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3 Hacer de la vida una historia: relatos autobiograficos y reelaboracion biografica Aunque es complicado hablar directamente de la histo. ria de una vida, podemos hablar de ella indirectamente a través de la postica del relato. La historia de vida se convierte, de este modo, en una historia contada. Ricosur, Historia y narratividad Los seres humanos leen ¢ interpretan su propia experiencia y la de los otros en forma de relatos de vida. De modo similar a los relatos litera rios de ficcién, el de una vida, como historia narrada, expresa el quién de la accién. Narrar la historia de una vida, es una autointepretacin de lo que somos, una puesta en escena a través de la narracién. Como bien ha argumentado Paul Ricoeur (1996), la vida humana se unifica narrando una historia con sentido, en la que el narrador se reconoce como personaje de su propia historia y -por ello mismo- como autor de sus propios actos La vida, pues, se puede comprender como una narrativa o texto, entendida como un proyecto biografico, que puede ser narrado 0 leido. «La vida solo se comprende a través de las historias que contamos sobre ella, entonces, podemos decir que una vida examinada es una vida na- rrada» (Ricoeur, 1984: 55). En sentido amplio vivimos la propia vida a través de las historias que nos han contado, la subjetividad es un resul- tado de los distintos relatos que la han constituido, Recordar y narrar a mismo 0 a otros lo que ha sido o va a ser el proyecto personal de vida es a su vez~ una estrategia para construir una identidad. Si bien la investigaci6n biogréfica no se identifica con la investiga cién narrativa, una parte sustancial de los estudios biograficos adoptan s1 una metodologia narrativa. Bruner (1988) ha defendido que no hay otro modo de describir el tiempo vivido salvo en forma de narrativa, como forma de construir realidad, de ordenar la experiencia, apropiar- se de ella y de sus significados particulares y colectivos. Ponerse a s mismo en relato es una modalidad de pensamiento, una forma de or ganizar la experiencia presente. Es la capacidad humana para reflexio- nar sobre las experiencias vividas, la que posibilita la puesta en escena del relato y su trama. De este modo, el relato autobiografico es fruto de las sucesivas interpretaciones que las personas hacemos de los aconte- cimiento de la vida (escolar o fuera de ella). Como tal, la investigacién autobiografica va més alla de un «objeti- vismo», entendido como ajeno al sujeto investigado. En este caso, como deciamos (Bolivar, 2002a), «de nosotros mismos hablamos». La necesa- ria distancia a guardar entre investigador y objeto investigado, correla- cionando mayor despersonalizacién con incremento de objetividad, se rompe. La investigacién narrativa viene justo a negar dicho supuesto, pues los informantes hablan de ellos mismos, sin silenciar su subjetivi- dad. Justo por esto, también posibilita apropiarse de su historia de vida y se convierte en una forma de empoderamiento. De ahf la relevancia de los procesos reflexivos y de resignificacién de las experiencias, tanto para la persona que narra, como para quien las escucha, incluyendo el investigador. Ambos son participes de una misma situacién. Necesidad de construirse su propia vida En la tiltima década del pasado siglo, un conjunto de socidlogos, enca bezados por Giddens (1995), caracterizaron esta tiltima etapa de la mo- dernidad avanzada como «modernizacién reflexiva». Caidos antiguos valores e instituciones establecidas, se tornan «inciertos» los modos de actuar, forzando a los individuos a pensar por ellos mismos (y decidir) qué han de hacer, de modo no lineal, Cuando una sociedad permane- cfa estable, bastaba socializarse linealmente en el mundo heredado, para actuar -sin graves problemas- de acuerdo con él. Pero, cuando se instala un nuevo orden, es preciso hacerse su propia vida, que ya no viene dada, y reflexionar por si mismo los modos propios de hacerlo. Por esto, socidlogos del prestigio de Ulrich Beck o Anthony Gid- dens han defendido la tesis de la «modernizacién reflexivay, que exige a los sujetos reflexionar continuamente sobre lo que tienen que hacer. Las personas se ven impelidas a construirse sus propias vidas, pues no estén establecidas institucionalmente, con la inseguridad o riesgo que genera este ser «empresario de sf mismo», como también ha dicho Byung-Chul Han. Delory-Momberger lo ha denominado «imperativo biografico», dado que los individuos son conminados a responder por 52 | La investigat {o)biografica en educacion su propia vida, contando © contandose su historia de vida, en la que debe luchar cotidianamente por autorrealizarse personalmente. Las instituciones, que en la primera modernidad producian y reproducian la vida individual, ahora, en la modernidad reflexiva, estén fragmen- tadas y los individuos tienen la condicién reflexiva, en el sentido de que tiene que irse conformando la vida individual. Liberados los indi- viduos de las instituciones, para bien o para mal, este imperativo autobio- ‘grifico requiere que los individuos desarrollen una biograffa propia, en lugar de estar predeterminada colectivamente: es una condicién social (no electiva) de verse obligados a la construccién de esta individuali- dad. En fin, con el declive, ocaso 0 desestructuracién de las institucio- nes socializadoras tradicionales, los individuos se ven confrontados a a necesidad de autorrealizarse. De este modo, el yo se ha convertido en un proyecto reflexivo per- sonal, ante la crisis de los modelos identitarios tradicionales. Es el in- dividuo quien tiene que interpretar su propio pasado, fundamentar sus opciones, elegir cémo ser y cémo actuar para, de esa manera, ir construyendo reflexivamente su propia identidad, en una narrativa que unifica las experiencias y aporta coherencia al yo. En el proceso de in- dividualizaci6n, el individuo es la unidad basica en que se reproduce lo social. Para Beck y Beck-Gernsheim (2003), la disolucion de reglas y roles instituidos provoca que los individuos se conviertan en actores, constructores de sus propias vidas e identidades, una vez liberados del enjaulamiento de las instituciones $i ya la posicién ocupada no condi ciona las acciones, se abre un espacio para la agencia, para la creativi dad ¢ iniciativa personal en la construccién de la propia biografia. El sujeto se ve, entonces, forzado a «aprender a aprender» a lo largo de la vida. Delory-Momberger (2014) ha propuesto el neologismo de «biografi- zacién» al proceso por el que «biografiamos» las situaciones y los acon- tecimientos de nuestra existencia, a los que damos forma y a los que otorgamos sentido para convertirlos en los recursos experienciales. Las experiencias son inscritas, de modo singular, «en el curso de nuestra existencia y, mas precisamente, de darle una forma y un sentido en la historia que no paramos de escribir de nuestra vida». De este modo, sefiala: denomino biografizacién al conjunto de operaciones y de comportamien- tos por medio de los cuales los individuos trabajan para darse una forma propia en la que se reconocen a si mismos y se hacen reconocer por los otros. [...] La narracién de sf, la narracién autobiografica, es una modali- dad privilegiada de las operaciones de biografizacién, y constituye la for- ma més evidente y elaborada del proceso de escritura de si. (p. 698) [Primera parte] 3. Hacer de la vida une historia | $3 Narrativas autobiograficas «Autobiografiay como historia de vida» tienen una ambigtiedad etimo- logica: es el curso de la vida de un individuo singular, pero también su reconstruccién narrativa, su escritura o narracién por un relato. Tema de estudio y método de abordarlo, vida y relato de vida, historia e histo- ria contada, autobiograffa y biograffa, se confunden de modo frecuen- te, dado que todo acontecimiento es biografiado por el sujeto en una configuracién narrativa (hablada o mental). Historia de vida (desde la life-history) e investigaci6n narrativa (narrative inquiry), pues, configuran un campo propio de investigaci6n. Las escrituras de sf (récit de soi, que dicen los autores franceses) incluyen tanto la historia de una vida, como fragmentos de ella, realizada por diversos medios y formas. La narrativa autobiografica es la expresion de la vida de quien narra, y la hermenéu- tica biografica es la interpretacién de esta expresi6n, El empleo extendido en Brasil con paréntesis ~(auto)biografia-, quiere integrar ambas dimensiones o fuentes: las biograficas y las au- tobiograficas. En inglés o francés se expresa mas claramente la doble dimensién mediante life-story (en francés récits de vie) y life-history (en francés, histoire de vie). lvor Goodson (2003) ha sido uno de los autores que ha destacado la relevancia de esta distincién entre «relatos de vida» (life story) e ehistoria de vida» (life history). El primero es una narrativa de acciones, mientras que el segundo contextualiza el discurso y lo triangula con otros documentos y dimensiones. Antes nos hemos referido, siguiendo a Connelly y Clandinin (1995), a diferenciar entre el fendmeno que se investiga y que tiene un formato biografico-narrativo, el método de investigacién utilizado (investigaci6n cualitativa y narrativa) y el uso que se hace de estos materiales (pro mover la reflexién y el didlogo para la comprensién profunda de la situacién y de sus significados, al tiempo que el cambio y la mejora). Asi es tanto el fenémeno como los diferentes métodos que ayudan en el propésito de la investigacién biografico-narrativa. Como dicen los mismos autores, debemos entender que la narrativa es «tanto el fend- meno que se investiga como el método de la investigacién». Un relato de vida es un portal a través del cual una persona entra en el mundo y por el que su experiencia del mundo se interpreta y se hace significativa personalmente. Las personas dan forma a sus vidas cotidianas por medio de relatos sobre quiénes son ellos y los otros, interpretando su pasado en funcién de esas historias. La historia de vida recoge aquellos eventos de la vida de las personas, significados y experiencias que tienen un significado relevante para el sujeto. Desde una mirada fenomenolégica, la historia de vida quiere com prender desde la perspectiva de las personas, que se reinterpretan y 54 | La investigat {o)biografica en educacion definen de modo continuo en diferentes situaciones. Comprender las acciones de los sujetos desde el propio marco de referencia de las per- sonas. El conocimiento de si mismo es posible por medio de una vida contada en un relato temporal, que recoge el pasado, recrea y asume el presente, y disefia un horizonte de accién. Como interpreta bien Chris- tine Delory-Momberger (2011: 342): Tal actividad de biografizaci6n se presenta como una hermenéutica pr tica, un marco de estructuracién y de significaci6n de la experiencia que permite al individuo crear una historia y una forma propia -una identidad 0 individualidad- para s{ mismo, La narrativa, como género discursivo, no es solamente un medio que da lugar al relato de vida. Narrar no es solo un sistema simbélico para ex- presar la vida, sino que la narracién es el paisaje o espacio en que docentes ¢ investigadores se forman, elaboran y experiencian su historia de vida. Autobiografia e historia de vida Las historias de vida posibilitan la construccién de sentido del pro- yecto de una vida, a partir de ordenar el bagaje de acontecimientos, vivencias y aprendizajes a lo largo de ella, A la vez que organizan las miiltiples experiencias de vida en torno a una trama o argumento, con una dimensién temporal, unas relaciones sociales y un espacio; mas ra- dicalmente llegan a constituir la identidad de lo que cada uno es como proyecto. Al relatar la singularidad de una vida, reflejan también la colectividad social de la que forma parte. Por eso, las historias de vida se han empleado en dos dimensiones complementarias: instrumento de investigacién cualitativa (red angléfona de la European Society for the Research in the Education of Adults (ESREA), y formacién de adultos ¢ identidad (la francesa Association Internationale des Histoires de Vie en Formation, ASIHVIF). En la historia de vida se recuenta la trayectoria de vida personal y profesional, con las multiples experiencias que ~en sus tiempos y contratiempos- han jalonado y configurado el itinerario de vida. Todo relato de vida es, en el fondo, una btisqueda de sentido y una justifica- cin razonable que confirme o cuestione la trayectoria de vida seguida, Sin desconsiderar Ia influencia o repercusi6n que los acontecimientos de la vida privada y personal del docente tienen en su vida profesional, importa -mirando a su incidencia en la mejora- la trayectoria profe- sional (formacién inicial, proceso de socializacién y construccién de identidad profesional, itinerarios formativos seguidos). El relato de los individuos es constituyente basico de su identidad, pues representamos nuestras vidas (asi como las de otros) en forma de [Primera parte] 3. Hacer de la vida une historia | $5. narracién. Las historias de vida del profesorado se vinculan al desarro- lo profesional, a la identidad profesional o al cambio educativo. El de- sarrollo profesional del profesorado ha de inscribirse en las vidas, tra- yectorias y ciclos profesionales, relacionando la dimensién profesional con la personal. Se trata de ver la formacién del profesorado como un proceso de desarrollo personal, a la par que profesional, cuya trayecto- ria y recorrido ha dado lugar a una determinada identidad profesional Los profesores imparten un curriculum, pero ellos mismos son fruto del curriculum de vitae cursus (curso de la vida) es decir, del conjunto de vivencias, aprendizajes, etc., que han ido configurando lo que son. El canécter idiosincnisico y singular (autobiografico y personal) de los récits de vie debe ser complementado por andlisis mas contextuales de la histoire de vie, poniendo en relacién la vida individual y la historia social en que se inscribe. La gente cuenta historias de sus vidas, los investigadores en cambio- deben convertir estos relatos (stories), con el adecuado tratamiento metodol6gico, en historias de vida (life his- tories). Por eso, como ha argumentado Goodson (2005), acudiendo a esta distinci6n, «si la life-story individualiza y personaliza, la life-history contextualiza y politiza». La primera es una narrativa de acciones, la segunda una genealogfa del contexto. Por tanto, deben ser complemen- tadas con otras narraciones del mismo sujeto, en otros espacios y tiem- pos, en primer lugar; y con otros medios (documentos, testimonios orales) que ayuden a comprender el contexto donde toman un sentido més amplio, Hacer de la vida una historia Cada uno (docente, alumno) tiene una historia de vida y trayectoria profesional singular, condicionada por factores contextuales, que se cruzan con sus vidas personales. Pero una cosa es la vida vivida y otra hacer de la vida una historia, 1o que exige un esfuerzo reflexivo para encontrar una trama, argumento o sentido que relacionen y enlacen las diversas experiencias, en una «sintesis de lo heterogéneo», lo Ila- ma Ricoeur, a lo largo del tiempo a través de un relato, Al desarrollar una historia de vida el individuo establece una conexién coherente en- tre los diversos acontecimientos y experiencias de la vida, que estima destacable, Precisamente el argumento, trama o asunto, y su posibili- dad de recombinacién, le otorga una cierta versatilidad al relato y, por ende, a la vida narrada, La narracién adquiere unidad mediante una continuidad temporal e interconexién, por lo que requiere ~como ele- mentos de su configuraci6n- trama argumental, secuencia temporal, personaje y situacién. La caracteristica propia de la autobiografia es ser una construccién y configuracién de la propia identidad, mas que un relato fiel de la propia vida, que siempre est en proyecto de llegar a ser. 56 | La investigat {o)biografica en educacion Esta autointerpretacién de la propia vida permite hacerla inteligible 0 darle significado. Se puede distinguir entre narrativa de vida y «relato de vida» (life story). Este segundo afiade una «trama» argumental, con una organi- zacién temporal 0 secuencial, como ha expuesto magistralmente Ri- coeur (1995-96). Intrigar, construir una «trama» de si, como proceso estructurador de la construccién narrativa, organiza incidentes y acon- tecimientos heterogéneos de la vida en una orden (secuencial 0 tema- tico) particular, Esta trama es lo que hace que el relato de vida sea una historia, singular y completa, La narraci6n organiza los diversos acontecimientos, sucesos y acciones de las vidas humanas en un todo inteligible mediante una trama, De este modo, proporciona estructura auna historia y posibilita la seleccién de acontecimientos por su rele- vancia en la historia, convirtiendo la historia en una narrativa. «En este sentido ~comenta Ricoeur (2006: 11)- diré que componer una historia es, desde el punto de vista temporal, obtener una configuracién de una sucesién». Como lo ha expresado en otro lugar: «es en la historia narrada, con sus caracteristicas de unidad, de articulacién interna y de totalidad, conferidos por la operacién de construccién de la trama, donde el personaje conserva, a lo largo de toda la historia, una identi- dad correlativa a la dela historia misma» (Ricoeur, 1996: 142) Una historia de vida se construye integrando todos aquellos ele- mentos del pasado que el sujeto considera relevantes para describir, en- tender o representar Ia situaci6n actual y enfrentarse prospectivamen- te al futuro. Las historias de vida explicitan y hacen visibles (para si mismo y para otros) aquel conjunto de percepciones, intereses, dudas, orientaciones, hitos y circunstancias que han influido y configurado, de modo significativo, quién se es y por qué se acttia como se hace. De este modo, dan un orden al conjunto de los sucesos pasados, encontrando un hilo conductor que establezca las relaciones necesarias entre lo que el narrador era y lo que hoy es. La narracin media entre el pasado, presente y futuro, ent las experiencias vividas y el significado que ahora han adquirido para el narrador en relacién con los proyectos futuros. Por ello mismo, una historia de vida no es solo una recolec cion de recuerdos pasados (reproduccién exacta del pasado), ni tampo- co una ficcién, es una reconstruccion desde el presente (identidad del yo), en funcién de una trayectoria futura. Es, entonces, relatando nues- tra propia historia como nos damos a nosotros mismos una identidad, porque nos reconacemos en las historias que (nos) contamos. El relato de los individuos es constituyente basico de su identidad, pues repre- sentamos nuestras vidas (asf como las de otros) en forma de narracién. Narrar la historia de nuestra vida es una puesta en escena de lo que somos (0 creemos que somos) a través de la narracién. La identidad del yo supone una reflexividad sobre la vida y se explicita -entonces- en [Primera parte] 3. Hacer de la vida une historia | $7 la cr6nica del yo, ya sea en forma de diario o autobiografia, en la geo- grafia social y temporal de la vida. Pues, en ultimo extremo, aquello que seamos no es una serie inconexa de eventos ni una sustancia in- mutable, se constituye precisamente en la dinamica de la composicin narrativa, La identidad narrativa tiene, pues, la coherencia propia de una narracién, pero es al tiempo fluida y cambiante, basada en hechos pero reinterpretados «ficticiamente», construidos por el sujeto, pero en interaccién y dialogo con otros. La identidad narrativa se realiza por la puesta en intriga de la vida, haciendo una sintesis de lo heterogé- neo (concordante y discordante) y una anticipacién de sus deseos en el porvenir. Un suceso o acontecimiento se vuelve comprensible en la medida en que se inserta en una trama, que es la que aporta inteligibilidad alo narrado. A su vez, al igual que sucede en el relato histérico o en el de ficcién, se pueden componer diversas tramas -dice Ricoeur a propésito de los mismos sucesos, «igualmente siempre es posible ur- dir sobre su propia vida tramas diferentes, incluso opuestas» (Ricoeur, 1995-96: 1001). La identidad es inestable, porque podemos imaginar sucesivas variaciones sobre nuestra vida, que son modos subsiguientes de ver nuestra identidad. Es posible reescribir la vida segtin las historias contadas en cada momento, expresién de la vida ensayada en dicho momento, El problema metodoldgico: transformar los relatos de vida en historias de vida El problema metodolégico, pues, es el siguiente: las historias de vida se componen de un conjunto de experiencias personales. Los relatos que alumnos o profesores nos cuentan son siempre singulares, selectivos y especificos, situados en un espacio y tiempo. El respeto por el cardcter idiosincrasico y singular (autobiografico y personal) es una cara del asun- to que debe ser considerada; pero esto no debe impedir anilisis mas contextuales. Los estudios sobre la vida de los profesores deben poner en relacién la vida individual y la historia social en que se inscriben Vidas y trayectorias profesionales, como narrativas de acci6n, se han de asentar en una «genealogia del contexto» que las doten de un sentido més amplio, y ~al tiempo- otorgar toda la relevancia a lo que dicen y sienten, La gente cuenta historias de sus vidas, los investigadores ~en cam- bio- deben convertir estos relatos (stories), con el adecuado tratamiento metodolégico, en historias de vida (life histories). Como modo propio de organizar el conocimiento, el problema metodoldgico es convertir 58 | La investigat {o)biografica en educacion el material narrativo (normalmente verbal) en historias de vida. El in- vestigador no puede limitarse a recoger las voces, su trabajo consiste en una reelaboracién. La tarea del investigador es construir un nue- vo relato (story) que es el informe de investigacién (history), habiendo conjuntado y transformado, de acuerdo con la metodologta apropiada, un relato de acciones en una teoria del contexto que lo comprende (Goodson y Sikes, 2001). Recogidos los relatos autobiograficos, como conjunto de relatos de vida en que la gente, en una situacién de dia- logo interactivo, habla del curso de su vida y narra sus experiencias y percepciones del contexto social en que viven, mediante entrevistas biograficas u otros medios, la cuestién es: jqué hacer con ellos? Di- chos relatos biograficos, son solo el punto de partida, puesto que la investigaci6n sobre «historia de vida» est interesada en comprenderlos dentro de una base mas amplia. La metodologia se juega, pues, en la transformacién de las life-stories (relatos de vida) en life histories (historias de vida). E] investigador no puede limitarse al papel de «escriba», «que toma nota fiel y exacta de lo que dice quien habla, reduciendo al mini- mo sus comentarios» (Goodson, 2003: 746). Siguiendo a Goodson (2012), hemos defendido en otro trabajo (Bo- livar, 2014a), que las vidas y trayectorias profesionales de los profeso- res y profesoras, como narrativas de accién, se han de asentar en una «genealogia del contexto» que les dé un sentido mas extenso, y -al tiempo- otorgar toda la relevancia a lo que dicen y sienten. Las voces vivenciadas (relatos de accién, story) pueden ser reconstruidas en otras formas de contar la historia (genealogias de contexto, history). Si los re- latos que los docentes hacen son siempre singulares, situados en un es- pacio y tiempo, deben ser complementados o «triangulados» con otras narraciones del mismo sujeto, en espacios y tiempos ampliados, en primer lugar; y con otros medios (documentos, testimonios orales) que ayuden a comprender el contexto donde toman un sentido mas am- plio, Relatos autobiograficos si, pero reelaboracién biografica también, La relacién interactiva 0 recfproca entre voces, vidas y contextos ha de ser explicitada por la investigacién, Hay una necesidad epistemolégica de hibridar las autobiografias del profesorado con el fondo social e hist6rico en que se inscriben, de modo que se incremente el sentido, En este sentido, el problema metodolégico estriba en transformar los relatos de vida (life-story) en historias de vida (life-history). El relato en el contexto, escenificar las voces De este modo, la life-history resultante es un relato triangulado, basa- do en la propia life-story, pero complementado con los testimonios de otras personas, fuentes documentales, transcripciones o archivos rela- cionados con la/s vida/s en cuestion (biografia). Esta chistoria de vida» [Primera parte] 3. Hacer de la vida una historia | $9 asume la funcién de comprender los patrones de relaciones sociales, construcciones e interacciones en que la vida esta envuelta, Los relatos de vida se tienen que conjuntar e incluir en los relatos de contexto, el agente en la estructura, que solo puede hacer el investigador median- te una history que inscriba las vidas individuales en los patrones de relaciones sociales. Narrativas de gentes y narrativas del investigador, fenémenos y método se funden, productivamente, para comprender la realidad social. Como sefialan Goodson et al. (2017) La historia de la vida (life history), junto con otras fuentes de datos, «trian- gula» el relato de vida (life story) para darle un significado mas amplio. De esta manera, el relato de vida queda completamente contextualizado en tun tiempo y lugar, siendo menos maleable 0 manipulable. Esto es lo que se entiende como un «relato de accién dentro de una teorfa del contexto». (pp. 5-6) Por decirlo de otro modo: el guion o partitura ha de ser representa- do en el escenario, tarea propia del investigador, como la del director de la obra. La tarea de esta transformacién es hacer visibles los modos en que los relatos de vida personales estan mediados y expresan rea- lidades sociales, culturales y politicas mas amplias. De hecho, en mu- chos casos, la tarea del investigador es hacer visible o evidente las for- mas culturales y sociales presentes implicitamente en los relatos. Pero, una cosa son los relatos (historias) de vida y otra la investigacién sobre historias de vida, aunque los primeros sean la base o material de par tida de la segunda. Por eso no es suficiente documentar con relatos de vida una particular situacién, con la sola mirada de los participantes. Es preciso reconstruirlos con el contexto social y cultural en que dichos relatos han sido producidos. Como afirman Goodson et al. (2017): Fl relato de la vida personal es un dispositivo individualizador si esta di- vorciado del contexto. Se centra en la singularidad y circunstancias de la personalidad individual y, al hacerlo, puede oscurecer o ignorar las cir- cunstancias colectivas y los movimientos histéricos. Los relatos de vida solo se construyen en una circunstancia histérica especifica y en condi- ciones culturales, que deben ser tenidas en cuenta en nuestro tratamiento metodolégico. (p. 18) Sin embargo, esta tarea de transformacién -como argumentan Goodson y Sikes (2001: 17)- no deja de ser «un movimiento peligroso, porque posibilita a los investigadores un considerable poder colon dor para localizar el relato de vida con toda sus inevitables selecciones, cambios y silencios». Sin expropiar las voces de los sujetos investigados, empleando las reglas ¢ instrumentos reconocidos por la comunidad 60 | La investiga {o)biografica en educacion cientifica (como las metodologias de anilisis del discurso basadas en la «teoria fundamentada»), es tarea propia de una investigacion de caréc ter interpretativo representar un escenario que torne lo mas inteligible posible la situacién. En fin, estamos ante el dilema, ya referido antes, de conjugar un punto de vista del nativo (emic) y del investigador (etic). Ni sacralizar los relatos, ni tampoco asimilarlos a tradicionales modos paradigma- ticos de conocer, en los que vanamente encajarian. Una postura tex- ualista radical supone un «acto de renuncia metodolégica» (Goodson, 2003: 740) por parte del investigador, que se limita a recoger los rela- tos, sin representarlos, al no situarlos en un marco social ¢ histérico, como construcciones sociales que son. El peligro latente de ponerlos al servicio del investigador, por ejemplo, en la seleccion de voces, sin reflejar otras realidades, como las voces disonantes de los malos do- centes, no se supera por no realizar una analitica, sino por practicarla de acuerdo con los principios de la ética de investigacién y con los mejores anilisis cualitativos, como exponemos posteriormente en el capitulo 5. La cuestin sobre si el relato del investigador es una buena descrip- cin o una «manipulacién» a su servicio depende, segtin Goodson, mas bien de cémo se reescriba la historia o se representen las voces en di- cho contexto ampliado. Construir un informe de investigacién, como texto narrativo, es realizar una interpretacién hermenéutica, donde cada parte adquiere su significado en funcién del todo, y el informe como totalidad depende a su vez~ del significado de cada parte. El investigador se encuentra situado entre sus experiencias y textos del campo y su esfuerzo por dar sentido a lo vivido/recogido. La seleccin de episodios, voces, observaciones, y especialmente su ordenacién y conjuncién, junto con la interpretacién, pueden dar lugar a una descrip- cién densa, como buena la historia del caso. A pesar de que contamos con algunas guias de trabajo, es también una tarea artistica, parecida al buen periodista que construye una excelente descripcién de una reali- dad a partir de un caso. Como dijo de la etnografia Cliford Geertz, se requiere lograr un continuo equilibrio dialéctico entre lo mas local del detalle local y lo mas global de la estructura global, situando ambas partes en un contexto en el que se expliquen mutuamente. Historias de vida en formacion Las historias de vida han sido, habitualmente, empleadas como un medio alternativo de formacién de adultos. Dar la voz.a los adultos para representar discursivamente sus saberes acumulados, vivencias y preocupaciones es una poderosa herramienta de autoformacién, en la [Primera parte] 3. Hacer de la vida una historia | 61 medida en que esta se inserta en la vida del individuo y le otorga, al reapropiarla, un sentido de proyecto de vida e identidad. Se trata de ver la formaci6n como un proceso de desarrollo personal, ala par que profesional, cuya trayectoria y recorrido ha dado lugar a una determi- nada identidad profesional. Los profesores imparten un curriculum, pero ellos mismos son fruto del curriculum del curso de la vida (vitae cursu); es decir, del conjunto de vivencias, aprendizajes, etc., que han ido configurando lo que son. Contar la vida no es, por sf mismo, un acto de formacién; para que sea fuente de formacién debe ser reflexionado, mejor en grupo de and- lisis, en comunidades de practica. Inicialmente se ha de partir de una implicaci6n y compromiso por enunciar el relato de vida, asi como del didlogo compartido y reelaboracién reflexiva en grupo. La formacién acontece cuando los profesores, reunidos en un contexto de formacién, se dedican ~de modo voluntario y sobre la base de un cuestionamiento personal de su experiencia y de su deseo de aprender- a explorar los acontecimientos constitutivos de su trayectoria: qué relaciones puedo establecer entre mi vida y mi practica profesional?, ;qué he aprendido, dénde y cémo me he formado?, jqué proyectos he tenido y como mo- vilizan mis experiencias pasadas? De este modo, lo que es objeto de aprendizaje reside no en saberes disciplinares exteriores al sujeto, sino primariamente en el saber sobre sf, en intercambio y contraste con otros. El contenido de formacién son las experiencias e historias vividas por las personas que se compro- meten en el proceso, lo que exige la implicacién de los participantes, Por el contrario, el curriculum escolar, para implicar y comprometer al alumnado, ha de ser inscrito en su historia de vida. Goodson et al. (2017) senalan entre los resultados del Proyecto Learning Lives, ver el aprendizaje como situado dentro de una historia de vida, es entender que el aprendizaje esta contextualmente situado y que también tiene una historia, en términos de (1) el relato de vida del individuo, (2) la historia y las trayectorias de las instituciones que ofrecen oportunidades de apren- dizaje formal; y (3) las historias de las comunidades y los lugares donde se Neva a cabo el aprendizaje informal. (p. 20) Cuando se narra una vida no solo se recoge lo que se ha aprendido en ella, sino que en el acto de narracién mismo acontece un aprendiza- je, es decir, la narracién es un aprendizaje ~en- accion, Esta idea de la autobiografia como proceso de formacién ha estado muy presente en la escuela francesa. Los relatos autobiograficos no son, por tanto, sim- plemente descripciones de la vida de cada uno, sino que deben ser en- tendidos como recuentos de lo que uno piensa que hizo, en qué contexto, de qué forma y por qué razones, es decir, por qué la vida ha llegado a ser 62 | La investigat {o)biografica en educacion de un determinado modo. No es solo una construccién de una versién particular de la vida, al tiempo es una construccién de una particular versién del yo. Por eso, comentan Goodson et al. (2017) no nos interesa solo la narrativa, sino la «narracién», como actividad de construccién mediante el relato de su propia vida, Por eso, la narracién de un relato de vida no solo es un medio para expresar un sentido de para articular un concepto de si mismo, una identidad. mismo, sino Reapropiar la experiencia como base de la formacion El relato de formacién del profesor permite hacer explicitos y visibles los conocimientos en uso, recoger el conjunto de acontecimientos, ex- periencias, aprendizajes que han configurado lo que hoy es, 0 cémo se percibe, como docente. Asi, la reflexién autobiografica compartida per- mite recuperar narrativamente las multiples experiencias formativas que jalonan el itinerario de vida de un adulto, con el valor de referencia de un saber construido a lo largo del tiempo. Las historias de vida per- miten, como metodologia, reapropiar la experiencia y tiempos pasa dos, inventariando sus propios saberes y competencias adquiridos a lo largo de la vida, como base de cualquier propuesta de cambio, De este modo proporcionan un marco biografico que hace inteligible, desde sus autointerpretaciones y construcciones de significado, el desarrollo profesional de los docentes como adultos y las dimensiones personales y sociales del cambio presentes en estos procesos. Las historias personales de la experiencia profesional, desde el mar- co biografico, posibilitan hacer un inventario de experiencias, saberes y competencias profesionales; a la vez. que, al recuperar, biografico-na rrativamente, el sujeto a formar, desde sus experiencias y recuerdos de su pasado en el presente, se convierte en una metodologia de for macién. La inscripcion biografica de la formacién ofrece entonces un marco conceptual y metodolégico para analizar aspectos esenciales del desarrollo profesional. Se trata, en todos estos casos, de tomar a la per- sona del profesor/a como capaz de orientar su vida, a partir de la asun- cion de los determinantes de su propia historia (personal y sociohisté- rica) y su transformacion en proyecto existencial inscrito socialmente. Se prima ahora la autoformaci6n en lugar de la heteroformacién Se impone, pues, tener en cuenta los saberes experienciales adquiri- dos en su vida, para facilitar y apoyar los nuevos aprendizajes. Para ello es preciso huir de una escolarizacién de la formacién continua para acercarla a una concepcién experiencial, que establezca un equilibrio entre la transmisin de conocimientos y la formacién de uno mismo. Por eso, suele ser una buena metodologia en la formacién del profeso- rado que los docentes expliciten biograficamente dichas experiencias, recorridos y creencias, como base para su contraste y reformulacin [Primera parte] 3. Hacer de la vida una historia | 63 critica, mediante la reflexi6n en grupo. También, que cada individuo relate y reconozca las experiencias escolares que han condicionado su propio proceso de convertirse en profesor es un medio para cambiar (y no reproducir) los modos de llevar la ensefianza. Névoa (Névoa y Finger, 1988: 115) sefiala que el concepto de «ba- lance de vida», como reflexién critica, es indispensable para compren- der el modo como cada adulto construye su formaci6n. Los diferentes momentos de su experiencia de vida son el punto de partida pertinente del proceso de formacién, De este modo, el proceso formativo se confi- gura como la emergencia de saberes apropiados a la especificidad de las situaciones en que trabajan los profesores. Atender al sentido de la his- toria personal y a los efectos motivadores que esta tenga para nuevos aprendizajes, significa que debe ser el punto de partida si pretendemos la apropiaci6n de los procesos de formacién. El enfoque biografico en la formacién del profesor es, entonces, tanto una opcién metodolégica como un objetivo de investigacion. Historia de vida e identidad narrativa La identidad es un elemento crucial en los modos como los sujetos construyen cotidianamente la naturaleza de su trabajo (motivaciones, satisfacci6n y competencias). En Ia investigacin autobiografica se reco- noce que no es posible dividir las vidas de las gentes en apartados ais- lados como «vida personab,, «profesional» o «familiar, dado que estan inextricablemente unidas. Como confirman algunas investigaciones, laidentidad docente esta profundamente unida a la biografia personal, sin poder separarse lo personal y lo profesional. Dentro de los distintos enfoques sobre la identidad, con la crisis moderna de la creencia en un yo fijo, singular y permanente, en los Uiltimos afios ha adquirido relevancia la dimensién biografico-narrativa en la constitucién de la identidad. Al igual que en la ficcién, como ha ana- lizado Paul Ricoeur (1995-96), la identidad puede ser entendida como un relato que, como reconstruccién de la experiencia, da significado a lo sucedido 0 vivido, las personas construyen su identidad individual haciendo un autorrelato que no es solo recuerdo del pasado, sino un modo de recrearlo en un intento de descubrir un sentido e inventar el yo, en formas que puedan ser socialmente reconocibles. De esta ma- nera, nos hacemos a nosotros mismos en los modos como Ilegamos a vivir nuestros relatos Las narraciones autobiograficas no solo representan al yo 0 lo ex- presan, sino que lo constituyen. El propio Ricoeur (1996) resalta la cen- tralidad del relato en la constitucién del personaje que somos: 64 | La investiga {o)biografica en educacion La persona, entendida como personaje de relato, no es una identidad dis- tinta de «sus» experiencias. Muy al contrario: comparte el régimen de la identidad dindmica propia de la historia narrada. El relato construye la identidad del personaje, que podemos llamar su identidad narrativa, al construir la de la historia narrada, Es la identidad de la historia la que hace la identidad del personaje. (p. 147) En este sentido, comenta Ricoeur (1996: 185), «interpretar el texto dela accion es, para el agente, interpretarse a si mismo». Narrar la his- toria de nuestra vida es una autointerpretacién de lo que somos, una puesta en escena a través de la narraci6n. En lugar de tener un proyecto existencial ya decidido, la unidad narrativa vendria a ser la composi- cion de intenciones, causas y azares que, al igual que en el relato, han ido configurando la vida. En iltimo extremo, aquello que seamos no es una serie inconexa de eventos ni una sustancia inmutable, se cons- tituye precisamente en la dindmica de la composici6n narrativa. La identidad narrativa tiene, pues, la coherencia propia de una narracién, pero es al tiempo fluida y cambiante, construida por el sujeto pero en interacci6n y didlogo con otros Por ello mismo, una historia de vida no es solo una recoleccién de recuerdos pasados (reproduccién exacta del pasado), ni tampoco una ficcién, es una reconstruccién desde el presente (identidad del yo), en funcién de una trayectoria futura. Es, entonces, relatando nuestra pro: pia historia como nos damos a nosotros mismos una identidad, porque nos reconocemos en las historias que (nos) contamos. Responder a la cuestién de jquién soy yo?, como decia Hannad Arendt, solo puede ha- cerse contando un relato autobiografico, buscando su identidad, en la escala de la vida entera; «por tanto ~comenta Ricoeur (1995-96: 997) la propia identidad del quién no es mas que una identidad narrativa». Consisten en dar un orden al conjunto de los sucesos pasados, en- contrando un hilo conductor que establezca las relaciones necesarias entre lo que el narrador era y lo que hoy es. De esta manera, la narra- cién media entre el pasado, presente y futuro, entre las experiencias pasadas y el significado que ahora han adquirido para el narrador con relacion a los proyectos futuros, Por ello mismo, una historia de vida no es solo una recoleccién de recuerdos pasados (reproduccién exacta del pasado), ni tampoco una ficcién, es una reconstruccién desde el presente (identidad del yo), en funcién de una trayectoria futura. Es, entonces, relatando la propia historia como las personas se dan una iden- tidad, reconociéndose en las historias que se (nos) cuentan (Ricoeur, 1996). La identidad profesional suele ser resultado de un largo proceso por construir un modo propio de sentirse profesor, al tiempo que dar senti- do a su ejercicio cotidiano. Como hemos estudiado mas detenidamen- [Primera parte] 3. Hacer de la vida une historia | 65. te en otro lugar (Bolivar, 2006), es el resultado (siempre provisional) de un proceso que integra diferentes experiencias del individuo a lo largo de su vida, marcado ~en ocasiones- por rupturas, inacabado y siempre retomado a partir de los remanentes que permanecen De acuerdo con esta argumentacién, la historia de vida (récit de vie) se convierte en un medio privilegiado para investigar la construccién narrativa de las identidades. En dicho relato el sujeto da sentido a los acontecimientos que cuenta, delimitando etapas, transiciones, con- tinuidades o rupturas, inscritas en su experiencia personal. Es tarea del investigador intentar leer en este relato los procesos que entran en juego en la génesis de si, asi como las relaciones sociales en las que se entreteje dicha trayectoria. Como dice Ricoeur (1999): «Es contando nuestras propias historias como nos damos a nosotros mismos una identidad. Nos reconocemos en las historias que contamos sobre no- sotros mismos». La identidad del yo supone una reflexividad sobre la vida y se ex- plicita -entonces- en la cr6nica del yo, ya sea en forma de diario o au- tobiografia, en la geografia social y temporal de la vida. Bl cardcter re flexivo es constitutivo de la identidad y la narrativa. Ricoeur (1996) ha argumentado que una vida examinada es una vida recontada, entre la dimensi6n temporal del yo, el argumento o trama que lo recorre, y las peripecias que han transcurrido en la vida. Las narraciones autobiogra- ficas no solo representan al yo 0 lo expresan, sino que lo constituyen. 66 | La investigat {o)biografica en educacion

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