You are on page 1of 6
Apt - 26, i a Créditos a Intérpretes: % Gees CA 1 RRA, Rigoberto Salmeron Garcia 5 Director Violin Il: tracks i, 3.4. 6, 9.10. 11.13. ‘Tamborita: tracks $ ‘Agralectnientos Vor: tracks 1, 3, 4.5.6, 9, 11.12.13. ‘A nuestras famillas y amigos por el apoyo incondictonal, Camilo Raxé Camacho Jurado Yaa tf que tenes en tus manos este material. porque con Violin I: tracks 1, 2.3.4, 5,6. 7.8. 9,10. 11.12.13. ello contrtbuyes a la dustin dle esta tradiclin musical Guttarra panzona: tracks 3, 4.6.10. 12 Ely Salmerén Garefa ood cerr eeiatutaaee e ultarra 7: 1. 3. 4. 0.1.7.1, . Grabado en Marakame, Audloproducclones Von: tracks 13.4, 6, 91,12. 13 Grabacton, ediclon y masterlzaci6n: Gilberto Chavez Mezcla: Los Salmer6n y Gilberto Chavez Nadia Mercedes Salmeron Garcia Testo taht a ee : tracks 2, Produoocton: Los Salmeron s Clarinete: tracks $ Disefio grafico: Eduardo Franco Salmerén Vor: track 5,12. Texto: Danlel Gutiérrez Rojas meen es Fotografias: Eduardo Franco Salmerén (portada) es Leta Olvera y Eduardo Rios (inerlores) ‘lit acs a Livia Iliana Salmer6n Garcia Contacto: Flauta transversa: tracks 2. 5, 8. Jossalmerontierracallenteegmall.com © /osalmeronT06 Invi espectal: Contrataclones: $5 24971215 / 55 3551.9284t Miguel Angel Mota Marin 5 Contrabalo: tracks 2.4 5,7. 8.10.12. & 5 . aie Caliente del Estado qp Gr ou, CHE UM, % we DANiEL GuTrERREZ Rojas Ex CoLecio pr México El origen Siempre esta present, No és un comienzo, puesto qu Cefosonitsrerdomestm ter tele Cnn pee Wo scetey Oe oe IoNKOOPTANeHLCONN (OTOAITISH MSTA OMe remem TET integral y, én Consecuencia, siempre orivinario. Quier llevar a efecto ya la rea Tetehco Kane asm prelipeeccnttoree tek Glueanereiter past oCeonTere ec eeO ete eee etc mero tiempo actual. Jean Gebser, Origen y Pres 5 justo la familia, ese nudo de voluntades cuya nomenclatura de parentesco, normas y prohibi- ciones resume la vida inmediata y encarna, junto con los trabajos y los dias, “el orden social en que viven las mujeres y los hombres de una época”, lo que nos convoca en primera instancia. Observar subrepticia- mente esas historias de alianza y filiacién, de fatiga y esfuerzo, a través de los Salmerén y de su obra nos acerca al factor decisivo de la historia que no es otra cosa sino la continui- dad de la vida y sus soportes. Esta continuidad, o al menos una parte de ésta, gusta también de mostrarse ¢n lo extraordinario y en lo cotidiano como tradicién, prolongando en el tiempo saberes y practicas de una generacién a otra; es ésta, pues, la dimensién temporal de la cultura (Herrején, 1994: 140). Ahi mismo, en ese devenir, se sobreponen familia y oficio, mostrindonos de forma clara la labor del miisico y sus avatares en lo inmediato y en lo remoto de los tiempos. Me parece que no existe mejor manera de conocer una musica © una tradicién en un momento dado o en sus miiltiples fases transitivas, si no ¢: acercindonos a la familia y al trajin de ki faena desempefiada Asf, de esta manera, al adentrarnos a kt tradicién musical de los Salmerén nos acercamos sin rodeos a la historia de Tlapehuala y de la Tierra Caliente de Guerrero, Michoacan y el Estado de México una y otra son la misma cosa, no hay reverso Este es el espacio primario donde se suceden esas historias de familia, donde aparecen bregando en las margenes del ric Balsas, y més alla, Roman, Nicolas, Zacarias Isaias, Lidio y otros tantos miembros de Iz familia a la que refiero en este breve escrito. Es en ese transcurrir de la vida diaria de fandangos, velorios y funciones, o de k faena del campo, donde resplandece cor fuerza la transmisién de la cultura y los vinculos parentales; en ese juego que articulz la vida y el trabajo fue que surgieron j resurgieron melodias, ritmos y liricas que nos hablan de personajes, situaciones lugares y relaciones sociales mostrando |: forma en que, como miembros de un grupc hast humano, los Salmerén se representaban a si mismos, y a sus semejantes, dentro del orden social al que estaban sujetos, Es asi como la misica toma posicién politica en el acontecer diario, ahi mismo expresa s{mbolos o insinia versiones de la historia regional que no coinciden © no apatecen necesa- tiamente en archivos y legajos, La lirica y Ja nartativa, junto con sus miusicas, son, a mas de otras cosas, llama subjeti- va de la memoria y de las relaciones humanas. Aquéllas buscan, quiero pensar, mas certeza emocional y social que certeza histérica; atizan el fuego con el que mesemos nuestros recuerdos y anhelos, uniendo pasado y presente y manteniendo viva la esperanza del futuro, No es de extrafiar que algunos eventos pretéritos, sucedidos hace mucho tiempo, no solo hayan quedado pla3mados en versos, sino que ademas se sigan cantando y teniendo eco y relevancia pata quienes comparten el gusto por la musica calentana. Tampoco son escasas las coplas que ofrecen informacién de acontecimientos antiguos, a menudo éstas son producto de situaciones y hechos televantes para una comunidad o una persona. Muestra de lo anterior fue la lucha que llevaron « cabo liberales y conservadores durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo. La usurpacién extranjera sirvid como locus para la Ifrica en zonas como la Tierra Caliente de los actuales estados de Michoacan, Guerrero y de México. Corrieron coplas a favor y en contra por + Zirandato, Churumuco, Huetamo, Tlape- huala, Pungatabato, Tlalchapa, Tlatlaya, Tejupilco y otros lugares colindantes. Subieron y bajaron por el tio Balsas y @fiitenmn Cutzamala cantos que pregonaron a voz abierta inconformidades y toma- ron partido por algin bando. Es de suponer que irritaron a més de una autoridad imperial o que despertaron el jabilo y provocaron tisas en simpatizantes durante algiin fandango. [Yo no soy de aqui soy del Cartizal! Soy puro chinaco no soy imperial Una de las piezas mas conocidas germi- nd en ese contexto social, como emble- ma de los guerrilleros chinacos, fue El gusto federal, atribuido al general Vicente Riva Palacio quien dirigié la resistencia durante el periodo de intervencién en aquella comarca. De hecho, hay quien afirma que la mencio- nada pieza era una de las preferidas del coronel Nicolas Romero, el leén de las montafias, quien no perdia ocasién, dicen, para solicitarla a los musicos de la resistencia cuando lo ameritaba la ocasion. {Viva Dios que es lo primero! Dijo la oficialidad jViva Dios que es lo primero! Dijo la oficialidad jMuera el principe extranjero! iQue viva la Libertad! jMuera el principe extranjero! iQue viva la Libertad! Santana dijo en el puerto Cuando ya se iba a embarcar Santana dijo en el puerto Cuando ya se iba a embarcar Han dicho lo que no es cierto Ahora acabaran de hablar Ahi les dejo el gallo muerto Ac4benlo de pelar ¢Qué fuegos habrén encendido los versos de Riva Palacio en plena Guerra de Intervencidn? Si bien no sé mucho al 40 bao tespecto, pues los datos con los que cuento son escasos, puedo imaginarlo tomando como referente la obra de este militar y escritor, Ca/vario y Tabor, o la de su ahijado, Eduardo Ruiz, Historia de la Guerra de Intervencién en Michoacan y Un idilio a través de la guerra. Uno y otto describen los fandangos durante aquella época. Ruiz (1996: 665) cuenta, en el primer libro que mencioné de él, que en su camino a Acapulco pararon en un palenque donde se realizaba un baile, ahi el trovador inmediatamente los teconocié dejé soltar la siguiente copla: Aqui esta Riva Palacio, no lo habia yo conocido jBien haya lo bien parido! {Viva el nieto del Estado! Al cantar y participar de sones, gustos y canciones, o al bailar valses, chotises y pasos dobles, quienes participan, cantan y bailan se involucran y agregan, siempre que ‘existan las condiciones necesarias, elementos personales y de grupo que reconstituyen continuamente las representaciones del pasado, las relaciones sociales, asi como las mismas expresiones musicales, Pero, no se trata, en primera instancia, de evaluar el grado de historicidad de tal o cual verso, lo que interesa, al menos para mi, es Ja naturaleza de la imagen que las socie- dades se forjan de si mismas utilizando recursos poéticos y musicales. En este sentido habra que evaluar la lirica y la narrativa del canto y poner énfasis, no tinicamente, en el grado de veracidad de las estrofas que han sido entonadas, sino en los proyectos sociales en que se inmiscuyen, logrando forjar en el tiempo una imagen de grupo y una representacién de eventos pretéritos. Las coplas y versos pueden pensarse como construccién y representacion de lo humano, como versiones locales y Brrr propias de la historia regional por las que se enmatca la vida de los hombres y mujeres dentro del flujo del tiempo, circunscribiendo las reminiscencias de Ja persona a los marcos sociales de la memoria con el afén de reorganizar continuamente su pasado, dando forma a la realidad presente y modelando la identidad subjetiva. Aqui las claves son mas sutiles, los elementos constituyentes de la tradicién calentana aparecen siempre como constelaciones y deben interpretarse en funcién de los contextos, los intereses, la historia y las relaciones que manten- gan con otros simbolos. Cuando nos cantan acerca del gavilan, del huizache, del becerro, de la gallina, de la tortolita o simplemente expresan emociones a través del verso musitando a nuestro oido “Te vas mi bien, yo también me voy contigo en los besos y abrazos que con amor te di”, se esta haciendo algo mas que eso. En este sentido, “la Famili Salmerén y su oficio constituyen un ventana a la Tierra Caliente y a s) historia (Camacho: 2010: 107-108). Es de ese mas alla que habita en la cop] a lo que quisiera referirme ahora, elaborar un comentario breve sobre es mundo social que ama esconderse e} los versos y en la narrativa en formad “naturaleza”. Es de todos sabido qu abundan en sones y gustos piezas qu remiten a la flora y fauna local com: mucleos tematicos, esto me ha hech recordar el problema que habia plan teado Franz Boas en “Mythology an: Folk-Tales of North American Indias” En dicha publicaci6n el autor s preguntaba por qué muchos de lo relatos que se cuentan en las distinta sociedades aluden constantemente animales, plantas, cuerpos celestes otros fenémenos de la naturaleza, cre: que se intuye para donde va mi obser OAM ats | vacion; bien podria trasladarse el | comentario de Boas a la produccién de | versos en redondillas, quintillas y sextinas en sones, gustos, canciones y otras expresiones del canto tradicional. | Pues bien, la respuesta, o al menos una parte importante de ésta, la ofrecen los | antropdlogos Alfred Reginal Radcliffe - Brown y Claude Lévi-Strauss. Ambos | autores concluyen que el uso constante | de nombres de animales y plantas en la literatura oral se debe a que éstos funcionan como figuras discursivas 0 frases figurativas cuya labor consiste en que sirven como simbolos capaces de clasificar y ordenar el mundo social a partir de contrastes significativos. Lévi-Strauss, 1970: 48-50) Bueno, pero volvamos al redil, es la familia la que nos ha citado a hora fija con la tradicién. Habia dicho que hablar de los Salmerén es hablar de Tlapehuala y de una geografia donde transcurre la vida y el oficio. En ese espacio sus ancestros echaron aiz y se multiplicaron,, heredando a las generaciones verideras el gusto por la musica. Han ttranscurrido desde entonces, por lo menos, 200 afios, aunque las raices del arbol genealégico trascienden las propias cuentas y la memoria de los miembros de la estirpe. Como todo linaje, las ramas del tronco familiar de los Salmerén ciftan, en orden cronoldgico, las vidas de individuos, grupos sociales y la existencia de lugares “lejanos” donde mito e imaginacién se funden. Las historias de vida y de trabajo aparecen esparcidas en la soledad de aquella comarca: la Tierra Caliente... y més alla. En la Independencia, la Guerra de Reforma, el Segundo Imperio y el Porfiriato los Salmerén se muestran cantando y tocado al compas de los tiempos. GEA Pero a Isafas Salmerén Pastenes (1891-1942), Filiberto —_ Salmeron Apolinar (1905-1998), Zacatias Salmer6n Daza (1918-2011) y Ezequiel Salmer6n Blancas (1921-2001) no les tocarfa vivir plenamente ninguna de las épocas citadas en el patrafo anterior. Ni siquiera durante el Segundo Imperio, que fue el contexto donde surgi6, aparentemente, El Gusto Federal. Sin embargo, es muy seguro que algunos familiares que les precedieron hayan tenido alguna participacién. Y es probable, también, que escucharan historias relacionadas con dicho suceso o que les contaran de personajes o hazafias como las que llevé a cabo el len de las montafias. De lo que no hay duda es de que ejecutaron dicho gusto en sus multiples andanzas. Su generacién se vio envuelta en otras circunstancias, a la descendencia de Nicol4s y Santana, a mas de otros miembros de la familia, les tocéd cantar afectos y aludir otros acontecimientos: la Revolucién Mexicana, la Cristiada, el Agtatismo, de hecho, pareceria que Isaias fue el mas ptolijo en estas relaciones, llegando a entablar una amistad con el General y presidente de la Republica Lazaro Cardenas, ademas de otros politicos locales (Camacho, 2012: 41). Resulta relevante observar que una parte considerable del repettorio que compuso llevaba nombres de personajes de la politica y de la farandula mexicana de aquél entonces, a diferencia de Filiberto, su sobrino, quien dedicé muchas de sus obras a su parentela (Ibid.). La familia y la politica no estan al margen de la tradicién calentana, debemos tenerlas en cuenta si deseamos comprender la practica de la musica en el tiempo. ottos El siglo XX daria testimonio del 20 fe virtuosismo de esta familia y de su expansién a otras latitudes. Tocaria a autores como Rigoberto Salmerén y Camilo Camacho tomar nota de estas historias de familia, asi como del genio y obra que edificaron durante toda la centuria. Seria imprudente nombrar o siquiera tratar de dar cuenta aqui de tales composiciones, esto requeriria un trabajo mas amplio y detallado que, dicho sea de paso, la misma familia ha comenzado a realizar de forma sistematica. Con el correr del siglo vendrian nuevos aires, las ciudades comenzarian a atraer cada vez con mas fuerza contingentes humanos. Al doblar el siglo, la descendencia de los Salmerén migré a la capital del pais, y al puerto maritimo mas importante de Guerrero, quiza Angel, J. Guadalupe, Hugo y Lucino arribarfan a la Ciudad de México durante el transcurso de dicha década. Mientras que Rebertina se estableceria en el puerto de Acapulco. Sus hijos, o una parte de estos, nacerian en el valle de Anahuac y en Acapulco de Juarez, esta generacién suspiraria por el terrufio a través del recuerdo y del canto de sus padres; este ultimo eslabén de la cadena aprenderia la tradici6n en otros contextos. Un hecho que no debe pasar desapercibido con el desplazamiento de la familia del campo a la ciudad, y que es por de mas relevante, es la incorporacién de miembros del sexo femenino de la familia a los conjuntos de tamborita. Antes de este acontecimiento no aparecen o aparecen buscando el suefio del desarrollo poco las voces femeninas. Ahora, la estabilizador de los afios sesenta. figura de las mujeres emerge clara y Edilburga, Rigoberto, Juan, Miguel tiene voz definida en la genealogia: DEE Livia, Nadia y Ely ocupan hoy una posicion importante en el grupo y en la tradicién y transmisién de la musica de Tierra Caliente. No quiero dejar pasar el momento pata mencionar a la otra “mitad del mundo” que conforma la agrupacion: su director y gran violinista Rigoberto Salmerén Garcia, Juan Salmer6n Garcfa y Camilo Raxa Camacho Jurado. Un nuevo episodio se esta escribiendo ahora. ‘Asi pues, el disco que tenemos en las manos es una expresién de esa suma de voluntades que combina obra y familia, esto que esta a punto de escuchar es el susurro, la melodia y el ritmo de la vida misma que trasciende el mero presente en forma de tradicién. Esta en noso- tros saber escuchar y disfrutar las reliquias, las variaciones y las primicias que nos traen los Salmerén con su nuevo material. Escuchemos pues, el sonido de la historia. Bibliografia Boas, Franz. 1914, “Mythology and Folk-Tales of the North Americ. Indians”. The Jour nal of American Folklore, Vol, 2°, Na. 106, Oct-De pp 374-410. ‘Camacho Jurado, Camilo Rasa 2010, “La familia salmerdn una ventana sistema masical de a Tierra Caliente (1900. 1950)" en El Mariachi yla Mii ‘Tradicional de Méxica, De la Tradiciin a le lnnovacyin, Coord. Array (Camacho, Guodalajar: Secretaria de Cultura, Gobierno del Fstado de Jlise pp 107.138 2012. “Ls Salmertin en et Palacio de Bell Ares Revista Comején. Segunda Epoca, Nam. 6, Juho-Septiembr pp3B-44 Engels, Fredich. 2006 [1888}. £7 engew de de fib, e propiedad privade » Eudade. Madtic: Fundacion Fedeneo Engels Hendrichs, Pero, 1945. Por srr jgntes. Viajes y obsereaciones en ba regi del tio de as Balas, ¢ I. México Faivoral Caleora Herrején Peredia, Calas. 1994. “Trudiciin Eshags de elena conerpise™ Revi Relaciones, Vol. 15, nim. 59, pp 135-149. LLeieh, Edmund, 1970. Lav-Sinans, ntrpsige y filrofe Barcelona: Anagram Lévi-Strauss, Claude, 1998 [1949], Lar gsracnras shmemteler de! proaies Barcelona: Paid Riva Palacio, Vicente. 2000 1868}, Calbuni y Tabor: Méxicn: Eaitortal Porn Rain, Eduardo. 1986 [896]. Hiitoie de le guron de interven on Micbsocd Morelia: Balsl Editores S.A., Comité Faltorial del Gobierno de Michoscét 1987 [1923}. Us ilo « ands debe gwerm. Novela bite de Terre Calne de Michoacin on Edad Rui «IIL. Morelia: Basal Edivore SA.de CY. Salmerén, Rigoberto (Comp). 2007. Lis anise madional mexicana o% Tier (Cabinte. Una mirada de Fiero Saber ala ide y obra del en dee Misc e “Tra Cabent J. ina: Sarda Pacrae. México: Saji. Jmpresores. Selmerdn Garei, Fly, Nidia Meresdes Salmertin Garcia 2009, “La banda ¢ viento en la Tierra Caliente de Guerrero Fl eso de Tlapehuale Aneropologia. Boletin Oficial del Ins- tiruro Nacional de Antropologts Historia, mayo-agosto, Nim. 86, pp. 40-4 40. hut 3 =

You might also like