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CONTENCIOSO 1A
NOM - RIO CUARTO
Protocolo de Sentencias
Nº Resolución: 45
Año: 2023 Tomo: 2 Folio: 583-597
EXPEDIENTE SAC: 9400342 - MALDONADO, GRACIELA BEATRIZ C/ CAJA DE JUBILACIONES, PENSIONES Y RETIROS
En la ciudad de Río Cuarto, a los cuatro días del mes de abril de dos mil veintitrés, se reúnen
Circunscripción Judicial, por ante mí, Pro Secretaria autorizante, a efectos de dictar sentencia
1º) ¿Es procedente la demanda contencioso administrativa deducida por la Sra. Graciela
Beatriz Maldonado?
De conformidad al sorteo de ley practicado, se estableció que el orden de emisión de los votos
es el siguiente: los señores Vocales Mariana Andrea Pavón, Jorge José Aita Tagle y Sandra E.
Tibaldi de Bertea.
Con fecha 04/08/2020, comparece la Sra. Graciela Beatriz Maldonado e interpone demanda
Serie "D" N° 000099/2020 dictada en fecha 29 de abril de 2020 (en el marco del EXPTE. N°
fallecimiento y sus intereses desde que cada suma es debida y hasta su efectivo e íntegro
pago.
Explica que, con motivo del fallecimiento de su cónyuge, el Sr. Vicente Ramón Torres,
Nº 8024 (t.o. Decreto Nº 40/09). En dicha oportunidad, afirma que acompaña toda la
Relata que, luego en fecha 13 de febrero de 2017, la demandada resolvió denegar el beneficio
hasta la fecha del fallecimiento. Expresa que, atento ello, el día 28 de marzo de 2017
ser nula de nulidad absoluta. Conjuntamente ofreció nuevas pruebas a los efectos de acreditar
confirmado por esta Cámara en autos “Maldonado, Graciela Beatriz c/ Caja de Jubilaciones,
Ante ello, explica que solicitó la reapertura de la instancia administrativa del expediente N°
contra de la resolución señalando que adolecía de los vicios de falsa causa y objeto ilícito.
En primer lugar, resalta que no resulta cierto que el causante y la actora no convivieran, ni
mantuvieran una vida en común. Tampoco que el Sr. Torres no solventase los gastos de
manutención de la Sra. Maldonado. Señala que además surge de las pruebas aportadas en el
una supuesta declaración efectuada por la accionante unos días posteriores al fallecimiento de
su marido.
norma solo exige cohabitación entre los cónyuges en caso de concurrencia de varias mujeres
al solicitar la pensión. Si ello no sucediese, basta con acreditar el vínculo pues el art. 34 de la
ley 8024 afirma que quien tiene el derecho es “la viuda”. Argumenta que la exigencia
supuestos de separación de hecho o de divorcio. Sin perjuicio de ello, explica que la Caja de
la ayuda económica del cónyuge fallecido al supérstite y/o la existencia de causas que
aportada que la actora convivía con su marido a la fecha del deceso y que estuvo
mellizos y es soltera, por lo que debía ayudarla. Añade que el Sr. Torres padecía de
alcoholismo y depresión, lo que impedía que sus nietos sean cuidados en su hogar. Afirma
Enfatiza que no se encontraba separada de hecho de su marido, que la vivienda era el hogar
familiar y que se hacía cargo de todas las tareas domésticas, así como de la atención y
su hija que vivía en otro inmueble. Manifiesta que ello fue lo que motivó que estuviera mucho
Subraya que es desempleada y que el sostén económico de la familia era su marido durante
toda su vida común. Reitera que la separación es un hecho de tal magnitud que no puede ser
acreditado con meras entrevistas de vecinos que no conocen la realidad familiar. Destaca que,
a pesar de ello, no puede soslayarse que se han dictado numerosos fallos de Cámaras y del
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba que sostienen que las condiciones impuestas por la
ley solo operan para el caso de confluencia con otro conviviente. Cita jurisprudencia.
Afirma que la Caja de jubilaciones le solicitó que acreditase que, al tiempo del fallecimiento
servicios del inmueble a nombre del Sr. Torres, copia de su DNI que acreditaba que su
domicilio era el mismo que el de Torres (Juárez Ávila 877) y la constancia de denuncia por
Explica que la decisión fue debidamente impugnada a mérito de los graves, evidentes y
manifiestos vicios, señalando, en primer lugar, falsa causa, ilegalidad y arbitrariedad. Expresa
realidad acaecida ni con una adecuada ni correcta interpretación de la ley aplicable. Señala
ofrecida por su parte. Agrega que se encuentra acreditado en el expediente administrativo que
la locataria del inmueble sito en calle Chile 585 es su hija, Yamila Torres.
Afirma que, al tomar vista del expediente administrativo, la actora pudo constatar que lo
exactamente lo que había declarado. Manifiesta que lo que expresamente dijo fue que se
quería estar sola en su domicilio luego del fallecimiento de su marido. Añade que tampoco
dijo que no estaba conviviendo con su esposo al momento de su muerte, sino que, por
motivos serios y justificados (su cónyuge solía beber alcohol, era depresivo y violento), el
inmueble no era un ámbito apto para el crecimiento de sus nietos, por lo que su hija tuvo que
alquilar una casa, a la cual ambos (la actora y el Sr. Torres) iban diariamente y muchas veces
Explica que la accionante, su hija y sus nietos habitaban en el inmueble sito en calle Juárez
Ávila 877, pero que la convivencia se hizo insostenible por la adicción del Sr. Torres y por las
agresiones y violencia psicológica y física que impartía hacia la Sra. Maldonado, motivo por
el cual su hija y nietos alquilaron la vivienda de calle Chile 528. Allí iba la actora en forma
recurrente para ayudar a cuidar a sus nietos y muchas veces pernoctaba cuando su hogar no
era un lugar seguro. Denuncia que fue una mujer sometida a su marido y que dependía
económica de él. Expone que nunca trabajó y que siempre mantuvieron la voluntad -ambos
administrativo.
Reitera que no hubo intención de separarse ni divorciarse, que si hubiese sido el caso y el
marido le negase alimentos habría solicitado judicialmente su fijación, pero que no resultó
necesario porque su esposo nunca le negó nada. Expresa que la Administración se equivoca
al sostener que los cónyuges se encontraban separados de hecho ya que para que se configure
tal extremo y surta los efectos jurídicos debe existir separación de los cónyuges sin voluntad
de unirse. La mera circunstancia de que la actora pasara mucho tiempo en la casa de su hija
para resguardo de su salud física y psíquica y el cuidado de sus nietos no resulta suficiente
para que se configure la separación. Afirma que para ello se requiere una manifestación
explícita o tácita de ambos o de uno de los cónyuges que revele la intención de disolver la
relación afectiva y material que los une. El elemento objetivo de la separación que es la falta
Agrega que la ilegalidad del acto administrativo impugnado se configura por la omisión de
resolver el presente con perspectiva de género. Acusa que la Caja de Jubilaciones utiliza la
situación fáctica acaecida y sufrida por la parte en forma contraria al ejercicio de sus
vivida. Señala que la hace culpable de haber sido víctima de violencia de género y familiar,
hechos que fueron de exclusiva culpa de su marido, y que justificaron que buscase protección
en la vivienda de su hija. Destaca que no puede obviarse que de la declaración que la actora
hizo ante la Caja de Jubilaciones de Córdoba -que se consideró como única prueba justificante
del rechazo de la pensión solicitada-, surge claro que era víctima de violencia de su esposo, y
que ello se corrobora con la constancia de la denuncia por violencia que fue adjuntada en sede
administrativa.
Sostiene que, en función de lo dicho, se demuestra que tenía motivos suficientes para alejarse
un tiempo del hogar conyugal y que se vio obligada ya que no existían condiciones de
diferente configuraría una forma de revictimización contraria a los valores más esenciales del
mujer. Subraya que debe considerarse que no solo sufrió violencia física o verbal sino
también económica por cuanto nunca trabajó ya que dedicó toda su vida al cuidado de sus
hijas y su familia, por lo que estima que el presente caso requiere ser analizado con
perspectiva de género.
Justicia de la Nación se adhirieron a las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las
impugnada deberá ser declara nula por resultar contraria a la normativa citada. Cita extractos
realidad familia en contra de los derechos de esta parte constituyen claramente una violación a
las medidas de acción positiva en los términos del art. 75 inc. 23 Const. Nacional, en cuanto
pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución Nacional y por los
tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños,
las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad, e impone reconocer a la actora el
derecho invocado.
se registraría un cambio de domicilio a calle Juárez Ávila N° 877, que no resiste menor
análisis porque se encuentra fehacientemente acreditado -y que podría ser probado con
declaraciones testimoniales- que ese inmueble fue habitado por la actora y que, además, le
pertenece. Explica que resulta cierto que cuando contrajo matrimonio no hizo el cambio de
domicilio pero que ello no refuta un hecho incuestionable, que es que tanto ella como sus
hijas vivieron allí desde que se casó. Que ello también surge de la denuncia por violencia
arbitrariedad. Argumento que ello es así porque se le negó la posibilidad de producir la prueba
testimonial e instrumental para acreditar los extremos invocados. Destaca que no puede darse
debido contralor de parte, lo que hace presumir y dudar de la exactitud y veracidad de los
dichos vertidos en las mismas. Afirma que las probanzas ofrecidas tendían a acreditar el
internado y hasta el momento del fallecimiento. Asimismo, demostrar que no contaba con
dinero propio y que los gastos del hogar (alimentos, vestimentas, salud) eran solventados por
su marido. Indica que gozaba de obra social -cuyo domicilio denunciado es el de Juárez
Ávila 877- y era beneficiaria del seguro de vida del Sr. Torres. Estima que tales extremos
resultan suficiente para tener por cierta la existencia del vínculo afectivo y económico
invocado. Indica, además, que en el legajo que obra en la Municipalidad de Río Cuarto
Denuncia que se ha violado de manera patente el principio al debido proceso adjetivo previsto
oído, a ofrecer y producir prueba y al derecho a una decisión fundada. Señala que, de la
entrevista efectuada a Adriana Deambrosio (vecina), surge claramente que “el Sr. Torres vivía
Señor Torres. La Señora Graciela cuida los nietos gemelos en otra casa”. Expresa que los
otros vecinos pudieron haber confundido que vivía en la calle Chile, pues asiduamente iba a
dicho domicilio y muchas veces se veía obligada a quedarse a dormir por las razones antes
explicitadas. Sin embargo, ello no puede considerarse determinante para entender que se
si otra hubiera sido la intención de las partes, se hubieran separado judicialmente y ella habría
acudido a la justicia a los efectos de solicitar alimentos ya que no tenía ingresos de ningún
ningún tipo de ayuda económica por parte de su esposo, sin ningún elemento de juicio ni de
prueba que lo acredite, sino que supone que se encontraban separados sin relación personal ni
económica de ningún tipo, sin haber considerado la realidad familiar. Arguye que ello
también torna al acto en nulo de nulidad absoluta, toda vez que el acto carece de sustento
fáctico.
la actitud de negar el pago correspondiente deviene en irregular y arbitraria, por lo que deberá
En tercer lugar, denuncia que existe ausencia de causa por omitir fundar el acto en
invocada la actora. Manifiesta que la exigencia de convivencia establecida por la ley solo es
requerida en caso de haber concurrencia entre viudas, concubina, etc. Además, señala que la
Tribunal Superior de Justicia en casos similares al presente. Afirma que la Sala Contencioso-
(con juicio de divorcio en trámite) a obtener la pensión por parte de la Caja de Jubilaciones,
Pensiones y Retiros de Córdoba, ya que las condiciones impuestas por la ley sólo operan en el
caso de confluencia con la conviviente, agregando que el juicio de divorcio por presentación
actora del derecho a la pensión, por lo que la resolución administrativa impugnada padece de
Señala que no se aportó ningún elemento nuevo o distinto que refute lo sostenido por ella.
Luego, expone los vicios nuevamente indicando la existencia de falsa causa, violación del
debido proceso adjetivo, arbitrariedad y objeto ilícito. Al respecto reitera los argumentos
del Tribunal Superior de Justicia aplicable al caso, como así también otros de las Cámaras
Concluye solicitando que sea declarada la nulidad absoluta de las resoluciones impugnadas.
El día 01/09/2020 se ordenó correr vista al Fiscal (art. 11, Ley 7182), quién se expidió de
reglamentado por los Dctos. N° 41/09 y 42/09, este último reglamentario del Convenio N°
83/02 aprobado por Ley N° 9075) y el Decreto N° 873/2012 son aplicables al presente caso.
Señala que, ante la solicitud formulada por la actora, y luego de un proceso de verificación a
los fines de la constatación de los extremos fácticos previstos por la ley para la procedencia
del beneficio, el Ente Previsional concluyó, en base a las pruebas obrantes en las actuaciones
administrativas y conforme el encuadre legal referido, que la actora no reunía los requisitos
exigidos por la ley para acceder al mismo (art. 2, ap. I, inc. “a” del Dcto. N° 42/09
reglamentario del Convenio N° 83/02 aprobado por Ley N° 9075 y Decreto N° 873/2012).
El rechazo fue fundado en que la relación matrimonial invocada hasta el momento del
agregado un certificado emitido por ANSES –en el cual se informa que la Sra. Maldonado no
tiene beneficios otorgados por dicha entidad previsional-, pero que ese instrumento no prueba
Explica que la presunción de asistencia en vida del causante está relacionada a la convivencia
y comunidad de vida en común, más allá del vínculo legal entre las partes. Afirma que la
separación de hecho, pues la asistencia y el desamparo que la norma intenta suplir no puede
en un seguro de vida.
manifestada por la propia interesada en la testimonial que fue suscripta por ella y las
violencia, maltrato verbal, ella y sus hijas se mudaron al domicilio de calle Chile N° 528”.
Destaca que dicha expresión es corroborada por las declaraciones firmadas por los vecinos
(Sres. Teresa Gil, Luciana Cazzola y Mauro Oscar Mastrángelo), de las que consta que al
menos desde el año 2014 no convivían en el inmueble sito en calle Juárez de Ávila 877.
Señala que consta en el informe de Secretaría Electoral que la Sra. Maldonado cambia su
domicilio al denunciado como conyugal (calle Juárez Ávila N° 877) con posterioridad al
fallecimiento del causante -en el año 2018- y que el DNI es emitido con fecha posterior
Afirma que las resoluciones se basan en prueba de carácter objetivo y con valor suficiente; y
cuota alimentaria y el cambio de domicilio en el Registro Electoral. Estima que todo ello
permite concluir que la Sra. Maldonado estaba separada de hecho y que no gozaba de cuota
alimentaria. Manifiesta que la denuncia efectuada en el año 2009 en contra del causante -
motivada por violencia de género-, no constituye fundamento jurídico para otorgar la pensión
Sostiene que, en ningún caso, tendrá derecho a pensión el cónyuge separado de hecho que no
en concordancia con el art. 37 Decreto N° 41/09 reglamentario del art. 37 de la Ley N° 8024
t.o. según Decreto N° 40/09. Expresa que, como tampoco se logró acreditar la subsistencia de
000099/20 por medio de la cual rechazó el remedio recursivo impetrado y ratificó en todos
Destaca que la Sra. Maldonado, si bien prueba el vínculo de matrimonio mediante el acta
respectiva, no logra justificar la cohabitación con el Sr. Torres. Explica que la regla de
Nominación de la ciudad de Córdoba, Sent. N° 107 del 15/06/2016 en autos: “Soria Nilda c/
1399511. Agrega que el TSJ ha dicho que la pensión tiene naturaleza sustitutiva, lo que hace
que se vincule con la dependencia económica que tenía el solicitante con el causante. Subraya
que tiene una finalidad tuitiva y sustitutiva y que lo que se busca es que el beneficiario pueda
mantener la misma situación de la que gozaba en vida del causante. Afirma que la actora, tras
Insiste que, al darse una situación de separación, el cónyuge supérstite mantiene su derecho de
y que así es por el carácter sustitutivo de la prestación previsional (art. 22 del Decreto N°
Manifiesta que, entonces, su representada obró con ajuste a la ley y a la jurisprudencia local
imperante en la materia y, por lo tanto, corresponde rechazar la demanda con costas según lo
reconocido a partir de la fecha del pronunciamiento judicial por aplicación del art. 105 de la
Ley 6658, siguiendo el criterio adoptado por el Excmo. Tribunal Superior de Justicia en
Con fecha 13/04/2022 se decretó Autos para estudio, el que una vez firme dejo la causa en
(26/09/2022) en los términos que autoriza el art. 124 del CPCC, la causa se encuentra en
estado de resolver.
VI.) La solución.
La problemática traída a análisis a esta Cámara merece ser tratada, en primer lugar,
relativa al caso; en segundo término, exponiendo las razones por las cuales corresponde
Conviene comenzar advirtiendo que el conflicto suscitado coincide en muchos aspectos con el
que se produjo en el marco de la causa “MILOCH CLARA LUISA C/ CAJA DE JUB. PENS.
Y RET. DE CBA. – PLENA JURISDICCIÓN” (Expte. Nº 1729525) que fue citada por
ambas partes –aunque por distintas razones-. En dichos actuados, la actora solicitó el
beneficio de pensión en los términos del art. 53 inc. a) de la ley 24.241 –es decir, como viuda
del causante-, a pesar de que seis meses antes del deceso de su marido se habían separado de
hecho.
accionante. El iter lógico seguido en el decisorio fue el siguiente. La Ley 8024 disponía en su
art. 87 -art. 75 t.o. Dto. 40/09-, que la ley aplicable es aquella vigente a la fecha del
fallecimiento del causante, por lo que se explicó que había que estarse a la Ley 9075 que
Provincia de Córdoba, y que adhiere a las leyes 24.241 y 24.463 “con los alcances,
condiciones y límites establecidos en el convenio que se aprueba por la presente Ley” (art. 2).
A su vez, dicho Convenio, establece que -respecto de las pensiones por fallecimiento- sus
beneficiarios “serán los de la Ley 24.241, y sus modificatorias, sin excepciones” (Cláusula
Quinta, punto 1.f ). En consecuencia, señala que la Ley 24.241 enumera en forma meramente
enunciativa en su art. 53 los derechohabientes que tienen ese derecho, y entre ellos se
encuentra la viuda (inc. a). Pero luego, se destaca que en el párrafo final se la excluye del
beneficio “sóloen el caso de mediar conviviente y ‘de haber sido declarada/o culpable de la
actora.
Sin embargo, la Sala Contenciosa del TSJ abrió la vía casatoria y efectuó una interpretación
sanción de la Ley 9075 que adhirió a las Leyes 24.421, 24.463, sus complementarias,
modificatorias y reglamentarias o las que en el futuro las sustituyan o reemplacen, ‘…con los
ley’ (art. 2), no implicó la modificación legislativa que postula la Sentenciante para justificar
-con sólo la invocación de un cambio en las reglas del sistema previsional- la concesión del
En efecto, si bien a tenor de la reforma introducida, los beneficiarios del derecho a pensión
por la Cláusula Quinta Punto 1.f. del Convenio Número 83/02 aprobado por la Ley 9075, no
se modificaron los requisitos de acceso al beneficio, los cuales son determinados por la ley
separado de hecho acredite gozar de una prestación alimentaria a su favor (art. 38 inciso a)
de la Ley 8024).
dictadas con posterioridad a la sanción de la Ley 9075 (B.O. 30/12/2002): a) La Ley 8024
T.O. Decreto Número 40/09, de fecha veinte de enero de dos mil nueve (B.O. 23/01/2009), en
la que se mantuvo la exclusión del derecho a pensión del ‘…cónyuge divorciado o separado
de hecho que no gozare de prestación alimentaria para sí a cargo del causante en ninguno de
los casos’ (art. 37 inciso a); b) El Decreto Número 41/09 (B.O. 23/01/2009) reglamentario
(B.O. 23/01/09) que reglamentó los puntos 1.a) y 1.f) de la Cláusula Quinta del Convenio
Número 83/2002 y dispuso en su art. 2.I) (conforme las modificaciones introducidas por el
Decreto Nro. 873/2012, B.O. 11/09/2012) que: ‘En ningún caso tendrá derecho a pensión el
Consecuentemente, pese a que la nómina de los beneficiarios del derecho de pensión haya
sido ampliada, los requisitos exigidos para el otorgamiento del beneficio se mantienen
Tribunal local explica que “La conclusión propiciada se exhibe acorde con la finalidad
tuitiva y sustitutiva del derecho a pensión propia de toda tutela previsional, en función de la
cual resulta coherente y atinado postular que sólo puede ser titular de dicho beneficio, quien
gozaba de una prestación alimentaria por parte del causante” (el destacado me pertenece).
Ahora bien, en aquel caso, se hizo lugar a la demanda pues, de la valoración conjunta de las
artículo 38 inciso a) de la Ley 8024 –art. 37 t.o. Dto. 40/09-. La solución resulta ser la misma
En aquel proceso, el TSJ destacó las siguientes pruebas que consideró suficientes para
demostrar la prestación alimentaria: que la actora se encontraba afiliada a cargo del causante
en la obra social, que fuese designada como beneficiara del seguro de vida, la existencia de un
informe suscrito por escribano público en el que surgía que se le entregaba un sobre abierto
con dinero a la actora por un lapso de veinte meses y sin el cual “no llegaba a satisfacer sus
necesidades básicas”, un informe suscripto por una farmacéutica donde constaba el pago
encargado del supermercado donde el causante hacía las compras. Tales elementos, se
consideraron “suficientemente persuasivos para admitir que medió por parte del causante
En autos, tenemos que la Sra. Maldonado era afiliada adherente del instituto Municipal de
Previsión social por ser cónyuge del causante (cfr. pág. 15/16 de la digitalización del
expediente electrónico agregado en la operación del SAC del día 19/08/2020) y que fue
designada como beneficiara del seguro de vida del Sr. Torres (cfr. pág. 17 y 64).
También, puede apreciarse abundante prueba testimonial que demuestra que el marido de la
actora se constituía en su sostén económico. De ello dan cuenta todos los testigos citados. La
Sra. Bringas, vecina de la actora, expuso que tenía un almacén al que iba la pareja, destacando
que “Hacían las compras juntos o iban separados (ella a la mañana). Él sabía ir a la noche.
También iban las hijas. Era un negocio de barrio, iban a cada rato.” A la pregunta 8,
referente a quién abonaba la cuenta a fin de mes, dijo que “El Sr. Torres siempre abonó la
cuenta de fin de mes. A veces mandaba la plata con las chicas pero él pedía la cuenta.”;
asimismo, sobre quién solventaba los gastos de la vivienda en la que vivían, explicó “Él. Lo
cuenta a pagar de la despensa cuando tenía que pagar otras cosas. A veces me entregaba (en
La Sra. Fernández, sobre la pregunta 6 referente a si sabía si hacían las compras juntos y
dónde expuso que “En la casa de la Sra. Bringas. Nos juntábamos en la despensa con Torres.
El salía de su trabajo y yo también. Él le hacía las compras a Graciela.”. También que “Las
tareas de la casa (de calle Juárez Ávila) las hacía la Sra. Maldonado, que vivía con la hija.
Siempre fue así, hasta que falleció. La hija Yamila también la ayudaba y limpiaba la casa de
Torres”; que “Todo lo pagaba él. Ella no trabajó. Él hacía todo” y que la Sra. Maldonado
El Sr. Seismandi, quien manifiesta ser policía retirado y vecino de la pareja, dijo que “(…)
hacían las compras juntos. Él compraba todo. Compraba en el almacén de la vuelta (de la
alcanzaba (eso fue así toda la vida). Llevaba todo a la casa. Le pagó los estudios a las hijas”
; y la Sra. Verona, también vecina, expuso que “La Sra. Maldonado se encargaba de las
tareas domésticas, del hogar. Él trabaja en la municipalidad y pagaba todo. También los
estudios de sus hijas, la más grande estudió en Córdoba y se recibió de odontóloga y otra de
psicóloga.”
Todo lo expresado, sumado al hecho de que viviría con su hija soltera y con dos hijos en la
calle Chile al N° 585 -conforme fue expresado en diversas testimoniales – y, pese a ello,
forma separada, siendo este quien abonaba la cuenta, constituyen una serie de elementos de
era su marido.
Es cierto que ha existido una cierta inexactitud por parte de la actora, ya que primeramente
expresó ante el supervisor de la Caja de Jubilaciones que desde el año 2014 ya no convivía
realidad nunca se separó y que a veces pernoctaba en la casa de su hija porque el domicilio de
al alcohol que sufría el Sr. Torres y que lo llevaban a agresiones y violencia psicológica en
contra de ella (lo que es de vital importancia para la resolución del caso, como explicaré a
continuación). En definitiva, aun estimando que no existía convivencia entre los cónyuges, de
la valoración global de las probanzas surge claro que el fallecido contribuía con las
necesidades la actora, por lo que se encuentra cumplido el requisito exigido por el artículo 38
inciso a) de la Ley 8024 –art. 37 t.o. Dto. 40/09-, correspondiendo la admisión de la demanda.
pasarse por alto que el presente caso exige ser valorado desde una perspectiva de género. Esta
mirada no fue atendida por la Administración, que al dictar la Resolución Serie “D” N°
000139/2020 se limitó a considerar que “la resolución en crisis, de ningún modo constituye
en el Registro electoral, nos permite concluir que la Sra. Maldonado estaba separada de
hecho y no gozaba de cuota alimentaria. La denuncia en contra del causante efectuada por el
compareciente en el año 2009, que fuera motivada por violencia de género, no constituye
De la lectura del texto citado se evidencia una falta de interés por parte de la Caja de
Jubilaciones de efectuar un análisis que tenga en cuenta la violencia sufrida por la actora, pese
actora, se dejó claro que lo que había motivado el alejamiento del hogar conyugal fue la
violencia sufrida, ya que ella expresó que “convivió con el Señor Torres Vicente hasta el año
2014 por cuestiones de violencia, maltrato verbal, la señora y sus hijas se mudan al domicilio
de chile 528. Que el Señor Torres venía a este domicilio (cfr. pág. 22 de la digitalización del
expediente electrónico agregado en la operación del SAC del día 19/08/2020). Esa sola
expresión, obligaba al Estado a proveer a la prueba ofrecida por la parte a fin de corroborar la
realidad denunciada (lo contrario sucedió en la causa) y apreciar el pedido con perspectiva de
género.
fundamento jurídico para otorgar la pensión (pese a que, de todos modos, correspondía
mencionado anteriormente). Ello, en razón de que se pasó por el alto una serie de
lo obligan a proteger a la mujer y que ostentan jerarquía constitucional en los términos del art.
Hombre, la que enuncia en su art. I que todo ser humano tiene derecho “a la seguridad de su
persona” y en su art. II que “Todas las personas son iguales ante la ley y tienen los derechos
y deberes consagrados en esta declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo ni otra
inc. 2; 3 y 12), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (arts. 5, 6, 17, inc. 2; y
protección de la mujer. No obstante, destaco que en su art. 2, apartado b), los Estados Partes
se obligan a condenar “la discriminación contra la mujer en todas sus formas, convienen en
seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar
adecuadas, legislativas y de otro carácter, con las sanciones correspondientes, que prohíban
toda discriminación contra la mujer”; y el art. 5, inc. a), a tomar “todas las medidas
mujeres”.
las que se destaca la N° 35 relativa a la violencia ejercida por razón del género en contra la
mujer. En su punto III) titulado “Obligaciones de los Estados partes en relación con la
violencia por razón de género contra la mujer” puede leerse “Según los artículos 2 b), c), e),
f) y g) y 5 a), los Estados están obligados a adoptar legislación que prohíba todas las formas
de violencia por razón de género contra las mujeres y las niñas, a fin de armonizar la
contener disposiciones que tengan en cuenta las cuestiones de edad y género y una
protección jurídica efectiva que comprenda sanciones a los autores y reparaciones a las
víctimas y supervivientes. (…) Los Estados partes también deben eliminar las prácticas
constituyan violencia de género contra la mujer, o que toleren dicha violencia, y que
proporcionen un contexto para la falta de una respuesta o para una respuesta negligente.
negligencia por parte de las autoridades públicas responsables del registro, la prevención o
la investigación de esa violencia o que prestan servicios a las víctimas y supervivientes” (el
destacado me pertenece).
“Según los artículos 2 d) y f) y 5 a), todos los órganos judiciales tienen la obligación de
género contra la mujer y aplicar estrictamente todas las disposiciones penales que sancionan
esa violencia, garantizar que todos los procedimientos judiciales en causas relativas a
denuncias de violencia por razón de género contra la mujer sean imparciales, justos y no se
vean afectados por estereotipos de género o por una interpretación discriminatoria de las
mujer, de cuáles deberían ser las respuestas de las mujeres a esa violencia y del criterio de
pertenece).
Desde este lugar, y bajo la perspectiva que la Constitución y los acuerdos Internacionales
doméstica que mantenga su convivencia con el agresor a fin de evitar perder su derecho a una
eventual pensión futura, o ante la separación, que se asegure de conseguir una previsión
alimentaria por parte de su victimario, de modo tal que quede documentada, cuando se aprecia
de la mujer ante la violencia sufrida sea conforme a dichas acciones, siendo –en el caso
de la actora a acceder a la pensión porque debió irse del hogar antes del fallecimiento de su
marido por las constantes agresiones recibidas. Una apreciación contraria reforzaría las
consecuencias nocivas sufridas por causa de la violencia de género que el mismo Estado se
Esta posición ha sido compartida por jurisprudencia nacional y provincial (Cámara Federal de
Aunque he adelantado que el caso merece ser tratado con perspectiva de género, previo a
detallar las probanzas que considero que acreditan la situación vivida, conviene tener
presente que, respecto a la valoración de la prueba, se ha dicho que cuando se trata de juzgar
conductas cometidas en un ámbito de violencia doméstica “su estudio debe ser abordado con
especiales en las que se desarrolla. (cfr. TSJ, Sala Penal, “Agüero”, S. n.° 266, 15/10/2010;
“Sosa”, S. nº 28, 11/3/2014; “Díaz” S. n.° 158, 23/6/2016; “Flores”, S. n.° 103, 7/4/2017;
“Oviedo”, S. n.° 182, 26/5/2017; “Díaz González”, S. n.° 194; 1/6/2017; “Luna”, S. n.° 268,
23/6/2017; “Vilches”, S. n.° 315, 2/9/2017; “Leiva”, 437, 2/10/2017; “Aragallo”, S. n.°14,
14/5/2018; “Alfonso”, S. n.° 216, 22/6/2018; “Flores”, S. n.° 307, 3/8/2018; “Montaño
Martínez”, S. n.° 310, 3/8/2018; “Suárez”, S. n.° 388, 18/9/2018; “Romero”, S. n.° 412,
n.° 583, 26/11/2019; “Aguirre”, S. n.° 448, 30/10/2020; “Maldonado”, S. n.° 268,
En primer lugar, puede observarse del expediente “Torres, Vicente Ramón-Denuncia por
Violencia Familiar” remitido ad effectum videndi, que a fs. 13/16 obra informe efectuado por
la Lic. en Psicología Elba Noemí Ramos y la Asistente Social Mónica Cecila Tosto en el que
se consigna que el Sr. Torres “Viene de una familia en la que los problemas de violencia
familiar y el alcohol eran vividos como cotidianos (…) A través de la entrevista se visualiza
que el denunciado no tiene conciencia de que ha sido protagonista de hechos que constituyen
justifica desde la concepción de que el alcohol es el causante de todo problema. Presenta una
Creencia sexista.”
imagen de ‘sí misma’, lo que en oportunidades propicia ambientes en los cuales la sumisión
de que se generen cambios de las situaciones vividas. No tiene recursos económicos estables
pero sí cuenta con una red familiar presente (develado en la figura de su madre y hermano.)”
(sic).
A fs. 32, obra oficio remitido desde el Nuevo hospital San Antonio de Padua Servicio de
Salud Mental en el que se informa que el Sr. Torres fue asistido desde el 26/06/2009 hasta el
11/08/2009 “sin que se observe durante el periodo citado adhesión al tratamiento por parte
indicación ya ha sido realizada tanto al paciente como a sus familiares (hijas) y que estas
encuentra suspendido dado que la indicación terapéutica para este momento del tratamiento
en este paciente es la antes mencionada.” Tras dicho anoticiamiento, se dictó un decreto que
dispuso remitir copia de las partes pertinentes al Asesor Letrado a los fines de que analice la
conveniencia de disponer la internación del Sr. Torres, proveído que constituyó la última
En efecto, cabe destacar que, sin perjuicio de desconocer las razones por las cuales no se
consecuencia, siendo que el Estado no procedió con la internación del agresor que le fue
sugerida por el hospital y que –en efecto- ella debió alejarse de la vivienda conyugal para
cuidar su salud, resulta claramente cuestionable –más aún a la luz de los compromisos
asumidos en la CEDAW- que sea el propio Estado quien ahora rechace la pensión con
tramitación de la causa. El Sr. Seismandi dijo que “El Sr. tomaba mucho y era agresivo. Se
escuchaban los gritos de mi casa cuando él llegaba tomado. En esos episodios la Sra. se iba.
Cuando estaba ‘fresco’ era muy bueno. Él repartía cedulones de la Municipalidad (impuesto
del agua) y a veces lo encontraba alcoholizado. Al último era alcohólico, estaba muy
La Sra. Fernández, ante las preguntas 12 y 13 referentes a si conocía si el Sr. Torres tenía
problemas de alcoholismo y con qué frecuencia tomaba, expresó que “12) Sí. 13) Todos los
días. Firmaba en la Municipalidad y se iba al bar. Mi marido lo veía todos los días en el bar
de la Rivera.”
Lo mismo relata la Sra. Bringas que expone “Tenía problemas de alcoholemia (…) Ese
problema lo llevó a la muerte (…) Él estando bien era excelente persona pero cuando
tomaba se hacía difícil convivir con una persona alcohólica más cuando hay niños. Su hija
La Sra. González dijo que sabía que “había tenido graves problemas alcohólicos y que no era
adecuado esa vivienda de Juárez Ávila para los niños, por ello me alquilaron la casa. Era
Por último, la Sra. Verona expresó que “Siempre tomó. El último tiempo fue peor. Cuando
nacieron los mellizos Vivian todos en la casa. Y después ella (Yamila) se fue de la casa con
los niños, pienso que por el alcoholismo del padre. La familia tuvo que lidiar con Vicente. Lo
quisieron internar pero no quería. Ello los afectó mucho, Yamila era muy compañera de su
desde una perspectiva de género -y atendiendo a los acuerdos celebrados por nuestro Estado
continuidad de la convivencia con su marido como requisito para su otorgamiento, siendo que
ella era víctima de la violencia que él le ejercía. Cabe agregar, que tampoco se puede negar la
dependencia económica, cuando surge prístino que la accionante no percibía ningún beneficio
y de la prueba recabada se aprecia que su cónyuge la asistía afrontando sus gastos (obra
La parte demandada solicita la aplicación subsidiaria del art. 105 de la ley N° 6658,
requiriendo que el derecho sea reconocido a partir de la fecha del pronunciamiento judicial
este aspecto fue revocado por la CSJN mediante el dictado de la sentencia fechada el día
Nuestro máximo Tribunal Federal destacó, respectivamente, que “lo decidido tampoco se
ajusta al criterio de esa Corte que ha señalado en numerosas ocasiones que los actos que
constitutivo de aquel” y que “el superior tribunal provincial, haciendo una interpretación
expresamente regula el caso en cuanto dispone que los reajustes se abonarán desde la fecha
de solicitud (art. 43, ley citada [ley 8024 t.o decreto 40/2009]), favoreciendo así al organismo
En consecuencia, el TSJ dictó una nueva sentencia el día 08/02/2021 -con motivo del reenvío
fallecimiento del causante, siendo esa la solución que -en definitiva- se adopta para este caso
acto administrativo que otorgue la pensión reclamada por la Sra. Graciela Beatriz Maldonado
Los intereses deberán calcularse desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago, los
cuales se fijan en la Tasa Pasiva Promedio que elabora el BCRA conforme dispone el art. 119
de la Ley 8024, t.o. Decreto Nro. 40/09, sustituido por el art. 6 de la Ley 9884, B.O.
04/02/2011, pues los períodos reclamados y respecto de los cuales se admite su procedencia
son posteriores a la entrada en vigencia de la ley. Dicha decisión coincide con el criterio
adoptado por nuestro Máximo Tribunal al expresar: “Respecto del segundo período que se
inicia con la entrada en vigencia de la ley 9884, la aplicación del artículo 6°, para los
citado artículo 622 del Código Civil, a lo que se añade la naturaleza jurídica de los bienes
jurídicos tutelados, referidos a derechos disponibles por las partes, y a la falta de tempestivo
citado precepto local para las condenas dinerarias”(TSJ Córdoba, Sentencia N° 73,
8/9/2011, “Martínez, Graciela…” cit. por Sesin, Domingo J., La materia previsional en la
3/3/2021, “Centeno” – Expte. 6430252; Sent. N° 174, 15/12/2022 “Berti” – Expte. 1961489;
entre otras).
Los Sres. Vocales Jorge José Aita Tagle y Sandra E. Tibaldi de Bertea adhirieron al voto
I.) Hacer lugar a la demanda contencioso administrativa entablada por la Sra. Gabriela Beatriz
administrativo que otorgue la pensión reclamada por la Sra. Graciela Beatriz Maldonado
Ley 7182) de treinta (30) días hábiles administrativos dicte un nuevo acto administrativo que
III) Condenar a la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba para que en el plazo
administrativos reintegre a la parte actora los haberes previsionales retroactivos, con intereses
desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago -de conformidad a lo establecido en
el considerando respectivo-, debiendo la demandada, dentro de los sesenta (60) primeros días
hábiles administrativos, presentar la liquidación respectiva para su debido control por la parte
actora.
IV.) Imponer las costas por el orden causado (art. 70 de la Ley 8024) y diferir la regulación de
honorarios de los letrados intervinientes para cuando así lo soliciten (art. 26 CA contrario
Los Sres. Vocales Jorge José Aita Tagle y Sandra E. Tibaldi de Bertea adhirieron al voto
Por el resultado del Acuerdo que antecede y por unanimidad del Tribunal,
SE RESUELVE:
1º) Hacer lugar a la demanda contencioso administrativa entablada por la Sra. Gabriela
Ley 7182) de treinta (30) días hábiles administrativos dicte un nuevo acto administrativo que
3°) Condenar a la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba para que en el plazo
administrativos reintegre a la parte actora los haberes previsionales retroactivos, con intereses
desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago -de conformidad a lo establecido en
el considerando respectivo-, debiendo la demandada, dentro de los sesenta (60) primeros días
hábiles administrativos, presentar la liquidación respectiva para su debido control por la parte
actora.
4°) Imponer las costas por el orden causado y diferir la regulación de honorarios de los
Fecha: 2023.04.04
Fecha: 2023.04.04
Fecha: 2023.04.04
Fecha: 2023.04.04