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Historias, mitos y leyendas

1 - “Se buscan tractores Lanz para encontrar oro”


2 - “Pintar desde el interior del interior”
3 - Alberto Anderica y sus miniaturas
4 - La Fiesta del Tractor en López
5 - Fiesta de la Trilla en Santa Anita
6 - María Grande, un pueblo que revive una tradución
7 - Juan Ramón Cárcano, restaurador y tallerista
8 - Apostolados
9 - “Cada loco con su técnica”
10 - “24 horas arriba de un Pampa”
11 - El especialista en máquinas a vapor
12 - La Primera Carrera de Tractores
13 - El Museo de Villa Carlos Paz
14 - Genética Alemana
15 - El automovilismo, el campo y los HP
HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

“Se buscan tractores Lanz


para encontrar oro”
egún se estima, durante la Segunda

S Guerra Mundial los nazis se


apoderaron de unos 8 mil millones
de dólares, gracias a los saqueos a once
bancos centrales, entre ellos los de
Noruega, Bélgica y Luxemburgo, y
también producto de robos a los judíos”.

Heinrich Lanz AG re-


monta sus orígenes a
1859 cuando es fun-
dada por Heinrich Lanz (1838-1905) en Este es el relato particular de Maurer Busmeister, in- 707 y 747. Aparentemente el oro habría sido fun-
Alemania. Esta fábrica de maquinaria pesada tuvo vestigador chileno que aporta datos precisos sobre la dido en piezas de los tractores, aproximadamente
vida hasta poco después de la Segunda Guerra historia de algunos tractores Lanz. 2 kilos. Esa es la razón de las grandes sumas paga-
Mundial, donde comienza un proceso de adquisi- “Durante las últimas décadas se ha visto alemanes das por cada tractor. Se estima que en Chile más de
ción por la firma John Deere y en 1960 cambia de en Chile, Argentina, Perú y otros países comprando 1.000 tractores Lanz BullDog 1945 han sido com-
llamarse Heinrich Lanz AG Mannheim a John prados y enviados de vuelta a Alemania”.
tractores marca Lanz año 1945 mejor conocidos
Deere-Lanz AG, para luego desaparecer todo ras- Cuenta un mecánico chileno de nombre Pedro
tro de Lanz.
como Lanz BullDog 1945. La consigna es que los
cigueñales tengan números de serie terminados en Cuevas que “durante muchos años los alemanes re-

50 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

corrieron muchas partes de Chile buscando tracto- rias veces a Lanco en busca de su preciada mer- Con el tiempo Pedro Cuevas entabló una cercana
res viejos pagando sumas millonarias. El número cancía que Cuvertino suponía tenía por destino a relación con los extranjeros y una vez fue con ellos
del cigüeñal era lo único que interesaba a los com- algún coleccionista”. a un pueblo de nombre Teodoro Schmidt a com-
pradores, que habrían buscado los dos kilos de oro "No sospeché nunca ninguna otra cosa, hasta que prar unos Lanz. En la noche bebió con ellos y les
que escondían las máquinas, tesoro de unos US$500 el señor Cuevas me contó la otra historia...la histo- preguntó porque tanto interés por esos vejestorios.
mil en cada tractor. ria del oro". "Traen oro, Pedro, dos kilos doscientos de oro", re-
Dos hermanos alemanes de apellido Tisch que cuerda que le contestó Janz, negándose a re-
con una curiosidad casi infantil recorrieron el velarle el escondite de ese tesoro equivalente a
sur de Chile preguntando si alguien tenía o Hasta nuestros días las dudas son muchas unos 500 mil dólares del preciado metal por
había visto un tractor Lanz Bulldog de 45 ca- cada máquina.
ballos de fuerza: una verdadera reliquia o, acerca del paradero del oro nazi. Se sospecha Como presa de una fiebre Cuevas desarmó un
según se mire, un montón de fierros viejos de que parte fue a Suiza y Alemania y Austria. tractor por completo y detrás de la caja de
fabricación germana. Otras versiones aseguran que fue cargado en cambios halló piezas de un bronce especial.
"Era Thomas Tisch, su hermano ", dice Víc- "No era una máquina de la serie que ellos bus-
tor Cuvertino, un mecánico especializado en
submarinos con destino a Latinoamérica. caban, en esos sí que debió estar el oro".
tractores, quien los vio llegar a su taller me-
cánico anocheciendo, un día que no recuerda Los hermanos Tisch ya pasaron a ser parte de
con precisión a pesar del esfuerzo que hace por LOS HERMANOS TISCH una leyenda en Chile. Fueron los compradores de
acordarse y de la exhaustiva revisión de su archi- Pedro Cuevas fue más afortunado que Cuvertino: tractores más conocidos según reportajes emitido
vador de tarjetas de presentación, ahí, entre va- llegó a vender unos cuarenta tractores, algunos de en el canal TVN, quienes se cree jamás regresa-
rios papeles, aparece el nombre de Tisch y un los cuales compró en apenas 20 mil pesos (chilenos) rán: porque de los modelos 45 ya no quedan más,
teléfono de contacto. y pudo venderlos hasta a 3 millones y medio. Claro sólo los 28, como el de las fotos.
"Me encargaron tractores Lanz Bulldog modelo 45, que los hermanos Tisch no fueron sus únicos clien-
que son más o menos de 1942 hacia adelante, pun- tes. "Ellos llegaron en el 98. Yo estaba juntando cha-
tualmente los de las series 707 y 747. tarra, más precisamente tractores Lanz. Los
“Tenía un joven que salía a buscarlos por los cam- hermanos Tisch pasaron y vieron las máquinas a la
pos, incluso una vez fuimos a Valdivia a retirar orilla de la carretera. Esa vez se llevaron dos en 1
uno. Yo se los compraba y después los vendía a millón de pesos. Siempre portaban un maletín lleno El título del libro
los alemanes. Ellos eran amables, pagaban y se de billetes". es El Número Kaif-
iban", cuenta escuetamente Cuvertino, quien Los alemanes le dejaron el encargo de buscar más. man, un thriller sobre
llegó a venderles una decena de dichos vehículos Cuevas debía llevar los modelos que encontrara en tesoros de los nazis
ocultos en el sur de
que compraba a unos 500 mil pesos y por los cua- su camión hasta Victoria donde los hermanos te-
Chile, cuya ubica-
les los extraños visitantes le dejaron hasta un mi- nían un conocido. Al poco tiempo llegaron más ale- ción está escondida
llón 200 mil pesos. manes tras la huella de estos tractores, incluso en un antiguo có-
"Muchos estaban para desguase o ya eran chata- conocían su nombre. "Pedro, nosotros pagamos digo arábigo.
rra, pero el valor que ellos le daban dependía del mejor que los Tisch", le dijeron de entrada. Se tra- El protagonista es
número que traían en el cigüeñal, porque a veces taba de un tal Janz y otra persona que él supone que un chileno que ha
había máquinas en buen estado, andando, y no se llamaba Pierre Werchaldy (que fácilmente po- vivido fuera y que,
les interesaban. En muchas ocasiones se llevaron dría tratarse de Piet Verschelde, un gran coleccio- casualmente, encuentra los números del código en
peores en mal estado", comenta reconociendo nista de origen belga. En su página web, un iPod (walkman digital que almacena datos). Será
entonces objeto de una cacería que incluye un atentado
que no le dio mayor importancia a la mañosa www.pietverschelde.com exhibe una gran colec-
en el Parque Arauco.
conducta de sus compradores, que volvieron va- ción de tractores antiguos.

Historia del Tractor en la Argentina 51


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

“Pintar desde el interior


del interior”
o me n z ó a d i b u j a r t r a c t o re s i n s p i r a d a p o r s u m a r i d o t a l l e r i s t a . O b s e r v á n d o l o

C re s t a u r a r p i e z a p o r p i e z a c o m p re n d i ó e l va l o r d e l a s m á q u i n a s ag r í c o l a s c o m o
reliquias y objetos de arte.

Nilda Teresa Rocchiccioli de


Cárcano vive en Brinkmann,
Córdoba y como pintora se
dedica de lleno a “retratar
dragones de hierro”.

52 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Durante un tiempo busqué diseños originales, había pintado una colección “De
flores y frutos,” quería hacer algo diferente y que me representara, no me sentía
a gusto con lo obvio ni tampoco con lo que se publicaba en las tradicionales re-
vistas de pintura. Creo que fue mi marido quien me contagió su pasión por los
tractores antiguos motivo por el cual empecé con este tema.
“En octubre de 2009 acomodamos un Case Modelo “C” bajo el ceibo florecido
que plantamos en el parque del negocio, le saqué varias fotos y fue en el año
siguiente que concreté esta obra a la que titulé “Descansando bajo el Ceibo”.
“El Charco” fue el segundo cuadro que pinté de esa misma serie de tractores.
Es la imagen de un día que había llovido 300 mm., lo cual no es habitual
en esta zona, durante unas horas se inundó todo el patio, tomamos algu-
nas fotos a un Case Cruzado modelo K 1832, de la colección de mi marido,
parecía un espejo, se veía lindo ese tractor tan viejo rodeado por el agua,
y me gustó mucho pintarlo.
También hice un Deering 1530, estaba muy oxidado y deteriorado por el paso del
tiempo. El señor que lo compró pidió lo imposible: lo quería en marcha, pero
como a mi marido no lo asustan los desafíos aceptó. Lo acondicionó y realmente
recuerda con nostalgia lo serenito y lindo que marchaba ese motor. Finalmente le costó “dejarlo ir” por- Cuando pinto pienso en mi familia, se
que se había encariñado con él, lo entregó funcionando pues había dado su palabra. “Nostalgia” es el tí-
emocionan mucho cada vez que les
tulo que lleva ese cuadro.
“La Casona” es un atardecer de septiembre del 2010. Fue en el pueblo de Seeber el día de su centenario, cuento que terminé una obra.
habíamos llevado algunos tractores para desfilar y al caer la tarde en la antigua estación de trenes de ese
pueblo vecino estaba ahí como diciendo yo también cumplo muchos años; por eso lo llamé “Centenaria.”
“Mis padres que ya son mayores, se emocionan mucho cada vez que les cuento que terminé una obra.
Cuando pinto pienso en mi familia, especialmente en mis tres amores que con nombre propio los bauticé
como: Lucila, Luciano y Juan Ramón, mis hijos”.

Historia del Tractor en la Argentina 53


Un erudito,
“El Vasco”Anderica
lberto Anderica, con sus

A conocimientos mecánicos e
historiográficos sobre tractores nos
cuenta como se las ingenió para
realizar estas verdaderas obras de arte.
Nació en la localidad de 25 de Mayo a las márgenes
del Río Salado, donde su padre tenía su chacra y
mantiene el gusto por una pasión que no sabe por-
que se despertó desde chico: “los tractores”.
A lo largo de sus 65 años de vida trabajó en mu-
chos lugares y realizó muchos oficios, siempre
relacionado a las máquinas de motor. Su pasión
por los tractores no tiene explicación. Ha leído y
tiene tantos conocimientos que muchos no se ani-
man a hablar de tractores en su presencia porque
Anderica tarde o temprano se tentará de inter-
venir y/o de aportar (siempre con mucho respeto
pero con firmeza y convicción) en lo que será
una verdad irrefutable.
Comentan que cuando visita alguna feria o exposi-
ción sorprende a más de uno, siempre tiene los
datos y los números correctos acerca de cualquier
tipo de tractor, esto le ha dado un lugar de recono-
cimiento entre quienes lo conocen, y lo ha conver-
tido en una de las personas que más conocimientos
y estudios tiene acerca de la historia de los tractores,
especialmente hasta los años 50.
“Tengo fija una época, cuando era chico, manejaba
un Allis Chalmers modelo “E” 25-40 del año 1930.
Aún hoy recuerdo el número de su motor (24.386),
probablemente ahora esté desarmado o ya sea cha-
tarra o parte de la tierra. Yo tengo la esperanza de
alguna vez cruzarme con un Allis Chalmers de ese
año, sólo para verlo una vez más. Lo seguiré bus-
HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Mini Case Mini Deering Diesel Mini Allis Chalmers de 1930 modelo E

cando, me encantaría saber si alguien tiene un Allis Chalmers de ese año…


Si pudiera ver uno, sería muy feliz”.
Anderica posee muy buena memoria y la aplica a lo que le encanta hacer: sus
mini tractores. Comenzó haciéndolos para sus sobrinos y amigos, luego al-
guien encargó uno, luego otro y así sucesivamente. También hizo sembrado-
ras, cosechadoras, arados, chatas y camiones, pero su pasión son los tractores.
“Los hice en todos los modelos, disfruto mucho hacerlos, es importante ser
muy preciso en todos los detalles, los hago en el taller de mi galpón. Una vez
que los termino es un placer verlos funcionar. Tengo aproximadamente una
colección de 20, los guardo en cajas de cartón tapados con lienzos para prote-
gerlos del polvo”.
Todos los modelos los realizo en escala 8.5, están hechos con materiales
que reciclo.
Cada pieza, cada engranaje va apareciendo durante el proceso de realización,
provienen de objetos impensados: desde botones rotos, tapas de frasco, par-
Mini John Deere del año 1939 lantes de radio, encendedores en desuso, latas, fotocopias usadas, anteojos vie-
“Desde 1939 a 1953 vinieron prácticamente iguales, sólo hubo una producción de dos años jos, paraguas rotos, impresoras, máquinas de escribir, etc. Algunas ruedas
que varió el modelo. Una de las diferencia era que la rueda delantera, del 39 al 41 vino con están hechas con gomas de ceniceros que antiguamente regalaban como pu-
rayos, la rueda trasera siempre vino con disco, a partir del 42 empezó a venir con llanta ciega”. blicidad las fábricas de neumáticos.

Mini Zetor 25 de 1952 Mini Lanz Bulldog Mini Clayton


Don Manuel Bressi lidera
la “vuelta olímpica”
durante la 6ta Edición
de la Fiesta del Tractor,
a familia Bressi es el pilar

L
en López en el 2011.
fundamental de la Fiesta
Provincial del Tractor, en López,
Provincia de Santa Fe.
En este evento anual se puede ver
andando el único tractor Daimler del país
que data de 1925.

López, un pueblo con muchos sueños


A mediados del mes de octubre (el tercer domingo) se festeja en las instalacio- Florentino abrió uno de los primeros talleres mecánicos en el pueblo. Cuenta
nes del Club Atlético Argentino uno de los eventos más importantes de este su nieto, Don Oscar Bressi que: “Florentino, que fue mi abuelo, murió ar-
pueblo: la Fiesta del Tractor. mando motores hasta el último día, falleció pobre siendo un genio de los mo-
El primer año tuvieron 14 tractores expuestos, eso fue en el 2005, seis años des- tores diesel. Era impredecible, a veces se despertaba y decidía hacer un viaje,
pués, fueron más de 50. Los Bressi tienen unos 200 tractores, la mayoría ya res- durante el trayecto, si se encontraba con algún tractor roto le buscaba la vuelta
taurados y otros que “tarde o temprano, también estarán funcionando”. hasta repararlo, sólo por pura pasión. Le arreglaba el tractor a todo el mundo
Florentino Bressi nació en Udine, Italia, pero en realidad su origen es austro - y no cobraba nunca, la satisfacción para él, era que marcharan. Ese era Flo-
yugoslavo y fue el pionero en traer a esta región (departamento de San Geró- rentino Bressi.
nimo), el primer tractor diésel a comienzos del siglo XX.

56 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Tractor Cletrac. Tractor Daimler-Benz 1925 (ver página 113).


La verdad es que a mi abuelo lo venían a buscar de todas partes del país. A los
motores los remachaba sin desarmarlos. Era capaz de dejar un tractor andando
con sólo acomodarle una pieza. Siempre me decía: “No seas boludín” y otra
frase que siempre repetía ante cualquier trabajo que había que empezar: “Dale,
dale, no seas vago”.
“Es por esto que mi pasión por coleccionar tractores la heredé de Florentino,
mi abuelo y también de mi padre que compró un tractor Daimler Benz ya
usado en el Puerto de Rosario. Vino desarmado y encajonado, llegó por el fe-
rrocarril. Me cuentan que esta caja se cargó y se la llevó al campo en chata a ca-
ballo. Yo era muy chiquito pero lo recuerdo a mi padre que lo veía desde la
ventana de mi casa usando ese tractor. Un día se le rompió la biela y ahí quedó
parado a la intemperie 43 años en el medio del campo. En el año ´87 se festejó
el Centenario de mi pueblo por lo cual me propuse recuperarlo, lo desarmé ín-
tegro, estaba lleno de agua por todos lados, quedó como era originalmente.
Con éste y “El Sueco” hemos ido a un montón de centenarios de otros pueblos.
Para la puesta en marcha del Daimler tenemos un secreto, hacemos un tapón A la izquierda Tractor O&K.
que sirve para encenderlo más fácil. El secreto consiste en hacer una solución y golpes en la cara por las patadas que les daba este tractor cuando lo encendían
en la que se combinan 4 partes de salitre, 2 partes de azufre, todo esto se di- con la palanca.
suelve en agua, luego se empapa la tela y cuando ésta se seca la enroscamos Lo positivo de todo esto es que gracias a esta fiesta lo que recaudamos lo in-
como si fuese un tapón y lo insertamos en el motor, luego le prendemos fuego vertimos en nuestro pueblo. Esperamos terminar muy pronto el polideportivo,
y se hace una mechita y eso nos permite darle manija. Hay un dicho acá en ese es hoy uno de nuestros sueños. Sería una gran alegría que en el futuro todos
López que se relaciona con este tema y que se transmite de generación en ge- los chicos que quieran hacer deportes en López puedan participar en la disci-
neración: la familia de mi abuelo eran 14 y decían que todos tenían cicatrices plina que les guste y poder hacerlo a nivel nacional”.

Historia del Tractor en la Argentina 57


n Santa Anita, Departamento de

E Uruguay, Entre Ríos, se lleva a cabo


esta fiesta, en la que los visitantes
pueden
podrán ver vestimentas típicas de
trabajo y demostraciones originales sobre
cómo se trabajaba en el campo a comienzos del
Siglo XX

Pasada de rastras
con tractor Massey Harris

La Fiesta de la Trilla en Santa Anita Trilladora Case 1927 movida por


Andrés Buet con tractor
Massey Harris 1936 tractor Deering Farmall
HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Parque de Maquinarias Fiesta de la Trilla

Andrés Buet fue el ideólogo de esta fiesta. Es des- dos familias, quedó mi padre a cargo del campo y yo miento, así la gente le da la importancia que merece.”
cendiente de franceses y tiene un sueño hace tiempo: ingresé de empleado. Al tiempo vendió esos tractores El Galpón alberga numerosos elementos que lo
terminar de hacer su colección para oficializar a nivel y yo lo sentí en el alma.” transforman en un sitio único. Hay un surtido de he-
nacional su museo, es por esto que el hombre sigue “Por el año 1986 logré comprarme un tractor John rramientas antiguas y de llaves, carros rusos, viejas
reuniendo elementos y organizando año a año una Deere que tiene los colores de la bandera agraria, y cocinas y hasta un sulky que perteneció al servicio de
fiesta que ya es cita obligada por la que pasan mu- así otro y después otro. Cada vez fui adquiriendo correos. “También había objetos que eran de mis pa-
chos conocedores y fanáticos de tractores. más elementos, más tractores, máquinas, cosechado- dres. Mucha gente que hizo donaciones, otros me los
Andrés recuerda como empezó su pasión por el co- ras y motorcitos. Hasta ahora no es museo, pero es- vendieron a precios razonables, a veces la gente pide
leccionismo: “Cuando yo tenía 14 años mi padre tamos en eso”, dice Andrés Buet. “Yo pienso que más de lo que podemos y lamentamos que se las lle-
compró un tractor “Deering 10-20” de esos con rue- alguna vez será un museo viviente, no me gustaría ven al extranjero, es una lástima porque eso no de-
das de hierro y después compró un tractor John que las maquinarias estén prácticamente muertas, bería permitirse que salga de nuestro país.”
Deere “Triunfo”. Tuvimos dos tractores durante va- por lo menos las que eran a motor o a caballo, a cierta La Fiesta de Santa Anita es otro de los eventos im-
rios años, pero como el campo casi no daba para vivir hora de la tarde tendrían que ponerse en movi- perdibles a nivel nacional.

Cosechando con un tractor Deering Farmall.


Un pueblo que revive una tradición
Durante los primeros días del mes de septiembre se festeja una de las ferias agrícolas más importantes que
n María Grande, Entre Ríos, los

E
se desarrolla en esta ciudad ubicada a 70 kilómetros al este de Paraná. Cada vez son más los argentinos que
agricultores de las viejas recorren los stands y se arriman para conocer el oficio de primera mano.
generaciones son los grandes “María Grande nace en 1904 y en el año 2004 decidimos quienes vivimos aquí toda nuestra vida realizar y
protagonistas. La gente que asiste a brindar un homenaje a todos los que hicieron de la agricultura su forma de vida, es por esto que convoca-
esta fiesta podrá ver en carne propia como se ron a todos los productores de la zona para que pudieran realizar este museo. En palabras de su Director,
Angel “Nincho” de Angeli, esta fiesta significa mucho para nosotros, porque le rendimos un homenaje a los
vivía y trabajaba a mediados del siglo pasado. que fueron protagonistas de nuestra historia agrícola nacional y en particular a la querida Entre Ríos, que
es una provincia muy especial. Estamos felices porque año a año se va consolidando y nuestro Museo Agrí-
cola de María Grande ya es una realidad.
“Mi sueño era darle vida a los tractores porque todas estas maquinarias alguna vez tuvieron colores que

60 Historia del Tractor en la Argentina


fueron pensados por algo, es por esto que le damos un Buda de 4 cilindros", explicó Minen, un mecá- zada edad maniobrando alguna chata repleta de
tanta importancia a su restauración y su pintura. nico con más de medio siglo en el oficio. trigo para abastecer la trilladora a la vieja usanza.
Nosotros fomentamos la restauración y el renaci- Una de las imágenes que pueden verse todos los años Como el caso de don Ramón Calazán Valdez, de 78
miento de estas maquinarias porque le estamos rin- en esta fiesta es cuando se conecta una polea que sale años, oriundo de El Pingo, y don José Daniel Sian,
diendo, por fin, un homenaje a los nuestros, a los de un tractor a una antigua trilladora de parva. A de 76, "nacido y criado en Diamante", que cargan el
que nos precedieron”. diez pasos de allí unos jóvenes hacen sonar el pito de acarreador y llenan de trigo a fuerza de horquillas,
Mientras toman mate, algunos esperan para ver el las cosechadoras Alasia (1957) y Rotania (1966), he- la boca de la trilladora. Los parroquianos festejan
momento cuando Don Antonio Minen, quien vive chas en Sunchales, para convocar a la gente. con aplausos y algún sapucay, mientras que los más
en San Benito, hace arrancar el motor del tractor Así se congrega la multitud alrededor de las maqui- chicos corren bajo la paja trillada.
Rock Island modelo 28, conocido como "el Rey", una narias, hombres y mujeres, chicos, gente de ciudad y De inmediato, los bolseros y cosedores toman prota-
reliquia que atesora Darío Brondi. "Es un tractor de campo. En todas las fiestas siempre surge algún gonismo y reparten los primeros puñados de granos.
norteamericano que funcionaba con agricol, y hoy personaje local o invitado que aún con su edad (a No serán sino viejos trilladores: Irineo De Angeli,
se abastece a mezcla de nafta y kerosene. Tiene caja veces hay entusiastas hombres de campo de 80 ó 90 nacido hace 69 años en María Grande, Hugo Ro-
de primera y segunda solamente, y ruedas con gram- años) que demuestran una envidiable energía ado- berto Vidoz, de 65 años, del Distrito Tala, y Luis
pas de hierro, por eso lo llaman de uña, el motor es lescente. En esta fiesta es común ver gente de avan- Sian, de 74, nacido en Diamante. Todos vestidos

Historia del Tractor en la Argentina 61


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

Tractores varios en la Fiesta de la Trilla. De izquierda a derecha: Twin City, Fahr D177 S, John Deere M del año 1944.
como entonces: alpargatas, bombachas, pañuelo al
cuello y sombrero, que casi todos siguen usando.
Se terminó la carga de una chata y cuando todo hacía
suponer que ahí finalizaba la exhibición los plancheros
bajaron por otro carro, y luego otro más, y los horqui-
lleros continuaron con la faena sin descanso.
Ya terminada la trilla, los hombres toman unos tragos de
caña según la costumbre, y reflexionan sobre aquellas
tareas. "Trabajé en esto desde los 15 años, hice de todo,
empecé de bolsero y terminé de maquinista, no fui coci-
nero porque no sabía. Para nosotros era una alegría
el tiempo de cosechas, éramos todos como una fa-
milia grande", recordó José Daniel Sian. "Una
trilladora grande necesitaba 25 personas, y ésta
debía andar con diez o doce, sin contar los carre-
ros", agregó Irineo De Angeli.
"Sacábamos la paja trillada con una yunta de bueyes
y el yugo, a veces trabajábamos no de sol a sol sino de
estrella a estrella, eran las 11 de la noche y todavía an-
John Deere modelo D del año 1929.

62 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Tractor Case LA y trilladora Case.


daba dando vueltas y después ponía las caronitas de
almohada para dormir, a la intemperie nomás. Los jó-
venes de hoy no harían este trabajo", aventuró don
Ramón Valdez.

El Museo Agrícola de María Grande


El museo, a cargo de Angel Hilario de Angeli, más co-
nocido por su gente como “Nincho”, tiene una variedad
de implementos, motores y cosechadoras antiguas.
El museo de máquinas antiguas está a cargo de la
Federación Agraria Argentina y la Sociedad Rural
Argentina, y sus objetos y maquinarias se lucen en esta
fiesta anual que ya ha pasado a exponer más de 70
objetos antiguos. Entre ellas, un arado doble Deering
1938, tirado por caballo, un arado simple Ruso Moliné,
de una reja, de 1914, una cortadora atadora Deering
1918, también a caballo, una chata de carga de 1898,
una desgranadora de maíz de lapacho de 1940, una
cortadora de gavilla de lino Massey Harris de 1895,
y un arado de mancera de 1890.

Historia del Tractor en la Argentina 63


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

“Restaurar tractores
puede volverse una
adicción” Por Juan Ramón Cárcano
iene un taller de reparación, venta e instalación de componentes

T hidráulicos de tractores y maquinarias agrícolas en Brinkmann,


Córdoba. De puño y letra escribió especialmente para este libro
una selección de sus mejores experiencias:

COMO RESTAURAR UN DEERING ABANDONADO


Y CONSEGUIRLE “UN NUEVO CORAZÓN”.
Mi pasión y curiosidad por tractores y Mi pasión y curiosidad por tractores y
maquinarias antiguas quizás surge porque mi tío Carlos Ítalo Cárcano co-
mercializaba tractores y cosechadoras antiguas allá por los años 1960 al 1970.
Compraba en toda las zonas del interior de las provincias de Córdoba y Bue-
nos Aires tractores de distintas marcas: Deering, John Deere, Man, Oliver,
Case, etc., los traía a Brinkmann. Mi padre, Juan Cárcano, mecánico también
como mi tío, los ponían en condiciones y luego los cargaban en camiones y los
vendían en la provincia de Entre Ríos.
A las cosechadoras las trasladaban andando hasta el río Paraná al que cruza-
ban en balsa ya que no existía el túnel subfluvial. Estas maquinarias, muchas
de ellas antiguas en esta zona ya no se utilizaban -por ese motivo las llevaban
a la provincia de Entre Ríos- puesto que posteriormente se tecnificó. En aque-
llos años en esta provincia trabajaban con implementos cinchados por caballos.
“Soy callado, observador, detallista y apasionado de los
En el año 2003, luego de recabar información y de averiguar durante mucho
tiempo a través de la misma gente que llegaba a mi taller desde el interior del país, me dieron el dato que tractores. Elogio y felicito a quienes invierten su tiempo
en la localidad de Frank, provincia de Santa Fe, había un tractor antiguo con ruedas de hierro. Organi- y dedicación para restaurlos”, dice Juan Ramón Car-
zamos un viaje con mi padre y mi hijo Luciano. Lo fuimos a ver, y apenas llegué acordamos el precio y lo cano de Brinkmann, Córdoba. En la imagen junto a él,
compré. Fue todo un desafío ya que cada uno que lo veía daba su opinión, para nada alentadora por el te- sentado sobre el tractor, su hijo Luciano.
rrible estado en que se encontraba el Deering 10-20.
Comenzó Luciano la tarea de restauración, previo lavado desarmó la chapería, ruedas, radiador, que-
dando sólo la transmisión y el motor.
La mecánica del motor me tocó a mí, comenzando por el carburador ya que poco quedaba en su interior,
las partes son de material ferroso (el agua las había deteriorado), y tuvimos que ingeniarnos para repro-
ducir de alguna manera o conseguir aquello que ya no estaba.

64 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Seguí el trabajo con el magneto Robert Bosch F4.


Lo desarmé íntegro, lavando cada pieza. Comencé
con el armado por los rodillos del rotor ajustando el
mismo. Reparé el impulsor, cargué las mazas pola-
res con un cargador de imán y ajusté el platino. Pre-
vio bajar el cárter y limpieza del interior del motor,
ablandar las válvulas atascadas, éste último trabajo
lo realizó Luciano.
Armamos el motor y a golpes de manija le dimos
marcha, todo un logro. Continuamos después con
el radiador, “desabulonando” los tanques de fundi-
ción del panel, sondeamos los tubos de cobre, luego
de haberlos destapado a todos lo volvimos a armar.
Luciano, previo trabajo de chapería, comenzó con
la pintura el tradicional rojo del Internacional Har-
vester Company, y bajó de internet la información
acerca del serial del tractor para precisar el año de
fabricación. El número de serie es KC 2496 año
1923. Hoy, es “el juguete” que en los desfiles ma-
neja mi hijo Luciano. Parte de la colección privada de J. R. C
Del fondo hacia adelante: John Deere del año 1936, tractor
COMO ARREGLE UN “TRIUNFO” Pampa de la década del 50, Deering Mc Cormick 10-20 de
Voy a narrarles el proceso de restauración de un la década del 20.
John Deere modelo “D” Nº Serial 130318, año de
fabricación 1936. El modelo “D” fue fabricado ces decidí desarmarlo íntegro sacando bielas, ci- nera: se abren los dos grifos de bronce que se en-
desde el año 1923 al 1953. En nuestro país fue im- güeñal, bancadas y tapa de cilindro. Reconstruí cuentran ubicados en cada uno de los cilindros, se
portado por Agar Cross y se conocía el tractor con metales de bielas y bancada, construí los pernos y les agrega un chorro de nafta, se gira el volante
el nombre “Triunfo”. bujes de pistón, arreglé la tapa de cilindro, encas- hacia delante, pasando el punto de compresión, y
En 2005 viajamos a Villa Carlos Paz, visitamos el quillé los asientos de válvulas y adapté válvulas el motor arranca.
Museo de Tractores, y al otro lado de la ruta había nuevas porque la tapa tenía una grieta y entraba Fue una nueva experiencia y desafío, un motor to-
un tractor John Deere modelo D le sacamos algu- agua a un cilindro. Reparé la bomba de aceite talmente distinto al Deering en marcha, una gran
nas fotos; pasado algunos días le hablé al dueño del construyendo los dos engranajes nuevos. Al car- sorpresa cuando le instalé el radiador previa res-
museo, el señor Oscar Gómez y le pregunté por ese burador le construí ejes de acelerador mariposa y tauración de panel y depósitos abulonados de fun-
tractor y me dijo que por falta de espacio, no lo eje de cebador, los cuales estaban muy gastados, dición cuando le agrego el agua surge un problema
había podido cargar en un contenedor, porque lo rectifiqué la aguja del flotante. una y otra vez, le tuve que sacar dos veces la tapa
quería enviar a Suecia. Negociamos el precio y me Al magneto marca Wico también tuve que repa- de cilindros hasta descubrir que en el interior de la
lo traje. Tenía reformas hechas, como por ejemplo rarlo, le cambié rodillos de rotor, platinos y con- cámara de admisión, cuando había mecanizado
le habían adaptado ruedas de goma atrás pero es- densador, reacondicioné rellenando los gatillos del para encasquillar me había quedado un poro-fisu-
taba bastante completo. impulsor de arranque. rado y filtraba el agua. Luego, de solucionado el
La restauración la comencé sacando la chapería y Rectifiqué placas de embrague, cambié feordos , y problema ya me quedó el motor terminado.
dejando sólo la transmisión y el motor. Previo la- construí pernos de horquilla. Luego del armado y Seguí con la transmisión, porque cuando lo com-
vado interior y exterior del motor me encontré puesta a punto del motor le dí marcha. pré el Sr. Gómez me había informado que la caja
con una biela muy gastada y sin cojinete, enton- La puesta en marcha se realiza de la siguiente ma- de velocidad estaba trabada, pero no era así: el se-

Historia del Tractor en la Argentina 65


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

de Cultura del Municipio local de Brinkmann invi-


tándome a participar con mis tractores de un desfile
con motivo del bicentenario de la patria, y me dijo
que le gustaría ver desfilar “El Pampa” ya que es el
primer tractor fabricado en serie en nuestro país.
Pero yo no lo había restaurado hasta ese momento.
Solo quedaban 20 días para la fecha, lo consulté con
mi hijo y decidimos aceptar el desafío. Un lavado a
fondo llevó unas cuantas horas de trabajo, la etapa
siguiente fue el desarme total: ruedas, chaperías,
pisos, radiadores, tapa de cilindro, etc. Arenado de
cada pieza fue el trabajo que siguió a esta primera
etapa, luego los arreglos de chapa y preparando
cada parte para la pintura.
Desarmamos los volantes, reparamos el regulador
y accionamiento de la bomba Bosch de lubrica-
ción, los radiadores fueron soldados, y pulidos los
tanques de bronce. Llegando al armado y pintura
del tractor. Fue un trabajo muy duro porque el
Tractor WD 40 y W40 tiempo era muy corto para semejante restaura-
año 1936, familia Bressi ción, trabajando sábados y domingos, y muchas
veces hasta altas horas de la noche. Tuvimos que
lector de cambios tenía una traba rota y por eso se semejante al de la llanta montando la rueda en el conseguir piezas faltantes como ser el dínamo, el
encimaban dos cambios juntos. Lavé, destrabé la torno, y con un trozo de ángulo por metro lo fuí ca- indicador de sentido de giro, protectores de vo-
caja y la armé. Una etapa superada. La parte me- lentando, soldando y dándole forma a la circunfe- lantes, para dejarlo en estado original, la instala-
cánica ya estaba terminada. rencia de la rueda. Las cuatro ruedas estaban listas. ción eléctrica también la hicimos nueva, le
Seguí con las ruedas traseras, ya que no eran las La chapería era la etapa que me esperaba ahora, reparamos el chispero para el arranque a nafta el
suyas, lo habían reformado y yo no quería armarlo también el piso, el capot y tanques de combustibles cual funciona perfectamente.
con rodado de goma. Pregunté en diferentes des- que los tuve que hacer nuevos. A los guardabarros Un amigo y cliente del taller me regaló desintere-
armaderos pero nadie tenía lo que yo buscaba y los enderecé, los soldé y les cambié algunas partes, sadamente piezas de gran utilidad como un indica-
me decían que habían desarmado muchos pero luego terminaciones y pintura de color verde John dor de giro, pero con la condición de que se lo
que ya no quedaban porque los habían mandado Deere. El último toque se lo dio mi esposa, con sus dejara manejar cuando lo tuviera listo. Tengo muy
a fundición. Un día que hablé a la provincia de pinceles mágicos le pintó las letras en el frente del buenos recuerdos y anécdotas de ese amigo que no
Entre Ríos conseguí un juego de ruedas traseras tractor y mi hijo bajó por internet los diseños de lo- pudo darse el gusto de subirse al Pampa restaurado
originales, para colocarlas tuve que desarmar los gotipos y calcos de la época. Además de restaurar como él lo deseaba porque por la ley de la vida sor-
palieres, rellenar las estrías y volver a tallarlas, las las placas de serie que son de aluminio, las pulió, presivamente nos dejó sin poder concretar su an-
habían reformado cuando le habían adaptado las las pintó de color negro, y luego con mucha dedi- helo, su nombre era Atilio Brezzo, quien además
ruedas de goma. cación con un objeto con filo fue descubriendo letra me facilitó su manual para que yo pueda hacer una
Las ruedas delanteras que eran originales estaban por letra saliente quedando de esa manera en es- réplica y fue de mucha utilidad para poder restau-
muy gastadas porque tenían mucho uso, mayor- tado original. rar el mío.
mente la parte que frotaba en el surco que dejaba el Conseguimos los faros rojos traseros originales en
arado. Fue para mí otro desafío ya que tuve que re- UNA INVITACIÓN INELUDIBLE un negocio antiguo de la ciudad de Córdoba tam-
construirlas, para ello corté y confeccioné un aro El 20 de abril de 2010 recibo la visita del Secretario bién restauramos las placas dejando todo original.

66 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

El 24 de mayo logramos concretar el desafío y lo No acepté la propuesta porque me interesa res-


pusimos en marcha tras algunos problemas que taurarlo, ponerlo en marcha y que quede en
fueron subsanados logramos desfilar el 25 de mayo nuestro país.
por las calles de Brinkmann. Ocho días después contratamos un transporte para
Las características de mi tractor son: Pampa IAME traerlo el domingo. Muy tempranito de madrugada
T01 Nº 2.207, fabricado en 1957 por Industrias Ae- con Nilda, mi esposa, luego de haber estado com-
ronáuticas y Mecánicas del Estado,Córdoba. partiendo una cena con amigos y sin dormir, parti-
mos hacia el lugar. Cargamos el Lanz Buldog y
HISTORIA DE UN CAPOT LANZ emprendimos el regreso detrás del camión pero to-
Y LA PLANTA QUE NO PUDO CRECER mando cierta distancia porque la polvareda del ca-
Comienza este recuerdo allá por el año 2005, un sá- mino no nos permitía ver adelante. Cuando
bado por la mañana un comisionista de mi ciudad me llegamos a las diecisiete a Brinkmann, fue grande
cuenta que tenía para la venta un tractor Lanz Bull- la desilusión, uno de los capots el que tenía la pla-
dog, este tiene piezas muy codiciadas para cualquier queta de bronce con la inscripción del importador
coleccionista, es por esto que en horas de mediodía en Argentina, BROMBER Y CIA., ya no estaba en
emprendimos viaje con mi hijo hacia el objetivo: ir el tractor se había desenganchado y perdido en el
hacia la zona de Cuatro Bocas, Provincia de Santiago trayecto, quien sabe dónde. Yo me quería volver a
del Estero. No se imaginan las ansias de ver esa pieza, cualquier precio a buscarlo con la ilusión de en-
así pasé todo el viaje imaginando con qué tipo de trac- contrarlo. Ese capot era muy importante para mí.
tor iba a encontrarme. Cuando nos entrevistamos con Pero mi esposa y mi hijo no me dejaron, había pa-
el dueño y nos llevó a ver el tractor me emocioné: lo sado demasiadas horas sin dormir, y eran muchos reconoció ahí la tapa-capot de mi tractor, y vio para
tenía tapado con una lona en el medio de un patio, los kilómetros que había que recorrer. su sorpresa que estaban por poner una planta para
estaba bastante desarmado pero se veía muy impo- A la mañana siguiente el comisionista decide reco- adornar el jardín nada menos que en el mismo
nente, lo que más me había llamado la atención era rrer el mismo camino en busca de la pieza perdida, capot, para ellos “eso” tenía forma de maceta;
que tenía su plaqueta de bronce en un capot lateral. con resultado negativo. Le hablamos al dueño por cuando hijo les preguntó, se encogieron de hom-
Nos contaba el dueño, el señor Delpratto, que lo teléfono y le contamos lo sucedido. Hicimos un bros y confesaron que la habían encontrado en el
había comprado nuevo su abuelo y lo habían utili- aviso en una emisora de radio de la zona para que, camino cercano a su casa. Afortunadamente, el
zado hasta el año 1985 para tirar un arado de discos quién lo encuentre sepa a quien devolverlo, pero señor Delpratto la recuperó e hice un viaje en su
de cinco platos para trabajar alrededor de parcelas tampoco tuvimos respuesta. búsqueda con la tranquilidad de haberla recupe-
de monte haciendo contrafuegos porque quemaban Decido comunicarme con un señor de San José, de rado. El Lanz ya estaba completo.
para ganar terreno agrícola ya que era apropiado por- la provincia de Entre Ríos, y me dice que creía que
que tiene ruedas de hierro y no había problemas de tenía esa tapa, viajamos con mi familia un fin de se- MI PRÓXIMO SUEÑO, UN HART- PARR
pinchaduras de cubiertas. mana pero no la conseguimos. De regreso visita- Hoy tengo 21 tractores antiguos de distintos mo-
Acordamos el precio y lo compramos cargamos los mos a un señor de apellido Arnoldo Herni de la delos y marcas. Mi desafío es ahora comenzar a
elementos que estaban desarmados en la camioneta ciudad de Esperanza Santa Fe pero no tenía nin- restaurar el Hart-Parr 12-24H ya que es una
y regresamos. Cuando estábamos viajando el señor gún repuesto de ese modelo de tractor. pieza de las que entraron pocas a nuestro país, y
comisionista recibe un llamado telefónico de un Triste regresé a casa ya que había confiado en con- además quedan sólo algunas porque fueron ven-
comprador de este tipo de tractores diciéndole que seguir un capot en ese viaje. Cuando llegamos a didas al exterior y otras al desarme y fundición.
le interesaba esta pieza pero al contarle que ya había casa empezó a sonar el teléfono, precisamente era Mi sueño es algún día encontrar y anexar a la
concretado el negocio conmigo el nuevo interesado quien esperaba, nada menos que el mismo señor lista un tractor raro y poco conocido que siempre
no le cree y le pide permiso para hablarme para Delpratto desde Santiago Del Estero. Me llamaba me causó curiosidad es el Oil Pul Rumeli, ya que
ofrecerme el cincuenta por ciento sobre el precio para contarme algo que jamás hubiera imaginado: con la ayuda de libros y manuales voy descu-
que yo había pagado. uno de sus hijos había ido a la casa de un vecino y briendo nuevas inquietudes.

Historia del Tractor en la Argentina 67


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

Cuando la pasión por los tractores


se convierte en un apostolado
os hombres, de distintos lugares pero de la misma época, no sólo

D tenían el mismo nombre sino actitudes similares. A pesar de que


nunca se conocieron ambos se destacaron por su integridad,
capacidad de trabajo y un gran sentido solidario.

Originario de Humberto Primo, Provincia de Santa Fe, un pueblo que ya tiene


más de 100 años, Rubén Manzo, también mecánico de tractores ya retirado, re-
cuerda a su abuelo que tenía una herrería muy particular:
“Compró la primera iglesia que había en el pueblo para abrir su taller mecánico,
en realidad era un galpón que apenas se sostenía en pie. Poco a poco fue apren-
diendo de mecánica. Era un profesional no por los títulos sino por como sentía y
se dedicaba a su oficio. En realidad fue autodidacta porque sólo hizo un curso de
unos meses en la Ford cuando tenía 20 años. Aprendía de sus errores, poco a
poco se las ingenió para arreglar su propio auto y así comprendió los mecanismos
y las particularidades de las maquinarias agrícolas de su época.
Como mecánico era un personaje. Algunos lo confundían con un médico.
En realidad era como el médico del pueblo, pero de motores. Todos los días
se ponía uno de sus mamelucos blancos y salía con su maletín de cuero a
arreglar tractores, la mayoría de las veces los clientes no tenían dinero y se
los arreglaba gratis, no podía permitir que alguien estuviera parado sin tra-
bajar por tener el tractor roto, porque era sinónimo de andar a la miseria,
andar mal de salud y eso era lo mismo.”
Se especializó en los Fiat y finalmente logró que le adjudicaran una represen-
tación, la cual tuvo durante muchos años”.
Cuando don Florentino comenzó a obtener los frutos de su trabajo invirtió su
dinero y adquirió un Ford T que fue el primer coche que existió en el pueblo. Más
que para uso personal lo usaba como remise, tenía una clienta que solamente
quería que la pasara a buscar para que la llevara a la peluquería más cercana que
estaba a 90 kilómetros.
Don Florentino Manzo: vestía mameluco y usaba
maletín de doctor para “curar” a sus tractores.

68 Historia del Tractor en la Argentina


Otro Florentino inolvidable Impecables los 7 hermanos Bressi. Un alegre Florentino en el medio con la
pierna apoyada en el tractor “El Sueco”. Todos juntos pudieron concretar
una de las colecciones de tractores más importantes de la Argentina.

Curiosamente en el pueblo de López, otro Florentino de apellido Bressi, tam- por arriba del motor ya sabía que tenía, lo encendió y saludó a algunos opera-
bién se hizo conocido por no cobrar cuando arreglaba un tractor. rios que estaban por allí dejándolos con la boca abierta al solucionar el tema
Cuenta Oscar Bressi, sobrino de Florentino, “salía de viaje y no se sabía cuando tan rápidamente. Cuando se sentó en el auto para que lo lleve de regreso a
volvía, en el camino cuando alguno estaba varado en la ruta porque se le había López le pregunté: ¿“No les vas a cobrar nada, ni siquiera el costo de la nafta
descompuesto el tractor Florentino se los arreglaba y luego seguía viaje”. para venir hasta acá?”. Sin parpadear se prendió un cigarrillo y me contestó
“Un día lo llamaron desde el puerto de Rosario porque tenían un gravísimo sin mirar “Si no le hice nada. Dale, vamos” Así era Florentino Bressi.
problema. Había que correr urgente unos containers y el único tractor que te-
nían para estas tareas no arrancaba, nadie sabía como arreglarlo para ponerlo Siempre repetía por cualquier motivo y por las dudas:“Vamos, vamos, no hay
en marcha. Cuando llegó, lo tocó un poco, y al ponerlo en contacto y revisarlo que ser flojo”

Historia del Tractor en la Argentina 69


R E S TAU R A D O R E S Y P I N TO R E S

Cada loco con su técnica

Jorge Alejandro Cisternas Sandoval Joaquín Albero

Horacio Caviglia José Rubio Jorge Omar Durán (hijo) y Sebastián Alberto

El antes y después de un Farmall La familia Miguel


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

“Los que escuchamos chamamé somos psico-diferentes”


S
on los esteticistas de los tractores. Utilizan herramientas y
métodos diferentes para que su oficio tenga un estilo único e Joaquín Antonio Albero
Correntino de nacimiento, sólo escucha chamamé mientras pinta los tractores
inconfundible. Aquí presentamos algunos de ellos a modo de que está restaurando. Esta tradición ya es parte de los ritos de su familia que
ejemplo de tantos otros que existen en nuestro país. integran tres generaciones de restauradores. Dice que es uno de los pocos que
trabaja con el sistema americano y que pinta con la mano como si fuera un ar-
tista. Sus pinturas siempre quedan lisitas y suaves al tacto gracias a la técnica
“Aunque costó mucho esfuerzo, secreta que utiliza. “Me gusta que queden brillantes y lustrosos y que se le de
vida y colores a los tractores, eso sí siempre respetando los tonos originales”.
también tenemos nuestra colección”.
Jorge Omar Durán (hijo) y Sebastián Alberto (de 25 de Mayo)
Es especialista en hEs especialista en hacer arrancar el “Field Marshall” con
Hermanos chilenos unidos por la misma madera
pólvora. Jorge Omar es uno de los pocos que desarrolló la habilidad para hacer Jorge Alejandro Cisternas Sandoval
revivir a uno de estos dinosaurios de hierro que tiene más de 100 años y se en- De origen chileno, Jorge trabaja junto a sus dos hermanos para Jorge Se-
cuentra en el Zoo Luján. Para esto, su secreto es usar pólvora negra granulada, mino, el Director del Museo de Tractores de Zoo Lujan.
sin embargo parece que el hallazgo no fue fácil: “me llevó tiempo encontrar Su técnica de trabajo es artesanal. Se trata de reparar la pieza antigua man-
la fórmula y la proporción justa.” teniendo los originales. “No me gusta que quede todo a nuevo. Creo en las 3
“Nos gustan tanto los tractores que de a poco vamos armando R: Respetar, Restaurar, Reparar. Por ejemplo, a la madera la dejo con cica-
nuestra colección que es chica pero es nuestra. Es todo trices, y las chapas con algunos agujeros. La restauración que
un orgullo para nuestra familia. A veces no dormi- hago debe respetar el paso del tiempo. No me gusta hacer
mos pensando en encontrar algún repuesto, y otras, cirugía y que quede sin vida, por eso, si la madera está po-
los fabricamos nosotros”. drida la relleno con aserrín y un poco de pegamento pero
no la cambio”.
“Nuestra sangre es verde y amarilla”
Horacio Caviglia y José Rubio
Un tal Miguel de origen alemán
Fanáticos de John Deere, sólo aceptan tractores de Tallerista Ricardo Miguel e Hijos
esta marca en su taller y dicen que en alguna oportu- General López, Sarmiento, Santa Fe
nidad llegaron a atender más de 500 tractores sema- Ricardo empezó a trabajar como mecánico. Es especialista en
nales de los John Deere 730. tractores desde hace 40 años. En el pueblo algunos le dicen
Horacio Caviglia, fuma 3 atados por día pero no para “Michel”, porque su prima también de origen ruso-alemán,
de trabajar y dice que se siente feliz porque tiene el ta- tiene el mismo apellido, se llama Mitchell. “Cuando llegaron
ller más importante de John Deere. Toma licor Tres los primeros inmigrantes los anotaban como podían: Mi ape-
Plumas y no puede prescindir de su dieta el uso de la pi- llido es Mitchell, alguno ese día que estaba en
mienta, me dura dos semanas un sobrecito. Tengo mu- el registro la hizo fácil y lo nombró Miguel.
chos objetos y almanaques, colecciono todo lo Cosas de nuestra historia”.
que tiene que ver con John Deere, soy un fa- “Estoy terminando de reparar un Fahr Rojo
nático. Es el dueño de uno de los talleres míti- 55 Modelo D30L (N chasis 832509) que per-
cos de Buenos Aires no sólo por su capacidad teneció a una colonia alemana que tenía
profesional sino por la personalidad carismática quintas. Ahora este tractor es propiedad de
de Caviglia al que lo comparan con un actor de la comuna de Sarmiento y lo van a usar para
cine italiano. desmalezar la banquina de la ruta y mante-
ner los espacios verdes”.

Historia del Tractor en la Argentina 71


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

Una travesia
en un Pampa
L
a historia, contada en vida por Don Atilio Brezzo relata su
experiencia cuando compró un tractor Pampa en el año 1954.

Por Juan Ramón Cárcano

La distancia que recorrieron los tres trac-


tores Pampa, entre la ciudad de Córdoba y
Altos de Chipión es de 215 km. Actual-
mente es una travesía que en automóvil se
realiza en aproximadamente 2 horas, 35
minutos

72 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Brezzo fue mi cliente durante muchos años. En A la tarde, luego de hacer todos los papeles les en-
vida me contó algunas historias. Espero hacer tregaron los tres tractores en marcha, y allí raudos
honor a estas confesiones y poder transmitirlas se dirigieron al centro de la ciudad de Córdoba.
fehacientemente a fin de perpetuar no sólo su Descansaron en un hotel y a la mañana siguiente
memoria sino también que represente un testi- emprendieron el regreso. “Tras varias explosiones, los vecinos del hotel -que
monio de las tantas historias que sucedieron en Muy tempranito, a las tres de la madrugada pusie- lógicamente estaban a esa hora descansando-, se
aquellas épocas. ron en marcha a los tres al mismo tiempo. Tras va- despertaron aturdidos por los ruidos de todos
La fábrica IAME estaba en Córdoba Capital, y rias explosiones los vecinos del hotel -que
quienes encargaban sus tractores debían a ir a bus- lógicamente estaban a esa hora descansando-, que
tractores juntos”
carlos y también se habían des-
llevarlos en per- pertado les gri-
sona hasta sus taban por los
propios campos. ruidos que ha-
Don Atilio vivía
en la zona rural
cían todos los
Pampa juntos.
Altos de Chipión.
de Altos de Chi- Se reía a las car- Pueblo sin tren
pión, Córdoba, y cajadas cuando
juntamente con contaba que no
un vecino, que habían sido muy
también había bien despedidos
comprado un de la ciudad.
Pampa decidie- Finalmente em-
ron ir juntos a prendieron el
buscarlos: Así es viaje llegando a
que abordaron el la localidad de Imagen de la ex-estación
coche-motor; Río Primero a
que era una espe- las 8:30 hs., A lo largo del trayecto que realizaron los comprado-
cie de ómnibus donde toman res del Pampa, existía una traza de ferrocarril que pa-
que marchaba sobre las vías del tren y era el medio un buen desayuno para poder seguir su camino, lle- saba por Altos de Chipión. Concretamente este tren
de transporte de pasajeros más conocido, en el tra- gando a las 12:30 a la localidad de Balnearia, uno
yecto otro señor sube al mismo transporte que a su de sus compañeros había arribado a destino. Al- (línea Deán Funes-Laguna Paiva del Ferrocarril
vez también se dirigía a la fabrica IAME. Tres se- muerzan en la casa de este vecino, duermen la siesta Central Norte) comenzó a funcionar el 21 de no-
ñores con una misma ilusión traer a sus campos y luego continúan su viaje de regreso a casa, lle- viembre de 1911. Dicho ramal fue desafectado por
cada uno su nuevo tractor. gando al final a las 18:00 hs. a su campo. decreto del P. E. N. N° 96/1978 dictado el 18 de
Con emoción me contaba que cuando llegaron a la Hay que imaginarse los días que lleva reponerse de
fábrica, varios tractores, más o menos unos cin- un viaje semejante. Este es uno de los tantos relatos enero de 1978 y cerraba los ramales comprendidos
cuenta estaban acomodados en hilera, y el señor que que tanto disfrutaba de contarme una y otra vez, entre Laguna Paiva y Galisteo y entre Balnearia y el
los recibe les dice que elijan cualquiera de los que por supuesto que nunca le dije que ya me lo había km. 428.
están ahí. Don Atilio sube a uno de ellos y toca un contado porque sus carcajadas eran extraordinarias Altos de Chipión debe su nombre a un cacique que
botón sin saber lo que era y se sorprende cuando es- y yo sabía en que momento se iba a reir.
cucha sonar la bocina, no todos estos tractores la te- habría dominado la región, de nombre "Chipión".
nían, por lo que muy contento cuenta que exclamó, Con respecto a la palabra "Altos" se acepta que se re-
éste es el mío. fiere a la topografía del lugar. .

Historia del Tractor en la Argentina 73


El especialista
en máquinas a vapor

orge Omar Esparraguera, nacido

J
Jorge Omar alias “Cacho” Esparraguera. Se define como “vasco total”. Anteriormente trabajé en el Ferro
en Salto, Provincia de Buenos Club Argentino, era el mecánico de la locomotora, Siempre estuve a cargo de todo tipo de maquinarias a
Aires, es el maquinista a cargo de la vapor, cuando viene la gente y me pregunta como funcionan yo las comparo con una pava. Una vez vino un
visitante al museo y pensó que era una máquina de hacer pan porque arriba de la caldera a veces ponemos pan
colección de tractores a vapor que aún para que se caliente y la gente se confunde cuando ve el horno a leña.
siguen funcionando, todos los fines “Desde hace 10 años estoy a cargo de la colección de tractores del Zoológico de Luján, en particular del Clay-
de semana en el Zoo de Luján. ton y del Ransomes, dos colosos de vapor que son como de mi familia. Cuando estoy cerca de estas máquinas
siento la presencia de aquellos que ya no están, los veo a mis parientes, se me vienen imágenes de mi abuelo,
de mi padre y mi tío, ellos trabajaron con tractores a vapor y tengo el recuerdo de ellos cuando los manejaban”.
Consideraciones sobre motores y tractores a vapor en Argentina.
“Los primeros motores a vapor que se usaban para la trilla no tenían tracción propia. Eran llevados
con bueyes, o con carros de dos ruedas, carretas, a los que se ataban hasta diez caballos. Eran de 8 a
10 HP nominales”.
Los primero tractores a vapor en Argentina se remontan aproximadamente al 1900. Tenían una sola
marcha para adelante y otra para atrás, había motores de uno o dos cilindros, de alta y baja presión, tra-
bajaban con 170 a 180 libras de presión, con 50 ó 60 caballos de fuerza. La caldera tenia de una capaci-
dad aproximadamente de 1000 litros de agua, equipada de una válvula de escape automática. A la vista
del foguista había un manómetro, que marcaba la presión de la caldera, y un nivel de agua, en un día

74 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

pleno de trabajo consumía unos 8 mil litros de agua. Además un regulador de dos o tres bochas que mar-
caba la presión del vapor al cilindro que se hacía sobre las dos puntas del pistón, ida y vuelta, y trabajaba
en forma horizontal.
Estos motores pesaban entre 10 y 11 mil kg. y era traídos en vagones de ferrocarril hasta su destino. Eran
importados de Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Alemania. Las marcas más conocidas eran: Clayton,
Case, Advance, Ruston, Ransomes, Marshall, Lanz. El uso exclusivo de estos motores era para accionar esas
máquinas trilladoras. Se usaban también en el campo pequeños motores de pocas cilindradas para diversos
usos como ser: bombear agua, desgranar maíz, accionar máquinas de carpintería, o en un taller mecánico y
hasta mover las máquinas de una imprenta como en nuestra Colonia. El agua se cargaba a la caldera con
bomba o un sistema de inyección. Se quemaba mayormente paja de lino, pues la de trigo no producía el su-
ficiente calor para la presión requerida y además hacía mucha ceniza en el horno. Los motores tenían un techo
para sombra del foguista y en la parte trasera un zarzo de madera donde se cargaba la paja. Sobre el techo
llevaba uno o dos pitos que funcionaban con vapor.
Esos pitos se usaban para hacer las más diversas llamadas. Cada silbato tenía su significado, que todo el per-
sonal conocía perfectamente: si el aguatero se demoraba, o si a la máquina le faltaba cereal, o al colono para
que traiga bolsas e hilo, y llamar al personal del rastrojo a la hora de comer, etc.
El maquinista
Muchas veces el dueño de la máquina ejercía funciones de maquinista, o se buscaba una persona idónea
para ese cargo, tenía que estar identificado con el funcionamiento de la máquina, y saber reparar en el
acto cualquier desperfecto que se presentara. Además dirigía al personal y era el responsable del buen des-
empeño de todo el equipo. Acordaba con los colonos el día estimado de trilla para cada uno, llevaba el con-
trol de los días trabajados de cada peón, en una libreta individual se anotaba los días trabajados que se
dividían en cuatro cuartos, también se anotaban los gastos de cada uno, como ser tabaco, papel de
fumar, fósforos o el dinero que iba retirando durante la campaña. Tenía un ayudante a su lado, que
también era el engrasador.

“El Clayton es como una cosa viva, es mi fetiche, repre-


senta algo muy importante para mi, es la imagen de la his-
toria de mi vida ya que está relacionada con los
motores a vapor”.

Historia del Tractor en la Argentina 75


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

La Primera Carrera de Tractores


Por el Dr. Juan M. Valdano.

En Las Parejas, en el año 1920, se

E organizó la primera carrera de


tractores llevada a cabo por un
ocurrente que hizo divertir a todo el pueblo. El
texto, escrito en vida por el Dr. Juan M.
Valdano, describe con gracia lo que fue una
jornada histórica.

¿A quién se le puede ocurrir realizar tan singular


prueba en aquellos años en nuestro pueblo, que era
apenas un villorio de menos de 500 almas?.
Pues sucedió que un vecino, don Angel Odisiopro-
pietario de una chacra, hombre de espíritu progre-
sista, decidió cambiar el tradicional método para
arar la tierra en aquella época, que era realizado
por caballos, por una nueva máquina que por esos
tiempos comenzó a hacer furor, EL TRACTOR,
de origén norteamericana, fabricado por la Ford y
que llevaba la marca Fordson.
En nuestro pueblo vendían la citada máquina
dos firmas una era la casa Borghi Hnos., de
Pueblo de Las Parejas en
ramos generales, ubicada en el “centro del pue-
1920. Calle principal por
donde se corrió la carrera:
blo” y la otra que vendía dicha máquina era los
calle 20 y esquina 15. hermanos Barbano, radicados en las afueras del
pueblo y donde además atendían un taller mecá-
nico, de herrería y carpintería.
Don Angel era amigo tanto de uno como de otro
vendedor y para decidir a quien favorecer, en vez
de tirar la moneda a “cara o cruz” y haciendo gala
de su espíritu alegre y jovial, le propuso a ambas
firmas correr una carrera por las calles del pueblo,
el ganador sería el vendedor.

76 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Ganadores y Pioneros
en Las Parejas
A comienzos de la década del ‘30 del siglo pasado,
Las Parejas, era apenas un pueblo que no llegaba a
los 1.000 habitantes. No obstante ya comenzaba a
germinar la semilla de algunos pioneros de la indus-
tria parejense como fueron los hermanos Eliseo y Fio-
ravanti Barbano, (el mismo que ganó la Carrera de
Tractores) quienes crearon una empresa -Barbano
Hnos.-que fabricó lanzallamas para combatir la
El Tractor Fordson (1920) plaga de langostas.
fue el premio del ganador Este fue el lanzallamas que más renombre tuvo por
de la carrera de Las Parejas
su funcionamiento perfecto y sin tipo de problemas
como tenían otros aparatos. Barbano había creado el
Aceptada la propuesta se decidió la justa, el pueblo se alborotó ante el evento y en el momento convenido sistema de bombeo sin presión en el depósito de com-
se convocaron un buen número de curiosos, muchachos y viejos, asombrados de ver aquellos mastodon- bustible evitando así el peligro de explosión, además
tes de grandes y anchas ruedas traseras, cruzadas de uñas transversales de hierro, lo mismo que las de-
lanteras que eran más pequeñas, y sobre ellas montado un rugiente motor de cuatro cilindros, alimentados este modelo podía funcionar con combustible Diesel.
a kerosene, que escupía humo y llamaradas por una alta chimenea y hacia girar un volante al costado para En el concurso internacional que realiza el Ministe-
adaptarle una correa de transmisión. Los pilotos de aquellas singulares y novedosas máquinas fueron Vi- rio de Agricultura de la Nación en Buenos Aires en
cente Venesia por la firma Borghi hermanos y Fioravanti Barbano, por los Barbanos. Puestas una al lado el año 1933, se impone el lanzallamas Barbano sobre
de la otra ambas máquinas y luego de ser expuestas y examinadas por los vecinos, se las puso en marcha
con varias vueltas de manija, que hicieron saltar las chispas de las bobinas. un centenar de concursantes. Con este reconoci-
Chicho Venesia, de camisa y pantalón bien planchados, se ubicó sobre el asiento de chapa flexible, lo mismo miento y la venta masiva de aparatos prácticamente
hizo Fioravanti embolsado en su mameluco de mecánico. Las rugientes máquinas recibieron la orden de no quedó rincón del país donde se asentaba la lan-
largada, Barbano empujó violentamente la palanca del acelerador y tomó la delantera, ambos tractores co- gosta que no hubiera “una Barbano”, como decía la
menzaron su carrera alrededor de las ochos cuadras en las cuales estaba marcado de antemano el circuito,
estas ochos cuadras eran las principales del pueblo, consistía en una vuelta a este circuito y el primero que gente. Así durante muchos años la marca quedó como
pasara por la línea de largada sería el vencedor, y así fue como Fioravanti Barbano llegó primero en medio identificación de los lanzallamas. Tuvo tanto éxito
de la polvareda que levantaron las pesadas ruedas dentadas en las calles de tierra resecas por el sol del ve- que incluso tuvieron pedidos desde el Uruguay y Bra-
rano de 1920. sil, pero la demanda interna no permitió llevar a cabo
El ganador que se adjudicó la venta del Fordson, cosechó además los aplausos de la concurrencia y marcó
un promedio de casi 20 km/h, todo un récord para aquella época. ese pedido aunque se llegó a fabricar en un solo año
Esta historia la contó don Carlos Blank, que fue uno de los curiosos de aquella carrera, cuando aún ves- 28 mil aparatos y la producción total superó larga-
tía pantalones cortos…!!! mente las 100 mil unidades.

Historia del Tractor en la Argentina 77


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

El Museo de Villa Carlos Paz

aliendo de Villa Carlos Paz, por la

S Ruta 38 camino hacia Cosquín, se


encuentra el Museo de Tractores de
Oscar Gómez. Un lugar recomendado
para los amantes de los fierros del ayer.
78 Historia del Tractor en la Argentina
Un homenaje a la historia
y a los “dragones de hierro”
HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Sobre la vereda misma del Museo, se impone el tractor a vapor marca Case porque el campo ha sido y será el pilar fundamental de nuestra economía”.
que invita a conocer uno de los pocos museos del mundo que alberga además “La razón de porqué elegí los tractores como símbolo de mi Museo, es porque
de tractores y rarezas del Siglo XIX y XX. en cada uno de ellos se esconde una historia.
Entre todo lo que allí reúne, hay más de 200 tractores de todas partes del país Gracias a ellos el campo argentino creció en forma exponencial permitiéndonos
y diferentes modelos de distintas marcas. por nuestras exportaciones ocupar un espacio en el mapa del mundo”.
Nos recibe cálidamente Ramón, su asistente, que tímidamente y cuando se Sin dudas una persona en un solo lugar no podría haber reunido tantas maqui-
le da la palabra se encandilan sus ojos y comienza a describir la historia de narias raras ni difíciles de conseguir, es por esto que durante una parte de su
cada tractor. vida, Oscar, encontraba estos “dragones de hierro” tirados en el medio de un
Por su parte, Oscar, nos cuenta que todo se hizo en forma particular y con campo y reconocía su valor como una verdadera reliquia que es lo que son.
mucho esfuerzo. Pero él, generoso y alegre, sabe que su mayor gratificación Gómez, viajó más de 5 millones de km. recorriendo todo el país para recuperar
es poder sostener este Museo que tantas alegrías le da, porque siente que hizo los tractores. En su niñéz jamás hubiera imaginado que hoy lograría reunir una
algo por su país, “aquí se revive la historia del campo argentino porque este de las colecciones de tractores más importante. Más que un apasionado, un de-
emprendimiento más allá de preservar las piezas que fueron usadas en nues- fensor de la historia y de nuestro pasado.
tras tierras y que son parte del patrimonio nacional, trata de revivir la histo- En la actualidad el Museo del Tractor representa una de las atracciones turísti-
ria de los inmigrantes durante el último siglo y reivindicar sus esfuerzos como cas de Villa Carlos Paz. Afortunadamente, y cada vez más, se conoce la impor-
los primeros chacareros que deben tener el reconocimiento de todo el país, tancia de su patrimonio y la colección que conserva.

Historia del Tractor en la Argentina 79


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

ANTONIO NÉSTOR FRANZ, ENTRERRIANO DE PURA CEPA

Genética
alemana Por Antonio Franz
s autor y escritor del libro Historias de Colonos I y II”.

E Allí describe las vivencias de los primeros colonos que


vinieron de Volga, Rusia, y las costumbres que esta cultura
trajo a esta región del país.

``Nací el 1º de mayo de 1927 en la Colonia La Llave, Distrito Sauce, Departa-


mento Nogoyá, Provincia de Entre Ríos, Argentina.
Mi abuelo, Johan Heinrich Franz, nació en la aldea Krasnojar, una de las 200 al-
deas de alemanes del Volga, ubicadas en ambas márgenes del río Volga, Rusia.
Con sólo 7 años emigró con sus abuelos y padres en el año 1878, en un contingente
de aproximadamente 500 almas rumbo a Brasil. Fueron ubicados en la Colonia
Guahrana, Ponta Grossa, Estado do Paraná. Venían a sembrar trigo, como en
Rusia,al ver que esas tierras arenosas y salitrosas no eran aptas para la agricultura
se dedicaron a otros trabajos. En ese mismo año llegaban los primeros emigran-
tes alemanes del Volga a la Argentina. Una parte fue ubicada en la Colonia Al-
vear, Departamento Diamante, Entre Ríos, y la otra, fue llevada a la Colonia
Hinojo, Provincia de Buenos Aires. Néstor Antonio Franz y su descendiente.
Aquí en Argentina encontraron las mejores tierras para cultivar trigo. Al ente-
rarse sus compatriotas en Brasil de las buenas tierras que había acá decidieron
venirse. Mi familia, como muchas otras, llegaron al país en 1890, y encontraron Con mucho trabajo lograron aquí en poco tiempo lo que sus antepasados nunca
tierras para sembrar en las cercanías de Racedo, Paraná. Allí trabajaron como tuvieron. Pagaron sus tierras, compraron algunas hectáreas más, construyeron sus
arrendatarios durante 10 años. casas, escuelas, iglesias.
En 1900 la provincia de Entre Ríos funda la Colonia La Llave ofreciendo lotes de Pero en 1929 estalla una debacle financiera en EE.UU. que produjo la profunda
100 Has. a los colonos, al precio de 3.000 pesos, pagaderos con una entrega de 500 crisis en los años 30, que trajo tanta pobreza para el campo argentino, y al pueblo
pesos, más 5 cuotas de 500 pesos anuales. en general. Algunos colonos habían llegado a comprarse los primeros automóvi-
Muchas familias aprovecharon esta oportunidad de transformarse en propieta- les que llegaron al país, como los famosos Ford T, Ford A, Chevrolet, Rugby,
rios en pocos años. Chrysler, Plymouth, etc.

80 Historia del Tractor en la Argentina


HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

También aparecieron los primeros tractores, estaban


equipados con motores de 4 cilindros que funciona-
ban con agricol, tenían ruedas de hierro, y en las tra-
seras atornilladas uñas, para que no patinen, también
tenían poleas para accionar máquinas trilladoras con
correas. En general tenían potencia de 15-30 HP y
22-36 HP. Las marcas más conocidas eran: Twin
City, Case, Wallys, Farmall, Mc Cormick, Deering.
El tractor Lanz Bulldog (alemán) tenía un solo ci-
lindro que trabajaba horizontalmente; este tractor
sirvió como modelo del primer tractor de fabricación
argentina: el “Pampa”.
Estos tractores no llegaron a imponerse por com-
pleto en el campo argentino por la profunda crisis
de ese entonces.
Los bajos precios del cereal, las malas cosechas por se-
quías, langostas y otros motivos, obligaron a los colo-
nos a recurrir nuevamente al uso del caballo.
Así se ahorraban los gastos del combustible y de los En una época, por los bajos precios del cereal, las malas cosechas por sequías, langostas y otros motivos, obligaron a los colo-
repuestos del tractor. nos a recurrir nuevamente al uso del caballo.
El motor más usado para la trilladora a vapor. Los pri-
meros que llegaron al país no tenían tracción propia, nero al comprar y luego esperar meses y hasta años deteriorada que pertenecía en sus tiempos a un equipo
eran llevados con bueyes o caballos. para que entreguen la unidad. de trilla que era: un motor a vapor, una trilladora, la
A partir del año 1938 la crisis financiera empezó a me- Eran muy costosos esos primeros tractores, pero con casilla, y el barril aguatero.
jorar, pero en 1939 estalló la segunda guerra mundial, créditos bancarios era posible adquirir uno. El gran Hacía tanto frío dentro de la casilla que no pudimos
y empezaron a escasear muchos productos importa- problema era luego cumplir con las cuotas bancarias, dormir en toda la noche. A la mañana, el agua en un
dos, principalmente combustibles, cubiertas y repues- que se iban aumentando, porque para usar bien ese balde adentro de la casilla estaba congelada. Junto a
tos para las máquinas. tractor se necesitaban arados, sembradoras, discos, ésta, mi pequeña chatita Chevrolet 29 y el tractor Fahr
En la década del ´60 llegaron los primeros tractores acoplados, etc. estaban cubiertos de escarcha. El campo parecía estar
gasoleros a nuestra zona, eran realmente una nove- El primer tractor que compró mi padre en el año 1958, cubierto de nieve. Intentamos poner en marcha la cha-
dad que revolucionó el campo argentino. El primer era un Fahr 45, de tres cilindros, motor Deutz. tita pero fue imposible. Lo mismo intentamos con el
tractor gasolero de la zona era un pequeño tractor de Era el primer motor enfriado por aire que se conocía tractor, tampoco arrancó, salimos al campo y buscamos
2 cilindros con ruedas de goma, importado de Che- en esta zona, realmente una novedad que muchos du- los caballos, empecheramos a dos, envolvimos una
coslovaquia, marca “WAHL”. Lo compró el Consor- daban de su eficacia. Confieso que nunca tuvimos nin- larga cuerda al volante del tractor, y así intentamos
cio Vecinal para mantener los caminos vecinales. gún problema al respecto. arrancar al tractor, luego de varios intentos, al fin
Luego fueron llegando ya tractores de más cilindra- arrancó, prendimos la chatita al tractor y la arrastra-
das, como ser: Fiat, Someca, Fahr, Deutz, Hanomag “Inviernos eran los de antes” mos hasta que también arrancó. A los pocos minutos
etc. Los hombres de campo quedaron maravillados El tractor gasolero fue realmente un gran adelanto de arrancar la chatita olimos como goma quemada, nos
por el bajo consumo de combustible y lo practico que para el campo, pero nos costó mucho sacrificio llegar a fijamos y vimos que la correa del ventilador patinaba.
eran para todos los trabajos, tanto como la prepara- tener las maquinarias necesarias para su uso adecuado. El agua del radiador también estaba congelada.
ción de la tierra y siembra como para transportar los Una pequeña anécdota que vivimos en un invierno re- Esos sí que eran inviernos crudos. Aún recuerdo la sen-
cereales y animales. Fue tanto el interés de los pro- almente muy frío: estábamos acampados un peón rural sación de frío “calando los huesos” y el gran alivio
ductores por comprar que no alcanzaron los pocos que y yo a la vera de un arroyo, vivíamos en una casilla de cuando pudimos encender los motores.
llegaban. Había que adelantar una gran parte de di- chapas de zinc revestida con madera en su interior muy

Historia del Tractor en la Argentina 81


HISTORIA DEL TRACTOR EN LA ARGENTINA

El automovilismo y el campo
n la actualidad, los tractores no sólo se exhiben en desfiles ó

E exposiciones rurales, también pueden verse en carreras de


automovilismo y en las actividades que realiza el Turismo
Carretera.

Uno de los hechos que hace evidente la pasión del campo por el automo-
Numero 2 de la primera revista
vilismo puede verificarse con echar una mirada en las carrocerías de los
de nuestro país de Automovilismo.
autos. Buena parte del apoyo publicitario sale del sector agropecuario.
Abundan las referencias a la
La máxima categoría que envuelve la pasión generalizada por el automo-
maquinaria agrícola y los grandes
vilismo, es el Turismo Carretera. “El TC es como el fútbol de la gente de
raides y travesias de hombres y
campo” dice Víctor Michat, periodista reconocido por ser el primero en
bólidos de la tierra y los cielos.
destacar la vinculacion del deporte con los fierros y las actividades agroin-
dustriales. “Lo que atrapa al hombre de campo no sólo es la competencia
sino su comunión identificatoria con la pertenencia del corredor a su pue-
blo o región; también la velocidad y el sonido de los motores. Porque la
velocidad, es la que proyecta el progreso y el desarrollo humano.”
En este sentido, organizó en el 2002, el primer desfile de tractores en
un autódromo, transmitido en directo por Canal 13 a todo el país. “Esta
fue la primera exposición del sector agro industrial en el marco de una
competencia automovilistica en 9 de Julio provincia de Buenos Aires.
Allí las máquinas expuestas, tractores, sembradoras, cosechadoras,
pulverizadores, tolvas y camiones dieron una “vuelta olímpica” como cie-
rre antes de la final de Turismo Carretera.
Pero esto no es de ahora. La estrecha relación del automovilismo con el campo, se enraíza con el naci-
miento de los primeros motores a explosión. Desde hace más de 100 años, todas las experiencias de ma-
quinaria son efectuadas a campo: “verdaderas exposiciones dinámicas” que iniciaron las puestas a punto
y el perfeccionamiento de la industria del sector.
Es por esto que el productor se asocia y emparenta a la mecánica. Tanto es así que para determinar la uni-
dad de potencia de los motores, se la identifica con la fuerza de los caballos de tiro y arrastre. Cuando la
explosión de los motores era externa alimentada por el fuego de las calderas se las denomina CV (Cheval
Vapeur) y cuando se descubre la combustión interna gracias a la bujía HP (Horse Power). Un merecido
homenaje a tan noble animal. Nunca más se abandonó esta denominación. Victor Michat: Coleccionista de
La pasión que despiertan los deportes mecánicos en la gente vinculada con el ámbito agropecuario no material gráfico antiguo, cuarta
generación familiar de periodistas
tiene límites. La participación de tractores en carreras, como en la construcción y preservación de los cir- e imprenteros. Más de 40 años en el
cuitos es inevitable. Vale entonces generar el interés de autoridades y empresas en preservar nuestras ma- medio, produce el programa de TV
quinarias antiguas: Poner pasión en la velocidad, el presente y el futuro, resguardando la riqueza de todo AutoRuraL, que vincula al auto-
lo que representó una época, una manera de vivir, su gente y su tradición. movilismo con el campo.

82 Historia del Tractor en la Argentina

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