Amo las mañanas. Me siento en mi percha mirando a los
miembros de mi familia comenzar el día. Primero, siempre está papá (que prefiere cuando lo llamo Gunner) que viene a la cocina a buscar café para él y mamá. Siempre se toma un momento para hablar conmigo y ver cómo estoy. Puede que sea el dueño de la casa, pero sabe quién es el Rey. Papá siempre controla a las niñas y a las otras mascotas antes de preparar el café. Para ser un motero grande y duro, es un poco blando con aquellos a los que llama suyos. Después pasamos unos minutos juntos antes de que regrese al dormitorio para pasar un rato tranquilo con mamá. Aquí es cuando hago las rondas y despierto a todos a pesar de que, todos los días, papá me ordena que no lo haga. Me gusta despertar a las gemelas, Mia y Zoe, con una nueva canción que he escuchado o inventado. Sus risitas son contagiosas y me encantan sus caritas. Si me esfuerzo, puedo hacer suficiente ruido para despertar a todas las mascotas al mismo tiempo. Y siempre hago el esfuerzo. Gee, oficialmente conocido como Magnum P.I.G., es fácil de despertar pero lento para levantarse. Es un cerdito divertido que se tambalea durante unos minutos todas las mañanas antes de que su rostro sonriente decida brillar. Loki, nuestro perro nativo americano, siempre está despierto pero acostado en silencio junto a las camas de las gemelas. No es fácil, por lo general es imposible, superarlo. Debido a su tamaño y a su vena protectora, rara vez lo intento. Luego está Duffy. El gato más grande que la mayoría ha visto en su vida, y no es conocido por ser muy maleable. Aprendí desde el principio que, si bien es gruñón y perezoso, también es muy vanidoso. Le encanta que le digan lo bonito que es y yo sé cómo manejar esa información. Puede que tenga un cerebro del tamaño de un pájaro, pero me funciona a toda máquina. Luego está mi mamá, Ava. Es bastante relajada excepto con las personas malas. Cualquiera que abuse de mujeres, niños o animales debe mantenerse a distancia. Esa mujer puede ser una feroz mamá oso cuando se cruzan esos límites. Amo a esa mujer. Moriría por ella. Ahora viene mi parte favorita de la mañana. Todos están despiertos y en la cocina mientras mamá cocina para nosotros. Es un caos con las niñas, las mascotas y los padres corriendo, todos tratando de ser escuchados por encima del otro. Las gemelas están lanzando Cheerios por todas partes con Gee limpiando los que caen al suelo. Pavoneo mi hermosura, yendo y viniendo por la barra frente a ellos, lo que aumenta exponencialmente el nivel de ruido. Mamá sigue cocinando y charlando con papá, pero él empieza a darme “esa” mirada. La que dice que todavía no ha tomado suficiente café para tratar conmigo. Me encanta esa mirada. Mi misión en la vida es ser el centro del universo de todos y la mirada de papá me dice que actualmente soy el centro del suyo. Escucho atentamente el golpe en la puerta principal que ocurre todas las mañanas. Si es un golpe, es Pops que viene a desayunar y pasar tiempo de calidad con sus chicas. Si es un golpe fuerte, es Axel que viene a desayunar, a pasar tiempo con sus chicas y a la primera ronda de la continua batalla entre Axel y Mac. Si bien amo a Pops, es a Axel al que espero con ansias cada día. Axel (o Assman como me gusta llamarlo) y yo tenemos una batalla de ingenio permanente. Algunos días, es como si estuviera luchando contra un hombre desarmado. Otros días, hace un buen esfuerzo para igualar mis habilidades para discutir. Nunca sé qué tipo de día va a ser, así que siempre estoy ansioso por poner manos a la obra. Un golpe fuerte y repetido en la puerta anuncia la llegada de Axel. Como de costumbre, papá camina pisando fuerte hacia la puerta para quitar el cerrojo. La abre bruscamente, listo para arremeter contra Axel por enésima vez. Axel, como de costumbre, pasa de largo ignorando por completo la perorata de papá. A llegado el momento. —¡Hola tío Assman!—le grito. —Cállate, Mac. ¿Cómo están mis chicas? —pregunta Axel mientras se agacha junto a las gemelas para sus besos matutinos. —Tío Axel. Te amo—dice Mia mientras le da unas palmaditas en la calva. —Te amo más—insiste Zoe mientras le ofrece un Cheerio blandito. Por mucho que me guste darle un infierno a Axel, el hombre ama a su familia. Las gemelas lo adoran y mamá no ha dejado de sonreír desde que se convirtió en su hermano. Por estas razones, le dejo vivir. —¿Por qué sientes la necesidad de derribar mi jodida puerta a golpes todas las mañanas?—le pregunta papá con indignación. —Devuélveme mi llave y no tendría que hacerlo—responde Axel mientras coloca una silla entre las sillas altas de las gemelas. —La tomé porque no quería que tu cara fuera lo primero que viera todos los malditos días. Deberías estar en casa con tu mujer y tu hija—insiste papá. —Es la hora de madre / hija, así que me prohibieron por un rato. Vengo aquí para pasar tiempo de tío. Amo a mis sobrinas sin importar que su padre sea un enorme idiota. Ava, podrías haberlo hecho mucho mejor que él—dice Axel mientras carga su plato. —¡La boca!—le grito a Axel mientras empujo el tarro de las palabrotas en su dirección. —¡No dije palabrotas! ¡Gunner lo hizo!—argumenta Axel. —Él lo tiene permitido—me burlo. —Bueno, todavía no dije palabrotas. Por lo tanto, puedes tomar tu tarro de las palabrotas y metértelo en el… —¡Alto ahí!—advierte mamá mientras deja caer una pila de panqueques en el plato de Axel. Lanzo una risa fuerte e irritante por la mirada que le está dando a Axel. Lo vuelvo a hacer cuando Axel me lanza una mirada malvada. El primer punto del día es para mí. Miro hacia la puerta principal cuando la escucho abrirse y veo a mi amigo Chubs entrar con su habitual sonrisa. —Olí tocino—dice mientras se sienta a la mesa después de darle a mamá y a las gemelas un beso en la mejilla. Consigo un choca los cinco de ala / puño. Chubs nunca se olvida de mí. Mac ama a Chubs. —¿Quieres viajar conmigo hoy, Mac? Tengo algunos recados que hacer para el taller de carrocería—pregunta Chubs mientras llena su plato. —¡Sí!—grito mientras tomo una frambuesa del plato de Axel. No me gustan las frambuesas, pero me gusta enfurecer a Axel. —¡Aléjate de mi comida, Mac!—espeta Axel mientras protege su plato con el antebrazo—. ¿Por qué este pájaro está permitido en la mesa? —¡Mac! Sal de la mesa y deja de robar comida—dice mamá mientras me coloca en la encimera. ¡Maldita sea! Axel me lanza una sonrisa de satisfacción, así que le arrojo su frambuesa. ¡Tanto! ¡Disparo en la frente! ¿Quién sonríe ahora, Assman? —¡Ava!—chilla Axel mientras se limpia el jugo de la baya de la frente. —Mac, pórtate o ve a tu habitación. Axel, vete a casa—interviene papá con voz irritada. —¡Tío Axel quédate!—grita Mia. —¡Mac, quédate!—dice Zoe. —Gracias, Zoe—responde Axel. Lástima que nunca pueda distinguir a las gemelas. Gunner también las confunde mucho. Sin embargo, sé cuál es cuál. Mamá, Trudy y Chubs siempre lo saben también. —¡Soy Mia! —¿Está segura?—pregunta Axel estúpidamente. —Creo—refunfuña Mia. —Tú, Mia. Yo, Zoe—confirma Zoe mientras se mete panqueque en la boca con la mano. Tomo nota de permanecer fuera del alcance de Zoe hasta que se lave las manos. El almíbar y las plumas no se mezclan bien. Después de terminar el desayuno, Chubs vuelve a besar a mamá y a las gemelas en la mejilla, se despide de todos y me tiende la mano para que me suba. Lo hago, y junto con Gee, nos vamos de aquí. Viajar en el camión de auxilio con Chubs es uno de mis momentos favoritos. Me señala cosas y me enseña cosas nuevas todo el día. Siempre me encanta la expresión de las personas cuando aparece un motero, un loro y un cerdo para salvarles el día. Los ayudamos y pienso en nosotros como superhéroes grúas. Ahora, solo necesito una capa. Después de un día de estar con mis amigos, Chubs y Gee, estoy de vuelta en la casa club. Pavoneo mis cosas, yendo y viniendo por la barra cantando una canción de Taylor Swift. Me gusta más estar en la barra porque detrás hay un espejo enorme. Sé que soy un tipo guapo y mirarme en el espejo me ayuda a mejorar mis movimientos de baile. Estoy pensando en tener una mujer algún día, así que necesito practicar mis movimientos de apareamiento. Quiero estar listo cuando encuentre a “la indicada”. Sigo agitando las plumas de la cola y cantando mientras veo a los miembros del club entrar a la casa club. Deben tener Iglesia esta noche. Genial para mí porque eso me da más personas para entretener y deslumbrar. Dejo de cantar el tiempo suficiente para saludar a cada uno y darles un movimiento de alas. Mamá y las otras mujeres están teniendo una fiesta sólo para chicas en la cocina mientras cocinan juntas. Estoy mirando la puerta de cerca porque sé que Tessie llegará pronto dado que ya llegaron Trigger y Petey. Me gusta Tessie, sobre todo porque me ama, pero también porque nos parecemos mucho. Ella nunca deja de conversar conmigo y, debido a que Bella suele estar a su lado, eso significa que soy el centro de atención de dos hermosas damas. y —¡Hola, Mac! Qué estás sacudiendo?—pregunta Tessie mientras ella y Bella se acercan a la barra. —Hola, Mac—dice Bella. —¡Mi cola!—le respondo. —Muéstranos tus mejores movimientos—ordena Tessie y se sientan frente a mí. Voy y vengo por la barra pavoneándome, subiendo y bajando la cabeza y zapateando con el pie. Me detengo, sacudo el trasero en su dirección, antes de extender mis alas ampliamente. Ambas mujeres comienzan a reír y a aplaudir, animándome. Alboroto mis plumas y continúo con los movimientos de Mac para su deleite. Soy una delicia. Un puro jodido placer sin importar lo que diga Axel. Está celoso porque todos me aman. Desafortunadamente para mí, Gee decide que ahora es un buen momento para mostrar sus habilidades con el skate. Atrae la atención de las damas y ahora están aplaudiendo y alentándolo. Lo veo andar en skate por la sala principal y tengo que admitir que se ha vuelto muy bueno en eso. Amo a ese cerdito, pero es adicto a la atención, y acaba de robarme mi momento. —Tocino, ¿alguien?—grito. —¡Mac! ¡Sé bueno!—dice Tessie mientras me mira con el ceño fruncido. Bueno, diablos. El momento ha pasado y es hora de que encuentre un lugar para hacer pucheros. Vuelo hasta el suelo, camino por la cocina y espero a que alguien abra la puerta. —¿A dónde vas, Mac?—pregunta mamá. —Casa. —No hay nadie allí ahora mismo. ¿Por qué no te quedas con nosotros aquí? —No. —Está bien, hombrecito pájaro. ¿Qué tiene tus plumas torcidas? —me pregunta ella con un suspiro. —Gee. —Te robó tu atención de nuevo, ¿verdad?—pregunta mamá con una sonrisa. —¡Sí!—grito. —Tú puedes ser el centro de mi atención, Mac. Chubs me dio su reserva de castañas. ¿Quieres salir conmigo y tomar un descanso? — pregunta Lucy en voz baja. Amo a Lucy. Es perfecta para Chubs y siempre sabe cuándo hablar. De lo contrario, es muy callada. Es una gran oyente y me encanta hablarle. Una pareja hecha en el cielo. —Sí, por favor—respondo mientras ella abre la puerta y salimos hacia las sillas de jardín. Después de tomar asiento, Lucy rompe mi bocadillo favorito. Charlamos y mis plumas erizadas se calman. Nada ayuda más que la atención femenina cuando un tipo necesita recuperarse. —Mañana trabajo en New Horizons. ¿Quieres venir conmigo? A las mujeres les encanta tenerte cerca y los niños piensan que eres increíble—pregunta Lucy en voz baja. —Lo soy. Sí, por favor. —¡Genial! Pararemos en la tienda y recogeremos bocadillos antes de irnos. Pasaré a recogerte por la mañana—me dice Lucy. Antes de que pueda responder, mi silla se derrumba. Agito mis alas lo suficiente para evitar ser aplastado por ella y aterrizo con seguridad en el suelo. —¡He sido Lucyafectado!—grito. —¡Oh, Mac! ¡Lo siento mucho! ¿Estás bien?—se apresura a decir mientras vuelve a colocar la silla en su posición. No voy a volver a sentarme en esa silla con Lucy todavía aquí. Siempre suceden cosas raras a su alrededor y este pajarito necesita estar preparado para que la mierda caiga. —Estoy bien—le aseguro. —¿Puedo hacerte una pregunta?—pregunta Lucy inclinando la cabeza. —Por supuesto. —Ava dijo que no tienes las alas cortadas, pero nunca vuelas a ningún lado. Me pregunto por qué cuando sería más rápido que caminar. Yo volaría si pudiese. ¿Cómo respondo a esto? Nadie lo ha preguntado antes. Mamá le preguntó al veterinario pero nunca a mí. Me parece que Lucy piensa en las cosas mucho más de lo que la gente y los pájaros se dan cuenta. —¿Secreto?—pregunto con mi propia adorable inclinación de cabeza. —Puedo guardar un secreto, Mac. De hecho, soy muy buena en eso. Te prometo que no se lo diré a nadie, ni siquiera a Chubs, si no quieres que lo haga —responde Lucy con sinceridad. —Asustado. Lucy me mira con los ojos muy abiertos durante un minuto antes de responder. —¿Tienes miedo de volar? Eres un pájaro, Mac. Eso es lo que hacen. —De las alturas. De nuevo, con la mirada. Dios. —Tienes miedo a las alturas. Bien, supongo que lo entiendo porque yo también lo tengo. Simplemente no sabía que los pájaros pudieran tener miedo a las alturas. Es interesante saberlo. Gracias por compartir eso conmigo. —Nada. —Sabes que aún puedes volar pero mantente cerca del suelo. De esa manera, podrías ir rápido, pero sin tener miedo de estar alto en p p p el aire—razona Lucy. Eh. Nunca antes había pensado en eso. Quizás volar podría ser divertido si me quedara cerca del suelo. Lucy ahora me gusta mucho, mucho más. —También podrías bombardear en picado a Axel de esa manera. Asustarlo un poco. Tal vez perseguirlo por el recinto y divertirnos a todos—agrega Lucy con una sonrisa maliciosa. Está bien, es oficial. Estoy totalmente enamorado de Lucy y sus formas tortuosas. —Quizás deberías practicar primero, ya que no has volado mucho. Hacemos un golpe de ala / puño y salgo corriendo para probarlo. Despego y me elevo unos metros por encima del suelo. Me gusta sentir el viento en mis plumas. Me abro paso en zig zag por la parte trasera de la casa club mientras veo a Lucy hacerme el signo de la victoria. Su sonrisa hace que todo esto valga la pena. Después de unos minutos, vuelo un poco más alto hasta que estoy a unos dos metros y medio del suelo. Eso es lo más alto que quiero llegar por ahora debido a que me golpea una punzada de miedo. Pero lucho contra eso y me elevo como el magnífico pájaro que soy. De todos modos, a unos dos metros y medio del suelo. ¡Pero todavía estoy elevado y lo cuento como una victoria! Cuando aterrizo en el suelo junto a Lucy, ella comienza a aplaudir como loca por mi genialidad. Yo también estoy impresionado. —¿Por qué estás aplaudiendo?—le pregunta Craig a Lucy mientras se detiene a nuestro lado. Craig tiene un portabebés azul igual al que Axel usa para la pequeña Alex. Sin embargo, en su portabebés está Bart, su mofeta. De espaldas, profundamente dormido y seguro como puede estar, Bart está arropado como un insecto en una alfombra. —Hola, Craig. Mac y yo estábamos charlando. ¿Estás buscando a Taja? —pregunta Lucy. —Tessie y Bella me dijeron que viniera aquí porque pronto comeremos. ¿Está Taja aquí también? Me lavé y me vestí por si acaso —responde Craig mientras se ve muy bien con su camisa romántica y sus vaqueros limpios. Antes de que Lucy pueda responder, la población femenina de los Devil's Angels MC sale con fuentes y cuencos de comida. Colocan todo en las mesas de picnic, listo para cuando termine la Iglesia. Miro a cada una de ellas y nuevamente cuento mis bendiciones por haberme convertido en miembro de esta familia. Mamá, Trudy, Bailey, Lucy, Pippa, Tammy, Bella, Tessie y el resto de las mujeres son la verdadera columna vertebral del club. Los hombres creen que lo son, pero se equivocan. Excepto por Chubs. Definitivamente es el más amado de todos, hombre o mujer. En cuanto a los hombres del club, Gunner es el más alto, Vex el más bonito. Axel el más divertido incluso cuando no intenta serlo. Pooh y Trigger tienen los corazones más grandes, aunque solo uno de ellos está de acuerdo con que la gente sepa eso. Petey es el mejor padre de todos los tiempos, pero ahora tiene una fuerte competencia entre los demás. Cash es el silencioso, Pigeon el ruidoso. Rex, Reeves, Reno, Freddy, Horse Nuts y Toes llenan los huecos y fortalecen esta unidad. Todos tienen un papel que desempeñar y todos son miembros respetados. Después están las mascotas. Consideradas tan familia como los humanos. Yo me ubico en la parte superior de esa pila, creo. Soy la voz de las mascotas y me lo tomo en serio. No puedo esperar a ver quién llega a casa con la próxima mascota y cuál será. Independientemente de lo que sea, seré su gobernante. La conversación fluye mientras todos cenan juntos. Hay muchas risas y bromas entre todos, y puedes sentir el amor. Mientras mastico una zanahoria, me golpean con una fresa. Sé exactamente dónde mirar y cuando lo hago, veo a Axel sonreír. —¡Axel! ¿Qué demonios?—le grita mamá mientras Pops le da un golpe en la nuca. —Me lo debía. El bastardo emplumado me golpeó en la cara con una frambuesa esta mañana, y lo viste—responde Axel, sonriendo todavía manteniéndose en sus trece. —¡Batuardo!—grita Zoe mientras señala con el dedo a Axel. ¡Oh, esto se está poniendo bien! Veo las caras de mamá y papá volverse para mirar fieramente a Axel, y ahora soy un pequeño loro contento. —¡Cuida tus palabras! Aquí hay pequeñas orejas—advierte Trudy a Axel y le da una palmada en el antebrazo. —No es un lenguaje agradable para usar delante de las mujeres, Axel. Incluso yo sé eso y solo soy un niño—dice Craig en un tono condescendiente—. Perdón por sus modales groseros, Taja. —¡Maldices todo el tiempo! ¡Tu boca sucia está tan sucia como usualmente tú lo estás!—le grita Axel a Craig. —¿Craig?—pregunta Pippa mientras le da esa mirada de mamá que todos queremos evitar. —No digo malas palabras delante de las mujeres o los niños. Pooh me dijo que no lo hiciera, así que no lo hago. Sin embargo, dijo que está bien cuando solo somos nosotros los hombres y Axel— responde Craig con calma. Veo a Pooh encogerse sabiendo que recibirá un sermón más tarde mientras todos los demás se ríen. —¿Qué quieres decir con “nosotros los hombres y Axel”? — pregunta Axel con una mirada irritada. —Vex dijo que él podría ser bonito, pero tú eres el más femenino de los hombres, así que no estoy seguro de si eres uno de los hombres o no. Tendré que preguntarle a Chubs sobre eso cuando estemos aprendiendo cosas mañana. ¿Puedo comer más pollo, por favor? —responde Craig sin una sola preocupación por lo que dijo. —No puedo creer que soy el que está siendo molestado aquí cuando Mac, la rata bas... —Axels deja de hablar abruptamente cuando Gunner comienza a ponerse de pie. —¡Batuarda!—dice Mia terminando la frase de Axel por él. Dejo escapar una carcajada larga y fuerte imitando la de Petey solo para molestar a Axel un poco más. Funciona. Axel, usando su cuchara, comienza a arrojar guisantes en mi dirección. Su puntería es mala a menos que tuviera la intención de golpear a Trigger. Supongo que no por la expresión de su rostro. Pero la expresión del rostro de Trigger, ¡no tiene precio! —¿Por qué, por el amor de Dios, Petey, no usaste un condón?— grita Trigger mientras se limpia los guisantes de la cara. —Hemos estado preguntando eso durante años—masculla Cash con una sonrisa. —¡Escuché eso!—le grita Axel a Cash. —Estaba destinado a que lo escuches. Sin embargo, sigo esperando que Petey nos dé una buena respuesta—responde Cash. —Cometí un error y lo he estado pagando desde entonces—dice Petey con un triste movimiento de cabeza y una amplia sonrisa. —El problema con eso es, ¿por qué tenemos que pagar por ello también?—pregunta Pooh. —Terminé de comer y de que me insulten. Dame a mi hija, Bailey —ordena Axel con un puchero plantado firmemente en su rostro. —No. Trudy quiere algo de tiempo de abuela, así que se llevará a Alex a casa por unas horas—responde Bailey mientras sonríe a un Axel de pie. —Pequeña perra de casa—masculla Axel con irritación mientras se pone de pie y comienza a caminar hacia el estacionamiento dando pisotones. Miro a Lucy y veo el guiño y asentimiento que me da. Es el momento. Para sorpresa de todos, me levanto de la mesa volando y vuelo mi hermoso trasero de pajarito directamente hacia la cabeza de Axel. Me deslizo por encima de él lo suficientemente bajo como para arrastrar mi pata por su calvicie. Para mi mayor deleite, Axel chilla y se cubre la cabeza. No tiene idea de que soy yo el que está a punto de traer la muerte desde arriba. O tal vez solo un poco de caos para mi diversión y total entretenimiento. Cuando Axel se da la vuelta y mira hacia arriba para ver qué lo tocó, lo golpeo de nuevo. Solo que esta vez, golpeo con ambas patas, las plantas primero contra su frente antes de volar fuera de su alcance. —¿Qué carajo, Mac? ¡No puedes volar!—grita Axel justo cuando estoy alineándome para otra carrera de bombardeo en picado. Lo ve venir y echa a correr, cubriéndose la cabeza con los brazos. Escucho la risa estruendosa que viene de la multitud y casi choco contra un árbol. Necesito concentrarme mejor o me estrellaré y me prenderé fuego. Persigo a Axel por la calle y después retrocedo. Cuando se sumerge debajo de la mesa de picnic más cercana, aterrizo suavemente en otra, directamente frente a Lucy. Golpeamos ala / puño y nuestro vínculo se sella. Cómplices. Chubs se ríe tanto que deja el tenedor, así que sé lo bueno que es el espectáculo que hice. —¡Dijiste que no podía volar! ¡Mentiste, Ava! —grita Axel mientras asoma su cabeza cuidadosamente por debajo de la mesa. —¡No mentí! ¡Nunca lo había visto volar más de lo necesario para subirse a una mesa o posarse!—responde mamá a gritos. —Quizás Mac siempre ha sido capaz de volar, pero solo necesitaba la motivación adecuada para hacerlo—declara Lucy con voz dulce mientras mira a Axel de reojo. —¡Dale una castaña a la dama!—grito. Axel metiendo su gran cuerpo debajo de una mesa de picnic, las risas de los niños y adultos y mis nuevas habilidades han hecho de este el día perfecto para Mac. Puede que papá sea el presidente del Devil's Angels MC, pero yo soy, y siempre seré, el Rey.