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‘coNgdosa} osez0id [ap oPiu] 8 ode [ep OqUojul>elqoysa Lonpow vorngdeiopooIsg UOIDUOALN}UT 8 BTU | | BIZO[OoISg Uo UOLeZeINadsy ep opymMo;dig odnud ap eydesa3 e] ap saseg ‘(000Z) Of! 40d ZeIq Jeqes] oonnede.ay odni8 Jap sofotut soy uy Capitulo 1 7 En los inicios del grupo terapéutico Coincido con stavson, § 8 (1976 en que seccionar el confinsmems te- sapéutico en fas lamadas fases “inicisl, media y terminal” es un artic ficio que puede provocar confusién y'ervores. Sélo en los goupos viempo limitado y objetivos focalizades puede hablarse en forma congruente de fases discemibles, cuya presencia ohedece mas a ly pre. sin del terapeuta para alcanzar el objetive tenapéutico, que al desen- volvimiento espontineo de un proceso de comunicactin, interaccign dlescubrimiento y eleboracién de motivaciones inconscientes entre per sons con patologias, capacidades y metas terapéuticas distintas. eso grupal se desarolhit de sesiGn en sesién y sus avatuses depencien dle lt composicidn Autoexplorucién, D Conciencia de grupo (ma- nifescacidn de los supuestos bisicas restantes), g) Grupo de wabajo, Adbiérise ono el terapeuti a fa obscrvacion cle las "fises” por-k que alraviesa el proceso grupul, para iniciar un grupo o incluit en st muevos pacientes, es necesario fealizar ciertas actividades. Preparacion previa al ingr ‘so al grupo El proceso de sclecciéa y agrupabilidad culmina con Ja referencia del paciente al grupo que se considers adecuado para él. Sin embargo, al- ‘gunos terapeutas encuentran que, ent el caso de personas aislads, sen- sihies, esquizoides 0 resistentes a esta indicacién terapénvien, es ngce- sario establecer una alianza de abajo firme, antes de incluirlos en el ghipo, a fin de evitar tina experiencia dolorosa para ellos y para el gni- po. Ja necesicad de una prepameion previa, asi como el empo de a3 >al, ay de de ue o 1 xt EN 0s BC0s De GHP MesPEUTCO + 331 espera que puede existir entre la selecci6n y la reunién del néimero adecuado de miembros para constituir un nuevo grupo, implican fa necesidad de trabajar con los pacientes en sesiones individuales 0 €n grupos de espera (25, 38, 39, 46, 50, 56, 57 y 59). Algunos terapeutas todavia temea que el trabajo individual previo al ingreso al grupo interfiera con Ia formaciéa de tansferencias laterates y al grupo. Por el contrario, Ja exploraciOn de prejuicios, temores y ex- Pectativas imeales con respecto al gropo, dismiauye la ansiedad ante el ingreso. Lo facilita, ¢ inicia el desarolio de la “edueacign para el t bajo tcrapéutico”, sin Ja cual el grupo puede Funcionar, simplemente, como escenario para la autoafirmacién defensiva, el exhibicionismo 0 voyeurismo o erigirse en lugar, a veces sadomasoquista, de intercam= bio de consejos y “confrontaciones honestas” (5). . Divs, RR. (1993) resume los bulleyos de algunas eacuestas a wert peutas, cabiicadores independientes y pacientes, junto con los resulta dos de las pruebas psicolégicas de estes tltimos, comparando los re- sultados de quienes recibieron cierto tipo de preparaci6n previa a su ingreso a grupos terepéuticos, con sujetas no preparados. Conchuye que Ja asistencia y permanencia en el grupo terapéutico fue mayor en- tre los pacientes que recibieron preparacia. La ambigtiedad que ge- era el desconocimiento de Io gue se espera det paciente en las pr- meras sesiones alimenta sus distorsiones, temores interpersonales. y angustia, con lo que se interfiere el desuvollo grupal inicial y se in- crementan las deserciones premanuras, Sin embargo, si'la preparaci6n del nuevo pactente toma meses ¢ in- cuye lectura de protecolos de las reuniones del grupo, instructive escri- to de Jos principios de conducta que deben acatar los miembros y escu- cha de sesiones grabadas, tras lo cual el candidato elige ef grupo que considera adecuado para él, como sugiere Bach, G. X (1975), el ingreso se realiza en medio de transferencias preformadas al terapeuta, [os pares ¥ el grupo en sf; siuraciéin que puede complicar la labor terapéutica Durante el proceso de seleccién y agnupabilidad habitual, es nece- sario explorar Ia existencia de personas conociclas del paciente en el grupo que se considera acecuado pain incluirlo. La amistad w otro tipo de intimidad entre los futuros miembros del grupo inerementa la re- sistencia a mostrar fo que realmente se siente y piensa, con el temor a Jn waicin o pérdida del afecto de los amigos. La imposibilidad de con- servar el anoninaate en clinicas y comunidades pequetias leva a los pa- Gentes a ocultar informaciones esenciales sobre si mismos, para no perder prestigio ante sus vecinos. Esta desconfianza es un impedimen- to serio para el establecimiento de los grupos terapéuticos, que Slav- son (op. cit.) sugiere snipsanar mediante sesiones individuates proving al grupo 0 por medio de tempia conjuints 36 y 50) XE Congruente con mi eriterio de agrupsbilidadl, segtin el cua] formo: grupo, 0 inclayo en los que ya esta en marcha, a paciences que en- cuentren ficilmente con quicnes iWentificarse cn forma consciente, 0 que son st polo opuesio cuye ingrese juzgo conveniente paia el ger Po en sf, comuico aj candiktato lis caracteristicns de tos integmnves que considers fe serin ‘ites pure beneficiase de ka interacciéa con clos. Por ejemplo: “a X iambidn fa cid sv abuela; fue violada; es el Gnico var6n de ja familia. campoco encuentra su lugar en este mundo.” © “Y posee ei tipo de arrojo, despreccapacién y espontancidad que quisieras alcanzar.” Gussdn cl amcnimaio de los miembros del grape mencionande al canclida, primero séle ef nomlsre (sin apelidos) y ht ocupaci6n de sits futures companeros, Por ejemplo: “Juan es Arquitec- 0...” Si no resulta conocido, entonces explico las caraeteristicas que considero valioss puct el neces pacicnte y el grupo. Sigo kx misma con clucta ante el grupa, cuando le annacio ls probable llegada de un nue- vo companero. El respeto por mis pactentes me obliga a comunicarie al grupo a guign pretendo incluir ¥ por aug. No hacerlo expnne 4 situaciones ane Licrapetnicas, come hacer coincidir « fa esposa y fa amante de wa ine divideo; « alumno y maestro; [ele y subulierno; companeros de clase, gue no podrin descubriise totalmente \inos frente a otros. Explicar por qué S¢ considera dtil ef ingceso cle un Auevo miembro permite a més, que, el grupo corrifs ie posibilidad de distorsiones contatrans- fecenciales del cerepettia, que fo evan « evaluse, en forma equivoca- Ta tolerancis dle tos miembros a diversas situaciones. En una ocasise dude de incluir en us grupo a una paciente que pods intemompir el issiamtensn un ato después de iniciado, si ob- tena Ja beci al estranjoro qve habiy solieitada. Consideraba que su sometimieato at sus paces era una cxuel caricantma del de otros dos integantes. Mi dusla obedcets 2 que poco antes se habia des. pecliio del grupr, tras coho meses dle perenencia, ua miembro gue Se vi0 Obligado x volver 4 gv pais por rRzones labordles. El grupo esuvo de a aceplir a Ik “nueva” par considlerar que, el caso en cuesiiGn, come olms internupciones del tatamiene To previns, slo habia penurbaclo al grupo aivredesior de la despe- dlida, que ademés siempre demba alga bueno, Li “neva fue cece bide con Ia ambsivsieness que dexpiests siempre la penurbucidn det equilibrio grups!, No avo ave interrimpir ef cméamiente porgue no Ie concedienon to eee En oles ‘ocisiones, son los mismos miembros del grupo los que me anuncian su deseo de no incluir a alguien conocido, que han sabido ii buscands (ratasic Conmigo, Peticiin que siempre respeto, inde- ndientemente de caw explore tas eazones que ta motivan, Hacer lo ‘ormo, € en Ae, 0 L gre antes con es el ado." que nupo ya itece que cone nue v0.8 an Ise, car de- nse i Ex108 paciOs OR GHURO WRNEUTICO. + 933, contratio, ademas de constitulr una actituil avtoriteria que se paga caro, expone al nuevo miembro zl rechazo de todo el grupo, que 1é- gicamente se uniré con el compafiero contra la falta de sensibilidad y acbitrariedad del terapeuta. El enojo contra él puede desplazarse hacia al nuevo o provocac fa salida de quienes se opusieron a su ingreso. Los miembros de los grupos conducides por terapeutas demaggicos 0 inamoviblemente idealizados, se someten a su autoridad sin mayores protesias aparentes, pero presentan un alto indice de deserciones y mejorias superticiales. Los terapeutas que ejercen en ta prictica privada y dedican el tiem po suficiente para llevar a cabo una seleccion cuidadosa, establecen el contrato con ios pacientes antes de referirios al grupo. En la praxis ins- titucional es frecuente que Jos nuevos miembros sean enviados ai gni- Fo por terapeuias distintos a los encarpados de la terapia, por lo que es necesario, durante la primera sesion del paciente o del nuevo grupo, establecer los elementos del encusdre que se consideran necesarios para el tmbajo. Toclos Jos terapeutas estin de acuerdo en hacer saber a Jos pacientes cosas tan indiscutibles come tugas, dia, horario, confiden- La organizucién nereisita individual se sostiene con Ja de los clemés sin reconocer a profircidad ¢} propio’aistamiento, ni el temor a lo des- condcilo en {ns ottes. Los miembros intentis encontrar bases de iden- UhicaciGn y atracci6a munya, Poco a poo, se aiveven st ser atés since: 0s. Entonces notin las diftreacias que hay entve ellos, preguntiindose por qué se les ha reviaidda, cudl es ¢! plan. so los eva a Intentar sa- ber mas unos de otros, con Lo que surge material mas personal y au Kéntico. La enfermeditd se vive con culpa, por lo que tmtan de con vencense a si iismios y « fos dems, de que son los integrantes mas “normales" del grupo, Farcasar en s0 intento, porque los otros dlescu- ren ef subterivgio, “acts uno se convierte en verdugo de los demas”, hasta que se visualiz: a} tercers come portader de vakires diferentes de Jos propios, sin ane exo resutte terrible o :lisruptiva. Le comunica- cidn se desenvec*e entonees civ un clime nmisiose y los miembros se sienten a gusto cn ei miupo C9, 22, 24, 30.7 48) En las primenis Sesiones sx Fa Un Clim grep caracteristi- co, debido al comtacier visust he obtenci¢m de gratificaciones directas Gelogios ¢ intercambin de datus tibles emive ures) y Gl coatagio emo clonal, $e impune and convivwncia sin tos pasos previos necesarios, Se produces contesi nas y expresion de grins des esperanza I grupe para apoyar y responder eurdkicas. jos picien- esse ven ininersos en procesns, cenviteas 6 avciones que pueden ser Jes ajenos, sin dispone: de un dempo propio part hacertos suyos, elie borarlos © pensadios, Lt usinetris de la comunicacidn entce el temapeuta y los pacientes produce extrafezs, anslestar y fnasiraciéns pone en jue- go mecunisinos regiesivUs, Se iccurre a exablecer vincules emociona- les primatios y se interwifican las defensas G, 41 y 45). Alguags tratan cle preservar un rol de also states, una fad sutosuficiencia y no iden ayuikt divcetantente: Aunea reconocen lo que se les da, pero se * casi a runilarle # solas. Pueden com petit © buscar aliados enire bos Cems miembros en fenein de prote- gerse del terapeuta, Oreos son vfusives en su gratitud; pueden mor tuaise dependientes, clesamparaclos y renunciar a st propio interés en fon esfuerzo aparente por mo parecer egotsias, por apaciguar o hacer ala de fia | a 1 } i 1 43 si AicRenneae Ry mentenmanie toc ae as aan Eniosnscos oa caso TEAriTeS + 359 cosas por los otros. O bien se muestran desafiantes con los terapeutas ¢ incluso intentan separar © provacar desacuerdos 0 rivalidades entre Ja pareja coterapéutica. Es decir, despliegan los roles que han sidy fun- Gionales a waves de sv historia part evitar kt ansiedad y el temor ante lo desconocido (61). Un miembro pucde transformarse en Sgura parental de otro, rermitir ai grupo arcaico cn el que los roles se discriminan solo sobre la base dle prover gritificacia © frastracisn. Se crean vinculos alimentaclos por: a) Fantasias primitivas desencadenadas por el aspecto real y con- creto de las relaciones, b) simbolizacion de estas relaciones, a partir de ‘un “como si” y ¢) procesos generados por la comunicacion. La estruc- tura del grupo liga de tal modo los elementos de los roles de sus inte- grantes, que Ia modificacién ce uno de kos elementos produce cambios en los otros. Cuando los partcipantes se enfrentan entre sf, Intertando imponer sv demand en detrimento dé la de Jos ows, Is dindmica mo- vilizadora de los procesos inconscientes se bloguea. SOlo la iaterpreta- Gién grupal, oportuna y exacta, sobre la diversidad de las demandas di- suelve la abstracci6n G y 42). El individue siemte desconfianza, hostilidad y miedo frente al tera- peuta ya sus compaaeros. Teme que el terapeuta lo dae 0 revele ante el grupo lo “malo”, prohibido y peligroso cle su realidad psiquica. Eo- vuelto en conflictos de rivalidad y envidia con los companeras, recela el que los demas obtengan mas amor del terapeuta, lo que despierta sus impulsos descructivos y el deseo de posesion absoluta. Al mismo temps, la sensacién de sez el preferido fo hace temer la envidia de los demfs. En algunos casos los miembros se encuentran abrumados a si Ingreso al grupo por el peso de duelos no elaborados por hexzmanos muertos, modelos icealizacios por los padres, imposibles de imitar, o “seemplazar” (a veces incluso llevanclo su nombre), situaciGn que re viven en los compatieros (13, 22 y 23). Bi supuesto bisico de dependencis detiende contra estas emociones al transformas al terapeuta temido e inconscientemente odiado, en una figura idealizada que provee todas las necesidades del grupo, en quien s¢ dolega toda la responsabiliciad de Ja tarea. Al volear toda la atenci6n tn Ja figura det terapeuta, Jos individuos niegan sti pertenencia al gru- pO; no se coneccan interpersonalmente. Para mantener la fantasia de que todos reciben por igual del terapeuta se fanden en una entidad finiea: el grupo. Se picrden fos limites del yo ¥ la individualiclad de los miemixos para negar las diferencias, Este fendmend sucle wcom- pafause de angustin mas © menos intenst, Jat posiciGn de cepen- dencia es tina clefensa, al inicio del {atamienta, conte las angustits primitivas que aparecen en el seno del grupo. A waves de ella se niegs Keangustit parinoide que despierta )t situacion colectiva. EI terapeata 340+ tee Din PosTite ideatizado, por su posicién omnigotente, que lo coloca a demasiads distancia de los integrantes del grupo, queda a salvo cle la envidia (22 y 24. Los miembros se comunican inicialmente en su nivel manifiesto har bitual, sin percatarse de los significados emocionales latentes. Las inter- venciones del terapevta los inclucen a descuibrir esos significacios en sf mismos y en sus companeros. 1a movilizacin hacia i cambio caracte- roldgicn requiese que fa comunic: Tatente pel centtal, de mayor impontancia que ki comunicicidn de Al principio, el individuo analiza defensivamente a los demds, les a come preiexto pars exteriorizar las emociones ligadas a las ne- cesidades que empiezan a surgir en él y que el grupo le devuelve par que las reconozes como propias. Muchas veces [a exteriorizaciGn dle fantasias chi fa impsesion de espomancidacl creativa, pero correspon den en realidad, « la emergencka de defensis contrafébicas (3). Es frecuente que ei gripo que se inicia pase de una posicion de dew pendencia a una de lucha y fuga, 40 cual constituye un cieno progieso (erapéutico (el grupo reconoce su angustia y agresiOn). Sia embargo, esti lejos de adquitir vn verdadero insight, ya que proyecta el conflic~ 10 fuers de su seno. Ideslizacion y persecucisn coexisten en el grupo, pero mientras una de ellas es sostenida por el grupo en forma ostensi- Ble, [a otra se encuentra disociada en forma inconsciente (22). Es habitual que la expresion de hostilidad se contenga hasta que los pacientes experimenian una seguridad! minima. aparece primero en quienes estan menos conflictuados. Los sentimientes comespondientes a relaciones infantiles significativas s¢ transfieren hacia los companeros del grape y se manifiestan en forma verbal y preverbal. ta hostilidad que acompaia a estas transferencias laterales genera temor y culpa, que pueden bloguear Ja comunicacisa. A medida que se reconace el signi ficado de la hosulidad en funcién de Jas necesicades infantiles y que se examina la naturalaza de Tas distorsiones proyectivas, progresa el trata- miento. De manera que ol terapeuta puede esperar que él grape que yoluntaria, reciproca y espontaneamente !os sigaificados de sus comunicaciones e intericci6n. Junto con ias tendencias paranoides y destructivas fataques y desconfiana), se presentan las reparadoras (de apoye y ayuda) (22, 23, 52 y 55). Los miembros de los grupos que han superado las vieisitudes de la apertura desarrollan un cierto argullo y superioridad sobre quienes no pertenecen al grupo, al cual defienden; por cjemplo, si lo ataca un muc- Yo miembro. El sentimiento de pertenencia ¢s un soporte poderoso del autorespeto y la autoestima; para preservarlos, Tos pacientes ocuhian. so membresia si €sta provoce conflicto con fos valores de sus ottos ‘gmpos de pertenencia, lo que puede incluir a los cSmpuges ¥ amigos wi 33 Eu sosnacos oe, ceure TeetuiCO + 24) fotimos. $i el grapo s¢ constituye en una “camarilla selecta", la hostili- dad se dirige hacla el exognipo, a las personas influyentes del ambien- te social de los pacientes. Se tiende a evitar el ingreso de nuevos miem- bros y a excluir a quienes no encuentran atriyentes, lo que provoca tensi6n en el grupo (10, 30, 57 y 59). La emergencia de lideres y fa diferenciacién de funciones son fené- menos que se inician tan pronto como se retine el grupo. Dependien- do det grado de agresi6n de los individuos suze ua lider vebelde, uno. sumiso, o dos que encaman cada tendencia en forma simultinea. La conducta del lider inicial se halla determinada por su relacidn con el te rapeuta y con los demas miembros del grupo, ademas de los factores especificos de su personalidad, En su relacion con el terapeuta existe hostilidad.y desconfianza (y también el deseo de cooperar, de contra- rrestar la pasividad del resto de! grupo). Frente a éste prevalecen la ri- validad y necesicadl de diferenciaciSn. Con frecuencia el primer lider emergente se perfila en el momento en que el grupo pasa del supues- fo Disico de dependencia al de ataque y fuga porque el grupo no en- cuentra en el terapeuta solidaridad con sa espirity bélico y necesidad de accién vioteata. Cuanto mis se haya idealizado al terapeuta en ia posicion de dependencia, mayor seri la hostilidad y el resentimiento gue provoque cuando Ja frusteaciéa termina con la ideulizaciin. La de silusién eva al grupo a improvisar el caucillo que necesita. Paw ale gunos terapeutas como Grotjaho, M. (1977), los psiquistras j6venes son los miembros mis dispuestos para manifestar su intense hostililscd has Gia el tergpeuta, asesinndolo simbélicamente a través de sus imentos de suplantario (24 y 25). Jngreso de nuevos miembros Recibir nuevos pacientes sin avisar antes at grupo, ¢3 una actitud poco cuidadosa, autoritaria-- por tanto antiterapéutica, aunque puede ser inevitable cn situaciones institucionales. Repite la conducla de cientos padres que no anuncian él préximo nacimiento de vin nuevo hermma- no. Las respuestas que se despieran en el grupo ante tal conducta, mal pueden llamarse transferencia, aunque el terapeuta desvie, gracias « elfa, la rabia que despiera su condacta real y refuerce su imagen ide- alizada, porque permite atacar a los “males padres clel pasado.” La po: sibilidad de inchusién del nuevo miensbro se anuncia con tiempo sufi- ciente para que el grupo la elabore. Algunos cerapeuras invitan al grupo a discutir sus sentimientos al respecio. Yo encuenteo aris Ut €5- perar a que el grupo tome fa iniciativa. La preseatacién previa al in. greso del nuevo miembro que describ en piiginas anteviares despierts curiosidad, sist & conmiseraci6n, nunca sifencio, que de existir se tra baja come resisieaci. Los pacientes puedes mnifester fastidio por tener que poner al co- rriente sobie st: conflictiva il nue. Algunos cemen que esto los vuel- va a enfermva, Se vive = bos sovatos como amenuze pant el progreso del grupo, porque se tiene que dedicar tempo para incluir al princi piante quien, at fiaal de cwentas puede absndonar el grupo, como ak gunos de sus antecesores, a tos que se recverda con resentimiento por a heries narcisista implicits en no haber poxiide responder ai tiempo y afecto que se les contey in sub: lity soltarios, liberando: Bien o mal dise apo siempre reac > into fos Ios intugsuitys antiques narge, e pace probuble qin ef romten Hegad 2s rat anus’ eooscientes de uu slats en uprendieron a usta como siviensa craitra ha angustia que ingPieen Hellas cow nid, Pre setvende ka autoitsigen 7 autoestima, AstTED

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