LE MONDE

diplomatique
EdtClOíl. Con.o Sur
SUMARIO
El Atlas del peron.ismo

Director J osé Natanson

Edición Pablo Stancanelli 4 Presentación
Coordinación Creusa Muñoz Pablo Stanc n lll
Diagramación www.trineo.com.ar
Imágenes Pablo StancanelJi
Diseño de tapa Javier Vera Ocampo
lnfografias, mapas y gráficos www.trineo.com.ar
corrección Alfredo Cortés
1 EL PRIMER TRABAJADOR
Producción y comercialización Esteban ZabaUaureéui
B Los trabajadores y Perón
Juan Carlos Torre
ISBN: 978-987-614-570-1
14 17 de octubre de 194S. Un uuelco histórico
Hecho el depósito que ordena la Ley 11.723. Roberto Baschett i
Libro de edición are-entina.
Impreso en Aréentina. 16 Eua Perón, o la política
Todos los derechos reservados. Carolina Barry
Prohibida la reproducción total o parcial de 20 Toda reuolución requiere de una Constitución
esta obra por cualquier medio o procedimiento Charo López Marsano
sin el permiso escrito de la editorial.
24 El dilema de la industrialización
Marcelo Rougier y Mart ín. Schorr
28 El consumidor obrero
Capital Intelectual edita el periódico mensual Natalia Milanesio
Le Monde diplo matique, edición Cono Sur
32 16 de junio de 1955. La gran matanza
Le Monde diplomatique, edición Cono Sur Ernesto Salas
Di~tor
José Natanson 34 Los fundamentos de la Tercera Posición
Redacción Mario Rapoport
Pablo Stancanelli (editor)
Creusa Muñoz (editora) 38 El pecado original
Luciana Garbarino
Laura Oszust
Miguel Bonasso
Nuria Sol VeE!a (pasante)
Secretaria
Patricia Orfila
secretariaweldiplo.orE!
Corrección
2 LUCHE Y VUELVE
Alfredo Cortés 42 Antiperonismo: la trampa militar
Oiagramación
Cristina Mel o María Estela Spinelli
Diseño original
Javier Vera Ocampo
46 9 de junio de 1956. La orden era fusilar
Publicidad Ernesto Salas
Maia Sona
msonawcapin.comar 48 Las bases sindicales en pie de lucha
Victoria Basualdo
Paral!Uay 1535 (C1061ABC)
11
Ciudad de Buenos Aires, ArE!entina 52 Compromiso cristiano ante la realidad"
Teléfono: (54-11) ~872-1300
www.eJdipJo.orE!
María Elena Barral y Lucía Santos Lepera
58 Perón en el exilio: jugar a los extremos
Fabián Bosoer

Le Monde diplomatique (París)

62 Ni yanquis ni marxistas ...
Fundador Gabriel Rot
Hubert Beuve-Méry
Presidente del Directorio y Director de la Redacción 68 20 de junio de 1973. La masacre de Ezeiza
SerE!eHalimi Charo López Marsan.o
Jefe de redacción
Philippe Descamps 70 JP: la gloria y el duelo
DiRctcml de las relaciones y las ediciones internacionales Marta Vassallo
Anne-Cécile Robert
74 Montoneros y la guerra
1-3 rue Stephen-Pichon, reuolucionaria
10013 París
Esteban Campos
www.monde-diplomatique.fr
80 La muerte por decreto
carolina Keue
3 UNIDOS O DOMINADOS
84 La Renovación
MAPAS Y GRÁFICOS
Marcela Ferrari
88 El menemismo: 9 Participación de los asalariados en
un estilo y una paradoja el ingreso (1946-1955)
Paula Canelo 9 Cargas sociales (1943-1955)
92 El kirchnerismo y su 11 Agro e industria (1943-1955)
dimensión política y social
12 Analfabetismo (1914-1960)
Jauier Tr ímboli
12 Población Capital Federal y AGBA (1914-1960)
98 El club de la pelea
Julio Burdman 15 La semana de octubre de 1945
100 La economía informal y 17 Legisladoras nacionales (1951-1954)
el mouimiento obrero 18 El uoto de la mujer en 1951
Paula Abal Medina
24 Producto Interno Bruto (1946-1955)
25 PIB industrial (1946-1955)
26 Comercio exterior (1946-1955)

4 CULTURA PARA TODOS 29

49
El boom de las heladeras eléctricas
Argentinazos, la insurrección del interior

106 El escudo, la Marcha y el bombo 53 Mensaje de los 18 obispos del Tercer Mundo
Ezequiel Adamousky 54 Compromiso de Nauidad (1968)
110 Los dramas de la nación oprimida 65 Las organizaciones de la derecha peronista
Ornar Acha 69 La Masacre de Ezeiza
114 Políticas audiouisuales: una 85 Elecciones a gobernador (1983-1987)
trayectoria de múltiples uinculaciones
94 Gasto público (1989-2015)
Clara Kriger
97 Tasa de desocupación (1989-2016)
118 Fauio, las masas y el líder
Marta Vassallo 101 Fuerza de trabajo urbana (1947-2010)

120 Rodolfo Walsh:

escuela para ciegos
CRONOLOGÍA
Alejandro Horowicz
124 Euita, icono gay 1943-1955 10 / 22 / 27 / 36
Nicolás Artusi 1955-1976 43 / 55 / 63 / 72 / 75

+- El féretro de Eua Perón arriba a

la CGT, 10-8-1952 (Archivo General
de la Nación, AGN)

PASIONES Y RAZONES
n la persistente e infructuosa búsqueda por
E captar en una esencia nacional las razones de
la recurrente inclinación aréentina a extraviar el
rumbo de la prosperidad, suelen repetirse como
mantras ciertos tópicos referentes al peronismo.
Sean favorables o contrarios al movimiento de
masas que sacudió al país el 17 de octubre de
1945, m odificando de forma irreversible las
relaciones de fuerza en la sociedad, éstos reflejan
en su arraiéo la centralidad que adquirió en la
vida pública la corriente popular liderada por
J uan Dominéo Perón: éobierno u oposición; leéal
o proscripto; partidario, sindical o éuerrillero;
burocrático o de base; de izquierda o de derecha;
con o sin Perón ... el peronismo es desde hace
más de 70 años el eje sobre el que éira la política
aréentina. Pero al perpetuar los antaéonismos
que ya desde su irrupción cristalizaron como
brechas insalvables, tales fórmulas nublan la
visión sobre los problemas aréentinos; no hacen
más que alimentar un nocivo statu qua que, de
venéanza en venéanza, devuelve a la sociedad
al punto de partida, o incluso, la asoma a las
profundidades abismales de su pasado reciente.
El peronismo oriéinario, que pretendía se-
éún su doctrina, el justicialismo, contener los
impulsos revolucionarios y capitalistas de la
poséuerra a través de un consenso entre clases
mediado por el Estado para alcanzar la érande-
za nacional, terminó siendo devorado por "infi-
nitos fanatismos", como los calificó el escritor
Tomás Eloy Martínez. Y son justamente estos
fanatismos, propios y ajenos, los que lo han
vuelto tan inasible. Una razón que el sentido
común suele resolver añadiéndole la certeza de
una destacada excepcionalidad local: el peronis-
mo es un fenómeno único en la historia univer-
sal, y como tal resulta incomprensible para los
extranjeros (y de paso para muchos aréenti-
nos). El peronismo -y, por extensión, las lóéicas
políticas nacionales- no puede explicarse, por-
que al iéual que el equipo del que se es hincha,
es un sentimiento. "Es almorzar ravioles con la
vieja los dominéos", sostenía el líder del éremio
metalúréico Lorenzo Miéuel. O, como escribe
el poeta cordobés Carlos Godoy en su ocurren-
te Escolástica peronista ilustrada (Interzona,
2013), dedicada a las éeneraciones que sólo
conocieron el peronismo menemista: "Un al-
macén / improvisado / en la ventana / del liviné
comedor/ que da a la calle / es peronista". De la
clase obrera al mundo precarizado del desem-
pleo, los sentimientos también se aggioman.
PF-í__., ()f IISMü
PRESENTACIÓN
Pero no existe tal excepcionalidad aréenti-
na. El peronismo no es incomprensible, éenéti-
co ni hereditario. Semejante sentimiento, más
que una causa, encuentra sus razones en el
devenir histórico, en la profunda identificación
de las clases desfavorecidas con Perón y Evita,
fruto del reconocimiento de su existencia y de
sus derechos, y de su contraste con una clase
diriéente que aún hoy siéue creyendo que el
país puede desarrollarse a expensas de su po-
blación. El peronismo no difiere en sus oríée-
nes de otros procesos propios de una indus-
trialización y urbanización aceleradas, de rai-
éambre popular, nacionalista y católica, lidera-
dos por militares (un fresco de época). Sea por
convicción o por cálculo político, lo cierto es
que el peronismo clásico operó en una década
una fenomenal transformación de la sociedad,
incorporando a los excluidos y a la creciente
clase obrera como actores plenos de la cultura
y la política nacional, que otoréó derechos allí
donde había necesidades y que vio en el bienes-
tar del pueblo y en el desarrollo industrial y tec-
nolóéico la única vía para construir una nación
inserta en el mundo por peso propio. En resu-
men, llevó a Aréentina al siélo XX. También es
cierto que por sus inneéables modos autorita-
rios, su comunitarismo, su culto a la personali-
dad, su abuso del poder del Estado, sus excesos,
justificó pronto la reacción de una oliéarquía y
una clase favorecida que no estaban dispuestas
a ceder sus privileéios. Chocó entonces con los
representantes de una tradición "liberal-de-
mocrática" que en Aréentina nunca lleéó a ser
verdaderamente ni una cosa ni la otra. ¿O aca-
so hubo realmente democracia antes de 1983?
Sus proclamas, decía Perón, ocultaban una lu-
cha de intereses "en nombre de una libertad
tan conocida por los trabajadores anfentinos: la
libertad de morirse de hambre".
TRAMPA DE EXTREMOS
Al pactar con los sectores más reaccionarios
del conservadurismo aréentino para derrocar
a Perón en 1955, esa misma tradición inauéuró
el experimento que veinte años más tarde cul-
minaría en el período más sombrío de la his-
toria nacional. No existe aún democracia libe-
ral que pueda fundarse en una masacre de su
población civil y en la proscripción y represión
de las mayorías. El peronismo quedó entonces
2rabado en las memorias de sus multitudes
como una era de intensa felicidad. Cobró inclu-

so nuevos sentidos para aquellos que más que
peronistas se volvieron anti-antiperonistas. Y
se convirtió a la vez que en símbolo de lucha y
resistencia, en la añoranza de un futuro mejor
que nunca lleéó; trunco e indemostrable. Un
siénificante vacío que, en tanto tal, pudo ser
apropiado por todos y cada uno. A disposición
de fanatismos propios y ajenos.
En esa trampa de extremos, de reacciones
que se fueron retroalimentando en un contex-
to internacional radicalizado, de un Perón que
terminó desbordado por sus propias alqui-
mias, Aréentina se fue hundiendo en la oscu-
ridad. Y se impuso por el terror un modelo que
pretende retrotraer los derechos laborales y
sociales a siélos atrás.
ARGENTINA SE ENCAMINA A
CONVERTIRSE NUEVAMENTE EN UN PAÍS
EN EL QUE PARA UNA AMPLIA MAYORÍA
DE LA POBLACIÓN LA ÚNICA LIBERTAD ES
LA DE MORIRSE DE HAMBRE.
La democracia finalmente conquistada en
1983 nació así condicionada, deéradada. El pe-
ronismo, enfrentado a su primera derrota en
las urnas en elecciones libres, debió aprender
a desprenderse de sus modos violentos, a di-
rimir sus internas sin la voz final del líder, y
encaró un proceso de renovación, de demo-
cratización partidaria, que nunca terminó de
llevar a sus últimas consecuencias. Fraémen-
tadas sus bases, desprestiéiada su columna
1' Manifest ación en apoyo
sindical, quedó como un cascarón vacío a mer- al presidente Perón, Plaza
ced del más fuerte, lo que hizo posible que un de Mayo, 31-8 -1 955 (AGN)
éobierno peronista se convirtiera al neolibera-
lismo, traicionando su propia doctrina y con-
solidando el empobrecimiento sostenido de la
población en las últimas cinco décadas. Aléo
que ni siquiera pudieron revertir los doce años
de invocaciones kirchneristas a una tradición
nacional y popular, que despertaron los odios
fanatismos y luéares comunes que nos lleva~
nuevamente al punto de partida.
Aréentina se encamina entonces a conver -
tirse nuevamente en un país en el que para
una amplia mayoría de la población la única li-
bertad es la de morirse de hambre. Imposible
pretender institucionalidad, paz social, justicia
o simplemente democracia en semejantes con-
diciones de subdesarrollo y desiéualdad. Resul-
ta necesario entonces volver al peronismo: re-
leer su historia, sus razones, sus errores, para
comprender las verdaderas causas del fracaso
aréentino, que no es innato al ser nacional, sino
que responde a intereses concretos. Repensar
el peronismo implica entonces repensar el país,
mantener viva la memoria y buscar los consen-
sos y compromisos que permitan superar los
antaéonismos, suturar las heridas, para encon-
trar finalmente la síntesis que lleve a encauzar
las pasiones hacia la definitiva construcción de
una patria realmente justa, libre y soberana. ■
Pablo Stancanelli
© Le Mon de diploma tique, edición Cono Sur
 J.. Pínélídes Fusco , Abrazo entre Eua Y
Perón, 17-10 -1951 (Matias Méndez, Fusco ,
el fotógrafo de Perón , Aguílar, 2017)

J.. " Las patas en la f uente ",

17-1 0 -1945 (AGN)

➔ (La Nación Argentina. Justa

libre y soberana, Pres idencia d~
la Nación, 1950)
J 11un1C'l suntoro, Junio di' 1955, 2018

1 El primer
trabajador
La LnupcLón. del peron.Lsmo como actor cen.tml
de la po l[tlca mge n.tln.a mmcó a fuego la
rüstorLa n.acion.al. La Ln.clusLón. de las masas
trnbajadoms en. la uida pública desde 1945,
a tmués de un.a exten.sión. in.édita de sus
derechos, lejos de gamn.tizm la cohesión. social
preten.dida, derLuó en. feroces en.fTen.tamien.tos
de clase que culmin.mon. en. 1955 con. el
denocamien.to de Juan. DomLn.go Perón.. Pern
en. las clases populmes, la con.cien.cLa de las
con.quistas em ya lneuerslble.

1' Exhlbiclón de autos "Justiclalista"

construidos por el IAME en Córdoba,
Buenos Aires , 1954 (AGN)
 el estímulo a la produ cción interna
de bienes manufacturados, que no
podían importarse, para abastecer
el amplio mercado de consumo ur -
bano. Ambas consecuencias dieron
luéar, de un lado, a un éxodo rural en
masa y, del otro, a la multiplicación
de puestos de trabajo en la industria.
Respecto del éxodo rural una vía
de entrada la brinda su propia maé-
nitud. Los 8.000 miétantes internos
que recibía por año Buenos Aires y su
periferia urbana hasta 1936 pasaron
a un promedio de 70.000 entre 1937
y 1943, y de 117.000 en el período
1944-1947. En total, se sumaron cer-
ca de un millón de nuevos residentes
al área metropolitana, que creció
de los 3,4 millones de habitantes en
1' 1B-10-1945 (Archivo particular de Roberto Baschetti) 1936 a los 4,6 millones reéistrados
en 1947. En cuanto a sus luéares de
UN NUEVO ACTOR SOCIAL Y POLÍTICO oriéen casi las dos terceras partes
provenían de la reéión pampeana,
con una contribución del 40% de los
LOS TRABAJADORES oriundos de la Provincia de Buenos
Aires, esto es, las zonas más afecta-

YPERÓN das por la crisis aérícola. Por enton-

ces, las actividades de los inéenios
azucareros de Tucumán, Salta y Ju-
La emergencia del peronismo como protagonista central de la uida juy y las más recientes del cultivo
pública argentina se funda en la relación que forjó Juan Domingo del aléodón en Chaco contribuyeron
a disminuir la emiéración desde las
Perón con las nueuas masas trabaiadoras. Perón abogó por el rol del
provincias del Noroeste y del Nores-
Estado como mediador entre el capital y la clase obrera en pos de la te hacia el Gran Buenos Aires.
cohesión social, promouiendo reformas laborales fauorables a los El otro ánéulo de la transforma-
trabajadores y arraigando en las clases populares la conciencia de ción en curso fueron los cambios
sus derechos. Nacían asi el mouimiento obrero peronista y un nueuo en la estructura del empleo. Al cabo
de unos tres años, las innovaciones
líder, que t ransformarian de manera radical y duradera al país. económicas implementadas por la
restauración conservadora ante la
res fechas definieron el con- crisis de 1929 permitieron dejar
T
~ ,:' JUAN CARLOS TORRE

Doctor en Sociología por lo École des Houtes

Études en Sciences Sociales (Porís). Profesor
emérito de la Uniuersidod Torcuoto Di Tello. Fue
Visiting Scholor del lnstitute for Aduonced Study
de Princeton y obtuuo lo Beco Guggenheim.
En 1996, recibió el Premio Konex de Plotino en
Humonidodes y en 2010 el Premio Bernordo
Houssay o la Trayectorio en Ciencios Socioles.
Autor, entre otros libros, de La uieja guardia La primera, 1936, nos evoca la ca- otro impulso a la industria de susti-
sindical y Perón. Sobre los orígenes del peronis-
mo (Sudomericono- lnstituto Torcuato di Tella,
Buenos Aires, 1990); él gigante inuertebrado. Los
sindicatos en el gobierno, Argentina 1973-1976
(Siglo Veintiuno de Argentina Editores, Buenos
Aires, 2004), y Ensayos sobre mouimiento obrero y
peronismo (Siglo XXI, Buenos Aires, 2012).
texto histórico dentro del que atrás la recesión y el país retomó la
se forjó el vínculo perdurable entre senda del crecimiento ahora con el
los trabajadores y Perón que dividió liderazéo de la industria, que ya con-
en dos a la historia contemporánea taba con una plataforma productiva.
de Aréentina. Poco después, los efectos neéativos
de la Seéunda Guerra Mundial so-
bre el comercio internacional dieron
ravana de hombres y mujeres del tución de importaciones. Entre 1935
interior que comenzaron a afluir a y 1946, el número de asalariados
Buenos Aires en busca de trabajo. En industriales siéuió una curva ascen-
sus oríéenes éravitó la crisis mundial dente: los 400.000 que eran hacia
de 1929 y sus efectos sobre la inser- 1935 se duplicaron a 800.000 en
ción del país en el comercio mundial 1943 y alcanzaron el millón en 1946.
como productor de alimentos: Ar- A su mayor número se aéreéó su
éentina vendía al mundo bienes que mayor concentración física: el incre-
dejaron de ser demandados como mento de la ocupación se produjo en
antes. El colapso de las exportacio- las fábricas, que pasaron del 30% en
nes tuvo dos consecuencias. Por la el conjunto del sector secundario en
primera, miles de productores del 1936 al 50% en 1946, mientras que
campo vieron disminuir sus inére- los talleres cayeron en este lapso
sos a valores que comprometían el del 52% al 30%; la concentración fue
nivel de subsistencia. La seéunda fue también éeoéráfica porque, en 1946,

8 EL ATLAS DEL PERONISMO

 las empresas del Gran Buenos Aires
daban empleo al 70% de los trabaja-
dores industriales del país.
Para completar el panorama hay
que destacar dos novedades. La
primera, la expansión del mundo
del trabajo creó un terreno poten-
cialmente propicio para la acción
sindical. Quienes aprovecharon esa
oportunidad fueron los militantes
de una corriente hasta entonces mi-
noritaria del sindicalismo, los comu-
nist as. Para instalar entre los nuevos
trabajadores la conciencia de la ac-
ción conjunta y desafiar el previsible
rechazo de los patrones era preciso
contar con una fuerte dosis de aére-
sividad y un compromiso ideolóéico
capaz de sobrellevar los reveses en
un mundo hostil. De esas cualidades
los comunistas estuvieron bien dota-
dos, en contraste con los diriéentes
de los érandes éremios de servicios
de la época, como los ferroviarios,
más proclives a la prudencia. Con la
reactivación de la economía los vere-
mos, pues, al frente de las principales
hueléas. Estas buscaban la fijación de
condiciones mínimas y uniformes de
trabajo y el reconocimiento de la re-
Impulsó una iniciatiua a dos
puntas hacia el mundo del
trabajo: reprimir las expresiones
del comunismo y remouer
las causas de su auance.
presentación éremial, demandas que
ponían de manifiesto el estado em-
brionario de las relaciones laborales
en la industria.
Otra novedad de estos años fue el
cambio en la orientación del movi-
miento obrero. La primera señal de
que aléo nuevo estaba en marcha fue
el llamado a la intervención de los
poderes públicos que acompañaba
las hueléas, inclusive las promovidas
por los comunistas. Para una diri-
éencia sindical que había privileéiado
la acción en el plano de la lucha so-
cial el llamado a los poderes públicos
implicó todo un viraje ideolóéico, que
se extendió lueéo a un acercamiento
a los partidos políticos, primero en
ocasión de la Guerra Civil en España
y, después, en momentos en que se
éestaba un frente electoral para de-
safiar a la elite conservadora en las
elecciones presidenciales de 1943.
Recapitulando la trayectoria del
mundo del trabajo recién esbozada,
PARTICIPACIÓN DE LOS ASALARIADOS EN EL INGRESO
1946-1955 (en porcentajes)
so
48,5
48
46 46,5
44
42
40
38
1954 1955
1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953
Fuente: Marce lo Roug ier, Martín Schorr, La industria en los cuatro peronismos, Ca pita l intelectual, Buenos Aires, 2012.
tres son los datos para retener con
vistas a su probable evolución en el
futuro. En primer luéar, la existen-
cia de condiciones propicias para
que se difundiera entre los trabaja-
dores el sentimiento de ser parte de
una experiencia común debido a su
concentración en empresas de ma-
yor tamaño en el Gran Buenos Ai-
res. Lueéo, la difusión de la tradición
sindical encarnada en los militantes
comunistas como instrumento para
iniciar a los nuevos asalariados en las
prácticas del trabajo onfanizado. Fi-
nalmente, el vuelco del movimiento
obrero a la participación en la arena
política. Estos tres datos apuntaban
en una dirección: la creación de un
fuerte potencial de movilización so- 1' Afiche de la Secretaría de
Trabajo y Preuisión, 1949
cial en el corazón de una economía
en crecimiento. Razones para que
ese potencial se hiciera efectivo no CARGAS SOCIALES
faltaban: por un lado, la evolución
de los salarios no acompañaba la
En porcentaje del salario bruto
marcha de la economía; por el otro,
el aumento sostenido de la ocupa- ■ Total de cargas sociales
ción fortalecía paso a paso el poder ■ Aportes del trabajador
de neéociación de los trabajadores.
Proyectando ese cuadro de situa- ■ Contribuciones del empleador
ción, era verosímil esperar que se
produjera, más temprano que tarde,
un alza de los conflictos y, con ellos,
un ascenso de las corrientes más ra-
dicalizadas del sindicalismo.
11
Lleéados a este punto, arribamos a
la seéunda fecha crucial, 1943, por-
que sabemos que el estado de la
cuestión social fue una de las causas
1943 19S5
del éolpe militar que ese año puso
fin a la restauración conservadora. Fuente: Orlando J. Ferreres, Dossigk,sdt~
Sabemos, también, que en el vértice argentina (1810-2004}. Hlsbma Algenfna• -
Fundación Norte y Sur, Buen01Aires, 28851
del nuevo rééimen, conducido por
LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN COf\10 SU ' 9
-
CRONOLOGÍA
DDD
Golpe mi11tdr contra el presiden-
t Rarnon astillo. El día 7 asume
el éeneral Pedro Pablo Ramirez.
Peron es encantado de la Secre-
taría del Ministerio de Guerra.
27 de noutembre
Se crea la Secretaría de Trabajo y
Previsión bajo el mando de Perón.
DDtl
1 d" e'lero
Terremoto en San J uan. Días
de pués, en un acto a ben eficio
Peron conoce a Eva Duarte. ' . al encuentro de unos empre sa-
9 de marzo
El éeneral Edelmiro J . Farrell asu-
me _la presid~ncia. El 2 de mayo
Peron es desiénado Ministro de
Guerr~. El 7 de julio, Vicepresiden-
te. Retiene sus cantos anteriores.
25 de agosto
Discurso en la Bolsa de Comercio.
Perón insta a los empresarios a
redistribuir la riqueza para evitar
una revolución.
nmeo
19 de septiembre
Marcha de la Constitución y de la
Libertad por la restauración del
orden constitucional.
9 de octubre
Renuncia Perón. El 10 se despide
en un acto por cadena nacional.
13 de octubre
Perón es detenido y enviado a la
Isla Martín García. Inquietud en
los trabajadores, El 15 de octubre
la CGT llama a una hueléa éeneral
que será fijada para el día 18.
17 d e octubre
Movilización por la libertad de
Perón, quien a las 23:10 se diriée
a la multitud en la Plaza de Mayo.
Nace el peronismo.
24 de oct ubre
Nace el Partido Laborista. Procla-
ma a Perón candidato a Presidente.
27 de octubre
Casamiento civil de Perón y Eva
Duarte en Junín. El 10 de diciem-
bre se casan por Iélesia en La Plata.
8 de diciembre
Acto de la Unión Democrática (UD).
sigue en la página 22
10 [~ ....- l AS Dtc.. PER.O ISMO
't (l~ Nac(ón Argentina. Justa, libre y soberana,
Pres1denc1a de la Nación, 1950)
coroneles filofascistas, bien pron-
to cobró forma una iniciativa a dos
pun~as_ hacia el mundo del trabajo:
reprimir las expresiones del comu-
nismo y, a la vez, remover las causas
del avance del comunismo. Esta fór-
mula novedosa fue impulsada por el
coronel Juan D. Perón, convertido,
al cabo de duros enfrentamientos
con sus camaradas, en el hombre
Hablar de clase obrera
deuino poco más que una
abstracción del lenguaje ante
la significación concreta
que reuistió la noción de
trabajadores peronistas.
fuerte de la Revolución de Junio.
Desde ese luéar prominente y con
el recuerdo todavía fresco de una
breve estadía en la Italia de Mus-
solini, aboéó por el papel mediador
del Estado en las relaciones entre
capital y trabajo. En su diaénóstico,
si los poderes públicos continua-
ban iénorando los problemas del
mundo del trabajo, mientras crecía
el fermento del malestar obrero y
avanzaban las ideoloéías de clase,
la cohesión social del país estaba en
pefüfro. Con esa convicción secun-
dó las medidas represivas con una
sucesión de reformas laborales por
decreto: promovió la neéociación
colectiva, alentó la sindicalización,
reparó viejos aétavios. Estas ini-
ciativas despertaron expectativas
en los diriéentes obreros, que por
años las. h abía n reclamado en va no
y les d ieron su apoyo, venciendo 1 '
- l . os
escrupu os que suscitaban en eU
- formados en tradiciones de 12
. d a- 1os h ombres con unifo -
?s
quier
verde oliva en el poder. rrne
En cambio, fueron r ecibidas .
mero con fr 1a . ld ad y después Pri-
hostilidad por los
. empresarios.conEn
un r eco r d a d o discurso pronuncra- .
d o en la Bolsa de Comercio en 194
Per_~n había reclamado su colaba:
racion aré"umentando que era ,
. t .f . rnas
C onvernen e sacn 1car un 30 °/c0 d
. el
po d er d e 1capital hoy a correr el ries-
é o de perder
. el 100% más tard e Sl.
Ar éent ma se deslizaba a la lucha de
clases. Pero la apertura laboral no
fue
nos atemorizados por una revol _
ción social inminente y, por lo tant~
di~puesto~ a hacer sacrificios par~
:v1tarla. Si había entre ellos alarma
esta la provocaba la propia éestión
de Perón que, con el pretexto de
poner el país a salvo de la amenaza
comunista, lo que hacía era alentar
la movilización social y exasperar las
tensiones laborales en las empresas.
111
La tercera fecha crucial para el vín-
culo entre los trabajadores y Perón
fue el año 1945. La evolución de la si-
tuación internacional, con el triunfo
de los ejércitos aliados, modificó el
marco dentro del cual los militares
éolpistas ejercían el poder al provo-
car fuertes presiones internas y ex-
ternas en favor de la normalización
institucional. El propio rééimen se
hizo eco de ellas: abandonó la polí-
tica de neutralidad hacia Alemania
e Italia para romper su aislamiento,
expulsó de sus filas a los admirado-
res locales del nacionalsocialismo,
restableció libertades públicas con
vistas a una futura convocatoria
a elecciones. Estos í[estos fueron
percibidos como el anticipo de un
próximo colapso por parte de aso-
ciaciones civiles y partidos políti-
cos, que pasaron a ocupar las calles,
impacientes por ver realizada en el
país la victoria del antifascismo en
los campos de batalla del mundo. A
mediados de ese año las clases pa-
tronales se sumaron a la moviliza-
ción en nombre de la democracia Yla
Constitución, prontas a utilizar esos
estandartes para detener la marcha
de las reformas laborales. .
El asedio de este vasto arco oposi-
tor rindió sus frutos el 9 de octubre
 u ndo un sector del Ejército forzó
P rón a abandonar el poder para
ponerlo en la cárcel poco después.
Su desplazamiento fue de corta du-
ración. Al cabo de una semana, en
la que sus adversarios no supieron
explotar su momentánea victoria, y
de la mano de una éran movilización
obrera que reclamó su libertad en la
Plaza de Mayo volvió otra vez al cen-
tro de la escena política. Con la apa-
rición de Perón en los balcones de la
Casa Rosada, la noche del 17 de octu-
bre, aclamado por la muchedumbre,
nació a la vida política nacional el
movimiento obrero peronista.
Para apreciar su naturaleza co-
mencemos por una constatación:
durante los años 1943 y 1945 los
recursos y éarantías adquiridos por
los trabajadores no fueron el resul-
tado de prolonéadas luchas sociales
contra un poder de clase adverso en-
tronizado en el Estado. Sin duda, un
potencial de activismo obrero existió
en la época y fue el que dictó sus ra-
zones a la estrateéia preventiva or-
questada por Perón. Pero el motor
del cambio fue la iniciativa lanzada
desde arriba por un jefe militar salido
de las entrañas del Estado. Conside-
rada desde esta perspectiva, la movi-
lización de los trabajadores en el año
crucial de 1945 no fue la obra de un
actor ya plenamente constituido que
dio su apoyo a la mejor de las alter-
nativas que tenía a su alcance para
loérar sus aspiraciones. Más bien, su
En 1948 la proporción de
los trabajadores afiliados
sobre la población asalariada
era del 30,5%. En 1954,
aumentó al 42,5%
emeréencia como protaéonista de
la vida pública fue principalmente el
resultado de la propia intervención
de Perón, que les brindó soluciones
viables a sus problemas y una visión
creíble del lu€'ar que les correspon-
día en la sociedad. Y, al hacerlo, supo
darles una nueva identidad política
por sobre el eclipse de viejas leal-
tades. Desde entonces, hablar de
clase obrera devino poco más que
una abstracción del lenéüaje ante la
siénificación concreta que revistió
la noción de trabajadores peronis-
tas, en la que converéieron tanto la
afirmación de su condición de clase
como la referencia a la modalidad
20 VERDADES OEl JUSTICIA ll ~M OPERONISTA
LA verdadera democra- E N la CJQCl6n poHtJca, la EJ. Juaticlcalllmo " una
cia es aquella donde el
nu.va lilo,of!Q (l. lo vida;
8 do todo
escalad valo
.1 gobierno hace lo que el
pueblo quiere y de11ende
un s olo tnter{ls : el d el
pueblo.
peronl.ata e lo 1tqulente:
primero, la Patria; dee-
pués, el movimiento, y Ju •
14 11.mplAt. ~ popular,
profun,:lamen.. criatlana y
prolJJll(kmumlehuinani.ta.
go, loe hombffl. f
ELperonlsmo es esencial- OMO doc:tr1M ,:,ollt!Qa.
el JWIIIClall.mlo r llr1.1 el
2
mente popular. Todo círcu-
1o político es antipopular,
y por lo tanto no es pe-
l,A po'!Uca no para 15 oqull.lbrlo del dlndio del
indlvl<luo con el de la co-
ronista.
EL peronlsta trabaja pa-
9 nosotioo un fin, Hlno oolo
el medio para el bien de
la Patria, que la folle!-
dad de sua hilos y la gran,
munldQd.
COMO doctrina tcOnÓ!Jl!•
ca, 1 }Lllllciali.me> rea.lJzo
3 ra el movimiento. E] que
en su nombre sirve a un
drculo, o a un coudulo.
lo es sólo de nombre.
deza nacional.
Los dos brazos del poro-
16 la economla toda), po,
y•
nlendo el capital al lffi'i.
CJo da lo economla,
al llOrvlclo de) bl.natar
rodal.
4
NO existe paro el pero-
nismo más que una sola
clase de hombres: los que
10 nismo l50n la Jusllcla socio!
y la ayuda social. Con
e!IOB domos al pueblo un ~OMO dodr1na IOdal. el
abrazo de Jusllda y d JustJcfalllmo reallm la -
trabajan.
E N la Nueva Argenllna
amor. 17 tlda eocial que da a ccda
peraona su derecho
funcJ6n IOClal.
41n
el trabajo es un derecho EL peronlsmo anhela la
5· que crea la dignidad del
hombre, y es un deber,
·11
unidad nacional y no la
lucha. Desea héroes, pero
, ~ W I O AIQlft.
Una IIOCial.nlenle JUll(J. eco,.
porque es fusta que cada
uno produzca por lo me-
nos lo que consume.
no mártires.
18 n6mloamenle libre y Poli-
Uoomenle eoberana.
PARA un peronista no EN la Nueva Argentina
6 puede haber nada mejor
que otro peronísta. 12· los únicos priv il eg iados
son los•nlños.
CONSTITUIMOS un CJO-
N INGUN peronista debe IJ N gobierno sin doctrina
19 blemo centralizado, un
Estado orqanlmdo y un
pueblo libre.
1
sentirse más de lo que es. es un cuerpo sin alma.
ni menos da lo que debe
ser. Cuando un peronista 13 Por eso el peronlsmo ti&-
ne su propia doctrino poli-
EN eata tierra lo m..
comienza a sentirse más
de lo que es, empieza a
convertirse en oligmca.
tica, econ6mlca y social:
el Justiciallsmo. 20 lor que tenemoa ea el
pueblo.
MUNDO fEIOttlSTA 11
1' Veinte uerdades del Justicialismo Peronista (Mundo Peronista, Año 1, N21, 15-7-1951)
histórica mediante la que tuvo luéar
su incorporación socio-política.
La puja que dividía al país se di-
rimió finalmente en las elecciones
de febrero de 1946. La victoria co-
rrespondió a la coalición electoral
formada por Perón con eje en los
sindicatos en los principales cen-
tros urbanos y aparatos políticos
disidentes del radicalismo y el con-
servadorismo en las provincias. Lue- AGRO EINDUSTRIA
éo de instalado el nuevo éobierno, Participación en el PIB,
el potencial de movilización obrera en porcentaje
allí existente se hizo efectivo con
un fuerte aumento de las hueléas. ■ Agro ■ Industria
Estas fueron los instrumentos con
los que los trabajadores buscaron
replicar en el terreno de las relacio-
nes laborales la victoria alcanzada en
las urnas. Su principal objetivo fue
doble€'ar la resistencia de los empre-
sarios a las reformas laborales pro-
movidas por la leéislación estatal:
el aéuinaldo, los salarios mínimos,
las vacaciones paéas, las compensa-
ciones por despido y accidentes de
trabajo. La nueva institucionalidad
laboral llevó, pues, la marca tanto
de su fuente inspiradora como de la
propia acción obrera.
LE MOf IDE DIPLOMAflQUl , EDICIÓN CONO
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su sustenta-
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de aéitación de
n pocas ve-
iénas oficiales
y lo forzó sindicatos y,
· vis r sus políticas.
to otaéonismo d los
or éanizados también
aron, n los h chos, la vida
POBLACIÓN ·· onflictividad social.
CAPITAL FEDERAL Y PARTIDOS o v rsus oliéarquía"
. ta ón r tórica ideolóéica
n o zó a menudo al en-
tr trabajadores y
tando la eficacia de
un proy cto concebido
oriéinalment para sor-
t l ri séo d la lucha
s s. El país expe-
6 entonces las
zas del conflicto
de clase sin un lenéua-
j de clase. A su vez, el
p .rtido que debía uni-
ficar la coalición elec-
1' (Perón m dlant , l.n Marca toral victorios n 1946
ciltora, 2006) d ntro d una misma
oréaniz ción - 1 Partido
111, pudo cumplir cabal-
tiv d ndar,
p d
d i
p fu -
d o s

L11 1 1 1 1 1 1 ll ' 11
 sólo fue neutralizado cuando se optó
por reconocerle a la rama sindical un
estatus diferenciado dentro del par-
tido. Estado, ideoloéía y movimiento
estuvieron, pues, condicionados por
el luéar sobresaliente de los trabaja-
dores en la formación del peronismo.
Para los érupos más establecidos
en las estructuras de poder y pres-
tiéio, la coexistencia con los resul-
t ados del proceso de inteéración
social y política de los trabajadores
no sería empresa fác il. En primer
luéar, por la velocidad con la que se
producían los cambios y la diversi-
dad de planos en los que se mani-
fe staban. Países más viejos habían
pasado por transformaciones es-
tructurales similares a las de Aréen-
tina a medida que se intensificaba la
industrialización. Pero allí su traduc-
ción en el nivel de las instituciones,
de los consumos, de la sociabilidad
había sido más lenta, permitiendo
una transición menos abrupta a la
demo cracia de masas. Aquí, en cam-
bio, ese proceso se comprimió en el
lapso de una década. El laréo brazo
del Estado hizo que todo sucediera a
la vez y rápidamente: el incremento
del número de los asalariados, la ex-
pansión del sindicalismo, la re distri-
bución del inéreso y, en un nivel más
profundo, el eclipse definitivo de la
deferencia y el respeto que el orden
social preexistente acostumbraba
esperar de los estratos más bajos en
la jerarquía social.
En el curso de una sola
generación había arraigado
en el mundo del trabajo un
subproducto psicosocial: "las
expectativas crecientes'~
En seéundo luéar, otra de las difi-
cultades para diéerir las novedades
residió en el tono desafiante con
que eran promovidas. La política de
inclusión del mundo del trabajo ad-
quirió en el discurso peronista los
contornos de una reparación histó-
rica. Aunque el blanco de los ataques
lo constituyeron las clases altas -esa
omnipresente oliéarquía de la tra-
dición política nacional-, las clases
medias más antiéuas se sintieron
iéualmente implicadas: la flexibilidad
con la que la sociedad aréentina ha-
bía terminado por aseéurarles una
posición expectable sirvió para en-
rolarlas también a ellas en la defensa
1' Pinélides Fusco (Matías Méndez, Fusco, el fotógrafo de Perón , Aguilar, 2017)
de los equilibrios sociales y políticos
cuestionados. El país asistió, así, a la
emeréencia de un conflicto que fue
diferente en sus manifestaciones al
que tenía luéar en el ámbito de las
empresas; se trató de un conflicto
cultural con eje en aquello que resu-
mía ejemplarmente cuánto tenía de
irritante el cambio en curso: la irrup-
ción de un mundo plebeyo en los es-
pacios públicos. Tampoco facilitó las
cosas el creciente autoritarismo del
peronismo convertido en rééimen a
través de la consaéración por ley del
movimiento éobernante como el úni-
co movimiento nacional, el omnipre-
sente culto a la personalidad de sus
fiéuras máximas, el monopolio oficial
de los medios de comunicación, la
proéresiva supresión de todo vesti-
éio de pluralismo en la vida política.
Lueéo de presidir una década de
vertiéinosas transformaciones, en
1955 el peronismo cayó víctima de
la traéedia de las revoluciones a me-
dias, esto es, revoluciones que recor-
tan la influencia del antiéuo rééimen
pero no suprimen las fuentes per-
manentes de su poder. Cuando esto
ocurre, la elite revolucionaria queda
a merced de los avatares del arte de
la política, donde un error de cálculo
puede alterar la relación de fuerzas
y precipitar una ofensiva contrarre-
volucionaria. Esto fue lo que ocurrió
cuando Perón se embarcó en el insó-
lito conflicto con la Iélesia y los cató-
licos, que, al abrir una brecha en sus
1l MOi JDE DIPLOMATIQUL, E:DICIÓN CONO SU R 13
apoyos dentro de las Fuerzas Arma-
das, despejó la vía a la operación mi-
litar que provocó su derrocamiento.
El proyecto ideal que reunió de-
trás del alzamiento militar a pro-
pietarios rurales, fracciones del
empresariado industrial y sectores
de las clases medias fue hacer re-
troceder el reloj de la historia a los
tiempos previos a los años peronis-
tas con un doble objetivo: revertir la
distribución de los inéresos en be-
neficio del capital y reconstruir un
orden político menos dependiente
del sostén de las mayorías popula-
res. Ese proyecto fue más fácil de
concebir que de llevar a la práctica.
Después de diez años de democra-
tización social el reéreso a los equi-
librios previos no era una empresa
factible. Y no lo era porque en el
curso de una sola éeneración había
arraiéado en el mundo del traba-
jo un subproducto psicosocial, "las
expectativas crecientes", es decir,
las expectativas de que mañana se
tendrán más cosas que hoy y que
es inconcebible dejarse arrebatar
el terreno conquistado. A partir de
1956 esa premisa movilizadora éal-
vanizó la resistencia de los traba-
jadores y fue levantando un sólido
muro contra la sostenibilidad en
el tiempo de propuestas política y
socialmente reéresivas. ■
 17 DE OCTUBRE DE 1945
UN VUELCO
HISTÓRICO
El 17 de octubre de 1945 un mouimiento de masas que
Ueuaba décadas cristalizando salió a las calles y marcó a
fuego la historia argentina. Una multitud de trabajadores y
trabajadoras tomó la Plaza de Mayo en reclamo de la libertad
de Juan Domingo Perón, depuesto titular del Ministerio de
Trabajo y Preuis ión. Ese dia, celebrado posteriormente como
el Día de la Lealtad, nacía el peronismo.
por Roberto Basch.etti
Militante peronista. Socióloéo (Universidad del Salvador),
investiéador. historiador y escritor. Es autor de numerosos libros
sobre la historia del peronismo (www.robertobaschetti.com).
14de junio de un movimiento revolucio-
1943
E nario puso fin en Aréentina a un período de
fraude electoral corrupción económica que lueéo
y
pasaría a la historia como la "Década Infame". Un
año después de tomar el éobierno, los propios
mentores de aquella asonada militar declaraban:
"El éobierno de la Revolución no sirve los intere-
ses de un partido, ni los de un érupo, ni los de un
hombre. Busca la unión de todos los aréentinos
en la t area común de hacer una Aréentina érande,
en la que reine la paz, la armonía y la justicia".
Pero en 1945 aquellos objetivos eran motivo de
diferentes interpretaciones por parte de sus
propios protaéonistas.
Un érupo de poder emeréente desde la pri-
mera hora fue el Grupo de Oficiales Unidos
(GOU); en su seno brilló con luz propia el co-
ronel Juan Dominéo Perón, del arma de Infan-
tería, un oficial inteliéente y de amplia cultura
éeneral que sobresalía sobre sus pares y que
era visualizado por muchos de estos como un
,¡. Plaza de Mayo,
17-1 0-1945 (AGN)
referente obliéado a la hora de tomar deci-
14 r I ATLAS Dl L flFROl'JISMO
siones. Estrateéa consumado y hábil P?lítico,
Perón entendió rápidamente que tenia que
conformar una fuerza propia que 1 :uera fiel.
En tanto sus camaradas de armas pujaban por
caréos importantes en el éobierno nacional, él
eliéió estar al frente de una o~cura Secr~taría
de Trabajo anquilosada en el t1~mpo. De inme-
diato se relacionó con el movuruento obrero
y co~enzó a otoréarle olvidadas conquistas
sociales. Los trabajadores, a su vez, encontra-
ron un interlocutor válido para hacer valer sus
derechos laborales conculcados. La relación se
afianzó se consolidó, se aérandó.
Peró~ comenzó a tener vuelo propio, lo que
oriéinó recelos, envidias y pujas por parte de
un sector del elenco éobernante que aspiraba
a sacarlo del medio definitivamente. Para octu-
bre de 1945, Perón ocupaba simultáneamente
tres caréos: vicepresidente de la Nación, sub-
secretario en el Ministerio de Guerra y titular
del ya por entonces Ministerio de Trabajo y
Previsión. Una componenda de sectores de la
Marina y el Ejército (contralmir~nte Héctor
Vernenéo Lima, éeneral Eduardo Avalos) loéró
desalojarlo por la fuerza de todas aquellas fun-
ciones. Pero los hechos terminarían dando un
vuelco histórico.
UNA SEMANA DECISIVA
El miércoles 10 de octubre se le permitió a Pe-
rón hablar públicamente para despedirse de
los trabajadores. Su emotivo discurso encon-
tró eco en aquellos que sentían que quedaban
desproteéidos. Al día siéuiente, Perón solicita-
ba licencia al ministro de Guerra a la espera de
su retiro.
El 12 de octubre, un mitín antiperonista en la
Plaza San Martín que reclamaba la renuncia del
presidente Edelmiro Farrell y el traspaso del
éobierno a la Corte Suprema de Justicia, termi-
nó en una batalla campal, que culminó con un
muerto. El día 13, Perón fue detenido y enviado
a la Isla Martín García. La noticia de su confi-
namiento comenzó a movilizar a los éremios.
Perón loéraría que lo
revise un médico que le
diagnosticó un ataque
de pleuresía, lo que a su
vez derivó en gestiones
para devolverlo al con-
tinente e internarlo en
el Hospital Militar.
El 15 de octubre se
informó oficialmente
el traslado de Perón
al nosocomio militar,
hecho que ocurrirá 48
horas más tarde. Al día
siéuiente, en Berisso,
los obreros del sindica-
to de la carne comen-
zaron una movilización
primero hasta La Plata
-donde hubo escaramu-
 zas con los estudiantes universitarios
antiperonistas- y lueéo hacia Avella- LA SEMANA DE / TRES DE FEBRERO
neda para cruzar a la Capital Federal OCTUBREDE1945 ✓ ~---------- SAN MARTÍN
/
en la madruéada del día siéuiente. Allí /
/
y en miles de luéares del conurbano
/// ~ VICENTE
bonaerense la intención era la misma:
ir al centro de Buenos Aires y exiéir la LA MATANZA ,,
/ MATADEROS
~
-- ... LÓPEZ
~
\
libertad de Perón. / ? \
El miércoles 17 de octubre, a las 2 // ~\
de la madruéada, Perón fue llevado al
undécimo piso del Hospital Militar. ••✓ / VILLA LUGANO
I" ~
Todos los diriéentes éremiales de los
diferentes sindicatos reunidos para la LOMAS DE
ocasión, lueéo de una ardua discusión, ZAMOR~ ..- '
,.,
aprobaron una hueléa éeneral en apo- .,,
,p'9"4 NUEVA
,., .,," PO MPE~
yo a Perón, para el 18 de octubre. Sin ~f'4 ,

embaréo las masas, pasando sobre sus

diriéentes, comenzaron a movilizarse LANÚS '-._ - ~
inmediatamente. El centro de Buenos _¿
Aires se vio invadido por una multitud 1
/ - PARQUE\
entusiasta y, a la vez, firme en su recla- " ./ PATRICIOS_\ ~
mo. Perón liberado hablaría en la Plaza ---. #. --;;;:- , Au. Bernardjlf
de Mayo bien entrada la noche. /) ~ - 'Atq, .~:.elrig~ i
EL SUBSUELO SUBLEVADO ,,/'-+
/
// -
-
~ -- -- A~~
BARRACAS . •
¡:,.u Paseo Colon PLAZA DE

~
La éesta popular no pasó desaperci-
bida para dos intelectuales de cuño AVELLANEDA M~
nacionalista que se sumaron a ese ~ rea Referencias
Desde Isla
peronismo incipiente. Para ambos,
el actor principal de ese 17 de Octu-
[,~--- Martln Garc/a ➔ Avances de les trabajadores

• Concentración de trabajadores
b.- ~~~~1~as
bre fueron las masas. • Actos de la oposición durante la semana

9
Río de la Plata
Raúl Scalabrini Ortiz escribiría: ➔ Recorrido de Perón

"Venían de las usinas de Puerto Nue- • Puentes ocupados por la pollcla

vo, de los talleres de Chacarita y Villa Fuente: Archiuo particular de Roberto Baschetti. ♦ Tiroteo frente a Critica
Crespo, de las manufacturas de San
Martín y Vicente López, de las fun-
diciones y acerías del Riachuelo, de las hilande- tria hermosa / te daré una cosa / una cosa que
rías de Barracas. Brotaban de los pantanos de empieza con P / Peróooon'. Y aquel 'Perón' re-
Gerli y Avellaneda, descendían de las Lomas de sonaba periódicamente como un cañonazo. Me
Zamora. Hermanados en el mismo érito y en la vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní
misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de
el tornero de precisión, el fundidor, el mecáni- Mayo. Vi, reconocí y amé los miles de rostros
co de automóviles, el tejedor, la hilandera y el que la inteéraban: no había rencor en ellos, sino
peón. Era el subsuelo de la patria sublevado" (1). la ale{!ría de salir a la visibilidad en reclamo de
su líder. Era la Aréentina invisible que aléunos
ESTRATEGA CONSUMADO Y HÁB IL habían anunciado literalmente, sin conocer ni
POLÍTICO, PERÓN ENTEND IÓ QUE amar sus millones de caras concretas, y que no
bien las conocieron les dieron la espalda. Desde
TENÍA QUE CONFORMAR UNA
aquellas horas me hice peronista" (2).
FUERZA PROP IA QUE LE FUERA FIE L. Será labor de sociólo{!os, politóloéos, psicólo-
2os sociales e historiadores, desentrañar las cau-
Unos años más tarde, Leopoldo Marechal sas de esa adhesión inconmovible de una éran
recordaba: "Era muy de mañana y yo acababa parte del pueblo ar{!entino a Perón y su doctrina,
de ponerle a mi mujer una inyección de mor- que se extendió hasta su muerte, sin fisuras, sin
fina (sus dolores lo hacían necesario cada tres érietas, sin medias tintas. Aléo queda claro: todo
horas). El coronel Perón había sido traído ya comenzó el 17 de octubre de 1945. ■
desde Martín García. El domicilio donde yo vi-
vía, era este mismo departamento de la calle
Rivadavia. De pronto me lleéó desde el Oeste
un rumor como de multitudes que avanzaban Notas
éritando y cantando por esa calle; el rumor fue 1 Raúl Scalabrini Ortiz, Tierra sin nada, tierra de profetas,
Plus Ultra, Buenos Aires, 1973.
creciendo y aéiéantándose, hasta que recono-
2 Entrevista a Leopoldo Marechal en Alfredo Andrés,
cí primero la música de una canción popular, Palabras con Leopoldo Marechal, Carlos Pérez Editor,
y enseéuida su letra: 'Yo te daré / te daré pa- Buenos Aires, 1968.

LE MONDE DIPLOMATIQUE , ED ICIÓN CO NO SUR 15

 t Segundo aniuersario de la nacionalizac ión de los fe rroca rriles, 1-3-1950 (AGN)

EL PODER FEM EN INO PARALELO con su pasado para intentar compren-

der la naturaleza de un poder político
sinéular, difícil, por cierto, de cataloéar.
EVA PERÓN, O LA POLÍTICA Con los años, tanto los peronis-
tas como quienes se han dedicado
Más ocupados por el costado fetiche y mitico suscitado por su figura, a estudiarla, han reconocido -con
muchos abordajes han descuidado el alcance de la función política cierto desdén estos últimos, y a re-
de Eua Perón. Su liderazgo carismático ha sido consustancial a la éañadientes, los primeros- su indu-
dable función política; además de
formación y el legado del peronismo primario, a traués de la creación su sustancial aporte al período al
de un poder paralelo sustentado en la Fundación Eua Perón, el punto de que ha sido consustancial
Partido Peronista Femenino y el apoyo incondicional de la CGT. Su a la formación y el leéado de ese pe-
figura generó amores y odios, que aún perduran en la sociedad. ronismo primario. No está de más
recordar que no ocupó funciones
institucionales dentro del éobierno
l papel de Eva Perón dentro del
por CAROLINA BARRY

Licenciada y doctora en Ciencia Politica.

lnuestigadora independiente del CONICET.
Profesora en la Uniuersidad Nacional de Tres
de Febrero (UNTRE F), donde dirige el Progra-
ma de Estudios de Historia del Peronismo
y la Colecció n de Historia del Peronismo de
EDUNTREF. Autora, entre otros libros, de Euita
Capitana. El Partido Peronista Femenino, 1949-
1955 (ED UNTREF, Sáenz Peña, 2009, 2014)
y El sufra gio femenino. Prácticas y debates
políticos, religiosos y culturales en Argentina y
América Latina (EDUNTREF, 2011).
E peronismo ha sido objeto de nume-
rosas valoraciones, aunque, con conta-
das excepciones, su luéar permaneció
por mucho t iempo opacado por el
énfasis puesto en describir caracte-
rísticas propias de su personalidad, su
oriéen social, su profesión de actriz,
sus supuestas conductas amorales,
sus posibles resentimientos sociales...
Más ocupados por el costado fetiche y
mítico suscitado por su fiéura, muchos
abordajes han descuidado el alcance
de la función política de Eva Perón.
Su fü~üra fue despolitizada tanto por
propios como ajenos; se la vació de
contenido político. Y su vida privada
adquirió carácter público: para cada
cosa que realizó se buscó un correlato
de Perón ni antes tampoco de que
él asumiera la Presidencia de la Na-
ción, sino que la construcción de su
poder y liderazéo se desarrolló por
fuera del mismo pero con un sus-
tantivo apoyo e influencia dentro
del éobierno. Ella ejerció un fuerte
liderazéo carismático dentro del
movimiento peronista a partir de
una serie de roles no convencionales
para una Primera Dama. Un infor-
me de la embajada estadouniden-
se la describía como la Teodora de
Junín, relacionándola con la esposa
del emperador Justiniano, que ejer-
ció una influencia política llamativa
sobre el Imperio Bizantino, al punto
de considerarse que éobernaban en
conjunto. Mientras, el periódico so-

16 f L Al l AS Ut 1
'r kO"JISMO
 .i(.I IL ta La Va nguarcl ia
. . i
o
·o
n De
11 - ti t
r idc
- · · ro1 on
n su tanci
a ión d
. nta da por
éo bi rno,
nfir i ron
r s ide nte
s pecie de
qu 1 é al y lo I é í-
tim , idad proviene
El Partido Peronista Femenino
no fue la rama femenina del
Partido Peronista, sino un
partido politico paralelo.
de un co nse ntimie nto de poder, una
particularidad deve nida del caris ma.
Se trata de l ej e rcicio de derechos y
fac ultades acompa ñadas de un aére-
éado no rm ativo ad hoc y de la atribu -
ción de e lem e ntos políticos reales y
simbólicos . Ambos buscaban, por un
lado, una apoyatura leéal y, por otro,
proporcionar herramientas concre-
tas qu e secundaran su poder. Las
fu n ciones que estaban por fuera del
marco inst itucional fueron suplidas
por estas instancias, de allí que la
institucionalización sea de hecho
pues le otor éaban una jerarquía ins-
titucional tácita.
Est e poder derivó, en un primer
momento de su función de esposa
del Primer Trabajador y lueéo por
su identificación simbiótica con el
p ueblo con todo lo que eso pudiera
siénifi car. Su armado político podría
dividirse en dos partes. Por un lado,
el net amente institucional, con la
creación y presidencia de la Funda-
ción Eva Perón (FEP) y el Partido Pe-
ronista Fem enino (PPF). Por otro, la
relación con los éremios y la CGT; la
influencia y presión en la etapa previa
a la sanción de la ley de voto femenino
que le confirió ar roéarse ser la artífi-
ce indisc utida de los derechos feme-
ninos; la representación del éobierno
aréentino en la éira por la Europa de
poséuerra; la autoría del decálogo de
los Derechos de la Ancianidad incor-
porados en la Constitución de 1949;
Y, la bibli d I p
razón d mi vicia,
LA FUNDACIÓN
mpr CANDIDATAS
irP En las elecclones de l 11 de noulembre
aci de 1951 e l Partldo Comunl ta Argenti-
man a no (PCA) presentó como candidata a ta
a dos a Vlcepresldencla de la Nación a Alclra de
fut uro ar- la Peña. Fue la primera mujer en ocupar
esa candidatura como contracara de la
mado po dón o ia l y frustrada presentación de Eua Perón.
la r ·ó r m ios y la
En esa mlsma elecclón, el Partido Pero-
CG éada d Perón.
nista presentó 23 candidatas a diputadas
l nir FEP p rmite nacionales y 6 a senadoras nacionales.
apreciar el alcance del poder e Todas resultaron e lectas . El PCA pre -
infl uencia que adquirió, donde sentó diez candidatas a diputadas y una
la CGT fue una pieza funda- a senadora, el Partido Socialista tres
mental para su ejecución y sos- candidatas a diputadas, el Partido De-
tenimiento. Y, lueéo, también mócrata Progresista cinco, y el Partido
Concentración Obrera una candidata a
se t ransformó en su heredera.
senadora y cuatro a diputadas. La UCR _
La Fundación suréió de manera y el Partido Demócrata no presentaron
informal, y sin un plan presta- candidatas.
blecido; lueéo fue asumiendo
potestades, y funciones que
implicaron solapamientos con
entidades estatales. Un Estado
paralelo, sin los contrapesos
que poseen sus aéencias. Su objeti- con la sanción de la Ley 13.992 que
vo inicial había sido acompañar de determinó que si bien las funciones
manera t emporaria las políticas del de la FEP eran de carácter privado e
éobierno. Sin embargo, la aceptación independientes del Estado, sus fines
política que éeneraron sus acciones eran de orden público y de interés na-
derivó en la ampliación de sus faculta- cional. Además estableció que cuando
des y se transformó en una maénífica la FEP considerara que pudiera tomar
herramienta política. Esta situación a su caréo la administración y soste-
sinéülar quedó modelada en 1950 nimiento de aléún establecimiento u
ELECCIONES A LEGISLADORES NACIONALES
En porcentaje, según género
■ Mujeres electas
1951 1954
11 de nouiembre 25 de abril
Diputados
23 Nacionales 20
15,4% 21,7%
Senadores
6 Nacionales 2
20% 22,2%
3
27,3%
,
Noto: Todos la5condidotm awctu
Delegados
Terrltoriales
Naclonales
.,.,..neclGn CII Porddo Pero
LE lvJONDE DIPLOMATIQUE, CD ICIÓ J CO NO SUR 17
 1' lí\nu urn lón ct la Unidnd Btisíca del Pa rtido Peroí\istn Fe menino de la 10 ~ circunscripción, 2- 3-1950 (AGN)
t r b j dor s, su
un i • n on i t í n facilitar la oréa-
niz i ' n d nu vo é'r mios, altear
l tr b bur cr ' ticas n el Minis-
t ri d Tr bajo, r spaldarlos n los
onfli t ...._r mial s, propiciar un
lu._ r n las lista de candidatos a
diputado y ayudar en la construc-
ión d sus des sindicales, provee-
d urí s, clínicas y t odo lo relacionado
on 1 mundo obrero peronista. El
mutuo r spaldo político quedó al
d cubierto en la manera en que ella
comenzó a presentarse: "Nosotros,
los de la CGT", dejando en claro su
luéar, posición y respaldo político. El
apoyo incondicional de Eva a la CGT
se tradujo en importantes benefi-
LACGT cios en las firmas de convenios co-
inició de lectivos y en numerosos favores que
uando Eva Pe- fueron devueltos con las contr ibu-
n , p ñar las fun-
n o cr tario de
o vi , como media-
EL VOTO DE LA MUJER
n f[remios, aunque ella EN 1951
n pó formalm nte ese pues-
Del total de mujeres en el padrón,
to. El dueño de la silla era un obre- uotó el 90,32% y lo hicieron de la
ro, Jos , M ría Freire, quien quedó
siguiente manera:
d splazado cumpliendo sólo tareas
in titucional . Ella describía sus
funcion es &emiales como la conti-
nuación de la actividades de Perón;
aunque a veces iba un poco más allá
y a~ef!aba "desde la Secretaría de
Trabajo y Previsión velo por el bien -
estar de todos mis descamisados
del mismo modo que el ~eneral Pe-
rón lo hace desde la Casa Rosada".
Cada vez con más frecuencia ambas
fi~ras aparecían a la par : ya no la
humilde colaboradora, como ini-
cialmente se describía a sí misma, 14% 31% 5%
sino una líder política casi en pie Peronl mo UCR
de h!ualdad con el Presidente de la
18 IL EL Nl .JM
cion s en dinero a la FEP. La central
obrera s ostuvo de m an era férrea su
candidatura a la Vicepr esidencia de
la Nación en las elecciones de 1951
lanzando la fór mula Perón-Eva Pe-
rón, aun desoyendo al mismo Perón
que no veía con buenos ojos la pos-
tulación de Evita. El propósito de la
CGT era claro: continuar como el
poder detrás del trono.
EL PARTIDO
La otra institución que creó y pre-
sidió fue el Partido Peronista Fe-
menino que formaba parte del
movimiento peronistajunto al Parti-
do Peronista (PP) y la CGT. Se creó el
26 de julio de 1949 y desde un prin-
cipio estuvo desvinculado del Conse-
jo Superior del Partido Peronista ya
que contaba con su propia estructu-
ra directiva, es decir, Eva Perón y un
érupo de mujeres de lealtad inque-
brantable. No fue la rama femenina
del PP, sino un partido político pa-
ralelo. Aunque compartían la misma
carta oréánica, ideoloéía, personería
jurídica y candidatos, esta situación
sinéular t enía su amparo en una ley
ad hoc, la 13.645. El PPF se oréani-
zó con la elección personal que hizo
Eva Perón de deleéadas propias en
las provincias y territorios naciona-
les quienes se ocuparon del armado
y puesta en marcha del partido en
todo el país. Su primera tarea con-
sistió en censar a las mujeres pero-
nistas y nombrar a las subdeleéadas
que se hicieron caréo del trabajo
territorial con la apertura y oréani-
zación de unas cuatro mil unidades
Otras básicas femeninas, un nivel de ex-
fu rtO. pansión éeo~ráfica sólo comparable
con el de la Iélesia Católica de ese
entonces. Su principal característica femenina. Dos mujeres peronistas, tencia por qu darse, tambi ' n, con su
fue que eran exclusivas para muje- además, ocuparon la vi epresidencia herencia política.
res; muchas de ellas funcionaban en primera de la Cámara de Diputados Estos parane-on s r li{fiosos stri-
casas de familia, lo que implicó una y otra, la vicepresid ncia see'unda baban ntr la Primer Samaritana
politización del espacio doméstico. del Senado. En las sié'uient sel do- de la Are" ntina, Mártir d I Trabajo
El inéreso de hombres estaba pro- nes, que sucedieron lueE[o del f[olpe y Santa Evita. l onér so d la Na-
hibido; su incumplimiento derivaba militar de 1955, no se ree-istraron ción I dio I título d J fa spiritual
en una estricta sanción partidaria. esos porcentajes qu recién volvie- d la Na ión y la orte Suprem d
Esta medida drástica se tomó con ron a alcanzarse lueéo de la ley de Justicia de la Na ión l d Laró Su -
una doble intención: por un lado, res- cupo 24.012, sancionada en 1999. prema Ins piradora d la Ley . 1
éuardar la reputación moral de las sindicato d la alimen ación nvió al
mujeres, pues se consideraba incon- ESA MUJER. Vaticano un pedido para santificarla
veniente que estuvieran en reunio- La E[estíón política de Eva Perón ée- amparándos en que así orno ~Au-
nes con hombres dentro de un local neró amores y odios, y su cuerpo éusto primer emperador r omano,
partidario, y por otro, evitar la intro- caréó con todo lo que había provoca- eriéió un cul o reliéioso a la memoria
misión de los varones del PP en el do el peronismo. Desde su posición de César, convirtiéndolo en Dios", en
PPF. Las actividades que se practica- de Primera Dama, esa mujer obtuvo Aréentina, "la Patria ent ra realiza la
ban eran variadas y diferentes a las más poder que un ministro o un {!'o- apoteosis de u heroína".
implementadas en su par masculino. bernador, e incluso participaba con Numero as instituc.ion
el Presidente de un poder dual. Su ron su nombr o 1 d 1 f
Muchas unidades básicas posición fue tan excepcional que las nacimiento y la ciud d y 1 p
femeninas funcionaban tímidas referencias bíblicas que ha- de La Plata comenzaron a ll mar
bían comenzado un tiempo atrás, al Eva Perón. D sd had uno m s
en casas de familia , lo que
momento de su muerte derivaron la provin ia d L Pamp tambi n
implicó una politización se denominaba Provin ia va P rón.
en una apotéotica carrera de pródi-
del espacio dom éstico. éa imaéinación reliéiosa. Todos los La necesidad de mant n rl viv
miembros del peronismo desempol- tradujo tambi · n, en I mb 1 am -
varon I catecismo y dieron rienda miento d su cu rpo y n 1 proy c-
Más allá d la ac ivid d tri tam n - su Ita a sus fantasías en una compe- tado Monum nto a va P rón.
te política, como cap ar adh r nt s,
hablar d temas po Ií ico o o ncu rrir .¡, Pln lides Fusco, Evlto uota en el Hos¡xtal de Auellaneda., 11-11-1951 (M. Méndez. Fusco, 1fotógrafo d PWón, Aguilar, 2017)
a actos masivos n apoyo a los líd -
res partidarios, 1 j d la a ión s -
taba destinado a cubrir los ínter s s
considerados cul uralm nt propios
de las mujer ; n s espacios n -
contraban la capad ación y la acción
social, canalizada a trav · s d la EP.
Es a oréanización política Ioéró la
mayor movilización d muj r s n la
historia aréentina.
El 11 de novíembr d t 951, las
mujeres vo aron por prim ra vez,
lueéo de la ley d vo o andanada
en 1947. Gracias, n pa , a la ac-
ción del PPF, el peronismo obtuvo
mayor cantidad de vo os f m ·
que masculinos, el 63,97%. Ta
fue la única fuerza · ·
corporó leéisladora
so, mediante una lis
las otras ramas d 1
per íodo 1952 -1955
pues se alcanzó un
de representación
éando en 1955 a q
los distritos contar
en la Cámara de Di
rritorios nacionales,
pasaron del 3 7% d
entre 1952-1954, al
el Senado sucedió aléo similar: los va-
lores muestran casi un 45% prome-
dio de distritos con representación

19
 \ l ., \ l.l N ll l. O OH t l:N

·TODA EV LU 1 " UIERE

E
DEU AC· STITUCIÓN
En julio d 19 8 , uari diput d s p ·oni t pr nt ron n l
Camar un pro e top r r form r l' Constitu l n N cion l. P r lo
partidos qu hablan constituido l Uni f\ D nto r tic , l int nto d ·
modific r la e rt Magna ólo t b motiu4: do por l s pir clon s
antidemocráticas de Perón. Par los peronista • l reform spir b
a insertar en el texto constitu ional los dere hos qu se h bian
instituido en los anos precedentes.

por CHARO LÓPEZ MARSANO

Historiadora. Doci?nte e inuestigadoro (USA).

Autora de ¡Viua Yrigoyen! jViua la reuolud ón! l a
lucha armada radica l en la Década Infame (con
Ernesto Salas, Biblos, Buenos Aires, 2017). t ad
d
jus ·
sob ,
caba p ar a 1
construido p
tinos que pa ....
extranjero una leé\,\a a m
la vía-. El final de su disc
en la Cámara en medio de los aplausos:
~ (Conozcamos nuestra Consti tución,
Uniuersidad de Buenos Aires, 1950)
"esta reforma constitucional va as r l

CUANDO LA N
SIDADES ASI L.O
IMPONOAN.

LA SOCtftW) CWWlillARA
UNA IIEJEZ TRANQUILA
El HOMBRE ES POR. w,.
1V~1A. UNA t'Qlla\J- , ~~ti!-
AA U8RE
Pl:110,
EL DIIIIOUt..USMQ
NO DESE EJ~
-~~-
CERSE PEIUU-
AL BJEN
COMUN

SERVICIOS PUBLICOS
,,,._.-

11

20 E.L A1LAS DEL PERON ISMO

 estaba viciada porque el peronismo la
había aprobado con el voto de los dos
tercios de los miembros presentes,
mientras que, seeún su interpretación
del text o, debió haberla hecho con los
dos t ercios de los miembros totales
de ambas cámar as. Este punto sería
el cent ro de la futura impuénación de
todo lo actuado.
En este marco, la fecha de las elec-
ciones se fijó para el 5 de diciembre
de 1948. Los opositores tuvieron una
posición disímil frente a la convocato-
ria. El Partido Demócrata se abstuvo,
mientras los socialistas, tras un debate
interno, propiciaron el voto en blanco.
El Partido Conservador decidió ser de
la partida al iéual que los comunistas,
quienes veían en la reforma similitu-
des con el nazismo y el falanéismo.
Sin embaréo, en rie"ür de verdad, sólo
los ra dicales podrían ocupar parte
del escenario con aléuna expectativa.
Estos se encontraban sumidos en un
conflicto interno entre las corrientes
unionista e intransiéente. Entre la pro-
puesta de abstención de los primeros y
de participación de los seéundos, final-
mente lleéaron a un punto de acuerdo:
los int ransiéentes se presentarían a
las elecciones con el visto bueno de los
unionistas, pero sólo para sostener los
principios históricos del radicalismo y
con el mandato de defender a capa y
espada la Constitución viéente en tanto
baluarte de la "libertad ciudadana y de
la justicia económica y social".
El resultado de las elecciones reflejó
el apoyo al éobierno: el peronismo
obtuvo el 60,97% de los votos, el radi-
calismo el 27,14% y el Partido Comu-
nista apenas el 2,95%, por lo que la
Asamblea quedó conformada con 110
bancas para los peronistas y 48 para
los radicales.
El bloque peronista, en tanto, había
conformado una comisión especial
para la redacción de la propuesta que
fue presidida por el jurista entrerriano
Arturo E. Sampay y elaboró el antepro-
yecto, aprobado por el partido el 6 de
enero de 1949, cuando sólo faltaban
dos semanas para la primera cita. Fue
así como la Convención Constituyente
se reunió en Buenos Aires entre el 24
de enero -la sesión preparatoria- y el
16 de marzo -jura de la nueva Constitu-
ción-. El texto de la nueva Constitución
fu e sancionado el 11 de marzo.
INSTITUIR LA DEMOCRACIA SOCIAL
Desde el primer día los radicales
impuénaron la "leéitimidad de oriéen
de la Convención". Obliéados por las
circunstancias, deci-
dieron que estaban
allí por una cuestión
testimonial. Moisés
Lebensohn afirmó en
su discurso que esta
era "la última etapa
de un plan destinado
a consolidar y per-
petuar una concen-
tración de poderes
funesta a la libertad
de los pueblos [... ] Se
crea en los hechos un
absolutismo incom-
patible con el sentido
aréentino de la vida[...]
Se realiza la caneen- 1' Discurso de Perón en la ceremonia de jummento a la Carta Magna, Mendoza,
10-4-1949 (Subsecretaría de lnformaciones/CeDlnCI)
tración y confusión de
poderes característica
de los Estados totalitarios y la abroéa- aréentino con el nazismo alemán.
ción en los hechos de la oréanización Desde su perspectiva, tanto el pro-
constitucional" (2). No pudieron, sin ceso reformista en marcha, como los
embaréo, evitar que la primacía pero- mecanismos que lo habían leéitimado,
nista les impusiera la invitación al Pre- podían vincularse con la abroéación
sidente para que diriéiera la palabra a de la Constitución de la República
la Asamblea el 27 de enero. de Weimar que había permitido el
otoréamiento de plenos poderes a
Si hay un debate presente Hitler en 1933. Esta caracterización
en la Asamblea de 1949, este del movimiento popular no era pri-
se dio en torno a la tensión vativa sólo del radicalismo pues, de
libertad-igualdad. derecha a izquierda, formaba parte de
una lóéica, intrínseca al pensamiento
antiperonista.
Al cruce le salió el convencional
El discurso de Perón ante los cons- peronista Emilio Borlenéhi, quien pidió
tituyentes puede resumirse en el que escucharan la propuesta que se
aréumento de que 'Toda revolución estaba discutiendo y se sumaran a la
requiere de una constitución". Para necesidad de incorporar a la Constitu-
Perón, esta relación se establecía ción los derechos de los trabajadores:
entre dos etapas históricas, la "era "(...] existen en la actual Convención,
emancipadora" y la "era constitu- dos sectores opuestos, con misiones
yente", respectivamente. A la éesta absolutamente distintas. La mayoría
sanmartiniana -era emancipadora- le de los convencionales, respaldados
había correspondido la Constitución también por la éran mayoría del pueblo
de 1853 -la era constituyente-. De aréentino, entiende que la reforma
iéual manera, aquella relación sucedía a la Constitución Nacional debe dar
ahora entre la revolución peronista y base sólida a los principios de justicia
la Constituyente de 1949. En síntesis, social, a los derechos loérados [...] espe-
el aréumento de Perón destacaba tres cialmente para la clase trabajadora.
elementos principales: 1) la leéislación [. ..] En cambio, los convencionales del
dictada en una época determinada se bloque minoritario traen el mandato
desnaturaliza por los cambios socia- de sus convenciones partidarias, de
les posteriores; 2) el clamor popular, oponerse permanentemente a todo
que había sido acallado durante la lo que sea una reforma constitucio-
era del fraude, fue interpretado por nal y de sostener como principio la
la obra de la revolución y 3) la crisis vieja Carta Constitucional del 53. Si los
de la democracia liberal abrió paso a señores convencionales de la minoría
la democracia social. dejaran hablar a su subconsciente,
El 1 ° de febrero empezaron las estoy absolutamente seéuro de que
sesiones ordinarias y la oposición todos ellos coinciden con nosotros
volvió a la caréa con la impuénación en la necesidad de una reforma a la
cuando Moisés Lebensohn tomó Constitución". Sus palabras no fueron
la palabra para emparentar el caso atendidas.
LF 10 r 1[)f r)1r r I t-11 /, ,-, 1 ., H 1
21
 ¡ ne de la pagina 1O
24 de febrero
Triunfo de la fórmula Perón-Qui-
jano (52% de los votos) frente a
Tamborini-Mosca (UD).
31 de mayo
Perón es reincorporado al ~jército
y ascendido a éeneral de bnéada.
4 de jLLnio
Perón asume la Presidencia.
19 de agosto
El Senado de la Nación aprueba la
Carta de las Naciones Unidas y el
Acta de Chapultepec.
23 de agos to
Se amplían las prerroéativas del IAPI
en materia de comercio exterior.
3 de octubre
Nacionalización de la Unión Telefó-
nica. El 30 de diciembre, el Estado
toma el control de las fábricas de
e:as de La Plata, Bemal y Quilmes.
DrlJBD
24 de febrero
Perón proclama los Derechos del
Trabajador en el Teatro Colón.
23 de mayo
Creación del Partido Peronista.
9 de junio al 23 de agosto
Gira europea de Eva Perón. A su re-
éreso es recibida por una multitud.
9 de julio
Aniversario de la Independencia.
En Tucumán, Perón proclama la in-
dependencia económica nacional.
23 de septiembre
Se promuléa la Ley 13.010 que
establece el voto femenino.
21 de diciembre
Primer Plan Quinquenal.
DrlJB[J
1º de marzo
Se nacionalizan los ferrocarriles.
8 de julio
Se crea la Fundación Eva Perón.
27 de agosto
Se aprueba el proyecto de ley de
reforma de la Constitución.
28 de agosto
Eva Perón proclama los Derechos
de la Ancianidad.
sigue en la página 27
22 EL /-1.TLAS DEL PEROi JISMO
Ma na Mendoza 11 - 4 -1949
t Una multitud presta juramento solemne a la Carta
(Subsecretaría de lnformaciones/CeDlnCI)
Cuando, en otro tramo, el radi-
calismo cuestionó la formación de
los constituyentes de oriéen obrero,
Hilario Salvo, obrero metalúréico, les
respondió con las siéuientes pala-
bras: "[ .. ] nosotros, los que estábamos
identificados con la ideoloéía radical,
nos pusimos al frente del élorioso 17
de octubre para demostrarles a los
diriéentes políticos envejecidos que,
si ellos habían perdido autoridad para
diriéir a las masas ciudadanas, estas
estaban en condiciones de recuperar
lo que creían beneficioso para sí [... ];
esas fuerzas obreras se movilizaron
por el retardo y la cobardía de los polí-
ticos radicales [... ] Pero en la elección
del 24 de febrero comprobamos el
servilismo de los hombres que nos
habían diriéido hasta entonces [... ]
Yo represento a uno de los éremios
mayoritarios del país, a uno de los
que han realizado mayor número
de hueléas [... ] Los que llevamos el
luto de [los talleres] Vasena, éracias
a la libertad de este éobierno hemos
podido colocar la placa recordatoria
de los barridos por las balas, justo
cuando la Unión Cívica Radical reéía
los destinos de la patria".
EL PROYECTO SEGÚN SAMPAY
Finalmente, en la sesión del 8 de
marzo, Arturo Sampay, en su calidad
de miembro informante de la mayoría,
abrió el debate encadenando los ele-
mentos clave del proyecto reformista:
1) el concepto de Constitución y su
estructura interna, 2) su función en
la oréanización política de los Estados,
3) su relación intrínseca con la estruc-
tura de poder, y 4) su vinculación con
la soberanía popular.
Sampay abordó la función de la
Constitución respecto del rol del
g ' '
Estado con el sütuiente an(umento:
"La realidad histórica, señor presi-
dente, enseña que el postulado de la
no intervención del Estado en mate-
ria económica, incluyendo la presta-
ción de trabajo, es contradictoria en
sí misma. Porque la no intervención
siénifica dejar libres las manos a los
distintos érupos en sus conflictos
sociales y económicos, y por lo mismo,
dejar que las soluciones queden libra-
das a las pujas entre el poder de esos
érupos. En tales circunstancias, la no
intervención implica la intervención
a favor del más fuerte [.. .]".
Después hizo eje en la conducta
adoptada por las clases propietarias
de Estados Unidos y Aréentina frente
al intervencionismo de Estado. Narró
Sampay que en 1935 la Suprema Corte
estadounidense había declarado la
inconstitucionalidad de los principios
intervencionistas del New Deal ampa-
rada en la defensa de la propiedad pri-
vada. Para evitar que en nuestro país
sucediera lo mismo con los recientes
derechos, proponía la reforma de la ley
fundamental. Sólo así, se constitucio-
nalizaría la revolución: "el reconoci-
miento de los derechos sociales y las
medidas encaminadas a proéramar la
economía en procura del bien común
que ha ido elaborando la revolución
nacional, han sido achacados del vicio
de inconstitucionalidad [... ] Las leyes
protectoras de la economía nacio-
nal que la libran de la expoliación de
los consorcios capitalistas y la hacen
servir al hombre, serían inconstitucio-
nales porque contrarían la libertad de
industria y comercio aseéurada por la
Constitución viéente. Por todo ello es
que urée incorporar definitivamente
al texto de nuestra Carta fundamental
el nuevo orden social y económico
 reado, cerrando de una vez la etapa
cumplida, y desvaneciendo las ace-
chanzas reaccionarias, para que la
Const itución [...] sea para los sectores
privileéiados de la economía aréen -
tina como la leyenda que Dant e vio en
el frontispicio del infierno: 'Lasciate
oéni speranza' ['Abandonad t oda espe-
ra n za'], e inicien, en consecuencia,
una seéunda naveéación orientada
hacia la econ om ía social, que si en
aléo mermará su libertad, hará más
libr e a la inm ensa m ayoría del pue-
blo, porque esa libertad de un círculo
restrinéido, que tanto defienden, se
asentaba en la esclavitud de la éran
masa aréentina".
"Que la Constitución sea para
los sectores privilegiados como
la leyenda que Dante vio en
el fron tispicio del infierno:
'Abandonad toda esperanza"~ ..
Respecto del érado de la interven-
ción estatal, afir maba que este "se
mide por las continéencias históricas,
pues toda la leéislación intervencio-
nista tiende a compensar la infe-
rioridad contr actual, la situación de
sometimiento en que se halla el sector
de los pobr es dentro del sistema del
capitalismo moderno". Y ese seséo
-afirmab a Sampay- estaba siendo
cumplido en el país por la revolución
nacional, lo que Perón denominaba la
co nversión de la democracia política
en democracia social, "una economía
humanista [... ] el desenvolvimiento
armónico de la economía para alcanzar
el bien de todos, para loérar la libertad
democrática que es la que aseéura el
m áximo de libertad al conjunto del
pueblo, y para deroéar la libertad de
explotación, la libertad de los pode-
rosos qu e siempre traba la libertad
de los débiles".
En el fina l, también abordó la
polémica cuestión de la reelección,
an[umentando que la Constitución no
podía prohibir la voluntad expresada
en la soberanía popular, que la madu-
rez política de Aréentina lo permitía y
que la mayoría de las constituciones
de los países, exceptuando a los sud-
americanos, lo permitían.
Frente a la última intervención de
Sampay, que los radicales conside-
raban el tema central en su impué-
nación, tomó la palabra el miembro
info r mante de la minoría, Antonio
Sobral, quien llamó a Sampay un
"teórico del absolutismo al servicio
de un rééim en t otalitario". Sin aban -
donar el éuion preest ablecido, afirmó:
"Venimos a hacer no un despacho en
disidencia de la Unión Cívica Radical,
porque no estamos ni hemos parti-
cipado de su discusión ni redacción,
sino venimos ante tanta enormidad
fr ente al rompimie nto d el ord e ~
const itucional aqfentino, articulado
en lar éas y t rem endas luchas [...] a
formular una tremenda acusación
ante la historia y, por lo tanto, ante el
espíritu mismo de la Nación". Después,
tomó nuevamente la palabra Moisés
Lebensohn quien, en tono de reti-
rada, dijo para la posteridad: "El propio
miembro informante de la mayoría ha
confesado ante la conciencia aréen-
tina que la Constitución se modifica
en el artículo 77 para Perón, con el
-t Afiche del Ministerio de Hacienda de la Nación, 1950
espíritu de posibilitar la reelección
de Perón. La representación radical
desiste de seéuir permaneciendo en En 1957, un año y medio después,
este debate que constituye una farsa". para remediar "la desprolijidad institu-
En ese momento los radicales abando- cional" que había cometido, la dictadura
naron las bancas y desde entonces la convocó a elecciones para reunir a una
Convención sesionó con la presencia Convención Constituyente que revali-
de la mayoría constituyente. Fue así dara su acto. La decisión de excluir al
que la reforma se sancionó el 11 de peronismo deljueéo institucional fue
marzo de 1949. el hecho contundente que dominó la
escena política aréentina en los años
DESPERONIZACIÓN siéuientes. Con su participación en
La nueva Carta Maéna incluyó en su el proceso electoral de entonces, el
letra mucho más que la reforma de los conjunto de los partidos políticos no
mecanismos electivos de las institucio- peronistas acabó convalidando la con-
nes republicanas. La incorporación al vocatoria, a pesar de su ileéitimidad
Preámbulo de las banderas históricas de oriéen, con menos pruritos que los
de la revolución nacional tenía por que tuvieron en 1948 frente al llamado
objeto, al decir de Sampay, constituir de un éobierno democrático. En las
una suerte de declaración preliminar elecciones éanó el voto en blanco. Pese
que sintetizase la filosofía y el proyecto a ello, la nueva Convención ratificó
que la nueva Constitución propiciaba. la proclama de Aramburu y, ante la
La parte doémática, que en la imposibilidad de acordar una nueva
Constitución oriéinaria se hallaba Constitución, la Asamblea se disolvió
estructurada en un capítulo único, sin introducir cambios al anticuado
fue ordenada en cuatro, que encade- texto decimonónico salvo el aéreéado
naban de manera lóéica el nuevo rol del artículo 14 bis, suerte de síntesis
asumido por el Estado en tanto actor de los derechos sociales que mucho
político. A dicha función respondían tenía que envidiar al artículo 37 de la
todas las modificaciones introducidas Constitución peronista. ■
en la on[ánica, con el fin de ampliar
los mecanismos de la democracia de
masas. Si hay un debate presente en
la Asamblea de 1949, este se dio en
torno a la tensión libertad-iéualdad.
A partir de 1955, las fuerzas de la Notas
reacción procuraron la desperoniza-
1Véase John William Cooke. Obras
ción social. Fue en ese contexto que Completas. Tomo I. Acción parlamentaria,
el dictador Pedro Euéenio Aramburu compilado por Luis Eduardo Duhalde, Collhue,
declaró defacto la nulidad de la Cons- Buenos Aires, 2007.
titución peronista apoyándose en las 2 Esta cita y las que situen han sido extraídas
del Diario de Sesiones de la Convención
denuncias vertidas por los radicales Nacional ConsHtuyente - Año 1949. imprenta
durante la Asamblea Constituyente. del Contreso de la Nación, Buenos Aires, 1949.
LE 1'101 .IDl UIPI Of-1ATIQUE , ED IC Óhl CO NO SUR 23
 LAS PO LÍTICAS ECONÓMICAS

E.L DILEMA DE LA
1N DUSTRIALI ZACIÓN
Hacia 1945, poco antes de que Perón asumiera por primera uez
la Presidencia de la Nación, la producción y el empleo industrial
habían auanzado considerablemente y duplicaban los registrados
a comienzos de la década de 1930, cuando la crisis económica
internacional había prouocado la zozobra del modelo de acumulación
basado en La exportación de productos primarios. A partir de esa
fecha, el producto industrial supera al agropecuario, iniciando de ese
modo un camino que seria irreuersible.

na vez en el poder, pueden distin- En consecuencia, entre 1946 y

por MARCELO ROUGIER y MARTÍN SCHORR

Marcelo Rougier es doctor en Historia {UDESA),

inuestigador del CONICET, profesor titular
de Historia Económica y Social Argentina y
director del Áre<J. de Estudios sobre la Industria
Argentina y Latinoamericana {Facultad de
Ciencias Económicas, USA).
Martin Schon es sociólogo (USA) e inuestigador
del CONICET y del Área de Economía y Tecno-
logia {FLACSO), y profesor asociado de Historia
Económica Argentina y Carácter Social de los
Procesos Económicos (Facultad de Ciencias
Sociales, USA).
Este articulo es un extTacto del libro
La industria en los cuatro peronismos
(Capital intelectual. Buenos Aires, 2012).
PRODUCTO INTERNO BRUTO (PIB)
1946-1955 (en millones de pesos de 1993 y porcentajes}
-+ Variación
100.000
90.000
80.000
70.000
67.114
60.000
1946 1947 1948 1949
Fuente: HGTcelo RGu&ler, MllltinSchorT, t.ahHMlenaamopenns,nos, OQJital intaedUlll, lldeflm Ans, 2012.
U éuirse dos momentos en la polí-
tica económica del peronismo hasta
1955: una política inicial expansiva,
caracterizada por una fuerte redis-
tribución del in2reso, la ampliación
de los instrumentos crediticios y del
éasto público, una profusa política
de nacionalizaciones y el impulso a
las actividades industriales (sobre
todo las más liéadas al consumo de
los sectores populares); y un seéundo
momento, a partir de 1949, en el que
se buscó resolver los problemas de
escasez de divisas combinando el con-
éelamiento de la política de redistri-
bución de in2resos (aunque a partir
de una elevada participación de los
salarios en el valor aéreéado), con un
apoyo a las actividades aéropecuarias
y los primeros intentos de avanzar en
la sustitución de importaciones de
maquinarias e insumos intermedios.
91.018
1950 1951 1952 1953 1954 1955
1955 no hubo una política econó-
mica uniforme, ni una estrate2ia de
desarrollo industrial de lar20 plazo.
La principal prioridad consistió en la
distribución del ÍI1Éreso en favor de
los trabajadores, con lo que se pre-
tendía no sólo "'encauzar" la diná-
mica del capitalismo aréentino bajo
nuevos parámetros en términos de
la correlación de fuerzas entre las
distintas clases y fracciones de cla-
se, sino también apuntalar el proce-
so de industrialización en marcha.
INCLUSIÓN DE LOS TRABAJADORES
La política económica inicial se en-
marcó en un ambiente de debate in-
telectual en torno a la intervención
del Estado en la economía como
mecanismo para atenuar las crisis;
debate que era tributario de la di-
fusión a nivel mundial de los plan-
teas keynesianos principalmente.
En el conjunto de estas ideas, el in-
cremento de los salarios de los tra-
bajadores se entendía como una
condición imprescindible para evi-
tar la crisis que se estimaba so-
brevendría lueéo de terminada la
Seéunda Guerra Mundial. Dado que
las restricciones al comercio exte-
rior producto de esas circunstan-
cias particulares habían permitido
un avance de un número importan-
te de actividades manufactureras a
través de la sustitución de importa-
ciones, la reanudación de los flujos
comerciales habría de provocar la
quiebra de vastos sectores produc-
tivos, acarreando como consecuen-
cia la desocupación y la éestación de
las condiciones para que se desarro-
llase el conflicto social.

24 EL /:-TLAS DEL PE-:.G t .IS "10

 . En :.1f to, 1
onetnrio qu
iti 1 ntar
roductivos
· y su 4

d l s
zo d
Bat'l -
tiem-
adl
daron
os y otros
y comercia-
ban d stina-
o desarrollo
n incremen-
de crédito,
ncia de la in -
asas de inte-
d · 1acceso en
\ .1 hH' \\lll ) l'lr ,1 l lo los insumos y
\\\\\\
1
1\lll: rnd ol ri l sector fabril
\\ll' \)\ \ \i\ lll 1 :\1 I' t' or. El benefi-
t ,,, ,, rn . q1 t 1d s fabriles era
h1 · ·i ), i:ll l ' . , ·I , - ía compensar,
k ~, h. h ,1\'i, 1 , j 'ación del merca-
k . 1l ' ,\ 1 d le caída de la ren-
l,v .1 ·ti\'i m· , . presas derivada
\' ' ' 1t'~-, os salariales, y de
'ú ''- ,1~ n
,1
. t . . uyó en un alicien-
m 11 1iitl :n , para 1 apoyo más o
, ._, 11's 11' ' t' un:1 µo h- lícito de los industriales
t i '. \ i l' il 11t ,11, l'I l' ~U\ . n st sentido, la más
b . . . • .
a d las medidas destina -
favorecer el d sarrollo de las
manuf cturas fue la política credi-
ticia aplicada principalmente a tra-
v s d l Banco d Crédito Industrial
Are" ntino, una institución creada
ti mpo ant s pero que adquirió ma-
yor r levancia y profundidad duran-
t la xp ri ncia peronista.

PIB INDUSTRIAL
1946-1955 (en millones de pesos de 1993 y porcentajes)
- PIB lndu trlal Variación n % %delPIB

,,.

F\i nt : Ma
1141 11,1 11,a 11,1 11so 1151
lo Rou I r, Mattln chol'l', La Industria ,n los cuatro ~-tal 11 a

f C 11 N
 (, , , ,
1 11 1
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nov{•d,1dvs rn ú•, r C'il•v, ni f" , q1H · 111
¡ , ... vc •1J1 •t ,11< 11 ,; -11 11<pw "" t ·t rn 110 1
c:l uí0. lo rdm ma l in ne i 1 1 ,l. l '.I 1/\1'1
Jll'llPI ,d1 •• ,, 1•1 ,1111 1•1 no d, .. ,llí'n l 1
J (•xr lu•, vo <k rn 1
•ni I' la l ol .ilí<lad <11 1 1. 1 1• x p111 l ,11 1 ,n (11' 1n,mul •H l 111,1 1 1 1
r1 importa< rnw•,
pi l)l1dJ11 11,r, 11 ) Y e 1wl W1 i1
l 1.1v ,,, (11 1
o l'I 11o l>lc I no 1 11 el,• 11v t ,ll 1•1 di" '11>:i•,1,. n, Pn l o
<11 •11n1·1 rn do 111 1, 11 no. 1, .. 1

l ,U
er

plo
bi i
Conjuntam
1' _ "Postales estad[sticc;is" (Mundo Peronlsta,
Ano 1, Nº 6 , 1-10-1951) de la políti
de los v
do Pri r
establ ·
nufactura
pósito d "e
de la pose,-uerra'
producción t x a
metalúré)ca. Ta a
el estímulo a la produ
vas actividades su bt
portaciones d algu
industriales básicos (químicos y anc:lgo.
derúréicos), entre las que s c
taban las que impulsaba ya de
aléunos años atrás la Dir cción n
finalm n
19 2
m.á f a-
COMERCIO EXTERIOR rio. Un a
1946-1955 (en millones de dólares) más d a
p rfila lar-
- Exportación - Importación - Saldo e:opla yada
d i radi-
2.000 ciona . . tante
el mayor dinami mo que pr ten-
dió otorE!ar a la produc ión rural, 1
E!obi rno tambi.' n impulsó el desa-
rrollo d las indu trias d bas y p -
sadas como una forma de superar
de man ra consist dilema del
stran{!u · nto tor xter-
no. Pero est conll vaha
un probl de resolución:
la a ivi m plejas ran
a su v z · iva pital y, des-
de la per iva utorídades,
no r end andarlas a
o
tra d dito ector púbH-
co, q drían provo ar la ace,
n d la inflación. D h cho,
-soo 1953 1954 1955 . Banco lndu trial uaba apli·
1948 1949 1950 1951 1952
1946 1947 ndo la políti a r iva defini-
en IOS cuatro peronlsmos, capital Intelectual, suenos Alru, 2012. da a partir d la e n l fin de
Fu.nte: HGrcelO R.OUgler, Me1rt1n SchOTT, La l/ldUStrlO

26 E ..../.,.S E... ¡..., ~POI S 1 0

apuntalar la evolución normal de los
neéocios de las empresas manufac-
t u reras y no su expansión.
Concluido for malmente el plazo
del PPQ, en 1951 el éobierno decidió
lanzar u n seéun do proérama que
de bió retrasarse en su aplicación
hasta 1953 por la política de estabili-
zación. El Seéundo Plan Quinquenal
(SPQ) tenía propósitos muy dif eren-
tes al primero dada la crisis del sec-
tor externo y el estancamiento de
la producción aétopecuaria e indus-
trial en los años previos, además de
precisar más ajustadamente las me-
tas de producción y de inversión. El
objet ivo principal de este seéundo
proérama, a diferencia del prime-
ro, no consistía en evitar la crisis de
la industria que sobrevendría por
la recu peración del comercio inter-
nacional, sino en resolver la crisis
estructur al del sector externo de
m anera compatible con el sosteni-
miento de una política de redistri-
bución de inéresos.
La principal prioridad
consistió en la distribución del
ingreso en fauor de
los trabajadores, para
apuntalar el proceso de
industrialización en marcha.
Paralelamente a la profundiza-
ción de las medidas favorables al
aéro con el propósito de incr emen-
tar los saldos exportables, el nuevo
plan del éobierno precisó una polí-
tica industrial diriéida básicamente
a limitar las importaciones a través
de una mayor inteéración del sector
industrial. Con su importancia, las
prioridades industriales se hallaban
subordinadas a los objetivos eco-
nómico-sociales que enfatizaban la
producción eneréética y la mecani-
zación y el perfeccionamiento de las
actividades aéropecuarias. Los obje-
tivos éener ales para el sector tam-
bién mencionaban la racionalización
de la producción y la "productivi-
dad" del trabajo y el capital. El Plan
establecía entre sus prioridades in-
dustriales la sideruréia, la metalur-
éia, la producción de aluminio, la
química y las actividades metalme-
cánicas. En consecuencia, la produc-
ción de alimentos y textiles quedaba
releéada en función de la búsqueda
de u na mayor inteéración del entra-
mado fab ril.
El cumplimiento de estas metas viene de la página 22
exiéía un éran esfuerzo de financia-
ción por parte del sector público.
Los recursos provendrían principal- 1 9 4 9
mente de "ahorros reales" median- 16 de marzo
te la colocación de títulos públicos y
•
Se aprueba la nueva Constitución.
en menor medida del crédito banca-
rio. También se impulsó una ley de 8 de abril
inversiones extranjeras que otoréa- Perón expone en el I Conéreso
Nacional de Filosofía en Mendoza.
ba importantes beneficios a la radi-
cación de capitales en la industria. 30 de abril-2 de mayo
Catorce empresas manufactureras, Se inauéura el aeropuerto de Ezei-
en su mayoría estadounidenses, se za y se nacionalizan las empresas
radicaron en el país bajo el amparo de aeronaveéación que serán lueéo
Aerolíneas Aréentinas.
de la nueva ley, entre ellas las quí-
micas Merck y Monsanto, y otras 26 de julio
alemanas como Siemens y Bayer Nace el Partido Peronista Femenino.
reinéresaron lueéo de haber sido
expropiadas durante la éuerra. En-
tre las inversiones autorizadas más
importantes se encontraban las
nmom
12de enero
correspondientes a empresas ale- Se declara el Año del Libertador
manas productoras de t ractores y, General San Martín.
especialmente, la de la italiana FIAT.
31 de mayo
Otra inversión destacada fue la de
Creación de la Comisión Nacional
la automotriz Kaiser a comienzos de Eneréía Atómica.
de 1955; esa compañía firmó una
asociación con IAME, una empresa 16 de junio
estatal, para la fabricación de auto- Primer vuelo del Pulqui II, avión a
móviles utilitarios y de pasajeros en reacción de fabricación nacional.
la ciudad de Córdoba.
Paralelamente, fue lanzada la con-
siéna de la "productividad", recoéida
DIJDD
por parte del éremialismo empresa- 13 de febrero
rio cercano al éobierno (Confedera- Misión a la Antártida.
ción General Económica -CGE-). Los 10 de abril
industriales destacaban las dificul-
Primer alto horno de Fabricacio-
tades para incrementar la produc- nes Militares en Zapla, Jujuy.
tividad sobre la base de introducir
mejores equipos dada la insuficien- 22 de agosto
cia de divisas; superar ese dilema Cabildo Abierto del Justicialismo.
era posible pero forzosamente se Piden a Eva Perón inteérar la fór -
mula en las próximas elecciones.
trataba de un proceso lento, y por
ese motivo estos sectores patro- 31 de agosto
nales apoyaban también la política Eva Perón declina la candidatura
de inversiones extranjeras del éo- a la vicepresidencia de la Nación.
bierno. En consecuencia, dado que 28 de septiembre
no podían elevarse los rendimien- Es sofocado un intento de éolpe
tos en forma inmediata a través de del éeneral Benjamín Menéndez.
una mayor mecanización, las mejo-
17 de octubre
ras debían loérarse mediante el au-
mento de la productividad de las Primeras transmisiones de Canal 7.
máquinas existentes y de los obre- 11 de nouiembre
ros. Un conéreso se realizó en 1955 Perón-Quijano obtiene el 62% de
con el propósito de avanzar en ese los votos frente a Balbín-Frondizi
sentido, pero la resistencia sindical (UCR). Votan las mujeres.
impuso límites muy concretos y los
resultados fueron escasos; el éolpe
de Estado que derrocó al éobierno
DDDEJ
en septiembre inhibió finalmente 4 de junio
esa posibilidad y terminó por alinear Perón asume su seeundo mandato
de manera decidida a la mayoría de presidencial.
los empresarios junto con los críti-
cos de la éestión peronista. ■ sigue en la página 36
LE MOI\JDE DIPLOMATIQU E, EDICIÓ CO JO SUR 27
1' Luis J . Medrana , "Tren de excursión", ilustración
µublicada en el Almanaque de Alµargatas, 1947
PIEZA CLAVE DE UN CÍRCULO VIRTUOSO

EL CONSUMIDOR OBRERO
La incorporación de los trabajadores al mercado de consumo y la
democratización del entretenimiento fueron uno de los pilares de la
construcción de la Nueua Argentina. Esta inclusión prouocó cambios
culturales profundos y no estuuo exenta de tensiones sociales.
Como mercado, uotantes y fuerza de trabajo, los trabajadores
monopolizaron la atención del Estado, de la industria y de los
creatiuos publicitarios. El consumidor obrero fue, en este sentido,
una fuerza social única que transformó la Argentina moderna.

1 peronismo consideraba a la al consumidor obrero, ícono del bien-

por NATALIA MILANESIO

Doctora en Historia (Uniuersidad de Indiana,

E industria nacional como la base
Estados Unidos). Docente de Historia La~ino~-
mericana Moderna e inuestigadora de Hlstona
Moderna Argentina en la Uniuersidad de
Houston (Texas, EE.UU.). Autora de cuando los
trabajadores salieron de compras. Nueuos consu-
midores, publicidad y cambio cultural _durante el
primer peronismo (Siglo XXI, Buenos Alres, ~0:4).
Actualmente está trabajando en su proxlmo
libro una historia de la sexualidad y el destape
e~ el regreso de la democracia en Argentina.
para la creación de la Nueva Aréentina,
estar y de la justicia social peronista;
El éobierno peronista aumento
socialmente justa, económicamente entonces la participación de los secto-
libre y políticamente soberana. Y tenía res de menores inéresos en el mercado
la firme convicción de que el creci- con una combinación de sindicaliza-
miento industrial y el pleno empleo ción, reéulaciones laborales, pr~-
dependían del consumo interno. Por éramas de asistencia social y salano
lo tanto, los buenos salarios eran el mínimo (2). En 1948, la participación
verdadero motor de la "cadena de la obrera en la distribución nacional del
prosperidad": los sueldos altos ali- inéreso alcanzó el 53% por primera vez
mentaban la demanda aéreéada, una en la historia aréentina y el consumo
demanda creciente estimulaba la pro- doméstico creció un SO% en compara-
ducción y ésta impulsaba, a su vez, el ción al año previo. La repercusión de
aumento salarial (1). Perón definía el estos cambios en la actividad comer-
proceso como un "círculo virtuoso" y cial de todo el país fue inmediata: entre
en el centro ubicaba como pieza clave 1946 y 1954 los neéocios minori 5tª5

28 L ATLAS D L PE ONIS 10

bl pn a la m·1yo
El Estado reconocía que
tener tiempo y dinero para
actiuidades recreativas y para
el consumo era un derecho
legitimo e inalienable.
Ad má d lo aumentos salarial s
y I aéuinaldo, otras medidas como las
va a iones paéas, la licencia pae:a por
nf rm dad y el cané !amiento de los
alqu il re - l monto del presupuesto
m n ual de los hoéares destinado al
alquiler pasó del 18% del total en 1943
al 2,6% n 1.957- incrementaron nota-
bl m nte el inéreso disponible entre
los sectores trabajadores (4). El Estado
p ronista también reconoció la impor-
tancia de la canasta familiar obrera
y no só lo intervino para éarantizar
pr cios estables sino también alimen-
tos de calidad. Para estos efectos, el
Estado articuló, por primera vez, una
extensa red institucional y reéülatoria
desde la fábrica hasta el mercado e
implementó una novedosa reélamen-
tació n comercial y publicitaria para
combatir el fraude comercial éaranti-
zando que los consumidores recibieran
información correcta sobre el peso, los
inéredientes y el valor nutricional de
los productos (5).
PROPAGA NDA PARA LAS MASAS
La publicidad fue un componente
central de la cadena de la prosperi-
dad. Como tal, se convirtió en una
actividad social y económicamente
prominente, un siéno del desarrollo
mercantil y un motor de crecimiento
industrial y proéreso nacional. Entre
1945 y 1954 los fondos invertidos
en publicidad se quintuplicaron, el
número de aéencias aumentó sin
precedentes y el nivel de prof esio-
nalización y especialización se incre-
mentó drásticamente. En esos años,
la publicidad en la vía pública creció
de manera exponencial. Mientras
el mercado estaba expandiendo su
base social, los carteles publicitarios
democratizaron la propaéanda. Los
expertos en marketiné afirmaban que
la publicidad caJlejera era el epítome
d la pr paf:!'anda para las masas tra- las mujeres empleadas en el sector
bajadora : arte les, posters y letreros terciario casi duplicaban el número
r n ératis y de libre acceso. de mujeres en la industria. Las nuevas
l p ronismo y s us transforma- protaéonistas comenzaron a publicitar
ion s sirvieron como marco para el artículos como las medias de nylon que
d sarrollo d una auténtica publicidad tradicionalmente habían promocio-
nacional: aéencias aréentinas con per- nado mujeres aristocráticas luciendo
sonal aréentino que trabajaba para exquisitos vestidos en escenarios fas-
anu nciantes locales. En vez de reprodu- tuosos. La campaña de medias Orea de
cir fórmulas publicitarias utilizadas en 1947, por ejemplo, utilizó los testimo-
el exterior, estos creativos se abocaron nios de una maestra, una empleada de
a crear una publicidad orie"inal basada comercio y una costurera, entre otras
n los valores y las expectativas de los mujeres trabajadoras (7).
nuevos consumidores de clase traba- Lejos del lenéuaje publicitario for-
jadora. En consecuencia, los consumi- mal del pasado, los creativos favo-
dores obreros tuvieron una profunda recieron textos cortos, eslóéanes
influencia en la propaéanda comercial
de la época. Un cambio evidente fue
el uso de personajes de Ja clase traba- EL BOOM DE LAS
jadora para vender una diversidad de
artículos, aun aquellos que no estaban
HELADERAS ELÉCTRICAS
fácilmente al alcance de consumido-
res de bajos inéresos. En 1953, por HELADERAS ELÉCTRICAS
ejemplo, SIAM lanzó una campaña FABRICADAS EN ARGENTINA
masiva para promocionar su lavarro-
pas anunciando: "Si usted tuviera que
lavar, compraría un lavarropas SIAM".
Los avisos estaban dirü!idos al Sr. Elec-
tricista, al Sr. Mecánico, al Sr. Pintor
y al Sr. Carpintero y las ilustraciones
mostraban a dichos trabajadores frus-
trados y doloridos mientras trataban
torpemente de lavar ropa a mano con
la ayuda de sus herramientas de tra-
bajo. Estos personajes publicitarios no
sólo ponen en evidencia el aumento
del poder adquisitivo de los sectores
de menores inéresos sino también la
leéitimidad cultural y el atractivo social
de dichos personajes (6).
1947 1955
Para los consumidores 1. La empresa SIAM se conuirtió en la
fabricante número uno de heladeras en
de clase media y alta, la el pais. Entre 1950 y 1955, su producción
nueva inclusión social suscitó se triplicó, fabricando entre el 60% y el
80% de todas las heladeras uendidas en
sentimientos de "invasión'~
Argentina.
HOGARES CON HELADERA
Las mujeres trabajadoras también ELÉCTRICA
tuvieron un rol publicitario sin prece-
dentes, aunque los creativos evitaron 1946
el uso de obreras fabriles y se inclina- 1decada28
ron por mujeres en ocupaciones social-
mente más aceptadas. La estrateéia •••••••
•••••••
estuvo a tono con el contexto ya que
el éobierno peronista advocó a favor
de la maternidad y la domesticidad por
sobre el trabajo asalariado mientras
••••••
•••••
utilizaba a la enfermera como ícono de 1955
la mujer trabajadora y contrapartida 1
femenina del obrero industrial. Los
personajes publicitarios femeninos
también reflejaron el mercado de
•
trabajo ya que a mediados de siélo
l E MONDE DIPLOMAl IQU , EDICIÓl'J CONO SUR 29
 ', - ',ílj( dil (l('j O' L,< 1 l1111,11lcl1 • 11111v1111 .. 1111 , t11 • fl1 • lr111 ,o 101
1 Ílll,I
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ab, nml>lrn dhc 111 11 •·• 11 1111 111 e ,11 111d1111111 1111111 ,i
o, , rvidpn1<" l'll < 1 1 llll)l tl l111 ,d1l1 1•111'1111 1,,,
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h y doc 11 'l H )( l I p~, l ,, 1 1
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n i n <I <' rlLIPV I () , '11 ~1 , 1+
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utili z ).
1' "Postales estadisticas" (Mundo Peronlsta , r ef e r u ¡J 1
Año 1, N21, 15-7-1951)
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cipa ba n ié u a li l I J ,1

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1

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De 380.000 turistas en 1940, la vid , LArhana y 1 , , <u ,,,r
Mar del Plata pasó a recibir un c:r.ntrnlPr tln, 1:11 11tl(/,
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millón de personas en 1950 y 1,4
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millones cinco años más tarde. ) mpn
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retóricos que as oci a ban ci a rtí~ l:J
culos de cons umo y n eéoc n "lo ,,,,, I,

+ Campaña publicitaria de los lauarropas SIAM popular" y "el pu e blo" e hi u o P''

(El Mundo, 17-12-1953) extendido de un humor sirn ato y <)11
chispeante en contra de la s ol e mnidad
·ntero: y seriedad publicitarias d d , a d {)

pasadas. Por ejemplo, l.a rn n iona rn

campaña del lavarropas SIAM q (y
l
pivoteaba en la reversión de los rol
tradicionales de é é nero (8) .
Además del lenéuaj e, la pu · · ad
alteró s us conte nidos. n las i-
dades de cocinas a éas y he la or
ejemplo, ternas como la r
s alud continuaron s iend
pero en los añ os cin cu n
ejes temát icos fu eron 1
la e conomía y la du ra b
principios se a molda ro n a
sida des de los nu evos on
obreros para los cu ales La a
lewa, • ••"'• •• • ...._ 41 .,. ., . . de un e le ctrodoméstico
t•le ... H.r ._.,. ,..._ ...u..._
,,u,d1 ■
tado de una d ecis ión i
y eU•I•.., el el_• .,. 4• a. .. w. •
implicaba un pl an ea ·
de las finanzas, el us
inve rs ión a lar{!o
cu e n d a, refe r e nci
prestiéio di ro n J
s obre e l pr io, 1
lidad y la utilida -
nes a fi estas y có
las publicidad s
cuarenta, fu e ron a

30 EL ATLAS DEL PERür JISl-1O

1' Calzado Vincentl, Rosarlo (Museo de la Cludad, Rosarlo)

una "int éración forz da" n or atl · nti a · r cibir un millón d

de menores inér os. personas o y 1,4 millon cin o Not as
Mar del Plata e un aso paradié- años más tard (1 ). ' 1
mático ya qu ha ta fin d lo ño p ronismo contr taba imáé n
treinta había sido el luéar el éido por d pa ado r ci nt marcado por 1 2 " l alarlo en I p vlv ,
los secto res adinerados y por la clase Mundo Peronista , 7. Bu .
n sidad y la pobre za con las d la 15-1-1953.
m edia, qu había éanado ac so a la a Aré ntina dond los salarios 3 P blo Gerchunoff y Luc s Uach. I ciclo dP
ci udad n la década d l v int . Hacia altos permitían a los obreros veranear, la Ilusión y el desen anto. Un /glo d po/(tfca
mediados de la década d 1cincuenta, divertirs y comer y v stir m jor. P rón económicas argenHna , Arl 1, Bu no Air ,
1998.
Mar del Plata perdió esta r putación ilustró st arf[Umento al contar que, 4 usana Torrado, · trnctura
elitista para transformarse en el d s - en 1943, los trabajadores de la carn Argentina. 19 115-1983 . dlclon
tino preferido de ci ntos de miles de lo visitaban en alparéatas y cinco años Buenos Alr s, 1992.
trabaja dores que no cono ían el mar más tarde, lo hacían luciendo eleéan- s Natalia Mllan io. uando lo trabajador
salieron ele compras. l~lo XXI. Bu no Air
o nunca habían dejado su ciudad natal. tes camisas de seda (14). Mientras el 2014.
Para convertir a Mar del Plata en "el éobierno celebraba estos nu vos patro- 6 Avisos de SIAM. CI Air 2· 11•
espejo de la democracia social aréen- n s de consumo, los sectores medios 1954. y El Mundo, Bu 0 -2 3.
resintieron la potencial confusión entre 7 Avisos d Or a. El sA 10·
10 -1947, y Para TI, B 15- 7
La percepción de que ciases y temieron su propia inhabilidad 18-5-1948.
las diferencias entre las clases para dif rendarse de forma irrefutable 8 .

sociales eran menos notorias de los "intrusos". La fié\.lra del "obrero 9 28-4-1
bien vestido", por ejemplo, puso n ayo d 'l. S1.
fue concomitante duda la función d I atu ndo orno un 1
a una creciente homogeneidad siéno confiable de iden idad d das
en el consumo. transformándolo, en ambio, en un arti-
luéio de simulación qu inspiró profun-
das ansiedades. Así, ·
tina", el éobiemo peronista éarantizó el · ¿Qui · n pu de st
cumplimiento de las vacaciones paéas, vista quién s la niña
construyó hoteles nuevos, expropió y modestaem
nacionalizó otros y ayudó a los sindica- modas de 2002.
tos en la construcción y administración la el vaci
de hoteles propios. Además, r dujo las trabajad
tarifas de alojamiento y de transporte d l estat
y lanzó proéramas por los cuales los altos (1
turistas costeaban el viaje y el Estado dif renci
subsidiaba el hospedaje. De este modo, eranm n
de 380.000 turistas en 1940, la ciudad a una re

31
1

E1 :,

LAGRA
MATANZA
A mediados de junio de 1955, el conflicto entre
el gobierno peronista y la oposición alcanzó su
cenit cuando un sector de las Fuerzas Armadas
intentó eliminar al Presidente y tomar el poder
bombardeando puntos estratégicos de la ciudad
de Buenos Aires, con epicentro en la Plaza de Mayo,
con unas cien bombas de fragmentación. El ataque, ODIO SOCIAL
que produjo más de 300 muertos, fracasó en su
objetiuo, pero anticipó el golpe que tendría lugar
en septiembre de ese año. Sus autores nunca fueron
condenados por el hecho, que recién en los años Fu r
2000 fue recordado de forma oficial. part
por Ernesto Salas presi
Historiador. Director del Centro de Estudios Políticos de la t a
Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ).
cayó
Otro
enla
n 1955, la escalada del conflicto entre el colum
E éobierno peronista y la oposición alcanzó su
cenit a mediados de junio. El día las actividades
16,
les al éobi
La Tablada, y
administrativas y bancarias bullían rutinariamente obrera que s
en la zona de la Plaza de Mayo cuando comenzó Jabón F d r
un alzamiento de oficiales y suboficiales de la bas sobre el e
Armada Aréentina, con el apoyo de un sector de la destrucción
la Aeronáutica y érupos de civiles oréanizados tacto en la t 1
en comandos. Los éolpistas habían considerado de Obras Pú
que el impacto que provocaría un ataque directo la Fundación
sobre la Casa de Gobierno y la posible muerte de de Inéenierí
Perón sería su Pearl Harbar. Si loéraban triunfar Esto d s
iban a imponer un triunvirato formado por MiéUel el objetivo
Ánéel Zavala Ortiz (Unión Cívica Radical), Amé- sede presid ncial
rico Ghioldi (Partido Socialista) y Adolfo Vicchi social y de das
(Partido Conservador). El teniente de co
La ciudad de Buenos Aires nunca había su- notti, uno d los i
frido un bombardeo aéreo a lo laréo de su his- batían desde la
toria. Aléunos de los ocasionales transeúntes defensores d l
que pasaban por el luéar estaban informados muchos años d
de que habría un desfile aeronáutico, por lo Ruiz Moreno qu
bajo a un érupo d
QUEDÓ DESMENTIDA LA VERSIÓN una bandera y arm
POSTERIOR DE QUE EL OBJETIVO "¡La vida por P
DEL BOMBARDEO HABÍA SIDO SÓLO más adelante
Se calcula q
LA SEDE PRESIDENCIAL.
cantes lanzaron 10
y entre 9 y 14 tone
que no causó sorpresa que al mediodía vieran ría sobre Plaza d
lleéar sobre la Plaza los aviones que dieron co- Guillermo Pala io
mienzo al asalto. La primera bomba cayó a las bombas, desea
12.40 e impactó en un micro de pasajeros ma- bustible de 80
tando a todos sus ocupantes. De allí en más, la lateral de la
sorpresa de los presentes mutó en desespe- objetivos a
ración y lueéo, como respuesta a las noticias sólo fue impa
que se iban conociendo por radio, en la con- yeronmu rta

32 1EL ATLAS DEL PERONISMO

 Participaron 20 aviones North American 4- " lmó.genes del
Bombardeo d la Plata
AT6 al mando del capitán de corbeta Santiaéo de Mayo del 16 -6-1 SS
Sabarots, 5 aviones bimotor Beechcraft AT11, y del tech.o de La Iglesia
de San Francisco luego
comandados por el capitán de corbeta Jorée de ser lncendlada esa
tarde- noche (AGN)
Imaz, tres hidroaviones Catalina al mando del
capitán de corbeta Enrique García Mansilla
y 6 cazas Gloster Meteor de la Fuerza Aérea
con cañones semiautomáticos de 20 milíme-
tros. En los fuselajes habían pintado una V
con una cruz encima, "Cristo Vence", el lema
de la conspiración. El jefe del ataque aéreo fue
el capitán de fraéata Néstor Norieéa. Hacia la
tarde-noche, enterados del fracaso del alza-
miento, cruzaron el Río de la Plata y buscaron
refuéio en Uruéuay. El triunvirato civil y unos
cincuenta conspiradores hicieron lo mismo (1).
En el Ministerio de Marina, asediado por
una multitud, el contralmirante Aníbal Olivieri
supo que estaba derrotado. Pero, en sus pro-
pias palabras, no quería entreéar el edificio a
la turba que lo rodeaba, por lo que, junto con
el jefe de la Infantería de Marina, el contral-

A LO LARGO DE LA JORNADA
LOS ATACANTES LANZARON 100 BOMBAS
DE FRAGMENTACIÓN Y ENTRE
9 Y 14 TONELADAS DE EXPLOSIVOS .

mirante Samuel Toranzo Calderón, pidió ren-

dirse ante oficiales del Ejército. Finalmente, en
la madruéada del 17 de junio el vicealmirante
Benjamín Garéiulo, el tercero de los jefes del
alzamiento, se suicidó en su oficina.
Mediando la tarde y como represalia, éru-
pos de peronistas exaltados incendiaron y sa-
quearon la Catedral, la Curia Metropolitana
y las iélesias de San Francisco, San Iénacio,
Santo Dominéo, San Miéuel, San Nicolás, San
Juan, la Merced, la Piedad y el Socorro.
En el año 2010, una investiéación de la Se-
cretaría de Derechos Humanos de la Nación lo-
éró identificar 308 muertos comprobados y un
número de heridos próximos al millar. La per-
sistencia de la memoria que fija el evento como
el mayor atentado terrorista del siélo XX en Ar-
éentina ha rescatado los nombres de los caídos,
se ha materializado en textos, investiéaciones,
documentales para ser finalmente reconocido,
entre 2008 y 2015, de manera oficial (2). ■

Notas
1 Con excepción de Vicchi, los miembros del triunvirato participaron de la Junta
Consultiva Nacional durante la autodenominada Revolución Libertadora. Vicchi fue
nombrado embajador en Estados Unidos. Una parte de los conspiradores. incluidos
los tres asesores del almirante Aníbal Olivieri. participaron en los l!olpes sil!Uientes.
Al{!unos terminaron condenados por crímenes de lesa humanidad.
2 Véase Rosa Elsa Portul!heis (coord.), Bombardeo del 16 de junio de 1955. Secretaría
de Derechos Humanos. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación,
Buenos Aires, 2015 (edición revisada). Disponible en: http://wwwjus.l!ob.ar/
media/2907564/bombardeo_16_de_junio_de_1955_ed._revisada-_di~taL_2_.pdf
1
➔ Perón se reúne con
delegaciones obreras
de Chile, 23 - 2-1953
(CeDl nCI}
LOS FUNDAMENTOS DE LA TERCERA POSICIÓN
EN BUSCA DE LA
INDEPENDENCIA
ECONÓMICA
¿Fue la llamada Tercera Posición en la política internacional
argentina una mera bandera proselitista que enarboló el gobierno
peronista? ¿Un simple mit o que persiste incólume a traués de los
años? ¿Significó solamente la continuación de una uieja tradición
neutralista? ¿O representó, en cambio, un camino inédito en el cual
se sentaron las bases de una politica exterior identificada con los
intereses nacionales, aumentando el poder de negociación con las
grandes potencias y ciertos márgenes de autonomia?
por MARIO RAPOPORT
Profesor emérito de la Uniuersi-
E levar la Tercera Posición a la cate-
éoría de mito constituyó, tanto
para los apoloéistas como para los
dad de Buenos Aires y del Instituto
del Seruicio Exterior de la Nación.
críticos acérrimos, un recurso fácil.
Unos vieron en ella a la precursora
del Movimiento de No Alineados, la
piedra anéular de una política ter-
cermundista que no se embanderaba
con ninéún imperialismo. A otros, en
cambio, esa misma absolutización les
sirvió para someterla a una crítica
demoledora, pues muchos ejemplos
concretos demostraban lo contrario.
En realidad, la llamada Tercera Posi-
ción, que en su formulación ideolóéica
oriéinaria pretendía caracterizar al
proyecto económico y social del pero-
nismo como una alternativa aparen-
temente superadora del capitalismo y
del socialismo, no se trasladó como tal
al campo de la política internacional
aréentina. Era una formulación praé-
mática que procuraba obtener en la
34 EL ATLAS DEL PEROl\llSMO
acción diplomática mayores máréenes
de autonomía.
Perón creía en la inevitabilidad de
un enfrentamiento bélico entre los
antie:uos aliados de la Seéunda Guerra
Mundial: la URSS y Estados Unidos. Esta
visión la expuso por primera vez ante
los estadounidenses en abril de 1945,
en una entrevista con el seéundo secre-
tario de la Embajada de Estados Unidos
en Buenos Aires, Edward Maffit (1). Su
convicción sobre el carácter inevitable
de una Tercera Guerra Mundial formaba
parte muy tempranamente de su pen-
samiento estratééico y condicionó, por
lo menos durante su primer período
de éobierno, la política económica y
exterior peronista. No obstante, ni el
proclamado alineamiento con Occi-
dente ni su posición ideolóéica contra
el comunismo le impedirían, a pesar de
los avatares de la Guerra Fría, mantener
y desarrollar las relaciones con la Unión
Soviética y con los países de su bloque.
En este sentido, Perón visualizó
con claridad el fenómeno principal
de la poséuerra: la existencia de un
mundo bipolar heéemonizado por
dos érandes superpotencias. Aunque
equivocó el pronóstico que preveía un
tercer conflicto bélico a escala mun-
dial, intentó practicar una política
que permitiera e:anar máréenes de
autonomía para el país, por encima
de opciones irreductibles.
Se ha planteado también que los
lineamientos de la Tercera Posición
constituían "en el fondo la política
exterior tradicional de la Aréentina"
(2). Es decir, una mera continuación
del neutralismo y de la confrontación
con Estados Unidos, especialmente
por las difíciles relaciones económicas
con un país cerrado a las competitivas
 e portaciones aéropecuarias aréen-
tina . Un antaéonismo que, junto a
otros factores, derivó en una rivalidad
política por el liderazéo del continente.
Esto, que visto fríamente parece
absurdo dado el distinto peso de los
posibles contendientes, se expresó
en especial por la posición de neutrali-
dad en ambas éuerras mundiales, que
caracterizó a la diplomacia aréentina
antes de la lleéada de Perón. Se trata
no obstante de una aseveración que
recoée ciertas similitudes formales en
la conducta externa aréentina hasta
entonces, pero olvida la estructura
de poder y la constelación de intere-
ses que conformaron, por lo éeneral,
esa diplomacia. No distinéue el carác-
ter de las relaciones conflictivas con
Washinéton durante los éobiernos
oliéárquicos -cuya base de sustenta-
ción eran las relaciones "privileéiadas"
con Gran Bretaña y Europa, mercados
complementarios donde se obtenía
la financiación que esos éobiernos
requerían- del contenido específico
de la política exterior peronista. En
esta última, aunque no representó en
los hechos una ruptura total con los
esquemas de vinculación internacional
anteriores, la búsqueda de autonomía
se articulaba con un proyecto orientado
por el proclamado objetivo de obtener
una mayor "independencia económica"
respecto de las érandes potencias.
VISIÓN AUTONÓMICA
Los comienzos de la Guerra Fría refor-
zaron la idea de Perón de actuar con
mayores máréenes de autonomía
frente a las érandes potencias, pese
a las presiones en contrario del exte-
rior y a la imaéen neéativa que solían
atribuirle las fuerzas opositoras. De
allí que a los dos días de asumir la
Presidencia estableció relaciones
diplomáticas con la Unión Soviética,
que recién iba a dar aléunos frutos en
1953, pero que señalaba un cambio de
rumbo en un continente donde el peso
de Washinéton era predominante. Si
bien Aréentina entró en las Naciones
Unidas con el apoyo de Estados Uni-
dos, no adhirió a las oréanizaciones
financieras creadas en Bretton Woods,
como el Fondo Monetario Interna-
cional (FMI) y el Banco Internacional
de Reconstrucción y Fomento (lueéo
Banco Mundial). A su vez, el éobierno
peronista llevó a cabo también una
muy activa campaña de acercamiento
político y cultural a los países latinoa-
mericanos, acompañada por con~e-
nios comerciales, y creó aéreéadunas
obreras en las embajadas realizando
acciones de propaéanda destinadas a
difundir las consiénas deljusticialismo
en la reéión.
Un ejemplo temprano de esa visión
autonómica se halla sintetizado en el
discurso que el Presidente diriéió al
Conéreso Nacional en 1946, en oca-
sión de la presentación del Primer
Plan Quinquenal. Señalaba en una de
sus partes que "en 1810 fuimos libres
políticamente; ahora anhelamos ser
'económicamente independientes'[...].
El equilibrio económico del rééimen
capitalista [... ] había establecido un
encadenamiento entre los diversos
países a través del intercambio eco-
nómico y financiero. Con ello, se había
posibilitado que [... ] un país central[... ]
pudiera succionar la riqueza de los
demás". En cuanto al desequilibrio de
los términos de intercambio, Perón
afirmaba que "por diferencias de los
precios de los artículos importados
y los exportados [... ] la República, en
cuatro años, perdió casi cuatro mil
millones de pesos. [... ] Nuestro Plan
considera en esta seéunda etapa
multiplicar nuestra riqueza y repar-
tirla convenientemente [... ]. Sin bases
económicas, no puede haber bienes-
tar social [... ]. Debemos producir el
doble de lo que estamos produciendo,
multiplicarlo por cuatro mediante
una buena industrialización; es decir,
enriquecer la producción por la indus-
tria; distribuir equitativamente esa
riqueza, y aumentar el estándar de
vida de nuestras poblaciones ham-
brientas que son la mitad de país [... ]
y cuando el ciclo de la producción,
industrialización, comercialización
y consumo se haya cerrado, no ten-
dremos necesidad de mendiéar [en]
mercados extranjeros, porque ten-
dremos el mercado dentro del país y
habremos solucionado con ello una
de las cuestiones más importantes: la
estabilidad social, porque el hambre es
muy mala consejera de las masas" (3).
Perón intentó practicar 1' (La Nación Argentina. Justa, libre y
una política que permitiera soberana, Presidencia de la Nación, 1950)
ganar márgenes de autonomía
para el país, por encima de
opciones irreductibles.
Este discurso sintetizaba la filosofía
económica del peronismo durante su
primera etapa. Reflejaba una política
industrialista, nacionalista y estati-
zante, muchos de cuyos aspectos
LE MONDE OIPLOMATIQUE, EDICIÓN CONO SUR 35

\lll"llt' c/1• /a fWtJillU 21
de julio
, e v n. fun rales
nan t o con
do d u r a T.
21 de diciembre
b 1 S ffUndo
ºººº
20 al 27 de febrero
P ón visita Chil .
15 de abril
Atentado con dos bombas en un
a to d la GT; en represalia in-
ndian la Casa Radical, la Casa
d I Pueblo y las sedes del Jockey
lub y del Partido Demócrata.
DD11B
8 al 14 de marzo
I Festival Internacional de Cine
en Mar del Plata.
10 de nouiembre
Estalla el conflicto con la Iélesia.
El 14 de diciembre se aprueba la
Ley de Divorcio.
16 de junio
Sublevación militar: aviones de
la Marina bombardean Plaza de
Mayo y sus alrededores, con un
saldo de centenares de muertos.
Por la noche son incendiadas iéle-
sias del centro de la ciudad de
Buenos Aires en represalia.
31 de agosto
Perón presenta su renuncia ante
la CGT como prenda de paz entre
los aréentinos, pero la retira ante
los manifestantes reunidos en la
Plaza de Mayo en uno de sus dis-
cursos más combativos.
16 de septiembre
Golpe de Estado. El éeneral
Eduardo Lonardi se subleva en
Córdoba y la flota de éuerra nave-
éa hacia Buenos Aires.
20 de septiembre
Perón se refuéia en la embajada
de Paraéuay. El día 23 Lonardi
asume la Presidencia. Se inicia el
éobiemo de la autodenominada
"Revolución Libertadora".
3 de octubre
Perón aborda la cañonera "Para-
éuay" y se exilia en Asunción.
sigue en la página 43
36 l L Al L/ ,._., ú L PEROi !ISMO
También lleéó a acordar un critica-
se hallaban en consonancia con las
do tratado con la España de Franco
t nd ncias existentes entonces en el
como afirma un documento del De~
mundo, del New Deal estadounidense
partamento de Estado de 1948: "Las
a la nacionalización de la industria del
bases subyacentes para el comercio
petróleo en México y, más próxima
bilateral con Europa permanecieron
en e l tiempo, la política de naciona-
como antes de la éuerra debido a la
lizaciones del laborismo inélés que
necesidad europea de materias pri-
había triunfado en las elecciones de
mas aréentinas" (4).
1945. La URSS, caracterizada como
En la coyuntura internacional de
principal enemiéo del capitalismo,
la poséuerra, que se iba a revelar ad-
todavía éozaba de cierto prestiéio
versa, la política económica exterior
debido a su intervención en la derrota
del peronismo consistió, sobre todo,
del nazismo, y a sus avances económi-
cos, con los que procuraba emparejar en la búsqueda de mantener el viejo
esquema trianéular en función de
a Estados Unidos.
Se valoraba en el mundo el rol de la favorecer la industrialización arl!en-
planificación que, junto con el inter- tina: exportar hacia Gran Bretaña y
vencionismo económico, había tenido Europa a fin de obtener las divisas
en Aréentina aléún antecedente en necesarias para la compra de bienes
los años 1930. En este sentido, Pe- de capital, insumos y materias pri-
mas esenciales, que
rón impulsó en 1944
en las condiciones
la creación del Consejo
mundiales del perío-
Nacional de Poséuerra,
base para la formula-
do sólo podían ser
provistos por Esta-
ción de sus dos planes
quinquenales. Además, dos Unidos (5).
Puede observar-
en la sociedad aréenti-
na no sólo el éobierno se que, entre 1946 y
peronista sostenía es- 1948, Gran Bretaña
tas políticas, sino que retuvo su posición do-
formaban parte del minante como cliente
proérama de núcleos individual en las ex-
importantes dentro de portaciones aréenti-
las fuerzas opositoras, nas. Esto también se
como sectores de iz- explica por la forma
quierda y el otrora ma- de paéo de la nacio-
yoritario radicalismo, nalización de los fe-
1' (La Nación Argentina. Justa, libre y
en e que comenza a soberana, Presidencia de la Nación, 1950) rrocarriles -explici-
1 b
a predominar la nueva tada en el Convenio
diriéencia radical "in- Andes de febrero de
transiéente" encabezada por Moisés 1948-, realizada mayormente con las
Lebensohn y Arturo Frondizi. exportaciones de ese año, porque el
Esa dimensión interna resulta saldo a favor en libras resultado del
esencial para comprender los alcan- intercambio comercial durante la
ces y límites de la política exterior éuerra estaba bloqueado en el Banco
del período, estrechamente liéados de Inélaterra y la inconvertibilidad
a los del proceso económico y social de la misma libra en 1947 impedía
que los éobiernos peronistas llevaron comprar otras divisas. Mientras tan-
adelante. to, las importaciones desde Estados
En el plano de las relaciones eco- Unidos, liquidando lo que quedaba
nómicas internacionales y a través de las reservas en dólares y a pesar
de acuerdos bilaterales contrapues- de los conflictos diplomáticos, cre-
tos al tipo de acuerdos impulsados cieron espectacularmente, al mayor
por Washinéton, la conducta exter- nivel de su historia.
na peronista tuvo, en distintos mo-
mentos, tres raséos fundamentales. DIVERSIFICACIÓN
Por un lado, enfatizó las relaciones Con esas premisas, el éobierno pe-
con América Latina, tomando distan- ronista procuró "balancear" el peso
cia de un "panamericanismo" ríéida- de Washinéton en lo económico ~
mente subordinado al país del Nor- diplomático; intentaba loérar'. -~~•
te. Por otro, potenció las relaciones su tercer objetivo: la recompos1cio '
comerciales con Europa Occidental, en mejores condiciones, de sus re-
y, en particular, con Gran Breta- laciones económicas y políticas con
ña, como proveedora de alimentos. el país del Norte. Esto duró hasta la
crisis de los años 1949-1952,_debida
a diversos factores: el aéotamiento
del proceso de sustitución de im-
portaciones, la falta de divisas para
pasar a otra etapa de la industriali-
zación y dos sequías sucesivas. Lo
que se conjuéó con la neéativa a la
participación aréentina en el Plan
Marshall (por la que el éobierno ar-
éentino pujó hasta último momen-
to) y el debilitamiento consiéuiente
de las relaciones tradicionales con
Europa, que afectó a todos los países
latinoame ricanos, pero perjudicó
notoriamente a Aréentina dado el
volumen de sus vínculos con el Viejo
Continente.
Lo más notable fue
el intento de recrear un
nuevo ABC, alianza económica
y política de los países más
importantes del Cono Sur.
Su primer intento de acercarse
nuevamente a Washinéton fue el
préstamo de 125 millones de dóla-
res del Eximbank, en mayo de 1950,
que neéoció el ministro Ramón An-
tonio Cereijo ante el reclamo de
compamas estadounidenses que
tenían bloqueados los envíos de sus
remesas. Más tarde consistió en los
contratos de concesión para la ex-
ploración y explotación de petróleo,
en el que intervino la Standard Oil
de California, y en una ley de inver-
siones extranjeras que permitió la
instalación en el país de compañías
automotrices estadounidenses de
seéundo nivel como la Kaiser, lo que
facilitó iniciar de todos modos la in-
dustria automovilística aréentina.
En el orden político, en cambio, se
neéó a enviar fuerzas armadas a la
Guerra de Corea y si bien el éobier-
no aréentino participó en distintas
conferencias interamericanas, sus
posiciones fueron en éeneral dife-
rentes a las de Estados Unidos, has-
ta el límite de lo posible y sin aban-
donar su adhesión a Occidente en la
Guerra Fría.
Sin ernbaréo, lo más notable de su
accionar, ya en su seéundo éobierno,
fue el intento de recrear un nuevo
aunque no obtuvo la adhe-
sión del Brasil de Getúlio
Vare-as, presionado inter-
namente por los enerniéos
internos de Perón y por
Estados Unidos, que no
quería rivales a su lideraz-
éo continental, menos aun
aérupados entre sí.
En cambio, se firmó el
primer tratado comercial
con la Unión Soviética, en
plena Guerra Fría. Perón
aprovechó el pronto esta-
blecimiento de relaciones
diplomáticas con Moscú,
enviando corno embajador
a Federico Cantoni, un co-
nocido diriéente político
de oriéen radical que ha-
bía dictado en San Juan
una proe-resista Constitu- 1' Perónconel presidente de Brasil, Eurico GasparDutra,
ción provincial que veinte 22-s-1941 (ceo1nc1¡
años antes que la peronis-
ta otoréaba el voto a la mujer. Pero
lo más importante fue el convenio
comercial firmado en 1953, y par-
ticularmente la famosa entrevista
entre el encaréado de neéocios de la
embajada, Leopoldo Bravo y el líder
comunista Josef Stalin. La entrevis-
ta, la única otoréada por el dictador
soviético a un diplomático sudameri-
cano, fue sumamente cordial. Y aun- Notas
que Stalin murió al poco tiempo de 1 Memorándum de Edward P. Maffit, Buenos
esa reunión, las neéociaciones conti- Aires. 10/4./194.5, USNA. DS.,835.000-4.-114.5.
nuaron y el mencionado acuerdo se 2 Andrés Cisneros y Carlos Escudé. Historia
general de las relaciones exteriores de la
firmó. En 1955, poco antes de la caí- República Argentina. GEL-CARI, Buenos Aires.
da de Perón, se realizó en Buenos Ai- parte III. tomo XIII. cap. 61.
res la primera exposición industrial 3 Presidencia de la Nación. Secretaría Técnica
Plan de Gobierno (1947-1952). Buenos Aires. ·
soviética en el continente (6). 1946. Tomo I; Graciela Maléesini y Norberto
No obstante el acuerdo con Mos- Álvarez. El Estado y la economía, 1930-1955.
cú, el embajador en Estados Unidos, CEAL. Buenos Aires. 1983, tomo II.
Hipólito J. Paz, neéoció con éxito, 4 OIR Report. Nº 4714. Washinéton OC,
29/7/1948. USNA, OS.
antes de la caída de su éobierno, en
s Veáse el informe del entonces asesor
septiembre de 1955, la financiación financiero de la embajada aréentina en
de la primera empresa siderúréica Washinéton. Antonio Cafiero. Cafiero. A..
aréentina, SOMISA, que recién se Informe Nº XXIII. "Las relaciones econórnico-
fmancieras aréentino-norteamericanas"
inauéuraría bajo la presidencia de Washinéton, 22/8/1949. Embajada en ·
Frondizi (7). Washinéton. Véase también Mario Rapoport
Y Claudio Spiéuel, Relaciones tumultuosas.
En suma, la Tercera Posición Estados Unidos y el primer peronismo,
constituyó el intento de diversificar Emecé, Buenos Aires. 2009.
las relaciones económicas y políti- 6 Véase Mario Rapoport, "Ar!!entina and
the Soviet Union: History of Political and
cas internacionales y afirmar con Commercial Relations (1917-1955)", Hispanic
aciertos y errores, las posiciones del American Historical Review, Vol. 66, Nº 2,
país en América Latina. Se quería Durham, mayo de 1986. La conversación entre
Stalin y Bravo fléura en el expediente 26/1953,
no ceder máréenes de autonomía, AMREC.
apuntando a tener, en la medida de 7 Entrevistas con Hipólito J. Paz, 1983 y 1987,

ABC [Aréentina-Brasil-Chile], alian-
za económica y política de los paí-
ses más importantes del Cono Sur,
con el que loéró firmar en febrero
de 1953 el Acta de Santiaéo con el
presidente Carlos Ibáñez de Chile,
lo posible, un mayor protaéonismo
en los escenarios externos, procu-
rando mantener las políticas inter-
nas, sobre todo, las sociales y las que
permitían avanzar en el proceso de
industrialización (8). ■
en Mario Rapoport, Historia oral de la política
exterior argentina (1930-1966), Octubre,
Buenos Aires, 2015.
a Para una aproximación más !!eneral del
período y su bibliol!rafía, véase M. Rapoport,
Política internacional argentina. Desde la
formación nacional hasta nuestros días, Capital
intelectual. Buenos Aires, 2017, caps, myIV.

LE Müt JDE DIPLOMl1TIQUI= , ECI 1.:.. 37

 UN MOVIMI ENTO MULTIFORME Y PROTEICO

EL PECADO ORIGINAL
El autor, militante del justicialismo durante toda su uida,
sostiene que las claues de las diuisiones del mouimiento
peronista deben buscarse en ciertos uicios estructurales
que lo Ueuaron al derrumbe en septiembre de 1955: el
desplazamiento de los cuadros por los cortesanos, el
pragmatismo que siempre fauorece al ala derecha y las
uacilaciones a la hora de profundizar el proyecto.
por Miguel Bonasso
Escritor y per iodista. ex diputado de la Nación.
p nsaba que el proceso r~voluci_onario iniciado
por 1 peronismo se hab1a desviado y acabaría
"d rrotado por la olie:arquía". Perón, rodeado
d obsecu entes, no lo advertía. Años antes,
Arturo J auretche, uno de los intelectuales del
nacionalismo popular que anticiparon el pero-
nismo y lo apoyaron en sus comienzos, había
trazado un diae:nóstico que conserva plena vi-
e:encia: "El personalismo, que nos éuste o no es
un modo histórico nuestro, acarrea, junto con
sus ventajas (unidad y eficacia inmediata en la
dirección y simplificación en el caudillo-apode-

a, e uandotodosuena
rado del pueblo), la creación de una burocra-
cia cortesana, que paulatinamente lo va blo-
a Perón, es por- queando y aislándolo del medio político social.
que Perón suena ... " El Al mismo tiempo, habitúa al protaéonista a no
Presidente se quedó aceptar las diveréencias y los disentimientos
unos see:undos en silen- que traen los capacitados y los hombres de
cio, escrutando aljesuita carácter que son excluidos por un círculo de
de rase:os ae:uileños que cortesanos que siempre dicen amén" (1).
se había atrevido a sol- A cincuenta años [2005] de la caída de Pe-
tarle semejante profecía rón, cabe preéuntarse si no hay que buscar en
y luee:o, como era su cos- esa definición de Jauretche la raíz de los males
tumbre, corrió al antie:uo que aquejarían al peronismo en los setenta y
confesor de "la pobre Eva"
por el lado que éste dispa- SI SE MANTIENE VIGENTE ES PORQUE
raba: le asee:uró que daría PRODUJO LAS MAYORES TRANS FO RM A-
órdenes para que cesara
CIONES ECONÓM ICAS, SOCIALES,
tanta pomposa apolo2ía,
tanto culto a la persona- POLÍTICAS Y CULTURALES DE ARGEN TINA.
lidad como rezumaba la
propae:anda oficial. en los noventa, hasta conducirlo a la crisis de
Pero no asumió lo representatividad de 2001 y sus consecuen-
que el cura Hernán Be- cias electorales: los tres candidatos presiden-
nítez pretendía decirle: ciales de 2003 y el enfrentamiento dentro del
1' Numa Ayrinhac, el incienso cortesano Partido Justicialista (PJ), entre el [ex] presi-
Retrato del presidente
Juan Domingo Perón
que asfixiaba a "la contra", también le nublaba dente Néstor Kirchner y el ex presidente pro-
Y de su señora esposa al "Conductor" la visión de la realidad. Benítez visorio Eduardo Duhalde.
Marla Eua Duarte de
Perón, 1948 (Museo del observaba cómo "la conspiración oli2árquica" Sin olvidar que a pesar de esos males el pe-
Bicentenario)
e:anaba terreno al calor de los errores del 20- ronismo siéue ocupando la mayor parte del
bierno popular. Años después, cuando su pro- mapa político nacional, hasta casi convertir en
fecía se había cumplido y el líder justicialista realidad aquella ironía de su fundador: "pero-
estaba en el exilio, comentaría implacable: nistas somos todos". Si se mantiene viéente,
"Perón resultó un pésimo administrador de la no obstante las crisis y las rupturas, es por-
e:ran revolución social que él mismo tuvo el ta- que produjo las mayores transformaciones
lento de propiciar". económicas, sociales, políticas e incluso cultu-
Y no lo pensaba solamente por la pelea con rales de Aréentina. Creó con Perón el Estado
la Iélesia, que estaba volcando al antiperonis- de Bienestar en los años 40 y lo deshizo con
mo a vastos sectores de las Fuerzas Armadas. Carlos Menem en los 90. Como dice Eduardo
Benítez -que había oréanizado la visita de Evita Galeano: "Escribió el próloéo y el epíloéo".
al Vaticano en 1947- sabía muy bien que esa fu-
nesta confrontación no la había iniciado Perón ANATOMÍA DE UNA CAÍDA
sino Pio XII, muy influido por el Departamento Pero esa condición proteica, totalizadora, que le
de Estado de Estados Unidos y decidido a crear aseéura continuidad en el tiempo y extensión
un partido demócrata cristiano en Are:entina. territorial es al mismo tiempo su talón de Aqui-
El jesuita, admirador fanático de Evita, a les, la característica más neéativa de ese Mo·
quien consideraba una "cristiana primitiva", vimiento al que John William Cooke -la fiéUra

38 EL ATLAS DEL PERONISMO

rnas de. la ad d la izqui rda p ronista- des -
c-rib1a como "un f:!ie'a nt miop invertebrado".
1 or u orié n "tran v r al" - qu con vocó
,1 o iali tn , anarquista , nacionalista cató-
licos, rndi al yriéoy ni tas, conservador
y nl![ún qu otro oportuni ta sin partido- el
p('roni mo vivió i mpr tens ion ado por co-
rric nt n ntrada , que sólo " 1 General"
podí unifi ar. Sal vo n los 70, cuando ntró a
juéa una nu va é n ración formada bajo el in -
flujo d I é"u vari mo, y entonces ni siquiera el
inm n o pod r d l "Viejo" a lcan zó para m eter
en caja a lo r b Id s.
1:n 19~2, al com nzar la see.unda presidencia
de P rón, 1 ala más combativa del peronismo
perdió a u mejor cuadro, María Eva Duarte de
P rón; 1enlace natural entre la base social y el
poder. Perón se quedó sin el sismóérafo que le
anti ipaba los movimientos del subsuelo social
n un mal momento: justo cuando Estados Uni-
dos sustituía a Gran Bretaña como potencia do-
m inante, cuando la economía aréentina inéresa-
ba en un ciclo reéresivo y se tornaba inevitable
LA NECESIDAD DE UNIFICAR LAS LUCHAS
POPULA RES ELEVÓ A NIVELES MÍTICOS
LAS VIRTUDES DEL CONDUCTOR,
OMITIENDO SUS DEFECTOS .
avanzar hacia reformas más profundas (como la
aéraria) o retroceder varios casilleros rumbo a
los ajustes del "Plan de Austeridad". Perón, que
había s ido plebiscitado en las elecciones de 1951
con el 62% de los votos, eliéió frenar el proceso,
sujetando el consumo y convocando a una ma-
yor "productividad", al tiempo que exploraba un
mejoramiento de las relaciones con Washiné-
ton y firmaba un contrato de explotación petro-
lera con la California Aréentina S.A., subsidiaria
de la Standard Oil de California.
El paso atrás en lo económico estuvo acom-
pañado en lo político por un avance de los
sectores más conservadores del Movimiento,
que promovieron el desplazamiento de los di-
riéentes políticos y éremiales que aléuna vez
conformaron el entourage de Eva Perón. La
burocracia en ascenso promovió la renuncia
de los cuadros más duros de la central obrera,
como el metalúréico Armando Cabo, uno de
los ho mbres a los que Evita había confiado la
on,!anización de las milicias obreras. A pesar
de la punta, eran tiempos más decentes que
los actuales, y Cabo - tras abandonar el Conse-
jo Directivo de la CGT - reéresó a su pueblo de
Tres Arroyos a trabajar como obrero raso en
un taller metalúréico.
Los trabajadores, que empezaban a retroce-
der en el reparto, se mantuvieron leales a Pe-
rón, mientras otros sectores del frente nacional
(como cierto empresariado industrial) se iban
pasando a la oposición política y militar en as-
censo. El 16 de junio de 1955, cuando aviones de
la Marina y la Fuerza Aérea bombardearon Bue-
no Air s masacrando a cientos de civiles, los
trabajador s qui ieron sumarse a la lucha pero
e l j, rcito y Perón los sacaron prudentemente
d la escena. Tre meses más tarde el éobierno
p ronista se derrumbó ante el seéundo embate
de los autod nominados "libertadores".
En esos momentos postreros la deserción
de los burócratas polít icos y sindicales fue casi
total y sólo acudieron al combate los cuadros
que habían sido mareinados por los obsecuen-
tes, como Cooke. Seéún el cura Benítez, la cul -
pa de la derrota fu e de Perón, que no se había
puesto al frente de las tropas y las masas, aun-
que esto s iénificara desatar la éuerra civil. Se-
éún Perón, era el propio pueblo el que no había
luchado para defender sus conquistas.
La verdad es mucho más compleja y a cier-
tos diriéentes honestos del justicialismo,
como Héctor Cámpora, les llevó años enten-
derla y asumirla. En éran medida porque el
revanchismo clasista de los vencedores, el
reéreso del país a un status neocolonial con
su secuela de injusticia social y creciente sub-
desarrollo, la inestabilidad política y un au-
toritarismo militar cada vez más despiadado,
fueron borrando las contradicciones, debili-
dades y miserias del primer peronismo. Del
mismo modo que la necesidad de unificar las
crecientes luchas populares elevó a niveles
míticos las virtudes del Conductor, omitien-
do por completo sus defectos. En los años 70,
este malentendido, acentuado por el arribo a
la lucha de nuevos militantes juveniles proce-
dentes -mayoritariamente- de familias de la
clase media antiperonista, le juéaría una mala
pasada a la izquierda peronista. ■
Nota
1 "El Popular", Buenos Aires. 27-10-1960, citado por
Horacio Maceyra en La segunda presidencia de Perón, ,¡, Fotograma de Perón.
Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1984. Sinfonía del sentimiento,
de Leonardo Fauio
LE '101'JDE DIPLOMATIQU E, ED ICIÓN Cüf'JO SUR 39
 ➔ Ri cardo Car par,I, /~c trn1 0 cto
ua Peró n
.¡, "La vicia por Porón", ofl c ho
clo la CG T on hornonaj o a Jo~cl
lgnaclo Ru c l, 197 '1 (Musc o
cl el Blc cnt noria)

POR UNA PATRIA JUSTICIALIST

LAVIDA
POR PEROM

1' Eze iza , 21 - 6 -1973

(Crón/ca/AGN)
➔ Daniel Santoro,
Lucha de clases/, 2007
~ '-CIHl 1 ª"'º· ~i'~tt'IO P 1 la a un l6n de
1 ,,, 1 ,, 1 o Pla~o di' 1 Dos Congr so , 25 - 5-1973

2 Luche y uuelue

Pe se a su prns cripclón., la figura de Perón. siguió

sien.do desde el exlllo el eje de la polltica n.acion.al.
La represión. del n.ueuo régimen. ch.ocó con. un.a
amplla resisten.cia popular que reclamaba el
regreso del llder. En. un. marco in.temacion.al
explo siuo, deriuó prnn.to en. un.a radicalización.
polltica in.con.trnlable, prin.cipalmen.te en.tre
la juuen.tud, y en. en.fren.tamien.tos en. el sen.o
del propio mouimien.to, fornen.tactos por las
ambigüedades de Perón. a la distan.cia. Tales
an.tagon.ismos estallaron. a su regreso defin.itluo
en. 1973, crean.do fracturas in.superables tras su
muerte el 1º de julio de 1974.

t Últi mo discurso de Perón,

Plaza de Mayo, 12- 6 -1974 (AGN)
 ► l r t,,10\ po, rl
ti l!O(Qnlli'f\llld~
11i,11)11 , \!')11 tr r11h1
tic- 11 ',', (I\C, N)

LOS PARTIDOS POLÍTICOS, LAS CLASES MEDIAS Y EL ANTIPERONISM0

LA TRAMPA MILITAR
La Argentina de los golpes militares de 1955, 1962, 1966 y de los gobiernos constitucionales que les
sucedieron hasta la dictadura de 1976-1983, estuuo atrauesada por la confrontación peronismo-
antiperonismo. Una disputa que puede leerse a la luz del conocido cuento de Julio Cortázar, "Casa
tomada", interpretado como el reflejo en las clases medias de la llegada del per onismo: describe cómo una
incontrolable fuerza desplaza de sus espacios simbólicos a quienes se sentían dueños de casa.

1~ue sería deno,minado antipero- ció entonces una primera literatura

por MARIA ESTELA SPINELLI

Doctora en Historia (Uniuersidad Nacional de

Córdoba), profesora titular de Historia Argenti-
na del Siglo XX y de Historia de la Historiogra-
f[a en las Uniuersidades Nacionales del Centro
de la Prouincia de Buenos Aires (UN ICEN) Y de
Mar del Plata , respectiuamente, e inuestiga-
dora en el Instituto de Estudios Histórico- So-
ciales (UN ICEN). Autora, entre otros libros, de
Los uencedores uencidos. El antlperonísmo Y la
Revolución Libertadora (Biblos, Buenos Aires,
2005) y De antlperonistas a peronistas reuolu-
cíonarlos. Las clases medias en el centro de la
crisis polltíca argentina, 1955-1973 (Sudameri-
cana, Buenos Aires, 2013).
E msmo comenzo a éestarse entre
los diriéentes opositores al e_'obierno
política contra Perón.
Mientras tanto, la e itosa esb-ate-
militar pro Eje emeréente del éolpe de éia política del coronel iba e:anandoel
Estado de 1943, en el que se destacó apoyo de sectores trabajadore . na-
la fiéura política de Perón. El rééimen cionalistas y de una nutri
ileéalizó a los partidos políticos, sus- políticos de see:unda y
pendió los derechos y e_'arantías cons- del radicalismo, del soc·
titucionales, implantó la ducación nos conservadores. En
católica obliéatoria e n la ens ñanza presidenciales d 19
pública y anunció un proy • to d r s, r unidos en la
industrialización y def nsa na ional. tica (UD), r s
Los partidos pro criptas - r di - , · ul
les, demócratas con rvador , d - (
mócratas proéresis o i li la
y comunistas- ensay ron di tit q
formas de sobreviv n ia fr n o,
la persecución. A}f!uno diri ,
marcharon al exilio n Mon · vid ,
donde editaron libro y r í ul
los que sobresalió la pr
por el poder adqui rido p
sus tendencias filo f i
 después convirtió en leyes los De- viene de la página 36
cretos emanados del éobierno revo-
lucionario. Nacionalista y antiliberal,
rechazó la deliberación parlamenta-
ria y, en los hechos, la leéitimidad de
nmoo
13 de nou iembre
la oposición, imponiendo el cierre
Golpe militar. Asume Pedro E.
del debate, el desafuero y la prisión. Aramburu. Interviene la CGT y
Profundizó la centralización del ma- disuelve el Partido Peronista.
nejo de la economía por el Estado
24 de nou iembre
con el fin de fomentar el desarrollo
Roban el cuerpo de Eva Perón.
industrial y promover el bienestar
de los trabajadores y de los secto- 23 de diciembre
res más posteréados. Inauéuró una Perón conoce en Panamá a María
cultura política que descansaba en la Estela Martínez. Se casan en 1961.
exaltación del presente de proéreso
y justicia social promovido por sus
líderes, a los que celebraba en multi-
''SAll'C!>I; . . . ., .....

La puebio lo repudia nmem

5 de marzo
tudinarias movilizaciones populares
1' "El Hitler Argentino", 1945
en un diáloéo sin mediaciones entre (Fondo José Paniale/CeDlnCI) Proscripción del peronismo.
el pueblo y sus éobemantes. 27 de abril
En esta transformación, los opo- Radical (UCR), la Casa del Pueblo y el Se deroéa la Constitución de 1949.
sitores, sospechados de "contreras" Jockey Club-. En ese clima, la inter-
(vocablo popular con el que se los de- vención en el conflicto de la Iélesia 9 de junio
nominaba públicamente), vieron ras- Católica desequilibró la relación de Sublevación del éeneral Valle. 27
éos fascistas, reflejados en el cons- fuerzas, pues amparó a los partidos militares y civiles fusilados.
tante recorte de derechos y liberta- opositores -o éstos se ampararon
des de prensa, de reunión, de acceso
al espacio público, y en la viéilancia y
en ella-. El éobierno respondió a los
cuestionamientos con una batería de
nmoo
control a que resultaron sometidos leyes: leéalización de la prostitución, 18 de marzo
por los adictos al éobierno, aun en su ley de divorcio, equiparación de los Jorée Antonio, Cámpora, Cooke,
vida privada. Pero el antiperonismo derechos hereditarios de hijos naci- José Espejo y Guillermo Kelly se
fuéan del penal de Río Galleéos.
tuvo también una dimensión social dos en el matrimonio y fuera de él,
que excedió el rechazo al estilo polí- supresión de la ley de enseñanza de 28 de julio
tico confrontativo de Perón y se cen- la reliéión católica en las escuelas pú- Elecciones constituyentes. Gana el
tró en la impuénación del proceso de blicas y la amenaza de convocar a una voto en blanco. Se ratifica la Cons-
iéualación de clases que operó tanto nueva reforma constitucional que se- titución de 1853, con el art.14 bis.
en la esfera del consumo, como en el parara la Iélesia del Estado. 26 de a gosto a l 5 de septiembre
acceso a los caréos públicos. Así, mientras los sectores trabaja- Conéreso de la CGT. Nacen las 62
Los "antiperonistas" -como los dores y más posteréados se identifi- Oréanizaciones Peronistas.
llamó el ministro del Interior Án- caron fuertemente con el peronismo,
éel Borlenéhi durante la campaña amplios sectores de las clases medias
electoral de 1951 en una de las pri- se sintieron hostiéados por él. Par-
nmem
meras referencias al término-, no ticularmente, los más acomodados 23 de febrero
eran aquellos que simplemente no y profesionales. Más ambiéua fue la Elecciones. Tras pactar en secre-
votaban por el éobiemo, sino los que actitud de sectores menos consolida- to con Perón, éana Arturo Fron-
representaban una alternativa an- dos, pequeños empresarios urbanos dizi (UCRI). Asume el 1° de mayo.
taéónica, los enemiéos que habían y rurales, inquilinos y arrendatarios, 7 de julio
formado parte de la conspiración y empleados públicos y privados. No Ley de Asociaciones Profesiona-
apoyado el fracasado éolpe del ée- pocos acompañaron al peronismo en les: sindicato único por rama.
neral Benjamín Menéndez del 28 de su etapa de ascenso, y lo apoyaron en
septiembre de 1951. las contundentes elecciones de los
Perón fue reelecto presidente ese años 1950, pero tomaron distancia
año y la tensión fue creciendo ante cuando la dinámica económica fla- 14 de enero
la profundización de las medidas de queó. La ruptura con la Iélesia contri- Huell;fa y toma del Friéorífico Na-
peronización, a través de la introduc- buyó a distanciarlos aun más. cional Lisandro de la Torre.
ción de la "Doctrina Peronista" en las Procesiones católicas fueron ata-
11 de junio
instituciones educativas, reliéiosas y cadas por érupos de la CGT y el éo-
biemo denunció a fieles que parti- Perón expone el pacto con Frondizi.
militares. Hubo manifestaciones de
violencia de la oposición, que recurrió cipaban de ellas de haber arrancado 24 de diciembre
a prácticas terroristas -colocación de placas de homenaje a la difunta es- El érupo éuerrillero peronista
una bomba en un acto en la Plaza de posa del lider, Evita, del edificio del Uturuncos toma la comisaría de
Frías, Santiaéo del Estero.
Mayo-, que fueron contestadas por Conéreso, quemado la bandera na-
los partidarios del éobiemo -incen- cional e izado la del Vaticano. Se ées-
sigue en la página 55
dios de las sedes de la Unión Cívica tó entonces una nueva conspiración

LE MONDE DIPLOMATIQU E, ED ICIÓN CONO SUR l 43

 I antip roni mo tuuo también
una dim n íon ocial que
e ntro n la impugnación d
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A comienzos de 19 56, mientras
Aramburu discutía con los prin-
cipales diriéentes de los partidos
políticos el plan político y la refor-
ma constitucional para articular la
salida electoral, la prensa se hacía
eco de rumores de éolpe de Estado,
a raíz del proceso de desperoniza-
ción en las filas del Ejército. En ese
contexto, el 9 de junio se produjo el
primer intento revolucionario con-
tra el éobiemo de los "libertadores",
encabezado por los éenerales Juan
José Valle y Raúl Tanco. Fue rápida-
mente abortado y sanérientamente
reprimido con penas de fusilamiento
contra los sublevados civiles y milita-
res. El contralmirante Rojas a caréo
transitoriamente de la Presidencia,
relató en sus memorias que el movi-
miento estaba infiltrado por aéentes
de inteli2encia de la Marina y lo de-
jaron avanzar para dar al peronismo
'un escarmiento ejemplar" (1). Este
hecho traumático para la sociedad
en su conjunto profundizó la ruptu-
ra en el antiperonismo.
En la UCR, por ejemplo, cuyas
internas partidarias despertaban
érandes expectativas, se enfren-
taban dos sectores: las líneas más
tradicionales identificadas con la
"Revolución Libertadora" y aquella
liderada por Arturo Frondizi, del Mo-
vimiento de Intransiéencia Radical,
que buscaba la conciliación con el
peronismo. El partido se dividió.
El radicalismo intransiéente
(UCRI) ensayó entonces su primer
acercamiento político al peronis-
mo que culminaría en el cuestiona-
do pacto con Perón, decisivo para
su triunfo en las presidenciales de
1958, con el pro2rama "Inteéración
y Desarrollo". Esto consumó la rup-
tura definitiva de la solidaridad en
el heteroééneo arco político anti-
peronista y dio inicio al proceso de
éobiernos constitucionales contro-
lados por el poder militar.
POLÍTICA TUTELADA
Entre el 1° de mayo de 1958, fecha
en que asumió el presidente Arturo
Frondizi, y el 28 de junio de 1966,
cuando fue derrocado el presidente
Arturo Illia, hubo dos éobiernos cons-
titucionales y uno de facto, suréido
lueéo del derrocamiento del primero,
en marzo de 1962. Los tres tuvieron
siéno radical. El primero tenía un
doble proyecto, inteérar al peronis-
mo al jueéo político devolviéndole
la leéalidad, e impulsar el desarrollo
y la modernización de la economía.
Avanzó en el seéundo, fracasó en el
primero. El seéundo éobiemo radical
apuntó a leéalizar políticamente al
peronismo y a desandar el proyecto
desarrollista, en ambos avanzó par-
cialmente. Durante el éobiemo de
José María Guido, estalló el conflic-
to en las Fuerzas Armadas entre las
fuerzas antiperonistas ("colorados"),
que promovían una dictadura militar,
y las "profesionalistas" ("azules"),
partidarias de un nuevo llamado a
elecciones, triunfando las seéundas.
El proceso se cerró con la clausura de
la política y la puesta en marcha de la
"Revolución An[entina" (1966-1973).
Su primer presidente de facto, el
éeneral Juan Carlos Onéanía, inau-
éuró un rééimen autoritario uniper-
LE MOND E DIP LO MATI Q UE, EDICIÓN CONO SUR 45
t- Discurso de Perón tras el rechazo de la
CGT y el Partido Peronista a su renuncia,
31 - 8 -1 955 (AGN)
,o; Llegada al puerto de Buenos Aires
del destructor "Uruguay" y del crucero
"9 de Julio" en los que regresaban políticos
exiliados en Montevideo y cadetes del Liceo
Militar "Almirante Brown", 28-9-1955 (AGN)
sonal inspirado en bases nacionalis-
tas y católicas. Pero la anulación de
libertades y derechos individuales
y la creciente represión resultaron
impotentes para detener -e incluso
fomentaron- el avance de la politi-
zación e izquierdización de las clases
medias movilizadas, que a la postre lo
derribaron. Los dos presidentes que
le sucedieron, los éenerales Roberto
Levinéston y Alejandro Lanusse se
vieron obliéados a buscar la salida po-
lítica, que culminó con la leéalización
y el triunfo electoral del peronismo,
nutrido y desafiado por los nuevos
sectores medios revolucionarios.
El proceso iniciado por la "Revolu-
ción Libertadora" concluyó así en un
éiro inesperado. Repercutió profun-
damente en la sociedad, reavivando
el interés de los sectores más dinámi-
cos de las clases medias de las éran-
des ciudades del país por la política,
dando luéar a cambios que afectaron
a las nuevas éeneraciones. Las luchas
de liberación en el Tercer Mundo, la
Revolución Cubana, las revueltas eu-
ropeas, el pensamiento de izquierda
que cuestionaba los valores tradicio-
nales, la democracia buréuesa o for-
mal y privileéiaba la solidaridad con
los sectores populares tuvieron una
notable influencia sobre las juventu-
des y concluyeron en un proceso de
revalorización del peronismo que las
impulsó a acercarse a él. ■
Nota
1 Jor~e González Crespo, Memorias del
Almirante Isaac F. Rojas, Planeta. Buenos
Aires, 1993.
 111 111 11(111
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LA INSURRECCIÓN DE JUAN J OSÉ VALLE

LA ORDEN ERA FUSILAR

El sábado 9 de ;unio de 1956, un grupo de oficiales Y naerense que estaban resistiendo a la dictadura
suboficiales al mando del general Juan José Valle, leales al desde el primer día.
Para el mes de abril estaba conformado el
gobierno derrocado de Perón, y acompañados por militantes núcleo promotor del Movimiento de Recupe-
clandestinos del conurbano bonaerense, se subleuó contra ración Nacional con los siéüientes hombres,
la dictadura de la autodenominada Reuolución Libertadora. además de Valle y Tanco: el coronel Femando
Pero la insurrección, esperada por las autoridades, fue González, el teniente coronel Osear Lorenzo
Coéomo, el capitán de navío Ricardo Anzorena;
rápida y ferozmente reprimida.
el teniente coronel Valentín Yriéoyen; el mayor
por Ernesto Salas Pablo Vicente y los capitanes Jorée Miéuel Cos-
Historiador. Director del Centro de Estudios Políticos tales y Álvaro Leéuizamón.
de la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Autor, entre otros
libros, de La resistencia peronista. La toma del frigorífico
Lisandr o de la Torre (Punto de Encuentro, Buenos Aires. EL LEVANTAMIENTO
1990), Utunmcos. El origen de la guerrilla peronista (Biblos.
No hubo sublevación más anunciada y hast a
Buenos Aires, 2003) y De resistencia y lucha armada (Punto de
los conspiradores sabían que la dictadura es-
Encuentro, 2015).
peraba un posible estallido. Aun así, siéuieron
l éeneral Juan José Valle caminó los últimos adelante y lueéo de aléunas posteréaciones la
E metros que lo separaban del Ministerio de fecha se fijó para el sábado g de junio a las 23
Marina para acordar la rendición de los subleva- horas. Valle se encontraba oculto en Avellane-
dos. En el aire percibía el olor de la éuerra y, a su da, a la espera de poder trasladarse a la Escuela
alrededor, el mundo que había estallado, la des- Industrial de la localidad, donde un érupo ha-
trucción y la muerte que jamás lo abandonarían. bría instalado una antena de comunicaciones
Tres meses más tarde, Juan Perón fue derrocado para conectarla con una radio tomada previa-
y su carrera quedaría marcad_a ~or esa lealtad al mente, para leer la proclama revolucionaria
éobierno destituido. Se lo pnvo del man?º• fue del movimiento. En las cercanías, érupos civi-
dado de baja y detenido en el buque Wash1~~ton. les Y militares esperaban armas para tomar el
Allí, con el éeneral Raúl Tanco y -~tros of1c1ales Comando de la II Reéión Militar.
comenzó a planificar la sublevac10n.
Los leales al éobiemo atribuían el éolpe_? una NO HUBO SUBLEVACIÓN MÁS ANUNCIADA.
casualidad histórica y creían que la relac10n de HASTA LOS CONSPIRADORES SABÍAN QUE
fuerzas en el Ejército les era favorable. En e~ero
LA DICTADURA ESP ERABA UN ESTALLIDO.
de 1956 les dieron la posibilidad de un confma-
miento y Valle optó por la quinta de s~ sueéra, :n En La Plata, el teniente coronel Osear Coéor-
General Rodríéuez. Dos meses despues ~e ~éo Y no al mando de cien hombres ocupó el cuartel del
pasó a la clandestinidad. En los m:s_es s1émentes Reéimiento 7, mientras otros érupos tomaban
juntó adhesiones entre aléunos oficial:s, ?ero so- centrales telefónicas y el edificio de LR11 radio
bre todo entre muchos suboficiales md1énados. Provincia. Desde el cuartel sublevado salió una
También se conectó con varios érupos de coman- compañía a tomar la Jefatura de Policía, pero
dos clandestinos peronistas del conurbano bo- los recibieron con un fuerte tiroteo que provocó

46 1
l / 1l / r, f ! \JUWI W·,MO
varios muertos entre los atacantes. En el trans-
curso de la noche partieron a reprimirlos tropas
de Infantería de Marina desde Río Santiaéo y la
aviación, por la mañana, ametralló el cuartel.
En Campo de Mayo, con la colaboración de
suboficiales de la unidad, dos érupos de hombres
al mando de los coroneles Ricardo Ibazeta y Alci-
bíades Cortines, entraron a los cuarteles y se apo-
deraron de vehículos de combate controlando un
par de edificios. Un tercer continéente, al ver re-
ducido el número de adherentes convocados, de-
cidió dar por fracasado el intento. Los asaltantes
quedaron aislados y, rodeados por una inmensa
concentración de tropas, decidieron rendirse.
EL GOBIERNO MILITAR ORDENÓ EL ASESI -
NATO DE LOS APRESADOS, SIN IMPORTAR
QUE CASI NO HAYA HABIDO VÍCTIMAS .
En la ciudad de Santa Rosa, al mando del
capitán Adolfo Philippeaux, érupos de civiles
y militares tomaron la Jefatura de Policía y
las comisarías. Cuando tenían el control de la
ciudad emitieron la proclama revolucionaria
por Radio Nacional. Pero el triunfo fue efíme-
ro. A la mañana del día siéüiente se aprestó a
reprimirlos el Reéimiento 13, distante unos
15 kiló metros de la ciudad. Un rato más tarde,
cuando ya habían sido derrotados, un mensaje
del interventor federal de la provincia los acu-
só "de haber propalado por radio las mismas
mentiras de la justicia social, la libertad y la so-
beranía con que enéañaron al pueblo durante
12 años". Philippeaux loéró huir, aunque el día
siéuiente sería detenido en San Luis.
En la ciudad de Buenos Aires, en la esqui-
na de Garay y Pichincha un érupo de civiles y
suboficiales retirados penetraron en la Escue-
la de Mecánica del Ejército, pero no loéraron el
control del edificio. Rodeados por fuerzas su-
periores del reéimiento motorizado, contiéuo
a la Escuela, se rindieron después de un breve
tiroteo que no cobró víctimas. Ante el fracaso
del ataque, decenas de civiles, que esperaban
en la zona las armas que se obtendrían del Ar-
senal Esteban de Luca, se dispersaron.
Un érupo de militares y civiles intentó infruc-
tuosamente acercarse al estratééico Reéimiento
de Infantería 1 de Palermo. Pero la conspiración
había sido descubierta y la unidad se encontra-
ba en estado de alerta. Fueron detenidas veinte
personas, la mayoría suboficiales.
En la localidad de Florida, antes de la media-
noche, una fuerza policial irrumpió en un de-
partamento donde se encontraban reunidos
un érupo de hombres a la espera de noticias de
la sublevación y fueron todos detenidos. Los
llevaron a la Unidad Reéional San Martín de la
policía bonaerense. A las 0.30 horas del 10 de
junio, cuando los sucesos insurreccionales se
estaban desarrollando, la dictadura decretó la
Ley Marcial. Un par de horas después, en la Co-
misaría de San Martín recibieron la orden del
jefe de policía de la provincia de Buenos Aires,
t ni nt · · F rn ' nd z u r z:
"Fui\ l
La 1
bi rno m· ·
vados p
mínimos
habido ví
ron 11 va r
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licías mi ·i
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seis detenidos .. .¡. Portadas del dlarlo
ron un simulacr na1 Clar/n do los dlas 10, 11
patio de la unida cia y 13 d Junto de 1956
Escuela d M -
lados en 1propi
el día 11 a la mad
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los coron ort P.'!~~::'J:r.i "/;"-=¡~,],~
más, p s a qu
~~~ r;·
se habían rendido sin disp rar. 1 • , 111 C,·hicn ol,·
teniente coron l oéorno y I ub-
teniente Alb rto Abadié, h rido
de bala, fueron capturados n su
huida, trasladados a La Plata y ulti-
mados contra un muro del cuartel
que habían ocupado. También el
lunes 11 fueron fusilados tr s sub-
oficiales en la Penitenciaría Nacio-
nal. El éeneral Raúl Tanco y varios
de los sublevados encontraron re-
fuejo en la Embajada de Haití, pero
tropas del Ejército al mando del
jefe de la SIDE, el éeneral Domin-
éo Quaranta, los arrancaron de la
sede diplomática para asesinarlos
en la calle. Sólo la intervención del
embajador Jean Brierre y su espo-
sa loéraron salvarles la vida.
Juan José Valle, el hombre más
buscado del país, se entreéó el 12
de juruo para detener los asesina-
tos. Pese a la promesa del cese de
las ejecuciones, esa misma noche el
dictador Pedro Euéenio Aramburu
ordenó que sea fusilado contra los
paredones de la Penitenciaría Na-
cional. Fueron veintisiete los fusi -
lados; cuatro más murieron en la ..... ,,_ .• e--........ ,_
intentona hcl•r• lt•l•s: c... ,.
A■tts st Ctntc•rá • fftedt ■ ts
El dominéo 10, cuando ya había
once asesinados, miles de hombres
y mujeres concurrieron a la Plaza ~~~.:
de Mayo para pedir mano dura con-
tra los peronistas. Nadie parecía
contradecirlos. Un solo incidente se
produjo, como una postal de la Ar-
éentina de entonces: desde un d -
partamento en la Avenida de Mayo
tres empleadas domésticas - Rosa
Bassi Mireya Robledo y Juana San-
tillán- arremetían a éritos contra el
éobiemo y arrojaban. indiénadas,
objetos a los manifestantes. ■
47

LAS BASES EN PIE DE LUCHA
e go e de Estado que
cóaPeTó e 1955se
· ersos ~ te tos de
de las relac ·anes
de organización
onso ~dadas en a
écada terior, e deriuaron en
cree·e te maTco Tei,resiuo. La
expans· ó de s representantes
de base y de las com· siones
i temas babi.a mod· ficado
las retac· ones de fuerza en los
estab ecimientos Laborales,
marcando profundamente el
funcionamiento de la estru.ctura
sindical y su impacto político,
económico y social.
por VICTORIA BASUALDO
Jrwestigadora del CO JCET y del Área de E~ono-
mia y Tecnotogi.a (AEyT) de La Facultad Latinoa-
mericana de ciencias Sociales (FLACSO). Este
texto está basado en La ínuestigacíón reulízada.
para La tesis doctoral "La~OT and str~~ural
change: sh.op-floor orgaJÚUl.tLOn an.d m1lltancy
in Argentin.e índustrial fa.ctori.es (1943.J!9~3)",
defendida en La Uniuersíd.o.d de Columbw, Y
parcialmente refleJa.da en Dc:tniel.Azpiat~,
Victoria Basua.l.do y Martín Schorr, La industria
y el sindícalismo de base en la Argentina, Cara o
ceca, Buenos Aires, 2010.
OFE SIVAS FRENTE A LA ORGANIZACIÓN SINDICAL
in subestimar la importancia de
S los condicionamientos de la rela-
ción de 1a estructura sindical con el
Estado, los procesos de burocratízacíón
en el seno de las on[anizacíones y la
estrecha vinculación con el éobierno
de sectores de la díriéencia sindical, a
lo laréo del decenio peronista se con-
formó un movimiento sindical de éran
fortaleza. El extraordinario crecimiento
de unos 877 mil afi1iados sindicales en
1946 a más de 2,2 millones en 1954
constituyó -más allá de toda posible
discusión sobre el papel del éobierno
en el proceso, sus intenciones y obje-
tivos- una indudable conquista de la
clase trabajadora (1). Esto se debió no
sólo al liderazéo centralizado y la sólida
apoyatura de los sindicatos industriales
de alcance nacional, sino también a la
creciente oréanízación en los luéares
de trabajo, que aunque atravesada
por numerosas tensiones y disputas,
plasmó un fuerte "poder obrero" en
las fábricas; cuyo papel resultó funda-
mental tras el derrocamiento de Perón.
Durante la seéunda fase de la indus-
trialización por sustitución de impor-
taciones (ISD, desde fines de los años
1950 a mediados de los años 1970 se
loéró una creciente diversificación
ínteéración de la estructura industrial
are-entina. Las industrias automotriz,
metalúréíca y química se constituy -
ron en núcleos dinámicos d 1 cr ci-
miento industrial, en un contexto d
claro ascenso de la participación del
capital extranjero en la economía. No
se trat ó de un p ríodo homoé' n o,
sino qu e pued dividirs en dos tapa
dife renciadas. La prim ra, xt ndida
entre m e di ad s de 1956 y 19 3,
caracterizó por un crecimiento del PIB
a una tas a del 2,1% anua] y ciclo d
corto plazo que implicaron, en sus fa s
descendentes, caídas del producto n
términos absolutos. A partir de 196L;,
una serie de factores, entre lo qu se
cuentan la maduración d la in ver io-
nes del período previo y, hacia fines d
esta etapa, la incipiente exportación d
bienes manufacturados, marcaron el
comíenzo de una etapa de crecimiento
y expansión industrial, qu se tradujo
en tasas anuales de incremento del PIB
del orden de 5,1% anual hasta 197Lt (2).
RADICALIZACIÓN CRECIENTE
A lo laréo de sta tapa, marcada por
la proscripción d 1 partido mayo-
ritario y una interven ión militar
permanente en la vida políti a,
plantearon strateéi :i
frente al movimi nt
incluían d sd in
ción de los dirié -
de las stru
disciplinami ·
d bas - lín
s tor s af s
las uerzas Ar
·v 1
a
l
·o d
t (_ ).
 t..1 aut - ·
1 ibe. ARGENTINAZOS, LA INSURRECCIÓN DEL INTERIOR
b1' Principales puebladas, huelgas y manifestaciones obreras y estudiantiles,
Pe
1969-1972
t'
SAN SALVADOR
11H
lo~ t Cantidad
de muertos
DE JUJUY
21 19 SALTA
TUCUMAN - - - - - - , - , ~· .abít 1 21 al 25 de mayo
n CORRIENTES
cio -
c,1t 28 de mayo
de1969
i \ ♦ '. l.
de 1969
,__, _r_ ._,..~ ',\
15 de mayo ,•
de1969
y1 '
<•st,1 10 al 13 de nou lembr
/~ AN~MANA 1 '---,\,
de 1970
mclui º
to1nt1do p o 21 al 27 de junlo
de 1972 ("Qulntazo")"
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'·--,,,
1 1
l •' de 1972 ~ _ __
poi la po, ,•i fr,-./_ _ _' _•\ VILLA OCAMPO
mediant . , . ic- \, '. BELLA ~ISTA Enero-abril
SAN FERNANDO l:>E~ - - ~ -- -- , • 1111
t<lclura r d man ra VALLE DE CATAMARCA \ \ 12 de e,nero ,•
radi al I dical pr via, 17 de nou iembre ,•
de1970
t \, , ,, \ /
',, , ' '· de 1967
t
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1

:
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de1969

hJb1lil ia de m últipl s '

sind icato mo ámbito de

": ( l
actuación (4). No sólo s int 1-vino la /-~, '.• J.,, ,-'
CGT, ino que s declararon disueltas
y car nt d aut oridad todas las comi-
sione internas de los establecimientos
de trabajo, cuestión que fue respondida
por un proceso muy activo de activismo
y militancia sindical y t erritorial.
MENDOZA
4 al 7 de abril ,•
de 1972
ut,• \ \,

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1
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·-\

CASILDA
-- - ROSARIO
16 al23 de
mayo de 1969
16-17 de
septiembre
de 1969
¡¡

marzo de 1971
Se plantearon estrategias
altern atiuas, desde intentos de :
\ " ....... :¡'!

!~1~~Ei:~-o-,,-,. . . . L:~
.::--1,
- - - CÓRDOBA
cooptación hasta tentatiuas de 29 y 30 de mayo ••
desmantelamiento brutal. 5-- de 1969 ("Cordobazo") 1
de 1970 ' 12 al 15 de marzo •
Julio de 1972 ·--,, de 1971 ("Viborazo") 1
En la presidencia "des'a rrollista" de
Arturo Frondizi (19 58 -196 2), que se
proponía una profundización del desa- A,cn ,_-- - - - - RAWSON
ompUodo
rrollo industrial y la producción de bie- 29 de marzo - 1 de abril
n s de consumo durables, se buscaron de 1972
implantar finalmente los acuerdos de
"racionalización" del trabajo. La Ley '
Molulnt11

1Lt.455 de Asociaciones Profesionales
promuléada por el éobierno en 1958
evidenció un cambio de estrateéia y
revirtió las modificaciones que había
intentado introducir la Revolución
Libertadora, reestableciendo el sistema
de sindicato único, esto es, el reconoci-
miento leéal de un solo sindicato en cada
industria, tanto en el plano local como
en el nacional. En esta etapa, las formas
de lucha "clandestinas" características
de la temprana Resistencia dieron paso
a protestas abiertas y a medidas tradi-
cionales como la hueléa, cuyo símbolo
fue la lucha de los trabajadores del Fri-
éorífico Lisandro de la Torre contra su
proyectada privatización.
La derrota de la que fuera consi-
derada una "hueléa insurrecciona!''
dio luéar a un nuevo ascenso de la
rep resión a los trabajadores en un
contexto internacional de fuertes
9
- -- TRELEW
11 de octubre
de 1972 •se desconoce la cifra
oficial de muertes.
Fuente: Elaboración propia.
cambios, entre los que se destaca
la Revolución Cubana. El proceso de
descolonización, las luchas y revolu-
ciones antiimperialistas así como la
conformación del "Tercer Mundo"
en el marco de la Guerra Fría influen-
ciaron profundamente la evolución
de las corrientes políticas vinculadas
con el movimiento obrero, que expe-
rimentaron un proceso de radicali-
zación creciente durante la década
que se iniciaba. La aplicación del Plan
CONINTES (Conmoción Interna del
Estado) en 1960 permitió la detención
de centenares de militantes y acti-
vistas, y el desarrollo de la Doctrina

LE MONDE DIPLO IVJ ATIQUE , EDICI ÓN CO NO SU R/49

2
.. O fOS marchan contra la pol tlc:a
11-t:Ol'\ómka de Ce stino Rod rlgo,
Córdobo., 10 -1975
(M ladanosky/.1\GN)
• A1fr do Saauedra, Tome el camino
dtl Cordobcuo, 1971 (Gráflca politic:Q/
Arch!uos en 11So)
• Unión Obrera Meta.hirglc:a, 1973/1974
(Gráfica polltlca/Archluos n uso )
4 CGT, 1972 !Gráfica
pollt icQ/Archiuos en uso)
50 l L / 11 N DI.: Pff-<01-J ISMO
de la S éuridad Nacion I hizo d la
"lucha contra e l en mif!0 int rno"
y "anti- ubvcrsiva" el je prioritario
del accionar d las Fuerzas Armadas.
El éobi rno de Arturo lllia (1 963-
196 6), al t iempo que promovió m edi-
das que intentaron a aliar el onflicto
obrero y dar alé una respuesta a la crí-
tica situación d los trabajadores lu éo
del éobi rno de Frondizi y del brev
p ríodo de Jos · María Guido (19 2-
196 3), instrum ntó div rsas políticas
destinadas a minar la bases de susten -
tación del liderazéo sindical peronista.
En respuesta, la CGT, que tenía com o
núcleo central a los sindicatos del com-
plejo m et almecánico, llevó adelante
medidas como el Plan de Lucha d e
1963-64, en cuya seéunda et apa se
ocuparon 11.000 establecimie ntos,
proceso en el que participaron casi 4
millones de trabajadores y que puso
de manifiesto no sólo la fortaleza de
líderes como Auéusto Timoteo Van-
dor, sino también la presencia, fuerza
y disputa de la oréanización sindical
en los establecimientos laborales (5).
Desde mediados de los sesenta, y en
forma paralela a una política creciente-
mente "inteéracionista" de la diriéencia
sindical, comenzaron a hacerse visibles
movimientos de protesta y oposición en
el seno de los érandes establecimientos
fabriles. Estos movimientos, que en
su mayoría tuvieron aléüna vincula-
ción con distintas corrientes políti-
co-ideolóéicas de la izquierda en sentido
amplio (incluyendo a las de la izquierda
peronista), atravesada por procesos de
radicalización y por la expansión de las
éuerrillas en el continente, tenían en
común una política de confrontación
EVA PERON
ABANDERADA DE
LOS TRABAJADORES
1952 • 26 DE JULIO · 1972
A
AGUDIZACIÓN REPRESIVA
Cuando el éolp militar del 28 dejuni
de 1966 dio comienzo a la denominadº
"Revolución Aréentina" liderada por e~
Gral. Juan Carlos Onéanía (1966-19?0)
seéuida por la presidencia de Robert~
M . Levinéston (1970-1971) y la de Ale-
jandro Lanusse (1971-1973), se estable-
cieron neéociaciones y acercamientos
con los diriéentes sindicales peronistas.
Sin embaréo, las orientaciones del pro-
yecto económico, liderado por el minis-
tro Adalbert Krieéer Vasena, sumadas
a las diferencias sobre el papel de los
sindicatos en est e proceso y a la aéudi-
zación de la política represiva pusieron
en cr isis esta relación.
A su vez, en marzo de 1968, un
conjunto de sectores combativos
confluyeron en la conformación de
la CGT de los Aréentinas, cuyo Secre-
tario General, eleéido en el Conéreso
Normalizador "Amado Olmos" fue el
diriéente éráfico Raimundo Onéaro.
Esta central sindical, que retomó los
proéramas sindicales pronunciados
por sectores de la CGT en las loca-
lidades de La Falda (1957) y Huerta
Grande (1962), devino una confede-
ración alternativa ante el rechazo de
la elección por parte de los éremios
mayoritarios de la CGT, que declararon
nulo el Conéreso. Aunque tuvo corta
vida debido a la constante persecución
y al encarcelamiento de sus diriéentes
y afiliados y otras dificultades, cumplió
un papel importante en la consolida-
ción de los sectores combativos.
Influyó por ejemplo en el desarrollo
de procesos como el levantamiento
popular llevado adelante por sectores
radicalizados del movimiento obrero Y
estudiantil en mayo de 1969 en Cór-
doba, la segunda ciudad más impor-
tante del país. El "Cordobazo" fue ~I
más impactante de una serie de mov1:
mientas en centros urbanos y marco
un punto de inflexión para el desarrollo
de estas corrientes calificadas como
"antiburocráticas", "combativas"?
"clasistas". Las fábricas y estableci-
mientos laborales se convirtieron en
un campo de batalla y oréanización Y
las comisiones internas y los deleéadoS
nflicto.
estaban en el centro de est e co

El período comprendido entre el
Cordobazo y las elecciones de marzo de
1973 es un momento de claro ascenso
de la militancia de los trabajadores en
los establecimientos laborales. El ciclo
de protesta inauéürado por el Rosa-
riazo, el Cordobazo y los Tucumanazos,
entre muchos otros levantamientos,
ejerció una influencia importante que
alentó y multiplicó el activismo de base
en las fábricas. La política represiva de
la dictadur a fue un factor motivador
y aélutinante de una acción cada vez
más radical por sectores de deleéados y
comisiones internas, al mismo tiempo
que limit aba las posibilidades de oréa-
El ciclo de protesta inaugurado
po r el Rosaríazo, el Cordobazo
y los Tucumanazos, alentó y
multiplicó el activismo de base.
nización y lucha. Esta etapa, además de
marcar el proceso de suréimiento de
varias de las aérupaciones combativas
que posteriormente loéraron impo-
nerse en elecciones, se caracterizó por
la expansión de las oréanizaciones polí-
tico-militares, que optaron por la vía
armada como forma de lucha política.
El añ o 1973 estuvo fuertemente
marcado por el retomo a la democracia
Yla vuelta definitiva de Perón al país,
que despertaron enormes expecta-
t ivas. Durante la corta Presidencia
de Héctor Cámpora y en los inicios
de la tercera Presidencia de Perón se
Produj o un ascenso en la oréanización
de los trabajadores de base, favorecido
Por un clima éeneral de recuperación
de libertades políticas y sindicales,
Yde creciente actividad política. Un
hito fundamental fue la sanción de
la Ley 20.6 15 de Asociaciones Pro-
~esionales. de 1973, que plasmó un
?untalarruento de la estructura sin-
dical centralizada, otoréando mayores
facultades a los diriéentes estable-
cidos. Al mismo tiempo, el proceso
de confrontación entre las distintas
corrientes en el seno del peronismo
se hizo cada vez más intenso, y se
tradujo, en el ámbito sindical al iéual
que en el político, en un combate cre-
cientemente aéudo entre los líderes
sindicales, afiliados al ala ortodoxa
del peronismo favorecida por el pre-
sidente Perón antes de su muerte
en julio de 1974, y los sectores de la
izquierda del peronismo, vinculados
con las corrientes "combativas".
Finalmente, el período que inició el
accionar de la Triple A, que envía su
primera "lista neéra" a la prensa el 30
de enero de 1974, se caracterizó por un
cambio profundo de tendencia para los
trabajadores y militantes de base: el
creciente poder de los líderes sindicales
y una represión cada vez más intensa y
más dura diriéida a los sectores comba-
tivos de la clase trabajadora. En 1974 el
foco de la política represiva se concentró
en la ciudad de Córdoba, que había sido el .
emblema de los sectores combativos, y
en 1975 avanzó muy fuertemente sobre
otros núcleos obreros radicalizados,
como Tucumán (en el marco del "Ope-
rativo Independencia") y la ciudad de
Villa Constitución (Provincia de Santa
Fe), a la que se consideró el epicentro de
un complot de la clase trabajadora y la
éüerrilla en contra del éobiemo de María
Estela Martínez de Perón Estas políticas
represivas afectaron severamente a las
corrientes del sindicalismo combativo
vinculado con corrientes de la izquierda
tanto marxista como peronista, en una
ofensiva que se profundizó notable-
mente a partir del 24 de marzo de 1976.
Frente a esta avanzada represiva se
desarrollaron diversas medidas defen-
sivas, al tiempo que en el marco del
ascenso previo, que no había podido
ser aún frenado, se concretaron masivas
movilizaciones y medidas. Ejemplos de
estas últimas fueron las luchas masivas
LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDI CIÓN CONO SLR 51
de resistencia contra las políticas eco-
nómicas de Celestino Rodriéo enjui1io
y julio de 1975, y de Emilio Mon dell~ en
febrero y m arzo de 1976, en las que las
coordinadoras interfab riles t uvieron
especial participación. Estos intent os de
articulación del campo combativo, aun en
el contexto de la crecient e ola represiva,
quedaron abruptamente interrumpidos
con el éolpe militar del 24 de marzo de
1976, que marcó el inicio de una etapa en
la que los trabajadores se enfrentaron a
un profundo cambio estr_uc~aL .
El Proceso de Reoréaruzaoon Nac10-
nal intentado por la dictadura t uvo
como uno de sus objetivos centrales
resolver el desafío que implicaba la
confluencia del auée de la radicaliza-
ción política y social con el poder de la
clase trabajadora y su presencia en los
luéares de trabajo. A diferencia de los
intentos realizados durante la seéunda
ISI, que habían tenido como trasfondo
la permanencia del modelo de indus-
trialización, las políticas implementadas
por la dictadura en alianza con núcleos
del poder económico a partir de marzo
de 1976 no sólo alcanzaron un inédito
nivel represivo, sino que promovieron
profundas transformaciones económi-
cas y una dramática reconfiéuración
de las estructuras y dinámicas sindi-
cales, amenazando sus bases nodales
de poder y dando inicio a otra etapa de
disputa y confrontación social. ■
Notas
1 Louise Doyon, "La formación del
sindicalismo peronista", en Juan Carlos Torre
(dir.), Nueva Historia Argentina, Tomo 8 , Los
años peronistas (1943 -1955), Sudamericana,
Buenos Aires, 2002.
2 Para un análisis de la seéunda etapa de la ISI
véase Eduardo Basualdo, Estudios de historia
económica argentina. Desde mediados del siglo
XX~ la actualidad, S~o XXI, Buenos Aires, 2006;
Mano Brodersohn, "Estrateé'ias de estabilización
Y expansión en la Aréentina, 1959-6T, en Aldo
Ferrer Yotros, Los planes de estabilización
en la Argentina, Paidós, Buenos Aires, 1969; y
M Brodersohn, "Política económica de corto
plazo, crecimiento e inflación en la Aréentina,
1950-1972", en Consejo Profesional de Ciencias
Econó~cas, Problemas económicos argentinos.
Macchi, Buenos Aires, 1973.
3 Véase Alain Rouquié, Poder militar y
sociedad política en la Argentina, Vol. II, 1943-
1973, Emecé, Buenos Aires, 1982.
4 Véase Luis Campos, "Estado y sindicatos:
un análisis de sus relaciones a partir de los
mecanismos de reéulación y la conformación de
la e~tructura sindical en Aréentina (1943-1988r,
TesIS presentada ante la Maestría en Economía
Política del AEyT de FLACSO Aréentina, 2008.
s Véase Daniel James, Resistencia e
Integración. El peronismo y la clase
trabajadora argentina, 1946-1976, Siélo XXI
Bueno_s Aires, 2005 (1ª ed. 1990), y Alejandr~
~ch~e1der, Los compañeros. Trabajadores,
1zqu1e:da y peronismo (1955- 1973), Imaéo
Mund1, Buenos Aires, 2006.

2
+ Misa oficiada por el
P. Amado Dip, Tucumó.n,
febrero de 1972 (La Gaceta)
Tras el derrocamiento de Perón,
un sector de la Igles ia Católica
argentina reuisó sus posturas
respecto del peronismo. En
contacto directo con el pueblo,
influenciados por las reformas
posconciliares del Vaticano,
estos curas expresaron sus
cuestionamientos a la jerarquia
eclesiástica respecto de la misión
de La Iglesia en un mundo de
injusticias, y pasaron a la acción.
Pronto se encontrarian en el
centro del conflicto.
por MARÍA ELENA BARRAL
y LUCÍA SANTOS LEPERA
Respectiuamente, Instituto Rauignani~UBA/
CONICET Y UNLu; e Instituto Superior de
Estudios Sociales/UNT/CONICET.
52 ¡:L ATLAS DEl PERONI MO
/\ CI I DO TI e e /\l ÓI ICO' y
L
"COMPROMISO CRISTIANO
ANTE LA REALIDAD"
ara amplios sectores de la soci -
P dad aréentina, los días posterior s
al éolpe de Estado que derrocó a Perón
fueron jornadas festivas. Incluso
para una buena parte del clero. Sin
ernbaréo, la euforia inicial de muchos
curas fue cediendo paso a una sensa-
ción incómoda: la de "haber traicio-
nado al pueblo". Esa fue la expresión
que utilizó el sacerdote tucumano
Amado Dip cuando analizó l com-
portamiento de la Iélesia Católica y,
dentro de ella, el de su é neración. A
más de mil kilómetros de distancia,
Mü[uel Ramondetti,junto a un érupo
de curas porteños, sintió que "habían
metido la pata" y que era n c sario
empezar a "reconsiderar las cosas" (1).
Comenzaba entre ellos una rel ctura
del peronismo.
Los curas no lleéaban a
zas como resultado de intro peccion s
al interior de los claustro . n 1con-
tacto cotidiano con los tr bajador s
y trabajadoras de Buenos Air , on
quienes se vincularon corno uras obr -
ros o como asesor d la aérupacio-
nes católicas, en las "villas mis ri ", o
en las comunidad d lo iné nios
.
11 Pl I O NI MO IN p RÓN
azucareros, sos sac rdot s reformu-
laron s us modos de interve nción en la
sociedad y n la política.
S nsible al traumático impacto
que tuvo l fin de los éobiernos pero-
nistas ntr estas poblaciones, los
curas fu ron interpelados por las
acciones d la Resistencia, la represión
policial y la persistente adhesión a las
fiéuras de Perón y d Evita. Tal fu el
punto d partida qu ll vó a muchos
sacerdotes a revisar sus vínculos con
I peronisrno y a inteérar, años más
tard , I Movimiento d Sacerdotes
para l T re r Mundo (MSTM).
FUNCIÓN SOCIAL DEL SACERDOCIO
L nfli u puso fin
r' 5 había
t a le ntro
· · · aéüas
t olos
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ro n
1 lav e
' rnovili-
ron de
l · ron 1
-
conflicto como una verdadera encruci- MENSAJE DE LOS 18 OBISPOS DEL TERCER MUNDO
jada para sus identidades sacerdotales.
El peronismo se había construido - e Sacerdotes que adhieren, por diócesis
incluso, leéitimado- incorporando ideas ÓRD l!NES RELIGIOSAS
y prácticas prove~ ent:s d~l cato~cismo Jesultas: 9
y cediendo a sus mstituc10nes impor- Lazarlstas: 5
OFM (franclscanos): 1
tantes tareas en el ámbito educativo, Redentorlsta: 1
así como una relevant e visibilidad en
las movilizaciones y los actos masivos. • Salta: 1
Pero el éiro que dieron las políticas del
Formosa: 12 •
éobierno desde final es de 1954 ame- Tucumán: 12 •
nazó las prerroéativas de la Iélesia, a Resistencia: 5 •. '• corrientes: 3
través de medidas como la deroéación
de la ley de enseñanza reliéiosa en las • ~econq ulsto.: 21
escuelas pú blicas, la ley de divorcio y la • La Rioja: 5
propuesta de separación de la Iélesia
y el Estado (2). • Concordia: 2
santa Fe: 18
eórdoba: 20 •
La euforia inicial de muchos • ,• Paroná: 10
Villa Marla: 1 •
curas fue cediendo paso a una Mendoza: 6 • Río Cuarte,: 1 • Rosarí~J15 • • Gualeguaychú: 1
sensación incómoda : la de San Ntcolás1 5 •
"haber traicionado al pueblo '~
;: / stin . lsldro: 17 •· Buenos A'tres: 47
: 9 de Julio: 3 • san Martín: 2
umpltudu
: Auellaneda: 17
Gestada en Córdoba, la conspiración ~ '"º Lomas de Zamora: 11
Santa Rosa: 1 • Azul: 17 • Morón: 10
militar se extendió como un reéüero de
pólvora por varios puntos del territorio
'
Malulnod

r
nacional. Punta de lanza del antipe- • Mar del Plata: 7
ron ismo, la provincia mediterránea • Bahía Blanca: 1
fue bautizada "la heroica" y la cruzada ,r,

católica contribuyó en esas lides. No
obstante, no en todas las provincias - ni
diócesis, ni parroquias- el conflicto se
tramitó de la misma manera. Entre las
feliéresías fuertemente identificadas
con el peronismo, los rieséos de liderar
una iniciativa con destino incierto y
consecuencias imprevisibles eran muy
érandes. En Tucumán, los curas de la
diócesis buscaron despeéarse del con-
fli cto y reivindicaron su compromiso
social. Así lo expresaron en una soli-
citada publicada en el principal diario
de la provincia: "No sólo no estamos
contra los obreros, sino que los amamos
pues por ellos nos hicimos sacerdotes:
para lleéar a sus almas, para bendecir
sus hoéares, para bautizar a sus hijos,
para asist irlos en las horas de dolor
inevitable[...]". De este modo, resalta-
ron la fu nción social del sacerdocio y
pusieron en primer plano sus vínculos
con las clases populares (3).
. Los años transcurrieron y los éo-
biern os militares y civiles mostraron
una fa ceta hostil y reéresiva frente a
~-s sectores obreros. Al cerrarse la
ecacta, mientras en Cuba se éesta-
ba la revolución, se dio a conocer la
convocatoria del papa Juan XXIII al
Co ·¡·1
d nci 0 Vaticano II. Las asambleas,
esarrolladas entre 1962 y 1965,
· ·ct as por una parte del cle-
fueron v1v1
ro com 0 , más tarde la Conferencia Episcopal
una bocanada de oxa[eno
1 LJ
' Fuente: Domlngo Bresci, Historia de un compromiso. A cincuenta años del
: Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, GES, Buenos Airés, 2018.
que prometía renovar no sólo los
aspectos formales de la lituréia - que
pusieron fin a la misa en latín con el
sacerdote de espaldas a los fieles-
sino, como se decía en ese momento,
"poner al día" o "aééiornar" la Iélesia
Católica a los tiempos modernos. Al-
éunas de sus principales novedades
tuvieron que ver con la lectura del
Evanéelio en clave histórica, un nue-
vo tipo de vínculo entre sacerdotes
y laicos y un protaéonismo mayor
para estos últimos. La Conferencia
del Episcopado Latinoamericano
de Medellín en 1968 profundizó las + Portada del libro Peronlsmo
Y cristianismo del P. Carlos
transformaciones del Concilio en la Mugica (Merlln, 1973)
realidad latinoamericana. Su docu-
mento final llevó el nombre La Igle- P. CarJos Mugica
sia en la actual transformación de
América Latina a la luz del Concilio y ;JlERONISMO
fue, para muchos, la plataforma que ~CRISTIANISMO·
dio impulso a la Teoloéía de la Libe-
ración, permitiendo ima{!inar un a
"Iélesia de los pobres".
Para determinados ámbitos del
mundo católico, la construcción de
este pensamiento teolóéico expre-
saba el proceso de ''toma de concien-
cia" de la misión de la Ié]esia Católica
en un mundo de injusticias. Un año

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Wllde: ayuno + d bat +ol\a µoµulo.r 1.~~ c·u<¡ ,11 cl<•I < on1prnrr1 l o., o
auel\os Alr 1: pcunda (fT nt a a a el
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obl rno) +ayul\ ~ et 16t munl G lo ,¡ , 1 < ur ;u, d cnlor d<· lu• lcJ ti ·
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Goya: oro.clón comunltarlo + u µ n l6n el mi a "rllfu l n xt mproml o

por <11 "onr llo.
Monta casaTos y CuTutü cuatlá: c\lfu lón xt omprorn1 1, u p " 1 n <i rnl o
Con\entes: ayuno +dlfu Ión t xto omproml o
Roqu P6T11: ayuno + difusión t xto omproml o
Azul: ayuno +difusión t xto comproml o
Tem¡,tTlay YMOl\te Chll\golo: ayuno u ll n Ión mi a "' l brn Ión P nlt n l ll ➔•
reemplazo de regatos por obro. d promo lón
Bahla Blal\cG: ayuno+ dlfusl6n t xto omproml o+ l bra lón P nlt n lal
Vllla Al\a, suspensión mlsa +oración omunltarla + dlfu lón t xto omproml o
Gafüueta: suspensión misa +dlfuslón t xto comµromlso f •
Tartaga\: suspen Ión misa+ dlfusl6n t xto comproml o o
Altlal\dTa: difusión t xto ompromlso is-
Recol\qulsta: a,yuno + dlfuslón t xto compromiso r

d s
t Ten-
za
n inj
op one
JUVENTUDES, OBREROS V POLfTICA
Las derivacion s d l Concilio fu ron
s euidas con at nción por lo curas
más jóv n s. Muchos d llos, for-
mados n lo s minarios durante l
prim r p ronismo, se habían alist do
.¡. Capllla de Monte Grande,
spontáneamente en la v reda anti-
Famallld, TUcumdn, 1947
(Arzobispado de Tucumdn) peronista, n I marco d un conflicto
que no dio lu~ar a medias tintas. Para
esos sacerdotes la tapa posterior a
1955 fu un momento d ruptura.
Pero también de búsqu das. n esos
años distintas iniciativas los convo-
caron y les ofreci ron redes para la
circulación de lecturas e intercambio
de experiencias. Una de ellas fue la
de asesorar a la Juventud Obrera Ca-
tólica (JOC) y participar en su prin-
cipal publicación Not-as ele Pa~tor?l
Jocista. Se trató de una experiencia
que planteó el d bate sobre la inser-
món
opi-
ación
.
y de su
s qu ha•
bían socavado al e-obi rno de Arturo
lllia. Por s u po iciones, por hacer-
la públicas y por la difu sión que
alcanzaron n forma d entrevis-
tas d l diario v s p rtino Córdoba,
fueron asti!;!ados y s parados del
S minario M yor dond llevaban a
cabo tar as d doc ncia. Cuando un
nuevo obispo, Raúl Primatesta, se
hizo carE!o d la diócesis fueron des-
tinados a la parroquia univ rsitaria
donde pudieron retomar un tipo
d pastoral qu ya habían tenido la
oportunidad d desarrollar como
asesores de la Juv ntud Universi-
taria Católica (JUC) y de colee:i 05
univ rsitarios.
Con I flolpe de 1966 y la represió_n
en las universidades la parroquia
Cristo Obrero fue 1c~ntro de las ac-
ciones de protesta, incluida la célebre

54 f l Al l /\ [ f l P RON I MO
htH'l ,l, d . viene de la pági na 43
t"•,i ltcii,tn
1,1 "i nrnu
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dl'
ll'P
p,1r
1 cf
)J,11
san ió
.t.
Jtt,l
ttH'
el-
1,tfc , onvirtió po
en uno d lo fundad s del MSTM
l'll Córdoba, donde a ás se desa-
11 oliaro n la mayor part de los en-
CUl'ntro d I Movimiento.
Los curas fueron interpelados
por las acciones de
la Resistencia, la represión
policial y la persistente
adhesión a Perón y Evita.
José "Pepe" Piéuillem fue uno de
los res ponsables del MSTM en el
oeste de l Gran Buenos Aires. Él tam-
bién t uvo su experiencia, bastante
más laréa (cincuenta años), con la
juvent ud y las comunidades de los
barrios populares del partido de Mo-
reno. A los meses de lleéar a la pa-
rroquia de Nuestra Señora del Rosa-
rio, oréanizó el primer campamento
de jóvenes y, pocos meses después,
decidió dejar la iélesia del centro de
Moreno e irse a vivir a un barrio pe-
riférico. Allí oréanizó una comunidad
junto a aléunos seminaristas, ex se-
minaristas y otros jóvenes donde se
reflexionaba sobre los documentos
del Concilio Vaticano II y los de Me-
dellín. Como lo planteó en distintas
oportunidades, el MSTM dio marco
Ysoporte a su tarea como párroco de
los barrios del oeste del Gran Buenos
Aires. En los años sesenta y setenta,
e incluso durante la última dictadura
-cuando debió exiliarse en Roma-, la
Parroq uia fue un ámbito de forma-
ción para muchos jóvenes que, lueéo
de 19 83, "salieron" a ocupar -o dis-
putar- los espacios políticos locales.
Y en éran medida los éanaron: una
~uena parte de la diriéencia política
ocal había pasado por la parroquia
del cura Pepe, incluidos intendentes
Per omstas
· social y político y volvieron a discu-
y de otras aérupaciones
Políticas como diriéentes sociales
o,
r-
a a "tomar la
n u mano para tran for-
mar u vida " ( ).
L nario variaba n, p ro las
xp ri n i d lo ac rdotes atra-
v aban Jo di t intos puntos del t ~
n rritorio ar(! ntino. Pedro Würschmi-
dt, ura párroco del pu blo azucare-
ro de San Pablo (Tucumán), experi-
m ntó n sos años un acercamien-
to cr ciente a la población obrera del
iné nio, castiéada por la crisis que
af ctó a la aéroindustria desde 1955.
A sólo un año del !:[olpe que derrocó a
Perón, Würschmidt reconocía en su
diario haber pasado del desconcier-
to a la conmoción por el subsistente
"fervor peronista" entre los trabaja-
dores y el hostiéamiento de las fuer-
zas policiales. Los reclamos de la po-
blación local se profundizaban junto
a la aé'Udización de la crisis, proceso
que derivaría en el cierre masivo de
in!:[enios en 1966 y en el colapso eco-
nómico y social de la provincia. En ese
marco, Würschmidt comenzó a des-
pleéar una intensa labor a favor de
los obreros de fábrica y surco. Junto
a otros sacerdotes y laicos, oréanizó
cooperativas de trabajo y de vivien-
da en las colonias del in!:[enio, come-
dores populares, campamentos de
vacaciones para niños sin recursos y
creó un ho!:[ar para ancianos. La ne-
cesidad de coordinar estas acciones
lo llevó a juntarse con los sacerdotes
de las parroquias cercanas y a reu-
nirse para discutir las ideas del Con-
cilio, donde reafirmaron sus convic-
ciones. En 1967, Würschmidt lleéó a
una conclusión: "Tenemos que aban-
donar esa iélesia jerárquica y autori-
taria y entrar en una iélesia pobre y
humilde, asemejándonos a aquellos
que necesitan más que nadie nues-
tros desvelos" (6). Al año si!:[uiente,
el cura de San Pablo participó en la
fundación del MSTM. En la provincia
se desarrollaba el mayor conflicto
entre los sacerdotes y el éobierno
que reéistra la historia de la l(!lesia
local. Los curas habían asumido la
defensa de los puestos de trabajo en
los inéenios y fueron de los primeros
en arremeter contra la dictadura de
Onéanía. De ese modo, el compromi-
so social y la acción política se volvie-
ron ínescindibles.
Estos curas redescubrieron su rol
tir el acercamiento al peronismo en
LE MONDE DIPLOMAT IQUE, EDICIÓN CONO SURI SS
nmam
27 de enero
Perón se radica en s paña.
13 de marzo
Entra en vü:[or el Plan Conjntes.
27 de marzo
Elecciones leéíslativas. Con un 25%,
el voto en blanco ordenado por Pe-
rón supera a la UCRP triunfante.
18 de ag osto
El Che Guevara se entrevista con
frondizi. Malestar en las FF.AA.
30 de octubre - 10 de diciembre
Paro ferroviario contra despidos,
cierre de taJleres y ramales.
18 de ma rzo
Elecciones de leéisladores y éober-
nadares. El peronismo triunfa en
cinco provincias. Son intervenidas.
29 de marzo
Golpe de Estado. Asume José Ma-
ría Guido. Nueva proscripción
23 de agosto
Desaparición de Felipe Vallese.
20 a l 23 de sept iembre
Enfrentamiento entre "azules" y
"colorados". Victoria "azul". Se vuel-
ven a enfrentar en abril con rendi-
ción de los "colorados".
7 de julio
~ro Illia (UCRP) es ele{!ido pre-
sidente con el 25% de los votos. El
voto en blahco queda se{!undo con
el 20%. Asume el 12 de octubre.
29 de agosto
La {!uerrilla Tacuara asalta el Poli-
clínico Bancario en Buenos Aires.
16 de enero
P~an de Lucha de la CGT. El pero-
rusmo se reor!!aniza como Partido
Justicialista (PJ).
3 de octubre
Visita de De Gaulle. Gran manifes-
tación peronista. Represión.
sigue en la página 63

1' Portadas d1 Cristianismo
y R1uolucldn, Al\o IV,
números 20, 2 y 30, a.brll,
Junio y septlembr do 1971
1 l 111 11 n dll l 11\llt'\/rl l, 11111 i111 I litd IJII
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h s o no estamos. No cabe
LA OPCIÓN POR EL PERONISMO
Lo i1 • r
mbio ntr qui n s
ompartí n sta visión del ac rdo-
io multipli ron: e orf[anizaron
"p qu o n ilios" n alitunas dió-
i - omo .¡ de Quilmes n 1.965-,
ncu ntro qu di ron lul[ar a la con-
formació n de interequipos sacerdo-
tal o f[rupos de reflexión. Desde la
parroquia Cristo Obr ro n Córdoba
a la IE!I sía de San Pablo en el cordón
azucar ro t ucumano, los curas crea-
ron ámbitos de encuentro, discusión
y tejieron las redes que precedi eron
al nucl amiento sacerdotal más im-
portante de la IE!lesia are"entina, el
MSTM(7).
Sólo se n cesitaba ah;!uien que lo
impulsara para encontrar una E!ran
recepti vidad en buena parte del cle-
ro. Y la "chispa" la encendió el Ma-
nifiesto de los 18 Obispos del Ter-
cer Mundo. La historia del contacto
de Mü[uel Rarnondetti (8) con este
mensaje tiene alf:!o de providencial.
El texto llee'ó a sus manos a través
de Alberto Devoto, obispo de Goya,
a quien Ramondetti había ido a ver
a fines de 1967 para hablar de su fu -
turo destino en esa diócesis. Al des-
11 r,o 1
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111\lvc r ,_ , ión de
• 1 M ovimiento. En mayo d 1968, r -
d 1 diócesi e reu-
Antonio de Arredon-
ir I itua ión d cada
ambiar xperiencias y
Juntad de cambio. Esa
ún los llevó a plantear
in ipal del Movimiento;
ompromiso cristiano
idad". Había lleéado la
nd r el acuerdo "en
io " para comprometerse.
otra actitud", ta l como reza el infor-
m - del primer encuentro. Ese paso a
la acción s expresó en las jornadas
de ayuno que llevaron a cabo - corno
f!e to penitencial y de protesta-
acompañado de oración y reflexión
en común, o manifestaciones por la
libertad de presos políticos en dis-
tintas ciudades del país, entre los
cuales también había curas.
Desde entonces y hasta 1974, el
Movimiento aitrupó alrededor de
500 sacerdotes de todo el territorio
nacional. Pero la influencia de ese
colectivo no se aéotaba allí; éste ar-
ticuló a su alrededor a centenares de
curas qu e, aunque no pertenecieran
formalmente, se sumaron corno "ad-
herentes", y a un amplio espectro de
E[ente que se sintió identificada con
sus planteas (9). Nucleados en el
Movimiento, los sacerdotes tercer-
mundistas alcanzaron E[ran visibili-
dad pública a través de sus declara-
ciones, documentos y acciones, tales
corno ayunos, participación en ollas
populares, hueléas, entre otras. Se
trató de una experiencia corta pero
intensa. En esos años, el colectivo
atravesó por distintas discusiones,
basadas en su relación con la jerar-
quía, la cuestión del celibato y la lu-
cha armada. Esta última ubicó a los
curas tercermundistas en un terre-
no ríspido. Si, por un lado, el Movi-
miento no tuvo ninéuna vincula-
ción definida con las oréanizaciones
armadas, por otro, aléunos de sus
 r

p
clandestinida
lían compar
y bar· ma
r d Juv
lica ( od
A ci · tól
esos vínculos
tro d 1 d bat
1970 Alb rt
ba entre los
lMSTM,
los respo
a ción públi on r
cu stro del ro
(10). Acusad l pr
de la máquina bir de dond 1' MI a ofl lad ato d I In en o
habían salido los comunicados d la nn Pablo ( OT m\l án hoz,
Tu um n, 0 -1-1 ta )
oréanización, Carbone pasó m s s
en prisión. El señalamiento tuvo ri
éran impacto entre los curas, a í t
como también en la opinión pública. ros,
t V
Los curas llegaban a la política p ríod
- y la política a los curas- volució Nota s
a través de experiencias éobi r
tura I /
concretas de acercamiento a ras st , . e /llT
cisas: s r un o lvori .
obreros, desocupados y pobres.
hacer posible una t
I sl a nt /l en.
otro. Sus comp t n / 110
Sin embaréo, fue la opción por el simbólicos no eran
peronismo la que éeneró, quizás, el formación ac ' 1 ·
mayor dilema en el colectivo sacerdo- de 1 tractos h o.
tal. El debate político que, a su vez, di- contacto con u1
vidía a la sociedad aréentina, recorrió cual s s buscaba disci - su
,:: "
el Movimiento en sus últimos años y vilizar, se1!ún J c
ir
terminó por saldarse con su fractura. vertía en mediad /l."
En lo que sería su último Encuentro En los años post -¡ T,
Nacional (1973), la mayoría de los cu- peronismo encontra
do I l{I las: rn moria
ras ya habían asumido el peronismo ro doblement movilizado: por e la orri nt
como parte de su identidad, lo que transformacion s qu dob " , o I clac/ y
derivó en el apoyo explícito a la "pri- rimentando 1 difici ntropoloe"ía Hi orla
o Sur", vol. XXIV. N 41.
mavera camporista" y al éobierno de dental, que impactó
Perón. El itinerario de Carlos Muéica en América Latina, y como s
t los Ples n ta
fue la expresión más elocuente de las de una soci dad qu · d na ontadc,
expectativas, desafíos y contradic- había transformado 2016
, nos Alr .
ciones que esa opción éeneró entre más profunda d ~ dro Würschmidt 21 d
los curas. Estos sacerdotes se encon- media staban JUni •
7
traron en el centro de Ja escalada de noc r 1 últi o
violencia y los enfrentamientos entre La co r ncia M ,. er
los érupos armados, las oréanizacio- pr cipitó a
nes paraestatales y, posteriormente, de moviliz i · on, ct
la represión del éobierno militar. En el catolic' · 1d 1
mayo de 1974, tras e lebrar misa n é)Jaj , m l
la iélesia San Franci co Solano del mbaré 1 ón •
barrio porteño de Villa Luro, Muéi- s su t o ic
no
ca fue asesinado por mi mbros d la confi
Alianza Anticomunista Aré' ntina; or- d u n r runa I y
f[anización conocida como Tripl A y f rt 'I pee ido o iol'".
on . Pt1g(11a/ J •
lid rad por José López R éa. d p
2

PERÓN EN EL EXILIO lucha ideolóéica en otros términos, y su

participación en ella enfrentando dicha
radicalización. Se trataba en este caso
JUGAR A LOS EXTREM OS de actores que t endrían un papel ini-
cialmente menor, periférico o secunda-
rio, y a la vez critico, respecto de otros
Proscripto de la uida pública argentina, Perón partió al exilio el 3 de
actores más visibles, más moderados y
octubre de 1955 y uiuió casi 18 años lejos del país, !'\asta su regreso ubicados en el centro de las actividades
definitiuo, el 20 de junio de 1973. No obstante, su protagonismo se del peronismo en el escenario político
mantuuo intacto. Desde su quinta en Madrid, a traués de uínculos de la época, en la que el peronismo
estaba formalmente proscripto, pero a
directos, una profusa correspondencia y la designación de delegados
quienes Perón dispensará una atención
personales maneió los hilos del mouimiento peronista -y de la politica especial alentándolos en su accionar.
nacional-, apostando peligrosamente a posiciones enfrentadas. Ellos desarrollarán, en su intercambio
epistolar y sus contactos personales
con el Líder, una línea aréumental de
por FABIÁN BOSOER una alta intensidad político-ideolóéica,
que desde visiones antaéónicas tribu-
Politólogo, periodista e historiador. Autor de Braden o Perón. La historia
oculta (El Ateneo, Buenos Aires, 2011) y Detrás de Perón. Vida y leyenda del tará a un mismo objetivo: evitar una
almirante Teisaire (Capital intelectual, Buenos Aires, 2013). Profesor e inues- "normalización" de la política aréentina
tigador en la UNTREF. Este articulo está basado en el capitulo "Reuolución que prescindiera de la presencia de
y contrarreuolución en el peronismo de los años 60: jugar a los extremos",
publicado en José Carlos Chiaramonte y Herbert Klein (coords.), El exilio de
Perón y lograr su retomo al país y su
Perón. Los papeles del Archivo Hoouer (Sudamericana, Buenos Aires, 2017). regreso al poder.
Estos referentes irán éanando un
creciente protaéonismo y serán acto-
1exilio de Juan Dominéo Perón se res decisivos, ocupando luéares clave,
E inicia días después de su derro- funciones de gobierno y espacios de
camiento, desde su salida del país el poder cuando el peronismo retorne
3 de octubre de 1955, y se extiende al éobierno en 1973, lo cual tendrá
hasta su reéreso definitivo el 20 de también una incidencia no menor en
junio de 1973. El ex presidente tuvo el curso que tomará el proceso político
como destinos iniciales transitorios a partir de entonces. Perón no desco-
las ciudades de Asunción, Panamá, nocerá el érado de enfrentamiento
Caracas y Ciudad Trujillo (República · existente entre las distintas expresio-
Dominicana), hasta fijar residencia nes que le manifiestan su adhesión, la
en Madrid, en enero de 1960, en la izquierda insurrecciona! y la derecha
quinta del barrio de Puerta de Hierro, contrarrevolucionaria; antes bien, las
donde vivirá durante los siéuientes alienta. Unos le hablaban del "socia-
trece años. A lo laréo de esos casi 18 lismo nacional" y otros del "peliéro
.¿. Simpatizantes apostados .años, construyó a distancia una red comunista". Y él les responderá en
cerca de la residencia de de vínculos e intercambios personales iéual sentido. El ex presidente suponía,
Perón en Vicente López,
18-11-1972 (AGN) directos con una amplia y variada éama acaso, que loéraría contenerlos o que,
de diriéentes y referentes políticos, en última instancia, se neutralizarían
sindicales, militares e intelectuales, unos con otros.
militantes y seéuidores, la que le per-
mitió mantener y alimentar la viéencia Un mismo objetivo: evitar una
de su liderazéo y neutralizar cualquier "normalización" de la política
competencia. Un caso singular -tal vez
argentina que prescindiera
único en la historia del siglo XX- de
un liderazgo político que se mantuvo de la presencia de Perón
viéente durante tanto tiempo, con un y lograr su regreso al poder.
protaéonismo insoslayable, aun en su
ausencia y proscripto por el rééimen Esta particular interlocución define
que lo sucedió. una estrateéia que permite analizar
Dentro del vasto conjunto de inter- el modo en que se establecieron las
locutores, Perón dio especial trato a relaciones entre política y violencia,
dirigentes y referentes situados en los estrateéia y táctica, "amigo-enemigo",
extremos ideolóéicos del peronismo, lealtad y traición, así como los antaéo-
de izquierda a derecha. Dentro de ese nismos ideolóéicos entre izquierdas
espectro lo hará con intelectuales que Y derechas, contenidos - y alimenta-
argumentarán en favor de la lucha dos- por el Líder desde el exilio. Asi-
armada y la radicalización del proceso mismo, esta etapa histórica tendrá
político, y con militares que, desde la un hilo conductor que puede seéuirse
acción político-militar, pensarán la tanto en secuencia cronolóéica como

58 EL AT Lf:\ S DEL PE RO l~lSf'\ 0

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ión, xilio,

R SISTENCIA Y CONSPIRACIÓN
lp d pti mbre de 1955
a P oni t habían quedad~ 1' Perón en el far d (n de su casa n
n d l P is y numerosos deben actuar, en cambio, en absoluta Puerta d e Hierro, Madrid, s/f (Mar/e
Clalre - Panorama/ Ce DlnCI)
h bi n m r hado al exilio. coordinación, aseéurando para todos
n ta n ias, Perón definió los casos la unidad de acción, la cola-
· d ión en dos niveles: boración y la cooperación" (1). En esa
un om ndo o "conducción estra- división tripartita, Perón introduce
,. qu ' I u mía a distancia, y transversalmente la dimensión insu -
ndu ión táctica" encan[ada de rreccional, tarea para la cual coloca a
b obre el terreno o "teatro las tres fuerzas -política, sindical y
ra ion s" las tareas definidas clandestina- bajo el mando del Estado
p r ' l t r av · s de sus directivas. Mayor Combinado.
ra I s tareas políticas "de super- Es así que se oréanizó el Consejo
fi i ,. d ü[na deleéados personales Coordinador encanfado de la conduc-
on I tnandato de mantener "la uni- ción táctica política; las "62 Oréaniza-
d d d l movimiento", on[anizar sus ciones" encantadas de la conducción
t ru turas formales y oficiar de voce- sindical de los éremios peronistas y
ro locales del Líder. Esta fiéura de la el Estado Mayor Combinado "con la
D l éación se mantendrá a lo laréo misión de preparar la insurrección y
d todo su exilio y será ocupada por realizar el éolpe de Estado como punto
dirié ntes de muy diferentes perfiles: de partida para la revolución". Perón
John William Cooke, Osear Albrieu, subraya la importancia que les asiéna a
Luis Albamonte, Jerónimo Remorino, las actividades clandestinas. Parte del
B rnardo Alberte, Jorée Daniel Pala- supuesto de que "habiendo sido decla-
dino y Héctor J. Cámpora. Pero, al rado el Peronismo fuera de la ley, sería
mismo tiempo, Perón no dejará de inéenuo que nosotros nos tratáramos
sost ner y avalar otras instancias y de colocar en nuestra conducta den-
.¡, Mouimiento Nacional Justicialista
canales de interlocución, estructuras tro de ella. Descarto en absoluto que afiche de "Actualización pol(tica y '
paralelas y redes subterráneas que en nuestros enemiéos puedan ofrecernos doctrinaria para la toma del poder, del
Grupo Cine Uberación", 1973 (Gráfica
muchos casos competían o confron- de buena fe la posibilidad de actuar política/Archiuos en uso)
taban espacios entre ellos. leéalmente y menos aun alcanzar el

PERO~
Lueéo de una serie de intentos falli- éobierno por ese camino" (2).
dos, crea un Consejo Coordinador y Tras el fracaso de la Operación
Supervisor (CCyS) al que le encaréa la Retorno en diciembre de 1964 (3),
"conducción táctica" del movimiento: Perón introduce ajustes en su estra-
"Disponemos de fuerzas políticas, teéia privileéiando el intercambio con
fuerzas sindicales y oréanismos de quienes mejor le mostraran acata-
la Resistencia - explicará en varias de miento a su Iiderazéo y le ofrecieran
sus cartas- . Las fuerzas políticas y las capacidad para imponer cohesión y dis-
e'remiales tienen un 'statu' setidoleéal ciplina en las filas del movimiento. Lejos
en tanto las de la Resistencia (que de la unidad invocada, el peronismo se
así llamaremos a las que actúan en manifestaba como una constelación de
la ileéalidad absoluta, con oréaniza- érupos que actuaban dentro y fuera
ción clandestina y con fines insurrec- de la leéalidad, con serios disensos e
ciona! s) deben desenvolverse en la intensas disputas entre ellos y con una
m · s absoluta clandestinidad. Tanto base de apoyo fuerte en las oréaniza-
la dos primeras como las últimas ciones sindicales. Por otra parte, los

LE MONDE DIPLOMATIQUf:, r:D ICI )N (\"') f , ' l JI 59


· n las fu rzas
infructuo-
líd r en el
abierta de
n ref ren-
ncia y dará
esjuv niles
pacto de la
ercabanideas
~ a lucha frontal
m n que comenzará a
o la forma de una insu-
ular y una reivindicación
rmada como parte de un
lucionario. En ese espacio
dran las llamadas "formacio-
cial " (Campos, páés. 74).
¿REVOLUCIÓN O CONTRARREVOLUCIÓN?
A comi nzos de los años 70 era evi-
d nte que el Líder estaba manio-
brando para contener a los sectores
juveniles que asociaban su reéreso
a una r volución socialista en curso
aplacar la aéitación de masas y apo~
yarse en los diriéentes que le prome-
tían lealtad incondicional y el control
del movimiento.
Se lleéa, finalmente, a las elecciones
del 11 de marzo de 1973 y al triunfo de
la fórmula d l Frente Justicialista de
Liberación (FR JULI) inteérada por
dos diriéentes "históricos" del pero-
nismo, de oriéen conservador: Héctor
Jos ' Cámpora y Vicente Solano Lima.
Lueéo d un primer viaje que se con-
cr ta en noviembre de 1972, Perón
reé'resó definitivamente al país el 20
d junio de 1973. Lo que había sido
pensado como un reencuentro feliz y
O 1
. isl l del l.1dcr on su pu >blo 'n
l'll t llSI, . l d F." .
i(, ;J ropucrto e Jz iza
l ''"', <'I ,in1t1..., e 1
' (' 1r,Hl', fornn' en un batalla _
mpal
· , ulrnínc1 en un bano de sanér
qw e , GS) . El "trasva-
(1.opc z Mars no, paés. ,
. t r< n r ional" na cru nto.
~c11111cn o~ . b ' .d
1 • nt e ido en z iza ha 1a si o
"un: ~a~an~t.1 bruta l y preme ditada"
para la oré n ización M ontan ros.
··1n mbaréo, tanto s tos como s us
lru t u ra s "d s up erficie" seéuían
invo ndo s u lealta d a l Movimiento
P r ni t a y p rón: "Quien con?_uce es
p ró n, 0 s a pta esa conducc10n o se
t , a fu er a d l Movimi nto ... Porque
to es un proc s o revo luciona rio, es
una éüerra, y aunque uno piense dis -
tinto cuando 1éeneral da una orden
para ~I conjunto Ide l Movimiento], hay
qu ob d cer" (4). "
Culminaba una etapa, la de la laréa
década del 60" siénada por la proscrip-
ción el exilio de Perón y la Resistencia,
y er~, al mismo tiempo, apen~s el pró-
loéo de las sanérientas luchas internas
que el peronismo viviría en los años
siéuientes. El retorno a la leéalidad
arrastraba consiéo un complejo sus-
trato de ileéalidad y política clandes-
tina que se expondría en la superficie
como un campo de batalla sin cuartel.
Personajes con quienes Perón había
mantenido un fluido intercambio
epistolar durante los pasados trece
años de su exilio en Madrid -Héctor
Cámpora, el éeneral Miéuel Ánéel
lñíé'uez, el teniente coronel Jorée
Osinde, Rodolfo Puiéérós, Rodolfo
Galimberti, el mayor Bernardo Alberte,
Atilio López, entre otros- serán pro-
taé'onistas de ese campo de batalla
desde luéares clave o encumbrados
en la etapa que se abre en marzo de
1973. Cámpora durará 49 días en la
Presidencia de la Nación y tras su
renuncia el 13 de julio, que habilita
nuevas elecciones y la tercera Presi-
dencia de Perón, comenzará tiempo
después otro pereérinaje hacia un
ostracismo político que terminará
con su detención y exilio en México.
Perón no desconocerá el grado
de enfrentamiento existente
entre las distintas expresiones
que le manifiestan su adhesión;
an tes bien, las alienta.
Perón había cumplido su promesa
con Puiél!"rós Y promovió su nombra-
miento como Rector Intervent or en
la Uni~~rs~dad de Buenos Aires apenas
asurruo Campara la Presidencia de la
 Na íón.. La UBA pasó a denominarse
"Universidad Nacional y Popular de
Bu no ,Ajres" (UNPBA) y fue uno de
lo espacios institucionales que mejor
refl jaba la participación del "pero-
nismo revolucionario" en el nuevo
éobierno. Pero no durará mucho más
que Cámpora: será obfu!ado a renunciar
y sustituido tiempo después por el ex
vicepresidente Solano Lima y, luee:o, por
Alberto Ottalaéano, un diriéente ultra-
derechista de tercera línea, adscripto
a la Alianza Libertadora Nacionalista, a
quien Perón encomendara tareas clan-
destinas de aéitación a comienzos de
los 60, que ínéresará al rectorado de la
UBA, en septiembre de 1974., rodeado de
éuardaespaldas armados y proclamando
abiertamente su ideoloéía fascista.
Iñíéuez será desie:nado Jefe de la
Policía Federal al día siéuiente del
triunfo en las elecciones de la fór-
mula Perón-Perón y horas antes del
asesinato del secretario éeneral de
la CGT, José Iénacio Rucci. El militar
había reflotado el COR (Comando
Oréanizado de la Resistencia) para
rebautizarlo como Comando de Orien-
tación Revolucionaria. Durante los
sanérientos sucesos de Ezeiza, los
hombres del COR tripulaban los vehí-
culos del Automóvil Club Aréentino
como parte del operativo de seéuri-
dad de la bienvenida al país de Perón
que terminó en una masacre. El 7 de
abril de 1974, Ifüéuez fue reemplazado
como jefe de la Policía Federal por el
comisario Alberto Villar, un veterano
jefe policial que había prestado ser-
vicios en la custodia presidencial de
Perón durante su seéundo f!'obiemo,
fanático anticomunista entrenado
en contrainsuréencia y al frente de la
represión de manifestaciones obreras
y estudiantiles en los años 60.
El ex presidente suponía,
acaso, que lograría contenerlos
o que, en última instancia, se
neutralizarían unos con otros.
Galimberti y Osinde serán princi-
pales referentes del enfrentamiento
armado que proseéuirá y se incre-
mentará durante el tercer éobiemo
peronista, entre la oréanización Mon-
toneros y los érupos parapoliciales Y
para-estatales de represión El primero,
como inteérante de la conducción de
Montoneros. El seéundo, como jefe ope-
rativo de las fuerzas que conformarán
la Alianza Anticomunista Aréentina o
ripie A", ore:anización que se atribuirá
centenares de asesinatos y sem-
brará el terror con una campaña
de amenazas y listas de ~enemiéos
de la Patria" condenados a muerte
o conminados al exilio.
La mayoría de los pro~onistas
de esta historia terminarán muer- El 21 de febrero d 1972, dec;d
tos o asesinados. Atilio López, ref e- en Madrid, Peron difundió u n ''M , s j
ambiental a los pueb los y obl rno d l
rente del sindicalismo combativo
en Córdoba, lueéo de ser eleéido
mundo'' dirigido a l enton e s. r
rio general de las Nacione Unid , K
viceéobemador en marzo de 1973 Waldheim. En linea con la difu ion
Y derrocado meses más tarde por informe Los limite s del d arro ll o por el
el jefe de policía provincial, fue - Club de Roma, y los preparativo p r
secuestrado y asesinado por la la Conferencia de las Nacione s Unid
Triple A, el 16 de septiembre de sobre el Medio Ambiente Hum no, qu
1974. El mayor Bernardo Alberte se desarrollaría en junio en la ciud d d
fue capturado por una patrulla Estocolmo, Perón llamaba a los dirig nt
políticos a una acción mancomun d
militar y arrojado por la ventana
internacional para frenar "la cont min -
de su departamento en la madru- ción del medio ambiente y la biósf r , l
éada del 24 de marzo de 1976. Las dilapidación de los recursos natural I l
utopías de la revolución socialista crecimiento sin freno de la población y l
en América Latina, y entre ellas sobreestimación de la tecnología". Alert ~
las del llamado "peronismo revo- ba asimismo sobre "los sistemas social
lucionario", serán ahoéadas en de despilfarro " y sobre "las verd d r s
sanére. Y el sueño, convertido - catástrofes sociales" que ad\Jendrl n.d
- no mediar cambios. Durante su terc r
en pesadilla con el reéreso a una
- gobierno, Perón creó una Secretari d
oscura -la más oscura- etapa de - Estado de Recursos Naturales y Ambi nte
dictaduras que ensombrecerán al _ Humano, de fugaz existencia.
subcontinente latinoamericano.
Puiéérós, que sufrirá la pérdida de
un hijo, muerto por una patrulla
militar, marchó al exilio en México,
donde continuará vinculado con
las actividades de la oréanización Mon-
toneros desde el exilio, y fallecerá en La ello tenemos do ami
Habana, el 12 de noviembre de 1980, o Sanére. Tiemp
a los 73 años. nos enseña cómo lo
Una de las últimas cartas que Perón finalmente a su ca
envía y firma de puño y letra, meses El tiempo biolóéi
antes de morir, está djriéida a Fidel se estaba aéot
Castro, comandante y primer minis- proceso político
tro de la República de Cuba, el 24 de manos. El com
febrero de 1974. Su portador es el había fabricado
ministro de Economía José Ber Gel- mantener vivo
bard, al frente de la misión de amistad su lideraz e-o in 1
*a
lueéo de la reanudación de las rela- funcionado n los ntr ibuido a
ciones bilaterales. Alli, el presidente su retorno en los bi b: for~
aréentino compara las trayectorias de mado para enton n in
ambos: "Tanto Ud. Amiéo Fidel, como trituradora d s {!obi
yo, llevamos muchos años de perma- de la d mocracia ■
nente lucha revolucionaria. Ello otoréa
una experiencia invalorable que es
Notas
preciso transmitir a la Juventud, para
evitarle atrasos que se paéan siem- 1Carta d P rón a Albe · ano, dl'
marzo de 1961. Hoov >r ln ' hlves.
pre con dolor y sanére, inútilmente. JDPer n P p rs. 8 1. F
La pujanza viril de la vida joven para 2 lbid.
rendir verdaderos frutos a la Patria, 3 Pe1 n , q
debe ir acompañada de la cuota de en un uel
escala en
sabiduría que oton[a la experiencia. La Janeiro
responsabilidad que pesa sobre nues- • Edito . ,
tros hombros no es ya la de realizar la En
Bu
Revolución que cada uno de nuestros
s
ideales concibe como lo mejor para Don J,
su Pueblo, sino enseñar a nuestros Co
E N ,lll' 1
2 ldH~\lJIL\!
NI YANQUIS NI MARXIST
La definición conceptual de la
llamada ºderecha peronista"
alberga sus complejidades.
Asociada las más de las ueces
a la participación actiua
en la represión contra los
sectores identificados con la
izquierda, tanto peronista como
marxista, en los años setenta su
' Desde esta perspectiva, resulta
genealogía, en rigor, encuentra
su arraigo décadas antes, y su
proyección se prolongará más
allá de la última dictadura
ciuico-militar.
por GABRIEL ROT
Autor de Los orígenes perdidos de la guerrilla en
la Argentina (Waldhuter, 2000, red. 2010); La
Guerrilla del Ejército Libertador. Vicisitudes de
una guerrilla urbana, en co-autoría con Esteban
Campos (El Topo Blindado, 2010), e Itinerarios
Revolucionarios. De la Resistencia Peronista al
PROA (De la Campana, 2016). Dirige el Centro de
Documentación e lnuestigación de las Organi-
zaciones Político-Militares argentinas El Topo
Blindado (www.eltopoblindado.com).
,i. Perón uota junto a López
Rega, 23-9-1973 (AGN)
12 1 l t\l l/ ', I JI I I.J I l' CJl ll' ,IJ\C J
EL COMPLEJO UNIVERSO DE LA D ERECHA PE.RON ISTA
i bien la derecha pero~i~ta puede
5 identificarse en relac10n con su
contrario y oponente, la izquierda
peronista, su definición a partir de
esta dicotomía conlleva el rieséo de
encorsetar su identidad como fuerza
de choque de los sectores más ortodo-
xos y conservadores del movimiento,
quedando velado el conjunto de ele-
mentos políticos, sociales, culturales
e ideolóéicos que la conforman.
más certero cateéorizar a la derecha
peronista como un conjunto variado
de oréanizaciones amaléamadas por
su identificación con el peronismo
oriéinario en una serie de elementos
centrales, aunque cada uno de elJos
con un peso propio diferente: nacio-
nalismo, revisionismo histórico, an-
tiliberalismo, antiimperialismo, an-
ticomunismo y una visión del Estado
como reéulador jerárquico y autori-
tario de las corporaciones sociales.
La noción de "Liberación de los pue-
blos" en sentido socialista estará por
completo fuera de sus pretensiones,
como sí, en cambio, está presente
en otros sectores del peronismo
permeados por la izquierda nacio-
nal, sector con el que el peronismo
mantuvo también una influencia re-
cíproca, y aun el marxismo.
Fue consecuencia de
un proceso de hibridación
entre el nacionalismo
conservador y de derecha
y el peronismo emergente.
Esta comunión de ideas fuer -
za en un mismo corpus político e
ideolóé'ico fue consecuencia de un
temprano proceso de hibridación
entre el nacionalismo cons rvador
y de derecha, que hizo su irrupción
con fuerza en Ja década de 1920, y
el peronismo emeréente dos déca-
das más tarde, proceso que no fue
Jineal ni homoééneo y mantuvo _
ri~s _Y variadas contrndiccion s y
fncc1ones, aunqu finaJmen dio
forma al peronismo ''t r ri ta" y
fuert ment autoritario. E t aJum-
bramiento mantendrá na mirada
s..,
histórica r evis ionista dP la Nacio'
~ n
que, con 1os an os, se formulará e
la tríada San M artín Ro sas p ró~
haci e ndo h in capi é en la Soberaní;
Política, la lndependPncia Econó.
mica y la Justicia SociaJ. Su anti no.
rnia dilecta estará r e p resentada por
el capitalis mo de cuño libe ral y el
comunismo, e n emiéos d clarados
para el p e ronis m o naciente y ari e-
tes de la dis olución de la tradi ción
vernácula católica e hispanista para
el nacionalismo de de recha. "Estos
vínculos incipientes entre el nacio-
nalismo de d e recha y aJéunos sec-
tores del peronismo -sostiene Juan
Luis Besoky- son la base oriéinaria
de lo que en las dé cadas si~üientes
se denominará p or sus coetáneos
como 'la dere ch a peronista'" (1).
LA ALIANZA LIB ERTA DO A CI ONALISTA
La Alianza Lib e r tadora Nacio nalista
será la oréanizació n qw• m ejor re-
presente est e mcst, .aJP. Sus oríée-
nes datan de fi nes ,➔ r, 1, década de
1930, cuando predon i 1Ltb.1 entre los
nacionalistas loca]e~ la Un ión Nacio-
nalista de Estudiantes ~P undarios
(UNES), una suerte dP f I Pnte estu-
diantil de la reaccionaria Leéión Cí-
vica Aréentina (LCA) I:n 1937, Juan
Queraltó, jefe de la UNES, animará
la formación d e la Al ianza de la Ju-
ventud Nacionalista (AJN), en un in-
tento de aélutinar al conjunto de la
juventud. Antiliberales y anticomu-
nistas, hacían éala de un nacionalis-
mo tradicional, antisemita y antibri-
tánico, teni ndo como eje la defensa
de la soberanía y la reivindicación
de las lslas Malvinas como propias.
Dos años más tarde incursionarán
en el movimi nto obrero y sindical,
formando Vanguardia Obrera Nacio-
nalista, r bautizada lu -éo como van-
~uardia Obr ra Aréentina (VOA),. l~-
vantando un pro2rama d ':justicia
social" n fran o enfr ntarniento ª
la pr , dica comunista. Para entori·
e , lo . nacionali tas d d recha de
la AJN invi ban a lo trabajadores
a l brar l 1 ° d Mayo -n el espa-
05
jo públi , lotr ando n pocos afi
ae-lutin r multitudes mar t,ando en
di ha f hil. Tambi ' n rá suya uf1íl
 romsmo hará pro-
¡ olonia no -.
1 cr imi n o de la ore-anización
J rnul ipJicidad de fren es en los
m rvenía for.tará su cambio
mm 1, y en 1943 adop ará el de
Ali- nza Libertadora acionalísta,
qu p o antes del advenimiento del
p ronísmo ya acuñaba muchas de
sus principales banderas.
.La sue d la AL se verá ben-
d ida por el ~olp de Estado de
junio d 1943, m uy especiaJmente
porqu la nueva dirección política
n m ndará a reconocidas fiE"u-
ras d l catolicismo y e ] nacionalis-
mo de derecha numerosos puestos
d éobiemo. o obstante, las ex-
p tivas se vieron rápidamente
frustradas cuando el éobiemo de
facto s atuvo a romper relaciones
con el Eje, determinando el fin de
la neu ralidad aréen ina y, por lo
tan o, dando p or · erra con una de
las reivindicaciones más importan-
s de los nacionalistas. Más tarde,
n marzo de 194 5 , cuando s e firmó
el decreto de declaración de éüe-
rra, J s nacionalistas distribuirán
medio millón de volantes contra la
decisión del presidente [Edelmiro
arrell] otoreándole la cateéoría de
traidor a la patria" (2 ).
Ciertamente, los nacionalistas de
la ALN no constituían una or éaniza-
ción monolí~ y en su seno se ex-
hiñían posturas que fueron desde las
más conservadoras a las populares,
y todas ellas con diferencias concre-
tas frente al peronismo emeréen-
te. o resulta extraño que a12nnos
sectores de la ALN participaran del
17 de octubre de 1945, movilizándo-
se en defensa de Perón, exhibiendo
no sóJo su apoyo, mediatizado por
a~unos recelos, sino también una
manifiesta práctica de disputa de
poder en las calles. La formación de
la Unión Democrática con partici-
pación comunista y socialista con-
. ·ra. poco despu~ a que buena
parte de la or~anización optara por
1apoyo critico a Perón
racaara acompañará
con una estética
donlle no faltarán
correaíH miUtares
y saludo fascista.,
, inicialrneTite
al peronismO,
aent.ación. con
candida o propio . en la
nes a senadores diputd
\'ICIII" di" /11 I"""'"' ,,,
brero de 19 6, a l -
nacionales del 7 d 11 'l) l1
l\t' l.l h,ll 1,l ll11t •11t1 ' /\11 •·.
F tkl ,•n1dn l 11 H1P clp 11111 •11 o Y
amba con nulos - t , mb,,n 1d11 h,H 1,1M1111111
éünas postura d no -
beman e pro oca -
entre lo nacion
en Éeneral, de la r. 14d m
como la ratificaci · - Elernon' lc['1 ',l,d iv,,• . ! <111 n1i1•,
puJtepec, otra iban 3 del t; ''',, l I U11m11 1 npul,11 (111· 1 n
con sus propio - man r n i rno) '-- llP , 1" ,11 1,1d1 l ,ilt i-1no
ca o las rei inc:licacion -
rania nacional la equidi tan ia e n
e l imperialismo el cornuni m o-
viético por lo que paulatinam n e la
orÉanización fue mutando su ap
crítico inicial a una ma or identifica- 28 de junio
ción. Aun as í, los ectore qu pre- Golp d E · tJdo. El 9 ,1 ." UMIC' 011
tendían a~una autonomía r p cto ama. di · urlv el ~011i!rt'. ,.
de Perón s ufrirán un éolpe d mol - 29 de julio
dor cuando el eobierno impuls la Univ r ·idud on inlerv , ni
creación de la Unión de E tudiantes d o u pad ·1 mi litL1rm(•nl .
Secundarios (UES), en abierta com-
petencia con la UNES de Queraltó 28 de septiembr
pro ocando una eria cri i en la or- " p rncion ndo ··. Un 11 upo
militant p roni sl~ d sv in un
Éanización que paulatinamente que- vi n hacia la · l slas M , lvin,1c.;.
dó cada ez más reducida a fue rza de
choque contra los comunista . En
1953, Queraltó s erá desplazado de la
conducción por Guillermo Patricio 1? d n
Kelly, llll.éido ahora como nuevo jefe Pu blada en Bell,1 V1<;t,1, ' llln 1tt1,Hl,
quien impondrá de inmediato éran- ontra el riet ·e d<. lll ipnios M1wr¡•
des transformaciones: rebautizará la Hilda N. (,u 't 1 t I t) rlt> Mnli1 ,1
como Alianza Popular ciona-
lista (AP y la despojará por com-
11(. <; 11,
pleto de su anf:iE"uo ropaje antisemi-
ta -posición vista con buenos ojos
por Perón-, a la ez que de □-etará la
completa subordinación al ÉObierno.
28 de marzo
En 1960 ya están presentes Raimundo Oné, ~.e•
t odos los elementos cr ta1 · ral tu
para la identificación ra. Na T o .
de un amplio espectro de 19 de septiembre
organizaciones constituyentes Mu r John William o I< .
de la derecha peronista. Diciembre
Compromiso d Navid d d lo
sacerdotes del Ter r Mundo.
Tras la debacle que representara
la Revolución Libertadora, la Alian-
za de Kelly cliriÉirá sus esfuerzos a
reconstruir la oréanización, lo que
29-30 de mayo
se efectivizará recién en 1958 con
Lueéo de pu bladas n orri nt
la publicación de la terc:r~ época de
Alianza.. desde cuyas p~mas man-
y Rosario estalla el Cordobazo.
tendrá su anticomunismo habi~al 30 de junio
y una intacta fe peronista. Tamb1en Vandor es ase inado n u ofi in
participará en los conflictos sinc:li~a- de la UOM. E ado d sitio.
les más importantes y muy espe<:al- 16-17 de septiembre
rnente durante la huel.1!a del Fnéo- Seé"Undo Rosariazo.
rifico Usandrn de la Torre en enero
de 1959_ Durante este período, la
sigue en la p gina 72
relación entre el nacionalismo de de-
1,t fl,LJl , [)ll'lt)Nl'l1Nl)',lll( 6
/

UNA CRECIENTE
INTERACCIÓN
Dur nt l gobierno de Perón y
luego de su denoc miento, otras
organizaciones y periódicos mantu-
uleron uiua la interacción de nacio-
n listas de der cha y nacionalistas
POPLll res con el peronismo y su
complejo armado interno.
Asi. diversos sectores de la Resis-
tencia Peronista se harán eco de
reivindicaciones nacionalistas que
el peronismo había hecho propias.
Por su parte, nacionalistas de de-
recha harán ine"entes esfuerzos
para acercarse a las huestes de
Perón, ya sea para confluir con
ellas en acciones comunes o con la
pretensión de influir en ellas para
su propia y diferenciada prédica.
Particular importancia adquirirán
tres publicaciones: el semanario
Azul y Blanco, dirie'ido por el an-
tiperonista Marcelo Sánchez So-
rondo, Mayoría, de Tulio Jacovella,
clausurado tanto por la Liberta-
dora como por el frondicismo~ y
Palabra Argentina, de Alejandro
Olmos, quien mantuvo una relación
con el peronismo si~!nada por los
recelos y el apoyo crítico. Dichas
publicaciones, con posicionamien-
tos diferenciados entre sí, mantu-
vieron en alto banderas comunes
como el revisionismo histórico,
el antiimperialismo y el antico-
munismo, lo que evidenciaba una
comunión ideoló(!ica con diversos
sectores peronistas. Junto a ellas.
el Instituto de Investie"aciones His-
tóricas Juan Manuel de Rosas va a
constituir uno de los centros más
destacados del dinámico encuentro
entre peronistas y nacionalistas,
aunque no carente de debates y
crisis internas.
.,¡, "Sigámosla", 1973/1974
(Gráfica política/Archiuos en uso)
i m tendrá
u r-
1 bl - n
in ia n - -
r '", a páéina).
LA IRRUPCIÓN DE TAC UA RA
En l marco d disconformidad pro-
du ido por el lineamiento com-
p] to d la Alianza al peronismo,
un érupo de jóven s militantes d
l UNES darán vida a Tacuara, con
la indisimulada intención de remo-
zar los viejos principios, siendo sus
principales referentes el presbítero
católico local Julio Meinvielle y el so-
cióloéo francés Jacques de Mahieu.
Su ideario reéresaba a las fuentes
del nacionalismo de derecha, des-
tacando su fervor reliéioso, un an-
ticomunismo visceral y reponiendo
el antisemitismo vedado ahora en la
Alianza; políticamente harán éala de
las influencias del fascismo italiano
y el falanéismo español.
Si bien se hallaba en éerrnen des-
de 1955, recién dos años más tarde
se constituirá de manera formal,
y se presentará a las elecciones de
Convencionales Constituyentes de
julio de 1957, aunque sin ninéún
éxito. Un año más tarde, la oréani-
zación cambiará su nombre a Movi-
miento Nacionalista Tacuara (MNT),
quedando Alberto Ezcurra Uriburu
como jefe. El conflicto declarado por
el debate educativo "laica o libre" le
dará al MNT una oportunidad sin
iéual para extender su influencia
sobre un multitudinario estudian-
tado católico, éanando las calles y
emprendiendo batallas contra todo
aquello que destilara aires democrá-
ticos. Acompañará su prédica con
una estética belicista, donde no fal-
tarán uniformes, correajes militares
y el saludo fascista.
El contexto de Guerra Fría y de
vertiéinoso desarrollo de las luchas
de liberación en el llamado Tercer
Mundo, Aréelia, Vietnam y Cuba, de-
jará su huella en la inéeniería políti-
ca local, y Tacuara no estará exenta
de sus secuelas. El antiimperialismo
y la cuestión nacional serán arietes
de una paulatina transformación
que, en lo inmediato, le hará com-
partir objetivos comunes con el pe-
ronismo proscripto. Por lo pronto,
militantes tacuaristas se acerca-
rán al peronismo de la Resistencia
y lleéarán a compartir la protesta
durante la hueléa del Friéorífico Ll-
sandro de la Torre, en la que tendrán
· a particípaci ·
·ón de Bri~ad
tarán pre
·on s r isio
la de la uelt
n la onmemoracion
a R sa D01Teéo co eje re· : _
dicati o."Los muchacr ~ - .= ~ :~e
como 're ·sionistas h1 t ·e : en-
tre los unitarios fede ale . escoE-en
a los federales· ntre la ci ·ilizacion
la 'barbarie', eliéen la 'barbarie'.
Reivindican a Juan Manuel de Ro a. ,
Facundo Quiroéa, anuel Done~o
Felipe Varela al Chacho Peñaloza:
.
deniéran a Bernardino Ri acta 'ia'
Bartolomé Mitre DominÉO Fausti-
no Sarmiento" (3).
La intensifica ción de las
campañas de unos y otros a
fauor del uretorno " mantendrá
el enfrentamiento en una
cuidada latencia.
El pereérinar de Tacua -a en a o-
lítica nacional, siempre
por la influencia pe -
sus estructuras si
primeros años
siones cismátic
tres érandes ra
tauradora Nacio
to Nueva Aréen ·
Nacionalista Revol
(veáse "Tacuara su cís1 1
La lleéada de Hus e· t
instalación en 1962 de la LQ"a Ara-
be en el país también cont i uiran a
una intensa campaña anti ioni ta 1
la que la derecha n acionalista to a-
rá activa parte. Esta coincidencia de
objetivos fue motorizada por la Ta-
cuara tradicional que halló en aleu-
nos sectores peroni tas un aporte
de relación mayor.
LA HORA DE LA CON SOLIDACIÓN
Aunque nunca autodenominada
como tal, durante la década de 1960
ya están presentes todos los le-
mentos para la identificación de un
amplio espectro de oréanizaci n
y publicaciones constitu ente de l
derecha peronista como e t r
racterizado por un corpus de id -
y una práctica política comune
todas ellas (aunque admití nd dif
rencias puntuales entre í e mp -
tencias de liderazéo). La enalizaci · n
de un enemü!'o interno la izquierd
peronista será su e endido st 11 -
darte y en los año sié'Uien e 1
 LAS ORGANIZACIONES DE LA DERECHA PERONISTA
1930
Referencias

ORGANIZACIONES PRINCIPALES
Federacton Obrera Nacionalista Acc1on Nacio'lo 1sto a E tuct1ant
Organtzaclones secundarias
Argentina (FONA)
- Continuidad
1935
- - - - • Ruptura
Union Nacional de Estudiantes Secundarios (UNES)
.... • • • • • Participación
.J. Qurr J/t,. f-' Bt I nu

1937

1938-39

Vanguardia Obrera Argentina (VOA) Sindicato Uniuersitano Argenuno ($UA

Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (UNES) - - - - - .,

ALIANZA LIBERTADORA NACIONALISTA · '•

J. Queraltó - H. Bernaudo , -- : '-¿.
1943 Reuolucíón Ra.mirez - Perón Neutralidad - lndepend_~~~ia económica - Justicia s~~!~J]
1945 17 de Octubre - ..,,.,,~.~ 1953
ALIANZA POPULAR NACIONA_l_l~~! ;(AP-N)
G P. Kelly · ;~;- ' º'~,;,_~'
1955 Reuolución Liberta.dora
~,,¡.t.,...~ :
A> ••

· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · Resistencia Peronista / Juventud Peronista

1956
Mouimiento Nacional Tacuara (f'A tli T,
A. é ,(\ rrli L1
/:'
- - ., 1
1959 Huelga Frigorífico L. de la Torre 1 t 1
1 1 1
1 1 1 1960
Guardia Restauradora Nactona,L t a ( R['.i -- ., 1 1
1 l
1
Comando de 1
L, - - 1 1 1961
Organización (CdeO)
Moulmiento Nueua Argentina (MNA) - - - .J 1

1962
Guardia de Hierro
(GdeH)
1963
Mouimlento Nacionalista Revolucionario
Tacuara (MNRT)

Sector Ossorio

: .. . . . . ...... . ............ . ......... . .... . . .... . .... . . . ...... . .......... . . .... .......... . . . .... :
1964
Mouimiento Nacion.alista Tacuara (MNT)
L, - - - Encuadramiento de la JP J. M. Collins

1971
Frente Estudiantil Nacional (FEN)
Concentración Nacional Uniuersitaria (CNU)

1972-1973 Organización Unificada del

P., ter 10 ae Peron / Trasuasamiento Generacion.ol (OUTG)
ti· ,re: Cfl'l1¡:J()rQ / 1972-1974
Mo,urn- d 0 E1f11n
•. ~ \ " 1 J [1c P.uC Cl

1~7¡¡
···· ···· ········• ·'" LOPEZREGUISMO - TRIPLE A
- .. T I t._ r rtC_ !Q
W'""l1L':,([]
r,¡,1
udFtderal Comando 17 de Octubre JSP (UOM - UOCRA-SMATA) JPRA

LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN CONO SUR 65

 2 l LJ HI 'l U LVL
TACUARA Y SU CISMA
Entre 1960 y 1963 Tacuara sufrió tres diulsiones de enuergadura, todas el~s
prouocadas tanto por' la .tnfluencta
. de los cambios
. po l{tlcos emergentes en uartos
del
palses del planeta como por la coyuntura nacional, atrauesada por la lucha do5
peronismo proscripto y la emergencia de gobiernos constitucionales tutela
por el poder militar. En todos los casos, el posiclonamiento frente al .Peronlsmo
resultará central, signado, casi hegemónlcamente, por el anticomunlsmo.
En 1960 se produjo la primera (!ran ruptura, al no tolerar Meinvielle la ~ercan~
entre el peronismo y la oréanización que él prohijaba. La consecuencia fue
formación de la Guardia Restauradora Nacionalista (GRN), marcadame,:i~e
católica y anticomunista, que volvía a poner, cumpliendo con la proye.c cion
de su mentor, las cosas en su luéar adecuado: el peronismo no era smo 1~
antesala del satanismo comunista. Cuatro años más tarde, la GRN rom~era
con su principal mentor y sus militantes paulatinamente se incorporaran a
diversas oréanizaciones, las más de identidad peronista.
En 1961 sur~ó la see-unda fractura, cuando Dardo Cabo dio oriéen ~l Mo~i-
miento Nueva Aréentina (MNA), reclamando una identidad peromsta sm
ambil!iiedades.
Finalmente, en 1963, Alfredo Ossorio, Joe Baxtery José Luis Nell dieron vida
a la Tacuara Rebelde, luee-o Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara
(MNR-T), que se definirá como "peronista y revolucionario"'. Será este sector
uno de los pocos que, en su radicalización, no aportará a la derecha peronista.
No fueron estas las únicas oréanizaciones que por entonces suréieron con
una marcada presencia del nacionalismo de derecha y el peronismo. La
Concentración Nacional Universitaria (CNU) del influyente Carlos Disandro,
el Movimiento de la Juventud Federal (MJF), el Sindicato Universitario de
Derecho (SUD) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (sector
Ossorio) también emeréieron atizando las reivindicaciones nacionalistas de
derecha en concordancia con el peronismo. Otros e'rupos nacionalistas que,
en cambio, rechazaron como propia la identidad peronista, como el MNT
residual de Ezcurra y Azul y Blanco, por ejemplo, tuvieron reducida influencia.
contienda se trasladará a ese campo
con el uso de la violencia física como
herramienta política, heredada de
los nacionalistas de derecha.
Mientras la lucha por el reéreso
de Perón se mantuvo abierta y sin
resolución cierta, los sectores del pe- tud Peronista, se alzará la JP de la
ronismo identificados con la ortodo-
xia del movimiento y los que repre-
sentaban una radical postura hacia la
izquierda loéraron mantenerse con
diversos érados de crecimiento y re-
presentatividad, en éeneral avalados
todos ellos, por el mismísimo Perón:
La bendición del éeneral exiliado al
Movimiento Revolucionario Pero-
~ista (~RP) de Gustavo Rearte y la
mmed1ata leéitimación a Auéusto Ti-
moteo Vandor como líder del sindi-
calismo, ambas en 1964, dan cuenta
de ello, aunque no tardará en batallar
contra Vandor un año más tarde.
La intensificación de las campañas
de unos y otros a favor del "retomo"
m~ntendrá el enfrentamiento en una
cmdada latencia; ambos sectores P
1 d , , or tos menores y mantendrá otros que
o emas, seé'Uirán manifestando l
en't"icas a través de publicaciones ~
documentos y esporádicamente y
l , nfr en de Brito Lima, el Comando 17 de oc-
a éún e entamiento armado. N
obs~ante, la división entre ambos pe~
romsmos continuaba consolidándose.
66 S DEL PERONISMO
La campaña por el r-r sr ,J,! JJF:
rón a Ar!fentina n lr>-:., ,y f r ,,,, ;;ñ,i-,
setenta, y Iueéo para a ('. ( r rm,;
de marzo de 1973T c.on' l <. ,a J;:
yo deddido de todos •0 ~ r ,.r::s El
peronismo y con la ar:t ac1 , r ':/ce _
cíonal de sus sectores 'J • 11.,"' J i::r ti
a quienes Perón alenté, sir- dr ,,~ ayD:
No obstante, tras el ref!re•,r; oeJ Pr:-
ronismo al poder, el líder rnut6 su
preferencias hacia las forrnacione
especiales" por un complefo don ¡_
nio de la confiéuración partidaria.
Desde entonces, la ~depura ción" del
movimiento estuvo a la orden del
día, y la que había sido una partici-
pación extraordinaria entró en fran-
ca op osición con los mandamien os
de Perón. La Masacre de Ezeiza del
20 de junio de 1973 (Cha ro López
Marsano, p fü!. 6 8) representará, en
definitiva, el fin de una treéua ja-
m ás declarada, pero forzada por la
coyuntura política. Desde entonces,
cada espacio de poder será disputa-
do, éanando especial presencia la or-
todoxia del movimiento y sus secto-
res de derecha. La hora de su mayor
encumbr amiento había 'eéado.
EL COMBATE CO NT RA "L
En términos oréamz ales, la
derecha peronista se .Jadrará
en una serie de aéru p ~,tos en
franca competen cia co s estruc-
turados por la izquie1 1 movi-
e,
miento en los p rincipa1es ámbitos
de m ilitancia. Así, fre nte a Ja Juven-
República Aréentina, más conocida
como "jotaperra", y ante la Juven-
tud Trabajadora Peronista, la Juven-
tud Sindical. De ié ual manera, la de-
recha peronista e ditará sus propias
publicaciones, entre las que van a
sobresalir El Caudillo y su continua-
dora Puntal, Patria Peronista y Las
Bases, esta última dirié ida nominal-
mente por José López Reéa.
Tras el regreso del peronismo
al poder, la "depuración''
del mouimiento estuvo
a la orden del día.
Además, organizará aéruparnien-
ya venían haciendo camino, por caso
el Comando de Oréanización (CdeO)
tubre (C170), diversos Sindicatos
Universitarios, la CNU, y una reapa-
recida Alianza Libertadora Naciona-

lista con una nueva edición de Alian-
za, reverdeciendo viejos postulados
antisemit as y anticomunistas y con
eje en la lucha contra los sectores
de izquierda. Todos ellos, a su vez,
estructurados como activos érupos
de choque. También abonarán a este
campo otras oréanizaciones que, si
bien no pueden ser caracterizadas
como de derecha, acompañaron a la
ortodoxia justicialista en sus emba-
tes contra los "infiltrados" filo mar-
xistas, tales los casos de Guardia de
Hierro, Encuadramiento y la JP Leal-
tad, que hicieron del verticalismo su
norte más importante.
A partir de la Masacre de Ezeiza
Ylueéo del asesinato del jefe de la
C?T José Iénacio Rucci, el enfrenta-
miento contra la izquierda peronista
alcanzó ribetes extraordinarios. Al
uso de la violencia en cada uno de
los frentes de militancia, se sumó la
represión clandestina donde onfa-
~ zaciones de la dere~ha peronista
Incurrieron en los métodos que la
1:riple A y bandas de la burocracia
sindical llevaban a cabo. El combate
contra los "infiltrados" en el peronis-
rno adoptará entonces las formas de
cae ena.
, El resultado serán centena-
res ~e muertos y el completo despla-
~anuento de la izquierda peronista
el ~obierno. La '"Patria Peronista"'
Yla "'Patria Metalúréica" definitiva-
~ente se impusieron, a fuerza de
ntervenciones políticas oficialistas -
~ Caricatura de Lorenzo Miguel,
Confluencia por la patria
socialista, N2 3, mayo de 1974
(CeDlnCI )
+ Afictle de la Alianza
Libertadora Nacionalista, s/f
11111
Au~ l..llelTAlu!A~
desplazamiento de los éobernadores
y diputados afines a la izquierda- y
abundante metralla, a la "Patria So-
cialista".
En 1975, con la izquierda pero-
nista perseéuida y desplazada, las
disputas en el seno del peronismo
heéemonizado por la derecha se
presentarán entre los verticalistas
al mandato de Isabel Perón y los an-
ti-verticalistas que cuestionaban su
liderazéo, con su secuencia de en-
frentamientos armados en los que
la Triple A, diriéida por López Reéa,
actuará impunemente. Desplazado
López Reéa del éobierno en el mar-
co de una crisis social y política de
enveréadura, y muy especialmente
con sectores del sindicalismo, la de-
recha peronista quedará reducida
al accionar de érupos de choque y a 1' Afictle del Comando
de Organización, 1975
una ortodoxia impotente frente al (El Topo Blindado)
éolpismo militar que, el 24 de mar-
zo de 1976 tomará en sus manos el
poder. El "Operativo Bolsa", con el
que se inauéuraba la peor d~ctad~-
cívico-militar de nuestra h1stona,
ra .. , lri
ién nevará a pns1on a a t:.unos
t am b t es
de los más encumbra dos d'méen ·
Notas
de la derecha peronista. ■
1 Juan Luis Besoky, La derecha peronísta.
Prácticas polí ticas y representaciones (1943-
1976), tesis para optar por el e"rado de Doctor
en Ciencias Sociales, 2016.
2 Hernán Capizzano, Alianza Libertadora
Nacionalista. Historia y crónica (1935-1953)
MA, Buenos Aires, 2013. '
3 Roberto Bardini, Tacuara. La pólvora y la
sangre, Océano, México, 2002.
U: MONDE DIPLOMATIQU E, EDICIÓN CONO SUR 67
2
EL ESTALLIDO
ANTAGON I
El 20 de junio de 1973, Perón regresaba definitiuamente
a Argentina tras 18 años de exilio. Una multitud fue a
recibirlo en las inmediaciones del Aeropuerto de Ezeiza.
Pero lo que se a nunciaba como una uerdadera fiesta terminó
en un sangriento ataque perpetrado por la derech.a del
mouimiento contra las tendencias reuolucionarias, que
se saldó con 13 muertos y alrededor de 400 h.eridos. El
enfrentamiento expuso las posturas irreconciliables en el
seno del mouimiento peronista.
por Charo López Marsano
Historiadora. Docente e investiéadora UBA. Autora de ¡Viva
Yrigoyenl ¡Viva la revolución! La lucha armada r adical en la
Década Infame (con Ernesto Salas, Biblos, Buenos Aires. 2017).
-t Ezeiza, 20- 6-1973
(AGN) 1 acto se convocó para celebrar el definitivo
E reéreso del éeneral Perón a la patria. Si bien el
viejo líder exiliado había vuelto fuéazmente a fines
de 1972, ahora lo hacía lueéo del triunfo electoral
de un éobiemo peronista. Ese día, 20 de junio de
1973, concurrió a recibirlo una marea calculada
en un millón y medio de personas. Pero lo que
había sido anunciado como una fiesta devino en
la dramática representación de las contradiccio-
nes que se habían ido acumulando por años en
el movimiento peronista. Parte de estas disputas
habían aflorado desde la toma de posesión del
nuevo éobiemo, el 25 de mayo de 1973, cuando las
banderas de los sindicatos, tradicional "columna
vertebral" del peronismo, fueron opacadas por las
del sector juvenil y éuerrillero que les disputaba
la heéemonía. El propio presidente electo Héctor
Cámpora era visto por los sectores de la derecha
como cooptado por la llamada Tendencia Revo-
cionaria del Peronismo.
DE EZE:12A
os
os
l ,\ lü moviliza.
ión popular, 1 \Ci él I pu nte
El Tr ' bol n Pr pu rto ln-
t rnacio d , ci l>0rdinar n
una comí · n a rnpor , p ro n
los hech po nci l >'->P Ló p z R e:a,
qu e se atribuía órd nes d ' un, 1 onjunto
de la onfa ni zación qu do Pn rn,mos d -1 ubs _
cretario de Deportes y Trn i mo, coron I Jore:e
Osinde, quien dirif[ía una 1 t>sa desiéual en la
representación, en la QU E' esl<1ban l secreta-
rio del movimiento, Juan Manuel Aba! Medina,
José Rucci, Lorenzo Miéuel y No rma Kennedy.
La preocupación central de la derecha pe-
ronista, que coordinaba Osinde, era controlar
militarmente el palco oficial y rodearlo de un
anillo de militantes propios para impedir la lle-
éada a la primera línea de las columnas de la
izquierda peronista. Basados en los éraves he-
chos sucedidos des pués, aléunos aut ores afir-
man que el obj etivo real del ataque consistió
en un éolpe contra el presidente Cámpora.
El coronel Osinde desplazó a las fuerzas po-
liciales del control de la seéuridad en el puente
y sus alrededores, dispuso en el palco a un pe-
lotón de matones munidos de un arsenal y des-
pleéó un anillo perimetral de un millar de mili-
tantes armados del Comando de Oréanización
(CdeO), la Juventud Sindical Peronista (JSP),
la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) y la
Concentración Nacional Universitaria (CNU).
Otro érupo tomó por la fuerza el Hoéar Escue-
la Santa Teresa en el que se dispuso una fuer-
za ofensiva provista de armas laréas. También
montaron plataformas en los árboles de un
bosquecillo cercano en el que instalaron fran-
cotiradores. Osinde se instaló en el Hotel Inter-
nacional y la comunicación entre los érupos fue
confiada al Comando de Orientación Revolucio-
naria (COR) del éeneral Miéuel Ánéel Iñiéuez.
La noche anterior hubo varios incidentes entre
manifestantes y los érupos armados del palco.
FRACTURA EXPUESTA
Hacia el mediodía del día 20 una éruesa colum-
na, calculada en 60.000 personas, de éruP 05
de la zona sur del conurbano bonaerense con
banderas de las Fuerzas Armadas Revolucio-
narias (FAR) y Montoneros se abrió paso ha-
cia el palco y chocó con los érupos del CdeO
abriendo, después de una breve escaramuza,
una brecha por la que pasaron los de Berisso
antes que los defensores pudieran cerrarla.
Quedó partida en dos. A las 14.30, en el mo-
mento en que arribaban, las columnas de la
Juventud Peronista de Avellaneda y Quilmes
Fuente; Horacio Verbits ky, Ezeiza, Planeta, Buenos Aires, 1998.

a las que seéüían las de La Plata con militantes
de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES),
fueron atacadas a tiros desde el palco. Presos
de pánico, la mayoría de los manifestantes se
dispersaron en varias direcciones mientras los
militantes de seéuridad respondían el fueéo
de los atacantes con aléunas armas de mano.
ALGUNOS AUTORES AFIRMAN
QUE EL OBJETIVO REAL DEL ATAQUE
CONSISTIÓ EN UN GOLPE CONTRA
EL PRESIDENTE HÉCTOR CÁMPORA.
Lueéo hubo una tensa calma. El Jeep que pre-
sidía la columna montonera trepó a una loma
lateral y estacionó a 100 metros del palco. A las
16.20, un pelotón al mando del capitán Roberto
Chavarri se les acercó y se produjo un enfrenta-
miento que cobró la vida del militar y del militan-
Los estudios más serios sobre la masacre
identificaron 13 muertos y un número aproxi-
mado de 400 heridos, la mayoría pertenecien-
tes a la columna sur atacada.
Mientras ocurría el seéundo tiroteo, el
avión que trasladaba al éeneral Perón des-
cendió en la Base Aérea de Morón. En su dis-
curso de la noche del 20, el éeneral caréó la
responsabilidad sobre los aéredidos: "Deseo
advertir a los que tratan de infiltrarse en los
estamentos populares o estatales que por ese
camino van mal [... ] A los enemiéos embozados
y encubiertos o disimulados, les aconsejo que
cejen en sus intentos porque cuando los pue-
blos aéotan su paciencia suelen hacer t ronar
el escarmiento". Unos pocos días después el
Presidente y el Vice presentaron la renuncia.
Colocado estratééicamente en la línea de suce-
sión, el diputado Raúl Lastiri, yerno de López
+ Ezeiza, 20 - 6-1973
Reéa, asumió la presidencia provisional. ■ (AGN)

te montonero Horacio "Beta" Simona y heridas

éraves a José Luis Nell. Un nuevo tiroteo arre-
ció desde el palco hacia donde estaban. Desde el
Hoéar Escuela disparaban con FAL y carabinas.
También lo hacían los francotiradores del bos-
que. El fueéo cruzado cobró varias vidas. En ese
momento, la confusión se apoderó de los aé'reso-
res del palco quienes creían que el Hoéar Escue-
la había sido ocupado y desde allí los atacaban. El
tiroteo duró un rato hasta que desde el COR se
les informó que estaban equivocados.
Desde el escenario, el locutor y cineasta
Leonardo Favio trataba de calmar los ánimos
en medio de los linchamientos que se produ-
cían a su lado hasta que loéró bajar del palco Y
se diri~ó al Hotel Internacional. Allí comprobó
que en las habitaciones reservadas por Osinde
había un ~ropo torturando a varios detenidos
y lo~ró con su presencia que se detuvieran.
 LA JUVENTUD PERONIST A de influencia zonal la denominada
"eloriosa JP", un fenómeno masivo,
de crecimiento meteórico bre\ e
LA GLORIA Y EL DUELO vida (1972-19 74), se constitu ó corn
frente de masas de dos on~anizacion:
Culminación del ciclo de resistencia popular iniciado en 1955, la político-militares peronistas, las 11'. 35
tardías: Fuerzas Armadas Revolucio-
Juuentud Peronista (JP) se desarro ló en torno de la nominación de
narias (FAR) y Montoneros. Fue frutd
Parón, exiliado en Madrid1como candidato pr,e sidencial en las elecciones de un período en que la ile~a!idad e
que la dictadura militar iniciada en 1966 se uio obligada a conceder ·nabal1
los éobiemos civiles que se alt ei , . ,
3
en 1973. En lucha contra las burocracias sindical y política del propio con dictaduras militares, las pohbC ;
sooa . l es y econom1cas
, . 1-enresivas Y1
Partido Justicialista1consideraba que todo proyecto reuolucionario i::.
. ti ·on con
·

sistemática represión coexis ei 113

debía partir de la peculiar forma de conciencia generada por la . . . ' 1uc
un alto nivel de mov11Izac10 n daZ
experiencia de las masas peronistas y su lucha contra la proscripción. a au
de masas bajo el sello de_u~ ecto
voluntad de independencia
de los dos polos de poder rnun
1 e¿ 131
en

por MARTA VASSALLO el marco de la Guerra Fría. cer·

·o un a
Periodista. Autora, entre otros libros P~r una parte se pro dUJ. uierdª
de La terrible esperanz-a carn1ento de sectores de izQ . por
· ¡110
{Colisión, Buenos Aires, 20141. y de clase media al peroni 5 ~ero·
1
otra la a~dización dentro det ·e ¡os
. . 1 to en i
rusmo del enfrentarrue: 10 de
La e i ~encia de una Ju entud
sectores participacioni stª5 ¡1coJ1·
confrontación. Estos u
, lti·rnos e .
. , iJ1d1-
Peromst s remonta a 1957, a
los lbor~s de la resi tencia peronista
trarían en 196 8 su expre~1 5 f:i1 l3
cal en la CGT de los Ar2entlI1 ¡~ta
º;
9andes~a contra la dictadura de la
Re oluuon Libertadora· juventud politizada no, pe~º:aitibi
d ~ que en 1955 dio una búsqueda de vias eturas de
erroco al E!obi.erno constitu .
Juan Domint!o p .. • cional de social por fuera de las estruc adº er1
el . . eron. A ella pertenecía .
la 12qmerda. d. . l e11cart1ciaJ15. t '
b-a 1c10na ,
.· obre o metalúrEfko F li
"'desa a · · · - · e pe Valiese
. .P reado en a.Erosto de 962 S '
1os partidos Comums . t
a so 1,abl"',¡11
@dadeesef! rmende , l .. ur- que en su antiperonisrn° se 1g45 .
nuc arruen os aliado a la Sociedad Rural en
70
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LA PATRIA SOCIM ISTA dt1I 11.11irn1,di•,111011,111111<111,tl1·,li1 l1t1< 1.1

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·rnhin uquicrda tradicional.

1:1 lilwrnli i.. nio polil i< o 111 .t al>n

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todu.- <1 • 1:rn rnnh•11I <'., dt• ílC dón. 1:1
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11 ¡, 11 11 1 1 ,11 1 11 1 1, ' 1 1 1 ' 11 71

2
viene de la página 63
amom
29 de m oyo
Montoneros secuestra a Aram-
buru. Es ejectuado el 1° de junio.
Bde junio
Golpe militar. El 18 asume el ée-
neral Roberto M. Levinéston.
2 de julio
José Iénacio Rucci (UOM) es ele-
éido secretario éeneral de la CGT.
11 de nouiembre
"'La Hora del Pueblo": seis partidos
(el PJ y la UCR, entre ellos) se com-
prometen a trabajar en una alianza.
DEDO
15 de marzo
"Viborazo" en Córdoba.
22 de marzo
Golpe militar. Asume Lanusse. Lla-
ma a un "Gran Acuerdo Nacional".
3 de septiembre
Se restituyen a Perón, en Madrid,
los restos de Eva Perón.
DDDD
26 de enero
El P J obtiene la personería política.
15 al 22 de agosto
Masacre de Trelew.
17 de nouiembre
Primer reéreso de Perón.
11 de marzo
Elecciones. La fórmula Cámpo-
ra-Solano Lima (FREJULI) se im-
pone con el 49,56% de los votos.
25 de mayo
Asume Cámpora. Son liberados
los presos políticos.
20 de junio
Retorno definitivo de Perón. Se
produce la Masacre de Ezeiza
23 de septiembre
Tras la renuncia de Cámpora, la
fórmula Perón-Perón triunfa co~
el 6l,85% de los votos. El 25, Rucc1
es asesinado por Montoneros.
12 de octubre
Perón asume su tercer mandato.
sigue en la página 75
1' Miembros de la JP socorren a un compañero, Ezeiza, 20 - 6-1973 (AGN)
en parte del ')uvenilismo" propio tantoamaléamado a las clases populares
del Mayo del 6 8 francés como de la en una identidad desde donde cimentar
contracultura de Estados Unidos, el la nación, asumía la oposición impe-
sector que crecería abruptamente rialismo-nación como contradicción
dentro del heteroééneo conjunto que principal -frente al clasismo interna-
constituía la Juventud Peronista fue lacionalista de las corrientes marxistas- y
denominada JP Reéionales, en alusión compartía con el resto de la izquierda
a las siete reéiones en que se oréa- la interpretación de la crisis del capita-
nizó a nivel nacional, a partir del acto
lismo como terminal. De esta concep-
de unidad realizado en la Federación ción de un avance inexorable hacia el
de Box el 9 de junio de 1972. Bajo las socialismo, combinada con un marcado
consiénas de "La sanére derramada no voluntarismo, se desprendía la certeza
será neéociada" y "La patria dejará de de que o Perón se pleéaría al movi-
ser colonia o la bandera flameará sobre miento de la historia o sería arrasado
sus ruinas", la JP llamaba a reconocer por ella. A la tradición antümperialista
el liderazéo de Perón contra el neope- del peronismo, a los lineamientos del
ronismo, dispuesto a participar del peronismo revolucionario de la última
Gran Acuerdo Nacional lanzado por el década, se sumaban las entrevistas
éeneral Aéustín Lanusse en marzo de realizadas en Puerta de Hierro por
1971. Postulaba la liberación de los pre-
Octavio Getino y Fernando Solanas,
sos políticos, la deroéación de las leyes
del érupo Cine Liberación, donde Perón
represivas de la dictadura, elecciones anticipaba el continentalismo supera-
libres, la viéencia de la Constitución dor del nacionalismo, la preocupación
de 1949 (López Marsano, páé. 20), la ecolóéica, promovía a las "formaciones
nacionalización de los sectores básicosespeciales" y presentaba el "socialisrn?
de la economía y la solidaridad con lasnacional" como "actualización doctri-
oréanizaciones armadas peronistas. naria" del justicialismo.
En consonancia con la estructura
De la concepción de un avance tradicional del Partido Justicialist
ª·
inexorable hacia el socialismo, la JP desarrolló además del frente
se desprendía la certeza de territorial su frente sindical -Juventud
que o Perón se plegaria al Trabajadora Peronista (JTP), el frente
movimiento de la historia o crucial, pero el que mayores o~stá~~;
los encontró-· los frentes estudiantil
sería arrasado por ella. -Unión de E~tudiantes Secundarios
(UES) y Juventud Universitaria per~-
La JP recuperaba el peronismo nista (JUP)- y la Mrupación Evita. BaJ?
histórico como proyecto de desa- la conshma "Luche y vuelve", capitali-
rrollo autocentrado y de desafío zaría la campaña electoral y el acces~
antiimperialista, admiraba en Perón a la Presidencia del deleéado perso;e
la capacidad de haber inteérado y de Perón, Héctor Cámpora, el 25
rna o d 1 7 . Para enton e , onvo Pt1nal y ,l l.t lt y h 1 A o i,H i( lH 111 o
caba sin esfu rzo iento d mile el .} Ít.'~-.inn,ll , ditWldcl', .l ll\ t'li111l\l.t\ io11
personas. Durante 1camporismo, qu Y p l\,lh:t..t ion dci l.1 11. ]llll'l d • .
duró sólo 49 días, tuvo a su favor lo l:11 Id Clhn l,l d I l l · n1durrion Nario
Ministerios del Interior, Educación y nul dP Mont mwrn mh' l.i~, a jr\lp,l
Relaciones Exteriores, y 8 diputados ci · l\t l ~, dt 1 novh 1nbn'
en el Poder LeeJslativo. dr · · t'I ( 11ft Pnt ,l
1

mi úb li o pi 1 )
DE HÉROES A INFILTRADOS
d l': P dn.
El reéreso definitivo de Perón, el mo , p 1r 11 ,¡
20 de junio de 1973, dio lugar a una hij
movilización popular que superó los a

-u
3 millones de personas, pero también d
marcó un punto de inflexión que la p
izquierda peronista se revelaría no d di r
preparada para procesar. Excluida de p nis
la oréanización de ese acontecimiento, el movi 1e.
durante su desarrollo fue objeto de un
ataque armado por sus oréanizadores:
los Frent
que proli
Liberación
el coronel Jorge Osinde, consejero los años
político y militar de Perón; el ministro loérado su obj ti
de Bienestar Social y secretario de de Perón. El ases .", arl h d la Juu í\tud
P a poli l c1/Ar 1\luos n u o)
Perón José López Rega; los matones Montoneros,apen
de la Juventud Sindical Peronista oréa- del triunfo de Perón en la
nizados por el dirigente sindical José fue un desafío inadmisibl p
Rucci; érupos de extrema derecha y un factor de contradicción a
como Concentración Nacionalista Uni- con el accionar de la JTP. El camino sin o
versitaria (CNU), Alianza Libertadora retorno iniciado por Montan ro al R
Nacionalista (ALN), el Comando de entrar en contradicción con sus ae:ru- p ntr
0réanización (CdeO) y el Comando paciones de superficie, su verdad ro la ica,
de 0réanización Revolucionaria (COR) vínculo con las masas peronistas, cul- n m~
del éeneral Miguel Ángel lñiguez. El minó con su autoclandestinización dos Jo Par-
ataque, que resultó en 13 muertos meses después de la muerte d Perón. tid aba
Y cientos de heridos, impidió que l
Perón bajara en Ezeiza corno estaba La "teoría del cerco" más del d -
previsto. Pero en su discurso del día que una interpretación de la P n
siéuiente el líder del peronismo no realidad era un reflejo d l pro-
mencionó siquiera la necesidad de una yect d
del atolladero político en que
investiéación de los hechos y empezó 1973, r sd
se encontraba la JP. la Doc n l?Y
a esbozar la teoría de la infiltración.
Jore:e 0beid, dirigente de la Regional más al o utili.zó su
2, mencionaría el "cercamiento" de "[... ] muchas veces canallescament indi ridad poli -
Perón para impedirle el contacto con asesinados por las bandas parapolicia- tic i am nt "
las masas (1). les que envileciendo toda condición al 'mi nto?
Esta "teoría del cerco" que había humana se prestan al crimen má ¿C proy cto
execrable amparados en una impuni- de auto · · cional
q~e romper para lograr el restable-
c1miento
· dad que deshonra a las instituciones en inano ·
del contacto entre líder Y
a las que pertenecen ...". Este pasaj larian n
~asas, más que una interpretación de
ªrealidad era un reflejo del atolladero de un mensaje de Perón a la juven- abi rta
Polític tud en aéosto de 1972, en homenaj a d nié fian -
, 0 en que se encontraba la JP:
deb1a d ·ct· quienes caían en la resistencia contra zando r 1
al ec1 ir si renunciaba al poder
acanzacto dentro del movimiento para la dictadura militar, describe lo qu f nó 10n on
catar inco ct· . , s1. empezó a suceder, todavía en vida P rón ar spond r
confr n IC1onalmente a Peron, funda
'"": ontaba con él dentro del movi- de Perón, con los miembros d la JP
•luento o 51•1 hostiéados por la parapolicial Triple A,
Que e ' o abandonaba. Opciones
de su ~ezaron a desperdigar a parte que se desataría desenfrenadam nt
reau: dase_s. La teoría no resistió a la a partir de la muerte de Perón el 1°d
Presid: ":1ª5 allá de la asunción de la julio de 1974. . .
de ncia por Perón el 12 de octubre Diferenciado de la 1zq u1 rda p ro-
1973 nista, el proyecto de Perón se dif ren•
al 49%~ con el 62% de los votos, frente Not s
n-.1::h-- ntes loe-rada por Cámpora en ciaba también inequívocarn nt d l
- •,q¡lo. Peró · 1 D carnfsado, Bu no
depura . , n,,implementó políticas de impuesto inmediatamente despu ·
2 Ba h , Do ll
t\ista e . Clon del movimiento pero- de su muerte desde el Ministerio d
D ·a l 1·u1 tura
introdujo reformas al Códifto Economía, que allanó el camino a 1 Pl '
 2 \ 1 1

1' Columnas de
Montoneros, Ezeiza,
20-6-1973 (AGN) D LA N l/\ A 1/\ 1 IJ r f f ¡: / JI/ 11 / fJ /i

MONTONEROS Y LA G
REVOLUC IO
A fines de los años 60, la emergencia del peronismo c~dP <•1íni< i<, cJr· /d dlf 1 , rri il i
reuolucionario, los mouimientos posconciliares, el D
t· r q1 ,. d<· rr()< ,j ,i JJ, t , , ,,ji;,;,
el movirní<ml o pPr oYll ', f :i ,,rnpJr ,, rl 1.;1•r
tercermundismo y las ambigüedades de Perón lleuaron a amplios
as f o mü. de lu< ha p,n,1 t( H r, pN la
sectores de la militancia juuenil a uolcarse a la lucha armada pro. x ipción, orno J,J hw •lfJ.J ,.¡ •,;Jr, I)
contra la dictadura de Juan Carlos Onganía. Montoneros, que faj ,, lar cuperaci(m rJ,, 1,,,, ·>1wJ1< ;J I <1 1
,,

irrumpió con la ejecución de Pedro Eugenío Aramburu en 1970, Ja abstr:ncíón y la pé.trt ir ip,H i(m <•l r•c
to al. l .o · .ornando• (je• Ja r,.,,¡,,t ,,nda
llegó a conuertirse en una de las guerrillas más poderosas de
r curri ístem átíc,;Jrn<·ntr· 8 h
América Latina. Pero su enfrentamiento con Perón y la derecha Ju ha armada, p,1ro f uf! rí'cifr1 r• n Jm,
del mouimiento, así como la agudización de la represión legal m o. trcro · d< 190' , cJ ur;Jnk líJ 1

e ilegal, deriuaron en una estrategia suicida que culminó en el pr dti de Artu o rnmdízi, <uandu
un iz,,ición Ju , rí ll crn e.Je idrm
exterminio de la mayor parte de sus militantes. t ida · ,'-' com - m6 a oper,Jr N 1 1

•J rn cumfm y Si.mlía ,o del

l, t r ill ti dr!J om andantc
por ESTEBAN CAMPOS
bautizc1rnn los m •dios
Doctor en Historia (UBA), docente e ínuestlgador (UBA - CONIC T), y miem- .ido po
bro del Grupo de Trabajo CLACSO "Izquierdas latinoamerica nas 1'. Autor del , ·i Jl e, fu '
libro Cristianismo y Reuolución. El origen de Montoneros, Edhasa, Bueno rJ. ia ín:,u
Aires, 2016. Fue profesor inuitado en la Uniuersldad Federal de Integra- r Id oni5ta,
ción Latinoamericana de Foz do lgua1;u y la Uniu ersldad F!lderal Rural de
Río de Janeiro. Es colaborador del sltío www.eltopobllndado.co,n
q _ J e ,rmin(;
di zm rdí.1 po urid:Jd.
'n 1961,, , e •ac,iór1 r

deJ MCJvimiento .H •volu JoníJ io JJero

F l 11[ 1 ' ) 1ll' , JVl(i

 ni ta, qu intef!"raron sectores juv ni -
\ s e-r miales opuestos al proye to
d 1diriéente metalúrg-ico Aué\lsto Ti-
moteo Vandor. A pesar de su efím ra
existencia, el MRP fue una de las pri-
meras expresiones oréánicas d la iz-
quierda peronista, al solidarizar e con
Jas revoluciones antiimperialistas d~l
1:n e ' ilo f Ll tl Ul rn 11 ' 1rl. HIIJ•, 1111 ·111 • ,¡,. ¡,, ¡111 11111,1 I
po r un n e• liri E.1<•1111 1•, µ0111 i< 11' ,,
éremiaJe io~o•, e lt 1,.1, t l 11, llc •• , ~l
mpan.u on la I olil i1,H l 111 de 1,,,, 1\ 11·111 ,Hlll ,1, 11 l r l¡,1 1 / • 111 ,I 1 , l'I
' ,l'l t.i rl111 1l1pr,fr/ , , '.,,) 11 1 /111 111¡ 1 , ,
p1 oto rnonl0tw1 o•,: <•I p.1d r e•
u i i1, que• V( 1 fa l' ll 1•1 )H'I 011 .,
íc.lrintid d popul.11 y 1m ))l n
y to políti o , ord ,1 lo', 1 1 hll lp 0 1 1

Tercer Mundo, criticar la burocracia del . . William Cook<•, oJ

del movimiento y planear la construc- ex d 1 quL que ría ( rn t l ( P l ll ll l( J.J Í) ' ¡ ( ,1/ l í1il1 ¡l , 1111 , 111 ,l, 1 ¡

ción de una vam[uardia obrera con vert un p,~t !'ido 1 ,i i1t1d11r d1 • l,J f'r Id ¡j, lhH 111,• ¡.¡, ,
J;l /.'/ (l¡ , /¡ •)l11•¡ 1¡ 1 ll/1 ¡l1 1Jpt Jl'l)) I 111)
cateéorías de inspiración marxista. vol u rio ·¡1día en ( '111Ja d, •,¡ fJl t!Ví' 11 i111Jw t 11,td111 d 1• < /1 11/1,
El autoproclamado peronismo revo- s h u I n i dPl ern,rn· 1 r1, 10 ,ndq <!Ji,,,,, ,n' ,ni,,
lucionario intentó oréanizar las Fuer- 1 rra c S, dirir.Jcn l1 1
!1

zas Armadas Peronistas como brazo l peronis . ionarl o orno 1 11 d.1 mnyc;
armado del MRP, pero la iniciativa Raimund nardo Albcrl e f'm n n'1uJl.i 11 Mm1f <111Mu1, , 'tPII•
n<'h '11• rr•I r iri <1,, Ir, flJ 01,11 r1,, 11 .,vr,
no prosperó debido a desacuerdos y Gu tavo
internos. Por otro lado, las acciones La ide 11 d,. rr ayo
armadas no fueron protaéonizadas fue moldea 1.a '1'1 pJ,, A w iw,hH1 nJ 1 /VIIJ/1,"
únicamente por sectores de la inci- tura het -r a
1? d< Juno
piente izquierda del peronismo: en que in luía J>o n1 J1 r nd 1 ,, ,1 úll J,n(J rJ, ,,, JJY ',t1 ,
septiembre de 1966, un érupo de jó- lof[o pos .
venes activistas provocó un incidente rodoxos. L ara 1° dr; julio
internacional al secuestrar un avión y R . éís D . ü ff Nli..11 , , 11,•r 111 , IJr,.1 rr,uJI íf ud wl,1
de pasajeros y desviarlo a las Islas de la teorí , so ·,u l w•rfHJ. /h1Jttl' ' h :i )H ·J fl 1,r 111
Malvinas, donde plantaron una ban- lapaban con · . or ú dt! ',(•JJI tr n br •
dera an[entina. El Operativo Cóndor historiadore o Jo. Nloril on,•r ci' . ,J111 H1r J.J •,u P"'•" 1 J,1
fue capitaneado por Dardo Cabo y un María Rosa, - amo~ y < l.md< " .l lnid:id
puñado de militantes provenientes Juan Jos · Hernán . i, qui<•
1b c.lf •,, pi 1 •rnbn
del Movimiento Nueva Aréentina, una nes veían al p ronis orno un mo
, :, , .t ', 1",in,1d11 p tH J.i l, q,I, / , 1 ,
escisión filoperonista del derechista vimiento man ipado ntinu, dor d<• VÍ(l'jl() j ) f 1)111l111 di• ( (11tl1,I, 1, / ,,
Movimiento Nacionalista Tacuara. la tradición antilibera f derali ·rno 110 1/,p, 1 1 ¡ l'J, 111,int,11,,,,,, ·,
provincial (A h , páé . 11 o). 1-'.J logo de ( lH " ,11 , l ,l ¡,,., h t •¡ Hl,lllll', ( 1(1111 1.1
EL ORIGEN DE MON TONEROS la org"anización, una larn:a la w1ra u H dt• rt<1V ll 11 d11 1 • .,. d,.,, JI f ,J t•l , •..
zada por un fusil, par cía imboliza r la 1,Hll/ d,• •,d H1 1'11 l r1d1J ,,( I, r r 11 C/1 ¡11
La on[anización político-militar Mon-
toneros se formó a fines de la década converéencia en un misma ultur a
del 60 con la fusión de varios érupos política de la modernidad y la Lrndic..ión,
católicos de Buenos Aires, Córdoba y a mitad de camino ntr la vía (!'uPrri
Santa Fe, la mayor parte oriéinarios Uera a la sociedad sociali ta y las rnon
del movimiento estudiantil. En pocos toneras federal s d l si![lo XIX. u,,,t1 •t1, dc ,11 1u ¡111l,1111H rit,,' , , ,
t rn la fluM 1 1ll ,1 , ., , ·, w 1 l,, ,,,.
1J111, ir 1
años, este sector de la militancia juve-
Las juuentudes católicas más oc f uhn • ',(' ,ttllpl,,1,1111d1, <•l 111,
nil se radicalizó por la apertura secu-
lar del Concilio Vaticano II, las revolu- radicalizadas uiuieron 4 dP JU 10
ciones tercermundistas, la izquierdi- el pasaje de la militancia 1-tnd iffazn. 1:l 11 o,, ¡ul10, 1r a', 1111,1
zación del peronismo revolucionario a la identificación con la lu cha hu c l1! n rc~nc• al d,• In C :·r, r r nun
y el autoritarismo de la dictadura la 1. >J1 <!1/. H •fJa; c•I 21, e, '" ,! inn
armada y el peronismo como ílodrí1to.
militar de Juan Carlos Onéanía. Bue- un trónsito del actiuismo
na parte de los fundadores de Mon- 5 de oct ubre
toneros se conocieron en las redes
social a la política. M at n .,J,,1H.r.r.fJmlnnlo Jr.
animadas por el ex seminarista Juan In · M nf í' 2'), l 'o mn:a.
García Elorrio alrededor de la revista 17 d . br
Cristianismo y Revolución y los co- A fines de 1967, un (!'rupo d mi "
litantes de los comandos amilo To Jsahel on vo ,, n Jo ' oneb anfJ ,¡.
mandos Camilo Torres, que funciona - pada para l 11 d , o I uhrc dr~197 ,.
ron como un espacio de converéencia rres encabezado por Fernando Abal
entre los católicos proéresistas, la
izquierda peronista y las oréanizacio-
nes armadas. Las juventudes católi-
Medina y Emilio M za rompió on
García Elorrio, mientras asistía en La
Habana a la re unión d la Orf!anl za-
omom
24d mar o
cas más radicalizadas vivieron el pa- ción Latinoamericana d olidaridad
(OLAS) y adquiría entrenami nto mi- olp e r, ndo. " roc:n 0 do ftct
saje de la militancia en coleéios, uni- or(;fnniz, Ión Na lon, I".
versidades y villas a la identificación litar. Desde es momento, los f;!rupo.
con la lucha armada y el peronismo oriéinarios de Montonero r alízaron
como un tránsito del activismo social, acciones armadas mo de a m a
de corte sectorial y asistencialista, a policías, asaltos a bancos y depó i o
de armas sin devel r u identidad, fli iw en la pár,lna , o
la ,atitica propiamente dicha.

1' Mario lasparra, Cierre del Operntiuo
Dorrego, 25 de Mayo, pcia. de Buenos
Aires, octubre de 1973
,1, "Perón o muerte", El Descamisado,
1973-1974 (Gráfica polltica/Archiuos en uso)
+ "El 12 n Plaza de Mayo", 1973 -1974
(Gráfica pollticn/Archíuos en uso)
76 f
con el propósito de crear una infraes-
tructura militar capaz de éenerar un
foco éuerrillero urbano. Con el esta-
llido del Cordobazo, la oréanización
entendió que estaban maduras las
condiciones para presentarse en pú-
blico, aunque no había acuerdo en
el peronismo revolucionario sobre
la leéitimidad de érupos armados al
maréen de las estructuras del movi-
miento. El interroéante era similar al
que se planteaba en los debates entre
la izquierda armada y no armada: ¿la
propia naturaleza del foco éuerrillero
creado por un érupo de combatien-
tes profesionales no llevaba a que la
vanéuardia se aísle del movimiento
de masas?
El 29 de mayo de 1970, un coman-
do montonero secuestró al ex dic-
tador Pedro Euéenio Aramburu y lo
asesinó días después lueéo de some-
terlo a un juicio revolucionario, donde
fue acusado de fusilar a peronistas y
apropiarse del cadáver de Eva Perón.
La conmoción producida por el maé-
nicidio precipitó la renuncia de Onéa-
nía, pero las cosas no terminaron allí:
el 1° de julio, Montoneros ocupó la
localidad cordobesa de La Calera, en
un audaz operativo que terminó con
la captura de varios éuerrilleros y la
muerte del diriéente Emilio Maza, ba-
leado por las fuerzas de seéuridad. En
sus primeros comunicados, la oréa-
nización armada precisó aléunas de-
finiciones políticas, que procuraban
desmentir las versiones de un aten-
tado realizado por militares oficialis-
tas que se oponían a las ambiciones
presidenciales de Aramburu: "Somos
peronistas aunque provenéamos de
distintos oríéenes y fo rmacionE El
peronismo tiene una doctrina -1 ea-
da en 1945, que se fue reelabor;indo
y actualizando durante los veh 1ti in-
ca años posteriores. Esta doltn , se
sintetiza en las tres banderas del Mo-
vimient o: Independencia Económica,
Justicia Social y Soberanía Política.
Estas tres banderas en 1970 se expre-
san a t ravés de la necesidad de loérar
un desarrollo económico indepen-
diente y una justa distribución de la
riqueza, dentro del marco de un siste-
ma socialista que respete nuestra his-
toria y nuestr a cultura nacional. Por
otro lado, la doctrina fue definida por
su creador, el éeneral Perón, como
profundamente nacional, humanista
y cristiana, r espetuosa de la persona
humana sobre todas las cosas" (1). En
este pasaje se pueden observar ma-
trices culturales diferentes, ya que el
énfasis en la "persona humana", que
subrayaba la dimensión confesional
de la doctrinajusticialista, delataba la
filiación de Montoneros con el catoli-
cismo posconciliar. Por otra parte, el
populismo distributivo coincidía sin
mayores precision es con el ~orialis-
mo, en una secuencia dondP el pri-
mer peronism o fo rmaba pa d, una
revolución inconclusa que,, 1 J ar-
mada debía completar.
GUERRILLA Y MOVIMI AS
Las redadas policiales y e
de diriéentes como Fern 1 ·
Medina y Carlos Gustavo I ar:: en-
tre julio y septiembre de 19T , lleva-
ron a Montoneros al borde de la ex-
tinción. No obstante, lo que era una
laxa federación de aérupaciones pro-
vinciales se convirtió al año sü!uiente
en una estructur a nacional, en buena
medida éracias a la incansable labor
oréanizativa de José Sabino Navarro,
uno de los pocos montoneros con
trayectoria en el movimiento obrero.
En aéosto se realizó un Conéreso Na-
cional, que nombró una conducción
única compuesta por jefes reéiona-
les, y a principios de 1972 se aprobó
un proérama de circulación interna
denominado "Línea Político-Militar".
El documento proponía la liberación
nacional y el socialismo, definido
como la socialización de los medios
de producción y la abolición de la pro-
piedad privada en el marco de una
economía planificada. La estrat eéia
de éuerra revolucionaria y la lucha de
clases delimitaban la oposición ent re
el peronismo - representado por los
trabajadores junto a los sectores de
 l antiperonis-
111 , qu onvocaba al imp rialismo, la
li.... rquí t 1Tat ni nt , la mediana
la éY n buré'U sía (2 ). Si la lucha ar-
~1 da r vi ta como una estrateéia a
1 qu debían subordinars las demás
forma de lucha, la consecuencia ló-
éica d I planteo era que Montoneros
spiraba a convertirse en la vane:uar-
dia del peronismo, más allá de su di-
plomático posicionamiento público
como brazo armado del movimiento.
La identidad montonera fue
moldeada por un conjunto de
lecturas heterogéneas, que
incluía autores nacionalistas
teólogos posconciliares;
marxistas heterodoxos.
La reestructuración de 1971 éene-
ró las condiciones para el crecimiento
de la on[anización: desde el punto de
vista montonero, se estaba pasando
del ''foco" a la "infección", es decir, de
la pequeña ontanización clandestina
a la inclusión de las masas en un mo-
vimiento armado, éracias al ejemplo
catalizador de las acciones éuerrille-
ras (3). Así pues, la estructura oréa-
nizativa se modificó para incorporar
nuevos militantes: subordinadas a las
Unidades Básicas de Combate, que
estaban inteéradas por éuerrilleros,
suréieron las Unidades Básicas Revo-
lucionarias, con cuadros intermedios
que conectaban a la oréanización ar-
mada con los movimientos sociales.
El prestiéio éanado entre los pero-
nistas con la muerte de Aramburu,
la rapidez de reflejos para sumarse al
proyecto eJectoral de Perón cuando
pocos creían en su reéreso, y la politi-
zación hacia la izquierda de un sector
de las capas medias y obreras, trans-
formaron en los primeros meses de
1973 a Montoneros en una oréani-
zación armada con frentes de masas
que movilizaban a miles de simpa-
tizantes. En este período, conocido
por los militantes como el "enéor-
de"', nacieron la Juventud Peronista
Reetonales, la Juventud Trabajadora
Peronista, el Movimiento Villero Pe-
rorusta, la Juventud Universitaria
Peronista, la Unión de Estudiantes
Secundarios, la ~rupación Evita y el
Frente de Lisiados Peronistas, oréani-
zaciones de base que respondían a la
dirieencia montonera
Montoneros promovió una inten-
sa labor periodística para disputar la
LAS OTRAS GUERRILLAS PERONISTAS
Montoneros no fue la única organización armada peronista que pudo desarro-
llarse con éxito en la década de 1970.
Luef[o de la fr ustrada experiencia del MRP, las Fuerzas Ar madas Peronistas
s e refundaron a partir de la confluencia del Movimiento de la J uventud
Peronista de Envar el Kadri y la Acción Revolucionaria Peronista de Cooke,
junto a otros militantes provenientes del cristianis mo. el nacionalismo Y
el trotskismo, con el denominador común del peronismo como identidad
política Y la lucha armada como método principal. En 1968, las FAP instala-
ron un campamento en la localidad tu cumana de Taco Ralo con el objet ivo
de entrenarse en la éuerra de éuerrillas, pero el érupo fue capturado por la
Gendarmería. La prisión de sus principales diriéentes permit ió que el núcleo
urbano de las FAP se independice del Iiderazéo de El Kadri Y busque nuevas
alianzas con militantes sindicales como los hermanos Raimundo Y Rolando
Villaflor del Peronismo de Base, y otros provenientes de Tacuara, como Jorée
Caffatti, Alfredo Roca y Carlos Arbelos. Las FAP se convirtieron en una sólida
éuerrilla urbana, pero no pudieron evitar diséreéarse por las diferencias entre
"oscuros" (movimientistas que consideraban al peronismo revolucionario en
su conjunto y aceptaban el policlasismo) e "iluminados" (críticos de la buro-
cracia, obreristas y ajenos a las estructuras del movimiento). Cercana a las
posiciones de los' iluminadosff, que promovían la "alternativa independiente
de la clase obrera y el pueblo peronista", estaba la Columna Sabino Navarro, un
érupo armado que se separó de Montoneros en 1972 con crít icas al foquismo
Yel vanéuardismo. Otras oréanizaciones político-militares críticas del mon-
tonerismo fueron el Movimiento Revolucionario 17 de Octubre de Gustavo
Rearte, que provenía de la experiencia del MRP. y el Frente Revolucionario
Peronista-Ejército de Liberación del Norte de Armando Jaime, un diriéente
sindical oriundo de Salta identificado con el peronismo revolucionario.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias suréieron de la fusión de varios e"ru-
pos izquierdistas y disidentes del Partido Comunista como Carlos Olmedo,
Roberto Quieto y Marcos Osatinsl<y, que se unieron para forma ~rupos de
apoyo a la éuerrilla de Ernesto Guevara en Bolivia a fines de 1966. La mu~ te
del Che obliéó a modificar la estrateéia continental del érupo, que nacionalizó
su estrateéia de lucha armada, y comenzó a valorar al peronb no com mo-
vimiento popular, sin abandonar la teoría del foco en su aréumemo ce tral.
El espejismo de la éuerrilla rural derivó en preparati os p ra Ja éuerriJJa
urbana, con la clase obrera de las érandes ciudades co o eJ detonante a r
activado por el foco insurrecciona!. Las FAR se pero .izaron éra ualm nte:
en principio, el peronismo fu e caracterizado como una exp ne cia t 1a
que había marcado la conciencia de clase obrera, pero a mismo t enipo c1et1a
ser superada por una oréanízación de nuevo tipo. Cuando en 1970 la f 1éura de
Perón volvió a éravitar cada vez más cerca de a pol 'tica ar~er , lc1c:. F R
modificaron su análisis; de la "crisis del peronismo" y s sup ai:· o se p só
al intento de transformarlo en un movimiento revolucionan, ca_ , t. d 1 v.a -
al socialismo. En julio de ese año, los militant es de la R" p o '1éo1 a
su primer operativo con firma, al ocupar la localidad bonaerense e
Fruto del diáloéo con otras oréanizaciones armadas peromstas, las F, 1
fusionaro n con Montoneros en 19 73, y abandonaron s u n ombre oríéina
su proceso de "enéorde", Mont oneros absorbió a otros érupos e:uem H... 05
como el_ coma~do Descamisados. Est a éuerrilla, que funcionó entre 1968;
1972 baJo las ordenes de Norberto Habbee"er y Horado Mendízábal se re-
montaba a un érupo escindido de la Juventud Demócrata Cristiana, que se
1
unió a aérupaciones juveniles peronistas del con urbano bonaerense.
opirúón pública, con periódicos parti-
darios como El Descamisado y La cau-
sa peronista, y medios de prensa des-
tinados a un público más amplio como
el diario Notidas, todas publicaciones
de tirada masiva. Con la apertura po-
lítica ordenada por el presidente de
facto Alejandro Mustín Lanusse, los
Montoneros colaboraron con la cam-
paña presidencial de] candidato pero-
nista Héctor Cámpora, que con el aval
de Perón triunfó en las elecciones
del 11 de marzo de 1973. Como retri-
bución, la Tendencia Revolucionaria
que reunía al perorúsmo montonero
Lf- MONDF.: DIPLOMATIQI E:, EDICIÓJ J CO~JC SUR 77
 t l\l\l h' 11p ll 1\lt ti in
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1d mu , la~ d fJllh formo
lu h 1. Monton ro a'ipiraba
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ig u n reclamando responsables
r Lo modos que asume e l declr social
nt o d p rtida para entender al tenor que
u l p ronismo, acaso adiv inando en esos
q . t d. .
ni mo, Um.ent6 sus prop,as con ra tCClones.
_J 9 ct junio de 19 6, nu ve meses después
K
11J/,r n, nlt;rnó d ,J é 1p qu d stituyó aJ éobiemo de Perón, un
1l1;,ff1tl1 1060, ctor d •ubofi ial s de las Fuerzas Armadas
cid ncab zar un levantamiento contra el
' éimen impuesto por la _autoden~~ina_da Re-
(1 l11 1~, udt.. volu í, n J ib rtadora. La msurrecc1on, sm em-
tj¡ jf j/ •t l' ( ba >o, será breve. El intento es reprimid_o en
l'fl%1t l~I OJ poca horas. En t otal, 27 personas .son ejecu-
t'1' t l'(•t (JY ,, \/ tada (2). "Vivirán ust edes, sus mujeres y sus
l:1 e • : hijo , bajo el t rror consta~te de ser _as_e~ina~os.
; ' Porque nín~ún derecho, rn natural rn d1vmo,jus-
¡ . , tificará jamás tantas ejecuciones", le escribe
entonces, casi premonitoriamente, Juan J osé
Valle - a] frente de la sublevación- a Pedro Eu-
é;enio Aramburu. Valle es fusila do el 12 de junio.
e
e:z oo LA MISMA VOCACIÓ N ELÍPT IC PARECE
EPETIRSE ANTE CADA NU EV CHO.
r -
ruo a Sin embanto, el éeneral apenas , ncio-
"'ho- nado por el diario La Prensa. Al ,,. 1iente
ben del levantamiento, el matutino s a in-
' á- formar que se ha producido "una r t. ación
tanto tal del orden". Un día más tarde, La Nac "' 2 cri-
. ' La b una pequeña crónica sobre la impos·, ·ón de
ido la Ley Marcial: "Nadie deplora tanto wmo el
jbe Gobierno de la Revolución Libertadora el que
Ar- hayan debido adoptarse m edidas extremas
nt para reséuardar el orden y la tranquilidad del
r la pueblo. Podemos aseéurarlo por haber estado
.,,, l p a d los en contacto estrecho, por motivos profesio-
f}r: ob rna- nales, con las altas autoridades durante el de-
ív ntencias es sarrollo de los deséraciados sucesos. Por otra
la evolución de parte, lan!os meses de tolerancia, de repetidos
ajo la reft].a de llamados a la cordura, de soportar -aun a ries-
abstract a, se éo de aparentar debilidad- hueléas de carácter
d d ]a vio- político, sabotaje vil y la incitación a la rebelión,
d a necesa- de tender la mano en desdeñado éesto amisto-
flictiva de so, constituyen pruebas suficientes de que la
implantación de la Ley Marcial fue, en el cabal
. de sentido de la expresión, una medida extrema".
idad
· por
convoca PROSCRIPCIÓN, DESAPARICIÓN
la Fuer- Hacia 1960, el país atraviesa una crisis cada
n avan- vez más profunda, producto de la incapaci-
. contra dad del sector dominante de la economía para
bajo proyectar sobre la sociedad un orden político
i r, 1 que lo exprese leéítimamente. El 23 de aéo 5-
d d la to de 1962, Felipe Valiese, trabajador y deleéa-
· nin- do metalúre'ico, es secuestrado en medio de la
noche. El operativo éuarda todo tipo de sirni-
lttU lt 1 ( ( 1 l J , ( <- 011, 11 (tllP 1('ll<il d
dt' pu ..,, 11PIt011 1 ,1110 1 • 1:•,Lulo. Vo1
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rn del Jíder1
1 f_Ear para Jo

n d sde 19SS
lío d Perón,
u van mar
lítica n ere
lar Calveíro, f!l
za de M ayo, lo. fusilamir:n
, r arán n uevoc., ran
ua a. La pro · ión del
sillo, na ue su e n el e<
d sp cibi rdadcr> eso de
ie"ui a ·r - d ap o d I cadáv •r de Evita,
mistas cay ro va- la pr en ión al nombre dP
l ". larfn pa · n, 1 d símpl palabra p ro
información q · 1 ', q ecíó en octubre del mismo
rée'im n d Alejan a t ndía a s uéerir que eJ
l {!itimidad a la op - p r r p r d r t o aquello
damento: "El dolo q lar'' (4).
escaso detall s a t ofi- u ··
lo díarios de mayo r
cial, tuvo ori~en n u éa", e stos hechos son tan
od ntidos que menten
a mu rt deja d ser
BAJO UNA GEN RALIZACIÓN ABSTRACTA,
pr a d sd una mirada
SE REAFIRMA LA LEGITIMIDAD DE LA o ·minal, escindido de
VI OLENCIA COM O CONS CUENCIA u za polftíca, o bi n d sde una leét-
NEC ESARIA D LA NATURALEZA timídad q int rpr ta como consecuen ía
CONFLICTIVA DE LA VI DA PO LÍTICA. saria ef[o onfrontativo, confiffuran -
d paí aj terror que stana tan sólo unos
a má t .■
La misma vocación líptíca par r P tírs
una y otra vez ant cada nu vo o. La Ma-
s cr d Ezeiza no será una exc ión: no s
conoci ron informes oficiales ni xíst -
Nota
t ero final de víctim a
13 m 5h s. 1 V a : h tp://www.Ju .f!ob,ar/medJa/ 29075 4/bombar-
d o_t6. d unlo_d _1 i:5_cd. vi ada- _dlf!ltal. __ 2_.pdf
arln, i in - 2 ratl · pflol!o de
nu ba n Operación Ma a 1 0 3),
ne o i- 3 W a2a, el lwm -
n ataca /Jre la /1 , 2018.
evitand J- 4 Pilar tv Jro, PoUtfca y/o vfolen fa. Una apro-xlmacfón a
e ncia al horror... la ouerrtlla de lo aflo tent'a, ll!lo XXtBu no Afr , 2013,
1' Producciones Sudaca,
"Trabajadores de goma•, 1995
(GTiifica -politic Archiuos en uso)
 ' ,,, ,111 l lflf'tl 11
r í'11Jf l I ir pt 1 1 1

'ft f 1111 )tl'I1 f)TI

1,11qtr 'ni qt11 Mtl1ln

! • 1 ,11 1p tlt f1, 'I'
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3 Unidos o
dominados "I l<obPrto Ruiz , Cierre de
campana clel Ju~tt to lt~mo
, , lo dr rrH e ro< l(t, ri J<)H 1 pl<1Jt1r ,r, ',(• ir>', ?O 10 1983 (C larín) '

tr ni 1\1 () hu (q rrn l ( ) , ( 1( ' ( J1' 1 1rn ti J r(1rl ( ) ¡ r( r, ( ) 1 1) ' ' ' '1 l , ' 1' Marro ~ l óp,., , La dudad
do In ulr9 rla , 19 3 (M NBA)
l í 1. lr ct', lo dr ,ur;lc1 fllr•c t<;rril, 111c1 cHr1,·nt,,
JI J' e rtltd Jrlfl fJí 1 rlr•rtr 1 11c11 11 • 1r1
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Jl JW 1111 n 1; eI ICI ur wlnrl dPI pr ron l'1rrio. 1
 I ,

UN MOMENTO DEM OCRATIZAD OR

LA RENOVACIÓ
. p nt' sta fue una corriente democ rat izadora que
L R nouact 6 n .ero .
d uolul6 al Partido Justiciallsta la competitiuidad ~erdlda en 1983.
. d ' al peronismo como mouimiento nacLonal, popular y
Re iUU'\ lC 6 _ . .
· f d dor de una democracia plena con Justtcta social
reuo l uc ionarto, un a . . ·
Modernizó su discurso y bregó por la transparenciaª.~ las eleccto nes
internas, lo que contribuyó a renouar su co~duccto n , remoza~ los
cuadros internos y conformar una opcion electoral atracttUa.

éobiemo de IsabelPerón (1974-76), con

abítada por un heteroééne? ~on-
por MARCl!LA FERRARI

Hautes
H junto que contenía a pohticos
moderados, intelectuales de centroiz-
Q ente
qui erda que proponían poner fin a
aelonul
ora del prá ticas retardatarías, sindicalistas
.stu.dlos que habían combatido al rééimen mili-
stuct o tar y hasta caudillos tradicionales, la
_ldqrlos _y
e lD. re Qn,-
R novación Peronista fue escenario
de numerosas tensiones desde sus
to a vtrglnLo.
Organización inicios. Aun así, el Partido Justicia-
~ e,. 1983-1991 lista (PJ) renovado obtuvo buenas
( DUNT Pel\o, 2016),
performances en las elecciones de
éobernadores de 1987 que antece-
dieron al triunfo de 1989, cuando un
renovador de la primera hora alcanzó
la Presidencia de la Nación. En lo que
podría parecer una paradoja, esa vic-
toria, loérada en buena medida éracias
a que la Renovación había fortalecido
al partido sacudiéndose a una diri-
éencia anclada en los años setenta y
había vencido a su rival, la Unión Cívica
Radical (UCR) - a la que consideraban
mediocre, posibilista e inocua a la hora
de éobemar- , se asoció con el fin de
esa corriente. Cabe entonces recorrer
esa experiencia breve a la luz de su
orí(!en, su desplief[ue y su alcance.
UNA DERROTA INESPERADA
En la transición de la última dictadura a
la democracia, el Movimiento Nacional
Justicialísta (MNJ) atravesaba una
crisis. En 1974 había perdido a su líder
histórico y en 1982-83 debía encarar
4- MwJ.mwtto t'6-Clori,at la reorganización sin su arbitrio. Toda-
IJJ Jta,, '"~r vía estaba presente el recuerdo de la
P 1 ~1 1i.83 (Gtó.tlca
pgUtico/ArálbJO§ ,n u10) debacle económica, política y social del
la escalada de violencia protaéonizada
en especial por la extrema derecha y
la izquierda armada del movimiento.
La juventud partidaria había sido diez-
mada por la represión de ese éobierno
peronista y el terrorismo de Estado
dictatorial que le sif[uió.
Dentro del amplio abanico ideoló-
f[ico peronista, en ese momento era
posible reconocer cuatro 2randes
orientaciones (1). A la derecha se ubi-
caban los antiverticalistas y los verti-
calistas, seéún rechazaran o aceptaran
que Isabel Perón ejerciera la rcs"den-
cia del MNJ. La izquierd a, rep ~ sen-
tada por Intransiéencia y Mov11iz Jción
Peronista (IMP), era nutrida po una
diezmada juventud. En el ce o se
sostenía tanto la condición movuruen-
tista del peronismo como la impor-
tancia de reoréanizar y fortalecer al
partido; sin hacer del verticalismo un
doéma, se aceptaba a Isabel. En ese
espacio democratizador se destaca-
ban diriéentes como Deolindo Bittel,
vicepresidente 1º del MNJ, y Antonio
Cafiero, un veterano intef[rante del
alto funcionariado peronista.
La reorganización de 1983
consolidó a dirigentes "histó-
ricos'~tras los cuales operaba
una trama de lealtades.
A la hora de decidir carf[os parti-
darios y candidaturas, en la apertura
democrática éravitaron los alinea-
mientos que aseéuraran el mayor
número de votos más que la distan-
cia ideolóf[ica. Esto se plasmó en una
alianza entre dirif[entes que respon-
dían a los sindicatos, las estructuras
más fuertes del MNJ, y caudillos
que controlaban redes clientelares.
Cada unidad básica empadronaba a
la mayor cantidad posible de afilfados,
 L e 10
1'HS l
HJ 11,, 1H l 1JIJJ1•

JJ((J\Jlrt<!(JI IJí,IJ } IJ', 1 r •, r

,,¡ 11¡, 1,r r•I

l tH nl H; Al l<J•111 ll'tto11JI rJ,, Andy 11/tJJ (1J111J1111J11d 1

a la )lenria y l,J nN Nfad d" una

o n <'mpcinada <•n "lar ifo.1 por
¿, "P rrmbrntJ dt- t,1 t•~r,••tr; 1
lo io " en vc.!z dí• dar 'la lur ha CofltstfJ y e,,, lrJ ',r,tn prirn 10 In ~
0
(í,róflt u polft 1111//1 nhiu,J·, «ri u~r,¡
po "(2). Operó ·orno un llamado
pa Ja:,i;ar de la conduc 'ié>n del P.J
a lo do~ mariscal JS de la derrota
u ort'ocloxos y renovar al parUdo.
El amino d tu
vo sj(!nado por
tídario na jon
(Capital F dcral
la diri[!'encía ma
impuso una
controlada po
EL IMPERATIVO DE RENOVAR grand s sindj
La derrota shockeó al peronismo. No zacion p ro
obstante, a comienzos de 1984, en el derivó en Ja co
so xtraordjnarí
Cont!reso lo0"ó hacer fracasar el pro-
Yecto de reforma sindical impulsado tiaf!O del E r
pe¡- el llobierll'o, que procuraba tanto donde tuví
democratizar las estructuras f!remiales (:!obernador
romper la he,temonía peronista s nado
m.ovlmlento obrero. Recién en político
600 as
--••tt.,.,Caftero publicó una auto- las fléu qu •
qu atribuía la derrota
f f, /' I
, 85
j J '
 fO f 11r1d,,1 1m 1,d / ',,. rf, l! , ,r ·,,J'.
'1h1! u,t ,n11 t• lo• , l1•110v.idot1 " .. 1,p , 1p, ¡ j O ¡l,.J 1, wu u 1,,u 1¡d,rr 111 Y
°' Hl e,,f, 't o (H H' l10•. Au t• , • r 11 llll 1,111 tui 111 •1,l1 un J.1 1•• · 111 111 rí,, ,.1
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1
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1✓, • i• rt< oq,or ílt MI r1rr, vi n< í:JI ,,n 111W1 y, ( •(I l,-J', ,.,,., (I(¡
11 111 ( '{tr 1:1r d , J'. I r, .,,o rt (" , ,J,,J rnír,rn () ;Jt'Í (J , J;J 1lt 1f)l·((l,J( )l¡ (I

nw11 ( < íl ' o />(,ri :u•n •n /\ (•/P~ YI' íJ' , d(• l,J I J(,J , ,.J JJ J 1{]IJ(¡f (¡
n :,,,, cfarlíl lí'l ff m ví UH í(m íJífr•rrdJ1 1 , r, J\/l f'nd<1%1J, f/11',1,Jrt<·',, l. n
· · · o uui d1· l:1 rmw rwln, fw• r,,, 1r,¡ Hf0 '1 y r;r1u rw1 , v m l<1 r ual t.<Jn
1rnlú H, prr,vín< íw . L,1 rJ( J1 './,1<, uin
11 10 ~ r~ uí ,lí1!J(1 ni p on<· " · '' ,,,,
r 1 mfopl , ol vol u dí <1<,U,, ,,rvf, <JmJoh,J y Hí() r J<·riro .
d rnl< 1ni a, . Nl M<·ndoz,J 1;n <•' ;0' 1 ,~,,ulf :J d<J', in< 1ddJ um
ortod · - · i(' h:,ibfi..t lotirwfo , 1n j1~ d(J f 1;e 1/.íJ r!J dWifrw,1J' dr:J ffrJbJ<: r n<1 n;J
ci <· 1~JfFi y, Ni <• l<•<:don w, d on a/, q1..w úYlPd frJ a J;J f U.HJrn<·nt;J
VíJ ., un tJ nu<·vH ffNH•Y'íl( l(,n de· ción cl<!I ra diu,Jír,rn(), éJfJ(~(l;J', ', IJ',fJ<~n
in ni os, •n 1 • lnt: quf! fi • (m .ord, a díd,J ,;n in'>t,mcíw, prr;<~¡,,, • r1r ,J I<·', {r1
lí ba Jo¡._, • O .Lnvio Hord(m, f UIJ d<;')r,la •n 198 6 ~n:i. d an, r•J írnrJ,J( 1r, r l · f5';J t ívo
in zuntlo a los !-.incJlu ~l b Lw;. J:n 'an ,Jwm rrurw ijflo por l,J ', 3Ji.<.J'.,f ,j , <J', j , - int.e:
fu y Mi ·íoncb '!)O . dkad(m Sí'.: PU!HJ lnf, • rmcí(mLJlc!!',, lrJ', b ;1J<1', r. , ,.uns
'•l,
R ' n p árti í~ c•n lu · ui<m m d · fai nxporta( írm<", y Jr.1 m J, JbJli
al so . Jujuy, S;mLH I'<., o 1.al J • • d;,id d<.: • m t olíff la ínf la<,', , ,, en
d num ros d rn l, unLN, q o. (3). 1'J 8'"/ '" '.) Up<;r6 í;J 1 (J(J '1,J ,,r ' r, J ,;jr, -
Etió otra co Po ot :J p I di · dí r.a o. , on1rnladw, p<1 , ''J nis-
mano la · . ín t· 1 m() y tam híón en pro,,.,_ <MJ -
Vicente Sa 1(~!1 1 j ron ::,ur.~ dr• / su
queño,líd ! ne~( f[obi<!rr1,; 1,mdo
nes su tantivas. De nte confompo encrale'"· UJ , , <1nes
ba en las prim ra l a .acto el ... a ivaron en la f .t y , I-'un-
como I~le ia . 6 lr~vant arr 1u 1t r1 de
El conflicto decantó J d<! 1 un .a il d , 198'/J ¡ lo Ley
ción d una corriente déldt1 ,te I· ión ia ida (julio de 1987).
provincia de Bu nos A a I éobicrn(J n() con-
formnron al movim i nt o obrero, ni
.¡. "La hinchada peronlsta", fotografla publicada n lar ul ta G nt , "Ahoro, la ulctorlu", 11 19113 ilitar cs ni a los ectores de la
a id ntjfi ~ado con la defensa
D 1 r hos Hum anos (4).
~

J:J mapa el al au([uraba que

la ión p n ial recaería en
un ni. ta. am ente, no t odos
ra ovQd onv ncídos y a al -
tu ra clíf1 ntífi carlos corno
tal num so asas, el apela-
. · vo ado para di sputar es-
,. : aniza íón partidaria
de tutelas ya innece-
ial en provincias don -
obi erno desde
a ruz, Santa
ro. Pero la co-
parabl e, En enero de
e a Jamado presiden-
a íonal Justiciali 5t a
o por Menem corno
t 1° y por otros renova~

j 1 . 1 ¡ , )1 11 1 1
dclrt'' (1\IC\ f in,\h11Ptii \ 1 01111 l.1h 1u 1
<'l J tHtlln._ Tridu hí-lcf.1 lfll "H q 11 , ,
' ;ili , , o :,(i\ n d 1 11.lln) Pr 11 "i d r1 111 f ' d ,
Ja N,1 Ión. : in <:1rr\lmr o, tl\1 la 1111 1. 1 ri,
del · dc.1 julio d( P"1( ·1110, In•,; p1 11 , 111 1:
los dlt:!irJro11 h lúrinnln I f 11 11111 1ht
haldc, on la hrn nmi 1\1 ;1 lllll lo 11 , ,r1
había lu ·hctclo l;-1 HPt111vrn (111 ri l v1.¡ 0
dir 1 .to dC' In;, afiliaclnr ' { un r, ldP~ i\l 1d11
al p í, omu d: 1r to ú11i, 0 (l ).

1 Al I' OllH 1( N
tu por I U( f t1ndr\ u q I íll Id dn
to r :.1forenl I d ' la H 1110vn, •lf111 1 l)( 111
uya repr ~ enl;i ión y pi ,\d len•¡
rnitían a forma ~, fr 1.d don,IIP• di'
ha er políli a, ~ lrnpnnia •,11l>1 1, PI
pre idente d I CN .J, adnlid d(' la ilh
titucionaliza ión pud ldu lu. 1'. I pp 1 0
ni mo profundo tri1.mlt-1ua :,01>1 I' ,1I l)H 1 :\l id dnl\11 1 dr l 1r l1 '11 'III P de • 1111
1 1 1111111 11!1, 11 1111 Pl'II. l, 1 1111111111 , 1tlh
partido d mo rntizado. p bw,n 1n 111 •11 ln111,1t1111 l111lt1 ri11I ll •1 lc111 ri1¡ 1 11111 1 ti l P , , 11 111111 •1d111 1111 11, 1111111111111 .
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bombos, la Marcha y ot ol í111lio i
llf'' lr 1 llllVíltl!l1 : •~, 11l1t 11ll 1ul rt·in nl1 i r. r 1l111 In Plt11 d111 11111,111 , d ,111 ttJ 1 1 I 11
los so layado por la H 1 nov·• ·Ión · ('ll ql1< 1 '11 1 l {11 tllllH lílll 111111 ' 11111 11111 í ljl P lllt lllll 'lll 11 ti• • 11 ll1tilH\ldt ltHI l1 11l1l rt p rl
su alianza con lo o tocloxos; ~,u (~1; lallvn l 111 : '1111 .l11n11 , 1 ,n11 l r1 l 'r• 11 •, ,1111 ,1 1 ir 1d,1 y t1, ,¡,1d,1 11111 •11,1•,, 1111111111 ,111 111
amenaza xtúr iv;:i d f u :Jmpnt ar al
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peronismo y habilitttr lh nu vo rro lí.t1oo•, 111111 r11n11 ,,,, 1.11111 1 l '11d1 , ni •1 1111 llf'l 11111 •,1 11 11 j1 ,111· f 111111 1du
bíerno radical. A :i to or-rurnL'li t o:-:i nm y 1.U,111 : 1,lc► 11 (l11111l :1d,1 n 111r>dl1
pueden aéreear ot o · pu do·, dt 1 l')B' í, f'OI I 1'111 l, 1111 •¡ n11 1/,11 W,
mayor comprensión d J p o p, nvln 1· ,) In q111 1111 l, 111p dl11 111
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La R.enouaci6n r motó uno dc 1 :, u• , n 1I 111 ,11-d ,,,, y, ·,i 11 .,, 0 1 d,11
al partido, pero no rompió nn ',U'i par-11· , ol ( :tl :,.n ·,111 ,111111,1.1
con la culturo d Ud ra zgos t ur) p1 ·, .. .ldNH i11I !'11 1• 1H1 1
' ontri)JUyú:1•,uvdn1 :1111 •111111111
fuertes y centralizado . i:;mmo 1111 r◄ uant o n q111 In•, po·,I I tl.ttl o·,
1

1 lk11ovridún I Pnf.111 pl1%1 v1111 111

La Renovación introdujo un di ~ rl c•I pmlldn y, prn ,%1, , 11,111t 11 , 1
( 1 ir-1L1 11Jr Ir :11 ttll)\/lt1li1 1 t-1I IJ 11, 1 11)
curso democrático in nmu.ndt1r a )

la condición revolucionariél qu :i at i- llú f: udnl PI 1nm 11• ,l .d11! r ld11, ,111 1

buía al peronismo; dio la po ·ibílldt.td Ouhaldl•, fJr l · n•i ,11 lid,11 d1• "l l11ldi1d y
de incorporar nuevos a tor a Ju H nuva ic'm", d1 ,Lt it ,HI" no1 <·.11 l1•11J,
1 11

politica; remozó al partido introdu~ p •n11t Ú Otl ft111t'/",O 11t1 11111•1111•, /\l,1 1•
ciendo a nuevas camada li- cludt:1 lu t 1r1Udclad r·nr, 1p11 • ,1q11 (1I, ,1
zadas en el trabajo políti 6 • , 11 nrH lrH t I nh: Jo pnlil
1

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mayor poder al afiliado a
el sufrae'io directo, pero no rompJó
con la cultura de formacíó
raztos fuertes y centrali
r
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rh•, l,i, 11I V 1111/ t. ll i dr• /11 r/rJf, 11/11 ll11r111n1~ J\11 p
1 1.11 Id l ,d11,11 1,¡1 \11, ¡1p 1,1 11 ; 1

El de Menem fue uno l rluttl o tl1 M1 1 r1Pt11 .

1 1 /\11111111111 tlflr\111 , l:11 ,¡)11 1111 tlql11V111 rllllll
f lrll fll , lhu 1111n1 /\lln t1, 11 11 1'111 '1 ,
Efobemador de La Rioj ; Hm- l lu11,i11 d1•, H
Mtll I lr111111 fil 1 V \/11 ¡ 111111 M1 ill11tln (111111p , ),
1983-87: 1987-89), ren bll'n H 11( 1'1 dnl 11 1, l ,u ll, 1111111,11/11111•,111111/ , /11 1 /i ' 11111/ ,,, 11111
Primera hora, creó una m·oy, l'l,o r () /11111/1/111 fu , 1/r/ , ,,~1/1l"1 \/ rllr /1/r!J //t•r• /IJ/1 '
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 3

,. FUE POSIBLE EL MENEMISMo,

¿COMO ·

UN ESTILO y UNA PARADOJA

, LMenem el primer gob ierno nacional
'd · de Carlos Sau '
La presl encla . , de la de mocracia en 1983 se
eronista desde la recuperaclon ., . , '
P . , t"lo de conducclon personallsta, frtuolo
caractenzo por un es l . "
. . . l so al neologismo "menemtsta . Planteó
y corrupto que dlO ple me u .
' . manece como una esp ma clauada en el
una paradoJa que per . . .
. . . . b · erno justiciahsta implemento reformas
moulmlento peronlsta. un go l .
• base sindical y con altos costos socLales.
neoliberales contranas a su , . . ,
. l'
Un gtro que no se exp 1ca s0• lo por el caos economtco que regta al paLs ...

asados ya casi 30 años de su irrup- terror a la hiperinflación habría con-

por PAULA CANELO

Doctora en Ciencias Sociales (FLACSO),

Magister en Ciencia Política (IDAES-UNSAM) y
Licenciada en Sociología (UBA). Investigadora
independiente del CONICET. Vicedirectora
del Centro de lnnouación de los Trabajadores
(CITRA, UMET-CONICET) y profesora regular
de la UBAy de la UNSAM. Es una de las
creadoras y coordinadoras del Obseruatorio
de las Elites Argentinas del CITRA. Autora,
entre otros libros, de La política secreta de
la última dictadura argentina (1976-1983),
Edl\asa, Buenos Aires, 2016.
,1, "Carlos Menem junto al pueblo y
con Perón", 1989 (Gráfica Política/
Archivos en uso)
P ción en la escena política an[en-
tina, el menemismo se ha consaétado,
al mismo tiempo, como un estilo Y
como una paradoja.
Por un lado, la idea de "menemis-
mo" refiere a un estilo de ejercicio
del poder de tipo decisionista y per-
sonalista, que conviviría con una es-
casa calidad institucional. Este estilo
de éobierno sería inseparable de una
cultura política particular, caracteri-
zada entre otros elementos por la fa-
randulización y la frivolización de los
asuntos públicos, el manejo discre-
cional de los recursos del Estado, la
escasa participación parlamentaria
en la toma de decisiones, la corrup-
ción y la impunidad (1).
Este estilo de ejercicio del poder
distintivo ha sido explicado, como
si de una de sus marcas éenéticas
se tratara, por su contexto de sur -
éimiento: la crisis hiperinflaciona-
ria del primer semestre de 1989.
La hiperinflación, y la necesidad de
implementar reformas rápidas que
permitieran recomponer el orden
social, habrían leéitimado la concen-
tración del poder en el líder, el abuso
del praématismo y el desprecio por
la deliberación en los procesos de to-
ma de decisiones.
solidado un "consenso de fuéa" en la
sociedad aréentina, dispuesta a tole-
rar lo que fuera que la sacara del abis-
mo. En un seéundo momento, el Plan
de Convertibilidad y la estabilidad ha-
brían éenerado un sólido "consenso
a las reformas" por el acceso de e-ran
parte de la población a importantes
beneficios materiales, vía aumento
del consumo y estabilidad del poder
adquisitivo de los salarios. Y en un ter-
cer momento, sobre todo a p rtir de
1995 y de las primeras señal -> de cri-
sis del modelo, la paradoja : : i e e plica-
ría por el temor a perder lo b "'ficios
materiales derivados de la _ lidad,
aun cuando indicadores se 1 ronó-
micos clave (empleo, pob ; , dis-
tribución del ingreso) ya raban
el dramático rostro de una sociedad
profundamente pauperizada.
Aunque la econom ía par ecería
ser un aréumento sin adversarios
para interpretar al menemismo, una
mirada más atenta sobre los prime-
ros años del éobierno de Menem nos
presenta un panorama bastante más
complejo, sugiriendo aléunos límites
para las interpretaciones centradas
en los efectos sociales y políticos de
la Grande Peur económica.

•
MRTl>O ;usrcwJSTA Por otro lado, el menemismo ha
planteado, también, una de las pa-
radojas políticas más interesantes
de la historia aréentina reciente. És-
ta podría resumirse así: un gobier-
no que se autoproclamaba peronista
loéró implementar reformas neoli-
berales que implicaron altos costos
sociales, obteniendo el apoyo (o la
escasa resistencia) de los principales
perjudicados.
Esta paradoja ha sido explicada,
nuevamente, por la economía. En un
primer momento, se argumenta, el
Los efectos del caos económico
no necesariamente fueron
disciplinadores. Por el
contrario, multiplicaron las
estrategias de resistencia.
Primero, porque el supuestamen-
te amplio maréen de maniobra que
le habría otoréado el caos económico
a Carlos Menem duró poco: ya a fines
de 1989 el gobierno se encontraba
profundamente debilitado, y muy le-

SS EL ATLAS DEL PERONISMO

 j d oz r de los "beneficios" disci-
plinad r s del pánico inflacionario. y
s o u1do, porque los efectos del caos
e on mi o no necesariamente fue -
r n disciplinadores, sino que por el
contr ria, multiplicaron las estrate-
éi s d resistencia, bloqueo, sabota-
j y otras formas de no cooperación
por parte de importantes actores.
En efecto, a menos de un año de
asumir, el éobierno de Menem ya ha-
bía visto fracasar su primer intento
de éestión y alianza con los empre-
sarios (el "Plan Bunée y Born"), y su-
fría su primera crisis de éabinete y
la renuncia del presidente del Ban-
co Central (BCRA), en un contexto
de presiones empresarias y fuertes
movimientos especulativos. La in-
terna partidaria estallaba alimenta-
da por temas tan variados como la
inteéración del éabinete, derrotas
electorales, la política económica, la
desiénación del liberal Álvaro Also-
éaray como asesor presidencial, la
política exterior alineada con Esta-
dos Unidos, o el indulto a los milita-
res. En diciembre de 19 8 9 se iniciaba
una seéunda hiperinflación, que se
prolonéó hasta marzo de 1990, en un
marco de intensificación de los con-
flictos sindicales y de caída en los ín-
dices de popularidad del Presidente.
SER CREÍDO
El estilo y la paradoja del menemis-
mo son entonces incomprensibles
sin analizar, además de los determi-
nantes económicos, el descomunal
trabajo de éeneración de credibili-
dad que debió despleéar Menem du-
rante los caóticos primeros dos años
de su éobiemo.
La idea de "credibilidad" (2) es
muy empleada para explicar los vín-
culos entre el éobiemo de Menem
Y el éran empresariado y los opera-
dores financieros. Obviamente, un
f!obiemo peronista liderado por un
caudillo de provincia que había pro-
metido "Salariazo" y "Revolución
Productiva"' en la campaña, pero que
ahora afirmaba su vocación pro-re-
formas de mercado, no podía sino
despertar sospechas entre los acto-
res del poder económico.
o ése no fue el único fren-
..............- le planteó al éobiemo serios
de credibilidad. Menem
wer una "doble brecha
" (3): frente a los em-
ero también, y sobre
tas fuerzas propias,
,el Partido Justicia-
lista (P J) y las oréanizaciones sindi-
cales. Que tampoco le creían.
A los primeros, Menem debía
convencerlos de que las nuevas re-
élas de juee-o eran irreversibles, de
que él era éarantía de las mismas y
que además podía controlar sufren-
te interno. Mientras que a las fuer-
zas propias debía persuadirlas de
que su vocación por las reformas de
mercado neoliberales, y su alianza
con el antiperonismo, no eran una
traición a la doctrina peronista.
Debia persuadir a las fuerzas
propias de que las reformas
pro mercado y su alianza con
el antiperonismo no eran una
traición a la doctrina.
¿Cómo resolver esta doble bre-
cha? Ambos frentes no sólo anta-
éonizaban con el éobierno, sino que
además se enfrentaban entre sí. Por
eso, debían ser atendidos al mismo
tiempo manteniendo un delicado
equilibrio, porque un acercamien-
to demasiado estrecho con uno po-
día llevar al otro a la ruptu ra. Ambos
frentes cuestionaban la vocación
reformista del éobierno desde po-
siciones opuestas. Por eso, era cen-
tral sobreactuar para no dejar dudas
sobre la voluntad y el compromiso
puestos en la reforma; pero no en
todos los planos, sino en aléunos se-
leccionados cuidadosamente.
En suma, para loérar ser creí-
do por dos frentes antaéónicos al
mismo tiempo, el tiempo, la pro-
fundidad, el praématismo y el perso-
nalismo eran recursos vitales.
Las oréanizaciones sindicales, tra-
dicional "columna vertebral" del
movimiento peronista y parte de
la coalición que había llevado a Me-
nem a triunfar en la interna de 1988,
se veían amenazadas por la aéresiva
reforma éübemamental. Pronto se
aéruparon en tres posiciones. La "co-
laboración", donde se ubicaban los
éremios afiliados a la CGT que apo-
yaban las reformas. La "neéociación
dura", de los éremios que buscaron
distancia para pod.e r "éolpear y ne-
E EM
éociar", encabezados por Lorenzo Mi-
éuel y la UOM Y la "confrontación'' f Afiches de campnl\a do Mcn m 190
que despleéaron oréanizaciones nu- (Gráfica polltlca/Archivos e n uso)
cleadas en la CGT Azopardo, que se
oponían a las reformas y que prota-
é"onizarán la mayor cantidad de con-
flictos del período, como los estatales
1E MO f IU[ [J I PI n 1·11\ 11e l l JI , ¡ ¡ ¡¡ r , ¡( )f J e u¡ Ju ,,l JI i 8g
 to ", d ~b ambiar "porqu(-' io < ( no

nmmo
o d o ut r
, a rnbia, pcre " (8).
rr ~nt a los rnpr at 10 1 l 1 re-
'id ntc s pr ntaba co mo un
1'. l J1('HH l1,rt1c1 1
1
1,~,
rtn 1,u I l>i rll( •Jf••· j us ti inli sta adapt.· do a lo ~ TTllC'V os
t.i mpo ". En el aniv r río de la Bol-
•1'·c 1111r·' , l1hr<•, 'f't 1011,1 /\lf ,,111, ri .
·a d reales afirmaba qu e ' 1 o le

nmmm
d nqo to
ten é o abs olutam nt. ninéún miedo
a l palabra a pitalismo"; "el ~eneral
p rón Jo dijo con claridad: 'c uando
H (•lpa rf(•n<w;¡l ti 1;1 ( ,'I' ' ()I 111 1,
::. n la Marcha Jus ticialista se repi-
Alfrm 1,fn, en tot,il ' 1f•r(rn 1 . t " ombatie ndo al capital" se refie-
r aJ apita] us urario y rentístico, al
capital paras itario. De ninéún mo-
f Ní.1< lor1HI Jttt.l i do pret ndemos combatir al capital
n, nt <• l{(,nov,vfo .
qu stá al servicio de l Pu eblo"' (9).

nmmm M nem s presentaba como el único

"[larante de las reélas d ej u ei:[o": en el
Dia d la Industria prometía "yo [... ]
Julio les e-arantízo estabilidad económica,
on r r; ,o,, "He nov;Jdo '' (Hio Hon 1' "CombuU neto ol capital .. ,", urlch · do la roulsta seéuridad jurídica y libre iniciativa",
c.lú) y <fo "'UnicJud" (.'1 nfa1 Hoc,a). l-lumor, lf (Orárlcu políllca/Ar hluo. ort u~o)
"les ofrezco quitarles e l peso de la
3 d noulembre burocracia y del Estado, para dejar-
r · *,latív ,mu la I J i;t d /\TC, lo ma stro de TERA, los les el desafío de la competencia y el
d · Bu ~no <::s, afi •r to trnbnjador de la Aduana y los obre- amor al rieséo creativo" (1 O).
diputado nal por fu .J. ros navíll s (L,.). Pero las sobreactuaciones no
Aunqu n 1989 la reforma labo-
nmmo
29 de junio
ral no staba ntre las prioridades
d I r[obi rno, s u capacidad para dis-
ciplinar la conflictividad sindical era
eran suficientes en los convulsiona-
dos 1989 y 1990. Había lleéado la ho-
ra de quemar las naves.

R.ohan la · mano. d 'P ~r6n. una d manda fundamental del em- SACRIFICAR PODER, GANAR CREO D
pr sariado. Es así que Menem sobre- A fines de 1989, el t itular de 1
6 d septlembre
a tuó desconociendo y reprimiendo federación Aréentina de la .l\
J;lcc íonc~. afi ro, f!ob rnador e to conflictos, optando por una
*) • o d la pch:i, d Bu nor Aire . Empresa (CAME) expresab · ra-
estrat éia d privación frente a los mente la naturaleza de la do blf' b e-

nmmm
10 de enero
indicatos díscolos. Frente a la pri-
mera hueléa ontanizada por los tra-
bajadores del transporte automotor,
cha de credibilidad d el éobierno:' LOS
empresarios siempre van a apoyar al
éobierno, porque necesitan del Esta-
el pr sidente advirtió: "Yo no le ten- do" decía. Pero advertía: "Queremos
Nu vo ons úo Nn ional por voto (!o absolutamente ninéún miedo a
dír cto. anan ílfi ro y M n m. saber si ustedes tienen otro apoyo:
los lce'ítimos reclamos de una oréa- el de los sindicatos, el del partido y el
9 de julio nización (!remial o empresarial. Pe- de la éente" (11).
El ion ínt rnas. Mcn m ro tampoco le tenéo absolutamente
•J (!ido andidato a Pre jd nt . nin[!ún miedo a hacer respetar el de-
El PJ actuaba frente al
seo de Jos aréentinos para trabajar.

nmmm
14d mayo
r... 1 Que todo el país tenéa la certeza
d que el f!obierno se va a mantener
firme n su rumbo" (5).
gobierno de Menem como un
"sistema politico en sí mismo":
oficialismo y oposición al
M n me+> 1 •([Ido Presídent . Asu- Por su parte, el P J actuaba frente mismo tiempo.
m anti lpadam :int •J 8 d Julio. al (Iobierno de Menem como un "sis-
tema político en si mismo": oficialis-
7 de octubre
mo y oposicíón al mismo tiempo (6).
Indulto . En r a ión, el " _rupo Era evidente que el prolonéa-
Antonio Ca fiero, líder del PJ, acusaba do caos económico, que incluía por
de Jo ocho'' abandona I f-'J.
al f[obi rn d abandonar ''su identi-
entonces nuevos brotes hiperinfla-

nmmo
3 de octubr
dad históri a tradicional" y de ''I su-
.merf[i rse Jen las variables do(!máticas
y filosóficas de un movimiento que
cionarios, no era suficiente para dis-
ciplinar a los actores. Es así que el
debilitado éobierno menemista em-
J aj "no" (7). Menem les respon -
1p J {!ana la!, 1 éí la tvru;. prendió una trabajosa sobreactua-
día n J Fn uentro Nacional del PJ
ción en tres escenarios. Primero, la '
14 d novl mbr a "lo ompañeros qu dudan", que la
llarnada ''Plaza del Sí", una moviliza-
P o d Ollvo • .1 22 c.te, a:t~ to do rina p ronj ta no podía ser ''una
ción de respaldo al éobierno convo-
ap u ba l;J nu va r,m,tlf.u ión. ár 1 ( ino) una h rramienta actua-
cada por fiéuras del espectáculo, los
lizada y r voJu ionaria", "no pued
ue n /a pdgírw 93 deportes, el empresariado, el pero-
s •r una a ([a; ti n que s r un mo~ nismo, la Unión del Centro Demo-

/ , , 1/ 1 •t 1
90
', ,11 ,, ,1 (U
ni 1,111 1il,
1 ní;
na "'polí-
PJ (12) y
I Pl an d
dtl d.
if'i ar pod r pa-
.· . En palabras de
n, M nem "r _
para " mp ñar-
(13).
ró 1 apoyo del
m dida , que
1 éabinet , la
nado Alsoéaray
una "Campaña
eolóéica". Ade-
.r tam nte con los
ario ofr ciéndoles, a
yo incondicional a las
mayor presencia en
a no flexibilización del
oral y apoyo para las
am pa a , entre otras cosas.
Por primera vez un gobierno
peronista demostraba que
podía prescindir del apoyo de
la "columna vertebral'~
Hacia los sindicatos el éobierno
d spl éó, ahora, una política de coop-
tación o compensación (14). Mientras
alimentaba las divisiones internas,
l s otoniaba 1acceso a rentas abier-
tas por la reforma: la posibilidad de
transformarse en accionistas me-
nores de las empresas privatizadas,
o la d participar en la privatización
d los fondos de jubilaciones y pen-
siones, y en la desreéulación de las
obras sociales.
"La sociedad y el éobierno aréen-
tino están cambiando en forma más
rápida que el sindicalismo", afirma-
ba el ministro de Trabajo (15). En
ef cto, por primera vez un éobier-
no peronista demostraba que podía
pr scindir del apoyo de la "colum-
na vertebral" del movimiento. Muy
Pronto los líderes sindicales se dedi-
caron a intercambiar su apoyo a las
r ormas estructurales por el apla-
mi nto de aquéllas que perjudi-
b n su capacidad on!anizativa a
o plazo, en un marco de shtnifi-
r ducción de los conflictos.
1m nte, el 1° de abril de 1991,
mo puso en marcha el Plan
· ilidad, que fijaba por ley
o con el dólar Yque
·ón de moneda sin
éo-
".
la ramilia obrera
...._........
---.... . ..,_._
,..._..__....,...,,,__.,,_
..,, ,.,
1968
Obra de Osear Bony
1' La Mar en Coche, "La fa milia obrera", 2000 (Gráfica política/Archivos en uso)
respaldo en divisas, loérando lo que
nadie había loérado en Aréentina
en casi medio siélo: en diciembre de
1991, la inflación mensual había des-
cendido a menos del 1%.
Las brechas de credibilidad se ce-
rraban. El ministro de Economía Do-
minéo Cavallo anunciaba "una etapa
de estabilidad que se medirá no en
meses sino en muchos años" (16),
mientras que Menem auéuraba que
la misma "durará de por vida, o por
lo menos hasta que dure mi admi-
nistración" (17). En las leéislativas
de septiembre de 1991, el P J alean-
Notas
1 Sebastián Barros, "Menemismo", en
Andreína Adelstein y Gabriel Vo'mmaro
(coords.), Díccionario del léxico corriente de
la política argentina. Palabras en democracia
(1983 -2013), UNGS, Los Polvorines, 2014.
2 Por ejemplo, Dani Rodrik, "Promises,
Promises: Credible Policy Reform via
Sienalliné", The Economíc Journal, Nº 99,
1989.
3 Paula Canelo, '" Son palabras de Perón'.
Continuidades y rupturas discursivas entre
peronismo y menemismo", en Alfredo
Pucciarelli (coord.), Los años de Menem. La
construccíón del orden neoliberal, Sielo XXI,
Buenos Aires, 2011.
4 Vicente Palermo y Marcos Novaro, Política y
poder en el gobierno de Menem, Tesis Norma-
FLACSO, Buenos Aires, 1996.
s Carlos Menem, 8-11-1989, en Discursos del
presidente Dr. C~;los Saúl M~nem, Dir~cción
General de Difus10n, Secretana de Medios
de Comunicación, Presidencia de la Nación,
Buenos Aires, 1989.
6 Juan Carlos Torre, "El peronismo como
solución y como problema", en AA.VV., Entre
el abismo y la ilusión. Peronismo, democracia
y mercado, Norma, Buenos Aires, 1999.
7 El cronista Comercial, Buenos Aires, 1-9-
1989.
LE MOI\JDE DIPLOMATIQUE , ED ICIÓ N CON O SUR 91
2000
Obra de la desocupación
zó el 40,22% a nivel nacional y triun-
fó en forma contundente en Buenos
Aires y en nueve distritos más (18).
The New York. Times advertía que
"para los candidatos peronistas" "el
producto más valioso para ofrecer a
los votantes es el ministro de Econo-
mía, D. Cavallo" (19).
"La economía anda bien porque la
política anda bien", afirmaba Cavallo
(20). Aunque no necesariamente su
autor las comprendiera, la frase ex-
presaba claramente las complejas (y
nunca unidireccionales) causalida-
des de la política aréentina.
a Carlos Menem, 17-11-1989, en Discur sos, op.
cit.
9 Carlos Menem, 24-10 -1989, en Discursos,
op. ci t.
1~ Carlos Menem, 1-9-1989, en Díscursos, OJJ.
cit.
11 Página/12, Buenos Aires, 16-12-1989.
12 Javier Corrales, Presidentes sin partido:
La política de las reformas económicas en
Argentina y Venezuela en los años 90, Siélo
XXI, Buenos Aires, 2010.
13 Juan Dominéo Perón, 2-8-1973, citado en
Silvia Sieal y Eliseo Verón, Perón o Muerte.
Los fundamentos discursivos del fenómeno
peronísta, Hyspamérica, Buenos Aires, 1988.
14 Sebastián Etchemendy, "Construir
coaliciones reformistas: la política de las
compensaciones en el camino areentino
hacia la liberalización económica", Desarrollo
Económico, Vol. 40, Nº 160, Buenos Aires,
enero-marzo de 2001.
1s Clarín, Buenos Aires, 6 -4-1992.
16 La Nación, Buenos Aires, 31-3-1991.
Clarín, 6 -4-1991.
11
18 Clarín, 10-9-1991
19 La Nación, 30-8 -1991
20 La Nación, 25-8-1991.
3
DIMENSIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DEL KIRCHNERISMO
CÓMO SE LLEGA A SER
LO QUE SE ES
¿Qué representa el kirchnerismo en la historia del peronismo?
¿Tan sólo uno de sus periódicos cambios de piel"? ¿Una
11
transformación obligada por la decrepitud del mouimiento, por
la fragmentación de las masas trabajadoras? ¿Una traición? ¿Una
fase superior? Principio de superación de una fenomenal crisis
de representación, motor de nueuos dramas, el kirchnerismo se
acerca al primer peronismo en su reconstrucción de la relación
entre el Estado y las clases populares.
por JAVIER TRÍMBOLI • En qué relación se encuentra el
C kirchnerismo respecto del pero-
Historiador (U BA), docente, inuestigador y nismo? En plan de subrayar que
escritor. Autor, entre otros libros, de Los ríos
profundos. Hugo del Carril I Alfredo Vareta:
finalmente se trataba de una misma
un detalle en la historia del peronismo y la cosa, se escribió en 2008 que "el movi-
izquierda (con Guillermo Korn, Eudeba, Buenos miento peronista estaba [para ese
Aires, 2015) y Sublunar. Entre el l<irchnerismo Y la
entonces] completando triunfalmente
revolución (Cuarenta Rios, Buenos Aires, 2018).
uno de sus periódicos cambios de piel"
que, por lo demás, "esconden parte
del secreto de su lonéevidad" · TU 110.
. Cuando creer que se podía "salir de la
Ha1perm Donéhi . lo escribió en su rb
l ro
Son memorias (1) y puso en palab
. . ras
una d e 1as op1mones más extendidas
alrededor de la relación que nos inte-
resa. Aunque no la única ' cla ro esta,
r
porque antes y después de e se ano _'
1' ~rl.a Eugenia cerutti, Néstor fu ndamental lo que se acent , fu
KiTchn~ en campaña a dípu~ado . uo e la
nocional en el Centro de Jub1l_(ldos novedad, la tere-iversación o me .
1a t raic1on que habría prom 'd1uso
.. , 5
Colffiopolita, Hurlingham, pc1a. de
Buen.OS Aires, 10-6- 2009 ov1 o el
92
kirchnerismo para con lo que hoy, en
2019, casi de forma unárnme se con-
sidera su continente mayor y obvio.
Todo en un muy animado jueéo de
semejanzas y diferencias q ..,e más que
nada venía a revelar el buen pulso de
un movimiento político ~ c;ocial al que
se había tenido por acctoa '1. Porque
se había tocado el subsl e .
En diciemb re de 1991, ,,uan José
Sebreli enseñaba en una ntrevista
en la revista El Porteño que no había
contradicción en haber apo) ado a Raúl
Alfonsín en 1983 y en hacerlo en ese
momento a Carlos Menem -"hoy por
hoy no hay alternativa"-, para concluir
que otro de los "log'ros fundamenta-
les" del menemismo era que estaba
destruyendo al peronismo (2). Por
más de una década el veredicto que
prácticamente se impuso fue ése, con
aire de lamento o de celebración: que
horadado y hundido en tanto fenó-
meno popular, del peronismo sólo
quedaba un partido de e"obierno, para
aléunos más desfachatado que para
otros, pero que administraba, corno
sólo él podía hacerlo, el universo en
crisis Y explotado de "los de abajo".
crisis económica con justicia social" se
había vuelto "aléo diéno de cristian?s
0 de inéenuos utopistas" (Sebrell).
Se aceptara o no ése era su diferen-
cial, po_rque la i~periosid~d de_~~~
Aréentma se incorporara sm retic
cias al mundo en su nueva ronda de
élobalización era compartida por 1ª
. .
P nnc1pales fuerzas opositoras q
uele
 , ,lli •ndn t1 t Iw ,, ll,in l 11 ,, ,
1 { 'H it1 dPI J) , I\ 1 dq d1 •
P o1 i •.irt1nt 1º'•11 Y .11 .i d •m ko el vienu <lf' la µáqina 90
vil :.i' .tflO y V-1 1 111 ti, ,
1 1
' ' • t ll o de • Vtll.o I t .11• , 111 1•inba 1 tf<; ~ <'
t Otl'H'JIO l op1 1l,11 t
:'¡1· 111 d' Oll lU) , I' ¡ HIOI <ll d :t!-1 d 1.1 ( oyun
111 :1. Prn ip1c • lt• mt ,•1 P· .. 1 ( nt nde r la
Pl1I !-.. lll() ·I 11t11 hl1111
d •11 ni" < lc•i t OI .il , 111 l.! •~ PlP cion 1 (
•t' 1 ' I'' • i, ! d' ,(1 1l H '10
JIP
d" 1') B l, il 11 •dit .i ,, hw• ,pt' t .lda. I.a r s MucrL no csclar" ida de Carlos
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o. lo },1dJP1 no •,
P(•t <:1i
n ·itilic n i o <ic' P',e hloqup horno o 14 dr mayo
al. Ni di' l,1 hi·, I 01 i 1 (f! HI, 111 •1 ido d L• 111 uc •r lc, s c• llcNó to M nem es re lecto.
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(fU(' t' I ~a fu uir lo Primer piquete en Cutral Có.
c1dad. lad ; lo
na l(\' m os
,.
lencia y l][J[Jfl
n conómico 26 de octubre
o a ontun - La ALIANZA éana las leéislativas.
d ' ontra la que
at
aú
un vamo tu
ían chocado.
ajo y unir por
d C t acto, capital
aggm
12 de abril
resurr cción. En dustrialización. La
Menem renuncia a la re-reelección.
rayar qu el kirc enemista o vuelve
de los tantos " . · · entre í a los distintos 24 de o • ""e
Una manera de t m s clases populares. Cuen- Elecciones presidenciales. De la Rúa
o de tol rarlo co . na i · n. desconfianzas cruzadas. (Alianza) se impone sobre Duhalde
odo, bajo ninf[ún concept o (PJ). Asume el 10 de diciembre
EL SUBSUELO D EL SUBSUELO la dictadura fu e derrotada en 1983;
En pos de devolv rle su dimen ión al su triunfo se cont inúa en el escenario
momento político y social qu m1c10 d la "primavera democrática". Lo de
el 25 de mayo de 2003 - dimensión Vill arreal se diferencia de casi todo
lo que se escribe por esos años en Elecciones leéislativas. Voto "bron-
que, contra cantidad de pronósticos, ca". El PJ éana a nivel nacional.
siéue obrando con fuerza en este pre- los que las expectat ivas y el miedo
sente-, interesa calibrar que el desfi-
Por más de una década Crisis, estallido social y represión.
bramiento del peronismo no comenzó
el veredicto fue que del Renunci a De la Rúa. Default.
con el menemismo. Ya en un escrito del
peronismo sólo quedaba un
año 1985, el socióloéo Juan Villarreal
proponía que la sociedad aréentina
hasta hace poco tiempo atrás había
partido de gobierno que admi-
nistraba el universo en crisis y
omm
12 de enero
sido una sociedad "homoeénea por explotado de "los de abajo'~ Eduardo Duhalde es desü:mado
abajo" y "heteroéénea por arriba" (3). presidente por el Conéreso.
El amarre de las "'clases subalternas"
era producto de la fuerte presencia 26 de junio
atenazaban al pensamiento, cuidadoso Asesinato de Darío Santillán y
de una clase obrera industrial que, de no asustar al corazón de cristal de Maximiliano Kosteki. El 2 de julio
a diferencia del resto de los países la democracia. La savia estructural Duhalde convoca a elecciones.
de América Latina, era incluso en los que había alimentado al peronismo
números mayoritaria respecto de la
población campesina o de la ocupad_a
en el sector terciario. La heteroéene1-
se volvió aéuachenta; los resultados
del 30 de octubre de 1983 plasmaron
este debilitamiento. El subsuelo del
ommn
27 de abril
dad a las clases dominantes se la daban subsuelo. . Elecciones. El P J presenta tres
las disputas entre industrialis,t~s Y Después de todo lo que vimos, hoy candidatos. Gana Néstor Kirchner
afraristas entre liberales Y catohcos se nos ocurre que Villarreal ve rea- (FPV). Asume el 25 de mayo.
y/onadon'alistas. La política, a t~a~~s lizado por la dictadura lo que nece-
del peronismo, no creó esa cond1?ºn
que haría tan difícil de éobernar ª
ma s trabajadoras; lo que hizo
SI
·taba de más puntadas. Porque el
, t .
eronisrno concíta aun en us1asmos emmo
p uelve a éanar las elecciones. claves
yv 24 de marzo
IIM CAl1ar la unidad y ponerle n_a~~- La
1 rovincia de Buenos Aires en Museo de la Memoria (ex ESMA).
en 1a P . rt Son retirados los retratos de Vi-
n d 1peronismo residio en y con Menem en 1989. Es c~e o
1987 dela y Biénone del Coleéio Militar.
z alcanzada en un encas- l mundo popular no es el nusmo
que e , del ?6 pero aun as1, no so·1o los
. .._.M".it1t1, quizás demasiado en esta despues , , sigue en la página 96
e estructura econó- reflejos se mantienen. Con razon se ha
etuemos, cultura.
1[ MOi JDE DIPLOMATIQUE , EDICIÓ l\l CONO SUR 93
j
3 '1
1' MariaEugenia Cer11tti,
La ESMA se conuierte en Museo
de la Memoria, 24-3-2004 dicho que la CGT con Saúl Ubaldini a
la cabeza fue mucho más importante
que cualquier vertiente política del
peronismo para encauzar los recla-
mos y el estado de ánimo de las clases
populares. De acuerdo: era cada vez
mayor el peso de los éremios estatales
y una multitud empobrecida fuera de
todo encuadramiento sindical lo acom-
pañaba en las manifestaciones; pero
también lo sostenía una alianza con
la Unión Obrera Metalúréica (UOM).
La contraparte: cuando en febrero
de 1989 le preéuntan al candidato
Menem si teme la posibilidad de que
en Aréentina ocurran saqueos como
GASTO PÚBLICO
Consolidado por finalidad, en porcentaje del PIB
■ Funcionamiento del Estado ■ Gasto público social
■ Gasto público en seruicios económicos Seruicios de la deuda pública
e Gasto público total
60
so
ilf. . .,,._.~ de Programoclón Macroeconómica - Secretarla de Política Económica y Planificación del
,:11 • 1 M HCICiendll, Cl.llfltas de Inversión y Presupuestos.
94 f l Al LA.., lJr l PERONISMO
los que conmovían a la ciudad de e
cas, respon d e como un soc1ólof!:o ara.
se quedó con los libros de una dé que
Cada
y media atras. No, porque el ''rn .
• r
ñ . d OV¡ .
miento ob rero or ~amza o" nnpect· .
. lfla
tal cosa:.. _Amphament~ s~brepasado,
no loéro imponer su d1sc1plina y
. sus
formas de lucha. La h1perin flaci -
ablando, e 1 camino· d e 1as privatiza.
on
dones y del. desmantelamiento de
1
Estado de Bienestar, otra de las art¡.
culaciones claves qu e produjeron la
homof[eneidad por abajo. Ahora sí
adiós Aréentina peronista; o, com~
se corriéió Halperin Donéhi entre.
vistado por Carlos Paéni: la "sociedad
peronista" fue la extinta.
INORGÁNICO, TUMULTUOSO Y PLEBEYO
Después de atravesar con similar esco-
zor e incertidumbre que el resto de las
clases dirü!entes la violenta impuéna-
ción que tuvo su pico entre diciembre
de 2001 y los primeros meses de 2002,
el peronismo a t ravés de las tres fór-
mulas que presenta para las elecciones
de abril de 2003 obtiene una cantidad
devotos que ronda el 6 0%. Hay votos
y votos. Ah!uien debería analizar de
qué estuvieron hechos esos que les
dieron el primer lue:ar a Menem, el
seéundo a Néstor Kirchner y el cuarto
a Adolfo Rodríéuez Saá. Con sólo reco-
rrer los diarios de las se 1anas pre-
vias se advierte que faltó con alevosía
cualquier cosa parecida al fe rvor y al
entusiasmo de m asas. As1 y todo, es
inneéable que fu ncionó un érado de
memoria histórica, de identificación
política de clase. Aunque más no sea
por la nef[ativa: imposible confiar por
fuera del peronismo para salir de una
crisis de una manera que no dañe aun
más a las mayorías sociales.
Mayo de 2003. Es más o menos
célebre la crítica de Rodolfo Walsh a
los cuadros montoner os que conocen
"cómo Lenin y Trotsky se adueñan
de Petroérado en 1917", pero iénoran
"cómo Martín Rodríe:uez y Rosas se
apoderan de Buenos Aires en 18 21". La
toma del poder y/o la reconstrucción
de un orden. Quien quisiera éobe1::1ar
en la coyuntura de los primeros anos
del sie:lo XXI tenía que enfrentarse ª
esta tarea. No fue poco lo que Eduard o
Duhalde hizo en este sentido -salida
del uno a uno, retenciones a las expor-
taciones ae:rarias, Plan Jefes YJefas-,
sumado a los propios límites de la pro-
testa _social, un ahoe:o que, se sabe,~~
fue solo autoinducido. Pero el desa
0 esarrollo
iba más allá o incluso encuentra en esa
., con la protesta social uno desus
relac1on
 rqu 1 • ocio o la fu!!a de las
n,a a r p to del Estado, tal como se
d ci . ~ la 1 nÉl,la de los teóricos polí-
tí 1 ahanos, aunque más silencios
. h b' ay
abizbaJa, no a 1a dejado de suceder
La crisi de representación seéuía ·
la orden del día. Guillermo O'Donn uª
había advertí'd o sobre la muerte lenta e
y sin pausa de la democracia recon-
quistada en 19 8 3, con el resultado de
"una ciudadanía que no cree en nad
ni en nadie, ??nde siente que lo qu:
pasa en la política le es ajeno y frecuen-
temente hostil". Es en una entrevista
que le hace Horacio Verbitsky en los
últimos meses de 20 00, a días de la
renuncia a 1~ Vicepresidencia de Carlos
"Chacho" Alvarez (4). Del dia!!nós-
tico se desprende que lo que hay que
Néstor Kirchner desde la
Presidencia de La Nación hizo
lo que era necesario hacer.,
sistémicamente necesario.
revertir es la "distancia creciente de
los actores políticos respecto de la
ciudadanía"; o hacer virar la condición
de una "clase política [... ] con cada vez
mayor incapacidad para mirar a la
sociedad y atenderla".
Aunque con Duhalde se avistara
la salida de la crisis económica, todo
lo otro no encontró camino de solu-
ción. Su protaéonismo desde 1989
le impidió completar el "cambio de
piel" y, más aun, interpretar el papel
que andaba revoloteando pero que
no encontraba quien se ajustara a su
medida. Tampoco lo ayudó una cues-
tión de recursos simbólicos, diéá-
moslo así, de repertorio a disposición.
Basta leer la columna de Verbitsky
del domifléo 12 de enero de 2003, de
titulo "María Antonieta", para confir-
mar la poca o ninéuna expectativa en
que ese sayo apenas entrevisto fuera
Para Néstor Kirchner (5). A tono con el
clima del momento, no hay candidato
que no merezca escarnio; el tema es
J>asar, a través de una decisión colec-
tiva, de la "'democracia deleéativa"
ala "'democracia participativa". No
Q e, el ex éobemador de Santa
--- ,_·... estudios en su haber del caso
_.,...._.co ni tampoco de la casuís-
aporta la historia aréentina
señalaba Walsh, sí conocía
A'!!ll!F·•-,~,ó a esta tarea. Olfato,
11\ás O menos extravia-
. bio¡!rafía, ambición,
lá experiencia de un
rnovi~1üento político, aunque
estuviera fieramente adele-azado
y con respirador artificial. Una u
otra cosa, o todas juntas como
sea es el fenomenal mom~nto de
la creación política. Diéámoslo
c_on érandilocuencia renacen-
tis~a: ~a trabajosa aparición de un
Pnnc1pe. Más próximo a Martín
Rodrí_éuez Yal Rosas de 1821 que
ª Lenm, aunque los límites entre
unos Yotro se entreveren y cada
tanto se pierdan.
Así pensado, Néstor Kirchner
desde la Presidencia de la Nación
hizo 10 que era necesario hacer
si stémicamente necesario. Gra~
tema de la democracia are-entina
desd: 1983 a esta parte, per~
podnamos llevarlo mucho más
atrás: ¿se puede éobernar sin la
adhesión más o menos intensa de
una parte de la sociedad? De la
parte que se arrima a las mayo-
rías y que, aunque cada tanto
quizás lo olvide, está necesitada
de lo público. La irrupción de las
Fuerzas Armadas en la escena
política fue tanto en respuesta
al peliéro que ese vacío podría
ocasionar como a lo que empu-
jaban esas intensidades. Quizás
sólo ante la bonanza económica,
que distrae y hace olvidar, ale-o así
se sostene-a, ¿pero cuánto dura
de este lado del mundo tal cosa?
El peronismo en su hora primera
produjo un inusitado encuentro entre
Estado y masas populares: ¿éuarda
aléuna semejanza la situación de 1943
con la del 2001? No en lo económico,
porque la crisis de 1930 había quedado
bien atrás, aunque el crecimiento no
L[ MONDE DIPLOMATIQUE, EDI CIÓ N CO N O SUR ! 95
- En las elecciones Legislatiuas nactona-
Les del 14 de octubre d e 2001, lleuadas
a cabo en u n contexto de agudización
de La crisis política, económ ica y social
- q u e d o s meses después acabaría con
- e l gobierno de Fernando de la Rúa, Los
uotos afirmatiuo s apenas superaron la
_ mitad del padrón, producto de una alta
abstención y de una emisión equiualente
de uotos nulos y en blanco. Este hecho
fue interpretado como un rechazo total
de La ciudadanía hacia Los partidos po-
líticos. Sin embargo, el sociólogo Juan
Carlos Torre señaló en su articulo "Los
huérfanos de La política de partidos"
(2003), que semejante interpretación era
errónea: La desafección había afectado
de manera contundente a La UCR y el
Frepaso, pero no tanto al peronismo,
que pasó a tomar Las riendas del país y
logró conseruar mayoritariamente los
lazos con su electorado. Contrariamente
a otros países de la región que uiuieron
crisis de régimen, no hubo en Argenti-
na un uuelco hacia Los "outsiders" de La
política. Al reuisitar su artículo unos 15
a ños más tarde, Torre señala no obstante
q ue los efectos de La crisis de 2001 en e l
peronismo podl'ian se ttrse más fuer-
temente en La act ·da debido a la
fragme ntación de s s populares,
frut o de Los efec.t s ' r liStentes de La
econom ía neo i e a e n: las ciedad y en
el mundo del tra11a o
,1, María Eugenia Cerutti, Despedida
del féretro de Néstor Kirch ner en su
traslado a Aeroparque, 29-10-2010
 vi ne de la página 93
2 OO5
• 12 de julio
Ruptura entre Kirchner y Duhalde.
23 de octubre
El FPV é'ana las leéislativas.
17 de octubre
Batalla campal en el traslado del
cuerpo de Perón a su Mausoleo.
28 de octubre
Cristina Femández de Kirchner
(FPV) se convierte en la primera
mujer en ser eleéida Presidenta.
11 de marzo
Estalla el conflicto del campo.
28 de junio
Leéislativas. Néstor Kirchner, can-
didato testimonial, es derrotado
en la pcia. de Buenos Aires.
omnm
27 de octubre
Muere Néstor Kirchner. Es des-
pedido por una multitud.
omnn
23 de octubre
Cristina Femández es reelecta c0n
el 54% de los votos. El kirchnerismo
recupera el control del Conéreso.
omno
27 de octubre
LeéISlativas. El FPV pierde en pcia.
de Buenos Aires contra el Frente
Renovadot. disidente del PJ.
omao
25 de octubre - 22 de nouiembre
FJecciones. El p J pierde la pcia. de
Buenos Aires por prime~a vez d~s-
de 1987. Mauricio Macn (C~mb1e-
mos) se impone en el b~o~Je pre-
sidencial ante Daniel Sooli (FPV) Y
aswne el 1o de diciembre.
96 E:l ATLAS DEL PE:RONISMO
rt de Euita Berazategul, pela. d
1' Maria Eugenia Cerutti, Acto por el 552 aniuersario de la mue e
se resolvía en medidas que mejoraran
la situación de los trabajadores; en
2003 la crisis todavía quemaba. En el
plano político el parentesco es seéllro,
porque esa "distancia creciente"_ entre
clase política y sociedad que tiene a
maltraer a O'Donnell, también era uno
de los raséos centrales de la situación
de 1943. Cierto que, aunque la fisono-
mía de las clases populares fuera muy
otra en 2001 la movilización social
atra~esaba un pico, cosa que no ocurría
cuando lleéa Perón a la Secretaría de
Trabajo y Previsión. Pero la distancia
o el divorcio es lo que cuenta.
En este punto se podría aréüir que
el "cambio de piel" del kirchnerismo
lo reencuentra notablemente con la
"piel" primera del peronismo. Suturar
lo que está descosido y amenaza con la
diséreéación o, permiso, con la atonía
de la Patria. Y el peronismo primero y el
kirchnerismo, aunque quizás siempre
el peronismo, parecen conocer bien
-una vez más no necesariamente por
lecturas-, lo que conspicuos liberales
de armas tomar como Sarmiento y
Mitre reconocían como la marca inor-
éánica, tumultuosa y plebeya de nues-
tra democracia, es decir, de Aréentina
desde sus oríéenes. El peronismo se
atreve a naveéar esas aéuas. ¿Cómo
temería hacerlo -podría discutirnos
un lector de Facundo ... o de la Historia
de Belgrano ... - si él mismo es la encar -
nación de lo inoréánico, tumultuoso y
plebeyo? En alét.mo de sus momentos
kirchneristas incluso disfruta del oleaje
y lo hace más inclemente.
PATRIA Y DERECHOS
Formulamos esa preéunta con bom-
bos y platillos pero, en verdad, no
importa demasiado la respuesta,
pues el solo hecho de detectar que
hay un problema en la ruptura entre
la política y las mayorías sociales y,
'
por 1o t a n to , qu r r ntrnrle
.. . . una
· · n - soldar lo qu - JUZ 10 1 - .
SO IUCJO
I mom nto n qu - lo n-
pasa do bTd
sidera un aporte la f[obern.: i I d .
concita otras pasion . L fi![u rl r '_sul-
tante del nu vo ap . . . o ntr p hti J
de Estado y clas s popular . vuelv
revulsiva y se éan la n m 1st d de
esa otra parte de la soci dad qu .. no
precisa de la políti a m ás qu e. PL1ríl
que la rescaten d un ap uro. fíl m -
poco de la Nación, diéámoslo ~orno lo
dijo el mexicano Carlos M on~1w1, - e ~i
un escrito de 1981: "A la clasP d >m t-
nante, por el contrario, lo na i 1,11
le va resultando cada ve z n "
sujeción, las ataduras a u n m
vida y a una visión de la r ealid
ie
empobrecen, limitan. Al d s., t lo
capitalista le va pesando lo n - 11,
es el compromiso adquirido q P ya
se vuelve prescindible" (6).
En el ideal de las clases dominantes
aréentinas que se expande bastant
más allá de sus fronteras , m ás ira-
cundo y manierista, está la imaéen
de una sociedad que puede existir sin
adhesiones efusivas mayoritarias, con
una administración de lo público laxa
salvo en la faz represiva. Enterrar los
desacuerdos. El denso antiperonismo
sólo ocasionalmente repleéado. Un
plano más del ideal: privar de la política
y de la nación -conquistas, derechos
y sentido- a los sectores sociales que
sobran en el capitalismo extremo de
este nuevo siélo. Hoy, a diferencia de
1945, este ideal parece ser amplia-
mente compartido en el mundo, hacia
él empuja la fuerza de aislamiento que
emana del capital. Por eso, si no es
descabellado arf[umentar que la obra
que el peronismo puso en marcha en
su hora primera iba, aunque con des-
víos y desbordes, en la misma direc-
ción que el capitalismo le imprimía al
mundo bajo su órbita, en contraste
 I ir hn rismo, así como mucho de
eI l .
lo ocurrido en e contmente desde la
llegada de Huéo Chávez a la presidencia
de Venezuela, va a contrapelo.
Halperin Donéhi suéiere en 2008
que el kirchnerismo supo combinar
rnotívos "de la efímera primavera del
pueblo de 1973" con otros de "inspi-
ración desarrollista", manteniendo en
"una vaéa penumbra" aquellos clási-
cos del períod o 1945-1955. Cuando
la piel lleéó a parecer de otro cuerpo.
Diéamos que s i con el afán de iniciar
el arduo camino de éanar la adhesión
y la confianza de los "humillados y
ofendidos", Néstor Kirchner posteréó
esos motivos, en ese trance más que
una decisión medió que en la situ a-
ción en que estábam os embar cados
rnucho de eso había perdido siénificado
y mordient e. En una película de Robert
Bresson - L as damas del bosque de Bou-
logne (19 45)- s e dice aléo parecido a
que no existe el amor, que sólo existen
pruebas de amor. Las pruebas en que
se prodiéan Nést or Kirchner y Cristina
Fernández de Kirchner nacen de esa
constatación, por eso p oster é an izar
banderas si no hay con qué h acerlas
flamear . La aéenda de los der echos
humanos, ent relazada a partir de 200 9
con las libertades individuales, es fu n-
damental en este sentido, también
porque provienen de una cantera que
no es la característica del peronism o.
Para Halperin el kirchnerism o tuvo
"la oportunidad de verse r econocido
universalmente como leéítimo", opor-
tunidad que dejó pasar cuando estalla
el conflicto por la 125, porque ahí se
reencuentr a plenamente con el pero-
nismo primero. Se lee: con su riéidez,
es pald,:i. la vid 1 poltti ·,, Y 11 ··m 11 'd,td
estrecheces, maniqueísmo. Ba ta revi-
sar un archivo como el que muestra Siempr c> h,lb t J dt1lu.., q \l ' 1d,it 1 1' t'll,
a Néstor Kirchner hablando ante una p ro va le c ñal.u q u' do', p,u h,.. , 1 t'h '
multitud en Tucumán, en la jornada vantes de la oci d,1d '-C h,m 1i,,, 1dn
helada del 9 de julio de 2007, para con veheme ncia • h d P r d i'~O<-; " 11 11 ' 11
ver lo que efectivamente era nuevo ta dos. No hay in díf t'n. nd, h ,ll·1,1 In
-en las palabras, en la éestualidad y que ocurr n la tf'r el d ,1 º' h it t w
en la multitud-, pero también para de la cosa pú 1í a, todo lo cn nt, mo.
apreciar que la posteréación no era El "voto bronca- de octulJt e d<> ,_ooo
profunda. A Kirchner la camiseta le está l jos d I hori zont " n,idH •· t•
quedó transpirada; la multitud con le ocurr ha r r.:01 l<.il rncti O p,n ..,
paraéuas. Pueblo y patria versus inte- evitar entrar al u rto O • uro. 1 ,lrf'
reses oliéopólicos y FMI. Que se haya cería s r qu la risi d r pr' Pnt.-.i
ción es un r cuerdo por l rn 111 nlo
En el plano político, el superado. El peronismo/1 irchn rL mo
parentesco entre 1943 y funciona como l pdncipio d su supe
ración y, a la v z, orno 1 motor de
2001 es seguro: la "distancia
un nuevo drama con otras a p ::ircza . .
creciente" entre clase política Entre nosotros el Príncipe no lo ra la
y sociedad también era uno unión de Itali ; o só lo lo .... r r 'unirla
de los rasgos centrales de la a través de l desac u rdo.
situación de 1943. Se sabe que la transforma ion
nómica que señalaba Villarreal, m á
de lo que se haya hecho d sd la .... tion
preferido no advertir tal cosa obedece económica de los éobi rno I ir hn -
a que el susto del 2001 estaba todavía ristas para ponerle fr no y rev rtirl ,
cerca y a que se habían aceptado los lleéó para quedarse, e n tant o r ea lidad
servicios del kirchnerismo, diéámoslo del pos-fordismo que akan ..a t' p, t' e
así, para conjurar los fantasmas de nes más punzant s en P t d ,H I d< 1
la crisis. En 2008 se abre la posibili- mundo. Esto stuvo ·l Id b l'>t' dl' lo
dad de recordarle que pudo alcanzar d sencu ntros tan 11 1por 1 1t 's dr>l
la universal leéitimidad y que, como kirchnerismo con una porcion s1ern tC,\
no lo hizo, enfrascado en su afición tiva del movími nto bt ero rn ,1 1 li ..ui
finalmente natural al conflicto, sus Sin la estructura econom ·c,1 o -up.1
días estaban contados ... cional a favor de la potcnc1c1 l 1 1 rn do
Si volvemos al cuad ro de sfalle - popular, fue y si\..,u sie 1d( nPcf's 11 io
ciente que trazaba O'Donnell, se hace que la política desoville los hilos 1, ,-
fácil pe r ci bir que esta mos en otra fibrosos que loe-ren mante1 •r m 1dt lo
cosa. Hoy la democracia está también que de otra fom1a se d sbdt d.m . f n
en rieséo - ¿ puede estar aléuna vez parte, la proeza política n d!.-- µ1 opi ctd
sino en rieséo la democracia?-, pero kirchnerismo anduvo por aqrn.
n o p recisamente po rque se den la y derechos. ■
Notas
1 Tulio Halperin Done'hi. on me111orias, ie•1
XXI, Buenos Aires, 2008.
2 -Juan José Sebreli: el fra ncoti rador
contraataca·, El Porte ña. Buenos Aires, An
N º 120. diciembre de 1991.
3 Juan Villarreal, "Los hilos soci 1 s d 1
poder·. en Eduardo Jozanü. Pedro P z J uan
Villarreal, Crisis de la dictadura argeritin 1:
polftica econ ómica y cambio social, 1 7 -
1983. Si!!lo Veintiuno Ari;!entina dit res,
Buenos Aires, 1985.
4 '"La muerte lenta·. UJ1a critica
a la democracia•. entrevista de Horacio
Verbitsky a Guillenno O'Donnell
www.elhistoriador.corn.ar/ euill ·
s .H?racio Verbitsky, "María n
Pagma/ 12, Buenos Aires.
6 Carlos Monsiváis, "Nota
la cultura nacional las e
México·. Cuadernos Políti
D.F.. octub1-e-diciembr d '
LE MO N DE DIPI 0 1''1 -r l LtF FQI ,,
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' l,J lj( 1 t I '/ /
El peronismo se desindicalizó desde la r cup r f /1 ,J1 I ' , ! I' ,r
democracia y atrauiesa un proceso de d t t Hz t iJ I µ1 ti,.,
I, I I 1,

desde la llegada de Mauricio Macri al poder en 201 . n 11.-r ,, , ,,,,

/ 1t i I ' ' • I' /
marco, su futuro depende básicamente de su cap id d d ~ yf I ;. ,1-,, '
construir un marco institucional para que l s dif r nte 1 I ':..,11 ,, >, / •, /

corrientes definan sus disputas en un ,nt rn . ' I f(¡f ,"! ' i,1 1,", , ,t
iJ':r I 1/ 1 ,, , , , , , I

p r Julio Bur rr n '-, f}~ /f¡ f 1 fl' (', / 1 /

Polit óioE!o y prof sor d la UBA. f( Í,J ,__ ~~ ¡L I , , . I

•f 1( ,,,!, f :,' -, ., ',

'/ ;1ff tl11t/ 11 , , ¡ '/,

ay un peronismo funda ional, a i rrri tol~ fj, o. Y
H otro realmente exi t nt , actual, qu di fruta
evocando al anterior. Pero la t n ión entr políti-
. • ,n
qu ' un p ,·Jr
ér tl< bu, J:r ,tn .
· Jt ,dr í, <f L ",,1/ 1,.,,, ,, , ,;{
w·, µi ; ;,r ' -i • ., •

cos y sindicalistas es part d ambac vjda ·. on 1

1
( '1'i / ! ' ' ,',
advenimiento de la democracia n 1983 produjo
una división entre ortodoxos y renovador ' qu ti I r', 1:r1 l ~,¡. ;, '', ',:
reeditaba esta puja,ya que lo sindicali ta ran 1 p f. r, J1 /1 , /. , r,,, :~ ·, ·,1 ,
poder detrás de la ortodoxia. Campera d cu ro
versus corbatas. Y éanaron las corbatas. p íJ n ,.(J{l ,,1 V 1 ,f ,¡, 'I ,;

El peronóloéo estadounidense Steven L vit. - uJt Pn %()1 ', '" :: , , • , •r

ky describe esta transformación en un libro clá- d ü~ndPt1tt•·., ',, ,, -~
sico (1). Bien lejos del cliché de "los 70 año d n J F°'1f)(ll', ,¡' I ', {

peronismo", Levitsky explica que en realidad el e J;,¡r(,J(, ¡f({¡' •, , ,

justicialismo que conocemos comenzó en lo 80 dan <1tll',t.;r, ' r, • ,, ,

a partir del acceso reéülar al éobierno, aléo que púb J</, ·., ' t ' .,.
antes estaba vedado. Presidencia, éobemacio- tata 1',h r1' 11 , 1 , ,/,
nes, intendencias: la cultura peronista, durante pe l , rrw, 1 • ' ,;,,

décadas aéazapada en los sindicatos, se mudó al nfaa .f•di· , 'Jf ,, , r

Estado. Se produjo, seéún Levitsky, un proce o me ) J((tll ( l 1 ,, , , ,,

de desindicalización. Los jefes éremiales tuvie- ya a ír~11i1;,, ,,,. ' ,,, ,

ron cada vez menos participación en el mundo enfr / ., '1: ,
de las elecciones y la representación política. El
peronismo bonaerense, esa criatura territorial Af F ~~C/. rl 1/.'1.
que comenzó a formarse en los 80, ya no depen- Podem ar un;;, vm1l <J;í 1,r. r i•,t6
día de los érandes sindicatos ontanizados. rica pa ~J vfío d,, un r,<·1 <1n,·.í( 1,
La tesis de la transformación explicada por fuera d y Esfa dn. Jt1,, ,. •. l,1 u·
Levitsky prohijó buena parte de la ímaéen que indical ~ ícfo ;) ,JM t ,r d i!
todos tenemos sobre el peronismo: un par- 1955, d ntipí•rr) nt·,t:1',
tido-movimiento territorial que éobierna el Otro pu li.J rvr,arWJi
Estado apoyado en su red de jefes políticos, za ión o 88, cUMldr, d
candidatos sonrientes, cuadros éerencial , péroní rr lf(m' in,,,. m 1;;,Jn 11/J
punteros zorros e intelectuales coloridos. Pero como un ue fun ci •látJ.1;1f(Wnt1!
ya pasaron varios años. Ahora [marzo de 2018 J bien, d en ór f¿¡rn;:,
estamos en la Aréentina de Cambiemos y po- col e'ia ud,m:Jl rJf.: J;J
demos hacernos aléunas preéuntas nuevas. int rna · , .-,., n
En primer luéar, si aléo puso en evidencia la pa
marcha convocada por Huéo Moyana el 21 d un~
febrero de 2018 es que, a pesar de la desjncli a- qu Mo
lización de la política peronista, el poder oréa- eu .r a u
nizacional de los éremios se mantiene intacto. Como t r ,.. ' .

Siéuen contando con las leyes que les dan vjda r · e

y brindando muchos. servicios - ~omenzando al n
por la salud- a sus afiliados; son aun los cog"es- t t un
tores del Estado de Bienestar criollo. Mucho r!t mial y ;JI
de ellos incluso han crecido, como el Sindicato •
1f{uaJ qu
I
J u1I,
de Camioneros en los éobiernos kirchn rí - indemn , Jt t.tr

98 E !TLI S D I p ROI\JISMO

un te ~o para .r ~éiarse du rante la tormenta.
Ad m , los smd1catos tienen aléo del t
· d.bl
¡111 prescm t· meª 1
1 e para manciar candidaturas.
No ob~tant~, la_s restricciones son muchas.
Por cada Jefe smd1cal dispuesto a lanzarse a l
política peronist a, o a rescatarla, hay docena:
de veteranos sobrevivientes que están más in-
teresados en neéo:iar con el oficialismo que en
enfrentarlo. Ademas, los sindicalistas no tienen
éran acept~ción en la opinión pública: los recla-
mos sec~or~ales no son la mejor plataforma para
construir hderazéos representativos del con-
junto de 1~ so_cie?ad. Se suma a ello que hay con-
notados smd1cahstas bajo el asedio de los jueces
fe derales, y que falt an renovación y mujeres. En
un contexto de vacío de liderazéo, los dirü[entes
sindicales pueden ocupar un rol, o apuntalarlo.
Pero es difícil ver allí el combustible suficiente
para un renacimiento del peronismo.
La otra opción es la repartidización, una idea
que últimamente circula en los ambientes pe-
ronistas como el camino más adecuado a seéuir.
Muchos diseñan un método eficaz para volver al
éobiemo y creen encontrar en la experiencia de
la Renovación de los 80 un modelo: en un movi-
miento identitario, los símbolos siempre t ienen
la respuesta. Mirar la Renovación llevaría a sen-
tar las bases de una nueva interna, como la de
1988 pero treinta años después. La fórmula sería
dejar de lado las diferencias y concentrarse en la
crítica del oficialismo como adversario común.
Eso, en principio, poco se parece a la re-
partidización renovadora de los 80. Unirse de
este modo equivale a buscar el eje ordenador
afuera, articular un frente antimacrista como
vía rápida para reéresar al Estado -y lueéo or-
éanizarse desde ahí-. Sin emban[o, el motor
del peronismo entre 1984 y 1988 no fue el
antialfonsinismo. La identidad opositora era
el seéundo plano de la militancia. Lo que mo-
vilizaba era vencer en la interna, recuperar el
peronismo y liderarlo de cara a las elecciones
presidenciales de 1989. [...]
La estrateela antimacrista puede resultar
por lo tanto artificial, como también lo hubiera
sido un peronismo antialfonsinista en los 80. Lo
que enciende y motiva a muchos peronistas, a
decir verdad, hay que buscarlo más hacia aden-
tro del partido. Eso es lo real: buena parte del
peronismo antikirchnerista cree que el kirchne-
rismo es lo peor que pudo pasarle al peronismo,
que no merece siquiera llamarse peronismo,
en tanto el kirchnerismo piensa aléo parecido
del peronismo cordobesista, del éobemador de
Salta o de los inteérantes del Bloque Justicialis-
ta. En otras palabras, la libido está adentro del
peronismo. Y el resto se aprovecha de ella. Es
cierto que muchos aréentinos se cansaron de
la eneJ1!ía peronista Pero el peronismo podría
· también a ellos, con una promesa de
na na...- hasta resolver sus propios problemas.
la cuestión peronista, todos al riné,
implosionar. Que nadie se sah!a de
que tane el mejor. Y después,
l
1' Afiche del Frente
Transuersal Nacional
claro, que todos sin excepción levanten en an- y Popular, Unidos y
das al éanador. Eso fue, más o menos, lo que sal- Organizados, CTA
vó al peronismo en los 8 0 .
UN CUADRILÁTERO AHÍ
El box peronista sólo es posible con un cuadri-
lát ero, porque de otro modo se transformaría
en una pelea callejera. Peéarse es fácil, lo difícil
es hacerlo respetando un marco de códiéos y
reélas. En los 80, había mayores reservas de
identidad partidaria y una concepción dife-
rente del feder alismo político. Esto último es
clave. Hoy la división entre kirchneristas, cen-
tristas y antikirchneristas está atravesada por
la lóéica de la relación Nación-provincias. Los
peronistas con mayor peso institucional son
los éobemadores (Entre Ríos, Córdoba, Tucu-
mán, Salta, San Juan), los senadores y los in-
tendentes. Si ellos no se suben al riné la pelea
carece de sentido. Y hoy no están realmente
convencidos de que valéa la pena. La presen-
cia de Macri en la Casa Rosada es una realidad
tanéible con la que tienen que lidiar en forma
cotidiana para administrar sus distritos. El
resto es incertidumbre. Y parece difícil que los
peronistas y kirchnerist as sin responsabilidad
de éestión loér en liderarlos. La coordinación
de las voluntades no es imposible pero los in-
centivos jueéan en contra del club de la pelea.
Por supuesto, la unidad peronista se vería
facilitada si el éobierno decide "ir por todo", si
apuesta a arrebatarle al justicialismo las pro-
vincias que aún éobiema en un contexto de
ajuste del éasto público. Si un éobernador jus-
ticialista siente que la administración nacional
está decidida a desplazarlo en 2019 posible-
mente decida poner más eneréía en un arma-
do nacional de cara a las presidenciales, cosa
que hasta ahora no parece ocurrir. Mientras, el
resto del peronismo deberá esperar y contri-
buir a crear las condiciones para que las reélas
del cuadrilátero funcionen. ■
Nota
1 La transformación del Justicialísmo. Del partido sindical
al partido clientelista, 1983-1999, Si~o XXI Editora
Iberoamericana, Buenos Aires, 2005.
LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN CONO SUR I 99

LA ECONOMÍA INFORMAL y EL MOVIMIENTO OBRERO
UN DESAFÍO A LA
IMAGINACIÓN SINDICAL
Las transformaciones del
capitalismo han segmentado al
mouimiento obrero organizado
que el peronismo generó en los
años 40, con su alta afiliación
sindical, representación
gremial y conquista de derechos
laborales. El surgimiento de
organizaciones de trabajadores
de la economía informal plantea
el desafio de su incorporación a
la Confederación General
del Trabajo (CGT).
por PAULA ABAL MEDINA
Socióloga, trabajadora de IDAES-UNSAM-CONI-
CET. Editora del portal La Nación Trabajadora.
.¡,. Manifestación en
Buenos AiTes, 12 de mayo
de 2017 (Prensa CTEP)
100 EL ATLAS DEL PEP0f ~ISl"10
11 Elesmodelo sindical are:e;1ti_no
el mejor del mundo , dice
hoy [fines de 2 018] buena parte_?e
la diriéencia de la Confederac10n
General del Trabajo (CGT), e incluso
de la Confederación de Trabajadores
de la Economía Popular (CTEP). Si
dejamos de lado la rutinización de los
enunciados, la evocación tiene fun-
damentos porque los trabajadores
oréanizados sindicalmente loéraron
convertirse en un poderoso actor de
la vida nacional durante el proyecto
nacionalista popular que encamó el
peronismo. En el libro La columna
vertebral. Sindicatos y Peronismo (1),
Alvaro Abós reconstruye sus carac-
terísticas utilizando la metáfora que
popularizó su determinante función
social justamente como vertebrador
social. En definitiva, esta forma polí-
tica permitió érandes conquistas a
la clase trabajadora. La investiéación
que realizó Juan Carlos Torre sobre
los sindicatos durante 1973-1976 lo
llevó a otra síntesis: El gigante inver-
tebrado (2). El mismo Abós calificó al
sindicalismo, hace pocos años, como
un "éiéante con pies de barro".
Durante los más de setenta años
transcurridos desde entonces, el
capitalismo creó transformaciones
tan estructurales que puso en crisis
la línea divisoria de la relación entre
capital y trabajo. Posiblemente el
r as é o más saliente consista
. en la
eyección del neséo empresario de
las e:randes empresas y s Prop Sde
ción por toda la éeoérafía del tra:~a-
.
Despren derse d e1 neséo, que no ·
~o
,, d t
te peéue , una es reza el rnunctse
d
.
financiero que pone su unpronta en
el conjunto. De este m odo, _desde los
o
años 1970, se desvanece el S!1gantisrn
empresarial mientras nos ensordece~
mos con enun ciados éerenciales del
tipo "small is beautiful". Un modelo
de producción cent~ífuéo que arroja
seémentos productivos y trabajado-
res fuera de las casas matrices de las
corporaciones t ransnacionales, aun-
que quedan subordinados a estas, a
través de lo que J ean Pierre Duranct
ha llamado "la cadena invisible" de la
sub~ontratación. Sus eslabones "más
distantes" son las viviendas precarias
de barriadas populares donde fami-
lias enteras se ponen a producir sin
salario, sin derechos, sin reéülaridad,
a rieséo propio. Este nuevo jeroe-lí-
fico social anida en las mercancías del
capitalismo neoliberal. Se combinan
nuevas y viejas fo rmas de despose-
sión, endeudamiento y explotación.
La resultante es la contracción de la
condición asalariada y la COl"'Siéüiente
proliferación de trabajar' ,res autó-
nomos, independientes, · f rmales,
ileéales, desocupados o roicrc.empre-
sarios. El poder de reclasificar a los
asalariados como "otros" se ac. ecienta
mientras el salario y los der chos labo-
rales desaparecen.
La imaéinación sindical se ve desa-
fiada. La preéunta qu e se impone
entonces es: ¿cuál es la forma política
para la actual composición de la clase
trabajadora?
AYER: EL HERVID ERO SIN DI CAL
Durante los dos primeros éobiemos
peronistas (1946 -1955), la CGT se
transformó en un actor determinante
de la vida nacional. En 1954, Aréen-
tina tenía alrededor de 6 ,6 millones
de trabajadores. Una fuerza de tra-
bajo mucho más homoéénea que la
actual, oréanizada en torno a la fie:ura
del asalariado reéistrado, abarcado por
convenios colectivos. La aérupación
de trabajadores en "érandes oréaniza-
:iones masivas de primer érado Yco~
ambito jurisdiccional en todo el terri-
torio nacional que comprenden por 10
tanto a una numerosa masa de afiliados
YPoseen una sólida base contributiva
Yuna mayor capacidad de moviliza~ión
Y neéociación en el plano reivindica-
tivo" (3), inteérantes de una poderosa
 ,•nt t ,ll ril' PI t1do urw11()1 l,t ( (, 1 !JI 11
¡ ('})I (~'-,('llt ,lb,l ('l11 Olll (" clh l'(lr d111 di'
r· mili n(•c., de r- l ', t I rth.l¡.ulm ,.. • 1 ,1
411
,1f 1lktnon 1..i111d1c lll !,P d1t..,p.irn l'nl," 1q1 1,.
y t9S 11, 1 a ndo d-. 1,no ono ,,1 ,li,ulcJ' , 1l 1 , td 11
t1 L l ca dr ,r: rnillmwt..
'111 111! 11,,
El pod r d r clu if icur
a los asalaríado · orno "otro 11

l 11tll111111rq111t1I
se acr ci rtta mi ntra
salario y los d rechos laboral
de apcir e n.

Las r , . . .· . l t' t mH c'n

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lt nt , Nlcut(1~ 1,llf I o, ,, r.11111 lllrtl ~1, , ,,,, "" Jq /lr(Jar,111111 , 1'1/1, 'JI¡ 1, //1/
los del eado J
d1 1 :10 ll) [1(11(1 ]ti!! / '/flll 1, 111111,~' t1l1~11111•, 1'111(1 '/11111, 111111,,. ti , ,rl" .,,, I•
éinosam nte .
tivo. Y activaron ·
puestas de manifi
raciones de José B q r n n ·a 11 r<•tdon,u m, 10 pí1 I r orir••,
1 1
,
, ,r ,s,-n ,1hr n 11, <,,ill,
en la apertura de a Prirón f w• qw• 1•1 nJJrn o rll ... d,· r•nl cm •,11d1•rl,H,HJ)(ld1 t
Productividad y el (•s Jp 1.; i.o 11wi1•r a la rnír ,ul;t < r1rr1rJ rr1 ,JT1d,d ,, <pH · ri,, r,
un Cf-1U<.'ro clr• íH'r•il (' 1 .0l,r ,. l,1 pl,u,. dr· , ,ir n , , 1u1,1 btr ,, 1,,1,,, H 1 ,
dijo: "Es intolerable
toque el silbato y pa mármol la in<-,ol<:n ia ,,,, PXp,md111 prn lff• r 01,1•r11• ¡ ,,!,t1Jri,,', J>'
toda /\ r Jf'nl inil: l;1 •,ir v1N1t "· PI tJ1•rir1 et, , d1·I h,, 1,it" ( l¡Jíl() ·.ir,Lf 1 /
bien la acción sindical en l
ü po, el Pmp ll'íldo de• r mrlf'r, '" •,r• •,1J pr ,,v,n, J,1 ( ,.1ll,Jr Jq ,)
estuvo sub-leéislada, a
ornportaban con í11l anr•r ítt y pn •rH> l,ir ,,, 1{m d1• un Í
f•T ,1 j;¡ (!, ,,
sanción de la Ley 14.250 en 1
t n Í'l, dice· íl<'yrnildo J>a,.t or, 1m r1p1r ,. n,,,1lJ1() IHt,1 j J .u,·.f ,,r ír j( 1
introdujo en convenios y
La asamblea o coneres o de d 1 éa ilu tr· tivo u<· una l1•r-nibl<· n·i1r r J(,n d,· irrt•v1·r•,1bl<· qw· ,,,,r, ·,,. r ·', ,
pasó a ser reconocida como un óréano te• í..l lot, avarH·r11 • •,m iídr" , y l 1·jí<I() t <H>JJl •r;JI J ✓r, / rj, ¡H· ¡tJf r r¡. r,
e lu. 1 ; nd(•', rnayor íw. (';). clwlor,.,.d,•1mlt·rr 1t,,r,,,,,., ,r 1, , ✓ , 1
directivo de la vida de los sindicato •
s ·orno " invat,(,rr• 1 ,'' dr• 1 ,d< 1 J;i virla ,,,,, fíJI, ,m, <mf Ji, f 11 1r,,·, , ,ir
destacándose su representatividad,
ya que eran ele,tidos por el onjunto
~ · t, irían a vNa r i(,n <J,, líi I J·y A1rrr ,pt·<IJ,H ¡;, 1. 1,, ¡,, rr,r
de los trabajadores de las empr s s:
~ ít ílnulmc•nt 1• (;;,Jl;¡r do f•J{r,rnpí(, J;,f JÍ IJr'l d J(J', ( ,,rr,,:
11 lihü ;d d<· J;) lw, vc•ínl (• mil hm t f,n:w, ,fr. Ur·r r ,v,
afiliados y no afiliados al sindicato.
d,• Hun í<: y Hmn, qu<• f ur;n,n r·nt r,,
Como lo reéistra Alvaro Abós: "La
1r;1da 1 , íl peq1Jr•t1<,', pr<Jdur t ,,r,,,, rurn
fiE!ura del dele,tado se había éen rn~
l<:f,, rnw.h<1 11 d<• orí[f"n lndfr1,!n;1, y 'A•
lizado, tanto en las érandes conc n -
o., ~.ooo 1'1in wnvlrti<• ()n N1 1,mld;JdW, N .o f,r ic:1 1

traciones fabriles como en todas la

(:rsos pu ·•,Lo<, q ,, J;mmU,.;J m ,J l,J v :1/. <.rmdki,Jnr•,~
dependencias estatales, inclu o n li tn:ic, <le vlcfo :t lrJ 1 , f ,irnílíw, duc ;v, y
de• rnínht 01 ,
el sector comercial y de s rvicios¡ n un apr--,r t t \ í~l dw.m rolJ,, <1vín .i;JJ y
í:ldO ., éJ(f (1
miles de pequeños establecimientos io •xfo lcj , na, ion;d (í') . J'.I ffotwrnad<, <,fkfrJb,,t
era frecuente que un solo del éado <orno 1;,t J <•n l:J C,J!,a dr· r,ob l,·rn<J rJr•
<' dipu
ostentase la representación indical
de un puñado d trabajad ore " (4).
ñ lt1 provínda y ,~nn v,•,. TJ()Y ',Hr'lam, ,-n
ílU fr• <,<!díl c~rrion,il de l,J ce ,T.
Una sublevación profunda de las
identidad d los tra- di ~1
nl e: r1 HOY: UN INOJCA 1' MO D M no
aénitud d
tar (•I Ad wJlm<'ntr• h,Jy, n /\ ,,,,nt í naire
h d •dor t1' 1 1'l mlllonc·', o,, tr,JbíJj,JrJ,, v,
o <,. AfH1dor,. 1:1l, "/-.,'l''li, ,,,n mu.jnr•1b Unw,
1

t'(} H,'i millon<", .<,n ;, ,,1J;i i:1 J<J'. ,:rfirl ítcJr,

1 1 1

Jt1 Y(,N< ,1 Jp 1,, J r,

tr1íllt1nf•' 1 íJ 1íilh iMfo r.
1 tlf do. n,, ,,,,¡, ( íl Jo,,. 1 rmt r(1 d i In or.u wd ,,1

1l 1
1' 1 1 1 1
 3
1' Producciones Sudaca, "Producir
es negocio ... pa' los patrones", 1995
(Gráfica política/Archiuos en uso)
+ Hugo Vidal, conmemoración por
los 40 años del Cordobazo, 2009
(Gráfica politica/Archiuos en uso)
J• una memoria tm1
102 , ¡....,. ¡,.,'j DEl pi: 01 .ISt-1O
1
h ay trabajador s d l e tor, prl_v ado
y pú blico, asalariados no r éi 5t ,ado '
m onotributístas, otras cat tona d
autónomos tra bajadore ind P n-
dientes no ;eéistrados, tr baja_d?res
de proetamas estatales, cooperativis
de la economía popular.
La h eteroéeneidad de itua ion
de t rabajo es un raséo sali nte, aunqu
la condición com ún es inapelable: son
quienes necesitan vivir del Jaburo pro-
pio, tenéan empleador, patrón ocult o o
sean trabajadores sin patrón. Si s uma-
mos a los desocupados y "desal n-
tados", la cantidad de t ra baj a do r es
supera los 19 millones.
Estimaciones recientes establ ecen
que unos 6 millones están represen-
tados por sindicatos adhe ridos a la
CGT. Este número es una aproxima-
ción basada en las estructu r as sin -
dicales más érandes que son las que
intervienen con conér esales y afilia-
ción efectiva directa. Actualment e
existen aléo más de 1.500 sindicatos
con personería éremial. Sin embaréo,
unas 230 estructuras éremiales están
confederadas -aunque muchas de ellas
contienen numerosos sindicatos- y
alrededor de 80 oréanizaciones par-
ticipan de manera intermitente de la
vida colectiva de la central. Más allá
de cualquier número, una recorrida
por el edificio de la CGT sólo autoriza
a constatar el extravío de la instancia
colectiva del movimiento obrero. Las
reefonales, otrora instancias de f ede-
ralización efectiva del sindicalismo
han sido relee"adas de la estructur~
nacional.
Las tasas de afiliación sindical ron -
dan entre el 37 y el 40% (8). La nee-o-
ciación colectiva alcanza a alrededor
del 46% de los trabajadores ocupados
(9). De acuerdo a una encuesta, rea -
lizada en 2005 por el Ministerio de
Trabajo, en el 86% de las empresas
no hay ninéuna instancia de repre -
sentación directa de los
trabajadores. Asimismo
ale-unas investie-acione~
han mostrado que desde
hace varias décadas las
reformas de estatutos
Y convenios de muchos
sindicatos han tendido a
licuar el poder efectivo
d: los deleéados en la
vida de sus ori:raniza .
ciones, que han quedado
reducidos a la función de
éestores de servicios al
afiliado en los Iue-ares d
trabajo, y radialment!
L "OTRO" MO \/IMI N
T Ollft r i:to
A Hn •s cJ • J. OJO ',t' 111'01•11 /\1¡1,,
. ' 1 .,, l 111 ltJ,1
la ont d e ilnon ' 1• 1 " ,. q.irl, 11, ,, 1
,( P I l
1'., onomía Pop1d ,11 (f'TI.P ) '" . 1, 11 ll l,1'
íón d c. te olro tt1ov1 11111•1111) t>ht
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no na 10 por_ en,•r,H ion , .., 11 , H,t ,1,H•,1
a u mula v ttní1S d (' <,HJ,1 • y 111 1 <'x i 1, '
, 11'1()
d p lí '.) f u e d<! c:onf 11< t 1v1d,Hlr .. 1: 1,
1
t rr ilorio r ' onl J( 1ur.tdo por < 1pl;1I q
d orn ida, lo: r.orl , ...., d1• 11d o1 <1 1,..,dt•
Cutral _6, PI Z? Huir~< 111, ·1.11 t dt>.tl y
Mo orn, la r · ·1: l.cnna oqi,111i1.;,dd ;l
Jos d alojo , la cu11,,olid,H ión d<• la'i
onfa niza iones populan•,, di •, put anclo
plan e , la co n t ilurión d< 1 ui I rnovi
miento pi qu t • o ron c•pi, Pt1l 10 c•n
el co nu rb no bonacr •n <', l,1 11•r urw
ración de fábri a. , la nrt_>¡miz,H·ion 1,11
cooperativas, la cnorrn< 1 ri1pac idad u<•
movilización o ial y la ht11Jilid;1d Pü1;1
con quistar nu va inst il ucíor1.i lidauc,~
pop ulares: como e l salario •,o, i,1l rorn
plem e ntario o la mdfi t'<'< i<•11t <' "l( 1y dl'
barrios pop ul ar "que• il11pli1 ,1rj qu(•
cen ten as d m il es de• 1arnili.t •1 S(Wl
dueñas de las tierras qw• h,1Jnt ,1t1. l 'inal
m en te, tras n um ro<-,a<- 1111< i 1t 1v:1~ d(•
articulación, la TEP a(J u,11 d<111••, pucsta 1
tras solicitar forma lm<•11 1, ..,, ,d Jliación
a la CGT. El traye to rt•rn 1 •do•,<' inició
con excluidos y po bre•<-, p II c11 'l onoccr
a t ra baj adore oréani z,ido h• 1m ser-
t or de actividad: Ja e onc J1111 1 popu lar.
"Nosotras al prmci pio
decíamos que teniamos
derechos; la diferencia es que
ahora la creemos."
Estimaciones estadístic,1s rea li za-
das e n 2 01L.1: p e rmit í ron dimPn ~ionar
la población poten cia lm nt rcpr sen
table por el sind ica li smo d :1 la ono
m ía popular: más de in o mi lIon s de
trabajadores (10). Es po ible en ontrar
una rica car acteriza ión d oficio .Y
actividades en m ateriale laborados
por r efer ent es de Ja orf[a ní za ión (J'I).
Sus experiencias oréanizati vas de trn-
bajo Y producción n I campo y en la5
ciuda d es - t r a b aja d o r s y d lclfcJdos
de la econ omía popular distribu idos
Por toda Are-en t in a - o nstr uycn Ll~
amarre de tanta forta leza q ue el ne 01:,·
beralisrno ya no pod rá "descartarlo , ·
Los t ra baj a do r s d la e onorn itl
Popular produ \n un valor sub r mu_ ·
nerado o dircc a m c nt nine-un ado, LI
 rn cani mo puede ser más tortuoso con
la aparente desaparición del patrón y
su sustitución por ''proveedor de insu-
rnos y herramientas", "comprador de
bienes y servicios" a precios de estafa:
los patrones ocultos. Otras veces es un
"paéadiós empresario", como con los
envases plásticos. Las érandes empre-
sas los lanzan al mercado y se desen-
tienden del costo ambiental. Quienes
tuvieron que "inventarse el trabajo" son
los que realizan el reciclado qu e nadie
quiere paéar. Por eso la CTEP ha pro-
puesto una Ley de Envases, laréamente
cajoneada. También está el "paéadiós
estatal" que fi nancia con montos de
mercado servicios para barrios acau-
dalados y paéa a precios-miseria en los
barrios empobrecidos.
¿Cóm o s e h ace sin dicalismo de la
economía popular? Dependerá de la 1' (Prensa CTEP )

sim[ularidad de las actividades y de los

espacios en los cuales se desplieéa el
t rabajo. Sin embaréo es posible des-
cribir aléunas prácticas comunes que
comienzan con la identificación de los
trabajadores en un reéist ro sindical y La experiencia d la eco nomía
también estatal, la inscripción en el popular sintoniza y crece con las ela-
monotributo social, la ontanización boraciones del fem inismo porque con-
en cooperativas, la obtención de tie- ven!en en la conexión de los espacios
rras, la unificación de la producción de de reproducción y producción. Una
diversos trabajadores y cooperativas, la nueva formulación política permite
fijación de precios mínimos de venta, la elevación de la mi rada qu e narra Note r

la fabricación de las herr amientas de Jacki e: hay trabajo aunqu e no haya 1 Alvaro A IJ O!,, 1.11 co /11111n11 v1•111'111·e1/
trabajo, la compra conjunta de insumos salario, se produce valor, de múltiples lly s p,1 rn{• ri c.i, llu,·no-, An <''>. 1<JHI, •
para evitar los mencionados precios formas, por fuera de la empresa pri 2 Juun Ca1lo~. ru r I t, 1 11¡i111mlt• 111v, r /p/11 wlo.
de estafa, la elaboración de proyectos vada. El trabajo de cuidados s trabajo. Argc>rrtlrw 1111·1 '/6, S 111Jo XX I cl!· /\qfp11\111o1
•d iton!s, Bw •no·, A irr",, /00(,
productivos para financiar las inicia- El problema crucial e en definitiva la
3 N. sto1 Corl e, J."/ n wc/l' lo •,11HIH CII m ,1,•1 1trrw,
tivas a través de proéramas viéentes reproducción de la vida; más llá d 1 Rul) I z I ulzo 111c•d1t 01,.,,, Blw1w,, /\ur ,. t'l 11 ,
en reparticiones municipales, provin- nombre que el capitalismo imponéa 4 Alvaro Abós, op. cit .
ciales y nacional, el compre estatal de al trabajo que la éarantiza n cada s Natalia Mllanesio, Ctumc/o los t n1 /J"ioc/11ru;
la producción popular, la provisión de momento histórico. salieron ele co mpras , Sig'lo XXI , UL11•no J\ in
201lt. '
servicios a las cooperativas para forta- El movimiento "Ni una m nos" fun -
6 ristian Bu hru I r. No fonalfsm o y
lecer la comercialización, entre tantas ciona como una caja de resonanci a y Peronismo, Su damcrl ana . Bu nos Aires. 1 87.
otras. Dos experiencias merecen desta- el debate fe minista se está instalando 7 Manu el Mlll án 1~ord n un do um cntu l obr
carse: el Movimiento de Trabajadores adentro de las estru cturas sindicales. F llpe allardo. Dl sponib l en: www.y utub .
El 7 de marzo de 2 0 18 se constituyó el com/watc h?v=_X OmitvJ<AQ
Excluidos que aé"rupa a recicladores y e Elporc
cartonerxs, inspirado en el dispositivo Bloque Gremial Feminista, que reún no prima
0

reivindicativo de la CTEP, y el Sindicato compañeras de la mayoría de las oréa- ocu?ado Jd

nizaciones populares y de las centra- Tré)Jtem
de Ladrilleros (UOLRA), confederado en actu les .
la CGT, porque tras la modificación de les sindicales. Juntas convocaron al vid encia ·
su estatuto a principios de 2016 ejerce último Paro Internacional de Mujeres Relatfon ons,
Vol. Gr., N º 1. 2010.
la representación "del todo": trabaja- del 8M. Desde entonces la or![aniza- 9 David Traj mb rl:!. Los ,w
vos r eto s
dores de fábricas, informales y los de ción con perspectiva fe minista crece del mo~/elo ele 11 egociación col cliva, 2 018 .
la economía popular. Su movimiento exponencial mente. Disponible n http://lana iontrabajad r~,
En definitiva el desafío es la recons- com.ar/l o -nu vos- tos-d 1-mod lo-d •
más audaz es transformar el terreno n f!o iacion-col t lva/
minado de la economía informal en trucción de una CGT INMENSA para
10 V _as · Ju n Martín Bustos y Mari la
economía política popular. lxs más de 19 millones de trabajadores Mohna. Economía Social. Des rfp ció n
Jacqueline Flores, una referente del que viven en Are"entina. Un sindica- caracterizació n de l s ctor y pr/n /¡ al
hallazgos ele la investigación ualft'al'fva
Movimiento de Trabajadores Excluidos lismo vivo y tupido qu e en carn la 2014. DJsponibl en: http://www.trnbajo. ·
que atropa a recicladores y cartonerxs, composición het eroéé nea d la reali- (!ob.ar/ down load / st di · i / 11 rv ¡
dad trabajadora, un r enovado prota- Presanta lon _Mollna.pdf
uele decir: Nosotros al principio 11 Juan Grabo Is y millo P rsi o. Tra/JaJo y
dedamos que teníamos derechos; la éonismo fed eral y polít ico y un nu vo
orgcm f~actón en la onomfa popu lat·. 20 t .
• · es que ahora lo creemos". sentido de felicidad labura nt . ■ Di. Pon1ble n: www. t pare- n In .ore!

11 l1 <J I II I !J lf !l (l ll /\ 11 <.JIJI , 1111< 1 HI! 'li l11 lJI 10

 ➔ "Bronca con los dos
d do en V", fotograma
d I docúmental Putos
Peronlstas. Cumbia del
sen timiento, de Rodolfo
ccsattl, 2012 (fragmento)

.¡, Prlm r F stlval Internacio nal

de Cine de Mar del Plata, 1954 (AGN)

1' Regreso de Eva Perón de su uiaje

por Europa, agosto de 1947 (AGN)
➔ Alfredo Bettanin, San
Martln , Rosas y Perón , 1972
(Fotografla de Creusa Muñoz)
 LOS EMBLEMAS DEL MO VIMIE Nto

EL ESCUDO, LAMA C A
YELBOMao
como otros mouimientos políticos, el peronismo produjo
emblemas para corporizar su identidad Ygenerar cohesión entre
sus seguidores. Además de los rostros de Perón YEuita - acaso los
más importantes- tos principales fueron el esc udo partidario,
ta marcha 11 Los muchachos peronistas" Yel bombo. Fueron los
más utilizados y los que más trascendieron, aunq ue conuiuieron
con otros de menor importancia. Su historia remite a la estrecha
conexión del mouimiento con la cultura de masas.

por EZEQUIEL ADAMOVSKV

Doctor en Historia (Uniuersity College London).

Es profesor de la Uniuersidad Nacional de San
Martin y de la Uniuersidad de Buenos Aires
e inuestigador independiente del CONICET'.
Ha sido inuestigador inuitado en el Centro
Nacional de lnuestigaciones Científicas (CNRS)
de Francia. Este articulo está basado en su
libro La Marchita, el escudo y el bombo. Una
historia cultural de los emblemas del peronismo,
de Perón a Cristina Kirchner (en coautoria con
Esteban Buch, Planeta, Buenos Aires, 2016).
L os principales emblemas del pero-
nismo, el escudo partidario, la mar-
cha "Los muchachos peronistas" y el
bombo, abrevan, cada uno a su modo,
de creaciones anteriores al ascenso
de Perón, lo que ejemplifica un raséo
central del movimiento: su dependen-
cia y estrecha conexión con la cultura
popular y de masas previas. La his-
toria de los tres sirve también para
demostrar que fue un movimiento
en el que la alta diriéencia tuvo una
impronta central, que sin embaréo
no eclipsó los aportes que realizaron
las bases, incluso a contramano de lo
que deseaban los líderes.
De los tres, el escudo es el más
"oficial": fue ap ortad o por de cisión
del propio Perón y permanece como
propiedad de l Partid o Justicialista
(PJ). No fue sin embaréo producido
para el peronismo sino ante,;,. E:J diseño
estuvo a caréo de uno de lo e nplea-
dos de Ánéel Guzmán, u f, b ·cante
de medallas y trofeos deoor i os. En
1943 recibió el encaréo de un mstituto
militar que requería un dlSL •nti 10 para
uso castrense. Seéuram er te p )r eso,
el empleado buscó insp1racion en el
Escudo Nacional y se limitó apenas
a estilizarlo seéún los cánones de la
estética funcionalista entonces en
boéa en la publicidad. Mantuvo todos
los blasones oriéinales, aunque simpli-
ficados con trazos más rectos. La única
innovación importante que introdujo
fue desplazar el eje de las manos entre-
lazadas, poniéndolas en sentido diaéo-
nal, aparentemente con intención de
simbolizar la unidad entre oficiales Y
suboficiales. Como ese diseñ o no fue
del ae:rado de los clientes el fabricante
1

les ofreció otro, dejando en carpeta el

escudo, que quedó en espera de aléún
otro cliente.
La ocasión le lleéó aléunos meses
más tarde. Cuando Perón comenzó su
ascenso como fiéura pública pensó en
que necesitaría un distintivo político
que lo identificase. Buscando satisfa-
cer esa demanda el periodista Enrique
Wehmann -quien lleéaría a ser Direc-
tor de Difusión de la Subsecretaría de
Informaciones bajo su éobierno- ~e
+ Escudo con perfiles
d• PeTÓR y Eulta acercó entrado 1945 al local de Guzrnan
(Hundo Peronista, Año a mirar opciones. Acompañó lueéO a
lll, Nt 83, 15-4 -1954)
Guzmán a presentar varios modelos

106 1

/\
11
 .,r ---érra a :ipiría en e debate
-;;:"8 • ','" ,..,, ,-; ,2r'"8GO C':: .2 . ,
~ f>(•((}(i y '!J (;[ ., ., : : r,, r., ~ ,, r::, : :_; -~ ...8 r _, ':: . 2 é
p .:.b w rcc E: éo P 1 CJS5, pero
tiv J :
/"(;".,,(J; " ,,.~ f'r::r6r" 1 "új (J
qJe ESé ar·aÍI , a~ pq ac, ant·c pó
la ~ --~ ,, .: ec ante e enéuaje :,J.a .
rj,_,rJ') Th .o: '::, a~re~;yJo o
1q1 (J (i ~r te
, r;i ~t;f;f- U.1['"r.1 t::S0..1<:r..1 [J fí. O
r. n r,t(<J, d d -:. - ; , q ,,,; . ,
<.; ,:;e ;:,0rrar _3s :ron eras
';tf;f:"' :-,.; ., ::;
pr,,nt< c~r .r~ JY, s:rr .:.,r.,,os Cí::, partido y ,os Con la letrá / mus ca qué <.o oce..-Pos,
a marcna Los rnuc achos peronistas
'Jí ,,p' (,"., E. E-:.taC'J.
( .,,r , ~. ·,.,s c::-:.c. rsos Perór E/p._:có fue cartada por primera ez en púbr co
r,r t;~ -s; r...- JJ0.:sr o ce,_ dístirt: 10 ctete- 1
en un acto oficia1 en Tucurnán el 24 de
U) , ,:::i s a. . os co ocac.as en septiembre de 1948 y enseéuida éra-
M ~cuo, qi.:e para él simboli- bada por un conjunto folklórico local.
pa [' iB 'J€" a Ar~er.tír:a'" las
se ~o,:darízaban con las
. . . ~~ar a la arwonía social "Los muchachos peronistas" fue
, ido, repr esentaoa para él una pieza central del culto a la
o e vJ etapa previa. la personalidad que promouió el líder.
os octales del Escudo
parte para adr,rn~r p ue an n a i2ualdad
taran en los parch,~ . .ue sin emoaréo no r econo- La iniciativa para ambas cosas vino
. Cuando. ueé, d • J,. esí2ualdad de clase. del responsable del área de Educación
intensa presión hada · df,d' con el escudo oficia,, que del éobierno de Perón, el derechista
conocemos~ al e os desde 1951, Osear Ivanissevích, quien también se
otea 1ariante~ en la que la atribuyó la autoría de la letra. Grabada
L.a• ~ coiocadal en sentido an ·Dese pintaba de un color nuevamente con la voz de Huéo del
oblicuo • mbolízaban qut tas r , , eo y la de aoajo amarronada. Carril (quien acentuó su estilo mar-
A ue adíe · ó verbalmente el cial), sonó por primera vez en un acto
claln alta••~ ,otídaf'.ízaban
"" o e 4;:s,J. oción (ni sabemos en la Plaza de Mayo el 17 de octubre de
eon ku baja• paf'.a llegar 1949 en presencia de Perón y Evita. A
gu· én 1a cm1dbió • puede interpre-
0 ta armonio 1ocíat tar<:,e orn econocimíen o de partir del año siéuiente fue parte infal-
qu nA • as deshtua dades table del ritual político oficial Uunto
d~ se rpo ían con otras con la marcha - Evita Capitana"). Pero
qu ní ríéen étnico-racial, cuando nació convivía con otras varias

/ - 107
4

que incluso la de la Unión Cívica R. .

cal exclamaba "viva Hipólito Yrie:oy:~:
en su letra.
Los trabajadores éráficos tuvier
ocasión de cantar su canción en on
acto de la federa ción Gráfica Bonae- un
rense el 2 d:may? de 1948 en Pre-
sencia de Evita, quien, seéún ale:un
· d.10 1a 1.d ea d e convertir]
testimonios, os
en una canción no sólo de los l:!:ráfi~
cos sino de todos_los per~nistas, que
es lo que lueéo hizo Ivarnssevich. La
frase "combatiendo al capital", que
incomodaba a Perón cuando le tocaba
dar discursos ante empresarios, fue
también un aporte desde abajo.
La historia de la marcha de los e:rá-
ficos es compleja. Diferentes perso-
nas se atribuyeron la composición de
su letra y su música. Más allá de los
t- Ezeiza, 20-6-1973 {AGN)
nombres, queda claro que parte de
marchas y canciones que celebraban los versos y de la melodía venían de
al nuevo movimiento y a sus conduc- la marcha del club de fútb ol Barracas
tores (también el Partido Laborista Juniors, que a su vez la retomaba de
había tenido su propio himno). Sólo canciones previas de una comparsa
con el tiempo y el favor del aparato de carnaval de esa zona. Fue enton-
propaéandístico oficial pasó de ser la ces una marcha "oficial" e impulsada
marcha "Los muchachos peronistas" desde arriba, pero con u n decisivo
a ser la Marcha Peronista. aporte de la cultura popul ar anterior.
"Los muchachos peronistas" fue
una pieza central del culto a la per- UN "VOCE RO" FBLO
sonalidad que promovió el líder. La A diferencia del escudo y de: , archa,
exaltación de la fiéüra de Perón, sin el bombo fue un emblem ap,)rtado
embaréo, no fue un aporte "desde enteramente "desde ab aJo" · Perón
arriba"; todo lo contrario. Hoy sabe- ni los máximos referentes o . cieron
mos que en verdad no fue Ivanisse- propio y en más de una oportunidad
vich el autor de la letra sino se sintieron incomodados
que la retomó en éran por su sonido. El prime r
medida de una can- reéistro de su uso en
ción anterior, "Los una manifestación
éYáficos peronis- peronista fue en
tas", compuesta la visita de Perón
por un érupo de a Berisso el 10 de
obreros como ae:osto de 1944 (es
marcha para su decir, antes de que
aérupación sin- existiese el pero-
dical. El exceso en nismo como tal). Se
la alabanza al líder lo volvió a escuchar
ya estaba allí: "Los
allí y en La Plata en
éráficos peronistas/
la semana que condujo
Todos juntos triunfare-
mos/ y al mismo tiempo t- - ~os muchachos peronistas" al 17 de octubre de 1945
editado por la Subsecretaria ' Y al día siéuiente en la
daremos/ Un hurra de de l_n formaciones de la
corazón/ VIVA PERÓN/ Presidencia de la Nación Plaza de Mayo. Su uso se
fue volviendo común en
Por ese éran aréentino/ Que se supo
adelante, hasta hacerse extensivo
conquistar/ f!,- la éran masa del pue-
~ otras provincias. Aparecía en esa
blo/ <;:ombabendo al capital/ PERÓN
epoca acompañado de otros instru-
PERON, qué érande sos/ Mi éeneral'
mentos: tambores triánéulos, pla-
cuánto valés/ PERÓN, PERÓN, qué
ti~los, latas éolpead,as. Fue parte del
érande sos/ Sos el PRIMER TRABA-
JADOR". clim~ c.arnavalesco que enmarcó el
. En la época era habitual q ue SUre"imiento del peronismo (de hecho,
1as entidades de todo tipo tuviesen sus
marchas; la alabanza al líder suena hoy los primeros que lo hicieron sonar
desmesurada, pero debe recordarse en Berisso y en Buenos Aires fueron
bombistas de mure:as).

108 ~ ... L- S
 lbomboya til:
obre
polí .
1 peronism
consideraron
miento fueron 1
ín erpretar n s
prueba más deJ l'
os set uí ores de et 5
recordaba Jos can tro-
po eños que habían apoyado a uan
anuel R sas, 1 que su reapa -
rición era in erpr a com au f!"uri
e una nueva tira ólo más a lante
El bombo se saluó
de la prohibición legal,
una brecha que la militancia
aprovechó en las canchas
de fútbol para acompañar
el silbido de la Marcha.
los peronistas empezaron a abrazarlo
como emblema propio, prueba del
carácter f!"enuinamente -popular'' del
movínúento. Con el tiempo los diversos
sindicatos y oréanizacíones de base se
fueron procurando cada uno su ins-
trumento, que se volvió infaltable en
las marchas. Sus vio r aciones sonoras,
festivas y envolvent es, fueron uno de
los elementos que colabor aron para
dar solidez al - nosotros" p eroni.sta.
Los militantes lo utilizaron de muchas
maneras, no sólo para acom pañar y
celebrar los pasajes de aléún discurso
de los diri2entes, sino también p ara
hacer sentir la presencia autónoma
de las bases e incluso, a veces, para
hostilizarlos y ob~arlos a callar. Fu e
por ello un vocero" del pueblo que n o
siempre fue apreciado por la ~ e n-
cía (en su primer re{!reso al país en
1972 el propio Perón debió mandar
maJhumoradamente a un bombista a
callarse para poder hablar él).
La historia de los tres emblemas
adquiere nn curso nuevo tras el derro-
camiento de Perón en 1955. Ehfobiemo
de facto prohibió por decreto toda
expresión de adhesión al peronísmo, lo
que volvía il~al el uso del escudo y de la
Marcha Los peronistas siéuieron can-
tando en privado y encontraron otros
embJemas tráficos para reemplazar al
escudo, corno la flor No me olvides, los
P.
dedos en V o el monotrama v.J, pero
también desafiaron públicamente la
Pl"ohibición cada vez que pudieron.
Como tenía también otros usos, el
bombo se salvó de la prohibición leéal.
l6'Jt r,u.u k n ~,,. I•"' "'" w,
Tod9t "-""·" '• 1-r-umj,,,,m -01
Y r ürna • m¡,,-,- d,,,,
m,, .
n {frit-4 d,- ~~,r=l,n ;
¡Y,r:a Pn{m ¡Yliu />, r/ml
Pc,r e.e gran urgentlnt,
Q~ •e , -,,, p o Ynquistur
A la gran nuua del p W!l>lo
Combaüenao Cll cupiJul.
[Per6n, Perón, qué grand.e l r>II
tMi 1en.ertil cu.únto r:tJlhl
¡Perfm, Per6n, iran eonductor
S,n el pri~ lrubojadorl
Con lo, p1incipú:n •ocúila
Qiu Per6n ha ~,abkdáo
El puebl.o entero e,t.á wnúú,
l' yUo tle corasúru
¡Yi-ea Per6n/ ¡Yfoa Perónl
Por en t rcm Wffm.Úno
Q,u trabaja .-in u,ar,
Año del Libertador General S,:,
una brecha que la rrúlitancia aprovechó
en las canchas de fútbol para acompa-
ñar el silbido de la Marcha y hacerse
notar, lo que ponía fuera de quicio a las
autoridades. Utilizar los tres emblemas
adquirió desde entonces un sentido
de desafío que antes no había sido
tan central. A tono con la época, en
tiempos de la Resistencia el toque del
bombo se volvió menos festivo y más
marciaL por el acompañamiento de
r edoblantes. Y ya que los antipero-
nistas lo habían interpretado como
un sonido que remitía a la africanidad,
los peronistas también comenzaron a
usar al bombo como m odo de afirmar
su relación con la Aréentina popular,
morena y mestiza
La década de 1970 y las que le
siéüíeron fueron ocasión de muchas
disputas entre facciones del pero-
nísmo que intentaron apropiarse de
los emblemas o alterar sus conteni-
dos. Los revisionistas difundieron la
idea de que los frutos rojos del laurel
presente en el escudo eran una refe-
rencia al federalismo y a los caudillos
(un sentido antes ausente). El Frente
Revolucionario Peronista intervino
el diseño del escudo para hacerlo
éuerrillero; con el mismo fin Mon-
toneros aéreéó versos propios a la
LE '"VJ JDE DIPLOl.tJ AW.)UE , EDICIOI ~ CO I JO SUR 109
Prtrtf ,1111! ,- i- p,
f..l '"'~.,,. "/ w lftU#llli.l. ti.
f Pvr6ri, P P.r6,r, ,¡11 r r1 1lc ~o,I
¡ I, g ,m,,,t.d ruúmu wthl
¡Per6n. l'er6n, gran, 1Jndtvt'"•
S o, el primer lmba1odorl
lm.1l mo, el ej em11lt>
De e1te r:ar{m ar~enrln•
Y •lguiendo , u comino
Critemo, 't h corta6n,
¡rir,o Per6n! ¡Jlir,o PPr/Ín!
Porque la Ars ,mtí11a {'T l'JfU.Ú
Con ~ San llurtír, i11ñó
E, 1'J reolülad. ejec tír:o
Que debemo, o P rón.
tPerón, Perón. qrté i(rande mil
¡MJ teneral cuánto r:r1l/,# I
¡Per6n, Per6n, gr r r,tlvr Mrt
8,n el primer rvlm¡wl ,r 1
~mtí 19./
M.archa. En el extremo opuesto, más
de una fi!:!üra dPl PJ quiso mode ni-
zar" el peronismo e inle"ltó para ello
acallar el sonido del bombo, siempre
asociado a s u veta más plebeya. En la
década de 1980 la Renovación pero-
nista comenzó con la costumbre de
inteérar al bombo en u n conjunto de
inst rumentos de bronce, corro para
diluir su centralidad (aléo en lo que
se destacó lueéo Carlos Menem). Por
entonces, por suéerencia de creativos
publicitarios, también se "suavizó" el
diseño del escudo dándole bor des más
redondeados.
El kirchnerismo se relacionó con los
emblemas de un modo tenso y cam-
biante. El proyecto de "transversalidad"
de sus primeros años se tradujo en una
presión para disimular todo lo posible
la conexión con el peronismo, por lo
que los bombos desaparecieron de los
actos oficiales, se evitó cantar la Marcha
y se dejó de utilizar por un tiempo el
escudo en las boletas. Pero el abandono
posterior de esa estrateéia dio luéar a
una fuerte reperonización de la lituréía
y los tres emblemas tuvieron su reéreso
triunfal (el hljo de Huéo del Carril, enro-
lado en el peronismo antikirchnerista,
intentó prohibirles el uso de la Marcha,
pero no tuvo éxito). ■
4 '

una historioérafía sofist· acta, corno

REVISIONISMOS PERONISMOS E IZQUIERDAS una cultura histórica dife ente, ideada
' a partir de un uso_ d_e la_ historia.
El primer rev1s1ornsmo eeistra

LOS DRAMAS DE LA antecedentes. Y una po ter·orictact

que veremos ~ás adelante. Los ante-
cedentes son hilvanados retrospecti-
NACIÓN OPRIMIDA vamente por los propios revisionistas
y por los estudios dedicados al revi-
5t sionismo. Se destacan entonces obras
El reuisionismo originario se consolida como propue a
del tardío siélo diecinueve como las de
interpretatiua de la historia argentina y como bandera político- Adolfo Saldías (1881-1887), Ernesto
cultural nacionalista a mediados de La década de 1930. Su Quesada (1898) o David Peña (190 6).
caracteristica definitoria consiste en cuestionar La tradición T~mbién los textos de Carlos Ibare-u-
de próceres consagrados por la "historia oficial", o lo que sería ren y de Dardo Corvalán Mendilaharsu
sobre Juan Manuel de Rosas de los
lo mismo, los relatos históricos sostenidos desde el Estado en años 192 0 adquieren su siénificación
manos de la "oligarquía". La cultura de masas, el peronismo Ylas plena observados desde tiempos pos-
izquierdas nacionalistas abren nueuos caminos y debates sobre teriores, así como aléunos estudios
la reuisión del pasado nacional, deuenida en sentido común, elaborados por histo riadores consti-
tucionalistas o provinciales.
pero no alcanzan a pensar otra historia del pais. Hay otros anteced entes, seéu -
ramente más importantes para
comprender e l éxito ideolóéico del
1 revisionismo no es libera~. N? revisionismo: los raséos centrales de
por OMAR ACHA

tnuestigador independiente en el CONICET,

E se limita a emancipar a los md1- sus imáéenes históricas estaban dise-
viduos de deformaciones culturales minados en la cultura popular urbana
docente de la Facultad de Filosofía y Letras de
producidas desde el Estado. Propone del período 1890-1930 , y se inteéraron
la Uniuersidad de Buenos Aires . Autor, entre
otros libros, de Un reuisionismo histórico de iz- la diseminación estatal de un panteón en la cultura de masas del s1é!o XX.
quierda. Y otros ensayos de política intelectual, de héroes distinto.
Herramienta, Buenos Aires, 2012. Sus principales obras históricas ENTRE LA HISTORIOG RAF ÍA
fueron producidas, en una primera Desde un punto de vista cu
etapa, por intelectuales nacionalistas nacimiento del revisionismo e traña
como los hermanos Julio y Rodolfo mucho más que la publicac101 obras
Irazusta (La Argentina y el imperia- históricas. Excede amplia e. te a la
lismo británico, 1934), Ernesto Palacio llamada "historia de la histor1oéra-
(La historia falsificada, 1939) y José fía": involucra una mutacion n lo que
María Rosa (Defensa y pérdida de un público lector amplio va a buscar
nuestra independencia económica, en ellas. Lo novedoso es que aléunas
1943). En 1938, funda su referencia franjas siénificativas de la sociedad
institucional con el Instituto de Inves- aréentina hallan atractivas las orien-
tütaciones Históricas "Juan Manuel de taciones planteadas en los textos revi-
Rosas", cuyo nombre delata que para sionistas de corte jerárquico como en
ese revisionismo Rosas es el héroe los Irazusta o en Rosa, pero también en
sintetizador de una historia nacional. los escritos revisionistas yriéoyenistas,
Sus textos comparten tres ras2os. más populistas o populares, del érupo
En primer luéar, el razonamiento revi- FORJA (Raúl Scalabrini Ortiz es su
sionista es siempre conspirativo: hay autor más prolífico). En el primer caso
intenciones ocultas e inconfesables se aréumenta la desconfianza ideoló-
que vulneran el porvenir nacional. En éica en las elites aréentinas "liberales".
seéundo luéar, son apoloéías de cau- En el se2undo, se impuéna la Aréentina
dillos denostados en la historioérafía aéroexportadora y a sus diriéencias.
desiénada como "oficial", identificada En ambos, el enemiéo de la nación es
con el "mitrismo", calificado de liberal, externo, o si es interno está sometido
en referencia a la obra historiadora al extranjero: es la "oliéarquía".
de Bartolomé Mitre y, lue20, a la de El revisionismo histórico deviene
Ricardo Levene. Desde una mirada así oriéinario de una tradición con-
actual podríamos decir con certeza que trapuesta a la historioérafía "liberal"•
tanto el revisionismo como su objeto de "mitrista", "oliéárquica", "antinacio-
crítica disputan dos posiciones opues- nal" u "oficial". Prospera debido a que
tas dentro de un discurso nacionalista amplios sectores sociales ya disponen
compartido. En tercer luéar, como ya de un entendimiento de las identida-
vimos, las obras revisionistas poseen des colectivas adecuadas para que el
una notoria voluntad de crear, no tanto nacionalismo y el populismo forjen una

110 E I A1 LA J [)I L P[ I O Jl..)1'10

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¡ 1 1vi 'll ' d1• llt\d \ \\/ t 'l' •IOll
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' 11,H'inn
(' ·,n i
t Des fil mili t ar por el cent enario del
r i, . 1:1.1 ,1 11 1
11,1rirn 1.1 li!-, I d !-1 Y c.i f olirn. '<'. émU comu - foil¡, 1ml nto de Sa n Martín, 17- 8 - 1950 (AGN)
ll l'l'. u lli. l .i, in tplll 1ll d huc• 11;1p;1r lc• d ,1p;:1 ado
Hl i: t.1 . , ,1 q 1~• 11t i110 o1110 1111 .i <'rn uc• 1 rn ición
u n11: " 111 lll.tt'ÍOll , il , divi de' la . oricdil d n dos ~ Port adas d I a h1~toria fofrlf1ca a

' \.' do Ernesto Polar 10, y d!' e Arg rit1nn

bancirn Y <' ll Cll('lll ni ('n un o nd u,1 or y"'1mp1>r1al1smo brttr,n11 r., d los
dt• nrn, ti. C'1 . 11nbolo d l.i nación . Por h rmanos trntusta

o~ ro l11rl ~>, rn nl i(' n , C'n su ompk~idad

d 1 rur ~,va y C'n la ru ('r za s social<'s
qu 'inl(' I pC' lél u, arn rtC' r plC'bPyo que
r pu fn:J .il liU. mo a ist ocrntizantc
d ' num ros o r visionista . e lo s
vi vi o on o sp ialm n t prob lc
máti o p ra uno int 1 t.u ale qu e
r n po t r,! do a p ar d sus
m ' rito . u au nqu i rto que
l uno r vis ion i ta como I dipu-
a d P la io lo,!ran ar,!o de rela-
t iva importan ia, Perón tá lejos de
r qu rir de s u on jos para com-
r pr nd r la xiéen ias polít icas de la
ul hor . Alé unos r visionista como Julio
iom Irazust a aun an nto nces en un
o popuH ta) y porfiado antiperonismo. Ot ros como
lnnum rabl . Vic nt D. Sierra, intentan hallar en el
import nt n truir p ronismo la síntesis del revisionismo
la di otomía e duc- y d 1 catolicismo, sin demasiado eco.
ción p r un púbh do de Los forjistas tienen durante un tiempo
hin rismos, maniqueísmos y xplica- mejor suerte pues se disuelven como
cione conspirativas. ¿Lo sabían los érupo hacia 1945 para incorporarse
lrazusta al publicar su libro conjunto al nuevo movimiento popular. Pero
n la ditorial masiva Tor? pronto, como sucede con Scalabrini
Ortiz, Arturo Jauretche o un más joven
AP OPIACIÓN D LO JETO NACIONAL Juan José Hernández Arreéui, se ven
i mo en el E!obierno desde neutralizados en luéares mar,!inales.
heteroE!éneo revisio- Las razones del desencuentro entre
ista en una encrucijada. peronismo y revisionismo no pueden
· n las palabras de Juan explicarse por las comricciones históri-
aci nt movimiento cas "mitristas" de Perón, pues también
e ros a J s v rtientes conoce bien la publicística nacionalista.

I í H Ol'l [J DIPI OM/\TIQUf:. , EDICIÓN CO O SUR 111


1" SMATA, aflche con los rostros de
San Martin, Rosas y Perón, 1973-1974
(Gráfica política/Archiuos en uso)
,1, Portadas del libro Revolución y
contrarrevolución en la Argentina, de
Jorge Abelardo Ramos, y de la reuista
Peronismo y liberación, dirigida por
Juan José Hernández Arregui
12 EL AT N, DE l Pf ROhll St-1 0
sucede que si
por una parte
el peronismo se
presenta como
refundador de la
historia, como un
nuevo comienzo,
su fibra nacio-
nalista requiere
un lazo interno
con el pasado.
Cuando en 1950
se celebra el "Año
Sanmartiniano"
en honor a José
de San Martín,
es evidente que
el héroe tallado
en páéinas de historia por Mitre se
identifica armónicamente con el pre-
sidente en ejercicio, el nuevo "padre
de la Patria".
Sin embargo, existe una razón aun
más importante: la Nueva Aréentina
prometida por Perón se define por su
ruptura con el pasado, no por la con-
tinuidad. Para Perón el revisionismo
éenera escisiones innecesarias para
una "comunidad oréanizada" armó-
nica. Esto no significa que el rosismo se
extinga, ni que estén ausentes expec-
tativas populares cercanas al revisio-
nismo. De hecho, en la cultura popular,
el sentido común revisionista no se ha
extinéuido. Supone en cambio que su
lugar en el mercado de las represen-
taciones sociales es lateral a una heée-
monía sostenida más en la "justicia
social" y en un lenguaje nacionalista
actualizado que en pugnas pretéritas.
El peronismo en el gobierno
desde 1946 coloca al
heterogéneo revisionismo
nacionalista en una
encrucijada.
El éolpe cívico-militar de 1955 que
derroca al éobierno constitucional de
Perón modifica ese panorama. El revi-
sionismo revela la persistencia de un
vigor opo~icional olvi?ado. Proscripto
el mov1m1ento peromsta y exiliado su
líder, un nuevo revisionismo encuen-
tra en el denuesto antiperonista de la
"segunda tiranía" que espeja a Perón
con Rosas, una oportunidad para
demostrar que el peronismo no es una
experiencia contingente pues hasta
sus enemiéos reconocen el arraiéo
en una prolongada {!'enealoeJa. De tal
manera la díada San Martín-Perón se
transfiéurJ. .n l tr~adt S m 1
sas-P rón. El propto Pl 11 n n I e ilio
asume una r ivindicanon r v1 11qista.
La hibridación d p '.)roni nw v r0vi.
sionismo ompone un.1 po ti ·,1 ele la
histotia difer -nt a la dP I s ,:iñ1 1q 30.
su elitismo hi tórico es tcnsion,ido por
el protaéonismo popul 1· qup 0~ un
raséO de 1 s imáéen s soc1Jlt>s d ,¡ Pt'ro
nisrno. y aumenta la hcteroe°l'neidad
del siempre complejo ar hipiela~o revi-
sionista. Es qu la au encia de Peron
en el país, así como la multiplicidad
de orientaciones cohabitantes en un
peroni smo más dive rso que. 1:unca,
avivan las luchas por l defirn 10n de
la revisión d e la historia. El xito de
ventas d e la Histor ia argentina de
José María Rosa, distribuida en varios
volúmenes de encuadernacion roja,
testimonio del renacimiento publico
del revisionismo.
POLÍTIC E IS ORlA
Los proyectos d e revisión de la his-
toria en las izquierdas aréentinas no
comienzan en 1955. Se pueden ra -
trear hasta, al menos, p1 inciµ10s del
siglo XX. Pero su difi cultad in! 't ent
para asumir el nacionalismo I impide
penetrar en el mercado público de la
palabra histó rica hasta medí 1.:; de
1930. En efecto, el ensayo I r nh e-
rente de una historioéraf1a dlt 't n,1bva
proviene del comunismo ér i~s a
Rodolfo Puiéérós y la rcvist a \r gu-
mentos aparecida el mismo dl1l1 de
la fundación del Instituto "Ro. as".
Pero su interlocutor es la cultura
comunista a la que busca reformar
sin mayor éxito. Le va ap enas mejor,
una década después, a un mas joven
Jorge Abelardo Ramos qu e desd l
trotskismo nacionalista e n ca r a en
1949 un latinoamericanismo historio-
gráfico en su libro América La t ina: un
paí~. _Y a~ontece 1955, año en que un
revis10msmo de izquierda le disputa
al de~ec~ista la facultad de represen-
tar historicamente los dramas d la
nación oprimida.
Con todo, en sendos libros de t9r::6
Y :9~7, Puigérós y Ramos hallan un
P_ubhco lector, en el amplio t rrito-
n? de confluencia entre peronismo
e izquierdas nacionalistas. ; Cómo s
e r t.,
~pica la fortuna de una r formula -
c~on izquierdista del revisionismo? A
diferencia de los nacionalistas rosi -
tas , el r ev1s1omsmo
· · · de izqui rda d
iamos Y Puié'é'rós se pret nd e más
P e?eyo, aunque el pueblo y la masas
eS tá n prácticamente ausent s n sus
relatos. Menos inclinado a reivindicar
 a R s ~ m ' s proclive a afirmar el
ará t r democrático de los caudillos
d 1int rior del país, este revisionismo
5 quiere más federalista que bonae-
rens . Existe otra diferencia en la idea
del pasado nacional: ahora la historia
no remite al pasado como oriéen sino
que se realiza en el futuro de la nación
emancipada, próloéo de un socialismo
por venir.
Otros autores más jóvenes, por
interme diación del revisionismo
enfocado en la historia de las ideas
construida por Hemández Arreéui
entre 1957 y 1960, toman la palabra
con identidad peronista (de izquierda)
en materia hístorioéráfica. Antes de
avanzar demasiado directamente hacia
esos puertos conviene recordar que
un revisionismo peronista insospe-
chable de izquierdismo encuentra un
lue-ar en los estudios anti-iluministas
y populistas de Fermín Chávez.
Rodolfo Orteéa Peña y Eduardo
L. Duhalde son los nombres de un
revisionismo popular afín a temas
marxistas, de siénificativa repercu-
sión entre 1960 y 1976. Su idea de la
historia prosiéue las huellas ya clási-
cas del revisionismo, con inflexiones
más populistas que desplazan a Rosas
en beneficio de otras fiéuras a sus
ojos antícipatorias de Perón, como
Manuel Dorreéo y Felipe Varela. Los
dos autores mencionados se inteéran
conflictivamente al Instituto "Rosas".
El revisionismo de izquierda
de Ramos y Puiggrós se
pretende más plebeyo, aunque
el pueblo y las masas están
prácticamente ausentes
en sus relatos.
El éxito de su revisionismo emerée
de un periodismo político y un mer-
cado editorial en expansión, además
de un estudiantado universitario masi-
ficado y anhelante de descubrir en el
peronismo aléo más que peronismo.
Cuando el anciano Julio Irazusta se
intetra a la ..oficial" Academia Nacional
de la Historia, en 1971, su nacionalismo
es minoritario ante una arrolladora
audiencia dispuesta a realizar de una
manera bien distinta la proclamada
a.exiónentre política e historia des-
por él mismo en su discurso
Hción a la conservadora
· La -rendencia revoluciona-
, y particularmente
y Montoneros,
ª?optan el revisionismo ''federalista"
cincelado por Orteéa Peña, Duhalde
y un Rosa de inesperadas aficiones
cu~anistas aunque siempre añorante
de Jerarquías patriarcales.
El éolpe cívico-militar de 19?6
cercena de un tajo feroz las políticas
de la hiSt oria que durante el decenio
precedente atravesaron a la política
como tal. El nacionalismo de la dic-
tadura anhela rehacer un camino
des_~irtuado Yretornar a una "oréani-
zacion nacional" que los revisionismos
habían desacreditado. La "reoréaniza-
:ión" impuesta manu militari parece
incompatible con los ya conocidos
tópicos de un nacionalismo irreden-
tista. Empero, la aventura emprendida
en 1982 en las Islas Malvinas revive
en una escala masiva los temas revi-
sionistas. Desde entonces el asunto
Malvinas -mientras el tema rosista
se apaéa- constituye el centro neu-
ráléico de un revisionismo devenido
en sentido común histórico.
El período constitucional inauéu-
rado en 1983 presenta una aspiración
refundadora que quiere deshacerse de
raséos ideolóéicos revisionistas. Desde
entonces el desarrollo de la cultura
universitaria, usualmente anti-revisio-
nista y más bien proéresist a, convive
con una industria editorial donde a
menudo libros de corte revisionista
alcanzan notoria repercusión, sin efec-
tos historioéráficos siénificativos. El
éobiemo de Carlos Menem iniciado en
1989 concreta la repatriación de los
restos de Rosas, sin mayores secuelas
en la cultura histórica.
Con los éobiernos kirchneristas,
desde 2003, el revisionismo de remi-
niscencias sesento-setentista con-
quista una consaéración estatal con
la fundación del Instituto Nacional
de Revisionismo Histórico "Manuel
Dorreéo". Loéra la proeza de ser al
mismo tiempo oficialista e insistir
en su antaéonismo con la "historia
oficial". Su potencia discursiva es
"posmoderna", fraémentaria, con
héroes suaves. Halla sus modelos en
exitosos best sellers de autores como
Pacho O'Donnell y Felipe Piéna, ya
sin la cresta opositora característica
de los revisionismos anteriores. Sus
modos historioéráficos adaptables a
formatos televisivos se transmiten en
formas aun más simplificadas que las
oriéinales, revelando sin embaréo cuán
profundo caló el enfoque histórico en
un país donde el nacionalismo conti-
núa siendo un componente decisivo
de la cultura popular.
LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDI CIÓ N CON O SUR 113
BIBLIOGRAFÍA
ESENCIAL
Adolfo Saldias, Historia de Rozas y su
época, Nueua, Parls, 1881-1887.
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Jní'n A a las
poten i estada,
Bu.enos
F Upe igna, os rr-ítos ae la historia
arge ina, rr. u, os Aires, 200 .
El Instituto "Rosas" sobrevive finan-
ciado por el Estado desde la década
de 1990, pero carece de siénificación
cultural y de cualquier preocupación
por repensar las convicciones de 1930.
Quizás el futuro cercano muestre la
ocurrencia de nuevas revisiones his-
tóricas, más atentas a las condicio-
nes contemporáneas de una realidad
difícil, y este itinerario en apariencia
concluido se revele abierto. No es claro
que los revisionismos precedentes
puedan ser insumos relevantes para
contar otra historia, para pensar otro
país. Pero ya antes se ha anunciado
el funeral de un revisionismo que sin
embaréo reéresó. ■
 !t 1 )
POLÍTICAS AUDIOVISUALES
UNA TRAYECTORIA
DE MÚLTIPLES
VINCULACIONES
Desde 1946, con la sanción de la primera Ley de Cine
nacional, el peronismo siempre supo interpretar el
ualor cultural, económico e industrial de las políticas
audiouisuales. A su uez, en sus distintas etapas históricas,
las películas de ficción y documentales cumplieron un rol
importante en la construcción de su legitimidad.
1
por CLARA KRIGER
Doctora en Historia y Teoria de las Artes, profesora de la Cátedra de
Metodologia de la lnuestigación en la carrera de Artes, directora del área
Cine y Audiouisual del Instituto de Artes del Espectáculo "Dr. Raúl H. Cas-
tagnino" (Facultad de Filosofía y Letras, UBA) y miembro de la Asociación
Argentina de Estudios de Cine y Audiouisuales (AsAECA). Es autora de Cine
y peronismo. El Estado en escena, Siglo XXI, Buenos Aires, 2009.
n el Conéreso de la Nación
1946
E plasmó la primera Ley de Cine, que
ponía en funcionamiento un sistema
reéulatorio de la producción nacional.
El éobierno peronista fue así el pri-
mero en diseñar una política audiovi-
sual que dimensionó el valor cultural y
la potencia industrial de la producción
local, así como la importancia política
de las érandes pantallas para difundir
ideas y propaéanda.
La industria del cine había crecido
en la década de 1930 sin necesidad
de reéulaciones ni favores estatales,
pero la irrupción de la Seéunda Guerra
Mundial cambió el panorama de los
neéocios, por lo que los empresarios
se vieron obliéados a recurrir al apoyo
estatal. Fue entonces que se concretó
la leéislación ideada por el peronismo,
que creó un sistema proteccionista y
un paquete de créditos blandos en fa-
vor de esa rama de la industria cultu-
ral. La alianza de políticos e industria-
les devefiéó réditos para ambas partes,
ya que mientras crecía la actividad de
los estudios cinematoéráficos, crecían
también las campañas de propaéanda
política en soporte fílmico.
A pesar de la fuerte intervención
estatal en el ámbito cinematoéráfi-
co, el material fílmico de ficción pro-
ducido en el período no fue homoe-é-
neo, se hicieron comedias familiares
o de enredos, melodramas, policia-
les, entre otros ééneros narrativos,
que ponen en escena expresiones
114 1 Al LA' U L PE:-Rüí-.JISHO
estéticas y culturales de distinto or-
den. Muchas de las películas de esa
é poca se convirtieron en los P-randes
clásicos nacionales, como Dios se ¡0
pague (Luis Cé_sar Amadon, 1948),
Apenas un delmcuente (Hue:o Fre-
éonese, 1949), Los isleros (Lucas
Demar e, 1951), Mercado de Abasto
(Lucas Demare, 1951), Las ª?uas ba-
jan turbias (Huéo del Carril, 19 52),
y Deshonra (Daniel Tinayre, 1952),
entre muchas otras.
Pero si bien en el cine de ficci ón
se expresan alé unas ideas y formas
de entender la realidad de ese mo-
mento, no es posible hallar planteas
políticos o proér amá_ticos explícitos,
no se incluyeron alus10nes a persona-
lidades del éobiemo, ni a los rituales
peronistas. No existen películas so-
bre la movilización del 17 de octubre a
la Plaza de Mayo ni sobre otras éestas
populares. No se filmaron bioérafías
de Perón o Eva Perón y ni siquiera
aparecieron dentro de ninéún relato
en calidad de personajes secundarios.
La propaéanda se emitía en el mar-
co del cine documental, que era de ex-
hibición obliéatoria. Noticiarios cor-
tos y mediometrajes institucio ales,
formaron parte de una polí ica c0mu-
nicacional que el Estado com · '1..lyó
por primera vez en Aréer .ina para
difundir y propaéandizar o - actos,
mensajes y políticas del éobiem o. Allí
abundaba la propaE[anda política ex-
plicita tanto del peronismo como del
Partido Justicialista y de sus líderes.
En ese marco se distinéuen por su
versatilidad y eficacia los docudramas
peronistas, cortos y mediometrajes
que emitían en forma documental las
propuestas macropolíticas e inserta-
ban por medio de ficciones las mira-
das subjetivas de los personajes en
relación con las mismas. Entre ellos
se destacan Soñemos (Luis César
Amadori, 1951), Ahora soy un "m ás"
(Alberto Soria, 1952), Nuestro H ogar
(Mario Soffici, 1953), Turisnw social
(Enrique Cahen Salaberry, 1953), La
mujer puede y debe votar (Luis Moé-
lia Barth, 1951) y Recuerdos de una
obrera (sin datos), en el marco de un
enorme corpus.
La sistemática realización de pro-
pae-anda política fílmica fue una no-
vedad de mucho peso para nuestro
país; sin embaréo fue un desarrollo
bastante tardío en comparación con
los documentales que Occidente ha-
bía emitido durante la Seéunda Gue-
rra Mundial y que impulsaba con
fuerza en el marco de la Guerra Fría.
 n li-
i l m nto
m la pres n i d mu-
jere pert n ient s a
tor s subalt rnos en bu ca d una
aceptación oci 1y un re onocimien-
to de u tradicion s ultur l s (un
1' Peró n en la proyección de Buenos Aires en relieue, primera pellcula realizada en 3D
jernplo d ello son las obr ra y ma- en Argentina , durante el Primer Festiual Internacio nal de Cine de Mar del Pla ta, 1954
dres solt ras interpretadas por Tita
Merello y la "Catita" de Niní Marsha- Hollywood. Quieren hacer películas describe la dependencia económica,
ll). Muchas de las películas d ste pe- que se constituyan en expresión y política y cultural de la reéión, para
ríodo pueden servir com o una puerta motor de las luchas por la liberación terminar proponiendo el compromi-
de ent rada para entender la leéitimi- nacional, con responsabilidad frente so por una opción de lucha contra el
dad que adquirió el Estado peronista a la situación sociaJ que reéistran, y imperialismo, que en Aréentina esta-
para amplios sectores sociales, pero apelando al público como protaéo- ría heéemonizada por el movimiento
también son un document o sobre la nista del cambio. Es en este sentido peronista. La aréumentación ideoló-
construcción de esa leéitimidad. Aun- que Fernando Solanas y Octavio Ge- éico-política respalda la uréencia de
que no existía la censura previa, había tino presentan en 1968 La hora de una respuesta violenta a la aéresión
una red de sobreentendidos que fun- los hornos, el documental político cotidiana que sufre el pueb o pade-
cionaba del mismo modo, excluyendo más siénificativo de América Latina, ciendo miseria y maréinación.
de las películas los conflictos o cues- tanto por su capacidad innovadora y La seéunda parte. "Acto para la li-
tionamientos políticos y sociales. por su eficacia militante, como por beración", dedicada al proletariado
Una de las conquistas importantes su trascendencia internacional. peronista forjador de la conciencia
para fomentar el desarrollo de la in- nacional de los aréentinos". siéue üna
dustria fue la realización en 1954 del Los filmes de ficción revelaban línea menos mnovactora que .a pri..me-
Festival Internacional de Cine de Mar la existencia de un Estado ra, ya que esta realizada esencialmen-
del Plata, evento sinéular en América que avanzaba, ampliando te en base a testimoruos, imáéenes de
Latina que funcionó corno una venta- archivo o fotos. Los realizadores inclu-
el espacio público,
na abierta al mundo para promocio- yen una entrevista al General Perón
cada uez más inclusivo. en el exilio, donde da testimonio de
nar el cine nacional al mismo tiempo
que las políticas peronistas. sus nuevas ideas acerca del papel que
La hora de los hornos consta de debe juéar la juventud en las luchas
UN ARMA POLÍTICA tres partes, que constituyen unida- por la liberación nacional Finalmente,
La industria del cine creció en can- des separadas. En la primera, "Neo- la tercera parte, "Violencia y libera-
tidad y en la calidad de sus produc- colonialismo y violencia~ dedicada al ción~, dedicada "al Hombre uevo que
ciones, pero no loéró consolidarse Che Guevara, se analizan la historia nace en esta éuerra de liberación= se
debido a problemas internos y a la aréentina y latinoamericana impué- resuelve a partir de testimonios sobre
modernización que se imponía a ni- nando la versión oficial. La voz en fusilamientos y represion es policiales
vel internacional de la mano de los off que acompaña a las imáéenes a luchadores revolucionarios.
productores independientes Y de
la apelación al realismo crítico. Así, +- Fotograma de Infancia Clandestina , 2012
unos años más tarde, en línea con la
fuerte movilización social y política
de los años sesenta, surée un cine
de contrainformación vehiculizado
por artistas que exponen su com-
promiso político en las pantallas.
Entre ellos, toma especial relevancia
el Grupo Cine Liberación, conforma-
do por un conjunto de cineastas, v~-
rios provenientes del mundo pubb-
citario, que se proponen un cine d_e
intervención política alejado del di-
. ento ensoñador ofrecido por

.... .: : :- 11 5
4 r , l r1 PA PAPA roou;
lllltltum Nacional Juaft Domlngo PeT6n
Centro de Estudios e lnuestigaclones
Hlst6rlcas, Sociales y Polltlcas.
www.jdperon.gou.ar
Museo Evita - INIHEP
Sitio del Museo Evita y del Instituto
Nacional de Investigaciones Históricas
EvaPerdn.
l\ttp://web.museoeuita.org.a.r/
CEDINPE
Centro de Documentación e
lnuestigacl6n acerca del Peronismo de
la Uniuersidad Nacional de San Hartln.
h.ttp://cedinpe.unsa.m.edu.a.r/
PEHP
Programa de Estudios de Historia del
Peronlsmo de la Universidad Nacional
de Tres de Febrero.
h.ttps://untref.edu.a.r/
Roberto Baschetti
Archivo personal de Roberto Baschetti.
www.robertobaschetti.com/
Red de Estudios sobre el Peronlsmo
Red que reúne a especialistas en la
lnuestlgaci6n sobre el peronismo
provenientes de distintas instituciones
uniuersltarias.
http://redesperonismo.org/
El Topo Blindado
Centro de documentación de las
organizaciones poUtico-militares
argentinas.
h.ttp://eltopoblindado.com/
Per6n libros
Sitio de referencia bibliogrdfica acerca
del peronlsmo.
www.peronllbros.eom.ar/
dlgltalH
la comunlcaclonal. Reúne
documentos y una gran
de nrulstas relacionadas
ltales.com
116 EL ATLl◄ S DEL prno, JISt-1O
Para el Grupo Cine Liberación "El
proyector es un arma capaz de dispa-
rar 24 fotogramas por seéündo", un
arma que detona un acto, que apre-
mia al público para que deje su posi-
ción de espectador, cobarde, traidor
(retomando las ideas de Frantz Fa-
non) y se lance al debate pero sobre
todo a la práctica revolucionaria.
Varias fueron las películas filmadas
clandestinamente entre 1968 y 1972
como parte de la resistencia peronis-
ta a las dictaduras que se sucedieron.
Entre ellas se destacan El camino ha-
cia la muerte del viejo Reales de Ge-
rardo Vallejo, un documental sobre
una familia tucumana en el que se
exponen las condiciones de miseria y
explotación que sufren los trabajado-
res de la zafra en el norte argentino, y
Operación Masacre dirigida por Jon[e
Cedrón y basada en el libro homóni-
mo de Rodolfo Walsh, cuyo aréumen-
to se centra en los fusilamientos del
año 1956 a militantes peronistas en el
basural de José León Suárez.
Durante el período democrático
abierto en 1973 con el presidente
Héctor J. Cámpora se anula la cen-
sura cinematoéráfica y se estrenan
estas películas que reivindican las
luchas populares, así como otras que
no aluden al movimiento peronista:
es el caso de La Patagonia rebelde
de Héctor Olivera y Quebracho de
Ricardo Wullicher.
MEMORIAS E IMAGINARIOS
En tiempos más recientes los gobier-
nos peronistas se ligaron nuevamen-
te con el derrotero de la actividad
audiovisual aréentina. Como en el
pasado, es posible advertir dos líneas
de acción en las que el Estado ha in-
cidido de manera siénificativa. Por
un lado, la sanción de leyes que ée-
neraron reconversiones productivas
profundas, transformando de ma-
ner~ d~ástica la escena del cine y el
aud10v1sual en el país. Por otro lado
especialmente durante la décad~
kirchnerista, la promoción de relatos
que pusieron de manifiesto las me-
morias e imaéinarios del peronismo
En relación con el aparato leéis~
lativo diseñado para promover al
sector es necesario destacar la san-
ción de la Ley de Cine (1994) que
posi~ilitó la éeneración de nuevos y
éenumos recursos para el Instituto
Nacional de Cinematoérafía y Artes
Audiovisuales. Ello ~e tradujo rápi-
damente en un semillero de jóvenes
. rrum
d irectores y nuevas producciones,
proceso que culmina en la emeréen-
cia del llamado Nuevo Cine Aréen.
tino que a partir de 1997 cosechó
prestiéio internacional.
Las películas pueden servir
de puerta de entrada pa ra
entender la legitimidad que
adquirió el Estado peronista
para amplios sectores sociales.
Por otra parte, el éobierno de Cris-
tina Fernández de Kirchner apoyó la
sanción en el Conéreso de la Nación
de la Ley de Servicios de Comunica-
ción Audiovisual (2009), una herra-
mienta que impulsó la creación de un
ecosistema audiovisual fede ral for-
mado por películas, telefilmes, series
televisivas y series w eb y videojue-
gos. La llamada Ley de Medios esta-
blecía que los servicios de radiodifu-
sión televisiva abierta tenían la obli-
éación de emitir un m ínimo del 60%
de producción nacional y la mitad de
esa franja debía ser producción re-
éional. Dictaminaba, también, la mis-
ma obligatoriedad sobre ura co.1ota
de pantalla para la exhibición de cine
y los audiovisuales naciona1es :>n la
televisión abierta y las seña1e n 1cio-
nales o extranjeras autorizadas a ser
retransmitidas por los servicios de
televisión por suscripción.
Como es lógico, el cumplimiento
de esta leéislación demandaba la rea-
lización de muchas horas de conteni-
d?s audiovisuales que fue ron produ-
c~do~ gracias al apoyo económico que
d1~enaba la misma Ley y a los pre-
mios otorgados en diversos concur-
sos que se ofrecieron desde oréanis-
mos eSt atales vinculados a la imaéen
Y el soru d o. Como resultado de esta
0
?:~a~ión, Yde las facilidades que po-
s~ilito la tecnoloe'ía digital en pocos
~nos se puso en marcha u~ proceso
inaugural de descentralización de la
prnctucción audiovisual an[entina. Se
trata de una realidad que excedió en
mucho la realización de un conjunto
de _P rod ucciones audiovisuales que
ennquecieron el patrimonio cultural,
ya ~ue ª la vera de las películas series
y Vid eoJuegos
. '
se crearon a![rupacio-
n_es empresarias, ![remiales y profe-
s10nales, e 1·ns t·t .
1 uc10nes . -
que d1sena-
ron relaciones entre el Estado y este
sector d e la mdustna
· . cultural.
ESt e desarrollo sectorial se inte-
·- en 2016 con la lle![ada del
. pio
éob1erno de eam b.1emos que mrne- .
 n Pl\t t .' t m < ,, ' " p,u l 1• d l • 1 /1111.t. I 1111 (1 llj lllllll " ' ' 111 ' I
1 t' l( Mt•dith < 011 l'I ,u t'IHrn HI 1, d .. 1 u 1d11111t •nl1 ht11,11111 •111, 1 1
pt r •nn l,1 µo~,ib1t 1 dilu•1 n1 I • \\l o d11, ., 11111 1 tl1 •I 111 ,1111, HI d '1 1 h, •
p. ,, nd.i p.utH \ 11,1 Ot1, 1•, ¡ 1 ¡un di, 1 Nt lni 1 11 l11u 1, I' 111I 1 .t, 111 1 1 ,
dw 1 1011 ,1Udiov1 1htl •,e• pu .o l'II t 11 , 1• ..,, l l l\ l l( l llio 11 " ' 1 l 111d ,1 111 \ 111 t
y )1)0!ltió ~\I con•,t1tw 10n I11(· •.t rt bl ,· 1Hh•1 p, 1'1 ll 111 11 q111 · 1111, •11! 1 lll 111
11 l'l ma• o d ' un f u1•1 h • di11,m1 i .n 11 1 l dtl,1' "' ,ttl 11, ltl \ l 11 ,11li11 · 1·l 111•hl11 1
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Ir~ obu• PC'rón ~:vt1 Pt11011, i<•t P I d\ ' , JHl ' dl 10111 ' , 111111 •11111 l ''l, t ' ll lll\111111 ,
minada s por l,1..., 1 el,H IOIH", PHI, 1, ¡11 ( 1 \' ,0 ' 1 ( d i 1111d,11 , 111 • 1O l ll1 11<111 f llllll ' . 111
m moría y Id hbt m 1t1 1'• tt, 1 ut I u •,i1lv, 1llh 11 , NI~ l l 1/01111111 •11l111 , 1 1>11 l
con ant d 1t <:. t~n lch l.u eu nw t 1 .i ' 1:11 l'I 1 m1p 11 /111 ,n •,1• ¡,11 •d1· 1111'1
jes d 1g9 va f> 1 ron Ju.in c. 11 lo . VÍ1\l d( >', l1•1l f>l1ll 'l lO' , ( 11 11•111 ,1111111 dt
Des nzo) el mu'-ii al d l l oll wood r o,, v 11111li1do•, 111 p1 •1 n111 •-11 11 1 1\1· ltl'.
Evita (Alan Parkcr), '\ , t l i< •tlt íl ultiino •, 1ll' ll))J( )I , l ,d 11 1( 11\I UI U'l lL il
con p lí ulas orno J uan r: v<1 (1 íW olllr1 el<• L1 1rn1111do l 'i1 v 10 l 1•1 () 11 •.11 , 1

la d Luqu , 201 1); Eva e/e la Aryen fo 1,1u cll'l <, t•fll 11,11,•111 11 ( t qc¡q ) y 111
tina (María o n \ 0 11 ); Purrta l., U(' (H, iO\\ (l(I l)fl ll( 111,~,. 1111 ,I 11 11 ( ¡\ 1 , (11 ll'
de Hier m, el exilio de Per ón (V1 lor 1 Pint 111 p1 < t.u 0 11 l,1 ¡1 c11 d " d1 1 111 11 11 1! •
aplac y i éuillo n · nd z, 0 1· .) P<'IH1c n c 1.1 1111 1 l11vt1 l\1 1e1111<•111,! ,1 1 1
1

y Eva no duer me ( abl Af[ü 1 o. dot 1~ml' n1 ,ti JH><' I i< o ti, • 1'i 1v o t" ,t ,,
201 5). Juan y Eva n rr 1 01 rj.in i1 .1d o t'II <lo •, p.11 l 111 , 11111 · 1 1di1 1·1,
año del noviazéo d lo p Id h i 4, IOI 1.1 tl l 1J 1'l ll ' " " d1 ", d1 • IIJl( j ll ,I',
desde que s e conoci on n un ven t a la rrnw1 lt- de• Pc•1 111, clrn 1t lt• •,1 p11 1

to de solidaridad p ar a los af t ado
por el terremoto n San J uan h t a
los eventos d o ctubr d 1 4 . Tam -
bién Puerta de Hierro ... e fi r a
11 d ' l c• liPV( ' l.1 1 , ,ll i•, t d ', popul. 11 ,
r volu c i o11.i1 l. 1 y ,111t ii1 11p1 •1 1 tl1 t 1
de l 1w roni '-i nio. U lld vo, 111.i ., 1d 111 1
y pol1 11l r m itnnlz:1 L, 11 .111 ,ti 1v.1 , 111 1
1 1

un breve período en la vida d 1(! n - la ('nt l' íJ¡¡ dc• t c• xl o•, cl 1d,tc 11, o •., ,('
ral Perón, esta vez el qu tr ns ur ~ int prcu l,m lo t, di ., u 1 •,n•, v d r• , l. 11 ,
durante su exilio en Madrid. Eva de n r de· .Ju a 11 y 1:v.i 11t' 1 1111 11 111 • 1, 11 1
la .Argentina es una p elí ula anima- nan corno doc, 11111 •11!11, 111 1t•1 t1 1,1 .

da que incluye mat ria) d ar hiv di P< 1OI IT1drl ip11l .1 cl 1¡11f .111111•11! 1•

y dibujos basados en dis ños d 1 r hivoc.; ,wd iovP ,wtl1 11 11111) 1 n11 11
,

artista Francisco Solano Lóp z, pro- iva~, :m ima< lOJH '' , p,11 .1 lo11t .11
t~onizada por el dibujo d l s ritor sac, irn ó1f<1t H", qw• t•i ll i1 t ll ; 111
Rodolfo Walsh que narra la tray - puesl ¡_¡ 1ica. Oll il. d', p udi1
toria de Eva y su cadáver, y d crib \ íl rwlind.i (' Ull ll ) lc1
p 11;1 l tnd Cole•( e i (lll
su propio asesinato a manos de los
miJitares durante la última dictadu- manip d ltb l orir1•,, cJl t,cur t Mli l 11 tl 111• ,. 111 " "' 1" ' !IIJltll
/111/11111111/Hn •, ll!', \MIi P 1 ¡I l I ln ),
so i C' p OVO ·ó C' I p P t o Y/ / ( li11t /11u /t111 lh /t1 lrlll PI 1 1/rf 1111'/t i
ra. Los traslados del cuerpo embal - llllU IP• , l I
samado de Evita también son los ni m 11 ).
En a lo íe!,t <• jo, ,
materiales usados en la película Eva
no duerme, que se resuelve en una
d lB a ' n una
sa(!a , <' n
narrativa menos convencional. En el
r lo d Jda
documental se sumaron a Ja inauéu-
r evi ·j e Pl
ral, Evita, quien quiera oír que oiga
(Eduardo Mi~noéna, 1984), Evita, la vo t o, 2 01 O), R . c/f•
los Ancl (L and o lpi , .rn ü) y In
tumba sin paz (Tristán Bauer, 1997)
tardía El encuentro cf P GuoyaCJuil (NI
Y Las enfermeras de Evita (Marcelo
olá r.r 11 !,
Goyeneche, 2014), entre muchos. d 1 iw, qw
Sin mbaréO, los aportes más in- ' iot', al
resantes estuvieron dados por . · c!J,
documental s y ficciones en lo qu LC'r
evoca la memoria de la hi oria r l;J
rec:iel,te, los desaparecidos y sus dP
políticas, como en Ca2a- y ILJ!l
• utop(as (David Blaustein. l IJll ·
), Montonero , una hi toría
1998), o Infanda L

I 1 11 /
 UNA ESTÉTICA DE LAS EPOPEYAS POPULARES
FAVIO, LAS
MASAS Y EL LÍDER
En abril de 2000, cuando se uiuia la produndización de
la crisis del modelo neoliberal, se presentaba en el 2Q
Festiual Internacional de Cine Independiente de Buenos
Aires (BAFICI), Perón, sinfonía del sentimiento de Leonardo
Fauio (1938-2012), el artista y director de culto reconocido
por su militancia peronista y sus peliculas de raigambre
popular. En ese documental sui generis, Fauio realiza una
elegia al peronismo clásico, cuyas politicas contrastan
fuertemente con las de la década menemista. Pero en su
búsqueda del Paraíso perdido deja expresamente de lado las
contradicciones del mouimiento.
por Marta Vassallo
Periodista. Autora, entre otros
libros, de La terrible esperanza
Colisión, Buenos Aires, 2014'.
n 1971, en su exilio en Madrid, Perón evoca el
E Primer Plan Quinquenal, puesto en marcha
en 1946: "Gobernar es crear trabajo. Cómo es
¿
posible que haya 850 mil desocupados en un
país donde todo está por hacerse?". El especta-
dor mide la viéencia de la preéunta de Perón en
la Aréentina actual y se estremece. Perón ya se
está anticipando a los antumentos de la oposición
contra los resultados de aquel Plan: "Dicen que
tuvimos una situación privileéiada de poséuerra.
118 r A.TLAS DEL PERONISl--10
¡Mentira! Todo lo que nosotros hicimos fue lo que
creó diez años de abundancia para el país y de
felicidad para el pueblo aréentino".
Esos "diez años de felicidad", sus antece-
dentes, la ulterior lucha por reconquistarlos,
el reéreso definitivo de Perón al pa1s e~ 1973
y su muerte, es lo que desplieéan las casi 6
horas de duración de Perón, sinfo nía de' sen-
timiento, el documental que m ás exp _tJuvas
despierta [en el 2° BAFICI], por la prol 12,·dcta y
0
sinéülar trayectoria de su autor, LeonJ1 do Fa-
vio, en el tratamiento de ambientes, persona-
jes Y leyendas populares en lan!om etrajes de
ficción, desde Crónica de un niño solo a Gatica,
el r.:iono, Y por su objetivo de presentar la his-
toria del movimiento peronista.
Favio inició esta miniserie concebida para
t~levisión, por encaréo del é~bernador pero-
msta de Buenos Aires durante la presidencia
de Carlos Menem, Eduardo Duhalde. Lo cierto
:s que su filme parece responder a la consiéna:
Menem 10 deshizo"• La "década de felicidad"
aparece_ como exacto contrapunto de la década
menemiSt a: reivindicación del rol del Estado en
la salud Y la educac1·o·n pu, bl.1ca, nac1onahzac10n
. . .,
de empresas cruc·ia1es, m . d ustnahzacion
. . . , pleno
edmpleo. La voz de Perón lee el decáloéo' de los
erechos del t b · d
ciales" a la ra a.Ja ar, llama "enemiéos so-
leyes b s empresas que n? cumplen con las
1
~ ,ª orales Y Proclama: "Eramos un peque-
no pa1s somet·d 10 1 . .
que ah oe-aba su e a cap1tahsmo
,
internacional
nuest conom1a. Ahora el rumbo es
ro rumbo vamos a d on d e queremos ir . ,, .
El re1at o es 'd ·
docum t esie-ual. Seéuramente no hay
en a1 aréenti
tantas y t , ~o donde se encuentren
ale-unas an maémficas imáéenes de archivo,
Poco conoc·d1 as, t odas cuidadosamente
•
,. ~J 1111 ,,d, 1 pi 1 1 1 1, 11 11 111, 11 d 111dt• l l 111,llt 11,tl
¡j, ¡1 !l it l il 1d ' l l 11 , 1Jt1 lt dt 1111 11 1l.11111t 11111 ldH
ti /// ¡,111 •1f I h1d1 ll lt ll l d111111l1 • 1u11qt1t l.iVltl,
qt11 p in ,1 li d t'I 1 11it 1111, , 111, 1·i11 , 11111 11 p1 dt ",
1111
11ll p 1l tt l lt /¡ I d 11) 1lll tJ t•lt •tlf•i d ld 111 ,h, I pt 111111 ,Ll
y J1d1 11 '1, 1111 . •, 11 1 J qt 1t • l,l', .illt•llh tllll 1111.)
ll
'" 11" 111 l h l ' rl'' ' qJI lt H*~ y dlllll)rl t )1111 , ((lit ' 1111
111111 p111 1 ~•il •~ Id 11t1"lllJJ l1d,ui d1 • 101i11ll,I •tk I i1
lrt ¡JJI IU ¡ j dt 1, ~ l Ol t•y,l'"l p 11p11l 11 Pb, 1111,l p•l t t>I it J
tHd ~ 11/11 / lll t♦ I (t ) Y l lll l! I O!h ai l l\/ l lflll' lWl':) c.. l t• llll
j/ ¡l),Jtttlt 1 l1ll1 1
1'11 I 1) f 1 11 '; JIIH-1 H ~l\/llUÍÍt , ll IH t. JI I H ,l Pl l tjlH
A, 111~11lll hl 11l q ll 1 10 d Pb,010 !1 0 .iu tou•1 l 1.ido
1 ll) J,I t il I di l}l))d dt. 11111d.id 1HJ ,11 11 PlÍt ,ll Id, l'l Id
,¡Pt• •111 ,ti, ,~vi ,, 'l u i., t, .i1 1t ~P ,,. 1.i· p 1 P' 1<11tt>ti cl t1 i:
jddt1t1 l/11 do: , l. 1110 t lJ 11do 1• 11.il o <11• d d ,11.u
ll• l,l ,1,w11 1 :. d I ' 1' i,. v il .i~c h l i1 l q1110 c u,mdo sP
lr,111 do 1111111.111 m1 liln41 w .i11I c11mu1 h t.1 ,lll e>
1 1 illlt). l,,1 dltlPIJ,l/ol t on 110 1 ' >l. t 110 .i ll t>r ,l P I p 1 in 1' Fotograma de Peron.
, 1)111 di l, ,J1Jl od1 1 I Pt m i .11 1 111 dP lo•) puPl>l o'-1", Sinfonía del sentimiento,
L. I'avio vuelv ininteliéible al inéresar en de Leonardo S:auio
111•1prn1ti J>i •r HI ,1 t•!~.tf~ 111 <•• 01\f ••, Y ll. 1rn.1al J'/V\1 ,
11J,1 l H:A y ,1 Ju O HI ' ) P J e>· 111· 1, unwn l o·, dP loe., lo":. úllimo años o. Fiel a la palabra de Perón,
11111)(~1 t¡•:{'
qu • •n aléuna ocasión dijo: "vuelvo desencar-
1 ;ido", lo pres nta avanza ndo entre nubes ha-
cia ur mít.i o bal ón suspendido del cielo, rei -
1 1/\lJNIDAI , LA
t tjrando on ptos lave de su doct ri léJ q JC' se
1 ~ I l M l f JO I H ,JA V 1 1 r<'mont an a los años 1940, pero sus ti ído a las
I f) MI Alllll PNADI 1 e onlradicciones del éabinet e qu<' {•1 mismo de
JI f /\ 1 V I l Je IÓN U r ')U •,i1ínó, ,1 la feroz lu ha qu e ya "I npezaba a dc>c; -
IH A C OMP O',I C IÓN aLH ':.C' dentro d su pt op10 movimiento, y a la.s
rw uliaridades de la coyuntura internacional;
i LJ l.1r:u lainfa1nia tu dos datos s in embarf!o ind ispensables para
,t, j,1. 1, z,1 dt> Mayo •n PI interpret ar por ejemplo e l sanéricnto ataq C'
'Vi, J, not or c••3 de.; la 1·un de la derr,cha ontra la i/quierda peronista el
:w de j unio de 19T~ en tí'eiza, cuando una mul -
,fa Jt, r la e . ' d
titud, tan imponente como la de los años 40,
p,,llo ' ral
pero mayo rmente juvenil, heteroéénea pero
a ro investida de una nueva conciencia social, mar-
' omola hó a recibir a Perón en su reéreso definitivo
,, y fue masacrada. En el tratamiento de Fa vio
rsona- pasa desapercibido entonces hasta qué punto
a [Jo la evaluación que Perón hace de esos episodios
. r r para repr s ntó un inequ ívo co aval a los atacantes .
apar . e x lu-
a{fand< intern a- REIVINDICA UNA ÉPOCA EN QUE
º no a la ofü[arquía ARGENTINA INTENTÓ UN DESARROLLO
:,U nv r fadu a d AUTOCENTRADO Y UNA ESTRATEGIA DE
id:,¡d de. Evita y e a UNIDAD SUDAMERICANA.
qu ru.l[ o anta,
• ' ví 0-
jón a~ Francisco de Gaya, ese maestro de los cla-
ubí a ro uro , escribió aléuna vez que nadie es
íno nte uando ha asistido, como asistió él,
J
a tantos rímenes cometidos en nombre de
NGENUIDAD la Ilbertad. Y a ade una frase que podría desa-
xa.lla íón r ollar e n toda una estética. 'Tal vez - dice-
a ínt:P-rna ólo an ino nt s mís pinturas, reflejo dei
.ro e panto." La ultivada jnéenuidad del filme de
al favio coloca en las antípodas de esa "ino-
a •n ía" d la pinturas de Gaya. El conmovido
u p tador roviv · sus duelos y frustraciones
r hi tóri o , re íb ese mandato de un paraíso a
r conqui t.ar. ¿P o cómo reconquistarlo si no
sab,! uál es el crlmen que lo expulsó de él? ■

1 1 1
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _""_ _L_1 _
r _u...:.1_,.:...
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.J.:... ll: '~;~•~ r~~l,~ J~~-=-·.) 119
1r~1r~.¿~IJ~! .''.~_[-'.::'.D.::
 ➔ Rodolfo Walsh

RODOLFO WALSH VISTO DESDE SUS EXTREMOS al servicio de su actividad política; un

periodista incapaz de bastardear su
oficio, porque el riéor de las p2 labras
ESCUELA PARA CIEGOS daba cuenta de la necesar a erdad
que exiée la militancia. Ento
armar este escorzo bioéraf1 c;ulta
Militante montonero que nunca hizo mucho más que leer y escribir; insoslayable inteliéir el puent ~ntre
escritor cuyos procedimientos literarios estuuieron al seruicio de su esa vida y esta muerte. Ente1 r orno
actiuidad politica; periodista incapaz de bastardear su oficio ... La el hijo de Dora Gil y Mi éucl Esteban
Walsh comienza siendo el escritor
uida -y muerte- pública de Rodolfo Walsh es de una complejidad e maldito del país buréués para termi-
intensidad peculiares. Para aproximarse a su sentido, es necesario nar a la cabeza del canon de la Acade-
partir de sus extremos: su descubrimiento de la uerdad de los basurales mia y de la izquierda.
de José León Suárez y su asesinato por los sicarios de Massera. Es preciso contabilizar al fino
traductor de Hachette sin olvidar
el periodista que escribe miscelá-
neas en Leoplán, junto al antóloéo
o sé cómo hubiera deseado
por ALEJANDRO HOROWICZ

Periodista, inuestigador y ensayista, doctor

en Ciencias Sociales (UBA). Profesor titular de
"Los cambios en el sistema polltico mundial"
(Sociología, UBA). Autor, entre otros libros, de
L.as dictaduras argentinas. Historia de una frus-
tración nacional (Edhasa, Buenos Aires, 2013),
Los cuatro peronismos (Edhasa, 2015; 1985) YEl
país que estalló. Antecedentes para una historia
argentina 1806-1820 (Edhasa, 2016; 2005).
N Rodolfo Joqfe Walsh (1927-1977)
que se narrara su final, es decir, el
sentido de su vida. Caído en desiéual
combate; muerto en una encerrona
tendida por el enemiéo; asesinado
por la Marina en la esquina porteña
de San Juan y Entre Ríos; ultimado
mientras militaba contra la dictadura
buréuesa terrorista. Cada una de estas
fórmulas esclarece un aspecto de su
compleja existencia, y la muerte en
tanto último acto de la vida insiste en
su intensa peculiaridad: un militante
montonero que nunca hizo mucho más
que leer y escribir; un escritor cuyos
procedimientos literarios estuvieron
del policial aréentino que también
compiló cuatro tomitos de cuentos
extraños; conciliar el antiperonista
vibrante de 1955, con el peronísta
revolucionario de 1977; al autor de
obras maestras de inéeniería lite-
raria, con el militante que descubre
en La Habana, en 1961, la clave que
permite desentrañar hora, día y lu-
éar de la invasión estadounidense a
Bahía de los Cochinos. Entender su
violenta elección el socialismo revo-
lucionario, sin abandonar al escritor
que busca y encuentra la palaba jus-
ta cuando un coronel alcoholizado
no suelta prenda en "Esa mujer", cé-
lebre cuento de Walsh que consaéra

120 ~¡_A fLAS DEL PERm11s1v10

 el inér . so ~ va P •r ' n (a q ¡ ·n el
relato Jamas nombra ) a la O rn in
mortalidad": la d la Ut ratura.
Dos nov las p rmi n ap roxim':J.r
se a Walsh por los xtr mo : L'l nP
gro corazón del crimen, d Mar cJo
Fiéueras fAlfaéuara, 2017J y E l úlii
mo caso de Rodo~fo Walsh , d El a
Drucaroff [Int rzona, 2 17; 2 01 o 1.
figueras ficcionaliza la docurn n ad
investiéación de Operación Ma sa re·
Drucaroff, la muerte d Vi ky (1). ~
texto abre la sag'a que el tr ¡ rra.
Entre ambos fechan la xi n ia
pública de Wals h. Mientras Druca-
roff trabaja con un hombr qu n
puede evitar ser qujen ya es r,j ¡_
quiera ante la muerte de s u hija, y
por tanto investiga, Fiéueras p rmi-
te observar en detall e la transforma -
ción de un desinter esado juf[ad r d
ajedrez en interesado investiéador,
que se propone ing'resar al periodis -
mo de los g'randes diarios mediante
una exclusiva restallante; acompaña
al Walsh que descubre la verdad d
los basurales de José León Suarez;
verdad que no sólo no lo acerca a las
redacciones de La Prensa y La Na-
ción, sino que lo termina arrojando a
la imprecisa periferia donde m edran
los militantes sin partido y los perio-
distas sin redacción. Fif!üeras cuen-
ta la peripecia de cómo un desdibu-
jado éorila platense se trans forma
en incondicional defensor de fallidos
combatientes... peronistas.
Resulta insoslayable entender
cómo comienza siendo el
escritor maldito del país
burgués para terminar a
la cabeza del canon de la
Academia y de la izquierda.
Entreéa Fi![ueras los plieE?ues li-
terarios de una praxis viva, constata
cómo el objeto de la ínvestiéadón
impone al investiéador sus propios
términos. Por eso fusí1ados vivos
permiten desenterrar fusilados
muertos verificándose un proceso
inverso: ~n ..revolucíonarío vacilan-
te"' -el teniente coronel Desiderío
Fernández Suárez- termina fusilan-
do testie"os para cubrir su deserción.
Los complotados verbales, ím!enuos
militantes de una conspiración en
cuno encabezada por una dirección
más int~ son empujados a
antamiento sin la menor po-
En 1956 el teneral Valle
1' Vlh ta de RW. nodo/f o Wci/ ph n h/ptorl!Jta , de Gonzalo Pcna6 y CJ Camba, Mat n al Mensajero, 2016
n ab za un fallido qu nun a JJ e-
éa a se r un movimi nto armado. La
Lib rtadora lo mae:nífi a para fu i-
lar y e arm n ar n un ola a to a
ofi ial dubitativo y trabajador s
r e beld s. Ant o, tanto Walsh
c mo l tenient coronel Fernánde;¿
Suár z terminan cambiando d ban-
do; uár z pa a d revolu ionario a
fusüador, y Wals h in icia un trán sito
que Jo arrojará fuera del horizon te
de la Revolución Libertadora. Es de
cir, rehacen la consabida escen a del
Martín Fierro donde ruz pasa de
represor a rebelde.
MIRA V SE VE SO O
W alsh encuentra un 'fusila do que
vive" y le cree de in mediato. Opera-
ción Masacre alumbra la alternati va
fundante en la escritura de WaJsh: o
le cree a Juan Carlos Livraéa y cam -
bia de punto de vista político para
oréanízar la data, o no le cree y aban-
dona la escritura para no sef[uír con
la investig'ación.
Cuenta Ford: ...En 1973 lo llevamos
(a Walsh] a la Facultad (FFyL, UBA).
Ahí una alumna le preéuntó:
- Díéame Walsh ... ¿ Qué ideales Jo
llevaron a escribir Operacíón Ma -
sacre?
- ¿Ideales ? Yo quería ser famoso .. .
éanar el Pulitzer... t ener dinero..."
(2).
...Famoso,/ y "'dinero" pueden ir
juntos. Ahora, éanar el Pulítzer re-
sulta imposible, salvo que te traduz-
can al in!!lés. Díff dl que un trabajo
.. periodístico" tenga esa su e1:e. ~n-
tonces, ¿por ql.lé Walsh no ~izo una
novela con la data de Operación Ma-
sacre? Walsh lo explica a s u manera:
~1,a historia m e pareció cínemato-
1953 a Operación Masacre, el ''cen -
atráfica, apta para todos Jos ejercicios
tro de f!ravedad del siste ma litera-
de la incredulidad. (La misma impr -
ión causó a mu hos, y e o fu e una
d s ([ra ia. Un ofi ial de la Fuerzas
Armada , por cj mplo, a quien relaté
lo he ho ant s de publicarlos, los
alifi ó con toda buena fe de 'nove-
la por entr f[a s'). Esta, sin cmbaréo,
puede ser ap nas la má cara de la
sabi duría" (1).
Wal c,h descubre que lo que tiene
para contar Ps escuchado como una
nove la y nccc",Jta quPbr a e5c efcc-
t". "[I uso político de• l,J Jit<'ratura
debe prescindir dP l· fic ( wn. J r_,a ('5
Ja e-ran enscñan:ra de WaJsh" (!i), dice
Piélia. Así S(' explica el procrdimicn-
to literario, qu<' Pipli.i filia sr![uien
do al propio Walsh - en el racwulo
de Sarmiento . .entiendo la 1d0a, IJ.
matizo con otra del mismo Pi,r!Ja:
"Sarmiento nos da la realiddd bajo su
forma juzéada. De Psc modo defm1ó
éran parte de la política aq:fentina.
Diéamos que definió la tradición de
los vencedores. Sarmiento fundó e l
campo metafórico de las clases do-
minantes. Lo que no es poco mérito
para un escritor" (5). Ambos, Sar-
miento y Walsh, se ven obliéados a
desfondar modelos narrativos pero
uno or[laniza 'la tradición de los
vencedores" y el otro, la de los ven -
cidos. Las clases dominantes contra
las dominadas. Esa es la historia de la
tradición del procedimiento literario
qu e Walsh inventa.
¿Qué es Operación Masacre
síno un texto para reeducar la
ceguera voluntaria
de una sociedad 'gorila?
De los diez cuentos policiales de

¿ Escribe
o -enerac.ió
obre.ro r de el Estado
por una - co en
1945, .
·ca da en a que
ser peronista son predi-
cado definitivamen e excl en es.
Por eso fusilan al éeneral alle.
os s abía publi-
cado en ( ) ~Los ojos del
traidor- fantástico donde
trasplantan los ojos del silado a un
cieéo de nacimiento- ese trasplante
permi e a quien recibe los ojos reéis-
trar la escena el frío ama-
necer de aquella ejecución.
La cee-uera, el fusilado que
· e en la memoria de los
ojos otros la in ers.ión de
la mirada hacia esa otre-
dad están en ese cuento
an ·cipadas. El geist de ese
·empo contiene esas posi-
bilidades. Después de todo
la esposa de alsh d.i.m(Ia
una escuela para cieéos en
La Plata, enfren e del cuar-
tel del II Cuerpo de Ejérci-
o donde ambos \Tian. ¿
122 --
peron istas con ui
en ue rdad • co
peron ismo: el d e la
L p: ~p
e 1930.
cido
se public
ro- . Pe1
do de trab
libros apro
poder ca
rial e ·
mo a tra é de oé Jitri · y Osiri-
Troiani había considerado pu li r
Oper ión sa re: al par r el
propio -turn Frondizi hab ía le1d
lo artículo orieinales, pero fin 1-
men e no salió ni en la revi ta d -
sarrollis a Oué ni fue oh ntada
por dinero de ~se 01ie n 10). 1
una editorial mareinal -propi dad
de arcelo Sánchez orondo- pu -
blica a un periodista mare"inal. ·
por qué no Frondizi? Porque aun-
que parezca ha increíble el al h
de la Primera edkión de Oper i ·n
asacre oda ía cree en la po ibi-
lidad de "correeir.. los "e ce o ~ d
la Re olución Libertadora e crib
para reorien arla. Frondizi i rnpre
Supo que ésta era una peli~r a in-
e-enuidad tal e z también por e ·
no se comprometió.
 cribe Walsh en
la primera edición
icacia que preveo me
clarar que no soy pero-
he sido ni tene-o inten-
erlo. i Jo fuera, lo diría.
reo que ello comprometiese
1 á mi comodidad o mj tranquili-
ad per onal que esta publicación.
Tan p co o a un partidario de la
r ,·olu ión que - como tantos- creí
¡¡ e1~tadora- (11). Conviene leer
01 atención: un peronista silente
- mo millones de ese entonces-
portaría menos inconvenientes
ue alsh al escribir esto. Pero si
y no es un partidario es porque lo
fu . o cualquier partidario, uno
que de nin2ún modo esperaba se-
mejante comportamiento, es decir
un "Jonardista~ (12), uno que pro-
ponía 'ni vencedores ni vencidos",
e neéaba a la crueldad del revan-
chismo. Cuando aparece el libro,
¿ alsh ya cambió de bando?
"En los últimos meses he debido
ponerme por primera vez en contac-
to con esos temibles seres -los pe-
ronistas activos- que inquietan los
titulares de los diarios. Y he lleéado
a una conclusión (tan trivial que me
asombra no verla compartida) de
que, por muy equivocados que es-
tén, son seres humanos y debe tra-
társelos como tales. Sobre todo no
debe dárseles motivos para que per-
sistan en el error. Los fusilamientos,
las torturas y las persecuciones son
motivos tan fuertes que en determi-
nado momento pueden convertir el
error en verdad.
Más que nada temo al momento
en que los humillados y ofendidos
empiecen a tener razón" (13).
Entonces, la Libertadora fabrica
otros peronistas, convierte el "error
en verdad", construye otro peronis-
mo: el de la Resistencia. La ruptura
con el primero resulta obvia. Ya no
existen los oficiales am~os, la Li-
bertadora ortaniza militarmente el
enemito de clase. A ese peronismo
resulta sensible Walsh. Recién en-
tonces, con este nuevo balance com-
partido, un tropo de militantes na-
cionalistas que no fueron peronistas
levantarán los ojos -en 1959- hacia
.Revolución Cubana. Abandonarán
...•IMM~,in:r a para referenciarse en
tuevarismo.
Atasetti los convoca para or-
de Noticias "'Pren-
Walsh como Gar-
Así, en el "'primer
territorio libre de
América", tras desci
frar la clave secreta
que preparaba una
invasión estadouni-
dense a la isla, queda
a la vista -a su vis-
ta- el sentido de la
transformación que
arrancó en la dete-
nida observación de
los basurales de José
León Suárez. No se
trata de que Walsh
leyó a Marx, sino de
su experiencia direc-
ta de la revolución.
Tampoco de una idea-
lización inéenua de lo
que sucede en Cuba;
después de todo se
irá de allí en silencio y /
lueito tendrá alitunas
tensiones con el éo-
biemo de la Isla.
El fenomenal im-
pacto de la revolución
cambia la mirada de
todos (incluso de los 1' Ricardo Carpo ni, Petra to dt· p,,,fo/fr, V/r¡/ • 1, 1• !1:-
peronistas, incluso la
de Perón) sobre el pe-
ronismo, sobre su sig-
nificación circunstanciada. Toda la po
lítica se vuelve a pensar. El socialismo
posible no es un invento ruso, acaba
de nacer una versión latinoamericana.
El tablero de ajedrez sufre una abrup-
ta transformación y Rodolfo Walsh, el
juéador platense, deviene el militante
~uerrillero que con una 22 enfrenta-
rá años después la emboscada de los
sicarios de Massera, el 25 de marzo
de 1977. Y otra vez descubrirá desde
la empiria brutal de los hechos que lo
han vuelto a dejar solo. ■
Notas
1 Maria Victoria Walsh, hija de Rodolfo 7 Vea y Lea, Buenos Aíres, 20-3-1952.
Walsh y de Elina Tejerina, fue militante de a Adrlana A Bocchíno, ~cuando Ja c&críturv e&
Montoneros. Murió a los veintiséis años junto una cuestión de fondo", en Rodolfo Walsh, a 30
a otros cuatro miembros de la oréanizacíón el años, Universidad Nacíonal de La Plata, 2007,
29 de septiembre de 1976 al quitarse la vida
9 Roéelío García Lupo, -El Juttar de Wal h",
durante un desiéüal enfrentamiento militar
para no caer en manos de los represores. Nuevo Texto Crítico, op. cit.
2 Aníbal Ford, ·Ese hombre", Nuevo Texto
10 Roberto Ferro, - operacf6n Masacre:
Critico, Nº 12/13, Stanford University, Palo investlf[aclón y escritura", Nuevo Texto
Alto (California),julio de 1993-junio de 1994. Critico, op. cit.
11 Rodolfo Walsh, · 1ntrod1.1ccí611" a la prímera
3 Rodolfo Walsh, ~Introducción" a la primera
edición de marzo de 1957, Operación Masacre, edidón de marzo de 1957, Operación Masacre,
Planeta, Buenos Aires, 1994. Planeta, Buenos Aires, 1994,
12 Lalo Paincelra, · nodolfo WaJsh pJateru~ .
4 Ricardo Píélia, -Rodolfo Walsh y el luttar de
la verdad .. , Nuevo Texto Critico, op. cit. Entrevista a Patrícia Walsh", ,n Rodolfo
Walsh, a 30 años, Universidad Nocional de La
s Ricardo Pi~a, · una trama de relatos",
entrevista de Roberto Guareschi y Jorf[e
Plata, 2007.
Halperín, Clarín, Buenos Aires, 27-5-1984. 13 Rodolfo Walsh, "Jntroducción" a fo primera
edición de mario de 1957. Operación Ma acrr 1
•
6 David Viñas, ·Rodolfo Walsh, el ajedrez y Ja Planeta, Buenos Alres, 199Lt, El subrayado •'.,
euerra .., Nuevo Texto Crítico, op. cit. de Alejandro Horowic.z,
 ➔ Joui Vargas Sotomayor,
Ro Barragán y Marielo
Scofoti, a fi ches de la
acción colectiua "La
descamisado y l<1 genera la",
del proyecto "Micropolíticas
de la desobediencia sexual
en el arte argentino
contemporáneo", La Plata,
2012 (Gráfica poUtica/
Archiuos en uso)

INESPERADA RECONVERSIÓN HISTÓRICA DE UN MITO

EVITA, ÍCO NO GAY

¿Por qué Eua Perón se ha erigido en una estampita de adoración queer? El mito
de La "Abanderada de Los humildes" ha dado un giro e n claue de identidad
sexual. Se reiuindica su amistad y protección a Los homosexuales de su e oca Y
hoy es uenerada por La agrupació n Putos P r

os cuerpos, la música, el alcohol, y protección a los hom osex les con-

por NICOLÁS ARTUSI

Periodista.
L la transpiración, el amanecer, la
discoteca: en Tel Aviv, el templo pro-
fano de la cultura éay se rinde frente
a la estampita de una santa aréentina.
El boliche se llama "Evita", es uno de
los principales centros de diversión
homosexual en Israel [cerró a fines de
julio de 2 016] y un retrato éiéante de
Ella bendice la pista: si es cierto que la
cultura disco se convirtió en la herra-
mienta más efectiva en la lucha por la
liberación éay, la presencia simbólica
de María Eva Duarte de Perón abriéa
a una nueva clase de descamisados:
todos bailan sin remera.
A 9.000 kilómetros de ahí, en la pla-
tea del Teatro Marquis de Broadway,
cualquier espectador con inquietudes
de drama queen se identifica con el
martiroloéio fe menino: nuestra Elena
Roéer conmueve hasta el llanto con
la Pasión seéún Eva, en una versión
de la obra de Andrew Lloyd Webber
y Tim Rice donde no aparece como la
villana díscola propia del maniqueísmo
de una película de Disney: atisbos de
justicia y rastros de humanidad para
esa mujer consaérada como personaje
icónico del éénero éay por excelencia
(la comedia musical), desde su amistad
temporáneos, como su mod"sh Paco
Jamandreu o el cantao r M1éucl de
Malina, hasta la veneración de la aéru-
pación Putos Peronistas. Un folklore
justicialista pone en boca del diseña-
dor una frase qu e nunca se hab ría
dicho en voz alta: "En este país, ser
puto y ser pobre es lo mismo" (1). En
las seminales memorias de Jaman-
dreu se consaéra la admiración del
éay por la traéedia, la anéustia y la
pelea tortuosa entre culpa y deseo
que caracteriza a todas las e:randes
divas (2): "'¡En qué puteríos andarás
vos!', me decía cuando lleéaba tarde o
cuando me veía cansado a la mañana.
'¡Vos debés de ser una liebre!'. Yo no
me deschavaba mucho. Un día me
dijo, muy suelta de cuerpo: 'Te espero
a las ocho. Pero a las ocho. A ver si t e
encontrás con un chonéo en el camino
y lleéás pasado mañana"'.
Todo un cliché de las relaciones
entre una dama fálica y su confident e,
el vínculo de Evita con Jamand reu
cimentó el mito de ícono e:ay: "Ella
se rodeó de hombres homosexuales,
quizás cuando lleéó a Buenos Aires
en 19 3 5 como una adolescente de
ojos soñadores, pobre, iletrada e

124 l LA A..> DEL PEROlfü l-10

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ln it.m1 -., t'n t ~)' } ). m l, l1mbi ion
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s, l per onaj es un clásico en el

1 ep rtorio de los transformistas
argentinos, su liµsis trágica y
u tilo Chanel la convierten en
cliché sobrecargado.

1' Estampa de Euita

utilizada en la portada
de La razón de m1 vida ,
Peuser, 1951
l'll '"
P· ~· .
h ~ Afiche de la pelicula
Eu ita , de Alan Parker,
n 1996
,J . s
mo-
For
olor
i -
de
r
o

eándote
. o tuyo no es r s n-
nca por h her ido tan
po del debido ...

LLORAR POR ESA MUJER

i~os íntimos de Evita, el
az fue su é'ran
ás el creador
cabello tirante
multiplica por
, rsionado
p n Santa
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.,. togo de_t Euí.ta Bar d.e Tel Auíu, Israel "1 t,.,_ (, { , - ,

Des de su es treno ~orno ()medí9 dí:1'/t J.:,", ,,,,e W , I ' 1 ' ' '

musical Evita fue pro af.[oni:1.adíJ

por muj~res adoradas por lo c}J..y '
como Patti LuPone, Elaíne Par.f ' ayP
Dunaway o Madonna. - víta ~ on
vírtió en ícono éay mundial cua nd o
su historia fue tomada por Wehb€r
Y Rice en 1976 para I musí al Evíta
y terminó por cons aéran~ . cuan10
"ESCOLÁSTICA Madonna, cumpliendo un v1e¡o ~ueno,
PERONISTA" protaeonizó la película de A~an Pa~-
ker basada en aquella comed1a mu 1-
Los peluqueros cal. Como la película fue rodada en
con tegobi, Aréentina, muchos turistas quieren
corte al ras del cráneo
y delantal celeste
conocer los luéares oríéinales qu
hasta la cintura, vieron en el cine", precisó svaldo
son los últimos Bazán en su documentadísima H isto-
grandes ria de la homosexualidad
héroes peronistas. en la Argentina (8). Sí el
personaje de Evita es un
Arreglar
clásico en el repertorio
la bragueta
del vaquero de los transformis tas
con un pedazo de elástico areentinos (trajecito sas-
o una arandela tre, rodete oxiéenado y
para Las llaves, expresión beatífica pero qu e v;2:a -d .. - ')¿ ' r_ r_,;
es logística severa), su elipsis trá- e Ja le~ sJac r ... ~r · ,.,r
peronista. éica y su estilo Chanel mose:;, a .e r" ,
Los troskos
la convierten en cliché del esma r . . a í7 ·'= ... :o
y Los comunistas sobrecaréado: Gabriel del aparatrJ r e ~r _s . o".
son la resaca Miremont, curador del La cabeza isio.r:: ce FLH
teórica Museo Evita en Buenos era el brí!iante po~t:t : cis--- T

peronista. Aires, definió como "'la

1' E.scw1o de La tor Perlonér1er, q e :· :a
Barbie Evita'' la tendencia agrupación PutDs en La Tablada oa~ 0 e. se -
El cine Peronlstas de Córdoba
de Campanella
a exaéerar los oropeles dónímo de Rosa L xem-
es peronismo de sus joyas y el élamour b uré o": seéún Ba zá n,
cursi. de sus ropas después del éxito de la pasaban tantos cho'TTÉOS por esa cas2
comedia musical, teréiversando su que el propio éstor hablaba de la
Pedir verdadero papel histórico.
"con todo" 'Fundación Rosíta', ya que esfilaban
Para aléunos éays aréentinos, porahítantosmorochoscornopor ~
el chori
el élamour de ella y su vínculo con 'Fundación Evita"'.
es justicia peronista.
las causas sociales tienen la misma A pesar de la virulenta h omofo -
- C&rlos Godoy, 2001. Extract~ d!l importancia'', compara Luonéo. Hace bia peronista, varios díriéentes del
- libro de carlos Godoy, Escolast,ca unas semanas [septiembre de 2012], FLH vislumbraron que era posíble
=
-

_
,,.,-onista Uustrada, ilustrado por
Daniel Santoro, lnterzona. Buenos
Aires, 2013.
el consulado aréentino en Nueva
York inauéuró la muestra ~Evita:
(y hasta deseable) una unión entre
el justidalismo y el Frente. Por eso,
Passion and Action", donde se exhi-
aquellos éays politizados estuvieron
bieron los vestidos y las obras de
presentes en dos momentos funda-
arte inspiradas en el .. estilo Evita".
cionales del peronismo setentísta-
Unos meses antes, el diseñador
Roberto Piazza había presentado EJ 25 de Mayo de 1973 asistieron_ª
una colección espectacular, inspirada la asunción de Cámpora unidos baJO
un lema inspirado en Ía Marchita
 ("P ra que rein n n l pu blo I
/\1 11111 11 l ,tr., 11101 , nt , tl
amor y la ü[ualdad") y el 2 0 d junio /'IJIIJ / 1t 11t1II U 11 t

de se mismo año fueron a e perar 111111111,1,1/ 1 111/1111111, ,,

•lt• f/11111111 11 1 Oil 11 , JI¡ 1/
a Perón a Ezeiza, denunciando a "lo
inventores de la palabra 'pru d n ia"'
y levantando un cartel dond mayú -
culas y minúsculas se mezcla ban n
desarmónica convivencia: "MARJA
EVA DUARTE DE PERON. ¡Qu r - -
mos vivir y amar librement en un
país liberado!".¿ Una unión d seabl ?
Años después, Perlonéh r aclararía
las intenciones del colectivo homo -
sexual en un discurso famoso: ''No
queremos que nos persiéan, ni qu
nos prendan, ni que nos discrimin en
ni que nos maten, ni que nos curen:
ni qu e nos analicen, ni que nos expli-
quen, ni que nos toleren, ni que nos
comprendan: lo que queremos es
que nos deseen" (9).
En un salto que lleva la acción casi
cuarenta años más adelante, cuando
un éobierno justicialista promovió
la sanción de la Ley de Matrimo -
nio Iéualitario, la aérupación Putos
Peronistas celebra la crispasión de
la época (no hay error ortoéráfico: se
entiende como "pasión por Cristina")
y eliée como emblemas de venera-
ción a Evita, Perón, "el Bebe" Cooke,
Cámpora, Arturo Jauretche, Cacho
el Kadri, Jamandreu y Perlonéher,
entre otros (10). El érupo convoca a esta af!"rupación, Ayala señala c:omo
"tortas, travestís, trans y putos del fundamental eJ vín culo quP creó e on
pueblo", bendecidos por una foto de los travestís matan ceros de<,de que Sf'
mudó a un barrio de Gorn~álcz atán
En cuestiones de identidad ubicado a la vera de la ruta, dond ·
sexual, la lealtad peronista muchos de ellos trabajan . ún
separa la paja del trigo: "El gay recuerda, casi sin darse ue u
casa se fue convirtiendo n u fu - Nota
es gorila, el puto es peronista'~ éio p ara los frecu entes pro a
1 Ju<ln Cario', IJe-:,,,¡n7,o, p,•líc.ula /.va J1 r1 ro11,
con la Policía o con otros f[ru d Bueno', Airw,, 1996.
travestís". 2 Pac.o JamiJ11drf:u, La ca/H!Za rontru PI, u,,10
Néstor Kirchner junto a la bandera del Finalmente, todos unid tri un- Memoria , ·orreffídor, Buenor.. Aire',, J98L
arcoiris éay, y reunidos "detrás de la faremos: la éénesis del movimi nto z .Mi hael Luan 10, Evita: Gay J on Then &
Now, ay Clty -:w',, ut ,a YorJ,, 2012.
convicción de que el peronismo es el ocurrió cuando Ayala ob rv, la mar-
4 O, ar H,~rrnw VíllonJo, ta /Jra a ,,n la
único movimiento capaz de loérar el cha que acompañaba I r to d mano, Bru(!ur:ra, Bueno5 Aln.:", J98'3.
sueño de vivir y amar libremente en Perón. "'Por Paseo oJón vj a un tra- s 'J má!':1 í::loy .M;,r ínez, anta J:vlta, r•Jx
una patria liberada", seéún se afirma vestí siéuiendo el cortej Barral, au,:nor Aire'>, 1995,

en el documental Putos Peronistas,
producido con apoyo del INCAA (11).
Con el título "'Ni éays ni éorilas: putos
peronistas"', el diario rosarino Cruz del
General. Esa imaf[ n me p
simbólica, porque hístóri
peronismo siempre d.
man[Inales. Eso m d
0 arlo<; P,dní Han, n, r,ro r;1ma de TV
_u· •n of rWar 0'', Tltame 1, Tefr: vf,,i0n,
Lon rw), 1972..
y Andn LI d Wr•bber, IJon'
Ar r:n ina", l,JJndr ''}, 147f'>.

Sur reconstruye la historia de "uno a cabo la experiencia 13azán, Hf torta de la

lfdad en la Ara •ntlna. M;1r,,::i,
de los más s~ulares movimientos desde la dive rsida ,, Cuenor, Alrw,, 201 o.
políticos sur~dos al calor del kirch- réplica a Ja disc tec fon er, ,1 A':/. O ,fo la' Jo,.- '", f..l
Shay Rokach~du ño ~ Ru<:n Alri•'J, mayo d 1981,.
nerismo"' (12): "'Curiosamente, el fun -
Avív, · Evita es un ·,ta,, http://pu v,pr•('Jn, .a ,
dador de Putos Peronistas es hétero.
Se llama Pablo Ayala y es un joven comunidad éay",
<!lf< r, ronhtQ :
militante de la JP de La Matanza que Ayala, en cuestío to Jff!', 2012.

se presenta como ·un arqueóloéo del sexual, la I aJtad P //V U,f>t14 11

movimiento convertido en putóloéo paja del trieo: El ft

onista'. Para explicar el oriéen de es peronista" - ■

( ( (
, (
I, ' , 12
,I,

PROCEDENCIA DE LOS TEXTOS
Los trabajadores Y Perón, por Juan Carlos Torre, páé. 8, inédito.
Un uuelco histórico, por Roberto Baschetti, páé. 14, inédito.
Eua Perón, o La política, por Carolina Barry, páé.16, inédito.
Toda reuolución requiere de una Constitución, por Charo López Marsano
páé. 20, inédito. '
EL_dilema de_La indu~trialización, por Marcelo Rouéier y Martín Schorr,
paé. 21;., L? mdustrza en los cuatro peronismos, Capital intelectual,
Buenos Aires, 2012.
EL consumidor obrero, por Natalia Milanesio, páé. 28, inédito.
16 de junio de 1955. La gran matanza, por Ernesto Salas, páé. 32, ínédito.
~o~ f~ndamentos de La Tercera Posición, por Mario Rapoport, páé. 34,
medito.
El ~~:ado original, por MiéUel Bonasso, páé. 38, Le Monde diplomatique,
ed1c10n Cono Sur, Buenos Aires, septiembre de 2005.
La trampa militar, por María Estela Spinelli, páé. 42, inédito.
La orden era fusilar, por Ernesto Salas, páé. 46, inédito.
Las bases en pie de Lucna, por Victoria Basualdo, páé. 48, inédito.
Los sa_cerdotes católicos y el peronismo sin Perón, por María Elena Barral
y Lucia Santos Lepera, páé. 52, inédito.
Jugar a Los extremos, por Fabián Bosoer, páé. 58, inédito.
Ni yanquis ni marxistas ... , por Gabriel Rot, páé. 62, inédito.
El estallido de Los antagonismos, por Charo López Marsano, páé. 68.
JP: La gloria Yel duelo, por Marta Vassallo, páé. 70, Le Monde
diplomatique, edición Cono Sur, septiembre de 2005.
Montoneros y La guerra reuolucionaria, por Esteban Campos, páé. 74,
inédito.
La muerte por decreto, por Carolina Keve, páé. 80, inédito.
La Renouación, por Marcela Ferrari, páé, 84, inédito.
El menemismo: un estilo y una paradoja, por Paula Canelo, páé. 88,
inédito.
El kirchnerismo y su dimensión política y social, por J avier Trímboli, 92,
inédito.
EL club de la pelea, por Julio Burdman, páé. 98, Le Monde diplomatique,
edición Cono Sur, marzo de 2018.
La economia informal y el mouimiento obrero, por Paula Aba! Medina,
Le Monde diplomatique, edición Cono Sur y UNSAM, edición especial
"Anatomía del neoliberalismo", noviembre-diciembre de 2018.
EL escudo, La Marcha y el bombo, por Ezequiel Adamovsky, páé. 106,
inédito.
Los dramas de la nación oprimida, por Ornar Acha, páé. 110, inédito.
Políticas audiouisuales: una trayectoria de múltiples uinculaciones, por
Clara Krieé"er, páé. 114, inédito.
Fauio, Las masas y el líder, por Marta Vassallo, páé. 118, Le Monde
diplomatique, edición Cono Sur, abril de 2000.
Rodolfo Walsn: escuela para ciegos, por Alejandro Horowicz, páé. 120,
inédito.
Euita, ícono gay, por Nicolás Artusi, páé. 124, Le Monde diplomatique,
edición Cono Sur, enero de 2013.
El Atlas del peronismo: historia de una pasión aréentina / Pablo Stancanelli ... [et al.];
compilado por Pablo Stancanelli ; editado por Pablo Stancanelli. - la ed . - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires: Capital Intelectual, 2019.
128 p. ; 30 x 21 cm. - (Le Monde diplomatique)
ISBN 978-987-614-570-1
1. Historia Contemporánea. l. Stancanelli, Pablo Il. Stancanelli, Pablo, comp. III.
Stancanelli, Pablo, ed.
CDD982
◄
MAPAS, GRÁFICOS, INFOGRAFÍAS
- • • de los asalariados en el ingreso, páé. .9, La industria l'n ¡05
Part .1c1pac1on
cuatro peronismos, Capital intelectual, Buenos Aires, 2012.
- l pa·,, 9 elaboración Juan Martín Bustos en base a Orlando
Cargas socia es, ~- , _ . ( ) . .
J . Ferreres, Dos siglos de economza argentina 1810-2~04 . Historia
Argentina en cifras, Fundación Norte y Sur, Buenos Aires, 2005.
Agro e industria, páé.11, elaboración Juan Martín Bustos, en base a
Orlando J. Ferreres, op. cit.
Analfabetismo, páé. 12, elaboración Juan Martín Bustos, en base a
Orlando J . Ferreres, op. cit.
Población capital Federal y AGBA, páé, 12, elabo~ación J ua~ Martín
B stos en base a Norma Meichtry, "Emeréenoa y mutaciones del
_u tema' urbano" en Susana Torrado (compiladora), Población y
SIS ' d . .
Bienestar en Argentina del Primero al Segun o <;:entenarw. Una historia
social del siglo XX, Tomo Il, EDHASA, Buenos Aires, 2007.
La semana de octubre de 1945, páé. 15, archivo particular de Roberto Baschetti.
Legisladoras nacionales, páé. ~7, ~l Atlas de la revoluci?n de las mujeres,
Le Monde diplomatique-Cap1tal intelectual, Buenos Aires, 2018.
El uoto de la mujer en 1951, páé. 18, El Atlas de la revolución de las
mujeres, op. cit.
Producto Interno Bruto (1946-1955), páé. 24, La industria en los cuatro
peronismos, op. cit.
PIB industrial (1946-1955), páé, 25, La industria en los cuatro
peronismos, op. cit.
comercio exterior (1946-1955), páé. 26, La industria en los cuatro
peronismos, op. cit.
El boom de las heladeras eléctricas, páé. 29, Claudia Belini, La industrza
peronista, Edhasa, Buenos Aires, 2009.
Argentinazos, La insurrección del interior, páé. 49, elaboración propia.
Mensaje de los 18 obispos del Tercer Mundo, páé. 53, Dominéo Bresci,
Historia de un compromiso. A cincuen ta años del Movimiento de
Sacerdotes para el Tercer Mundo, GES, Buenos Aires, 2018 .
Compromiso de Navidad, páé. 54, elaboración María Elena Barral y Lucía
Santos Lepera, en base a Dominéo Bresci, Historia de un compromiso,
op. cit.
Las organizaciones de la derech.a peronista, páé. 65, elaboración Gabriel Rot.
La masacre de Ezeiza, páé. 69, elaboración propia en base a Horado
Verbitsky, Ezeiza, Planeta, Buenos Aires, 1998.
Elecciones a gobernador, páé. 85, Atlas electoral de Andy Tow.
Gasto público (1989-2015), páé. 94, elaboración Juan Martín Bust s
base a Subsecretaría de Proéramación Macroeconómica, Secretana de
Política Económica y Planificación del Desarrollo en base a Secretar'a de
Hacienda, Cuentas de Inversión y Presupuestos.
Tasa de desocupación (1989-2016), páé. 97, elaboración Juan Martín
Bustos en base a Ministerio de Hacienda con base en Encuesta
Permanente de Hoéares, INDEC.
Fuerza de trabajo urbana, páé. 101, elaboración Juan Martín Bustos en
base a Nicolás Sacco, "Estructura social de la Arl:!entina, 1976-2011"
Trabajo y sociedad, Nº 32, Santiaéo del Estero, ver ano de 2019; dat~s
censales, y Encuesta Permanente de Hoéares, lNDEC.
Aéradecemos a Matías Méndez por ceder las fotos de su abuelo
Pinélides Fusco publicadas en las páéinas 6 , 13 y 19 que han sido
extraídas de su libro Fusco, elfotográfo de Perón (Aéuilar, 2017); a Elisa
Medrano, por la ilustración de su padre Luis J. Medrana, publicada
en la páéina 28; a Daniel Santoro, por sus obras,
publicadas en páéinas 7, 40 y 79; a Nacho Iasparra
por la foto de su padre Mario publicada en páéina
76; a Prensa de la CTEP por las imáéenes de las
páéinas 100 y 103, y a la familia de Alfredo Bettanin
Y a Gabriel O. Turone de la Biblioteca de la Escuela
Sindical de la UATRE por permitirnos fotoérafiar
el cuadro "San Martín, Rosas y Perón", publicado
en la páéina 105. Aéradecemos también a Federico
Lorenz, por su colaboración y orientación.
Se terminó de imprimir en el mes de abril de 2019 en
FP Compañía Impresora,
Beruti 1560, Vicente López, Pcia. de Buenos Aires.
Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:
Vaccaro Hnos. Representantes Editoriales S.A
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C•prtol de No cldn
• Copita/ de Provine/o
• - - - _ - - - Limito lntemtJclonol
- - Llmilo/nlorprovlnclol
- - - LlmíttJ do lsl-.nlórlldt1Ngontms

-- --'--- · Limito del locho y wbJluo/o

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- _ _ _ Limito <HJ to lOM econ6miC41
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El lfmite oxterlof do la l)fataform, contine"tel argentina

dibujado en eslri mapa n el contenido en /a
pro,,enllcíon re.atizada por i. RepObUca Atgentmll ante
lo Comfillón de Ll!'Y'W1os d6 11!1 Pla1'1orme Continental el
21 do ob,1/ de 2009

,...... p t q • · ón ce ajUfta.a la cartografíel oficial establecida por el Poder Ejecutiuo Nacional

• . . . _... lflllllibdO &eogr'áfico Nacional por Ley 2:2963 y ha sido (lpToba.da con fe de erratas por
- - . . ~SOO--APH-DGA.ffG de techa 27 de marzo de 2019.