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Curso virtual: Buenas prácticas apícolas Módulo III

Curso Virtual

Buenas Prácticas Apícolas


Módulo III: Manejo de la alimentación

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Curso virtual: Buenas prácticas apícolas Módulo III

MÓDULO III
Manejo de la alimentación

3.1 Alimentación artificial

La base de la alimentación de las abejas debe ser la miel


y el polen producidos y almacenados en el propio panal.

Si es necesario recurrir a la alimentación artificial se


deberá considerar la fortaleza de la colonia, la época del
año y las condiciones de la flora de la región.

Es indispensable tomar las precauciones necesarias


para evitar que durante la alimentación de las abejas se
desencadene o propicie el pillaje.

Los sustitutos energéticos más utilizados son el azúcar y el jarabe de maíz.

Se debe ser muy cuidadoso con el producto utilizado, el momento y las dosis, ya que excesiva
presencia de jarabe de maíz, permanece en la miel y los análisis para exportar determinan que
la miel se encuentra “adulterada”.

No se debe alimentar con miel la colmena ya que puede transferir esporas de enfermedades de
cría (Loque americana).

La alimentación deberá realizarse exclusivamente cuando las colmenas se encuentren en


cámara de cría y en época alejada de la mielada.

La cantidad y el momento de la alimentación son importantes, ya que si la colonia no alcanza a


procesar el insumo agregado, existe la posibilidad de fermentación, con el riesgo sanitario que
trae aparejado.

3.2 Equipos y utensilios para la preparación

En ningún caso los insumos utilizados y la calidad del agua deberán producir riesgo de
contaminación para los productos de la colmena.

Se deberá mantener la higiene de las instalaciones y elementos utilizados para la elaboración del
alimento y su distribución (mesadas, mangueras, bombas, bidones, dosificadores, alimentadores,
etc.) para evitar la contaminación del producto final.

Los utensilios y alimentadores deben almacenarse en un lugar que cumpla con las características
de limpieza e higiene correspondientes.

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El personal que suministra el alimento debe estar sano y lavarse las manos antes de iniciar
las tareas. Se deben considerar disponibles los elementos de higiene (agua, jabón) para la
higienización de las manos.

3.3 procedimiento de elaboración y suministro de alimento

El jarabe de sacarosa se deberá preparar en un recipiente limpio, sobre la base de agua potable
y azúcar. Se recomienda utilizar jarabe al 66%, el cual se obtiene a partir de mezclar un litro de
agua por cada 2 kilogramos de azúcar (rinde aproximado: 2,26 litros de jarabe, lo que coincide
con la dosis a suministrar por colmena). Para lograr la preparación del jarabe, se deberá calentar
el agua por encima de los 60 °C y por debajo de los 80 °C, ya que a esa temperatura se logra una
buena solubilización de la sacarosa, y volcar al recipiente para luego agregar paulatinamente la
cantidad de azúcar correspondiente.

Habiendo incorporado ambos ingredientes se deberá agitar la mezcla hasta lograr una buena
solubilización de la sacarosa.

No se podrá sobrecalentar el jarabe una vez agregado el azúcar, ya que puede elevar los niveles
de hidroximetilfurfural (HMF), siendo perjudicial para la salud de las abejas.

No se recomienda almacenar el jarabe por más de tres días para evitar el deterioro del mismo.

En caso de que se requiera alimentar apiarios en pleno invierno se recomienda la utilización de


suplementos en forma de caramelo ya que el uso de jarabe incorpora humedad a las colmenas
en un período de poca actividad, siendo perjudicial para la misma. Para la formación del
caramelo se recomienda la utilización de sacarosa molida y agua caliente, a razón de dos por
uno, evitando el sobrecalentamiento que trae aparejado la formación de HMF.

En primavera, con la finalidad de estimular la colmena para poder lograr un desarrollo temprano
de la misma, se deberá suministrar jarabe con una frecuencia de entre 7 a 10 días hasta que
haya una entrada natural y continua de néctar.

En otoño, con la finalidad de generar las reservas suficientes (al menos entre 5 y 6 cuadros) y de
producir un corte en la postura de la reina, se deberá aumentar la frecuencia de suministro del
suplemento.

En el caso de utilizar jarabe de maíz de alta fructuosa, al momento de la adquisición, se deberán


tomar todos los recaudos de higiene que sean necesarios. En este sentido se deberán utilizar
recipientes limpios (sean estos tambores de miel vacíos, etc.) para evitar la contaminación de
los productos.

Una vez suministrado el jarabe de maíz de alta fructuosa, se deberán lavar minuciosamente los
envases para evitar la fermentación y posterior contaminación cruzada cuando el tambor sea
utilizado para el envasado de miel.

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En caso de adquirir alguna marca comercial en donde el producto esté solidificado y sea
necesario someterlo a calor, de ninguna manera se puede sobrecalentar el mismo.

La frecuencia de aplicación es la misma que la del jarabe de sacarosa, en el período otoñal.

No se deben suministrar medicamentos en la alimentación artificial.

Una vez colocadas las alzas melarias destinadas a la cosecha no se debe alimentar con
sustitutos.

3.4 Documentación y registros

Toda vez que se alimente artificialmente, deberá llevarse un registro donde conste el origen del
insumo, la cantidad y fecha de suministro de los alimentos.

Se deberá contar con los comprobantes de adquisición tanto del alimento adquirido, como de
los insumos utilizados para su preparación.

A los fines de registrar las actividades de alimentación artificial realizadas en las colmenas, se
recomienda utilizar el modelo de registro presentado en el módulo II del presente curso virtual.

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