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REGLAMENTO DE NAVAJA CORTANTE DE UNA PULGADA

CAPITULO PRIMERO
ARTÍCULO 1.- La autoridad máxima será el juez de arena, y sus veredictos serán inapelables
e irrevocables.
ARTICULO 2.- El juez de asiento es el auxiliar del juez de arena en todo momento y debe de
apoyarlo. En este Reglamento se describen sus demás funciones.
ARTICULO 3.- Queda estrictamente prohibido que en el desarrollo de la pelea intervenga
cualquier persona que no sea el juez de arena y los soltadores. Solo ellos podrán
permanecer dentro del ruedo o anillo durante la pelea.
Cuando fuera necesario el cambio de navaja, solo podrá ingresar el que amarra y sostiene
el gallo, previa autorización del juez, una persona por partido.
ARTICULO 4.- El espacio destinado para ruedo tendrá forma circular, con un diámetro
mínimo de 6.50 metros. A partir de su centro, se deben trazar dos cuadrados concéntricos.
Las rayas interiores, llamadas “rayas de adentro” tendrán una separación de 65 centímetros
internos, y las exteriores, llamadas “rayas de afuera” un mínimo de 2.50 metros.
Circular es el área idónea; sin embargo, podrán utilizarse un rectángulo de 4.50 metros
cuadrados soltando los gallos en diagonal en las pruebas de abrir, en las “rayas de afuera”,
lo que dará un espacio suficiente para el correcto desempeño de la lidia.
ARTICULO 5.- Queda estrictamente prohibido el uso de botanas y navajas imantadas, así
como también el uso de navajas estriadas y/o arpón.
ARTÍCULO 6.- El juez debe de medir las navajas, en presencia de amarradores y público en
general antes de iniciar la pelea. Posteriormente, que la navaja este firmemente sujeta a la
botana, verificar la punta y el filo antes de librar. En caso de no ser así, tiene la obligación de
ordenar que se amarre correctamente, para lo cual dará al amarrador del gallo que, a su
criterio este armado incorrectamente, un tiempo de dos minutos para realizar la corrección
pertinente. En caso de reincidir en esta acción el juez tiene la facultad de suspender a dicho
amarrador.
Articulo 7.- Habrá un cambio obligatorio de navaja que podrá realizarse, a los 3 o 5 minutos
luego de iniciada la pelea (de acuerdo a lo establecido en la convocatoria o en la junta
previa), en las condiciones en que se encuentren ambos gallos. El tiempo para el cambio
será de 2 minutos a partir de que el juez de arena lo autorice. Si transcurrido este lapso no
se ha terminado de amarrar, el juez cortara el hilo dejando una longitud aproximada de 10
a 15 centímetros para que el amarrador remate su armado inmediatamente. Podrá existir
otro cambio, si a criterio del juez la navaja no puede producir daño alguno a su rival,
cuidando que esto sea antes de los últimos 3 minutos de combate.
ARTICULO 7ª.- Si, durante la lidia a criterio del juez, se percata de que alguna de las navajas
esta visiblemente rota, doblada o despuntada o que el hilo este trozado, debe hacerlo notar
al soltador. De igual manera, si el soltador solicita el cambio de navaja o hilo, el juez de arena
deberá cerciorarse del estado de los mismos, debe autorizar su cambio, siendo el tiempo
para efectuarlo de dos minutos, a partir de que el juez lo autorice y será obligatorio para
ambos soltadores. Si transcurrido este lapso, no se ha terminado de amarrar, el juez cortara
el hilo, dejando una longitud de 10 a 15 centímetros aprox. Las navajas del cambio no
deberán ser mayores a lo establecido en la junta previa y/o en la convocatoria.
ARTICULO 7b.- No se autoriza cambio de botana, sin importar el estado de la misma durante
el combate y específicamente en cambios de navaja.
ARTICULO 7c.- Queda prohibido mutilar o amputar, las plumas, las patas o cualquier órgano
del gallo durante el desempeño de la pelea por el medio que sea (navaja, tijeras o por
manipulación).
ARTÍCULO 8.- El juez de arena tiene a su cargo el desarrollo de la pelea
a). - El juez ordena y autoriza cuando sea procedente levantarse al soltador a gane
b). - El juez ordena el cambio de soltador durante la lidia, solo por lesión o estar inhabilitado
para seguir soltando. Podrá ordenar el cambio de soltador si considera que este realiza su
labor de forma que ponga en riesgo a él mismo o al soltador contrario; y también tendrá la
obligación de instruir al soltador que no conozca el Reglamento.
c). - El juez deberá prohibir que personas en estado inconveniente suelten (ebriedad
etcétera.)
ARTÍCULO 9.- El juez de arena tendrá a su cargo el desarrollo de la pelea. El juez ordenara o
autorizara cuando sea pertinente soltar o levantar, y suspenderá en cualquier momento
toda aquella pelea que, a su juicio, sea llevada en forma contraria o distinta a lo que señala
el reglamento.
ARTÍCULO 10.- El juez de arena tendrá a su cargo el sorteo de cada una de las rondas, en
acuerdo con los representantes de los partidos durante la junta previa, y solo en el caso que
se lleve a cabo el sorteo por computadora se apoyará del cortejador.
ARTÍCULO 11.- El juez de asiento se encargará de:
a). - Registrar los datos de cada gallo presentado por los participantes como; color de patas,
cresta y color de gallo, durante la ceremonia del peso.
b). - Registrar los resultados de cada pelea, es decir a los ganadores, perdedores, tablas,
tiempo de pelea y puntaje.
b). - Verificar el peso y la presentación de los gallos a la vista de los soltadores,
representantes o dueños del partido o criadero, y ante el público en general.
c). - Anunciar las peleas, informando acerca del peso de los gallos, el tamaño de la navaja y
el nombre de los partidos o criadores contendientes, así como el color con que se jugaran y
cualquier observación complementaria que juzgué necesaria.
d). - Ordenar que se despeje el anillo y se careen, libren y amarren los gallos, de manera tal
que el público pueda percatarse plenamente de ello.
e). - Llevar los tiempos requeridos durante la pelea, como inicio de combate, segundos de
auxilio, segundos de pelea, cambio de navaja y de reposición de gallo.
f). - Una vez que el juez de arena haya emitido su fallo, anunciara el final de cada pelea y la
duración en tiempo, mencionando el color y el nombre del partido triunfador.
ARTICULO 12.- Los gallos deberán presentarse, al momento de pesarlos, limpios de la pluma
y cabeza. Se rechazarán los gallos que se presenten con tiña, rastros de grasa, medicamentos
o cualquier otra sustancia untada en la pluma. En caso de que, el desarrollo de la pelea,
algún soltador sea sorprendido administrando cualquier medicamento o sustancia extraña
(incluyendo tierra para tratar de taponar las heridas o incluso el uso de tijeras en pleno
combate), será suspendido al término de la pelea, un combate o todo el evento.
ARTÍCULO 13.- Los tiempos serán marcados en un reloj visible al público, el cual deberá ser
manejado por los jueces de arena y de asiento.
ARTICULO 14.- La duración máxima de cada pelea será de 20 minutos para compromisos, y
para torneos será de 15 minutos 12 o 10 minutos según la cantidad de participantes y
acuerdos de la convocatoria y/o junta previa, el tiempo inicia cuando cruzan pelea los gallos.
El juez de asiento anunciará cuando falten 3 minutos para que finalice el tiempo de pelea,
haciendo saber al público y soltadores que ya no habrá cambio de navaja e hilos.
ARTÍCULO 15.- Los jueces de arena y asiento portaran en todo momento los gafetes que los
acrediten como tales. Así mismo, el soltador portara una moña (o brazalete) con el color
asignado, y su gallo deberá llevar una cinta del mismo color (rojo o verde) sobre puesta al
final del armado de la navaja.

CAPITULO SEGUNDO
DE LAS PELEAS
ARTICULO 16.- Las peleas pueden ser de compromiso, por cotejo o pesos fijos, para torneos
y compromisos, cuando son pesos continuos en ambos casos deberá iniciarse con los pesos
de menor a mayor.
ARTICULO 17.- Los pesos reglamentarios son de 1900 kg a 2.600 kg.
ARTICULO18.- Los gallos que rebasan el peso de 2600 kg en adelante se consideran pesos
libres o capotes, y en los torneos de estos no deberá aceptarse un gallo con 100 gramos por
debajo de este peso.
ARTÍCULO 19.- La tolerancia de peso será de 60 gramos en cada peso, por encima y por
debajo del mismo. Si el sobrepeso es mayor de 60 g. pero no mayor de 100 g, se aceptara la
pelea, bajo condición de que el gallo sea amarrado en la pata derecha. No se deberá permitir
ninguna pelea cuya diferencia de peso sea mayor. Si un partido o criador presenta más
liviano de 60 g por debajo del peso o de mayor peso al estipulado, no siendo posible que se
efectué la pelea, para compromisos dispondrá de un máximo de 15 minutos para cambiar o
reponer el gallo; de no hacerlo, perderá la pelea.
ARTÍCULO 20.- Cuando los partidos o criadores jueguen las peleas de una sesión o
compromiso, si los pesos están escalonados de 100 en 100 gramos, van a presentarlos a
pelear en orden creciente de peso, salvo acuerdo entre las partes o los organizadores de la
empresa.
ARTICULO 20-A.- Para los torneos de pesos escalonados de orden creciente de peso y en
repetidos, el orden será de menor a mayor.
CAPITULO TERCERO
DE LOS GALLOS
ARTÍCULO 21.- Los gallos tuertos o lisiados no podrán participar en peleas de compromiso
ni en peleas de torneos, y solo en peleas extraordinarias.
ARTÍCULO 22.- Todos los gallos deben verificar su peso en la báscula, ya sea en la ceremonia
del peso para torneos o pelea por pelea para compromisos en presencia de los
representantes de partido o criadores y del público en general.
ARTICULO23.- Si un competidor presenta un gallo con anillo cortado voluntaria o
involuntariamente por error o descuido el perderá los puntos de esa pelea, sin embargo su
gallo puede combatir para que su rival gane los puntos peleando, pero antes se verificara el
peso del gallo sin anillo, sino quieren llevar a cabo la pelea el gallo deberá ser sustituido por
uno de los partidos eliminados o un gallo que proporcione el comité organizador.
a).- En el caso en el que en un Derby o torneo si un gallo se rehusara a pelear, al librarlo o
después de haber sido armado, automáticamente perderá la pelea, sin perjuicio para el
público en general y el rival deberá ganarse los puntos en el ruedo peleando contra otro
gallo de su mismo peso, mismo que podrá ser de los partidos eliminados o un gallo que
proporcione el comité organizador, sobre todo en las 2 últimas rondas de un torneo por ser
definitorias para una premiación. Este gallo puede ser armado y soltado por un partido que
tenga interés en la puntuación y al premio.
ARTÍCULO 24.- Los gallos deberán de presentarse, en todos los casos, completos de pluma,
y se rechazaran aquellos que se presenten notoriamente desplumados, con las plumas del
pecho o la golilla recortadas o entresacadas. Solo se aceptarán los gallos con el corte de las
plumas largas de la cola, la punta de las alas y el desfondado o pluma alrededor de la cloaca.
ARTICULO 25.- El espolón contrario al de la navaja, en corte plano, sin punta y sin filo.

CAPITULO CUARTO
DE LAS NAVAJAS
ARTICULO 26.- Los gallos lidiaran con navaja de una pulgada y pulgada 2 líneas como
máximo, medidas permitidas únicamente en la República Mexicana. Deberá dar la escuadra
de 90º; esto es, sentados los arillos o patas de la misma en una superficie plana, la línea que
baja de la punta a la base de la navaja estará en Angulo recto con el plano de referencia. La
navaja podrá ser de uno o dos filos, según acuerden los participantes o de acuerdo con la
convocatoria expedida por el o los organizadores
ARTRICULO 27.- Se consideran por lo tanto inaceptables las siguientes navajas:
a).- Si las terminales de los anillos o patas han sido dobladas hacia arriba o si presentan filo
o punta.
b).- Las que tengan filos acerrados, estriados o arpón.
ARTÍCULO 28.- Las botanas podrán ser de cualquier material y forma. En los eventos de
criadores previo acuerdo, las botanas podrán ser naturales y solo se permitirán las botanas
diferentes por acuerdo de organizadores y empresa.
ARTÍCULO 29.- El hilo para el armado o amarre podrá ser de cualquier material, a condición
de que el tejido sea delgado y plano, y su longitud no exceda los 3 metros.
ARTICULO 30.- El armado o amarre consiste en sujetar la botana sobre la pata del gallo, y la
navaja sobre la botana, la cual se sujetara a dicha pata con vueltas de hilo sobrepuestas,
tanto esto como el resto del armado o amarre serán a voluntad del amarrador. Al final, el
hilo debe cubrirse con una cinta adhesiva o similar, con el color de la moña (o brazalete) del
soltador (rojo o verde).
ARTICULO 31.- Una vez armados los gallos, si uno de los gallos resultara ligado (se entiende
por ligado cuando el gallo cojea o se duele de la pata armada, encogiéndola visiblemente),
se concederá que el amarrador desarme y vuelva a intentarlo y si continua ligado solo tendrá
la opción de jugarlo así o cambiarle la navaja a la pata derecha y así jugara. Si se rehúsa a
pelear este gallo se fallará la pelea en contra, sin perjuicio del público asistente. Es decir,
antes de soltar los gallos, los talones “entran y salen”.
ARTÍCULO 32.- Cuando los gallos han sido pesados en una ceremonia de peso previa, solo
se revisaran las características y el número de registro del ave, y en compromisos se
verificara que su peso es el correcto antes del combate, los jueces asignaran a cada soltador
la moña (o brazalete) correspondiente, que portara el soltador en lugar visible, tras lo cual
se referirán a los gallos por el color asignado. El juez de asiento ordenara a los soltadores
“librar” sus gallos, para que el público pueda verlos, procediendo a “probarlos”. Una vez que
se ha realizado esto, queda estrictamente prohibido sacar a los gallos del anillo.

CAPITULO QUINTO
DEL DESARROLLO DE LA PELEA
ARTÍCULO 33.- Una vez que se han examinado, pesado y armado o amarrado los gallos, el
juez de arena ordenara que sea despejado el ruedo, no permitiendo a ningún extraño a que
permanezca dentro del mismo y, a la voz de “prueben, abran y libren”, los soltadores
caminaran al centro del ruedo viéndose de frente. De la misma manera, presentaran a sus
gallos para la “chilla”: cada soltador tendrá derecho a “chillar” o “monear” a su gallo como
mejor le convenga, pudiendo reclamar la “mona”, si así lo cree pertinente.
ARTICULO 34.- Una vez que se han “chillado” o “moneado” los gallos y revisado las navajas,
los soltadores se retiraran al lado del ruedo que les corresponda. A la voz del juez de asiento
de “prueben, abran y libren”, depositaran sus gallos en las “rayas de afuera”, cuidando de
asentarlos correctamente sobre sus patas, tan a tiempo como su adversario. Si antes de
soltar, el juez verificara que, por cualquiera que fuese la razón, alguna de las navajas no tiene
filo o punta, ordenara su cambio. i el amarrador detectara esta misma situación antes de
colocar la navaja en la botana, puede realizar el mismo cambio previa autorización del juez.
ARTICULO 35.- Cuando un soltador suelte prematuramente a su gallo, con alevosía, el otro
soltador podrá levantarlo o no soltarlo. En este caso, el juez de arena dará una llamada de
atención al infractor o inclusive amonestación para que proceda correctamente,
entendiendo que los gallos se deben de soltar de frente a su adversario en las rayas
indicadas y al mismo tiempo.
ARTICULO 36.- Si una vez que se han soltado los gallos, estos no acometieran, los soltadores
podrán levantar a sus gallos respectivos y “chillarlos” de nueva cuenta, con la posibilidad de
soltarlos, según sea el caso, tan cerca como ambas partes convengan, con la anuencia del
juez de arena y asiento.
ARTICULO 37.- Si un gallo se rehúsa a pelear al inicio del combate, sin que haya cruzado
golpe alguno, se levantaran y probaran los gallos. Si alguno de ellos no pelea, en compromiso
el propietario tendrá 15 minutos para reponerlo con otro, quedando de común acuerdo si
esperan a que traiga el gallo dentro del ruedo el rival armado. De no traer este gallo el
partido afectado perderá el combate, salvo que las partes acuerden posponerlas al final de
la sesión, solo en compromisos.
Si este mismo caso se da en un torneo, entonces se aplicará el artículo 23.
ARTÍCULO 38.- Si un gallo queda inutilizado durante la “chilla” o “moneada”, o al soltador
antes de que cruce golpe alguno, la pelea se pospondrá al último lugar de la sesión; sin
embargo, si esto sucede en la última pelea, el dueño del gallo afectado dispondrá de 15
minutos para atender a su gallo o, en su defecto, presentar otro ejemplar con el mismo peso.
En caso de que no lo hiciera así, peleara su gallo en las condiciones que este se encuentre,
o bien, perderá la pelea sin perjuicio del público, solo aplica para compromisos. En los
torneos o derbis se aplica el artículo 24.
ARTÍCULO 39.- Al inicio del combate los gallos deberán soltarse en las “rayas de afuera”, de
frente y con los dedos de las patas en la raya, a la orden del juez, en dos ocasiones, excepto
cuando un soltador se haya levantado por llamarse a “gane”, en este caso, deberán ser
soltados en las “rayas del centro”, con el pico cerrado y horizontal, con la mano extendida
perpendicular a la cara del gallo, colocándolos los dedos de sus patas sobre las líneas,
sujetándolos de las plumas de los lomos y precisamente uno frente a otro, mirándose de
manera directa, es decir de frente a su adversario.
ARTÍCULO 40.- El soltador no podrá avanzar ni caminar alrededor de su gallo, hasta que las
aves hayan intercambiado su primer golpe, con la finalidad de arrearlo o perseguirlo para
que envista a su rival.
ARTÍCULO 41.- El juez podrá fallar la pelea si el soltador deliberadamente deja el gallo con
el pico hacia las lámparas. El pico debe quedar cerrado en forma horizontal, de frente a su
adversario, con la mano extendida al frente.
ARTICULO 42.- Cuando los soltadores suelten sus gallos en las “rayas de afuera” podrán
emplear ambas manos, pero cuando lo hagan en las “rayas del centro”, solo podrán usar
una mano, tomando a sus gallos de las plumas del lomo. El soltador que no acate esta
disposición y use ambas manos será suspendido o amonestado según el criterio del juez al
término de la pelea.
a).- Cuando un soltador libre a su gallo tardíamente y su contrario haya librado a tiempo, la
cuenta seguirá únicamente para el gallo que se libró tarde, y se le romperá hasta que pruebe,
no importando si el otro gallo da fondo, si así fuera, él puede solamente llamarse a gane.
b).- Cuando un soltador no libra su gallo y el juez empieza el conteo, este perderá el combate
ya que no existe cuenta de protección.
ARTICULO 43.- Cuando en el “cuadro”, un gallo posteriormente da fondo, el soltador del otro
gallo puede llamarse a “gano”, rompiendo la cuenta que se le lleva a su gallo por no picar,
con la posibilidad de hacerlo cuántas veces se repita dicha acción.
RTÍCULO 44.- Por ningún motivo en las rayas del centro los soltadores pueden retener,
aventar o empujar a su gallo, poner la mano al frente o jalarlo hacia atrás. Deberán
concretarse a librar correctamente sus gallos, De no acatarse este Artículo, se aplicara lo
estipulado en el artículo 42 y se fallara por rebeldía.
ARTÍCULO 45.- La distancia que los soltadores deberán guardar en el combate respecto del
espacio donde “luchen” los gallos deberá ser de 2 metros pudiendo acercarse solo para
revisar si su navaja se encuentra rota. Si algún soltador o el juez se asegura de que está rota
la navaja, previo permiso del juez puede levantar su gallo, en caso de levantar su gallo en
falso el juez amonestara al soltador aplicándole castigo a su gallo y acostarlo con el lomo de
frente a su rival y no puede levantarse hasta que terminen los 15 o 30 segundos de no
combate. Así mismo el soltador será suspendido al término de la pelea, si el juez lo considera
necesario y prudente o amonestarlo solamente. ARTICULO 46.- Cada vez que expire el
tiempo fijado por el juez de arena y asiento o se llame “a gane” uno de los soltadores, el
juez ordenara levantar y probar los gallos en las “rayas del centro”. Los soltadores deberán
colocar los gallos con los dedos de las patas en la raya que les corresponda, sin “ladearlos”,
sin “tronconearlos” o “engolillarlos”, y el pico deberá quedar en forma cerrada y horizontal,
de frente a su rival (ver artículo 39).
ARTICULO 47.- Cuando el gallo se trabe a sí mismo o con otro objeto que no sea el otro gallo,
el soltador debe avisar al juez y asistir a destrabar a su gallo y si lo cree necesario pedirá
ayuda al juez de arena, vigilando en todo momento que el gallo rival ya este sujetado por su
soltador. Cuando un gallo se trabe con el otro, el juez de arena ordenara que ambos
soltadores sujeten con precaución su gallo y que el destrabarlos se realice entre los
soltadores y la ayuda del juez, lo cual deberán hacer sin jalar, empujar o realizar algún
movimiento brusco (con o sin su gallo) que pueda perjudicar al otro.
ARTICULO 48.- Cuando los gallos estén caídos uno junto al otro, y la navaja de un gallo, o de
los dos, este oculta siendo imposible ver si los gallos están trabados; el juez, sin levantar los
gallos, se cerciorará de ello, tras lo cual procederá como se indica en el artículo 47. ARTÍCULO
49.- El soltador no podrá levantar su gallo, salvo en los casos señalados en este Reglamento.
Si lo levanta con el propósito deliberado de cortar el desarrollo de la pelea, será castigado
por el juez de arena con una suspensión que será determinada a criterio del juez, pudiendo
ser la noche o la fiesta completa.
ARTICULO 50.- Un gallo ciego, tuerto o golpeado de la cabeza (a causa del desarrollo de la
pelea) se soltará en las pruebas en las “rayas de adentro” exactamente igual que uno
normal, es decir, con el pico cerrado y de frente hacia su rival, para que después de esto, si
el gallo levanta el pico mueve la cabeza involuntariamente, no se le falla por rebeldía la
pelea.
ARTICULO 51.- Los soltadores podrán limpiar la navaja, quitar la sangre, la suciedad o las
plumas del pico o de la cabeza del gallo, cada vez que lo levanten durante el tiempo de
auxilio.
ARTICULO 52.- No está permitido a los soltadores palmotear, cloquear o hacer algún otro
ruido extraño movimiento para atraerla atención del gallo, so pena de ser castigados de
acuerdo con lo señalado en el artículo 67. ARTICULO 53.- Si durante el desarrollo del
combate uno de los gallos sufre la amputación de la pata armada, su soltador tiene el
derecho a armarlo en la otra pata (entiéndase por amputar, cuando la pata se encuentra
separada del resto del cuerpo). El tiempo para cambiar la navaja será de dos minutos a partir
de que el juez lo autorice.
CAPITULO SEXTO
DE LOS TIEMPOS Y FALLOS
ARTICULO 54.- Cuando los gallos dejen de pelear, el juez de arena ordenara al juez de asiento
que “ponga” 30 O 15 segundos según sea el caso. Cumplido este lapso, mandara que
levanten los gallos, ordenando al juez de asiento que “ponga” 15 segundos, durante los
cuales los soltadores podrán asistir, quitar las plumas rotas, limpiar la cabeza, pico, navaja y
patas de su respectivo gallo, antes de reanudar la pelea.
a).- Se entiende por probar cuando un gallo abre golilla, pica, sujeta, caza, pega o persigue
a su adversario.
b).- Si, en las “rayas del centro”, cuando el juez inicia la cuenta un gallo brinca con
movimientos descoordinados de muerte, el juez podrá dar el fallo de la pelea
automáticamente.
c).- Si en las “rayas del centro”, un soltador no libra a tiempo y empieza el conteo, entonces
se le fallara la pelea por rebeldía.
d).- Si en las ¡rayas den centro”, al indicar el juez a los soltadores que “libren” sus gallos,
cuando un soltador libre a su gallo tarde y su contrario haya librado a tiempo, la cuenta
seguirá únicamente para el gallo librado tarde. d).- Para llamarse a “gano”, es necesario que
la golilla del gallo contrario este completamente libre, es decir sin ser pisada, ni estar
recargado el gallo supuestamente ganador en su contrario.
ARTICULO 55.- Solamente el juez de arena podrá ordenar la suspensión de los tiempos que
estén “corriendo”, cuando alguno de los soltadores se llame a “gano”, o cuando uno o los
dos gallos reanuden la pelea. En el primer caso, el juez de arena ordenara que se “ponga”
15 segundos, y al término de ese lapso, reanudara la pelea. En el segundo caso, solo se
romperá la cuenta.
ARTÍCULO 56.- El juez declara perdido a un gallo cuando:
a).- “De fondo”: se entiende por dar fondo cuando un gallo posa el pico fijo en el suelo antes
de la cuenta de diez segundos, a partir de haber sido soltados los animales. Picar y levantar
la cabeza no podrá ser motivo, por sí solo, para fallar la pelea, pues el pico del gallo deberá
permanecer en el suelo y si en ese momento al juez le da tiempo suficiente para fallar el
combate, así será.
b).-Cuando un gallo abandone dos veces consecutivas el combate, dando muestras claras
de huido, se le fallara la pelea en su contra.
c).- Pasado el tiempo de auxilio (15 segundos), alguno de los soltadores se niegue a probar
su gallo y no lo entregue para que el juez pruebe, en cuyo caso perderá automáticamente
la pelea y se le aplicara una sanción, incluso prohibirle seguir soltando durante el evento en
turno. ARTÍCULO 57.- El gallo muerto le gana al gallo huido. Cuando un gallo no esté en
condición de presentar pelea, el juez de arena, a petición del soltador, determinara
claramente si el gallo rival está huido, para lo cual ordenara traer la “mona”, con la cual
probara si el gallo cuestionado está huido o no.
a).- La petición de la mona procede cuando, durante la lidia, el gallo da muestras claras de
huido. De no ser así, la petición no procederá. El juez, como máxima autoridad, puede
solicitar “la mona” para verificar si uno de los gallos está huido, para mayor seguridad del
público; y el juez podrá dar su fallo si comprueba que efectivamente, el gallo está huido. Si
el juez por su propio criterio pide “la mona” y el gallo prueba, la pelea continuara de igual
manera que en la anterior prueba.
ARTÍCULO 58.- El juez de arena declara que una pelea a concluido “tablas” cuando:
a).- Se termine el límite de 15 o 20 minutos (o el tiempo que se haya determinado
previamente), estando ambos gallos de pie o echados, siempre y cuando ninguno se
encuentre en prueba de huido.
b).- Cuando ambos gallos den fondo simultáneamente.
c).- Cuando uno de fondo y el otro se encuentre con movimientos descoordinados de
muerte.
c).- Cuando ambos gallos huyan, la pelea será declarada tablas para el público; sin embargo,
no deberá asignarse ningún punto a los partidos, ya que se considera como “pelea nula”.
d).- Cuando el juez inicie la cuenta y ningún soltador libre su gallo, en ese caso, la pelea será
tablas, por rebeldía de los soltadores, sin embargo, si uno o los dos gallos están en
condiciones de continuar la pelea, y los soltadores buscan las tablas deliberadamente para
lograr un beneficio para sí mismo o para cualquiera de los participantes, será declarada
como “pelea nula” sin la ganancia de puntos.
e).- Cuando ambos gallos están siendo quebrados por los mismos soltadores y a la vista del
público están muertos, la pelea es tablas. De igual manera a criterio del juez cuando los
gallos estén muertos declarara la pelea tablas automáticamente.
f).- si durante una pelea fallara el suministro de luz y no existiese planta eléctrica de respaldo
en el recinto, el tiempo de combate continuara. Si el tiempo termina y la luz no hubiese
regresado, la pelea se declarará tablas, en cualesquiera condiciones en que se encuentren
los gallos. En caso de que los organizadores confirmen la existencia de planta eléctrica de
respaldo en el recinto, el tiempo de combate se detendrá hasta que este arranque y la luz
se restablezca, siempre y cuando este tiempo no exceda los 2 minutos.

CAPITULO SEPTIMO
DE LOS SOLTADORES
ARTÍCULO 59.- El armado o amarre consistirá en sujetar la navaja sobre la botana y está
sobre la pata del gallo. La botana se sujetará con vueltas de hilo sobrepuestas. Al final del
amarre o sujeción, el hilo deberá cubrirse con cinta adhesiva o plástica, del color de la moña
del soltador, ya sea roja o verde.
ARTÍCULO 60.- En todo momento, el soltador y el gallo deberán estar a plena vista del
público y del juez de arena; el soltador deberá tener en lugar visible la moña que le haya
sido asignada, y cumplirá debidamente las siguientes obligaciones:
1).- Presentar al juez de arena la navaja, en el tamaño estipulado, para que la revise y mida
en presencia de su contrario, cerciorándose de que las características de la navaja
presentada por su contrario coincidan plenamente con las de la navaja propia, así como de
presentar una navaja de repuesto igual.
2).- armar o amarrar bien sujeta a la botana la pata del gallo la navaja previamente aprobada
por el juez de arena, así mismo cuidara que al colocar la cubierta, esta no cause daño a la
navaja y además que quede en la máxima condición de seguridad.
3).- Durante el desarrollo de la pelea, contara siempre con dos minutos para amarrar o
sujetar la navaja a partir de que el juez autorice el cambio de navaja (e hilo si es necesario)
en las condiciones que se encuentren los gallos.
4).- Comprarse con la debida rectitud y respeto durante el desarrollo de la pelea, lo mismo
con el soltador contrario, que con el juez de arena; Para un soltador considerado
“impertinente “se solicitara su expulsión del evento. Si organizadores y jueces consideran
necesario para garantizar el desarrollo del evento, puede solicitarse su desalojo del recinto.
5).- Estar atento de la navaja de su gallo, antes y durante el desarrollo de la pelea; en caso
de navaja autorizado por el juez de arena, deberá entregarla al juez de asiento, para que
cualquier representante de los partidos que lo solicite, pueda revisarla.
6).- Mantenerse a una distancia de 2 metros de los gallos que estén peleando, con el fin de
evitar su interferencia en el desarrollo de la pelea.
ARTÍCULO 61.- Los soltadores tienen el derecho y la obligación de verificar el peso del gallo
contrario en compromisos, así como la navaja que usara el rival, de acuerdo con lo que
especifica el artículo 62.
ARTÍCULO 62.- Los soltadores tienen el derecho de levantar su gallo por los siguientes
motivos:
a).- Se traben solos o con el gallo contrario
b).- Por ruptura de hilos (articulo7)
c).- Por ruptura de navaja (artículo 7)
d).- Por “llamarse a gano”.
ARTÍCULO 63.- Los soltadores deberán brindar a su respectivo gallo toda la ayuda legítima
posible, con el fin de contribuir a que gane la pelea. De no hacerlo así, será acreedor a una
amonestación suspensión de acuerdo al criterio del juez.

CAPITULO OCTAVO
DE LAS SANCIONES
ARTÍCULO 64.- Con base en lo dispuesto en este Reglamento, el juez de arena, investido de
plena autoridad, queda facultado para aplicar a quienes, según su criterio, violen alguna de
las reglas aquí establecidas, además de los ya especificados, los siguientes castigos:
a).- La pérdida legal de la pelea.
b).- El cese temporal o definitivo de las funciones de quien actué como soltador.
c).- El representante de cada criador, club, peña o partido será responsable de la conducta
de su soltador; y, en bien del prestigio de la fiesta, deberá responsabilizarse de su correcta
elección, instándolo a que se conduzca con la honradez debida. El representante de cada
criador, club, peña o partido deberá aceptar sin protestas el castigo que se imponga al
soltador, y en ningún caso podrá poner como pretexto su inconformidad con el castigo para
abandonar el compromiso. Queda claramente establecido que, si el castigo impuesto a su
soltador es la suspensión, se deberá remplazarlo al soltador con otro.

CAPITULO NOVENO
GENERALIDADES
ARTÍCULO 65.- El o los organizadores, o la empresa, tienen las siguientes obligaciones:
*Proveer navajas, en caso de qué alguno de los contendientes no presente las estipuladas.
*Facilitar un gallo, conocido como mona que servirá para las pruebas del gallo huido,
principalmente; chillar o topar los gallos.
*Mantener una vasija con agua fresca y limpia dentro del ruedo, para uso exclusivo de los
soltadores, así como toallas de tela o papel desechables.
*Disponer de espacios adecuados para los criadores, clubs, peñas o partidos guarden sus
gallos dentro del recinto donde se verificará el evento.
*Contar con moñas para identificar a los soltadores, así como de cintas plásticas de colores
diferentes (rojo y verde) para cubrir los hilos de amarre. *Disponer de gafetes de
identificación, tanto para los jueces como para las personas encargadas de la seguridad y el
orden.
*Colocar en un lugar visible este Reglamento y proporcionar una copia a los criadores, clubs,
peñas o partidos participantes.
*Las empresas deberán tener en reserva una corrida de gallos de la misma calidad que
muestren los partidos contendientes.
*Contar con un botiquín de primeros auxilios.
*Disponer de vigilancia privada o seguridad pública para salvaguardar la seguridad de los
asistentes.
ARTÍCULO 66.- Por ningún motivo podrán ser sacados los gallos registrados del recinto
donde se verifique el evento, con el fin de garantizar el compromiso ante el público asistente
y autoridades correspondientes.
ARTÍCULO 67.- Cualquier situación o incidente suscitado durante la pelea que no esté
previsto en el presente Reglamento, será resuelto de acuerdo con el criterio del juez de
arena responsable y su equipo de jueces.

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