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4. Perfil y roles del trabajador comunitario 1, Cuatidades, disposiciones y estilos del trabajador comunitario a) Las experiencias organizativas como fuente de capacitacion Ser participante en una accién comunitaria ¢s un papel con un nivel de exi- gencia muy diferente del que corresponde al de organizador. Sin embargo, costaria entender que el trabajador comunitario no fuese, a la vez que orga- nizador, miembro de otras organizaciones 0 que a lo largo de su vida no hu- biese participado como uno mas en experiencias organizativas. El organizador, en primer lugar, cree en la bondad de la organizacton no sélo para los demas, sino para si mismo. Y. por ello. se aplica su propia me- dicina: frente al (pf@fesiemat servi que THEE elo yue rete mandars aho-gue mofesional emancipado solo es comprensible como persona ‘que participa en practicas organizativas ‘de equipo que ie permitan constgir su palabra comun, ‘su auciencis. edtnportancia:social ¥.5u capacitaciée-peD- Gerona, Cuando el trabajador comunitario se encuentra en situaciones de nislamiento, las posibilidades creativas resultan ahogadas por las dinam\cas y procesos administrativos, el poder de jerarquias, te Las debilidades de la jntervencidn social solo pueden ser afrontadas mediante estrategias organ'= gativas, Eso 10 exponen bien N. Giorgiades y L. Philimore (en cita de G. Chadwick, 1987): «La debilidad esencial de la aproximacion individual al cambio organizativo es la falacia psicoldgica de concentrarse en los indi- 57 a ge FRelato Ee de experiencia 2. Un equipo de verdad. Experiencia organizativa de profesionales QQ. M. Barbero kn el Ayuntamiento de Girona nunca ha existido una ervamzacion aur [Limaie sDepartamentos de Servicios Socates. Sin embaron < a decoda Ge 105 ochenta, hubsesen preguntade a Ins tramadare: soca SSecadores sociales © ammadores municipaies, todos se sabuan membrs es0 que la ¥ despues tenso, sin rehuir encarar las discrepancias. ganizativa mento de Servicios Sociales tenia maneras de func aquellos a miembros fueron especiaimente satisfactoriat y les ay la profesion imaban departamento y que primero dependic del Are® de Sa det Area de Cuttura y Educaci6n, Con est denominacian ne ext ‘Una realidad patente > era una realidad que se constrvia "2 una reatida: Pera no formalmente reconocida por la institu ar especiales que en 105, resultaban extraias en la administ Pero aur pate san anos ochenta: ta Nacimos como organizacion en los primero avoria éramos asistentes sociales recién diplomados, educadores ¢ anime Gores inexpertos. Mas que saber en qué consistian les servicios sociates ue miengmenzaban a crear, éramos personas con mucho entusiasme y.atrevt imiento que teniamos el reto de construtr una 0 tervenci6n social at conjunto de barrios, Ni hheredera de las imagenes del Trabajo Comu formados por asistentes sociales, educado: Solo uno de experta; ella todo tipo de aquellos individuos. gran simplificaci ue levase Lz in luestra compresion de la tarea ere unitario y pensshamos en equipos 5 y animadores sociocutturales. los miembros, la ajefe del departamenton, era acistente social nes orfentaba en el tratamiento de casos y en el abordaye de situaciones colectivas, en ta gestion y en los procedim fe. Tenfa experiencia practica en el ejercicio profesional y gente en uns estructe. ) Este es el mito del héroe innovader. ja idea de que pus Mado con bflamte arma Que asahara su fortaleza bios (..) Tal vision es ingen ua La realniag es Mo las escuelas y los hospitales, devoran came a > Aueva tecnologia y creencias en la administracion, era muy buena estratega institucional y su lidera290 era mas practico que tedrico. La gran suerte para tos miembros del depart mento es que supo valorat lo que significaba el trabajo en equipo, estimulay Y aprovechar las potencialidades de los dversos Imiembros, Como el resto d® Companeros del departamento, sabia defender sus puntos de vista, per© 0 cay6 en la tentacion de imponer jerdrquicamente las decisiones, supO $1" tuarse en un rol de coordinadora del grupo, favorecer la etaboracion partici: pativa y defender las decisiones colectivas dentro y fuera del equipo. El de partamento funcionaba de manera muy sencilla pero eficaz: 4) Realizando reuniones (tipo asamblea) semanales en las que se Pro- ducian debates intensos en torno a la resolucién de situaciones practicas y tedricas. Por supuesto también se despachaba individual- mente con la jefe del departamento cuando necesitabamos de su orientacién o de sus gestiones. Todas las reuniones se hacian con tiempo suficiente para la elaboracién en grupo, y el compaferismo estaba siempre presente en ellas. 6) Reatizando sesiones semestrales de evaluacion y programacion que inclufan siempre la convivencia intensa y momentos ldicos (en al- gan centro social o en casas de colonias, santuarios de montafia, etc.). ©). Distribuyendo de manera singular las responsabilidades: cada miem- bro det departamento formaba parte de un equipo de barrio y a la vez participaba 0 era responsable de un subgrupo que elaboraba y realizaba el seguimiento de un programa o proyecto que el departa- mento aplicaba en toda la ciudad. Esas formas de funcionar produj ron confianza entre los profesionales, una gran capacitacion técnica € importantes éxitos de programacién. Los servicios sociales del. Ayuntamiento se convirtieron en una organizacién muy fuerte. @etortalecerse mediante la constitucion dé sus organidationssulewonsigera os propios profesionaled. En segundo lugar, las expenencias organiza amieOuResencg demmmapanimeiiegomo organizador (aprendizaje y adquisicion de habili- dades y destrezas), ses dificil imaginat Sa DURGERNRISUBHNEE as iencias:previa® Cuando los profesionales de la in- tervencién social colaboran en grupos diversos 0 cuando patticipan activa- mente en su equipo, es mas probable que en su ejercicio profesional utili- cen las técnicas de trabajo de grupo que alld han conocido y viceversa. Buena parte de los principios y de los Procesos que se producen en los gru- 59 raters Cocmrtar ite ut faraleivins en hos equips peofesto- _ fT os trabaadores socales que partich Fano an partcipudo en organizaciones de jevenes, sindicales, politicus, UESIES. €N Movimientos sociales, come Miembros activos de alguna ONG. ete, tendran, probabl lemente, una bue Prensién y el desarrollo del Trabajo Comun ue sms arece esencial y que nos sea A. S icbe intentar establecer su seguridad propid& psicoldgicamente impres Cindibie) fuera de la situaciony taea en que actua profesionalmente (la cual requiere de Is capacidad de ceder espacio al protagonismo y afirma- ion de Ia otra parte)». Las experiencias organizativas previas y/o paralelas, de! propio onganizador serian una de esas fuentes de seguridad que el traba- Jador comunitario necesita para el mejor ejercicio profesional. La formacion y las destrezas relacionadas con la construccion de cono- ‘cimientos, la planificacién, la comunicacién y la interaccién en grupos son dde gran utilidad: por eso, las tareas organizativas se ven favorecidas cuando el profesional es miembro de un equipo y trabaja por desarrollar dentro de su organizacién una comprensién comin en tomo de la intervencign social ¥ de los retos més importantes a que se enfrenta en cada situacién. También se ven favorecidas muchas tareas que encara el trabajador comunitario cuando es miembro de otras organizaciones: equipos profesionales, organi- zaciones corporativas de profesionales, sindicatos, ONG, etc. base de partida para la com: ario, Ademas, hay otra razén chez (1990): GE interven- b) Cambiar nosotros, cambiar el mundo H, Stalwick (1997) recoge una cita que creo esencial para comprender las cuslidades, las disposiciones vitales y emocionales, las actitudes, los estilos de accion e intelectuales, etc., del trabajador comunitario: tmmiaigkeapag: ar ria Cr RATER en ne camara Ia persona gh. Babeiawd £514 frase nos permite retomar la propia idea de objetivo de pro- ceso qué es tan cara al Trabajo Social y podria servir de texto generador de un debate muy rico. En esta ocasién, deberd ayudarnos a pensar las cohe- rencias de nuestras acciones y posicionamientos. Vamos a ir por partes: La primera reflexin es sobre la importancia de creer en lo que decimos. A nosotros nos gusta hablar de filosofias de la intervenci6n para hacernos eco de la importancia de sostener tedricamente la intervenciGn, CEMGNTR SOC ee Oe lr creonsia te ttajon on lm forman act Pare cambiar vig va noceuRa impli aon posina Conctenste de ts dimentibn patti det Trebaje Comuntare. ontemologta de bmpliati. licacién de los fendmenos y 1a expt: idembiic ele ta aceton non yen que Gm Esa teoria que atraviesa la expl en VA catcion de la interveneion es, @ ta vez, un motor Flic es asi porque creemos en las explicaciones que desarrotlaw pueden contribuir a la resolucién de problemas sociales important teoria en nuestro caso debe sostener también nuestros slescos respente ste 18 sociedad 0, al menos, no contradecirlos. Fs no es exteafio, ny exctuntve de la intervencién social; incluso las actividades més distantes ite lox fersimne- nos humanos s6lo funcionan bajo el impulse de deseos 9 dustanes | as PO sibildades de realizacion profesivnal del trabayador soctal trenen mweho _que ver con esa proyeccién de ilusiones ‘Las utopias que legitiman al Trabajo Social son amportanter (dec ner 10s como objetivos el «desarrollo sociaby o el estesarrntler de | Para ser buen thabayador conn: que tenem personalidad»), y es importante que sea asi I nitario uno debe ser realista (las acciones eben ser viables) y, a Ie ver, ax pirar a cambiar el mundo (desear construir reales anes 0 Ios ex cios sociales en que nos movemosp{Bara hacer buen Trabajo Conninntanto, advierte A. Twelvetrees (1988): «Uno debe aspirar a camtnar el wands, no, no encuentras la motivacién necesaria para realizar Ia Iabof]No olvtan- te, en seguida verds que no pucdes efectuar cambios muy vnpertanten, al menos en poco tiempo (...) Debes aceptar que Jos cambios que quieres Ne- var a cabo seran lentos y graduales» Sin esa aspiracion a cambiar el Hhundo, Jas acciones no supondrtaty Wty ‘guna tensién transformadora. ‘Ademias, sin ese motor idealapico, sith c8as ilusiones, careceriamos de realismo puesto que nos faltarian extiinulos pare realizarlo y de fuerza de conviccidn ante Jos demas, LI célebre pedagone 61 vides y Mifica nuestra accién: |i Sue junit r @L Pies ets Ore a sociedad (6 desi, objeivs relizables dentro de wey i eactaustage ener eee en See ipacién se establezca la manera de convertir las operaciones de la inter~ jo Comunitario que realizamos es expresién de 1a sociedad que construi- ‘mos, E] Trabajo Comunitario efectivo ‘debe alimentar, en la escala concreta ten que se desarrolla, fos dinamismos propios de una sociedad democratica, integradora, participativa, mas justa, etc. la esperanza optimista en ta EGeajo Comunitario entenderemos La tercera reflexién es qul-si queremos cambiar alguna cosa debemos im- plicarnos personalment®Algo que parece esencial para desarvollay esa eens implicativa de trabajador social es apreciar que los fenomenos fe pobreza, exclusidn, marginacion, emigracién, opresion de género, 6 + pon ajenos a nosotros mismos. Son fendmenos que producimos (tambien re otros) ¥ que nos afectan directamente (hemos vivido o vivimos situacio- eee riesgo, insegurided, marginacion o amenaza de pobreza, de margina- tion de gencro, o por nuestras caracteristicasfisicas, hemos vivido Ia emi- gracién propia o de los nuestros, hemos corrido riesgo de sufric una a ericomania o la sufrimos, episodios de fracaso escolar, etc). El ands de nuestra propia biografia debe permitirnos conectar con puntos de vista nue- tos sobre los fendmenos que tratamos: una mirada poniéndose en el lugar del otro, Esta mirada distinta debe a la vez cambiar el posicionamiento ante las realidades sociales en las que intervenimos. Se trata de acortar las dis- tancias, de ser més proximos con los fenémenos sociales que nos ocupan, 62 seen ten ra algo a9 lag Po quiere meagre gure des wo maa men ch {osm el eco de et comets Se parti brat ta mph Ne pero st 2) Per oy ure dec ure ayo AMEN tay cota frente ala epstemolagi J Ney micas La never alfa Fae tno on cantar ye eon ca near seitre ie pobeeen ta excasion es ‘actuar cont El canocerents ty ta ie nian a 1 Canpetmvento (ya interpretacion) que come nataro no se comprende in preci a nes Sez meracioncs Logue dens sry os, situactén sae eae es iproducie interpret $ituscion socal personal oclectinaen hs Ue 5 re 60 potenciali dads. Pore canara intraccones eats WE oe anravesd toda seat obsticuler ins, ean for pods erp cen las que todo son obstclor. De ein eat ao io onocimiento ¢ 10 Que e+ mis il par interven Seeman erecta SE esta Prosi ors personas y ss stance (toes) setalaba eee eee ee ‘ambien oportuno para ta i= tavern colin elaine on liad imtervenchON, MIENAS aiiratamloaia) bce bu GUD de procedimiento (et estudio, el diagnostico ¥ iceraeu tenia caerves ren i rrelaciones satisfactorias, esas opera ruye el trabajador Comer Tencia que en él tenes interacciones "™ raciones de 18 La 5 cuarta y iltima reflexin que nace de aquela frase al inicio de este apart Querdmosto © no, do es sobre la dimensié1 it ; mn politica del Trabajo Comunitario’ Jos objetivos del ‘Trabajo Comunitario tienen caricter politico > St ion afecta al proceso politico, P. Baldock (1974) lo expres ‘con claridad: WNo es imiento de una accion posible hacer Trabajo Comunitaro, asistiren el estab Pejectiva, sin afectar al proceso politi e, incluso, sin tenes PIC politi- os que pueden ser slo inplicitos y pueden aravesa Sie de partidos, pero que, no obstante, estén ahiv. De esta maners segin creemos, queda t= 1 «En nuestra sociedad, los modos de vida son el resultado de la capacidad de que disponen los grupos sociales para haceise Siry hacer valr sus prinidades (.) Los ame pos sociales mas modestos esin, POY ‘pigma modesta, excluios de os procesos 4 decisién (..) La margi ones socialente dies, su"ausencia” en él ferveno de la decision politica Y St Pervido™ en el campo de lz consincia pUbhica xermen de la debilidad de su identidad ‘omin, de su organzacion colectva y 46 $8 afi racién piblican (J.P. Hiemaur, p32) aE objetivo del organize CECE momento dad es levantar el podet mn una comuni ‘pase, ks organizacion (~) Sin eS an problema fundamental bane ede atacar ningiin pre ) El cambio viene ide poder no puede atacar ni erctua de pode Mone de 1 organiza ( El poder es a raz de set 1 del poder y el poder viens tuznciones» (S- Alinsky, 1976: 63 \ a. svamente ten planed — . cemnarm at fra de enn ee a tyr de hecho, to sont no hae Seon conse: & su denon de la educacxony det Tokar, lar esta realudad em une hombre neutre por ei tate wich ove deena eee rath atin ies Fab ca an oles wpentras ete ae Fae manos mnie me cares pee ty Socal poe io kate Re de sus grandes retos CEI tratajnks * ci per hrnbre net» po lo dete hace na pov eee Roney Acherrse al cambio dea esouctrs seca, apes stn sera Soap, rte gE tome cao es men Us Ke Weanss ae lr soluciones asistencia, ares Se perma cavers weal 2 és del énfasisen su estaba prescrb la accra ao deta (SSRN én, manipulacio). La operon por el samc some en un be 3 Ne le la cual la estructura social se vaya desveland, en un exferns cTYOOS Co ‘in con los hombres con los que tabsja. un interes Pongue Ke tok nha jerciten la reflexion sobre la propia percepewia de ts realxdad (muentras 2 tian) y perciban la realidad como realidant humana. creada poe kx homes, la desmitifiquen. Consiste en no tener miedo a La Iibertad ne manwpular, 9 huir de la comunicacion sino buscarla, ver personas (suretis) en bys Doebees ccon quienes trabajan. P Freire cree que el trabajador socal» ef advan 8 cial deben ser personas conscientes, y esa conciencia les debe permuny saber que la estructura sovial es obra de los honibres, comprender que clas mS mos forman parte de esa estructura social con todos fos hombres y roo cer la opresi6n. L. Milani y la Escuela de Barbiana. en la cotetee obea Care @ una maesira (1976), plantean el interes por la pobuca dese lo emosronsll yConocer a los chicos de los pobres y amar la politica es tod une No eS ‘sible amar a criaturas marcadas por leyes injustas y no desear leyes MENTS» ©) Proximidad e influencia det trabajador comunitario Lo que estamos describiendo es una cpistemotogia de Ia imphcackin que tiene poco que ver con aquellas propuestas de construccton el coneets miento que propugnan la distancia objetivizadort o en las que el tr DUANE comunitario parece carecer de opcidn. A nosetres, Corn yt SC_VA OOSAVAR- do, nos cuesta creer en un organizador con creeneras dediles 9 ON PHOS ideales: nos parece poco realista. Sin personas inplicadkas te Habra tahe- or ‘comunitario: el organizador busca implicar a la gente porque el es Ina persona implicada, busca que la gente tenga un proverto pra PRQUE él también lo tiene (ademas de ideas sobre comm cambiar la stacy Que se aborda, tiene un proyecto de intluencia porque tiene una idea dke la Sores dad deseable). Sin esas cualidades el trabgjador comumtare no PURke Coe vencer a los demas, carece de poder de conviecton, Nucyanrente es la Es- 64 coe de Haran 19% er, Maton (19763 fe get espe temo sgh ns sat (irre wie + Asistente en ln actividad > Ascr,Inormad + Facilitador 2 bef _ + Comunicador vitante ton + ganznder 1 Farmer > observador + Gatalzador 1 Inctador + nator 2 Guia 2 expert 2 Mediador aratega El trabajador comunitario aparece, entonces, como un profesional que debe contar con una gran polivalencia, debera ser una persona de recursos puesto que tendré que desplegar variadas habilidades 2 lo largo del proves Pa este sentido, una amplia formacién técnica del profesional es fundamen tal (léenicas de investigacion, de andlisis, de planificacion, de organtzacion, de interaccion, comunicacion, ete.). También son fundamentales, sin em bargo, otras hablidades relacionales y comunicativas que, a menudo, Wee mas que ver con cualidades o experiencias personales que con una estricla formacion cientifica Es dificil que un trabajador comunitario cuente con todas las cualidades yy conocimientos stiles, y es precisamente por ello por Io due cada uno de- derd utilizar sus potencialidades de manera singular, poniendo en valor propios recursos en el seno del proceso (aquel que comunica bien oralmele) ped tiene por qué ser el mejor escritor o el mejor experto investigador, etc.) sacando el mejor partido de si mismo, de sus experiencias y conoct- nientos, haciendo el mejor uso de su inventiva y genio profesional en apo~ yo de la accién. Cuando el Trabajo Comunitario puede ser desarrollado por din equipo profesional, no hay duda de que una reparticin de functones que tenga en cuenta los conocimientos y las habilidades de cada miembro favo- recera el proceso comunitario. Los autores del Trabajo Comunitario han jdentificado una variedad de funciones que no son sino la manifestacion de la riqueza de situaciones en las que el profesional puede ser util en el desarrollo de acciones comuntta- 70 We ws. Enet tas, Ent ecu 6c Es recto 6 ae mca as a ims realizando en la Primers Parte sel ib 2"Chanames inde susp yonna tonsa, bre et supue niicteo en q Paiiarlos en 3. La intensidad as de lai ser racer aren ween El trabajador social e: Franaraisdor social es un estratega en el uso de sus potencilidades ¥ apse ambien adapabilidad, Los roles dels qu hemor ublago en el Partado anterior y la ntensidad de su eecicio vanarin segin el momento det rap, Sean af deta cae sec 7 chicas de sila: sein el excenaro (se tata de una acividad ng se smi 4% insvcin?),segtn las conscrone en gue se mci institucién, 10s colegas los politicos, ete), neuso, sein as propis peferencias (8 Sisfuccién del agente con to que hace, su valoret, ce Dependiendo de gsas variables el trabajar comunitario pute tne roles mas © menos ac~ fives (F. Henderson y D.N. Thomas, 1992), Como ora general de- beremos extablecer que In presencia del wabjado commie es per manent sine que come sefiala P. Lopez de Ceballos (1987). es la clisica acién: entrando y saliendo para ayudar a avanzat metodologica- mente y aprovechando el distanciamiento critico-reflexivo. "A. Brown (1988) sefiala que el proceso mas comiin es que en los momen tos iniciales de un grupo el trabajador social sea ‘bastante activo y directivo, apareciendo como una versgeseenal hasta que se establece la estructura del grupo. A partir de entoli< los miembros ‘del grupo asumen cada vez mis responsabilidades y se produce un cambio decistvo hacia cl ob}E** de {que os miembros tomen progresivamente la responsabilidas, hacia la posi- ibm auténoma, Para P, Henderson y D. N. Thomas (1992) hay buenas nes para ser favorable a la no directividad (una ‘actitud favorecedora de que fa responsabilidad y la toma de decisiones sean del grupo), «pero es0 00 quiere decir que los interventores deban rechazar los momentos mas directi~ ie si ello puede resultar més eficaz: los primers momentos de vida de un grupo reclamardn quizis una buena dosis de ditectividadn. Sin embargo, Euando el trabajador comunitario retienc ta responsabilidad y no trabaja por ja plena autonomia del grupo. deja de realizar Trabajo Comonitaio ‘La existencia de lo que podriamos Tamar grupos cautivos 0 patrimoniae lizacién de grupos tiene ‘mucho que ver con el ineremento del poder de los técnicos 0 de los politicos: tener BTUPo® dependientes incrementaria so PO der, Esa es una actitud ‘completamente contraria & los objetives del Trabajo 1 © que. Mitac cto Permanencia ¢ intensidad de la intervencion EL grupo gana en autogestin a medida que ane W experiencia y gana autonomia, GRUPO O INTERGRUPO El prtasoisn dl vb bss comuiaasevadaa medida que el grupo gana en autonomia “ at gine Comunitario que consiste, sin duda, en incrementar el poder de la pobla- cidn, en extender y defender la democracia a través de la participacion. Precisamente, es la tentacién de patrimonializacién la que convierte en relevante que el trabajador comunitario sea consciente de que su interven- cién tiene como horizonte su retirada, dejar de participar profesionalmente fen las actividades de los grupos y dar paso a la plena autogestion de las or- ganizaciones populares. El momento debera ser sopesado con atencion: «un alejamiento demasiado prematuro corre el riego de ser vivido como un abandono y de comprometer todas las adquisiciones pacientemente acumu- ladas, Por el contrario, una retirada demasiado tardia puede reforzar la de- pendencia de los grupos y frenar su avance hacia la autonomia y ta autoor- ganizacién» (C. de Robertis y H. Pascal, 1994). Después de la retirada el trabajador comunitario convertira su intervencién en un papel de ayuda ru- tinaria’*. > La reticada del profesional no siempre aparece como una necesidad clara y facil de aplicar. Hay situaciones de Trabajo Comunitaro, especialmente aquellas que plantean retos organizativos complejos (por ejemplo, la coordinacién y dinamizacién de platafor- ‘mas intergrupales), en las que se tiende a favorecer la institucionalizacién de! liderazgo “organizativo del trabajador comunitario. Tal es el caso de los planes comunitarios en Cataluha, En estos casos, se discuten cuestiones como cui debe ser el papel que deben, desarrollar los demas profesionales, cémo se puiede operativizar la participacion citida- dana en el desarrollo de la intervenci6n social, etc.: pero no se cuestiona aquel Videraz~ go. Segiin creemos, plantearse el Trabajo Comunitario en términos de autogestién re- ‘quiere pensar y/o proyectar la retirada. 72

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