La sirena tenía un pelo muy largo como Rapunzel pero no era
rubio sino castaño; su cara era redonda con unos ojos marrones, una boca mediana y una nariz pequeña. La sirena era alta como un avestruz y tenía unas alas como las de un vampiro.
Era rápida y valiente, siempre tuvo la curiosidad de poder tener
piernas y andar. Pero le encantaba ser una sirena, ya que tenía a todos sus seres queridos ahí. Además le gustaba mucho cantar.