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E «Hay algo de irracional...» Apuntes sobre Ia historiografia de la arquitectura brusilefia Pasados casi cincuenta afos de la experiencia-inite de Brasilia, el desarrollo de la arguitectura moderna en Brasil desde las obras ploneras de los itimos afios veinte hasta la consagracin interna- ional de los aos cineuenta, parece seguir desfiando las ten- tativs de comprensién’, Esto no constituye, sin embargo, una sovedad. Con a expresiga que nos srve de epigrafe, saba.elmino de admiracin, sorprsay desconieto provocaba en el panor a Internacional la produecion arguitec- ‘6nlca moderna dé los escaiosveimeafos que se interponfan ‘atte a presencia de Le Corbusier en Ric durante el proyecto de Ministerio de Educacién y Salud, y la publicaién de su u prelacio al libro de Mindlia, de 1956, Los argumentos para esta earac- terizacin son varios y han do desde entonces muy repetios. El desordenado crecimiento urbano y la desenrenada especulae «ién con a iera urbana que caracterizan el desarrollo de las principales ciudades brasileias en la primera mited de siglo cons- Siuirian en principio wna taba para el dessrollo de una arqu- tectura saludable, Dificultad que viene a sumars ala precariedad de las condiciones téenico-constructivas de un sistema produetivo sin caractetizado por una industializacinincipientey por la supervivencia del modelo bésico agro-exportador. Sin embargo, la arquitectura moderna brailefia rece como 'una planta tropical. La dificultad de Giedion no teside, por {o tanto, solamente en comprender esa separacin ente ls cond ciones sociales y econémices que soporta la actividad cons- stuctiva como un todo y a expresin cultural alcanzada por la arquiteturaerudita Sozprende, también, le velo Jenguaje moderna de raz corbi i bicntearquitecténico que, defini un perfil dstinno y seconocible, «Brasil encuentra su propia expresin arquitectSnica con una asombrotarapider!» Inracionalided,sorpresa, espanto, son expresiones que demues- tran la dificultad de establecercausalidadesy estruccurar la trama narrativa que defin el sentido de ese desarollo,Giedion sabe que 1 peso del papel jugudo por Le Corbusier es fuerte pero no sul- lente para explicar el efendmeno brasileios, “Por supuesto cuan- do Le Corbusier vino al Brasil en 1936 eso fc a centell que Hews aquellos talentos a encontrar su propio medio de expresin Pero Le Corbusier ha estado en muchos otto paises y muy 2 Carlos A. Ferreira Martins Theres smebig ition ‘nthe is of ale architec. Sighied Gesion’ menudo 0 no results en mis que elgunosvtulares de mal gus ‘oimo cierta vez en los periddicns de Nueva York'» Al analizar la produccibn de inicio de los afoscincuenta, Giedion seiala as principale careetersticas de la que ya enton se econce como «arquitecturabrasleia: el desaerolo de lines fuertes en el exterior de los eificios; ls avances ene tratamien eos espacios inernos, los juegos derelacionesformales con e “Paliaje, etc Pero lo que visiblemente més lo impresiona, y cierta ‘mente lo que més intresa hoy a nuestra reflexin, es otra cos: wen Brasil, un certo nivel de realizacin ha sido alcanzado. ‘Aunque cieras caracteriticas puedan ser especialmente visibles nel trabajo de algunas individualidades excepcionales, elas son ‘ambién evidentes en el nivel medio del produecién arquizec- ‘6nica: una stuacién que no existe en la mayoria de los otros paises : El juicio de Giedion, cuyo conosiniento dea produecién ‘internacional no merece la pene recorday llama as a atencién so bre un aspectodecisivo para la comprensin del proceso de ins- tiucionlizacin de la arquitectura moderna en Brasil: ala pa ‘nindudable preeminencia de algunas obres de excep hay alg ‘que asegura una dimensin extensiva en la clidad de a produc sién arqitecinia, que refuerza a ideificacign de esa aquisee fura como shraslefia» ya no solamente en el sentido tantas veces sefalade de arcsigo de sus soluciones formales en el ambiente tropical o en fa tradicin cultural, En este punto queda clare que ‘a letara de Giedion nos emite ados problemas claves pa li reflerién no desinteresada en los aratares de fa arquitectura modems brasil, Elprimero es obvio inexcusable para cualquiera que afronte on seriedad una reflexién sobre la stuacin actual de la pro- duccién arqutecténce en Brasil. Nuestra problema ya noes eld [a posible srracionalidad» del desarrollo dela arquitectara mo- derma en Bras, sino el de comprender cémo y porqué se ha logrado establecer, en el espacio de menos de veine ais, una sic twacidn en que, junto als obras destacadasdealgitos maestos, $e logra un alo nivel de calidad media en un niimero tan sigi- ficativo de autores como los que Mindlin presenta en su libro. Et orcas palabras cabefregntarse ci hi sido posible tear, en ma Y,ineluctablemente 0 significa preguntarnos cSmo y p manera casi tan iguelmente répida, La segunda cuestién ifort Fxpéctb de un punto nodal en torlas la tentatvas de caracterizacin dela especificidad dela arquiteecura brasilefia: c6mo comprender [a paradoja que se esta- bolece entre la constatacion de Giedion (cada vez més confirmada po? 16 trabajos de investigaciba que vienen caracterizando el proceso de revisidn historiogréfca de los élkimos aios, de un ao nivel de calidad media en la produccinextensva, el proceso por el cui la instucionalizacion de la arquitectuca brasleda se concentré de tl manera en a figura de Niemeyer, que uno esti veatado de decir que, en Brasil protagonista se confunde con Iainstinueién acquitectra, CCreenios que una breve fevisin del proceso de consteucciéa dela rama natrativa de le arquitectura brasileia puede ser un instrumento de valor para la eflexién sobre algunas de las perple- jidades planteadas por aquellos dos problems, si dudadistne tos pero no separabes. perdi de Historiografia y construccién de hegemonia en lo arquitectura ‘No parece hoy necesatio demostrar la pertinencia del andlisis historiogréfico como instrumental adecuado para la compreasién del proceso de constitucién de la hegemonta de la anuitectura moderna de raz corbusierana en Brasil’ Bs sabido que un trabajo de arguitectura deja par lo menos tres tipos de rastro documental directo, que los historiadores llama- | rfan primario. Especialmente en un period mafcado porun | fuerte voluntarsma, los arquitectos afirman sus proyectos por medio de texts, eéricos 0 de eombete, de dibujos y obras. La intervencin de un cuarto nivel documenta, el dela ertica 0 dela historiograff, es més complejo de lo que indiari amarlo sim- plemente «secundarion. El andiis de les relaciones entre expe- i y experiencia verbal, superadas las visiones de su smutuairreductbilidad, leva a una transformaciin de fa percep cin del tabgj crtico y/o histérico que reconoce ala critica como una participacin activa y fundamental no sélo en la propa ¢2cibn, sino también en la generacién de a cultura arqui- tects” No se trata ya de hace hincepié en los aportes qu a invest sgeci6n hist6rica puede taer al acto proyectual en sitsino de} admit las lecruas crticase istércas como elementos que se ‘agregan z la obra, reconsticuyéndola por su insercign en una tra-| sma que recoloca y reconvierte el objeto de anlisis. El proceso / de Leura, critica o histérca; es asf un mecanismo de carga Lisi Casa, Oscar Bemeye, ‘Alfenso Eduardo Reidy, Jorge ores, Caos (io y Era Vascoacdllos, Miniter de Elucis, Ro de ier, 156. Oscar Niamey, Pabllén de Ble a Panpulh, Bel Horizons, 1940-4 OsarNiensye, Yatch Cle, Panputa, Blo Horizonte, 1940-4 semantica que opera de forma activa en la obra ya través de ella en el campo dela cultura arguitect6nica, Esta idea aparece formulada por Argan, quien lama la aen- ciéa sobre l epeciicidad de la operacin del historiador del arte (y también de a arquitectara, agregamos) que esté en I situacibn sui generis de hacer historia en presencia de su objeto: De hecho, Inhistoria del are es la nica entre todss las historias especiales que se hace en presencia de los hechos y, por lo tanto, no tiene que evocarlos, reconstruitlos ni narralos, sizo sélo interpretarlos. {J (sin embargo) la obra de arte no vale para nosotros de la mise sna manera que valia para el artista que la hizo o para los hombres desu tiempo; la obra es a misma pero las conciencias cambian> Por eso, porque cambian las concienciasy valores, porque en el arena interes a cosa en sf sino su impacto de presencia abso- Jota frente a un sujevo que ley relee el historiadr, dice Argan, debe reconstruir sobre sus hombros toda la cadena de jucios que fuezen prosunciados sobre las obra de que se ocupar* Pati de una verificacién euidadosa de los procedimienta clecciones de la historograia noes, por lo tato, pa exterioridad de una lecsura de inexés pursmente académivo, sino tratar de esplicarchmo y eudndo la praxis histoviogéfica se artiula a su objeto cecargindolo de significacibn influenciando directamente el campo del mismo ¢ {esional. Aqui cabe recordar que todo juci, stético 0 ma juico histrico, cuye importancia esti més all desu veracidad Porque, es atin Argan quién nos apoys, x. fa realidad del hecho narrado es indudablemente diferente dela realidad del hecho «acsecida, pero la narracién que se hace hoy de hechos acacidos en el pasado tiene, para la vida que se vive hoy, un valor que el, hecho acaecido, como tal, no puede tener. Goodwin y Mindi: Ia construccién de ka carquiteciura brasilefia» «Rio de Janeiro ai como Washington fue vitima de la mania internacional de lo cirgado la Palladio. La correcisn académica se preferi6 a una arquitectra viva y adecuada ala tiers y el efec- to prevensioso solamente encuentra equivalenia en su esterilidad, “Bl.caso, entre tant, ha llegado a buen fi. Pocos aos transcurt dos y, casi dela noche a la matiana, la encantadora ciudad se curd de esa enfermedad, empezando a ver mejor ls ventsjas de una anquitectura de acuerdo ala vida actual ya a moderna técnica ©» Con esa palabras se cera Ia introduccin del famoso Brazil Builds, libro orgenizado a partir de le exposicién realizada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York por Philip Goodwin, responsable del primer impacto de divulgacion BRAZIL | internacional dela emergente arquitectura moderna brasilea El texto no esconde sus motivaciones diplomsticas,respecto de interés por «rabarrelaciones con el pais que ibaa ser un aliados Adem, algunos episodios recientes de le arquitectura brasileia, con el Pabellon de Brasil en ls Feria Internacional de Nueva York, n 1939, y a conclasin de las obras del Ministerio de Educa- cidn, hacian que la arquitectara brasilefia dejase de ser vista como simple manifesiceiba cultural de un pais exético y empezase a ~y el consecuente resonocimiento interacional~ in arquitecténica oficial de Vargas se puedan encontrar igual- _de la arquitectura brasilefiay su identificacin con un proyecto de mente edificios del més fuerte academicismo no indica més que _—_articulacidn entre modernidad y teadicién, sostenido y apoyado econtradicciones curiosas que se ven por todas partes} Mis cena expansién y la necesidad de afirmacidn ideol6gica del aparato que las econtradicciones curiosas, lo que inteesa es éafatizar que _estaal varguistd} Los vinculs con el esquema teérico propuesto rientras los estos earquecl6gicos» dominantriunfantes en Lon-_ desrrollado por Costa, desde su famoso texto Razées ds Nova dres, Washington y Munch, «Brasil uvo el coraje de quebrar __Arguitetirz, no son, como se sabe, simples coincidencias. [a rutina y tomar un rumbo nuevo, dando como resultado que Concebido inicialmence como una actualizaion del trabajo de Rio pueda enorgillecerse de pageer los més bllosedfcios pibli- Goodwin, el libro de Henrique Mindlin, Modem Architecture 08 del continente americano> in Brazil, gond cuerpo por a ausensa de una reedicién del Al lado del Ministerio de Educacién, el Pabellén de Brasil en la centonces ya clésico» Brazil Builds. Su edicién en 1956, todavia Feria Mundial de Nueva York de 1939, con su ”. En segundo lugay, la incorporacién de un evo -y peculie~ marco de la peiodiza- Asia Correa Tima, Escién de Hideavions, Rio, 19738 Marcloy Milton Rober, elif 18, Rio, 1934 an l cién propuesta: la misma exposicién y el libro de Goodwin, ses ponsable por la atraccién de la stencién internacional a un trabajo nuevo que significa «.. Ja primera aplicacién en larga escala de los principios de Le Corbusier, Gropius y Mies van der Rohe», Porhimo, Mindln enseia que el aspgcto devsiv del reconoci- riento internacional, ademas de estrechar los lazos con los acqui- tectos extranjeros que pasan a visitar el pais con frecuencia, es To que podemas llamar el eefeco retorno>: la aceptacion de las bras modernas por el pico, ms al del circlo de ls intlec- tuales modernists Es gracias al reconocimiento exteno que «el hombre de la calle, esoépicoeirénico por natualeza em- pet6 a enorgallecerse de los elificias que al inicio consieraba chiatososo bizarros+* Conjugados el reconocitniento internacional y el del hombre de le call, estarfan dadas as condiciones para el orgllo. Entre tan- oa formacién de Mindi, fel alos origries de un movimiento aque se niga a pensar el eifcio como objeto slo y que tiene por objetivo llevar los produetos del esprit y del arte alas grandes mass, le impide caer en el elogio fail del resultado for- smal, Su texto sigue sefalando ls enormesdificultades presen- tadas por él explosivo y desordenado crecimiento urbano dels grandes ciudades brasil, frente al cual ls pocas incursiones profesionaes en el campo de la plaificaciin urbana permanecian como intents de erear un efecto-demostracién Otro problema que le preocupa es la ensefianza que, para 4, seguta caracterizada por la desintegracién e inadecuacién curriculares y por el arcais- mo de los procesos didcticos. La produecién de a arquiteceura braslefa aparece, por lo tanto, para Mindli, como en proceso en desarzllo, especto de cual no habia entoncs la distancia necesaria para una evaluacién dd conjunto pero en el que ya se podfan singulrizar al menos dos aspectos que contribuian de manera decisiva para constitu tuna personalidad propia. Primero, la original elaboracién de Jos dispositivos de control del luz solar no solamente respon cana requisivoshigiénicos sino que aportaban 2 la arquitectora uun nuevo valor plistico: Si, como dice Le Corbusier, “arqui-~ tectara cl juego sabio, correo y magica dels volmenes bajo la uz”, el brise-solel eda al juego y aos volimenes wna infinitariqueza de modulacién, en el sentido dela cuartadimen- sién, por medio de l constante muticin dela sombras que coruzan la superficie, de la aurora a la puesta del sole. otro as- pecto clave esl invesigaciény el desarrollo de le ténics es- tructural en hormigén armado, que conté con el apoyo de «un brillaate grupo de proyectistasestructurales» y que resulsd no solamente sen estructuras esbeltas y elegantes sino también en _pteciable economia si se comparan las costo de construct, con otros pafses»™. El texto de Mindlin se reduce a quince piginas de introdueci6n a las doscientas cincuenta dedicadas a presenta las fotos y los, dibujos de las obras de més de ciento veintearquitectos, organi- zadas por crterio funcional. Sin embargo, el libro se consttuye, asi compo el de Goodwin, en un marco referencal dela historio- araffa, sea por el rigor en la seleccin de las obras y proyectos sea porque su texto, aun corto, es un paso fundamental en la cons- truccién de un esquema interpretativo que tended largo aiento. Ferraz: Ia historia contra-corriente Recién en. 1965, aueve ais después del libro de Mindlin, va a surg una voz discordante del esquenma interpretativo que se fue afirmando de manera concomitant al mismo progresva recono- cimiento internacional de laproduecin del grupo caioes, en especial de Niemeyer. Recuperando un estilo de trabajo ya experi= rmentado en la serie de articalos publicados en la revista Habitat, Geraldo Ferraz publica su Warchavchik ea introdugio da are aqitetura moderna no Brasil 1925 a 1940*. Motivado por la ex gencia de rigor histrico, por la amistad al pioneroo por loca- lism pauls, como insinfa Licio Costa en una polémnica anterior, el testo de Ferraz propone y desarolla un esquemma de anilisis y una narrative en las antipadas de los que se venfan inposiendo dese el texto de Goodin. {hos dos textos de que hablamos hasta ahora desriben una srayectora de desarrollo corginico» de la arquitectura brasil, desde los inicios de la Colonia, seislando su capacidad de acli- smatacin, de adaptacin progresiva de los models externos alas condiciones climaticas, énicas, materiales y sociales del pas. En este exquema la producciOn neoclsia primero y a eclécticay AVCHIK | i \ | ' } Ena pie son Pores elo de Geo Fes, deat Isp dean ly Wegh oC Ware Ca moderna decile epi, Gragori Wrehavchik, San Pbl, 192930, después, construyen una interrupeién, una desvicién, y a cons- tirucién del grupo carioca, a partir de la presencia de Le Cor- busier, significa la ecuperacin del hilo conductor. Teétase,en cierta manera, de la trama narcativa de una arguiectarabrasilefa due a tenido que sornarse moderna para volver ser eitima- mente nacional. Para Ferraz, ese esquema no tiene sentido, La arguitectura snodema es ante todo un hecho internacional, «un producto de las ideas del siglo x, dado que su adjtivacién [.} pertenece a un estado de esprit adscripto ¢ las transfortaciones que se operan ea la vide del hombre de nuestro tiempo» Para anclat su visi, dedica toda la parte inicial dl libro al escate de la tradicid del raclonalismo constructvo, pensado como sintesis entre los nuevos progrdinis scalmente planteados, ls nuevas disponbilidades y recursos técnicos y materiales y el eestado de espita modernos: En esa perspectiva, destaca la importancia, para elos pioneros del siglo x0 de la actitud de partir de cer, de liberarse de un pasi- do idemtficado con el peso de una tradici cultural opresiva, aunque alerte sobre el riesgo de fimtar le arquitectura a una visa pragiatica, Todo el esquemainicial pretende hacer hincapié en al «sentido internacionalistay del movimento del arte moderno. ‘nteracionalismo que, en el dmbito de la arquitectura se concreta «en 1928, cuando se encuentran en el primer Cia los grupos de la Bauhaus y del Esprit Nouveau, elas dos grandes correntes[..] que se han extendido desde puntos de partda dstintos (pero) han llegado al mismo blanco, el de la uaidad de concepcién arguitee- ténica[..] en que ambas han lleado al urbanismo»®, ‘Aun reconociendo a la Bauhaus yal grupo artculado en torno a Le Corbusier como las dos vertieaes fundamentles de le re- aovaciéa arguitectnica del siglo xx, Ferraz no deja de esablecer jerarquia y valores, déndolelaprimacfa a Gropius, porque «su concepcin diditica es més concretamente planeada, ms objetiva, que la dindmica propaganda de Le Corbusier, o que permite ver ene arquitectoalemin «el gran coordinador dels ideas del siglo x, en la completa transiguracin de la vida social»®, ‘Aclaredos su eriterios y valoresel autor llama la atencién sobre la coincidencia temporal entre el Congreso de La Sarraz y el comienzo de las polémicas en toro del eificacin de ls pt- eras casas modernistasen San Pablo, El niio de la actuacin de Warchavchik comesponde, pars Fer, ala introduccién dela arquitectura moderna en Brasil y no estar balizado en el proceso de evolucén de cuatro siglo de arquteetura sino en el cuadro de las profunda alteracions en la vida econémica, politic, ténica y social de San Pablo, 2 partir de la primera Guerra Mundial, Més que destaar la primacia temporal del Manifisto de 1925, Perez sefala el avancey a calidad dels tei li defendidas en el mismo aio en que Gropius lenzaba su Internationale Architektur con «pocas y reasivasdisonanciasr entre ambos documentos. Pero la principal preocupacién del aucor es distnguir el internacionalsmo deb fic acusacign de xexteanjrismos imporada a Warchavchiky quien afirmaba que «no quetiendo copiar lo que se esti haciendo en Europa, insprado por el encanto de passe brasiledo he in- tentado crear una arquitectura que se aaptasea esa regién al elie sna y también als antiguas traiciones de esta terca»®, El autor bosea apoyo para su tess en declaraciones de Le Conbusie, ue hubfaafirmado haber encontrado en la obra del arquitecto ruso dla mejor adaptacin de ls ditectrices del arte moderno de cons- teuiren el paisaje wopical de Sudamética»y sea que la partic- pacién de Warchavehik presenta, en el TV Congreso Panamericano dle Anquitectura en Rio de Janeiro, una posicin precise ine- 4guivocarespecto de ls relaciones entre incernaconalismo y con- iciones regionals: “Tendremos, quiz, una arquitecurs euro- pea, otra sudamericana, otra noreamericana. Finalmente, todas juntas formarin un solo estilo mundial creado por las exigencies mismas de la vida actual (..] (pero) esta arquizectura seri la mis regional posible, porque su primera y principal exigencia seré aclaptarse ala rgd, al lima y alos costumbres del pueblo». A partir de ahi, Ferraz recorre los distntos marcos dela petio- dizacidn ya consagrade proponiendo su propia y distina ectura de cada uno, Bl significado del golpe militar de 1930 recbe un tratamiento nis eitico que el de sus antecesores. Para el autor, el gobierno de Vargas habia significado «una oportunidad de cam- bios para todo el pais. Una gran esperanza, pronto deshecha,, subia del fondo del almna popula. (Se cria) que se renovarian los procesos de educacién ¢instruccién de masas, que a produecin reeibirfa un impulso decsivo. Reconociendo la impomancia del episodio del breve pao de ‘en aquel momento el dnica arquitecto con obra construida segin Jos prncipios modernos con contacto direzto con la produc cién internacional. La construcsiGn de la Casa de la calle Tonee 105 [a primera obra modernist en Rio, més que un simple evento de propaganda habia ofrecido una rara oportunidad de forma- cid para el joven grupo carioca: Durante dos semanas, todas las tardes, bajo la lustre presidenci de Frank Lloyd Wright, se han rreunido [..] Warchavchik, Costa y los jévenes arquitectos y estu- dantes que irfan a formar el grupo de renovadores de la construc: cién en Brasil»®,¥, poco mis tarde, fue en la, teuccién Costa & Warchavchil, «en cuyo cuerpo de encuentra el joven Niemeyer» que «Costa se vineulé al cons: sruceidn todeen ee Rls, pues hasta entonces su adhesin al \, movimiento se limitaba a una euesti6n de principios»”. LIncluso en el episodio de I consruccn del Ministerio de 2, Ealucacién, su énfasis es en la influencia del arquitecto pavlistas Redumsiendo en medio pitrao todo el complicado proceso de ‘marchas'y contramarchas que al final resltaron en la presencia de Le Corbusier, Ferraz indica que el maestro francés tabajé en Rio «con algunos elementos que estudiaron en 1991 bao la direeciin dle Warchavchik y otros que habian trabajado en la sociedad Warchavchik & Costa», Refutando de manera implicit la eva- luacién, incluso internacional, que seal en la originalidad e inventvidad dela adaptacin de los postulados de Le Corbusier Ja azén del to de las obras brasil, el ator afta: «Tal influencia no siempre ha sito bendica, por I eventual ansencia de sentido crtico de su disefpuls, por la contrafaccin del carder de la arquiteotura(.}(y pox) un exceso de valorizasion roméntica cn la transctipcin de ciertas indicaciones de Le Corbusier, trans- cripcién que pierde su fuerza constructiva para desdoblatse en tuna especie de modismo equivoco»”. ‘A esos equivocos contrapone la imagen del vijo pionero que el arte hso-brsleo de Ios sigs xvi y xv, exuded por Germain Bazin, ye period actual, abordago superfcalmente en publiaciones de carder documenta? Su objetivo explcio es eeraminat los monumen- tos n solamente en fancién de ss valores intrinseeos(.) sino consderando su stuacin en el empo y sus filaciones percept bles, en lintento de revelar su evoluciny su significado histé- ico» %/Su libro esté asi marcado por el esfuerzo de riguroso rele- vamiento documental, por el chequeo de versiones y por el deseo de construir una interpretacidn, en el sentido historiogeifica, ‘no solamente de la evolucién interna de la serie arquitecténica sino de sus relaciones con la stuacin técnica, cultural y politica en que se deserolla, El esultado seri, como veremos, ambiguo. a estucrra de abajo empieza por presentar una descrip- cidn sumatia dels condiciones fisico-geogficas dl pfs, en tanto elementos determinants tanto dels caracteritias de la arguitectaratadicional como dela opcién por el sistema cor- busierano, con el desarrollo de los brise-solei, a planta libre y In adecuacién de os rertenosliberados por pilots paa responder als necesidydesclimitics de control del inslacién y facta lasirecin Apoyindose en lctras de intelectulesdeicados al tema dea Formac del Brat contemporineo>, sefala que linda lzaciény la urbanizacin de nicios de siglo cambian apenas pe cialmente a orgaizacién socal heredada de a Colonia. La ex teuctura olgiequicaaliada ala especulacin urbana explican as la intiliad de esperar una aruitectaravolead hacia la panic cin global o vinculada a grandes realizaciones sociales», Curiosi- mente eso noe, para Bruand, un jacionegatvo,Rebatiendo as extcas de Max Bil, agumenta sobre la imposibilidad de absorber en Brail el modelo de Gropius, pues ése estaba marcado por el doble confit d as relacions entre arte industri y dela democrai faa del arte, cuando «..ningano de ests problems tenia sa razén de ser en Brasil, dela misma manera que la arqui tectura de Mies, aristcritca y dependiente de mano de obra ata- mente calficada y de utlizacién de elementos industriles per- fecos co pola encontrar repercusién en un pis en que nin- gun de estos principios podria ser satisfactoriamente resueltos Para el auto [a abesn ala vertient cosbus ol 1asgos propios que pronto asumid la arquitectura brasieiia refle jan de mianeea magnifica sa realidad profunda del paiso™, como | 6 8 a Ney 7 ext? La comprensién de esta erealidad profundas, lava a buscar en cl anlisis culturalista de Fernando de Azevedo para explca, de modo introductorio, algunos elementos bisicos de ls relacio- rcs entre arquitectura y sociedad brasil Asie «predominio deo afectivo, de lo irracional y de lo mistico» no puede set cextendido ala arquitectur, «profundamenté pensada, asenteda en la za26n, ain cvando rompe las amarras de principos rigidos y permite a Ia imaginacién un rol importanter, pero el «individu lismo andrquico» esté«fuertemente expresado en la ausencia de planifcacién y de organizacion dl sistema urbanistico». Dela misma manera, «la bisquede de prestigio personal, la xpreccu- pacién con la jerarquia socal y el individualism eno son privi- legios de los clientes: pueden ser encontrados, en diferentes gri~ dos, en la mayoria de los arquitectos, ¥ explice su ansia por soluciones brilanteseindividuales, La eiateligencia viva» y la faclidad de adaptacion», caracteristcasdebidas un epueblo de pioneros» son confirmadas «por Ia extraordinariacapacided de asimilacidn de los arquitczos del pai» para quién han based «ves semanas de trabajo con Le Corbusier para que «sus miembros surgiesentransformados, como por arte de magi, lan- indose en bisqueda de nuevos caminos>. Para Bruand, esas scaractristicas dl pueblo brasilefio> ayudan a comprender el ‘pido cambio dela opinién piblica después de le constucci6n del Ministerio: el veconocimientoy los aplausos internacionales ssacuden el seatmiento del pueblo», y enorgullecen «una opiniba pilblicadvida de gloria». De la misma manera, a forma peculiar que esurnié en Brasil el nacionalismo cultural es la expresin de tan pueblo que «concilis Ia voluntad de progresar> con un «apego sentimental y racional al pasado», Diferenctindose de Mario Pedrosa, que ve un vinculo estrecho entre arquitecuray régimen politico, Bruand prefiee sefalar el apoyo decisivo pero individual de «algunos gobernantes», como Gustavo Capanema el ministo de Educacin ecuyo sueio era construir la primera obra monumental de la arquitectura moderta en el mundo», o Juscelino Kubitschek, el presidente que «profun- damente ambicioso, dispuesto a corer riesgos para cubirse de lori (..]constrayé solo, durante sus varios pasajs por el pode, ris edifcios que caalquier hombre de Estado en los tlimos dos o tres siglos»* Laperiodizacién propuesta por Bruand, que confirma 1936 como «marco fundamental y 1948 como safiemacién decsivay de la arquitecoua brasileRa,contribuye 2 consolida la inter- pretacién dominance dela constirucin del discurso moderao en Brasil Sin embargo, trabaa esa periodzacin sin aeptar los ar- sgumentoslineales,investigando «desarrollo paraleloss ala trayectoria del «grupo central eaioca. Inca su abordje a partir de 1900, de manera asumidamentearbtraria con ol afin de tra- zar el cuadro del ambiente en que se dari los primeros intentos de a arquitectura moderna y, zunque no niegue por principio todo valor a las obres ecléticas, se suma a a visibn de que econ junto «ers, por su naturale un hecho profundamente negativo» que expresiba eun complejo de infriorided levado al extrema». Eneesta perspectiva y aqui percibimos aun otra veel esquema de anilisis de Costa, el neocolonial aparece «como una transcién necesaia entree eclecticism de carter histérico, del que era parte integrante el advenimiemto de un racionalismo moderno {--] euya gran originalidad local no puede ser ignoradan®. Ex neocolonial es, entonces, y no apenas cronolégicamente, una de as «premisas de la renovaciSn» que tere lugar entee 1922 y 1935 y que incuyen al trabsjo pionero de Wearchavchik. En este Punto, Bruand se apoya en el trabajo de Ferra aunque inclinén- dose a encontrar en Le Corbusier, mis que en Groping, sus re- ferencias fandamentales, En cuanto a su contibucién, critica el jvicio de Costa respecto de la independenca del desarrollo de la arquitectura posterior al Ministerio: ces dudoso que tal pudiera ‘curries la accibn pionera de Warchavehile que preparé el camino para forjar una nueva mentalided en ls j6venesarquitec- tos de Rio de Janeiro». Sin embargo, sefiala que su arigidez doc- twinaiay, su eespritu sistemtico que (al contrat de sus colegas brasleios) ao admitia muebles coloniales en un ambiente mo- demo» ensefiaban que cera demasiado extranjero para el palsy demasiado radical paca lograr realmente naturalizarse» Otro innegable mérito de Bruand es haber sacado del casi com- pletoolvido al importante aunque breve emovimiento de Recifer, <.- automo (y) bajo varios spectos incluso més avanzado> que los de Rio o San Pablo, Liderado por Luiz Nunes entre 1934 y 1937, e trabajo del equipo que inclua a los entonces desconoc- ddos Buse Marx y Joaquim Cardoso, «apcoveché la lecciones de ths figuras europeas sin quedar prsionero de sus enseianzas» y toméel camino de una sintess entre el carécter universal de los principios bésicos y la expresin regional que les podia ser atribuida..»®, Una contrbucién significatva de Bruand als comprensién del «episodio clave del Ministerio ha sido plantear con més exactirud el rol de Le Corbusier, no solamente como ef maestro que aporta en vivo los principios generals, sino como el arguitecto que ensefa un métedo de trabajo en que no se separan priacipios ted tlcos y dibujo, no tratandose «de dos operaciones sucesivas, una purameate intelectual (y la) ova mantle sino de «dos zbor- dajessimultineose indispensables», Bruand sea ai, par tiendo de testimonios de los protagonists, la esponsabilidad de Le Corbusier en dos caractristcas hasta entonces atribuidas ala originalidad de los brsileis: el énfasis en que la preocupaciSn rigurosa por las necesdadestéenico-funcionles no podria ‘nunca oscurecer ls exigencia plstco-formaes,y su defensa de la utlizacion de elementos pasaitcas o técico-constructivos tignarios de la tradicidn loca, como la palmerssimperiaeso los azalejos, Como se ha dicho, ef trabajo de Bruand tiene una preoeupecion documental que no se habia encontrado todavia en los intentos histotiogrificos anteriores Sin embargo y pese algunas dis- tincionesindicadas, acepta y refuerza no solamente los marcos de periodizacion sino elesquema expicativo general que, apoyado «en as formlaciones de Costa, habia ganado el panorama interna ional con el libro de Goodwin y a base docurnental eon el de Mindlin*. Hay que destacar lo signficatiro que es el manteri- iento y Ia consolidacién de ese trama narativa, que ve en la axquitectur moderna de matriz corbusierana no solamente we proyecto arquitecura, sino le arquiecrura brasil, ms de diez afios después dela desaparicida del suelo politico e institucional en que se formé, Elfin del proyecto nacional-desarolista,decre- tado por el golpe militar de sesenta y cuatto, parece no haber alectado el dscurso de los arquiteetos que, hasta avanzados los aliossetent,siguen pautando el debate nacional por temas como earquiteture desarrollo nacional, el «pape social del arquitectos, ete La tama esté constituida, Sigimosla esquemiticemeate, Hey una arquitectura tradicional brafa que el resultado de a leara depuracign de los aporesexilsticos dela metrdpolis colo- nial, Ese proceso de adaptacién de los modelos portugueses alas condiciones sociales, als cisponibildadesticnico-constractivas yal lima brasileio logra por momentos generar una produccién con rasgos propios. Goodwin y Mindlin indican ese proceso en ‘érminos ms 0 menos generales, pero puntualizan el baroco de Aleiadinko, Lemos agrega, como momento de reinvencin, la arquitecrura bandeirist, El neoclascismo de le Misin Francesa inicalonene y luego el eleticisme harin del siglo xr un perfodo de cambio de referencias cultuales y de ruptura radical entre los rodeos erudite importadosy la producidn anclada en saberes tradiionaes. A inicios del siglo axl crecimiento de las princ- pales cudades, a afluencia de mano de obra inmigrante ye curopeismo dels elites agudizan la dominacin del eletsismo. La transformaci6n modernists deflagrada por le Semana del 22 en San Pablo, no lograpresentar una produccin moderna en argu teotua, Pese als tentatvas pioneras de Warchavchiko Flévio de Carvalho, el nuevo lenguaie, importado, no llega a acrigese Bi primer matcosignificativo ese paso de Lico Costa por la direccén de le ENEA, tna especie de bomba de efecto retardado que detonaré cuando se encueniren los hombres precisos en el luger preciso: Costa y su grupo joven y talentoso, el esclarecido ‘Capanema y el maestro internacional B eifcio del Miniserio va 4 sefialarno solamente [a primera realizaién en gran escala de las propuestas de Le Corbusier sino el resate del proceso, interrum- pida un siglo antes, de adecuacién de los modelos europeos alas condiciones sociales, materiales y-climéticas del pais, Bsa adecus- idm esl principal marca de originalidad de la naciene arquitee- tura moderna brasilfia y debe ser enfatizada por el recurso a soluciones consteutivas ysimbélicastadicionales como forma de conguistar el reconocimiento internacional. Este viene por me- dio del texto de Goodwin y es por su efecto que las resistencias inernas son finalmente quebradas, Otra vez los hombres precisos se encuentran en el momento preciso y el escarecido y ambicioso Juscelino pecmice a Niemeyer ejrciar su geialidad apoyada en el célealobrillate del poeta Joaquim Cardoso, en el conjunto de Pamputba. A partir de abi, contando con reconocimiento interna- cional, con dominio refinado dela técnica del hormigén y con a creacin de las nuevas escuela de arquitectura, la calidad dela produccin aquitectdnica deja de ser privlego de algunas perso- naldades de excepcin para afiemarse como lenguajesocialmente aceptado, en aumento hasta la experiencilimite de Brasil Arquitectura brasilefia: zmontaje ideolégico u obra realizada? Como dijmos l tama esté montada, Nos interesa su Logica y coherenca, pero no menos sus zonas de oscuridad. Las preguntas que no se hace, los temas que no propone o de los que huye. Asi, la ausencia del interés historiogatico en las obra de ecaréter social» -por dudosa eimprecisa que pueda ser esa caracterizaciba~ llevé ala cconclusibne de l ala de compromiso de ela arqui- tectura brasleiw por los fundamentos sociales que presiden la Maguea da Parque biapaea, Niemeyer equa, San Pabl, 195-54, constiucion de la arquitectura moderna en sus origenes europeos. La investigaci6a reciente ensefia que, més que una excepci6n, Pedregulho y Givea de Reidy, on la punta de un iceberg, cuya real dimensin est todavia por evalua, Otro trabajo en proce- so ha identificado en la cudad de San Pablo mas deciento veinte edificos excolares proyectados y construidos en menos de ses alias, con un significativo impacto sobre el passjeurbano", Pero 6505 edfcos estén mayoritariamente ubicados en los arabales, hhan sido proyectados por arquitectos «de segunda linea», son de ‘jo costo x por lo tanto, no encuentran su lugar en la histo rografiahagiogrfice, Comprender Ia logica de montsje de la narrativa historiogrfica «es reconstiur el proceso de construccidn hegemSnica de un proyecto particular que se convirti en proyecto bralieio. Es de- cis es importante para no seguir prsioneros de un discurso be- sao en a aveptacin dela supuesta «naturlidad» del recorio. Pero igualmente para evita ls negacinacrtica de ese mismo ecortido, Otra vez la tensa ente las sucesivas camadas de interpretacion y a «presencia absoluta» de la obra. Si Gedion lamba la atencién sobre el ealto nivel medio de calidad» de la produecin extensiva de la arquitectura moderna en Brasil, no ¢s menos cierto que la historiograia desde Minin ha ido progre- sivamente corcenteindose en el andlisis de la obra de un nimero cada vee mis restringido de arquitectos. Contadicibn interna 0 problema metodol6gico, el dlema no se restrnge ala historia de Iaarquitectara brasil, pero adquiereen este caso una fuerte acualidad. Es sigificativo que la bistoriografia dominance esé smaceada por Ia completa separacin entre historia dela arquitee- tura¢ historia del urbanismo o, de manera més abarante, historia de a ciudad”, Bl abajo académico se viene deteniendo cada ver ands en a reeuperacin dela historia reciente dels ciudades Fox ae de elifio Cope, de Oscar Niemeyer, San Pablo, 195256. brasileas pero apenas se ha preocupado en comprender la histo ria de la arqitectra como pate constiutva de aquella histo Indicaremos, 2 modo de (injeoncusibn, apenas dos ejemplos que, més que respestas las enestiones planteadas, informan lo que a nuestro juicio debe consttuirse en un plan de trabajo colec- tivo/Cualquieca que ande por una ciudad de tamaiio mediano en Brasil encontrar, siempre y cuando la intensa especulacién inmo- piliatia no los haya derribado todavia, barrios residenciales cons- truidos ea los afios cincwenta donde son identificables innumera- bles casa cal» Niemeyer: plots en Vf techos en tera invertida, Ja elevaci6n de la primera losa para permitir una rampa en curva, un indefectible jardin de piedras roladas «a la» Burle Marx, etc. Por supuesto no son obres de Niemeyer y, ls més de las veces, ni si- quiera de arquitectos. Desde una perspectiva sociolégica estrecha esas obras serin consideradas kitsh. A nosotros ese fendmeno de- berfa interesarnos en otra perspectiva. Importa sefalar ah que, en ‘un momento dado de la historia del pais, la clase media, incluso de las pequetias ciudades del interios, tenia lo moderio como valor. YY, ms sorprendent,tenfa una imagen clara de un proyecto ar- quitecténico -el de Niemeyer o de la earquivectura brasilefian~ como expresién de ese valor. Algunas investigaciones atin prelimi- nates y asisteméticas Haman la atencin sobre el he-cho de que a mayoria de estas casas son anteriores & la construcci6a de Brasilia. ‘No ha sido el intenso efecto-demostracién de la exposici6n en los. medios de comunicacién de la aventura de Brasilia el detonador de esa adhesin. Si Giedion tenia razén en su sorpresa,entonces cel tema dela difusin de la arquitecturs moderna tiene una rele vancia a la que todavia no se le ha ofrecido respuesta satisfatoria, ‘Ouro ejemplo, quizas més relevante, esté en la evaluacién de las grandes 0 pequetias obras urbanas de ls af cuarenta y cin- cuenta. Aunque algunas de ellastengan su lugar en las selecciones de la historiograffa, generalmente estan relacionadas con la serie nonogrfica de la

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