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EspaciO EDITORIAL editora - distribuidora importadora - exportadora Simon Bolivar 547, 3° p. Of. | (C 1066 AAK) Ciudad Auténoma Buenos Aires Tel.: (O11) 4331-1945, spacioedit @ciudad.com.ar Correccién: El autor Disefio de Tapa: Grupo M comunicacién visual i6n y armado tipografico: Grupo M, comunicacién visual Coordinacién y Producci6n Editorial: Osvaldo Dubini La reproduccién total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica 0 modificada, escrita a maquina, por el sistema “multigrap por fotocopia, fotoduplicacién, etc., no autorizada por los reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamente solicitada. ° edicién Dpto de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Lujén en abril de 1999 con fines académicos. Impreso en la Argentina - Printed in Argentina. Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723 © 2001 Espacio Editorial ISBN 950-802-124-1 Capitulo} —_———WY_wJTCT_—_. 1.2.1. La “cuestion social” y ef Trabajo Social Es un hecho altamente recon profesional, vincular el surgimient una de las formas institucionaliza “cuestion social”. En este sentido, Consideramos que antes de introducirnos en el andlisis de las relaciones mutuas entre la cuestion social y la profesion, resulta imprescindible clarifi- car el concepto de “cuestién social” que utilizaremos. Los abordajes y explicaciones tedricas y socio-historicas sobre la cuestion social, presentan una gran diversidad de perspectivas que van desde la justificacion del status quo hasta el caracter revolucionario de la misma. Pero de hecho pode- mos afirmar que, durante la Primera mitad del siglo XIX, con el desarrollo de las fuerzas Productivas, los Procesos de in- dustrializacion y urbanizacion y cuando la burguesia luchaba Por alcanzar su hegemonia Politica y economica, aparece de ita la cuestion social tanto como amena- ocido dentro de} Colectivo lo del Trabajo Social como das de enfrentamiento a la ‘a Organizacion del movi- las condiciones laborales y sus (35) cf. Netto, 19920 13. (96) "De cualquier toma, en el curso de este won de Problema de la relacion capital-trabajo’, de ‘cuestion social’ o de dela aera S05 A Pear de la variacién de nomive y de concepto, la compra Minaron naa trabajo y su precio pagado principalmente por la industria deter- Siones, 1a Puestas muy diversas Por parte de los empresarios. En ciertas ee, meter, 2°Ci0naron a través de amenazas y actos represivos. En otras, ro Preconizaben jr aoa de ia vida y dias rsucnes on nates ee otros, ain, a produce 2 2!MonIa entre capital y trabajo, en el progresivo crecimient lUctividag industrial.” (Vieira, 1992. 19) Siglo XIX eclosion6 lo que se ha 77 initia ‘Antimodernidad y Trabajo Social ee desatio que cuestiona la capacidad de una soci tir como un todo, como un conjunto ligado por rae one interdependencia’. (Castel, 1996:2-3) monies de Esta definicion, si bien Posee un alt . 5 to grado de cién, nos permite realizar algunas retlexiones En prin a gar. comprender que la cuestisn social, si bien colon forma explicita en el siglo XIX, no se limita, en costes meno social unicamente al desarrollo pind del capitalismo; to 0 5 10 cu Permiiria hablar de una cuestion social feudal o de una cues, tion social colonial. En segundo término, al presentarse como una amenaza fundamental a la existencia de una sociedad como un todo organizado, como un orden social establecide » cuestionando la cohesién de la misma-, contrapone una or. ganizacién politico juridica que asegura los derechos a todes los ciudadanos con un sistema econémico que genera mise. tia y pobreza. Es decir, coloca el problema en tomo ala orga- nizacién social y, por lo tanto, hace referencia a la necesidad de estrategias para su superacién y para el mantenimiento de las relaciones de interdependencia en la misma. Como ya hemos expresado, el nivel de abstraccién y generalizacin que posee esta definicién sdio nos resulta de utilidad como camino indicativo para un primer planteo sobre el tema. Ya en el andlisis realizado por lanni (1996), particular zando la cuestién social en el Brasil, encontramos que para este autor la misma es la manifestacién de las desigualda- des, -econémicas, politicas y culturales-, asi como de los an- tagonismos, -de clase, raciales 0 regionales-, de significa- cién estructural, es decir ligado al desarrollo del capitalismo. En la base de las desigualdades y antagonismos que consti- tuyen la cuestién social, se encuentran procesos estructura- les del desarrollo capitalista, que como una gran fabrica junto al desarrollo econémico y del aparato estatal, fabrica las des- igualdades y antagonismos sociales”. a (87) La misma tébrica de progreso fabrica la cussion sock (lan, 1996:111) 78 oe ———————— “Do acer re Nt ee aspects acl, ens eis juan es ene. (ianni, 1996:92) {Asimismo el autor nos plantea que hist6ricamente la cues- tién social, al tomar un estado ptiblico y claramente externo, pas6 de ser considerada una cuestién de policia para una Euestion politica, sin que por ello Idgicamente se hayan aban- donado las técnicas represoras y de violencia, pero abriendo posibilidades para la protesta social y la negociacién, sugi- riendo ‘tanto la necesidad de reforma como la posibilidad de revoluci6n" (1996:88). Hist6ricamente, y de acuerdo a las par- ticulares coyunturas politicas, sociales, econémicas y cultu- rales, la cuestién social tuvo un cardcter predominantemente represor y violento, 0 asistencial y preventivo, y en muchos casos combinando estas diferentes técnicas* 0 produciendo tuna incorporacién selectiva de algunos derechos sociales que ampliaron la base de la participacién ciudadana. Pero el reconocimiento de la existencia de la cuestién so- ial no siempre implicé el reconocimiento que el propio desarro- llo del proceso productivo y de las diversidades sociales eran las causas reales de su existencia y, muy por el contrario, en muchos casos se “naturaliz6" la cuestién social, transformando- 'a en problemas de la asistencia social o en problemas de vio- lencia y caos social. Es decir, la justificacion de las desigualda- {es y los antagonismos, como problemas de indole individual, ‘como caracteristicas universales propias de la humanidad o como Gesviaciones patolégicas que requerian una determinada inter- ‘veneién. Si bien diferentes grupos hegemonicos reconocen la cxistencia de la cuestion social, niegan sus verdaderas causas e aparicién, justiicando por Io tanto el sistema y ubicando el Problema como un asunto de “ajuste y adaptacién’: me (98) "Muchas veces 2! asistencialismo, la previsién, las medidas de seguridad 4 jaresicn opera en conjumt. Lae mismos hlreses Comantes sconan loreniostécnicas soils, en cstntas stuacores 6 ao! marre ugars dlanni, 1996:100) Nas stuack . “ 79 re Antimodernidad y Trabajo Social —— “Cuando se criminaliza alot esto os del sociedad ci se deen, una vos mar seamen setae, Ast, ls desigualdadeesccaoe nase soc semiades como mantesiacones ioquivacas ie Segoe garencas’ horecis’ cuando no responce nee ts Que depenen de medias de aston, manag eet dad 0 represion” lan, 1086 101 2.un amplio segmento Por Ultimo queremos sehalar que al interior de la Profe- Sion, es cldsica la definicién que hace lamamoto sobre at ‘cues- tion social y, si bien la misma tiene el mérito de haber feos. porado al colectivo profesional esta discusién, encontrames Sue ta misma limita el andlisis a la organizacién y movilise, Gién del movimiento obrero y su participacién en los reclames Politicos ante la burguesia; desde nuestra perspectiva, y come Yenimos expresando, la cuestion social adquiere rasgos par. tculares y concretizacién en el desarrollo del capitalismo, y se funda en la relacion entre capital y trabajo, pero no por ello la agota y, siguiendo el andlisis de lanni, presenta rasgos culturales, politicos, regionales y raciales que también la cons- tituyen y son necesarios considerar. ae En sintesis podemos decir que la euestién social como manifestacion de las desiqualdades y antagonismos politicos, econémicos y culturales anclada en las contradicciones pro- las del desarrollo capitalista y poniendo en jaque el poder hegeménico de la burguesia, atentando contra el orden so Gial establecide generé multiples estrategias de! poder inst tuido para enfrentaria, callarta, naturalizarla, disminuirla ob corporarla. Es en este sentido que podemos atime que ot surgimiento del Trabajo Social, en cuanto profesi pce del orden capitalista, se constituyé en una de esas iveraas formas de enfrentar la cuestién social, tanto como un: tion de policia como una cuestién politica. gear ois cpr ap an fia apnea pein adele apie eddie NT Eberron rr eereetaorrs diced cri ct acre cee or Safa Seema a sir ata oe th i nr Me err le 80 Capitulo! A partir de esta perspectiva, las relaciones entre la cues- tidn social y el proceso de profesionalizacién del Trabajo So- cial se presentan sumamente complejas, y de ninguna mane- ra pueden ser caracterizadas como unilineales. Con lo cual queremos sefialar que las consecuencias de la cuestién so- cial acompafiaron, -y acompafian-, el recorrido de la burgue- sla, y que fue en el interjuego de fuerzas presentes y ante una manifestaci6n creciente de los procesos de pauperizacién Que el Trabajo Social se constituyé como una alternativa de intervencién ante fa misma, frente a las crecientes ame. fazas due representaban el movimiento obrero organiza doy los sectores azotados por los procesos de pobreca, Orgar estuerzos de la Iglesia Evangélica n ¥ de la clase dominante. (.., Apoyades sncipe leaistacién de las mas brutalce que se ‘ene — Jos modelos visualizaban la asistencia como una for. Pas le abe eree2 ¥ fatificar la sujecién y la sum). res Grandes estratogiag, ia no evan eSenciaimanto on he fe !a intimidacién, ta repress unicién.Martineli, 1995:83-64 PM rebreaién yin Antimoderni ‘dernidad y Trabajo Social micos y sociales". (1986:12-13) En este mismo senti . si bien tos omprendimicntos de insttuctonanessioe ne jesi6n tuvieron un claro enraiz i © apr” tucién confluyeron tanto la urguesia, ae creueeant nante promovia y alentaba estas formas de asistencia, al igual que un Estado, -si bien en ese momento no centralmente pre- ocupado por estas manifestaciones- que participaba indirec- tamente, justificando y permitiendo esta intervencién, dado que la misma tenia como objetivo central la consolidacion y expansion del modo de produccién capitalista. De este modo, Sposati nos plantea que el Trabajo Social surge como una forma historica de regulacién social, anterior al modelo de politicas sociales publicas, al Welfare State ya keynesianismo. Esta forma historica de regulacion social se constituye en una forma alternativa y paralela tanto a la inter- coro airecta del Estado como a [os intereses de [os ae, jadores. Su fuerte contenido humanista recuse as contade ones propias del modo de produccion Cs noe és Lae eet tiene | sar referencia & y fe dg vida.” (Sposa 1992.1") 82 EEE a Capitulo! causalidades personales e individuales. Su ne como “referencia al ser humano/persona ser socialsjetocolectvo"(Sposal, 1992.8) fuerte componente ideolégi vador produce un desplazamento la ontaaiart onset trabajo hacia la dualidad riqueza-pobreza, area privleg est intervencisn del Trabajo Social. La poblacion objetivo ce ce tervencidn del rabajador social fueron (2,0 son todavia?) loc ce bres, detndos conceptualmente como “seres Thmares’ po poi camente por Ser portadres de una carencia (hambre, fata etc. info poco iinteresados en cons derechos a una vide humana y preocupados sob on dar os inmediatas e individuales a esa situacién de varencia “Secon, piso Tab Sec pin conan non ene puts eee cuyo significado para sus, pro. lagi es corals prosuese Ge soi mara ‘scontadicén inherent aa reacsn capt abel poncecy 2 ga do a Got deo sctes derearasy roe eg . sali, 1992:9-10) “ Por i nai os fe gueremos resaltar que la intervencién profesio- con los cuales na no adquiere legitimidad de los sectores contenosclegins a © que reciben su atencién, muy por el demandan so lad proviene de los sectores dominantes que iglesia, Burguese, fa la alianza generadora de la preston de fa intervonciae y Estado". Progresivamente la legitimacio Profesional provino casi ‘exclusivamente el intervencion tie- humana y no e! 'demancantes 0 las servicios dela ae riety, después, los cs 5, los contratadores: 'slonales dos rabajadores sociales sil, 1009810) 83 Antimodernidad y Trabajo Social Estado quien realiz6 una incorporacién de este profesional den- tro de su estructura y organizacién gubemamental “Menos por razones éticas y sociales y més en defensa del regimen, a lo largo del tiempo, la burguesia se vio obligada a rever sus estrategias de asistencia a los pobres. El pauperismo, como polo opuesto de la expansion capitalista, crecio tanto en Europa durante el siglo XIX que su atencién ya no podia mas restringirse a las iniciativas de particulares o de la Iglesia; era preciso movilizar al propio Estado, incorporando la practica de asistencia y su estrategia operacional -el Trabajo Social- ala estructura organizacional de la sociedad burguesa cons- tituida, como un importante instrumento de control social. (Martinelli, 1995:86) 1.2.2. Estado, Politicas Sociales y Trabajo Social Ahora bien, si por un lado hemos planteado las relaciones entre el surgimiento del Trabajo Social, el pensamiento con- servador y la cuestién social, por otro lado esta intervencién rotesional” no es ajena al estadio de desarrollo del capitalis- mo. Netto profundiza este andlisis planteando que esta incor- poracién de un nuevo profesional se da en el momento que el Capitalism competitivo da lugar al capitalismo monopdlico. “las conexiones genéticas de! Trabajo Social profesional no se entretejen con la ‘cuestién social’, sino con sus peculiaridades en el dmbito de la sociedad burguesa fundada en la organiza- ‘i6n monopélica."(Netto, 1992a:14) Si por un lado, el avance del proceso de industrializacion y de urbanizacién profundizaron la cuestién social colocan- dola en el centro de la escena y demandando una interven Gi6n; por otro lado, una nueva logica comenz6 a regir las rela- ciones del capital: la busqueda del crecimiento de las ganan- Cias capitalistas a través del control de los mercados. El capi- talismo monopélico requeria entonces mecanismos de inter- vencion econémicos y extraeconémicos para aleanzar sus ob- Jetivos. El Estado fue redimensionado, adquiriendo roles, fun- Clones y un protagonismo que hasta fines del siglo XIX no 84 TT capicttot habia tenido" . Sus funciones eco sus funciones politicas. El Estad de las contradicciones del capitaismo y novecree” adelante su nuevo papel-, legiimarse y obteray pa evar raz6n por la cual hace una incorporacién, de Siete Sociopoliticos y una extension de derechos civies y soca : sgenerales que garantie su mo. vilidad y ubicacién en funcién de las necesidades y proyeciog de! monopotio.” (Netto, 1992a:23) nomicas se entretazan con '0 Se Convierte en el arbitra Al mismo tiempo que el Estado adquirio nuevas funciones en el orden monopéiico, el movimiento obrero alcanzaba ora, nizaci6n y estructuras en sus luchas y reivindicaciones, junto al surgimiento de partidos de masas. Esto implico que el Esta- do también tuviera que dar respuesta a estos seciores, si bien dentro de los limites del monopolio. E! proyecto burgues monopélico fue una combinacién de conservadurismo con re- formismo, el primero para asegurar la preservacisn del siste- ma de explotacién, afirmando el fin de la historia, cerrando el Camino a la “utopia” revolucionaria del proletariado y, a través del segundo, abriendo la posibilidad a las reformas y dando respuestas a las demandas de los sectores populares’ (42) “El Estado funcional al captaismo monopdico es, eno vel de sus finalidades economicas, el comité ejecutivo’ de ta burguesia monopdlica, opera ara propiciar el conjunto de condones necesars aa acumuacn 22 valonzacion del capital monopdlico (Netto, 1992a:22) Para un mayer deale de las funciones economicas diecias einarectas de Estas en apa ‘mo monopolico, ct. 19924.21-22, (43) "El retormismo para conservar es enonzado como esata de cl ‘Se de la burguesia -y nunca sin tensiones intraciase-. en el capital ‘Monopoiios. (Netto, 1992a:58) 85 Jamimodernidad y Trabajo Social ‘és solamente en estas condiciones que las secuelas de la ve eran soa! se fornan “mas exactamente Se pueden tor. ‘eves de una intervoncion continua ysistemdlica por par, ar engdo,Y solo a part de la concretizacién de las posiby. 1 ie eondmico-socales y polticas segregadas de la orden aoe oiea (concretzacién variable del juego de las fuerza reas) que la ‘cuestion social'Se pone como objetivo de po. iicas sociales.” (Neto, 19922:25) Las politicas sociales entendidas como una intervencién sistematica y estratégica del Estado en las relaciones socia- jes goneradas por el modo de produccién sélo nacen a partir Ge las movilzaciones populares del siglo XIX". Las formas dde enirentamiento a la cuestion social desde el Estado, du- rante el capitalismo competitive se encontraban limitadas a asegurar el orden y el normal funcionamiento de la produc- ‘con, pero con un marcado caracter exterior a la misma; du- rante el capitalismo monopdlico, es desde el interior del sis- tema de produccion que el Estado realiza una intervencion sistematica ante la cuesti6n social, apuntando a la preserva cidn y el control de la fuerza de trabajo. El Estado interviene ante la cuestién social a través de politicas sociales, las cua~ les adquieren un caracter puiblico, pero al mismo tiempo con un marcado caracter de subsidiariedad, el cual marca la res- ponsabilidad individual del sujeto*® En este sentido, y como ya hemos expresado, el Trabajo Social surgi como una forma de regulacién social diferente a eee (44) No hahabido. pues, poltica social desligada de los reciamos populares. Engen Estado acaba asumiondo algunos de estas reclamos, a1 1/90 Se Su exten istonca. Los derechos socials sigmfican ates quo todo [a rgCn ua de as eimetcaciones de los rabajadores. No signi anaes todas is renindeaciones populares. y sila consag’a- Sesion eacpnarcote outs 50st Imejora dees ecenecentes ala clase obvera, mismo cuando esto conigule "een ors a ee ae (65) Enia mecca eng: (eit, 1982:23) ‘es retacaone ae 8 5 Mplemenian medidas publicas para enlrentar S60, a permanenia do sus secvees 80” 1a evesh eaocadas en et Kea las expenmorese P20 3 respons *Pevmentan Noto. 199be end ae 10s sujetos individuales ave 86 a apitutor de las politicas sociales, basado en una intervencién individualizada y en el principio de subsidiariedad, no bus- cando la extension de la base de los derechos sociales y has. ta oponiéndose a la intervencién estatal. Pero el Estado en el capitalismo monopdlico necesitaba de un profesional de ca- racter ejecutivo que llevara adelante la instrumentalizacion de las politicas sociales, al mismo tiempo que su intervencion se debia basar en el problema individual y no en las contra- dicciones propias del sistema. De este modo, el Trabajo So- cial que en sus prolegémenos se presentaba como una forma alternativa y paralela al Estado, se ajustaba perfectamente a los requerimientos puestos en el nuevo orden monopdlico, quien realizé la incorporacién de este profesional, con un estatuto dentro de la division social y técnica del trabajo y una dependencia salarial, institucionalizando y legitimando su practica a la vez que sancionandola legalmente®* ‘La asistencia social se constituye como practica, como saber y como poder. Asume desde formas mas intuitivas (en general cara a cara) hasta formas racionalizadas, colectivas ¢ institucionales, donde se constituye como politica social. En esta perspectiva, la asistencia social pasa a representar una respon: sabilidad social del Estado y a operar a través de un aparato técnico-cientitico, juridico-administrativo, de recursos presupues- larios y de un agente profesional especitico en la division socio: técnica del trabajo: el trabajador social”. (Sposati, 1988:39) Por un lado, las politicas sociales del monopolio adquie ren un caracter sectorial, atomizando la “cuestion social’, mar- a (48) Cabe sefalar que las posiciones de Sposati (1992) y Netto (1992a) apa- recen a primera vista como contradictorias, 1azén por la cual consideramas necesario aclarar nuestra posicion y entendimiento do las mismas. puesto ute abuntan a aprehender relaciones diferenciales en torno ala profesion. 1 ‘anaiisis de Sposati apunta a definr ef surgimiento del Trabajo Social como a forma de requiacion social preva a las poltcas sociales y aitmatva al fase, lo cual marco sus inicios y su dependencia con el sustrato 'e0No Weologico conservador. Mientras que el anaiisis de Netlo se encuentra gecionado a analizar el surgimiento de la protesion en cuamto “practice lucionalizada, socialmente legitimada y legalmente sancionada'” (1992.13), estatuto profesional que ale: " sional que alcanza en el desarrollo de! capitaismo monopole y ASociado a las politicas sociales 87 antmodernidad y Trabajo Social cadas por un proceso de deseconomizacién, -y por lo tanto Ge deshistorizacion de las consecuencias propias del desa. trolo del capitalismo-, levando al terreno de lo individual y eeologizando los problemas sociales”, De esta manera, las, (eapuestas dadas por el trabajador social se ubican, aparen. femente fuera de [a Logica del mercado y exteriores a la rela- Son capital-trabajo; basado en el pensamiento conservador fetormista, adquieren significatividad los conceptos de ajus- te, sociopatologias, integracién y adaptacién. Por otro lado, las politicas sociales en el orden monopélico se convierten én terreno de conflicto entre las demandas de los sectores proletarios y las reservas de la burguesia que Unicamente busca a través de estas medidas alcanzar sus objetivos y aminorar las consecuencias del proceso de explotacién Es asi como as politicas sociales adquieren un fuerte ca- racter compensatorio, no dirigidas a asegurar los derechos uni- versales, sino fundamentalmente como formas de regulacién de la relacion capital-trabajo, formas indirectas de salario -ubica- das fuera de la l6gica del mercado y adquiriendo el status de beneficio o dadiva-, que permitan el mantenimiento y la repro- duccién de la fuerza de trabajo; asi como una forma de legitima- cidn del Estado y de moralizacién de las clases subalternas®. a (47) (Jal naturalizar la sociedad. la tradicion en cuestion, es obigada a bus, car una especiicacién del ser social que sdlo puede ser encontrada en 1a esfera moral. Naturalizada la sociedad, lo especitico de fo social tiende @ 50h situado en sus dimensiones ético-morales, y he aqui donde se franguea ‘espacio para la psicologizacion de las relaciones sociales.” (Netto, 19928. (48). apoiica social en elmetodo funcionalista converge paratla aceptacion y Pere 'a actactn compensatona, equiante y normalzadora. Un Estado. que S© oF ‘magondelconsenso,pretende facta satstaccion de determinadas necesoor ‘estingiendo le desigualdad producda por el mercado capitalist. (Vera, 180° En relacén al caso de Brasil Sposatiplantea: "Las poiicas sociales basin «sialecen, al mismo ttempo, un sistema de exclusion politica y social, ¥ 0 ssonala atencin a algunas necesidades de los rabajadores, a raves deprMieg ailerencales alos diversas segmenios que componen fa fuerza de taba Categorias y siguen cnitenios cientlisticos y burocratcos, presenlan Un Cet t "utiacetco, son fragmentadas, casuisticas, discontnuas. Constituyen mas ‘stn de la atencion como una estategia de cohesion social, Contienen el meer mo asstencal que posta presenavas come la cara de benericenc® QUPSTEY, entalcompensatona de carencias’y ademas, constiuyen respuestas Peer A.) ‘38 caked por estar dindas alos pobres y los ignorantes.” (SPOSal, 88 TTA Capito 1 Ante esto, el profesional actéa como un alterEstado, aduie- re un rol tutelar, Se Convierte en juez de los méritos de los indivi duos en recibir “ayuda’. No se garantiza un derecho, sino que sélo se legitima un “acto de voluntad”. La légica de intervencion del trabajador social, busca el “mejoramiento social’ lo cual tiene como contrapunto la idea de lo “peor socialmente”, se mejora quien esta peor, atendiendo situaciones tangenciales de la vida y, por lo tanto, no buscando la elevacién del patron de la mayoria® *(..)e! Trabajo Social es una altemativa histérica de requlaciin so- cial incorporada por el Estado, pero cuya logica de accién cont dictoriamente substituy6 la estera publica de regulacién social por la orientacién de la Doctrina Social de la Iglesia. que esta fundada cen a solidaridad y adopta el principio de subsicianedad. Esta igea reduce la dimensién colectva y social del proceso de explotaciin a condiciones personales e individuales en que ‘cada caso es uncaso' fortalece asi, un proceso de regulacién ad hoc pautado en el ménto del ‘ser humano’, bajo la detensa de lajustcia socal ylos derechos de la persona humana, lo cual no aleanza la perspectva de los derechos sociales del trabajador. ‘Sposali, 1992:17) Es asi como la pobreza deja de ser considerada un proble- ma econémico y se constituye en un problema social y politico, para lo cual el Estado generé servicios en el campo de la asis- tencia social, marcados por un caracter de transitoriedad, com- pensacién, normalizacién y moralizacién de las relaciones so- Giales, no apuntando al efectivo ejercicio de los derechos socia- les, sino cargado de paternalismos, clientelismo politico, dadiva y bondad de quien otorgaba el beneticio. Para lo cual, el trabaja- dor social se constituyd en un profesional idéneo para llevar adelante estos objelivos, ‘tanto seleccionando quienes resulta- ban beneficiarios de los servicios como también, desde una po- sicién pragmatica, mantener y conservar el orden social” De todo esto podemos comprender que el Trabajo Social en su momento de profesionalizacién no orea las condiciones, ni los espacios de insercidn profesional, muy por el contrario, es en la dindmica del capitalismo monopélico que se dan las condi EassuussaeSaBOnEELSDTEIETEEESESEEEEDRIESEEEOEEEEEEE™ (49) ef. Sposat, 1992-9 (50) cf. Sposat, 1988:36-52 89 ajo Social ancimodernidad ¥ v ciones historic sociales para la emergencla de un espacio so. cio ocupacional. EL nuevo profesional que el orden monopdlica necesita, tanto como una forma de legitimacion y una manera de asegurar las ganancias del capilal-, se inscribe dentro det modo particular que, en este periodo, es entrentada le cuestion social; a traves de politicas: sociales que requieren profesiona les que las disenen y profe ionales que las ejecuten" Por lo tanto, fa profesioné gizacion del Trabajo Social no es una mera evolucion de sus protoformas, si bien la nueva interven- cidn requerida por el orden monopolico se construye sobre estas formas previas, “las instituciones creadas por la caridad y la filan- tropia-, adquieren un caracter esencialmente distinto. Y esto por la condicion de asalariado del agente profesional y su incorpora- cion en la division socio-técnica del trabajo y por lo tanto, una situacion de subordinacion del profesional que se constituye en el “ejecutor” de politicas sociales. Aqui vemos por un lado una con- tinuidady al mismo tiempo una ruptura en el Trabajo Social. Con- tinuidad que significa que la profesionalizacion se construyO So- bre instituciones, practicas y un pensamiento de corte conserva- dor anterior a los requerimientos del Estado monopolico; pero rup- tura que pasa por una resignificacion de estas instituciones y prac- ticas, marcada por la incorporacion del trabajador social al merca- do de trabajo, -SU condicién de asalariado-, Su subordinacion al aparato estatal y su accién dirigida a ta reproduccion de las rela- ciones sociales del modo de produccion capitalista en SU fase monopdlica, asi como la busqueda de una sistematizacion y cali- ficacion técnica del profesional. En la conjuncion de la logica eco némica y social del monopolio y del proyecto conservador efor mista (impulsado por la Iglesia y la clase burguesa) Se genera el espacio socio-ocupacional del trabajador social, acompariado por sun paulatino proceso de laicizacion de sus practicas. “El camino de la profesionalizacion del Trabajo Social es. €? ve un proceso por el cual sus agentes, .-aunque desarrollando une autorepresentacion y un discurso centrados en la autonomia de sus valores y de su voluntad-, se insertan en actividades interventivas dos dindmica, organizacién, recursos y objetivos son determina los més allé de su control.” (Netto, 1992:68) __ eit dees coniohetas REPO) (51) cf. Netto, 1992a. erdad, 90

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