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Selección de textos publicados en

“EL Trabajo” y “EL EsfuErzo”


(Punta Arenas y Puerto Natales, 1921-1925)

EDICIONES CULTURA Obrera


septiembre 2021
BIBLIOTECA
CULTURA OBRERA
PATAGONIA
Homenage al poeta
José Domingo Gómez Rojas

Selección de textos publicados en


“EL Trabajo” y “EL EsfuErzo”
(Punta Arenas y Puerto Natales, 1921-1925)

EDICIONES CULTURA Obrera


septiembre 2021
Homenage al poeta José Domingo Gómez Rojas.
Selección de textos publicados en “El Trabajo” y “El
Esfuerzo” (Punta Arenas y Puerto Natales, 1921-1925).

1a edición. Septiembre 2021 por EDICIONES CULTURA


OBRERA, Patagonia.
Indagación, transcripción, diseño y diagramación:
colectivo editor de EDICIONES CULTURA OBRERA.

Digitalización de “El Trabajo” y “El Esfuerzo” realizada y


compartida por la Biblioteca Nacional de Chile.
Disponible también en el sitio web de Biblioteca Cultura
Obrera Patagonia.

Ilustración de portada: grabación de Hermosilla Alvarez


publicada en Gómez Rojas. Realidad y símbolo de Andrés
Sabella Galvez (1937). Libro editado por la Federación de
Estudiantes de Chile.

Contacto: culturaobreramagallanes@gmail.com
Sitio web de Biblioteca Cultura Obrera Patagonia:
https://culturaobreramagal.wixsite.com/misitio-1
Facebook: Biblioteca Cultura Obrera Patagonia

Biblioteca Cultura Obrera Patagonia promueve el uso,


reproducción y difusión libre de este material.
INDICE

Introducción…………………………..…………………………………………………………………………………….…..p.6

Textos seleccionados:

1- Homenage al poeta mártir José Domingo Gómez Rojas en el primer aniversario de su


muerte, por R. Meza Fuentes. El Trabajo. Año X, n°61. Punta Arenas, 29 de septiembre de
1921………………………………………………………………………………………………………………..………………p.13

2- De la obra literaria del poeta José Domingo Gómez Rojas. El Trabajo. Año X, n°62. Punta
Arenas, 02 de octubre de 1921……………………………….……….……………………….…………………….p.19

3- Literatura del poeta mártir. El Trabajo. Año X, n°201. Punta Arenas, 30 de marzo de
1922………………………………………………………………………………………………………………………………..p.25

4- Rebeldías Líricas. El Trabajo. Año X, n°204. Punta Arenas, 02 de abril de 1922……….…..p.26

5- Treno (al mistro Astorquiza Livano), por José Domingo Gómez Rojas. El Trabajo. Año XI,
n°317. Punta Arenas, 08 de octubre de 1922……………………..…………………………………………....p.27

6- Canción de los vagabundos, por José Domingo Gómez Rojas. El Trabajo. Año XI, n°319.
Punta Arenas, 22 de octubre de 1922………………….…………..……………………………………………..p.29

7- Elegia, por José Domingo Gómez Rojas. El Trabajo. Año XI, n°353. Punta Arenas, 27 de
mayo de 1923………………………………………………………………………………………………………….….…..p.31

8- Oración, por José Domingo Gómez Rojas. El Trabajo. Año XI, n°359. Punta Arenas, 08 de
julio de 1923…………………….……………………………………………………………………………………………..p.32

9- J. Domingo Gómez Rojas, por FEBO. El Trabajo. Año XII, n°372. Punta Arenas, 07 de
octubre de 1923………………………………………………………………………………………………………………p.33

10. Amargo recuerdo del pasado. El Esfuerzo. Año I, n°50. Puerto Natales, 19 de julio de
1925……………………………………………………………………………………………………………………..…………p.34

ANEXO……………………………………………………………………………………………………………..………….p.35
Introducción:

Desde Biblioteca Cultura Obrera Patagonia nos proponemos dialogar de diversas maneras
con el pasado obrero regional, con su historia escrita o por escribir, en un presente de luchas
como las de ayer. Este es un espacio en formación que surge ante la necesidad de aportar en
la persistente construcción de puentes con nuestra historia y con la memoria, reivindicando
las prácticas culturales históricas de la clase trabajadora en la Patagonia y Tierra del Fuego.

Con este propósito nos hemos embarcado en el desafío de la presente publicación, que nace
con el asombro y la fascinación de encontrar los versos del poeta José Domingo Gómez Rojas
en prensas obreras de tan australes tierras. Se trata de una recopilación de diez textos
dedicados al poeta, como así también poemas del propio autor, publicados en las páginas de
“El Trabajo”, periódico perteneciente a la Federación Obrera de Magallanes, y “El Esfuerzo”
de la Federación Obrera Local de Puerto Natales, entre los años 1921-1925.

En esta introducción sólo compartiremos algunos apuntes sobre la figura y obra del poeta,
dejando a continuación las palabras y los sentimientos que sus propios compañeros de clase,
de ideas y de época, le dedicaron.

José Domingo Gómez Rojas (1896-1920) nació en la ciudad de Santiago de Chile en los últimos
años del siglo XIX, en el seno de una familia trabajadora. Tempranamente se vincula al
cristianismo, dejando sus primeras letras poéticas en la revista evangélica protestante El
cristiano. Con 16 años publica su primer y único libro de poemas editado en vida: Rebeldías
Líricas (1913), con marcada mención en sus versos a la vida y lucha obrera. Entre sus varias
dedicatorias escritas en este libro, en el poema “En el hospital” se dirige al escritor Manuel
Rojas, su amigo, compañero de ideas y de redacción en el periódico anarquista La Batalla de
Valparaiso. En palabras del propio Manuel Rojas, será José Domingo o “chumingo” como le
llamaban sus amigos, quien lo motivará a escribir sus primeros poemas, aunque luego se
consagrará como autor de cuentos y novelas de profunda sensibilidad social. En algunas de
estas novelas, Manuel Rojas invocará a su amigo ya fallecido a través de su seudónimo: Daniel.

Con el nombre de José Domingo Gómez Rojas o como Daniel Vásquez, sus poemas
aparecieron en destacadas antologías y revistas literarias de la época: Los Diez (Los Diez, N°1,
1916), Selva Lírica: estudio sobre los poetas chilenos (J. Molina Nuñez y J. Agustín Araya, 1917)
y La Hojita (1919) del Centro de alumnos del Instituto pedagógico, entre otras1. Fue también
autor de dos obras teatrales: La Gioconda (1918) y El vino triste en colaboración con Acevedo
Hernández. Entre sus obras confiscadas y desaparecidas, se encuentra la novela Mar a mar,
en tanto que Opera Omnia (1914) logra ser publicada por primera vez recién en 1997 a través
del libro “José Domingo Gómez Rojas. Vida y Obra” de Fabio Moraga Ovalle y Carlos Vega

1
La mayoría de los libros y revistas mencionadas, se encuentran disponibles de manera digital en el
sitio web de la Biblioteca Nacional de Chile: memoriachilena.gob.cl

6
Delgado, publicado en Punta Arenas por Editorial Atelí. Al momento de morir dejó tres libros
inconclusos de poesía: La sonrisa inmóvil, Las fuentes encantadas y Los jardines de la muerte.
Entre los archivos de la Federación de Estudiantes de Chile de la época, también figuraba una
comedia sentimental escrita en prosa y verso titulada ¿Ha muerto el amor?

Junto a su trabajo literario, José Domingo Gómez Rojas también se desempeñó como
estudiante de Pedagogía de Castellano y de Leyes en la Universidad de Chile, desde donde
participó activamente en la combativa Federación de Estudiantes de Chile de los años ‘20.
También fue parte de los primeros años de la sección chilena de la central obrera anarquista
I.W.W. (Trabajadores Industriales del Mundo), llegando a ser su secretario de actas, y de la
Asamblea Obrera de Alimentación Nacional. Algunas fuentes también señalan su pertenencia
a la Juventud Radical y participación en la FOCH. Mientras realizaba sus estudios, fue
trabajador municipal y también dio clases en la Escuela Nocturna Federico Hanssen. Como
parte de una generación que supo sintetizar la unión obrero-estudiantil en el calor de la lucha
callejera, solía ser orador y conferencista en actos, movilizaciones y actividades culturales
realizadas en dependencias universitarias, plazas, sindicatos y escuelas obreras.

Frente a una pujante organización obrero-estudiantil, una creciente movilización y acción


reivindicativa por parte de los sectores populares a lo largo del territorio y una inminente
derrota electoral para el sector gobernante encarnado en el presidente Juan Luis Sanfuentes,
el Estado despliega una vez más su fuerza represiva enarbolando las banderas del
nacionalismo. Bajo el pretexto de un supuesto conflicto bélico con Perú en torno a Tacna (que
nunca terminó de desencadenarse), el gobierno moviliza tropas a la frontera y crea un
escenario de efervescente patriotismo, del cual tanto el movimiento obrero como el
estudiantil se restan y critican públicamente. En este contexto, acusados de antipatriotas, el
21 de Julio de 1920 la sede de la Federación de Estudiantes de Chile es asaltada, saqueada,
destruida y quemada su biblioteca en manos de oficiales del ejército y algunos “veteranos del
79”. Solo seis días después, en Punta Arenas, los “patriotas” de la guardia blanca
pertenecientes a la Liga Patriótica junto con el Batallón Magallanes, harían lo propio con el
local de la Federación Obrera de Magallanes y la imprenta de “El Socialista”2.

En Santiago el Estado resuelve la persecución y encarcelamiento de anarquistas, socialistas,


obreros afiliados a la I.W.W y estudiantes vinculados a la Federación de Estudiantes de Chile,
quienes responden con un paro de 48 horas. En este marco, el 25 de julio es apresado José
Domingo Gómez Rojas. Su prisión fluctúa entre la penitenciaría y la cárcel de Santiago, entre
torturas y maltratos. En el encierro el poeta escribe… escribe poemas que luego serán
publicados. Producto de la tortura y las malas condiciones del encierro, su salud se deteriora

2 Como lectura ampliatoria sobre la llamada “Guerra de don Ladislao” y sus repercusiones en
Magallanes, recomendamos el texto de Alberto Harambour Ross (2000) La “guerra de don Ladislao”:
Una mirada desde el movimiento obrero en el territorio de Magallanes; disponible en la página web de
Biblioteca Cultura Obrera Patagonia: https://culturaobreramagal.wixsite.com/misitio-1

7
progresivamente y es finalmente trasladado a la Casa de Orates de Santiago. La tortura y su
deterioro continúa mientras la Federación de Estudiantes de Chile sigue luchando por su
libertad. Tras una meningitis tardíamente diagnosticada, en este encierro, el joven poeta
muere un 29 de septiembre a los 24 años de edad.
El 01 de octubre alrededor de cincuenta mil personas acuden a su funeral, velado en un
reconstruido local de la Federación de Estudiantes. Fue una verdadera movilización popular
acompañada por un paro general de las organizaciones obreras y la presencia de un amplio
arco de organizaciones estudiantiles, culturales y políticas.

Considerando estos antecedentes, no resulta extraño que el movimiento obrero patagónico


le haya dado lugar a su nombre y a sus versos en las páginas de “El Trabajo” y “El Esfuerzo”.
Se trataba de un compañero, de un hijo del pueblo, de un poeta de sus filas; y se trataba
también de un movimiento con un especial interés por la literatura y las expresiones artísticas
y culturales en general. Muestra de ello son las numerosas referencias al arte, el teatro, la
literatura y la música presente en sus actos y conmemoraciones como así también en sus
prensas3. Pero además, se trataba de un movimiento obrero profundamente conectado y
solidario con sus hermanos de clase, cualquiera fuera su latitud.

José Domingo Gómez Rojas continuó siendo invocado en tierras patagónicas a través de
investigaciones, libros y reseñas: “(...) enterrado vivo en la cárcel y en el manicomio por el juez
José Astorquiza, el joven vence la terquedad de los años con su nombre de poeta precursor y
fraternal”. Así lo recuerda el “poeta de la lluvia” Marino Muñoz Lagos, al hablar de Gómez
Rojas desde las páginas de “El Magallanes” en una reseña de 1997. Así lo demuestra también
el citado libro de Moraga Ovalle y Vega Delgado. Y aún hoy su nombre resuena cien años
después de su muerte.

Para la selección de los textos de esta publicación, hemos transcrito la totalidad de los
encontrados referidos al poeta, trabajando con los números digitales disponibles en el sitio
web de la Biblioteca Nacional y hoy también puestos a disposición en la página de Biblioteca
Cultura Obrera Patagonia: se trata de gran parte de los periódicos del año I al III (1924-1927)
en el caso de “El Esfuerzo”; y la mayoría de los números correspondientes del año I al V (1911-
1915) y del año VI al XII (1919-1923) en el caso de “El Trabajo”. Hemos intentado mantener
la ortografía original con la que fueron escritos y publicados. Como anexo, publicamos las
copias digitales de las páginas de las prensas trabajadas, incluyendo también la tarjeta que
circuló en el funeral de Gómez Rojas.

3
Sobre el especial interés por la literatura y el trabajo cultural desarrollado por la Federación Obrera
de Magallanes, hemos escrito algunos antecedentes en la introducción de nuestra publicación
Literatura Obrera. Selección de textos publicados en “El Trabajo”, órgano de la Federación Obrera de
Magallanes. Año I y II (Punta Arenas 1911-1913). Vol. 1 y 2. 1a edición por Ediciones Cultura Obrera,
Patagonia, enero de 2021. Disponible en la página web de Biblioteca Cultura Obrera Patagonia:
https://culturaobreramagal.wixsite.com/misitio-1

8
Como parte de nuestras reflexiones surgidas en el marco de este trabajo, como Biblioteca
Cultura Obrera Patagonia no queremos dejar de compartir nuestra posición crítica a la visión
y escritura patriarcal presente en el poema “Treno (al mistro Astorquiza y Livano)”,
entendiendo el fenómeno cultural del patriarcado y la violencia, también simbólica, hacia las
mujeres como un rasgo que aun perdura (también en la literatura) y que aspiramos superar
como parte de la construcción de un mundo nuevo sin opresores ni oprimidxs.

Para concluir esta introducción, queremos compartir el proemio que abre Rebeldías Líricas
(1913), invocando hoy, aquí y en esta hora, sus versos rebeldes donde le habla a la juventud
y al pueblo:

PROEMIO

I
SALUTACION

Oh tú! mi inspiradora, la juventud potente


que con robusto soplo ajitaste mi frente
y me hiciste sentir los líricos espasmos;
tú! juventud potente que crispaste mis nervios
recibe como ofrenda mis arranques soberbios,
mis versos, mis estrofas, mis cantos y entusiasmos

Juventud poderosa: mis diáfanos poemas


hablan de mis dolores, de mis ansias supremas,
de mis sinceridades de luchador y paria;
y al presentir la aurora yo siento que mis venas
refluyen agitadas.
El crujir de cadenas
subleva mi alma noble que es revolucionaria.

Oh Pueblo! tú que sufres los más rojos dolores,


tus ignaros insultos son para mí vigores,
tus líricos aplausos son para mí los gritos
que me dicen que cante al chocar de las liras
los ínclitos arranques y las sagradas iras
que reflejen tus grandes dolores infinitos.

II

Quiero cantar la vida, quiero estender mis alas


hácia el espacio azul y cual cóndor salvaje
quiero subir, subir...

9
quiero quemar mis alas en el sol de la aurora
y quiero que mis cantos sean las profesías
del bello porvenir.

Yo canto porque siento, yo canto porque lucho,


yo canto porque amo, yo canto porque vibro
y porque sé sufrír;
mi canto es para el fuerte, mi canto es optimista
y es para los que creen en la futura aurora
que habrá de redimir.

Por todos los que sufren, por todos los que gimen
mis cantos son protestas, y gestas formidables
y ayes de rebelión;
por todos los que esperan, por todos los que piensan,
por todos los que bregan, por todos los que creen
en la gran Redención.

Por los gestos heroicos de los seres anónimos,


por el cansancio enorme de modernos ilotas
yo lanzo mi canción;
por los esclavos rudos y por los explotados
y por la gran mentira y por la hipocresía:
la civilización.

Para los explotados de músculos broncíneos,


para la juventud, pléyade vigorosa
de los modernos días,
ipara ellos! mis graznidos de cóndor altanero
ipara ellos! mis canciones y lamentos que son
líricas rebeldías
sean para los jóvenes y para los obreros
estas arengas mías.

10
III
ORACION

Oh Dolor! tú que engendras las grandes creaciones


serás el rojo orígen de heroicas rebeliones.
Dolor! hiere mi pecho, dame tu cruel calvario,
pero haz que mis gemidos y dolorosos llantos
sean las rebeldías y los líricos cantos
que hagan de cada esclavo un revolucionario.
1912.

(José Domingo Gómez Rojas, Rebeldías Líricas, 1913)


¡Arriba lxs que luchan!
¡Libertad a todxs lxs presxs políticxs mapuche y de la revuelta!
Biblioteca Cultura Obrera Patagonia
Mayo 2021

Bibliografía consultada para esta introducción:

-Alburquerque Fuschini, G. (1999). Gómez Rojas, El Cristo de los Poetas. En Revista Derecho y
Humanidades, N°7, Santiago de Chile.
-Gómez Rojas. J.D. (1920). Rebeldías Líricas. Editorial Lux.
-Guerrera C., J. (comp.) (2012). Un Joven en La Batalla. Textos publicados en el periódico
anarquista La Batalla. 1912-1915. Santiago, LOM Ediciones.
-Harambour Ross, A. (2000). La “Guerra de don Ladislao”: una mirada desde el movimiento
obrero en el territorio de Magallanes. En: Revista de Humanidades, vol. 7, pp. 127-141.
-Muñoz Lagos, M. (1997). Vigencia del poeta Gómez Rojas. El Magallanes, Punta Arenas, 02
de noviembre de 1997. p.3.
-Ortíz, O. (2002). Crónica anarquista de la subversión olvidada. Ediciones Espíritu Libertario.
-Rojas, M. (1945). Recuerdos de José Domingo Gómez Rojas. Babel. Revista de Arte y Crítica.
Número dedicado a la generación chilena del año veinte. N°28, Santiago, Julio-Agosto de
1945. p.26-33.
-Sabella Galvez, A. (1937). Gomez Rojas. Realidad y símbolo. Libro editado por la Federación
de Estudiantes de Chile.
-Sabella Galvez, A. (1939). Popularización de Gómez Rojas. Ediciones de la Revista
Universitaria. Federación de Estudiantes de Chile, Santiago.

11
Textos seleccionados

12
El Trabajo. Año X, n°61. Punta Arenas, jueves 29 de septiembre de 1921. pág.1, 2 y 3.

Homenage al poeta mártir


José Domingo Gómez Rojas, en el primer aniversario de su
muerte

Efemérides de sangre y vergüenza

El 23 de Diciembre de 1920 es uno de los días de gloria de la historia de Chile;


es como si una ventana se abriera en la asfixia de una casa hermética. No se sabe
qué días nos esperan, pero con la salida de Sanfuentes de la Moneda cesan las
persecuciones y atropellos a las leyes y las personas; cesan los incruentos crímenes
sociales en que sucumben anónimamente nuestros compañeros; cesan los procesos
bufos que dictaba un miedo ridículo; cesa la confusión de la hacienda del Estado con
la del agricultor que era su jefe; cesa la violación sistematizada y legalizada de la
correspondencia de los hombres dignos; cesan los saqueos a mano armada bajo el
resplandor meridiano en las calles principales de la capital, a un paso del Palacio de
Gobierno; cesan las movilizaciones por el interés político de un bando y el interés
pecunario de bolsistas y comerciantes que podían especular o deshacerse de sus
productos invendibles; cesan las incitaciones desde la Moneda al saqueo de sus
centros de cultura; cesa la torpe y malvada parodia criolla de la astuta política
florentina.
Entre crímenes llegó Sanfuentes a la Moneda; entre crímenes se agitó su
presidencia; aureolado de crímenes baja de ella; el 21 de Julio de 1920, día del
saqueo de la Federación de Estudiantes, el 27 de Julio de 1920, día de las matanzas,
violaciones, empastelamientos de imprentas e incendios de los hogares obreros de
Magallanes, y el 29 de Setiembre de 1920, día de la muerte en la Casa de Orates de
Domingo Gómez Rojas, después de dos meses de cárcel injusta, son las tres últimas
fechas culminantes de la presidencia tenebrosa. ¡Qué ellas quemen las entrañas de
este mal hombre como tres eternas marcas de fuego! La sombra de Eyzaguirre, cuyo
cadáver le sirvió de escalón para llegar a la Moneda, lo siga hasta el día inevitable y
jubiloso de su muerte. Hay que odiar la carroña para amar las rosas.
El pueblo de Chile, embriagado por las promesas de un caudillo de quien todo
lo espera, despedirá a Sanfuentes con el calor que ya en otras ocasiones ha obligado
a S. E. saliente a convertirse en un tragi-cómico personaje blindado de bayonetas y
ametralladoras. El 23 de Diciembre, la enorme pasividad, momentáneamente
excitada, del pueblo de Chile, concedió la gracia de seguir viviendo a quien por
satisfacerse a sí mismo hundió a su país en el desprestigio y la ruina, pero que nuestra
voz, como un agua fuerte, grabe en ese hombre perverso la visión de la tarde en que

13
la multitud unánime y silenciosa paseó frente a la Moneda el cadáver asesinado de
Gómez Rojas, envuelto en un trapo rojo.
¡Que se le aparezcan como fantasmas las mujeres, las madres y los hijos
hundidos en la miseria y en la muerte por la prisión de sus padres, cuando, como un
avaro, cuente encerrado en su rincón hermético el montón de oro que arrancó a la
angustia del pueblo!

Los intelectuales y el terror blanco

Chile es el país en que los intelectuales viven más al margen del momento
social: viñateros y bolsistas infestan el Parlamento; los intelectuales, que no sienten
ni comprenden la vida del momento, se dedican a escribir sus obras en la tranquilidad
que les proporcione un sueldo del gobierno a cambio de un dolce far niente en una
oficina pública.
Domingo Gómez Rojas era un modesto empleado municipal; su estrecho
sueldo alimentaba a una madre viuda y a un hermano de doce años. Además de la
lucha que lo agobiaba, tenía tiempo para estudiar y ser, a la vez que un hombre actual,
el autor de los maravillosos poemas que algunos devotos recitan fervorosamente, y
que asombrarán con el sacudimiento de una revelación cuando aparezcan en
volumen.
¿Cómo se explica que cayera sobre él la saña brutal de la oligarquía?
Cuando don Juan Luis Sanfuentes quiso arrebatar el triunfo al presidente
electo, ciudadano Arturo Alessandri, inventó a raiz de la revolución boliviana, una
movilización al norte de 16 mil hombres, que han vuelto en su mayoría sifilíticos, y
que cuesta 70 millones al país. Para nadie es un misterio que el presidente de la
República atrasó la publicación de los primeros telegramas para especular en la
Bolsa, que era el proveedor de una de las casas comerciales que más negoció con la
movilización; nunca creyó el gobierno en la guerra porque inventó planes, según las
necesidades del momento político, desdeñando los de los técnicos del Estado Mayor
del Ejército. Entonces ocurrieron cosas inauditas: las listas negras de la sección de
seguridad empezaron a funcionar: si allí no estaban los nombres de los especuladores
de la Bolsa, figuraban en cambio los de Domingo Gómez Rojas, Juan Gandulfo,
Santiago Labarca, Armando Triviño, Luis Recabarren, aquellos que mas se
destacaban en las organizaciones obreras y estudiantiles. Por cualquier motivo, se
dictaron órdenes de prisión en contra de todos aquellos cuyos labios se abrieron o
pudieron abrirse para decir la verdad. A mediodía se saquéo la Federación de
Estudiantes, a cuadra y media del Palacio de Gobierno. Los estudiantes que se
encontraban en el local y lo defendieron, estuvieron dos meses y medio presos. Los
asaltantes fueron recibidos en audiencia por don Juan Luis Sanfuentes, quien, como
premio de su patriótica acción, les prometió conseguir la cancelación de la
personalidad jurídica de la Federación de Estudiantes. Y la consiguió. Justo es
recordar que fueron saqueadores los más “distinguidos” jóvenes chilenos; bastará
recordar al director del saqueo (que lo dirigió prestigiado por su uniforme) el teniente

14
del ejército Undurraga Fernández, ex secretario privado de S.E., ex encargado de una
misión diplomática de propaganda de Chile en la Argentina y últimamente nombrado,
en reconocimiento de sus méritos, secretario del ministro de Relaciones en los
festejos al emisario del gobierno que fusiló a Ferrer y condenó a Unamuno.
El terror blanco imperaba en Chile. Los asaltantes aparecían en grupos en las
revistas ilustradas para admiración de la posteridad. Los asaltados eran luego
perseguidos por los jóvenes blancos y la justicia.
Domingo Gómez Rojas cayó preso el 24 de Julio. Como Oscar Wilde, se rió de
los jueces. Cuando le preguntaron si era anarquista, dijo que no tenía la suficiente
disciplina moral para alcanzar un título que nunca merecería. Ante la indignación
ruidosa que provocó esta respuesta, insinuó al juez tranquilamente: —No haga teatro.
Su Señoría, no hay necesidad de hablar tan fuerte, estamos solos, no hay público que
nos escuche. Entre los anarquistas hay muchos más honorables que algunos
miembros de la magistratura chilena.
No pudo su carácter firme y erguido doblegarse en claudicaciones humillantes.
Era de esos hombres que, según Guerra Junqueiro, tienen espina dorsal de bronce.
Hombres malos e ignorantes lo juzgaron: lo llamaban socialista, maximalista,
sin distinguir la significación de cada doctrina. Los periodistas chilenos llenaban las
columnas de sus diarios, necesitados de venta, con grandes motes: El proceso
contra los elementos perniciosos. Ahora dicen: El proceso llamado de los
“subversivos.” Cuando el saqueo a la Federación decían: El castigo a la actitud
antipatriótica de la Federación de Estudiantes. Hoy dicen, refiriéndose a la
movilización: La comedia del Norte.
Cuando Gómez Rojas fué abofeteado por el ministro Astorquiza porque
mientras pasaba a su lado Su Señoría el poeta fumaba un cigarrillo; cuando, como
consecuencia de este “desacato”, el poeta era engrillado, incomunicado en un
calabozo de la Penitenciaría, donde era bien tratado, en la cárcel, donde se volvió
loco, los diarios presentaron a nuestro compañero como un vulgar insolente. Después
lloraron sobre su tumba, cavada por la justicia chilena con la complicidad de ellos, que
solo publicaron, a sabiendas, las mentiras que los jueces les suministraban. Entre los
repórteres jóvenes, mas de un amigo o compañero pudo tener Gómez Rojas; pero la
amistad se olvida para servir al amo. Todos mintieron. Algunos, más cómicos,
quisieron librar de responsabilidad a los autores del crimen. Gómez Rojas se volvió
loco en sus dos meses de prisión injusta, por la incomunicación, por las humillaciones,
por las privaciones, por la falta absoluta de humanidad con q´ se le trató. Los jueces
y carceleros le odiaban, porque era hombre y no se doblegó nunca ante ellos; porque
tenía talento y era culto y estaba lejos de la comprensión de su torpeza e ignorancia
a sueldo mensual. Por eso se ensañaron con él hasta matarle. Y, como una burla
trágica, después de su muerte han querido demostrar que le estimaron y le trataron
bien. El dice en una carta de 14 de Setiembre de 1920: “José Astorquiza es un hombre
sagazmente torpe para ser cruel. Yo para él no soy estudiante, no soy hombre, ¡no
soy ni siquiera un perro! Me trata en forma odiosa. Ascui, el alcaide de esta cárcel, es
un jesuíta, una ponzoña viva!... etc”. ¿A quién creer?

15
Ningún intelectual, aparte de los seudo intelectuales periodistas que siguieron
su costumbre de mentir, dijo nada. Es que tienen miedo de perder su situación, porque
en vez de orientadores quieren siempre estar de acuerdo con la opinión pública,
fomentando y agrandando sus errores. Un poeta que empezó con arrestos rebeldes
contribuyó a seguir esta orgía de alcohol y patriotera, que culminó en el terror blanco,
en una gira por todo el país en compañía de un tonadillero nacional, para comprar
con su producto un aeroplano al ejército.

Los poemas de la cárcel

Los poemas de la cárcel hablan de un dolor lleno de perdón y misericordia:

“Podrán con rudos hierros, con torpeza,


apartarme de tí, madre doliente,
mas no podrán borrar esta tristeza
de soñar, que reclina en tí mi frente”.

De otro poema:

“Y pienso que algún día, sobre la faz del mundo


una justicia nueva romperá viejas normas
y un futuro inefable, justiciero y profundo
imprimirá a la vida nuevas rutas y formas.
Desde esta cárcel sueño con el vasto futuro,
con el tierno sollozo que aun palpita en las cunas,
con las voces divinas que vibran en el puro
cielo bajo la luz de las vírgenes lunas.
Sueño con los efebos que vendrán en cien años
cantando himnos de gloria, resonantes al viento;
en las futuras madres cuyos vientres extraños
darán a luz infantes de puros pensamientos.
Sueño con las auroras, con cantos infantiles
con alborozos vírgenes, con bautismos lucientes:
que los astros coronan a las testas viriles,
y su claror de seda es un chorro en las fuentes”.

Una estrofa final:

“Todo es nostalgia, madre, y en esta cárcel fría


mi amor de humanidad prisionero, se expande
y piensa, y sueña y canta, por el cercano día
de la gran libertad sobre la tierra grande”.

16
Y esta estrofa arrancada de un fragmento que se repartió en los funerales
con los retratos del mártir y del victimario4.

“Por eso nada importa, madre, que tu buen hijo


los pobres hombres quieran herir. ¡Piedad por ellos!
¡Piedad, Piedad, Piedad! Mi amor ya les bendijo
que la luz de los astros les peine los cabellos!”.

Este poeta que tenía la obsesión de la locura y de la muerte, desde sus poemas
iniciales, encontró ambas en manos de “magistrados”, y “jueces y verdugos serviles”
como dice en el poema que contiene su mas ácida y vibrante protesta. En otro se
encara con su victimario y escribe.

“Sobre tu pobre esqueleto


y tu vida de fantasma
Dios plasma sombras y plasma
un misterioso secreto.
Sobre el horrendo pecado
de tu padre y tu laceria
vivirán en la miseria
los hijos que has engendrado.
Tú que eres juez en el mundo
y marcas normas severas
para la dañada fruta,
recogerás el fecundo
bien: tus hijas, rameras,
y tu mujer, prostituta!”

Grande en el odio y el perdón, vibranto en el reto y la plegaria, poeta por sobre


todo, Gómez Rojas tuvo antes de morir la visión nítida de la ardiente aurora rusa que
hoy está iluminando al mundo para purificarlo. “Porque la claridad viene de Oriente”.

La voz del poeta

Después de maldecir con palabra justiciera y áspera a quienes cometieron el


crímen, hagamos al poeta asesinado el homenaje de la serenidad, que cantó en sus
estrofas mejores. Desde la cárcel escribía:

“Yo soy el mismo, madre: tu dulzura


me dió la eternidad vital que vierte

4
Este folleto, repartido en los funerales de José Domingo Gómez Rojas, se encuentra digitalizado
por la Biblioteca Nacional de Chile y se ha introducido como anexo en esta edición (nota realizada
por el colectivo editor de Ediciones Cultura Obrera).

17
en mis ensueños lo divino. Pura
presentaré mi faz ante la muerte.
Siempre soy el infante que ha soñado
con la verdad, dormido entre tus brazos;
la verdad, que abre un cielo constelado
y el mas amplio de todos los regazos”.

¡Pobre Domingo Gomez Rojas! Era poeta y era hombre. Como poeta, su obra
tiene la eterna solidez del mármol; como hombre, siempre vivió en su tiempo,
palpitante, su cerebro con el ritmo actual. En junio de 1920, en la Convención en que
la Federación de Estudiantes definió sus principios, fue uno de los defensores de las
conclusiones más avanzadas que allí se aprobaron. Ante la risa ignorante de los
reaccionarios, más de una vez rugió: “Lenin ha dicho”. Y su palabra, cortante de
dialéctica henchida de convicción, vibrante en el entusiasmo generoso de su alma, se
imponía ante los que comenzaban impugnándolo.

Miserere

Gómez Rojas asume en la evolución de las ideas en Chile las proporciones de


un precursor. Es la primera víctima del canibalismo reaccionario que con su sacrificio
ha impresionado como una herida de mente ruda del proletariado.
Con la muerte de nuestro compañero, muchos ojos se abrieron y se hizo la luz
en muchas conciencias. Después de muerto, sus manos generosas siguen
sembrando el bien.
En la inmortalidad mármorea de su poesía lapidaria perdura el ritmo
estupendo:

“La juventud, amor, lo que se quiere,


ha de irse con nosotros, ¡miserere!
La belleza del mundo y lo que fuere
morirá en el mundo ¡miserere!
La tierra misma lentamente muere
con los astros lejanos, ¡miserere!
Y hasta quizás la muerte que nos hiere
también tendrá su muerte, ¡miserere!”

R. MEZA FUENTES.

18
El Trabajo. Año X, n°62. Punta Arenas, domingo 02 de octubre de 1921. pág. 1, 2 y 3.

De la obra literaria del poeta José Domingo Gómez Rojas

Dijimos en nuestra edición anterior que en este número daríamos a conocer a


nuestros lectores parte de la vasta obra literaria del poeta mártir José Domingo Gómez
Rojas, en conmemoración del primer aniversario de su muerte.
Empezamos por reproducir, tomado de “Juventud”:

Dos meses de odisea en la vida y en la muerte

“El 24 de Julio fué tomado preso. En la cárcel se le mantuvo incomunicado 10


días, de los cuales dos los pasó con grillos por no querer declarar que pertenecía a la
I.W.W. y que esta institución recibía dinero del Perú como habian dicho los jueces a
los diarios.
“El 5 de Agosto fué trasladado a la Penitenciaría. Allí se hizo estimar de la
dirección del establecimiento de la cual recibía toda clase de facilidades y atenciones,
con la consiguiente protesta del Ministro señor Astorquiza.
“El 26 de Agosto el secretario señor García Vidaurre hablaba con los presos
de su amor a la humanidad y para alabar su sensibilidad esquisita dijo que pertenecía
a la Sociedad Protectora de Animales. Gómez le objetó: –Señor, así como proteje a
los animales, ¿por qué no define a los hombres cuando son engrillados?
“El 29 de Agosto el Ministro señor Astorquiza, que fumaba un magnífico puro,
hizo una visita a la Penitenciaría acompañado de su secretario y del abogado de turno,
señor Erich Koch, que era a la vez abogado de Gómez Rojas. Este se fué a su vez a
conversar con su abogado. Al darse cuenta el Ministro de que Gómez Rojas fumaba,
aunque no puros, enfurecido le dió una palmada en la cara y ordenó incomunicarlo
48 horas y colocarle esposas otras tantas.
El 31 de Agosto fué trasladado a la cárcel porque presentó un escrito en que
protestaba de la arbitrariedad de la colocación de esposas y la incomunicación.
“En la penitenciaría, Gómez Rojas leía y escribía continuamente, recibía las
visitas de sus amigos y familia, nunca tuvo otras palabras que no fueran de gratitud
para la dirección. Lloraba, sí, continuamente por su madre, de quien era único sostén,
sobre todo cuando le dijeron que su tío, el regidor municipal del partido Radical, don
José D. Gajardo, al saber la prisión de Gómez Rojas y la causa que se le atribuía,
había obtenido su separación del empleo que constituía la entrada de la familia.
“El 20 de Septiembre fué trasladado de la Cárcel a la Casa de Orates, después
de tres largos días de tortura. El mismo día del traslado a la Casa de Orates, fué a la
Penitenciaría don Humberto Arancibia Oviedo y conversando con Juan Gandulfo y
Rigoberto Soto, dijo que venía de la Cárcel, donde el Alcaide, señor Ascui, le había

19
manifestado que Gómez Rojas era un degenerado que se estaba disimulando
enfermo.
“En la Casa de Orates el doctor Jiménez tuvo que oponerse terminantemente
que se custodiara a Gómez Rojas con guardianes, como se pretendió y como se hacía
con Pedro Gandulfo, enfermo en el Hospital del Salvador.
“El 29 de Septiembre, a las 10.10. A.M., Gómez Rojas murió en la Casa de
Orates. El día de la muerte el señor Ascui se encontró con Santiago Wilson en el
edificio de la Municipalidad, y cuando este compañero le preguntó por Gómez Rojas,
le contestó: –Puede ser que ahora pague sus bromitas volviéndose loco de veras; a
lo que Wilson contestó con ira e ironía: –Ahora se está haciendo el muerto. El señor
Ascui le contestó, con un gesto beatífico: –¡Pobrecito, recibiría los auxilios religiosos?
“El 29 de Septiembre en la mañana se puso en la pizarra del Club de
Estudiantes una inscripción en que se daba cuenta de la muerte de Gómez Rojas y
se anunciaba la traslación de los restos a ese local. El Ministro señor Astorquiza había
ordenado la autopsia siempre que la familia no deseara otra cosa, pero en vista de
informaciones recibidas sobre lo que decía la pizarra de la Federación, ordenó la
autopsia con o sin la voluntad de la familia.
“El cadáver pudo ser trasladado a la Federación hasta el día siguiente a
mediodía. El resultado de la autopsia fué: angina diftérica, congestión de todas las
vísceras, en especial del cerebro.
“Los funerales fueron el 1.o de Octubre. El cortejo partió de la Federación de
Estudiantes a las 2 P.M.”

20
De Domingo Gómez Rojas

Elegías

Cielo azul y sol de oro. Un vuelo de palomas,


y errante golondrinas y un tañer de campana;
y nostalgia del ángelus, de vésperos y aromas
y una visión de ensueño: la casita lejana.
Y mi madre en silencio, llorando mi tristeza
es en este crepúsculo una rosa de invierno
que mustian los ensueños de una clara belleza
y deshojan los vientos que vienen de lo eterno.
Tu dolor, madre mía, mi dolor no son nada.
Sobre esta tierra huraña, de quebranto en quebranto,
cerremos nuestros párpados, la pestaña mojada,
y alcemos nuestro ensueño sobre el valle del llanto.

II

Tú que has sido una santa tendrás paz inefable


y músicas de coros de bienaventurados
y yo habré de llegar al país inefable
de la leyenda de oro de reinos encantados.
Soñemos. Algún día sobre una tarde, juntos
sentiremos rumores, voces que están llamando;
la voz de muertos que soñamos difuntos
y que hace mucho tiempo nos están esperando.

III

Haya paz en tus ojos y perfume en tus manos.


Desde un hervor que espanta, éste, tu hijo maldito,
te ame por sobre el tiempo, por sobre los arcanos
y ha de seguir tus huellas por el mismo infinito.
Más allá de la muerte, de cielo o de avernos…
Más allá de los astros te seguirá mi paso;
alma, sombra o fantasma, o tendremos que vernos
o un mismo hondor de tierra será nuestro regazo.
Un hueco con cenizas. Todo mi amor lo espera.
Sueña con tu hijo, madre. Sueña tu alma que clama

21
que nuestra fé inmortal rompe toda huesera
y a la sutil ceniza la transformará en llamas.

IV

Sin tí, madre, la vida sería un don maldito;


una infame limosna de la carne sufriente;
pero tu amor, es rosa y es cristal inaudito,
es la divina música y es pensarosa fuente.
Hace ya muchos siglos que te vivo y te siento.
Mi tristeza es belleza de un extraño destino,
hacia tí me lleva este o es otro viento
hacia tu eternidad ese o aquel camino.
Como tú eres eterna, como tú eres divina,
como sobre tu frente caminaron los astros;
me creaste divino por gracia peregrina:
la eternidad, sumisa, seguirá nuestros rastros.

Por tí, la raza humana, madre, se transfigura


Ante mis pobres ojos, por tu amor se redime
la carne y la pasión. Por tu inmensa dulzura
nació en mi la piedad para el hombre que gime,
¡Dolor de ser tan triste y tener que ser bueno
porque siempre en mi frente siento que están tus manos;
¡dolor de ser dulzura para tanto veneno
y de tener el alma puesta en astros lejanos!
¡Dolor, madre, dolor, de escribir mi elegía
por darte en rosas pálidas un secreto tesoro!
¡Dolor, madre, del canto que profanará un día
un mendigo, un tirano y el becerro del oro!
¡Dolor, madre, dolor de tener que cantar
porque un nudo fatal se anuda a la garganta
dolor de no poder odiar, y amar, amar
a un pueblo vil que deja poner en sí la planta!
¡Dolor, madre, dolor de tener que vivir
y amar la vida cuando lo vulgar mancha el mundo;
y dolor de saber que se ha de revivir
sobre una tierra pura que mancha el rico inmundo!

Cárcel, setiembre de 1920.

22
Protestas de piedad5

En esta Cárcel donde los hombres me trajeron


en donde la injusticia de una ley nos encierra:
he pensado en las tumbas en donde se pudrieron
magistrados y jueces que hoy son polvo en la tierra.
Magistrados y jueces y verdugos serviles
que imitando, simiescos, la Justicia Suprema
castraron sus instintos y sus signos viriles
por jugar al axioma, a la norma, al dilema,
Quisieron sobre el polvo que pisaron, villanos,
ayudar al Demonio que sanciona a los muertos
por mandato divino y en vez de ser humanos
enredaron al urdímbre de todos los entuertos.
Creyeron ser la mano de Dios sobre la tierra
la ira santa, la hoguera y el látigo encendido,
hoy duermen olvidados bajo el sopor que aterra,
silencio, polvo, sombra, ¡olvido!, ¡olvido!, ¡olvido!

II

Y pienso que algún día sobre la faz del mundo


una justicia nueva romperá viejas normas
y un futuro inefable, justiciero y profundo
imprimirá a la vida nuevas rutas y formas.
Desde esta Cárcel sueño con el vasto futuro,
con el tierno sollozo que aún palpita en las cunas,
con las voces divinas que vibran el puro
cielo bajo la luz de las vírgenes lunas.
Sueño con los efebos que vendrán en cien años
cantando himnos de gloria resonantes al viento;
en las futuras madres cuyos vientres extraños
darán a luz infantes de puros pensamientos.
Sueño con las auroras, con cantos infantiles
con alborozos vírgenes, con bautismos lucientes:
que los astros coronan a las testas viriles
y su claror de seda es un chorro en las frentes.

5
Este poema también es publicado en El Trabajo en su n°321 del domingo 05 de noviembre de 1922,
con el nombre “Elegías de la cárcel” fechada el 26 de agosto de 1920 (nota realizada por el colectivo
editor de Ediciones Cultura Obrera).

23
III

Desde aquí sueño, Madre, con el sol bondadoso


que viste oro diáfano al mendigo harapiento,
con las vastas llanuras, con el cielo glorioso,
con las aves errantes, con las aguas y el viento.
La libertad del niño que juega sobre un prado,
del ave que las brisas riza con grácil vuelo;
del arroyo que canta, corriendo alborozado;
del astro pensativo bajo infinito cielo;
La libertad que canta con las aves y es trino,
con los niños, es juego; con la flor, es fragancia;
con el agua canción, con el viento divino
véspero, errante aroma de lejana distancia.
Todo es nostalgia, Madre, y en esta Cárcel fría
mi amor de humanidad, prisionero, se expande
y piensa y sueña y canta por el cercano día
de la gran libertad sobre la tierra grande.

Mucho trabajo literario del recordado poeta podríamos reproducir en nuestras


columnas, pero como es tan vasto su producto literario, ya tendremos el orgullo de
poco a poco ir dando a conocer la magistral producción literaria del querido poeta
mártir.

24
El Trabajo. Año X, n°201. Punta Arenas, jueves 30 de marzo de 1922. pág.3

Literatura del poeta mártir

Dentro de poco tiempo tendremos el agrado de deleitarnos leyendo las


vibrantes poesías hoy inéditas del poeta mártir José Domingo Gomez Rojas, que la
“Editorial Lux” de Santiago se ha propuesto dar a la publicidad recopilada en un libro
toda la producción literaria del querido poeta.
Los camaradas que forman el grupo “Lux”, nos dicen lo siguiente respecto a la
publicación de “Rebeldías Líricas” que es el título del libro que se dará a la circulación:
“La Editorial Lux” formada por un grupo de obreros no ha querido dejar por más
tiempo inéditas las vibrantes poesías del estudiante Gomez Rojas que asesinaron los
verdugos de la burguesía chilena por sus ideas emancipadoras.
“La edición está ya en prensa y contendrá las mejores poesías y llevará por
título el nombre del primero y único libro que publicara en vida, y que destacó Gómez
como un inspirado poeta y un altivo revolucionario.
“La edición ostentará una hermosa portada y un magnífico retrato debido a la
pluma del pintor Nicanor Vergara. Prologa la obra el poeta Roberto Meza Fuentes.
“En esta edición va una selección de las arengas de REBELDÍAS LÍRICAS su
único libro que publicara en el año 1912, una selección de los poemas que publicara
después, incluso un fragmento del POEMA HEREJE y casi todas las poesías que
escribiera en la cárcel.
“Como es sabido, la EDITORIAL LUX silenciosamente ha editado varios
folletos, y en esta última se esmerará por una buena presentación”.
No escapará pues, al criterio de nuestros compañeros, la importancia de
“Rebeldías Líricas”, por cuya causa cuando se lance a la circulación este libro
haremos un pedido al “Editorial Lux”, de lo que estamos seguros nuestros
compañeros han de adquirir un ejemplar6.

6
El libro de Rebeldías Líricas, editado por Editorial Lux, se encuentra digitalizado por la Biblioteca
Nacional de Chile y se puede ver y descargar en la página web de Biblioteca Cultura Obrera Patagonia
en la sección de “Literatura Obrera” (nota realizada por el colectivo editor de Ediciones Cultura Obrera).

25
El Trabajo. Año X, n°204. Punta Arenas, domingo 2 de abril de 1922. pág.3

“Rebeldías Líricas”7

Hoy tenemos el agrado de anunciar a nuestros camaradas como al público en


general que con el vapor correo “Orcoma” nos ha llegado para su venta, al precio de
sesenta centavos, el libro “Rebeldías Líricas”, del que fué autor el malogrado
compañero José Domingo Gómez Rojas, que a raíz del terror banco fué víctima de la
canalla burguesa.
“Rebeldías Líricas”, trae un conjunto de poesías, escritas en la cárcel por el
jóven estudiante, Gómez Rojas que por el estilo y sinceridad con que han sido escrito
llegan al alma.
Recomendamos pues, a los camaradas este folleto, como igualmente varios
otros como ser: “La libertad de opinar”, “La primera Internacional de Moscou”, “Entre
campesinos”, “El evangelio de la hora”, “Sindicalismo libertario” y la “Doctrina
Anarquista” que se encuentran en venta en esta Imprenta.

7
Ver nota al pie n°6.

26
El Trabajo. Año XI, n°317. Punta Arenas, domingo 8 de octubre de 1922. pág.3, sección
Literatura y Crítica.

Por DOMINGO GÓMEZ ROJAS.

Treno (al mistro Astorquiza y Livano)


–:–:–

Sobre tu pobre esqueleto


y tu vida de fantasma
Dios plasma sombras y plasma
un misterioso secreto.
Sobre el horrendo pecado
de tu podre y tu laceria
vivirán en la miseria
los hijos que haz engendrado.
Tú que eres juez en el mundo
y marcas normas severas
para la dañada fruta,
recogerás el fecundo
bien, tus hijas, rameras,
y tu mujer, prostituta.

Sacándote del olvido


en que por siempre has vivido
vengo a decirte al oído:
“Hombre justo, hombre fuerte,
no le temas a la suerte
que te prepara la muerte!”
Sopla vesperal caricia
sobre jardines dolientes
y están llorando las fuentes
de la suprema justicia.
Ha de llegar a tu lado
por divina providencia
para dictar tu sentencia
el más alto magistrado.

27
Ya su mano se levanta
formulando su dilema:
“Esta justicia suprema
nunca vibró en tu garganta.”
O bien: “Si tu mano pudo
detener la injusta ley
tú eres mi siervo o mi rey
o mi esclavo o verdugo.”
Y esas dos manos que oprimen
con un crímen otro crímen
sentirán que un Dios eterno,
desde los cielos nos llame,
y que ese Dios por ti clame:
“Ese juez, para el infierno!”

Cárcel, 11 de septiembre de 1920

–:–:–:–

28
El Trabajo. Año XI, n°319. Punta Arenas, domingo 22 de octubre de 1922. pág.3. Sección
Literatura y Crítica.

Por DOMINGO GÓMEZ ROJAS.

Canción de los vagabundos

EVOCACION

Yo los he visto caminar… . Un día


me fuí por los senderos –vagabundo–
pleno de juventud y fantasía
me fuí: Quijote a conquistar el mundo.

Y me fuí por los caminos, el sendero


me dijo la canción del pelegrino,
cruzado del dolor aventurero
que en el preludio errante del camino
evoca las leyendas de Ashavero.

Me fuí por los caminos polvorientos


que me dijieron la canción blasfema,
–canción de vagabundos y de hambrientos–
que alza la imprecación del anatema
en las sonoras pautas de los vientos.

Y escuché de los labios dolorosos


el remembrar de hazañas y aventuras,
me hablaron de injusticias, de imposturas.

¡Y supe del dolor y la miseria!


donde pulula anónimo el enjambre
–hijos tal vez la espantosa arteria–
me enseñaron con labios de blasfemos
que hay una apoteósis: la del hambre!

Y supe del dolor himnos supremos!


muchos eran canallas o bandidos,

29
anónimos vencidos de la suerte
que en el cáliz de todos los olvidos
bebieron el dolor, y ante la muerte,
–esa obsesión que engendra los asombros
con su visión fatídica y macabra,–
daban el gesto de encoger los hombros
en protesta sin ritmo ni palabra!

Pues nunca interrogaron los destinos


que es cada vida como la historia trunca
que epíloga el dolor de los caminos
en la canción que no termina nunca.

Cuán soñadores eran casi todos,


a todos los quise como hermano
y después de contarme sus éxodos
sentí orgullo de estrechar sus manos!
Unos me hablaron de la madre anciana,
otros me hablaron de la amada muerta,
uno me dijo la injusticia humana,
otro me dijo su visión lejana
en sus delirios por la gloria incierta.

Y después de contarme sus leyendas


prosiguieron errantes sus exodos,
y todos
perdiéronse cantando por las sendas……...

30
El Trabajo. Año XI, n°353. Punta Arenas, domingo 27 de mayo de 1923. pág.3

ELEGIA

Mis versos guardan mi alma antigua:


alma de ensueño, corazón de estrella;
en ellos tiembla la emoción lejana,
y los cielos desnudos en belleza.

Versos antiguos, músicas antiguas…


fué lirio azul mi corazón de niño…
en plena juventud desencantado,
siento morir la música conmigo.

Mi juventud es llanto sobre el mundo…


Sobre mi corazón tiemblan los cielos…
Hace tiempo estoy muerto, pues la muerte
duerme en mis ansias hace mucho tiempo.

No hay blanduras de almohadas en mi lecho


ni caricias de manos en mi frente.
Entre todos los hombres estoy solo…

DOMINGO GOMEZ ROJAS.

31
El Trabajo. Año XI, n°359. Punta Arenas, domingo 8 de julio de 1923. pág.38

ORACIÓN

Por todos los que van por los caminos


bajo la luz del sol o de la luna;
por todos los dolientes peregrinos
que van en pos de amor o de fortuna;
por todos los cruzados de la suerte;
por todos los errantes soñadores,
–Ashaveros de estirpe irredimida:–
por todos los que van hacia la muerte
por el largo sendero de la vida;
por lo que evoca mi canción sonora:
y por la interminable caravana:
¡sea ese canto anunciatriz de aurora!
¡sea este canto, exaltación humana!

J. Domingo Gómez Rojas

8
En esta página “El Trabajo” también publica el poema “Evocación”, ya reproducido en un número
anterior (nota realizada por el colectivo editor de Ediciones Cultura Obrera).

32
El Trabajo. Año XII, n°372. Punta Arenas, domingo 7 de octubre de 1923. pág.2

J. Domingo Gómez Rojas


Cumplieronse ayer tres años desde que bajara a las entrañas de la tierra, el
poeta y estudiante en leyes J. Domingo Gómez Rojas.
En la época del terror blanco que todos conocen, Gómez Rojas fué tomado
preso y conducido a la cárcel por suversivo. El muchacho bueno y amante del pueblo
para quien cantaba sus mejorados versos ácratas en los cuales resplandecía un alto
amor por la causa proletaria fué blanco de los hombres sin conciencia y fariseos de
la justicia de nuestra tierra. Las arbitrarias medidas tomadas en su contra hirieron lo
mas hondo de su espíritu hasta encarcelarlo y conducirlo a la tumba. Cayó preso el
24 de Julio de 1920 y trasladado despues a la penitenciaría hasta el 25 de Agosto
fecha en que ingresó nuevamente a la cárcel y sin motivo. Sabemos tambien que
durante su estadía en la cárcel escribió sus mejores poemas y candentes anatemas
en contra de sus carceleros, hombres sin corazón, mercaderes de la justicia que le
privaban su libertad solo enorme delito de pensar y exponer sus ideas, que todo
individuo jamás debe rehusar a complicar ese deber ineludible.

El 20 de Septiembre Gomez Rojas se habia vuelto loco, trasladado a la Casa


de Orates, murió el día 29 de Septiembre a las 11 de la mañana tras una larga y
dolorosa agonía. Los funerales se efectuaron el primero de Octubre acompañado de
una muchedumbre inmensa que exteriorizaba de este modo el deber que significaba
el desaparecimiento de un hombre, que era un hombre y un poeta. Ante el cadaver
de G.R. se profirieron palabras de eterna condenación para los que directa o
indirectamente fueron culpables de su muerte, los políticos, la prensa, la justicia. Los
mercaderes de votos, los mercaderes de la opinión pública, los mercaderes de la
justicia, todos ellos contribuyeron a que se consumiera en nuestro pais un crimen
indigno de pais civilizado y en el cual la libertad y a nombre de ella se inspiran nuestros
códigos como para un sarcasmo.

Palabras de imprecacion y de blasfemia asomarával en nuestros labios para


con los asesinos, pero qué hacerle? Somos debiles. Pero nuestra debilidad tendrá su
límite, alguna vez seremos lo suficientemente fuerte para vindicar a los que han caido
rindiendo su vida por el grandioso y sublime ideal de la fraternidad humana.

Solo gritémosle fuerte: asesinos que hicisteis, asesinasteis a un hombre y un


poeta¡

FEBO

33
El Esfuerzo. Año I, n°50. Puerto Natales, domingo 19 de julio de 1925. pág. 1.

Amargo recuerdo del pasado

¡El 21 de Julio del año 1921!... Día de reteñida y horrenda memoria,... ese día
triste, que la falange juvenil, de aspiraciones nobles y muy pulidas,–con la tolerancia
y el apoyo criminal, cual una fiera sanguinaria del poder ejecutivo, capitaneado en
aquel entonces por Juan Luis Sanfuentes, “se lanzó a la barbarie”, saqueó y destrozó
el hogar de nuestros camaradas estudiantes.
Los hechos de un degenerado, los hechos de un rufián, són los únicos que
tienen comparativo con esta indecible canallada, estas iniquidades han colmado el
mar de la villanía, de un régimen lleno de oprobios y de inhumanos crímenes
aristocráticos.
Esos son los hechos de los patriotas, patrioteros de una patria estrecha, como
el cascarón de una nuez. Pisotean lo más sagrado de ellos mismo, cortan el vuelo a
las inteligencias, derraman la sangre de sus hermanos… ¡Oh!... que ambición tan
miserable! ¡que sentimientos más mezquinos! solo piensan en la explotación, en
sostener privilegios inícuos para los mercenarios de enormes montones de oro
usurpado a la gran masa productora que sufre y llora miserias.
¡Qué tiranos! a estos no les importa un bleo la situación deprimente del
hermano, “ciudadano”, que trabaja y produce para toda la récua de holgazanes.
¡He ahí pueblo!... ¿eso es patriotismo? ¡No! Ya, el pueblo comienza a predicar
el verdadero patriotismo; ya el productor no es la bestia mansa que aparejaban con
solo hablarles palabras floridas, y luego chuparle hasta la última gota de sangre.
¡Ah tiranos! aunque procedan con acciones terribles y amargas como la hiel;
el nombre de Gómez Rojas, no muere jamás, ¡asesinos!
Esta fecha es un día de desprecio para la canalla dorada, para todos los
sicarios de aquel entonces.
Estos reptiles dañinos han creído cortar el vuelo a la idea reivindicadora a la
enseñanza libertaria, craso error. Con mas fuerza se rasga el opaco manto que cubre
la clara admósfera de la “Reivindicación Humana”.
Loor al gran mártir de la causa nuestro camarada. “Gómez Rojas”.

34
Anexo

1.- El Trabajo. Año X, n°61. Punta Arenas, jueves 29 de septiembre de 1921. pág.1, 2 y 3.

35
36
37
2.- El Trabajo. Año X, n°62. Punta Arenas, domingo 02 de octubre de 1921. pág. 1, 2 y
3.

38
39
40
3.- El Trabajo. Año X, n°201. Punta Arenas, jueves 30 de marzo de 1922. pág.3

41
4.- El Trabajo. Año X, n°204. Punta Arenas, domingo 2 de abril de 1922. pág.3

42
5.- El Trabajo. Año XI, n°317. Punta Arenas, domingo 8 de octubre de 1922. pág.3, sección
Literatura y Crítica.

43
6.- El Trabajo. Año XI, n°319. Punta Arenas, domingo 22 de octubre de 1922. pág.3.
Sección Literatura y Crítica

44
El Trabajo. Año XI, n°321. Punta Arenas, domingo 05 de noviembre de 1922. pág.3. Sección
Literatura y Crítica. (Este texto ya había sido publicado en El Trabajo con el nombre de
“Protestas de piedad” en su N°62 del domingo 02 de octubre de 1921.

45
7.- El Trabajo. Año XI, n°353. Punta Arenas, domingo 27 de mayo de 1923. pág.3

46
8.- El Trabajo. Año XI, n°359. Punta Arenas, domingo 8 de julio de 1923. pág.3.
Sección Literatura y Crítica.

47
9.- El Trabajo. Año XII, n°372. Punta Arenas, domingo 7 de octubre de 1923. pág.2

48
10.- El Esfuerzo. Año I, n°50. Puerto Natales, domingo 19 de julio de 1925. pág. 1.

49
Tarjeta que circuló en los funerales de José Domingo Gómez Rojas. Juventud / Federación
de Estudiantes de Chile. Santiago: La Federación, 1918-1951 (Santiago: Imprenta España), 3
volúmenes, año 2, número 10, (1920), páginas 51-52. Fuente: Biblioteca Nacional de Chile.

50
51
Otras Publicaciones de
Ediciones Cultura Obrera:

- La voz de mi conciencia, por Simón Radowitzky.


Carta publicada en “El Trabajo”, órgano de la Federación
Obrera de Magallanes (Punta Arenas, marzo-abril 1922).
1a edición. Marzo 2021 por EDICIONES CULTURA
OBRERA, Patagonia.

- Literatura Obrera. Selección de textos publicados en


“El Trabajo”, órgano de la Federación Obrera de
Magallanes. Año I y II (Punta Arenas 1911-1913). vol.
1 y vol. 2. 1a edición. Enero 2021 por EDICIONES CULTURA
OBRERA, Patagonia.

Todas dispoibles en la página web de


Biblioteca Cultura Obrera Patagonia:

https://culturaobreramagal.wixsite.com/misitio-1

EDICIONES CULTURA Obrera

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