You are on page 1of 47
LIBRO TERCERO TEORIA GENERAL DE LOS. CONFLICTOS-\DE, -LEYES - 2 << 7 Nose Krrouy : fae. . 4 Dev- Bob 4B “Prods At concrero ne PSINCIPIOS GENERA)ES flicto de le jempre una . 1p indent so op ue a ‘Sitratio a Ta iobeeaeis CENERALIDADES $2}, motive por el cual surge Tea ae colar ae Ja a Posib . mn, fitupe eters del conflicto de leyes cons. a conflicto de Teyes dice ef wee: tituye, cie1 Duncker- need F z Oras legislaciones entre las cuales cos cesario escoger la que debe ser aplicade? Por consiguiente, para que el conflic to Se produzca deben concurrir dos requi- como ya lo sites: D Una relaciéa juridi (ontrato, apertura de. suse ‘én, testa. Pemep a eaierte estadioN nveehacten ao dudas respecto de la ley que debe regu, mento, matrimonio, un derecho real, tat la mayor parte de las relacionss i la ete): y , vida privada: si un chileno serie : 2), Uno 0 vatios elementos extratios & Ia sobetania local, que hagan pe aplicacién de leyes ‘diferentes Coch DE LA EXPRESION “CONFLICTO DE LEYES” ~La_expresion conflicto de Jeyes, undnime- prente admitida hoy en dia, no debe inten Pretarse literalmente, porque es inexseta, En tfecto, Niboyet hizo notar que, gmanando cada una de las legislaciones de una autoridad soberana, es imposible que surja_un conflicto entre ellos No pueden imponerse ni la ley nacional fue ra del territorio Para el cua! ha sido dic. tada, ni la ley extranjera en el territorio nacional. Propiamenic hablando. es im Duncker, obra citada, p. 11 sible, en consecuencia, que exista:con- Ficto de leyes, En efecto, para que tna ley extranjera se aplique en un determi. nado pais, es necesario que la voluntad soberana de este pats asi lo decida. Seria més exacto, por Jo tanto, hablar de “im- perio de las leyes en el espacio” més que de conflicto de leyes. Sin embargo, la ter- minologia actual est4 bastante arraigada, de modo que seria muy dificil modificar: la, Por eso, nos basta‘ton advertir su in- exactitud cientifica, de manera que, rec- tificada su significacién, la emplearemos sin ningiin inconveniente? Aparte' de. la importancia que esta materia tiene deittro de’'nuestra discipli: na, debemos manifestar que su estudio ¢s'sumamente coitiplicado, Para confir- mar este aserto nos bastard con citar la opinién de algunos jurisconsultas: desno- ta: segtin Niboyet, “el-estudio de los con- flictos de.leyes se considera, y con raz6n, como uno de los més dificiles del Dere: cho”; Guy Coquille dijo en el siglo XVI _ que 41 constituia un “laberinto sin hilo” y-también. un “alambique de los cere- bros”; Theller, por su parte, decia que los conflictos de’ leyes constitufan “la cien- cia de las malezas”; en el siglo XVIII, Froland no sabfa “a qué altar encomen: darse pare hablar acertadamente en esta materia”; y el Presidente del Parlamento de Borgofia, Bouhier, decia "que el espi- ritu mas sutil y mds 4gil corre peligro de equivocarse al estudiar estos proble. mas”? = TFTULO SEGUNDO GENESIS HISTORICA DE LA TEORIA DE LOS CONFLICTOS DE LEYES Los problemas propios del Derecho In- ternacional Privado empezaron a plan- tearse, naturalmente, en el momento mis- mo en que se entablaron relaciones en- 7 Niboyet Niboyet: Principios. Principios. sss BB. 198 y 199. , +P. 199. 214 DIEGO GUZMAN LATORRE tre individuos pertenecientes a Estados © territorios diversos.* ‘A pesar de ello, los pueblos de la an- dad no conocieron el Derecho Inter- nacional Privado ni como ciencia para re- solver los conflictos legislativos ni como normas para regular la condicién juridi- ca de los extranjeros. El extranjéro no gozaba, en general, de ningin derecho y era considerado como enemigo, pero el paulatino desarrollo de los pueblos hizo posible un mayor y mejor conocimiento de las comunidades vecinas. Fueron, in- dudablemente, las necesidades del comer- cio las que destruyeron muchos de los antiguos prejuicios localistas e hicieron nacer instituciones —como Ia hospitali- dad por ejemplo— destinadas a facilitar las relaciones con los extranjeros, lo que el que t® absolute dament:- ocurrié, -principalmente, en Grecia, en Hem. donde vino a mejorarse, por consiguien- ‘Fen, te, la situacién legal de los no nacionales. Derech époce que Ia} ternacit Capitulo primero ys DERECHO ROMANO Key GENERALIDADES Se. ha dicho que.en el, Derecho. romano se encuentran las primeras trazas de la nocién del conflict de leyes? + Ramirez Necochea, dbra citada, “Nacio- nales y Extranjeros”, p. 35; Duncker, obra cits da, p. 52. 3 Batiffol, obra cjtada; p10... La verdad’ es que la opinién de los intémma- cionalistas esté dividida respecto a las influen. ccias politicas, histéricas y sociales que deter. minaron la formacién de nuestra ciencia. Es diffcil establecer con precisiOn el origen de ella. Tanto Jos contactos de leyes, cuanto las solu ciones précticas, son muy antiguas, pero la sistematizacién és moderna y atin evoluciona. ‘Algunos; como Batiffol recién citado, y Despag- net, encuentran en el Derecho romano $ reveptos que sirven como base o antecedente al actual Derecho Internacional Privado. Otros, como el jurisconsulto argentino Zeballos, van més lejos y estudian sus origenes desde las épo- cas_més remotas de la historia jurfdica, por tratarse, tanto en el pasado como en el presen- te, de una disciplina imprescindible para el desarrollo de la vida humana. Es asf como. ha- ce investigaciones en el Derecho de los pueblos Buniaus sen- Cuando Roma sumié bajo su domi- nacién a los pueblos vecinos se planted PRaado que las relaciones privadas son naturales y necesarias en el interior de una misma dominacién politica— el pro- blema de determinar cual debia ser la ley ‘gutocratices de Oriente, en las instituciones de in "Ghilizacion de Occidente que florecié en el Tar ‘Egeo, en la culta Grecia, cuya savia ali ment6 a Roma, y en el periodo de transicién entre el Derecho oFiental y el occidental. Por fitimo, la mayor parte de los autores, entre otros ‘Bach, Gutzwiller, Laing, Beale, "Weiss, Bustamante, Matos, hacen partir esta rama del Derecho de la Edad Media, de aquella época en que, aparentemente, se_paralizé el movimiento de ia humanidad, surgiendo el feudalismo, en fl que todo parece identificarse con el dominio Ebsoluto de la tierra, hasta los conceptos fun Gamentales de libertad y" soberania. (Mufioz Meany, Camey Herrera, Hall Lloreda, obra ch- tada, pp-10 ¥ 11), ‘Feméndez Prida, que también opina que el Derecho Internacional Privado nacié durante ta Epoca feudal, dice: "Nada més sorprendente {que la aparicién en la historia del, Derecho In- fermacional Privado, Hubo un tiempo en que Ja fuera, consistiendo Unicamente en el pillaje, ai incendio y la devastacién, constitufa, sin em argo, como. dicg un escritor, el ideal de la vic do de Francia era desconocido para los habi- tantes del duicado de Borgofia; y, a fuerza de jgnorar su existencia y su vida, los extranjeros mas préximos eran considerados como seres de paturaleza excepeional, sin vinculo alguno con Ia sociedad donde penetraban accidentalmente, totalmente extrafios para ella siempre, y mu- Chas veces reputados -come enemigos. .... Pues Dien, en ese tiempo en que Ja guerra era una Tucha salvaje, s6lo interrumpida por la tregua de Dios o por el agotamiento de-Ias_propias fuerzas; en que el aislamiento era una ley, y el extranjero un ser de quien podria decirse, pa- fodiando la frase de Aristételes, que habia na- cido para sufrir; en ese tiempo nacié la més ~ chumanitaria de las doctrinas, el Derecho Inter- ‘nacional Privado, consagracién suprema del di Fecho del hombre, afirmado y~reconocido sin distincién de lenguas ni de razas, ni de fronte- ras, Nacié, pues, nuestra ciencia en plena épo- Ca feudal como fruto de los gérmenes de cos- mopolitismo y de los elementos de organiza. cin que Mevaba en su seno aquella sociedad, barbara en la forma...” (Fernandez Prida, obra citada, pp. 215. 216 y 217). = Para, Gutzwiller, “los padres del Derecho Internacional Privado moderno no son ni Julia- no, ni Papiniano 0 Ulpiano, ni Triboniano y sus Colaboradores, sino juristas que vivieron a par- fir del siglo XT" (Gutzwiller, citado por Paul Graulich: Principes de Droit International Pri- v2, Librairie Dalloz, Paris, 1961, p. 4). aplicable a los peregrinos, esto es, a los . habitantes de los-pueblos aliados 0 ami- g0s,,0°de las provincias del imperio. ‘Como el ius civile era privativo de los ciudadanos romanos y, al mismo tiempo, Tepugnaba a éstos la idea de aceptar la aplicaciért de leyes extranjeras —el orgu- Ilo politico y juridico de Roma no podia consentir la admisién de normas emana- das de ajena soberanfa—, fue necesario claborar un derecho comin a todos los hombres, un derecho material especial.de relaciones entre ciudadanos y peregrinos: el ius gentivim, Se Ilegé en tal forma a una solucién nueva al problema de las re- Jaciones entre individuos sometidos a le- yes diferentes: la de una ley particular para los “casos mixtos”. Por consiguien- te, no fue necesario idear un tipo de nor-- ‘ma indirecta. que se limitase a sefialar cual debfa ser el Derecho aplicable en ¢a- da shpuesto. Pero como el ius gentium no consti- tuia un’ sistema completo; sino que res- pondfa fundamentalmente a las necesida- Ges derivadas de las relaciones de comer- cio, los juristas romanos se vieron en la obligacién de reconocer las leyes peregti- nas. Ast tenemos que en el afio 242 a. C. fue creado uh pretor especial, el pretor peregrino, encargado de aplicar aquellas eyes, especialmente en materia de rela- ciones de familia, Batiffol cree encontrar en ese hecho'la primera traza positiva de un sistema nuevo: la aplicacién por un mismo juez de leyes diferentes, segtin el origen de las partes.-De esta, manera, el: juez romano, al determiner cual era el Derecho aplicable atendiendo al origen de las partes, resolvia un verdadero con flicto de leyes. ‘Sin embargo, la unidad politica del Imperio trajo consigo, en forma progresi- va, la unidad legislativa y, por consiguien- te, Ia implantacién de un Derecho territo- rial. La igualdad civil de romanos y pere- grinos, que data de la lex Julia, se aplicé tas tarde a todo el Imperio, a virtud de Ja dictacién de la Constitucién de Cara- calla, Constitucién que derribé las bases mismas de la diferenciacién legislativa, pues hizo destinatarios del ins civile a to- Gos los habitantes del Imperio. Esta evo- lucién trajo como légica consecuencia la supresin paulatina de todo problema de conflicto de leyes. 25 DIEGO GUZMAN LATORRE “Bs curioso, sin embargo —dice Ba- tiffol—, que los juristas'romanos no nos hayan legado nada en esta materia, en cir- cunstancias que la evolucién no fue répi- da y que las leyes locales subsistieron, in- cluso, después de la Constitucién de Cara- calla.’ La razén del hecho se encuentra quizds, como lo observa Lerebours-Pi- geonniére, en la circunstancia de que el problema no se planteaba practicamente en la época de redaccién del Digesto"* Por esta raz6n, no se encuentra en el Di- gesto el sistema de solucién que debié elaborar el pretor peregrino. Pero el problema del conflicto de le- yes, prdcticamente eliminado de las rela- ‘iones internas del Imperio, renacié cuan. do se entablaron relaciones entre los ha: bitantes del Imperio y los barbaros o ger- ménicos, que se esparcieron a través de 41, Estos pueblos barbaros se regian des- dé" antés de su‘expansién en el mundo romanizado por un sistema radicalmente contrario al de la territorialidad juridica: se regian por la personalidad de las cos- tumbres;.a cada individuo se le aplicaban las costumbres de su grupo étnico, cual- quiera que fuera el sitio donde se éncon- trase. Este sistema de, la personalidad subsistié durante la invasién del Imperio romano. Los barbaros —no. integrados, sélo yuxtapuestos al Imperio— vivieron, pues, bajo sus leyes propias, al igual que Jo habfan hecho los antiguos peregrinos. Capitulo segundo EDAD MEDIA: LAS INVASIONES Y LA PERSONALIDAD DE LAS LEYES GENERALIDADES La fundacién de los reinos barbaros des- pués de las invasiones no modificé el sis- tema, pues francos, galorromanos, hispa- norromanos, italianos, continuaron vi viendo bajo’ sus propias leyes. Los reyes visigodos y burgundios redactaron simul- tdneamente cédigos de leyes romanas para sus sUbditos galorromanos, hispano- rromanos, etc., y cédigos de leyes nacio- * B iffol, obra citada, p. 11 216 Is tae cree ee a nales para sus stibditos visigodos o bur- gundios. Estas personas eran, pues, capa- ces o incapaces, contrataban, transmitfan por testamento o sucesién intestada o eran castigados en’ conformidad a su ley nacional, mas exactamente en conform: dad a la ley romana, visigoda, burgundia, de su origen. Este fendmeno de la coexistencia en un mismo territorio de varios sistemas le- gislativos aplicables a diferentes catego- rias de ciudadanos es propio del sistema Hamado de Ia personalidad de las leyes; la ley aplicable en cada caso depende de la persona interesada. Se Je encuentra, en ge- neral, como consecuencia de una conquis- ta, cuando viven en un mismo territorio diversos pueblos de origenes, costumbres © desarrollo tan diferentes, que la unidad legislativa es itnpracticable o politicamen- te imposible. Es, pues, facil explicarse el porqué los barbaros del siglo V no inten- taron imponer sus leyes a los antiguos habitantes de las regiones invadidas por ellos. Sin embargo, tal estado de cosas, * eoinplicado por los cambios dé residencia y por los matrimonios, tenia que produ- cir una Confusién jurfdica, un caos extra- ordinario. A menudo no se sabfa qué le- gislacin aplicar. De este modo, el princi- pio de la personalidad del Derecho fue provocando graves dificultades en su apli- caci6n. A este respecto, se cita un tratado del obispo de Lyon, San Agobardo, en el que aconseja a Ludovico Pio, hij lomagno, acabar con un sistema en que la diversidad legislativa ‘se daba ‘hasta dentro de las casas, no siendo raro que se sentaran juntas a comer cinco personas, cada una de ellas regida por una ley di finta? _ coe une _ Pefo, con él Gorrer del tiempo, 14 dis- tincién entre galorromanos y barbaros se fue borrando en forma progresiva. En el curso de los siglos se fue olvidando el ori- gen de los individuos y de los grupos; y mientras, por una parte, los escribas y no- tarios redactaban las escrituras en’ con- formidad a las reglas del Derécho tom no, por otra parte, los galorromanos adop- taban los usos germénicos: “Se puede estimar —dice Batiffol— que en el siglo X la unificacién estaba realizada, aunque T Miaja, obra citada, tomo I, p. 81. en seni en el poblaci roman¢ manos‘, mé el racién » ‘TRATADO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO en sentidos diversos segiin las regiones: en el sur, la mayorfa galorromana de la poblacién habfa generalizado el Derecho romano; en el norte, donde los galorro- cosas” manos habfan estado en minoria, se for- ——Tadudablemente, es preciso “relacio- m6 el Derecho consuetudinario de inspi- racién en parte germénica”: Capitulo tercero LA EPOCA FEUDAL Y LA TERRITORIALIDAD DE LAS LEYES GENERALIDADES En la Segunda mitad de la Edad Media _do a _1a_ausencia-de_un verdadero ‘poder surge el feudalismo, sistema politico so- cial que conocié, en materia de conflictos de leyes, un sistema juridico exactamente opuesto al de la personalidad del Dere- cho: el sistema de la territorialidad de las leyes. Para el feudalismo; el elemento pre~ dominante és la tierra, quedando el hon- bre relegado a un-papel secundario. El hecho de pertenecer a una cierta comuni- dad 0 asociacién local es determinante para establecer la ley aplicable, “El Dere; cho_adquiere un_cardi cali _ cluyente" El sefior feudal dicta la ley que impera dentro de los limites de su terri ica ley valida y 5 Asi, por ejemplo, en. la ley-15 del “Tifllo I de la primera de las siete Parti: das de Alfons. se expres lo sic guiente: “Todos aquellos que son del se aoe s-el n_tenudos-de I €. ir, € ju las, tro escrito dé fecha en nin, leseer ‘ro sefiorio, it <2 ,posturao-yerro-en_a tiene de_se_iuz- isse por Tas Teyes: ca magiier sean de ‘Siro lear, non pueden ser escusadon de estar. v pues yerro fizziesen onde ellas an poder; e aun “Gumigg eck ue f-ey fae-enon fs conlcto We podian sueitarse entre esso_mis Jes otros, ue. “Tas leves nacionalés de distintos paises." Fen de ue ficzesen Ta toons de los eo ate . * Batiffol, obra citada, p. 12. ? Ramirez Necochea, obra citada, “Teoria General”, p. 37. dico entre los diversos sefiorfos era_muy “ducide importancia de [a liar mmunicacio- dela personali- dad de Jas leyes establecid: r_los bai “mas; aplicado_en forma exagerada : ~ Sele objeta, ademés, que el pri cipio: de la cortesfa internacional cons' tuye tun concepto carente de toda jurid cidad y vago e incierto —que obliga pre- viamente a discurrir dénde puede tener su comienzo y dénde su fin—, y cuya apli- cacién significa, por este motivo, entrepar practicamente la decisién de las contien- das al criterio discrecional, de los juece: To que no es ni puede ser para los parti- culares una sdlida garantia de sus inte- reses.* . 3). Batiffol, por su parte, dice que “en el término cortesfa se ha visto Ja ne- gacién de todo Derecho Internacional Pri- vado por la idea de que la aplicacién de las leyes extranjeras dependeré de la bue- na disposicién de cada Estado y no de reglas de derecho. . .”* SIGNIFICACION REAL DE LA DOCTRINA DE CORTESIA INTERNACIONAL Estimamos que la significacién real de esta doctrina consiste en haber destaca- do el cardcter nacional de las reglas de conflictos de leyes. Ella pone de mani- fiesto la independencia absoluta del so- berano territorial. Cada Estado dicta le- yes de “conflictos de leyes” sin estar ata- do por obligaciones positivas respecto a otros. Estamos frente a una Escuela na- cionalista que funda el Derecho Interna- cional Privado sobre “Ia cortes{a”, sobre Ia libre voluntad del soberano territorial. Es en este punto donde la doctrina ho- landesa parece ser exacta, ya que estima- mos que, no obstante su nombre, el Dere- cho Internacional Privado pertenece al Derecho interno y no al Derecho Interna- cional ® Duncker, obra citada, p. 62. % Batiffol, obra citada, p. 262. 228 ” Seccién cuarta LA ESCUELA ESTATUTARIA FRANCESA DEL SIGLO XVII GENERALIDADES Después de Dumoulin y D’Argentré no existieron en Francia tedricos del con- flicto de leyes dignos de una especial tmencién hasta que, ya bien entrado el siglo XVIII, vuelve a nacer en dicho pafs un interés por las cuestiones mixtas. En el transcurso de los siglos XVII y XVIII Francia se habfa transformado en la gran potencia europea; su activo comercio re- querfa la liberacién -del localismo de D’Argentré y la proyeccién al plano in- ternacional ‘del sistema de conflictos...« Respondiendo a las nuevas necesida- des, surgieron los lamados “autores pro- gresistas” o Escuela Estatutaria, France: sa del siglo XVIII, la que “derivada —se- -gtin-Lainé—-de-mentes sumamente ‘diver- ‘sas...., presenté necesariamente incohe- rencias, pero tuvo asimismo cierta gran- deza, humanidad y liberalidad. .."" REPRESENTANTES DE ESTA ESCUELA ‘Sus-principales~-representantes fueron Louis Froland (fallecido en 1746), aboga- do ante el Parlamento de Paris, autor de Memoire concernant-la nature et la qua- lité des statuts, 1729; Bouhier (1673- 1746), Presidente del Parlamento de Bor- gofia 'y comentarista de las costumbres ‘esta regién,que consagré al problema de los conflictos de leyes los capitulos XXI a XXXVI de sus Observations sur la couture du Duché de Bourgogne; y Louis Boullenois (1680-1762), abogado ante el Parlamento de Paris, que en 1732 publi- 6 unas Dissertations sur les questions qui naissent de la contrarieté. des. lois_et des coutumes y, posteriormente, un Trai- 16 de la personalité et de la realité des lois. Se citan también entre los juriscon- sultos franceses del siglo XVIIT que han escrito sobre los estatutos, a D’Aguesseat 7 Lainé, citado por Aguilar, obra citada, volumen I, tomo I, p. 129. ast cis cic Rpg SS SE ssa TaReAR Ree Rh chosen: sessed: ‘TRATADO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO {ese-t750 'y Prévot de la Jannés (1696- Estos autores, que se basaron en el principio de a territorialidad del Dere- cho, dividieron los estatutos en reales, personales y mixtos, clasificacién que, co- mo lo hemos visto, fue seguida prictica- mente por todas las Escuelas. Pero la Es- cuela’ Estatutaria Francesa del siglo XVIII representa un notable progreso en el sentido de la extraterritorialidad o per sonalidad de la ley. En realidad, se pue- de’ destacar, como caracteristica de esta Escuela, el mayor predominio que le dio al estatuto personal. Es asi como Ilegé a sostenerse por Froland que la persona es mas importante que los bienes-y que de- be prevalecer sobre éstos al delimitar el 4rea de aplicacién de las leyes. Bouhier, por su parte, afirmaba que en caso de dudas sobre si un estatuto era real o per- sonal, debfa ser considerado personal. En cuanto al fundamento de Ia extraterrito- rialidad de las leyes, la fund6 en exigen- cias impuestas por la razén y por la jus- ticia, y, con el fin de promover el progre: so de esa extraterritorialidad, asocié a la idea de justicia la idea de cortesia. “La~ asociacién era imposible —dice Weiss—, pues la justicia es necesidad, y la cortesia es facultad, pero el espiritu que impelia para esa asociacién era manifiestamente a tendencia a aproximar la extensin de la territorialidad de las leyes a las exigen- cias de la vida real, invocindose al mis- mo tiempo ‘a justicia y la cortesia inter- nacional para justificar mejor la aplica- in de las leyes fuera del Estado legisla- Tal fue la Escuela Francesa del siglo XVIII que, evidentemente, tuvo el carac- ter de Escuela-de transicién, « Seccién quinta BREVE JUICIO DE LAS ESCUELAS ESTATUTARIAS GENERALIDADES Refiriéndose a cllas, Weiss dice: “Por evolucién y por grados, hemos pasado a % Weiss-Zebalios, obra citada, tomo I, pp. 312 y siguientes. través de una gloriosa evolucién seciilar de la hostilidad reciproca a la comunidad juridica; y las Escuelas Estatutarias son las fundadoras y las conductoras del es- piritu y del adelanto juridico a través los, siglos y de las revoluciones politi- cas".® El fenémeno estatutario supuso-un largo proceso en el que, dificilmente, pue- den sefialarse unos caracteres.unitarios, salvo uno solo: los conflictos que los es- tatutarios hubieron de resolver muy po- cas veces fueron auténticamente interna- cionales. Por el contrario, a través de las diferentes etapas de la ciencia estatuta- ria, lo frecuente fue el estudio de las cues- tiones conflictuales que surgian del con- tacto de disposiciones legales vigentes en ciudades 0 comarcas entre s{-y pertene- clentes,a. una misma unidad politia, tal como el imperio germanico medieval o la monarquia’ francesa del siglo XVI. Bx cepcionalmente, los estatutarios, princi- palmente los holandeses, estudiaron ca- sos en los que intervenfan leyes que ema- naban de distintas soberanias. Es indudable, por~ otra parte,.que una elaboraciéa doctrinal Ilevada a ‘cabo en el trascurso de varios siglos, durante os cuales se abordaron intrincados pro- blemas.de.conflictos de leyes.o estatutos, dejé un saldo positivo en“beneficio del progreso del Derecho Internacional Pri- vado. En efecto, en ella se encuentra el origen dé varios’ principios hoy en dia ad- * mitidos como axiomds en la materia. Asi, como una consecuencia de: los-principios elaborados por las Escuelas Estatutarias, se aceptS quéla ley personal debia regir el estado y capacidad de las personas; que la lex rei sitae debfa regir los bienes —inmuebles; que la lex lacus regit-actum —— debfa aplicarse a las formas extrinsecas de los actos jurfdicos; que la lex fori de- bia regular el proceso, etc. Examinando en conjunto las Escue- las que hemos analizado brevemente, po- demos concluir que fue, en realidad, la Escuela Italiana la més’ avanzada, pues- to que siguié un sistema de divisién y subdivisién de materias, método que ac- tualmente es considerado como el més cientifico. ® Weiss-Zeballos, obra citada, tomo I, pp. 538 y 539. Capitulo quinto ESCUELAS MODERNAS (SIGLO XIX) GENERALIDADES La profunda transformacién econémica, el aumento progresivo del comercio y el desarrollo que tuvieron los medios de transporte, todo ello como producto, de Ja revolucién industrial, produjeron- un considerable incremento de las relacio- nes privadas internacionales a partir del siglo XVIII. Es, por otra parte; la época de las éodificaciones, en la cual se produ- ce la unidad legislativa y, como conse- cuencia, la supresién de los conflictos in- terprovinciales que se. originaban en la diversidad de leyes o costimbres del mis- mo pats. En esta época, lo mismo que en la época de Ia teorfa de los esfatutos, sur- gen_algunos autores estudiosos del Dere- cho Internacional Privado, que formulan doctrinas, pero esta vez. de tipo universs- lista, tendientes a resolver los: problemas que.nacen de la diversidad y concurren- cia de las leyes de los diferentes paises. Si a las Escuelas Estatutarias debemos atribuirles el mérito de haber estableci- do las bases cientificas del Derecho In- ternaciénal Privado y el de haber sido las conductoras de su desarrollo a través de los siglos medievales y de la Edad Mo- derna, a las doctrinas que se .desenvol- vieron en el siglo XIX est4 reservada la gloria.de haber operado el, adelanto y transformacién radical de esta ciencia, 1) Escuela de Ia territorialidad del Derecho, o Escuela Angloameticana; 2) Escuela de la Personalidad dof | Derecho, o Escuela Italiana Moderna; 3) Escuelas intermedias, las que, sin partir de la idea de la territorialidad ni de la idea de la personalidad, se man} tienen en un justo equilibrio entre ambas, (Escuela de Pillet'o del Objeto Social deif las leyes, y Escuela de Savigny. o de lai Comunidad Juridica). a Aparte de las Escuelas mencionadas, que estudiaremos a continuacién, nos feriremos también a la Escuela de La Hit bana o Doctrina de Antonio Sanchez de’ Bustamante y Sirvén. Seccién primera ‘ESCUELA, ANGLOAMERICANA GENERALIDADES “Llamase Escuela Angloainericana —dice Duncker— la doctrina de Derecho Inter nacional Privado que se aplica en Ingla- terra y en Estados Unidos y que inspira\fi la jurisprudencia de los tribunales de am bos paises en materia de conflictos de le"? yes. No es otra- cosa "que la antigua Es: cuela Estatutaria Holandesa del siglo i XVII. Su principio fundamental ‘es el de la territorialidad absoluta de las leyes"®) 4 adaptandola-a las necesidadesjuridicas —¥:-22,conformidad a é de la época moderna. Estas doctrinas > teorias, formuladas por los juristas o Es- cuelas de esta época para dirimir los con- flictos de leyes, han recibido el nombre de “sistemas de solucién”. CLASIFICACION DE LAS ESCUELAS ‘MODERNAS Ya vimos que, en el Derecho antiguo, las Escuelas se formaron, fundamentalmen- te, de manera sucesiva. En el siglo XIX, en cambio, las tendencias se han mani- festado simultneamente. Podemos agru- 230 “Estado no debe rénunciar, sin abdicar de su independencia, al ejercicio de una jt risdicci6n excluyente en todo su territo- rio, extensiva, por lo tanto, a todas las"? personas y a todas las cosas que se en-; contraren en él, sean establecidas o de transito. Por otra parte, la potestad leg lativa del Estado se limita ‘a sus fronte- ras y no puede reclamar, fuera de ellas, autoridad alguna sobre las cosas o sobre las personas, aun cuando éstas le estén subordinadas por ‘un vinculo personal” %® Duncker, obra citada, p. 67. 3 Weiss, obra citada, tomo III, p. 9. rio col cor ror tro al tin ‘TRATADO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO. Bs asf como los tribunales ingleses. apli- can exclusivamente la ley inglesa en los casos de conflictos de leyes. Sin embar- 0, excepcionalmente y slo por razones de cortesia internacional 0 comitas gen- tium, dichos tribunales admiten la apli- cacién extraterritorial del Derecho en materia de estado civil y de capacidad de las personas. CAUSAS DE LA ADOPCION DE LA ESCUELA ESTATUTARIA HOLANDESA POR PARTE DE INGLATERRA Y DE ESTADOS UNIDOS Hasta comienzos del siglo XIX habfa si- do escasisima la aportacién inglesa al De- recho Internacional ‘Privado. Igual que en el resto de Europa, en Inglaterra rigié en un principio el siste- mz de la personalidad: de las leyes, pri- mero entre sajones y daneses y mAs tar- de entre sajones y normandos; pero el régimen feudal, impuesto por los nor- mandos, trajo consigo el predominio ab- soluto de'la territorialidad. ~ Inglaterta, durante” mucho’ tiempo, ignoré en absoluto los conflictos de le- yes, como consecuencia de su posicién geografica insular y de la falta de rela- ciones juridicas con el continente duran- te los primeros siglos de la época mo- derna. Esta”: situacién, sin. embargo, varié por completo a partir del siglo XVIII de- bido a los siguientes acontecimientos his- téricos: 1) La anexién de Escocia, que, sin embargo, conservé su legislacién propia; 2). -Bi-desarrollo-del-inmenso impe- rio colonial britanico y la formacién de colonias auténomas; 3) La extensién de sus relaciones comerciales en el mundo.* A raiz de estas situaciones, comenza- ron a producirse:conflictos de leyes den- tro de Inglaterra, y respecto de sus colo- nias y de los demés paises, lo que obligé a los tribunales ingleses a conocer, en til- tima instancia, de cuestiones a las cuales se aplicaban los sistemas juridicos més % Duncker, obra citada, p. 68. diversos. Refiriéndose a este punto, Fre- derick Harrison dijo:'“'Las causas polfti- cas —inmenso comercio, imperio hetero- géneo, subdivision interior en territorios cada uno con una jurisdiccién propia— han colocado a Gran Bretafia a la cabeza de los pueblos interesados en estos pro- blemas de los conflictos de leyes”™ La doctrina juridica inglesa empez6, entonces, a necesitar instrumentos que les permitieran a los tribunales hacer frente a los hechos y situaciones resultantes de las nuevas-condiciones creadas con el ce- se de su aislamiento. Ahora bien, las doctrinas de Derecho Internacional Privado que estaban en bo- ga en aquella:época eran.solamente dos: la francesa y la holandesa. Entre ambaé, Inglaterra opté por seguir los principios de la doctrina holandesa, pot los siguien- tes motiyos: 5 1) La union politica entre Inglate- rra y Holanda, en tiempos de Guillermo In; -'..2)--La proximidad -geogrdfica entre ‘ambos pajses, que les permitia mantener entre sf relaciones comerciales. muy in- tensas. Estas relaciones, que empezaron a efectuarse a partir de las postrimerias del siglo XVII, fueron tal vez las prime- ras-de importancia que la isla mantuvo con el continente; 3) Bi hecho de que estudiantes es- coceses frecuentaran las universidades holandesas, recibiendo alli su formacién juridica, lo que significé la introduccién de esta doctrina en Escocia y su exten- sin posterior @ toda la Gran Bretafia; 4) El espiritu feudal de la doctrina holandesa, que estaba muy de acuerdo con el cardcter preponderante del Defe- cho inglés. Los tribunales ingleses no aplicaban sino la ley inglesa.a los con- flictos de leyes. Esta tendencia conserva- dora y de territorialidad absoluta era la consecuencia. del predominio feudal en Inglaterra, el que comenz6 a estructurar- se, como ya lo dijimios, después de Ia con- quista de la misma por los normandos. it des Tois au point de ‘wie historique, particulitrement en Anglaterre”, en Journal dé Droit International Privé, 1880, p. 429. 231 ee DIEGO GUZMAN LATORRE Las circunstancias apuntadas -expli- can por qué los jurisconsultos ingleses siguieron Jos principios de la Escuela Es. tatutaria Holandesa. Y como consecuen. cia de este hecho, legaron a aceptar tam. bién la extraterritorialidad excepcional de las leyés, basada en la cortesia, en la comity of nations. En los Estados Unidos, Ia existencia, de trece colonias liberadas de la domina- cién inglesa, cada una de las cuales con. servaba su sistema particular de derecho, y la prosperidad econémica, crearon un campo ilimatado a los conflictos de leyes. Estos conflictos dieron lugar 2 una bliografia abundante, impuesta por la frecuencia con que sé planteaban estos casos conectados con las diferentes lesis. laciones en vigor en la Unién: inspiradas en el Common Law las de los Estados del Norte, en el Derecho francés las del sur, y ent las'Ieyes espafiolas las de los nuevos Estados que se iban anexando. Se cita como primeros: tratadistas a Sa: muel Livermore, abogado de Nueva Or. Jeans, y a James: Kent, Canciller del Bs. tado de Nueva York. También’ Estados Unidos recibié la influencia de la doctrina holandesa, no solamente porque su legislacién se inspi raba preferentemente en el Derecho in glés, sino también porque tenia en comin con Holanda el mismo espiritu de inde- pendencia, el mismo particularismo, el mismo desarrollo del comercio. Todo ello hizo, pues, que el medio fuese adecuado para el desarrollo de los postulados de la Escuela Estatutaria Holandesa. OBRADE_JOSEPH_ STORY Uno de los primeros en desarrollar la re ferida doctrina fue el jurista norteameri- ano Joseph Story (1779-1843), profesor de Harvard y Presidente de la ‘Corte $ Prema de Estados Unidos, que escribié el tratado intitulado Commentaries on the Conflicts of Laws foregn and domes. tie in regard to Contracts, Rights and Re- medies and Specially in regard to Marria- ges, Divorces, Wills, Successions and Jud. gements (Boston, '1834). Esta obra ha servido durante ‘mucho tiempo de base Para la ensefianza de este ramo en los Es- 232 tados Unidos ¢ Inglaterra y ha inspirado, ademés, la jurisprudencia internacional de Jos tribunales en ambos paises. “El mérito de la obra de Story —di- ce Ramfrez Necochea— fue el haber he. cho, por vez primera, una exposicién de conjunto, una: sintesis de las teorias que se habjari enunciado hasta la fecha" transmitiendo de este modo, segin Ba- tiffol, “Ia herencia del pasado a los auto- res’ europeos del siglo XIX".* De tal mo- do, Story no sélo ejercié una influencia profunda en la doctrina y jurisprudencia de los paises angloamericanos, sino tam: ‘ bién en la de pafses muy alejados de las concepciones juridicas anglosajonas. Prueba de ello es que el tratido de Foe lix, aparecido en 1843 —Ia primera obra de Derecho Internacional Privado, publi- cada en Francia en el siglo XIX—, se re. fiere expresamente a la obra de Story-co-”~ mo la mas reciente y completa. Al iniciar su capitulo relativo a los principios fun- damentales, el autor expresa: “La doctti- na: que exponemos en este cap{tulo.es la de M. Story; nosotros la adoptamos com- pletamente”# También’ es importante recalcar Ja influencia de Story sobre Savigny, quien lo cita frecuentemente - La obra de Story se caracteriza por su enorme extensién, debida al propési- to del autor de tratar sistematicamente todas las materias del ramo. Examiné y criticé, en cada punto concreto, las opi- niones de los juristas que. le. habfan’ pre. cedido, especialmente las _pertenecientes a las Escuelas Holand®sa y Francesa del siglo XVIII. Se abocé, ademé4s, al estudio de una serie de cuestiones practicas, for- mulando soluciones particulares que han. resistido las pruebas de la experiencia Segin el propio autor, su finalidad no fue entrar en el examen critico de los méritos 0 de los errores de los diferen- tes comentadores, sino més bien recoger en cada uno de ellos “lo que le parecia mas digno de respeto y confianza”. “No es exagerado decir —afirma G. C. Cheshire— que impuso un orden en * Ramirez Necochea, obra citada, “Teoria General”, p. 45. % Batiffol, obra citada, p. 266. % Batiffol, (dem, so iar ieee a mesma rea TRATADO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO un casi inimaginable caos. En la lengua inglesa no se habfa publicado antes nin- gain tratado comparable. a éste sobre la materia, No habla mas que un conjunto de decisiones inglesas. Sus tnicas fuen- tes de inspiracién eran las confusas y contradictorias - disquisiciones con las cuales los estatutarios habian trabajado. Sin embargo, su libro es una exposicion tan completa de los principios bésicos expresados por estos escritores continen- tales, que presenta al lector interesado una recopilacién adecuada del tan poco atrayente material. Pero el verdadero ser- vicio que presté Story al Derecho Inter- nacional Privado fue que, al elaborar un conjunto de principios concordantes con el-espiritu del Common Law produjo lo _ que s6lo puede ser descrito como el re- nacimiento del ramo”” Por su parte, Mariano Aguilar dice: “La visién de conjunto que nos produce cllibro.de Story puede resumirse en es- tos términos: traté de realizar una obra practica, asequible a profesionales y es- tudiosos, en la que habrian de coordinar- se los materiales aportados por la juris prudencia anglosajona con las principa- Jes corrientes doctrinalés nacidas en Eu- ropa. Una reflexion més matizada del pensamiento de Story nos descubre la existencia de un auténtico fundador, de un hombre al que se Je debe la renova- cién de los estudios del Derecho Interna- cional Privado en los Estados Unidos, que adquieren caracter de madurez con 4. Story apunté una serie de supuestos metodolégicos y_ orientaciones teleolégi- cas que tenfan la suficiente consistencia como para permitir el nacimiento de una especial manera de comprender el Dere- cho Internacional Privado. Su obra re- presenta un gran esfuerzo en el progreso histérico del Derecho Internacional. Pri: vado y constituye un feliz intento de si- tuarle dentro de una perspectiva univer- salista”™ ‘Story subraya la necesidad que exis- tia de formular algunos principios_gene- rales. para la regulacién de los conflictos de leyes; pero no acierta a formular la Cheshire, G. C: Private International Law, Oxford atthe Clarendon Press. 1961, p. 37. 1 Aguilar obra citada, volumen 1, tomo I, p. 145. mayorla de ellos mas que de una manera un tanto vaga e imprecisa. ‘Siguiendo la Escuela Holandesa, proclama la indepen- dencia absoluta del soberano territorial, estimando que cada nacién posee una so- berania_y .una jurisdiccién exclusivas dentro de su territorio (“Sovereignty uni- ted with domain, establishes the exclusi- ve jurisdiction of a nation within its own territories”). De este principio se deduce que las leyes’no pueden tener, en sf, nin- guna fuerza, ningtin poder, propio vigoré, mas allé de los limites territoriales y de la jurisdiccién del pais que las dicta; y que en este pais pueden obligar exclusi- vamente a sus stibditos y a los extranje- ros mientras se encuentren dentro de sus limites jurisdiccionales. Ninguna otra na- cién ni ningin otro individuo estén_obli- gados a obedecer esas leyes. Pero, como. admite) sin restriccién la doctrina holan- desa, acepta también la aplicacién de la ley extranjera en determinadas circuns- tancias, en cuyo caso Io hace sélo "por efecto de su benevolencia, y por conside- tar prudente y liberalmente la convenien- cia comtin y las necesidades y beneficios mutuos: Con ello no hace sino confirmar que también para-él la comity es-el ver- dadero fundemento de Ta fuerza obliga- toria de las leyes extranjeras. Agrega que Ta fuerza y obligacién que las leyes de un pais tengan en otro dependen solamente Be las leyes y reglementos municipales Ge este tiltimo, es decir, de su jurispru- © dencia y politica v de su consentimiento expreso 0 tacito. Considera la exoresi6n “cortesia” como Ja mas apropiada para expresar el verdadero fundamento y.ex- tensién de la-aplicacién de las leyes de un pais en el Territorio de otro, hecho ‘que se deriva enteramente del _consen miento del tltimo, v es inadmisible cuan- do-es-contraria a su politica o perjudicial a sus intereses. CRITICAS A LA ESCUELA ‘ANGLOAMERICANA La Escuela Angloamericana ha sido’ ob+ jeto de las mismas criticas que la docti na holandesa de los estatutos. En efecto, se ha dicho que “ella descansa en una idea enteramente errénea, cual es la de que la aplicacién del Derecho extranjero 233 Al

You might also like