You are on page 1of 37
las vacaciones tendlremon que arreglar la eas”; qc) Sentido contextual de ‘si- tuacién de horizontalidad negativa nocional a partir de un punto de referen- ‘cia’, cuando el sustantive complementario designa persona, animal 0 cosa en si mismos: “Andar tras wna colocacién”. Cuando el término complementario es un infinitivo, ef sentido ‘situacién de horizontalidad negativa nocional’ desarro- Ma el matiz contextual ‘ademas de’, “encima de’: “Tras venir tarde, se enfada” ‘Tres hechos importantes hay que sefialar respecto de las variantes del sin- {uygma nominal que nos ocupa, Primero, en el discurso puede manifestarse de «dos formas radicalmente distintas: a) De forma auténoma sin término que la tija: “WPor favor!"; “Hasta la vista!"; “A las armas\”; “;Al rio, al rio -gritaba de pronto” (Ferlosio, Jarama). Es un uso que se da sobre todo en contextos ex- Presivos; b) De forma dependiente 0 regida: “Llamar por teléfono”. Segundo, {que muchos sintagmas preposicionales se fijan en una sola expresidn y se termi ‘nan convirtiendo en sustantivos en caso recto: antesala, antecdmara, sinrazén, contramarca, entreguerras, bajorrelieve, sinvergiienza, contraseia, sinsabor. Tercero, que las combinaciones preposicion-que completivo wo constituyen ni ‘mucho menos signos individuales. (conjunciones subordinantes adverbiales, ‘como quiere la gramatica al uso), sino sintagmas nominales normales, constitui. dos por una preposicidn y el sustantivo en caso recto que (oracién). Los cont nnidos l6gico-designativos de “causa’, ‘finalidad’, ‘consecuencia’, “temporal dad’, etc., no son otra cosa que meras orientaciones de sentido contextuales de {os significados invariantes de los sintagmas nominales correspondientes, La complementaci6n indirecta del sustantivo 243. EL SINTAGMA NOMINAL SUSTANTIVO-SUSTANTIVO EN CASO OBLICLO En el sintagma nominal sustantivo-sustantivo en caso oblicuo, el sustanti- vo complementario, por poseer significacién dimensional externa, se mantiene 4 distancia del sustantivo nuclear, es decir, lo complementa externamente o de forma exocéntrica, Por ejemplo: en la combinacién la gira por Europa, el s nificado dimensional esterno ‘sentido a través de” del sustantivo complementa- tio por presenta el sustantivo nuclear fa gira en trinsito por el sustantivo com. plementario Europa; en la combinacién tio de Juan, la significacién dimensional externa ‘sentido ablativo sin extensiGn’ del sustantivo complemen- {ario de presenta el sustantivo nuclear io orientado desde el sustantivo comple- mentario Juan; en la combinacién amigos nuestros, el significado dimensional externo ‘origen genérice’ que posce el posesivo muestros presenta el sustantivo ‘nuclear amigos como de-pendiente del contenido nosotros que se encuentra en ™ a base § intictica presenta {antos matices semiinticos como significados dimensionales extemnos formalizan los sustantivos oblicuos del idioma que se analiza. Por ejemplo, el sustantivo en aso oblicuo desde formaliza la significacion ‘complementacién externa’ como “sentido ablativo con extensisn’; el sustantivo en caso oblicuo entre, como * tuaciGn de ubicacién timitada’; el sustantivo en caso oblicuo aqui, como “ubica- ci6n absolut’; el sustantivo en caso oblicuo ain, como ‘extension que aleanzaa puntualmente el limite que se considera’. La naturaleza semantica de la variante Sintictica que nos ocupa determina los siguientes hechos. Primero, que los dos clementos del sintagma (nticleo y complemento) mantengan siempre su autono- ‘mia semntica, sin que ninguno de los dos invada nunca el terreno semntico del otro, Segundo, que el término complementario goce de cierto margen de li- bertad posicional en el enunciado, ya que la relacién sintictica esti marcada por su significacién dimensional externa, Sinticticamente, no existe a més minima diferencia entre el sintagma preposicional del salén de ka combinacion en el di sgulo oscuro del salon y el de la combinacién del salén en ef dingulo oscuro. Ter- Cero, que un mismo niicleo pueda aparecer complementado por dos o més com- plementos indirectos: mi regalo tuyo, casa de madera para perros. Lo normal en estos casos 5 que se sientan como mas intimos al nicleo aquellos comple- ‘mentos indirectos que se encuentran mis pr6ximos a él. Desde el punto de vista de la significacién primaria, podemos hablar de dos tipos de complementos in- ditectos del sustantivo: a) Complemento indirecto con significacién primariai herente, cuando se trata de un posesivo o de un adverbio: v. gr. el amigo aqul, su indirecto sin significacién primaria inherente, cuando se trata de una preposicién: hasta el recho, segtin su opin El complemento indirecto posesivo 244, LA VARIANTE SINTACTICA SUSTANTIVO-SUSTANTIVO EN CASO OBLICUO (CON SIGNIFICACION PRIMARIA INTERNA PERSONAL © POSESIVO. intagma nominal sustantivo-posesivo, la significacién dimensional eatin eats origen genérico’ 0 rdepeicaca” del término complemen tario —el posesivo— complementa el sustantivo nuclear orientindolo desde el sustantivo personal que se encuentra en su base semintica. Asi, por ejemplo, en 4a combinacién mi familia, el sustantivo complementatio mi presenta al sustan- tivo nuclear familia orientada desde el sustantivo complementario “primera persona singular” que se encuentra en su matriz semiintica, Esta relaci6n sintic- tica de “de-pendencia’ presenta distintos grados de alejamiento respecto del 18 ticleo: a) Cuando e!término complementario aparece antepuesto al nicleo, onces aquél se siente muy préximo a éste: v. gr, mis amigos, cuya casa, vue {res paisanos. Aunque en la Edad Media eran frecuentes las combinaciones del {ipo ta mi casa, en el espaiol actual se suele prescindir del mostrativo en caso recto, salvo en rarisimas ocasiones, como las que se citan a continuacién: “De. clase que habia entrado en el seminario para hacerse una curs, con el fin de tender alos hijos de una sw hermana recién viuda” (Unamuno, San Manuel); “Con aquella su constante actividad, con aquel mezclarse en las tareas y en las dliversiones de todos, parecia querer hui de si mismo” (idem); b) Cuando el 6. ‘nino complementario aparece pospuesto al micleo, emtonces aquél se siente Como alejado de éste: amigas mos, paisanos nuestros. En el discurso neutro, 10 normal es que el nécleo del sintagma nominal aparezca en este caso combinado: con un sustantive mostrativo: los amigas mios, estos paisanos nuestros. La dife. rencia de distancia respecto del mticleo que presentan ambos tipos de posesivos tratar asuntos) 0 en oraciones de relativo (asuntos tratados), con cambios radicales en la ) Si la accidn designada por el régimen se en- tiende como algo externo a la cosa designada por el regente, entonces el matiz de “finalidad’ del complemento se manifiesta en estado puro: foallas para secar, ‘hornos para asar. Por ello, en caso de transformarse en construceiones oraciona- les, el regente solamente podria aparecer como complemento circunstancial: toa- las para secar——>secar con las toallas. La aparicién de las preposiciones a y por en estos contextos haria cambiar radicalmente, no sé6lo la signifieacién de ia telacién, sino también el sentido del texto; d) Cuando el sustantivo regente desig- na remedio, medicamento, solucién, etc., y el sustantivo régimen mal, enferme- dad, afecci6n, etc, entences la significacién ‘sentido adlativo initivo con dete ‘acién del limite’ det complement indirecto que analizamos adquiere el sentido. contextual de ‘antidoto": “era el més oportuno socorro para sus dolencias” ( arroel, Vida); “era une solucidn eficactsima para el dolor de muelas”. Como s bbemos, conira podria sustituir a para en estos contextos, con sensibles diferen- ‘cas en la forma de expresar la relacién sintactica indirecta, El complemento indirecto a-sustantivo 252. LA VARIANTE SINTACTICA SUSTANTIVO EN CASO RECTO-A SUSTANTIVO Y SU VARIACION DESIGNATIVA En el sintagma nominal sustantivo en caso recto-a sustantivo, la sigaific ‘cin dimensional externa ‘sentido adlativo finitivo sin extensi6n’ o “punto 0, nal absoluto de un sentido de aproximacién’ det término complementario a sustantivo presenta al sustantivo régimen como punto final de la trayectoria del sustantivo regente, Estas son las principales orientaciones de sentido contextua- les del complemento indirecto que nos ocupa: a) Cuando el regente designa y el régimen designa lugar, entonces la significacién dimensional externa ‘sentido adlativo finitivo sin extensién’ mencionada desa- rrolla un matiz de orientacién espacial: “No hace muchos dias que la legada inesperada a Madrid de un extranjero me puso en la obligacién de cumplir con Jos deberes de Ia hospitalidad” (Larra, Articulos); “Mor de Fuentes pudo salir dle Madrid con direccién a Aragén” (Azorin, Lecturas); “Casi nos derrumba- mos, corriendo, por aquel monte runbo a la gloria” (Aleixandre, Historia). En algunos de estos contextos direccionales, « puede ser sustituida por las preposi- cciones hacia y para (rumbo a Aragéa/ rumbo hacia Aragon! rumbo para Ara- g6n), con las consabidas diferencias seméntico-lingiisticas: frente a la preposi- ccidn a, que sitia el punto de vista en el final del sentido; para y hacia lo sitéian al principio; b) Si ambos sustantivos designan cosas fijadas (momentinea 0 permanentemente) en el espacio y alejadas las unas de las otras, entonces la significacién dimensional extema ‘sentido adlativo finitivo sin extensiGn” del complemento desarrolla un matiz contextual de mera ‘orientacign fisica’. Fre~ ‘cuentemente, el primer sustantivo hace alusi6n a una parte del cuerpo (cara, es- palda) a una parte de un edificio (ventana, puerta, frontis), etc.: “Estin senta- dos en la cuneta de cara al patio” (Valle-Inclin, Divinas palabras); “Se cerguian en ambas orillas del rio grupos de casas bajas con st azotea, sus venta- nas al rio” (Baroja, La ciudad); “Y, en fin, frente a la cama, de cara a Dionisio y de espaldas al priblico, toca ensimismacio en su arte” (Mihura, Sombreros); “Todos los drboles se acostaron de copa al sur” (Carpentier, El reino); “Como, dispuesto a desmentirme, lleg6 la verdadera acometida de la tropa, el miltiple relimpago de las oscuras bayonetas al aire” (J. Fernandez. Santos, Cabrera). Pertenecen a este apartado orientador de a todos aquellos usos en que el regen- te es un sustantivo designativo de espacio o tiempo y el régimen una preposi- ccidn de las que expresan situacién orientada (tras y bajo, sobre todo), un adver- bio (dentro, fuera) o un sustantivo que se suelda a una preposicion para dar lugar a un adverbio: arriba, encima: “Cayé sentada la mujer y Te6filo brines sobre ella, con propésito de huir escaleras arriba” (Ayala, Troteras); “S6lo Ali- cia y Miguel, que nadaban mejor que los demés, se habian alejado corriente abajo” (Ferlosio, Jarama); “Los dos estaban tendidos bocaabajo, de codos s0- bre Ia tierra” ({dem); “Ahora dos de los otros se sentaron también frente al ‘agua” (idem); “entiendo cémo la guerra y la miseria son capaces de mudar al hombre, total por un cantero de pan que, arias atrds, ni siquiera los perros co- man” (J. Fernindez Santos, Cabrera); “alli los vieron: Nachito defendiéndase o1 paras arriba (Rulfo, ddanoy; “Esti ella abi boca arriba flotando” (Martin Gai- te, Fragmentos). Aunque para muchos gramiticos lo que hay aqui es una pi posicién pospuesta (Bello: 1981: 299), la verdad es que lo que caracteriza a es- tas combinaciones no se encuentra en el régimen 0 complemento, sino mas bien en dicho regente, que adopta significacién dimensional externa contextual- ‘Debe contarse, pues, con un tipo de estructura sintagmatica en que la funcién de aditamento queda marcada por la posposicién de un elemento “ad- «determinades nombres” (Alarcos: 1978: 252). El problema semanti- {60 que plantean estas combinaciones lo vio bien Gili Gaya (1975: 247) al escri- “Notese que todas llevan la preposicién a, lo mismo que adonde, airés, adelante, etc., y que la palabra a la cual ésta se prefija tiene existencia indepen- diente en el idioma; por ello se sigue sintiendo como término de dicha preposi- cidn. No pueden interpretarse estas frases como locuciones prepositivas, por- que Si asi se sintieran no podrian ponerse delante de su términt regente es un sustantivo verbal que designa aspiracién, tendencia, inclinacién, propensién, el significado dimensional externo del complemento desarrolla un ‘matiz contextual de ‘blanco de la aficién, inclinacién, etc.': “Dofta Sacramen- “tees que yo, por desgracia, no sé que Ja aficién a las mujeres te domina, y J. Alvarez Quintero, Genio); “Parece ser que esta sirena no per- a su inclinacién a acercarse al agua” (Baroja, Amores); “El que se sabriga mucho es porque tiene propensién a las catarros” (idem): “Su tendencia «la divagacién y al desvario se iba aumentando” (idem); “hace de la aspira- cién a abarcar intelectualmente et Universo el principio logico y metédico de sus ideas” (Ortega, ;Oueé es filosofia?). Segin los casos, la preposicién a puede ser sustituida en estas distribuciones por las preposiciones hacia y por, sobre todo (aficién a las cartas/ aficién hacia las cartas/ aficion por las cartas), con sensibles cambios en la forma de expresar la relaci6n sintactic significa como ‘sentido adlativo finitivo sin extensién’; de ahi que presente cl {érmino como blanco qae alcanza la inclinacién designada por el regente; hacia Ja significa como ‘sentido adlativo initivo sin determinacién del limite’; por eso ‘su régimen se entiende como mero punto de referencia de la orientaci6n del re- gente; por la significa como ‘transito’, y de ahi que el régimen se entienda ‘como una especie de ‘causa’ que provoca la tendencia. Este mismo sentido de significacién dimensional externa del complemento cuan- do el sustantivo regente designa sentimiento afecto (amor, cariiio, respeto, miedo): “El miedo a la muerte, o mejor dicho a ta nada, es un miedo irracional” (Unamuno, Del sentimieno); “Tu amor a la geografia/ (Oh trenes de Guadarra- 1" (Alberti, Juan Panadero); d) Si el regente es un sustantivo verbal, el sustantivo régimen, que aparece presentado como blanco por el significado ‘sentido adlativo finitivo sin extensién’ de la preposiciGn a, ” puede interpretarse en dos sentidos radicalmente distintos, segiin las relaciones igico-designativas que se le atribuyan en funcién de aquél: da) Un sentido 16- ico-designativo de objeto directo: “El remedio al dolor, que es, dijimos, el cchoque de la consciencia en la inconsciencia, no es hundirse en ésta” (Unamu- tno, Del sentimientoy; “La proteccién al matrimonio implica la persecucién del amor y la tolerancia de la prostitucién” (O. Paz, El laberinto); “El desamparo y abandono se manifiesta como conciencia del pecado —de un pecado que no hia sido infraccién a un regla” (idem). Esta funciGn ligico-designativa de objeto de a acci6n designada por el regente que se le atribuye al elemento designado por cl régimen hace posible que estos sintagmas nominales puedan ser convertidos en construcciones transitivas: infraccién a una regla——infringir una regla, {que solo son equivalente a aquéllas en el nivel designativo, nunca en el nivel lingiifstico. El papel de ‘agente’ aparece a veces expresado por la preposicin de (La proteccién del estado al matrimonio) o por la preposicién por: La pro: teccién al matrimonio por el estado; db) Un sentido légico-designativo de obje~ to indirecto: “Se veian realizadas las reformas que el hombre grande habia pro- ‘metido en sw famosa exposién a la Reina” Galdés, Mendizabal). Igualmente que antes, la mencionada relacin logico-designativa hace posible transforma- cciones del tipo exposicién a la Reina ——>exponer (algo) a la Reina, solamente ‘equiparables desde el punto de vista designativo; e) Si el regente es tn sustanti- vo de discurso 0 composicién literatia (mensaje, copla, oda, saludo, prologo), cl significado dimensional extemno ‘sentido adlativo sin extensidn’ del comple- ‘mento inditecto desarrolla el matiz. contextual ‘dedicado a’: “De nada sirve que- rernos engafar con himnos paganas a la naturaleza” (Unamuno, Del sentimien- 10); “Las frases citadas son de Clarin, en el prélogo a las ideas pedagogicas de Posada” (Azorin, Lecturas); “Lo que quisiera hacer es todo lo contrario a una introduccién a la filosofia” (Ortega, ¢ Qué es filosofia?); “Pero el veneno seguia diezmando las familias, sin que las rogativas, las promesas a los santos, ni los ‘ensalmos lograran detener la subterrénea marcha de la muerte” (Carpentier, reino); “Quiero cantar, Soledad, cantarte por soleares/ coplas a Ia libertad” (Alberti, Juan Panadero). Obviamente, una combinacién como oda a la liber- tad, por ejemplo, nada tiene que ver, desde el punto de vista relacional, con oda de la libertad w oda sobre la libertad: mientras que a presenta al régimen como limite de un sentido adlativo finitivo sin extensidn (y de ahi el citado matiz de “dedicado a’), de lo presenta como ‘arigen’ (de donde el matiz. de ‘contenido’ ‘que implica) y sobre como ‘situacién de ubicacién vertical positiva’, de donde ‘su matiz contextual de ‘en relaci6n con’, como veremos mas adelante; f) Cuan- do el régimen es un infinitivo y el regente un sustantivo designativo de una cosa ‘que se entiende como objeto de la accién designada por aquel, el significado di- ‘mensional externo “sentido adlativo finitivo sin extensién’ de a se contamina 93 lel matiz contextual que ha de ser, que debe ser, que va a ser’: “y es0, porque ‘me traen un domind nuevo a ensayar” (Cadalso, Cartas); programas a desarro- Mar, asuntos a tratar, Como sabemos ya, en esta distribucién la preposicién a puede ser sustituida por las preposiciones de, para y por (temas a estudiar] te- ‘mas de estudiar! temes para estudiar! temas por estudiar), con cambios semin- tico-lingiisticos més 0 menos dristicos: en temas a estudiar, el infinitivo estu- diar se presenta como el destino inmediato de los temas, por el significado ‘sentido adlativo finitivo sin extensidn’ de la preposicién a; en temas de estu- diar, como ‘caracteristica interna 0 materia’, por la significacién ‘sentido abla- tivo sin extensién’ de la preposicién de; en temas para estudiar, como ‘finali- dad’, por la significaci6n ‘sentido adlativo initivo con determinacién del limite’ de para; en temas por estudiar, como *pendientes de’, por la significacién “trdnsito’ de la preposici6n por; g) Si el regente designa un objeto concreto, ge- neralmente manipulable, y el régimen designa parte del cuerpo, lugar en que se sitiia algo, etc., entonces el significado dimensional externo del complemento desarrolla un matiz contextual de ‘ubicacién puntual’: “Viste sombrero ancho, chaqueton al hombro, faja y zahones” (S. y J. Alvarez Quintero, Genio), “Entonces fueron ya desnudos con wna pica al hombro” (Baroja, Amores): “Los viejos van en mangas de camisa, con faja al vientre” (Cela, Alcarria); “Ahora ‘Carmen se habia puesto la blusa por encima del traje de bafio, recogiéndola con tun nudo ala cintura” (Ferlosio, Jarama). Parecido sentido se conseguiria con la Preposicion en (una pica al hombro/ una pica en el hombro), que expresaria la complementacidn sintictica indirecta de forma sensiblemente distinta: mientras {que en pica al hombro los elementos relacionados se encuentran yuxtapuestos, ‘por la significacién ‘sentido adlativo finitivo sin extensién’ de a, en pica en el ‘hombro, el sustantivo ef hombro se presenta como encuadre o marco donde se localiza el sustantivo una pica, por la significacién dimensional externa ‘situa- cciGn de ubicacién absoluta’ de la preposicién en; h) Cuando el regente es un sSustantivo que designa achaque (enfermedad, afeccion, indisposicién) y el ré ‘men un sustantivo designativo de parte del cuerpo, entonces la yuxtaposicion ‘que resulta de la significacién ‘sentido adlativo finitivo sin extensidn’ del com- plemento desarrolla el matiz contextual de “zona u drgano afectado’: “surgieron las gentes conocidas de la comarca. El viejo Calupiia, Melchor Santos y sus dos hijas buenas mozas, el mono gritén que suftia dolor a la paleta” (lexza, Huasi- “Tiene wn catarro a la nariz” (Dice. Hist); “Padece de retima a los fambién podrian emplearse aqui las preposiciones en y de (enfermedad a {os ojos! enfermedad en tos ojos! enfermedad de los ojos), sin aparentes cam- bios designativos, pero con dristicas alteraciones en la forma de significar la re- lacién sintéctica indirecta: Ia significacién ‘sentido adlativo finitivo sin exten- sidn’ de a presenta el régimen como punto o zona a la que se ataca; la “4 significacién ‘situacién de ubicacién absoluta’ de en, como émbito invadido por | enfermedad; y la significacién ‘sentido ablativo sin extensién’ de de, como ‘contenido del mal, como caracteristica’; i) Cuando el regente es un sustantivo «que designa ingenio que se mueve mediante una determinada fuerza motriz y el régimen un sustantivo que designa precisamente esa fuerza, entonces la signifi- cacién ‘yuxtaposicién’ 0 ‘puntualidad” que implica el contenido dimensional externo del complemento indirecto se contamina del sentido “que funciona con’, “que se mueve a fuerza de": cocina a gas, motor a gasolina, barco a vela, md- {quina a vapor; “adentro parece como estar en una cabaiia, y Con limparas @ gas y en las mesas simples velas” (Puig, El beso). Lo més normal es que estos com- plementos se expresen en espafiol mediante la preposicién de (cocina de gas), {que significa la relacién sintictica indirecta de forma diametralmente opuesta a como la significa a. Mientras que con esta preposicidn el regente se sittia junto al régimen, de donde resulta el matiz dindmico ‘que funciona a fuerza o al con- tacto con’, con la preposicién de dicho regente se presenta simplemente como “oriemtado desde el régimen’, y de ahi que éste se entienda mas como caracteris- tica descriptiva que como energfa; j) Si el regente es un sustantivo de sensacién (olor; sabor, gusto, peste), la significacién invariante ‘sentido adlativo finitivo sin extensién’ del complemento desarrolla un matiz.contextual de ‘parecido a’ 0 “como el que emana o produce’: “Habia un olor agradable a humedad y a hier- ‘ha’ (Baroja, Amores); “Un gran olor a heno, aspero abajo, purisimo arriba (J R. Jiménez, Diario); “Un olor a gran sol descubierto, a viento rizdndose” (Alei- xandre, Historia); “Y el nifio rompié un extrano olor a clavel) reventando” (idem); “EI sabor a podrido que viene de alld salpica la cara mojada de Tacha” (Rulfo, Juan). Cuando se quiere presentar lo designado por el régimen como la fuente real de la sensacién designada por el regente, lo normal es que se emplee {a preposicién de (olor a clavel/ olor de clavel), por su significacién dimensio- nal externa ‘sentido ablativo sin extensidn’; k) Cuando el sustantivo régimen de- signa modo, manera, procedimiento, receta, etc., y el regente producto elabora- do, la relacion de “yuxtaposicién @ acomodacién’ que establece el significado dimensional externo ‘sentido adlativo finitivo sin extensién’ de @ entre ambos desarolla un matiz contextual de “modalidad’ o ‘en la forma de”. “Mediante el concepto de conformidad se puede expresar ef modo 0 manera de ejecutar una cosa” (Cuervo: 1954: s. v. a): “Eran las serenatas a la manera espanola” (Da- rio, Cuentos); “No podia ser el amante a la alta escuela” (Baroja, Amores); “Hubo gaitas, tamboriles, flautas, bandurtias y vihuelas/ fuegos a fa valenciana) y danzas a la aragonesa” (A. Machaxlo, Campos); “viven aqui en pisos suaves a la moda del momento” (J. R. Jiménez, Diario); “un viejo medio desdentado, con gafas y la chaqueta @ la forera, habla con el viajero” (Cela, Alearriay, “Préstamos a corto plazo y alto interés a los campesinos del estado de Puebla” 95 (C. Puentes, Artemio). En algunos de estos contextos, es factible sustituir La preposicién @ por la preposicion de (amantes a la alia escuela/ amantes de la alta escuela), alterdndose drasticamente la forma de expresar la relacién sintéic- tica indirecta: en amantes a la alta escuela, e significado “sentido adk tivo sin extension’ ce a presenta un efecto semdntico de “acomodacién’ o ‘a la manera de’; en amantes de la alia escuela, 1 significado dimensional externo ‘sentido ablativo sin extensién’ de la preposicién de presenta el régimen, no 10 modalidad, sino como ‘origen’; 1) Si el régimen es un sustantivo que de- signa sustancia o materia con la que se ejecuta el regente, la mencionada signifi- cacién externa de a se contamina del matiz contextual ‘a base de’ o ‘procedi- ‘miento’: “Decoran las paredes con retratos al dleo de los ilustres antepasados de Ja familia” (S. y J. Alvarez Quintero, Genioy; “Ensayo general de comida al car- én, con algiin toque de color” (J. R. Jiménez, Diario); m) Cuando el mismo sustantivo aparece desempefiando la funcién de regente y la de régimen, el com- pplemento que nos ocupa desarrolta dos sentidos contextuales distintos: ma) Un sentido distributivo, cuando se trata de un sustantivo numeral: “Cogia de la ban- deja los vasos, cuatro a cuatro, con tos dedos” (Ferlosio, Jarama); “Fanatico del Santafé desde nifio, no pudo disfrutar del aguardiente por la rabia del empate: dos a dos” (Garcia Marquez, Noticia); mb) Un sentido de ‘junto a’, cuando se trata de un sustantivo designativo de parte del cuerpo: “los negros, alados de dos cn dos, lomo a lomo, esperaban la muerte por armas de filo” (Carpentier, El rei- “Vaya un palique que tenéis, mano a mano, ali los dos” (Fetlosio, Jarama), “Hombro a hombro pelearon una vez a la policia” (Borges, Aleph); “Cuando lle= a Irena a casa se encuentra frente a frente con el psicoanalista” (Puig, El beso). El complemento indirecto hasta-sustantivo 253. La VARIANTE SINTACTICA SUSTANTIVO EN CASO RECTO-HASTA SUSTAN- ‘TIVO Y SU VARIACION CONTEXTUAL, En el sintagma nominal sustantivo en caso recto-hasta sustantivo, la significacién dimensional externa ‘sentido adlativo finitivo con extensién’ del término complementario hasta presenta el régimen como punto final de la extensidn recorrida por el sustantivo regente. Tres son sus sentidos contextua- les més frecuentes: a) Con un régimen designativo de lugar, desarrolla un ma- tiz, contextual de “extensién espacial que termina en un punto final absoluto”: “Una caminata hasta la playa” (Ayala, La pata de la raposa); “Cerca los n0- vios, de pie, recibiendo los parabienes de los que Hegaban, y tratando con el ‘dueio del nico automévil de alquiler que habia en la aldea del precio del viaje % asta la estacidn de ferrocarril” (Sender, Réquiem); b) Con un régimen desig- ative de tiempo, desarrolla un matiz contextual de ‘duracién que termina en ‘un punto final absoluto': “La voy contando mis aftos de Cuna, mis trabajos Justa salir con bien de la casa det amo” (3, Fernindez Santos, Cabrera); c) ustantivo regente es el sujeto gramatical, entonces la significacion finitivo sin extensién’ del complemento se entiende como ‘cantidad limitada por su extremo superior que aleanza dicho sujeto’: “Hasta que un dia hasta los muertos nos moriemos del todo” (Unamu- ‘no, San Manuel); “Hasta el rebuzno de Platero se hace tierno bajo 1a dulce ear- ga llovida” (J. R. Jiménez, Platero); “Hasta los curanderos mis audaces la abandonan a su suerte” Garcia Marquez, Del amor). Como sefala J. Martinez Alvarez (1987: 303), “puesto que el sujeto Iéxico es pura especiticacién refe- rencial del sujeto gramatical y no es necesario para que exista la oracién, los ‘grupos con hasta funcionan més bien como atributos de ese sujeto gramatical”. Dado que el elemento que ocupa el titimo lugar de la serie (expresado por el {érmino de Ia preposicién) designa una persona, un animal o una cosa poco dada a realizar la acciGn designada por el verbo, este complemento indirecto cconfiere al sujeto gramatical 0 regente una extraordinaria fuerza expresiva, puesta de manifiesto siempre por los autores que se han ocupado del fenémeno. El complement indirecto de-sustantivo 254, LA VARIANTE SINTACTICA SUSTANTIVO EN CASO RECTO-DE SUSTANTIVO Y SU VARIACION DESIGNATIVA En el sintagma nominal sustantivo en caso recto-de sustantivo, la signi- ficaci6n dimensional externa “sentido ablativo sin extensién’ de la preposi- cién de presenta al sustantivo régimen como ‘punto desde el que se orienta’ el sustantivo regente. Se trata del complemento indirecto més frecuente del sustantivo en caso recto. Por eso, algunos autores le han atribuido un estatu- to sintictico distinto del que poseen el resto de los complementos preposi- cionales. “La preposicién de es la preposicién genuina en la subordinacion de sustantivos, de la misma manera que el genitivo latino, cuyas funciones ha asumido la preposici6n, era el CASO ADNOMINAL por excelencia” (Ferndndez Ramirez: 1986: 69). Ademés, siempre se ha supuesto que este de adnominal se encuentra enteramente desprovisto de significado: “olvidado el valor local o concreto que en un principio pudo corresponder (a esta preposi- ciGn), viene a usarse tan s6lo para reducir a cierta especie o individuo el nombre genérico” (Cuervo: 1954: sv. de). De aqui se ha pasado a suponer 97 indo es la de del adje yorka del sustantivo que intro= duce hasta igualarla a la de un término secundario andlogo a un sustantivo con adjetivos, temporalizacién por medio del verbo ser, d) puede constituirse con las mi mas preposiciones que introducen adjetivos en los elementos concordados con por, ¢) llega & ser sinénima de un adjetivo de su mismo lexema (hombre de ingeniolhombre ingeniaso)” (Aleina y Blecua: 1978: 938). En contra de las teorfas que niegan significado propio a la preposicién de que aparece en posicin adnominal, un andlisis rigurosamente semintico- ingUistico del problema nos pone de manifiesto que este sustantivo en caso oblicuo presenta en esta distribucién sintéctica la misma significacién di mensional externa que presenta en la distribucién adverbal; la significacién dimensional extema ‘sentido ablativo sin extensidn”. Precisamente, lo que ha confundido a los estudiosos ha sido la sutileza de esa significacion, que, al carecer de “extensién’ (frente a desde), establece una relacién de origen tan estrecha entre regente y régimen, que parece que éste se integra en aquél. in embargo, basla con que practiquemos una sencilla prueba de conmuta- cidn para que ese valor emerja con claridad, como comprobaremos a lo largo. de la descripcién de su variaciGn, Estas conmutaciones nos ponen de mani- fiesto que, a pesar de la opacidad semantica de este complemento, su signifi- cacién dimensional externa no es ni mucho menos distinta que la que pre- senta cuando aparece en posicién adverbal, Si, en una combinacién como casa de madera, ror ejemplo, parece que la preposicién de carece de signifi- ién, frente a frases como “Los nitas vienen de Paris”, donde presenta un significado de “movimiento de separacién’, no es porque exisian dos signos de en espaiol, sino por razones puramente contextuales. En la primera, el ignificado dimensional externo ‘sentido ablativo sin extensi6n’ se presenta en estado puro, por el cardcter estético del contexto. En la segunda, el signi- ficado dimensionél externo ‘sentido ablativo sin extensiGn’ mencionado de- sarrolla un matiz contextual de ‘movimiento de alejamiento fisico’, por el wricter dindmico del regente. Vistas las cosas asi, no hay la mas minima ra- 26n para atribuir al de adnominal un estatuto semantico-sintactico distinto al que tiene el resto de las preposiciones. Lo que caracteriza a de frente al resto de las preposiciores es su significacién dimensional externa, no la funcién sintactica general, Si la misma establece una relacién denotativa muy estre- ccha entre regente y régimen, a esta particularidad y solo a esta particularidad se debe. Por lo demas, la raz6n de su altisima frecuencia de uso hay que bus- 98 idad de la mencionada significacién dimensio- ‘unstancia extralingiistica de que la comunidad hispano- hablante haya preferido expresar la complementacién indirecta del sustantivo nis como “sentido ablativo sin extensiGn’ que a través de un significado eomo ‘sentido adlativo finitivo sin extensi6n’, “ubicacién absoluta’, etc. En la ilidad conereta del hablar, este complemento indirect del sustantivo se muestra tan sensible al contexto, que en muchas ocasiones una misma combi ‘acién puede interpretarse en sentidos l6gico-designativos distintos. Asi, por ejemplo, el complement indirecto de una casa abandonada de Ia frase “no puedo soportar la soledad de una casa abandonada” (R. Dario, Cuentos), puede entenderse como ‘pertenencia’, “causa”; el complemento indirecto de cura de ta frase “Pero ti crees que no tienes nada de cura” (Batoja, Amores), como ‘propio de’, ‘partitivo’; el complemento indirecto de los relampagos de {a frase “Ya s6lo el resplandor de los relémpagos reconocia al renegado” (J. Femandez Santos, Cabrera), como ‘causa’, ‘pertenencia’.. ‘Veamos a continuacién cuales son las orientaciones de sentido mas ha- bituales de este signo en el discurso, Desde el punto de vista de Ia naturaleza de la significacién primaria del régimen, podemos hablar de dos efectos con- {extuales distintos: A) Si el régimen preposicional es un sustantivo mostrati vo, s6lo 0 acompafado por un sustantivo descriptivo, el punto de origen de Ja relacién aparece tan destacado, tan individualizado en el universo del dis- curso, que la significacién dimensional externa ‘sentido ablativo sin exten- sin’ del complemento indirecto hace que la designacién del primer sustanti- vo se adscriba a la significacién del segundo: “Bajo la campana de la chimenea resucna reformado el ruido epiléptico” (Valle-Inclin, Divinas pa- labras); “vieron sobre la borda del barco la silueta melancolica del ruso” (Baroja, Amores); “Este nifio debfa tener en su boca la rosa mejor de la pri ‘mavera” (J. R. Jiménez, Diario). Por eso, en estas combinaciones, el ré men se entiende como “poseedor’, ‘cosa que incluye’, ‘lugar en donde’, “ju- risdiccién’, etc., segtin los casos; B) Si el régimen preposicional es un sustantivo descriptivo a secas, entonces el punto de partida de la relacion se siente tan abstracto, que la significacién ‘sentido ablativo sin extension’ de la preposicién de hace que la designacién de dicho régimen se adscriba a la significcién del regente: “Mi canto, si se proponeJ puede hacer del agua clara) un mar de complicaciones” (Alberti, Juan Panadero); “Ella tiene dinerito y abe hacer unas labores muy bonitas y unas hermosas tartas de manzana” (Mihura, Sombrero); “en el crepasculo tenia reflejos de color de vino” (Lafo- ret, Nada), De ahi que se hable en estos casos de sentidos ‘partitivo’, ‘de mate~ ria’, “de contenido’, “de cualidad’, etc, Estas dos grandes variantes de la combi- nacidn que nos ocupa adquieren matizaciones de sentido muy diversas 9, dependiendo del significado Iéxicn, de Ia denotacién y de la referencia de tos sustantivos implicados en el esquema sintictico, como veremos a continuacion, ‘A) Describamos, en principio, aquellos matices de sentido que desarro- Ha la primera de las variantes eitadas: a) Cuando el régimen preposicional es ‘un sustantivo designativo de lugar, el significado dimensional externo “senti« do ablativo sin extensién’ del complemento desarrolla un matiz contextual de ‘procedencia espacial’. Este matiz contextual espacial puede entenderse, fa su vez, en sentidos muy diversos segiin sean la significacién primaria y la referencia del regente: aa) Con un regente designativo de producto, cosa ereada o elaborada transportable, etc., el significado invariante ‘sentido ablativo sin extensién’ del complemento indirecto desarrolla un matiz. con- textual de ‘procedencia u origen”: “pica dos tagarninas juntas con su navaja de Albacete” (Valle-Inclin, Divinas palabras); “Los tulipanes de Harlem aparecen por todas partes de la ciudad” (Baroja, Amores); ab) Cuando el re~ gente se refiere a una cosa fijada en el espacio designado por el sustantivo régimen, entonces el significado dimensional externo del complemento oe recto que nos ocupa desarrolla un matiz. contextual de “lugar en donde’: servia de sacristén como cultivaba las legumbres del huerto” (Dario, Cuen- tos); “Larrafiaga cont6 c6mo habia estado una noche en una de las tabernas de aquellas calles” (Baroja, Amores). Este mismo sentido contextual de “am- bito al que pertenece o donde se encuentra algo” desarrolla la mencionada significacién dimensional externa ‘sentido ablativo sin extensidn’ en contex- tos metaféricos como los que siguen: “Me asomo entonces a tu fina piel. al secreto visible de tu frente donde yo sé que habito” (Aleixandre, Historia); “Libre la mar, libre él viento, ta paz erguida en los campos! tranquilos del pensamiento” (Alberti, Juan Panadero). El semtido locativo det contexto permite que la preposicién de pueda ser conmutada, sin grandes cambios re- ferenciales, por la preposicién en: la plaza de la ciudad) la plaza en la ciu- dad; et secreto de tu pensamientol el secreto en tu pensamiento. A pesar de cesta aparente sinonimia referencial, los cambios en ta forma de expresar la relacion sintactica indirecta son radicales: de expresa la relacién presentando cl primer sustantivo orientado desde el segundo; de ahi que las frases la pla- za de la ciudad y el secreto de tw pensamiento no se refieran tanto a la idea ‘que esta en” cuando a la idea “que pertenece a’, En, por su parte, se limita a cencuadrar el primer sustantivo en el ambito del segundo. Por ello, las combi- naciones la plaza en la ciudad y el secreto en tu pensamiento se entienden como meramente situativas; ac) Si el regente es un nombre designativo de cargo, dignidad, empleo, etc., entonces el significado dimensional externo {que nos ocupa desarrolla el matiz. contextual de ‘jurisdiccién donde se ejerce 100, ¢1 cargo’: “San Agobardo, obispo de Lyon, esti mal informado” (Dario, Cuertos); *Y el senor cura de Contla habia dicho que no” (Rulfo, Péramo); b) Con un régimen designativo de tiempo (mes, ario, primavera), se conta- mina el complemento indirecto de-sustantivo del sentido contextual ‘ubica- temporal’: “Los europeos del siglo presente estén insufribles con las S que amontonan sobre la era en que han nacido” (Cadalso, Cartas); ila tristemente todavia fos olivares de la madrugada” (J. R. Jiménez, Diario; “Un sol casi melodioso, irisado, benévolo, en aquellas lentas tardes de marzo” (Aleixandte, Historia); “terminé la reunién de la manana con dos 0 tres sugerencias de rutina” (Garcia Marquez, Det amor). En algunos de es- tos contextos, el sentido de ‘localizacién temporal’ que implica el contexto determina que sea posible la sustitucién de la preposicién de por la preposi- cién en (hojas secas del otono! hojas secas en et otona), 'o que haria cam biar radicalmente fa forma de expresar la complementacién indirecta. Como antes, el hecho de que de presente el regente como orientado desde su térmi: no provoca que ¢l complemento de la combinacién hojas secas de o1ofio se entienda en el sentido de “propias de esa época’, en tanto que el hecho de que en presente su regente como encuadrado estiticamente en los limites de su régimen provoca que el complemento de hojas secas en el otono se en~ tienda en el sentido de mero encuacre temporal. Podria decirse que el com- plemento de aquélla es esencial y el de ésta circunstancial; c) En la combina- cin a eso de-sustantivo designativo de hora, aio, parte del dia, época, toda la expresién se especializa en un sentido de ‘aproximaci6n temporal”: “Hace rato, como a eso de las once, éramos veintitantos” (Rulfo, Llano); “Los ami- 08, a eso de las ocho y media o nueve hacen un alto” (Cela, Alearriay; d) Si el regente es un sustantivo que designa sustancia que se extrac 0 saca de algo y el régimen un sustantivo que designa el producto que sc extrae de esa sustancia, entonces el significado dimensinal externo ‘sentido ablativo sin extensién’ del complemento desarrolla un matiz contextual de “fuente u ori- gen’: “Consolacién.- Bueno, la fama seré otra, pero ese es el zumo de limén” (S. y J. Alvatez Quintero, Genio); “Resisto ef humo del puro del fraile” (3. R. Jiménez, Diario); e) El mismo sentido de “fuente u origen’ desarrolla el complemento nominal que nos ocupa cuando el regente es un sustantivo de- signativo de sensacién (friura, olor, calor) 0 fendmeno (clamoreo, resplan- dor, ruido, rumor, brisa, grito, eco, mtisica) y el régimen un sustantivo de- signativo de cosa que produce tales sensaciones o fenémenos: “Estas negruras del agua estancada me dan el vértigo” (Baroja, Amores); “Entran en ella los gritos de los ninos y salen de ella los gritos del pastor semiterri- ble” (J. R, Jiménez, Diario); “Wuela y se aleja el zumbido del bosque” (Alei 10 xandre, Historia); £) Cuando el sustantivo rege provoca la cosa designada por el sustantivo régimen, e! significado dimen- sional externo ‘sentido ablativo sin extensidn’ del complemento indirect, desarrolla un matiz contextual de ‘causa’: “Tengo ef horror de la que ;Oh Dios! tendré que nombrar: la muerte” (Dario, Cuentos); “Venian a ser las, victhmas propiciatorias de la erueldad general” (Baroja, Amores); “Es que Hevo unos dias durmiendo mal, con los nervios de venir y eso” (Martin Fragmentos). Este sentido contextual de causa hace que de pueda er sustiluida en estos contextos por la preposicién por (la alegria det champéni la alegréa por el champdn), alterando sensiblemente la forma de expresar la relacién indirecta: en Ja alegria del champdn, el regente se ve como orientado desde el régimen, y de ahi su matiz de ‘origen estatico’; en la alegria por el champdn, el regente se presenta transitando por el ambit del régimen, y de ahi el matiz de ‘medio a través del cual’. Si el regente es un sustantivo de afecto, como horror, miedo, pavor, la preposicién de pue- de conmutar también con la preposicién a (horror de la muerte! horror a Ja muerte), sin grandes alteraciones designativas, pero con cambios semi tivo-sintacticos redicales: mientras que en horror de la muerte el sustant vo horror se entiende como ‘que procede de’, en horror a la muerte, se en- tiende como “punto hacia el que se orienta el sentimiento designado por el egente’; g) Si el regente designa una parte de la cosa designada por el r gimen o algo que se le atribuye habitualmente, entonces el significado di- mensional externo ‘sentido ablativo sin extensién’ del complemento desa- rrolla un matiz contextual de ‘pertenencia 0 adscripcién’. Segin la referencia concreta de los elementos implicados en el sintagma nominal, podemos distinguir las siguientes subvariantes de esta variante gener: El regente es un sustantivo designativo de parte del cuerpo (nariz, cabeza, boca, brazo): “la frente del sacristén en las losas levanta un eco de tumba” (Valle-Inckin, Divinas palabras); “Ella apoyaba la cabeza en ef hombro 0 en el pecho de José” (Baroja, Amores), El mismo sentido de adscripcién 0 de pertenencia presenta este complemento cuando estos mismos sustan vos se relacionan con cosas: “es ef corazén de la maquina, que hace tic- tac” (idem); “El claro oro de Ia luz de las cinco, se dilata inmensamente, como si fuera ef alma ansiosa de la tarde” (J. R. Jiménez, Diario); gb) El regente es un sustantivo que designa parte o elemento (color, campana, rueda) de la cosa designada por el régimen: “en su enfermedad se tornaban del color del azafrdn (Dario, Cuentos); “Una franja de luz amarillenta dora los tejados y las copas de los drboles verdes” (Baroja, Amores); gc) El re- gente es un sustantivo que designa zona 0 fase (fondo, comienzo, entrada, le designa el efecto que 102 horde, umbral, final) de la cosa designada por el sustantive que ac- {a como régimen: “Marica del Reino surge del fondo de la cocina” (Valle- Inclin, Divinas palabras); “Olor abierto, inmenso, hasta los tiltimos limites el alma” (J. R. Jiménez, Diario); “A un lado del camino solian reunirse los viejos” (Aleixandre, Historia). De esta distribucién det complemento indi- ecto que nos ocupa, se pasa con facilidad a aquella otra en que el regente es lun adverbio o una preposicién, como se verd luego; gd) Cuando el sustanti- Vo regente designa cantidad, entonces el contenido dimensional externo ‘sentido ablativo sin extensién’ del complemento se contamina de un mati contextual ‘partitivo o de separacién de una parte del todo’: “no habia en casa uno solo de los antiguoy sirvientes” (Dario, Cuentos); “Cualquier de las dos cosas por la que me decida dejaré amargura y arrepentimiento” (Ba- roja, Amores). Pertenece a este apartado La combinacién de esos que encon- ramos en expresiones enfiiticas como “Era un cazador furtivo de esos que cazan venados en el Coto de Dorana” (J. R. Jiménez, Platero); “Entique se hospedaba en uno de esos hoteles que ef estado dispone para los aulaces y bribones” (Arlt, Juguetey, “Pero, jun teléfono de esos por los que se puede Jamar a los bomberos?” (Mihura, Sombreros). Si el regente implica uno de {os sustantivos mostrativos numerales relatives mds o menos, el mencionado significado dimensional externo del complemento puede desarrollar dos ma- tices contextuales distintos, segin la estructura del sintagma: gda) Si el re- gente aparece individualizado en el universo del discurso mediante el tradi- cionalmente llamado articulo y acompanado de un adjetivo, dicha ificacién dimensional externa presenta un sentido contextual ‘pattitivo’ similar al de los textos anteriores: “Yo soy de Florencia, pueblo que ha pro- ducido los pintores més exquisitos de? mundo” (Baroja, Amores); “Don Ro- sario.- Esta es da habitacién mds bonita de toda la casa” (Mihura, Sombre- ros). “Estos superlatives se Haman partitives porque forman una parte 0 especie particular dentro de la clase 0 colecciGn de seres a que se refiere. Llémanse también superlatives de régimen, porque rigen, esto es, llevan siempre expreso o ticito, un complemento compuesto de la preposicién de entre y del nombre de la clase” (Bello: 1981: 229). Si como dice la gramati- ca tradicional, en estas frases se percibe un matiz superlativo, ello se debe més a la mencionada singularizacidn del regente y al hecho de que el régi- men se refiera a la clase, a la totalidad del conjunto (de ahi que envuelva tan frecuentemente el sustantive todo), que a razones sintacticas 0 morfolégicas especificas. La preposicién de de estos contextos podria sustituirse, sin alte- tar sustancialmente el sentido general de la frase, por la preposicién en (la tabitacion mas grande de la casa} la habitacién més grande en la casa) 0 103 nire (el nitto mas listo de todos) el ninto mds listo entre todos). A pesar de esas semejanzas referenciales, la forma de expresar la complementacién indirecta es, obviamente, distinta: mientras que de presen- ta el régimen como ‘origen’, en lo presenta como ‘situacién de ubicacién ab- soluta’ y entre como ‘situacién de ubicacién limitada’; gdb) Si el regente ‘nds (0 menos) aparece en el universo del discurso sin individualizar y el ré- zimen presenta un sentido cuantitativo, entonces la significacién dimensio~ nal externa ‘sentido ablativo sin extensién’ del complemento de sustantivo desarrolla el matiz de ‘punto de partida de la cuantificacién relativa del re- gente’: “Son hermanos y ambos tienen mds de sesenta afios y menos de se- tenta y cinco” (8. y J. Alvarez Quintero, Puebla); “En lo que vengo a can- tary de diez palabras a veces/ sobran mdy de la mitad” (Alberti, Juan Panadero), Dado que el primer sustantivo se concibe aqui como una mera continuacién de la cuantificacién expresada por el segundo, queda excluida la posibilidad de 1a conmutacién con en, que superpondria ambas cantida- des: més de veinte aftos, pero no *mds en veinte aiios (con el mismo sentido, ‘se sobreentiende) Con lo que si podria alternar aqui la preposicién que nos ‘ocupa es con el sustantivo relativo que (mds de veinte arios/ mas que veinte anos), alterando radicalmente la estructura sintéctica del enunciado: de com- plementa el regente de forma indirecta, presentando el régimen como ‘punto de partida externo” de su cuantificacién. De ahi su sentido puramente nume~ ral. Que, especificado directamente por el elemento que viene a continua~ cién, complementa el regente de forma directa, superponiendo su significa~ cidn a la significacién nominal de aquél, de donde resulta el sentido ‘comparativo que se aprecia; ge) Cuando el régimen es el mismo sustantivo ‘que cl regente, el matiz partitive que desarrolla el significado dimensional ‘externo ‘sentido ablativo sin extensi6n’ del complemento adquiere una enor me fuerza expresiva: “Llegaris al hondén del tedio de la existencia, al pozo de vanidad de vanidades” (Unamuno, Del sentimientoy; “Somos tos cristia- nos, deefa el apéstol, el cuerpo de Cristo, miembros de él, carne de su carne xy hueso de sus huesos” (idem). Como es obvio, la fuerza superlativa de estas frases viene determinada por el hecho sintéctico de que subordinemos toda tuna clase de personas, animales o cosas (la designada por el término ré ‘men) a un individuo de esa clase: gunos de estos casos, es factible cciGin entre (rey de reyes/ rey entre reyes), alterandose asi de forma sustancial la forma de expresar ka complementacidn indirecta. Como sabemos, en rey de reyes el primer sustamtivo aparece orientado desde el segundo, y ello de- termina la intima dependencia que existe entre ambos; en rey entre reyes, el 104 segundo susta ente como encuadre de limites maltiples del primero, y de ahi que la relaci6n entre ambos elementos sea menos inti nw que antes; gf) Con un regente designative de cosa material (libro, casa, coche, dinero, tierra) y un régimen designativo de persona, la significacién dimensional externa ‘sentido ablativo sin extensién’ del término comple- ientario se contamina de-un matiz contextual posesivo, dado que esa es la principal relacién légico-designativa que imaginamos entre las personas y lus cosas: Una mocina.- Mi pacre muele doce horas en ef molino de Andrés” (Valle-Inckin, Divinas palabras); “Entraron en la cémara del capi- tin" (Baroja, Amores); “Un viento barria los sombreros de las viejas yeftoras” (J. R. Jiménez, Diario), Aunque “estos complementos se emplean cen reemplazo de los pronombres posesivos” (Cuervo: 1954: s. v. de), sus va- lores sintécticos no pueden idemtificarse totalmente con los de éstos, como sabemos ya: casa de nosotros y casa nuestra implican significados relacio- nales en parte distintos. En la combinaciGn casa de nosotros, el sustantivo de primera persona plural aparece en caso recto y actiia como complemento di- Feeto, como concrecion del punto de origen implicad en el esquema semin- tico de la preposicién de, En la combinacién casa nuestra, el signo de pri ‘mera persona plural aparece en caso oblicuo genitivo, y, por tanto, acttia ‘como complemento indirecto del sustantivo que lo rige. Aunque ambas ‘construcciones pueden usarse para expresar una misma relacién pragmética de “posesién’, sus valores seménticos internos son en parte distintos. Diga- mos, por tanto, que la lengua espafola dispone, entre otros, de dos procedi micntos seméntico-sintacticos distintos para expresar la relacién extralin- giistica de “posesién’. Aunque ambas formas seménticas aparecen en todos los registros del espafol, segin las zonas, se muestra preferencia por una u otra. Asi, en el espaol popular de Canarias y de Hispanoamérica, se prefie- ‘en las construcciones preposicionales, en tanto que en el espafiol normative son mais usuales las formas posesivas. Lo que hay en espafol, pues, no son dos sistemas de pronombres posesivos distintos (uno analitico, propio del es- pafiol meridional, y otro sintético, propio del espatiol septentrional), como se ha Ilegado a afirmar a veces, sino dos formas gramaticales parcialmente dis- tintas de expresar la relacién lgico-designativa de “posesién’, formas que tienen una frecuencia de uso diferente en los distintos dominios del idioma. Se puede incluso dar el caso de que ambos tipos de formas aparezcan simul- tineamente en un mismo nicleo, para conjurar posibles aml signativas: “Don Cecilio.- En sus manos de usted lo dejo, Concha” (S. Y J. Alvarez Quintero, Puebla); “Es que su padre de usted, amigo mio, tenia un rio de soterrafio en el espiritu” (Unamuno, Del sentimiento). Lo que hay en estas frases es una doble complementacién indirecta de un mismo sustanti- 105 vo, doble complementacién que solamente presenta la particularidad de que ¢s correferencial: primero, el sustantivo en caso oblicuo sw lo complementa como “genitivo’; segundo, el sustantivo en caso oblicuo de sustantivo lo ‘complementa como ‘sentido ablativo sin extensidn’; ge) Si el regente prepo- sicional de estas mismas combinaciones, en lugar de ser un sustantivo mate- rial, es un sustantivo designativo de fenémenos abstractos, como accién, ‘comportamiento, sentimiento (dolor, voz, violencia, éxito, audacia, conver- ssacion, célera), entonces el significado dimensional externo ‘sentido ablati- vo sin extensidn” del complemento, en lugar de entenderse en sentido “pose- inde en el sentido de ‘comportamiento’, hasta el punto de que ivo: “Pedro, lo. “Burlas de un réprobo no afrentan” (Valle-Inckin, Divinas palabras); ‘Su marido se aprovechaba de todo el trabajo y del éxito de su padre” (Ba- si, los suerios de estos muertos se oyen” (J. R. Jiménez, Diario); gh) Cuando el regente es un sustantivo designative de cualidad (belleza, dulzura, atractivo, pobreza, injusticia, libertad, palidez), el signi- ficado dimensioral externo ‘sentido ablativo sin extensién’ de complemen- to que nos ocup: desarrolla un matiz contextual “atributivo’: “Esta es fa dulzura de los paises protestantes” (Baroja, Amores); “Mas a pesar del destartalamiento y pobreza de los muebles, se vein acd y alli una nota de cuidado” (Azorin, Lecturas); “El mayor atractivo de América es el encanto de sus cementerios” (J. R. Jiménez, Diario). El hecho de que el término nu- lear se reficra a una cualidad o caracteristica del término complementario determina que estas construcciones admitan transformaciones atributivas del tipo fa brillantez del sol——>sol brillate, con una alteracién radical en las feluciones sintacticas: mientras que en [a brillantez del sol existen dos bases eminticas auténomas (la brillantez y del sol), que se telacionan de tal modo que li primera se orienta desde la segunda, por el significado dimensional exlerno “sentido ablativo sin extension’, en sol brillante solamente hay una hase nominal (cl elemento que antes funcionaba como adyacente de ta pre~ povicidn), a la que se afade una nota semantica simple, que aporta el ele- ‘nento léxico que antes funcionaba como regente, categorizado ahora como ‘udjetivo, De aht las sensibles diferencias de sentido que se aprecian en am- thus frases; gi) Cuando ef régimen es un nombre propio © un nombre comin dolerminado y el regente un sustantivo de valoraci6n o cualidad 0 wn sintag- fo nominal constituido por un sustantivo mostrative determinado (sobre odo, por el articulo) y un adjetivo en concordancia con el mencionado sus- wotivo régimen, el sentido de ‘adscripeiGn de la referencia del término au- ‘clear a la referencia det término complementario’ determina que el signi Mio dimensional externo ‘sentido ablativo sin extension’ de éste desarrolle, 100. como antes, un matiz atributivo, hasta el punto de que aquél se siente como {nora valoracin o calificacién del referente de éste: “Ese desdichado de Don Cosme ha ido a proteger a uno de su cuerda” (Baroja, Amores); “Lo que no (womprendo es eémo ef bestia del padre se oponia en aquella forma” (Ayala, Troterasy; “Ya esti la bruja de Angustias estropedndolo todo!” (Laforet, Nada); “Pues placas venian seis, pero una se la cargé esta mafiana ef aroma do de Ricardo” (Ferlosio, Jarama), La claves de este sentido tan particular del sintagma nominal que nos ocupa hay que buscarlas en los siguientes he- chos contextuales. Primero, en que la determinaci6n del segundo susta hos obliga a adscribir la referencia del primero a la referencia de aquél: i. ¢. Jo designado por el nticleo de la construccién se considera incluido en lo de- signado por el régimen preposicional. ‘Tenemos asi que la referencia del se- gundo sustantivo, sintécticamente subordinado, es més abarcadora e impor- ante que la referencia del nticleo del sintagma nominal: en el bueno de Vicente, el elemento referencialmente mas completo o abarcador es el com- plemento Vicente. Segundo, en que el caricter cualitativo o valorative de referencia del sustantivo regente nos obliga a considerar a éste como atributo de la referencia a la que aparece adscrito. Por lo tanto, esta adscripeién no puede interpretarse ahora como “posesidn’ ‘fuente’, ‘lugar en donde’, etc., sino como atribucién, mas 0 menos en la linea de sintagmas del tipo la belle- 2a del cuadro, Tercero, en el hecho de que ef bloque nominal cualitativo o valorativo, al concordat, por lo general, en género y niimero con el sustanti- vo complementario, nos obliga a interpretar dicho bloque semintico, no ‘como parte delimitada (i, e., con relerencia propia) e independiente de la re- ferencia del segundo sustantivo (como sucede en el caso de la belleza del cuadro), sino como mera valoracién del mismo. Razén tiene la Academia (1970; 149) cuando dice: “Se usa con particular gracia (la preposicién de) centre dos nombres que parecen aplicados a dos personas distintas, aunque en realidad se refieren a una misma”. Asf pues, presentar el atributo de un sus- tantivo como elemento sinticticamente independiente y primario de dicho tantivo, que pasa, a su vez, a desempenar el modesto papel de término se- io de ese atributo, es la caracteristica més destacada de este sintagma iil y la que proporciona la fuerza expresiva 0 ponderativa que lo carac- . “La pretendida anomalia de estas construcciones se basa en conside- raciones de sustancia. Son las relaciones en la situacién real entre las sustan- cias a las que se refieren los dos sintagmas nuclear y adyacente las que producen esa extraiieza de la construccién, pero la contruccién formal en si no tiene nada de particular” (Alarcos: 1978: 317). Precisamente, el efecto de sentido mencionado mas arriba es lo que ha llamado la atenci6n a los estu- 107 diosos, como vemos en él siguiente partafo: “Una particular construccién con de lleva como nicleo un nombre que simultineamente acttia como apo- sicién valorativa y especificadora del sustantivo que funciona como término de la preposicién de. Se emplea en frases enfiticas para encarecer la canti- dad, intensidad, o por el contrario en frases peyorativas, afectivas, etc.” (Al- cina y Blecua: 1975: 943). El hecho de que en esta variante tan particular del sintagma nominal sustantivo-de sustantivo no haya més que un sélo bloque referencial (el aportado por el régimen preposicional) no implica, ni mucho ‘menos, que nos encontremos ante una construccién sinénima de las de com- plemento nominal directo o aposicién, como sefialan los mencionados Alci na y Blecua en el parrafo citado: la combinacién ef bueno de Nazaria, por ejemplo, presenta una estructura sintictica radicalmente distinta de la com= binacién ef buen Nazarin, que vemos en una frase como “Una noche del mes de marzo, hallabase ef buen Nazarin en su modesta casa profundamente en meditaciones deliciosas” (Gald6s, Nazarin). En la primera, los dos sintag- ‘mas nominales del texto aparecen relacionados indirectamente, a través de la significaci6n dimensional externa ‘sentido ablativo sin extensién’ de la pre- posicidn de: i. e., el micleo se presenta como orientado desde el complemen- 10, Por ello adscribimos el primero al segundo. Este hecho sintéctico, unido ala circunsiancia de que la cosa adscrita sea una cualidad o una valoraci6n de la cosa a la que se adscribe, determina el matiz ponderative mencionado. En la segunda, la relacién sintéctica es directa, y, por tanto, el sustantivo su- bordinado se ve como simple redenominacién identificadora del sustantivo nuclear, como en tio Juan, por ejemplo. De ahi su cardcter puramente repre- sentativo. Tampoco puede confunditse la variante sintéctica que analizamos ‘con su correspondiente transposicién adjetiva: una cosa es ef desdichado del niito, por ejemplo, y otra muy distinta el desdichado nifio 0 el nitio desdicha- do, Frente a la primera combinacién, donde hay dos bloques nominales rela- cionados mediante 1a significacién dimensional externa comentada, en las dos siguien‘es solamente hay un bloque nominal y la atribucién de una nota semintica simple a dicho bloque; en ef desdichado nifio el atributo actiia como valoracién externa de! sustantivo; en el niito desdichado, como restric cidn seméntica interna, como se vera mas adelante; gj) Si el sustantive re- gente desigaa el producto de una actividad (libro, cwadro, obra de artesania) y el régimen alude a la persona que ha realizado ese producto, tendemos a Aatribuir al significado dimensional externo “sentido ablativo sin extensién’ del complemento que consideramos un sentido contextual de ‘autoria’ o ‘he- ‘cho por’, en cierta manera intermedio entre el sentido posesivo de una frase 108 como casa de Juan y el sentido agentivo de una frase como la Uegada de Juan: “Larrafiaga conocia la vida y los estudios de este sabio holandés” (Bax f0)a, Amores); “Basta leer la obra de Cervantes para ver cémo el autor se Va \dentiticando poco a poco con el personaje” (Azorin, Lecturas); ek) Cuando ‘ol regente es un sustantivo designativo de parentesco o relacién personal (hijo, padre, camarada, paisano, compadre, esposa, rey, stibdito) y el régi- men un sustantivo designativo de persona, el significado dimensional exter» no mencionado introduce el elemento con el cual se establece la relaci “La difunta era hermana de mi hombre” (Valle-Inckin, Divinas palabras) iSoy de Alcalé, paisano de Cervantes” (Baroja, Amores); “Dota Cristina es la esposa de don Diego” (Azorin, Lecturas). En el uso metaférico, el régi- men preposicional podria ser también un sustantivo designativo de ente ani« mado: “Flechero de la mafana,/ hijo del aire, disparo/ que siempre da en la diana” (Alberti, Juan Panadero); “Soy hijo de una patria triste] y hermosa como un suefio de piedra y sol” (Otero, Pido la paz). Este mismo sentido de parentesco 0 relacin personal adquiere el significado invariante de la prepo- sicién de cuando se combina con nombres propios de mujeres ¢ introduce el apellido del marido de éstas, como en el caso de Juana Gonzalez de Sdnchez; gl) Cuando el sustantivo regente designa profesién o condicién la boral (soldado, jornalero, obrero, marinero, eriado, capataz, mayordomo) cl régimen es un sustantivo designativo de persona, la significacién dimen- sional externa del complemento desarrolla el matiz contextual ‘que trabaji para’, “que esté al servicio de’: “Como en Suiza, Larranaga era el cicerone de las dos hermanas” (Baroja, Amores); “Es un gato aventurero, debe de set soldado de algin duque de Alba gatuno” (jdem); “Ese rostro siempre son- riente de Loreto, ef ayudante del general, se perdi” (C. Fuentes, Artemio); gm) Si el regente es un sustantive que expresa tendencia afectiva o aficién (forofo, simpatizante, fans, aficionado), ka sig “sentido ablativo sin extensin’ del complemento se contamina del sentido contextual “fuente u origen de esa tendencia afectiva o aficidn’: los forofos del Real Madrid, los fans de los Beatles; B) Pasemos a continuacién a analizar algunas de las matizaciones con ceretas de la variante sintactica sustantivo-de sustantivo sin determinar en {que lo designado por el régimen, por carecer de individualizacién en el uni- verso del discurso, se adscribe de alguna forma a lo designado por el primer sustantivo: a) Gran parte de los contextos posesivos, de pertenencia, etc., vistos antes pierden tales sentidos contextuales y desarrollan el matiz. més genérico de ‘propio de’, “como el que tiene’, “de esa condicién’, ete., cuando. cel sustantivo régimen aparece sin individualizar en el universo del discurso, Este sentido es especialmente frecuente cuando dicho régimen designa seres 109.

You might also like