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Tema: del Mito al Logos

Grecia. El mito y sus interpretaciones (Bermejo barrera)

El mito solía ser considerado como la pura negación de la historia, de la filosofía, o de


cualquiera de las ramas del saber. El mito se considera una narración carente de
verosimilitud y como algo que, una vez superado, da paso al pensamiento científico.
Se observan dos fases: los mitos caracterizados como carentes de sentido, y la cuestión
histórica y antropológica que plantea el estudio del pensamiento mítico.

En la antigua Grecia, Jenófanes de Colofón (V a.C.) critica los mitos de la tradición


homérica y de la cualidad antropomórfica de los dioses. Primero, porque no puede ser
que los dioses no se rijan por las pautas de moralidad exigidas a los seres humanos.
Segundo, porque si los dioses toman formas humanas variarán para cada cultura,
siendoles quitado el atributo de inmutabilidad propio de su divinidad. Esta condena de
los mitos por parte de Jenófanes se basa en criterios de carácter moral y religioso: contra
los arquetipos morales que deberían tener los hombres y contra la esencia del verdadero
dios.
Hecateo de Mileto (IV a.C.) no acepta algunos mitos debido a que no los considera
verosímiles, los considera en cierto modo como el producto de la mera fantasía.
Tampoco Heráclito de Efeso aceptará los mitos homéricos y hesiódicos, pero seguirá
hablando de las deidades.

Platón, por un lado realizará una crítica del mito y del pensar mítico (lo vemos en su
condena a la poesía y el arte). Por otro lado, los inventa para darles un uso
instrumental para la difusión de las más profundas doctrinas filosóficas. Para Platón, como
para los antiguos en general, hablar de mito es hablar de Homero.
La poesía épica estuvo unida a las formas de expresión y comunicación oral. Constituía
una suerte de enciclopedia donde se podían encontrar diversos ejemplos de todas las
ramas del saber. Desde descripciones geográficas, astronómicas, ejemplos de paradigma
de conducta moral, etc. En definitiva, englobaba muchísimos aspectos del mundo o de la
vida.
El rapsoda, con ello, se podía llegar a creer sabedor de muchas cuestiones,
convirtiéndolo en educador del pueblo. Ello choca con los propósitos pedagógicos y
políticos del proyecto filosófico platónico (república).
Condena de Homer y la poesía:
- No solo está en poder de los rapsodas, sino del pueblo, convirtiéndose así en
incontrolable. Un murmullo que se disemina por la ciudad. No se podrá construir una
ciudad justa si los filósofos gobernantes no pueden controlar los mitos forjando otros
que suplanten a Homero.
- Además de incontrolable, es doblemente nocivo por su carácter erróneo e incluso
perverso. Mantiene al hombre en el mundo de las apariencias forjado por los poetas
y artistas, impidiéndole superarlo para alcanzar las ideas puras. Deberán recitarse
mitos arraigados en la filosofía.
- Los mitos deberán existir siempre y cuando sean hechos y estén en manos de los
filósofos.
Golpe final y establecimiento definitivo de la separación mito y logos: en un principio
significaban lo mismo: discurso, concepto. El mito pasará a considerarse mera narración, en
tanto no esté ligado al logos.

Del siglo IV a.C. en adelante, con la aparición del libro (y divulgación gracias al comercio),
permanecerán las escuelas filosóficas por la tradición escrita, mientras que los mitos
homéricos quedarán rezagados y condenados por su carácter oral.

Esto abre una posibilidad en la época clásica y helenística, y en el Imperio Romano. ¿Cómo
conciliar que se critique el mito pero se exhorte a participar del culto religioso? Por la
alegoría. Así como el filósofo puede inventar mitos para exponer su doctrina, cabe la
posibilidad de que los antiguos como Homero expusieran por medio de alegorías ciertas
verdades que el pueblo de ese entonces no podría haber comprendido. Un camino inverso
al platónico: no tramar alegorías para exponer verdades profundas, sino buscar verdades
profundas bajo el manto de alegorías.
Conversión del mito en manifestación simbólica de tres tipos de verdades:
- Históricas: historia expuesta en forma alegórica, como la de Euhemero de Mesenia.
Decía que el culto a Cronos y Zeus se da por ser antiguos hombres benefactores en
sumo grado de la humanidad, a quienes los descendientes les rendirían culto.
- Naturales: luchas de los diferentes personajes como símbolo de las distintas fuerzas
físicas.
- Morales: como el caso de Ulises, como arquetipo de hombre que lucha contra
diversos vicios que corrompen a la humanidad.

Importancia del mito y su defensa como elemento de cohesión social y política. Puede
tomarse como otro caso de su reivindicación y defensa.

Los presocráticos. Del mito al logos (Morey)

El mito como principio organizador de la vida social que representa y dota de sentido a las
prácticas rituales más importantes. Ofrece un cuerpo de prescripciones y un principio de
comprensión.
El mito instituye un acontecimiento inaugural que da razón a lo presente, por referencia a un
momento original. Todo lo que sucede en el presente es en función de tal acontecimiento, a
la vez que es incluido dentro de un ciclo eterno donde lo inesperado se reduce.
Probablemente en el imperio micénico y minoico prevaleció, como en las culturas orientales,
la llamada “ideología real”, donde las formas rituales se organizan en un culto fuertemente
ritualizado: el rey es la fuerza encarna el principio cosmológico, y rige el orden social y
natural. Además, la casta sacerdotal acompañará al rey elaborando un cuerpo de técnicas
que permitan predecir acontecimientos, de modo que el rey no halle cosa que escape a su
conocimiento.
La invasión dórica al imperio micénico parece haber destruido este equilibrio social. La
soberanía entra en crisis, con todo lo que ello implica, sentando las bases para el paso del
mito al logos. La invasión dórica sumió a los antiguos pueblos en una edad oscura, debido a
que eran un pueblo culturalmente más atrasado. Los cuatro siglos siguientes fueron, en su
oscuridad, una transición hacia la fundación de la polis griega, la ciudad.
La imagen del cambio de estructura social fue evidente: se pasó de una antigua ciudad
minoica y micénica, en la que el centro era el palacio central donde se albergaba el
gobernante y la administración, hacia fuera, el lugar de las viviendas y las granjas que
albergaban al pueblo. En la polis griega, se construyeron viviendas alrededor de un espacio
vacío, el ágora. La plaza donde los ciudadanos varones decidían los asuntos colectivos.

Homero, en la edad oscura griega, se sitúa como el educador de las futuras generaciones,
si bien no desvelan los sucesos en su enigmática época, todo lo que expresa en su obras
es de gran importancia religiosa y cultural. Ordena la multitud de divinidades griegas,
prefiguración del panteón olímpico.
En sus poemas narra el conflicto entre la voluntad humana y la voluntad divina, la Moira o
destino o “parte que corresponde del botín”, el Daimon o hado personal, dador de suerte;
Ate, la ceguera del alma. Estos conceptos son claves en la antropología homérica como
pensamiento pre-filosófico.

Hesíodo también es un gran organizador: establece el árbol genealógico de las deidades.


Los primeros filósofos ordenaron la realidad desde el método hesiódico, pero precisamente
ordenando la realidad no en pareja de dioses sino de sus elementos constitutivos.

Religión olímpica sin libro sagrado, tradición verbal sin casta sacerdotal que homogenice los
dogmas. Da la libertad para que dé paso al logos. Frente a ello, surgen tendencias
religiosas que expresan preocupación por el destino del alma. Estas religiones de carácter
secreto, como el orfismo o los misterios de Eleusis, son ejemplos de ello. Frente al carácter
sereno y culto a la luz del día de la religión olímpica, se contrapone la práctica nocturna, en
la que la música, el baile y la enajenación mística predominan. Apolo y Dionisos simbolizan
esta doble vertiente religiosa de los griegos. Apolo, dios de la luz, frente a Dionisos, dios de
la exaltación, música y embriaguez. Ambos como imagen de la vida, el primero de la vida
personal, individuada y bella, condenada a morir. El segundo de la vida como fuerza
impersonal y ciega, que como la vida vegetal, muere y renace cada primavera.

Poco a poco el mito irá trocando en logos, se pasará de la mera representación al concepto.
Influencia de la escritura. Los dorios harán que se pierda la antigua forma de escritura para
que luego, tomando el alfabeto fenicio lo adapten a sí mismos.
La escritura permite que pase lo secreto a lo público, tal como se dice. Permite que no se
necesiten fórmulas mnemotécnicas que luego deban reflexionarse, como un doblar y
desdoblar constantemente los pensamientos. Es un paso fundamental al logos. También lo
es la importación del papiro para la circulación cómoda de la escritura.

Importancia de la invención de la moneda acuñada que, si bien permite el nacimiento


de una economía de mercado, también es motivo para que puedan establecerse
correspondencias entre series de objetos dispares, posibilitando cierta labor de
abstracción, como principio de inteligibilidad abstracta que permite homogeneizar la
multiplicidad de lo real bajo una medida universal.

La importación de la geometría y la astronomía de Egipto y Babilonia, despojadas de todo


contenido religioso, permiten que, bajo una mirada filosófica, se ubique al hombre en la
realidad y dé un principio de orientación mediante la consideración del espacio y el tiempo,
en cuanto a la astronomía, y se comience a considerar la predominancia del ver sobre el
tocar, en el caso de la geometría. La consideración del espacio y tiempo abren a la
posibilidad de comenzar a tratar sobre la adivinación: conocer anticipadamente
acontecimientos singulares que ayuden a la decisión, planteado bajo la lógica de la
alternativa. Esto lo tratarán también los sofistas y luego los filósofos.

La mántica se desplaza de simbólica (lectura de las vísceras de los animales) a extática


(interpretación de los delirios salidos de boca de la Pitia). La adivinación está unida a la
retórica. Muestra la influencia de la racionalidad.

El prestigio del santuario de Delfos supone la afluencia de las gentes, haciendo de él un foro
cultural y centro de intercambio de ideas. Pasa a ser el ágora de las ciudades griegas.

La filosofía no solo es un nuevo punto de vista y actitud, sino que pasa también a ser un
género expresivo, una forma de escritura diferente junto con la poesía lírica y la tragedia. La
poesía lírica propone una ordenación simbólica de la realidad sin recurso a categorías
teológicas, no enfocándose en responder a un punto de vista objetivador, sino a las
intensidades vividas, como registro personal y vital. La tragedia guarda mayor relación con
la religión, donde se emitía juicio sobre las acciones representadas: culpa, destino,
responsabilidad, error, crimen, etc., horizonte espiritual de la tragedia (más bien dionisíaca)
antes de ser tomados por la filosofía (más bien apolínea).

La filosofía se presentará tanto junto a una práctica personal como la lírica, buscando dar
con la naturaleza deliberativa y voluntad de acuerdo propias del carácter colectivo de la
antigua tragedia. Origen del filosofar en el asombro, que no se traduce en una canción, sino
en una pregunta.
Primer gran tema de asombro:la physis o naturaleza. Una entidad en marcha, un entramado
de acontecimientos que se busca reducir bajo un principio soberano (arje). El filósofo es el
que se pregunta sobre ese origen, ese saber universal.

Sin soberanos, santos, profetas, sin un orden mítico cerrado y exigente, el griego sólo
puede confiar en los sabios. Los míticos Siete Sabios serán su punto de apoyo. Luego,
desde Jonia irá floreciendo el pensamiento filosófico, en busca de la entidad soberana sobre
la que se apoya la realidad. Muy pronto y luego de mucha búsqueda, se afirmará ese
principio en el Logos. Con él, el hombre encuentra soberanía en tanto se someta a la ley de
lo común. A partir de ese instante, la razón occidental comienza a tener historia.

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