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ἐπιθυμία 1939

(Codicia, codiciar, concupiscencia, desear, deseo, pasión)


ἐπιθυμἐw
anhelar, ansiar, codiciar desear, deseo
Introducción
A menudo nosotros culpamos a nuestros padres o a alguna otra persona por lo que hemos llegado a
ser. O como Flip Wilson, un famoso comediante norteamericano, que popularizó la frase: “¡El diablo
me lo hizo hacer!

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni
él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces
la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Santiago 1:13-15

Santiago está haciendo referencia a la enseñanza rabínica del “impulso malo”, de la “inclinación mala”, o del
“instinto malo” (el yetser hara).

 Es la inclinación interna que aguijonea a la persona, que la insta a pecar.


 Algunas traducciones más antiguas de la Biblia usan la palabra concupiscencia en el versículo 14 para
describir el impulso interior hacia el mal. Hoy en día, la palabra concupiscencia tiene mayormente
una connotación sexual, pero algunos siglos atrás, quería decir simplemente un deseo fuerte o
inclinación.

 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Romanos 6:12
 Cuando el pecado reina obedecemos a los malos deseos
 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 2Timoteo 4:3

 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de
concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a
otros. Tito 3:3

 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento;
pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne,
conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo
pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces,
orgías, disipación y abominables idolatrías. 1 Pedro 4:2
 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia; 1 Pedro 1:4

 Las pasiones inferiores tienen su sede en el cuerpo y obran por su medio. Las palabras “carne”,
“carnal”, o “concupiscencias carnales” abarcan la naturaleza inferior y corrupta; por sí misma la carne
no puede obrar contra la voluntad de Dios. Se nos ordena que crucifiquemos la carne, con los afectos
y concupiscencias. ¿Cómo lo haremos? ¿Infligiremos dolor al cuerpo? No, pero daremos muerte a la
tentación a pecar. Debe expulsarse el pensamiento corrompido. Todo intento debe someterse al
cautiverio de Jesucristo. Todas las propensiones animales deben sujetarse a las facultades superiores
del alma. El amor de Dios debe reinar supremo; Cristo debe ocupar un trono indiviso. Nuestros
cuerpos deben ser considerados como su posesión adquirida. Los miembros del cuerpo han de llegar a
ser los instrumentos de la justicia. CPI 244

 Para no cometer pecado, tenemos que resistir sus mismos comienzos. Todo afecto y pasión han de
sujetarse a la razón y a la conciencia. Todo pensamiento no santificado debe ser repelido
inmediatamente. Encerraos en vuestros cuartos, seguidores de Cristo. Orad con fe y de todo corazón.
Satanás procura haceros caer en su trampa. Para escaparos de sus tretas, es preciso que recibáis
ayuda de lo alto. 5TI 165

 No debemos proponernos estimular la concupiscencia del apetito o recurrir a los entretenimientos


carnales para persuadir a los seguidores profesos de ... CMC 212.

 Todo cristiano debe estar constantemente en guardia y velar sobre toda avenida del alma por la cual
Satanás pudiera hallar acceso. Debe orar por el auxilio divino y al mismo tiempo resistir
resueltamente toda inclinación a pecar.

 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne
es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis
lo que quisiereis. Gálatas 5:16-17

 Satanás estaba siempre alerta para vencerle. Si Jesús hubiese podido ser inducido a cometer tan sólo un acto
malo, o a pronunciar una sola palabra mala, o a hacer un ademán de impaciencia, no habría podido ser
nuestro Salvador, y el mundo se habría perdido para siempre. Satanás lo sabía, y por esto procuraba con
tanto ahínco inducir a Jesús a pecar. CNS 30
 El tentador no tiene el poder de gobernar la voluntad o de obligar al alma a pecar. Puede angustiar, pero
no contaminar. Puede causar agonía, pero no, corrupción. El hecho de que Cristo venció debería inspirar
valor a sus discípulos para sostener denodadamente la lucha contra el pecado y Satanás. { CS 500.

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