You are on page 1of 12
ERIDADES, 2023, 53 (65): Pag. 61-72 bnttps:/ /doi.ora/ 10.24275/ tam /iet/desh /alteridades/2083¢39NG8 /Oxori0 El concepto de comunidad en los proyectos de intervencién comunitaria: disonancias, opacidades y rupturas* The concept of community in community intervention projects: Dissonances, opacities, and ruptures OSCAR OSORIO PEREZ** Abstract In this document, I suggest that Community research and intervention must go beyond conceptions based on chimertc models of communtty. defined as the group of People who share territory, history, customs, and in- terests. From an analytic-comparative perspective, the roots of the concept of community are explored, show~ Ing the heuristic capacity t0 think of t as a model of social relationship andl intersubjective action. A struc- turalist approach is proposed for the understanding of alll psychic, social, symbolic, and material relations: determinants for the functioning and reproduction of the community and therefore, determine the field of action for Community intervention projects Key words: community, community approaches, com- munity development, community research and inter vention, collective representations Comunidad: un concepto en tensién y disputa Resumen En el presente documento suglere que la investigacton eintervencién comunitaria deben superar concepciones amparadas en modelos quiméricos de comunidad. definicia como el conjunto de personas que comparten territorio, historia, costumbres © intereses. Desde una perspectiva analitica-comparativa se exploran|as raices del concepto de comunidad, mostrando la capactdad eurtstica de pensarla como un modelo de relactén so- cial y accion intersubjetiva. Se propone un enfoque estructuralista para la comprensién del conjunto de re~ laciones psiquicas, sociales, simbélicas y materiales, determinantes para el funcionamtento y reproducctén de lo comunttarto y, en consecuencia, precisar el campo dle aceién en los proyectos de intervencién comunitaria, Palabras clave: comunidad. enfoques de comunidad, desarrollo comunitario, investigacién e intervencion co- munutaria, representactones colectivas Ov entendemos por “comunidad” y cual es su vigencia? La comunidad a debate (L4sbona, 2005) ha reant- Cymado la vieja poléiniea acerca de si necesitamnos abreviar o ampliar el concepro de comunidad debido a To SSterovertcoe impreciso de sus significados, Pese a que la definicion de comunicad-especiaimente en elcampo fe la investigacion e intervencién comunitaria~ parece haber Iegado a su culminacién y de continuo se haga fculo recibido el 10/02/22 y aceptado el 09/08/22. jniversidad Autonoma de Tlaxcala, Facultad de Trabajo Social, Sociologia y Psicologia. Av. Universidad s/n, La Loma Xicotencatl, 90070, Tlaxcala, Tlaxcala . Elconcepto de comunidad en los proyectos de intervencton comunttaria derroche de su capacidad descriptiva y explicativa, en realidad es mas evidente la incertidumbre que provo- can sus ambiguos axiomas que su alcance heuristico y explicativo. El dulce sentimiento de realizacisn hace del concepto de commidad mas que una categoria analitica y conceptual una categoria gramatical estéril y engaflosa que se reduplica con espontaneidad al ignorar las aportaciones que los padres fundadores de Ja sociologia y la antropologia han hecho al respecte. No se trata ahora de superar el canon referido a las nociones de comunidad, sino de enfrentar las concep- ciones mas obtusas que en la actualidad se imponen ‘en los cireulos academicistas donde, cabe decir, dala impresién de que se desconocen rutas te6ricas y pers- pectivas metodolégicas aplicadas al concepto de co- munidad y, ademas, se ignora -o, simplemente, no se aplica el capital conceptual trazado por la sociologia y la antropologia fundacional de Ténnies, Weber y ‘Durkheim, El esfuerzo por definir el concepto de comunidad serelaciona de manera direeta conel énimo por precisar el campo de accién en los proyectos para el desarro- Mo € itervenci6n comunttarios; no es presuneién de conocimiento disciplinar, sino la fuente que define el impacto de su intervencién. En este sentido, Ia falta de precision conceptual del concepto de comunidad dificulta el estudio y conocimiento del espacio en que han de impactar las legislaciones, las politicas y Ios servicios; asi como la planificacin de proyectos de investigaciony programas de intervencién. Por supues- to, no se nlega el desfase que se da entre la realidad y Jos contenidos te6rico-conceptuales con que seaborda, comprende y explica la realidad. Es precisamente por Ja conciencia que se tiene al respecto que se impug- na el concepto de comunidad como concluyente; y de hecho, se presenta opaco e impreciso, generando suspicacias en torno a si, en efecto, puede existir una ‘comunidad con las earacteristicas que a su “naturale za" se le adhiere, Comunidad, algunas incertezas Quienes trabajan en los marcos de programas para Ja interveneién comunitaria han definido el concepto de comunidad a partir de ciertos elementos que, se supone. la caracterizan. Estas definiciones van desde las mas mocuas “[comunidad] se refiere al carac- ter de lo que es comin, similitud, identidad [...] reu- nnfon de personas que viven juntas, que tienen intere- ses comunes; en otras palabras, comunidad igual a comin unidad” (Robertis y Pascal, 2007: 30ss): hasta otras mas elaboradas “[comuntdad como el] conjun- 62 tode personas que se ubican en un espacio geografico determinado, que se concibe como unidad social. donde la interaccién se da de manera intensa a par- ur dela atencién a mtereses comunes, lo que propieia Ja idea de crear conctencia de pertenencia entre sus miembros" (Z4rate, 2007: 194): y otras mas complejas [comunidad es} una agrupaci6n o conjunto ae personas {que habitan wn espacio geogratico delimitado y delim table, cuyyos miembros tienen conciencia de pertenencia @ identifieacién con algin simbolo local y que interac. clonan entre si més intensamente que en otro contex: 10, operando redes de comuntcacién, intereses ¥ apoyo ‘mutuo, con el propésite de alcanzar objetives. satistacer necesidades, resolver problemas odesempefar funciones sociales relevantes a nivel local Ander-Egg, 2005:33-34) Como podemos observar, en las anteriores defini- ciones es posible identifiear una tendencia a pensar Ja comuniciad como una continuidad cle elementos in- herentes a ella: 1) un conjunto de personas que com- parten un territorio, una lengua y una herencia social ‘que despliega tradiciones:2)la pertenenciaa un pueblo ‘oaunaetnia que compromete identidad, sentimientos de pertenencia, intereses, normas y valores; 3) un lupo de conciencia colectiva que se traduce en una red. de relaciones reciprocas que identifican psicol6gica- mente a los pertenecientes a la comunidad La opacidad que se desprende de las nociones, mds austeras del concepto de comunidad tiene su fuente no en la acepeién de “Io que es comin”, sinoen la adhesin de los adjetivos “similitud” e “igualdad”, y en las sentencias “comin unidad”, “intereses comu- nes” y“apoyo mutuo”. Si el desfase entre la teoria yla realidad es ineludible, la negacién a incursionar en Jos Ambitos de Ja problematizacion hace del discurso antropolégico y sociol6gico un discurso ficticio, ¢Qué implicaciones tienen las nociones de igualdad y similt- tud en los sistemas de organizacién humanos? gAcaso Ja estratificacién social, con sus titulos y jefaturas impide la aceién coleetiva orientada por intereses en comin? ¢Por quése ignorael conflicto como parte dela condicién humana. asf como las tensiones y discon- ‘timuidades en los sistemas de organizacion social co- munitarios? Es posible que la imprecisin de las anteriores Gefiniciones radique en que seguimos ignorando st comunidad es una “reunion de personas que viven juntas’ [demasiado tautolégico], o si es un “conjunto de personas que habitan una geografia” [demasiado estérill, 0 si es un “conjunto de personas que tienen intereses comunes”, 0 si vivir "juntas" propicia la con- ctencia de pertenencia y, por Io tanto, la consagracion Oscar Osorio Perez de intereses comunes [demasiado idealista]. Ademds, en cuanto a la tension conceptual, con las definicio- nes citadas de comunidad es practicamente imposible separarlade otros conceptos como etnia, clase, pueblo, sociedad, villa y aldea; mehiso de grupo y famiha. Sisse tiene en cuenta lo anterior, no parece que los conceptos mas usuales de comunidad sean el camino mds viable para comprender el espacio en que han de aplicarse proyeetos de investigacisn e intervencién ‘comunitaria, va por desarrolladores comunttarios ya por trabajadores sociales. Esto se debe a que implica- ‘clones no resueltas son normalmente ignoradas, sobre todo, la determinacién isofrmica entre comunidad, territorio y personas: la supuesta uniformidad, homo- geneidady singularidad culturaly, en consecencia, la presunta ausencia de contradicciones y disonancias, y la aparente unfdad-igualdad que crea un “espacio neutro de relaciones”, con lo cual se oculta el orden de Jaestructura social, las jerarquias, la distribucisn dest- gualde recursos, asicomo las controversias, tensiones, disputas y conilictos. Hay en aquellas definiciones un oficialismo concep- tual, un error categorie con el que hay que romper. En primer Ingar, si bien el concepto de comunidad, cn su dimensisn territorial permite identificar situa ‘clones y actores -asumiende la comunidad como pun- to de referencia para la planificacion y la organizacion de la interveneién (Marchiont, 1889: 127) -. limita lo comunitario a un espacio fisico, en lugar de ubtcar a los actores en un espacio social que carece defronteras temtitoriales nitidas. Esto se debe a que la comunidad, como sistema de relaciones solidarias que expresa el sentido de lo comunitario, se establece a través de re- des de relaciones no cfreunseritas a un territorio. Al abdicar del concepto territorial de comunidad y cen- twar la atenci6n en el sistema de relaciones es posible desmarcar comunidad de otros conceptos como los de pueblo, villa o aldea, que sf precisan de un territorio y ‘que estan determinados por relaciones de parentesco gestion juridico-administrativa. En segundo lugar, la nocion de singularidad cultural, que alude la unifor- midad, ignora que “cultura” puede ser una abstraccién de “rasgos distintivos”, pero no excluye cosmovisiones y expresiones culturales heterogeneas que dan paso alas contradicciones. la twansgresion y rupturas im- plicadas en el cambio cultural (Zarate, 2005). En este sentido, identidad y alteridad no son excluyentes, pues no se explica la identidad sin el contraste, sea individual o colectivo (Alejos, 2005) En tercer Ingar, 1a determinacién isoférmica entre comunidad, territerio y Personas supone quea unaculturale corresponde un ‘espacio especifico, lo cual es inverosimil debido, entre otras razones, a la movilidad continua de las pobla- ciones (Besserer, 2013). Finalmente, contrario a las coneepeiones que ponen el acento en los individuos. para comprender una sociedad no debe tomarse como punto de partida a los individuos, sino las relaciones: ‘que existen entre ellos. En este tenor, la exaltactén de la solidaridad orientada por intereses en comin yla supuesta auseneia de tensiones y conilictos en la ‘enunciacién de las caracteristicas de la comunidad ‘obedecen mas a una imagen fantasiosa e idilica que ala realiciad empirica, puesto que Ios individuos y Ios, grupos ocupan posiciones diferenciadas ycon frecuen- cia desiguales en cuanto a su posibilidad de acceso los bienes materiales y simbélicos; desigualdades ‘como fuente de oposieisn y conflicto que se legitiman en aras de un “bien connin” (Vazquez, 2005). Si alguna duda cabe respecto de que la nocion de ‘comunidad como algo puroy homogéneo no séloforma parte delimaginario popular, sino que aleanza posturas, ‘admitidas en la literatura especializada -contrario a Ja sentencia de Montero (2004: 102)- basta exponer aquila siguiente oita que reproduce algunos de los t6- picos ms recurrentes que remiten a las supuestas ‘cualidades del concepto de comunidad, que apela a intereses, afectos y sentimlentos en comin capa. ces de desterrar el conficto, « Ia utopia de la tradicién ‘como un modo de produceién y de vida {..J fundada en ta solidaridad y no en la codicia, en la relacisn de identidad entre el hombre y la naturaleza yno en la competitividad, en la colaboracién y no en el desprecio. A la ley capitalis tadela ganancia opone elinterés colectivo, la reciprocidad y la solidaridad (Garcia, 2001; 58}. Les enfoques funcionalista, sustantivita y estructuralista de comunidad Elandlisis dela comunidad se desprende del desarro- Ilo de modelos conceptuales en cierta medida laberin- ticos. Esto se debe a que, en buena parte de la litera- tura sobre aspectos relatives a la comunidad y a la intervencion comunitaria, se carece de coherencia con- ceptual en cuanto que lo mismo da referirse ala comu- nidad como un conjunto de personas que a un te- rritoriooa.un sentimiento colective que a una relacion solidaria. Aunque es dificil identificar algin enfoque mas 0 menos claro a partir del cual se define el con- cepto de comunidad, en adelante identifico tendenctas que, considero, pueden sintetizarse en tres enfoques: funcionalista, sustantivista y estructural. con la fina lidad de identificar situaciones problematicas y vias de comprensién y explicaci6n a la realidad en que ‘se desea mtervenir. 63 Elconcepto de comunidad en los proyectos de intervencton comunttaria El enfoque funcionalista de comunidad dirige su atencion a los aspectos emotivos, psicologicos einten- cionales, como son los objetivos e intereses comunes. Contempla una relacién determimante entre fines y medios, donde el fin es la preservacion de Ia tradicion ylos medios elconjuntode valores y practicas; permite Ja posibilidad de comprender las funciones con las que ‘cumplen las instituciones (familia, religion, gobierno. cofradias) en sus diferentes dimensiones (soctal. psf- quica, econémica, politica). Una de las definiciones mas usuales de comunidad desde este enfoque se expo- ne como un conjunto de personas. que se vinculan por intereses comunes, cuyos miembros comparten ac- tividades como: "un conglomerado huraano con un cierto sentido de pertenencia. Es, pues, historia co- min, intereses compartidos, realidad espiritual y fisi- ca, costumbres, habitos, normas, simbolos, codigos” (Socarras, 2004: 17) Laadherencia acritica a este enfoque corre el riesgo de centrarse en las relaciones de mterdependencia ¥ Solidaridad reciproca tanto como en los aspectos psi- quicos y necesidades que termina por naturalizar las relaciones humanas e ignorar el conflicto que produ- ce inestabilidad y cambio. Con normalidad, este tipo de definiciones parten de la psicologia social que en- ‘cuentra su fundamentoen las expresiones deidentidad através de locual secomparte“comunién de actitudes, sentimientos y tradiciones y unos usos y patrones, Inngitisticos comunes correspondientes a una lengua histérica o idioma; con las caracteristicas propias que Je permiten identificarse como tal” (Causse, 2009: 16). Por otra parte, la simplificaci6n y homogenizacién de Jas estructurasy relaciones sociales quese desprenden de este enfoquede comunidad sugieren una imagen ar- ménica y exenta de conflicto y relaciones de poder (Lillo y Rosell6, 2004). Porotraparte, elenfoque sustantivista de comunidad se dirige a los aspectos de cardcter grupal. geografico, institucional y politico, a efecto de proponer politicas de intervencion a partir del analisis de la distribucion espacial de servicios. El significado sustantive deriva de la supuesta dependencia o interdependencia para Ja subsistencia del individu en funcion del inteream- bio con el medio ambiente natural y social, en la me- dida en que tal intercambio proporeiona los recursos necesarios para la satisfaccién material y psiquica, ‘conetbiendo la comunidad como: tun sistema o grupo social de raiz local, diferenciable en el seno de la sociedad de que es parte en base a carac terfsticas e intereses compartides por sus miembros y subsistemas que mcluyen: localidad geografica (vecin- dad), interdependencia ¢ interaccion psicosacial estable 64 yy sentido de pertencneia a Ia comunidad ¢ identifieacién ‘con sus simbolos ¢ instituciones [Sanchez, 1886: 84] Una de las aportaciones de este enfoque es que atiende la heterogeneidad de laexperiencia humanay. por consiguiente, considera plausible la existencia de diferentes logicas en los sistemas de organizacién que no pueden ser analizadas con categorias “universa- Jes", sino que requieren de eategorias particulares que correspondan a realidades especificas. Por otra par- te, es itil para abordar las relaciones que se constru- yen en los marcos de Ia vida cotidiana expresadas por clsentide subjetivo y los actos rituales que surgen de Ja dinamica propia en los segmentos de la poblacién, ‘a través de los cuales se crea el sentide de comunt- dad que funda las relactones comunttarias. Por tti- mo, 5 tn enfoque interesado en cl andlisis de las relaciones de poder enquistadas territorialmente, lo que permite comprender la dimension politica de los conflictos territoriales 0 socioambientales, smpugnar practicas econémicas y politicas € metdir en luchas por la defensa del territorio y la cultura, Pese a sus contribuciones, este enfoque, aunque muy habitual, deja fuera el conjunto de redes que se configuran mediantela gestion de mereaneias, dinero, ideas y simbolos que se movilizan al margen del terni- toric. Llama la atencion aqui el discurso comunita- rista que, por sf solo, "pone en evidencia la necesidad de interrogar © poner en cuestién un concepto de apariencia incuestionable” (Alvaro, 2013: 173). Sibien ‘comunidad remite a los aspectos organizacionales que se configuran en funcién del tipo de relaciones que se construyen, nodeben éstos Limitarse al establecimien- to de redes de confianza que hacen posible la accion, cooperativa, pues. como veremos mas adelante, las redes de apoyo, el sentido de pertenencia y Ia con- ciencia colectiva no alcanza a todos los miembros de una comunidad, en tanto que los sistemas de inter- cambio no siempre son de equivaleneia o reetprocidad desinteresada. Al respecto, no debe ignorarse que en toda relacién humana se experimentan relaciones encondiciones de desigualdad, fuente de control social y ejercicio de poder que surge de las pugnas por la ob- tencién de bienes eseasos. Por su parte, el enfoque estructural de comunidad ademas de centrar su atencién en el territorio lo hace tambien en las relaciones intersubjetivas yen la movi- lizacién de bienes materiales y simbélicos. Se iden- tifican dos grandes vertientes: una de cardcter Nyista y determinista, que asume que la modificacion de uno de los clementos que componen el sistema modifica su estructura: y otra de caracter estructurante, como caracteristica rutinaria de la conducta que denota Oscar Osorio Perez un potencial de acci6n; se vertebra en copresencia al espacio-temporal. ocupado en buscar los nexos entre Ja aceién y el poder. Marchiont(1989: 24-25), porejemplo, entiende que toda comunidad posee como elementos estructura les un territorio conereto, una poblacién especifica que dispone de recursos y que tienen determinadas demandas, donde el sistema de organizacin social Jocalizado geograficamente es formalmente democra- tico y fuertemente estructurado a nivel mstituctonal, cuyas relaciones yconductas se encuentran reguladas por la tradicion, la costumbre y las redes solidarias, manteniéndose en el orden de la tradicién antageni- ea de comunidad. Este enfoque estructural, al earecer del sentido estructurante, condena las relaciones co- munitarias a relaciones fijas de las que se desprenden, imagenes utopicas de la comunidad, que reflejan la nostalgia europea por sus villas. Sin embargo, aun Jas pequefias villas o aldeas se configuran como un sis- tema diferenciado en el cual las unidades que las ‘componen construyen diversos grados de relacionein- terdependencia con otras personas que expresan ereencias, sentimientos, deseos y necesidades parti- culares; producen, reproducen y movilizan, de forma Giferenciada también, recursos materiales, econémicos ysimbélicos; tenen intenciones, metas y objetivos pro- ios; ostentan niveles diferenciados de estatus, au- toridad, poder y prestigio, capacidad de resistencia, mo- vilidad y adaptacién, lo que produce en el entorno continuas relaciones de tensién y conflicto. Por lo demas, las acepeiones que restringen al sistema de agregados humanos delimitado territorial- mente remiten a un tipo de "comunidades enquista- das en un territorio”, 1o cual deja fuera, por ejemplo, a las comunidades religiosas, étnicas, lingisticas, yalas ‘comunidades econémicas 0 cientifieas. Estas comu- nidades se encuentran o desplazan por vastos terri- torlos, por Jo que sus miembros quiz nunca podran relactonarse cara a cara, aunque construyan y man- tengan un fuerte sentido de pertenencia. El origen y desarrollo histérico de esas comunidades tienen poco ‘© nada que ver con los modelos supraobjetivados que de ellas se hace, pues toda comunidad se construye en ‘tomo a un discurso de origen mitico que la engendra. La pertenenela a un territorio fisico se incorpora ala continua construccién de un territorio imaginado de ‘cualidades mistifieadoras, que suscitan profundos y perdurables sentimientos de unidad. Esto es asi por- que las condiciones reales de existencia se funden en una realidad espiritual donde se comparten intereses no siempre en su forma factica, sino come represen- taciones sociales en las cuales se funda la conciencia colectiva; de este modo, los intereses conmnes se Co- difican en simbolos que comunican, promueven y de flenden los valores sentidos de la comunidad. De la comunidad a lo comunitario: relaciones sociales y representaciones colectivas ‘Emile Durkherm nos mostré la utilidad de pensar lo social no como la suma de las partes que Io componen, puesto que la sociedad noes la suma de individuos ni Ja suma de los actos individuales, sino que se halla fuera de ellos. Al imponerse lo social mediante un sis- tema de normas y ereencias existentes mds allé de la voluntad individual, se comprende mejor como aquel conjunto de relaciones que se da entre los individuos que integran la sociedad. Lo anterior no es sélo un simple juego en el orden de las palabras. Es impor- tante porque nos enseAa que “La vida eoleetiva no ha nacido de la vida individual, sino que, por el contrario, es Ja segunda Ja que ha nacido de la primera. Sélo con esta condicién se puede explicar la manera como Ja individualidad personal de las unidades sociales ha podido formarse y engrandecerse sin disgregar la sociedad" (Durkheim, 2001:327). Sociedad aqui, tanto ‘como comunidad, es un modo de relaci6n social, un modelo de accién intersubjetivo, esto es, el acervo de conocimiento compartide y simbélicamente estrue- turado, En cuanto modelo, no debe confundirse con elreflejo de lo real, sino que debe explorarse como su yepresentacién: la vida comunitaria, Durkheim com- prendié que en el curso de la vida cotidiana se presen- tan elreunstaneias especiales en las cuales la accion, social se torna reconfortante y vivificante: En cl seno de una asamblea caldeada por una pasién comtin nos volvemos susceptibles de sentimientos y ac- tos de los que nos sentimos incapaces cuando nos ve ‘mos reducidos a nuestras propias fuerzas [..] Es ésta la razin de que todos los partidos politicos, econémicos, confesionales, se esfuercen en convocar periédicamente reuntones en las que sus adeptos puedan revitalizar su. {fe comtin. Para reafirmar sentimientos que, abandone. dos a si mismos, se marchitarian, basta con apreximar .quellos que y poner en contacto més estrecho y active Jos stenten (Durkheim, 1982: 197). Lo anterior favorece la comprenstén de que la vida comunitaria, lo comunitario, la comunidad, no son un estado fijo o flujo permanente de relaciones entre las personas, sino situaciones que rompen con las tra- yectorias normales de la vida cotidiana. son un con- Junto de relaciones procestuales que se establecen pe- 65 Elconcepto de comunidad en los proyectos de intervencton comunttaria riédicamente. Como relacion ritualizada, donde cl mundo social se recrea en virtud de aquellas represen- taciones colectivas que se imponen a los actores indi- viduales, la comunidad remite a una “relacién social ‘cuando y en la medida en que Ia actitud en Ta accion social -en el caso particular, por termine medio o en el Upo puro~ se inspira en el sentimfento subjetivo (afectivo 0 tradicional) de los participes de constituir un todo” (Weber. 2002: 28). No a otra cosa se referia Marx cuando formulaba que: Jos hombres, al poner en accién su esencia, erean, pro: ‘ducen Ia comunidad humana, la entidad social, que no ces un poder abstracto-unversal, enfrentado al mdividuo singular, sino In esencia de cada individuo, su propia ac- ‘vidad, su propia vida, su proplo goce, au propia riqueza [Marx, 1974: 136-1871 Las relaciones de comunidad son trascendentes ‘porque en ellas reside Ia realizacion plena del hom- bre y su reproduceién, no obstante, si los hombres producen su historia, no siempre producen la historia que quieren, pues st bien la sociedad es un producto humane, la sociedad produce lo humano en toda 1a expresion de la palabra. 1a producetén de la vida tanto de la propia en el trabajo como de Ia ajena en la produccién se manifesta inme- diatamente como una dable relactén -de una parte, coma ‘una relacién natural, y otra como una relacién social: Social en el sentido de que por ella se entiende la eoope- racion de diversos individuos, cualesquiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y de cunlqster fin [Marx y Engels, 1970: 20}, En concordancia con Berger y Luckmann (2003: 83), tanto la sociedad como la comunidad poseen facticidad objetiva, construida por una actividad que expresa un signifleado subjetivo. "Es justamente el cardcter dual de la sociedad en términos de facticidad ‘objetiva y significado subjetivo lo que constituye su ‘realidad sui generis”, Dicha realidad esta mediada por la subjetividad de cuya objetivacion noes siempre ‘conselente; de relaciones sociales imprenadas de sig- nificados como mediacién entre estructura y accién, cuyos componentes cognitivos. emotivos. morales 0 estéticos configuran el orden soctal, que puede ser claro oambiguo, contradictorio, discontinue u obscu- yo (De la Garza, 2012: 254). Ante la pregunta de eémo es posible que los sig- nifleados subjetivos se vuelvan facticidades objett- vas, el concepto de representaciones colectivas es titil para el discernimiento analitico de la comunidad, porque permite orfentar nuestra atenci6n a las ideas y sentimientos expresados de manera colectiva -que, ‘aun cuando impuestos a las voluntades, revelan la intervencion de la colectividad y unifican moralmente al grupo- evitando asi la reproduceion de adjetivos idealizantes atribuides ala comunidad. El analisis de las representaciones colectivas guia nuestro interés hacia aquellos productos de la cooperacién extendida. Ademés de remitir a las actividades de la vida coti- diana, a la accion social en bruto, a la conducta y al hacer, también remite a la vida mental, alos érdenes clasificatorios, al lenguaje y a los conceptos, que de ninguna manera son producto de Ia mente y de la ac tividad individual, sino de la elaboracién de la expe- sleneia colectiva, que pese al interés por ésta, debemos ‘cuidar de no confundirla con “realidad empiricamente demostrable”. Nuestro interés radiea tanto en Ja re- construceién de la realidad ~como verificacion de su dimensién empirica-, como en la comprensién de los aspectos subjetivos de la accion colectiva en cuanto aceién cargada de sentido, puesto que, del modo en que nos ensefia Durkheim (1982: 212) “[Existen co- sas] de las que se predican proptedades que en éstas no existen en forma ni grado alguno [...] Y con todo, aunque clertamente puramente ideales, los poderes ‘queasileson conferidos actttan comosifueran reales". Oscar Osorio Perez Asi como el uso del concepte representaciones co- lectivas es Wtil para comprender que el mundo de la experiencia noes un reflejo de la realidad circundante, también nos orienta en la comprensién del sentido que tiene la accién colectiva y los sentimtentos de identidad comunitaria. El hecho de que se convo- ‘que, en nombre de la tadici6n, al conjunto de valores, creencias y sentimientos, no se alude a creencias, valores 0 costumbres Ajas, pues si bien ‘una multitud de espiritus diferentes han asoctada, mez lado, combinado sus ideas y sentimientos para elabe: rrarlas[...]a saber, el mundo de ideas y sentimientos que ‘unifica moralmente al grupo, no lo ven [al mundo] todas desde un mismo éngulo; cada una lo traduce a su manera (Durkheim, 1982: 14 y 253} Se advierte en todo espacio social el desplazamiento de simbolos que unen y de simbolos que separan: ele- mentos de la cultura que son convergentes y elementos ‘que son divergentes. Esos simbolos, que carecen de significado univocoy eterno, son traducidos y resignifi- cados segiin las elreunstancias y experiencias de vida, por lo que el interés no radica en ofrecer la verdadera explicacion, ni en el discernimiento exacto del mun- do social, sino en la deflnicion de la situacion desde donde las personas perciben, interpretan, valoran y dan sentido a su realidad. ‘Sociedad y comunidad: el legado de Ténnies y Durkheim Ignoramos si quienes se remiten al concepto de comm- nidad como agregados humanos que comparten y re- producen patrones culturales en un espacio geogrfico delimitado se han ocupado del estudio histérico del concepto. Lo cierto es que el elogio a la comunidad hha persistido en una tradicion imtelectual que alude a una realidad empirica o a la expresién de un deseo utopico, como Io entendia Tonnies. Laperspectiva romantica de comunidad suele vincu- Jarse atin a primitivas versiones dicotémicas: la co- ‘munidad remite a la vida colectiva que se extiende de Ja Vida familiar a costumbres arménieas de la vida en un puebloyacostumbres fuertemente arraigadas don- de imperan los prineipios del orden moral y religioso: mientras quelas sociedades, ysobre todolas soctedades modernas, hacen referencia a urbes atomizadas donde se expresa la vida cosmopolita, la politica nacional. las leyes de la industria y el comercio. Sin embargo, la ceritiea contempordnea a las sociedades modernas no dista de las criticas que se hicieron durante el siglo xm a las entonces sociedades nacientes. Asi, la idea de organismo natural, fraterno y real con que se ea racteriza a las comunidades, arraigadas ala tradicion y donde impera el afeeto y la lealtad, se opone al sis- ‘tema de organizacion artificial y deshumanizado que caracterizaria, se supone, alas sociedades, orientadas al progreso, donde impera el egoismo, la vanidad y la ambicion (vg. Schluchter, 2011). Para Tonnies (1947: 19-20) la esencia de la comu- nidad es la vida real y organica, donde se acttia de un modo unitario hacia adentro y hacia afuera. La co- munidad se entiende como la extensién de vinculos parentales, de la vecindad, de las relaciones de inti- midad y de confianza. En consonaneia con lo anterior, se entiende por comunidad la vida en commun, dura- dera y auténtica, No obstante, Ténnies comprende que aquellas caracteristieas que le atribuye a la co- munidad apenas sobreviven en ciertas comunidades ‘campesinas 0 en aquellas no contaminadas por la cl vilizacion occidental, por lo que su referente son las, ‘comunidades igadas al territorio en el que se compar- te la vida cotidiana envuelta en la tradicién y en las, raices morales de la costurbre. Elanterior modelo integrado y pacifico de comuni- dad rechaza, deentrada, los vinculos de las sociedades ‘campesinas y tradicionales con los grandes centros ur banos, con el flujo de mercancias, dinero, bienes ma- teriales y personas que tornan imposible el modelo de comunidad pura, Se rehtisa tambien a observar clconflicto, las relaciones de poder y dependencia, la disputa por el poder y la distribucion diferenciada de recursos, los desacuerdos y las controversias de- rivadas de cosmologias en pugna y, en general. los arrebatos, contiendas y trifulcas de las que no esta exenta ninguna comunidad territorial. Cabe, con todo, rescatar que, mas alld de las connotaciones morales eidealizadas que el fildsofo emplea para referirse ala ‘comunidad, nos da la clave para superar las barreras del orden territorial y entender que “Donde qutera que se encuentren seres humanos enlazacos entre si de un modo orgénico por su voluntad, y afrmandose reciprocamente, existe comunidad” (Tonnies, 1947: 33: énfasis agregado), Para Durkheim, el sentimiento de comunidad, en ‘cuanto sentimiento de unidad, se expresa en forma de conciencia colectiva 0 conciencia social, que recubre las conciencias personales. La conciencia colectiva remite al “conjunto de las creencias y de los senti- micntos comunes al términe medio de los miembros de una misma sociedad” (Durkheim, 2001: 94). En las sociedades simples o comunitarias, diferenciadas por segmentos —farnilia, clan, banda, tribu-las formas de solidaridad mecénica mantienen la cohesion social 67 Elconcepto de comunidad en los proyectos de intervencton comunttaria alextender la presencia de fuertes estados de concien- cia colectiva y su sometimiento a la voluntad comun. Aqui encontramos dos elementos que contrastan con elsentido de comunidad en Ténntes: primero, que las ‘comunidades son agregados diferenciadosy, segundo, que en las comunidades las personas no son del todo Ubres ni democraticas, pues Ia wadicion es también una forma de opresién y dominio. La ruptura epistémiea con el concepto territorial ‘de comunidad surge con Durkheim cuando hablade la comunidad no como la suma de las actividades per- manentes de un colective situado geografleamente, sino como una dimensién de Ja vida social en la cual se construyen vineulos que cohesionan y dan un sentimiento de unidad, Ademas, el socidlogo cornige el modelo dicotémicode comunidad /sociedadde Tonnies “para quien la comunidad es lo organieo como siné- nimo de funcionamiento natural- y lama solidaridad, mecdnica a los vineulos de eooperacién que resultan de las mteracciones de los individuos donde Ia con- ciencia colectiva impone sus normas, y solidaridad organicaa las redes de cooperacién e interdependencia de todas las unidades que la componen. Durkheim (2001: 181) considera que “Ia solidaridad mecanica liga menos fuertemente a los hombres que la solidaridad organica”. Esto es asi porque la base de la diferencia radica en el derecho represivo (derecho de comunidad) yen el derecho cooperativo (derecho de sociedad). En ‘tanto que las formas de individualismo, aunque asi se asegura, no son productos de la modernidad, pues “El individualismo, 1 libre pensamiento, no datan de nuestros dias |... Es un fenémeno que no comienzaen parte alguna, sino que se desenvuelve, sin detenerse, durante todo el transcurso de la historia” (Durkheim, 2001: 204). Hemos eserito que la comunidad no es un estado jo y permanente del mundo social, ni se confor- ma por la suma de las acciones de los agregados que Ia componen, nt se circunscribe a entidad territorial alguna: es, en estricto sentido, un proceso dinamico, un estado de excepelon que hace posible Io comunt- tario, En lo comunttario se expresan representacio- nes colectivas como sentimientos amplifieados por la efervescencia de una colectividad que se influye re- ‘ciprocamente, Lo comunitario no pertenece al orden de la vida cotidiana, sino a un evento que rompe con su estructura, diferenciada y Jerarquizada. Esto se debe a que las exigencias de la vida no permiten a Ja sociedad permanecer congregada de manera inde- finida, “sélo puede reavivar el sentimiento que Uene de si misma agrupandose, no puede reunirse perpe- tuamente” (Durkheim, 1982: 324). En consecuencia, Io comunttario se remite a periodos limitados en que 68 sc instalan y funcionan las asambleas donde se funde Jo individual yo colectivo, donde se establecen nuevos vineulos que derivan en un nuevo orden de unidad moral y en la reafirmacién de sui existeneia coleetiva, La comunidad como accién social ‘cargada de sentido La ruptura con la tradicién utépica y politizada de los conceptos -en el caso que nos ocupa de los concep: tos de comunidad y sociedad- surge de los tipos ideales de Max Weber, al desprenderlos de su relacién histé- rica. purista y genérica, y constitutrlos como unidad de analisis que aparecen en distintas fases histéricas, cespacios geograficos y espacios sociales. Comunidad no es ni matriz de sociedad, ni aquélla Ie antecede a ésta: tampoco es una entidad permanente, estable o inalte- rable, localizada o pura. Para Weber, existen diversos, tipos de comunidades ynose sujetan a ningtn periodo iistérico o tradieién cultural. Como relacién social. 1a comunidad se apoya en toda suerte de fundamentos afectivos, emotives y tradicionales, que de ninguna ‘manera se ciften a un espacio social en particular. Por cjemplo, la comunidad familiar participa en parte de Ja comunidad yen parte de la sociedad. Lo importante para Weber es, en esencia, si estén basadas en una perteneneia sentida-subjetiva, 0 en una combmacion, de intereses racionalmente motivada: Liamamos comunidad a una relacién soctal cuando yen Ja medida en que 1a actitud en la accién social -en el caso particular, por termino medio 9 en el tipo puaro-se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los ppatticipes de constituir un todo, Liamamos sociedad a una relacién social cuando y en la medida en que la actitud en Ia accién social se inspira en una compensacion de intereses por motivos racionales (de fines o de valores) 0 tambien en una unién de intereses con igual motivacién [Weber, 2002: 83} ‘Comunidad y sociedad aluden a formas deactuaren comunidad y actuar en sociedad. por lo que, lejos de ser conceptos que describen entidades ontol6gicas fjas, situadas en la geografla especifiea de una poblacién, remiten a la clasificacién de un proceso, a la accion, social cargada de sentido que se presenta de manera stmultanea en cualquier tipo de relacton social, pero donde prevalecen ciertas caracteristicas. Entonces, si entendemos comunidad y sociedad como un tipo de relacién, estamos ya dispuestos a exponer la diferencia que ordena nuestra perspectiva: mientras las socie- dades se establecen por compromisos entre intereses, Oscar Osorio Perez en pugna, la comunidad se apoya cn fundamentos afectivos, emotivos y tradicionales, es “una cofradia pneumatica, una relacién erética, una relacién de pie- dad. una comunidad ‘nacional’. una tropa unida por sentimientos de camaraderia” (Weber, 2002: 33); en tanto que, si bien la comunidad es contraria al con- {flicto, “[elsto no debe, sin embargo, engafamos sobre el hecho completamente normal de que aun en las comunidades més intimas haya presiones violentas” (Weber, 2002: 33-34). La contribucion de los tipos ideales de Weber para el concepto de comunidad radica en que nos ayuda a comprender que ésta nunca se presenta en su for- ma pura, de hecho, ni siquiera supone su existencia, empiricamente demostrable, sin embargo, lacategoria es Util para organizar epistemol6gicamente la com: plejidad de los hechos que tenen Iugar en el mundo, que no acontecen en el vacio, sino que expresan una signifieacién y ocurren a causa de ella, La comunidad como sistema de relaciones Elconceptede comunidad tiene por soporte el principio de sistema. Un sistema es el conjunto de relaciones interdependientes que tienen lugar entre los elemen- tos que componen la estructura de una entidad. Toda relacién tiene como marco un contextoyuna situacion que, asu vez, serelacionan con otros contextos y otras situaciones. Comunidad, en cuanto relacién, pone el acento en los aspectos subjetivos de la experiencia: ‘como en los procesos de construceién de las identida- des y el sentido de pertenencia. En consecuencia, si por comunidad entendemos relaciones, entonces ad- uaitimes que toda intervencién comunitaria impulsa y potencia relaciones motivadas por intenciones y valores que se expresan por encima de los valores € intereses personales, El concepto de comunidad, entendide como un sistema de relaciones, permite alejarnos de las mas precarias concepciones que de ella se hacen: “conjunto de personas que...". En oposicin, Durkheim mostré que la comunidad no se definia por Ia suma de las partes quelacomponen, los individuos, sino por lasre- Jaciones que los definen. He aqui el problema sociol6- gico: hacer de la comunidad algo distinto a sus partes individuales. Cabe preguntarse aqui por qué es funda- mental la diferencia .Qué razones de peso se imponen para pensar el concepto de comunidad no como el conjunto de individuos, sino como un sistema de re- laciones? Fundamentalmente una: que el trabajo de intervencion comunttaria se orienta en funcién del concepto que se tiene de comunidad. ‘Sila literaturaen intervencién comunitariaes aser- tivaal poner especial atencién en las interacciones que permiten la interveneién se debe a la identifleacién de Jas fuentes de interacciones como aspectos comumes 69 Elconcepto de comunidad en los proyectos de intervencton comunttaria desarrollo hist6rico, territorio, cultura e identidad, in- tereses, necesidades y sentido de comunidad (Gareia y Wiesenfeld, 1994; Sanchez, 2000). Sin embargo. el ‘error radica en pensar la nocién de comunidad como una entidad permanente en la que sus “habitantes” 0 los individuos que la componen comparten, todos ellos, aspectos comunes; en reducir la nocion de comunt- dad a una entidad ya existente, como si la comunidad no se construyera a partir de las interaceiones; y en asumir que aquellos aspectos que comparten son en- tidades ya definidas, tal como si las nociones de terri- torlo, cultura, identidad y sentido de comunidad no se redefinieran de manera permanente. En sintesis, la comunidad es un tipo de relacién y noun conjuntode personas que comparten elementos materiales y culturales, pues sin socializacion no hay ‘comunidad. En segundo lugar, como realidad objetiva, lacomunidad nose subordinaa la voluntad individual, sino ala inversa, puesto que las personas son produc- to de la comunidad. En tercer lugar, la comprension del mundo social no se eireunseribe a los individues, sino a la “naturaleza” de la asociacion, que es donde eben busearse las causas de los hechos sociales, ‘es decir, en las relaciones. Colofén: un enfoque estructurante como alternativa de ruptura Hasta aqui nos esforzamos por mostrar que elconcep- to de comunidad debe remitir, en primera instanela, a las caracteristicas que le son propias, sin caer en ‘esencialismos. Tal esfuerzo nos conduce ala necesaria demareacion entre la nocién de comunidad y otros referentes como lo son el pucblo, la villa o la aldea, aunque la fuerza de la costumbre no repare en ello, Un pueblo, una villa o una aldea sf aluden a la di- mensién territorial como uno de sus principales ‘componentes, no asi la comunidad, que no se funda en cl espacio fisico ni se circunscribe al conjunto de personas que comparten valores y costumbres. Mas ‘que la pertenencia a un territorio, las comunidades se establecen y operan en funcién de los vinculos que se constituyen como relaciones en las que prevalece el interés colectivo, cuyos elementos de cohesion no son los valores y las costumbres, sino sus referentes sim Délicos, su gestiOn y los significados les atribuyen. fuente de valores y costumbres a través de Io cual se gestiona el mundo en torno al interés comin, Almenos como precaucién metodolégica y concep- tual cabe preguntarse aliora qué lecciones podemos ‘obtener del desterramiento de los padres fundadores de Ia soctologia ¥ la antropologia de la comunidad. 70 Para Weber (2002: 33) una comunidades "unarelacion social cuando y en la medida en que la actitud en la aceién social se inspira en el sentimiento subjetivo de Jos participes de constituir un todo". Como relacién social, la comunidad se apoyaen toda suerte de funda- mentos afectivos, motives y tradicionales. En con- cordancia, para Durkheim (2001: 827) la comunidad se rige por vinculos de cooperacién que resultan de Jas interacetones de los individuos: es una dimensién de la vida social en la que se construyen vinculos que cohesionany dan un sentimicntodeunidad. Elsentido de comunidad, como relacién, nos muestra la utili: dad de pensar lo social como un sistema de relaciones fundadas en normas, creencias y valores que existen, mas alla de la vohuntad individual. Las relaciones co- munitarias no pertenecen alorden de la vida cotidiana, aunque ésta sea su fuente. Tampoco se reducen ala manifestacion de representaciones colectivas, sino que son laexteriorizacién de sentimientos amplifieades por la efervescencia de una colectividad que se imfluye reeiprocamente. Estas relaciones, lejos de ser perma- nentes o estables e inalterables, forman parte de un ‘evento que rompe con su estructura diferenciada y je- rarquizada, y estan sujetas a las exigencias de la vida que no permite la permanencia indefinidamente con- gregadla; eseribe Durkheim (1982: 824)"a comunidad] ‘s6lo puede reavivar el sentimiento que tiene de si mis- ma agrupdndose. no puede reunirse perpetuamente" Por eso, las relaciones comunitarias se remiten a pe- ricdos limitados en que se instalan y funcionan las asambleas donde se funde lo individual y lo eoleetive, estableciéndose nuevos vinculos que derivan en un nuevo orden de unidad moral en la reaflrmacisn de su existencia colectiva, Si la transformacin del mundo moderno alean- 2a a las comunidades es facil suponer su disolucion si se parte de las concepciones austeras de comuni- dad antes sefaladas, pues la realidad siempre nos rebasa en el intento de encontrar alguna que cumpla con tales caracteristicas. Pero si cn lugar de imponer nuestras preconcepeiones a la realidad intentamos reconceptualizar la realidad misma podemos crear nuevas relaciones conceptuales de las cuales surjan nuevas formas del pensamiento ordenador de la rea- lidad. Alrespecto, Montero (2004) enfatiza la necesidad de pensar la comunidad como un concepto dinamico, en constante transformaci6n, en continuo proceso de llegar a ser, que en su interrelacién genera un sentido de pertenencia c identidad. Una salida digna ala am- Digtiedad que ha distinguido al concepto de comunidad es orientarsu definicion a partir de elementos minimos que lo constituyan y que nos permaitan alejarnos de su concepeton ideal, pues de lo contrario corremos siem- Oscar Osorio Perez pre el riesgo de quedarnos sin comunidad. Si bien el tertitorio y otros aspectos como una historiaen comin no definen la comunidad, si se requiere de elementos minimos que postbiliten desmarcar comunidad de otro tipo de asociaciones, por ejemplo, el sentimiento de pertenencia, la cultura como significades compartides, Ja interrelacion y el sentido comun (Krause, 2001). Dado lo anterior, podemos ahora ofrecer una defi- nicién minima de comunidad como una relacién que tiene lugar en un espacto soctal aiferenciado fuera det tiempo ordinario y distintoalorden de la vida cotidiana, cuyas relaciones entre los indlividuos que enellaactian se establecen con base en un compromiso de intereses comunes y reeiprocidad temporal. El elemento central de nuestra definicion de comunidad es que, si bien remite a una relacion con base en intereses comunes, tiene lugar en un Uempoy espacio extraordinarios, que concluye cuando la meta de la relacién comunitaria se haaleanzado, para volver cuando se establezean nue- vas metas comunitarias, ‘Come hemos visto, la definicién de comunidad ut6- pica se incrusta en la tradicién inaugurada por Ferdi- nand Ténnies y revitalizada sobre todo en el campo de la sociologia y Ia antropologia folk, Aun hoy en los marcos de los estudios para ¢l desarrollo comunitario y trabajo social suele dominar el dualismo pristine y Ja vigencia del modelo antagénico que imagina a las ‘comunidades como poblaciones pacificas, respetuosas de la tradicion y de la costumbre, ligadas por podero- 0s sentimientos de pertenencia al terrufio, que se ex- presa en relaciones solidarias de ayuda reeiproca, en oposicién a las sociedades que amenazan las formas de vida tradicional. Encambio, ladefinicion minima de comunidad pro- puesta aqui valora el soporte estructurante de la vida, ‘cotidiana que ofrecen las relaciones intersubjetivas.De ‘esta manera, nos distanciamos de las concepeiones que definen la comunidad a partir de su esqueleto como armadura o soporte fijo, ¥ nos dirigimos al flujo de las relaciones sociales, a sus vinculosy proceses de articu- Jacion donde se encuentran espacios de interseccion de presenciay ausencia. Un enfoque estructuralistade ‘comunidad y no un enfoque estructural contribuye a definir el conjunto de relaciones psiquicas y sociales, reales e imaginadas, simbélicas y materiales, no como la suma de sus componentes, sino como un proceso de relacién total en el que cada una de las unidades ‘que la integran tiene cterta trascendencia y es deter- minante para el funcionamiento y reproduccidn de lo ‘comunitario. Desde esta perspectiva, la comunidad es una abstraccion, y no puede ser otra cosa: es un mo- elo. Contrario a las perspectivas sistémicas, que ad- wierten en las relaciones sociales relaciones puramente empiricas, elestructuralismo ~consciente del proceso de aprehension de la realidad como una abstraceion— remite amodelos formalizados delas relaciones sociales: ‘que postbilitan traducirla realidad como realidad total. para después contrastarlos con Ia realidad empirica. Fuentes Atssos, Jose 2005 “La comunidad itd y la globalizacién’, en Miguel Lisbona Guillén (coord), La comunt dad a debate. Reflexiones sobre el concepio dde comunidad en el México contempordneo, Colegio de Michoacén/Universidad de Artes 'y Ciencias de Chiapas, Ciudad de México. pp, 461-176. Anpen-Eco, Ezeguier 2005" Metodologia y préctica det desarrollo de la co ‘munidad, Lumen Humanitas, Buenos Aires Awvano, Das 2012 “El cancepto mademo de comunidad”, en So eledad, nim. 22, pp. 159-175. Bercer, Pever v Trowas Lucianne ‘2003 Laconstruecién social dea realidad, Amorror tu, Buenos Aires Besszrex, FEDERICO 2019 “Micropoliticas de la diferencia en una come. nidad tansnacional’, en Alejandro Grimson. y Karina Bidaseea (coords.), Hegemonia cul tural y politias de la diferencia Consejo La tinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, pp. 268-278, (Cavsse, Mercenes 2008 “El concepto de comunidad desde el punto de vista socio-historico-culturalylingistico", en __ Ciencia en su PC, nim, 8, pp. 12-21 Dursereme, Exe 1982) Las formas etementates de ta vida retigiosa | Akeni, Mactri Dersiene, Esme 2001" La division del trabajo social, Akal, Madrid Garcia, Grant yEsnier WIESENFELD 1094 “El lugar de Ia teoria en patcologia comunita ia: comunidad y sentido de comunidad’. en Maritza Montero (comp.). Psicologia social co munitaria, Universidad de Guadalajara, Ci dad de México, pp. 75-102. Garcia, Roca 2001 “Gestion imtegrada de politicas soctales", en Mareo Marchiont (coord.), Comunidad y cam bio social. Teoria y praxis de la accion comunt taria. Pattorial Popular. Mexico. pp. 41-58. Garza, ENRIQUE DE LA 2012 “La metodologia marxista y el conniguracionts. ‘mo en América Latina’, en Enrique de la Gar za y Gustavo Leyva (eds,), Tratado de meto dologia de tas clencias sociales. Perspectivas factuaies, Fondo de Cultura Eoonémica/ Unt Versidad Auténoma Metropolitana, Mexico, pp. 236-268. Krause, Maraxe ‘2001 “Hacia una redennicién del concepto ae co: munidad”, en Revista de Psicologia de la Un bersiaaa de Chile, vol. 10, nim. 2, pp. 49-60. 71 Elconcepto de comunidad en los proyectos de intervencton comunttaria Lnxo, Nieves ¥ Eurxa Roser6 3004” Manual para el trabajo social comunttarto, Narcea, Madrid Lissowa, MiourL (COoRD.) 2005 La comuniciad a debate, Reflexiones sobre et concepto de comunidad en el Mexico contempo- réneo, Colegio de Michoacan/ Universidad de Artes y Ciencias de Chiapas, Ciudad de Mé- Marcitont, Marco 1989 | Planificacién social y organizacion de ta co- munidad. Alternativas avanzadas a Ia crisis, Editorial Popular, Madrid Marx, Cantos, 1974 Cuadernos de Paris, Ediciones Bra, México ‘Manx, Cantos vy Fepenico ENGELS 1070 La ideologia alemana, Grijalbo, Barcelona, ‘Mowtero, Manrrza 2004. Introduceton a la peteologia comunitarta. Desa- rrolio, conceptos ¥y procesos. Paidés. Buenos Ares ‘Ropernis, Cristina ¥ Henri Pascat, 2007 La intervencion eolectiva en trabajo social. La accion con grupos y comunidades, Lumen He manitas, Euenos Aires. Saxcuez, AunO 1996 Psicologia comuntiarta, Bases conceptuates y ‘métodos de interveneién, Evb, Barcelona. ‘Saxcnez, Evcunes 2000 Todos con ta. esperanza. Continuldad de 1a Participacién comunitarta, Universidad Cen: tral de Venezuela-Facuttad de Humanidades y Eduecacién-Comision de Estudios de Pos. grado, Caracas. Scuuvcirer, Wourcaxe 2011 “Ferdinand Tonnies: comunidad y sociedad” en Signos Filosgpices, vol. 18, mim. 26. pp. 48-62 Socannis, ELENA 2004 “Participacién. cultura y comunidad’. en Ce cilia Linares, Pedro E. Moras y Bisel Rivero (comps.). La participacion. Didlogo y debate ene coniexto cubano, Centro de Investigacion, y Desarrolio de la Cultura Cubana Juan Ma: inello, La Habana, pp. 178-180, Towses, FeRDmano 1947 Comunidad y soctedad, Losada, Buenos aires ‘Vazauez, Rovouro 2005 “Ene el individuo y la comunidad, Derechos de las minorias étnieas”, en Miguel Lisbona Gulllén (coord.), La comunidad a debate. Re- Jflextones sobre el concepto de comunidad en ‘et México contempordneo, Colegio de Michoa: can/Universidad de Artes y Ciencias de Chia as, Ciudad de México, pp. 220-262. Wener, Max 2002 Economia y sociedad, Fondo de Cultura Eco: némica, México, Zapare, Epuarbo 2005 "La comunidad imposible. Alcances y para dojas del moderne comunalismo", en Miguel Lisbona Guillén (coord.), La comunidad a de- Date. Reflexiones cobre el concepto dle comunt dad en el México contempordneo, Colegio de Michoacén/Universidad de Artes y Ciencias de Chiapas, Cludad de México, pp. 61-88. Zansre, Mineva 2007 “Desarrollo comunttario", en Ricardo Serrano y José Gomez, Modelo de desarrollo humana fomunttario, Sistematizaciin de 20 afios de trabajo comunitarlo, Plaza y Valdés, Mexico, pp. 199-214.

You might also like