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Señores:
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE BARRANQUILLA
SALA DE DECISIÓN PENAL
MAGISTRADO PONENTE LUIGI JOSÉ REYES NÚÑEZ
Barranquilla - Atlántico
Ref.: Impugnación del fallo de tutela notificado el jueves 22 de febrero de 2024 dentro del
radicado 08001220400020240004200, decisión que denegó la protección de derechos
fundamentales de NICOLÁS PETRO BURGOS al debido proceso y la doble instancia.
RICARDO GAVIRIA RAMÍREZ, obrando como apoderado especial del señor NICOLÁS
FERNANDO PETRO BURGOS en el asunto de la referencia, con el respeto de usanza me
dirijo a su Señoría con el fin de presentar IMPUGACIÓN AL FALLO DE TUTELA notificado el
22 de febrero de 2024 proferido por el TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL, SALA
PENAL de Barranquilla, magistrado ponente LUIGI JOSÉ REYES NÚÑEZ, que resolvió de
forma negativa el amparo de derechos fundamentales por la configuración de un DEFECTO
PROCEDIMENTAL ABSOLUTO que condujo a la vulneración del DEBIDO PROCESO y de la
DOBLE INSTANCIA de mi poderdante con la decisión de rechazar de plano una solicitud de
nulidad en el curso de la audiencia de formulación de acusación dentro del radicado
11001600000020230221500.
Esta impugnación se llevará a cabo de acuerdo con los siguientes puntos expositivos: en
primer lugar, se plantearán, brevemente, I) las consideraciones del juez a quo para no
tutelar los derechos de mi prohijado; acto seguido II) los argumentos jurídicos que
sustentan nuestro disenso, vinculados a las consideraciones anteriores, y en última
instancia, se elevará III) la solicitud en concreto.
Previo a ello, resulta relevante reiterar que el objeto o núcleo de vulneración de derechos
fundamentales es que el 11 de enero de 2023, el JUZGADO SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO
ESPECIALIZADO de Barranquilla rechazó de plano una solicitud de nulidad realizada por la
defensa del procesado NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS después de más de veinte
2
El honorable magistrado de primera instancia, tras resumir los hechos, la respuesta de las
entidades vinculadas y los requisitos especiales de la acción de tutela contra providencia
judicial, arribó al caso concreto. Allí, verificó el cumplimiento de los requisitos generales
que habilitan la interposición de la acción constitucional en la medida en que, era un asunto
con relevancia constitucional por el contenido de los derechos invocados; no existía otro
mecanismo de defensa judicial y la acción de tutela se interpuso con satisfacción del
requisito de inmediatez. En cuanto a los requisitos de carácter específico de la acción de
tutela contra providencia judicial demarcados en la Sentencia C – 590 de 2005, entre otras,
el juez a quo encontró reparo en la constitución del defecto procedimental absoluto.
En la decisión, se transcribieron en extenso los argumentos del JUEZ SEGUNDO PENAL DEL
CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla, para, a partir del parágrafo décimo, y en
consonancia con los argumentos de la decisión objeto de reparo, desarrollar por qué no
hubo vulneración de derechos fundamentales. El primer argumento del juez a quo es que
se estaba solicitando la nulidad del acto de imputación y que, como tal acto es de parte
propio de la Fiscalía General de la Nación, no es objeto de nulidad:
“10. De tal recuento puede observarse con facilidad que los argumentos con los que el
demandante soporta la petición de nulidad del proceso desde el acto de imputación
3
12.2.- Desde esa perspectiva luce atinado el rechazo de plano realizado por el Juez
accionado a la aludida petición de nulidad, pues fundado en lo previsto en el art. 139 –
1 de la Ley 906 de 2004, éste funcionario tenía la obligación de proceder de esa manera
ante una petición que se endereza a enervar la legalidad de un acto de parte, no
susceptible de nulidad, como lo es la formulación de imputación, aún cuando, como en
este caso, se dirija hábilmente a dejar sin efecto la actuación del JUEZ 74 PENAL CON
FUNCIÓN DE CONTROL DE GARANTÍAS de la ciudad de Bogotá que decantó o avaló la
4
imputación realizada en contra del señor NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS (sic), lo
cual no logra solapar su prístina petición para que se invalide el mencionado acto de
parte, en un caso en donde no se observa que con la imputación se vulneren sus
derecho fundamentales.” (Páginas 24-25)
Finalmente, el tercer argumento del juez a quo consiste en que es un deber de la judicatura
resolver “asuntos de este linaje” a través de órdenes contra las cuales no proceden recursos
como se sustrae de la Sentencia AP 1128-2022. De manera que, de acuerdo con el juez
constitucional, no se advierte arbitrariedad o capricho en la decisión, sino una clara
intención de salvaguardar los principios de la administración de justicia, al garantizar la
continuidad del proceso, “sin dilaciones injustificadas”. Al respecto:
“13.- Así las cosas, la Sala advierte que, el raciocinio del juez, aunque adverso a los
intereses del ciudadano NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS, no implica la afectación
de sus derechos fundamentales cuando la decisión cuestionada, además de razonable,
se orientó por los parámetros expuestos por la jurisprudencia de la Honorable Corte
Suprema de Justicia, frente al rechazo de plano de la solicitud de nulidad elevada por
la defensa.” (página 27) (Negrilla añadida)
Se cuenta entonces con tres argumentos principales a partir de los cuales el TRIBUNAL
SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL de Barranquilla, en su SALA PENAL, denegó el amparo de
derechos fundamentales a NICOLÁS PETRO BURGOS: i) se solicitó la nulidad del acto de
parte de la imputación, lo cual no es posible; ii) el contenido del asunto objeto de nulidad
puede ser beneficioso para la defensa y puede subsanarse en la misma sentencia; y
finalmente, iii) era un deber del juez, de acuerdo con la jurisprudencia de la CORTE
5
2.1. La defensa solicitó la nulidad del acto jurisdiccional del JUEZ 74 PENAL CON FUNCIÓN
DE CONTROL DE GARANTÍAS de Bogotá que avaló la formulación de imputación
Minuto 55:392. Defensa: “Ha quedado decantado señor juez que en la imputación no
hay un elemento, no hay un hecho jurídicamente relevante para nosotros saber cuál es
la tesis de la Fiscalía respecto a la conexidad que habría entre el incremento y la función
pública, y al ser eso un elemento neurálgico de la conducta que se le endilga al
1 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
2 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
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En los apartes señalados, queda claro que la defensa solicitó la anulación del acto
jurisdiccional del JUEZ 74 PENAL CON FUNCIÓN DE CONTROL DE GARANTÍAS de Bogotá D.C.
que avaló la formulación de imputación. No se solicitó la nulidad de la imputación como
acto de parte, como lo asumió el JUZGADO SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO de
Barranquilla ni como lo dio por hecho la SALA PENAL del TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO
JUDICIAL de la misma ciudad, haciendo eco a las palabras de la decisión objeto de reparo.
Ahora bien, es diáfano que el control jurisdiccional a la imputación debe ser formal, es decir,
el juez no debe inmiscuirse en el contenido de la imputación por ser un acto de parte de la
Fiscalía General de la Nación3, como se ha dicho, salvo que se socaven garantías
fundamentales, o sea, que se pueda constatar objetivamente que se están vulnerando
derechos de los procesados. En ese escenario, se activa el control material por parte del
juez como lo plantea la Sentencia SP5660-2018 radicado 52311 en dos eventos: i) las
razones suficientes para acusar y ii) la calificación jurídica de los hechos jurídicamente
relevantes.
En el segundo evento, se debe acreditar que el ente acusador no expresó de manera sucinta
y clara los hechos jurídicamente relevantes, los cuales, de forma necesaria, tienen
incidencia en la calificación jurídica 4. También, se debe evidenciar la transgresión de
garantías fundamentales5 para que el juez pueda ejercer el control material, así lo deja claro
la Providencia SP3723-2018 radicación 51551:
“La única forma en la que el juez puede entrar a modificar la adecuación jurídica de
la conducta, es porque advierta la violación de garantías fundamentales, «por
ejemplo, cuando la conducta atribuida al procesado deviene atípica o carece de
antijuridicidad en sentido material, eventualidades conculcadoras del debido proceso
en su componente de legalidad6, por imposibilidad de adecuar los hechos a un tipo de
3 “Tal juicio no puede ser objeto de control material por los jueces de control de garantías, «sin perjuicio de
que estos, como directores del proceso, deban velar porque la imputación reúna los requisitos formales
previstos en la ley (CSJSP, 7 nov. 2018, Rad. 52507; CSJSP, 11 dic. 2018, Rad. 52311; CSJSP, 27 feb. 2019, Rad.
51596; entre otras)», uno de los cuales es la «relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes»
(art. 288.2), que son aquéllos que se adecúan al supuesto de la norma típica invocada.” (CSJ SP5400-2019,
radicación 50748).
4
“Ciertamente, el estudio sobre la procedencia de la imputación le compete al fiscal y su consecuente
formulación -entendida como el acto de parte a través del cual se comunican los cargos- en principio no está
sometida a control material del juez (artículos 250 de la Constitución Política y 287 y siguientes de la Ley 906
de 2004), salvo para la salvaguarda de derechos fundamentales que, por ejemplo, le imponga exigir al ente
acusador la correcta calificación jurídica de los hechos endilgados (CSJ SP2042, 5 jun. 2019, rad. 51007 y
SP2442, 16 jun. 2021, rad. 53183).” (Negrilla añadida) (CSJ AP2880-2023, radicación N° 62296).
5 Una de esas garantías es el derecho de defensa, a saber “La indeterminación de los hechos jurídicamente
relevantes lleva a la imposibilidad de ejercer el derecho de defensa, socavando en igual medida los principios
de coherencia y congruencia, lo que dará lugar a la nulidad de todo lo actuado, desde la formulación de
imputación de cargos (inclusive), puesto que la imputación, como extremo fáctico de la sentencia
(COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-025. 27 de enero de 2010). resulta inmodificable, pese a
que la calificación jurídica resulte más o menos flexible, […]” (CSJ SP1613-2016, radicación Nº 48200).
6 Cfr., por ejemplo, CSJ SP 8 jul. 2009, rad. 31.531 y SP 14 ago. 2012, rad. 39.160.
8
“En suma, según la jurisprudencia tanto el control formal como el control material a la
imputación y a la acusación tienen una relación directa con los HJR. Adicionalmente,
cuando existen errores groseros en la calificación jurídica, el juez está habilitado para
ejercer control material.” (Negrilla añadida)
De hecho, la tesis del a quo respecto a la corrección del acto irregular en la sentencia con la
absolución del procesado es errada:
“3.- La determinación del sentenciador plural, en forma adicional, pugna con la nutrida
jurisprudencia de la Corte, la cual ilustra en torno a los hechos jurídicamente
relevantes la obligatoriedad de su adecuada postulación y que si se incumple ese
deber, surge posible decretar la nulidad (no absolver) cuando se establezca que la
Fiscalía no los definió de manera clara, completa o suficiente, al punto que el indiciado
o imputado no haya tenido la posibilidad de conocer por qué hechos se lo vincula o está
siendo investigado.
5.- En ese orden de ideas, de embargar tal irregularidad al presente caso, conforme lo
precisó el Procurador delegado, lo procedente sería la nulidad del proceso ante la
eventual violación al debido proceso y el derecho de defensa, no la absolución
dispuesta por el Tribunal.” (Negrilla añadida)
Así mismo, en Sentencia SP570-2022, radicación 58549, magistrado ponente LUIS ANTONIO
HERNÁNDEZ BARBOSA:
Es por este motivo que se solicitó de forma temprana y en la oportunidad procesal dispuesta
para ello, como lo contempla el artículo 339 del Código de Procedimiento Penal, la nulidad
del acto jurisdiccional que avaló la imputación por la ausencia de un hecho jurídicamente
12
relevante que hace imposible el adecuado ejercicio del derecho a la defensa y el debido
proceso. De encontrarse cabida en la tesis de la defensa, en una etapa avanzada del proceso
se recurrirá a la nulidad de todo lo actuado y ahí sí se ocasionaría un daño en la
administración de justicia, pues se tendría que retrotraer todas las diligencias realizadas.
Ahora, retomando el argumento de que se puede solicitar la nulidad del acto jurisdiccional
que avala una imputación, en la Providencia de la Sala Especial de Primera Instancia, AEP
084 de 2023 radicación 00468, se anuló un acto jurisdiccional que impartió legalidad a una
formulación imputación en la que, la calificación jurídica nombraba como interviniente en
un contrato sin cumplimiento de los requisitos legales a un funcionario público, cuando,
según los hechos, había actuado en su calidad de funcionario. Es decir, se presentaba una
clara contradicción con los hechos narrados por la Fiscalía y la calificación jurídica que se le
dio, lo que implicó una vulneración clara de los derechos de los procesados y se tradujo, de
acuerdo con la Sala, en la nulidad del acto jurisdiccional que impartió legalidad a la
imputación por no ejercerse ese control material requerido:
consolide la etapa siguiente, esto es la acusación como acto complejo, razón por la
cual no se le impartirá legalidad a la formulación de acusación.” (Negrilla añadida)
Este asunto se reiteró en la decisión AEP 091-2023 No. 00468 que decidió sobre el recurso
de reposición y concedió el de apelación para conocimiento de la SALA PENAL DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA, allí se explicó, en detalle, por qué la nulidad era desde el acto que
impartió legalidad a la imputación y no a la imputación misma, me permito traer a colación
las palabras de la CORTE en su SALA ESPECIAL DE PRIMERA INSTANCIA, aunque un poco
largas, de especial relevancia para el asunto que aquí se discute:
“Para la Sala es apodíctico que el recurrrente carece de razón, por cuanto la providencia
expresamente señaló que la nulidad se concreta en el acto jurisdiccional de impartir
legalidad a la imputación, de suerte que ninguna duda puede existir acerca de si cubre el
acto de parte de imputación, que es previo y no puede ser anulado:
Como es sabido la nulidad no puede cubrir un acto de parte como son la imputación y
la acusación, solo procede contra los actos de los funcionarios judiciales. En efecto,
en CSJ AP5563- 2016, rad. 48573:
8 Se cita: ““El juez de control de garantías y el de conocimiento estarán en la obligación de corregir los actos
irregulares no sancionables con nulidad, respetando siempre los derechos y garantías de los intervinientes”.
(art. 10, último inciso, C.P.P./2004)”.
14
Por contraste, los actos procesales del juez por constituir un aspecto básico del
proceso tienen relevancia en la actuación y pueden afectar los derechos y garantías
fundamentales, de suerte que sus irregularidades serán corregidas a través de las
nulidades, de no existir otro remedio menos drástico:
2. No sobra precisar que distinta es la naturaleza jurídica de los actos procesales del
juez, dado que estos sí tienen carácter vinculante para las partes y demás
intervinientes de la actuación. Ello en tanto tienen la potencialidad de afectar
garantías fundamentales, entre las que se encuentran el derecho a la defensa y el
9 Se cita: “En el Código de Procedimiento Penal de 2000, la acusación era una providencia judicial, tal y como
expresamente lo disponía, entre otros, el artículo 397: “El Fiscal General de la Nación o su delegado dictarán
resolución de acusación cuando…”.”
10 Se cita: “Art. 336 C.P.P./2004: “El fiscal presentará el escrito de acusación ante el juez competente para
debido proceso, de modo que la irregularidad de los mismos puede corregirse a través
de la anulación si no existe otra forma menos drástica de sanear el vicio de trámite o
de garantía suscitado13.
De manera que, es claro que se puede solicitar la nulidad del acto que avala una imputación
sobre la que se encuentra disenso en los hechos jurídicamente relevantes cuando esto
acarrea una vulneración de garantías procesales como son el debido proceso y el derecho
a la defensa. Así fue como lo hizo la defensa de NICOLÁS PETRO BURGOS en la intervención
realizada el 11 de enero de 2024 y que en esta oportunidad se quiere presentar como si se
hubiera hecho sobre el acto de parte de la Fiscalía General de la Nación.
Esta interpretación por parte del JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO de Barranquilla en
su decisión y del juez constitucional de primera instancia que hizo eco de los argumentos
del primero, tiene el objetivo de desestimar, disminuir o cambiar el foco de lo solicitado por
la defensa porque, en el caso de que la defensa hubiera solicitado la anulación del acto de
parte de la imputación, ahí sí sería del todo improcedente la solicitud de nulidad. Tal es el
escenario de la Sentencia que cita el juez constitucional de primera instancia la AP1128-
2022 donde se declara inconducente una petición de nulidad dirigido contra el acto de parte
de la formulación de imputación, pero no es el caso concreto donde la defensa fue clara al
inicio y al final que lo que se solicitaba era la anulación del acto jurisdiccional, único que
puede ser objeto de nulidad.
Este aspecto llevó a la SALA PENAL del TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL de
Barranquilla a omitir todo el resto del debate que había sido planteado en la tutela y se
Nada obsta, como quedó plasmado en las citas previas, para que se pueda elevar una
solicitud de nulidad al acto jurisdiccional que avala una imputación que afecta garantías
procesales. De hecho, es tarea de los jueces con función de control de garantías y
conocimiento determinar que la tesis de la Fiscalía General de la Nación sea coherente,
completa y que los hechos puedan encajar en la descripción típica escogida:
Min. 47:3116“Ahora bien, yo sé que es muy posible que le vayan a decir el día de hoy
que rechace de plano esta petición, que ni siquiera le dé tramite y yo obviamente
acogeré todas las decisiones que su estrado determine, pero con absoluta claridad y
con la coherencia y transparencia jurídica que nos caracteriza, le podré decir que no
estamos ante uno de los casos en los cuales la Corte ha dicho que se puede rechazar
15 “De acuerdo con la relación de hechos que me fue suministrada como aquella que la Fiscalía presentó
durante la audiencia de imputación a Nicolás Fernando Petro Burgos por la posible comisión del delito de
enriquecimiento ilícito de servidor público, en mi opinión ella fue estructurada de manera deficiente al no
incluir la referencia al nexo causal que existiría entre el cargo de diputado de la Asamblea Departamental
del Atlántico desempeñado por él y el presunto incremento injustificado de su patrimonio, omisión que
afecta la capacidad de defensa del imputado a lo largo del proceso penal que se sigue en su contra.” (Pág.
9) (Negrilla añadida)
16 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
19
de plano y llamo su atención sobre la AP767 del 2023 con ese radicado 61690, con
ponencia del magistrado Fernando León Bolaños, donde decantan cuáles son los
eventos en los cuales la petición de nulidad debe desecharse de plano, cuándo es que
está vedado para las partes entrometerse en la imputación y lo mismo para el juez y
dice que se da:
Al respecto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ha delimitado las expresiones del artículo 139
del C.P.P. pues no todas las solicitudes que realicen las partes en un proceso se pueden
rechazar de plano:
De manera que, la maniobra dilatoria no es todo aquello con lo que disiente el juez o las
partes, debe tener unas características específicas que buscan que los procesos no sigan el
20
a) Que el abogado tenga interés jurídico. El defensor deberá explicar qué pretende o
qué busca conseguir con la eventual declaratoria de invalidez. Ello, en atención a que,
por vía de principio, es incompatible con el talante adversarial del sistema de
enjuiciamiento acusatorio que rige en Colombia, decretar la nulidad cuando ello se
traduzca en otorgar una oportunidad adicional a la Fiscalía para que rehaga y
componga su actuación que venía originalmente viciada; máxime que los intervinientes
con intereses contrapuestos tienen oportunidades preclusivas para fundamentar sus
propias pretensiones, salvo eventos excepcionales correlacionados con intereses
superiores.
b) Que no se trate de una alegación inoportuna del defensor (por ejemplo, sobre
tópicos de inocencia; inexistencia del delito, errónea calificación jurídica o
culpabilidad); que no se quiera expresar puntos de vista diversos o criticar el
desempeño de los profesionales que lo antecedieron; ni se vislumbre la intención de
dilatar la actuación en perjuicio de la administración de justicia.
c) Que se verifique el acatamiento de los principios orientadores de las nulidades en
el sistema de la Ley 906 de 2004, sintetizados así, por la Sala de Casación Penal, en
Sentencia del 20 de marzo de 2007 (radicación 30710)17:
[…]
16. La audiencia de formulación de acusación es, entonces, la oportunidad procesal
para que el Fiscal introduzca correcciones al escrito, en cualquiera de sus componentes;
entre ellos, la relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes; se insiste,
sin alterar el núcleo fáctico, ya que esta esencia factual condiciona la validez y la
congruencia, desde la audiencia de imputación inclusive.” (Negrilla añadida) (CSJ
AP767-2023, radicación 61690)
De manera que, el rechazo de plano frente a una solicitud de nulidad de esta naturaleza
sólo procede cuando se presentan consideraciones relacionadas con el estándar de
conocimiento o aspectos probatorios; cuando la petición se sustenta en cuestiones como
inculpabilidad, causales de ausencia de responsabilidad o similares; cuando se aduce una
errónea calificación jurídica y se sugiere la imputación de otro delito; y finalmente, cuando
se pretenden añadir contenidos externos a la imputación.
Aunado a ello, después de elevada la nulidad, debe verificarse que el abogado que la invoca
tenga interés jurídico; que no se trate de una alegación inoportuna y que se verifique el
acatamiento de los principios orientadores de las nulidades como trascendencia,
instrumentalidad, taxatividad, protección, convalidación, residualidad y acreditación. Si
estos aspectos están ausentes, procedería el rechazo de plano.
18 “Lo anterior significa que la nulidad opera frente a algunas decisiones de los jueces y, no, respecto a
peticiones de parte que no puedan subsanarse de manera distinta, más si se tiene en cuenta que, el juez al
ejercer el control de legalidad sobre cada etapa del proceso, tiene la obligación de sanear los vicios que
acarrean nulidades.
Es por esa razón, que solo procede la nulidad de manera excepcional, cuando el acto procesal viciado influye
de manera trascendente en el desarrollo del procedimiento y afectando los derechos al debido proceso o
defensa.” (CSJ AEP00073-2019, radicación 50753)
22
“3. Cabe recordar en ese sentido, que la petición de nulidad del trámite fue soportada
por la defensa sobre la base de afirmar que el juicio de imputación hecho por la Fiscalía
no cumplió los parámetros establecidos en el art. 288 del Código de Procedimiento
Penal, aserto que sustentó en (i) la deficiente exposición de los componentes fáctico y
jurídico del acto de imputación; (ii) la falta de mención de los elementos de convicción
que soportan la calificación jurídica del delito, (iii) la ausencia de valoración de pruebas
que, a juicio del recurrente, desvirtúan que las providencias emitidas por los
procesados puedan tildarse como prevaricadoras (iv) la falta de mención de las
incidencias ocurridas dentro de los procesos de extinción de dominio que se surtieron
contra los bienes cuya entrega ordenaron los jueces por vía de tutela, (v) la supuesta
destrucción de aquellos expedientes y (vi) la falta de análisis de la decisión de la Corte
Constitucional que revisó aquellos fallos, temas todos que, en su criterio, muestran
que sus prohijados, contrario a cometer los delitos que se les endilgan, velaron por
proteger los derechos de la allí accionante.
De tal recuento puede observarse con facilidad que los argumentos con los que el
recurrente soporta la petición de nulidad del proceso desde el acto de imputación
están encaminados, realmente, a cuestionar la connotación jurídico-penal de las
conductas por las cuales JUAN CARLOS BONET PÉREZ y ORLANDO ANTONIO SALAS
VILLA están siendo procesados.” (Negrilla añadida) (CSJ AP 1128-2022, radicación
61004)
En ese caso particular era procedente el rechazo de plano. No en el caso concreto como se
dejó sentado en el escrito de tutela. En ningún momento se atacó, de forma genérica y
abstracta, la deficiente exposición de los componentes jurídicos y fácticos de la imputación;
tampoco se hizo ninguna mención a los elementos de convicción que soportan la
calificación jurídica realizada por el Fiscal; no se hizo mención sobre la valoración de las
pruebas; y finalmente, no se abordaron elementos externos de la imputación, por el
contrario, se dejó constancia en la misma solicitud que:
23
Min. 25:37 19 “Lo primero que le diré que tiene toda la trascendencia en punto de ese
análisis endógeno señor Juez eh señora delegada del Ministerio Público, lo único que
le pide la defensa en este momento es que usted haga un análisis endógeno de la
acusación, esto es, que esa calificación eh jurídica corresponda con unos hechos o que
al menos esos hechos que narró la Fiscalía puedan ser acomodados a la conducta que
el mismo realizó, y le hablo de un análisis endógeno señor Juez porque ni usted ni yo
estamos facultados en este momento para hacer análisis basados en factores
externos como aspectos probatorios, como aspectos de culpabilidad, eso nos está
vedado en esta etapa procesal. Lo único en lo que usted puede realizar un control es
sobre esa narración fáctica y sobre si esos hechos están completos para poder
defenderse de la conducta descrita por el tipo penal.” (Negrilla añadida)
19 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
20 Páginas 21-23 del fallo de tutela recurrido.
24
“13.- Así las cosas, la Sala advierte que, el raciocinio del juez, aunque adverso a los
intereses del ciudadano NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS, no implica la afectación
de sus derechos fundamentales cuando la decisión cuestionada, además de razonable,
se orientó por los parámetros expuestos por la jurisprudencia de la Honorable Corte
Suprema de Justicia, frente al rechazo de plano de la solicitud de nulidad elevada por
la defensa.” (página 27) (Negrilla añadida)
Como se plasmó en la acción de tutela, se cumplieron todos los requisitos generales que
regulan las nulidades en nuestro ordenamiento jurídico y, además, se materializaron los
requisitos especiales demarcados por la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en especial la
AP767-2023, radicación 61690, para que la solicitud no fuera rechazada de plano, a saber,
que no se presentaron consideraciones relacionadas con el estándar de conocimiento o
aspectos probatorios; que la petición no se sustentó en cuestiones como inculpabilidad,
causales de ausencia de responsabilidad o similares; que no se invocó una errónea
calificación jurídica ni se sugirió la imputación de otro delito; y finalmente, no se pretendía
añadir contenidos externos a lo desarrollado en la imputación.
El ejercicio del rechazo de plano no puede ser una actividad indiscriminada por parte de los
funcionarios judiciales y menos cuando se ampara con una falacia de autoridad 21, al decir
que “se orientó por los parámetros expuestos por la jurisprudencia de la Honorable Corte
21“En los argumentos de autoridad con igual denominación dentro de las tipologías de falacias, se apela a los
criterios o imagen de una persona con capital de autoridad. Esto puede ser desde una figura pública hasta un
mandatario, docente, investigador u otra característica que contribuya a apoyar determinadas ideas o
criterios.
Un ejemplo de falacia ad verecundiam o de autoridad pudiera constituirlo la aceptación de afirmaciones o
hechos dentro de la comunicación científica que no son realmente comprobables. Esto tiene lugar en
afirmaciones como: si está publicado debe ser cierto, este autor lo afirma, está dentro de los artículos del
número de una x revista.” Recuperado de:
https://revinfcientifica.sld.cu/index.php/ric/article/view/4246/5735
25
Valga aclarar que el mismo JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE
CONOCIMIENTO de Barranquilla, tras oír a los intervinientes, decidió dar un receso en el
cual manifestó que le dará trámite al recurso de nulidad y que lo resolvería
inmediatamente, para lo cual se tomó cerca de una hora. Transcurrida esta, empezó a
señalar que le correspondía “adoptar un pronunciamiento, en aras del respeto a las
garantías procesales y al derecho que tiene la defensa de que el Juzgado se pronuncie ante
esas solicitudes […]”. En ese contexto, hizo esta salvedad:
“Se deja constancia y se aclara que, en disenso con el Ministerio Público y la Fiscalía, el
Juzgado considera que el ciclo procesal del traslado del artículo 339, no estaba
precluido, como quiera que se fundamenta en el acta y en el audio escuchado cuando
la defensa en ese sentido fue clara al manifestar que haría uso del resto de facultades
consagradas allí el día que impugnó la competencia, es decir, en caso que se llegue a
deprecar negativamente la nulidad o se le rechace de plano o se le decrete…eh… si se
le niega no es por falta de oportunidad procesal de que la haya pedido
extemporáneamente o estando en el ciclo procesal cerrado, en eso el Juzgado guarda
las garantías de no irle a vulnerar derechos a un sujeto procesal que, estando en su
oportunidad debida pueda hacer estas clases de solicitudes.” (Negrilla añadida)
Minuto 1:44:28. Ministerio Público: “[…] Sin embargo, garante digamos señor juez de
manera amplia de los derechos que todo procesado debe tener, en cualquier proceso
que se adelante o juicio criminal que se adelante en Colombia, el Ministerio Público
pues no le va a pedir que rechace de plano la nulidad porque lo que menos queremos
es que se señala de violaciones al debido proceso, al derecho a la defensa, un asunto
de importancia en este caso. […].”
2.3. El juez a quo omitió el análisis de fondo del problema jurídico propuesto que conducía
a la afectación de derechos fundamentales y se centró en cuestiones accesorias
Los hechos que sirvieron de base a la presente acción constitucional tuvieron origen en que,
la entidad accionada, decidió por medio de una orden rechazar de plano una solicitud de
nulidad, debiendo hacerlo a través de auto objeto de los recursos ordinarios de ley. Además,
su decisión tiene las características de un auto, hasta que llega al final y la califica como
orden. Ello, porque la solicitud de nulidad no se encontraba enmarcada en los criterios
frente a los cuales puede proceder el rechazo de plano, pues cumplió todos los requisitos
que regulan las nulidades en el ordenamiento jurídico. Con ocasión a esta denominación,
se impidió el ejercicio de los recursos ordinarios para impugnar la decisión, vetándose la
doble instancia de mi representado.
27
Si bien el a quo debía observar si la solicitud de nulidad tenía la entidad suficiente para ser
tachada de manifiestamente impertinente, éste no lo hace, por el contrario, y en una
especie de análisis subrepticio del requisito de subsidiariedad que, para ese punto ya había
agotado, el a quo dice que la solicitud de nulidad no hubiera prosperado, pues había otros
momentos procesales para alegarla, como lo es la sentencia o los recursos contra la misma.
Finalmente, y, con un argumento que no sigue del anterior23, el juez constitucional resolvió
23Así, el fallo de primera instancia refleja una falacia non sequitur o no se sigue: “Su error central es sacar una
conclusión que no se puede derivar de las premisas o afirmaciones anteriores a esa conclusión.
Una persona, por ejemplo, critica al gasto social de un gobierno. La persona que la escucha, exclama de
inmediato: «¡No sabía que eras indiferente a las necesidades de los pobres!».
28
Para reiterar en algunos de los argumentos que ignoró el juez constitucional de primera
instancia, se plasmó en la acción de tutela que con la decisión del JUEZ SEGUNDO PENAL
ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO de Barranquilla se materializaban dos
hechos de vulneración distintos, a saber:
El fallo de tutela no desarrolló el por qué no se afectaba el debido proceso con el acto de
dar una denominación de orden a un auto. De hecho, no desarrolló por qué consideraba
que la decisión que plasmó completa en el escrito del JUEZ ESPECIALIZADO era una orden y
no un auto, como sostiene la defensa del señor NICOLÁS PETRO BURGOS. Este asunto se
ignoró completamente y se pasó a un análisis de asuntos accesorios que dejaban de lado el
objeto de análisis y sobre el que se deprecó amparo constitucional.
Una cosa no sigue a la otra. Quien critica a las nociones de la justicia social, o de la hipoteca social, no
necesariamente es un tipo insensible.” Recuperado de: https://contrapeso.info/falacia-del-non-sequitur-lo-
que-no-sigue-de-algo/
29
Como este aspecto se omitió, es decir, el análisis de la decisión del JUEZ SEGUNDO como
orden y no como auto, o viceversa, el rechazo de plano se dio por hecho bajo el argumento
de que la solicitud de nulidad había sido sobre un acto de parte. Asunto que no se
corresponde con la realidad, como quedó planteado en el primer acápite de este
subcapítulo. En consecuencia, tampoco hubo mención alguna sobre la vulneración que
implicaba esta calificación de orden y el rechazo de plano al derecho a la doble instancia.
Como podrá observar el juez ad quem, la discusión constitucional del eventual defecto
procedimental se pasó por alto porque se reiteraron uno a uno los argumentos principales
de la decisión que fue objeto de tutela. No hubo oportunidad para discutir la trascendencia
constitucional y la eventual vulneración al debido proceso y la doble instancia porque los
asuntos neurálgicos dirigidos a ellos fueron ignorados y, por el contrario, se hizo eco de los
mismos argumentos de la decisión tutelada para decir que era correcta. La SALA PENAL del
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL de Barranquilla lo pasó por alto porque su
argumentación ya estaba comprometida con la idea de que la defensa había pedido la
nulidad de un acto de parte de la Fiscalía, frente al cual opera la regla automática de rechazo
de plano mediante orden.
Por ese motivo, se solicita al juez constitucional ad quem evalúe a profundidad la acción de
tutela, con el objetivo de centrarse en el núcleo de vulneración de derechos fundamentales
que desata una serie de interrogantes que merecen ser desarrollados y que, en virtud del
mandato pedagógico y de desarrollo de la jurisprudencia, realice un análisis holístico de la
situación. A continuación, algunos interrogantes guía que no fueron desarrollados por el
juez a quo:
Por ese motivo, en el marco del traslado del artículo 339 del Código de Procedimiento Penal
elevó la solicitud. Sin embargo, el JUEZ manifestó lo siguiente:
Min. 1:48:4124. “Eso sí, se le hace un llamado a la defensa para que acorde con la lealtad
procesal y los principios que rigen el Código de Procedimiento Penal no propicie
dilaciones y demoras en los procesos. Si la Corte devuelve este proceso por
competencia a este Juzgado le compulsará copias disciplinarias al doctor Sebastián
24 https://www.youtube.com/watch?v=IUcClv6Yb3E
31
Min. 1:49:4725. “Gracias honorable señor Juez. Se trata de un auto de cúmplase que no
admite ninguna clase de recursos, máxime porque se ha definido de esa manera la
competencia y darse el trámite normal, su señoría y como usted lo indicaba, al
realizarse esa petición superflua sin ningún argumento sería lo procedente el rechazo
de plano y continuar con la actuación. Usted ha sido mucho más garantista honorable
señor Juez en aras de que se remita a la Corte y la Corte donde le asigne competencia
a su digno despacho, pues su señoría simplemente una pequeña claridad, que no sólo
sea al abogado Sebastián Maya [sic] sino también al abogado Henao quien funge
como suple… como titular de la causa que hoy nos ocupa […] Hacen esta clase de
peticiones temerarias y dilatorias y superfluas en atención al artículo 139.”
25https://www.youtube.com/watch?v=IUcClv6Yb3E
26Cfr. AP 3595-2023, proferido en el CUI No. 11001600000020230221501, radicación No. 65208, del 29 de
noviembre de 2023. M.P. MYRIAM ÁVILA ROLDÁN.
32
forma constante de ejercer mecanismos para dilatar un proceso al que se le ha impreso una
gran celeridad.
Ahora, frente a la decisión objeto de acción de tutela, el JUZGADO SEGUNDO PENAL DEL
CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla advirtió que:
La respuesta del JUEZ SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla, Dr.
HUGO JUNIOR CARBONÓ ARIZA también se plasmó en el fallo, al respecto el siguiente
fragmento:
27 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
33
Como podrá observar el juez ad quem en el escrito de tutela elevado, la solicitud de nulidad
fue desarrollada con argumentos de peso, hilados, con fundamento en sentencias, doctrina
y análisis jurídicos, así no se esté de acuerdo con su contenido. Ello, para advertir que, en el
proceso penal en contra de NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS, cualquier solicitud de la
defensa se ha querido presentar como una “maniobra” o “estrategia” con el objetivo de
dilatar la actuación penal. Sin embargo, se ha acudido a todas las citas de la judicatura y se
han acatado sus decisiones. No obstante, el ejercicio de los recursos jurídicos con los que
dispone la defensa y que, como se ha visto, en este caso ha ejercitado precisamente en los
momentos procesales previstos para ello, no puede ser tachados de maniobras que tengan
el objetivo de dilatar injustificadamente el proceso.
“El derecho a la defensa es entendido como el empleo de todos los medios legítimos
y adecuados con los que cuentan las personas inmersas en un proceso judicial o
administrativo, para preservar sus intereses y, en este sentido, puedan ser oídas,
hagan valer sus razones y argumentos, controviertan, contradigan y objeten las
pruebas en contra, soliciten la práctica de otras y ejerzan los recursos a que haya lugar.
El artículo 8° de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos señala que toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías judiciales y dentro de un
plazo razonable, y a contar con la oportunidad y el tiempo para preparar su defensa.
35. Por su parte, el derecho a la defensa técnica supone la necesidad de contar con la
asesoría de un abogado, en los procesos que así se requiera. Al respecto, el literal d)
del numeral 3 del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
dispone que durante el proceso, toda persona acusada tiene derecho “a hallarse
presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de
su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo,
y, siempre que el interés de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio,
gratuitamente, si careciere de medios suficientes para pagarlo”.” (Negrilla añadida) (T
– 286 de 2018)
Ello, para solicitarle al juez constitucional de segunda instancia, honorable CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA en su SALA PENAL, reitere a los operadores judiciales, incluida la Fiscalía
General de la Nación, que el uso de los medios legítimos con los que cuenta la defensa para
hacer valer sus intereses no siempre pueden ser calificados son estrategias dilatorias,
maniobras temerarias o calificativos similares. El uso de dichos adjetivos en un sistema de
partes adversarial desdibuja el objetivo del procedimiento penal acusatorio y convierte el
escenario procesal en un lugar de ataques personales con ausencia de toda técnica jurídica.
35
Aunado a ello, este tipo de estigmas sobre la defensa dificulta el efectivo ejercicio de su
mandato, pues ante una eventual solicitud legítima, como lo es la nulidad, le sobrevienen
ataques personales (más no jurídicos) de distintos lugares como si su labor estuviera
proscrita. Incluso, y como lo puede observar el juez ad quem, ante una solicitud en el marco
del artículo 339 del Código de Procedimiento Penal sobre la competencia, se le advirtió a la
defensa de un posible proceso disciplinario si no tenía la razón. De allí que, se solicita un
pronunciamiento del ad quem en ese sentido28.
28
“4.4.- Hay que resaltar la necesidad de que la judicatura comprenda el papel que juegan sus decisiones en
el contexto del sistema penal y del modelo estatal del que hace parte por cuanto las democracias
constitucionales son fundamentalmente Estados de Justicia; es decir, Estados que en el contexto de una
democracia participativa y pluralista, llevan a una nueva dimensión los contenidos de libertad política del
Estado Liberal y de igualdad del Estado Social. Por ello, cada acto de los poderes constituidos, incluido el Poder
Judicial, se halla vinculado por la Justicia como valor superior del ordenamiento jurídico, como principio
constitucional, como derecho y aún como deber estatal, de donde resulta imperioso que los jueces, al emitir
sus pronunciamientos, no se preocupen solo por la corrección jurídica de sus decisiones sino también por
la necesidad de armonizar esa corrección con contenidos materiales de Justicia porque de lo contrario, la
judicatura colombiana no habría dado un solo paso desde las épocas del más rígido formalismo jurídico.
4.5.- Si se procede de esa manera, esto es, armonizando la corrección jurídica y la justicia material, es fácil
advertir que existen razones superiores para considerar que la existencia de un recurso efectivo a favor de las
víctimas trasciende hasta llegar a autorizar a los jueces para que impongan a otras autoridades el
cumplimiento estricto de sus deberes, que pasa entre otras por el acatamiento de los plazos para actuar y/o
evitar dilaciones indebidas. […]
4.9.- En ese orden de ideas, dígase finalmente que el juez ya no es la “boca de la Ley” a la manera de
Montesquieu en el Estado Liberal de Derecho, sino el “cerebro y la conciencia del Derecho” a través de la
jurisprudencia de principios en el Estado constitucional, social y democrático de derecho, que le permite ser
legislador positivo al modular o condicionar la validez de la ley, y legislador negativo, a la manera de
Gargarella, al poder excluir del firmamento del derecho una ley inválida, como aquella que no se rigió en su
trámite de creación por el mandato constitucional o que desconoce el capital axial superior, a través de
los controles directo o difuso de constitucionalidad, éste último que, a partir de la Constitución de
1991, puede ejercer cualquier juez de la República por aspectos formales o de procedimiento y materiales.”
(Negrilla añadida) (CSJ Providencia 34634 del 19 de enero de 2011 con magistrado ponente Fernando Alberto
Castro Caballero).
36
IV. NOTIFICACIONES
Partes:
Pueden ubicarse a los accionantes en la dirección de Bogotá en la Av. Calle 24 No 51-40. Of.
408 y 409 del edificio Capital Towers, teléfono [601] 7564870, Celular 320 8399625; correo
electrónico inscrito en el Registro Nacional de Abogados
ricardo.gaviria@penalyempresa.com
Cordialmente;