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yoo. < ALE plas cle, DEDICACY Pablo A. Jiménez Pablo A. Jiménez \¢ Sa. A_ E/T H ABINGDON PRESS / Nashville Derechos reservados © 2003 por Abingdon Press Todos los derechos reservados. Se prohibe la reproduccién de cualquier parte de este libro, sea de manera elec- tronica, mecanica, fotostatica, por grabacién o en sistema para el almacenaje y recuperaciOn de informacién. Solamente se permitiré de acuerdo a las especifica- ciones de la ley de derechos de autor de 1976 0 con permiso escrito del publica- dor. Solicitudes de permisos se deben pedir por escrito a Abingdon Press, 201 Eighth Avenue South, Nashville, TN 37203. Este libro fue impreso en papel sin dcido. A menos que se indique de otra manera, las citas biblicas en este libro son toma- das de la Santa Biblia: Versidén Reina-Valera 1960, derechos de autor © 1960 Sociedades Biblicas en América Latina. Todos los derechos reservados. ISBN 0-687-07377-4 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12—12 11 109876543 HECHO EN LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA Dedicatoria Dedico este libro al Dr. Ronald J. Allen, profesor del Christian Theological Seminary en Indianapolis, Indiana. Ron fue mi consejero, maestro y amigo durante mis estudios de especializacién en Nuevo Testamento y Predicacién. El 20 de mayo de 1986, dia de mi gra- duacién, Ron me dijo: «Pablo, enviame una copia de tu libro de predicaci6n—jclaro esta, cuando lo escribas!» Ron, aqui esta. Tabla de contenido Prefacio 2... 6... ees g IntroducciOn «0... cece cece eens 13 ASpect0s teGricOS 6.0... cece ccc cece eee e eee eeeee 17 1. La predicacion es palabra de Dios .................0005- 19 2. La predicaci6én es palabra humana...................... 29 3. El contexto eclesial de la predicaci6n .................... a9 AspectOs pracOs: cxqevswense wee SEW iG eGauwaie dae cee reed 49 4. Como preparar sermones biblicos ..0s«s.000.ewweosesees 51 5. Los rudimentos del serm6n ........... 0.00 c eee ee eeee 67 6. El bosquejodelsermintradiqional seccewsaeasasaerewns 77 7. El serm6n expositivo ............ 00000 c cece eee ees 87 8. Bl germOn narrative «ou oss 94454 6904s eeeweenweeEResE 95 9. El sermon tematico ..... 2.0... cece ee eee 101 IOV EI sermétede ocasiOnto:00:c.c0200 eee ees eerwenaenan 109 11. La presentaci6n del sermé6n ...........200. 0000 c eee ee 115 APENdiceS occ cece cece cece e ee eeeeaaees 125 A... Lavision de Dies. «426s s¢ 2 sesss455ee5ee eee es 588aaes 127 B. Tiempo de decidir... 0.0... 0.0.00 c ccc cece eee ee 133 CS. Jurtboralfwepgo .ssevyyugeeueeee83568e e485 aE RTS R ERAS 139 D. Itinerario .. 0.0... eee eee tent ee nn ae 145 Prefacio OVC restr Dios es un Dios que habla. Lo primero que Dios hizo —de acuerdo con lo que la Biblia nos dice— fue hablar: «Dijo Dios». Cuando el autor de Hebreos resume la accién de Dios a tra- vés de la historia de su pueblo, y de su culminacién en Jesucristo, dice: «Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos ultimos dias nos ha hablado por el Hijo...» Asi que cuando Dios habla, no solamente dice, sino que hace. La Palabra de Dios no es mera comunicacién, mera informacién, mero mandato, mero mensaje. La Palabra de Dios es Dios mismo en accion. Es por ello que el Evangelio de Juan comienza diciéndonos que «En el principio era la Palabra [el Verbo], y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios. Esta estaba en el principio con Dios. Todas las cosas por medio de ella fueron hechas, y sin ella nada de lo que ha sido hecho fue hecho». La Palabra es Dios mismo. Es Dios mismo en accién creadora. Siendo asi, entonces lo que Dios pronuncia salta a la existencia. Por ejemplo, cuando la Palabra de Dios llama a la luz a la existencia, la luz es. De ahi la importancia de la bendicién (ben-dicién, decir bien, pronunciar bien sobre algo o alguien) y de la maldicién (mal-dicién, decir lo malo, pronunciar el mal sobre algo o alguien). La bendi- cién no sélo dice bien, sino que hace bien. Y lo mismo es cierto, mutatis mutandi, de la maldicién. Por eso, decir que Dios habla es decir también que Dios actua, que Dios crea de la nada, que Dios re-crea lo bueno de en medio de Principios de predicacion lo malo y lo corrupto. Porque Dios habla es la raz6n por la que los cristianos siempre le han prestado tanta atencién a la Palabra de Dios. La Palabra de Dios no es el mensaje acerca del evangelio. La Palabra de Dios, el Verbo encarnado, es el mensaje mismo. El men- saje cristiano, segun el Evangelio de Juan, es que la Palabra crea- dora de Dios se hizo carne, habité entre nosotros, vimos su gloria, llena de gracia y de verdad; y que, a quienes la escucharon y cre- yeron, Dios les ha dado potestad de ser hechos hijos e hijas suyos. Una vez mas, la Palabra de Dios tiene potestad para hacer de quie- nes creen lo que antes no eran. éQué entonces de la palabra humana? Ciertamente, nuestras palabras no tienen el poder de la Palabra de Dios. Pero, puesto que somos hechos a imagen y semejanza de Dios, nuestras palabras tienen mas poder de lo que muchas veces pensamos. Con dema- siada frecuencia pensamos que las palabras no son sino sonidos que se lleva el viento. Pero no. Nuestras palabras también tienen el poder de construir y de destruir, de hacer y de deshacer. Santiago nos lo advierte en los primeros doce versiculos del tercer capitulo de su carta, donde nos dice que la lengua es poderosa y capaz de contaminar todo el cuerpo, y que no tiene sentido que de una misma boca salgan bendiciones a Dios y maldiciones para los humanos, que estan hechos a la semejanza de Dios. La palabra humana también es poderosa. Bien conocido es el caso de un nifio a quien sus padres le dicen repetidamente que él es malo, y resulta ser malo; o el de la nifia cuyos padres le dicen que es buena, y resulta ser buena. Nuestras palabras le dan forma a la realidad que nos rodea, la interpretan, la evaluian y, a la postre, la mejoran o la empeoran. Entre esas dos dimensiones de la palabra se inserta la predica- cion. Porque la predicacién, en su mejor expresién, no es otra cosa que la palabra humana puesta al servicio de la Palabra de Dios. La predicaci6n jamas se ha de equiparar con la Palabra de Dios. Pero tampoco ha de divorciarse de ella. La predicacién es una palabra humana a través de la cual la Palabra de Dios acttia, pronunciando juicio y anunciando la gracia, llamando al arrepentimiento y la conversion, creando nuevas vidas, abriendo nuevos horizontes, exhortando a la santidad, y exigiendo nuevas obediencias. Esto, a su vez, implica que la predicacién es cosa seria. Que no es simplemente cuestién de pararse detras de un pulpito y lenar 10 Prefacio media hora de sonidos pios, de legalismos resabidos, 0 de elo- cuencia relampagueante. Quien es llamado a predicar, lo que esta haciendo es ofrecer sus palabras humanas como instrumento de la Palabra de Dios. jNada menos que de la misma Palabra que era desde el principio, de la Palabra que dijo «sea», y fue! Sin embargo, al mismo tiempo la predicacién tiene que ser muy humilde. Lo que hace que la predicaci6n comunique la Palabra de Dios no es nuestra elocuencia, ni nuestra sabiduria, ni nuestra téc- nica homilética. Lo que hace que la predicacién comunique la Palabra de Dios es la misma Palabra, que entonces hace uso de nuestros balbuceos inciertos asi como de nuestros mejores esfuer- zos para llevar adelante la obra de la nueva creaci6n. Es entre esos dos polos —la seriedad de la predicaci6n como ins- trumento de la Palabra de Dios, y la predicaci6n como disciplina humilde que se sabe siempre incapaz de alcanzar su meta por si misma— que se inserta la disciplina de la homilética. La homilética trata de poner a nuestra disposicién los mejores recursos de la reto- rica, de la exégesis, de la hermenéutica y de la imaginaci6n, para que seamos capaces de predicar con seriedad, pero con seriedad humilde. La homilética, por si misma, no nos hara buenos predica- dores si antes no aprendemos también a estudiar y a conformarnos a la Palabra de Dios. Por otro lado, descuidar la homilética sera sefial de que probablemente no tomamos suficientemente en serio la predicacién, y de que, por mas que digamos o pensemos otra cosa, no le tenemos suficiente respeto a la Palabra de Dios. Lo que ahora presentamos al publico lector en lengua castellana es precisamente una introduccién a la homilética. Es un libro escrito por alguien que le ha dedicado afios —y sigue dedicandole muchas y constantes horas— al estudio de la ciencia homilética. Ciertamente, no conozco a otra persona que esté mas al dia sobre lo que se escribe y se discute en cuestiones de homilética, que el autor de este libro, el Dr. Pablo A. Jiménez. Pablo lee Avidamente y discurre apasionadamente sobre las cuestiones de la homilética; tiene afios de experiencia ensefiando esta disciplina, tanto en espa- fiol en América Latina como en inglés en los Estados Unidos. Asi que si el lector o lectora quiere de veras introducirse seriamente al campo de los estudios y las practicas homiléticas, no hay otro recurso mejor que el que ahora damos a la luz publica. Que lea y estudie este libro quien tome la predicacién en serio, y quien quiera 11 Principtos de predicacién poner a la disposicion de la Palabra de Dios los mejores recursos de la palabra humana. Que lo lea y estudie quien se acerca al ptilpito con temor y temblor, preguntandose cémo sus humildes palabras han de ser empleadas por el Dios soberano de todo cuanto existe. No esperen, sin embargo, los lectores y lectoras que este libro los convertira en predicadores de la Palabra. Este libro les ayudara a ser predicadores mas fieles, a hacer mejor uso de los recursos reté- ricos y hermenéuticos a su disposicién. Porque —en tltima instan- cia— sera la Palabra de Dios, la Palabra que era desde el principio, la Palabra por quien todas las cosas fueron hechas y siguen siendo hechas, la Palabra que no es otro sino Dios, quien tomara sus pala- bras y les dara poder transformador y creador de nueva vida. jQue asi sea! Justo L. Gonzalez Decatur, GA enero del 2003 12 Introduccion CC J odo libro tiene su historia. Este no es la excepcidn. Las confe- rencias que originaron este manual de predicacién nacieron en el ano 1986. Ese afio ofreci, junto al Reverendo Domingo Ferrari, el curso entonces llamado «Principios de predicacién» en el Seminario Biblico Latinoamericano (que hoy es toda una universi- dad) en San José de Costa Rica. En lo fundamental, el sistema ense- fiado a mis estudiantes en aquel entonces apenas ha cambiado. La mayor parte de los conceptos claves presentados en este libro ya formaban parte del curriculo de estudios en ese tiempo. E] manuscrito comenzé6 a ver la luz en 1987, cuando tuve la opor- tunidad de ofrecer otra vez el curso de «Principios de predicacién» —esta vez yo solo— a un grupo todavia mas grande de estudian- tes en el mismo seminario. Las notas de mis conferencias se con- virtieron en bosquejos y ensayos cortos que fueron entregados como documentos de apoyo a mis alumnos y alumnas. Desde aquel tiempo, esas notas de estudio han sido el verdadero texto de mis cursos de predicacién. La oportunidad de desarrollar los bosquejos surgi6 en 1989. En ese entonces, ofreci el curso de «Homilética» en el Instituto Biblico «Reverendo Juan Figueroa Umpierre» de la Iglesia Cristiana (Discipulos de Cristo) en Puerto Rico. Como director de la institu- cién, una de las tareas que tenia a mi cargo era la de escoger los libros de texto para los distintos cursos. Durante aquel trimestre, en vez de asignar lecturas de algtin manual de homilética estable- cido, me dia la tarea de convertir aquellos bosquejos en documen- 13 Principios de predicacion tos mejor desarrollados que fueron duplicados y distribuidos al grupo. Fue aqui que comenzé el Proceso de redacci6n y revisién que convirtié aquel proyecto en este libro. El propésito de este libro es ayudar al liderazgo de la iglesia a practicar el interesante y dificil arte de la predicacién cristiana. Por lo tanto, mi aspiracién es que este manual sirva como libro de texto para los cursos introductorios de homilética que se imparten en institutos, colegios biblicos y seminarios. El libro se divide en dos secciones principales. En la primera de ellas, se discuten los aspectos tedricos en los primeros tres capitu- los del libro. El primero, ademas de presentar un resumen de las bases teolégicas de la predicacién cristiana, también define varios de los conceptos basicos empleados en las distintas partes del libro. El segundo capitulo explica el proceso por medio del cual los seres humanos nos comunicamos con Ios demas y discute la importan- cia de la integridad y la transparencia en la predicacién. El tercer capitulo afirma que la predicacién ocurre en el contexto de la igle- sia y explora la manera en que ese contexto eclesial moldea tanto al serm6n como a la persona que lo predica. La segunda parte del libro discute los aspectos practicos de la predicacion cristiana. En el cuarto capitulo, se presenta un elabo- rado sistema de interpretaci6n biblica amado “Los tres pasos”. E] quinto y el sexto discuten los rudimentos y el bosquejo del sermén, Tespectivamente. A partir del séptimo y hasta el décimo capitulo los dedicamos a la discusién de cuatro tipos de sermones: el expo- sitivo, el narrativo, el tematico y el de ocasién. Los sermones incluidos en el apéndice ilustran estas formas homiléticas. El libro termina con un capitulo sobre la presentacion del sermén y la eva- luaci6n de la predicacién. Al final de cada capitulo, sugerimos tareas que el estudiantado puede llevar a cabo. Tanto quien lea este libro como parte de un curso de estudios como quien lo lea para aprender la disciplina por si misma obtendra provecho al hacer estas tareas. También, al final de cada capitulo, sugerimos lecturas que pueden ayudarle a pro- fundizar en el estudio del tema. Este libro puede usarse en unién a otros manuales de homilética sin mayor problema. Al final de esta introduccién, sugerimos cuatro excelentes introducciones al arte cristiano de la predicacion, Introduccion Son muchas las personas que han contribuido al hacinyento = este libro y a las que queremos agradecer: profesores como me Pagan, mentores como Justo L. Gonzalez, ae Murray, comparieros en el ministerio como Juan José noe ae iy congregaciones como la Iglesia Cristiana (Discipulos e' ns yen Sonadora, Puerto Rico, han contribuido en la formacién de es "De Geom especial, le damos gracias a la a la Educacién Teolé6gica Hispana (AETH); a su directora erat Norma Ramirez; y a su presidenta, Esther Diaz-Bolet, por Pe — este libro. También deseo agradecer la colaboracion del Dr. ‘ober ° A. Rivera, quien ley6 el manuscrito detenidamente e hizo impor iones al mismo. Se ralcenie. a continuacién le ofrecemos una lista de secturas 4 materiales de apoyo que puede utilizar para complementar el estu- dio de este libro. Lecturas sugeridas Arrastia, Cecilio. Teoria y practica de la predicacién. Miami: Editorial Caribe, 1978. . — — Costas, Orlando E. Comunicacion por medio de la predicacién. Miami: Editorial Caribe, 1973. —— a Mergal, Angel M. El arte cristiano de la predicacién. México: Casa Unida de Publicaciones, 1951. - Mottesi, Osvaldo L. Predicacién y misién: Una perspectiva pastoral. Miami: Logoi, 1989. Video educativo Jiménez, Pablo A. Principios de predicacién. indianapolis: Communication Ministries, 2001. (Puede ordenarlo ss ] a la Oficina Pastoral Central para Ministerios Hispanos, P.O. Box 1986, Indianapolis, IN 46206.) ( topectoa ledrtcos 1. La predicacion es palabra de Dios &. qué debemos predicar el evangelio? ;Qué ocurre cuando una persona predica el mensaje cristiano? ;Acaso la presencia de Jesucristo se manifiesta cuando una persona predica en el contexto de un servicio de adoracién? ;Cémo? Preguntas como éstas, y otras mas, nos obligan a pensar teolégicamente sobre el arte de la predi- cacion cristiana. En este capitulo, estudiaremos algunos de los aspectos teologicos relacionados con la predicacién cristiana. Primero, definiremos conceptos bdsicos relacionados al arte de la proclamacion del evan- gelio. En seguida, bosquejaremos los aspectos basicos que toca la teologia de la predicacién. Y finalmente, exploraremos el impor- tante papel que juega el Espiritu Santo en la predicacion cristiana. I. Definiciones Podemos definir la predicacién del evangelio como la interpre- tacién teoldgica de la vida. La predicacién, entonces, es una tarea interdisciplinaria donde el estudio y la interpretacion de la Biblia se encuentran con la teologia sistematica, la historia de la iglesia, la educaci6n cristiana, el consejo pastoral y la oratoria. Asi pues, la predicaci6n es un ejercicio de integracién teolégica y pastoral. 19 Principios de predicacién La homilética es el estudio académico de los diversos aspectos del arte de la predicaci6n. En primer lugar, se ocupa del problema her- meneéutico, estudiando los principios que se emplean para comen- tar la Biblia e interpretar su mensaje. Segundo, estudia el proceso de la preparacién del sermon. Tercero, analiza la relacién que se da entre el serm6n y la adoracién cristiana. Cuarto, estudia el impacto de la predicaci6n en la congregaci6n. El Nuevo Testamento emplea diversos términos para referirse a la predicacién del evangelio. Uno de esos términos es el verbo griego kerysso, que significa «proclamar» o «anunciar». Este verbo describe la acci6n de un mensajero o heraldo que es enviado a pro- pagar una noticia o un mensaje. Por lo regular, la palabra kerysso se traduce al espaiiol como proclamacion. La proclamacién describe la accién de comunicar el evangelio de Jesucristo. La proclamacién puede ser tanto verbal como no- verbal. Por ejemplo, la predicacién es una forma de comunicar el evangelio por medio de palabras. Sin embargo, el acto del bau- tismo también es una forma de comunicar el evangelio, pero por medio de un acto simbélico. Otro término importante, que también esta relacionado a la pro- clamaci6n, es la palabra kerygma. Muchos manuales de interpreta- cion biblica emplean esta palabra como un término técnico que se refiere al mensaje central de la fe cristiana. Por ejemplo, algunos eruditos han estudiado los discursos y sermones que aparecen en los Hechos de los Apéstoles, buscando el mensaje central, o kerygma, que proclamaba la iglesia primitiva. Sin embargo, debe- mos reconocer que esta palabra también se emplea en otras ocasio- nes como un sindnimo de términos como proclamacién y evangelio. Otro término técnico que aparece una y otra vez en los manua- les de predicacién es exégesis. La exégesis es el proceso por medio del cual una persona estudia, explica o interpreta un documento. Aunque la exégesis también se usa en otras disciplinas académicas, como en el estudio de las leyes, se aplica de manera particular al estudio de la Biblia. La palabra exégesis proviene de dos palabras griegas que, combinadas, quieren decir «sacar de». En este sentido, podemos decir que la exégesis es el proceso mediante el cual una posona extrae el mensaje que contiene un determinado pasaje iblico. 20 La predicacién es palabra de Dios La palabra hermenéutica es otro término técnico relacionado con el concepto exégesis. La hermenéutica es la teoria de la interpreta- cién de textos, documentos e incluso de simbolos. Muchas disci- plinas académicas, entre ellas la filosofia, usan principios hermenéuticos. Por esta raz6n, los libros de predicacién prefieren usar la frase hermenéutica biblica para dejar claro que se refieren al estudio de las teorias sobre la interpretacién de las Sagradas Escrituras. La hermenéutica estudia todo el proceso interpretativo, desde la determinacién del sentido original del texto (exégesis) hasta la exposicién de su mensaje por medio de la ensefanza 0 la predicacién. De este modo, podemos afirmar que la exégesis es un paso 0 una etapa dentro del proceso hermenéutico. Aqui queremos ofrecer una breve definicién del concepto ser- mon. Un sermén, entonces, es un discurso que expone o proclama el mensaje del evangelio de Jesucristo. El sermon es un «evento» que ocurre cuando alguien proclama el mensaje cristiano ante una audiencia en el contexto de la adoracién cristiana. A veces, las per- sonas que predicamos llamamos sermén al bosquejo o al manus- crito que usamos para predicar ante la congregaci6n. Sin embargo, esto es un error, porque un serm6n es mucho mas que meras pala- bras escritas en un papel. El serm6n es una exposicion del evange- lio de Cristo Jestis ante un grupo de personas que adoran a Dios y que desean crecer espiritualmente. Como veremos mas adelante, existen diferentes tipos de sermo- nes, ya que se clasifican de acuerdo a su propésito 0 a su forma. La homilia es quizés la forma sermonaria mas conocida de todas. Una homilia es un serm6n corto —de cinco a diez minutos de dura- cién— que explica 0 comenta una porcién biblica versiculo por versiculo. Sin embargo, debemos reconocer que algunos libros de predicacion usan la palabra homilia como sindnimo de sermon. II. Hacia una teologia de la predicacion En esta seccién, queremos presentar algunos de los puntos basi- cos que debemos tener en cuenta a la hora de pensar en la teologia de la predicacién. Comenzaremos con la revelacién divina, pasare- mos al concepto de evangelio, describiremos la condicié6n humana y resaltaremos la importancia de la santificaci6n para la vida del 21

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