ha considerado será con-
lo ordenará luego que reciba este despacho ó que se le mani-
veniente m a n d a r que á los pueblos de los indios que tuvieren
fieste, que para todo lo referido le doy á mi audiencia real de
necesidad de tierras p a r a vivir y sembrar, se les diesen, no so-
México el poder y facultad que para mandarlo hacer y ejecu-
lamente quinientas v a r a s que dispone la referida Ordenanza,
tar lo que fuere necesario sin limitación alguna, encargando-
sino las que hubieren menester, midiéndose desde los últimos
sole, como lo hago, miren por todos los modos posibles por e
linderos y casas del l u g a r para afuera por todos cuatro vientos
alivio en tratamiento y conservación de los indios, no solo el
estas quinientas varas de Oriente y otras tantas de Poniente,
que se les mantenga y conserve en lo dispuesto y ordenado pol-
Norte y Sur, q u e d a n d o siempre de hueco del casco del pueblo,
la Ordenanza de 26 de Mayo de 1567, y leyes 12 y 18 de la
dándose estas quinientas varas de tierra no solo al pueblo que
N u e v a Recopilación de Indias, que van citadas, smo que esto
fuese cabecera, sino á lodos los demás que las pidieren y ne-
sea con el aumento de varas que en este despacho van aumen-
cesitaren de ellas, así en los poblados como en los que en ade-
tadas, así en lo que toca á las tierras que se han de dar y tener
lante se poblasen y fundasen: pues en esto tendrán todos tier-
los indios de toda la N u e v a - E s p a ñ a para vivir y sembrar, co-
ras para sembrar, y e n que comiesen y pasten sus ganados,
mo en la distancia en que han de estar las estancias de gana-
siendo justo y m u y de m i real piedad volver á mirar por los
dos, sino con aquella misma cantidad de varas que los dichos
indios, que tantas injusticias y molestias tengo noticia padecen,
mi virey y audiencia real de México conocieren que necesitan,
á vista de ser los que m a s tributan, utilizan y fructifican mi
y les repartieren y señalaren, que así es mi voluntad y convie-
real corona y todos m i s vasallos; en cuya atención, y viendo lo
ne á mi servicio; y de lo que en esto se ejecutare, se me dara
que con vista de ellos y del referido testimonio y leyes 12 y 18
en todas ocasiones principal cuenta y razón, por o que deseo
de la Nueva Recopilación de Indias, ha dicho y alegado el fis-
estar noticiado de lo que se ejecutare en beneficio de los indios.
cal de dicho mi consejo de ellas, he tenido por bien de resolver y
F e c h a en Madrid á 4 de Junio de 1687 años.—YO E L R h Y.
mandar, como por la presente lo hago, que en conformidad de
Por m a n d a d o del rey nuestro s e ñ o r . - ü . Antonio Ortiz de
la Ordenanza que el virey conde de Santistevan formó y dis-
lalora.—Señalado con cuatro rúbricas.
puso en 20 de Mayo del año de 1567, y de las leyes recopila-
das que van citadas, deis generalmente á los pueblos de indios E s t a real cédula f u é confirmada por la que sigue, del rey U.
de todas las provincias d e N u e v a - E s p a ñ a para sus sementeras, F e r n a n d o VI, dirigida al alcalde mayor de Texcoco, y ganada
por el c a p i t a n D. A g u s t í n Muñoz de Sandoval, con motivo de
un litigio que sostuvo con los n a t u r a l e s de Coatepec Chalco y tos sujetos Í U , e ' a Í g r a V Í S 1 T P f Í U Í C Í 0 ' P o r h a b e r l l l u c h o s ^ es-
tos sujetos a las cabeceras, d o n d e precisamente acuden á la ad-
otros vecinos y colindantes de sus posesiones de A c u a u t l a , &c., o r a c i ó n de los S a n t o s Sacramentos; pues para q u e las di-
en a q u e l l a jurisdicción. S e halla entre los papeles y títulos chas v a r a s se m i d a n á los nidios desde la iglesia como piden es
pertenecientes al m a r q u e s a d o de Castañiza, c u y o último posee- que é s no tienen s
dor f u é el lllmo. Sr. Dr. D. J u a n F r a n c i s c o de Castañiza, dig- T Z n Z T :
inna, 2
e l
" Unas de r, otlas ™ ® S í
treinta y c u a r e n t a varas, y°al-
n í s i m o obispo de ü u r a n g o , ya difunto.
ha iend?, n!m C U a r t ° d e ^ 6,1 8011
d a m n i f i c a d « sus
E L R E Y . — P r e s i d e n t e y oidores de mi audiencia real de haciendas: q u e no se permita á los indios que hagan jacales ni
México (1): Por parte de los labradores de esa N u e v a - E s p a - S T T , l a S t l e / r a S d e s » s , ' ^ o r e s , pues'con es§te niotiv fo!
ña, se m e ha representado son m u c h a s vejaciones y molestias m e n t a n d o u n a información falsa, le hacen pueblo, y se les da
las q u e reciben y padecen, á c a u s a de los pleitos q u e continua- medida de tierras, y ellos son despojados de sus hac e n d a s V
m e n t e les m u e v e n los indios, de q u e r e d u n d a el menoscabo, no otros puntos sobre las ventas q u e loí indios hacen ellas, i
solo de sus haciendas sino de la mia, para c u y o remedio supli- A o S e S - y c a f dades,<l»e labradores pueden a d e l a n t e t
c a n sea servido m a n d a r se g u a r d e n los privilegios q u e les es- a los indios jornaleros, talas y q u e m a s que ejecutan en los mon-
táu concedidos por los señores reyes mis predecesores, obser- tes, y visitas que los gobernadores y alcaldes m a y o r e s hacen
vándolos literalmente sin interpretación, que se les conceda un I T 1 ' a C l e ; 3 8 ^ s t a n c i a s Por sus particulares fines é inte-
protector p a r a sus causas, y que éste lo sea un ministro de la reses, l e v a n d o crecidísimos salarios: sobre que habiéndose vis-
a u d i e n c i a : q u e respecto de q u e para quitarles los indios de las 0 0 0 ,a a t G n C Í O n ( Ue
matpría ^ *í ^ ^
h a c i e n d a s de labor y ganados, se valen de fabricar jacalillos de materia, lo q u e vos mformásteis acerca de ella l en carta de 17
'a

zacate y de piedra y lodo, y con este motivo ocurren á esta au- 6 n r a Z n d e t 0 d 0 di


sepn.S L r ° Í° e l fiscal
> resuelto
diencia p a r a q u e conforme á la O r d e n a n z a del m a r q u é s de se guarde, c u m p l a y ejecute precisamente la cédula expedida
Falces, c o n d e de Santistevau, de 26 de M a y o de 1567, se les en 4 de J u m o del año pasado de 1687 q u e va citada, y de que
m i d a n las q u i n i e n t a s v a r a s que debe haber desde sus hacien-
d a s á las de los indios, consiguiendo éstos por este medio en- 7e7Zi r ; h 0 C0H fUe 86 m t Í e n d a
^ la
distancia que Aa
lai ftrr varas, ha de haber de por medio de
trarse en las suyas, y que a u n q u e este perjuicio es de tanta gra- las tierras y sementeras de los indios de esa jurisdicción á las
vedad, a u n es m a y o r el q u e resulta de la c é d u l a expedida á 4
t ! Z t f f V e f T í e n , d e s d e el centro de los
],ueblos, en-
de J u n i o d e 1687, pues se concede á los indios otras cien varas tendiéndose esto desde la iglesia de ellos, y no desde la última
sobre las quinientas, m a n d a n d o se les m i d a n por todos los cua- casa, y que lo mismo se practique en cuanto la distancia de
tro vientos desde la última casa, q u e d a n d o libre el casco del las mil y cien varas que ha de haber desde el pueblo á las es-
pueblo; y siendo esto tan en detrimento de los labradores, pi- tancias, que se han de contar del propio modo; y si de esta
den no se practique, y que la decisión de la O r d e n a n z a se en-
tienda en aquellos pueblos que estuvieren poblados antes de m T e l d ? X p e T e n t a , e Pf*Jl,ÍCÍ°' a s í á l a s t i e " a s ^ r e p a r é
miento de los indios como á la de los labradores, se les íesar-
a unos
las mercedes y f u n d a c i o n e s de sus haciendas, y q u e las medi- y o t r o s > a l a r g a n d o sus distancias por el p a r a s e q u e
d a s se e n t i e n d a n , no desde la última casa del pueblo, sino des- m
o t r a ^ n a r f C 1 6 r e " " t \ P r o P ó s i t o Y ^ o s perjudicial á u n a s y
de el centro de la iglesia que está en medio; y q u e esto sea so- o ras paites; y no habiendo tierras, así de repartimiento de in-
lo con aquellos q u e fueren cabecera, donde estuviere el S a n t í - dios como de composiciones de labradores de que poder resar-
simo S a c r a m e n t o , gobernadores y alcaldes mayores; pues de en- cirse el perjuicio, se h a g a de las que á mí pertenecen; y vos
tenderse genéricamente en c u a l q u i e r a poblacion, barrio ó con- cuidareis m u c h o de que esto se h a g a con tanta igualdad, q u e
no se de motivo de queja á los indios ni á los labradores ni
q u e entre ellos se susciten pleitos, antes bien se use con todos
( 1 ) L a q u e vino s e p a r a d a a l c a p i t a n M u ñ o z d e S a n d o v a l , se e n c a - de tan a equidad, q u e se les aliente á que cada uno se conten-
b e z ó d e e s t e modo: D . F e r n a n d o VI, por la g r a c i a de Dios, r e y de C a s - ga en los l.mites que le toca, y atendereis m u y especialmente
tilla, d e L e ó n , d e A r a g ó n e t c . A vos, mi a l c a l d e m a y o r d e la jurisdic- al bien y provecho de los indios como lo tengo m a n d a d o de
ción d e T e x c o c o , s a b e d : Q,ue el p r e s i d e n t e y oidores, e t c . "
pagar el daño que hicieren; y los indios puedan matar el gana-
do que entrare en su tierra, sin pena alguna, y sea en todo
^ T M R S s S S S r i guardada la ley 12, tít. X I I , lib. 4."

t m a n d a d o de. rey nnes.ro ^


L E Y 19, T I T . I X , L I B . 6 D E L MISMO C O D I G O .
de Pardinas Villar de L raneo, o á e re.

(DADA POR EL E M P E R A D O R D. CARLOS E N V A L L A D O L I D A 1. °


tes en los casos oenrrentes sobre esta m a t e r a .
DE MAVO DE 1 5 4 9 . )

L E Y 12, T I T . X I I , L1B. 4 D E R E C O P . D E I N D I A S .
Que los encomenderos no crien ganado de cerda en sus pue-
& M blos, y guarden las leyes.
( B Í D A POR E L E M P E R A D O R •>• « « j » »
v
d e m a r z o d e 1d0u.j
"Mandamos que no se consienta ni permita que los españoles
crien puercos en pueblos de sus encomiendas, ni en términos
donde los indios tuvieren sus labranzas, ú otros en que les re-
sulte daño, y los echen en las tierras valdías que hubiere, sin
" P o r q u e las estancias d e B ^ J ^ * ^ > £ £ Z perjuicio de los indios, ni de otro terreno; y guardándose lo pre-
y Otros mayores y menores, ^ S X ^ á o y sin guar- venido por las leyes 12, tít. X I I , lib. 4, y 20, tít. TU, de éste."
de los indios, y especialmente el que anUa ap y
da: Mandamos que no se ^ " . ^ S ^ o pudiéndose ex- L E Y 18, T I T . X I I , L I B . 4 D E L M I S M O C O D I G O .
lugares de donde p u e d a n res"ltar d a M , y i I
cusar, sean lejos de los p u e b l ] o s « dios Y ^ ^ donde
pues para los ganados h a r r i a s fi^JJ (DAfctA POR E L R E Y D. F E L I P E IV E N M A D R I D A 1 6 DE MARZO
q u e los
pastorear y pastal sin peijuicw, y " b ¡ e n público, pongan DE 1642.)
dueños del ganado e intcrc o bien P en ca.
tantos pastores y g u a r d a s que basten a evu ^
so que alguno sucediere, lo hagan satistacer. Que á los indios se les dejen tierras.

L E Y 20 D E L T I T . I I I , LIB. 6 D E L M I S M O C O D I G O . "Ordenamos, q u e la venta, beneficio y composicion de tier-


ras se haga con tal atención á los indios, que se les dejen con
(DADA POR B l RBV D. FELIPE I I , * 10 BE OCTUBRE D* 1618.) sobra todas las que les pertenecieren, así en particular como
por comunidades, y las aguas y riegos; y las tierras en que hu-
S e manda en ella, «ue cerca * te reducciones no haya están- bieren hecho acequias ú otro cualquier beneficio, con que por
das de ganados. industria personal suya se hayan fertilizado, se reserven en pri-
mer lugar, y por ningún caso no se les puedan vender ni ena-
"Ordenamos que las genar; y los jueces que á esto fueren enviados, especifiquen los
dan situar dentro de l e g u a y . ^ d ' ^ e ' a s r e d a iones de indios que se hallaren en las tierras, y las que dejaren á cada
y las de ganado m e n o r media legua, y en ua veces tan. uno de los tributarios, viejos, reservados, caciques, gobernado-
que de nuevo se hicieren, haya de ser ^ ^ e l l - e lla res, "ausentes y comunidades."
to nena de pérdida la estancia y mitad del g a n a a o q
hubiere, y todos los d u e ñ o s tengan con buena guarda, pena
I N S T R U C C I O N S O B l i E L A S V E N T A S V E N AGEN ACION ES D E
L E Y 14 D E L T I T . III, LIB. 6 D E L MISMO CODIGO.
T I E R R A DE I N D I O S .

DADA POR E L R E Y D. F E L I P E I I I A 2 0 1)E O C T U B R E DE 1 5 9 8 .


México, Febrero 23 de 1781.—Habiéndose experimentado
el general abuso en que han vivido y perseveran los indios de
Que en cansas sobre reducciones, se guarde lo que
los pueblos próximos y remotos que comprende esta goberna-
esta ley dispone.
ción, en la nociva enagenacion de sus tierras, solares y casas,
así de propia peculiar adquisición, corno de comunidad y re-
" S i para el cumplimiento y ejecución de las reducciones,
partimiento, contrayendo imponderables perjuicios hasta el
proveyeren ó determinaren los vireyes, y presidentes, gober-
mas infeliz de no tener en cpie vivir, ni dejar en sus potreros
nadores, y algunas personas se agraviasen, é interpusiesen
a u n aquel corto auxilio de casillas ó jacales correspondientes
apelación, la otorgarán para ante nuestro consejo de Indias, y
á la conservación de la vida h u m a n a ; y atendiéndose esta ma-
110 á otro tribunal, como quiera que sin embargo han de ejecu-
teria con la debida compasion, se han tomado las mas oportu-
tar lo prevenido, de forma que la reducción tenga efecto. Y
nas providencias, libradas por punto general en los superiores
porque á los indios se habiau de señalar y dar tierras, aguas y
decretos de 20 de Julio de 78 y 23 de Diciembre de 1780, por
montes, si se quitasen á los españoles, se les dará justa recom-
mí y por el Exilio. Sr. mi antecesor Baílio Frey Antonio Ma-
pensa en otra parte, y en tal caso formarán una j u n t a con dos
ría Bucareli, para el eslerminio de este tan abundante y exten-
ó tres ministros de la audiencia, para que si algunos se agra-
dido perjuicio, que no se ha podido corregir con las predichas
viaren, los oigan en apelación, y hagan reparar el daño sobre
determinaciones, por no cesar los reclamos de los miserables
que inhibimos á nuestras audiencias."
indios que sienten los daños con los préstamos, empeños y ar-
Los privilegios de que también disfrutan los ganaderos y rendamientos, y en ventas que voluntariamente ó precisados
agricultores, se expresarán adelante en capítulo diverso. de la necesidad ó coaccion, ejecutan, no solo de los unos á los
Quedando, pues, á la vista cuanto se haya dispuesto con re- otros, sino á extraños, españoles, mestizos y de otras castas
lación al establecimiento, mensura y conservación de los pue- que viven en sus pueblos, por inferiores cantidades, sin califi-
blos de indios, se sigue que también hagamos mención de cación de la necesidad y utilidad cual se previene en las leyes
cuanto ademas proveyeron y determinaron los monarcas espa- de la Recopilación de estos reinos, y principalmente en la 27,
ñoles para evitar los inconvenientes que podian seguirse de tit. 1. lib. 6, y lo que mas, sin la previa licencia que en ella
dar y vender caballerías, peonías y otras suertes de tierras á se dispone, haciéndoles instrumentos simples y privados entre
los españoles en perjuicio de los indios. A este fin se prohibió ellos mismos, y m u c h a s veces ante las justicias de partidos y
expresamente que se vendiesen ó mercenasen tierras en lo de escribanos, como ya se ha reflejado en algunos expedientes de
adelante, sino con citación de los fiscales de las audiencias; y este juzgado general, siéndoles á unos y á otros, no solo ilícito,
para que mejor se cumpliesen las benéficas intenciones del le- sino prohibido, á menos que intervengan las predichas solem-
gislador, se dieron por los señores reyes D. Cárlos Y, D. Feli- nidades y precedentes licencias. Y porque este desarreglo que
pe III y D. Felipe IV, como se ve en las leyes 16, 17, 18 y 19 de dia en dia se va propagando mas y mas, infunde por su to-
del tít. X I I , lib. 4 de la Recopilación de Indias, las reglas mas lerancia el temor de que los indios lleguen al mas infeliz esta-
oportunas y convenientes por lo que respecta á estas materias, do, como no tener ni en qué vivir, ni tierras que cultivar, en
y para que jamas se les dejase sin tierras á los indios, ni se les qué divertir el ocio y con qué ayudarse para sostener su man-
despojase ¡legalmente ó embarazase en el uso libre y aprove- tención, obvenciones y cargas, quedando ñor esto inverifica-
chamiento de sus posesiones. E n cuya virtud, y para la me- bles é inaccesibles las piadosas reales intenciones, cuidadosa-
jor y mas exacta observancia de las leyes mencionadas, se dió mente establecidas y repetidas para conservación, aumento y
por la real audiencia de México, y mandó observar, entre tan- propagación de los indios, todo dirigido á su beneficio, según
to que la corle de Madrid la confirmaba ó determinaba otra las leyes 16, 17 y 18 lib. 4, tit. X I I , en cuyo fraude aconseja-
cosa, la siguiente:
dos los indios por los compradores Ies hacen ocultar su cali- piadoso destino de su habitación, beneficio y cultivo, sino tam-
dad, tomando la diversa de mestizos, castizos y otras castas bién de aquellas que han adquirido y adquieran como propias
para facilitar las ventas, cometiéndose con esto la respectiva por título de herencia, donaciou y otras adquisiciones de sus
transgresión á la enagenacion de sus pobres bienes, solares y antepasados, entendiéndose dicha prohibición aun entre los
casillas, de las que viéndose destituidos, se entregan al ocio y mismos indios de los unos á los otros, y con especialidad á los
v a g a m u n d e r í a á que naturalmente son propensos, tomando en españoles, mestizos, mulatos y cualquiera otras castas y fami-
esto ocasion el abandono de s u s familias, y separados dejan lias residentes en pueblos de indios, hacenderos, rancheros y
sus poblaciones, andan fugitivos y como vagos, defraudan en cualesquiera otros que tengan fincas rústicas ó u r b a n a s en sus
gran parte el real ramo de tributos, cuya baja m u c h a s veces se poblaciones, sin que para las ventas, arrendamientos y cuales-
ha experimentado en sus n u e v a s cuentas y matrículas por es- quiera otra clase de enagenacion, intervenga licencia de mi su-
tos principales motivos de f u g a y ausencia, resultando otro no perior gobierno, juzgado general de naturales ó real audiencia,
menos grave como la falta del cumplimiento de los preceptos calificada la necesidad y utilidad, y seguidos todos los trámi-
eclesiásticos, por no tener s e g u r a residencia ni conocer fija fe- tes dispuestos por las leyes con precedente audiencia del Sr.
ligresía, viviendo sin subordinación á las justicias y sin suje- fiscal, y porque interpretando ó mal entendida la ley 27. tit. J,
ción á los párrocos, á lo que se a ñ a d e el consiguiente perjuicio lib. <>, los justicias de los partidos que comprende esta gober-
de acompañarse con otras gentes viciosas de distintas natura- nación, proceden á otorgar instrumentos de venta y arrenda-
lezas, como de mulatos, lobos, coyotes y otras semejantes, cu- miento sin las prodichas formalidades, y lo mismo ejecutan los
ya malicia y perversidad fácilmente precipita á los indios por escribanos, no solo ios de dichos partidos, sino aun los de esla
su rusticidad ó ignorancia, conduciéndolos á los robos, muer- corte, se prohibe á unos y otros que en lo de adelante proce-
tes y otros insultos que cometen en las poblaciones y fuera de dan á otoigar tales instrumentos de venta y arrendamiento
ellas, infestando los caminos, ya con rateros, ya con excesivos sin las predichas licencias, pena de quinientos pesos y priva-
robos, y entregados con m a s libertad al incorregible vicio de ción de sus oficios, y la nulidad de los que así otorgaren, per-
la embriaguez, el cual ies i n f u n d e mayor libertinage, y lo que diendo desde luego los compradores ó arrendatarios la impor-
es m a s sensible, que con tal d e s a m p a r o se crian las familias tancia de las ventas y la pensión de los arriendos en aquellas
de estos infelices, sin cultura ni doctrina política y cristiana, tierras de propio dominio de los indios, y en las de beneficio
privándose de la debida instrucción en los oficios necesarios y equitativo, como son las de repartimientos, en que no tienen
liberales, que con facilidad por su habilidad natural, y por el dominio directo dichos naturales, se condena á los vendedo-
celo y vigilante cuidado con q u e m a s q u e nunca en los pre- res, arrendadores y pignorantes y á los compradores, arrenda-
sentes tiempos se está socorriendo á la j u v e n t u d de litio y otro tarios, y pignoratarios al perdimiento de las tierras y aplica-
sexo, pudieran y podrán redimirse de tantos daños que pade- ción de éstas á otros individuos necesitados y observantes de
cen en sí, y se extiendan al e s t a d o con la altanería, ociosidad su conservación y uso.
y viciosidad, debiéndoles sobrar todas comodidades en la per- Y para que todos los comprendidos guarden y cumplan el
petua radicación en sus casas y pueblos, aprovechando el tiem- contenido de esta determinación, se despachen por cordilleras
po con su peisonal trabajo en el cultivo de los campos, laborío á todos los justicias del reino testimonio de ella, para que in-
de las minas, dedicación á s u s oficios y aplicación á otras ar- mediatamente que la reciban la hagan publicar por bando en
tes que les franquea así la b u e n a instrucción como su capaci- el idioma castellano, y en que fuere propio á los naturales de
dad; y porque no ha bastado, c o m o dicho es, las comunes pro- su distrito, dejando testimonio en el archivo de su juzgado pa-
videncias á remediar estos perjuicios, destruir el abuso y man- ra que siga la cordillera, y que cada uno de los alcaldes ma-
tener el auxilio de esta recomendable nación — yores en su ingreso repitan la publicación.
Se m a u d a : que por n i n g ú n caso, ni con pretexto alguno se Y porque el mismo abuso se ha notado a u n dentro de esta
ejecuten ventas, préstamos, empeños, arrendamientos ni otro capital, se ordena asimismo se publique en las parcialidades
género de enagenacion de tierras de indios, no solo aquellas de S. J u a n y Santiago el mismo bando, poniéndose en los ofi-
que por de comunidades se les repartan para el laudable y cios públicos de provincia y ciudad igual testimonio para que
15
consto á sus respectivos escribanos, y á los demás reales la mo importada el principal: Ordenamos que esta ley se guarde
prohibición y penas que para su observancia se les impone, y ejecute en lo que excediere de treinta pesos de oro común, y
dirigidas al remedio de lautos males; y para cortarlos en su no en menor cantidad, porque en este caso bastará que el ven-
raiz, en el modo posible, se m a n d a que con testimonio de la dedor indio aparezca ante algún juez ordinario á pedir licencia
presente, y antecedentes resoluciones se dé cuenta a b. M. pa- para hacer la venta; y constándole por alguna averiguación
ra si merecieren su real aprobación, ó que su soberana justifi- que es suyo lo que quiere vender, y que no le es dañoso ena-
cación se digne aplicar las mas aptas sabias providencias que genarse de ello, le dé licencia, interponiendo su autoridad en
estime convenientes á tan importantes fines .-Martín de Ala la escritura que el comprador otorgare, siendo mayor y capaz
,jorga.—Diego Antonio Fernandez para Madrid.
el efecto.''

" C o n c u e r d a con la copia del superior decreto á que hace re-


lación, y obra en el legajo de documentos de esta escribanía CAPÍTULO XIII.
mayor de gobierno de mi cargo, á que m e refiero, de donde en
cumplimiento del superior decreto de 24 del pasado, proveído DE L A S M E D I D A S A S R A R I A S , S E 6 U N LA O R D E N A N Z A DE
en el expediente de nulidad de la venta del rancho de Pena 2 5 DE E N E R O DE 1574.
Blanca, que hicieron los naturales del pueblo de Cochiti que
se remite á la real audiencia de Guadalajara, para que obre en
Ordenanza mandada observar por el Exmo. Sr. D. Martin
el superior tribunal, hice sacar y saqué el presente en México
Enriquez, virey que fué de esta Nueva-España, entre otras
á 2 de Noviembre de 1816.—Francisco Arteaga."
que constan recopiladas, á 25 de Enero del ano de 15/4,
ante Juan de la Cueva.
" E s copia que esta real audiencia m a n d ó imprimir para
q u e se circule y publique y observe en todos los pueblos de su Q,ue por cuanto no estar bien declarado en las Ordenanzas
distrito. Guadalajara, Abril 19 de 1 8 1 7 . — R a f a e l Cuentas: que hasta ahora se h a n hecho, la distancia de tierras que han
de tener las estancias de ganados mayores y menores se po-
Y concluye este capítulo llevando á continuación la ley 27, drían recrecer pleitos .y otros inconvenientes, atento a lo cual
tit. VI, lib. 1, de la Recopilación de ludias, cuya inteligencia declaro, ordeno y mando: Q.ue las estancias de que hasta aquí
fija la instrucción preinserta, y cuyo tenor es el siguiente. se han hecho merced y se hiciere de aquí adelante, las que
fueren para ganado mayor tengan tres mil pasos de marca de
( E L R E Y D. F E L I P E II EN A R A N J U E Z A 2 1 D E á cinco tercias de á vara cada paso, en cuadra de linde a lin-
M A Y O D E 1571.) de, ó mil quinientas á cada parte del asiento de la casa; y las
de ganado menor tengan dos mil pasos de la dicha m a r c a en
Manda que los indios puedan vender sus haciendas cuadra de linde á linde, ó mil pasos del asiento y casa a cada
con autoridad de justicia. parte; y el asiento sea conforme á los títulos, y 110 se asiente
estancia de ganado mayor, si no fuere que haya tres mil de
" C u a n d o los indios vendieren sus bienes raices y muebles, los dichos pasos de la u n a casa á la otra, y dos mil de la de
tráiganse á pregón en almoneda pública, en presencia de la ganado menor; de manera que para efecto de no hacer corral
justicia, los raices por término de treinta dias, y los muebles ni m a j a d a nadie en el distrito de la estancia del otro, se lia de
por n u e v e dias; y lo que de otra forma se rematare, sea de nin- entender que á cada sitio de estancia de ganado mayor le per-
gún valor ni efecto; y si pareciere al juez, por justa causa, tenecen mil quinientos de los dichos pasos, por todas partes
abreviar el término en cuanto á los bienes muebles, lo podrá desde el asiento de la casa; y á la estancia de ganado menor
hacer. Y porque los bienes (pie los indios venden ordinaria- mil, en las cuales ninguno otro puede hacer majada 111 corral.
mente, son de poco prec'o, y si en todas las venias hubiesen Y cuando estuviere a l g u n a estancia sola, guardando a la otra
de preceder estas diligencias, seria causarles tantas costas, co-
consto á sus respectivos escribanos, y á los demás reales la mo importada el principal: Ordenamos que esta ley se guarde
prohibición y penas que para su observancia se les impone, y ejecute en lo que excediere de treinta pesos de oro común, y
dirigidas al remedio de lautos males; y para cortarlos en su no en menor cantidad, porque en esle caso bastará que el ven-
raiz, en el modo posible, se m a n d a que con testimonio de la dedor indio aparezca ante algún juez ordinario á pedir licencia
presente, y antecedentes resoluciones se dé cuenta a fe. M. pa- para hacer la venta; y constándole por alguna averiguación
ra si merecieren su real aprobación, ó q u e su soberana justifi- que es suyo lo que quiere vender, y que no le es dañoso ena-
cación se digne aplicar las mas aptas sabias providencias que genarse de ello, le dé licencia, interponiendo su autoridad en
estime convenientes á tan importantes fines .-Martín de Ala la escritura que el comprador otorgare, siendo mayor y capaz
,jorga.—Diego Antonio Fernandez para Madrid.
el efecto.''

" C o n c u e r d a con la copia del superior decreto á que hace re-


lación, y obra en el legajo de documentos de esta escribanía CAPÍTULO XIII.
mayor de gobierno de mi cargo, á que m e refiero, de donde en
cumplimiento del superior decreto de 24 del pasado, proveído L>K L A S M E D I O A S A S R A R I A S , S F . 6 U N LA O R O R N A N Z A DF.
en el expediente de nulidad de la venta del rancho de Pena 2 5 DR R N R R O P E 1574.
Blanca, que hicieron los naturales del pueblo de Cochiti que
se remite á la real audiencia de Guadalajara, para que obre en
Ordenanza mandada observar por el Exmo. Sr. D. Martin
el superior tribunal, hice sacar y saqué el presente en México
Enriquez, virey que fué de esta Nueva-España, entre otras
á 2 de Noviembre de 1816.—Francisco Arteaga."
que constan recopiladas, á 25 de Enero del ano de 15/4,
ante Juan de la Cueva.
" E s copia que esta real audiencia m a n d ó imprimir para
q u e se circule y publique y observe en todos los pueblos de su Q,ue por cuanto no estar bien declarado en las Ordenanzas
distrito. Guadalajara, Abril 19 de 1 8 1 7 . — R a f a e l Cuentas: que h a s t a ahora se h a n hecho, la distancia de tierras que han
de tener las estancias de ganados mayores y menores se po-
Y concluye este capítulo llevando á continuación la ley 27, drían recrecer pleitos .y otros inconvenientes, atento á lo cual
tit. VI, lib. 1, de la Recopilación de ludias, cuya inteligencia declaro, ordeno y mando: Q.ue las estancias de que hasta aquí
fija la instrucción preinserta, y cuyo tenor es el siguiente. se han hecho merced y se hiciere de aquí adelante, las que
fueren para ganado mayor tengan tres mil pasos de marca de
( E L R E Y D. F E L I P E II EN A R A N J U E Z A 2 1 D E á cinco tercias de á vara cada paso, en cuadra de linde a lin-
M A Y O D E 1571.) de, ó mil quinientas á cada parte del asiento de la casa: y las
de ganado menor tengan dos mil pasos de la dicha m a r c a en
Manda que los indios puedan vender sus haciendas cuadra de linde á linde, ó mil pasos del asiento y casa a cada
con autoridad de justicia. parte; y el asiento sea conforme á los títulos, y 110 se asiente
estancia de ganado mayor, si no fuere que haya tres mil de
" C u a n d o los indios vendieren sus bienes raices y mueble?, los dichos pasos de la u n a casa á la otra, y dos mil de la de
tráiganse á pregón en almoneda pública, en presencia de la ganado menor; de manera que para efecto de no hacer corral
justicia, los raices por término de treinta dias, y los muebles ni m a j a d a nadie en el distrito de la estancia del otro, se lia de
por n u e v e dias; y lo que de otra forma se rematare, sea de nin- entender que á cada sitio de estancia de ganado mayor le per-
gún valor ni efecto; y si pareciere al juez, por justa causa, tenecen mil quinientos de los dichos pasos, por todas partes
abreviar el término en cuanto á los bienes muebles, lo podrá desde el asiento de la casa; y á la estancia de ganado menor
hacer. Y porque los bienes (pie los indios venden ordinaria- mil, en las cuales ninguno otro puede, hacer majada 111 corral.
mente, son de poco prec'o, y si en todas las venias hubiesen Y cuando estuviere a l g u n a estancia sola, guardando a la otra
de preceder estas diligencias, seria causarles tantas costas, co-
pertenecerle desde las casas, á la de g a n a d o mayor mil qui-
estancia do ganado mayor, mil quinientos pasos á todas partes nientos de los dichos pasos, y á la de menor mil á todas par-
de la dicha casa y asiento, y lo demás (siendo sin perjuicio) tes de las casas y asientos, y en el distrito fué lo mismo que
se pueda proveer e n otro. E ninguna persona que tuviere estaba proveído por el dicho virey con que guardados los di-
merced sea osada d e tomar mas tierras y so pena de perdi- chos pasos treinta (1), sin perjuicio que se pudiese proveer y
miento de tal estancia, la cual luego se le derribe y saque el hacer merced de ello; y a u n q u e por la dicha Ordenanza, por
ganado á su costa, y p a g u e cincuenta pesos de minas, aplica- mí ésta quedó claro y entendido renovar la Ordenanza del di-
dos según dicho es; y esta razón se asiente en las mercedes cho m u y ilustre viso rey en cuanto se m a n d a b a por ella, que
que de aquí a d e l a n t e se hicieren, en las cuales y en las que á las estancias que estuviesen solas se les guardase tres mil
están hechas, las justicias tengan cuidado que se reguarde lo pasos á la de mayor, y dos mil á la de menor, sin que dentro
susodicho." de ellas poderse hacer merced de tierras para labor, pues m a n -
dé que guardando la de mayor mil y quinientos pasos, y á la
de menor mil, en lo demás se pudiese proveer y hacer merced
C A P Í T U L O XIV. algunas personas. H a n puesto duda en la dicha declaración,
y trata de pleito sobre ella, atento á lo que para lo remediar,
De las medidas agrarias, según las ordenanzas del Sr. virey 110 embargante que como dicho es, está declarado, para que
Enriquez del año de 1580, y -providencia que las confirmó. en nada se pueda haber la dicha duda y hacer los dichos plei-
tos si es necesario, declaro que las estancias que estuvieren
D. Martin E n r i q u e z de Almanza, &c. Por cuanto el muy proveídas ó se proveyesen de aquí adelante, les pertenece y
ilustre marqués de Falces, virey y gobernador que fué en esta ha pertenecer á la de ganado mayor mil y quinientos de los
Nueva-España, teniendo consideración á que 110 habia ley ni dichos pasos á todas partes desde la casa y asientos de tal es-
ordenanza por d o n d e se declarase el distrito que habían de te- tancia, y á la de menor mil, dentro de los cuales no se pueda
ner los sitios de estancias para ganados mayores y menores proveer y hacer merced de las dichas tierras y estancias, y
q u e se provean, é do que se hacia merced en esta Nueva-Es- valgan las que estuvieren proveídas. E n el dicho dia 25 de
paña, y si alguna declaración será hecha, y por el cabildo de Enero de 1574 que hizo la dicha ordenanza con que si se pro-
esta ciudad de México, é que. 110 habia tenido facultad para veyesen estancias en el asentar, se h a y a de guardar desde las
hacer ordenanza e n semejantes casos, ni para fuera de la di- casas de la una estancia á la otra tres mil, é los dichos pasos
c h a ciudad, en 19 d i a s del mes de Setiembre, del año pasado siendo de ganado mayor, y dos mil siendo menor, con que el
de 1567 años hizo ordenanza cerca del distrito, y que habían pasto ha de ser con merced, conforme á lo que S. M. tiene pro-
de tener las dichas estancias de ganado mayor y menor que veído y mandado, y esto se guarde y cumpla, sin embargo de
se habían dado y e n adelante se diesen en esta Nueva-Espa- otro cualquier que esté proveído sobre el caso, lo cual en cuan-
ña, por la que o r d e n ó y mandó, que desde una estancia de ga- to es contrario á esto lo suspendo y revoco, y mando 110 se use
nado mayor tuviese tres mil pasos de marca de á cinco tercias de ello. Fecho en México, á 18 dias del mes de Junio de 1580
de vara cada paso del asiento y casa de la tal estancia, al a ñ o s . — D . Martin Enriquez.—Por m a n d a d o de S. E . — J u a n
asiento y casa ele la otra, y en las estancias de ganado menor de Cueva.
dos mil de los d i c h o s pasos; é si acaeciese estar alguna estan- E s copia. México, 30 de Abril de 1842.—Cubas.
cia sola, que 110 tuviese por todas partes estancias con quien
lindar, y cerca de ellas se pidiesen tierras para labor, se guar- ( 1 ) A q u í parece q u e se puso por e r r o r treinta pasos en l u g a r tic tres
dase á las tales estancias y los dichos dos mil pasos á la de mil q u e debe h a b e r de la casa y asiento de u n sitio de g a n a d o m a y o r a
menor, y tres mil á la de mayor, desde las casas y asientos, la casa y asiento de otro sitio contiguo, también de g a n a d o m a y o r ,
como si se h u b i e r a n de dar ó proveer á dichas estancias, b
despues en 2 5 d i a s del mes de Enero del año de 1574, por mí
se hizo otra O r d e n a n z a en la dicha razón, declarando que las
dichas estancias se entendiesen habían de tener cada una y
de ganado menor á otra estancia, hubiese dos mil pasos de los
PROVIDENCIA CONFIRMATORIA 1)E fcA O R B E N A N Z A D E L SR. dichos; y si acaeciese hacer merced de alguna estancia sola,
E N R 1 Q U E Z , D E L ASO D E 1 5 8 0 . que no hubiese por otras partes otras estancias con quienes
lindase, ó su linde, se pidiesen tierras de labor, atento á que
D. Alonso Manriquez, <fcc— H a g o saber á vos, alcalde ma- eran mas perjudiciales por quitar el pasto á los ganados, se
yor del pueblo de Q,uerétaro, que por parte de D. Lope de So- les guardasen en las dichas estancias de ganado mayor los
ria y de Monzo de Estrada, me lia sido liecba relación que tres mil pasos, y las de menor los dos mil desde las casas y
ellos tienen abajo del puerto que llaman de Maya, en el valle asiento de ellas, dentro de los cuales no se pudiese hacer mer-
de S. J u a n , dos sitios de ganado mayor, que el uno vende á ced, ni dar tierra, despues de lo cual el virey D. Martin Enri-
F u e n t e de Cuervo, y el otro abajo del dicho puerto, y que los quez á los 18 de Junio del año pasado de 1580, declaró haber
herederos de Alonso Larios tienen otro sitio que llaman del de pertenecer por distrito á cada estancia de ganado mayor
Mexquite. P a r a el que recogen el g a n a d o para dar el rodeo mil quinientos pasos á todas partes desde la casa y asiento de
desde los dichos dos sitios suyos en su perjuicio, y que para la tal estancia, y á la de ganado menor mil, y que fuera de es-
que esto cese, conviene y es necesario se notifique á los dichos te distrito se pudiese hacer merced de tierras para labor, no
herederos y á sus gentes y criados con graves penas, cuan- embargante lo proveído por Ordenanza de dicho m a r q u é s de
do recojan ganado ninguno fuera del término de los tres rail Falces, del cual f u é suplicado por el cabildo, justicia y regi-
pasos de su estancia mayor, será recogerlo dentro de los sitios miento de esta ciudad, y se me ha pedido que atento á que
q u e á ellos pertenece; porque con esto cesarán los fraudes y consta que es mucho m a s dañoso cerca de las estancias, ha-
otros inconvenientes que de ellos se siguen, y las pendencias ciendas y laboríos que no otras estancias, así por quitarse los
que se sucedían en los criaderos de las unas estancias y las pastos á los ganados, como por ser forzoso hacer daño, y ha-
otras, y m e pidieron así lo mandase proveer, é porque como bérselos de pagar, lo cual cesaba con las estancias que estu-
sabéis por el Illmo. virey D. Martin Enriquez, se hizo Or- viesen á la linde por ser los pastos comunes, mandase se guar-
denanza, y por la que declaró los límites y pasos que á cada dasen en las mercedes que se hiciesen de tierras y labores la
estancia de ganado mayor y menor perteneceria, su tenor de Ordenanza hecha por el dicho m a r q u é s de Falces; y por mí,
la que es el que sigue á que la Ordenanza usa en 18 de Junio visto por la presente, declaro las dichas Ordenanzas en esta
de 1580 años. manera: Q,ne la estancia de ganado mayor tenga de distrito
E s copia. México 30 de Abril de 1842.— Cubas. desde el asiento y edificio de la dicha estancia y casa, mil qui-
nientos pasos de marca á todas partes, y á la de ganado me-
nor mil por la misma forma, y de aquí adelante en las estan-
cias que estuvieren solas y no á linde de otras, desde cumpli-
CAPÍTULO XV. dos los mil quinientos pasos, á la estancia de ganado mayor,
medidos desde la casa como dicho es; desde el alietide de don-
De las medidas agrarias, según la ordenanza de 1589, por de llegare, se guarden otros mil quinientos pasos; y á la estan-
cia de ganado menor, medidos los dichos mil pasos desde la
el Exmo. &'/•. D. Alvaro Manriquez.
casa de asiento, se les guarden otros mil, dentro de loe cuales
no se ha de hacer merced de tierras n i n g u n a para labor, sino
D. Alvaro Manriquez, &c. Por cuanto el marqués de Fal-
que quede libre para pastos de los dichos ganados, con que las
ces, siendo virey y gobernador de esta Nueva-España, en 19
mercedes que hasta hoy estuvieren hechas, no se haga en ellas
de Setiembre del año de 1567, hizo Ordenanzas acerca del dis-
novedad, quedando en el estado que al presente están, lo cual
trito que habían de tener las estancias de ganados mayores ó
se guarde y cumpla de aquí adelante, como dicho es, y los
menores q u e se proveían y hacían merced cu esta Nueva-Es-
justicias de S. M. lo hagan así guardar y cumplir, y que no
paña, en la cual mandó, que del asiento de una estancia de
se vaya contra ello, lo cual se pregone públicamente en la pla-
g a n a d o m a y o r á otra hubiese tres mil pasos de marca de á
za pública de esta ciudad, para que venga á noticia de todos.
cinco tercias cada paso; y de la casa y asiento de la estancia
F e c h a en México, á 10 (le J u n i o de 1589 a ñ o s . - E I marqués- y época de algún derecho que nos pertenece, á diferencia de
Por m a n d a d o de S. E . - J u a n de Cueca, escribano, de ca- las demás especies de títulos que suponen el primero, y no
mara!—Sacado del libro de gobierno y c o r r e g i d o . - ^ « * de son mas que sus consecuencias, es indispensable consultarlos
Tovar Godines. de preferencia para hallar, aclarar y obsequiar la justicia y ac-
ciones (pie se ventilen ó quieran reconocerse entre los propie-
tarios, arrendatarios ó usufructuarios de tierras y aguas en los
casos mas frecuentes.
C A P Í T U L O XVI. Mas volviendo á ocupamos de la manera con que hoy de-
ben practicarse estas diligencias, y sin dar modelo para la re-
De la práctica judicial que se observará en la mensura y des- solución ó sentencia en que se m a n d e verificar la mensura ó
linde etc. de las tierras. deslinde, tanto porque varían en cada caso particular, según
sus circunstancias peculiares, como porque esto corresponde á
No es este el lugar donde p u d i é r a m o s tratar de la importan- los jueces de primera instancia y mas aún á los tribunales su-
cia legal y diferentes especies d e l título ó escrito autentico con periores, comenzaremos por el auto en que se manda ya prac-
a u e seenn las leyes se acredita el derecho de la propiedad, o ticar la operacion, para lo que puede servir el siguiente primer
en cuya virtud poseemos a l g u n a cosa. Pero en la considera- modelo.
d o n de que sin él, ni la poscsion ni la propiedad se pueden
T s ftcar en derecho de u n a m a n e r a satisfactoria, m tampoco Auto para preparar la mensura 6 deslinde (1).
L pueden practicar bien los reconocimientos, apeo o deslinde
do los terrenos y mercedes d e aguas; y por el México, en tal parte, á tantos de tal mes y tal año.—Visto
con estos títulos á la vista pueden practicarse estas i.npo tan- el auto, ó la sentencia, dictado ó dictada, á tantos de tal mes
tes y delicadas operaciones, y a para evitar litigios, o ya para y año, por el cual el juez ó tal sala de tal tribunal, m a n d ó se
terminarlos en justicia y v e r d a d , diremos no obstante, q u e es practicara tal operacion, cúmplase y ejecútese lo que en él se
de tanta importancia que las escrituras ó títulos de propiedad previene, procediéndose á las consiguientes medidas y dili-
sean perfectamente entendidos, cuanto que si por desgracia se gencias, para lo que las partes presentarán los títulos y demás
echa en ellos menos la forma en que deben serlo, como la al- papeles conducentes, con cuya vista y citación de los colin-
ta de las firmas del juez, e s c r i b a n o ó testigos, la de las partes, dantes se procederá á la información de identidad (si fuere ne-
el relato exacto de las operaciones, sus motivos y objetos, &c., cesaria) y á la vista de ojos de dichas tierras, así como á su
el instrumento será vicioso, producirá las m a s veces d.hciles deslinde ó mensura (según de lo que se tratare). Así el señor
y ruinosos litigios, y no p o c a s resultará que el titulo mismo juez de tal parte lo proveyó y m a n d ó por ante mí el escriba-
es nulo. .
E n esta virtud sigue á continuación un modelo para exten- ( 1 ) E n tal p a r t e , á t a n t o s de tal mes, a n t e el capitan D . F u l a n o , al-
derlos debidamente, a d a p t a d o de la antigua práctica forense, calde ele. p a r e c i ó F u l a n o , receptor de la real audiencia y cancillería de
México, ó F u l a n o , vecino de tal parte, y p r e s e n t ó u n a real provisión de
v suponiendo cu él que la m e n s u r a ó deslinde de terrenos se lia ésta y las fojas a n t e c e d e n t e s , y pidió su cumplimiento. Y por su mer-
m a n d a d o verificar por m a n d a t o ó sentencia de algún tribunal, ced vista, la hubo por p r e s e n t a d a , y puesto en pié destocado, la t o m ó
sin embargo de que también podrá verificarse á pedimento de eri sus manos, besó y puso sobre su c a b e z a con el a c a t a m i e n t o y r e v e -
u n a sola parte, ó por c o n v e n i o amistoso y extrajudicial de dos rencia debida, y m a n d ó se g u a r d e , c u m p l a y ejecute, y en su c o n f o r m é
dad se proceda á las diligencias y medidas q u e en ellas se refieren, y
ó mas al efecto. Igualmente, ponemos al pié algunos mode- p a r a ello esta p a r l e p r e s e n t e los títulos y p a p e l e s y mercedes q u e tuvie-
los, los que para la misma diligencia se acostumbraban antes re, p a r a q u e con su vista y citación de todos sus vecinos, se proceda á la
de nuestra independencia, ó las variaciones que entonces te- información de identidad q u e f u e r e necesaria y vista de ojos de d i c h a s
nían, porque así son sin d u d a todos ó los mas que se puedan tierras, y á las d e m á s diligencias q u e f u e r e n necesarias, á q u e e s t a dis-
p u e s t o su merced á asisiir personalmente; y así lo p r o v e y ó , m a n d ó y
presentar en nuestra república, y porque siendo ellos los ins- firmó.
trumentos originales ó primitivos que contienen la concesion
F e c h a en México, á 10 (le J u n i o de 1589 a ñ o s . - E I marqués- y época de algún derecho que nos pertenece, á diferencia de
Por m a n d a d o de S. E . - J u a n de Cueca, escribano, de ca- las demás especies de títulos que suponen el primero, y 110
m a t a ! — S a c a d o del libro de gobierno y c o r r e g i d o . - ^ « * de son mas que sus consecuencias, es indispensable consultarlos
Tovar Godines. de preferencia para hallar, aclarar y obsequiar la justicia y ac-
ciones (pie se ventilen ó quieran reconocerse entre los propie-
tarios, arrendatarios ó usufructuarios de tierras y aguas en los
casos mas frecuentes.
C A P Í T U L O XVI. Mas volviendo á ocupamos de la manera con que hoy de-
ben practicarse estas diligencias, y sin dar modelo para la re-
De la práctica judicial que se observará en la mensura y des- solución ó sentencia en que se m a n d e verificar la mensura ó
linde etc. de las tierras. deslinde, tanto porque varían en cada caso particular, según
sus circunstancias peculiares, como porque esto corresponde á
No es este el lugar donde p u d i é r a m o s tratar de »» importan- los jueces de primera instancia y mas aún á los tribunales su-
cia legal y diferentes especies d e l título ó escrito autentico con periores, comenzaremos por el auto en que se manda ya prac-
a u e s e s n n las leyes se acredita el derecho de la propiedad, o ticar la operacion, para lo que puede servir el siguiente primer
en cuya virtud poseemos a l g u n a cosa. Pero en la considera- modelo.
d o n de que sin él, ni la posesion ni la propiedad se pueden
jusUfiear en derecho de u n a m a n e r a satisfactoria, tu tampoco Auto para preparar la mensura 6 deslinde (1).
L pueden practicar bien los reconocimientos, apeo o deslinde
do los terrenos y mercedes d e aguas; y por el c o n t r a r i o ¿ México, en tal parte, á tantos de tal mes y tal año.—Visto
con estos títulos á la vista pueden practicarse estas impo tan- el auto, ó la sentencia, dictado ó dictada, á tantos de tal mes
tes y delicadas operaciones, y a para evitar litigios, o ya para y año, por el cual el juez ó tal sala de tal tribunal, m a n d ó se
terminarlos en justicia y v e r d a d , diremos no obstante, q u e es practicara tal operacion, cúmplase y ejecútese lo que en él se
de tanta importancia que las escrituras ó títulos de propiedad previene, procediéndose á las consiguientes medidas y dili-
sean perfectamente entendidos, cuanto que si por desgracia se gencias, pára lo que las partes presentarán los títulos y demás
echa en ellos menos la forma en que deben serlo como la al- papeles conducentes, con cuya vista y citación de los colin-
ta de las firmas del juez, e s c r i b a n o ó testigos, la de las partes, dantes se procederá á la información de identidad (si fuere ne-
el relato exacto de las operaciones, sus motivos y objetos, &c., cesaria) y á la vista de ojos de dichas tierras, así como á su
el instrumento será vicioso, producirá las m a s veces d.hciles deslinde ó mensura (según de lo que se tratare). Así el señor
y ruinosos litigios, y 110 p o c a s resultará que el titulo mismo juez de tal parte lo proveyó y m a n d ó por ante mí el escriba-
es nulo. .
E n esta virtud sigue á continuación 1111 modelo para exten- ( 1 ) E n tal p a r t e , á t a n t o s de tal mes, a n t e el capitan D . F u l a n o , al-
derlos debidamente, a d a p t a d o de la antigua práctica forense, calde etc. p a r e c i ó F u l a n o , receptor de la real audiencia y cancillería de
México, ó F u l a n o , vecino de tal parte, y p r e s e n t ó u n a real provisión de
V suponiendo en él (pie la m e n s u r a ó deslinde de terrenos se lia ésta y las fojas a n t e c e d e n t e s , y pidió su cumplimiento. Y por su mer-
m a n d a d o verificar por m a n d a t o ó sentencia de algún tribunal, ced vista, la hubo por p r e s e n t a d a , y puesto en pié destocado, la t o m ó
sin embargo de que también podrá verificarse á pedimento de eri sus manos, besó y puso sobre su c a b e z a con el a c a t a m i e n t o y r e v e -
u n a sola parte, ó por c o n v e n i o amistoso y exirajudicial de dos rencia debida, y m a n d ó se g u a r d e , c u m p l a y ejecute, y en su c o n f o r m é
dad se proceda á las diligencias y medidas q u e en ellas se refieren, y
ó mas al efecto. I g u a l m e n t e ponemos al pié algunos mode- p a r a ello esta p a r l e p r e s e n t e los títulos y p a p e l e s y mercedes q u e tuvie-
los, los que para la misma diligencia se acostumbraban antes re, p a r a q u e con su visla y citación de todos sus vecinos, se proceda á la
de nuestra independencia, ó las variaciones que entonces te- información de identidad q u e f u e r e necesaria y vista de ojos de d i c h a s
nían, porque así son sin d u d a todos ó los mas que se puedan tierras, y á las d e m á s diligencias q u e f u e r e n necesarias, á q u e e s t a dis-
p u e s t o su merced á asisiir personalmente; y así lo p r o v e y ó , m a n d ó y
presentar en nuestra república, y porque siendo ellos los ins- firmó.
trumentos originales ó primitivos que contienen la concesion
no, de que doy fé, ó bien, según fuere preciso. Así yo el juez
sus parages, términos y linderos, y proveer para dichas me-
de tal parte lo resolví y determiné por ante los testigos de asis-
didas lo (pie convenga. Así &c. (Lo mismo que en el ante
tencia, con quienes actúo por falta de escribano.
rior modelo.)
Notificación.
Información ele identidad.
Y luego incontinenti: Y o el escribano notifiqué el anterior
Y luego incontinenti: Dicho día, para proceder á la informa-
auto á F u l a n o de lal en su persona que conozco, y habiéndolo
ción de identidad (pie está m a n d a d a recibir, compareció ante el
oido y entendido, dijo: que en su conformidad exhibe los títu-
señor juez un hombre que dijo llamarse Fulano, y ser vecino de
los y papeles de la hacienda ó tierras (pie tiene y posee en es-
esta jurisdicción, de tal ocupación, soltero ó casado, del cual
ta jurisdicción y tierras que le pertenecen, para que conforme
recibí juramento, que hizo por Dios nuestro Señor y la S a n t a
á ellos y sus mercedes, se proceda á las medidas de las tierras
Cruz en forma, bajo del cual ofreció decir verdad; y siendo pre-
que en ellos se declara, y esto dió por su respuesta, y lo firmó,
guntado (¡>or medio de intérprete si fuere necesario) por el co-
ó 110 firmo porque dijo no saber, de que doy fé.—Fulano, es-
nocimiento de las tierras, parages, términos y linderos pertene-
cribano.
cientes á la hacienda ó rancho de dicho Fulano, dijo: que ha
Nota.—Antes de proceder á la información de identidad, se tantos años es vecino originario de esta jurisdicción, y tiene par-
pasará á citar á los circunvecinos, y si hubiere pueblos inme- ticular conocimiento de los terrenos de que se trata, y por lo
diatos, á los gobernadores ó alcaldes d j ellos, mediante el in- mismo sabe (pie las tierras pertenecientes á la hacienda ó ran-
térprete del lugar, siempre que se trate de bienes que perte- cho de Fulano, son en tal parage y tienen por linderos lal y tal
nezcan á la comunidad; y fecho, proveerá este auto, si nece- señal, las cuales ha visto y reconocido m u c h a s y diversas ve-
s.vrio fuere. ces, y sabe que son y pertenecen á dicha hacienda ó rancho, y
que los causantes del dicho F u l a n o y el susodicho, y c a d a uno
Auto mandando recibir información de identidad y practicar en su tiempo, las han estado poseyendo, labrando y cultivando,
vista de ojos. ó pastando en ellas sus ganados mayores ó menores; y que pa-
ra prueba ó asentamiento de lo que tiene dicho, está presto á ir
México, &c. (1)—Visto lo m a n d a d o por el auto, ó decreto, á dichas tierras con el presente señor juez, y señalarle los pa-
que va por principio de estas diligencias, y habiendo visto los rages, términos y linderos donde llegan; y que esto que lleva
papeles, mercedes é instrumentos presentados por F u l a n o de dicho es la verdad por el juramento que fecho tiene, en que se
tal, en virtud de la notificación que se le hizo, por los cuales afirmó y ratificó: declaró ser de edad de tantos años, y que las
consta el que dicha su hacienda ó rancho, se compone de tan- generales de la ley no le locan, y lo firmó, ó no firmó porque
tos sitios ó caballerías de tierra, debajo de los términos y lin- dijo no saber, ante mí, de que doy fé.—(Si el testigo fuere in-
deros que en ellos se expresan, para proceder á las medidas dio, ha de firmar también el intérprete.)
que esta parte pide, ó están m a n d a d a s ejecutar, recíbase infor- Nota.—En esta forma se examinará el número de testigos
mación de identidad, y los testigos que se examinaren se en- que se creyere bastante á aclarar suficientemente dicha iden-
tienda ser los m a s ancianos y que tuvieren conocimiento de di- tidad; y conclusa la información, se pasará con los testigos,
chas tierras, sus términos ó linderos; y fecho, hágase vista de partes interesadas y circunvecinos que se hallaren en la vista
ojos de ellas, a c o m p a ñ á n d o m e para dicho efecto los testigos de ojos, como está mandado, la cual se asentará en la forma
que hubieren depuesto, para que me señalen las dichas tierras, que adelante se expresa.

(1) Antiguamente esta diligencia se proveía por solo el escribano VISTA DE OJOS.
receptor, y se encabezaba por lo regular así: "En tal parte, á tantos de.
tal mes y tal aíío, yo Fulano de tal, escribano receptor, en conformidad
de lo mandado por la real provisión que vapor principio etc."—El mis- Llámase en el foro vista de ojos ó inspección ocular, el exá-
mo escribano recibía la información de identidad. men ó reconocimiento que hace el juez por sí mismo de la cosa
del Norte hasta un cerro, árbol ó parage que llaman tal cosa,
litigiosa para juzgar con mas acierto. Suele hacerse en los plei-
donde me demostraron tal y tal señal, y desde allí se prosiguió
tos sobre términos de pueblos y heredades, edificios ruinosos, y
el reconocimiento y vista de ojos de dichas tierras por el Orien-
otros en que las partes la piden ó el juez la m a n d a hacer de
te, caminando por tal parte hasta llegar por otro parage que
oficio para mejor proveer; bajo el concepto de que este género
otros testigos dijeron nombrarse tal cosa, y ser término y lin-
de prueba se admite cu cualquier estado de la causa, a u n q u e
dero de otras tierras; y desde dicho parage se prosiguió dicha
sea despues de la conclusión (1). Cuando la cosa sobre que ha
vista de ojos, caminando hasta la parte del Sur, hasta llegar á
de caer la inspección pide conocimientos facultativos, el juez
una barranca pequeña, peñasco ó arboleda, ó lo que fuere, que
necesita acompañarse de peritos nombrados por las partes, ó
dichos testigos dijeron tener por nombre tal cosa y ser asimis-
por él mismo, si las partes 110 lo hicieren: hace que se notifique
mo lindero de dichas tierras, desde donde se prosiguió cami-
el nombramiento, los cita para que acepten el encargo y juren
nando á la parte del Poniente, hasta llegar á un arroyo, rio ó
cumplirle fielmente; les señala dia y hora para hacer el reco-
pueblo, ó lo que fuere, que dichos testigos dijeron ser el último
nocimiento; manda dar aviso á tas partes para que asistan á él
de las tierras pertenecientes á la hacienda ó rancho del dicho
si quieren; y luego procede al acto, asistido siempre del escri-
Fulano, cuyos parages, yo el juez, con mi escribano ó testigos
bano y los peritos que e x a m i n a n el asunto litigioso y extienden
de asistencia, vi y reconocí, llevando conmigo los títulos, pa-
sus declaraciones, las cuales se entregan al juez si hubiere dis-
peles y mercedes presentadas; y cotejando dicho reconocimien-
cordancia entre ellas.
to con ellas, hallé por cierta la identificación de dichas tierras,
Cuando el asunto no exige conocimientos facultativos, el juez según y como lo declaran dichos testigos. Y para que consten,
nombra testigos, y á su presencia procede á practicar el reco- lo pongo por diligencia, y lo firmé con todos los que de los su-
nocimiento con citación de las partes. Ejecutado esto en uno sodichos supieron firmar, de que doy fé, siendo testigos (poner
ó en otro caso con las i n d i c a d a s formalidades, el escribano lo tres) y firmaron todos los que supieron y el señor juez.
pone por diligencia, y autorizado el acto por los que h a n inter- Siendo el objeto de esta diligencia fijar algún hecho dudoso,
venido en él, se une á los autos, y forma una prueba m u y apre- nunca se recomendará bastante la escrupulosidad mas rigorosa
ciable. en observar bien los hechos y en describirlos con toda claridad
y exactitud.
Práctica judicial de la vista de ojos, y forma de-ex tender la
diligencia de este acto. Objeto y fin del nombramiento de medidores ó peritos, y for-
ma de esta diligencia.
E s t a n d o en el campo, en el p a r a g e que se llama tal, término
de tal pueblo ó ciudad, en tantos de tal mes y tal año, yo, el Llámanse peritos, los prácticos ó versados en alguna ciencia,
juez N., con los testigos e x a m i n a d o s por mí en la información arte ú oficio. Cuando para la decisión de un asunto litigioso
antecedente, y presentes el d i c h o Fulano, dueño de las tierras, se necesitan conocimientos facultativos, han de nombrar las
y F u l a n o y Sutano, sus circunvecinos, procedí á ver y recono- partes dos peritos que hagan el exámen ó reconocimiento, y rin-
cer la tierra de dicha h a c i e n d a ó rancho, con objeto de averi- dan su declaración en caso que los h a y a en el pueblo, y si al-
guar, <fcc. ( A q u í deberán expresarse con mucha exactitud y g u n a no quisiere nombrar por si, le nombra el juez de oficio por
claridad el objeto de la diligencia y los hechos sobre que ésta su rebeldía; pero si no hay mas que uno, será suficiente y se
se verse.) Y puesto á caballo en compañía de todas las partes deberá estar á su aserción, excepto en las cosas a r d u a s y de
y testigos referidos, m a n d é á éstos me señalasen los parages, entidad, en las cuales se deben buscar dos, á no ser que las
términos y linderos de ellos, según las señales que han decla- partes se conformen en uno. Hecho y notificado el nombra-
rado en s u s deposiciones, y e n s u conformidad guiasen á la parte miento, se les recibe juramento por el juez ó escribano, con ci-
tación de partes, de que desempeñarán su encargo con hdeli-
dad y exactitud, y dirán la verdad como la conciban, según su
( 1 ) S e entiende, q u e d e s p u e s d e h a b e r a l e g a d o las p a r t e s ó conclui-
inteligencia, sin causar agravio á ninguno de los interesados.
do p a r a la sentencia, lo q u e no e s lo mismo q u e d e s p u e s de finado el jui-
cio, como silben los juristas.
Luego proceden á la vista ocular, examen ó reconocimiento de marse el tercero con el parecer de uno de los otros, sin dar dic-
la cosa litigiosa, los dos juntos ó cada uno por separado á pre- tamen separado; porque habiendo unanimidad en el nombra-
sencia del escribano y del juez, si fuere conducente, y siempre miento, se infiere que los interesados eligieron al tercero para
con citación de las partes por si quisieren asistir como pueden decidir como arbitrador sobre el parecer discorde de los demás;
hacerlo; y para que depongan con justificación y pleno conoci- pero si fuere nombrado por el juez, podrá disentir del dictámen
miento, se Jes han de poner de manifiesto, siendo preciso no so- de los primeros, dando el suyo separadamente.
lo los autos, sino también los documentos producidos en ellos. Siendo muchos los peritos, y estando discordes, se ha de dis-
Practicado el reconocimiento, hacen sus declaraciones ante el tinguir de casos para saber á quiénes deberá darse crédito.
escribano que las extiende en los autos, ó bien se las presentan Cuando son desiguales en número é iguales en aptitud, se ha
por escrito, y en ambos casos se pasan al juez para que las de seguir el parecer del mayor número. Cuando hay mayor
apruebe. Si los peritos 110 se convinieren, se nombrará un ter- pericia en unos que en otros, y discrepan en igual número, de-
cero en discordia por las mismas partes, ó bien por el juez, en be preferirse el voto de los mas inteligentes. Cuando h a y igual-
caso de que sobre este punto hubiere desavenencia entre ellas, dad así en el número de los discrepantes como en la pericia, se
y se les exhibirán las declaraciones de los primeros, á fin de que debe seguir el dictámen de los que favorecen á los que en jui-
en vista de todos se conforme con la que sea mas arreglada. cio hacen la parte de reo. Si fueren varios los peritos que con-
Los peritos h a n de tener conocimiento en la materia, probi- tradicen á uno solo, a u n q u e éste tenga mas pericia, ha de creer-
dad, buena opinion y las demás circunstancias que se exigen se á aquellos. Finalmente, cuando uno es mas anciano y prác-
para testigo mayor de toda excepción. Los peritos pueden ser tico que el otro, debe seguirse el dictámen del primero. No
obligados á aceptar el encargo cuando son públicos y no tienen pueden los peritos delegar á otro su comision, porque habiendo
impedimento ni excusa legítima; pero si fueren elegidos por las sido elegidos por sus calidades personales, y jurando que des-
partes, solo podrán ser competidos en el caso de que no haya empeñarán su cargo según su leal saber, es claro que ellos, y
en el pueblo otros igualmente idóneos é imparciales; mas de no otra persona, son los que deben ejecutarlo.
todos modos, despues de aceptado el encargo, no pueden pres-
cindir de su desempeño. Auto para nombrar medidores.
Los peritos nombrados por el juez, pueden ser recusados ba-
jo el mero juramento de que se les tiene por sospechosos, pro- México, &c. (1).—Vistas las diligencias practicadas ó el auto
testando no proceder en ello maliciosamente ni con intención ó decreto recibidos, &c., procédase á practicar las medidas de
de injuriarlos, excepto en el caso en que el juez los nombre por que se trata, á cuyo efecto notifiquese al dicho F u l a n o (y si
contumacia ó rebeldía de los interesados, pues entonces se ne- hubiere otras partes interesadas, decirlo), nombren medidores
cesita alegar causa para recíisarlos. Los peritos nombrados de que sean inteligentes en materia de medida, y los que así nom-
común acuerdo por las mismas paites, no podrán ser recusa- braren, parezcan, acepten y juren. Así lo mandó, &c.
dos por ellas, porque en el hecho de haberlos elegido, es visto
que aprobaron su idoneidad, á menos que sobrevenga despues Notificación.
del nombramiento, ó de nuevo se sepa y prueben alguna justa
causa de recusación. Lo mismo sucederá si cada uno de los E l mismo dia, mes y año, arriba citado, yo el escribano, leí
interesados nombrare su perito, el cual no puede ser recusado y notifiqué el auto anterior á F u l a n o de tal, que conozco^ y ha-
por la otra parte, por cuanto debe haber igualdad entre ellos, y biéndolo oido y entendido, dijo: lo oye, y que nombra por s u
les queda el medio de recurrir á un tercero en discordia. El parte por medidor para estas medidas á Fulano, vecino de tal
tercero en discordia puede ser recusado, con tal que se alegue parte, persona inteligente y de su confianza, á quien se le no-
justa causa posterior ó anterior al nombramiento, probándose tifique parezca, acepte y jure, y se proceda á dichas "medidas
que la ignoraba el recusante.
Cuando los primeros peritos y el tercero en discordia han si- (1) E s t a s diligencias, así como las de aceptación, j u r a m e n t o y desig-
do nombrados únicamente por los interesados, habrá de confor- nación de dia, se p r a c t i c a b a n antes por el escribano receptor.
como está mandado: esto dió por su respuesta, y lo firmó ó no ra de medir de cuatro palmos castellanos (1); y con efecto, los
firmó por haber dicho q u e no sabe escribir: de ello doy fé. susodichos en mi presencia midieron u n cordel torcido y ence-
Nota.—En esta forma se h a r á n las demás notificaciones á rado y bien tirado, con u n a vara mexicana, sellada en toda for-
los interesados si los hubiere, y si nombraren otros medidores, ma, h a s t a el número de cincuenta varas, la cual medida se
se expresarán sus nombres, y se procederá á la aceptación y hizo fiel y legalmente á vista, ciencia y paciencia de todos los
juramento siguiente: interesados y circunvecinos, en cuya atención m a n d o se ponga
por diligencia y se proceda á dichas medidas como está man-
Aceptación y juramento. dado; y para que conste así, lo certifico, y lo firmé, siendo tes-
tigos (se deben poner tres) y otras muchas personas que se ha-
E n tal parte, á tantos d e tal mes y año, ante m í el presente llaron presentes.—Siguen las firmas.
juez, ó ante el señor juez, se leyó y notificó el auto anterior y
nombramiento de medidores á F u l a n o y Sutano, vecinos de tal Medida de las tierras.
parte en sus personas q u e conozco; y habiéndolo oido y enten-
dido, dijeron que aceptan dicho cargo de tales medidores, y ju- E s t a n d o en el campo y tierras pertenecientes á la hacienda ó
raron á Dios N. S. en f o r m a de derecho, de que usarán bien y rancho de Fulano, hoy lunes, ó el dia que fuere, tantos de
fielmente dicho cargo á todo su leal saber y entender, y que tal mes y tal año, yo el juez de estos autos, presentes las partes
harán dichas medidas fiel y legalmente como es de su obliga- interesadas y circunvecinas, m a n d é que F u l a n o y Sutano, me-
ción, sin dolo, fraude, ni engaño contra n i n g u n a de las partes: didores nombrados por las partes, procediesen á la medida de
esto dijeron por su respuesta, y lo firmaron: de que doy fé. tantos sitios y caballerías de tierra que tocan y pertenecen á la
hacienda ó rancho de Fulano, según las medidas y títulos pre-
Auto en que se asignará, dia para las medidas. sentados, en cuyo obedecimiento, habiendo vuelto á medir y
reconocer el cordel, dieron principio á dicha medida desde el
parage que llaman tal cosa, que mira y está á la parte del
México, &c.—Vista la aceptación y juramento fecho por Fu-
Oriente, mirando al Norte, y se llegó con cuarenta varas cin-
lano y Sutano, medidores nombrados para dichas medidas, pa-
cuenta cordeles hasta tal y tal cosa, y desde allí se prosiguió
ra proceder á ellas se señala el dia lunes, martes ó el que fuere,
dicha medida para la derecha del Norte hacia el Poniente has-
tantos del corriente, á las seis de la mañana, lo c u a l se haga sa-
ta u n a barranca, ó cerro, ó lo que fuere, en que hubo tantos cor-
ber á las partes y medidores, así como á los colindantes ó cir-
deles, y desde dicha parte que mira al Poniente corriendo para
cunvecinos. - Así, &c.
Nota.—Este auto se h a r á saber á las partes interesadas, me- (1) E s t e modo de medir el cordel con el que se verifican las medidas,
didores y demás circunvecinos, asentando la notificación y ci- está e n t e r a m e n t e a r r e g l a d o á la práctica y a u n á las disposiciones l e g a -
taciones como va prevenido; despues de lo que el dia señalado les, y es u n a de las c a u s a s á que d e b e n airibuirse los g r a v e s errores de
se procederá á la diligencia de medida. casi todas n u e s t r a s medidas a g r a r i a s . L a poca exactitud de l a v a r a q u e
se t o m a como padrón, y la dificultad de medir e x a c t a m e n t e sobre ella la
cuerda, h a c e n q u e esta resulte inexacta; y como a d e m a s el hilo o me-
Medida del cordel. c a t e se c o n t r a e ó se dilata por el uso q u e se hace, y el estado de la tem-
p e r a t u r a , resulta g e n e r a l m e n t e q u e la medida es m a l a . P a r a evitar este
inconveniente gravísimo, los agrimensores v e r d a d e r a m e n t e científicos
E n tal parte, á tantos d e tal mes y año, estando en las tier- u s a n de c a d e n a s e x a c t a m e n t e medidas y construidas de modo q u e su di-
ras de la hacienda ó r a n c h o perteneciente á D. F u l a n o de tal, mensión no se altere, las que, en caso necesario, p o d r á n volver á medir-
el juez N., el susodicho y demás partes interesadas y circun- se delante de las p a r t e s y del juez por los medios científicos propios p a r a
vecinos á dichas tierras (los que se expresarán c a d a uno por ello; debiendo decirse q u e en este y en los d e m á s particulares de la a g r i -
su nombre), hice parecer ante mí á F u l a n o y F u l a n o , medido- mensura, entre tanto q u e no se den leyes de a c u e r d o con los a d e l a n t o s
q u e h a n hecho las ciencias exactas, todo q u e d a n a t u r a l m e n t e á la discre-
res nombrados, á los c u a l e s m a n d é encerar un cordel de hilo ó ción y habilidad del perito, c u y a elección es por la mismo de la m a y o r
mecate que llaman j e n i q u é n , y midan cincuenta varas con va- importancia.
e l Oriente vertientes al Sur, se llegó al mismo parage con tan- tradicciones y recados que presentaren á la superioridad, noti-
tos cordeles (1), de manera, que reguladas por dichos medido- ficando á las partes ocurran á ella á deducir sus acciones y
res; declararon estar el dicho F u l a n o enterado de las tierras derechos como les convenga.
que le corresponden á su hacienda, según la merced ó título
que tiene de ellas, quedando dicho sitio ó caballerías en forma
de cuadros, sin que se perjudicase á tercero, por lo cual mandé
se fe apercibiese al dicho Fulano, que para permanencia y cla- CAPITULO XVII.
ridad de los linderos que van expresados, hiciese á su costa y
mención unos mogotes ó mojoneras de piedra y cal, y altura Juicio de apeos.
de mas de vara, para que en todo tiempo conste, y se observen
y guarden por términos y linderos de sus tierras por los demás Como está indicado en el anterior capítulo, las medidas que
circunvecinos á ellas; y de haberse ejecutado dichas medidas se practican unas veces por sentencia de los tribunales, pueden
quieta y pacíficamente sin contradicción de persona alguna, otras verificarse por sola la petición de las partes. E n la prác-
me lo pidió por testimonio; é yo el escribano receptor lo doy de tica todos los días se observa esto, y a u n hay una especie de
haber pasado como dicho es, y que dichos medidores declara- medida solicitada por las partes que reconoce su origen en la
ron haber hecho dichas medidas á todo su leal entender y sa- ley, y se llama juicio de apeo. Este, de que se trata en la ley
ber,'sih dolo, fraude, ni engaño, en contra de ninguna persona 17, tít. 17, lib. 10 de la N., tiene lugar cuando uno quiere amo-
ni "dedas partes interesadas, y á mayor abundamiento, ratifica- jonar sus heredades, por haber confundido el tiempo sus linde-
ron el j u r a m e n t o que tienen hecho, y lo firmaron conmigo y los ros: entonces el interesado acude al juez, para que con presen-
demás individuos expresados que supieron, siendo testigos (se cia de los instrumentos que exhibe, se sirva hacer el apeo, ha-
deben poner tres y decir) y otras muchas personas que se ha- ciéndolo saber á los dueños confinantes ciertos, fijando edictos
llaron presentes, firmando las partes que saben, y el juez y es- para los inciertos, que deberán ser de nueve en nueve días, con
cribano. diligencia del escribano de haber puesto uno y quitado otro, y
Ñola.—En el caso de que las medidas se verifiquen por el librando requisitoria para los que se hallen en distinta jurisdic-
mismo juez que las m a n d ó practicar, los modelos antes presen- ción, encargando á todos nombren peritos agrimensores, con
tados no necesitan mas variación que la que indique esta cir- apercibimiento de hacerlo de oficio; añadiendo, que para el mas
cunstancia. pronto cumplimiento, nombra por su parte á F.: todo se hace
poniendo en la forma siguiente u n a pretensión en solicitud
Y debe advertirse, que en cualquier caso, todas estas dili-
del apeo.
gencias se practicarán hasta perfeccionar las medidas: si hu-
Pretensión.—F. de T a l , &c., ante V. como mejor proceda
biere contradictor, se asentará la que hiciere, expresando con
digo: Q,ue me hallo poseyendo tales fincas que no han sido
mucha exactitud su reclamación, y continuando la medida,
apeadas desde el año dando motivo con ello mis antece-
pues la contradicción no impide el progreso de ella, respecto de
sores, á que los dueños contiguos se hayan introducido en ter-
no despojar ai contradictor de la que dijere ser suyo: si presen-
renos de ellas, haciéndome en esto el mas considerable perjui-
tare recaudos, los pondrán con los autos, mandando dar de ello
cio, como lo acreditan los instrumentos que exhibo; por lo que
traslado á la otra parte, y si se formare litigio, se sustanciará
á V. suplico se sirva hacer apeo de las mencionadas heredades,
como juicio ordinario. Adviértese asimismo, que si las medi-
á cuyo efecto nombro por perito agrimensor á F., y m a n d a r se
das dimanaren de superior provisión, las remitirán con las con-
haga saber á los dueños confinantes que puedan ser habidos en
persona, fijando edictos para los ausentes, y librándose requisi-
( 1 ) C o m o c a d a m e d i d a necesita describirse s e g ú n sus particulares toria para los de fuera de la jurisdicción, encargando á todos,
circunstancias, es imposible d a r p a r a ellas u n modelo g e n e r a l : los peri- que siendo notificados, nombren peritos agrimensores con aper-
tos q u e las verifiquen son los únicos que p u e d e n r e d a c t a r este acto, y es cibimiento de hacerlo de oficio; señalando dia, hora y lugar en
inútil r e c o m e n d a r l e s la claridad y exactitud, puesto q u e de ellas depen- que se dará principio: todo lo que es justicia, &c.
de la seguridad de las propiedades.
e l Oriente vertientes al Sur, se llegó al mismo parage con tan- tradicciones y recados que presentaren á la superioridad, noti-
tos cordeles (1), de manera, que reguladas por dichos medido- ficando á las partes ocurran á ella á deducir sus acciones y
res; declararon estar el dicho F u l a n o enterado de las tierras derechos como les convenga.
que le corresponden á su hacienda, según la merced ó título
que tiene de ellas, quedando dicho sitio ó caballerías en forma
de cuadros, sin que se perjudicase á tercero, por lo cual mandé
se fe apercibiese al dicho Fulano, que para permanencia y cla- CAPITULO XVII.
ridad de los linderos que van expresados, hiciese á su costa y
mención unos mogotes ó mojoneras de piedra y cal, y altura Juicio de apeos.
de mas de vara, para que en todo tiempo conste, y se observen
y guarden por términos y linderos de sus tierras por los demás Como está indicado en el anterior capítulo, las medidas que
circunvecinos á ellas; y de haberse ejecutado dichas medidas se practican unas veces por sentencia de los tribunales, pueden
quieta y pacíficamente sin contradicción de persona alguna, otras verificarse por sola la petición de las partes. E n la prác-
me lo pidió por testimonio; é yo el escribano receptor lo doy de tica todos los dias se observa esto, y a u n hay una especie de
haber pasado como dicho es, y que dichos medidores declara- medida solicitada por las partes que reconoce su origen en la
ron haber hecho dichas medidas á todo su leal entender y sa- ley, y se llama juicio de apeo. Este, de que se trata en la ley
ber,'sih dolo, fraude, ni engaño, en contra de ninguna persona 17, tít. 17, lib. 10 de la N., tiene lugar cuando uno quiere amo-
ni ' d é l a s partes interesadas, y á mayor abundamiento, ratifica- jonar sus heredades, por haber confundido el tiempo sus linde-
ron el j u r a m e n t o que tienen hecho, y lo firmaron conmigo y los ros: entonces el interesado acude al juez, para que con presen-
demás individuos expresados que supieron, siendo testigos (se cia de los instrumentos que exhibe, se sirva hacer el apeo, ha-
deben poner tres y decir) y otras muchas personas que se ha- ciéndolo saber á los dueños confinantes ciertos, fijando edictos
llaron presentes, firmando las partes que saben, y el juez y es- para los inciertos, que deberán ser de nueve en nueve dias, con
cribano. diligencia del escribano de haber puesto uno y quitado otro, y
Ñola.—En el caso de que las medidas se verifiquen por el librando requisitoria para los que se hallen en distinta jurisdic-
mismo juez que las m a n d ó practicar, los modelos antes presen- ción, encargando á todos nombren peritos agrimensores, con
tados no necesitan mas variación que la que indique esta cir- apercibimiento de hacerlo de oficio; añadiendo, que para el mas
cunstancia. pronto cumplimiento, nombra por su parte á F.: todo se hace
poniendo en la forma siguiente u n a pretensión en solicitud
Y debe advertirse, que en cualquier caso, todas estas dili-
del apeo.
gencias se practicarán hasta perfeccionar las medidas: si hu-
Pretensión.—F. de T a l , &c., ante V. como mejor proceda
biere contradictor, se asentará la que hiciere, expresando con
digo: Q,ue me hallo poseyendo tales fincas que no han sido
mucha exactitud su reclamación, y continuando la medida,
apeadas desde el año dando motivo con ello mis antece-
pues la contradicción no impide el progreso de ella, respecto de
sores, á que los dueños contiguos se hayan introducido en ter-
no despojar ai contradictor de la que dijere ser suyo: si presen-
renos de ellas, haciéndome en esto el mas considerable perjui-
tare recaudos, los pondrán con los autos, mandando dar de ello
cio, como lo acreditan los instrumentos que exhibo; por lo que
traslado á la otra parte, y si se formare litigio, se sustanciará
á V. suplico se sirva hacer apeo de las mencionadas heredades,
como juicio ordinario. Adviértese asimismo, que si las medi-
á cuyo efecto nombro por perito agrimensor á F., y m a n d a r se
das dimanaren de superior provisión, las remitirán con las con-
haga saber á los dueños confinantes que puedan ser habidos en
persona, fijando edictos para los ausentes, y librándose requisi-
( 1 ) C o m o c a d a m e d i d a necesita describirse s e g ú n sus particulares toria para los de fuera de la jurisdicción, encargando á todos,
circunstancias, es imposible d a r p a r a ellas u n modelo g e n e r a l : los peri- que siendo notificados, nombren peritos agrimensores con aper-
tos q u e las verifiquen son los únicos que p u e d e n r e d a c t a r este acto, y es cibimiento de hacerlo de oficio; señalando dia, hora y lugar en
inútil r e c o m e n d a r l e s la claridad y exactitud, puesto q u e de ellas depen- que se dará principio: todo lo que es justicia, &c.
de la seguridad de las propiedades.
fuera de su orden general, sin que por esto tengan mas valor
Auto.-Con presencia de los instrumentos que esta parte ex- que el que resulta de su exámen, considerándolas como un in-
hibe, hágase el oficio que solicita, para cuyo efecto se tiene por forme de peritos.
nombrado el perito que expresa. Hágase saber a los dueños E n el caso de que la medida no tenga por objeto el amojona-
confinantes eS sus personas; fíjese y líbrese, & c , y se señala miento ni se promueva en un juicio ya instaurado, podrá usar-
para dar principio á este apeo, el día tal, mes y ano, & c , a tal se del siguiente modelo:
hora de su mañana y en tal sitio.
Se cumple con lo contenido en el auto, notificando a los pe- Petición para -practicar una medida sin promover juicio.
ritos n o Z a d o s para que acepten, y hecho
mentó de que cumplirán bien y lealmente su encargo, E l día
Fulano, vecino de tal parte, dueño de hacienda, ó rancho de
e n o u e se ha de hacer, se principia con la diligencia siguiente
labor, de ganado mayor ó menor, como mejor proceda de dere-
" b ü i g e n l a - E n la villa de ¿1, el S , juez, & c por ante mi
cho, parezco ante V. y digo: que como consta de los papeles y re-
el escribano y peritos N. y N., constituyéndose en al parte, si-
caudos que presento con la solemnidad y juramento necesario,
tio señalad^ para principiar el apeo de las heredades pertene-
tengo en dicha mi hacienda ó rancho, por mías propias tantas
c k n t e s á tal fincaf siendo tal hora de la mañana W r e s e n j
caballerías ó sitios de tierra, debajo de los linderos que expre-
cia de los instrumentos presentados por N , dio principio F . al
san dichos títulos, y porque necesito saber, para que en todo
apeo que en efecto se hizo en los términos siguientes, b e po-
tiempo conste, hasta dónde llegan, y si me perjudican ó perju-
S por orden las heredades con sus linderos y demarcaciones
dico á alguno de los circunvecinos, al efecto se ha de servir V.
Si no se ha concluido, se pone por diligencia con protesta de
de mandar, que precediendo las diligencias acostumbradas de
continuar el dia siguiente, hora señalada.
identidad, vista de ojos y reconocimiento, se proceda con cita-
E - S i al tiempo de ejecutar el apeo, hiciese alguna pro- ción de dichos circunvecinos á las medidas de dichas mis tier-
testa cualquiera de los interesados, se admite sin suspender las ras, para cuyo efecto nombro desde ahora, para cuando el ca-
operaciones; y concluidas en u n todo, el que solicito el apeo pi- so llegue, á Fulano, vecino de tal parte, inteligente en estas
de al juez sé apruebe, interponiendo su decreto y autoridad de materias, y que los demás que fueren interesados nombren por
cuya pretensión se da traslado á todos los dueños c o n t a n t e la suya: y habiéndose hecho los que así nombraren con el re-
en la forma que se les citó, con apercibimiento de aprobarle si ferido Fulano, por mí nombrado, parezcan, acepten y juren, y
no acuden dentro de tanto tiempo. Si no lo hacen, les acusa en su conformidad se proceda á dichas medidas: por todo lo
el actor la rebeldía; y en su consecuencia se aprueba cuanto cual y demás favorable.—
ha lugar en derecho; pero si salen dentro del término señalado, A Y. pido y suplico, que habiendo por presentados dichos
se les oye en juicio ordinario. L 0( ,u n instrumentos, se sirva de mandar hacer como llevo pedido, y
E l iuez debe autorizar el apeo estando rite et rede hecho, hecho que sea, se me devuelvan dichos recaudos con las dili-
sin perjuicio del derecho de las partes; y no se debe poner en gencias originales que se hicieren, para en guarda de mi dere-
posesión á nadie en virtud de este apeo, porque no se 1ha con, cho. Pido justicia, y juro en forma de derecho este escrito y
Tendido sobre ello. Todas estas gestiones, asi como las que se en lo necesario, &c. (Lo firmará).
dicen ad perpetuam rex memoriam, mas bien son diligencias
ó informaciones que hace la parte interesada para el efecto que Razón del escribano.
h a y a lugar en su interés, que juicio, como impropiamente e
h a n querido llamar, pues está bien claro que carece de su pri-
Presentado en tal parte, á tantos de tal mes y año, ante D.
mero y esencial constitutivo.
N., juez ó alcalde, &c., se leyó esta petición.—(Firma del es-
Parece no debian admitirse estas probanzas según las pala-
cribano).
bras de la ley; pero la urgente necesidad que puede mediar, y
Finalmente, si la medida se promoviere en juicio, podrá
la exposioion dc perecer el derecho de la parte si no se hiciera
usarse el siguiente modelo:
cuando se solicita, no lo ha olvidado en su mente; y asi es co-
mo sin haber demandado y contestado, ha permitido se hagan
de dicho D. N., recayeron en este, como su hijo único y legíti-
Pedimento solicitando en parte de prueba el reconocimiento mo, todos los bienes que poseía, entre los cuales se comprenden
de una heredad litigiosa. tales casas, ó tales tierras, tales olivares, un molino con su ba-
tan en la ribera de tal rio y término de esta villa, y otros va-
F., en nombre de N., de este vecindario, en los autos con M., rios bienes raices, situados en las de tal y tal, como consta de
que lo es de &c., sobre la reivindicación de u n a heredad, sita la escritura de que igualmente presento copia legalizada con la
en tal término, digo: que por providencia del dia tantos se re- solemnidad necesaria; y habiendo quedado mi parteen la edad
cibieron aquellos á prueba por el término de la ley; y siendo de ocho años, tomó á su nombre posesion de todos los bienes
u n a de las graves dificultades, y aun la mas principal de este hereditarios Doña G., su madre, como su tutora, según acredi-
negocio, la identidad ó diversidad de la finca litigiosa, con la ta el testimonio que asimismo presento, y como tal los estuvo
que agregó R . á su hacienda &c.; por cuyo concepto trata de administrando por medio de sus apoderados, durante la citada
reivindicar aquella mi poderdante, para hacerlo constar— menor edad. Habiendo salido de ella mi parte, como eviden-
A Y. suplico, se sirva m a n d a r que agrimensores de la satis- cia la certificación de bautismo legalizada, que también presen-
facción de M., á quien se le haga saber los nombre dentro de to, advirtió que no solo no habia percibido su madre las rentas
tercero dia, con apercibimiento de elegirse en su defecto de ofi- de tales bienes, &c., sino que los estaban poseyendo proindivi-
cio, y G. J. que nombro por mi parte, hagan á presencia de V. so F., vecino de esta villa, y N. que lo es de la de tal, su her-
en el término de prueba, teniendo á la vista los títulos de per- mano, á quienes reconvino el padre de m i principal, extrajudi-
tenencia producidos en autos, el reconocimiento y medición de cialmente, manifestasen el título legítimo con que los poseían ó
la expresada heredad, con especificación de su cabida y linde- le reconociesen por poseedor legal, pagando los frutos y rentas
ros, manifestando si según su pericia tienen por una misma es- que produjeron desde la muerte de su padre, y no quisieron
ta heredad y la disputada. Pido justicia. asentir ni á uno ni á otra, protestando haberlos heredado y po-
Auto.—Como lo pide, previa citación. seído sus mayores con títulos verdaderos de tiempo inmemo-
rial; en cuya atención, en la de que no pueden tener documen-
Nota.—Es de advertirse, que variando infinitamente los ob-
to que califique haberse desmembrado legítima y justamente
jetos con que se pida u n a medida, solo el letrado bien impues-
de los bienes de mi representado y los constituya dueños, y que
to del negocio puede promover lo mas conveniente y fijar con
sin preceder facultad no debieron haberse vendido ni enagena-
exactitud cuál es el objeto á que ha de contraerse la medida.
do. por lo cual es corriente que compete á mi parte su reivindi-
Esto es tan importante, cuanto que regularmente de ello de-
cación; para que esta se consiga—
pende el éxito del negocio.
A V. suplico se sirva haber por presentados el poder, f u n d a -
ción, testimonio de posesion y partida referidos; y por lo que
resulta de ellos, declarar que los expresados bienes han tocado
y pertenecido, tocan y pertenecen en posesion y propiedad al
D E M A N D A S SOBRE DOMINIO Y POSESION.
dicho mayorazgo fundado por &c., y al mencionado D. N., mi
parte, como su poseedor legítimo con todos sus frutos, rentas y

aprovechamientos, condenando en su consecuencia á los cita-
dos F . N., como detentadores, á que se los restituyan con todos
Demanda de reivindicación fundada en el dom inio.
los que produjeron, no solo desde la muerte del padre de mi
parte, de quien es único heredero, sino también por todo el
F., en nombre de N. D., vecino de tal villa, y en virtud de
tiempo que vivió, y en las costas de este pleito, sobre lo cual y
su poder, de quien en debida forma presento copia testimonia-
cada cosa les pongo d e m a n d a formal con la protesta de corre-
da, ante V., como mejor proceda de derecho, y sin perjuicio de
girla, suplirla y ampliarla conforme h a y a lugar en justicia, que
cualquiera otro que en el asunto que aquí se expresa le com-
pido jurando lo necesario.
peta, del q u e protesto usar dónde, contra quién y del modo que
Otrosí.—Mediante hallarse domiciliado el mencionado F .
mas le convenga, digo: que por fallecimiento de D. P., padre
en tal villa, á V. suplico se sirva m a n d a r expedir requisitoria
d e emplazamiento, c o m e t i d a á la justicia de ella con termino
perentorio, p a r a q u e se le h a g a saber en su persona esta de-
Pedimento de un tutor solicitando licencia para vender una
m a n d a - y no pudiendo ser habido, á s u m u g e r , hijos, criados o
finca de su menor.
vecinos inmediatos, d e j á n d o l e s memoria por escrito con la com-
petente expresión de ella y de la requisitoria que se expida y F en n o m b r e de N., vecino de esta corte y tutor de M., hi-
en la que se le m a n d e comparecer ante V. p a r a la continuación io menor de R , y a difunto, ante V , como m a s h a y a lugar en
del pleito, y poniéndolo todo por fé y diligencia a su continua- derecho digo: Q u e entre los bienes adjudicados á dicho me-
ción, á fin de q u e le p a r e el perjuicio á que h a y a lugar. 1 ido nor por fallecimiento de su padre, lo f u é u n a casa sita en tal
como antes. , calle q u e por su antigüedad necesita p a r a su conservación de
A u t o . - m n s e por p r e s e n t a d o s los documentos q u e se lehe- considerables reparos, á los cuales no a l c a n z a n ni s u s réditos
ren: en cuanto á io p r i n c i p a l traslado á F . y N.; y por lo res- ni las facultades del menor; por lo cual es m u y útil el vender-
pectivo al otrosí, líbrese la requisitoria que se pide con termino la v destinar su valor á otras cosas fructíferas P o r tanto:
de quince d i l s perentorios. E l señor D. N , alcalde m a y o r de A V suplico, que habiendo por presentado el poder, m e ad-
esta villa de tal, lo m a n d ó á tantos de tal mes y ano, &c. mita información, q u e ofrezco hacer incontinenti al tenor de
este escrito; y h e c h a lo bastante, se sirva m a n d a r se subaste
por término ordinario dicha casa, y se reciban las posturas que
se h a g a n á ella, difiriendo á su tiempo el remate en el mejor
postor concediendo á mi poderdante la correspondiente licen-
Pedimento solicitando la posesion de los bienes de uno que se cia para otorgar l a escritura de venta, é interponiendo su auto-
reputa haber muerto. ridad y decreto judicial en todo. P i d o justicia.
Auto.—Dé la información, y hecha, autos.
F . , en nombre d e N , vecino d e esta corte, de q u i e n presento
poder, ante V., como m a s h a y a lugar en derecho, digo: Q u e 4.
D y P . tuvieron de s u matrimonio por hijos legítimos a O. y
m i poderdante, c o m o lo h a n estado y están reputados comun- Pedimento solicitado un heredero la posesion de los bienes
mente, y h a b i é n d o s e a u s e n t a d o de esta R e p ú b l i c a h a c e m a s de hereditarios.
diez años, hemos l l e g a d o á saber q u e falleció en tal parte, sin
haber dejado ni a q u í ni allá herederos forzosos. Por consi- F en nombre de N., vecino de, &c., de quien presento poder
guiente, es i n d u d a b l e q u e como á su h e r m a n o entero y parien- en debida forma, ante V., como m a s h a y a lugar en derecho^ y
te mas cercano, c o r r e s p o n d e n en la actualidad á m i poderdan- sin perjuicio de otro q u e competa á mi poderdante, digo: Q u e
t e tales y tales b i e n e s q u e dejó en esta villa; en c u y a atención— por m u e r t e de B , quien lo instituyó por único universal here-
A V. suplico, q u e h a b i e n d o por presentado el poder, me ad- dero se<nm acredita el testamento que igualmente presento,
mita información, q u e ofrezco hacer incontinenti al tenor de es- q u e d a r o n tales bienes suyos en estos sitios (se designan lospa-
te escrito, y que h e c h a lo bastante, se sirva m a n d a r dar a mi rages en que estén situados)] por lo q u e —
poderdante en c o n f o r m i d a d de la ley 3, tít. 13, lib. 4 de la R., A V suplico, que teniendo por presentados el poder y testa-
ó por el remedio m a s conforme á derecho, la posesion de los m e n t o m e admita la información al tenor de este escrito, q u e
expresados bienes, e n c a r g á n d o l e su administración, c u a n d o no ofrezco hacer incontinenti; y d a d a en cuanto baste, se d e a m i
h a y a lugar á ello, b a j o la correspondiente fianza, que desde principal la posesion ó cuasiposesion de los indicados bienes.
luego está pronto á d a r mi poderdante en la f o r m a ordinaria.
Pido justicia, &c. .
P i d o justicia, & c . , Auto. Por presentada. D é la información, y hecha, autos.
Auto.—Recíbase l a información que la parte ofrece, y hecho E l Sr. Juez, &c. ^
dese cuenta.
permite ta presentación de nueva instrucción. Se empieza con
este pedimento. •
Pedimento de un tercero contradiciendo la posesion.
Pedimento.—F., &c., ante V. en la forma mas útil de dere-
cho, parezco y digo; Q,ue estando en la quieta y pacífica pose-
F., en nombre de M., &,c., en los autos principiados á instan-
sion de tal cosa; á ciencia y paciencia de tal, &c., estos mismos
cia de Z., sobre la posesion de los bienes, tierras, &c., que que-
de propia autoridad se han propasado á inquietarme en dicha
daron por fallecimiento de B., contradigo en forma la que por
posesion, y aun abusar de la expresada cosa; y 110 siendo jus-
auto de tantos m a n d ó V. darle, y digo: Q u e en justicia se ha
to se dé lugar á esto, á V. suplico, que admitiéndome esta de-
de servir V. reponiendo por contrario imperio ó como mas ha-
m a n d a , así como la justificación que ofrezco, se sirva mante-
ya lugar (hablando debidamente) el referido auto, y mandar
nerme y ampararme por el juicio sumarísimo de Ínterin en la
que se dé á mi principal la posesion ó cuasiposesion de los re-
posesion, mandando á la contraria que no me inquiete ni per-
feridos bienes, &c., por lo que resulta de autos y ahora expon-
turbe en dicha posesion, y condenándolo á la restitución de los
dré (se alega). Por tanto—
emolumentos que h a y a percibido y las costas, pues así es jus-
A V. suplico, que habiendo por contradicha la posesion men-
ticia. &c. A lo que se da el siguiente auto. Por presentada:
cionada, se sirva proveer como he expresado al principio. Pi-
traslado, y en cuanto á la información y justificación que ofre-
do justicia y costas, &c.
ce á su tiempo, se proveerá: así lo m a n d ó el J. &c.
Auto.—Por contradicha, y traslado. E l Sr. juez, &c.
E l contrario forma la misma solicitud, pidiendo también la
Nota.—Nunca estará de mas advertir que solo u n letrado
posesion y ofreciendo información, y con estos dos escritos pro-
puede calificar con acierto cuál es la acción ú ocurso que debe
vee el juez el siguiente:
entablarse en determinado caso, y cuál la mejor manera de ha-
Auto.—Recíbase á prueba por via de justificación por el tér-
cerlo.
mino de quince dias comunes á las partes, dentro de los cua-
les cada uno presente cinco testigos para que examinen con
otros cinco de oficio: el señor juez, &c.
E x a m i n a d o s los quince testigos, puede el juez pasar á pro-
C A P I T U L O XVIII. nunciar sentencia;, pero si quiere, puede dar traslado por un
breve término, para que aleguen de bien probado despues de
JUICIO SUMARISIMO DE INTERIN. lo que se procede, como en todo juicio, á la sentencia.

Este juicio tiene lugar cuando litigando dos sobre la propie-


dad de a l g u n a cosa, se trata de decidir quién deberá poseerla
entre tanto que el pleito continúa. CAPITULO XIX.
L l á m a s e doble este juicio, porque piden las dos partes, como
actores en u n a misma cosa. E s sumarísimo y extraordinario, JUICIO Y DENUNCIA DE NUEVA LABOR.
porque ha de concluirse en el preciso término de cuarenta dias.
Recíbese á prueba por el de quince, sin que se presente para Rste juicio también es sumario y ha de determinarse en el
ello mas que un escrito de cada parte, y sin que en aquella que preciso término de tres meses; en el Ínterin ha de estar suspen-
en propiedad se llama justificación, puedan examinarse porca- dida la obra; y si pasados no se ha sentenciado, puede el de-
da una parte m a s que cinco testigos y otros tantos de oficio. nunciado interpelar al juez para que lo haga 0 se le permita
D a d a que sea la sentencia, es apelable solo en el efecto de- edificar bajo la caución demolitoria, lo que en efecto se permi-
volutivo, c u a n d o ha sido en primera instancia; pero de la que te, como igualmente cuando se teme puedan originarse gran-
se dé en apelación, no h a y suplicación, confirme ó revoque la des daños por razón de las aguas ú otra cosa semejante, a u n -
primera; y en segunda instancia no se hace nueva prueba ni se que no h a y a n pasado los tres meses, en suelo ageno, ó a u n q u e
sea propio y esté gravado con alguna servidumbre que se im-
se disputa tan solamente la posesion de tiecho. E s mucho me-
pide por la obra; y en cualquiera do estos casos, aquel á quien nos útil que el petitorio ó de propiedad, porque siendo tan lar-
se sigue perjuicio ocurre al j u e j presentando su d e m a n d a de go y oneroso, como éste, no produce mas resultado que el ga-
nueva labor en estos términos: . . . . . n a r la posesion, mientras que en el otro se ganan la posesion
Demanda.-F., &c., a n t e V. en la forma m a s útil de dere- y la propiedad, debiendo advertirse que como ambas acciones,
cho, parezco y digo: Q u e N.. u n vecino, 'está edificando una lejos de ser contradictorias están perfectamente de acuerdo,
casa en tal parte, cuyo sitio m e toca y pertenece por tal titulo, de bien pueden ponerse juntas.
manera que el expresado N . me perjudica con tal obra, por lo E n caso de que la d e m a n d a se limite á sola la posesion, pue-
que la denuncio en debida forma, y á V. suplico que habién- de servir el siguiente modelo:
dola por denunciada, se s i r v a m a n d a r se notifique a dicho i v
Demanda.^-F., en nombre de F., cuyo poder en debida for-
y á los maestros y operarios, para que cesen inmediatamente
ma presento ante V., como mas h a y a lugar en derecho, digo:
bajo las penas que h a y a l u g a r en derecho, m a n d a n d o que el
Q u e tal cosa me f u é adjudicada en las cuentas y particiones
escribano ponga fé y diligencia del estado de la obra, y a su
de los bienes de mi difunto padre, y en su posesion he estado
debido tiempo declarar q u e el referido sitio me toca y pertene-
quieta y tranquilamente; mas tuve precisión de ausentarme, y
ce, y que el mencionado N . no debió fabricar en él, y en su
á la sombra de esta ausencia, F . de tal, m i convecino, se ha in-
consecuencia condenarle ú que demuela todo lo fabricado y re-
troducido en ella; y a u n q u e le he reconvenido extrajudicial-
ponga el sitio al estado q u e tenia antes de comenzar la obra,
mente, para que me la deje libre y desembarazada, no lo ha
con todos los demás pronunciamientos útiles y favorables a nn
querido hacer sin contienda de juicio: por todo lo cual á V. su-
parte, pues así es justicia q u e juro, así como el no proceder de
plico, que admitiéndome esta demanda, y constando ser cierta
malicia, &c.
por el auto definitivo ó sentencia, que en tal caso lugar haya,
Auto.—Por d e n u n c i a d a s . E l escribano notifique a JN., maes- se sirva mantenerme en la posesion de dicha cosa exclusiva-
tro y operarios, apercibiéndoles para que cesen en la obra, de mente, condenando á la contraria á que no me inquiete ni per-
cuyo estado ponga fé y diligencia, y en cuanto á lo principal turbe en su aprovechamiento, y á que me restituya los frutos
traslado: así lo mandó, & c . , , percibidos desde su usurpación; pues si para todo lo dicho fue-
E l auto se cumple e n u n todo: el demandado, evacuando ei se necesaria ó mas útil otra demanda, la doy aquí por expresa,
traslado, presenta su pedimento, contestando á la demanda, con protesta de ampliarla, corregirla y enmendarla siempre y
despues de lo que se s i g u e el juicio por las formas de la vía or- cuando al derecho de mi parte convenga, por ser así conforme
dinaria, a u n q u e e s t r e c h a n d o los términos, de manera que la á justicia, &c.
conclusión del juicio se verifique dentro de los tres meses que Admitida esta demanda, se corre traslado al demandado, y
la ley quiere. el juicio se sigue por los trámites de la via ordinaria.
De la sentencia d e f i n i t i v a se puede apelar, y debe admitirse
en ambos efectos; pero si el que ganó ante el inferior fuere el
que edificaba, puede p e d i r licencia al juez superior para la con-
CAPÍTULO XXI.
tinuación de la obra, b a j o la fianza demolitoria, si no la tenia
ya pedida y concedida a n t e el inferior; y se le deberá conceder
Demandas de servidumbres.
si hay f u n d a m e n t o p a r a creer salga con el pleito.
1.a
CAPÍTULO XX.
Pidiendo la servidumbre de una heredad.
Juicio posesorio plenario.
F.j en nombre de N., vecino de esta corte, de quien presento
Por este juicio se s o l i c i t a la posesion j a m , á diferencia de los poder, ante V., como mas h a y a lugar en derecho, pongo deman-
de despojo, reintegro y sumarísimo de ínterin, en los cua es
se disputa tan solamente la posesion de hecho. E s mucho me-
pide por la obra; y en cualquiera do estos casos, aquel á quien nos útil que el petitorio ó de propiedad, porque siendo tan lar-
se sigue perjuicio ocurre al j u e j presentando su d e m a n d a de go y oneroso, como éste, no produce mas resultado que el ga-
nueva labor en estos términos: . . . . . n a r la posesion, mientras que en el otro se ganan la posesion
Demanda.-F., &c., a n t e V. en la forma m a s útil de dere- y la propiedad, debiendo advertirse que como ambas acciones,
cho, parezco y digo: Q u e N.. u n vecino, 'está edificando una lejos de ser contradictorias están perfectamente de acuerdo,
casa en tal parte, cuyo sitio m e toca y pertenece por tal titulo, de bien pueden ponerse juntas.
manera que el expresado N . me perjudica con tal obra, por lo E n caso de que la d e m a n d a se limite á sola la posesion, pue-
que la denuncio en debida forma, y á V. suplico que^habién- de servir el siguiente modelo:
dola por denunciada, se s i r v a m a n d a r se notifique a dicho i v
Demanda.^-F., en nombre de F., cuyo poder en debida for-
y á los maestros y operarios, para que cesen inmediatamente
ma presento ante V., como mas h a y a lugar en derecho, digo:
bajo las penas que h a y a l u g a r en derecho, m a n d a n d o que el
Q u e tal cosa me f u é adjudicada en las cuentas y particiones
escribano ponga fé y diligencia del estado de la obra, y a su
de los bienes de mi difunto padre, y en su posesion he estado
debido tiempo declarar q u e el referido sitio me toca y pertene-
quieta y tranquilamente; mas tuve precisión de ausentarme, y
ce, y que el mencionado N . no debió fabricar en él, y en su
á la sombra de esta ausencia, F . de tal, m i convecino, se ha in-
consecuencia condenarle á que demuela todo lo fabricado y re-
troducido en ella; y a u n q u e le he reconvenido extrajudicial-
ponga el sitio al estado q u e tenia antes de comenzar la obra,
mente, para que me la deje libre y desembarazada, no lo ha
con todos los demás pronunciamientos útiles y favorables a mi
querido hacer sin contienda de juicio: por todo lo cual á V. su-
parte, pues así es justicia q u e juro, así como el no proceder de
plico, que admitiéndome esta demanda, y constando ser cierta
malicia, &c.
por el auto definitivo ó sentencia, que en tal caso lugar haya,
Auto.—Por d e n u n c i a d a s . E l escribano notifique a JN., maes- se sirva mantenerme en la posesion de dicha cosa exclusiva-
tro y operarios, apercibiéndoles para que cesen en la obra, de mente, condenando á la contraria á que no me inquiete ni per-
cuyo estado ponga fé y diligencia, y en cuanto á lo principal turbe en su aprovechamiento, y á que me restituya los frutos
traslado: así lo mandó, & c . , , percibidos desde su usurpación; pues si para todo lo dicho fue-
E l auto se cumple e n u n todo: el demandado, evacuando ei se necesaria ó mas útil otra demanda, la doy aquí por expresa,
traslado, presenta su pedimento, contestando á la demanda, con protesta de ampliarla, corregirla y enmendarla siempre y
despues de lo que se s i g n e el juicio por las formas de la vía or- cuando al derecho de mi parte convenga, por ser así conforme
dinaria, a u n q u e e s t r e c h a n d o los términos, de manera que la á justicia, &c.
conclusión del juicio se verifique dentro de los tres meses que Admitida esta demanda, se corre traslado al demandado, y
la ley quiere. el juicio se sigue por los trámites de la via ordinaria.
De la sentencia d e f i n i t i v a se puede apelar, y debe admitirse
en ambos efectos: pero si el que ganó ante el inferior fuere el
que edificaba, puede p e d i r licencia al juez superior para la con-
tinuación de la obra, b a j o la fianza demolitoria, si no la tenia CAPÍTULO XXI.
ya pedida y concedida a n t e el inferior; y se le deberá conceder
si hay f u n d a m e n t o p a r a creer salga con el pleito. Demandas de servidumbres.

1.a
CAPÍTULO XX.
Pidiendo la servidumbre de una heredad.
Juicio posesorio plenario.
F.j en nombre de N., vecino de esta corte, de quien presento
Por este juicio se s o l i c i t a la posesion j a m , á diferencia de los poder, ante V., como mas h a y a lugar en derecho, pongo deman-
de despojo, reintegro y sumarísimo de Ínterin, en los cua es
da á P de este mismo vecindario, y digo: que perteneciendo á
mi poderdante como dueño de tal heredad, la servidumbre de CAPÍTULO XXII.
pasar por otra del mencionado P, para labrar, segar y benefi-
De los agrimensores, sus deberes, y arancel que arregla sus
ciar sus frutos, le ha impedido éste, sin título ni causa alguna, derechos.
usar y gozar de aquella, causándole gravísimos perjuicios; y
para que en lo sucesivo no se le pertube en la pacifica pose- L l á m a s e agrimensor, el profesor ó inteligente aprobado en
sión que h a s t a a q u í ha tenido y debe tener — debida forma para medir tierras (1). Por lo mismo que se le
A V suplico, que habiendo por presentado el poder, se sirva supone instruido en las obligaciones de su oficio, faltando á
declarar, que dicha heredad de P. debe servidumbre a la de mi ellas, debe ser condenado á pagar los perjuicios que con dicha
poderdante, condenándole en su consecuencia, a que no le in- falta ocasionare á las partes, y á sufrir las demás penas á que
quiete en la cuasiposesion en que se halla de aquella; a que le según las circunstancias hubiere lugar. La ley 8, tít. 6, part.
reintegre de los frutos, daños é intereses correspondientes, y a 7, dice expresamente: " E l medidor de tierras comete false-
que dé la competente caución y fianza de que ni ahora ni d a d si no mide lealmente, y con advertencia da á unos mas
en ningún tiempo él, sus herederos y sucesores o los que ten- "y á otros menos. E s t e h a de ser castigado al arbitrio del juez,
gan por ellos la expresada heredad, inquietarán a mi poderdan- "y el damnificado recuperará su daño del que lucró por llevar
te ni á los suyos, en el uso de dicha servidumbre, bajo la mul- "mas de lo que correspondía á su medida; y si éste no puede
ta que fuese del agrado de V. imponerles para su cumplimien- "pagar, procederá contra el medidor, que en tal caso está obli-
g a d o á satisfacer el daño que hizo." Concuerdan con esta ley
to. Pido justicia y costas.
la 5, tít. 19, lib. 5 de la Rec. de Cast.; el auto 2 acordado, tít.
Auto.—Traslado.
20, lib. 8 del citado código, y la ley 12 ,tít. 31, lib. 11 de la Nov.
2. .Pero como la justicia y aun la equidad natural, prescriben
también la retribución de un trabajo, que sobre penoso para quien
Demanda de libertad de servidumbre. lo impende, cede en bien y provecho de los que le ocupan, queda
señalada la que á dichos profesores corresponde, en el arancel
F en nombre de N., vecino de esta villa, de quien presento que formó y circuló la suprema corte de justicia en 12 de Fe-
poder, ante V , como mas h a y a lugar en derecho, pongo de. brero de 1840, en cumplimiento de lo dispuesto sobre la mate-
m a n d a á T , de esta misma vecindad, y digo: que hallándose ria, por la ley de 23 de Mayo de 1837.
mi poderdante en la quieta y p a c í f i c a posesion de u n a casa, E l art. 23 del cap. IX, que trata de los peritos agrimenso-
cita en tal calle, que linda & c , y está libre de toda servidum- res y peritos avaluadores de fincas, dice: "Los peritos agri-
bre, T . hizo atravesar una viga en tal pared, para asegurar su m e n s o r e s , por medidas, reconocimientos y vistas de ojos, de
casa, ocasionando con este hecho mucho perjuicio a mi poder- "tierras y aguas, cobrarán por razón de sus derechos, diez pe-
dante. Por tanto, para su remedio,— "sos diarios; y si tuvieren que salir del lugar de su residencia,
A V. suplico, que habiendo por presentado el poder, se snva "llevarán ademas, un peso por legua de ida, y otro de vuelta."
declarar que dicha casa no debe n i n g u n a servidumbre, man- Y como en ciertos casos puede el agrimensor intervenir por
su oficio, como las demás personas accesorias en ellos, y ser
dando, en consecuencia, que se quite de la pared la viga intro-
considerados como los demás curiales, creemos que también le
ducida á costa de T . ; dando éste caución por sí y sus suceso-
corresponden los deberes y derechos que expresa dicho aran-
res, de que ni ahora ni en ningún tiempo h a r á n igual novedad
cel en el cap. X , bajo las prevenciones generales con que con-
contra mi poderdante y los suyos, y de que contraviniendo les
cluye, y son, á saber:
satisfarán los perjuicios ocasionados. Pido justicia y costas,
Auto.—Traslado. (1) Los requisitos necesarios para el examen y aprobación délos
agrimensores, los determina expresamente el decreto de 5 de Octubre
de 1843.
Art 1 ° "Los derechos señalados en este arancel á los se- beneficios y privilegios que las leyes han concedido á los que
cretarios de los tribunales, jueces, abogados y demás cúnales, forman la útilísima clase agrícola de la nación, y que se en-
solamente podrán cobrarse duplicados en los negocios de dos cuentran consignados principal mente en las leyes 2 5 , 2 8 y 29 del
ó mas personas que tengan acciones diversas; en los de com- tít. 21, lib. 4 de la Recop., así como en la ley dada por las cortes
pañías de comercio ú otras negociaciones; en las de comunida- españolas, en 8 de Junio de 1813. Copiaremos ésta íntegra,
des eclesiásticas ó seculares q u e tengan bienes propios, y en por su grande interés, y haremos un extracto de las otras.
los de concursos de acreedores; pero no se cobraran duplicadas L a ley 25 determina que los labradores no puedan ser ejecu-
las diligencias de citaciones, buscas de autos o de personas, y tados en sus bueyes, muías ni otras bestias de arar, ni en los
conocimientos de los propios autos; y j a m a s se triplicaran m aperos ni aparejos que tuvieren para labrar, ni en sus sem-
a u m e n t a r á n de otro modo, con pretexto alguno, los expresados brados ni barbechos, aunque no tengan otros bienes, á no ser
para pagar: primero, las contribuciones; segundo, los arrenda-
Art 2 ° : í A los que acreditaren pobreza, no se cobrarán mientos que se deban al dueño de la finca; y tercero, lo que el
mismo hubiere prestado para las labores, debiéndoseles dejar
derechos ni aun de la información que produjeren para justifi-
siempre, y auwen estos casos, un par de bueyes, muías ú otras
car su insolvencia. . . . .
bestias de arar. E n cuanto á los frutos ya cosechados, se de-
Art 3. ° " T o d o s los q u e hubieren intervenido en el juicio, be estar á lo dispuesto en el art. 10 de la mencionada ley, que
deberán anotar en los autos los derechos que h a y a n percibido luego copiaremos; siendo de advertir que la 28 ya citada, con-
ó se les debieren. _ cede también á los labradores el privilegio de que cuando por
Artículo último. " E n todos los tribunales, juzgados y ofi- sus deudas se les embargare alguna parte del pan que hubieren
cios civiles y criminales, h a b r á una copia auténtica del aran- hecho con sus cosechas, no se les pueda tomar ni vender á
cel respectivo, para la inteligencia del público." menos precio de la tasa; y no habiendo comprador, se haga
L a existencia, pues, de e s t a s leyes y de las demás que arre- con él pago de la deuda al acreedor, en la inteligencia de que
glan la naturaleza y f o r m a de los juicios, así como tienen por algunos autores sostienen que por la palabra pan deben enten-
objeto la seguridad de todos los derechos del hombre en la so- derse cualesquiera clase de frutos de sus cosechas. L a ley 29
ciedad, nos muestran, por o t r a parte, que siendo inevitables las determina para fomentar la crianza del ganado lanar, que siem-
querellas y contiendas, siempre será un beneficio que se sigan pre se reserven á los labradores cien cabezas, en las que no pue-
y decidan con acierto y b r e v e d a d , y que se procure que sean den ser ejecutados por deuda alguna, á no ser la que dimane
las menos posibles. E n e s t a virtud decimos, que si la humil- del sustento del mismo ganado.
de tarea que acabamos d e rendir, concurriere de algún modo,
Igualmente disponen las mencionadas leyes 25 y 28, que los
al uno ó al otro objeto q u e se acaban de expresar, y que nos
labradores no puedan responder como fiadores, por otros que
hemos propuesto desde q u e la comenzamos, nuestra fatiga y
no sean también labradores, pena de nulidad de dicha fianza,
desvelos q u e d a r á n recompensados, y logradas desde luego to-
y que en ningún caso puedan ser reconvenidos ni demandados
das las aspiraciones de n u e s t r a noble ambición.
por clase alguna de deuda, mas que ante el juez de su domici-
lio, siendo nula la renuncia que hicieren de dicho fuero, con
objeto de someterse á cualesquiera otro; así como son igual-
mente nulas las renuncias que los labradores h a g a n de los an-
A P E N D I C E 1. teriores privilegios sobre fianzas y bienes en que puede trabar-
se ejecución.
Ademas, vemos en la mencionada ley 25 m u y expresamen-
BENEFICIOS Y PRIVILEGIOS C O N C E D I D O S POR LAS L E Y E S A te prevenido, que en ningún caso se compelan á los labradores
LOS A G R I C U L T O R E S Y G A N A D E R O S . á ministrar semillas ni mantenimiento alguno para el ejército
y marina, si no es en el caso de grande necesidad, y pagán-
Destinada esta obra principalmente para los propietarios, se doselo al contado y como valiere, y dejándoles siempre lo nece-
h a creido que seria m u y útil y conducente extractar en ella los
ninguna persona ni corporacion podrá, bajo pretexto alguno,
sario para pagar diezmos á la Iglesia, rentas al señor de las alegar preferencia con respecto á otra que se haya convenido
tierras y para sus sementeras, y alimentar sus casas hasta con el dueño.
las cosechas siguientes y algo mas: de la misma manera se 5. ° "Los arrendamientos de tierras ó dehesas, ó cualesquie-
dispone que no se les puedan tomar sus carros y bestias, sino ra otros predios rústicos por tiempo determinado, fenecerán con
en caso de necesidad pública, y pagándoseles al contado, cu- éste, sin necesidad de mutuo desahucio, y sin que el arrenda-
yas disposiciones, confirmadas ahora por las garantías consti- tario de cualquiera clase pueda alegar posesion para continuar
tucionales, merecen ser respetadas y acatadas, como lo son las contra la voluntad del dueño, cualquiera que haya sido la du-
leyes fundamentales de la nación y el derecho de propiedad, ración del contrato; pero si tres dias ó mas, despues de conclui-
en todas las naciones justas y civilizadas. do el término, permaneciese el arrendatario en la finca con
E n las mismas leyes existen por fin otros privilegios, como aquiescencia del dueño, se entenderá arrendada por otro año
el de que los labradores no pudieran ser presos por deudas, y con las mismas condiciones. Durante el tiempo estipulado, se
que tuvieran derecho de panadear su-trigo; disposiciones que observarán religiosamente los arrendamientos; y el dueño, aun
en la época en que se les concedieron, eran en efecto privile- con el pretexto de necesitar la finca para sí mismo, no podiá
gios, mientras que boy son ya derechos comunes á todos los despedir al arrendatario, sino en los casos de no pagar la ren-
ciudadanos, de que no debe hacerse mención especial; por lo ta, tratar nial la finca, ó faltar á las condiciones estipuladas.
que, y para concluir esta materia, copiaremos la citada ley de 6. ° "Los arrendamientos sin tiempo determinado, durarán
8 de Junio de 1813, que dice así: á voluntad de las partes; pero cualquiera de ellas que quiera
"Queriendo las cortes generales y extraordinarias proteger disolverlos, podrá hacerlo así, avisando á la otra un año antes;
el derecho de propiedad, y que con la reparación de los agra- y tampoco tendrá el arrendatario, a u n q u e lo haya sido muchos
vios que ha sufrido, logren al mismo tiempo mayor fomento la años, derecho alguno de posesion, una vez desahuciado por el
agricultura y ganadería, por medio de u n a justa libertad en sus dueño. No se entienda, sin embargo, que este artículo hace
especulaciones, y por la derogación de algunas prácticas intro- novedad alguna en la actual constitución de los foros de Astu-
ducidas en perjuicio suyo, decretan: rias y Galicia, y demás provincias que estén en igual caso.
1. ° " T o d a s las dehesas, heredades y demás tierras de cual- 7. ° "El arrendatario no podrá subarrendar ni traspasar el
quiera clase, pertenecientes á dominio particular, ya sean libres todo ni parte de la finca, sin aprobación del dueño; pero podrá
ó vinculadas, se declaran desde ahora cerradas y acotadas per- sin ella vender ó ceder, al precio que le parezca, alguna parte
petuamente, y sus dueños ó poseedores podrán cercarlas sin de los pastos ó frutos, á no ser que en el contrato se estipule
perjuicio de las cañadas, abrevaderos, caminos, travesías y ser- otra cosa.
vidumbres, disfrutarlas libre y exclusivamente, ó arrendarlas 8. ° "Así en las primeras ventas como en las ulteriores, nin-
como mejor les parezca, y destinarlas á la labor ó á pasto, ó á gún fruto ni producción de la tierra, ni los ganados y sus es-
plantío ó al uso que mas les acomode; derogándose por consi- quilmos, ni los productos de la caza y pesca, ni las obras
guiente cualesquiera leyes que prefijen la clase de disfrute á del trabajo y de la industria, estarán sujetas á tasas ni postu-
que deban destinarse estas fincas, pues se ha de dejar entera- ras, sin embargo de cualesquiera leyes generales ó municipa-
mente al arbitrio de sus dueños. les. T o d o se podrá vender y revender al precio y en la mane-
ra que mas acomode á sus dueños, con tal que no perjudiquen
2. ° "Los arrendamientos de cualesquiera fincas, serán tam-
á la salud pública; y ninguna persona, corporacion ni estable-
bién libres al gusto de los contratantes, y por el precio ó cuota
cimiento, tendrá privilegio de preferencia en las compras; pero
en que se convengan. Ni el dueño ni el arrendatario de cua-
se continuará observando la prohibición de extraer á países ex-
lesquiera clase, podrán pretender que el precio estipulado se
trangeros aquellas cosas que actualmente no se pueden expor-
reduzca á tasación, a u n q u e podrán usar en su caso, del reme-
tar, y las reglas establecidas en cuanto al modo de exportarse,
dio de la lesión y engaño, con arreglo á las leyes.
los frutos que pueden serlo.
3. ° " L o s arrendamientos obligarán del mismo modo á los
9. ° " Q u e d a r á enteramente libre y expedito el tráfico y co-
herederos de ambas partes.
4. ° " E n los nuevos arrendamientos de cualesquiera fincas,
" Abrense á las veces las lauores nueuas, porque se fienden
mercio interior de granos y demás P ^ d u e c . o n e s de u a
de los cimientos, ó porque fueron fechas falsamente, ó por fla-
otras provincias d e f a monarquía, y podrán d e t o s e a ei los
queza de la lauor. E otrosí los edificios antiguos fallecen é
ciudadanos de t o d a s clases, almacenar sus acop o donde y co
quiérense derribar por vejez, é los vecinos que están cerca de
mo mejor les parezca, v venderlos a l p r e c i o que les acomoüe ellos temen se de recibir ende daño. Sobre tal razón como és-
sin necesidad de matricularse ni de llevar libros, ni de lecoger ta decimos que el judgador del logar, puede é deue m a n d a r á
testimonios de las compras. • d á h cer los señores de aquellos edificios, que los enderecen ó que los
10. " E n n i n g ú n caso n por segadas derriben. E porque mejor se pueda esto facer, deue el mismo
ejecución ni e m b a r g o en las nneses que despues u g
tomar buenos maestros, é sabidores deste menester, é yr al lo-
existan en rastrojos 6 en las eras, hasta gar dó están aquellos edificios de que se temen los vecinos; é
entrojados los g r l n o s ; pero se podrá poner ^ ^ si él viere é entendiere por aquello que le dijeren los maestros
el deudor 110 t e n g a arraigo, y no de fianza suncie
que están a tan mal parados que non se pueden adobar, ó non
misma época, y m i e n t r a s que los g r a n o s e x tan eu a e^as o
lo quieren facer aquellos cuyo son, é que ligeramente pueden
permitirán los a l c a l d e s y ayuntamientos le q™
caer é facer daño. Entonce deue mandarlos derribar. E si
se h a g a n en e l l a s cuestaciones ni demandas ^ ^ ^ por auentura non estouiessen tan mal parados, deueulos apri-
nos, por n i n g u n a clase de personas, 111 aun por .os religiosos miar que los enderecen, é que den buenos fiadores á los veci-
las órdenes m e n d i c a n t e s . , m 1 l ¡ n n p <.e h a _ nos, que non les venga ende daño. E si tal fiadura como es-
11. "Se o b s e r v a r á puntualmente todo lo d e m a r q u e se na ta non quisiese facer, ó si fuese rebelde non los queriendo re-
Ha prevenido por las leyes en favor de los l a b r a r e s Y ^ a n a parar; denon los vecinos que se querellauan; ser metidos en
deros, en c u a n t o no sea contrario á lo que se m a n d a en este tenencia de aquellos edificios que se quieren caer, é dárgelos
decreto." por suyos, si el dueño del edificio durare en su rebeldía fasta
aquel tiempo, en que ellos lo ayan á adobar, ó á derribar por
m a n d a d o del judgador. Otrosí decimos, que si el dueño del
edificio diese recabdo á los vecinos que se temen del, de les
A P E N D I C E II. pechar el daño que ende recibiessen, si el edificio se cayesse
por flaqueza de sí mismo é non por ocasion, entonce seria te-
nudo de pechar el daño á que se obligara. Mas si el edificio
DENUNCIA Y ADQUISICION DE LOS T E R R E N O S BALDIOS se derribase por terremoto, ó por rayo ó por gran viento, ó por
DE LA C I U D A D DE MEXICO. aguaducho, ó por alguna otra ocasion semejante, entonce non
seria tenudo de pechar el daño que por el edificio viniesse."
Hemos creído conveniente presentar en e s t a o b n t a la dispo-
sición á que h o y s e arregla en la capital de la ^ b b c a el de De la misma manera se halla prevenido en el artículo 68
nuncio, m e d i d a y adquisición de los terrenos baldíos, pues es de la ordenanza de intendentes, lo que sigue:
materia de g r a n d e interés, y se ofrece diariamente. Dicha
disposición e s t a contenida en el bando siguiente. Deben dichos magistrados prevenir con igual cuidado á las
BANDO justicias, que se esmeren en la limpieza de los pueblos de sus
provincias, ornato, igualdad y empedrados de las calles; que
A C E R C A D E E D I F I C I O S RUINOSOS. no permitan desproporcion en las fábricas que se hicieren de
El ciudadano Francisco Fagoaga, alcalde constitucional nuevo para que no desfiguren el aspecto público, especialmen-
de primera nominación del ayuntamiento de esta capital. te en ciudades y villas populosas de españoles; y que si algún
edificio ó casas particulares amenazaren ruina, obliguen á sus
« Con el o b j e t o de mantener la hermosura y ornato de los dueños á repararlas en el término correspondiente que les se-
edificios, y p r e c a v e r los daños que suelen ocasionar sus ruina., ñalaren; y de no hacerlo lo m a n d a r á n ejecutar á costa de los
está m a n d a d o e n la ley 10, tít. 32, part. 3. * , lo siguiente.
ras y dimensiones de las aberturas, datas ó tomas que la ley
mismos dueños; procurando también que cuando se hagan
y la práctica constante han establecido para dar salida á las
obras y casas nuevas, ó se derriben las antiguas, queden las
aguas que se han de distribuir con equidad y justicia, ya para
calles anchas y derechas, y las plazuelas con la posible capa-
la irrigación de los campos, ya para destinarlas al movimiento
cidad, y disponiendo asimismo que si los propietarios de las
de los trapiches, molinos ú otras máquinas que establece la
arruinadas no las reedificaren, se les obligue á vender sus sola-
industria de los hombres. Recordamos, pues, á nuestros lec-
res a j u s t a tasación, para que los compradores lo ejecuten, y
tores que en el capítulo X de esta obra, consta la división le-
que en las pertenecientes á mayorazgos, capellanías u otras
gal de nuestra vara, de cuya medida tenemos que hacer uso.
fundaciones perpetuas, se deposite judicialmente su precio
hasta nueva imposición." . De las medidas de las aguas.
Q u e por el art. 25 del cap. 1. c de la instrucción de ¿d de
Un buey de agua es una abertura ó data de figura cuadra-
Junio de 1813, está declarado, que pertenece al ayuntamiento
da en que cada lado tiene una vara, y por lo mismo su iirea
cuidar de lodos los objetos que le están encomendados por le-
ó superficie es de una vara cuadrada, que se saca multipli-
yes, reglamentos ú ordenanzas municipales, como es todo lo
cando 1 vara por 1 vara; mas como una vara consta de 48 de-
concerniente al ornato, decoro y hermosura de esta ciudad; h a
dos ó de 36 pulgadas, también será dicha superficie de 2.304
tenido á bien acordar: que para que las leyes preinsertas, que
dedos cuadrados ó 1.296 pulgadas cuadradas: los dedos cua-
tratan de la materia tengan todo su cumplimiento y no se pue-
drados resultan de multiplicar 48 dedos que tiene el largo ó
da alegar ignorancia, se publiquen por bando en esta capital,
base de dicha medida, por 48 dedos que tiene de ancho ó al-
como se ha hecho otras veces, encargando m u y particularmente
tura; y las pulgadas cuadradas resultan de multiplicar las
á los alcaldes y regidores dediquen sus desvelos y conatos a
36 que tiene de largo ó base la misma medida, por las mismas
hacer efectivo cuanto en ellas se previene, por ser ya muchos
36 que tiene de ancho ó altura.
los edificios que se hallan arruinados ó amenazan ruina, pro-
E l surco es una data de la figura de un rectángulo ó figura
cediendo económica y gubernativamente en todos los casos
de cuatro lados y de ángulos rectos, que tiene de largo ó de
que por su naturaleza no fueren contenciosos (1) y reservan-
base ocho dedos ó seis pulgadas, y de ancho ó altura seis de-
do los que lo sean á la potestad judicial, para que administre
dos ó cuatro y media pulgadas. L a superficie de un surco ó
justicia conforme á las leyes.
su área es de 4S dedos cuadrados, que resultan de multiplicar
Por tanto, m a n d o se publique por bando en esta capital, co- los 8 dedos que tiene su base por los 6 dedos que tiene su al-
mo está acordado, comunicándose los ejemplares á quienes tura; y también dicha superficie vale 27 pulgadas cuadradas
corresponda, y fijándose en los parages acostumbrados. Mé- que resultan de multiplicar las 6 pulgadas que corresponden
xico, 5 de Junio de 1824.—Francisco Fagoaga.—José María al largo de la figura por las 4¿ que tiene de ancho. Cuarenta
Guridi y Alcocer, secretario. y ocho surcos componen un Ijuey, porque 48 veces 48 dedos
cuadrados, componen los 2.304 dedos cuadrados que hemos di-
cho tiene la área de un buey.
L a naranja es una medida ó data de figura rectangular, de
CAPÍTULO XXIII. ocho dedos de largo, y dos de ancho, cuya superficie es de 16
dedos cuadrados, que resultan de multiplicar S dedos por 2
De las medidas y distribución legal de las aguas. dedos, esto es, el largo por el ancho de la figura. T a m b i é n
tiene u n a naranja 9 pulgadas cuadradas, que se sacan multi-
Habiendo tratado ya lo relativo á las medidas de tierras, plicando 6 pulgadas que tiene de largo dicha medida por
nos falta d a r la parte correspondiente á las de aguas, á cuyo de ancho. T r e s naranjas componen un surco, porque multi-
fin comenzaremos d a n d o á conocer primero los nombres, figu- plicando por 3 los 16 dedos cuadrados que componen la área
de u n a naranja, resultan 48 dedos cuadrados que tiene la área
( 1 ) S o b r e el sentido de las p a l a b r a s contencioso, gubernativo y eco- de un surco.
nómico, v é a s e en el Diccionario de Legislación la n o t a 2, p á g . 153.
ras y dimensiones de las aberturas, datas ó tomas que la ley
mismos dueños; procurando también que c u a n d o se h a g a n
y la práctica constante h a n establecido para dar salida á las
obras y casas nuevas, ó se derriben las antiguas, queden las
a g u a s que se h a n de distribuir con equidad y justicia, y a para
calles anchas y derechas, y las plazuelas con la posible capa-
la irrigación de los campos, ya para destinarlas al movimiento
cidad, y disponiendo asimismo que si los propietarios de las
de los trapiches, molinos ú otras máquinas que establece la
arruinadas no las reedificaren, se les obligue á vender sus sola-
industria de los hombres. Recordamos, pues, á nuestros lec-
res a j u s t a tasación, para que los compradores lo ejecuten, y
tores que en el capítulo X de esta obra, consta la división le-
que en las pertenecientes á mayorazgos, capellanías u otras
gal de nuestra vara, de cuya medida tenemos que hacer uso.
fundaciones perpetuas, se deposite judicialmente su precio
hasta nueva imposición." . De las medidas de las aguas.
Q u e por el art. 25 del cap. 1. c de la instrucción de ¿d de
U n buey de agua es u n a abertura ó data de figura cuadra-
Junio de 1813, está declarado, que pertenece al a y u n t a m i e n t o
da en que cada lado tiene una vara, y por lo mismo su iirea
cuidar de lodos los objetos que le están encomendados por le-
ó superficie es de una vara cuadrada, que se saca multipli-
yes, reglamentos ú ordenanzas municipales, como es todo lo
cando 1 vara por 1 vara; m a s como una vara consta de 48 de-
concerniente al ornato, decoro y hermosura de esta ciudad; h a
dos ó de 36 pulgadas, también será dicha superficie de 2.304
tenido á bien acordar: que para que las leyes preinsertas, que
dedos cuadrados ó 1.296 pulgadas cuadradas: los dedos cua-
tratan de la materia tengan todo su cumplimiento y no se pue-
drados resultan de multiplicar 48 dedos que tiene el largo ó
da alegar ignorancia, se publiquen por bando en esta capital,
base de dicha medida, por 48 dedos que tiene de ancho ó al-
como se ha hecho otras veces, encargando m u y particularmente
tura; y las pulgadas cuadradas resultan de multiplicar las
á los alcaldes y regidores dediquen sus desvelos y conatos a
36 que tiene de largo ó base la misma medida, por las m i s m a s
hacer efectivo cuanto en ellas se previene, por ser ya muchos
36 que tiene de ancho ó altura.
los edificios que se hallan arruinados ó a m e n a z a n ruina, pro-
E l surco es una data de la figura de u n rectángulo ó figura
cediendo económica y gubernativamente en todos los casos
de cuatro lados y de ángulos rectos, que tiene de largo ó de
que por su naturaleza no fueren contenciosos (1) y reservan-
base ocho dedos ó seis pulgadas, y de ancho ó altura seis de-
do los que lo sean á la potestad judicial, para que administre
dos ó cuatro y media pulgadas. L a superficie de u n surco ó
justicia conforme á las leyes.
su área es de 4S dedos cuadrados, que resultan de multiplicar
Por tanto, m a n d o se publique por bando en esta capital, co- los 8 dedos que tiene su base por los 6 dedos que tiene su al-
mo está acordado, comunicándose los ejemplares á quienes tura; y también dicha superficie vale 27 pulgadas c u a d r a d a s
corresponda, y fijándose en los parages acostumbrados. Mé- que resultan de multiplicar las 6 pulgadas que corresponden
xico, 5 de Junio de 1824.—Francisco Fagoaga.—José María al largo de la figura por las 4 ¿ que tiene de ancho. Cuarenta
Guridi y Alcocer, secretario. y ocho surcos componen un Ijuey, porque 48 veces 48 dedos
cuadrados, componen los 2.304 dedos cuadrados que hemos di-
cho tiene la área de un buey.
L a naranja es u n a medida ó data de figura rectangular, de
CAPÍTULO XXIII. ocho dedos de largo, y dos de ancho, c u y a superficie es de 16
dedos cuadrados, que resultan de multiplicar S dedos por 2
De las medidas y distribución legal de las aguas. dedos, esto es, el largo por el ancho de la figura. T a m b i é n
tiene u n a naranja 9 pulgadas cuadradas, que se sacan multi-
H a b i e n d o tratado ya lo relativo á las medidas de tierras, plicando 6 pulgadas que tiene de largo dicha medida por
nos falta d a r la parte correspondiente á las de aguas, á cuyo de ancho. T r e s n a r a n j a s componen un surco, porque multi-
fin comenzaremos d a n d o á conocer primero los nombres, figu- plicando por 3 los 16 dedos cuadrados que componen la área
de u n a naranja, resultan 48 dedos cuadrados que tiene la área
( 1 ) S o b r e el sentido de las p a l a b r a s contencioso, gubernativo y eco- de u n surco.
nómico, v é a s e en el Diccionario de Legislación la n o t a 2, p á g . 153.
202
El real de agua es una data de figura rectangular de dos
dedos de largo y uno de ancho, c u y a superficie es de 2 cledos
cuadrados, que resultan de multiplicar 2 dedos por 1 dedo.
D i c h a superficie consta también de 1¿ pulgadas cuadradas, la
cual se halla multiplicando \ \ pulgadas que tiene de largo un
real de agua por £ de pulgada de que consta el ancho de esta
medida. Ocho reales de agua componen una n a r a n j a , porque
la área de u n real es de 2 dedos cuadrados, que multiplicados
por 8, resultan 16 dedos cuadrados q u e tiene de área una
naranja.
L a paja de agua es una medida de la figura de un cuadra-
do, en que cada lado tiene u n a tercera parte de un dedo, y su
área es de } de un dedo cuadrado, como se saca multiplicando
i de un dedo por i de un dedo, esto es, el largo por el ancho
de la figura de la data. Dicha área es también de de pul-
gada cuadrada, que se saca multiplicando por sí mismo ] de
pulgada que tiene también tanto el largo ó base, como el an-
cho ó altura de la expresada medida. Una paja de agua es
también una paja cuadrada, y equivale á un grano cuadrado
y l de grano cuadrado.
Por las divisiones y subdivisiones del buey de agua, que
acabamos de exponer, resulta que u n b u e y se compone de 48
surcos ó 144 naranjas, ó bien de 1.152 reales ó de 20.736 pa-
jas. L a tabla primera que ponemos á continuación, es un re-
sumen de estas medidas, que para la distribución de las aguas
son de forma rectilínea; y en la tabla s e g u n d a van puestas las
medidas ó tomas que comunmente tiene la forma circular,
con expresión de los diámetros de e s t a s datas ó lados de los
cuadrados circunscritos á ellas, y p u e d e n servir para el abas-
tecimiento de las fuentes públicas y p r i v a d a s de las poblacio-
nes. P a r a las de esta ciudad, la m e d i d a ó toma municipal es
de cinco pajas.
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P a r a dar una idea de las datas circulares, ponemos en la lá-
mina 1. 63 la de u n a paja, de 5 pajas, de un real ó 18 pajas, y
de una naranja ú ocho reales, cuyos diámetros están tomados
en la escala natural que las acompaña; y decimos escala na-
tural, porque cada u n a de sus grandes divisiones es del tama-
Medidas o tomas de agua, con expresión de sus diámetros o lados
ño preciso de una pulgada de nuestra vara. L a misma esca-
de los cuadrados circunscritos a ellas, y de sus are as
la podrá servir para determinar la área ó superficie de alguna
o superficies.
otra data rectilínea de las que no constan en la tabla 1. , por-
que cualquiera data de esta especie no puede tener mas que
cuatro lados y sus ángulos rectos para que sea legal, como se
verá en el capítulo que sigue; de consiguiente, si dicha data
tuviere tanto de largo como de ancho, esto es, si fuere un cua-
drado, se verá por la escala cuántas pulgadas tiene cualquiera
de sus lados; el número de pulgadas que se hallare, se multi-
plicará por sí mismo, y el producto dará las pulgadas cuadra-
TOMAS CIRCULARES, das ó la área de la data expresada; pero si la repetida data
fuere un rectángulo en que uno de sus dos lados mas largos,
medido en la escala, tuviese 4 pulgadas, y uno de los otros dos
menos largos fuese de tres pulgadas, como se representa en la
figura que sigue, se multiplicarán 4 pulgadas por 3 pulgadas,
1 buey ó 48 surcos.
esto es, el largo por el ancho, y el producto dará 12 pulgadas
1 surco ó 3 naranjas. cuadradas, que expresarán la área de la misma data; y divi-
diendo este número por 27, que son las pulgadas cuadradas
naranja ú 8 reales que tiene un surco, se hallará el quebrado i f de esta medida,
que viene á ser igual á los | de dicho surco; y del mismo mo-
reales. do se medirá otra data cualquiera, y se valuará en surcos ó en
partes de él, ó de otra medida conocida.
reales.
Si á la misma figura, y también á otra cualquiera, se le
reales, quiere dar la forma cuadrada, esto es, que tenga tanto de largo
ó de base como de ancho ó altura, se extraerá ó sacará la raiz
reales. cuadrada de su área, y dicha raiz será el lado del cuadrado,
que tendrá una área ó superficie igual á la de la figura pro-
reales puesta. Así, pues, teniendo la data de que tratamos 12 pul-
gadas cuadradas, como la raiz cuadrada de 12 es 3f§, con cor-
2 reales
ta diferencia, el lado de dicho cuadrado será de 3 | f pulgadas,
y este cuadrado tendrá también 12 pulgadas cuadradas de
área ó superficie, que es igual á la área de la data referida.
Por último, si á la misma data rectilínea supuesta de 12 pul-
gadas cuadradas, ó á otra cualquiera, se le quiere dar la for-
m a circular, se multiplicará por 7 la área de dicha data, que
en este caso es de 12 pulgadas cuadradas, esto es, se multipli-
cará 12 por 7, y el producto será 84; se partirá este producto
por 22, y resultará el cociente 3T9T; se extraerá la raiz cuadra-
da de este cociente, y será l ^ f , que expresa en pulgadas el ra- ponemos como nota (l); lo que parece probar que si dicho Re-
dio de la data circular, y su duplo es el diámetro de la glamento contuviera principios contrarios al derecho y á las
misma data. Por esta regla están calculados los diámetros ordenanzas del ramo de aguas, no se hubiera permitido su cir-
de las datas circulares que constan en la tabla segunda. culación, mayormente tratándose de puntos tan delicados y de
Dos ó mas datas, ya sean rectilíneas, ya circulares, ó bien tanta trascendencia como son los que toca el reglamento refe-
uno y otro, se pueden reducir á una sola de la forma cuadra- rido; y tanto por esto, cnanto por el uso que de él se ha hecho
da ó de la circular, aplicando las reglas que acabamos de dar. en el largo periodo de 88 años, y lo que es mas, por no haber
innovación legal en su parte jurídica, lo creernos digno de ser
Data rectangular, que tiene de área 12 pulgadas cuadradas insertado en esta coleccion de leyes y decretos, relativas á las
6 los 5 de un surco. medidas de tierras y aguas. Mas como en el periodo de 88
años h a y a adelantado mucho la hidráulica, diremos despues
cómo se pueden ejecutar algunas operaciones prácticas de la
L a r g o ó base de este rectángulo, 4 pulgadas.
hidromensura, que dan resultados mas cercanos á la verdad,
que por los métodos propuestos en el Reglamento de que tra-
tamos, siguiendo siempre el espíritu de la ley, y al mismo
tn tiempo la práctica y opiuion de los facultativos mas instruidos
C3
-3 en el ramo de aguas.
CS

*3
O.
eo
« REGLAMENTO GENERAL
u
3

DE LAS M E D I D A S DE LAS AGUAS, P U B L t C A D O EN E L AÑO


O DE 1761.
O
<e Explícase el derecho municipal con lo concerniente á las me-
didas de las aguas.

L a regalía, según su común y rigorosa acepción, es cierto


derecho de imperio, como se nota en el libro de los feudos y
canónico derecho (2); en cuya apelación le convienen y perte-
Ponemos á continuación, copiado al pié de la letia, el Re
glamento general de las medidas de las aguas que publicó el (1) El Exmo. Sr. D. Joaquín de Monserrat Ciurana Cruillas Cres-
presbítero D. Domingo Lasso de la Vega, en el año de 1761, pi de Valdaura Zans de la Llosa Alfonso y Calatayud, marqués de
Cruillas, caballero gran cruz, clavero comendador de Burriana y Baylío
y dedicó á la real Audiencia de México, para el uso de corre- de Sueca en la Orden de Montesa, teniente general de los reales ejérci-
gidores, alcaldes mayores, jueces, receptores y demás justicias tos, teniente coronel del regimiento de Reales Guardias españolaste
reales, como también para los agrimensores, cuyo reglamento infantería, virey, gobernador y capitan general de esta Nueva-España,
ha servido de guia en asuntos de aguas, como que es lo único y presidente de esta real audiencia &c.: Concedió su licencia para la
que se tiene impreso en este orden, considerándolo como apro- impresión de este Reglamento, visto el parecer de D. Felipe de Zúñiga
y Ontiveros &c., como consta por su decreto de lt? de Abril de 1761.—
bado por la autoridad competente, pues á tanto equivale el
(Rubricado de S. E.)
permiso que, para su circulación, concedió el E x m o . Sr. mar- (2) Liber Feudorum, cap. Quce sint Regalice. cap. General. l)e
qués de Cruillas, entonces v i r c y d e México, el cual consta por Electione in 6 Barbos, de Appel. v. Appel Dominus Solorz. tom. 2 de
decreto de esta autoridad, expedido en 16 de Abril de 1761, y Jar. ind. lih. 5. cap. 1 per totum.
aecen á nuestro rey y cathólico monarcha: los bienes mostren- de se infiere: haver de quedar en el despótico y absoluto domi-
cos, de naufragio, vacantes ab intestato, aguas, tierras y minas, nio del soberano, todo lo que por su régia cmparticion no fue-
con las demás que se podrán ver en los autores, que pro dig- re concedido; solo es menester advertir, para la recta inteligen-
nitate han tratado la materia, y ciñéndome precisamente á las cia de este punto, que siendo como son de hecho, todas las
de las aguas, para norte y fundamento de todo este reglamento, aguas de los públicos rios, del público y c o m ú n uso (1): que
hallo, que de la misma süeite son del régio patrimonio, que los no se presuma haber de ser públicas y comunes en cuanto á
demás bienes, que como tales están anexos é incorporados en su conducción; pero sí en cuanto á su uso personal y domésti-
su real corona, teniendo de a q u í la denominación de realengas, co: con lo que se indemniza aquella general libertad para que
en tanto grado que, para haver de poseerlas, es menester, que cualquiera pueda sacar la que quisiere, para el socorro de sus
los particulares poseedores, aleguen y prueben, les han sido domésticas necesidades, como assienta el padre Avendaño en la
concedidas por especial merced de los mismos reyes y cathóli- exposición á el texto dé la instituta (2). Pero insistiendo en
cos señores ó en su nombre: porque, como dice la ley (1): Q,ue el assumpto principal, es lexítima consequencia, que se infiere
solo á el príncipe, y no á otro alguno, lecompeteel derecho de de todo lo expressado; que qualquiera, sin el permisso del prín-
repartir las aguas; se deben dar por nulas y de ningún valor, cipe, no pueda conducir las aguas públicas á sus fundos, para
las qüksi-possesiones, en las cuales se' descubriere la regalía, su irrigación, mayormente en lo peculiar de esta Nueva-Espa-
bien, que sea por via de medida, ó por otro camino, si en ellas ña, donde se hace constar el que S. M. ha concedido amplissi-
no h a entrado la distribución de la i< ni mano: para todo lo m a facultad á los clarissimos y excelentissimos señores vireyes
qual, á mas de los títulos del volumen (2) tenemos expressas y y presidentes de la audiencia real de esta N u e v a España, pa-
terminantes leyes en nuestro real derecho de Partidas y Reco- ra que en toda conformidad de lo expressado, puedan hacer las
pilaciones (3), cuyas eficacissimas decissiones, en la materia mercedes de tierras y aguas, como bienes pertenecientes á su
que versamos, enseñan plenissimamente todo el poder, mano y real corona, y de que oy ay particular privativo juzgado. E s -
jurisdicción con que S. M. obra en la servidumbre de la agua, to lo evidencia la novísima cédula que su real dignación qui-
no solo en los casos de posession, sino en los de propiedad. Y so expedir en San Lorenzo el Real á quince dias del mes de
estrechando este mismo dominio á lo particular de nuestras Octubre del año de mil setecientos cincuenta y quatro, por la
Indias, concluyo con la m i s m a doctrina y exposición del señor qual difusamente consta, atentas sus sérias instrucciones, todo
D. J u a n de Solórzano sobre las leyes citadas (4), tener en ellas lo que en orden á el ramo de tierras y a g u a s ha sido conve-
la propia regalía nuestros gloriosos y cathólicos reyes, de don- niente á su real servicio; por lo que remitiéndome á el mismo,
para todo quanto le toque: cesso en difundirme en tan vasta
materia, pues mi ánimo no ha sido otro, sino manifestar el es-
( 1 ) Leg. 1. § 42 D . de aq. cotid f cesliv. Ibi: Id que á Principe con- tado que tiene este derecho, por lo que conduce al intento, con
ceditur alij nulli competit jus aqiue dandee. lo que passo á tratar y explicar algunos términos y decissio-
( 2 ) Cod. De omni agvo decerto lib. 11. nes, que juzgo mas principales en la materia, para fundarla,
( 3 ) L e g 1, tit. 11 p. 2, L e g . 7, tit. 20, p. 3. Ubi Glossa verb. Yermo.
L e g . 121, tit. 3, & L e g . 3, tit. 6. Recop. cum multis citatis a Dom. So-
las que se veerán expendidas con tal orden, digestión y con-
lorzano loco cit. et in Política, lib. 6 cap. 11. Hsec sunt verba Doctoria cierto, que no se echará menos todo lo conducente para las
cap. 1 cit. n. 80 Jure Ind. Tienen también los príncipes otra regalía
muy digna de consideración, que consiste en el general dominio reser-
vado á ellos en todos sus reinos, por razón de la suprema potestad so- das las demás cosas de este género, y con especialidad las tierras incul-
bre los campos, los pastos, los montes y los rios públicos, de tal manera tas, los desiertos y las selvas, permanecieron en el mismo estado que
que estas cosas por esta causa sin duda se dicen y se juzgan de realen- tenian. . .
go, y en ellas tanto en los juicios posesorios, como en los petitorios, pa-
( 1 ) Instit. D e rerum divit. § 2, ibi: Todo rio es de un uso publico.
rezca que tienen fundada su intención contra cualesquiera otros posee-
( 2 ) A v e n d a ñ . T h e s a u r . Indic. tit 5, cap. 21, núm. 16, p. 199 ibi: Hay
dores que no manifestaren los títulos legítimos de ellas.
á la verdad rios de un uso público y común cuando es personal y do-
(4) El cual derecho se observa igualmente en nuestras Indias, y ex- méstico que pueda usarse para el servicio ordinario, de donde puede
ceptuando las tierras, los campos, los pastos, los montes y las aguas que vivir graciosamente del rio y tomar la agua que quiera partí las nece-
el rey indultó en las ciudades, pueblos y particulares de las Indias, to- sidades domésticas. 'tVSWV1''
cuyo nombre es a jure impositum, y en ella se descub r e r , qua-
medidas de las aguas, omitiendo aquellas questiones de poco tro diferencias, que se nombran assi: Itei, Actas, \ ta y
momento, que mas sirven en la práctica de carga, que de au- Aauaeductus (1) Omítanse las definiciones primeras, assig-
xilio: T o d o lo cual es menester para el desempeño de la obli- nando solamente la del Aquaeducto, por ser de nuestro iris-
gación y cargo de mis comprofessores, en las declaraciones ju-

radas, que se motivan de pedimento de las partes litigantes, TLa servidumbre del Aquaeducto, es el derecho de con-
para la exacta justificación de sus pretensiones (1), pues sien- d u c i r l a a g u a , p o r el f u n d o ó c a m p o a g e n o , p a r a r e g a r e l p . o -
te el maestro Saens y otros autores, que de las diversas accep- rio ü o t r o ! c o n i ü t u i d o e n el d e r e c h o d e s e r v i d u m b r e ( 2 ) . El
ciones de los nombres, suelen originarse en la materia graves o u a l t a m b i é n se t o m a por a q u e l privilegio c o l a d o q u e se
litigios (2), los que se evitan con su genuina inteligencia: sien- c o n f i e r e á a q u e l l o s á q u i e n e s se e n c o m i e n d a la c u s t o d i a d e las
do la de los mas principales en el tenor y orden siguiente. forma ó c a ñ e r í a s p o , 1 d o n d e se c o n d u c e ( 3 ) : c o m o a el m a e s -
2 E l rio, á quien el latino llama fumen, en el derecho le t r o m a y o r D . M a n u e l A l v a r e z d e la C a d e n a , e n q u i e n r e s i d e
ha definido Casio estando á lo peremne de su curso (3), como e l s o b r e d i c h o p r i v i l e g i o c o l a t i v o , p a r a el s u r t i m i e n t o d e l a s
por el contrario: el torrente ó arroyo, es una corriente de agua, a g u a s d e e s t a n o b i l i s í s s i m a c i u d a d : l l á m a s e este por la ley c o n
que se recoge de las lluvias ó nieves, y solamente corre en cier- e f n o m b r e d e Aqnario, q u e es lo m i s m o q u e administrador o
tos tiempos: es á saber, c u a n d o se suelen augmentar las a g u a s m¡arda de las sobredichas (4).
de los rios: divídese en público y privado: público es aquel, 5 P o r r a z ó n d e t a n d a s , a y a g u a diurna q u e e s l a q u e flu-
en el qual el derecho dé pescar á todos es común; y privado ye de d i a ( 5 ) ; c o m o nocturna la q u e fluye d e n o c h e ; y perem-
aquel, en que por algún pacto ó convenio suele tomarse ley, y 2 la q u e n u n c a cessa de correr (6). P ^ e ^ v u d y
en nada se difiere de los demás lugares assimismo privados: leste e s u n a m i s m a , y a q u í n o h a y q u e n o t a r (7), p e i o si, e n
en su apelación no se contiene la ribera, enseña Monochio (4). S a Z a viva, es a'quelli que mana de fuente, esto es pe
explicando llamarse riberas á aquellos precissos límites, entre ? e m n e ° a q u í e n t e n d e m o s p o r la fuente, el o r i g e n o m a n a n t i a l
los cuales se contiene el curso n a t u r a l de todo rio, y le es cosa c o m o e n t i e n d e n los j u r i s p e r i t o s (8): d e d o n d e s e m í i e r e q u e a
peculiar á él, assi como las costas lo son del dilatado m a r (5). pluvial q u e se recoge en las l a g u n a s , y cisternas, allnbes, xa-
3 Pero si en la concession de las tierras, se conceden jun- g ü e y e s , p r e s a s y o t r a s o b r a s , n o s e d e b e n l l a m a r vivas, yor
tamente las aguas sus originales, por considerarse partes ó f a l t a i l e s el p e r e m n e m o v i m i e n t o , q u e p a r a s e r i o s e n e c e s a
fructos de las dichas tierras mercenadas, es doctrina del padre L a s o b r e d i c h a , y a r e c o g i d a e n r e c i p i e n t e s 6 a r t i f i c i a l e s p. a s
Avendaño nuestro Regnícola en su Thesauro Indico (6), cu- p a r a los o r d i n a r i o s m i n i s t e r i o s , fluye p o r c h o r r o s o c h i f l o n e s , y
yas terminantes palabras van á la letra al fin de este Regla-
mento. Por razón de servidumbre tienen las aguas su debido
lugar entre las reales rústicas servidumbres. La servidum- e)l las cuales tienen su origen, y son como partes y como frutos, y así
bre real rústica es de dos maneras: Nominada la una, é inno-
es que se conceden igualmente con las tierras. rusticorum
minada la otra. Servidumbre rústica nominada es aquella n \ Tn«tit Ü e servitut. p r a e d . rustic. & L e g . b e r v i t u t e s r u s u c o r u m
1 D de se vi t. p r a e d . r u s t i í ibi. Las servidumbres de las posesiones
rústicas son éstas: senda, c a r r e r a camino y acueducto.
( 1 ) C a l v i n u s L e x i c . J u r i d . v e r b a M e n s o r ibi: Medidor no solo es el m Acueducto es el d e r e c h o de c o n d u c i r l a a g u a por el iundo o
que mide los campos, sino el que falla no solo de las medidas, sino de c a m p o a g e n o p a r a r e g a r el campo propio, ó el de a l g ú n otro por d e r e -
las servidumbres. cho de a l g u n a s e r v i d u m b r e establecida.
(2) E l maestro S a e n s d e E s c o b a r , q u e corre manuscrito, en el t r a - f 3 ) Le*. Decernimus C o d . de Aquaeducta
tado 1 de las M e d i d a s de las tierras. 4 E x ipsa lege: u t p o t e s t videri in elucidario citato n. / 6 J .
( 3 ) L e g . 1. §. 1. D. Defiuminibus. ( 5 ) L e g . si prius D . üe aqua pluvial, arcend,
( 4 ) M e n u c h i u s cons. 395, n. 28, a p u d P . Benedictum F c r e y r a m , in (6) L e g . 1. § Loquitur D . de aqua,
Elucid. Sacrae Theologiae Moral, áj-juris utriusque. n. 767. n( \ Instituí. D e r e r u m divitione. , . .. ,
(5) i. Instituí, de rerum divitione, (8) L e g . única D . de fonte. E t P . L u c i u s F e r r a r í a m B.bl.otl.eca
( 6 ) C i t a t u s Doctor A v e n d . eodeni loco n. 15. p. 199 ibi. Y á la ver- t o m . 7. v. S e r v i t u s n. 41. ^
dad las fuentes y los manantiales son de aquel de quien son las tierras.
tanto el jurista como el mathemático, le dan los términos de yor ímpetu á fluir, so llaman alcantarillas, y si ay en ellas
surtidores ó salientes (1). muchos interesados, se les ponen varios conductos, que se La-
6 El dedo de agua, según Paulo J. C. es cuanto fluía por m a n : órganos syphunculos ó surtidores; á estos se siguen los
el dedo do una estatua, ó el módulo, por quien determinaban saltos, que se ponen á trechos, hasta las fuentes, y son u n a s
los romanos las mercedes ó datas (2). Nuestro dedo pulgar piedras con varios agugeros, para reconocer los daños de las
q u e es la quarenta y ocho a va parte de una vara mexicana, si formas, sin ser menester registrar todo el ti echo de la cañería
le dividimos en tres partes, cada parte será una paja, y si en 10 A los peritos de nivelar y conducir las aguas, les da el
quarto, cada una llamaremos grano: de donde se infiere, que derecho su nombre: Aquiliges ó Aquilices, los interpreta (1);
un dedo quadrado consta de nueve pajas c u a d r a d a s como assi- y otros, no con menor fundamento, les llaman Hydromensores,
mismo diez y seis granos quadrados. La naranja, es otra me- de la voz griega tíidros, id, est, Aqua, y Mensor, que es el
dida municipal; consta d e q u a t r o dedos por lado, y de superfi- medidor; también á la ciencia que trata de su conducción y
cie diez y seis, como parece de la multiplicación del quatro por mensuracion, llaman los mathemáticos: ciencia Hydrométrica
sí mismo.
ó Hydrogógica.
7 E l sulco, es el hueco que deja hecho el arado en la tier- 11 E n t r e los interdictos, que les pertenecen, el que mas ha-
ra, para que corra la agua, consta del derecho (3), y nosotros ce á nuestro propósito, es aquel cuyo título es: De aqua pin-
entendemos por sulco, una medida peculiar para repartimien- viale arcenda (2). Y r 5 por el qual se justifica la acción civil
tos, que tiene seis dedos por basa, y ocho de perpendículo, y contra aquellos (sean peritos ó personas privadas) q u e hacen
en todo su centro quarenta y ocho. A mas de este, a y otra alguna obra de presa, targea, &c., por la qual la pluvial dañe
medida de que habla la pragmática de esta ciudad, qual es: á terceros colindantes; porque si haciendo alguna cosa en el
el real de agua, que consta de diez y ocho pajas, y se. usa pa- f u n d o pronrio, la celeste daña el del vecino, se da contra el he-
ra repartimientos de las fuentes de las casas, y pilas públicas chor la acción de la ley, por la cual debe pagar el daño acae-
dándoles un real, quatro, &c., según es menester. cido, y está obligado á destruir la obra manufacta.
8 Assi como los romanos usaban del dedo del cuerpo hu- 12 E l que alega esta servidumbre está obligado á probar-
mano. para sus repartimientos, nosotros usamos del cuerpo de la (3): y no le basta la quasi posession (4); porque el referido
u n buey, para dar á entender, ser la mayor medida de la debe probar averia adquirido de tres maneras: por pacto, por
agua: dárnosle á este una vara en cuadro, y en todo su centro testamento, por prescripción (5); y assi es menester advertir,
quarenta y ocho sulcos, siendo estas las medidas de reparti- que dicha servidumbre no se adquiere por su curso natural,
mientos. ni por su uso, a u n q u e a y a fluido mil años e n el fundo inferior,
9 Alveo del rio, se interpreta en u n a ley, por lo mismo que y no por otra razón, que por la libertad conservada de su mis-
camino del no. por donde corre (4), y las paredes en que insis- mo ser, y natural curso, respecto á lo qual: ningún derecho se
te, si son artificiales, de terraplen ó céspedes, se llaman con le debe atribuir, si no es que para éste concurran, no solo la
grande propiedad albarradones. Alveo, canal, rio, tarjea, y ley, y últimas voluntades: sino también las donaciones, y pac-
aquueducto, son voces equivalentes, por ser única la común
operacion hydrométrica, que las regula, como también los mi- ( 1 ) E x Leer. 21 D . Dejur. cora. Plinins lib. 26, c a p . 7.
( 2 ) L e ir. Si usns Jrnct. D. Eod. tilul. Por la práctica común se
nistros que actúan las diligencias de agua, toman univoce las
manifiesta^que no es licito fabricar obra alguna con perjuicio de otro
voces de agugero, toma, data, puerta, merced, marco, fora- ni en propio ni en ageno rio, ex L e g . 1. § Quoil aulem D. nequnl
men, para explicarse en los repartimientos. L a s pilas ó recep- influm. , . T
táculos menores, en donde se recibe para que vuelva con ma- ( 3 ) P . Lutios F e r r a r i s P r o m p t a Bibliotheca C a n ó n i c a Jurídico Mo-
ralis T h e o W i c a tom. 7. v. Servilus n. 28 cilans pro se: sacrae R o t a e
R a m a n a e , p? 14 resent. decís. 416. n. 2. p a r t . 1S. tom. 2. decís. 697, n. 3.
0 ) _ L c 2 - 2: D- ¡)e supelect. & L e g e Impensor D . do. verv. signif. & p a r t . 5, tom. 2, decís. 588, n. 7. decis. 596, n- 1, p a r t . 14, decís,
2 P a u l u s m L e g . 8. D. De Servil. & L c g Lutius a p u d A c u r s .
(ó) Lr.g. i. L). De aq. á¡- aq. pluv. arcendne. vbi vox elices i n t e r p r e - 39
t d t u r tínicas u t potest v i d e n c i t a t Elucid. n. 769 ( 4 ) " ' R o t a . p a r t . 4. t o m . 2, decis. 101, n. 2. p a r t . 17, decis. 31, n. l l
( 4 ) L e g . Adeo § Incida a p u d P. P e r e y r . cit. n. 770. ( 5 ) R o t a p. 4, tom. 2, decis. 101, n. 3, p. 14, decis. 398, n. 3.
ciones (1). Y de aquí nace aquella tan laudable práctica que
16 Pero si el curso, ó defluxo proviene de industria, y ar-
recomienda el maestro Saens, para que antes de darse princi-
tificio, el señor del fundo inferior no está obligado á recibir en
pio á una diligencia, se tengan vistos, y registrados los títulos,
sí la agua del fundo superior (1). T o d o lo cual es doctrina
y successiones de las partes.
concordante con lo que dejamos dicho arriba, tratando de aquel
13 Acerca de su curso generalmente se deben atender tres interdicto. § n . , ,
cosas, es á saber: la ley, esto es, la paccion, la naturaleza, que
17 Como las leyes sean impuestas, para que en todo se ob-
es la qualidad del terreno, por estar mas ó menos inclinado, y
serve la recta equidad de la justicia; determinan en orden á
la antigüedad: de suerte, que la naturaleza, y dicha qualidad,
este punto, que dicha servidumbre se puede constituir, no solo
y paccion entre partes, de ninguna manera se debe alterar; y
de la fuente, esto es, del origen; sino es de qualquiera parte
(piando se manifiesta el derecho de antigüedad, y costumbre
del fundo (2); como assimismo, que se pueda constituir por
inmemorial de conducirla siempre á esto se debe estar (2).
continuo flujo, ó por ciertos intervalos de tiempo: esto es, por
14 De que se colige, que en perjuicio de tercero no es líci- determinados dias y horas (3), y á este género de repartir las
to alterar su antiguo curso, lo que prueban bastantemente las aguas, regularmente llaman: por tandas, paia lo cual, se la-
leyes (3), y procuro confirmar con una decission de Ulpiano, brican pilas, cajas, ó recipientes artificiales, donde juntos los
para mayor seguridad de las medidas en punto de latitud, co- interesados, á cada uno se le pone su toma ó merced, como se
mo se verá adelante (4). Pues a u n q u e el señor por cuyo fun- previene en el número 29 de este Reglamento.
do se conduce, pueda mudar el álveo ó canal, según la glossa 18 Y para proceder con mayor claridad en este assumpto,
comunmente recibida en la ley Si cui 1). servitutibus, esto so- y quitar toda equivocación, advierto: que unas son medidas
lamente se le permite para efecto, de que la sobredicha se con- de reconocimiento, y otras de repartimiento. Por medidas de
dusga por nuevo conducto, por razón del mas commodo uso reconocimiento, no entiendo otra cosa, estando a la practica
de su predio, pero no para efecto de que haciendo nueva obra, común, que una séria inspección, inquisición ó averiguación
resulte en perjuicio de tercero (5). mathemática de las naranjas, sulcos, <$-c., competentes á un
15 Acerca de las tierras bajas, respecto de las altas, se de- marco, ó datas propuestas. Dixe inspección, por ser ésta u n a
be advertir, según á las obras de campo, que se reconocen por de las especies de probaciones que assigna el derecho como
peritos, lo siguiente: Q u e el señor del fundo inferior está obli- principal, que se debe hacer en esta materia, por los hydro-
gado é recibir en sí la agua que fluyó del superior, si acaso se mensores examinados; y si es punto de tierras ó edificios, pol-
trata de su natural curso, ocasionado por la misma qualidad los agrbnensores, y architectos, también con título suficiente,
del terreno, y no hecho con industria para que ofenda, en este bajo la religión del juramento, de no cargarse á favor de u n a
caso se le niega la acción al señor del fundo inferior, para que ni de otra parte, sino declarando la verdad del hecho, según
impida que la llovediza, ú otra corra en el suyo (6). hallaren á todo su legal saber y entender, como asienta con
otros Reyfenstuel (4), y todo esto á fin de no alterar, ni menos
innovar cosa alguna,
aS^ i p f P - F e r r a n s c u m S a c ™ R o t a p a r t . 4 torn. 2. recent, decis
Uo. n. 3. & seq. & L e g . Procul D. de Damn. inf. M a s c a r d . de Proba
tionibus. Conclus. 123 n. 14. Veron. de servitud. aquaeduct. n. 59. con
trovert. 310. n. 156 M a r i n controv. 16. C a n c e r . Variar. resolut. p. 3 461, n. 10. S u r d . Cons. 17, n. 14 & 27 & C o n s . 23, n.^9. C a r d . de L u c .
1
c. 4. n. 241.
de Servit. decis 39, n. 3. , . -
Ex P Fe rario loco c i t a t 44
<• $ ™ ,> - [ - ex L e g . Si cui aq. 1. §. 1. §. 12 ( 1 ) L e g . Si cui aq. 1. § 1 & 13. D. de aq. f aq. pluv. arcend. f
7oi
(3) L T e g . aunic.
q
' * avers,
q P
' a r c e m L E t
generalil. V e r o n Cons.
D. nequid. 144. Ln.e g39.
in flum. , 1. 5. non C a r d . de L u c a loco cit. n. 3.
(2) E x textu expresso in L e g . A'o puede establecerse la servidum-
autem. D. def umin. E t c u m D o c t r i n a S . R o t a e p. 4, torn. 2 recent, de-
cis. 61. n. :l. & M e n o c h i u s C o n s 909. bre de conducir ó sacar la agua, sino del origen o de la fuente; mas
con todo. hoy suele establecerse sacarla de cualquiera lugar.
(4) L e g . 1 §. Mud tamen. D. de aq. colid. $ aesliv.
C¿) Leer. Cum es sent. 2. § Si aquaeductus D. de Servit. praed rus-
( 5 ) L e g Praetor ait in p r i n c . D . de rivis, Glossa in L e g e si Cui.
V. de Servitut. B e r o n Cons. 144, n. 2, vol. 3. tic. L e g . si Constituía. L e g . Siis cui in princ. D. C u m C e p o l a de Serv.
( 6 ) L e g . Si cui § 10. 13 & 22. D . de aq. $ aq. pfov. arcendae. Leg. vraed. rustic. cap. 8 n. 52. .
(4) Reijjenst. in Jus Canonic. tom. 2, tit. 19. de Probationibus § 1,
19 Las medidas de repartimiento, regularmente se dedu-
latitud, como quieren algunos, f u n d á n d o s e , en que tanta agua
cen de las de reconocimiento, poique ha viéndose ya medido
passa por sección mayor, como por menor: compensándose lo
un rio, canal ó targea, puesta c a x a , ó pila repartidora en el de-
amplio de la feccion, con la menor velocidad, ó al contrario;
bido trecho, ó poniéndose datas, y contradatas, según el cau-
sino que h a de ser mayor, ó menor, según lo que digere la la-
d a l del aquaeducto, á cada interesado, se le reparte según su
titud del aquaeducto: mayormente, cuando la exeeucion d e e s -
postura; donde claramente se e c h a de ver, que en las prime-
tas medidas, es solamente un reconocimiento, n. 18, el que se
ras, a u n q u e se reconoce, no se innova; pero por el contrario,
hace á fin de no alterar, ni menos innovar cosa alguna; lo que
en estas de repartimiento, se ainplian, se restringen, se inno-
se confirma con la doctrina del jurisconsulto Ulpiano, en la
van los conductos, según el m a n d a t o literal de S. A. á quien
ley 1, § illud tamen D. de aq cotid. aestiv. cuya decission,
es peculiar hacer, y repartir las mercedes de las aguas, como
por ser tan expressa para el intento, pondré sus palabras: Mas
queda assentado al n ú m . 1.
aquello se ha de entender aquí haberse mandado por el Pre-
20 Y comenzando por las medidas de reconocimiento, di- tor, que la agua debe ser conducida siempre del modo que se
go: que éstas se practican, seligiendo el rnexor trecho de la tar- condujo desde el primer año. De lo que se sigue que no pue-
gea, ó azequia, donde proceda el agua rectamente, sin rápidda da ser conducida ni mas agua, ni de otro modo mas amplio.
corriente, por averse de buscar un plano orizontal, ó quasi ori- De que se infiere, que según la voluntad del Pretor, que expo-
zontal, para que nivelado, y sus costados dispuestos á plomo, ne el jurisconsulto, para que se m a n t e n g a n , y se amparen, los
forme dicha targea figura geométrica, capaz de reducir á cál- que están en la quasipossesion de esta servidumbre, es nece-
culo: á la qual se le aplicará un marco de madera, de suerte, sario no a y a innovación alguna; sino que de la misma suerte
que paresca estar unido con los planos, tanto el orizontal, co- se use este año, que el antecedente; y por el mismo conducto,
m o los verticales: todo lo qual se puede disponer e x h a u s t a por que esto, y no otra cosa, importan en rigor jurídico aquellas
haverse echado la agua por un ladrón artificial, antes del pla- palabras: ni de otro modo, ni de un modo mas amplio. Esto
no reconocido. mismo se confirma con la decission de la ley 3, § 15, D. de
21 E l sobredicho marco llevará sus números marginales itin. act. queprin., en donde el mismo jurisconsulto dice, ha-
para reconocer la altura viva del agua, pues con esto, y multi- blando de la servidumbre del camino: que para conservarle,
plicando la latitud por la altura viva, quedará medida la am- quando uviere alguna duda, se ha de regular por el estado
plitud de la sección, advirtiendo: que este producto, que sale anterior que tuvo, guardando en todo las primeras medidas; y
de la multiplicación de un lado por el otro, avrá de partirse á en esto se distingue lo que se conserva adquirido, de lo que se
la área de la naranja, sulco, &c., por haverse de assentar la di- quiere nuevamente constituir, n. 19. Son sus palabras: Por
ligencia, en medidas municipales de la corte. renovar entendemos volver la senda y carrera á la antigua
22 Se prohibe en este instrumento: la tabla catciracta ó cor- forma; esto es, para que no alguno dilate 6 aumente, depri-
redera, que se pone para la intumecencia de las aguas, porque ma ó extienda, y en verdad es muy distinto renovar una cosa
a d e m a s de ser inútil según nuestro méthodo, es visto, que si que hacer una obra nueva. C u y a eficaz razón, versándose en
se aplica, necessariamente ha de disminuir la altura viva, lo los mismos términos, en la servidumbre de la agua; deberá
que no parece bien á las partes interesadas, en el acto de la obrarse el mismo efecto, q u a n d o se trata de medirla: no am-
diligencia. Y antes de pasar adelante, me parece convenien- pliando, ni restringiendo los conductos; sino que en la misma
te vindicar un aserto, en punto de latitud, según lo previene forma antigua, se han de regular, para que no paresca se cons-
el número 14: y es, que no siempre el marco que se aplica ha tituye nueva servidumbre, que es lo que repugna á la ley, y
de ser de u n a graduación determinada, v. g. de 48 dedos de se deduce también de otras m u c h a s decissiones que omito poi
¡a brevedad, y ser bastantemente claro el punto de que trato,
n. 22 ibi. La vista de ojos debe hacerse por los peritos en el arte, á sa- ilustrado con las expresadas leyes, que llevo citadas. Sirvien-
ber: por los arquitectos, agrimensores y semejantes, á los cuales se les do todo lo contenido en este párrafo de u n a previa advertencia
debe pedir juramento de que dirán fielmente la verdad, según la encon-
traren en su conciencia, no declinando en favor de ninguna de las á los hydromensores, para que procuren en las medidas de re-
partes. conocimiento, ajusfar los marcos, ó artificiales secciones, á la
rigorosa latitud de los aquaeductos.
nocida; para hallar la que se despedirá, en otra cualquiera al-
2 3 Si se advirtiere en el concierto, que se mida mathemá-
tura, se hará esta analogía: Como la altura dada, 6 conocida,
ticamente, se hará el previo cálculo, en el orden siguiente. al medio proporcional geométrico hallado entre ellas: assi la
Supuesto que* está sabida la altura viva del W « « * cantidad de agua conocida, á la que se pretende saber; y esta
mismo su latitud, y la área resultante; para hallar el centro resultante es la prefija á la altura, sobre el centro de la veloci-
de ta media velocidad, en conformidad de que entodo ; canal dad media, en cualesquiera canal, con cuyo artificio, estando
orizontal, ó quasi orizontal, es mayor la velocidad en el fondo en el campo, sin mas aparato, que un lápis común para escri-
que en lá superficie, (1) se h a r á esta regla de tres: como 9 á 4. bir, se resolverá el problema, no sin grande admiración de los
assi la altura viva, que lleva toda la targea, con la altura de circunstantes.
la agua, sobre el centro de la velocidad media.
27. Consta de lo dicho la práctica de las medidas de reco-
24 Y por quanto esta velocidad media, es la misma que
nocimiento. Sígnese ahora tratar del otro punto parcial, es á
tendria la agua, surtiendo de un vaso, 6 cilindro peremne que
saber: de la repartición legal de las aguas, porque habiéndose
su altura fuera igual á la distancia que ay desde la superficie
de consti tuir esta servidumbre, por continuo flujo, ó por ciertos
del canal, h a s t a el dicho centro; se preparara un vaso, o cilin-
intervalos de tiempo; no de otra suerte se puede ejecutar lo so-
dro recto cuya altura sea igual á la distancia media predic a
bredicho, que fabricándose pilas repartidoras, y abriéndose
hallada por la regla de tres, y abriéndole en lo inferior una
puertas en sus orillas, donde juntos los interesados, á cada uno
puerta de un dedo cuadrado, á el qual también se le hallara
se le h a y a de dar, según su postura; para lo cual, será m u y
su módico centro de media velocidad, para determinar desde
conveniente, tener delineadas las medidas, en la misma con-
aquí la altura precissa del cilindro, el qual ha de correr perem-
formidad prescrita al número 7. Como assimismo, la vara usual
ne, sin disminuir la altura de la agua, que se le administrare
dividida en dedos, y pajas para que sirva, de pitipié á las lí-
por arriba, obsérvese con u n relox de péndula en que tiempo
neas que se inquirirán en la forma siguiente.
se evaqua cierta cantidad q u e sea capaz de llenar un palmo
28- Si la forma de la data ha de ser cuadrada, por pedirlo
cúbico de alaton, ú otra materia la que se guardara para in-
el caso, dada la área, como se previno en los números 6 y 7;
quirir el espacio que correrá, en el dicho tiempo; y para qmtai
la raíz c u a d r a d a de ésta, será el lado del cuadrado igual, á la
dudas advierto: que este espacio no es otro, que aquel agrega-
figura propuesta. Pero si la data ha de ser circular, se halla-
do de palmos, que correrá en u n minuto ú otro cualquiera
rá su diámetro con la razón de Archimedes, diciendo como 11
tiempo, un punto puesto orizontalmente dentro de la agua
á 14, assi la área de la figura, sea naranja, sulco, 8,-c., dada
imaginando, que este comienza á moverse desde el centio de
en partes mínimas; al cuadrado del diámetro, cuya raiz será
la velocidad media. , el diámetro requisito. Si se ofreciere augmentar el valor de
25 Y porque en el palmo referido cubico, se halla aquel la agua, desde un real en adelante, se tomarán tantas áreas,
cordon de agua que surtiría si se le extendiese; aquí no h a y cuantas sean menester, á la proporcion; de tal suerte, que con
mas que hacer, que reducir dicha cantidad á palmos, como si su s u m a se hará la operacion, ó en la forma circular, ó en la
por observación tuvo el p a l m o cubicado 1.728 dedos, estos mis- cuadrada, como queda efectuado.
mos, puestos en seguida, h a r á n 144 palmos, espacio ignorado, 29. Assimismo, en las cajas ó pilas repartidoras, todos los
este multiplicado por la área de la sección dara e| paralele- interesados, deben obtener sus forámenes en una igual altura,
pípedo cúbico de agua, ó por mejor decir, la cantidad justa a u n q u e sus datas sean desiguales en cantidad, de aquí nacej
que'ciertíssimamente pasa por u n a sección, en un determinado el que las basas se deben determinar mas ó menos prolonga-
das, partiendo la área de la postura de cada uno, á la altura
tie
2 6 P ° L a dificultad de este artículo, solo estriva en la diver- común, cuyo cociente, irá determinando las basas correspon-
sidad de alturas medias, que llevan las targeas o canales; y dientes á cada merced. Yed el n ú m . 34.
supuesto que está sabida por observación, la cantidad de a g u a 30. L a aplicación de las antecedentes reglas á la práctica,
que se despide de un cilindro recto, cuya altura y puerta es co- es bien fácil, solo con aplicar el compás al pitipié, para tomar
los lados de los cuadrados y diámetros de los círculos, y de
(1) Es lo contrario, esto es, menor que la que lleva en su su-perficie.
aquí delinearlos en un cartón, pues assí se arreglan ^ d i á m e - por pública imparticion le fuere concedido. Solo sí: que ha-
tros de los surtidores de las f u e n t e s públicas y p u v a d a s de esta ciéndose semejantes pilas para recoger la agua, y abrir puer-
nobilíssima ciudad, lo cual no tiene dificultad; pem s, a dispo- tas en sus orillas: es arbitro el artífice, en darles la figura que
sición de las cajas y pilas repartidoras, en las cuales se obsei le pareciere mas conveniente: porque pueden ser circulares; ó
cuadradas, ó tener la figura de un polígono, rectángulo, &c. con
varán las m á x i m a s siguientes. , . n „ „ r l o i„ tal que se observe en la formación de sus agugeros. ó puertas,
31. En los canales horizontales, que se repárte la agua las m á x i m a s que siguen.
por agujeros hechos en sus orillas, los vnped,menlos pese
34. Laformacion de dichos agugeros, ó múreos, ha de ser
pusieren en plano vertical, contra la ^ n e f ^ e a n i ^ d ,
de suerte, que todos tengan una misma altura, lo que se plan-
y en figura semejantes á las datas 6 V^tasque «^»»«J
tea, ampliando, 6 restringiendo las basas, quando los dichos
en dicha* orillas ó costados. E s t e métbodo de lepartir las
forámenes son rectángulos; pero si han de ser circidares, los
a g u a s que Ñaman de data 6 contraríala, rara v e n c e d e r a ^
centros de éstos estén en una misma linea horizontal: Dicta
nerse en práctica, por razón de fabricarse comunmente pilas
esta m á x i m a : que los sobredichos agugeros, se han de abrir
? t S y en las tomas, que han de servir para molinos,
circulares, ó rectángulos, si circulares, no hay duda: que aun-
según el maestro Saens, c a d a interesado saca la agua en hi-
que todos coincidan en una misma línea horizontal, como no
ga^ separado. porque seguí, el citado: unos la toman por al -
sea uniforme el curso del agua, cuando viene menos, los cír-
ba! y otros por ahajo; p?ro por cuanto puede importar su noti-
culos menores, en c oncurso de los mayores, n u n c a se despiden
cía la práctica es como se sigue.
en la proporcion con que fueron formados, por no cubrirse; pe-
32 E n el canal que se hubieren de abrir p u e r t a s escójase
ro sí, todos justamente, quando la dicha línea, ó diámetro de
un lugar, como de seis varas, si el trecho lo permite; fabr can-
tocios, se halla en el centro de la velocidad media,.lo cual es
do en uno, y otro costado dos paredes paralelas, que formen
también variable, por la razón dicha; y assi para ahorrarse de
cajero, y de altura proporcionada, á la que en tiempo mas co-
inconvenientes, se disponen las datas en forma de rectángulos
pioso leva el agua ábrase donde convenga de los costados,
prolongados, por la regla núm. 29, dándoles la proporcion á
las puertas, según la proporcion de la merced, ó mercedes; y
¡as basas, y ciñéndolas á una misma altura, para que a u n q u e
esto fecho: coiitra la corriente, párese verticalmente, u n a p u ,
se augmente, y disminuya la cantidad, y altura viva, c a d a
dra ó las que fuesen menester que componga en latitud y
qual sea partícipe, no solo del beneficio; sino también del daño.
altura, las superficies abiertas en el costado, para q u e se evi-
dencie: que los sulcos q u e se mercenan por un lado, queden 35. El agua que sale de dichos agugeros, tenga en igual
suprimidos en la corriente, y observe la agua, una misma a distancia su caida: E s m á x i m a inviolable, y explica dos cir-
ü a- pero es de notar: q u e suele ser conveniente, que queden cunstancias, y son: que al salir de los agugeros proceda pol-
las puertas abiertas por'arriba, por razón de que por las lluvia lina misma línea, por estar nivelados ambos planos. Lo otro:
6 nieves, crece el cuerpo del agua, y en este ca o. la propor que si acaso procede de algún salto, todos la reciban en una
cion de mercedes, se dará á las basas, las que subí an indefi- común piedra, a u n q u e de aquí se conduzca por targeas, sien-
nidas po^ todo el costado, haciendo lo mismo con ta m e - do la razón de todo ésto: la gravitación de la agua en quanto
mentos ú obstáculos, p o r q u e deben subn- perpend.culare has- grave, que se accelera por puntos, quando baja de mas a l t a d i s
ta el nivel de las datas, p a r a que se consiga el fin. de que tan tancia, como consta de los principios generales de la Stática.
ta, q u a n t a se mercena;' se suprima, que es lo que según este 36. Y para que no se echen menos en estas instrucciones,
los puntos mas importantes, que pertenecen, y tocan á l a s con-
méthodo se pretende. . ,
ducciones, se tendrán presentes, las observaciones d e q u e usan
33. Las pilas, 6 receptáculos, que se fabrican V«« *
los hydromensores, que por lo general se reducen: á que el
partimientos, los marcos por donde se ha de s , ^ f Z d t
término á donde se lia de conducir el agua, ni ha de estar en
" agua, quando á este beneficio concurren mucho »'^esad^
mayor, ni en igual; sino en menor altura que la del origen:
guarden la proporcion, según fuere cada «^^ccZEstonotan
fundándose ésto en un principio matheinático, qual es: la gra-
to se prueba; cuanto se supone: por ser constante en derecho
vedad de los cuerpos; pues a u n q u e las aguas sean un cuerpo
n ú m 19, que cada interesado solo debe obtener aquello, que
mmmm
reno, y otras circunstancias; lio quiero privar de esta noticia
fluidíssimo conspiran como los d e m á s graves á ^ t t e t e por estar tan recibida entre los profesores de esta facultad; y
a q u í se me ofrece satisfacer u n a duda, y es: la que se origina
de minorarse algunos manantiales, q u e ahora se reconocen no
correspondiendo las mercedes á aquellas primeras medidas con
q u e fueron a m p a r a d o s los dueños de molino, tierras, &c. ttes-
pondo diciendo: que puede provenir dicha variación a causa
de alquil fortuito terremoto, hallando las a g u a s distintos con-
ductos en lo subterráneo; y assi observamos, que las f u e n t e s
de la ciudad cesan de fluir, porque con el movimiento de re-
S S S S ^ S ^ r » trocesso, ú otro extraordinario del temblor, pierden el pendien-
te v hasta no restaurarlo, no vuelven á correr.
40 F i n a l m e n t e c u a n d o se reconociere, que no alcanza el
caudal, para completar las mercedes ele los interesados, se u s a r a
á f e w r f s ^ E S de la composicion por tandas; u s a n d o de la servidumbre, unos
d e dia. y otros de noche, ó como si convinieren entre partes;
porque como este sea derecho q u e á todos pertenezca; necessa-
S g M M p g riamente por todos ha de ser aprobado, según la regla canóni-
donde transitan, siendo nitrosas las que pasan por l u g a es d e ca: Quodomnes tangit ab ómnibus debet aprobari {1).
nitro salsas por lugares salsos, ó infectos de sal, &c., y a u n q u e 41 D e todo lo cual se infiere: la s u m a utilidad d e este es-
en lo' subterráneo se origine d i c h a temperatura: no es ageno cripto, el q u e según su naturaleza, forma un argumento eficaz,
T J \ r ohrarse el mismo efecto, en los canales de a superficie de ser todo lo que en él se contiene: un camino fácil, y seguro
d é la tierra q u a n d o t a m b i é n concurre la misma c o n s t a n c i a , en justicia, y razón, p a r a q u e se h a g a n con exactitud las me-
de er sus 'respaldos de distinta qualidad a u n q u e extrínseca didas de las a g u a s , tanto f u e r a como dentro de esta nobilissi-
38 E n cuanto á la n a t u r a l e z a del terreno averiguan; des- ma c i u d a d . . . . - L A U S DEO.
pués de habe pasado por aquellos términos legales que p e-
v i e n e e l derecho ( 1 ) : la d i s t a n c i a de u n o á otro lugar: recono-
cen el consumo, t a n t e a n la obra q u e cabe, s. de targea, de ca ,
v c a n t o a b e n a 6 si s e h a d e c o n d u c i r p o r c o n d u c t o s c e r r a d o s CAPÍTULO XXIV.
c o n s u s ' r e s p i r a d e r o s á t r e c h o s , p a r a q u e el a y r e p u e d a s a l i r y
n o le i m p i d a s u p e r e m n e c u r s o . Dije que averiguan el con-
Práctica de la hidromensura, 6 de las medidas y distribución
sumo, p o r q u e si s e c o n d u c e n p o r t i e r r a s a r e n o s a s , y d e p a n n o
de las aguas.
S o claro está q u e llegará m e n o s , y puede darse cas en
no llegue: t a m b i é n es m u y cierto en b u e n a c^
Como ofrecimos en el cap. X X I I I , vamos ahora á tratar de
las tierras m a s fértiles, c o n s u m e n m a s q u e las e s t e n es poi
varios puntos relativos á la práctica de la hidromensura ó de
azon de que aquellas constan de mayor copla de alchahnos
las medidas y distribución de las aguas.
á distinción de las infecundas, e n q u i e n e s lo s o b r e d i c h o no se E s t e ramo se puede dividir en tres partes, á saber: conduc-
experimenta.^ ^ a s i e n t a n l o s prácticos: ocho sulcos con- ción de las a g u a s , m e d i d a s de reconocimiento y medidas de
tinuos- para un b a t a n t r e s ; p a r a i n g e n i o s o c h o ; p a r a el negó distribución. ^Nos contraeremos solamente á las medidas de re-
conocimiento y de distribución, por ser de nuestro objeto; y así
d e ^ u i a c a b a l l e r í a d e t i e r r a d o s ; y si e s d e s i e m b r a d e . . a n a q u a -
las medidas de reconocimiento, consisten en e x a m i n a r si las fi-
t r o , y a u n q u e n o e s r e g l a fija, r e s p e c t o á l a i n c l i n a c i ó n d e l t e r -

(1) Reg. 29 Juris Cononici in C.


(1) V i d . n. 1. e t S e q u e n t i b u s h u j u s R e g u l a m e n t i . 20
mmmm
reno, y otras circunstancias; no quiero privar de esta noticia
fluidíssimo conspiran como los demás graves á ^ t t e t e por estar tan recibida entre los profesores de esta facultad; y
a q u í se me ofrece satisfacer una duda, y es: la que se origina
de minorarse algunos manantiales, que ahora se reconocen no
correspondiendo las mercedes á aquellas primeras medidas con
que fueron amparados los dueños de molino, tierras, &c. Res-
pondo diciendo: que puede provenir dicha variación a causa
de alquil fortuito terremoto, hallando las aguas distintos con-
ductos en lo subterráneo; y assi observamos, que las fuentes
de la ciudad cesan de fluir, porque con el movimiento de re-
trocesso, ú otro extraordinario del temblor, pierden el pendien-
te v hasta no restaurarlo, no vuelven á correr.
• j - s í i í s r , " ! : - . . 40 F i n a l m e n t e cuando se reconociere, que no alcanza el
caudal, para completar las mercedes ele los interesados, se usara
de la composicion por tandas; usando de la servidumbre, unos
de dia. y otros de noche, ó como si convinieren entre partes;
porque como este sea derecho que á todos pertenezca; necessa-
S g M M p g riamente por todos ha de ser aprobado, según la regla canóni-
donde transitan, siendo nitrosas las que pasan por l u g a es d e ca: Quodomnes tangit ab ómnibus debet aprobari (1).
nitro salsas por lugares salsos, ó infectos de sal, &c., y a u n q u e 41 De todo lo cual se infiere: la s u m a utilidad de este es-
en lo' subterráneo se origine dicha temperatura: no es ageno cripto, el que según su naturaleza, forma un argumento eficaz,
T J \ r ohrarse el mismo efecto, en los canales de a superhcre de ser todo lo que en él se contiene: un camino fácil, y seguro
dé la tierra quando también concurre la misma c o n s t a n c i a , en justicia, y razón, para que se h a g a n con exactitud las me-
de er sus 'respaldos de distinta qualidad aunque extrínseca didas de las aguas, tanto fuera como dentro de esta n o b i l í s i -
38 E n cuanto á la n a t u r a l e z a del terreno averiguan; des- ma c i u d a d . . . . - L A U S DEO.
p u é s d e haber pasado por aquellos términos legales que p e-
v i e n e el derecho ( 1 ) : la distancia de uno á otro lugar: recono-
cen el consumo, tantean la obra que cabe, s. de targea, de ca ,
v canto ab e n a 6 si se ha de conducir por conductos cerrados CAPÍTULO XXIV.
con sus'respiraderos á trechos, p a r a que el ayre pueda salir y
no le impida su peremne curso. Dije que averiguan el con-
Práctica de la hidromensura, 6 de las medidas y distribución
sumo, porque si se conducen por tierras arenosas, y de pan no
de las aguas.
S o claro está que llegará menos, y puede darse cas en
no llegue: también es m u y cierto en buena c^ Como ofrecimos en el cap. X X I I I , vamos ahora á tratar de
las tierras mas fértiles, consumen mas que las esten es poi
varios puntos relativos á la práctica de la hidromensura ó de
r a z ó n d e q u e aquellas constan de mayor copla de alchahnos
las medidas y distribución de las aguas.
á distinción de las infecundas, en quienes lo sobredicho no se E s t e ramo se puede dividir en tres partes, á saber: conduc-
experimenta.^ ^ a s i e n t a n l o s prácticos: ocho sulcos con- ción de las aguas, medidas de reconocimiento y medidas de
tinuos- para un batan tres; p a r a ingenios ocho; para el riego distribución. Nos contraeremos solamente á las medidas de re-
conocimiento y de distribución, por ser :le nuestro objeto; y así
d e f i n a caballería de tierra dos; y si es de siembra de cariai q ua-
las medidas de reconocimiento, consisten en examinar si las fi-
tro, y a u n q u e n o es regla fija, respecto á la inclinación del ter-
(1) Reg. 29 Juris Cononici in C.
(1) V i d . n. 1. e t S e q u e n t i b u s h u j u s R e g u l a m e n t i . 20
224
guras y dimensiones de las datas que se reconocen, son las que
constan en los títulos de posesiou ó de merced, y de este exa-
men resultará, si las cantidades de agua que pasan por las mis-
m a s datas, sou conformes con las concedidas en dichos tí-
tulos.
Son partes de las medidas de reconocimiento, el exámen que
debe hacerse sobre si los centros de las datas están á igual dis-
tancia del nivel del agua de la caja, ó si no están en una mis-
ma línea horizontal ó de nivel; si las bases de las datas, su-
puestas rectangulares, asientan en un plano á nivel ú horizon-
tal; si dichas datas tienen alturas iguales, y ademas, si las ca-
ras de las piedras donde están las aberturas, son planas y se
hallan puestas á plomo ó vérticalmente; y si los gruesos de di-
chas piedras donde están practicadas tos mismas aberturas,
son iguales. Por último, son también partes de un reconoci-
miento, las medidas que se practican en un rio, canal, &c., con
el objeto de conocer la cantidad de agua que llevan estos acue-
ductos.
P a r a la mejor inteligencia de lo que vamos á tratar, damos
á continuación la descripción de una caja ó pila repartidora, y
las condiciones con que debe ser construida, valiéndonos del
dibujo que la representa en la lámina II.
L a parte de un acueducto que da entrada á la agua en la
caja, está anotada con las letras F F : las letras F M N L P D,
manifiestan las paredes ó costados de la caja; D D es el borde
de uno de los costados, que tiene la altura de las datas señala-
das en C, A y B, ó la altura que tienen los lados superiores de
las mismas datas, contada desde el fondo de la misma caja, á
cuyo borde se le nombra ladrón ó regulador, y es la parte por
donde se derrama la a g u a sobrante. El ladrón ó borde debe
tener igual grueso que las piedras donde están abiertas las da-
las; y peritos m u y instruidos aconsejan que los grueso? de es-
tas piedras y del borde ó ladrón, sean por lo menos de u n a tercia
de vara. E l fondo de la caja debe ser m u y parejo, y ha de estar
á nivel ó en un plano horizontal; y conviene prolongarlo por
la parte G S G de afuera, donde están las datas, hasta cinco
varas por lo menos, de distancia de ellas, rematándolo con u n
salto ú escalón E E , que no baje de media vara de alto. Los
gruesos de las paredes ó costados de la caja, serán los que con-
vengan en razón de la cantidad de agua que ha de contener;
pero sean cuales fueren, los de las piedras donde están las aber-
turas ó datas, será de u n a tercia de vara, por lo menos, según
hemos dicho antes; y las referidas piedras han de estar puestas
en los costados de la caja con las condiciones que hemos asen-
tado, hablando de las medidas de r e c o n o c i m i e n t o S e n a con-
veniente que las datas se pusieran mas arriba del fondo de a
caia para que depositándose en él el cascajo que arrastra la
i n o hubiese obstáculos á su libre salida por las aberturas,
lo que no se pudiera evitar si estas aberturas asentaran inme-
diatamente en el plano del fondo. Por último, as parades R,
R R R. se pondrán lo m a s distante que se pueda de las datas
C A V B, con el objeto de que la agua que sale por las mismas
datas, se extienda en el plano G, G, G. L a s letras H, H, H,
denotan la atarjea que conduce la agua al lugar de su desu-
no, ya sea esta atarjea para u n a sola data, ya para dos o mas.
V e a m o s ahora los i n c o n v e n i e n t e s que resultarían de la in-
observancia de los preceptos que hemos dado p a j a l a j l e b i d a
colocación de las datas en la caja, y construccion de e ta fabri-
ca; y para manifestarlos mas patentemente, nos vald eraos de
los ejemplos que siguen: Supongamos que dos interesados
tienen derecho á disfrutar cantidades iguales de agua que pro-
dujeran dos datas de 6 pulgadas cuadradas oada una pero que
el centro de u n a de ellas se hallase á 2o pulgadas de d stam
cia del nivel de la a g u a de la caja, y el centro de la ot.a á 4
pulgadas del mismo'nivel; la cantidad de agua que produce la
primera data en cierto tiempo, es tanto m a y o r que la q u e pro-
duce la segunda, en el mismo tiempo, supuesta l de
l a s d e r a a s circunstancias, cuanto o , raíz cuadrada de 2o pul-
gadas que dista elcentro de dicha primera data del .nivel de
la a g u a de la caja, es mayor que 2, raíz cuadrada de 4 pulga-
das que h a y del ¿entro de la segunda data al mismo nivel y aw,
es claro que uno de los interesados disfrutará u n a cantidad de
agua dos y media veces mayor de lo que disfruta el otro sien-
do así que ambos tienen derecho á poseer igual cantidad de

S i u n a de las datas de dos interesados, es doble de la del
otro no por esto el primero disfrutaría doble cantidad de agua
que'el segundo, si los centros de estas datas no están situados
en un mismo plano horizontal, ó á iguales distancias del nivel
de la agua de la caja, supuesta la igualdad de circunstancias;
v R. si una data es de dos surcos, y la otra de uno, pero el
centro de la primera dista 9 pulgadas del nivel de la agua de
la caja, mientras el centro de la segunda dista 36 pulgadas del
mismo nivel, las cantidades de a g u a q u e producen estas datas
en un mismo tiempo, son iguales; porque la que produce la
abertura de 2 surcos, se representa por este numero multiplica
do por 3, que es la raiz cuadrada de 9 pulgadas que h a y de su yo motivo se deben preferir estas aberturas á las circulares, y
centro al nivel de la agua de la caja, cuyo producto es 6; y la á toda otra figura que no sea la de un paralelógramo rectán-
cantidad de agua cpie produce la abertura de un surco, en di- gulo ó de un cuadrado; y así se practica en la distribución de
cho tiempo, se representa por 1 multiplicado por 6, que es la las aguas para la irrigación de los campos.
raiz cuadrada de 36 pulgadas que hay de su centro al mismo C u a n d o dos ó mas interesados toman la agua en diferentes
nivel, cuyo producto es también 6; en donde se ve que las can- puntos de un acueducto, y la conducen por atarjeas mas ó
tidades de agua que pasan por estas datas, son iguales, no obs- menos inclinadas, ó con mas ó menos pendientes ó declivios,
tante que u n a tiene doble superficie que la otra, y de consi- la a g u a que corre por las mas pendientes, adquirirá mayores
guiente se manifiesta el perjuicio que resultaría á uno de los velocidades que la que va por las menos pendientes, por cuya
interesados, á causa de la mala colocacion de las datas en la razón unos interesados disfrutarán mas cantidad de agua á
caja repartidora. proporcion que otros, y esta desproporción se evita construyen-
Cuando á las datas, siendo de figura rectangular, les falta la do delante de cada abertura donde se toma la agua, el salto que
circunstancia de tener iguales alturas, supuestas las demás con- ya hemos mencionado en la descripción de la caja repartidora,
diciones con que deben estar colocados en la caja, mientras que representa el dibujo de la lámina II; desde cuyo sallo co-
que el agua salga por ellas á boca llena, producirán ciertas menzará la atarjea que ha de conducir la agua, con la incli-
cantidades de agua; pero bajando el nivel de la agua á causa nación conveniente, según las circunstancias del terreno, ó la
de haberse disminuido el manantial, sucederá que cuando la que diere la diferencia de nivel entre el punto donde se toma
a g u a ocupa, tal vez la mitad de la data de mas altura, saldrá la a g u a y aquel donde se conduce. De esta manera, al exten-
todavía á boca llena por la data de menos altura, en cuyo ca- derse la agua en el plano horizontal donde sientan las bases de
so las cantidades de agua que produjeran las mismas datas, no las datas por donde sale, adquiere cierta velocidad en la caida
serian proporcionales con las concedidas á los interesados, y pol- que le proporcionan dichos salios, que será la misma al entrar
lo mismo unos disfrutarían mas ó menos á proporcion que los en las atarjeas, supuesta la forma regular del acueducto en to-
otros; cuyo inconveniente se remediaría haciendo que las da- do el trecho de él, que ocupan las referidas datas-
las tengan alturas iguales, porque entonces la agua saldrá lle-
nando partes de las aberturas proporcionales á las mismas da-
D I S T R I B U C I O N D E L A S AGUAS.
tas. E n su lugar diremos cómo se reducen las datas á otras
de igual superficie, y que tengan iguales alturas. E s t a operacion tiene por objeto la repartición justa y equita-
Si las aberturas ó datas son circulares, aun cuando estén sus tiva de una cantidad de agua, que pasa por un acueducto, entre
centros en una línea de nivel ó en un mismo plano horinzon- dos ó m a s interesados proporcional mente á las cantidades de
tal, si sus diámetros son desiguales bajando el nivel de la agua ella, concedidas por merced ó compra, ó por arrendamiento ó
de la caja, donde se hallan colocadas, en los mismos términos denuncio, &c.
que hemos considerado anteriormente con respecto á las datas E n la distribución de las aguas pueden ocurrir dos casos que
rectangulares, tampoco las cantidades de agua que produjeran, vamos á considerar:—Primero. Si el convenio entre los inte-
serian proporcionales á las mismas datas, sino en el único y resados se contrae á disfrutar las cantidades de agua que pa-
remotísimo caso de que el nivel de la agua bajara hasta el pla- san por ciertas datas, sin atender á los volúmenes de este líqui-
no horizontal donde se hallan los centros de las aberturas; cu- do, que en un tiempo conocido producen las aberturas, la opera-
yo inconveniente se evitaría, reduciendo cada una de las datas, cion queda reducida á poner las mismas datas en los costados
á otras también circulares é iguales entre sí lodas ellas; pero del acueducto, j u n t a s ó muy distantes, según convenga á los
la exacta ejecución de estas datas circulares, es difícil en la interesados; mas para la colocacion de estas datas, se construi-
práctica, y ademas, que los interesados no pudieran saber por rá en el mismo acueducto una caja repartidora para cada una
sí mismos la cantidad de agua que pasa por los segmentos de de ellas, si hubieren de estar muy distantes, ó para c a d a dos ó
los círculos que componen sus respectivas datas, con la facili- mas de las que han de estar m u y inmediatas, sirviendo de cos-
dad que prestan las aberturas de forma rectangular; por cti- tados del acueducto, de dos de las parades ó costados de la
228
L a figura de la d a t a por d o n d e pasa la a g u a que lleva u n
m i s m a caja, la que se construirá con los requisitos q u e hemos
acueducto, es igual á la que resultaría del corte ó sección de
explicado ya en la descripción de semejantes fabricas. Gomo
este acueducto, hecho en u n p l a n o perpendicular á sus costa-
para las datas q u e h a n de estar j u n t a s ha de servir un mis-
dos y al fondo; de modo que esta figura será c u a d r a d a ó rec-
mo regulador ó ladrón, es necesario reducir las m i s m a s d a t a s
tangular, si las c a r a s interiores de dichos costados son vertica-
á otras de igual superficie y altura, en cuyo caso se dividirá
les, esto es, si están á plomo; pero si estas caras están inclina-
por la a l t u r a c o m ú n expresada, en p u l g a d a s , que han de tener
das, como sucede en los canales por lo común, el a n c h o del ca-
estas datas, la superficie de c a d a u n a de ellas, e x p r e s a d a en
nal medido en el fondo, seria m e n o r que si se midiera m a s ar-
p u l g a d a s cuadradas, y el cociente será el n ú m e r o de p u l g a d a s
riba ó en la superficie de la a g u a ; y de consiguiente, el corte ó
q u e debe tener de largo la base d e la d a t a respectiva Asi,
la sección del mismo canal, tendría la figura de un trapecio d e
pues, si fueren dos d a t a s las que se h a n de colocar en el acue-
a l t u r a igual á la distancia m a s corta del fondo á la superficie
ducto, poco distantes entre sí, siendo u n a de ellas de 9f surcos
del a g u a , y c u y a área se hallaría multiplicando por esta dis-
ó 2 5 9 ! pulgadas cuadradas, y la otra de 14f surcos, ó 388 5 pul-
tancia la m i t a d de la s u m a los dos anchos, medidos uno en el
g a d a s ' c u a d r a d a s , y debiendo ser de 10 p u l g a d a s la a tura de ca-
fondo del canal, y el otro en la superficie de la a g u a , y el pro-
d a u n a , se dividirán por 10 las 259* p u l g a d a s c u a d r a d a s y el
d u c t o e x p r e s a r á el valor de d i c h a área ó del trapecio que for-
cociente será pulgadas, q u e deberá tener a base de la
m a la sección, conforme se explicó en el cap. X , en la parte
d a t a d e 9 | surcos, y también se dividirán por 10 las óbtí5 pul- que trata de la medida de u n trapecio.
g a d a s cuadradas, y el cociente será 3 8 ^ pulgadas, q u e será
S e g u n d o . Si se trata de conocer la cantidad absoluta de
la longitud que se le h a de d a r á la data de 14¡ surcos; de mo-
a g u a que p a s a por u n a sección h e c h a en un acueducto, ó por
do que las aberturas t e n d r á n , h e c h a s en su lugar, u n a altura
u n a d a t a conocida; esto es, si se quiere averiguar c u á n t a s pul-
c o m ú n de 10 pulgadas, y sus bases serán de 2 5 ^ pulgadas,
g a d a s cúbicas de a g u a , piés cúbicos, &c., p a s a n en u n tiempo
y de 38-££j p u l g a d a s .
determinado por u n a sección ó d a t a conocida, se determinará
Si p a r a la distribución de las a g u a s fuere necesario conocer
la velocidad media de la corriente, esto es, la velocidad media
la d a t a por la cual pasaría la a g u a q u e lleva un acueducto, es-
entre las diferentes velocidades que llevan las p a r t í c u l a s de
ta d a t a tendría por base el a n c h o del mismo acueducto, supo-
a g u a á diversas alturas sobre el fondo del acueducto, pues sin
n i e n d o que las caras interiores de s u s paredes ó costados estu-
esta determinación no seria posible conocer dicha can tidad ab-
vieran construidas á plomo, y la a l t u r a de la m i s m a data fue-
soluta de a£ua. P a r a esto, se elegirá la parte m a s regular del
r a igual á la distancia m a s corta q u e hubiera de la superficie
acueducto, que tenga 30 ó 40 v a r a s d e longitud, y se medirá
de la a g u a al plano del fondo del acueducto. P o r ejemplo, si
la sección en los términos especificados anteriormente; se atra-
h a b i e n d o sumergido en la a g u a una regla dividida exactísima-
v e s a r á n á flor de agua, en el mismo acueducto, dos hilos ó cuer-
m e n t e en p u l g a d a s y tercios de pulgada, dándole a este ins-
d a s á la distancia u n o de otro de la longitud que tuviere el tre-
t r u m e n t o u n a posieion perpendicular al plano del fondo del
cho donde se s u p u s o h e c h a la sección, pues a l g u n a s veces es-
acueducto, de modo que uno de s u s extremos tocase en a l g ú n
ta longitud será de menos de 30 varas; se observará con u n
p u n t o de este fondo, se hallase q u e la superficie de la a g u a se-
b u e n relox de segundos, el tiempo que dilata u n cuerpo flotan-
ñ a l a b a en la regla 18 pulgadas, esta distancia seria la m a s cor-
te, tal como u n a bola de z o m p a n t l e ó corcho, en recorrer libre-
ta e n t r e la superficie del fondo y la de la a g u a en el lugar don-
m e n t e en la superficie de Ta a g u a el espacio que h a y de u n a á
de se ejecuta la operacion; y siendo también de 60 p u l g a d a s el
la otra cuerda, en la dirección de la corriente, y suponiendo que
a n c h o del acueducto, se consideraría u n a data de figura rec-
el cuerpo flotante q u e también se l l a m a nadador, tardó 45 se-
tangular, en que dos de sus lados tendrían cada u n o 18 pulga-
g u n d o s eti a n d a r 40 varas que h a b i a de u n a á la otra cuerda,
das, y los otros dos 60 p u l g a d a s c a d a uno; de modo q u e m u l -
se sabrá que la velocidad q u e llevan las p a r t í c u l a s de a g u a en
tiplicando 18 p u l g a d a s por 60 p u l g a d a s , resultará el producto
la superficie, es tal, q u e recorren, moviéndose uniformemente,
igual á 1.080 p u l g a d a s c u a d r a d a s , q u e será la área de u n a da-
u n espacio de 40 varas, ó 1.440 p u l g a d a s en 45 segundos, c u y a
ta por la cual pasarían 40 surcos, q u e resultan de dividir las
velocidad también equivale á la de 32 p u l g a d a s por cada se-
1.080 p u l g a d a s c u a d r a d a s por 27 p u l g a d a s c u a d r a d a s que tie-
n e la área de u n surco.
gundo de tiempo, que es el cociente que resulta de dividir el es- rán las 1.080 pulgadas cuadradas por cada uno de estos núme-
pacio corrido por el nadador, ó 1440 pulgadas, por el tiempo ros, y se partirá cada producto que resulte por la s u m a de los
que tardó en recorrerlo; esto es, por 45 segundos, y con esta mismos números 2, 3 y 5, que es 10, y los cocientes respectivos
velocidad en la superficie se hallará la velocidad media de la expresarán 216, 3 2 1 y 510 pulgadas cuadradas, que expresa-
a g u a del modo que sigue. rán las áreas de las aberturas ó datas proporcionales á los mis-
Supuesto que la velocidad en la superficie de la agua se ha- mos números 2, 3 y 5, las cuales puestas en la caja ó pila en
lló ser de 32 pulgadas por cada segundo de tiempo, estrayen- que se h a de hacer la distribución, bajo las reglas y circunstan-
do la raiz cuadrada de 32, que es y quitando u n a unidad cias expresadas anteriormente, producirán, en igual tiempo,
de esta raiz, quedará 4f 0 %; este número se multiplicara por si cantidades de agua proporcionales á las mismas datas, y de
mismo y resultará el producto igual á 2 1 / & , c o n m « Y co^ta di- consiguiente á los números 2, 3 y 5: y lo mismo se practicará
ferencia; dicho producto se añadirá á 32, número de pulgadas cuando fuere un número cualquiera de interesados á quienes
que expresa la velocidad del agua en su superficie, y resultara se hubiere de repartir ó distribuir cierta cantidad de agua.
la s u m a igual á 53 tómese la mitad de esta suma, ó paita- Como la práctica es valuar en surcos las áreas de las datas,
se por 2, y saldrá el cociente igual á 27¡ pulgadas por segundo las determinadas anteriormente de 216, 324 y 540 pulgadas
de tiempo, que es la velocidad media buscada. cuadradas equivalen á 8, 12 y 20 surcos que resultan de~divi-
Supóngase ahora que la sección hecha en el acueducto, en dir dichas áreas expresadas en pulgadas cuadradas por 27, que
el trecho donde se midió la velocidad de la agua, se halló te- son las pulgadas cuadradas que tiene un surco, según se ha
ner 1.080 pulgadas cuadradas, ó que es la misma sección que explicado; y como la área de la sección del acueducto, que es
se determinó en el ejemplo del primer caso; y que la velocidad de 1.080 pulgadas cuadradas, debe ser igual á la s u m a de las
media de la corriente es la que se acaba de hallar de 2,5 pul- áreas distribuidas; esto es, igual á la suma de 8, 12 y 20 sur-
gadas por un segundo de tiempo, se tendrá la cantidad absolu- cos, que son 40 surcos; dividiendo por 27 las 1.080 pulgadas
ta de agua q u e se busca, multiplicando por la velocidad media cuadradas, el cociente debe ser igual á 40 surcos, como en efec-
de 275 pulgadas por segundo, la área de la sección ó data, to lo es, y queda comprobada la exactitud de esta distribución.
que es de 1.0S0 pulgadas cuadradas; y el producto será igual á Habiendo ya tratado de la práctica de la hidromensura, fun-
30.024 pulgadas cúbicas, que tiene el volúmen de agua que pa- dada en principios científicos, y según el espíritu de la ley,
sa por dicha sección ó data en cada segundo de tiempo; cuyo haremos ahora a l g u n a s reflexiones en orden á esta materia,
volúmen se reduce á piés cúbicos, dividiendo las 30.024 pul- que podrán ser útiles á los interesados que, por merced, denun-
gadas cúbicas por 1.728 pulgadas cúbicas de que consta un pié cio, compra ó arrendamiento, poseen aguas.
cúbico, y saldrá dicho volúmen equivalente á 17f piés cúbicos. Debiera establecerse por punto general que los reconocimien-
P a r a mayor exactitud en las determinaciones anteriores, se tos judiciales que se m a n d a n practicar, se hagan precisamente
medirán las áreas de las secciones hechas en algunos puntos en el tiempo de secas, que es cuando no puede haber aumento
del trecho del acueducto donde se h a observado la velocidad de agua por efecto de las lluvias, y de este modo solo se reco-
q u e lleva la a g u a en su superficie, y resultando poco diferen- nocería la agua que produce naturalmente un manantial, rio,&c.
tes, se tomará un término medio entre todas ellas; y también se Un obstáculo ó impedimento, puesto por casualidad ó por
repetirá la observación de la expresada velocidad con el fin de malicia, en la corriente de agua que pasa por una abertura ó
hallar también un término medio entre las velocidades obser- data, disminuye la cantidad de este líquido, aunque se vea que
vadas, y por este término deducir la velocidad media de la cor- sale á boca llena por la misma abertura, porque dicho obstácu-
riente de agua que lleva el acueducto. lo impide que u n a parte del agua corra libremente, mientras
Determinada la cantidad relativa ó absoluta de agua que pa- que solo pasa por la abertura la otra parte que se escapa por la
sa por una sección ó data conocida; v. g., de 1.080 pulgadas cima y las caras del obstáculo, que son paralelas á la direc-
cuadradas, y suponiendo que se ha de distribuir, por ejemplo, ción de la corriente. Así es que, si un interesado recibe la agua
entre tres interesados, de modo que las porciones distribuidas que otro, por algún título, le debe suministrar en cierto lugar
se hallen proporcionales á los números 2, 3 y 5, se multiplica- en donde se ha puesto u n a data, y aconteciere la circunstancia
que se ha indicado, el primero tendrá que registrar bre hidromensura 110 hemos llevado otro fin que procurar ilus-
to para encontrar la causa que disminuye la agua, peio si es e trar con nuestras pocas luces á los interesados en asuntos de
acueducto ó parte de él está situado en campo a g e n o , n o ten- aguas, para evitar en lo posible los pleitos que ocasionan las
d r á el interesado la libertad necesaria para reconocer el mismo disputas sobre sus derechos en estos asuntos, en que se gastan
acueducto por impedírselo el dueño do dicho campe>; por c u y a caudales inmensos y acaban con la ruina de familias en-
razón seria conveniente que en los contratos que; R e b l a n los teras.
interesados, v. g., entre un arrendador y un arrenda tai ics se es-
tipulara expresamente que el-segundo uviese la ™ e
al campo del primero, hallándose aquel en el ^ ^ ;
do. Esto manifiesta la utilidad que resultaría de const m
salto, como se ha dicho en la descripción de u n a ¡ c a j a r e p a -
dora en las pilas que pertenecen á los ' ' ' t e r e s d ¡ a
obligación de suministrar la agua; porque asi se e v ^ n a e l p e r
juicio que de otro modo pudieran causar los A r r u m b e s d e a s

paredes ó costados del acueducto que cayesen en la


a otros obstáculos puestos en ella, porque a u n q u e dichos obsta
culos contribuyeran á la elevación del nivel de la agua míen
tras que este nivel 6 plano horizontal no l l e g a r e a ener m a y o i
altura sobre el fondo del acueducto que la que t ene el sa o
q e se supone en la caja del a g u a que pertenece al interesado
que la reparte, no produciría el efecto de ^ ^ f J ^ Z d
¿asa por dicho acueducto, y por lo mismo pasaría a cant la
íntegra de agua por la d a t a donde la recibe el interesado a
S pertenece. Esto se entiende cuando los volúmenes de
?os impedfmentos son de poca consideración, a u n q u e pudieran
ser tan grandes que c a u s a r í a n algún perjuicio; bien que e n tal
caso se L i a n míiy visibles, y al mismo t i e m p o s e - d « « u b n n a
la intención con que fueron puestos en el acueducto pn s sr se
exceptúa el caso de los derrumbes de los lienzos o^cos ados del
mismo acueducto, todo lo d e m á s no pudiera ser obia de la ca

SU
p o r l i m o , en las pilas ó cajas que solo h a n de tener u n a
sola data ó abertura, convendría que la base de esta data t u e -
" d e u n a vara, y el'borde donde se cuenta la altura estuviese
señalado con divisiones de á pulgada, y en c a d a una de estas
se señalasen subdivisiones de á tercios de
medio conocerían los interesados la cantidad de agua ue pasa
por la data sin llenarla; esto es, cuando no sale < , ^ c a na
pues serian tantos surcos c u a n t a s P a g a d a s señalase el n v e l d e
la agua, cuya observación es m u y fácil de hacer. E s t a s d a t a s
así señaladas, serian dispuestas por los peritos agrimensores y
con todos los requisitos legales. ao . . . _n
P a r a concluir este capítulo, solo diremos que al e s c n b n so
INDICE

DE LAS MATERIAS DE ESTE LIBRO,

PROLOGO ni
C A P , I . — D e l a p r o p i e d a d en g e n e r a l i
C A P . I I . — D e l a s c o s a s y del m o d o de a d q u i r i r s u d o m i n i o . . 5
1. D e f i n i c i ó n de l a s c o s a s 5
2. P r i m e r a división de e l l a s en d e r e c h o divi-
no y h u m a n o , y subdivisión de las de derecho
divino id.
3. D e l a s c o s a s s a g r a d a s , y en l a nota, dis-
p o s i c i o n e s l e g a l e s a c e r c a d e los c e m e n t e r i o s . . 6
4. D e l a s c o s a s e c l e s i á s t i c a s . . . . 7
5. D e l a s r e l i g i o s a s id.
6. D e l a s s a n t a s . . . . . . 8
7. S u b d i v i s i ó n d e l a s c o s a s d e d e r e c h o h u -
mano 9
8. D e l a s c o s a s c o m u n e s , y p r i n c i p a l m e n t e
del m a r id.
9. D e la r i b e r a del m a r 10
10. D e l a s c o s a s p ú b l i c a s , y e n p r i m e r l u g a r ,
d e l a s r e s e r v a d a s p a r a los g a s t o s del E s t a d o . . id.
11. D é l a s c o s a s p ú b l i c a s d e u s o c o m ú n , y
36. C u á n d o s a l e n los a n i m a l e s c a z a d o s del
12. De l a ribera del n o . . • . • d o m i n i o del c a z a d o r
13 D e l a s c o s a s d e u n i v e r s i d a d y su división, id. 37. D i s p o s i c i o n e s sobre la libertad d e c a z a r
14. Q u é son propios y qué se e n t i e n d e n por y p e s c a r , y á q u i é n e s y con qué o b l i g a c i o n e s se
b trios * * " * • * c o n c e d e lo s e g u n d o
" 1 5 n ° A c a r g o de quién e s t á el r a m o d e propios 38. L i b e r t a d del b u c e o d e la perla.
39. O c u p a c i o n bélica. . . . .
y
T e ! 1 " C a r g o s q u e a b r a z a la a d m i n i s t r a c i ó n de ^ 40. ¿ C u á n d o y c ó m o se a d q u i e r e el dominio
u n o s y otros. . • • ' ' •, de l a s c o s a s t o m a d a s al e n e m i g o ?
17 R e p a r o d e l a s fincas d e propios. . . id. 41. ¿A q u i é n p e r t e n e c e la p r e s a t o m a d a á los
18 D e l a s c o s a s d e c i u d a d ó villa c o m u n e s enemigos?
á t o d o s s u s vecinos, d e los e g i d o s y del f u n d o le- 42. D i s p o s i c i o n e s a c e r c a del corso.
g a l d e los p u e b l o s de indios j» 43. N o h a y distinción d e si la g u e r r a es j u s -
19 De los montes, pastos y aguas. . - ib t a ó i n j u s t a en el f u e r o externo, a u n q u e sí en el
20 L o s q u e no s e a n vecinos n o p u e d e n u s a r interno
d e l o s p a s t o s y montes, e x c e p t o los c o n d u c t o r e s ^ 44. Q u é s e a i n v e n c i ó n , y s u s requisitos.
45 y 46. D i s p o s i c i o n e s a c e r c a d e los teso-
° T T c a r g o de q u i é n ' e s t á el c u i d a d o d e los ros
m o n t e s y p l a n t í o s del c o m ú n y disposiciones ^ 47. Adquisición d e l a s m i n a s p o r descubri-
para su conservación. • • • m i e n t o ó por d e n u n c i o , y q u i é n e s p u e d e n adqui-
2 2 . D i s p o s i c i o n e s a c e r c a d e pastos, y pres- ^ rirlas
C
48. L a s m i n a s p u e d e n d e s c u b r i r s e ó d e n u n -
l 3 Í O n ¿ S m o ° s e e n t i e n d e ' c o n c e d i d o ' el d e r e c h o ciarse, no solo en los f u n d o s c o m u n e s , sino t a m -
d e p a s t o s á los p u e b l o s y particulares? . . id. bién en los p a r t i c u l a r e s y en l a s p o b l a c i o n e s con
24 D e r e c h o de p r e v e n c i ó n q u e debe obser- varios requisitos.
v a r s e en el uso de las c o s a s c o m u n e s que n o pue-
49. T r á m i t e s p a r a l a a d j u d i c a c i ó n de u n a
d e n servir á m u c h o s á u n t i e m p o . . • ">•
mina descubierta
25 D e l a s cosas d e p r o p i e d a d p a r t i c u l a r e s . . 21
50. T r á m i t e s p a r a la d e n u n c i a d a .
2 6 . División de l a s c o s a s en c o r p o r a l e s e in- ^ 51. Bienes mostrencos
C P r
52. B i e n e s d e n á u f r a g o s
° 2 7 ° ^ S u b d i v i s i ó n d e ellas en m u e b l e s é i n m u e - ^ 53. D e p ó s i t o s sin d u e ñ o . . . . •
bles ó raices. . • • . ; j ,' 54. 55, 56. Disposiciones a c e r c a d e los privi-
28 i A c u á l de los dos m i e m b r o s de e s t a sub- legios e x c l u s i v o s que p u e d e n obtener los inven-
división d e b e r á n referirse los d e r e c h e s y accio- tores, p e r f e c c i o n a d o r e s é i n t r o d u c t o r e s d e a l g ú n
n e s2, 9 y los r a m o de industria 37 y
¿ aréditos
u é c o s aó es
pensiones
dominio,a n yu a de
l e s ?c u á n t a. s es-• ^ 5 7 . ¿Cómo se a d q u i e r e el dominio por agre-
PC
g a c i ó n ó a c c e s i ó n ? D i v e r s a s e s p e c i e s de éstas,
30. 8 ' ¿Por cuántos modos se adquiere el domi- ^ y p r i m e r a m e n t e de l a s n a t u r a l e s .
58. A c c e s i o n e s i n d u s t r i a l e s . . . •
nl
°31 y 3 ¿ Explícase la naturaleza y requisi- ^ 59. R e q u i s i t o s p a r a la a c c e s i ó n y o b l i g a c i ó n
tos de la ocupacion. . . . • • y del q u e a d q u i e r e por e l l a . .
3 3 . E s p e c i e s d e la o c u p a c i o n . . 60. E d i f i c a c i ó n
3 4 . L a s fieras p u e d e n c a z a r s e en el f u n d o 61. Especificación
a g e n o con permiso del d u e ñ o de éste. 62. C o n m i x t i ó n
35. ¿Qué se h a r á c u a n d o m u c h o s c o n c u r r a n ^ 63. A c c e s i o n e s m i x t a s . . . . •
6 4 y 65. R e q u i s i t o s p a r a la p e r c e p c i ó n de loa
á l a ocupacion? •
frutos de cosa a g e n a . . . . . 41 y 42 ta materia 49
66. ¿ Q u é s u tradición? s u s e s p e c i e s y requi- 13. ¿ C u á l e s m a p a s ó p l a n o s m e r e c e n m a s fé
sitos p a r a a d q u i r i r el d o m i n i o en su v i r t u d . . 43 e n estos c a s o s ? id.
67. ¿ C u á l e s m o d o s de a d q u i r i r se l l a m a n ori- 14 y 15. T r á m i t e s y p r á c t i c a del a p e o . 5 0 y 51
ginarios, y cuáles derivativos. . . . . 44 16. E n los c a s o s en q u e no se p u e d e h a l l a r
68. ¿ Q u é c o s a es p r e s c r i p c i ó n , y por qué se el v e r d a d e r o lindero, el j u e z d i s p o n e l a d i v i s i ó n
introdujo? ex aquo et bono 51
69. C i r c u n s t a n c i a s q u e se r e q u i e r e n p a r a q u e 17. D e c l a r a d o s los l i n d e r o s , el q u e los t r a s -
tenga lugar jd. p a s a comete despojo. . . . . .id.
70. E l t í t u l o d e b e s e r v e r d a d e r o . . . id. 18. E n m u c h o s c a s o s c o n v i e n e c o r t a r t a l e s
71. ¿ E n q u é c o n s i s t e l a b u e n a fé? . . 45 pleitos por medio de j u s t a s transaciones. . . 52
72. ¿ Q u é c o s a es posesion, y d e c u á n t a s m a - 19. A q u i é n t o c a a r r e g l a r los l í m i t e s d e los
neras? id. E s t a d o s , y t e r m i n a r s u s d i f e r e n c i a s , c u a n d o no
73. D e l a posesion c o n t i n u a y no i n t e r r u m - h a y a n c o n v e n i d o e n t r e s í s o b r e este p u n t o . . id.
pida: ( y e n l a n o t a ) ¿se e n t e n d e r á i n t e r r u m p i d a C A P . I V . — D e las servidumbres id.
por la citación á conciliación? . . .id. 1. S u d e f i n i c i ó n y p e r s o n a s q u e p u e d e n c o n s -
74. ¿ Q u i é n e s p u e d e n a d q u i r i r posesion? . 46 tituirla
C A P . I I I . — S o b r e l í m i t e s de l a s h e r e d a d e s . . . . 46 2. Sus divisiones id.
1. E l tiempo o s c u r e c e en lo g e n e r a l los l í m i - 3. E l q u e t i e n e c o n otros l a p r o p i e d a d q u e n o
t e s d e l a s h e r e d a d e s , d e lo que provienen m u c h o s se h a d i v i d i d o en u n a h e r e d a d , no p u e d e c o n s t i -
pleitos id- t u i r en e l l a s e r v i d u m b r e sin el c o n s e n t i m i e n t o d e
2. E n ellos se h a de a t e n d e r e n p r i m e r l u g a r los d e m á s 53
á l a posesion 47 4. E l d e r e c h o de s e r v i d u m b r e c o m p r e n d e to-
3. A f a l t a d e posesion, se a t i e n d e á los mo- dos los d e m á s d e r e c h o s n e c e s a r i o s p a r a q u e e s t a
numentos antiguos id- tenga lugar . . id,
4. Otro m e d i o d e a c l a r a r las d u d a s sobre lí- 5. E s t e d e r e c h o d e b e s e r c o n f o r m e á l a s esti-
m i t e s d e p u e b l o s , es el p a g o d e d i e z m o s y dere- p u l a c i o n e s h a b i d a s al t i e m p o de c o n s t i t u i r l o . , id.
chos de alcabala id- 6. N o q u e d a r e s p o n s a b l e l a p e r s o n a á c u y o
5. E n t r e l a s c o n j e t u r a s , es u n a l a d i r e c c i ó n f a v o r se h u b i e s e c o n s t i t u i d o l a s e r v i d u m b r e , d e l
r e c t a d e los m o j o n e s id. d a ñ o q u e s i n s u c u l p a s o b r e v e n g a a l predio ser-
6. L a m a y o r p r o x i m i d a d á u n p u e b l o q u e á viente. . . . • • • .id.
otro, es o t r a e o n j e t u r a r e s p e t a b l e . . . . 4 8 7. D e l a m a n e r a d e c o n s t i t u i r s e r v i d u m b r e s , id.
7. L a c o n f r o n t a c i o n de las s e ñ a s , n o m b r e y 8. D e s d e c u á n d o c o m i e n z a á c o n t a r s e el tiem-
d i s t a n c i a d e los m o j o n e s , c o n d u c e t a m b i é n á l a po d e l a p r e s c r i p c i ó n id-
a v e r i g u a c i ó n de la verdad id. 9. M o d o d e e x t i n g u i r s e . . . - 5 4
8. L a s e s c r i t u r a s de a m o j a n a m i e n t o s c o n pre- 10. O t r a división d e s e r v i d u m b r e s . . id.
s e n c i a del p l a n o d e l terreno, f o r m a n p l e n a p r u e - 11. L a s s e r v i d u m b r e s r e a l e s son r ú s t i c a s ó
b a e n estos j u i c i o s . id- urbanas. . . , • • • .id.
9. P a r a q u e l a s v i s t a s d e a m o j o n a m i e n t o s 12. C l a s e s de s e r v i d u m b r e s r ú s t i c a s . . 55
c a u s e n e s t a d o , es p r e c i s o la c o n v o c a c i o n de to- 13. D e r e c h o s q u e t i e n e n e s t a s s e r v i d u m b r e s , id.
d o s los i n t e r e s a d o s id. 14. L a s e r v i d u m b r e de c o n d u c c i ó n d e a g u a ,
10. T a m b i é n c o n t r i b u y e n á l a p r u e b a de e l l a s puede ser n a t u r a l ó convencional . . .id.
los t e s t i g o s fidedignos y d e m a y o r e d a d . . . id. 15. A l g u n o s c a s o s d e e s t a s e r v i d u m b r e . . 56
11. ¿ C u á l e s m e r e c e n m a y o r c r é d i t o e n t r e los 16. S e r v i d u m b r e s u r b a n a s id-
testigos 17 y 18. C l a s e s d e e s t a s s e r v i d u m b r e s . 5 6 y 57
12. ¿ C ó m o d e b e n c o n d u c i r s e los peritos e n es- 19. S e r v i d u m b r e s p e r s o n a l e s . . , • 57
240

20. M o d o s de e s t a b l e c e r s e el u s u f r u c t o . . 57 responde . . . . . . 6 5
21. D e r e c h o s q u e c o m p e t e n a l u s u f r u c t u a r i o , id. 3. P r i n c i p a l división d e los i n t e r d i c t o s . . id.
22. ¿A q u i é n c o r r e s p o n d e el d o m i n i o d e los 4. O b j e t o del i n t e r d i c t o d e a d q u i r i r l a p o s e -
frutos n a t u r a l e s ó industriales que están pendien- sion id.
tes d e los á r b o l e s ? " 5. ¿ A q u i é n c o r r e s p o n d e el i n t e r d i c t o de re-
23. D e l u s u f r u c t o de c o s a s f u n g i b l e s . . . id. t e n e r l a posesion? id
2 4 y 2 5 . D e r e c h o s d e l u s u f r u c t u a r i o de u n 6. ¿Q,ué se r e q u i e r e p a r a q u e t e n g a l u g a r es-
monte ó de otras cosas. . . . . 58 y 59 te i n t e r d i c t o ? 66
26. E l p r o p i e t a r i o n o p u e d e p e r j u d i c a r los 7. E s t e i n t e r d i c t o debe p r e c e d e r a l j u i c i o pe-
d e r e c h o s q u e tiene el u s u f r u c t u a r i o . . . . 5 9 titorio id.
27. P e r o p u e d e r e c l a m a r el p r o p i e t a r i o l a s 8. E l i n t e r d i c t o d e d e s p o j o es el m a s f a v o r e -
desmejoras al usufructuario id. cido por las leyes id.
2 8 . D e l a s o b l i g a c i o n e s q u e i n c u m b e n al usu- 9. A c l a r a c i ó n de la d o c t r i n a e x p u e s t a en el
fructuario número anterior id.
29. D e l a fianza q u e d e b e p r e s t a r . . . id. 10. T é r m i n o c o n c e d i d o a l d e s p o j a d o p a r a q u e
30. T i e n e el d e b e r de h a c e r e n l a finca los p u e d a h a c e r u s o de s u d e r e c h o . . . . i d .
11. E s t e i n t e r d i c t o solo tiene l u g a r en el des-
r e p a r o s m e n o r e s , pero no los m a y o r e s . . . 61
3 1 . T a n t o el p r o p i e t a r i o c o m o el u s u f r u c t u a - p o j o d e b i e n e s r a i c e s ó el d e c o s a s i n c o r p ó r e a s . id.
rio, son r e s p o n s a b l e s p o r no h a c e r en la finca los 12. P e r s o n a s q u e p u e d e n h a c e r uso d e este
r e p a r o s á q u e c a d a u n o de ellos e s t á o b l i g a d o , si interdicto . . 67
por e s t a o m i s i o n se h u b i e s e n o c a s i o n a d o a l g u - 13. ¿ C o n t r a q u i é n e s se d a este interdicto? . id.
nos p e r j u i c i o s id. 14. Si u n o d e s p o j a r e á otro de u n a c o s a so-
b r e l a q u e t e n i a a l g ú n d e r e c h o , lo p e r d e r á por es-
32. S o n d e l c a r g o del u s u f r u c t u a r i o los p a g o s
te m e r o h e c h o id.
d e l a s c a r g a s a n u a l e s de l a finca. . . . i d .
33. E l p a g o d e c o s t a s j u d i c i a l e s sobre el usu- 15. E x p l i c a c i ó n d e otro c a s o a n á l o g o a l a n -
f r u c t o , d e b e c u b r i r l a s el u s u f r u c t u a r i o . . . 62 terior id.
16. P e n a en q u e i n c u r r e el d e u d o r q u e des-
3 4 . E s n u l a la r e n u n c i a d e l u s u f r u c t u a r i o he-
p o j a s e á s u a c r e e d o r de l a p r e n d a q u e le dio . id.
c h a e n f r a u d e de los a c r e e d o r e s . . . . i d .
17. O t r a división de i n t e r d i c t o s . . . 68
35. N o tiene d e r e c h o el u s u f r u c t u a r i o p a r a
i m p o n e r s e r v i d u m b r e en l a c a s a d a d a en u s u f r u c t o id. 18. E n los i n t e r d i c t o s posesorios no es n e c e -
s a r i o q u e p r e c e d a el j u i c i o de c o n c i l i a c i ó n . . id.
36. M o d o s con q u e se e x t i n g u e el u s u f r u c t o , i d .
37. D e l u s o 63
19. Trámites del interdicto de adquirir la
posesion. Si f u e r e u n h e r e d e r o t e s t a m e n t a r i o el
38. D e r e c h o s q u e t i e n e el u s u a r i o . . . id.
q u e pide l a posesion de l a h e r e n c i a , b a s t a l a pre-
39. D e r e c h o s del u s u a r i o e n d i s t i n t a s e s p e c i e s
s e n t a c i ó n del t e s t a m e n t o p a r a j u s t i f i c a r l a identi-
de a n i m a l e s 64
d a d d e l a p e r s o n a , y la m u e r t e del t e s t a d o r . id.
40. C a s o en q u e el u s u a r i o d e b e p a g a r contri-
20. ¿ Q u é d e b e r á a c r e d i t a r el h e r e d e r o a b i n -
buciones jd.
t e s t a t o q u e pide l a h e r e n c i a ? . . . . 6 9
41. D e l d e r e c h o de h a b i t a c i ó n . . . .id.
C A P . Y . — D e los i n t e r d i c t o s . — N o c i o n e s p r e l i m i n a r e s sobre e s t a 21. L o s b i e n e s h e r e d i t a r i o s e s t á n v a c a n t e s ,
p r o c e d e sin o b s t á c u l o el interdicto; pero no a s í
m a t e r i a ; d e los t r á m i t e s j u d i c i a l e s q u e s i g u e n en los
c u a n d o u n o s a l e r e s i s t i e n d o l a posesion . . id.
d e a d q u i r i r , r e t e n e r y r e c o b r a r l a posesion, y o t r a di-
22. D o c u m e n t o s q u e d e b e r á p r e s e n t a r el q u e
visión d e i n t e r d i c t o s . 6 5
pide l a posesion d e u n m a y o r a z g o . . .id.
1. ¿ C o n q u é objeto se i n t r o d u j e r o n los inter-
23. Trámites del interdicto de conservar la
dictos? id.
posesion. ¿Q,ué d e b e r á p r o b a r el q u e i n t e n t a es-
2. E l q u e p r e t e n d e t e n e r d e r e c h o sobre l a po- 7 0
te i n t e r d i c t o ?
sesion m o m e n t á n e a , u s a del i n t e r d i c t o q u e le cor-
se e j e c u t a en c a s o n e c e s a r i o , r e s u l t a r e q u e se h a
2 4 y 25. E l i n t e r d i c t o de c o n s e r v a r l a pose- h e c h o a l g u n a n o v e d a d p e r j u d i c i a l al edificio ó
sión solo p u e d e t e n e r l u g a r ó c o m o p r i n c i p i o del finca, ¿qué d e b e r á p r o v i d e n c i a r el j u e z ? . . 76
pleito ó p a r t e de él. E x p l í c a n s e a m b o s c a s o s . /O
C o n c l u i d a la d e n u n c i a , se o y e e n j u i c i o c o n t r a -
26. Trámites del interdicto de despojo ó sea dictorio a l d e n u n c i a d o r y d e n u n c i a d o , el c u a l si
de recobrar la posesión. Estos trámites son los no se c o n c l u y e e n el t é r m i n o d e tres m e s e s , d e b e
m a s n u m e r a r i o s y p r i v i l e g i a d o s q u e se c o n o c e n . . 71 el j u e z f a c u l t a r á este p a r a c o n t i n u a r l a obra,
27. ¿ D e b e r á ó no a d m i t i r s e l a e x c e p c i ó n d e c o n tal q u e p r e s e n t e fianza de q u e l a d e r r i b a r á á
contra-despojo? . • ' j ' s u c o s t a s i e m p r e q u e se le m a n d a r e por el j u e z ó
28. E n estos n e g o c i o s debe s i e m p r e e n t e n d e r tribunal competente ij.
el j u e z d e p r i m e r a i n s t a n c i a del p a r t i d o . • 4 5 . E n este i n t e r d i c t o , c o m o en todos los de-
29. M o d o d e i n s t a u r a r el i n t e r d i c t o d e d e s p o j o . 72 m a s , si el j u e z d e n e g a r e p r e t e n s i ó n del a c t o r , le
30. ¿Q,ué d e b e r á h a c e r el j u e z si s i g n a r e el q u e d a r á á este e x p e d i t o s u r e c u r s o p a r a a c u d i r á
d í a e n q u e o c u r r i ó el despojo? . • _ • id- l a s u p e r i o r i d a d ; pero si a c c e d e á l a p r o v i d e n c i a ,
31. E l a u t o en q u e se a d m i t e l a j u s t i f i c a c i ó n es e j e c u t i v a , y no p u e d e s u s p e n d e r s e su e j e c u -
c o m o el q u e se d i c t a r e s t i t u y e n d o , se notifica a l ción b a j o n i n g ú n p r e t e x t o ¡J.
demandante . id. 46. A d e m a s del i n t e r d i c t o de n u e v a o b r a ,
32. E l reo p u e d e a p e l a r en el t é r m i n o ordina- h a y t a m b i é n o t r a s e m e j a n t e l l a m a d a por los ro-
rio, a d m i t i é n d o s e el r e c u r s o ú n i c a m e n t e en el m a n o s damno infecto, el c u a l c o m p e t e p a r a pre-
efecto devolutivo . . * Jj* c a v e r s e del d a ñ o q u e a m e n a z a por r a z ó n de o b r a s
3 3 y 34. R e c o n v e n c i ó n en este i n t e r d i c t o , i d . id. viejas h e c h a s anteriormente . . ; .id.
35. Los interdictos adipisccndae y recupe- 4 7 . P r o c e d e d i c h o i n t e r d i c t o n o solo c u a n d o
randac se pueden a c u m u l a r con las d e m a n d a s s e t e m e a l g ú n d a ñ o por r a z ó n de a l g ú n edificio
de r e i v i n d i c a c i ó n ; p e r o no el de retinendae . 74 v e c i n o , s i n o t a m b i é n por la de a l g ú n árbol q u e
36. L o s i n t e r d i c t o s prohibitorios q u e s e diri- a m e n a z a c a e r sobre las fincas ó h e r e d a d e s , h a -
g e n á p r e t e n d e r q u e se p r o h i b a a l g u n a c o s a , ó s e c i e n d o d a ñ o en e l l a s , Tí
o b s e r v e l a p r o h i b i c i ó n q u e h a y de h a c e r l a . . id.
48. ¿ E n q u é otros c a s o s p r o c e d e t a m b i é n di-
3 7 . ¿ Q u e se e n t i e n d e por o b r a n u e v a ? . . id. cho interdicto? . . . t . , . i d ,
3 8 y 3 9 . ¿Q,ué p e r s o n a s p u e d e n i m p e d i r q u e 49. ¿Q,ué c i r c u n s t a n c i a s d e b e n c o n c u r r i r p a -
se haga obra nueva? . . . . 74 y 75 r a p o d e r e n t a b l a r este interdicto? . . . id.
40. L a d e n u n c i a d e n u e v a o b r a s e e n t a b l a 50. ¿ E n q u é c a s o s c e s a d i c h o interdicto? . 78
a c u d i e n d o a l j u e z por medio de escrito, p i d i e n d o 5 1 . E l d e r e c h o de e n t a b l a r este i n t e r d i c t o , v a
la suspensión de la obra nueva, la demolición de s i e m p r e a c t i v a y p a s i v a m e n t e con el d o m i n i o , es-
lo o b r a d o y l a r e p o s i c i ó n de l a s c o s a s al e s t a d o to es, c o r r e s p o n d e a l d u e ñ o ó c o m p r a d o r d e l
q u e a n t e s t e n i a n , á c o s t a del q u e h i z o e s t a no- c a m p o q u e recibe el d a ñ o , y se d a c o n t r a el due-
vedad ño ó c o m p r a d o r de la h e r e d a d en q u e se h i z o l a
41. D e b e h a c e r s e l a d e n u n c i a en el l u g a r e n obra perjudicial y dañosa . . . . id.
q u e se h i z o l a o b r a , b a s t a n d o se h a g a s a b e r a l 52. ¿ E n q u é c a s o s se p o d r á e n t a b l a r este in-
d u e ñ o ó s o b r e s t a n t e d e ésta, y en s u d e f e c t o á los t e r d i c t o , sin q u e p r e c e d a h a b e r s e h e c h o a l g u n a
o p e r a r i o s q u e t r a b a j a n en e l l a . . . . id. obra? id.
42. E s tal la eficacia de la denuncia, sea bien 5 3 . N o p u e d e e n t a b l a r s e este i n t e r d i c t o con-
ó m a l h e c h a , q u e si el d u e ñ o de l a o b r a p r o s i g u e tra aquel q u e p a r a preservar ó defender su here-
e n e l l a d e s p u e s d e r e q u e r i d o sin l i c e n c i a del j u e z d a d , p r o c u r a a p a r t a r d e e l l a a l g ú n t o r r e n t e ó ar-
q u e l a m a n d ó s u s p e n d e r , debe este p r o v i d e n c i a r r o y o e n t i e m p o de a v e n i d a s , p a r a q u e no le h a g a
q u e d e m u e l a á s u c o s t a lo c o n s t r u i d o de n u e v o . id. d a ñ o , a u n q u e de ello r e s u l t e p e r j u i c i o al v e c i n o , id.
43. Si l a d i l i g e n c i a p r a c t i c a d a por el escri- 54. ¿ C u á l e s son los i n t e r d i c t o s restitutorios y
b a n o y d e l á i n f o r m a c i ó n testifical, q u e t a m b i é n
c i o n d e l a p r o v i n c i a del I s t m o . . . . 9 8
cuales los exhibitorios? . . . . . D e c r e t o de 18 d e A g o s t o de 1 8 2 4 . — S o b r e co-
55. Otro d e los j u i c i o s s u m a r í s i m o s es el d e lonización 101
r e t r a c t o , el c u a l p o d r á e n t a b l a r s e s i e m p r e q u e l a D e c r e t o d e 4 de N o v i e m b r e d e 1 8 2 4 . — M e d i -
c o s a e n a g e n a d a y q u e se p r e t e n d e r e t r a e r , no d a s r e l a t i v a s al p r o y e c t o d e c o m u n i c a r los dos
h a y a pasado á un tercer poseedor . . . o c é a n o s por el istmo de T e h u a n t e p e c . . . 102
56. P a r a e n t a b l a r s e este j u i c i o d e b e s o l i c i t a r - D e c r e t o de 12 de M a r z o de 1 8 2 8 — S o b r e p a s a -
se por m e d i o de e s c r i t o q u e se a d m i t a l a c o n s i g - p o r t e s y a d q u i r i r p r o p i e d a d e s los e x t r a n g e r o s . . 103
n a c i ó n del precio d e l a cosa v e n d i d a , ó l a c a n t i - D e c r e t o d e 4 de F e b r e r o de 1 8 3 4 . — S o b r e co-
d a d a p r o x i m a d a , si este se i g n o r a s e , y q u e se l o n i z a c i ó n de los t e r r e n o s de C o a h u i l a y T e j a s . 105
m a n d e l a r e c i b a el q u e l a h u b i e r e c o m p r a d o , y D e c r e t o d e 4 d e A b r i l d e 1837.— Sobre h a c e r
o t o r g u e l a c o r r e s p o n d i e n t e e s c r i t u r a d e retro- e f e c t i v a l a c o l o n i z a c i ó n d e los t e r r e n o s d e l a R e -
venta pública .107
C o n v e n i o c e l e b r a d o e n t r e el m i n i s t r o plenipo-
C A P . V I . — D e l a formación d e l a s p o b l a c i o n e s e n g e n e r a l y
t e n c i a r i o de l a R e p ú b l i c a m e x i c a n a y los a g e n -
de sus t é r m i n o s ó e g i d o s
tes d e e l l a en L o n d r e s , el d i a 15 de S e t i e m b r e d e
C A P . V i l . — D e las m e d i d a s a g r a r i a s p a r a l a d i s t r i b u c i ó n y ar-
1837, c o n los t e n e d o r e s d e b o n o s m e x i c a n o s . . 108
r e g l o d e la p r o p i e d a d p a r t i c u l a r .
C A P . I X . — D e l a s m e d i d a s a g r a r i a s , s e g ú n l a O r d e n a n z a del
C A P . V I I I . — D e l m o d o y f o r m a e n q u e se h a n de d e n u n c i a r ,
a d q u i r i r y t o m a r posesion d e los t e r r e n o s b a l d í o s s e ñ o r v i r e y M e n d o z a , d a d a en el a ñ o d e 1536. . 121
y m e r c e d e s d e a g u a s , y d e los t í t u l o s q u e justifi- C A P . X . — D e las medidas agrarias 123
q u e n su p r o p i e d a d C A P . X I . — A d v e r t e n c i a s sobre los d i v e r s o s n o m b r e s y c a l i d a -
N ú m e r o 1 0 . — D e l a p é n d i c e de las o r d e n a n z a s d e s de l a s tierras; el o r d e n p r á c t i c o q u e h a de
de i n t e n d e n t e s , q u e c o r r e s p o n d e al a r t . 8 1 . — R e a l g u a r d a r s e al m e d i r l a s ; y otros v a r i o s p u n t o s e s e n -
i n s t r u c c i ó n de 15 d e O c t u b r e d e 1754. c i a l e s q u e h a n d e t e n e r s e p r e s e n t e s p a r a la m e j o r
A r t . 8 1 . — D e l a O r d e n a n z a de i n t e n d e n t e s , d a - i n t e l i g e n c i a d e l a s o r d e n a n z a s , s a c a d a s del espí-
d a en 4 d e D i c i e m b r e d e 1786 ritu y l e t r a de l a s m i s m a s . . . . . 144
R e a l c é d u l a de 2 3 d e M a r z o de 1798, q u e cor- C A P . X I I . — D e l a s f u n d a c i o n e s d e los p u e b l o s de indios, ca-
rige las anteriores disposiciones. l i d a d e s q u e h a n d e tener, l í m i t e s q u e se les se-
ñ a l a n , c ó m o h a n d e m e d i r s e , s u s privilegios, &c. 151
D e c r e t o de 13 d e M a r z o de 1 8 1 1 . — E x e n c i ó n
R e a l c é d u l a d e 4 d e J u n i o d e 1687, sobre l a
d e t r i b u t o s á los i n d i o s y c a s t a s : r e p a r t i m i e n t o d e
t i e r r a s á los primeros, y p r o h i b i c i ó n d e l c o m e r c i o m e d i d a d e los f u n d o s l e g a l e s 153
d e r e p a r t i m i e n t o á los j u s t i c i a s . R e a l c é d u l a d e 12 d e J u l i o de 1695, q u e a c l a -
O r d e n d e I I de A b r i l de 1823, a u t o r i z a n d o a l ra la anterior 1^6
g o b i e r n o p a r a c o n f i r m a r la c o n c e s i o n d e t e r r e n o s L e y e s d e l a R e c o p i l a c i ó n de I n d i a s , r e l a t i v a s
en Tejas, á E s t é v a n Austin, para trescientas fa- á l a m a t e r i a d e este c a p í t u l o . . . • • 158
m i l i a s , y o t r a s de i g u a l n a t u r a l e z a . A u t o a c o r d a d o de 2 3 de F e b r e r o d e 1781, ins-
t r u c c i ó n p a r a l a s v e n t a s y e n a g e n a c i o n e s de
D e c r e t o de 4 de J u n i o de 1 8 2 3 . — R e p a r t i m i e n - 161
96 t i e r r a s de i n d i o s
to de t i e r r a s á i n d i v i d u o s del e j é r c i t o p e r m a n e n t e .
D e c r e t o de 19 d e J u l i o d e 1 8 2 3 . — D e c l a r a c i ó n C A P . X I I I . — D é l a s medidas agrarias, según la O r d e n a n z a
16
e n h o n o r d e los p r i m e r o s h é r o e s l i b e r t a d o r e s d é l a de 2 5 d e E n e r o de 1574 5
n a c i ó n , y los q u e los s i g u i e r o n . . . . C A P . X I V . — D e l a s m e d i d a s a g r a r i a s , s e g ú n la O r d e n a n z a
D e c r e t o de 6 d e A g o s t o de 1 8 2 3 . — L i b e r t a d á del s e ñ o r v i r e y E n r i q u e z , del a ñ o de 1580, y pro-
los s a r g e n t o s y c a b o s del e j é r c i t o p a r a r e t i r a r s e . id. v i d e n c i a q u e las c o n f i r m ó . . • " ,
D e c r e t o de 18 d e S e t i e m b r e d e 1 8 2 3 — E x t e n - C A P . X V . — D e las medidas agrarias, según la Ordenanza de
sión del de 4 de J u n i o de 1823, sobre r e p a r t i m i e n - 1589, p o r el E x m o . S r . v i r e y D . A l v a r o M a n n -
to de tierras quez, . t
D e c r e t o de 14 d e O c t u b r e d e 1823 — F o r m a -
KS131 FHRC
,M6
CAP. X V I . — D e l a p r á c t i c a j u d i c i a l q u e s e o b s e r v a r á en l a 07 155672
m e n s u r a y deslinde, & • . , de l a s tierras, . , 170 1851
CAP. X V I I . — J u i c i o de apeos 181
D e m a n d a s sobre d o m i n i o y posesion. . . 184
AUTOR
CAP. X V I I I . — J u i c i o s u m a r í s i m o de ínterin, , . .188
CAP. X I X . — J u i c i o de d e n u n c i a de n u e v a labor. . . .189
CAP, X X — J u i c i o posesorio plenario 190
TiTULOOrdenanzas de t i e r r a s y a g u a s
CAP. X X I . — D e m a n d a s de servidumbres 191
CAP. X X I I , — D e los a g r i m e n s o r e s , s u s d e b e r e s y a r a n c e l q u e o sea formulario geometrico-
arregla sus derechos 193
A p é n d i c e I.—Beneficios y privilegios concedí-
d o s por l a s l e y e s á los a g r i c u l t o r e s y g a n a d e r o s . 194
A p é n d i c e I I . — D e n u n c i a y a d q u i s i c i ó n d e los
terrenos b a l d í o s de la c i u d a d de M é x i c o . . . 198
C A P . X X I I I , — D e las m e d i d a s y distribución l e g a l de las
aguas. 200
R e g l a m e n t o g e n e r a l de las m e d i d a s de las
a g u a s , p u b l i c a d o en el a ñ o d e 1 7 6 1 . . . . 207
C A P . X X I V . — P r á c t i c a de la Ilielromensura ó de las m e d i d a s
y distribución de las a g u a s 223
Distribución de las aguas, . . . . 227

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