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Bolilla 10
Bolilla 10
PRINCIPIO DE INOCENCIA
Toda persona debe sea considerada inocente hasta tanto no se obtenga el
pronunciamiento de una sentencia condenatoria firme q destruya el estado
jurídico de inocencia que el ordenamiento jurídico reconoce a todos los seres
humanos.
La ob. de respetar el estado jurídico de inocencia surge de diversos instrumentos internacionales:
Declaración Universal de DH (art. 11): “Toda persona acusada de delito tiene Dº a q se
presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en
el q se le hayan asegurado todas las garantías necesarias p/su defensa.”
PIDCyP (art. 14): “Toda persona acusada de una delito tiene Dº a q se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley”.
Las consecuencias del principio de inocencia son varias.
1. Exige la realización de un juicio penal de determinadas características, como presupuesto
indispensable p/obtener la sentencia condenatoria capaz de destruir el estado jurídico de inocencia
del imputado.
2. El acusado tiene el beneficio de la duda, “in dubio pro reo”, q requiere que la sentencia de
condena y la aplicación de una sanción penal esté fundada en la certeza del tribunal q resuelve el
caso acerca de la responsabilidad penal del imputado. La falta de certeza p/destruir la inocencia
conduce a la absolución.
3. La atribución de la carga de la prueba al órgano acusador, exigencia q se denomina onus
probando. Le corresponde al acusador –particular o estatal- la tarea de presentar elementos de
prueba q demuestran con certeza la responsabilidad penal del imputado. Ello se debe a q el
imputado no debe construir su inocencia, ya construida por la presunción, sino q quien lo condena
debe destruir esa posición arribando a la certeza s/la comisión de un hecho punible.
4. El imputado sea tratado como inocente durante la sustanciación del proceso . La
consecuencia más importante de este Dº consiste en el reconocimiento del Dº de permanecer en
libertad durante el proceso, y en las limitaciones q, necesaria// deben ser impuestas al uso de la
coerción del Estado en el marco del procedimiento penal.
PRINCIPIO DE EXCEPCIONALIDAD
El principio fundamental que regula toda la institución de la detención
preventiva es el principio de excepcionalidad.
PIDCP (Art. 9): "La prisión preventiva no debe ser la regla general, sino el derecho de la libertad
ambulatoria".
Naciones Unidas, destacan que "En el procedimiento penal sólo se recurrirá a la prisión
preventiva como último recurso".
Comité de Derechos Humanos señala q sólo se debe recurrir a la prisión preventiva cuando sea
legal, razonable y necesaria. El Comité interpreta rigurosamente el requisito de la necesidad, en
cuanto sólo admite q la prisión preventiva puede ser necesaria p/neutralizar peligros a los q no
pueda hacerse frente de otro modo.
PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
El principio de proporcionalidad es quizá el límite más racional a la posibilidad
de privar de libertad al imputado.
En consecuencia, no se autoriza el encarcelamiento procesal cuando, en el caso concreto, no se
espera la imposición de una pena privativa de libertad de cumplimiento efectivo. Por lo demás, en los
casos q admiten la privación anticipada de libertad, ésta no puede resultar más prolongada q la pena
eventual// aplicable.
El ppio de proporcionalidad es una consecuencia necesaria del principio de inocencia, pues éste
exige q los procesados reciban trato de inocentes o, como mínimo, q no reciban un trato peor q los
condenados.
La aplicación efectiva del principio de proporcionalidad exige q el tribunal realice una comparación
entre la medida de coerción y la pena eventual// aplicable al caso concreto.
PROVISIONALIDAD DE LA DETENCIÓN
Todos los requisitos, presupuestos y exigencias que deben ser verificados p/autorizar el
encarcelamiento anticipado carecerían de sentido si sólo fueran necesarios p/fundar la decisión
inicial que ordena la detención. Si así fuera, una detención inicial// legítima podría tornarse arbitraria
sin que pudiera remediarse tal situación.
Por este motivo, se reconoce el carácter provisional de toda detención preventiva. La detención
preventiva sólo es legítima en la medida en q continúen existiendo todos sus presupuestos.
Desaparecido alguno de sus requisitos, el encarcelamiento debe cesar. En este sentido, se
señala q, por ejemplo, la "privación de libertad durante el proceso deberá finalizar no bien cesen las
causas q la justificaron. El imputado recuperará su libertad inmediata// después de q desaparezca el
peligro de fuga o se haya asegurado la prueba o pruebas cuya adquisición podía ser perturbada por
él".
Las Reglas mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas no privativas de la libertad (Reglas
de Tokio) reconocen este principio: "La prisión preventiva no deberá durar más del tiempo necesario
p/el logro de los objetivos indicados".