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10, La devaluacién psicosocial que puede provocar la hospitalizacién se acom- paiia de. |) La pérdida de intimidad fisica y psicologica. ) La dependencia de la organizacién hospi © La pérdida de idemtidad. | Propuesta de trabajo practic | Acudir a un servicio determinado de un hospital para recoger y describir todas aquellas caracteristicas que puedan tener un impacto psicosocial en un paciente cuando va a ser hospitalizado, 234 10 Calidad de vida, salud y enfermedad | Objetivos de aprendizaje | I finaizar este capitulo usted deberd ser capaz de: A. Definir et concey salud. ~ Enumerar los incicadores objetivos de la calidad de vida, + [Gentiticar y definic los elementos/areas que integran la aproximacton actual al concepto de calidad de vida en enfermedades cronica, Enumerar los factores determinantes de la calidad de vida en ‘enfermedades ‘et6nicas. + Ehumerar y explicar los dominios del constructo multidimensional “calidad de vida", Enumerar y describir los fact ante la enfermedad crénica, * Enumerar y describir los to de calidad de vida y calidad de vida relacionada con la tres que influyen en la respuesta de las personas asos del proceso de adaptacién a la enfermedad ‘10.1. El concepto de calidad de vida Aunque el concepro de calidad de vida 0 de la “buena via” los antiguos griegos, ha sido durant las tltimas déeada ‘Mento en el ntimero ck forma como se evalia. esti presente desde la época de 8 cuando se ha producido un incre. mn el concepto de calidad de vida y la definicién operacional resulta muy difi- imico formado por diversos dominios y au ws Manual de Psicologia Social de la Salud dimensiones (Blanco, 1985; De Haes, 1988; Chibnall y Tait, 1990), Calman (1987) reali- 6 una amplia evisién sistemdtica de los trabajos sobre calidad de vida para intentar encon var una definicin, y a a tinica conclusién que llegé fue que “muchos son los que lo han ihrentad, pero nadie ha podido defini’. Esa falta de consenso podria deberse a que cia in Fvidue Concibe este concepto de una forma distinta dependiendo de qué entiende la per- sona por vivir bien. Lo que parece claro, es que el rérmino calidad de vida en cualquiera de los miliples campos donde se ha aplicado implica una yao cualitativa por parte de los individuos. Por tanto, la calidad de vida pod Se cbimo un fuicio subjetivo del grado en que se ha aleanzado Ta felicidad, la satisaccién, 0 ‘smo un sendimiento de bienestar personal pro, también ete jicio subjetivo sea con- SHferado eaurechamente relacionado con (cuando no causado por) determinados indicado- tes “objetivos” biolSgicos, psicolégicos, comportamentales y Livsilidad de vida, pues, parece poder raducirse en eérminos de nivel de bienestar sub- jesivo, por un lado, y, por ozo en términos de presencia o ausencia de indicadores esn- Tar nade o menos objetivos, de fo que en general las personas consideran que determina una ‘hujona vide" El primer aspecto recoge lo que se denomina “felicidad”, y el segundo alude sociales (Diener, 1984). ala nocién de “estado de bienescar”. Recoger ambos aspectos implica, pues, no sslo la constatacién de la presencia dentro de ina secielad de los indicadores “objetivos" del bienestar, sino también de los indicadores *Subjeivos es deci, presentes cn la experiencia de la persona (Campbell, 1976) y ue con- sare Basieamente, en un sentimienco de satsfaccidn, un estado de dnimo positivo, deser- tninado, asimismo, por otros elementos de indole psicoldgico y/o conduetual. La presencia de ee sentimiento positivo de satisfaccién global respecto de la vida debe estar determina- dane sblo por la “interpretacign del sujeto"(determinantes cognitivos), sino por la presen- Ga de condiciones externas objetivas-La felacidn entre variables objerivas y subjerivas pue- de verse en la figura 10.1 Los indicadores objetivos esti re de la persona, y pueden centrarse en los siguientes (Diener, Barriga, 1988). Jeridos a realidades presentes en el habitat fisico y social 1984; Bryant y Veroff, 1982; ok 11a rigueza sus dos elementos cenrales son el estas de empleo y los ingresos (ade- ‘més, de la naturaleza y cuantia de las posesiones materiales). ‘En cuanto al empleo, algunos autores han encontrado que las personas en pao tie- nen un nivel muy bajo de bienestarsubjetivo, incluso cuando se controlan las diferen~ ‘Gas por nivel de ingresos con grupos de personas con empleo. Esto sugiere que e paro iene un impacto devasador sobre el bienestarsubjtivo, que va més alld dels dific tades econdmicas que obviamente conlleva. La satsfaéciGn-laboral parece estar pos vamente relacionada con el bienestar subjetivo,y la tensién laboral, por contra y con- Secuentemente, aparece negativamente relacionada con el bienestar subjetivo. or st parte los resultados de la mayoria de los trabajos indican que hay una relacién posiciva entre el nivel de ingresos y el nix enestar subjetivo, aunque TPasvel de correlacién no sea muy alto. Algunas hipétess al respecto sefialan que el OE a ee Capitulo 10: Calidad de vida, salud y enfermedad , Calman (1987) reali- SR scent econ Variables objetivas hos son los que lo han miele fa deberse, a que cada Y choca chetias } Slonaicabes de los de qué entiende la per- ‘ominioscomponentes vida en cualquiera de Condiciones de vida J Variables subjeivas sat fo subjetivo se ha con- San Propedadesycaracersicaspecbidas eee nivel de bienestar sub- ~Eipecatas de indicadores estin= Veloracién de eas propiedades ee Rpeok ce lens fan que determina una scala de valores Hy el segundo alude Grado de satstaccién con cada uno en seule de los dominios componentes! Ja presencia dentro de [condiciones de vida in de los indicadores bell, 1976) y que con- Grado de satisfccion general énimo positivo, deter- aductual. La presencia debe estar determina- bs), sino por la presen- rivas y subjetivas pue- Fizera 10.1. Variables objetivas y subjetivas en la calidad de vida (Blanco, 1985). el abirat fisicoy social eer. Verodl, 1982; nivel de ingresos tiene un efecto sélo en niveles extremos de pobreza, pero que una vez que se han cubierto las necesidades bisias, los ingresos dejan de tenet una influen- Gia importante. Por ott0 lado, factores tales como el estatus y el poder, que covarfan Gon los ingresos, pueden ser responsables del efecto de los ingresos sobre el bienes- nas en paro tie- tar subjetivo. Ademds, una explicacién relacionada consiste en que el efecto de los Re ieee ingresos es directo pero depende de la comparacién social. En cualquier caso, cl nivel —" ro de ingresos debe corresponderse con el poder adquistivo. Birk ee 2. EH amop\entendido como una forma de apoyo social) otro de los componentes “obje- — tivos” de la calidad de vida. Hay un amplio niimero de estudios que han encontra- co y los ingresos (ade- Seesese tar posit: do que las personas casadas informan de un bienestar subjetivo mayor que cualquier eee Os categoria dé persorias no casadas. Algunos de ellos encontraron que el matrimonio scar subjetivo. era el predictor més potente del bienestar subjetivo incluso cuando se controlaba’el efecto del nivel educativo, del nivel de ingresos y del estatus ocupacional. Cuando, ademés, pasamos del hecho objetivo del matrimonio a la importancia de la satisfac sindican que hay una sar subjctivo, aunquc especto sefialan que el ‘Manual de Psicologia Social de la Salud Final dentro de las “condiciones externas objetivas” puede considerarse el con el cin marital sobre la “felicidad global’, la conclusién es que la sacisfacc ‘matrimonio y.con la vida familiar es uno de los predictores més importantes del bien estar subjerivo. mae 7 Dentro de éste mismo concepto, otra variable digna de ser considerada dentro del marco de las “condiciones externas objetivas” es la interaccién social (Diener, 1984). Esta hace referencia a la cantidad, tipo y calidad de los contactos sociales de la persona (nuimero de amigos, ntimero de contactos sociales, etc.), que a su vez tiene que ver con la red de apoyo social que la persona dispone (y que depende tan- to de su propia conducta como de la oferta de la comunidad en la que se encuen- tra inserta). Dentro del rango de conductas sociales se deben incorporar también las conductas participativas en las actividades de la comunidad. En estrecha relacién con cl concepto def’red de apoyo social, orra de las variables que ha de considerarse relacionada con la de bienestar subjetivo es la disponibili- dad de servicios que existe en la oferta de la comunidad para la persona, De hecho, Insociedad post-industrial ha transformado una gran mayorfa de acciones de ayu- dda, que antafio asumia la “familia excensa”, en “servicios sociales piblicos”, que son ‘ano de los principales distintivos del “estado social de bienestar”. Dentio de las (“condiciones externas objetivas” cabe introducir ademas componentes como tipo de vivienda, comodidad y clementos sanitarios, seguridad de ocupacién (propiedad), coste del alojamiento, accesibilidad y calidad de los servicios (comerciales, de salud, de educacién, de ocio), calidad y seguridad de los transportes, accesibilidad y cali- dad de los servicios de protect) Garla Duran y Puig, 1980; Blanco y Chacén, 1985). do de saludSin embargo, aqui nos encontramos ante un indicador{“mixio), puesto ‘que si bien existen indicadores objetivos (Fundamentalmente de orden. de tna situacién de salud, tan importantes como ellos son los indicadores subjerivos, gue se manifiestan mediance autoinforme de las propias personas, Por otro lado, tio poctemos dejar de considerar la fuerte interaccién que se da entre saludycalidad de vida. Si el estado de salud es un factor determinante de la calidad de vida, tarcalidad de vida de la persona determina igualmente su estado de salud. Quizés eso es parte del significado de la definicidn de salud de la OMS (1948). De hecho, esa defini- cién nos presenta un concepto de salud muy similar al de calidad de vida, “estado de completo bienestarfisico, psfquico y social, y no meramente la ausencia de enter- medad”. Hay un ntimero importante de estudios que han demostrado una relacién rela- tivamente grande entre los auto-informes de salud y el bienestar subjetivo. Otros estudios han encontrado que la salud es considerada por las personas como el fac~ tor més importante deta “felicidad? En ellos, la satisfaccién con la salud es uno de los predictores més fitertes dela satisfaccién vita. Parece que la valoracién subjetiva de la salud tiene una relaci6n més fuerte con el bienestar subjetivo que la valoracién objetiva. 3 eer em cla satisfaccién con el gs importantes del bien- ser considerada dentro saccién social (Diener, je los contactos sociales ales, etc.), que a su vez c (y que depende tan- ad en Ia que se encue! ben incorporar tambien ad. pfotra de las variables Bjecivo es la disponibili- fa la persona, De hecho, cofia de acciones de ayu- ciales publics’, que son fenestar®. Dentio de las componentes como tipo F ocupacién (propiedad), ps (comerciales, de salud, pees, accesibilidad y cali- 1980; Blanco y Chacén, puede considerarse el(Fta- indicador,mixto, puesto pre de orden bialégica) de Bs indicadores subjetivos jssanas- Por orro lado, no Ba entre saludy,calidad de felidad de vida, realidad salud. Quizis es0 es parte ). De hecho, esa defini- Pesiiad de vide “exado mente I ausencia de enfer- postrado una relaci6n rela- bienestar subjetivo. Otros las personas como el fac- $n con Ia salud es uno de los & la valoracién subjetiva de gubjerivo que la valoracién Capitulo 10; Calidad de vida, salud y enfermedad xo.2. La calidad de vida en los enfermos crénicos ‘Como hemos comentado en el apartado anterior, el estado de salud aparece intimamente sctucionado con el bienestar subjetivo o felicidad de! individuo. Es ms, a partir de la Con- cncia Internacional sobre Atencién Primaria (1978), organizada por la OMS, se consi = la salud como uno de los indices indispensables para el desarrollo y-la calidad de vida & cas pais En la Conferencia se concluye que sélo cuando un individuo aleanza un grado Sctble de salud puede disfrutar de los restantes beneficis de a calidad de vida. Por tan- er hace necésatio definir la calidad de vida relacionada con la salud. Tampoco existe un Geesenso a la hora de establecer una definicién clara, surgen innumerables definiciones que t= desde definiciones globales centradas en aspectos sociales, emocionales y fisicos de los Sescntes después del tratamiento hasta aquellas que describen el impacto de la salud de una Sesona en su habilidad para alcanzar una satisfaccién general con su vida. Teniendo en cuenta estas diferencias, Cella (1998) propone una definicién, que a nues- ee entender, resume bastante bien lo que se consideraria la calidad de vida telacionada con te nslud. Asi este concepto harfa referencia, por un lado, alas valoraciones que los indivi- docs realizan del grado de satisfaccién y de su bienestar global. Y, por otto lado, a as valo- Sssones acerca de la capacidad de los individuos para mantener razonablemente las fun- Snow fiscas,psicoldgicase intelectuales,y del grado en que mancienen sus habilidades para Sapa en actividades sociales dentro de s familia grupo de amigos y en su trabajo, coms folas con lo que ellos perciben como posible o ideal y con su experiencia previa Eseen el caso concreto de la enfermedad crénica donde este concepto cobra una mayor sancia. Evidentemente podemos asumir que las variables que son buenas predictoras de S calidad de vida en una persona sana lo seran también en los enfermos cr6nicos. Por ejem- “sin «iconsideramos que un nivel ato de renta es un buen predictor de la calidad de vida de Ee personas sanas, aceptaremos que un enfermo crénico.con un nivel de renta més alto que ec enfermo crénico tendré también mejor calidad de vida, si vodas las otras variables tie- = nivelesiguales o semejantes. Al mismo tiempo podremos preguntarnos cul es el nivel Sb clidad de vida de un enfermo en comparacién con la calidad de vida media de su pobla- Gon de referencia, Sin embargo, pueden interesarnos més aspectos especificamente relacio- Sins con la enfermedad crénica, y preguntarnos, por ejemplo, qué deteriora més la calidad da de un enfermo crénico, si el dolor que padece o Ia incapacidad de autocuidado. {Quizis por ello debemos considerar una definicién y operacionalizacién del concepro de calidad de vida en el caso concreto de los enfermos crénicos. Si comparamos muchas de Ee definiciones existentes (Fayos y Belamd, 1981; Hérnquist, 1982; Shaw, 1977; Szalai, S80; Harwood, 1976; Liu, 1974), vemos que difieren unas de otras en tres dimensiones: primer lugar, encontramos una consideracién global frente a una consideracin fragmenta- = Mientras unos autores definen la calidad de-vida-como-un-“objeto global (Sralai, 1980; Eaves y Belamd, 1981), y otros definen la calidad de vida como un constructo de diversos coonsonentes de la vida (Hérnquist, 1982; Shaw, 1977; Harwood, 1976; Liu, 1974). Algu- = de esos componentes se considcran més importantes que otros, x por lo tanto se otor- $2 cada uno un peso diferenciado en-virnud de su presunta relevancia para el bienestar 239 Manual de Psicologia Social de la Salud de las personas en general o para grupos especiicos (cardiovasculares, cincer; reumatolégicos, diabéticos, etc.) Diferentes estudios han usado definiciones de la calidad de vida también diferentes, segiin los componentes incluidos. La mayoria de los autores incluyen la condicién fisica de los pacientes, su bienestar psi- col6gico y la ejecucién de actividades. Pero, en cambio, no hay muchos autores que inclu- yan el funcionamiento social o el apoyo social en sus definiciones dela calidad de vida, aun- que los resultados de algunos estudios han sugerido que la calidad del apoyo social puede ser un indicador (0 predictor) de la calidad de vida (Campbell, 1976; Shaw, 1977). El drea material se ha incluido en pocos estudios. Sin embargo, el impacto de la enfe edad sobre el bienestar material de los pacientes puede ser importante. Por ejemplo, algu- nas personas pueden perder su trabajo o contraer fuertes gastos para pagar el tratamiento, viajes y alimentos especiales. El impacto material puede también afectar alas personas cer- canas alos enfermos y quizés incluso alos ingresos familiares. En cualquier caso, la eleccién de las éreas que componen la calidad de vida de los enfermos crénicos no ha sido muy con- sistente, y lo més usual es que la mayorfa de los autores incluyan el control de sintomas fisi- 0s, el funcionamiento psicoldgico y el nivel de actividad La segunda de las dimensiones de definicién citadas es la de enaluacién objetiva frente evaluacién subjetiva. Unos autores se refieren explicitamente a la naturaleza subjetiva de la calidad de vida (Szalai, 1980; Fayos et al, 1981; Hérnquist, 1982), mientras que otros se refieren 2 una situacién objetiva (Shaw, 197; Liu, 1974) (tay como hemos visto que ocu- rria en la conceptualizacién de la calidad de vida en personas sanas). La objerividad puede referirse o bien a circunstancias de la vida, ficilmente documentadas, o bien al hecho de que la evaluacidn de la calidad de vida es realizada por un observador y no por el enfermo mis- ‘mo. En la investigacién sobre el céncer, por ejemplo, este punto ha demostrado ser muy relevante, porque la calidad de vida ha sido evaluada hasta hace muy poco y en la mayorfa de los casos por los médicos que tratan los pacientes, aunque recientemente se han de- sarrollado nuevos instrumentos para evaluar la calidad de vida en la investigacién sobre el céncer, mediante los cuales tanto los pacientes como los médicos evalian la calidad de vida de los primeros (Spitzer er al, 1981; Gough et al, 1983). Las ventajas de usar una evalua- cién subjetiva de la situacidn han sido documentadas por Najman y Levine (1981). El uso de indicadores objetivos parece insuficiente para comprender la experiencia de calidad de vida, y ya hay unarcantidad importante de investigadores y clinicos que consideran que él paciente debe considerarse la inica persona capaz. de sopesar las insatisfacciones y las satis- facciones asociadas al padecimiento de su enfermedad. En tercer lugar, encontramos definiciones de calidad de vida como un concepto general Ffentea otras que la entienden como san concepto expecfico para cada enfermedad. Es decir, que para unos autores hay un concepto de calidad de vida, sea cual sea el contexto en el que hable- mos de ella, puesto que toda enfermedad tiene un efecto global inespecifico sobre Ja calidad de vida de la persona enferma, determinando su impacto sobre las funciones generales de la persona, y capturando la variedad de las disfunciones asociadas a la mayor parte de ls enfer ‘medades (Rodriguez-Marin, 1993). Para otros autores no podemos hablar de calidad de vida 240 reumatolégicos én diferentes, su bienestar psi- cores que inclu- plidad de vida, social puede pacto de la enfer 50 ln eleccién de sintomas fisi- att iva de la s que otros se 9s visto que oct cividad pu cho de qu elenfermo mis- mostrado ser muy seemente se han de acién sobre el calidad de vida a evalua- poco y en I ). El uso alidad de consideran que el dad. Es decir, que extoen el qu Saree de bas cater ar de calidad de vida wo 10: Calidad di dy enfermedad encia ala enfermedad especifica de que se trate, puesto que cada enfermedad tie- y consecuencias muy diferentes y muy especificas amos, a la vista de estas consideraciones, definir la calidad de vida en el enfermo ios parecidos alos de Walker y Rosser, 1987), como “eLaiyelde bienesiar 6m vital de a persona, en cuanto af tados por su enfermedad, su tratami Dbjetividad” y la alora debajo de esa globalidad. 1985; 1987; Cella y Talsky de vida es un. construcro multi ello debemos preguntamos qué es lo que se finicién subraya los polos de ece que existe un acuerdo (De Haes y Van Knippé pmo también hemos visto antes, en que la calid con al menos cuatro dominios status funcional. Se refiere a la capacidad para gjecutar una gama de actividades jeson normales para la mayoria de las personas. Las custro"categorias que se inclu- en comanmente son el auocuidado (alimentarse, vestirse, bafarse y usar los se 93); la movilidad (capacidad para moverse dentro y fuera de la casa); as activ s fisicas (andar, subir escale cia y gravedad de sintomas relacionados con le imiento, Los s{ntomas fisicos de los que los ent fermedad y relacionados con el mos crénicos informan, como iento, son muy diversos ¢1 ros muchos factores. Por ejemplo, en es de cancer, los sintomas que se esultado del proceso de enfermedad o del trata a lan con mayor frecuencia lento, fatiga y malestar corporal, est rornos del suefo, En so de los pacientes reumatolégicos, los sin comas pueden ser la frecuencia del dolor, su incensidad, rigidez en las articulaciones, ec. En los pacientes en tratamiento para la angina de pecho, pueden presentarse sin- comas desagradables como dolor de cabeza, mareos, hinchazén de tobill es, etc. Cada sintoma puede ser evaluado de muchas maneras, usando desd ples variables dicotémicas que representan su presencia o ausencia, a medidas de jencia de aparicidn, de la gravedad y/o ncionamiento psicoligico (ajuste 0 adap oldgicos). Aus sto de relievesniveles elevados de estrés lades crénicass|Los datos no sefialan que atolgicos o trastornos mentales diagnosticables, sino més bien una forma de estrés no especifica Hay una amp de instrumentos para evaluar la morbilidad psicolégica er0 no todos son utilizables con los diferentes grupos de enfermos crénicos. La mayoria de tales instrumentos han sido desarrollados o bien para poblaciones psi cis importantes, numerosos estudios han pi colégico entre los pacientes de enferm Sao ara poblaciones sanas generales. Normalmente combinan quejas somé ticas y psicolégicas. Cuando se aplican a poblaci de enfermos crénicos tales ins- o de un trastorno debido a 4ticas de percurbaciones psi- ansancio fisico, la pérdida del impulso sexual o del apetito, Ia prev Manual de Psicologia Social de la Salud Entre los pacientes de cincer, tales sintomas pueden reflejar simplemente efectos fisi- cos directos de la enfermedad o de su tratamiento. 4. JEL funcionamiento social (ajuste o adaptacién social). El trastorno de las actividades sociales normales es bastante comin en los enfermos crénicos, y es el resultado de diferentes factores (Wortman, 1984) como limicaciones fncionales debidas al dolor ylo la fatiga; el miedo del paciente a sex.una carga para los demés; el azoramiietito porlos sintomas 6 las discapacidades; sentimientos de incomodidad entre los miem: bros de la red social del pacientes miedo al contagio, etc. Détitro-de exte apartado, hay que considerar también las actividades de.rol-(desempefio de papeles sociales asociados con el trabajo y la familia) En consecuencia, cuando preguntamos por la calidad de vida en enfermos crénicos, habitualmente estamos preguntando cual es su nivel de estatus funcional, en qué medida presenta sintomas dolorosos o discapacitantes, cual es su nivel de adaptacién psicolégica (cognitivo-emocional-conductual), cudl es su nivel de adaptacién social y laboral, y cudl es Ia evaluacién global que el enfermo mismo hace de la calidad de su vida. La interaccién social es un componente importante del concepto més amplio de bien- estar social, Las interacciones sociales se producen en vatios dominios: familia, amigos, comu- nidad y trabajo. Naturalmente, es posible distinguir entre cantidad de contactos sociales y la calidad de esa interaccién, pero, en general, los trabajos sobre el tema han preferido con- siderar que cuanta més interaccién haya, mejor seré la calidad de vida (Guadagnoli y Mor, 1990; Ware, 1987). Por otro lado, no hay que confundir “interaccién social” con “apoyo social”. Aunque la interaccién social pueda, en algunos casos, set considerada' como un com: ponente del apoyo social, los términos no son sinénimos. La calidad de vida de los pacientes depende, como se ve, de su nivel de adapracién a la enfermedad, al tratamiento y 2 los efectos de una y otro. El enfermo crénico debe afrontar los aspectos estresantes (demandances, desequilibradores) de la enfermedad, para conseguir restablecer (0 quizis establecer) una vida de la mejor calidad posible, que es una buena “situa: cién de adaptacién’. La adaptacién a la enfermedad y el uso de estrategias para afrontar! no pueden considerarse procesos sindnimos. La adaptacién incluye acciones rutinarias y automdticas que precisan de poca atencidn o esfuerzo para st realizacién, mientras que lo {que caractetiza al concepto de aftontamiento es el proceso de buisqueda de recursos potei ciales y movilizacién de esfuerzos. Por otro lado, la adapracién desde una perspectiva psi- colégica se refiere a la capacidad de un sujeto para mantener niveles éptimos en su calidad de vida y en su funcionamiento social. Ast pues, el resultado de la utilizacién de las distin- tas escrategias de afrontamiento seri lo que se evaluard como mas o menos adaptativo en las, distintas areas dela vida diaria del sujeto ya citadas (capacidad funcional, interaccién social, respuestas emocionales, etc.) Un ejemplo interesante lo constituyen los colostomizados que retinen, en su préctica totalidad, la condicién de enfermos quirtirgicos y enfermos oncolégicos. Existen determi- rnados aspectos en el estudio del paciente colectomizado que tienen un peso especifico en el efecto estresante que este tipo de tratamiento (la préctica de un ano abdominal) produce splemente efectos fisi- ino de las actividades s yes el resultado de Gales debidas al dolor emés; el azoramterito fidad entre los miem- Strode este apartado, jo de papeles sociales p enfermos crénicos, fonal, en qué medida lapracidn psicolégica jal y labora, y cual es ee scoplic de bie bmilia, amigos, comu- Beonractos soca ba han pr in social” con “apoyo derada como un com- vel de adapracién ala crénico debe afrontar pedad, para conseguir jes una buena “situa- regias para afrontarla acciones rutinarias y Ein, mientras que lo da de recursos poten- puna perspectiva psi- Bptimos en su calidad lizacién de las distin- enos adaprativo en las bal. interaccién social, etinen, en su prictica cos. Existen determi- n peso especifico en el jabdominal) produce v7) Capitulo 10: Calidad de vida, salud y enfermedad sobre los sujetos que son sometidos a él, Entre ellos el hecho de que son pacientes a los que les va a realizar una intervencién de cirugla mayor, que el resultado de este tipo de ope- j6n implica una fuerte agresin a la imagen corporal y que no se produce un regreso a la ién de “persona sana’, sino el ingreso en una situacién similar, si no idéntica, a la del no crénico. Estos enfermos parecen utilizar con mayor frecuencia estrategias como ntrarse en aspectos positives’, “Intentar cambiar la situacién problematica”y, sobre todo, gnarse” (Rodriguez-Marin, 1986; Rodriguez-Marin, Lépez-Roig y Garcla-Hurtado, 87; Rodrfguez-Marin et al, 1989; Pastor, Lépez-Roig y Rodriguez-Marin, 1990; Rodri- 2-Marin et al, 1992). Siguiendo el esquema de las dimensiones que forman parte en los ocesos de adaptacién, segtin Lazarus y Launier (1978), podemos decir que los tres facto res mencionados cumplen una funcidn paliativa individual. Ademés, encontramos diferen- cas en el uso de determinadas estrategias de afrontamiento segtin el sexo, el diagnéstico sicolégico-no oncolégico) y el tiempo transcurrido desde la ostomia (Rodriguez-Marin, Lépez-Roig y Garcia Hurtado, 1987; Rodriguez-Marin et al, 1989). ntre las mujeres, el uso de la estrategia de “Focalizacién sobre los aspectos positivos”, implicar un menor nivel de ansiedad y depresin, y se asocia positivamente a la “Resig. ;én’. En cambio, la estrategia de “Intentar cambiar la situacién problemética” implica sores niveles de ansiedad y depresion. Todo contribuye a dibujar un cuadro muy cohe- y arroja luz sobre la posible eficacia de cada una de las estrategias de affontamiento, y xs papel en la adapracién a la ostomia. Si bien hay que ser cautos con esta afirmacién, no 0s olvidar que, més empleadas en el tra- smiento de la depresién es el entrenamiento en la identificacién de aspectos positivos de situaciones, sobre la base de que éstos influyen en el mismo sentido sobre las emociones a su vex, sobre la conducta. En el grupo de enfermos reumaticos con dolor erénico, el uso de las estategias de afton- jento parece asociarse fundamencalmente con la percepcién del dolor y la adapracién -osocial al problema. Los sujetos que utilizan la estrategia de “Pensamientos Positivos imentan una menor frecuencia de dolor. Ademés, los que utilizan més la “Buisqueda de Apoyo Instrumental” perciben menos intensidad de dolor (Pastor et al, 1990). En cualquier caso, y al margen de los ejemplos concretos, parece muy claro que la cali- dad de vida es un “producto” del proceso de adapracién a la enfermedad y que ésteesté inti- mamente relacionado con el “trabajo” de afrontamiento que el enfermo crénico lleva a cabo. La adaptacién a la enfermedad crOnica proceso de adaptacién a la enfermedad crénica sigue una secuencia de pasos que parece sex comin (Shontz, 1975): 1._ El primer paso es una reaccién dé chogue\Constituye una respuesta de emergencia y se catacteriza porque produce aturdimiento en el individuo, se realiza de una forma automatica,y produce un sentimiento de ‘distanciamiento” de la situacién, un sen- Manual de Psicologia Social de la Salud timiento como de “estar observando” la situacién en ver de participando en el acon- tecimiento. La fase de “choque” puede durar pocos dias 0 puede durar semanas. La segunda fase es una reaccidn de encuentro, que se caracteriza por pensamientos desorganizados y sentimientos de pérdida, indefensién y desesperacién, Durante esta fase, el paclente se siente sobrepasado por los acontecimientos, incapaz de razonar y de planificar-sus-esfueraos-para resolver los problemas que su nueva situacién le plan- tea. Dado que las reacciones de “encuentro” son muy estresantes, los enfermos cré- rnicos suclen usar estrategias cvitativas durante esta fase, y sobre todo la negacién La tercera fase es denominada por Shontz (1975) fase de retraimiento>Durante esta fase, el enfermo tiende a negar la existencia de la enfermedad o sus implicaciones. Sin embargo, ese tipo de conducta no puede sostenerse, porque la situacién no cam- bia. Diagnésticos adicionales la confirman, los sintomas persisten o empeoran, las limiaciones siguen presentes, empujando todo ello al enfermo a tomar conciencia de la persistencia de la situacién y de su necesidad de aceptarla y adaptarse a ella, ‘Como ya hemos mencionado, los enfermos usan estrategias evitativas para controlar sus respuestas emocionales ante la situacién estresante, sobre todo cuando creen que no pueden hacer nada para cambiar la situacién. El uso de este tipo de estrategias de afrontamiento en los momentos iniciales de la enfermedad puede ser positivo para el enfermo, ¥ puede ayudar lea la adapracién momenténeamente (Suls y Fletcher, 1985), pero si continta utilizindolas los efectos pueden rornarse finalmente negativos para su adaptacién, y para su calidad de vida. Si los pacientes deben tomar decisiones sobre su cuidado y tratamiento, promover su pro- pia rchabilitacién, reducir la probabilidad de complicaciones futuras, y ajustar su estilo de vida y relaciones sociales a su nueva situacién de enfermedad, sobre todo una vez que ya se ha estabilizado, esta claro que no podran hacerlo si continian negindola La fase de “retraimiento” es la puerta para la progresi6n del paciente hacia una adapta- cin adecuada a su condicién, 10.3.1. Factores que influyen en la respuesta de las personas ante la enfermedad crénica El diagnéstico de una enfermedad cr6nica cambia la forma en que la persona se ve asf mis- ma, ya su vida, afecta profundamente a su autoconcepto. Desde ese momento en adelante todo ser distinto. Sus planes de futuro, silos tiene, deberin ser revisados, y; menudo, no podra saber cual seré el curso de su biografia Como ya se hemos sefialado, de acuerdo con Moos (Moos, 1982; Moos y Schaefer, 1986), la forma de respuesta’ la enfermedad en general, ya la enfermedad crdnica en par- ticular, depende d¢ TFS Tipos de factores: unos relacionados con Ja.enfermedad misma, otros personales, y otros qué tienen que ver con el entorno fisico y social. Ciertamente algunas enfermedades son mlicha, mas amenazantes que otras, por cuanto implican discapacidad, desfiguracién, dolor o amenazada de muerte. Cuanto mayor sea la amenaza percibida de la enfermedad, tanto mayores serin las dificultades de adaptacién del 244 rticipando en el acon- de durar semanas. fza por pensamientos peracién. Durante esta incapaz de razonat y fie dine plan- nt los enfermos cré- odo la neg gimieifoDurante esta do.sus implicaciones. = eoran, fas sisten o cmpeoran, mo a tomar conciencia ray adaprarse a ella ara controlar sus n que no pueden jas de afrontamiento en nd, ¥ puede ayudar- pntina utilizindolas los para su calidad de vida. eno, promover su pro- 2s, ¥ ajustar su estilo de odo una ver que ya se indola. ¢ hacia una adapta- pla enfermedad crénica la persona se ve 1c momento en adelante Fonds ya menudo, no 982; Moos y Schae Exmedad crSnica en par ermedad misma, otros, {es que otr2s, por cuanto e. Cuanto mayor sca la is de adapracién del Capitulo 10: Calidad de vida, salud y enfermedad enfermo. De igual manera, enfermedades cuyo tratamiento implica una agresién contra la imagen corporal (como la mastectomia o la colectomia) y, por tanto, contra el concepto de Simismo, y la'autoestima, del enfermo, o implica efectos secundarios muy negativos, pue- mn plantear graves dificultades para Ja adapracién (Diamond, 1983). En general, hay m: res dificultades para adaptarse a las enfermedades que son “visibles'\y que conllevan dolor discapacidad. Por oto lado, caracteristicas personales como la edad, el sexo, la clase social, las creen- cias religiosas y el nivel de autoestima o de autoeficacia percibida previos del pacienté influ & igualmente en el proceso de adaptacién. Por ejemplo, dado que el padecim fermedad crénica supone asumir el rol de paciente, con conductas de dependencia y pasi idad durante mucho tiempo, los hombres suelen-experimentar.mds.dificultades de ajuste uc las mujeres, en la medida en que la representaci6n, de tal fol Ya contra las expectativas mportamentales asociadas al “rol masculino”, que implica asertividad e independencia, a nenos en nuestra cultura occidental. Se produce en esos casos, pues, un “conflicto de rol ce dificulta las respuestas adaptativas. La edad es otra variable importante. Todos los autores estin de acuerdo en las diferencias xistentes entre un nifio enfermo erénico, un adulto enfermo cronico y un anciano enfermo énico. Por ejemplo, el tratamiento de la diabetes, al margen de otros aspectos de la enfer- iad, implica medicacién, dicta y ejercicio fisico bajo la supervisién médica, y su cumpli- ro cambia la vida del enfermo, afectandole de forma muy diferente segtin su edad. Asi, 3s nifios diabéticos estin sometidos a serias restricciones alimentarias, necesitan equilibrar ngesta de alimentos en rel asa inyectarse la insulina. No son como los demés, pero nadie espera que rengan pautas auto-cumplimiento. Mantener su tratamiento suele ser responsabilidad de los padres (Eiser 985). Adem, durante la nifiez no hay presién grupal, nila necesidad de pertenencia a “gru- pos de iguales” para apuntalar la construccién de la personalidad diferenciada naciente. Sin embargo, esas variables juegan un papel muy importante en los adolescentes, por lo que la uacidn de enfermedad se torna muy distinta durante-esa etapa de-kevidactn el caso de los ddolescentes, los problemas de adapracién al régimen de vida planteados por la diabetes pue- n ser mucho més serios, ya que la enfermedad supone, en este caso, una grave vulneracién las pautas de compor: muchas cosas importantes para el adolescence. Las ceencias xeligiosas han demostrado ser, también, un elemento importante en el proce- de adaptacidn, Se ha mencionado, en otro momento, que tambien influyen en este. proceso Gs creencias sobre el “locus de control”, sobre el “locus causal”, y las creencias sobre la propia cia, pero también entran en juego otro tipo di que dan “significado y sentido” a enfermedad, como es el caso de las creencias religiosas. El ejemplo biblico de Job es muy demostrativo de la cficacia adaptativa de este tipo de creencias en situaciones estresantes. Por lo gencral, las personas capaces de adaptarse a la enfermedad crénica tienen. re 3s psicoldgicos para mantener su ausoestima, encontrar un sentido a la enfermedad y man- ner la esperanza. Estos recursos las capacitan, ademés, para poner en marcha las estrate- gias de afrontamiento adecuadas a los problemas con los que se enfrentan. nto de ui a su gjercicio fisico, control iariamente su nivel de glu- miento habituales para ese grupo de edad. Enfermar implica rom- Manual de Psicologia Social de la Salud Finalmente, muchas caracteristicas del entorno fisico y social de la persona enferma influyen en como se adapta a la enfermedad crénica (Moos, 1982). También hemos men- cionado ya la imporrancia de variables como la cantidad y la calidad del apoyo social, pero al entorno fisico del enfermo es también muy relevante. No tiene las mismas dificultades de adaptacién un paciente que debe estar hospitalizado durante un largo tiempo que el pacien- te que puede permanecer en su propia casa, y mucho menos que el paciente que puede seguir llevando una vida habitual en sus diversos entornos naturales. 10.3.2. La calidad de vida como producto del proceso de adaptacién ala situacién de enfermedad Como hemos visto, pues, el proceso de adapracién en la situacién de enfermedad créni- ca tiene que ver con los cambios, con las respuestas, que las personas producen para con- seguir un ajuste adecuado a su nueva circunstancia, promoviendo su funcionamiento fisi- co, psicolégico y social, y consiguiendo mejorar la calidad de su vida (Padilla, Mishel y Grant, 1992). Asi, la calidad de vida es el resultado de las diferentes respuestas de los pacientes al padeci- miento de su enfermedad, al tratamiento y a sus consecuencias. Por otro lado, el conocimien- i obienido sobre el impacto de un tratamiento sobre la calidad de vida de un enfermo puede influir en las decsiones acerca del uso de ese tratamiento. Por ejemplo, si dos regimenes de tra- tamiento han tenido un impacto igual sobre la vida de los pacientes, pero uno de ellos impli- ‘ca una mejor calidad de vida que oro, la eleccidn debe recaer sobre el que permite una mejor calidad de vida. Por otro lado, si un tratamiento proporciona més tiempo de vida y otro una mejor calidad de vida, los costes y beneficios pueden ser sopesados por el pacientey por la per- sona responsable del tratamiento para tomar a decision de elegir uno w otro. As, por ejemplo, los datos sobre la fatiga crénica y fallos cognitivos en pacientes con cancer microcitico de pul- mén pueden conducir a ajustes en programas de quimioterapia o de radioterapia. La acumulacién de datos procedentes de estudios descriptivos sobre la calidad de vida pueden ayudar a establecer normas referidas al ajuste psicosocial a corto y a largo plazo de los pacientes. Por ejemplo, la prevalencia de la depresidn entre pacientes de cincer de ‘mama durante el primer afio después de Ta cirugfas ola prevalencia de la disfuncién sexual entre los pacientes con céncer testicular que sobreviven cinco afios después del trara- iento, etc. Ademés esos datos pueden utilizarse en programas de rastreo dirigidos a iden- tificar grupos de alto riesgo o personas que pueden beneficiarse de intervenciones psico- sociales (Maguire er al, 1980). Sobre la base de tales datos, se puede mejorar el apoyo psicosocial a los enfermos cré- nicos. Por ejemplo, a partir del estudio del impacto dé la cirugia en los pacientes de cincer colorrectal o de mama puede concluirse que el manejo de un estoma causa dificultades, 0 que la aceptacién del cuerpo disminuye, segin determinadas circunstancias, permitiendo tuna mejor comprensién de lag necesidades psicosociales de los pacientes, y el fomento y la organizacién de formas especificas de cuidado. 26 al de la persona enferma 2). También hemos men- lad del apoyo social, pero js mismas dificultades de reo tiempo que el pacien- paciente que puede seguir cin bn de enfermedad créni- pnas producen para con- » su funcionamiento fisi- t vida (Padilla, Mishel y de los pacientes al padeci- orro lado, el conocimien- ida de un enfermo pucde psi dos regimenes de tra- » pero uno de ellos impli- el que permite una mejor jempo de vida y otro una el paciente y por la per- sotto. Asi, por ejemplo, ducer microcitico de pul- radioterapia. sobre a calidad de vida Jacorto ya largo plazo E pacientes de cincer de g de la disfunci6n sexual afios después del trata- Tastreo dirigidos a iden- fe intervenciones psico- cial 2 los enfermos cré- plos pacientes de cincer ma causa dificultades, 0 pnstancias, permitiendo fentes, y el fomento y la Capitulo 10: Calidad de vida, salud y enfermedad & pesar de ello, la pregunta por la calidad de vida en el caso de los enfermos crénicos es SetScemente reciente. Hasta no hace demasiados afios l objetivo fundamental del sistema de Died cra salvar la vida y prolongarla a cualquier precio, es decir, conseguir més cantidad esse atadir aos a la vida. A partir de los afios sesenta del siglo pasado la perspectiva (Geenbes desde metas “materiales” a metas vinculadas con necesidades psicolégicas y sociales. Gecxrendieron algunos estudios para investigar la relacién entre condiciones objetivas y Sabpccivas y el nivel de calidad de vida en la poblacién general (Cantril, 1965; Bradburn, HBSS: Andrews y Wichey, 1976; Campbell etal, 1976). Los resultados de esos estudios sir- eon. entre otras cosas, para introducir el concepto de calidad de vida en el debate de los Sebiecivos del tratamiento médico a largo plazo; para llamar la atencién sobre el hecho de See i atencidn médica, no s6lo la cura y la supervivencia de los pacientes ¢s importan- S= smo tambien le calidad de su vida. Esa perspectiva es muy relevante en el campo de las Birentes clases de enfermedades crénicas, y especialmente en oncologia. Prccisamente es en el caso del cancer en donde el concepto ha sido ampliamente usado bate sobre los objetivos dé! tratamiento: la calidad frente-a la cantidad de vida. El S=xcimiento del cinccr se ha dirigido tradicionalmente hacia la prolongacion de la vida del spacscate. A pesar de los éxitos del tratamiento en algunas variedades, por ejemplo en la enfer- seedad de Hodgkin, en el cfncer testicular y en el cincer precoz de mama, el cdncer-toda- sess una enfermedad fatal. Al mismo tiempo, su tratamiento es a menudo intrusivo en la fisica, emocional y social del paciente. La cirugla, por ejemplo, puede ser muy muti- es: Gipecialmente en cancer de mama, en tumores de cabeza y cuello, y en cancer en drga- sios eenitales. La radioterapia tiene importantes efectos secundarios: cansancio, heridas en le inquictud emocional. La quimioterapia, a menudo considerada la modalidad de s=scamiento mis gravosa, se prolonga durante largos perfodos y causa considerable toxici- con pérdida del cabello, nduseas, vomitos, fatiga y problemas emocionales. Cons Enzemente, los profesionales implicados en el cuidado y tratamiento de pacientes de cén- se vienen preguntando cada vez mas silos beneficios de ese tipo de supervivencia peolongada, pero todavia incierta, superan los costes de los graves efectos secundarios. La introduccién de las consideraciones sobre calidad de vida en la investigacién y tra- samiento de la enfermedad crénica es, por tanto, el producto de una tendencia creciente ecerminada por la propia naturaleza de este tipo de enfermedades. A diferencia de las enfe medades infecciosas, en las que frecuentemente el objetivo terapéutico mas realistaes la cura- Giin, las enfermedades crOnicas exigen moderar las expectativas de los pacientes y de sus ‘Hlicos. El enfermo cronico debe adaptarsé a limitaciones funcionales de larga duracién. A-su ver, los cinicos e investigadores necesican calibrar constantemente sus instrumentos vvaluacién para que reflejen las metas terapéuticas de sus intervenciones. En la medida -a que se alcanza un recho en la eficacia de los tratamientos en cuanto a mejorar las tasas de supervivencia, gran parte de la investigacién clinica se orienta al desarrollo de formas de atamiento menos t6xicas y menos discapacitantes. En ese contexto es légico que se intro- duzca la consideraci6n de la calidad de vida. Por otro lado, la aparicién del movimiento de derechos de los pacientes, su transfor- macién eh “cliences’>y la exigencia cada vez mayor del consentimiento inforttiado por par- ‘Manual de Psicologia Social de la Salud te de los pacientes, constituyen factores determinantes de la introduccién de la evaluacién de la calidad de vida en los enfermos crénicos (Aaronson, 1988). Finalmente, hay una gran cantidad de estudios psicosociales en el ambito de la enfer- ‘medad crénica que han subrayado el valor de incorporar la perspectiva del paciente cuan- do se intenta comprender la enfermedad como un fendmeno psicol6gico y social, y.no s6lo como un trastorno biolégico. Un ejemplo de ello se puede encontrar en el estudio de Coa- tes eral, (1985) con pacientes de cincer sometidos a quimioterapia. Se les pidié que pun- tuaran la imporcancia telativa de un conjunto amplio de efectos secundatios del tratamien- 10, fisicas y no fisicos. Como era de esperar, los efectos secundarios que se incluyeron més frecuentemente fueron los sintomas fisicos més comunes como nduseas y vémitos, fatiga y alopecia. Sin embargo, entre los quince efectos més citados los pacientes incluyeron tam- bién la ansiedad, la depresién, los problemas de suefo y el impacto negativo del tratami to sobre su familia, trabajo y actividades sociales. Este tipo de “toxicidad psicolégica” es la {que no se ha contemplado en Ia investigacién mds clésica en el ambito de las enfermedades crénicas, en general y en la investigacién oncoldgica en particulat. | Resumen del capitulo }——______________ En la primera parte de este capitulo, se define la calidad de vida y se enumeran y des- criben los indicadores objetivos de la misma. La calidad de vida podria entenderse ‘como un juicio subjetivo del grado en que se ha alcanzado la felicidad, la satisfac- ién, o como un sentimiento de bienestar personal; pero, también, este juicio subje- tivo se ha considerado estrechamente relacionado con determinados indicadorés “Objetivos” biolégicos, psicoldgicos, Comportamentales y sociales (Diener, 1984) Los indicadores objetivos estan referidos a realidades presentes en el habitat fsico y social de la persona, y que pueden centrarse en riqueza, amor (entendido como una forma de apoyo social), comodidad, y salud.) El segundo apartado se centra en definir el concepto de calidad de vida rela- cionada con la salud y calidad de vida en la enfermedad crénica, Ademés, se ‘enumeran y explican los diferentes dominios de la calidad de vida: estatus fun- ional, sintomas relacionados con la enfermedad y con el tratamiento, funcio- namiento psicolégico y funcionamiento social. En definitiva parece que la cali- dad de vida es un “producto” del proceso de adaptacién a la enfermedad y que éte esta intimamente relacionado con el “trabajo” de afrontamiento que el enfer- mo crénico lleva a cabo. En el tercer apartado, se exponen las diferentes fases por las que un indivi- duo atraviesa cuando se esté adaptando a una enfermedad crénica, son tres pasos: una reaccién de choque que se caracteriza por un aturdimiento del indi- viduo, una reaccién de encuentro donde el individuo tiene un pensamiento des- organizado y sentimientos de pérdida, y la fase de retraimiento, donde el in viduo acepta su enfermedad y se adapta a ella. Seguidamente, se enumeran y 248 sccién dela evaluacién nl ambio de la enfer- iva dl pacente cua co y social, y.no slo pren cl estudio de Coa- a Sc les pidié que pun- sundatios del tratamien- s que se incluyeron més sseas y vmiros, fatiga y Gientes incluyeron tam- ynegativo del tratamien- ficidad psicoldgica” cs la Biro de las enfermedades yse enumeran y des- da podria entenderse felicidad, la satisfac- ién, este juicio subje- minados indicadores Sales (Diener, 1964. Sen el habitat fisico y fentendido como una calidad de vida rela- crénica. Ademés, se ide vida: estatus fun- {tratamiento, funcio- meparece que la cali- laeniermedad y que amiento que el enfer- bor las que un indivi- dad cronica, son tres sturdimiento del indi- un pensamiento des. niento, donde el indi- nente, se enumeran y Capitulo 10: Calidad de vida, salud y enfermedad describen diferentes factores que influyen en la respuesta de los individuos antes fs enfermedad crénica, relacionada con la enfermedad (grado de amenaza, efec tos secundarios, visibilidad de sintomas, otra personal (edad, sexo, clase social, reencias religiosas, nivel de autoestima y autoeficacia) y otra relacionada con el entomno fisico y social. Para finalizar el capitulo se explica la calidad de vida emo un producto del proceso de adaptacién a la situacién de enfermedad. Asi 2 calidad de vida es el resultado de las diferentes respuestas de los pacientes al padecimiento de su enfermedad, al tratamiento y a sus consecuencias. ——— Glosario | Adaptacién: proceso por el cual los pacientes producen cambios 0 respuestas para nzar un ajuste adecuado a su nueva situacién Galidad de vida: valoracién del individuo det grado en que ha aleanzado la fei dad o bienestar. Galidad de vida en enfermos crénicos: percepcién de un individuo de su nivel de fenestar cuando esté afectado por una enfermedad y los efectos de su tratamiento. Golostomia: operacién quirtirgica que consiste en realizar un ano abdominal. Conflicto de roles: estado de tensién que se produce en un individuo cuando debe atisfacer los requisitos que impone un rol. Enfermedad de Hodgkin: tipo de céncer que se caracteriza por un agrandamien to del tejido linfatico. Mastectomia: extirpacién quirdrgica de la mama, Rol: conjunto de normas que definen cémo una persona debe comportarse en una determinada situacién AUTOEVALUACION | Los indicadores objetivos de la calidad de vida pueden resumirse en: @ Salud, dinero y amor b) EI ndmero de visitas médicas que realizamos al afio junto con la cantidad de medicacién que consumimos. ©) Elempleo que tenemos y el estatus que nos proporciona. 2. La multidimensionalidad de! concepto de calidad de vida en la enfermedad crénica hace referencia a a) Fragmentariedad, subjetividad y generalidad, ) Objetividad, funcionamiento psicosocial y discapacidad. © Estado funcional, sintomas, funcionamiento psicol6gico y social ‘Manual de Psicologia Social de la Salud 3. Sefiale la incorrecta; a) Las diferentes fases de la adaptacién son: choque, encuentro y retrai- miento, By Los individuos cuando se encuentran en la fase de choque tienen un pen- samiento desorganizado, sensacién de pérdida y pueden utilizar estrate- gias evitativas. ©) Enla fase de retraimiento, cuando la situaci6n persiste, los individuos toman conciencia de la misma acepténdola y adaptindose a ella. {4 ipealidad de vida f@) Es equivalente al estado de salud, . B) Se evalia sslo mediante indicadores biolégicos y psicol6gicos. ’A\ Se evalia mediante el grado de satisfaccién o bienestar subjetivo. 5. La adaptacién en la enfermedad cronica se refiere a: 4) Alcanzar la mejor calidad de vida posible teniendo en cuenta la entfer- medad que se padece, el tratamiento y los efectos que produce. ) Alcanzar un alto nivel de satisfaccién con la vida. 0) Mejorar progresivamente el estado de salud. 6. La definicién de la OMS (1948) sobre calidad de vida hace referencia a: 4) Estado completo de bienestarfisico, pstquico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad 'b)Satisfaccién percibida del individuo sobre su funcionamiento fisico y social ©) Capacidad de un individuo de manejar los problemas relacionados con su salud 7. El proceso de adaptacidn en la situacién de enfermedad crdnica (Padilla et al, 1992) se refiere: 2) Exclusivamente a los indicadores de calidad de vida que el individuo per- ibe 1b) Ala satisfaccién global del individuo sobre su calidad de vida. {) Allos cambios y respuestas de las personas para ajustarse adecuadamen- te a la nueva circunstancia. 8. La fase de choque se caracteriza por 4) Producir aturdimiento, realizarse de forma automatica y provocar un sen- timiento de distanciamiento. b) Pensamiento desorganizado, sentimientos de pérdida e indefensién. ©) Negacién de la existencia de la enfermedad y sus implicaciones. 250 peuentro y retrai- que tienen un pen- en utilizar estrate- fe, los individuos Bose a ella plégicos. r subjetivo, en cuenta la enfer » produce. be referencia a. yno meramente la jento fisico y social. s relacionados con ad cr6nica (Padilla we el individuo per- Pile vida. arse adecuadamen By provocar un sen- be indefensién. plicaciones. Capitulo 10: Ca de v lud y enfermedad La dimensién “estatus funcional de la calidad de vida” hace referencia a: Los sentimientos de incertidumbre y los sintomas fisicos de la enferme- dad. La capacidad para ejecutar las actividades que son normales para la mayo- ria de personas. La capacidad del individuo para enfrentarse adecuadamente a la enfer- medad, 10. Algunos de los factores que pueden influir en la respuesta de las personas ante enfermedad crénica son: El extrafiamiento, el autoconcepto, los roles que adopta el individuo. La incertidumbre, las estrategias de afrontamiento, la negacién os factores relacionados con la enfermedad, personales y del entorno social y fisico. Propuesta de trabajo practico |} —__— _ bir una reflexién sobre el papel de las creencias religiosas en la adaptacién de un individuo a su situacién de enfermedad,

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