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Bogotá D.C., febrero 27 de 2024

Señores:
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE BARRANQUILLA
SALA DE DECISIÓN PENAL
MAGISTRADO PONENTE LUIGI JOSÉ REYES NÚÑEZ
Barranquilla - Atlántico

Ref.: Impugnación del fallo de tutela notificado el jueves 22 de febrero de 2024 dentro del
radicado 08001220400020240004200, decisión que denegó la protección de derechos
fundamentales de NICOLÁS PETRO BURGOS al debido proceso y la doble instancia.

RICARDO GAVIRIA RAMÍREZ, obrando como apoderado especial del señor NICOLÁS
FERNANDO PETRO BURGOS en el asunto de la referencia, con el respeto de usanza me
dirijo a su Señoría con el fin de presentar IMPUGACIÓN AL FALLO DE TUTELA notificado el
22 de febrero de 2024 proferido por el TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL, SALA
PENAL de Barranquilla, magistrado ponente LUIGI JOSÉ REYES NÚÑEZ, que resolvió de
forma negativa el amparo de derechos fundamentales por la configuración de un DEFECTO
PROCEDIMENTAL ABSOLUTO que condujo a la vulneración del DEBIDO PROCESO y de la
DOBLE INSTANCIA de mi poderdante con la decisión de rechazar de plano una solicitud de
nulidad en el curso de la audiencia de formulación de acusación dentro del radicado
11001600000020230221500.

Esta impugnación se llevará a cabo de acuerdo con los siguientes puntos expositivos: en
primer lugar, se plantearán, brevemente, I) las consideraciones del juez a quo para no
tutelar los derechos de mi prohijado; acto seguido II) los argumentos jurídicos que
sustentan nuestro disenso, vinculados a las consideraciones anteriores, y en última
instancia, se elevará III) la solicitud en concreto.

Previo a ello, resulta relevante reiterar que el objeto o núcleo de vulneración de derechos
fundamentales es que el 11 de enero de 2023, el JUZGADO SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO
ESPECIALIZADO de Barranquilla rechazó de plano una solicitud de nulidad realizada por la
defensa del procesado NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS después de más de veinte
2

minutos de argumentación en diligencia de formulación de acusación dentro del proceso


con radicado 11001600000020230221500. El contenido de la decisión en comento era
propio de un auto sobre el que procedían los recursos de ley. No obstante, se le dio el título
de orden a través de la cual se rechazó de plano la solicitud de la defensa y se le negaron lo
recursos pertinentes. La solicitud de nulidad de la defensa no cumplía con los requisitos de
aquellas solicitudes que deben rechazarse de plano por ser impertinentes como contempla
la ley y la jurisprudencia de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.

I. CONSIDERACIONES DEL JUEZ A QUO PARA NO TUTELAR LOS DERECHOS


FUNDAMENTALES DEL SEÑOR NICOLÁS PETRO BURGOS

El honorable magistrado de primera instancia, tras resumir los hechos, la respuesta de las
entidades vinculadas y los requisitos especiales de la acción de tutela contra providencia
judicial, arribó al caso concreto. Allí, verificó el cumplimiento de los requisitos generales
que habilitan la interposición de la acción constitucional en la medida en que, era un asunto
con relevancia constitucional por el contenido de los derechos invocados; no existía otro
mecanismo de defensa judicial y la acción de tutela se interpuso con satisfacción del
requisito de inmediatez. En cuanto a los requisitos de carácter específico de la acción de
tutela contra providencia judicial demarcados en la Sentencia C – 590 de 2005, entre otras,
el juez a quo encontró reparo en la constitución del defecto procedimental absoluto.

En la decisión, se transcribieron en extenso los argumentos del JUEZ SEGUNDO PENAL DEL
CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla, para, a partir del parágrafo décimo, y en
consonancia con los argumentos de la decisión objeto de reparo, desarrollar por qué no
hubo vulneración de derechos fundamentales. El primer argumento del juez a quo es que
se estaba solicitando la nulidad del acto de imputación y que, como tal acto es de parte
propio de la Fiscalía General de la Nación, no es objeto de nulidad:

“10. De tal recuento puede observarse con facilidad que los argumentos con los que el
demandante soporta la petición de nulidad del proceso desde el acto de imputación
3

están encaminados, realmente, a cuestionar la connotación jurídico-penal de las


conductas por las cuales NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS está siendo procesado.
Olvida, sin embargo, que la imputación jurídica se caracteriza por ser un acto de parte,
tal como lo advirtió la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia en
decisión CSJ AP1128 – 2022, donde precisó que la solicitud de nulidad del trámite de
un proceso, solo procede contra las actuaciones de los funcionarios judiciales y no de
las partes.” (página 21)

El segundo argumento del juez constitucional de primera instancia giró alrededor de la


solicitud de nulidad elevada por la defensa, es decir, se centró en que no hubo vulneración
de garantías fundamentales en la decisión del JUEZ SEGUNDO PENAL DE CIRCUITO
ESPECIALIZADO de Barranquilla porque fue atinado el rechazo de plano frente a una
solicitud de nulidad que no podía prosperar, a saber:

“12.- En efecto, la Sala no avista la violación de derechos fundamentales que invoca el


accionante, no sólo porque la decisión censurada por vía de tutela viene
suficientemente razonada y coincide en esencia con lo dicho en reiterada
jurisprudencia por la Sala Penal de la Corte, si no porque de tener razón el letrado, la
conducta de enriquecimiento ilícito imputada devendría atípica, en la medida en que,
según dice, no se estableció la relación de causalidad del supuesto incremento
patrimonial del imputado con su cargo o dignidad como Diputado del departamento
del Atlántico, aspecto concluido por éste al parecer sin mayor esfuerzo, por lo que no
podría decirse válidamente que la imputación impide el derecho de defensa.

12.1.- Dicho de otra manera, sí en verdad los hechos jurídicamente relevantes se


encuentran por decir así incompletos, pues adolecen de la mención del supuesto
factico de un elemento normativo del tipo en comento, es algo que finalmente
beneficia al procesado desde el punto de vista de los principios de coherencia y
congruencia, en la medida en que la imputación fáctica es inmodificable, por tanto su
abogado podría demandar que en la sentencia se desestime ese cargo en caso que se
vulneren esos caros principios del procedimiento y/o que se reconozca la atipicidad de
esa conducta sí es que acaso se requiere en verdad enrostrar y probar dicho elemento
normativo del tipo y la Fiscalía no lo hace porque el mismo no existe en el mundo
fenomenológico, y/o por último podrá hacer valer su criterio a través de los recursos
que proceden contra la decisión que ponga fin a las instancias.

12.2.- Desde esa perspectiva luce atinado el rechazo de plano realizado por el Juez
accionado a la aludida petición de nulidad, pues fundado en lo previsto en el art. 139 –
1 de la Ley 906 de 2004, éste funcionario tenía la obligación de proceder de esa manera
ante una petición que se endereza a enervar la legalidad de un acto de parte, no
susceptible de nulidad, como lo es la formulación de imputación, aún cuando, como en
este caso, se dirija hábilmente a dejar sin efecto la actuación del JUEZ 74 PENAL CON
FUNCIÓN DE CONTROL DE GARANTÍAS de la ciudad de Bogotá que decantó o avaló la
4

imputación realizada en contra del señor NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS (sic), lo
cual no logra solapar su prístina petición para que se invalide el mencionado acto de
parte, en un caso en donde no se observa que con la imputación se vulneren sus
derecho fundamentales.” (Páginas 24-25)

En el parágrafo 12.1 el juez constitucional de primera instancia se centra en el contenido de


la solicitud de nulidad, al dar a entender que ésta podría subsanarse en la sentencia y que,
tal yerro en los hechos jurídicamente relevantes podía correr en favor del procesado o
mejor, beneficiar la teoría del caso de la defensa. En el parágrafo 12.2. retoma el argumento
de que procedía el rechazo de plano porque la solicitud se trataba de un acto de parte que
no es susceptible de nulidad.

Finalmente, el tercer argumento del juez a quo consiste en que es un deber de la judicatura
resolver “asuntos de este linaje” a través de órdenes contra las cuales no proceden recursos
como se sustrae de la Sentencia AP 1128-2022. De manera que, de acuerdo con el juez
constitucional, no se advierte arbitrariedad o capricho en la decisión, sino una clara
intención de salvaguardar los principios de la administración de justicia, al garantizar la
continuidad del proceso, “sin dilaciones injustificadas”. Al respecto:

“13.- Así las cosas, la Sala advierte que, el raciocinio del juez, aunque adverso a los
intereses del ciudadano NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS, no implica la afectación
de sus derechos fundamentales cuando la decisión cuestionada, además de razonable,
se orientó por los parámetros expuestos por la jurisprudencia de la Honorable Corte
Suprema de Justicia, frente al rechazo de plano de la solicitud de nulidad elevada por
la defensa.” (página 27) (Negrilla añadida)

Se cuenta entonces con tres argumentos principales a partir de los cuales el TRIBUNAL
SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL de Barranquilla, en su SALA PENAL, denegó el amparo de
derechos fundamentales a NICOLÁS PETRO BURGOS: i) se solicitó la nulidad del acto de
parte de la imputación, lo cual no es posible; ii) el contenido del asunto objeto de nulidad
puede ser beneficioso para la defensa y puede subsanarse en la misma sentencia; y
finalmente, iii) era un deber del juez, de acuerdo con la jurisprudencia de la CORTE
5

SUPREMA DE JUSTICIA, rechazar de plano la solicitud de nulidad para evitar “dilaciones


injustificadas”.

II. ARGUMENTOS JURÍDICOS QUE SUSTENTAN NUESTRO DISENSO CON EL FALLO


DE PRIMERA INSTANCIA

2.1. La defensa solicitó la nulidad del acto jurisdiccional del JUEZ 74 PENAL CON FUNCIÓN
DE CONTROL DE GARANTÍAS de Bogotá que avaló la formulación de imputación

En el hecho segundo de la acción constitucional de tutela que se elevó en contra de la


decisión del JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO de Barranquilla, se transcribieron las
palabras de la defensa del inicio y el final de la solicitud de nulidad:

“Minuto 20:091. Defensa: “Señoría, en efecto, la defensa va a solicitarle a usted en este


momento se anule el auto del JUEZ 74 PENAL CON FUNCIÓN DE CONTROL DE
GARANTÍAS de la ciudad de Bogotá que decantó o avaló la imputación realizada en
contra del señor NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS en razón a que los hechos
jurídicamente relevantes, narrados en esa tesis acusatoria, carecen de un elemento
objetivo del tipo de enriquecimiento ilícito de particular como es el nexo de causalidad
que debe existir entre la condición de funcionario público que, para el momento de los
hechos ostentaba el imputado, y el presunto incremento patrimonial injustificado de
que ha hecho alusión la Fiscalía en su tesis acusatoria.

La defensa le va a acreditar señor juez que en esa formulación de imputación, en esa


tesis acusatoria construida por la Fiscalía, no se incluyó ningún hecho jurídicamente
relevante respecto al nexo de causalidad que debe existir entre la condición de
funcionario público y el presunto incremento patrimonial injustificado y cómo esa
falencia en la no inclusión de un hecho jurídicamente relevante entre ese nexo de
causalidad que debe existir de la función pública con el supuesto incremento
patrimonial injustificado no solamente no se hizo, sino que esto atenta contra el
derecho de defensa y el debido proceso como paso a acreditarle.
[…].”

Minuto 55:392. Defensa: “Ha quedado decantado señor juez que en la imputación no
hay un elemento, no hay un hecho jurídicamente relevante para nosotros saber cuál es
la tesis de la Fiscalía respecto a la conexidad que habría entre el incremento y la función
pública, y al ser eso un elemento neurálgico de la conducta que se le endilga al

1 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
2 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
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procesado, pues no se ha podido construir una defensa en las condiciones que


quisiéramos y esto nos lleva a pedirle señor juez y en este ejercicio dialéctico que la
norma procesal nos permite, se anule el auto emitido por el JUZGADO 74 PENAL
MUNICIPAL DE BOGOTÁ mediante el cual avaló la imputación en contra de mi
representado y se deje sin sustento lo que ha ocurrido posteriormente a ese auto
respecto del cual hoy solicitamos se decrete la nulidad. En esos términos su señoría
dejamos decantado nuestro traslado del artículo 339, muchas gracias.”

En los apartes señalados, queda claro que la defensa solicitó la anulación del acto
jurisdiccional del JUEZ 74 PENAL CON FUNCIÓN DE CONTROL DE GARANTÍAS de Bogotá D.C.
que avaló la formulación de imputación. No se solicitó la nulidad de la imputación como
acto de parte, como lo asumió el JUZGADO SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO de
Barranquilla ni como lo dio por hecho la SALA PENAL del TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO
JUDICIAL de la misma ciudad, haciendo eco a las palabras de la decisión objeto de reparo.

La solicitud fue, incluso, reconocida por el JUZGADO SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO de


Barranquilla al resumir los argumentos de la defensa quien en minuto 3:00:37 dijo que lo
que pedía la defensa era que se “[…] se anule el auto de imputación o el acto procesal del
JUEZ 47 PENAL MUNICIPAL DE CONTROL DE GARANTÍAS de Bogotá, por haber avalado una
imputación en contra de su prohijado […” y luego repite que la defensa “solicita la invalidez
del auto que avaló la imputación […]”.

Es claro que no es procedente la solicitud de nulidad del acto de parte de la formulación de


imputación. Ello no quiere decir que el acto jurisdiccional que la avala no pueda ser objeto
de nulidad cuando se trata de los hechos jurídicamente relevantes, al respecto la
Providencia SP566-2022 radicado 59100 señala:

“5.3.4. En general, la correcta imputación, en los planos fáctico, jurídico y personal,


como es sabido, se halla inescindiblemente vinculada al principio de congruencia y, por
esta vía, a los derechos de defensa y debido proceso. De esta forma, solo si el
imputado conoce con exactitud los hechos que se le atribuyen y su calificación
jurídica podrá llevar a cabo, en plenitud, el ejercicio del derecho de contradicción. La
imputación fáctica, sin embargo, cobra una relevancia particular, en los términos del
artículo 448 de la Ley 906 de 2004.” (Negrilla añadida)
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Ahora bien, es diáfano que el control jurisdiccional a la imputación debe ser formal, es decir,
el juez no debe inmiscuirse en el contenido de la imputación por ser un acto de parte de la
Fiscalía General de la Nación3, como se ha dicho, salvo que se socaven garantías
fundamentales, o sea, que se pueda constatar objetivamente que se están vulnerando
derechos de los procesados. En ese escenario, se activa el control material por parte del
juez como lo plantea la Sentencia SP5660-2018 radicado 52311 en dos eventos: i) las
razones suficientes para acusar y ii) la calificación jurídica de los hechos jurídicamente
relevantes.

En el segundo evento, se debe acreditar que el ente acusador no expresó de manera sucinta
y clara los hechos jurídicamente relevantes, los cuales, de forma necesaria, tienen
incidencia en la calificación jurídica 4. También, se debe evidenciar la transgresión de
garantías fundamentales5 para que el juez pueda ejercer el control material, así lo deja claro
la Providencia SP3723-2018 radicación 51551:

“La única forma en la que el juez puede entrar a modificar la adecuación jurídica de
la conducta, es porque advierta la violación de garantías fundamentales, «por
ejemplo, cuando la conducta atribuida al procesado deviene atípica o carece de
antijuridicidad en sentido material, eventualidades conculcadoras del debido proceso
en su componente de legalidad6, por imposibilidad de adecuar los hechos a un tipo de

3 “Tal juicio no puede ser objeto de control material por los jueces de control de garantías, «sin perjuicio de
que estos, como directores del proceso, deban velar porque la imputación reúna los requisitos formales
previstos en la ley (CSJSP, 7 nov. 2018, Rad. 52507; CSJSP, 11 dic. 2018, Rad. 52311; CSJSP, 27 feb. 2019, Rad.
51596; entre otras)», uno de los cuales es la «relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes»
(art. 288.2), que son aquéllos que se adecúan al supuesto de la norma típica invocada.” (CSJ SP5400-2019,
radicación 50748).
4
“Ciertamente, el estudio sobre la procedencia de la imputación le compete al fiscal y su consecuente
formulación -entendida como el acto de parte a través del cual se comunican los cargos- en principio no está
sometida a control material del juez (artículos 250 de la Constitución Política y 287 y siguientes de la Ley 906
de 2004), salvo para la salvaguarda de derechos fundamentales que, por ejemplo, le imponga exigir al ente
acusador la correcta calificación jurídica de los hechos endilgados (CSJ SP2042, 5 jun. 2019, rad. 51007 y
SP2442, 16 jun. 2021, rad. 53183).” (Negrilla añadida) (CSJ AP2880-2023, radicación N° 62296).
5 Una de esas garantías es el derecho de defensa, a saber “La indeterminación de los hechos jurídicamente

relevantes lleva a la imposibilidad de ejercer el derecho de defensa, socavando en igual medida los principios
de coherencia y congruencia, lo que dará lugar a la nulidad de todo lo actuado, desde la formulación de
imputación de cargos (inclusive), puesto que la imputación, como extremo fáctico de la sentencia
(COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-025. 27 de enero de 2010). resulta inmodificable, pese a
que la calificación jurídica resulte más o menos flexible, […]” (CSJ SP1613-2016, radicación Nº 48200).
6 Cfr., por ejemplo, CSJ SP 8 jul. 2009, rad. 31.531 y SP 14 ago. 2012, rad. 39.160.
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injusto»7, o cuando se verifique un apartamiento absurdo entre lo fáctico y lo jurídico.”


(Negrilla añadida)

Ahora, en el caso concreto, se argumentó que los hechos jurídicamente relevantes


adolecían de un defecto esencial para la imputación del delito de enriquecimiento ilícito
que, como bien lo expresa el a quo, de prosperar esa tesis el mismo delito podría devenir
atípico, es por eso que se acudió, de forma temprana a la nulidad del acto jurisdiccional que
avaló la formulación de imputación porque no se realizó ese control material que exigían
los hechos jurídicamente relevantes presentados por la Fiscalía General de la Nación. Al
respecto, la Providencia AEP 084 de 2023, radicación 00468 plantea:

“En suma, según la jurisprudencia tanto el control formal como el control material a la
imputación y a la acusación tienen una relación directa con los HJR. Adicionalmente,
cuando existen errores groseros en la calificación jurídica, el juez está habilitado para
ejercer control material.” (Negrilla añadida)

De hecho, la tesis del a quo respecto a la corrección del acto irregular en la sentencia con la
absolución del procesado es errada:

“12.1.- Dicho de otra manera, sí en verdad los hechos jurídicamente relevantes se


encuentran por decir así incompletos, pues adolecen de la mención del supuesto
factico de un elemento normativo del tipo en comento, es algo que finalmente
beneficia al procesado desde el punto de vista de los principios de coherencia y
congruencia, en la medida en que la imputación fáctica es inmodificable, por tanto su
abogado podría demandar que en la sentencia se desestime ese cargo en caso que se
vulneren esos caros principios del procedimiento y/o que se reconozca la atipicidad
de esa conducta sí es que acaso se requiere en verdad enrostrar y probar dicho
elemento normativo del tipo y la Fiscalía no lo hace porque el mismo no existe en el
mundo fenomenológico, y/o por último podrá hacer valer su criterio a través de los
recursos que proceden contra la decisión que ponga fin a las instancias.” (Negrilla
añadida) (Página 24)

Ello, porque la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en reciente pronunciamiento, ha dicho que,


cuando se trata de deficiencias en los hechos jurídicamente relevantes lo que corresponde
no es la absolución del procesado por el delito que sintetiza esos hechos, como lo asume el

7 CSJ SP. Jun. 14 de 2017 rad. 47630.


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juez constitucional, sino la nulidad. Al respecto, fue enfática la Providencia SP454-2023


radicación 55038, magistrado ponente JORGE HERNÁN DÍAZ SOTO:

“3.- La determinación del sentenciador plural, en forma adicional, pugna con la nutrida
jurisprudencia de la Corte, la cual ilustra en torno a los hechos jurídicamente
relevantes la obligatoriedad de su adecuada postulación y que si se incumple ese
deber, surge posible decretar la nulidad (no absolver) cuando se establezca que la
Fiscalía no los definió de manera clara, completa o suficiente, al punto que el indiciado
o imputado no haya tenido la posibilidad de conocer por qué hechos se lo vincula o está
siendo investigado.

4.- La idea central de esos pronunciamientos consiste en que si la imputación o la


acusación, o ambas, no contienen una relación clara y suficiente de los hechos que
configuran el delito o delitos por los cuales se vincula penalmente o se acusa a una
persona, la consecuencia ineludible es la nulidad del trámite, en tanto esa omisión o
ausencia de claridad inciden en la estructura misma del proceso, pues a partir de la
correcta fijación de los hechos jurídicamente relevantes es que se establecerá el tema
de la prueba y se fijarán los derroteros de la estrategia defensiva. En otras palabras,
de la adecuada formulación de los presupuestos fácticos que configuran el delito
depende que el procesado sepa y entienda de qué cargos es que se tiene que defender.

5.- En ese orden de ideas, de embargar tal irregularidad al presente caso, conforme lo
precisó el Procurador delegado, lo procedente sería la nulidad del proceso ante la
eventual violación al debido proceso y el derecho de defensa, no la absolución
dispuesta por el Tribunal.” (Negrilla añadida)

La Sentencia citada, reitera argumentos previos de la misma CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


en Sentencia SP2021-2022, radicación 54321, magistrado ponente DIEGO EUGENIO
CORREDOR BELTRÁN:

“La Corte de manera reiterada ha establecido que, si en las audiencias de formulación


de imputación y de acusación, el fiscal no define de manera clara, completa y suficiente
los hechos jurídicamente relevantes, a tal punto que el indiciado o imputado no haya
tenido la posibilidad de conocer por qué hechos se le vincula o está siendo investigado,
se vulnera de manera flagrante el debido proceso –congruencia y defensa-, por lo
cual, el único remedio posible es la nulidad de la actuación (CSJ SP741-2021, Rad.
54658).” (Negrilla añadida)

Así como en Sentencia SP3964-2022, radicación 52826, magistrado ponente GERSON


CHAVERRA CASTRO:
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“Una relación de hechos jurídicamente relevantes en la acusación que se evidencie


confusa, ambigua, incomprensible e indeterminada, genera indudablemente una
afectación al debido proceso y a su componente de defensa material y técnica, pues
en esa medida resulta incuestionable la dificultad del imputado en desvirtuar los cargos
y en estructurar su estrategia probatoria por entenderse además que aquella delimita
precisamente el tema de prueba.
Por eso, doctrina reiterada y pacífica de la Corte, ha establecido que, si en las audiencias
de formulación de imputación y de acusación, el fiscal no define de manera clara,
completa y suficiente los hechos jurídicamente relevantes, a tal punto que el indiciado
o imputado no haya tenido la posibilidad de conocer por qué hechos se le vincula o está
siendo investigado, se vulnera de manera flagrante el debido proceso, por lo cual el
único remedio posible es la nulidad de la actuación. (SP741-2021, Rad. 54658).
También que, para una idónea construcción de los hechos jurídicamente relevantes,
se hace imperativa una correcta interpretación de la norma penal a efectos de
determinar sus supuestos fácticos que conlleven la consecuencia jurídica
normativamente prevista, así como verificar por el fiscal que la hipótesis de acusación
comprenda todos los elementos del tipo.” (Negrilla añadida)

Así mismo, en Sentencia SP570-2022, radicación 58549, magistrado ponente LUIS ANTONIO
HERNÁNDEZ BARBOSA:

“Sobre el particular, es necesario recordar que la Corte ha asumido una postura


pacífica y reiterada en torno de la naturaleza de los hechos jurídicamente relevantes
y la obligatoriedad de su adecuada postulación, en tanto sus efectos irradian el
debido proceso y el derecho de defensa, además de resultar determinantes a la hora
de verificar la observancia del principio de congruencia que de forma expresa exige el
artículo 448 del Código de Procedimiento Penal.
La idea central de los pronunciamientos que se ocuparon de estudiar la referida
temática consiste en que si la imputación o la acusación, o ambas, no contienen una
relación clara y suficiente de los hechos que configuran el delito o delitos por los cuales
se vincula penalmente o se acusa a una persona, la consecuencia ineludible es la
nulidad del trámite, en tanto esa omisión o ausencia de claridad inciden en la
estructura misma del proceso, pues a partir de la correcta fijación de los hechos
jurídicamente relevantes es que se establecerá el tema de la prueba y se fijarán los
límites por los que se encausará la estrategia defensiva. En otras palabras, de la
adecuada formulación de los presupuestos fácticos que configuran el delito depende
que el procesado sepa y entienda de qué cargos es que se tiene que defender.
De ahí que la falta absoluta de claridad, la confusión, ambigüedad o ausencia de
definición de circunstancias concretas y de obligada referencia incide en el derecho
de defensa, en cuanto impide al procesado y a su defensor presentar las pruebas que
le resulten útiles para refutar la tesis acusatoria, en tanto no se conoce cuál es, en
concreto, la conducta por la que se acusa.” (Negrilla añadida)
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En Sentencia SP741-2021, radicación 54658, magistrado ponente DIEGO EUGENIO


CORREDOR BELTRÁN se dijo:

“En conclusión, si en las audiencias de formulación de imputación y de acusación, el


fiscal no define de manera clara, completa y suficiente los hechos jurídicamente
relevantes, a tal punto que el indiciado o imputado no haya tenido la posibilidad de
conocer por qué hechos se le vincula no está siendo investigado, se vulnera de manera
flagrante el debido proceso – congruencia y defensa-, y el único remedio posible es la
nulidad de la actuación.
De otro lado, acusar y condenar a un procesado por hechos no comunicados en la
audiencia de formulación de imputación, conlleva una lesión severa del debido
proceso en términos de su estructura y garantía, que afecta gravemente el derecho a
la defensa, contradicción, igualdad de armas, principio acusatorio y congruencia.”
(Negrilla añadida)

Finalmente, en la Sentencia anterior, se trajo a colación la SP14792-2018, radicación 52507,


entre otras:

“Entonces, si la imputación y la acusación no contienen de forma suficiente ese


elemento toral, apenas puede concluirse que no cumplió con su cometido y, así, el
debido proceso en toda su extensión ha sido afectado, reclamando de condigna
invalidez, única forma de restañar el daño causado en el asunto que se examina.
A este respecto, la Corte no puede dejar de llamar la atención acerca de la necesidad
de intervención del juez en este tipo de temas, pues, si se ha advertido que la esencia
de las audiencias de formulación de imputación y acusación, reclama de adecuada y
suficiente definición de los hechos jurídicamente relevantes, al punto que de no
hacerse ello genera afectación profunda de la estructura del proceso y consecuente
nulidad, la labor del funcionario judicial no puede erigirse pasiva, al amparo de una
mal entendida imparcialidad.
En efecto, si se entiende que el juez se alza como fiel de la balanza que garantiza
derechos y posibilita la adecuada tramitación del proceso, no puede él permanecer
impávido cuando advierte que la diligencia no cumple su cometido central,
independientemente del tipo de acción u omisión que conduce a ello.
Así las cosas, siendo requisito sustancial de las audiencias de formulación de
imputación y de acusación, la presentación clara y completa de los hechos
jurídicamente relevantes, es deber del juez de control de garantías y el de
conocimiento, velar porque ese presupuesto se cumpla.” (Negrilla añadida)

Es por este motivo que se solicitó de forma temprana y en la oportunidad procesal dispuesta
para ello, como lo contempla el artículo 339 del Código de Procedimiento Penal, la nulidad
del acto jurisdiccional que avaló la imputación por la ausencia de un hecho jurídicamente
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relevante que hace imposible el adecuado ejercicio del derecho a la defensa y el debido
proceso. De encontrarse cabida en la tesis de la defensa, en una etapa avanzada del proceso
se recurrirá a la nulidad de todo lo actuado y ahí sí se ocasionaría un daño en la
administración de justicia, pues se tendría que retrotraer todas las diligencias realizadas.

Lo anterior se le manifestó al JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE


CONOCIMIENTO de Barranquilla, con la teoría de las “falsas absoluciones” y se le reiteró en
la acción de tutela al juez constitucional, argumentos sobre los que no se pronunciaron. No
obstante, según lo dicho por el juez constitucional, en cuanto a que dicho defecto puede
correr a favor del procesado con una sentencia absolutoria por este delito, parece reflejar
un desconocimiento del precedente de la misma CORTE SUPREMA DE JUSTICIA que plantea
que, cuando se trata de hechos jurídicamente relevantes ambiguos, contradictorios o mal
planteados, el único remedio es la nulidad, no la absolución como lo pretende la decisión
tutelada y la de primera instancia del juez constitucional.

Ahora, retomando el argumento de que se puede solicitar la nulidad del acto jurisdiccional
que avala una imputación, en la Providencia de la Sala Especial de Primera Instancia, AEP
084 de 2023 radicación 00468, se anuló un acto jurisdiccional que impartió legalidad a una
formulación imputación en la que, la calificación jurídica nombraba como interviniente en
un contrato sin cumplimiento de los requisitos legales a un funcionario público, cuando,
según los hechos, había actuado en su calidad de funcionario. Es decir, se presentaba una
clara contradicción con los hechos narrados por la Fiscalía y la calificación jurídica que se le
dio, lo que implicó una vulneración clara de los derechos de los procesados y se tradujo, de
acuerdo con la Sala, en la nulidad del acto jurisdiccional que impartió legalidad a la
imputación por no ejercerse ese control material requerido:

“En conclusión, la imputación contra VÁSQUEZ SÁNCHEZ no cumplió con su finalidad


de comunicar de manera clara tanto los hechos como su valoración jurídica relevante
en lenguaje comprensible, por lo tanto, es procedente la nulidad desde el acto
jurisdiccional que impartió legalidad a la imputación de 20 de abril de 2021. Si bien su
apoderado judicial propuso la nulidad de la acusación está demostrado que los
defectos denunciados se consolidaron en la fase de imputación lo cual impide que se
13

consolide la etapa siguiente, esto es la acusación como acto complejo, razón por la
cual no se le impartirá legalidad a la formulación de acusación.” (Negrilla añadida)

Este asunto se reiteró en la decisión AEP 091-2023 No. 00468 que decidió sobre el recurso
de reposición y concedió el de apelación para conocimiento de la SALA PENAL DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA, allí se explicó, en detalle, por qué la nulidad era desde el acto que
impartió legalidad a la imputación y no a la imputación misma, me permito traer a colación
las palabras de la CORTE en su SALA ESPECIAL DE PRIMERA INSTANCIA, aunque un poco
largas, de especial relevancia para el asunto que aquí se discute:

“Para la Sala es apodíctico que el recurrrente carece de razón, por cuanto la providencia
expresamente señaló que la nulidad se concreta en el acto jurisdiccional de impartir
legalidad a la imputación, de suerte que ninguna duda puede existir acerca de si cubre el
acto de parte de imputación, que es previo y no puede ser anulado:

En efecto, revisado el contenido de la imputación, encuentra la Sala que en realidad


es contradictorio y no satisface la exigencia de expresar los hechos de manera clara,
circunstanciada y concisa, de cara a las hipótesis típicas deducidas y a la forma de
participación de los imputados; motivos por los cuales se anuncia que se despacharán
favorablemente las pretensiones y no se impartirá legalidad a la acusación, porque
se declarará la nulidad de lo actuado a partir del acto jurisdiccional que impartió
legalidad a la imputación.

Como es sabido la nulidad no puede cubrir un acto de parte como son la imputación y
la acusación, solo procede contra los actos de los funcionarios judiciales. En efecto,
en CSJ AP5563- 2016, rad. 48573:

Esa petición de nulidad del proceso se advertía manifiestamente inconducente al dirigirse


contra un acto procesal de parte, como lo es la acusación, siendo que esa medida
extrema sólo procede frente a las actuaciones de los funcionarios judiciales. En efecto,
para los primeros, al constituir meras postulaciones, la ley procesal establece sanciones
como la inadmisibilidad, el rechazo o la exclusión que, por regla general, no inciden en la
validez del proceso. Mientras que, los actos procesales del juez, al ser vinculantes y decidir
asuntos con fuerza de ejecutoria material, sí tienen la potencialidad de lesionar garantías
fundamentales, entre ellas el derecho a la defensa y el debido proceso, por lo que la
irregularidad de los mismos debe repararse con la anulación, claro está, si ello no fue
posible con otros remedios como la corrección de los actos irregulares8 o la revocatoria
de las providencias en sede de impugnación.

8 Se cita: ““El juez de control de garantías y el de conocimiento estarán en la obligación de corregir los actos
irregulares no sancionables con nulidad, respetando siempre los derechos y garantías de los intervinientes”.
(art. 10, último inciso, C.P.P./2004)”.
14

La condición de «parte» en el proceso de la Fiscalía General de la Nación es consecuencia


natural de las reformas introducidas por el Acto Legislativo No 03 del 19 de diciembre de
2002 y desarrolladas por la Ley 906 de 2004, cuyo objetivo fue el de acentuar la adopción
de un sistema de enjuiciamiento penal de naturaleza acusatoria. Los efectos de esa
modificación en la función de la fiscalía, entre otros, fueron: (i) se le despojó de la mayoría
de facultades jurisdiccionales de injerencia en los derechos fundamentales y de
disponibilidad de la acción penal, frente a las cuales ahora tiene sólo un poder de
postulación; (ii) aunque la acusación sigue siendo presupuesto del juicio y, por ende, de
la competencia del juez de conocimiento, la naturaleza de ese acto varió: de decisión
judicial9 pasó a ser una pretensión10; y, (iii) se delimitó su rol al de investigador y
acusador, pues un juez imparcial conoce del juicio y decide, y otro controla el respeto de
las garantías.

Vale recordar que la imputación de cargos, es la comunicación por medio de la cual el


ente fiscal le anuncia a una persona que iniciará formalmente la investigación penal en
su contra con motivo de unos HJR, cuya adecuación típica le corresponde de forma
exclusiva y excluyente como titular de la acción penal11, se trata de un verdadero acto
de parte:

…es jurídicamente inadecuado invocar la nulidad de la imputación o de la acusación,


en tanto dicho remedio procesal no procede para los actos desplegados por una de las
partes en controversia, cuyos actos irregulares podrán, dado el caso, dejar de surtir
efectos jurídicos, pero de manera alguna afectan la ineficacia de la actuación procesal
(CSJ AP5563, 24 Ago 2016, rad. 48573) 12.

Por lo tanto, su formalización se desarrolla dentro del marco de una audiencia


preliminar ante un Juez de Control de Garantías pues así sea una actividad de mera
comunicación, está sujeta al cumplimiento de trámites y requisitos que inciden en la
materialización del derecho sustancial, de conformidad con los artículos 288 y 289
ibidem. De no ser cumplidos, se impone a la judicatura el deber de rechazarlo o no
impartir aprobación.

Por contraste, los actos procesales del juez por constituir un aspecto básico del
proceso tienen relevancia en la actuación y pueden afectar los derechos y garantías
fundamentales, de suerte que sus irregularidades serán corregidas a través de las
nulidades, de no existir otro remedio menos drástico:

2. No sobra precisar que distinta es la naturaleza jurídica de los actos procesales del
juez, dado que estos sí tienen carácter vinculante para las partes y demás
intervinientes de la actuación. Ello en tanto tienen la potencialidad de afectar
garantías fundamentales, entre las que se encuentran el derecho a la defensa y el

9 Se cita: “En el Código de Procedimiento Penal de 2000, la acusación era una providencia judicial, tal y como
expresamente lo disponía, entre otros, el artículo 397: “El Fiscal General de la Nación o su delegado dictarán
resolución de acusación cuando…”.”
10 Se cita: “Art. 336 C.P.P./2004: “El fiscal presentará el escrito de acusación ante el juez competente para

adelantar el juicio cuando…”.


11 Cfr. CSJ AP381-2018, rad. 51432.
12Cfr. CSJ AP381-2018, rad. 51432.
15

debido proceso, de modo que la irregularidad de los mismos puede corregirse a través
de la anulación si no existe otra forma menos drástica de sanear el vicio de trámite o
de garantía suscitado13.

En este caso al evidenciar la Sala que el Magistrado de Control de Garantías impartió


legalidad a una imputación ambigua y contradictoria cuando ha debido rechazarla, la
sanción de nulidad sólo puede cobijar este acto jurisdiccional; por consiguiente, la
aspiración de la defensa de invalidez de la imputación hecha por la Fiscalía es
improcedente, ya que llevaría a que la judicatura orientara u ordenara a la Fiscalía
cómo hacerla, socavando las funciones constitucionales y legales a ella atribuidas, las
cuales debe cumplir con total independencia e imparcialidad.” (Negrilla añadida)

De manera que, es claro que se puede solicitar la nulidad del acto que avala una imputación
sobre la que se encuentra disenso en los hechos jurídicamente relevantes cuando esto
acarrea una vulneración de garantías procesales como son el debido proceso y el derecho
a la defensa. Así fue como lo hizo la defensa de NICOLÁS PETRO BURGOS en la intervención
realizada el 11 de enero de 2024 y que en esta oportunidad se quiere presentar como si se
hubiera hecho sobre el acto de parte de la Fiscalía General de la Nación.

Esta interpretación por parte del JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO de Barranquilla en
su decisión y del juez constitucional de primera instancia que hizo eco de los argumentos
del primero, tiene el objetivo de desestimar, disminuir o cambiar el foco de lo solicitado por
la defensa porque, en el caso de que la defensa hubiera solicitado la anulación del acto de
parte de la imputación, ahí sí sería del todo improcedente la solicitud de nulidad. Tal es el
escenario de la Sentencia que cita el juez constitucional de primera instancia la AP1128-
2022 donde se declara inconducente una petición de nulidad dirigido contra el acto de parte
de la formulación de imputación, pero no es el caso concreto donde la defensa fue clara al
inicio y al final que lo que se solicitaba era la anulación del acto jurisdiccional, único que
puede ser objeto de nulidad.

Este aspecto llevó a la SALA PENAL del TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL de
Barranquilla a omitir todo el resto del debate que había sido planteado en la tutela y se

13 Cfr. CSJ AP1962-2018, rad. 51959.


16

enfocara sólo en el silogismo de: se prohíbe la nulidad de actos de parte; la imputación es


un acto de parte; luego se prohíbe la nulidad de la imputación. Una vez considerado por la
SALA PENAL que la solicitud de nulidad iba dirigida en contra de una actuación de parte,
para ésta fue fácil, también, acudir a la idea de que bastaba con una orden de trámite y no
un auto de fondo para rechazarla. En otras palabras, dado que la SALA PENAL entendió que
la nulidad se dirigía contra la imputación y la imputación en el sistema acusatorio es un acto
de parte, entonces le resultó sencillo avalar la regla de que estas decisiones se toman
mediante órdenes y no de autos.

El problema, como quedó explicado, es que la solicitud de nulidad no se dirigió contra la


imputación y fue ello justamente lo que llevó al JUEZ ESPECIALIZADO a tener que acudir a
una extensa argumentación para poder justificar su rechazo, por lo que esa decisión se
tomó, en realidad, mediante un auto y no una orden. Ahora, estos dos errores en fila fueron
los que le impidieron al JUEZ DE TUTELA evidenciar que el JUEZ ESPECIALIZADO se había
apartado completamente del procedimiento aplicable al caso, que no era otro que el
dictaminado por el numeral tercero del artículo 177 del Código de Procedimiento Penal14
que expresamente admite el recurso de apelación contra los autos que resuelven nulidades.

Este no es el escenario de la petición de nulidad de un acto de parte como puede constatar


el ad quem. La defensa fue clara en solicitar la nulidad del acto jurisdiccional que avaló la
formulación de imputación por considerar que se vulneraban las garantías fundamentales
del debido proceso y el derecho a la defensa con la ausencia de un hecho jurídicamente
relevante esencial para la configuración del tipo penal de enriquecimiento ilícito de servidor
público.

14“Artículo 177. Efectos. La apelación se concederá:


En el efecto suspensivo, en cuyo caso la competencia de quien profirió la decisión objeto de recurso se
suspenderá desde ese momento hasta cuando la apelación se resuelva:
[…]
3. El auto que decide la nulidad.
[…].”
17

En otras palabras, los hechos jurídicamente relevantes eran contradictorios en sí mismos


porque la Fiscalía General de la Nación adujo de dónde venía el dinero y para qué sería
utilizado (campaña electoral), asunto que nada tenía que ver con el cargo de mi prohijado
como diputado de la Asamblea del Atlántico. Entonces, la ausencia del hecho jurídicamente
relevante que implica el nexo causal entre la función pública y el incremento patrimonial,
además, se presenta contradictoria. Este es un requisito para la tipificación del tipo penal
de enriquecimiento ilícito que surge, necesariamente, de los hechos jurídicamente
relevantes. No se puede imputar un delito con unos hechos jurídicamente relevantes que
no corresponden y se contradicen, de forma grosera, como aduce la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, entre sí.

Nada obsta, como quedó plasmado en las citas previas, para que se pueda elevar una
solicitud de nulidad al acto jurisdiccional que avala una imputación que afecta garantías
procesales. De hecho, es tarea de los jueces con función de control de garantías y
conocimiento determinar que la tesis de la Fiscalía General de la Nación sea coherente,
completa y que los hechos puedan encajar en la descripción típica escogida:

“Es obvio que la relevancia jurídica de un hecho depende de su correspondencia con


los presupuestos fácticos del tipo penal, siendo indispensable una efectiva
hermenéutica de este, por ende, se debe verificar que la hipótesis (en la imputación
o en la acusación) comprenda los elementos del tipo penal; siendo útil para el efecto
los criterios de interpretación normativa, la doctrina y la jurisprudencia entre otras
herramientas.” (Negrilla añadida) (SP3168-2017, radicación 44599)

La argumentación sobre la nulidad fue extensa y la puede encontrar el juez de segunda


instancia en la acción de tutela en la tabla que va desde la página 23 a la 33 y el
pronunciamiento de los abogados vinculados a la acción de tutela SEBASTIÁN GARCÍA
RINCÓN quien fue el que elevó la petición en la diligencia del 11 de enero de 2024 y DIEGO
HENAO VARGAS, defensor principal. El último, además, allegó al trámite un concepto
solicitado por la defensa al Dr. YESID REYES ALVARADO donde queda claro que la ausencia
18

de dicho hecho jurídicamente relevante afectaba la estructura del tipo penal de


enriquecimiento ilícito de servidor público 15, entre otros aspectos.

Ambas intervenciones de los abogados en la decisión del a quo se reducen a un párrafo en


comparación con la solicitud de denegar los derechos fundamentales de NICOLÁS PETRO
BURGOS por parte de la Procuraduría, la Fiscalía y el Juez que emitió la decisión tutelada,
de hecho, la decisión del último se transcribe completa; una selección de apartes que
claramente coincidían con el resultado de denegar la protección de derechos a PETRO
BURGOS. No obstante, la negativa o no de la solicitud de nulidad no es el objeto de
vulneración de derechos fundamentales, como se plasmará en párrafos posteriores, el
hecho vulnerador de derechos fundamentales es darle el ropaje de orden a un auto y evitar
la procedencia de los recursos de ley para controvertir tal decisión y que esta fuera evaluada
por un superior.

2.2. El rechazo de plano cuando se trata de solicitudes impertinentes se encuentra


delimitado por la CORTE SUPERMA DE JUSTICIA y la solicitud de la defensa no se
enmarcaba en ninguno de los supuestos de procedencia para tal rechazo

En la intervención de la defensa en la solicitud de nulidad elevada el 11 de enero de 2024


se dejó la siguiente constancia:

Min. 47:3116“Ahora bien, yo sé que es muy posible que le vayan a decir el día de hoy
que rechace de plano esta petición, que ni siquiera le dé tramite y yo obviamente
acogeré todas las decisiones que su estrado determine, pero con absoluta claridad y
con la coherencia y transparencia jurídica que nos caracteriza, le podré decir que no
estamos ante uno de los casos en los cuales la Corte ha dicho que se puede rechazar

15 “De acuerdo con la relación de hechos que me fue suministrada como aquella que la Fiscalía presentó
durante la audiencia de imputación a Nicolás Fernando Petro Burgos por la posible comisión del delito de
enriquecimiento ilícito de servidor público, en mi opinión ella fue estructurada de manera deficiente al no
incluir la referencia al nexo causal que existiría entre el cargo de diputado de la Asamblea Departamental
del Atlántico desempeñado por él y el presunto incremento injustificado de su patrimonio, omisión que
afecta la capacidad de defensa del imputado a lo largo del proceso penal que se sigue en su contra.” (Pág.
9) (Negrilla añadida)
16 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
19

de plano y llamo su atención sobre la AP767 del 2023 con ese radicado 61690, con
ponencia del magistrado Fernando León Bolaños, donde decantan cuáles son los
eventos en los cuales la petición de nulidad debe desecharse de plano, cuándo es que
está vedado para las partes entrometerse en la imputación y lo mismo para el juez y
dice que se da:

Uno, cuando se presentan consideraciones relacionadas con el estándar de


conocimiento o aspectos meramente probatorios, no es nuestro caso y no hemos
realizado ningún análisis sobre esto;
-Cuando se sustenta esta petición en aspectos como la inculpabilidad o causales de
ausencia de responsabilidad, tampoco es el evento que le hemos mencionado;
-Cuando se presentan consideraciones diciendo que está mal escogido el tipo penal
diciendo: señor Juez es que el tipo penal no es el uno si no el dos, tampoco es el caso
en que nosotros estamos o cuando se pretenden añadir elementos externos a los
contenidos en la imputación de acusación, desde el principio hemos mencionado que
se trata de un análisis completamente endógeno y que no existe ningún tipo de análisis
distinto a lo que está contenido en la imputación.” (Negrilla añadida)

El artículo 139 del Código de Procedimiento Penal dispone lo siguiente:

“Artículo 139. Deberes específicos de los jueces. Sin perjuicio de lo establecido en el


artículo anterior, constituyen deberes especiales de los jueces, en relación con el
proceso penal, los siguientes:
1. Evitar las maniobras dilatorias y todos aquellos actos que sean manifiestamente
inconducentes, impertinentes o superfluos, mediante el rechazo de plano de los
mismos.
[…]” (Negrilla y subrayados añadidos)

Al respecto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ha delimitado las expresiones del artículo 139
del C.P.P. pues no todas las solicitudes que realicen las partes en un proceso se pueden
rechazar de plano:

“Así, los actos considerados como maniobras dilatorias implican la atribución de un


grado de desdén, falta de lealtad procesal y de compromiso con la agilidad de los
procedimientos de enjuiciamiento y, por ende, su descuento para fines de la
contabilización de términos para obtener el beneficio de libertad provisional, cuando
las mismas provienen del procesado o su defensor, resulta razonable.” (Negrilla
añadida) (CSJ AP1079-2021, radicación 58987)

De manera que, la maniobra dilatoria no es todo aquello con lo que disiente el juez o las
partes, debe tener unas características específicas que buscan que los procesos no sigan el
20

curso jurídico adecuado y que sean manifiestamente impertinentes, inconducentes o


superfluas. En especial, esto debe analizarse cuando se trae a colación una solicitud de
nulidad:

“15. Si ello es así, cuando en la audiencia de formulación de acusación se reclame una


nulidad por violación del derecho a la defensa, con sustento en la errónea confección
de los hechos jurídicamente relevantes comunicados en la audiencia de imputación, el
Juez, en aplicación de los moduladores de la actividad procesal deberá auscultar con
suma cautela, además, todos los presupuestos que rigen en materia de nulidades;
entre ellos:

a) Que el abogado tenga interés jurídico. El defensor deberá explicar qué pretende o
qué busca conseguir con la eventual declaratoria de invalidez. Ello, en atención a que,
por vía de principio, es incompatible con el talante adversarial del sistema de
enjuiciamiento acusatorio que rige en Colombia, decretar la nulidad cuando ello se
traduzca en otorgar una oportunidad adicional a la Fiscalía para que rehaga y
componga su actuación que venía originalmente viciada; máxime que los intervinientes
con intereses contrapuestos tienen oportunidades preclusivas para fundamentar sus
propias pretensiones, salvo eventos excepcionales correlacionados con intereses
superiores.
b) Que no se trate de una alegación inoportuna del defensor (por ejemplo, sobre
tópicos de inocencia; inexistencia del delito, errónea calificación jurídica o
culpabilidad); que no se quiera expresar puntos de vista diversos o criticar el
desempeño de los profesionales que lo antecedieron; ni se vislumbre la intención de
dilatar la actuación en perjuicio de la administración de justicia.
c) Que se verifique el acatamiento de los principios orientadores de las nulidades en
el sistema de la Ley 906 de 2004, sintetizados así, por la Sala de Casación Penal, en
Sentencia del 20 de marzo de 2007 (radicación 30710)17:
[…]
16. La audiencia de formulación de acusación es, entonces, la oportunidad procesal
para que el Fiscal introduzca correcciones al escrito, en cualquiera de sus componentes;

17 “Principio de trascendencia: Quien solicita la declaratoria de nulidad tiene el indeclinable deber de


demostrar no sólo la ocurrencia de la incorrección denunciada, sino que ésta afecta de manera real y cierta
las garantías de los sujetos procesales o socava las bases fundamentales del proceso.
Principio de instrumentalidad de las formas: No procede la invalidación cuando el acto tachado de irregular
ha cumplido el propósito para el cual estaba destinado, siempre que no se viole el derecho de defensa.
Principio de taxatividad: Para solicitar la declaratoria de invalidez de la actuación es imprescindible invocar
las causales establecidas en la ley.
Principio de protección: El sujeto procesal que haya dado lugar al motivo de anulación no puede plantearlo
en su beneficio, salvo cuando se trate del quebranto del derecho de defensa técnica.
Principio de convalidación: La irregularidad que engendra el vicio puede ser convalidada de manera expresa
o tácita por el sujeto procesal perjudicado, siempre que no se violen sus garantías fundamentales.
Principio de residualidad: Compete al peticionario acreditar que la única forma de enmendar el agravio es la
declaratoria de nulidad.
Principio de acreditación: Quien alega la configuración de un motivo invalidatorio, está llamado a especificar
la causal que invoca y a plantear los fundamentos de hecho y de derecho en los que se apoya.”
21

entre ellos, la relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes; se insiste,
sin alterar el núcleo fáctico, ya que esta esencia factual condiciona la validez y la
congruencia, desde la audiencia de imputación inclusive.” (Negrilla añadida) (CSJ
AP767-2023, radicación 61690)

De manera que, el rechazo de plano frente a una solicitud de nulidad de esta naturaleza
sólo procede cuando se presentan consideraciones relacionadas con el estándar de
conocimiento o aspectos probatorios; cuando la petición se sustenta en cuestiones como
inculpabilidad, causales de ausencia de responsabilidad o similares; cuando se aduce una
errónea calificación jurídica y se sugiere la imputación de otro delito; y finalmente, cuando
se pretenden añadir contenidos externos a la imputación.

Aunado a ello, después de elevada la nulidad, debe verificarse que el abogado que la invoca
tenga interés jurídico; que no se trate de una alegación inoportuna y que se verifique el
acatamiento de los principios orientadores de las nulidades como trascendencia,
instrumentalidad, taxatividad, protección, convalidación, residualidad y acreditación. Si
estos aspectos están ausentes, procedería el rechazo de plano.

El rechazo de plano procede cuando se realiza una verificación detallada de la


impertinencia, inconducencia o superficialidad de la solicitud, es decir, que se presente
sobre cuestiones que no están contempladas en la norma, por ejemplo, cuando se solicita
la anulación del acto de parte de la imputación y no sobre el acto jurisdiccional que es objeto
de anulación18, como ya se dejó plasmado, entre otras situaciones. Dicha impertinencia
debe ser, además, manifiesta y se debe corroborar la intención de generar una maniobra
dilatoria en la actuación. Si estos aspectos no se evidencian en la solicitud de la defensa, se
le debe dar el respectivo trámite a la nulidad.

18 “Lo anterior significa que la nulidad opera frente a algunas decisiones de los jueces y, no, respecto a
peticiones de parte que no puedan subsanarse de manera distinta, más si se tiene en cuenta que, el juez al
ejercer el control de legalidad sobre cada etapa del proceso, tiene la obligación de sanear los vicios que
acarrean nulidades.
Es por esa razón, que solo procede la nulidad de manera excepcional, cuando el acto procesal viciado influye
de manera trascendente en el desarrollo del procedimiento y afectando los derechos al debido proceso o
defensa.” (CSJ AEP00073-2019, radicación 50753)
22

La Providencia que citó el JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE


CONOCIMIENTO de Barranquilla y que reiteró el juez constitucional, si bien analiza una
nulidad y la procedencia del rechazo de plano, analiza otros supuestos de hecho en la
solicitud misma de nulidad, a saber:

“3. Cabe recordar en ese sentido, que la petición de nulidad del trámite fue soportada
por la defensa sobre la base de afirmar que el juicio de imputación hecho por la Fiscalía
no cumplió los parámetros establecidos en el art. 288 del Código de Procedimiento
Penal, aserto que sustentó en (i) la deficiente exposición de los componentes fáctico y
jurídico del acto de imputación; (ii) la falta de mención de los elementos de convicción
que soportan la calificación jurídica del delito, (iii) la ausencia de valoración de pruebas
que, a juicio del recurrente, desvirtúan que las providencias emitidas por los
procesados puedan tildarse como prevaricadoras (iv) la falta de mención de las
incidencias ocurridas dentro de los procesos de extinción de dominio que se surtieron
contra los bienes cuya entrega ordenaron los jueces por vía de tutela, (v) la supuesta
destrucción de aquellos expedientes y (vi) la falta de análisis de la decisión de la Corte
Constitucional que revisó aquellos fallos, temas todos que, en su criterio, muestran
que sus prohijados, contrario a cometer los delitos que se les endilgan, velaron por
proteger los derechos de la allí accionante.

De tal recuento puede observarse con facilidad que los argumentos con los que el
recurrente soporta la petición de nulidad del proceso desde el acto de imputación
están encaminados, realmente, a cuestionar la connotación jurídico-penal de las
conductas por las cuales JUAN CARLOS BONET PÉREZ y ORLANDO ANTONIO SALAS
VILLA están siendo procesados.” (Negrilla añadida) (CSJ AP 1128-2022, radicación
61004)

En ese caso particular era procedente el rechazo de plano. No en el caso concreto como se
dejó sentado en el escrito de tutela. En ningún momento se atacó, de forma genérica y
abstracta, la deficiente exposición de los componentes jurídicos y fácticos de la imputación;
tampoco se hizo ninguna mención a los elementos de convicción que soportan la
calificación jurídica realizada por el Fiscal; no se hizo mención sobre la valoración de las
pruebas; y finalmente, no se abordaron elementos externos de la imputación, por el
contrario, se dejó constancia en la misma solicitud que:
23

Min. 25:37 19 “Lo primero que le diré que tiene toda la trascendencia en punto de ese
análisis endógeno señor Juez eh señora delegada del Ministerio Público, lo único que
le pide la defensa en este momento es que usted haga un análisis endógeno de la
acusación, esto es, que esa calificación eh jurídica corresponda con unos hechos o que
al menos esos hechos que narró la Fiscalía puedan ser acomodados a la conducta que
el mismo realizó, y le hablo de un análisis endógeno señor Juez porque ni usted ni yo
estamos facultados en este momento para hacer análisis basados en factores
externos como aspectos probatorios, como aspectos de culpabilidad, eso nos está
vedado en esta etapa procesal. Lo único en lo que usted puede realizar un control es
sobre esa narración fáctica y sobre si esos hechos están completos para poder
defenderse de la conducta descrita por el tipo penal.” (Negrilla añadida)

La misma defensa, el 11 de enero de 2024, solicitó la realización de un análisis


estrictamente endógeno frente a la nulidad invocada. Como se puede ver en la Providencia
AP 1128-2022, radicación 61004, citada con reiteración para la negativa a una nulidad que
es impertinente20, la solicitud de la defensa estaba basada en varios elementos exógenos
como un proceso de extinción de dominio, la destrucción de expediente y trámites ante la
CORTE CONSTITUCIONAL, a todas luces se observaba la impertinencia. No es el caso
concreto de la solicitud elevada en favor de NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS y no
puede usarse esta Sentencia para equiparar todos los supuestos de hecho en que la defensa
solicita una nulidad frente al acto jurisdiccional que avala hechos jurídicamente relevantes
deficientes expuestos en la imputación, como se verá en el último acápite del presente
recurso.

La mayoría de los argumentos anteriores fueron presentados en la diligencia del 11 de


enero de 2024 por la defensa, como queda claro en la constancia que inicia este acápite y
fueron reiterados en el escrito de la acción constitucional de tutela en el capítulo “6.2.
Razones jurídicas de por qué no procedía el rechazo de plano de la solicitud de nulidad de la
defensa”. Aunado a ello, en la misma acción de tutela se arribó al caso concreto en las
páginas 22 y siguientes donde quedó demostrado que no procedía el rechazo de plano
decretado por el JUEZ SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla el
pasado 11 de enero de 2024, en consonancia con las disposiciones jurídicas para ello. Estos

19 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
20 Páginas 21-23 del fallo de tutela recurrido.
24

argumentos fueron ignorados, o no evaluados, por el juez constitucional en su decisión.


Tampoco mereció ninguna mención la diferencia establecida en la acción de tutela entre un
auto y una orden para proceder al rechazo de plano.

Sin embargo, el juez a quo adujo:

“13.- Así las cosas, la Sala advierte que, el raciocinio del juez, aunque adverso a los
intereses del ciudadano NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS, no implica la afectación
de sus derechos fundamentales cuando la decisión cuestionada, además de razonable,
se orientó por los parámetros expuestos por la jurisprudencia de la Honorable Corte
Suprema de Justicia, frente al rechazo de plano de la solicitud de nulidad elevada por
la defensa.” (página 27) (Negrilla añadida)

Como se plasmó en la acción de tutela, se cumplieron todos los requisitos generales que
regulan las nulidades en nuestro ordenamiento jurídico y, además, se materializaron los
requisitos especiales demarcados por la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en especial la
AP767-2023, radicación 61690, para que la solicitud no fuera rechazada de plano, a saber,
que no se presentaron consideraciones relacionadas con el estándar de conocimiento o
aspectos probatorios; que la petición no se sustentó en cuestiones como inculpabilidad,
causales de ausencia de responsabilidad o similares; que no se invocó una errónea
calificación jurídica ni se sugirió la imputación de otro delito; y finalmente, no se pretendía
añadir contenidos externos a lo desarrollado en la imputación.

El ejercicio del rechazo de plano no puede ser una actividad indiscriminada por parte de los
funcionarios judiciales y menos cuando se ampara con una falacia de autoridad 21, al decir
que “se orientó por los parámetros expuestos por la jurisprudencia de la Honorable Corte

21“En los argumentos de autoridad con igual denominación dentro de las tipologías de falacias, se apela a los
criterios o imagen de una persona con capital de autoridad. Esto puede ser desde una figura pública hasta un
mandatario, docente, investigador u otra característica que contribuya a apoyar determinadas ideas o
criterios.
Un ejemplo de falacia ad verecundiam o de autoridad pudiera constituirlo la aceptación de afirmaciones o
hechos dentro de la comunicación científica que no son realmente comprobables. Esto tiene lugar en
afirmaciones como: si está publicado debe ser cierto, este autor lo afirma, está dentro de los artículos del
número de una x revista.” Recuperado de:
https://revinfcientifica.sld.cu/index.php/ric/article/view/4246/5735
25

Suprema de Justicia”22, cuando no se dice y ejemplifica cuáles parámetros. Al contrario, de


los parámetros desarrollados por la defensa, de la mano de la jurisprudencia de la CORTE
SUPREMA DE JUESTICIA, se demuestra que la solicitud de nulidad no era de aquellas que se
predican impertinentes y que debieran rechazarse de plano, se insiste, porque no se
presentaron asuntos sobre el estándar de conocimiento o aspectos probatorios; la petición
no se sustentó en cuestiones como inculpabilidad, causales de ausencia de responsabilidad
o similares; no se invocó una errónea calificación jurídica ni se sugirió la imputación de otro
delito y no se pretendió añadir contenidos exógenos a la imputación.

Todos estos argumentos le fueron presentados al juez constitucional en la acción de tutela


con el mayor detalle. No obstante, después de la transcripción en extenso de la decisión del
JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO de Barranquilla,
el fallo de tutela se enfocó en hacer eco de sus argumentos, no en debatir la posición de la
defensa frente al acto de vulneración de derechos fundamentales. Es decir, el fallo de tutela
no mencionó si consideraba que la decisión del juez había sido un auto o una orden, y
mucho menos desarrolló si, con ocasión a ello, se había vulnerado el derecho a la defensa
y a la segunda instancia al cercenarse la posibilidad de elevar los recursos de ley.

Valga aclarar que el mismo JUEZ SEGUNDO PENAL ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE
CONOCIMIENTO de Barranquilla, tras oír a los intervinientes, decidió dar un receso en el
cual manifestó que le dará trámite al recurso de nulidad y que lo resolvería
inmediatamente, para lo cual se tomó cerca de una hora. Transcurrida esta, empezó a
señalar que le correspondía “adoptar un pronunciamiento, en aras del respeto a las
garantías procesales y al derecho que tiene la defensa de que el Juzgado se pronuncie ante
esas solicitudes […]”. En ese contexto, hizo esta salvedad:

“Se deja constancia y se aclara que, en disenso con el Ministerio Público y la Fiscalía, el
Juzgado considera que el ciclo procesal del traslado del artículo 339, no estaba
precluido, como quiera que se fundamenta en el acta y en el audio escuchado cuando
la defensa en ese sentido fue clara al manifestar que haría uso del resto de facultades

22 Página 27 del fallo de tutela.


26

consagradas allí el día que impugnó la competencia, es decir, en caso que se llegue a
deprecar negativamente la nulidad o se le rechace de plano o se le decrete…eh… si se
le niega no es por falta de oportunidad procesal de que la haya pedido
extemporáneamente o estando en el ciclo procesal cerrado, en eso el Juzgado guarda
las garantías de no irle a vulnerar derechos a un sujeto procesal que, estando en su
oportunidad debida pueda hacer estas clases de solicitudes.” (Negrilla añadida)

Sobre este punto, el Ministerio Público señaló:

Minuto 1:44:28. Ministerio Público: “[…] Sin embargo, garante digamos señor juez de
manera amplia de los derechos que todo procesado debe tener, en cualquier proceso
que se adelante o juicio criminal que se adelante en Colombia, el Ministerio Público
pues no le va a pedir que rechace de plano la nulidad porque lo que menos queremos
es que se señala de violaciones al debido proceso, al derecho a la defensa, un asunto
de importancia en este caso. […].”

Esta solicitud de un interviniente especial no se tuvo en cuenta por el JUEZ ESPECIALIZADO,


pese a que dijo que le daría trámite a la solicitud de la defensa. Lo anterior, fortalece la tesis
de este apoderado de que el trámite adecuado no era el rechazo de plano, sino, en el evento
de que el JUEZ no encontrara acierto en los argumentos de la defensa, darle el trámite
pertinente a través de su negativa y la procedencia de los recursos de ley.

2.3. El juez a quo omitió el análisis de fondo del problema jurídico propuesto que conducía
a la afectación de derechos fundamentales y se centró en cuestiones accesorias

Los hechos que sirvieron de base a la presente acción constitucional tuvieron origen en que,
la entidad accionada, decidió por medio de una orden rechazar de plano una solicitud de
nulidad, debiendo hacerlo a través de auto objeto de los recursos ordinarios de ley. Además,
su decisión tiene las características de un auto, hasta que llega al final y la califica como
orden. Ello, porque la solicitud de nulidad no se encontraba enmarcada en los criterios
frente a los cuales puede proceder el rechazo de plano, pues cumplió todos los requisitos
que regulan las nulidades en el ordenamiento jurídico. Con ocasión a esta denominación,
se impidió el ejercicio de los recursos ordinarios para impugnar la decisión, vetándose la
doble instancia de mi representado.
27

El objeto de la acción de tutela no es que el juez constitucional determine si la nulidad debía


despacharse de forma negativa o no por su contenido, en el caso concreto, el juez
constitucional afirmó lo siguiente:

“12.- En efecto, la Sala no avista la violación de derechos fundamentales que invoca el


accionante, no sólo porque la decisión censurada por vía de tutela viene
suficientemente razonada y coincide en esencia con lo dicho en reiterada
jurisprudencia por la Sala Penal de la Corte, si no porque de tener razón el letrado, la
conducta de enriquecimiento ilícito imputada devendría atípica, en la medida en que,
según dice, no se estableció la relación de causalidad del supuesto incremento
patrimonial del imputado con su cargo o dignidad como Diputado del departamento
del Atlántico, aspecto concluido por éste al parecer sin mayor esfuerzo, por lo que no
podría decirse válidamente que la imputación impide el derecho de defensa.

12.1.- Dicho de otra manera, sí en verdad los hechos jurídicamente relevantes se


encuentran por decir así incompletos, pues adolecen de la mención del supuesto
factico de un elemento normativo del tipo en comento, es algo que finalmente
beneficia al procesado desde el punto de vista de los principios de coherencia y
congruencia, en la medida en que la imputación fáctica es inmodificable, por tanto su
abogado podría demandar que en la sentencia se desestime ese cargo en caso que se
vulneren esos caros principios del procedimiento y/o que se reconozca la atipicidad de
esa conducta sí es que acaso se requiere en verdad enrostrar y probar dicho elemento
normativo del tipo y la Fiscalía no lo hace porque el mismo no existe en el mundo
fenomenológico, y/o por último podrá hacer valer su criterio a través de los recursos
que proceden contra la decisión que ponga fin a las instancias.” (Negrilla añadida)
(página 24)

Si bien el a quo debía observar si la solicitud de nulidad tenía la entidad suficiente para ser
tachada de manifiestamente impertinente, éste no lo hace, por el contrario, y en una
especie de análisis subrepticio del requisito de subsidiariedad que, para ese punto ya había
agotado, el a quo dice que la solicitud de nulidad no hubiera prosperado, pues había otros
momentos procesales para alegarla, como lo es la sentencia o los recursos contra la misma.
Finalmente, y, con un argumento que no sigue del anterior23, el juez constitucional resolvió

23Así, el fallo de primera instancia refleja una falacia non sequitur o no se sigue: “Su error central es sacar una
conclusión que no se puede derivar de las premisas o afirmaciones anteriores a esa conclusión.
Una persona, por ejemplo, critica al gasto social de un gobierno. La persona que la escucha, exclama de
inmediato: «¡No sabía que eras indiferente a las necesidades de los pobres!».
28

que era procedente el rechazo de plano porque, la formulación de imputación no es


susceptible de nulidad, al ser un acto de parte. De manera que, el a quo basa su decisión en
parte en que la nulidad no hubiera prosperado por distintos motivos, al soslayar u omitir el
debate constitucional planteado por el escrito de acción de tutela como se dejó consignado
en el apartado 6.3 “Razones jurídicas de por qué se afecta el debido proceso y la doble
instancia” y sobre todo, el apartado de procedibilidad específica de la acción de tutela
contra providencia judicial “d. Cuando se trate de una irregularidad procesal, debe quedar
claro que la misma tiene un efecto decisivo o determinante en la sentencia que se impugna
y que afecta los derechos fundamentales de la parte actora.” en las páginas 43 y siguientes.

Para reiterar en algunos de los argumentos que ignoró el juez constitucional de primera
instancia, se plasmó en la acción de tutela que con la decisión del JUEZ SEGUNDO PENAL
ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO de Barranquilla se materializaban dos
hechos de vulneración distintos, a saber:

1. Darle el ropaje de orden a un auto que


decidió de fondo la solicitud de la defensa. Debido proceso.
2. En consecuencia, decretar que, en contra
la decisión, no procede los recursos de ley. Doble instancia.

El fallo de tutela no desarrolló el por qué no se afectaba el debido proceso con el acto de
dar una denominación de orden a un auto. De hecho, no desarrolló por qué consideraba
que la decisión que plasmó completa en el escrito del JUEZ ESPECIALIZADO era una orden y
no un auto, como sostiene la defensa del señor NICOLÁS PETRO BURGOS. Este asunto se
ignoró completamente y se pasó a un análisis de asuntos accesorios que dejaban de lado el
objeto de análisis y sobre el que se deprecó amparo constitucional.

Una cosa no sigue a la otra. Quien critica a las nociones de la justicia social, o de la hipoteca social, no
necesariamente es un tipo insensible.” Recuperado de: https://contrapeso.info/falacia-del-non-sequitur-lo-
que-no-sigue-de-algo/
29

Como este aspecto se omitió, es decir, el análisis de la decisión del JUEZ SEGUNDO como
orden y no como auto, o viceversa, el rechazo de plano se dio por hecho bajo el argumento
de que la solicitud de nulidad había sido sobre un acto de parte. Asunto que no se
corresponde con la realidad, como quedó planteado en el primer acápite de este
subcapítulo. En consecuencia, tampoco hubo mención alguna sobre la vulneración que
implicaba esta calificación de orden y el rechazo de plano al derecho a la doble instancia.

Como podrá observar el juez ad quem, la discusión constitucional del eventual defecto
procedimental se pasó por alto porque se reiteraron uno a uno los argumentos principales
de la decisión que fue objeto de tutela. No hubo oportunidad para discutir la trascendencia
constitucional y la eventual vulneración al debido proceso y la doble instancia porque los
asuntos neurálgicos dirigidos a ellos fueron ignorados y, por el contrario, se hizo eco de los
mismos argumentos de la decisión tutelada para decir que era correcta. La SALA PENAL del
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL de Barranquilla lo pasó por alto porque su
argumentación ya estaba comprometida con la idea de que la defensa había pedido la
nulidad de un acto de parte de la Fiscalía, frente al cual opera la regla automática de rechazo
de plano mediante orden.

Por ese motivo, se solicita al juez constitucional ad quem evalúe a profundidad la acción de
tutela, con el objetivo de centrarse en el núcleo de vulneración de derechos fundamentales
que desata una serie de interrogantes que merecen ser desarrollados y que, en virtud del
mandato pedagógico y de desarrollo de la jurisprudencia, realice un análisis holístico de la
situación. A continuación, algunos interrogantes guía que no fueron desarrollados por el
juez a quo:

1. ¿La solicitud de nulidad elevada por la defensa el 11 de enero de 2024 en


diligencia de formulación de acusación fue impertinente, de acuerdo con los
parámetros desarrollados por la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA?
2. ¿La decisión del JUEZ SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO CON
FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO de Barranquilla se trató de un auto o una orden?
30

3. De acuerdo con la respuesta anterior, ¿procedían los recursos ordinarios de ley?


4. Finalmente, y en consonancia con las respuestas dadas, ¿se vulneró el debido
proceso y el derecho a la doble instancia de NICOLÁS PETRO BURGOS con la decisión
del JUEZ SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO CON FUNCIÓN DE
CONOCIMIENTO de Barranquilla al darle la denominación de orden a un auto que
despachaba de forma negativa una nulidad?

2.4. Las solicitudes de la defensa no pueden ser tachadas de “estrategias dilatorias” de


forma indiscriminada

La primera diligencia de formulación de acusación en contra del señor NICOLÁS FERNANDO


PETRO BURGOS fue realizada el 20 de noviembre de 2023 que, dicho sea de paso, fue la
primera fecha prevista por el JUZGADO DE CONOCIMIENTO para ello, es decir, no se
formuló por la defensa ninguna solicitud tendiente a que esa primera fecha se malograra.
Allí, como lo prevé la ley procesal penal, la defensa formuló impugnación de competencia
porque el señor PETRO BURGOS había sido capturado en Barranquilla y llevado a Bogotá
D.C. para las audiencias preliminares, pero se decidió su juzgamiento en Barranquilla
cuando se pudo procesar allí mismo desde el principio. No obstante, de acuerdo con los
hechos, la defensa consideró, en su momento, que la competencia recaía en los JUECES
PENALES DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO de Bogotá D.C. y por eso elevó la solicitud de
apertura del incidente en mención.

Por ese motivo, en el marco del traslado del artículo 339 del Código de Procedimiento Penal
elevó la solicitud. Sin embargo, el JUEZ manifestó lo siguiente:

Min. 1:48:4124. “Eso sí, se le hace un llamado a la defensa para que acorde con la lealtad
procesal y los principios que rigen el Código de Procedimiento Penal no propicie
dilaciones y demoras en los procesos. Si la Corte devuelve este proceso por
competencia a este Juzgado le compulsará copias disciplinarias al doctor Sebastián

24 https://www.youtube.com/watch?v=IUcClv6Yb3E
31

García Rincón inmediatamente cuando se asuma la continuación de la competencia


le compulsará copias disciplinarias en ese sentido.”

Acto seguido, el Fiscal solicitó el uso de la palabra y dijo lo siguiente:

Min. 1:49:4725. “Gracias honorable señor Juez. Se trata de un auto de cúmplase que no
admite ninguna clase de recursos, máxime porque se ha definido de esa manera la
competencia y darse el trámite normal, su señoría y como usted lo indicaba, al
realizarse esa petición superflua sin ningún argumento sería lo procedente el rechazo
de plano y continuar con la actuación. Usted ha sido mucho más garantista honorable
señor Juez en aras de que se remita a la Corte y la Corte donde le asigne competencia
a su digno despacho, pues su señoría simplemente una pequeña claridad, que no sólo
sea al abogado Sebastián Maya [sic] sino también al abogado Henao quien funge
como suple… como titular de la causa que hoy nos ocupa […] Hacen esta clase de
peticiones temerarias y dilatorias y superfluas en atención al artículo 139.”

En su decisión, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA advirtió que:

“Finalmente, la Sala considera necesario llamar la atención de esa autoridad judicial,


en el sentido que el ejercicio legítimo de una garantía constitucional como es el derecho
de defensa, por sí solo, no puede conllevar a la apertura de investigaciones
disciplinarias, salvo que se advierta que, efectivamente, se presenta un abuso del
derecho. La Sala recuerda el deber de los servidores públicos de ajustar sus actuaciones
a los dispositivos que modulan la actividad procesal, en especial, el de evitar excesos
contrarios a la función pública. (Art 27 C.P.P.).”26

Al decidirse el incidente de impugnación de competencia, la siguiente fecha asignada por el


JUZGADO para la continuación de la formulación de acusación fue el 11 de enero de 2024.
A esa fecha asistió la defensa sin ninguna solicitud de aplazamiento previo o algo similar.
Ello, para demostrar que no hay ninguna estrategia de la defensa o un patrón de conducta
en el sentido de dilatar el proceso que, por lo demás, ha corrido por alrededor de ocho
meses y ya se encuentra en etapa de juzgamiento, es decir, que curiosamente ha tenido la
celeridad de la que adolecen otros procesos en nuestro sistema. Así mismo, es un proceso
sin personas privadas de la libertad, por lo que resulta injusto que se tilde a la defensa de

25https://www.youtube.com/watch?v=IUcClv6Yb3E
26Cfr. AP 3595-2023, proferido en el CUI No. 11001600000020230221501, radicación No. 65208, del 29 de
noviembre de 2023. M.P. MYRIAM ÁVILA ROLDÁN.
32

forma constante de ejercer mecanismos para dilatar un proceso al que se le ha impreso una
gran celeridad.

Ahora, frente a la decisión objeto de acción de tutela, el JUZGADO SEGUNDO PENAL DEL
CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla advirtió que:

Minuto 3:00:3727 en adelante: “Cuando a la defensa en ninguno de los cuestionamientos en


su intervención, pues se pudo demostrar que lo que pidiera al Juez, así de acuerdo al cotejo
que pues simplemente hizo el Juzgado además de los principios de taxatividad, protección,
residualidad, instrumentalidad a pesar que dijo de estar demostrado, se advierte de solicitud
que es una clara infundada petición de nulidad que raya con la misma delimitación del
objeto de la audiencia de acusación y con los fines de la misma, se le rechaza de plano para
cumplir con el deber de imprimirle el Juez el principio de celeridad, es deber del Juez no es
facultativo y evitar dilaciones y lo mismo con respecto al respeto de las garantías de los otros
sujetos procesales ya que los actos reglados deben de guardar un orden para la eficacia del
ejercicio de la justicia, peticiones como las que ha solicitado la defensa son respetuosas, pero
de verdad comprometen la dinámica pretendida por el sistema procesal penal, por ello, el
Juzgado se la rechaza de plano al encontrarla totalmente infundada.”

En el fallo de tutela, el juez a quo consignó la respuesta del FISCAL, al respecto:

“En virtud de lo expuesto, solicitó que se declare improcedente la acción de tutela, ya


que no es factible revivir etapas procesales ni obviar el curso regular del proceso sin
una justificación adecuada. Además, argumentó que debido a errores evidentes por
parte de la defensa técnica y a la presentación de solicitudes superfluas que deben
ser rechazadas, no procede continuar con este diligenciamiento.” (Negrilla añadida)
(Página 5)

La respuesta del JUEZ SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla, Dr.
HUGO JUNIOR CARBONÓ ARIZA también se plasmó en el fallo, al respecto el siguiente
fragmento:

“En conclusión, al no existir vía de hecho u algún tipo de vulneración a derecho


fundamental atribuible al Despacho, solicita se denieguen las pretensiones de la acción
constitucional que, resulta del todo dilatoria de la causa penal de la referencia.”
(Negrilla añadida) (Página 7)

27 https://www.youtube.com/watch?v=iMIPgK0uj_o
33

En el fallo de tutela, en el análisis concreto, el juez a quo manifestó que:

“12.4.- Luego, en la decisión fustigada no se advierten visos de arbitrariedad o capricho,


sino la finalidad de salvaguardar el valor de la recta e imparcial administración de
justicia, garantizando la continuidad, sin dilaciones injustificadas, de la causa penal.”
(Negrilla añadida) (Página 26)

Como podrá observar el juez ad quem en el escrito de tutela elevado, la solicitud de nulidad
fue desarrollada con argumentos de peso, hilados, con fundamento en sentencias, doctrina
y análisis jurídicos, así no se esté de acuerdo con su contenido. Ello, para advertir que, en el
proceso penal en contra de NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS, cualquier solicitud de la
defensa se ha querido presentar como una “maniobra” o “estrategia” con el objetivo de
dilatar la actuación penal. Sin embargo, se ha acudido a todas las citas de la judicatura y se
han acatado sus decisiones. No obstante, el ejercicio de los recursos jurídicos con los que
dispone la defensa y que, como se ha visto, en este caso ha ejercitado precisamente en los
momentos procesales previstos para ello, no puede ser tachados de maniobras que tengan
el objetivo de dilatar injustificadamente el proceso.

De entrada, el estigma que se ha querido implantar en la defensa, dificulta el ejercicio a la


defensa porque cualquier solicitud, reparo, acotación o recomendación será objeto de duda
como si se ocultara cualquier perspicacia o como si fuera enemiga, en un sistema procesal
que por su naturaleza es adversarial. Es el caso de la presente acción constitucional de tutela
que ha sido tachada por todas las partes como una supuesta maniobra dilatoria cuando el
único objetivo es la búsqueda de protección de los derechos al debido proceso y a la doble
instancia de un procesado.

No puede olvidarse lo dicho en la Constitución Política de 1991, artículo 29:

“Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente


culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un
abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un
debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a
34

controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y


a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.” (Negrilla añadida)

Asunto reiterado en el Código de Procedimiento Penal:

“Artículo 290. Derecho de defensa. Con la formulación de la imputación la defensa


podrá preparar de modo eficaz su actividad procesal, sin que ello implique la solicitud
de práctica de pruebas, salvo las excepciones reconocidas en este código.”

A su vez, la CORTE CONSTITUCIONAL ha delimitado el derecho a la defensa como:

“El derecho a la defensa es entendido como el empleo de todos los medios legítimos
y adecuados con los que cuentan las personas inmersas en un proceso judicial o
administrativo, para preservar sus intereses y, en este sentido, puedan ser oídas,
hagan valer sus razones y argumentos, controviertan, contradigan y objeten las
pruebas en contra, soliciten la práctica de otras y ejerzan los recursos a que haya lugar.

El artículo 8° de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos señala que toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías judiciales y dentro de un
plazo razonable, y a contar con la oportunidad y el tiempo para preparar su defensa.

35. Por su parte, el derecho a la defensa técnica supone la necesidad de contar con la
asesoría de un abogado, en los procesos que así se requiera. Al respecto, el literal d)
del numeral 3 del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
dispone que durante el proceso, toda persona acusada tiene derecho “a hallarse
presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de
su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo,
y, siempre que el interés de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio,
gratuitamente, si careciere de medios suficientes para pagarlo”.” (Negrilla añadida) (T
– 286 de 2018)

Ello, para solicitarle al juez constitucional de segunda instancia, honorable CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA en su SALA PENAL, reitere a los operadores judiciales, incluida la Fiscalía
General de la Nación, que el uso de los medios legítimos con los que cuenta la defensa para
hacer valer sus intereses no siempre pueden ser calificados son estrategias dilatorias,
maniobras temerarias o calificativos similares. El uso de dichos adjetivos en un sistema de
partes adversarial desdibuja el objetivo del procedimiento penal acusatorio y convierte el
escenario procesal en un lugar de ataques personales con ausencia de toda técnica jurídica.
35

Aunado a ello, este tipo de estigmas sobre la defensa dificulta el efectivo ejercicio de su
mandato, pues ante una eventual solicitud legítima, como lo es la nulidad, le sobrevienen
ataques personales (más no jurídicos) de distintos lugares como si su labor estuviera
proscrita. Incluso, y como lo puede observar el juez ad quem, ante una solicitud en el marco
del artículo 339 del Código de Procedimiento Penal sobre la competencia, se le advirtió a la
defensa de un posible proceso disciplinario si no tenía la razón. De allí que, se solicita un
pronunciamiento del ad quem en ese sentido28.

III. SOLICITUD EN CONCRETO

Por lo anterior, se solicita respetuosamente al señor o señora juez ad quem revoque


íntegramente la decisión proferida por el magistrado ponente LUIGI JOSÉ REYES NÚÑEZ del
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE BARRANQUILLA, SALA PENAL DE
DECISIÓN, en fallo de tutela aprobado mediante acta No. 43 extendida el pasado 22 de
febrero del presente año, y, por consiguiente:

28
“4.4.- Hay que resaltar la necesidad de que la judicatura comprenda el papel que juegan sus decisiones en
el contexto del sistema penal y del modelo estatal del que hace parte por cuanto las democracias
constitucionales son fundamentalmente Estados de Justicia; es decir, Estados que en el contexto de una
democracia participativa y pluralista, llevan a una nueva dimensión los contenidos de libertad política del
Estado Liberal y de igualdad del Estado Social. Por ello, cada acto de los poderes constituidos, incluido el Poder
Judicial, se halla vinculado por la Justicia como valor superior del ordenamiento jurídico, como principio
constitucional, como derecho y aún como deber estatal, de donde resulta imperioso que los jueces, al emitir
sus pronunciamientos, no se preocupen solo por la corrección jurídica de sus decisiones sino también por
la necesidad de armonizar esa corrección con contenidos materiales de Justicia porque de lo contrario, la
judicatura colombiana no habría dado un solo paso desde las épocas del más rígido formalismo jurídico.
4.5.- Si se procede de esa manera, esto es, armonizando la corrección jurídica y la justicia material, es fácil
advertir que existen razones superiores para considerar que la existencia de un recurso efectivo a favor de las
víctimas trasciende hasta llegar a autorizar a los jueces para que impongan a otras autoridades el
cumplimiento estricto de sus deberes, que pasa entre otras por el acatamiento de los plazos para actuar y/o
evitar dilaciones indebidas. […]
4.9.- En ese orden de ideas, dígase finalmente que el juez ya no es la “boca de la Ley” a la manera de
Montesquieu en el Estado Liberal de Derecho, sino el “cerebro y la conciencia del Derecho” a través de la
jurisprudencia de principios en el Estado constitucional, social y democrático de derecho, que le permite ser
legislador positivo al modular o condicionar la validez de la ley, y legislador negativo, a la manera de
Gargarella, al poder excluir del firmamento del derecho una ley inválida, como aquella que no se rigió en su
trámite de creación por el mandato constitucional o que desconoce el capital axial superior, a través de
los controles directo o difuso de constitucionalidad, éste último que, a partir de la Constitución de
1991, puede ejercer cualquier juez de la República por aspectos formales o de procedimiento y materiales.”
(Negrilla añadida) (CSJ Providencia 34634 del 19 de enero de 2011 con magistrado ponente Fernando Alberto
Castro Caballero).
36

Se ordene al JUZGADO SEGUNDO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO de Barranquilla, en


cabeza del Dr. HUGO JUNIOR CARBONÓ ARIZA, retrotraer la actuación hasta el momento
en que, en el curso de la diligencia de acusación del pasado 11 de enero de 2024, dispuso
que su providencia que resolvió la nulidad propuesta por la defensa tenía la categoría de
orden, con el fin de que declare expresamente que, por tratarse de un auto, su
determinación puede ser objeto de los recurso ordinarios de reposición y/o apelación y, en
consecuencia, le dé traslado a las partes para que puedan interponerlos y sustentarlos en
debida forma conforme al marco legal previsto para ello en la ley adjetiva penal.

IV. NOTIFICACIONES

Partes:

Pueden ubicarse a los accionantes en la dirección de Bogotá en la Av. Calle 24 No 51-40. Of.
408 y 409 del edificio Capital Towers, teléfono [601] 7564870, Celular 320 8399625; correo
electrónico inscrito en el Registro Nacional de Abogados
ricardo.gaviria@penalyempresa.com

El accionado puede ser ubicado en la ciudad de Barranquilla, al correo electrónico


j02ctopebquilla@cendoj.ramajudicial.gov.co y en la dirección física Calle 76 No. 49C – 26.

Terceros con interés:

Fiscalía General de la Nación, en representación de su delegado, MARIO ANDRÉS PATIÑO


BURGOS, UNIDAD DELEGADA PARA LA SEGURIDAD TERRITORIAL, correo electrónico
mario.burgos@fiscalia.gov.co, teléfono 316 6932602, dirección física Diagonal 22B, No. 52-
01, Bogotá, Búnker de la Fiscalía General de la Nación, nivel central.
37

Ministerio Público, en representación de su delegada, en calidad de agente especial,


MARGARITA ROSA SALAS RUÍZ, Procuradora 352 Judicial II Penal de Barranquilla, dirección
física Calle 40 # 44-80, Centro Cívico, piso quinto, oficina 503, Barranquilla, y correo
electrónico mrsalas@procuraduria.gov.co.

Apoderado suplente, quien realizó la intervención el 20 de noviembre de 2023 y 11 de enero


de 2024, Dr. SEBASTIÁN GARCÍA RINCÓN quien puede ser ubicado Carrera 35ª # 15b-35.
Edificio Prisma en la ciudad de Medellín, correo electrónico s.garciarabogados@gmail.com
y teléfono 310 3597915.

Apoderado principal de NICOLÁS PETRO BURGOS en el proceso penal en su contra, Dr.


DIEGO HENAO VARGAS, quien puede ser ubicado en Bogotá D.C. en la dirección Calle 93 #
17-45, oficina 602; correo electrónico administrativo@paezmartin.com y teléfono 315
5684040.

Cordialmente;

RICARDO GAVIRIA RAMÍREZ


C.C. 16.074.204
T.P. 155.463 del C.S. de la J.

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