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sion Erica Inventigacién en Salud protagénico y las constantes guerillas por pequefias influencias son amenazas de nuestro entorno cultural que la apertura a las ideas universales y una conciencia de Jos conffictos de poder econdmico y cul- tural puede conjurar, Este libro, producto transitorio y perfec tible, se ditige alectores de diversa condi- cidn. Por de pronto, a investigadores lati noamericanos que descen una orientacién en algunos debates actuales sobre control y regulacién de su trabajo. También a es- tudiantes que inician una carrera acadé- mica y precisan conocer los fundamentos de la competitvidad y legitimidad que caracterizan al ambiente internacional. Los directivos de instituciones académicas y los miembros de comités de ética encontra- rim aqui material para reflexionar y deci- dit i bien hay ausencia de detalles casuis- ticos, inseparables de una prictica razonada y razonable, Aspiramos a que legisladores y politicos mediten sobre las consecuencias de la investigacién cientifi- ca, aunque su nivel no sea comparable al de palses més prOsperos. El mensaje es que tales consecuencias, éticas, econdmicas 0 culturales, no respetan feonteras y afectan por igual alos habitantes de todas las na- ciones, pobres y ricas, desarolladas 0 en desarrollo, Y anticipar desafios y debates esclemental cautela, no lujo prescindible. Los editores estén conscientes de los te- ‘mas que quedan fuera en esta edicién. Esté ausente el gran capitulo de la investiga- cin pedagégica, cuya calidad se veria mejorada con una elevacién de sus estin- dares, No se trata la investigacidn en emer- genciasindividuales o comuniarias, inclu- yendo desasttes y epidemias, y se omice la investigacién operativa de servicios socia- les y de salud. Las omisiones incluyen la nvestigacién de la investigacién’, es de- cir, los estudios sociales sobre la ciencia y la ética de investigar la ética. Este seria tema de importancia para enjuictar deba- tes irracionales e innecesarios con que in- genios de toda ralea creen acumular ante- cedentes académicos. Como no es este libro enciclopédico ni fundacional, que- dan estos asuntos para otra publicacién. La preparacidn de este volumen compro- mete muchas gratitudes. En primer liga, a quienes se comaron la molestia de eset bir, cortegr, eriticary analiza, que fue ejer- cicio a la vex educativo y educador. A los que leyeron fragmentos ¢ hicieron suge- rencias sin que sus nombres vayan aqui consignados. A las instituciones bajo cuyo alero se trabajé ya aquellas que aportaron los recursos materiales indispensables. A todo el personal de apoyo, sin cuyo con- curso este producto serfa atin més imper- feero, Confiamos que lectores y lectoras entenderdn que, como la bioética es sus- tantivamente didlogo, este libro es una de sus expresiones y aguarda opiniones, cri- ticas y comentarios para ser de usilidad Fernando Lolas Stepke Introduccién Jorge Alvarez Diaz Fernando Lolas Stepke Delia Outomuro Hacia una definicién de bioética Poco tiempo ha transcurrido desde que Van Rensselaet Potter introdujera el neologis- smo “bioétia” al titular su libro “Bioethies: Bridge to the future”, publicado en 1971. En estos algo més de treintaafios lo deno- tado por tal significante se ha impuesto como disciplina, es decir, en términos de Roland Barthes, como discurso ensefiable. Ahora bien, si observamos detenidamente aa comunidad de hablances que dice com- partie discurso bioético podemos soxpren- ddernos al ver que, en realidad, no todos hablan el mismo idioma, ni comparten los aismos productos y, ni siquiera, se propo- nen los mismos objetivos. El caricter poi- sémico del término, manifestado a través de las miltiples definiciones, no es un he- cho menor, Esta multiplicidad de acepcio- nes deja espacio para una vaguedad (¢ in cluso, en algunos casos, ambigiiedad) que permite la inclusién de actores, discussos y tematicas que, muchas veces, conspiran contra el verdadero propésito de la bioét- ca. La bivétia es parte inevitable de la cay &ta¢s, includiblemente, flosofia(1) Si algo caracceriza ala filosoia es el hecho de ser un discurso racional en busca de la respuesta a su pregunta capital: zpor qué"? [a filovofa tiene que ver con todos los seres hu manos, peto sobre todo con aquellos que po- seen capacided de atombro y sentido critics. Pre= cisamente en eso consist la flosofla: primero cen asombrasc, c¢ decit, en no tomat lat cosas {que se nos presentan come algo dado sin més lasombro es, sin duda, el primer paso para co- a participacin de la comunidad en estos temas de interés piiblico ha de celebrarse. Esmas, uno de los métitos dela bioética es haber acortado la distancia entre “expertos” y “profanos”. Pero es importante recordar aqui la clisica distincién aristotélica entre doxa y episteme. La primera cs la opinién, dl prejuicio; la segunda, el conocimiento, ljuicio. Todos podemos opinar; el proble- ‘ma se suscita cuando se realizan afirmacio- nes sin fundamentos, es decir, cuando uno se mantiene en el campo de la doxa consi- derindola orto-doxia. Recordemos tambicn que la episteme es con- siderada “ciencia” (0 “conocimiento cient! fico") precisamente porque puede dar ra- 26n de lo que afirma. En ottas palabras, la diferencia entse a opinién y el conocimien- to cientifico no pasa por la verdad o la fal- sedad de las afitmaciones; no se tata de aque la doxa sea falsay la episteme verdadera : mediante esta capacidad, el se colocan bajo la esfera de nucetta atencidn, Luego tiene lugar el segundo paso: la eiceas ee objeto que nos ha axombra~ do ahora es cuestonado, La pregunta lave en cexke momento spor que? No todas las pregunta del filisfo tienen su ee pectiva respucta, Pero eso no importa, El no ‘conocer la espuesta no es un impedimenta, sino ris bien un estimulo para continuar inter ‘gindore Tener conciencia de lo paco que sbe- ‘mos, econocer humildemente que nuestra ca- pacidad de conocimiento es limitada es, quiés, lL sabet mis profundo al que podamos aspiat, CE Outomuro D. y Recalde H. Fileoia y For- ‘macién Etica y Cindadana I. Buenos Aes Eli torial Aula Taller; 1999: 5-10 sion Bviea lnventigacin en Salud (muchas veces ocurre lo contratio). La di- fercncia ¢s que en a primera no hay funda- mentos para lo que se dice(1). El uatamiento serio de cualquier tema (in- cluso més alli de la bioésica) supone la deli beracién critica. Esto significa reconocer que Ja ran tiene, por un lado, supuestos y por otto, lacapacidad de reflexionarcrticamen- tesobreellos. Implca,asimismo, aceptar los limites dea racionalidad, el hecho de quela raz6n humana no puede dirimir definitiva- mente as dstintas cuestiones, Por es0, quien deliberaerticamente sabe que no hallaré una respuesta definitiva, pero, también, que debe considerar distintas opciones y que no todas ellas estdn sustentadas por argumentos del mismo peso(2). En las tkimas décadas ha surgido un cre- ciente interés, tanto entre los profesionales de las ciencias de la salud como entre el puiblico en general, por la bioética, Los edios masivos de comunicacin se reli ren frecuentemente a eventos relacionados con la eutanasia, el rasplante de éxganos, las téenicas de fecundacién asisida, la lo- nacién de seres humanos, entre otros. Di- cas noticias suscitan no s6lo lacuriosidad de la poblacién, sino que, también, son fuente de arduas polémicas en torno a los Itmites del conocimiento cientifico y la medicina, Estos mismos temas son abor- ddados sistemdticamente por esa “nueva dis- ciplina’a la que nos referimos Nuestro primer propésito sera dilucidar al- gunos conceptos bisicos, pero clave para comprender qué es y de qué se ocupa la bioetica, Paracllo, comenzaremos definien- do ciettos términos como ética y moral. Finalmente, propondremos y justifcaremos una definicién de biogtica Cuando decimos la verdad a un amigo, cuando somos solidarios con quien nos necesita, cuando cumplimos una promesa, nos estamos comportando moralmente. Es decir, estamos actuando de acuerdo con las normas, costumbres y valores de la socie- dad en que vivimos, y que nos fueron im- puestos por la cultura, Pues bien, el con- junto de normas, costumbres y valores {eseritos o transmitidos oralmente) que tie- anc una comunidad se llama moral. Ellares- ponde ala pregunta: qué debo hacer fren- tea csta o aquella siuacidn? La moral es algo que se da de hecho (es de facto) Nos interesa ahora saber de dénde extraen su validez estas normas o costumbres, de dénde surge su obligatoriedad en sentido moral, En otras palabras, queremos aber por qué no debo mentir, por qué no debo ma- tar, por qué debo ser solidatio. Nos interesa pasar de lo que es de facto alo que es de jure (de derecho), del plano del “ses” al plano del “deber set”, Ese ese problema de la ética La moral dice qué se debe haces la ica pre- gunta por qué se debe hacer, La reflexign éti- «a intenca fundamentar las normas, las cos- tumbres, los valores a que hemos hecho referencia. Laticacs la aplicacién dla razén a.cseconjunto de creencias, hdbitosy digos de normas que cada cultura posce como una de sus caracteristicas constitutivas(3). MORAL Qué De hecho De facto De jure Lo que es Lo que debe set Enunciados Enunciados desctiptivos prescriptivos Por qué es necesario este tipo de reflexiones? {No es acaso més simple quedarse con lo que senosha ensefiado (con ka moral)? La actitud critica, sin embargo, esinherente ala natura- Jeza humana; también, porque el saber natu- ral, esponténeo, presente en todos los hom: bres, si bien ¢s lo bésico y absolutamente necesaio, resulta difus, vago y ambiguos fi nalmente, porque la reflexién moral no nece- sitarfa de I filosofia sino sucumbiera ante la inclinacidn o ante as ‘racionalzaciones’, para usar un lenguaje psicoanaltico. Introdueeibn Es cicrto que las fronteras entre lo ético y Jo moral no son nitidas; sin embargo, en el Ambito académico suele hacerse esta dis- tincidn: se reserva “moral” para el conjunto de normas, costumbres y valores de una ddeterminada comunidad, y “ética” para una disciplina filossfica que intenta la fan- damentacién de la mora. CONFRONTACION ENTRE MORAL Y ETICA(4) MORAL Pespone pir proc pcos Progunta qué se debe haces Tuga sobre el valor moral de actos paticulares Es un saber prefilsético Reclama respuesta stuacionales, sun saber imprescindibe para el recto obra. Es espontines, astemitica Es acta. Es un saber apoyado en lo prettellexiv, TICA ‘A partir de las stwaciones, busca los principion, Progunta por qué se debe hacer lo que recomicnda la norma o la reflexidn moral Indaga el fundamenco de los juicos morals Es un sabe filosifco. Reclama respuestas ni No es imprescindibe para el recto obrar. Es relesién istemitia. salmente validas Dabo ser critica, Es reconstructiva, Son rellexiones notmativas Se expresan en lenguaje normativo. Convene insist en que la ética no elabora cédigos de normas ni indica cudl norma hay que aplicaren cada situacidn, La ética cs sélo indirectamente normativa, mientras que la moral oes directamente. La éxica es prictica no porque indique lo que hay que hacer en cada momento, sino porque hace madurar la capacidad préctica del hombre, ayudindolo a cobrar conciencia de su responsabilidad, Ella no puede dar una res- puesta ante un dilema sobre cud es la ac~ ccién més justa entee varias posibles: “Lo que puede hacer es suprimir algunas confusio- nes, disipar ciertas oscuridades, de modo que las opciones surjan con mayor clati- dad, Pero, entonces, lacleccién verdadera entre ellas scr algo que debamos hacer por nosotros mismos(4)". En esto consistepre- cisamente nuestra libertad Si bien hemos diferenciado entre ética y moral, es preciso sefalar que, desde el pun- to de vista etimolégico, ambos términos significan lo mismo. Los dos se traducen como “modo de ser 0 comportarse” junto de reglas, valores 0 principios", in- cluso como “morada o lugar donde se ha- bita’, La tinica diferencia es que “moral” deriva del vocablo latino mos mientras que “ética’ deriva del griego ethos "7 sion Bviea lnventigacién en Salud Hastala primera mitad del siglo XX, la t- ca se circunscribia al Ambito filos6fico, Es decir, los eticistas se dedicaban a reflexio- nar acerca de las distintas morales y de las distintas éticas, mancenigndose en un pla- no de absteaccién, Sin embargo, pronto fueron emplazados pata dar respuestas con- crexas a problemas que, cada ver con ma- yor frecuencia, ocurrian en el mundo, Es- tos problemas de naturaleza ética pertenecian a distintas dreas: la politica, la economia, el periodismo, el medio ambien: te, la medicina. Probablemente haya sido esta ikima el campo mis fértil para el ce bajo de los fildsofos éticos. De este modo, cuando sees solicitaba resolver los conflic~ tos que se susctaban en ls dsciplinas cita- das, surgia lo que se daba en llamar ética aplicada. As aparece la étca aplicada a la politica, ala economia, al periodismo, ala medicina o a la biologia (bioética), entre muchas otras. Filoofia Erica (Orros saberes Economia ~ Politica — Informacién ~ Biomed! Tica en economa— Erica en pllca Exica en informacién — Etica en biomedicina (bioética) La bioética, en tanto ética aplicada, tam- bign es una interdisciplina, Esto quiere de- cir que, si bien sus dos fuentes principales son la étca y la medicina, también se autre de otros saberes, como la antropologia, la psicologla, el derecho, entre otros. De allf que algunos sostengan que, més que ética aplicada, es ética préctica. No consiste sim- plemente en aplicar los principios o proce- dimientos elucidados previamente a partir dena écica general, sino también en inda- gar qué principios y valores se han ido ge- nerando en cada émbito concreto. Esta necesidad de interdisciplinariedad se ve claramente expresada en los llamados “comités de ética hospitalarios’,imtegeados por profesionales de la salud (médicos, en- fermeros, psicélogos, kinesidlogos, por ejemplo), fldsofos, abogados, socidlogos, representantes de ls principales rcligiones y miembros de la comunidad. Una de sus funciones ¢s analizar desde distintas épti- cas los problemas bioéticos para tratar de llegar a posibles soluciones Recientemente se ha marcado el cargeter transdisciplinario dela bioética. Es menes- ter aqui mencionar las diferencias entre “multidisciplinario”, “interdisciplinario” y “«ansdisciplinario”. + Multidisciplinario: se comparte el ob- jeto de estudio. + Interdisciplinario: se comparte el objeto deestudio yse establecen vasos comuni- cantes ent ls diversas disciplinas. + Transdisciplinario: se comparten el ob- jeto de estudio y el contexto, y se cons- ‘ruyeun lenguaje comiin para dar cuen- ta del objeto de estudio. Se borran las fronteras entre las disciplinas. Abora sf estamos en condiciones de propo- ner una definicidn: “La bioética es el uso creativo del ddlogo para formulas, articular yzeno posible, resolver los dilemas que plan- tean la investigacin y la intervencién sobre Ja vida, la salud y el medio ambiente” Justificamos la pertinencia de esta defini- cidn en funcién de los siguientes aspectos: + Selaconcibe como una disciplina dia- Logica y, por lo tanto, secular y proce- dimental + Sereconoce laexistencia de “dilemas’ En bioética no hay problemas, en sen- tido estricto, sino, ms bien, dilemas ©, mejor, poliemas (sin que ello signi- fique caer en un telativismo absoluto) Esto significa que no existe una tinica solucién y, eambién, que cualquier so- lucién implica un nuevo problema. De allf la importancia de esperar diferen- tes opiniones fundamentadas + Se postula Ia resolucién de dilemas ‘como “posibilidad”. Del punto anterior se deduce que no siempre (0 casi nun- ca) es posible dar respuestas categéri- cas. Muchas veces debemos contentar nos con la elucidacién del conflicto sin poder hallar una solucidn savsfactora. Por ello, no puede haber “expertos” en bioctica al estilo de otras disciplinas Finalmente, que exista un espectro de so- Juciones posibles no significa que optemos por cualquiera, al azar. Lo importante es que las soluciones puedan ser defendidas argumentativamente, De ese modo, cl es- pectro de alternativas puede reducirse, aunque dificilmente lleguemos a una sola posiblidad. Lo habitual es que sean varias las soluciones defendibles y esto es lo que permite la diversidad de pensamiento, Si pretendemos ser verdaderamente pluralis- tas y democriticos tenemos que respetar la diferencia de opiniones recordando que respetar no cs sinénimo de compartir. Causas del origen de la bioética + Medicalizacién de la vida: evidencia- daa través del enguaje médico en otros discursos ("Ia situacién politica es di ficil, pero haremos el diagnéstico y tra- Introdueeibn tamiento correctos") o de la medicina preventiva (exdmenes preocupaciona- les, prematrimoniales, te.). + Avances cientifico-tecnoldgicos: crea- cin de las unidades de terapia intensi- va, implementacién de técnicas de fer- tilidad asistida, etc + Revolucién biomédica: posibilidad de remodela la genética humana + Critica a la heteronomia:ligada a los movimientos de revindicacién delos de- rechos de las minorfas en los afios sesenta. ‘+ Investigacidn con seres humanos: abu- sos cometidos en la posguerra, a pesar de los cédigos y declaraciones tendicn- tesa la proteccién de las personas. Etapas de la bioética: emotiva, reconstructiva y de consolidai El discurso bioético se instaura en la pos- modernidad, primeramente como un mo: vimiento. Casos espectaculares de flagran te ignorancia 0 desprecio de los derechos y la dignidad de las personas, en nombre de Jamedicina yla cienca, evelaron la insu ciencia dela tia filosdfca tradicional para brindar un marco de orientacién ante los nuevos desaffos dela investigacién cientli- ca, Se incrementé la conciencia publica sobre las amcnazas del progreso tecnocien- tiico en relacién con la vida y ol bienestar de las personas, y la preservacién del me- dio ambiente. La teenificacién extrema de Jamedicina, sometidaa las regulaciones del cxeciente complejo industrial, con su énfi- sis en el mercado y el lucro, se sumé a la medicalizacién dea vida, presentada como avanee y como limit Escos son solamente algunos de los cam- bios sociales que inauguran la “edad biog- tica’. Signados por la publicidad que ad quicren los sucesos de la Alemania 19 sion Erica Inventigacién en Salud nacional-scialista los casos Famosos de Tis- egee, Willowbrooke y otros, las decsiones sobre vida y muerte que posibilitan los nue- ‘vos avances técnicos (como la ditlisis y los antibiéticos), la diversidad culeural en las pricticassanitarias y la necesidad de parti cipacién de las comunidades en construit y mantener la salud, promueven un movi- miento de rellexién y justificacién de las précticas sociales en las comunidades de los pafscs més adelantados téenicamente Para la“cclosién” de la bioética pueden se- fialarse varios hechos: la ereacién del pri mer comité de ética asistencial en Seattle, en 1962; la publicacién de diversos libros inspirados por la teologfa moral; la genera- cién del término “bioética” por Poster, al- rededor de 1970: la creacién del Hastings Center y del Kennedy Institute of Ethies(). Aisladamente, ninguno fue decisivo, Su conjunto revela, no obstante, que las con- diciones sociales hacian esperable la apa cin de esta nueva forma de éticaaplicada, ue superaba tanto la convencional elabo- racién filos6fica como la clisica deontolo- gia de las profesiones. Puede denominarse “emotiva’ esta etapa inicial. Esta basada en Ja emocidn y conduce a un movimiento social con escasa articulacin institucional. La fase de preparacién de la emergencia de Ja bioética ha sido diferente en cada region del mundo. Se recurte por convencién al cjemplo estadounidense, talvez porque en «xe pals fueron més evidentes las contra- dicciones, se hizo patente la necesidad de una guia prdctica y, por iltimo, se acufié la palabra *bioésica” en los afios 70. En las décadas siguientes l significado del cérmi no sufrié diversas mutaciones, restrictivas algunas, expansivas otras, lo cual se tradujo en una etapa “teconstructiva" de tradicio- nes filosdfcas y concepts cientiicos. Latercera fase es de “consolidacién”. El dis- curso biogtco se instala en la insticuciona- lidad académica. Se desarrollan cursos, se fundan revistas, se escriben tratados. Se_ perfila un ambito concreto de aplicaciones en la investigacidn cientfica y en la asi tencia sanitaria Surge laimagen del bioeti- cista profesional, cuyas competencias con- sisten en la rigurosidad del andlisis, la capacidad de comprensién tolerante de otros puntos de vista la habilidad para ar- ticular problemas y a capacidad para cola borar en la toma de decisiones mediante principios. Incluso se mercanciliza lo bioé- tico y se oftecen sus insticuciones sociales {comitésy consultores) como ventajas com- parativas en el mercado de os servicios asis- tenciales, La figura del “bioeticista” amerita una con- sideracién especial. Las competencias que debe tener quien tome cursos de bioética se limitarén a un papel algo més modesto que el de dar respuestas categéricas. Suta- rea serd la de poner su formacién huma- nfstica al servicio del analisis de los con- flictos éticos, ilumingndolos como tales, descubriendo los valores en juego y per- mitiendo la participacidn simética de to dos los afectados en la toma de decisio- nics. La peticia (expertie) del mal llamado “bioeticista” serd més un “saber cémo” que tun “saber qué”. En sintesis, su pericia ha de ser procedimental, es decir, la identifi cacién del procedimiento justo para in- tentar resolver el problema. Esperar otro tipo de competencias del egresado es sen- cillamente insensato, porque el discurso bioético (se ha dicho hasta el cansancio) es un discurso sui generis, un saber de los intersticios que dejan entre si diversas dis- ciplinas, un discurso transdisciplinario. Nadie puede arrogarse ser el duefio de se- mejante empresa(6). Diversas formas de bio¢tica Hay muchas maneras de tipificar aspec- tos parciales del discurso bioético. La mds obvia se centra en tematicas. Asi, ¢s posi- ble distinguir una biogtica médica, una ambiental, una social y una cientifica. Es también posible hablar de macrobioética, para referitse a temas que cubren la socie- dad en su conjunto, y microbioética, para aludir a aquellos que se refieren a las inte- racciones entre individuos. La forma més adecuada de caractriza dis- tintas formas de bioctica debe tomar en con- sideracin la atmésfera intelectual que pre- ddomina en la segunda mitad del siglo XX. Es una época de confrontaciones importan- tes entre cosmovisiones. Parecen fracasar los intentos universalistas de respeto a la digni- dad de los seres humanos en todos los paises del mundo, Las distintas religiones, aun con pérdida de su ascendiente, enclaustran a sus adeptos en universos morales tan diferentes centre sf que la expresién “extrafios morales” cobra un significado concreto. Indica que Jos grupos humanos no comparten las mis- sas creencias en natrativas universales, las sociedades se han fragmentado en distintos grupos ideol6gicos y los desafios ala convi- ‘vencia pacifica son ingentes, La aspiraciSn a Japazperpetua ya concordia universal, on- virtiendo y convenciendo a otras personas, se hace ut6pica. En este clima espititual, la idea es fundar Ja dtica ~concebida como justficacién ra- cional de la moral-en los procedimiencos cmpleados para arribar a consensos, ati cular disensos y promover la convivencia centee grupos de extrafios morales, En un reconocimiento ticito de la pluralidad de visiones que, sobre temas fundamentales, tienen las personas: la aspiracidn de la nue- Introdueeibn vvaética es basar su legitimidad en los pro- cedimientos. Especialmente, el didlogo, la deliberacién, la participacién, adquieren el estatuto de herramientas para la convi- vencia, Su empleo demanda responsabili- dad, estos, capacidad de responder y dar cuenta de las propias acciones y afirma- ciones en un clima de reciproco respeto, tolerancia y aceptacidn, que, si bien puc- de convertirse en pluralismo, no siempre involucra los aspectos técnicos del saber formal, sino especialmente sus consecuen: cias sociales. Desde el punto de vista de os procedimien- tos, cobra interés y se hace practicable una taxonomia de las formas de bioética: + La biogtica regulatoria se entiende como la forma discursiva que adopta el didlogo en la supervisién de los com- portamientos deseables para la convi- vencia. Lo regulable varia de sociedad en sociedad y de época en época, pero lo esencial es que las egulaciones ad- quicran la legitimidad que les otorga cl consenso guiado por una participa- cidn eficaz. + Semejante, pero no idéntica, cs la biog- tica normativa, que decanta en las for- mas particulares del derecho y los usos sociales en aquello que contienen de universal, Explora asf la tensién entre lo universal y lo especitico. + La bioética cultural se aboca a la ex- ploracién de las normas sin conside- rar su poder vinculante, Semeja ast una etnograffa empirica de las formas de comportamiento aceptadas en una sociedad. + Labioétca clinica considera ls peculia- ridades del entomo clinico, sefilado por tuna relacén de ayuda entre personas. sion Erica Inventigacién en Salud Bioética: proceso, procedimiento y producto La bioética es una disciplina dialégica, en cuanto sus postulados, aforismos y reglas no aspiran a convertir, convencer o vencet adversatios. Los intetlocucores mantienen su individualidad y retienen la propiedad de la praxis comunicativa que les permite intercambiar visiones, convicciones y creen- cas. Es una disciplina puente en muchos és sentidos de los que imagin6 el creador del eérmino. No sélo es, como ¢! queria, puente al futuro, Es también, y sobre todo, puente entre personas, entre disciplinas, entre racionalidades y entre creencias. Por muy evidente que una conclusién parezca, la préctica de la écica discursiva exige la contrastacién de opiniones y la tolerancia Exea“actitud” todavia no asegua resulta- ddos, pero es condicién de posibilidad para Jaexistencia de asinstituciones sociales que al discusso bioético ha inaugurado y con- solidado: comisiones y comités, Errado se- ria pensar en ellos como simples agrupa- ciones de personas. La experiencia demuestra que son eficaces cuando la préc- tica legtima sus procesos y sus conclusio- nes justifican las précticas en un citeulo fructuoso, en el cual lo que importa es el proceso social que el didlogo instaura y mantiene. Un comité de ética serd verda- deramente eficaz en una institucién si ésta lo incorpora a sus usos cotidianos. Un co- mité no solamente corrige abusos, debe promover o cambiar usos, mantener me- ‘moria institucional, educar y reeducar per- manentemente a sus miembros y las ins- tituciones con que se relaciona, empezando por la propia. De esta forma, el proceso social (Ia emocin, el movimiento que ini- cia la preocupacién bioética) se convierte en procedimientos técnicos para comple- mentar la toma de decisiones en salud. Los procedimientos técnicos incluyen di- versas etapas, algunas comunes ala planifi- cacién de investigaciones ¢ intervenciones diagndsticas 0 terapéuticas, y otras espect- ficas de cada trabajo. Por ejemplo, en la planificacidn de un proyecto de investiga- cién el problema que debe investigase sucle interpelar distintos Ambitos cientilicos y &icos. Articular los principiosrelovantes es tuna tarea fundamental del comité de ética. Seguidamente, debe identificarse lo que constituye dilema ético. Finalmente, com- probar que se respeten los principios basi- 0s delineados antes. Los productos de la actividad bioética son de muy diverso tipo. Hay, por una parte, productos académicos: publcaciones, libros y revistas. Hay intangibles, tales como ca- pacitacién de personas, aumenco de a sen- sibilidad moral y dela agudeza analitica que alcanza a personas scleccionadas. Hay pro- ductos transables en el mercado, como mayor capacidad de las instituciones para tratar los conflictos y oftecer servicios a sus usuarios. En cualquiera desus formas—proceso, pro- cedimiento o producto~la biogtica consis- te en el empleo creativo del didlogo para articular problemas, resolver antinomias y discrepancias o, al menos, disolverlas en la sintesis superior de los intereses del bien co- iin, y producir aquellas sensaciones de equidad y bienestar que hacen de la salud un preciado bien(7). Introdueeibn Referencias 1, Outomuro D. Reflexiones sobre el estado actual de ética de la investigacin en Argentina. Acta Bioethica 2004; 10(1): 81-94. Gracia Guillén D. Hundamentacién y enscianza dela Bioética. Bogotd: El Bho; 2000: 63, 3. Outomuro D. Manual de Fundamentos de Biodtca. Bucnos Aites: Editorial Magister EOS 2004. 4, Maliandi R. Erica: concepts y problemas. Buenos Aizes: Editorial Biblos; 1991: 50, 5. Lolas E Biotic. El Didlogo Moral en las Ciencias dela Vida. Santiago de Chile: Editorial Medi terrneo; 2001 6. Outomuro D. Algunas observaciones sobre el estado actual de la bioética en Argentina. 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