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Conductas de acoso y amenaza entre escolares Titulo original de la obra: BULLYING AT SCHOOL. What we know and what we can do © Dan OLWEUS, 1993 [reimpresiones en 1994, 1995 (dos veces), 1996] Primera edicion: 1998 Segunda edicién: 2004 (reimpresion) Queda prohibida, salvo excepcién prevista en la ley, cualquier forma de reproduccién, dis- tribucién, comunicacién pablica y transformacién de esta obra sin contar con autorizacion de los titulares de propiedad intelectual. La infraccién de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes. Cédigo Penal). © EDICIONES MORATA, S. L. (2004) Mejia Lequerica, 12. 28004 - Madrid Derechos reservados Depésito Legal: M-13.275-2004 ISBN: 84-7112-427-0 Compuesto por: Angel Gallardo Printed in Spain - mpreso en Espafia Imprime: Closas-Orcoyen. Paracuellos del Jarama (Madrid) Cuadro de la cubierta: Rifia de muchachos (detalle), por Luca Giordano (1634-1705) Contenido SQBRE VEL AUTOR secscruse meme eonuasears “TED PREFACIO, por Peter MORTIMORE ....... AGRADECIMIENTOS oo eee 1S DITO CUP erecta ae — oe Breve resefia historica, 17.—Sintesis del libro, 18. PRIMERA PARTE: Qué sabemos sobre las amenazas y el aco- so entre escolares .. 21 CAPITULO PRIMERO: Qué sabemos de las amenazas y el aco- Historias aparecidas en la prensa, 23.—Qué entendemos por amenazas y acoso entre escolares, 24.—Breve informacion sobre estudios recientes, 26.—Un alumno de cada siete, 29.— Los problemas de agresores y victimas en los diferentes gra- dos, 31.—,Han aumentado los problemas de agresores y de victimas?, 34.—Agresividad intimidatoria entre chicos y chi- cas, 35.—¢Cudanto hacen los profesores? ¢Cuanto saben los padres?, 37.—Agresiones intimidatorias en la escuela y en el camino de ida y vuelta al centro, 38.—Comparaci6n entre Noruega y Suecia, 39.—¢ Constituye la agresividad un proble- ma propio de las grandes ciudades?, 41.—El tamafio de la escuela y del aula, 41.—La vigilancia durante el recreo y la ic _—Anilisis diferentes ambitos, 44.— © Ediciones Morata, S. L. 8 Contenido La estabilidad en el tiempo de los problemas de agresores y victimas, 45.—¢Las agresiones y amenazas son una conse- cuencia de la competitividad en la escuela?, 46.—¢ Qué fun- cién desempefian las desviaciones externas?, 48.—¢ Qué ca- racteriza a las victimas tipicas?, 50.—¢Qué caracteriza a los agresores tipicos?, 52.—La debilidad y la fortaleza fisicas, 55.— Una imagen concreta, 56.— Qué tipo de entorno educativo crea nifios agresivos?, 58.—Mecanismos de grupo, 63.—Otros factores, 65.—Una perspectiva mas amplia sobre los proble- mas de agresores y de victimas, 65.—Una cuestién de dere- chos democraticos fundamentales, 68.—Apuntes para un retrato de Henry y Roger, victima y agresor, 70. CAPITULO II: Guia para la identificacién de posibles agresores . |. La victima. Posibles indicios, 74.—A. En la escuela, 74. B. En casa, 76.—C. Caracteristicas generales de las posibles victimas, 77.—D. Victimas provocadoras, 78.—II. El agresor. Posibles indicios, 78. SEGUNDA PARTE: Qué podemos hacer con el acoso y las amenazas entre escolares CAPITULO III: Qué podemos hacer con el acoso y las amena- zas entre escolares .. Programa de intervencién. Resumen general, 84- —Objeti- vos, 85.—Conciencia e implicacién, 86. CAPITULO IV: Medidas para aplicar en la escuela Jomada escolar de debate, 90.—Vigilancia y zona exterior, 9° Teléfono de contacto, 94.—Reunién general de la asociaci6n de padres y de profesores, 96.—Grupos de profesores para el desarrollo del medio social de la escuela, 98—Grupos de estudio en las asociaciones de padres y de profesores (circu- los de padres), 101. CAPITULO V: Medidas para aplicar en el aula . Normas del aula sobre agresiones y amenazas, 103.—Elo- gio, 107.—Sanciones, 108.—Reuniones del aula, 110.— Aprendizaje cooperativo, 112.—Actividades comunes positi- vas, 115.—Reuniones de las asociaciones de padres y profe- sores del aula, 117. © Ediciones Morata, S. L. 81 103 Contenido CAPITULO VI: Medidas individuales .... Hablar seriamente con el agresor, 121.—Hablar con la vict ma, 122.—Hablar con los padres, 124.—¢ Qué pueden hacer los padres del agresor?, 125.—¢ Qué pueden hacer los padres de la victima?, 127.—Usar la imaginacién, 130.—Grupos de estudio para padres de agresores o de victimas, 130.—Cam- bio de aula o de escuela, 131. TERCERA PARTE: Efectos del programa de intervenci6n ....... CAPITULO VII: Efectos del programa de intervencién Conclusiones principales, 137.—Comentarios breves, Principios basicos, 139.—Otras caracteristicas, 141. CUARTA PARTE: Otros consejos prdsticos y un programa basico . CAPITULO VIII: Otros consejos practicos y un programa ba- Apoyo del director y constitucién de un grupo de coordina- cién, 146.—Conciencia e implicacién, 147.—Vigilancia ade- cuada durante el recreo y la hora de comer, 148.—Normas y reuniones de! aula, 149.—Hablar seriamente con los alumnos implicados y con sus padres, 149.—Resumen general del pro- grama basico, 150.—Unas palabras para terminar, 151. BIBLIOGRAFIA ...ssssstttessssssssse ESQUEMA DEL SISTEMA EDUCATIVO NORUEGO ... ESQUEMA DEL SISTEMA EDUCATIVO ESPANOL 121 133 135 143 153 159 160 {INDICE DE MATERIAS .... 161 OTRAS OBRAS DE EDICIONES MORATA DE INTERES. 165 Edici Morata, Sobre el autor Dan Owweus, Catedratico de Psicologia en la Universidad de Bergen, Noruega, es una autoridad mundial en temas de agresi6n intimidatoria entre escolares. Ha dirigido numerosas investigaciones en este campo en los ultimos veinte afios y es considerado el “padre fundador’” de este tipo de estudios. Es autor de numerosos libros y articulos sobre el tema. © Ediciones Morata, S. L. Prefacio El acoso y la amenaza* en la escuela no es un proble- ma nuevo —ni exclusivo de los pafses escandinavos. Dicho esto, poco se sabe, comparativamente, sobre la incidencia de este fendmeno, si aumenta o disminuye; si es mas habi- tual en las zonas urbanas que en las rurales, mas en las escuelas grandes que en las pequefias, mas entre chicos que entre chicas; si se puede identificar a las posibles victi- mas y a Sus agresores, y —lo mas importante— si po-demos hacer algo al respecto. En este libro del profesor OLweus, de tinte académico pero de facil lectura, se abordan todos estos temas, y muchos mas. El autor presenta de forma detallada los estudios y los programas de intervencién que ha dirigido como parte de una campafia de ambito nacional, organizada por el gobier- no, que se llevé a cabo durante la década pasada. Las eleva- das cifras que maneja en sus muestras (que incluyen casi a uno de cada cuatro de un grupo de edad en Noruega) sirven * Alo largo de esta obra hemos traducido el término inglés bullying como agresividad intimidatoria, acoso, intimidacién ylo amenaza indistintamente. (N. del E.) © Ediciones Morata, S. L. 12 Pretacio de base sustancial sobre la que elaborar conclusiones acer- ca de la naturaleza y la incidencia del acoso en las escuelas, y para hacer recomendaciones para mejorar tal situacion.La riqueza de los datos sirve para confirmar alguna de las ideas que dicta el sentido comun, pero también para destruir mitos y prejuicios de larga tradicién sobre agresores y victimas. Ademas, con ellos Ouweus puede dar orientaciones para reconocer modelos de conducta y otras caracteristicas que facilitan la identificacién de las victimas potenciales y de sus agresores. El punto central del libro es la exposicién que el autor hace del programa de intervencién, “Qué podemos hacer con el acoso y la intimidacién entre escolares”. Los objetivos del programa eran los siguientes: * reducir (0 eliminar) tanto el acoso directo (ataques fisi- cos 0 verbales evidentes) como el indirecto (aislamien- to social, disminucién de la confianza); * conseguir unas mejores relaciones entre compafieros en la escuela; * crear condiciones que permitieran a victimas y agreso- res funcionar mejor dentro y fuera de la escuela. El resultado de este programa de intervencién no sdlo constituye una lectura fascinante, sino que ofrece valiosas sugerencias para la acci6n y aporta pruebas de resultados alentadores. Las medidas preventivas que OLweus presenta actuan en ambitos diferentes: la escuela, el aula, el agresor y la victima individuales, y los padres. Muchas de las estrategias que se sugieren guardan relacion con las investigaciones sobre la eficiencia y la mejora de la escuela. Estas investigaciones destacan la importancia de unos valores de conducta comu- nes, de una visién consistente de la escuela, de un acuerdo en un conjunto de principios, de un plan a largo plazo y de ta implicaci6n de los padres. © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Agradecimientos Mi libro Mobbning - vad vi vet och vad vi kan gora, publi- cado en sueco en 1986 (Liber férlag, Estocolmo), constituye la base de las Partes Primera y Segunda de esta obra. Sin embargo, se han introducido algunos afiadidos y cambios menores en el texto sueco. Las Partes Tercera y Cuarta fue- ron escritas especialmente para este libro. Como explicaba en Mobbning - vad vi vet och vad vi kan gora, el texto sueco se basa, en cierta medida, en los informes que se presentan en D. OLweus y E. Roan, Mob- bing -bakgrunn og tiltak (Kirke- og undervisningsdeparte- mentet, Oslo, 1983). En la pagina 7 de la edicién sueca se detallan los cambios y los afiadidos que se hicieron respecto a los informes de O.weus y RoLanp. Quiero agradecer a Aase Meyer, Bente Haktorsen, Turid Pedersen y Thelma Kraft, que, en diferentes momentos, pasaron a maquina el manuscrito una y otra vez. Agradezco también a Francoise D. Alsaker, Ph. D., que contribuy6 a diri- gir algunos de los analisis estadisticos que sirven de base a los resultados que se presentan en la Parte Tercera. Ella, asi como Barry Schneider, Ph. D., hicieron valiosas observacio- nes a determinadas partes del manuscrito. © Ediciones Morata, S. L. 16 Agradecimientos La redaccién de este libro fue posible en gran parte gra- cias a la beca de la William T. Grant Foundation, de Nueva York, a la que estoy muy agradecido. Estoy en deuda también con la Facultad de Psicologia de la Universidad de Bergen, que me liberé de algunas de mis obligaciones docentes habituales durante un tiempo prolon- gado. Gracias, también, al Ministerio de Educacién de Norue- ga, al Consejo Noruego de Investigacién Social (NAVF-RSF) y ala Delegacién Sueca de Investigacién Social (DSF), que, en distintas fases, apoyaron con recursos econémicos la in- vestigacién que se presenta en este libro. Algunas de la ideas que se ofrecen aqui las desarroilé durante mi estancia, como profesor investigador, en el Center for Advanced Study in the Behavioral Sciences, Stantord, EE.UU. Me siento obli- gado también con la Universidad de Bergen, la Fundacion Spencer, el Consejo Noruego de Investigacién Social y con el Center for Advanced Study in the Behavioral Sciences por su contribuci6n econdémica durante el afio que estuve en él. Por ultimo, quiero extender mi calida gratitud a mi esposa Kyllikki, que ofrecié su tiempo con generosidad. Bergen, Diciembre de 1992 Dan Otweus Para la reproduccidn de todas las fotografias que aparecen en el libro se cuenta con la autorizacién de Richard Greenhill Photographers, Londres. © Ediciones Morata, S. L. Introducci6n La agresividad intimidatoria entre escolares es un fendme- no muy antiguo, sin duda. El hecho de que determinados nifios sean objeto de las agresiones y el hostigamiento de otros nifios se describe en obras literarias, y muchos adultos lo han experimentado personalmente en sus tiempos de estudiantes. Aunque mucha gente esta ya familiarizada con el “problema del agresor y la victima”, no se hicieron esfuerzos para su estudio sistematico hasta hace relativamente poco tiempo —a principios de la década de los setenta— (OLweus, 1973a y 1978). Durante una serie de afos, estos intentos estuvieron circunscritos a Escandinavia. Sin embargo, a finales de la década de los ochenta y principios de la siguiente, el fendme- no del acoso entre escolares también atrajo cierta atencién publica y de la investigacién en otros paises, como Japon, Inglaterra, Paises Bajos, Canada, Estados Unidos y Australia. Breve resefia historica A finales de los sesenta y principios de los setenta, surgid en Suecia, en primer lugar, un interés de toda la sociedad por los problemas de agresores y victimas (HEINEMANN, 1972; © Ediciones Morata, S. L. 18 Conductas de acoso y amenaza entre escolares Oweus, 1973a), que inmediatamente se extendié a los otros paises escandinavos. En Noruega, estos problemas se convirtieron durante varios afios en un tema de preocupacién general en los medios de comunicacién y entre profesores y padres, pero las autoridades educativas no se comprometieron con el fe- némeno de forma oficial. Hace unos afios, se produjo un cambio importante. En los ultimos meses de 1982, un perio- dico ofrecia la informacién de que tres chicos de! norte de No- ruega, con edades comprendidas entre los 10 y los 14 afios se habian suicidado, con toda probabilidad como conse- cuencia del grave acoso al que les sometian sus compajfie- ros. Estos hechos originaron una considerable tensién y desasosiego en los medios de comunicacidn y en el publico en general. Fueron la causa de una cadena de reacciones, cuyo resultado final fue una campafia a escala nacional con- tra los problemas de agresores y victimas en las escuelas de educacion primaria y secundaria (grados 1 - 9)* de Norue- ga, que puso en marcha el Ministerio de Educacién en otofio de 1983. Sintesis del libro Esta breve introduccion sirve de referencia general para la presentacién que sigue. El libro esta dividido en cuatro par- tes. En la Primera Parte se da una vision general de lo que se entiende por problemas de agresor y victima entre escolares. La presentacion no pretende ofrecer una imagen completa, sino que se limita, sobre todo, a los resultados que se obtu- vieron en cuatro de mis proyectos de investigacién. [Para otras aproximaciones, véase por ej. FARRINGTON (en prensa); SKINNER, 1992; Besac, 1989; ELLioTT, 1991; SmiTH y THOMP- * Véanse Esquemas de los Sistemas Educativos de Noruega y Espafia en las pags. 159 y 160 de esta misma obra. (N. de/ E.) © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. CAP/TULO PRIMERO Qué sabemos de las amenazas y el acoso entre escolares Historias aparecidas en la prensa (un poco modificadas) Johnny, un nifio tranquilo de 13 afios, fue un juguete de sus compafieros de clase durante dos afios. Los adolescentes le importunaban para que les diera dinero, le obligaban a tragar hierbajos y a beber leche mezciada con detergente, le golpea- ban en la sala de recreo y le ataban una cuerda al cuello, para sacarle a pasear como un “perrito”. Cuando se pregunto a los torturadores de Johnny sobre sus intimidaciones, dijeron que perseguian a su victima porque “era divertido”. En Weston-super-Mare, Avon, Sarah, de 10 afios, fue obje- to de las motas de dos chicas indisciplinadas porque no queria participar de sus actos perturbadores en clase. Le ponian motes, la amenazaban con el pufio y convencian a otras para asegurarse de que estuviera excluida del resto de la clase. “Antes me gustaba la escuela”, dice una Sarah perpleja, “pero ahora la odio”. Linda, de 12 afos, fue la supuesta victima de sus compa- fieras de clase porque era “demasiado pija”. Parece que Linda (Continua) © Ediciones Morata, S. L. 24 Conductas de acoso y amenaza entre escolares habia hecho amistad con otra chica de la clase y solian ir jun- tas. La presunta cabecilla del grupo agresor intent6 romper esa amistad; y al final lo consiguid, y dejé a Linda practicamente aislada. Mas adelante, otra chica del grupo de agresores con- vencié a Linda para que organizara una fiesta en su casa, y después se asegurd de que nadie asistiera a ella. La confianza de Linda en si misma quedo destruida por completo. El alumno Philip C. se vio abocado a la muerte por culpa de las intimidaciones y e! acoso de que era objeto en el patio de la escuela. Se ahorcd, después de sufrir continuas amenazas, empujones y humillaciones que le infligian tres compaiieros de clase. Al final, cuando a ese chico timido de 16 ajios le robaron los apuntes para el examen, unos dias antes de que éste tuvie- ra lugar, ya no pudo resistir mas. Tenia miedo de decirselo a sus padres, y Philip decidid morir. Al regresar a casa del cole- gio, se colgé con una cuerda de la puerta de su habitacion. Qué entendemos por amenazas y acoso entre escolares La palabra que se emplea en Escandinavia para denomi- nar esta realidad es “mobbing” (en Noruega y Dinamarca) o “mobbning” (en Suecia y Finlandia). La palabra se ha utiliza- do con significados y connotaciones diferentes. Su raiz ingle- sa original “mob” implica que se trata generalmente de un grupo grande y andénimo de personas que se dedican al ase- dio (HEINEMANN, 1972; OLweus, 1973a). Pero'el término se ha empleado a menudo para definir a una persona que ator- i Aunque esta acepcién no es muy adecuada desde un punto de vista lingUistico, creo que es importante incluir en el concepto de “mobbing”, o en el que traducimos por amenazas y acoso entre escolares, tanto la situacién en la que un individuo particular hostiga a otro, como aquélla en que el responsable de la agresién es todo un grupo. Los datos recientes recogidos en mi estudio de Bergen demostraban que una parte sustancial (alrededor © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 42 Conductas de acoso y amenaza entre escolares Las recientes encuestas aplicadas en Noruega ofrecen posibilidades nuevas y de amplitud considerablemente mayor para comprobar la validez de esas hipotesis. Con los datos disponibles se pueden establecer comparaciones entre mas de 700 escuelas y varios miles de aulas. Sin embargo, hay que sefialar que estas comparaciones, para que resulten sig- nificativas, se deben hacer solamente entre escuelas (0 aulas) del mismo tipo (por ej., escuelas de educacién prima- ria pequefias con otras del mismo nivel pero mas grandes). Las diferencias de tamafo de las escuelas y las aulas de las unidades que se compararon eran bastante sustanciales. Por ejemplo, la escuela comin de 1 al 6 grados mas pequeha sdlo tenia 43 alumnos, mientras que la mayor contaba con 930. Por lo que se refiere al tamafio de los grupos, habia una variacion entre 7 y 27 alumnos por aula en las escuelas de este tipo. Los resultados fueron taxativos: no existia relacion positi- va entre la gravedad de los problemas de agresores y victi- mas (el porcentaje de alumnos agredidos y/o agresores) y el tamafo de la escuela o del grupo medio. En este sentido, también es interesante considerar los resultados obtenidos en una comparacidén que se hizo en- tre 307 escuelas de educacion primaria normales (con un aula al menos para cada nivel) y unas 90 escuelas unitarias (con alumnos de mas de un grado diferente en la misma aula). Las escuelas unitarias de Noruega representan apro- ximadamente el 50 por ciento de las escuelas de educacién primaria (pero sdélo el 15 por ciento de la poblacién escolar en este grupo de edad) y en su mayor parte estan situadas en el campo. La media de alumnos que respondio el cues- tionario fue de 43 en las escuelas unitarias y de 184 en las normales. La conclusi6n primordial de esta comparacidn fue que el porcentaje de alumnos victimas de las agresiones en las pe- quefias escuelas unitarias era casi el mismo que el de las grandes escuelas de educacién primaria normales. Es un © Ediciones Morata, S. L. Qué sabemos de las amenazas y el acoso entre escolares 43 resultado que contradice la idea popular de la escuela unita- ria como un lugar idilico y libre de conflictos. Las investigaciones internacionales sobre los “efectos” del tamajio de las aulas y de las escuelas coinciden en afir- mar que estos factores no son muy significativos, al menos cuando se encuentran dentro de los limites de diferencias de tamafio considerados como tipicos (por ej., RUTTER, 1983). Por consiguiente, podemos concluir que e/ tamafio del aula o de la escuela tiene una importancia insignificante para la fre- cuencia o la gravedad relativas de los problemas de agreso- res y de victimas que se plantean en el aula o la escuela. Por tanto, hay que buscar otros factores para descubrir el origen de tales problemas. Sin embargo, es un hecho que, como término medio, el numero absoluto de alumnos agresores 0 victimas es mayor en los centros grandes que en los pequefios. En consecuen- cia, se podria pensar que abordar esos problemas en un cen- tro pequefo pudiera resultar un tanto mas facil que en un centro grande. Sin embargo, los analisis que hemos realiza- do hasta hoy tampoco confirman esta suposici6n. La vigilancia durante el recreo y la hora de la comida En el estudio de Bergen también pudimos explorar la re- lacién entre determinados aspectos del sistema de vigilan- cia durante el recreo y la hora de la comida, y la gravedad que adquirian los problemas de la agresion en la escuela. En los 40 centros, mas o menos, de educaci6n primaria y secun- daria que participaron en la investigacion, descubrimos una relacién claramente inversa entre la “presencia de profeso- res” relativa durante el recreo y la cantidad de esos proble- mas. Es decir, a mayor numero de profesores (por ejemplo, uno por cada 100 alumnos) que vigilaban durante los perio- dos de descanso, menor era la cantidad de problemas de © Ediciones Morata, S. L. 44 Conductas de acoso y amenaza entre escolares agresi6n en la escuela. Este resultado pone de manifiesto la gran importancia de disponer de un numero suficiente de adultos presentes entre los alumnos durante los periodos de descanso (posiblemente, con la condicién de que los adultos estén dispuestos a intervenir cuando se inicien epi- sodios de intimidaci6n, y estén preparados para ello). A escala mas general, esta conclusion indica que las acti- tudes de los profesores frente a los problemas de agresores y de victimas, y su conducta en situaciones de acoso e inti- midacion son de gran relevancia para la dimension que pue- dan alcanzar esos problemas en la escuela o el aula. En el estudio de Bergen, intentaremos especificar con mas detalle aquellos componentes de las actitudes y conductas de los profesores que tienen una importancia especial. Anidlisis en diferentes ambitos Mucha informacion de la que hemos dado hasta ahora es descriptiva, se refiere a la distribucién de los problemas de agresores y de victimas en condiciones diferentes. Sin em- bargo, también hemos considerado brevemente algunas cau- sas posibles de estos problemas, tales como el tamafio del centro y del aula y la forma de organizar la vigilancia durante el recreo y a la hora de la comida. En estos ultimos casos, hemos examinado las caracteristicas del entorno o del “siste- ma” que posiblemente pueden influir en la extensi6n o grave- dad de los problemas de acoso referidos a todo un grupo de alumnos, por ejemplo en el centro o en el aula (e/ grupo es la unidad de andlisis). Se trata ciertamente de un conjunto importante de temas para un estudio que se proponga, por ejemplo, adquirir mayor conocimiento y mas ideas sobre el tipo de medidas que puedan reducir los problemas de agre- sores y victimas en la escuela 0 en el aula. Otra serie de temas esta orientada al estudio de carac- teristicas de diversos tipos de alumnos, los agresores, las © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Qué sabemos de las amenazas y el acoso entre escolares 59 LOEBER y STOUTHAMER-LOEBER, 1986). En primer lugar, la acti- tud emotiva basica de los padres hacia el nifio, en especial la de la persona que mas cuida de él (normalmente la madre), es muy importante, quiza sobre todo la actitud emotiva du- rante los primeros afos. Una actitud basica negativa, carac- terizada por carencia de afecto y de dedicacién, sin duda incrementa el riesgo de que el chico se convierta mas tarde en una persona agresiva y hostil con los demas. Un segundo factor importante es el grado de permisividad del primer cuidador del nifio ante conductas agresivas de éste. Si el cuidador suele ser permisivo y “tolerante” y no fija claramente los limites de aquello que se considera compor- tamiento agresivo con los compafieros, hermanos y adultos, es probable que el grado de agresividad del nifo aumente. Podemos resumir estos resultados diciendo que /a esca- sez de amor y de cuidado y el exceso de ‘libertad’ durante la infancia son condiciones que contribuyen poderosamente al desarrollo de un modelo de reaccidn agresiva. Un tercer factor que, segun los resultados de las investi- gaciones, aumenta el grado de agresividad del nifio es el empleo por parte de los padres de métodos de “afirmacion de la autoridad”, como el castigo fisico y los exabruptos emo- cionales violentos. Esta conclusion corrobora la idea de que la “violencia engendra violencia’. Es importante establecer limites e imponer determinadas reglas en la conducta de un nifio, pero no debe hacerse mediante el castigo fisico ni recursos parecidos. Finalmente, el temperamento del nifio también desem- pefia su funcién en el desarrollo de un modelo de reaccién agresiva. Un nifio de temperamento activo y “exaltado” es mas propenso a volverse un joven agresivo que un nifio de temperamento normal o mas tranquilo. El efecto de este fac- tor es menor que el de los dos primeros mencionados. Estamos hablando de tendencias, las mas importantes. En casos individuales, otros factores pueden haber sido cru- ciales y el modelo causal quiza sea un tanto diferente. A © Ediciones Morata, S. L. 60 Conductas de acoso y amenaza entre escolares pesar de ello, estos resultados, en combinacién con otras investigaciones sobre las condiciones de la infancia, nos per- miten la siguiente importante conclusion: el carifo y la dedi- cacion de la persona 0 personas que crian al nifio, unos limi- tes bien definidos sobre las conductas que se permiten y las que no, y el uso de métodos educativos correctivos no fisicos crean nifios independientes y armoniosos. Parece que esta conclusién se puede aplicar tanto a chi- cos como a chicas, y que los factores que hemos descrito son importantes para nifios de mayor y de menor edad. Cuando éstos se convierten en adolescentes, también es esencial que los padres traten de supervisar de forma razo- nable las actividades de su hijo fuera del colegio, y que con- trolen lo que hace y quiénes son sus amigos (PATTERSON, 1982; PATTERSON y STOUTHAMER-LOEBER, 1984). Las activida- des mas indeseables, incluida la agresion entre escolares y el comportamiento antisocial o la delincuencia, suelen produ- cirse cuando los padres no saben qué esta haciendo su hijo, 0 cuando ellos u otras personas adultas estan ausentes. Los factores del entorno educativo que son importantes en el desarrollo de un modelo de reaccién agresiva no son independientes de las relaciones que se dan entre los adul- tos de la familia. La frecuencia de conflictos, de desacuerdos o de discusiones abiertas entre los padres —acaben 0 no en divorcio— creardn unas relaciones inseguras en los nifios, y se asocian al empleo de los métodos educativos menos ade- cuados de que hablabamos antes. En cualquier caso, para evitar posibles perjuicios, los padres deben reprimirse de comprometer al nifio como un aliado en los conflictos con la otra parte. Algunas investigaciones indican que cuando los padres dirimen en privado sus conflictos, existen menos efectos negativos que cuando los plantean delante del nifio (Emery, 1982). También es importante observar qué factores no estan relacionados con el nivel de agresividad del muchacho en los estudios mencionados antes. Las condiciones econémicas y © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Guia para la identificacion de posibles victimas y agresores 7 piden dinero extra a la familia, o lo roban (para conten- tar a sus agresores). C. Caracteristicas generales de las posibles victimas Los alumnos objeto de acoso y de agresiones suelen encontrarse en el tipo de situaciones que hemos descrito y tienden a presentar algunas de las reacciones o comporta- mientos que hemos enumerado antes. Ademas, es probable que tengan una o mas de las siguientes caracteristicas gene- rales (algunas ya mencionadas): pueden ser mas débiles fisicamente que sus compafie- tos (sobre todo en el caso de los chicos); pueden tener “ansiedad corporal”: tienen miedo de que les hagan dafio o de hacérselo ellos mismos; en los jue- gos, los deportes y en las peleas son ineficaces fisica- mente; tienen una coordinacion fisica deficiente (los chicos, en especial); son cautos, sensibles, tranquilos, huidizos, pasivos, su- misos y timidos; les saltan las lagrimas con facilidad; son ansiosos, inseguros, infelices y depresivos, y tienen una opinion negativa de si mismos (pobre autoestima); encierto sentido, “indican” a los otros que son individuos despreciables e inoportunos que no van a revolverse ante ataques 0 insultos —son “objetivos faciles”; les cuesta imponerse en el grupo, fisicamente, verbal- mente o de otra forma; su conducta habitual es no agre- siva, ni provocadora ni ofensiva (ver mas adelante); en muchos casos, se relacionan mejor con personas adultas (padres, profesores) que con sus compaferos; su rendimiento escolar puede ser bueno, normal o malo pero, en cualquier caso, es habitual (aunque no necesa- tio) que saquen notas bajas en la educacion secundaria. © Ediciones Morata, S. L. 78 Conductas de acoso y amenaza entre escolares D. Victimas provocadoras La mayor parte de las victimas (las victimas pasivas, paginas 50-51) presentan una o mas de las caracteristicas generales relacionadas en el apartado C. Sin embargo, como explicabamos en la pagina 52, existe también otra categoria de victimas: las victimas provocadoras, que pueden presen- tar, en grado diferente, una mezcla de modelos de reaccion ansiosa y de reaccion pasiva. Cuando se trata de una victima provocadora, los problemas de agresores y de victimas sue- len caracterizarse por el hecho de que muchos alumnos, quiza toda la clase, participan en el hostigamiento. Al igual que las victimas pasivas, las provocadoras pueden ser mas débiles fisicamente que sus semejantes (si son chicos) y tie- nen “ansiedad corporal”. En general, seran ansiosos, insegu- ros, infelices y depresivos, con una opinién negativa de si mismos. Ademas, las victimas provocadoras (que suelen ser chicos, mas que chicas): * pueden tener mal genio e intentar pelear o responder cuando les atacan o insultan, pero normalmente de for- ma ineficaz; * pueden ser hiperactivos, inquietos, dispersos y ofensi- vos 0 causa de tensiones en general; torpes e inmadu- ros, de costumbres irritantes; * es posible que provoquen el disgusto activo de los adul- tos, incluidos los profesores; * pueden intentar agredir a otros escolares mas débiles. i, El agresor. Posibles indicios Los nifios 0 los j6venes que agreden o intimidan a otros escolares suelen participar —como perpetradores— en el tipo de actividades descritas en el apartado A, “Indicios pri- marios”. En la escuela, los agresores suelen: © Ediciones Morata, S. L. Guia para la identificacién de posibles victimas y agresores 79 * gastar bromas desagradables (repetidamente), insuttar, intimidar, amenazar, poner apodos, burlarse, ridiculizar, acobardar, empujar, golpear, dar patadas a otros alum- nos y dafiar sus pertenencias, etc. (véase todo el punto A, “Indicios primarios”). Pueden comportarse asi con muchos alumnos, pero seleccionar sobre todo a los mas débiles y relativamente indefensos como sus obje- tivos. Asimismo, muchos agresores inducen a algunos de sus seguidores a que hagan el “trabajo sucio” mien- tras que ellos se mantienen alejados. Los chicos tienen mayor tendencia a convertirse en agre- sores, pero también hay que tener en cuenta que resulta mas dificil descubrir a las agresoras. Es habitual que éstas se sir- van de medios mas “arteros” de hostigar, menos visibles, como {a calumnia, la propagacién de rumores y la manipula- cidn de la relaciones de amistad en la clase (por ej., quitarle a una chica su “mejor amiga”). Al mismo tiempo, debemos insistir en que, hoy por hoy, se sabe menos sobre las ca- racteristicas tipicas de las chicas que practican el acoso entre sus compafieras de escuela. Ademas de las conductas y las reacciones especificas que hemos detallado anteriormente, los alumnos agresores suelen tener una 0 mas de las siguientes caracteristicas ge- nerales (debemos indicar que existen algunas ideas equivo- cadas o algunos “mitos” sobre el caracter psicoldgico del agresor tipico, como se explica en los manuales): * pueden ser fisicamente mas fuertes que sus compajie- ros de clase y que sus victimas en particular; pueden ser de la misma edad 0 un poco mayores que sus victi- mas; fisicamente eficaces en los juegos, los deportes y las peleas (sobre todo en el caso de los chicos); * sienten una necesidad imperiosa de dominar y subyu- gar a otros alumnos, de imponerse mediante el poder y la amenaza, y de conseguir lo que se proponen; pue- © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 84 Conductas de acoso y amenaza entre escolares Programa de intervencién. Resumen general Requisitos previos generales * Conciencia e implicacién Medidas para aplicar en la escuela Estudio del cuestionario Jornada escolar de debate sobre los problemas de agre- sores y de victimas Mejor vigilancia durante el recreo y la hora de comer Zonas de ocio de la escuela mas atractivas Teléfono de contacto Reunion de padres y personal de la escuela Grupos de profesores para el desarrollo del medio social de la escuela Circulos de padres Medidas para aplicar en el aula * Normas de la clase contra las agresiones: claridad, elo- gio y sanciones ¢ Reuniones de clase regulares e Juegos de simulacion, literatura * Aprendizaje cooperativo * Actividades de clase comunes positivas * Reuniones de profesores y padres/alumnos de la clase Medias individuales Hablar seriamente con agresores y victimas Hablar seriamente con los padres de los implicados Uso de la imaginaci6n por parte de profesores y de padres Ayuda de alumnos “neutrales” Ayuda y apoyo para los padres (folleto para padres, etc.) Grupos de debate para padres de agresores y de victimas Cambio de clase o de escuela © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 98 Conductas de acoso y amenaza entre escolares pudieron asistir a la reunion general tendran la oportunidad de participar activamente en el trabajo futuro. Grupos de profesores para el desarrollo del medio social de la escuela Es importante que una accion en contra de las agresio- nes en la escuela no se convierta en un espectaculo, con una actividad febril de corta vida a la que pronto sustituye otra cosa igualmente febril. Dado que las agresiones pueden apa- recer en cualquier parte donde se reuinan varios individuos, debe existir una disposicidn constante a contrarrestar tales tendencias en el entorno escolar. El compromiso y el entu- siasmo hacia este trabajo debe mantenerse vivo. Ademas, como sefalabamos antes, es fundamental que los profeso- res —asi como los padres y los alumnos— adquieran ma- yores conocimientos sobre los métodos apropiados para combatir estos problemas. Una forma de abordar estos objetivos consiste en que cada uno de los profesores de! centro forme parte de un grupo para el desarrollo del medio social de la escuela. Se podrian formar grupos de cinco a diez docentes que se reu- nirian con regularidad, una vez a la semana quiza, durante unas cuantas semanas. En las reuniones se plantearian los diversos problemas de la escuela, se compartirian experien- cias, y se aprenderia de los aciertos y los errores de cada uno. Un modo natural de iniciar las actividades del grupo seria centrarse en diversos aspectos del fendmeno de las agre- siones: el problema en general, con un analisis critico basa- do en este libro y en otras fuentes; los problemas de agreso- res y de victimas en la escuela y en los diferentes grupos, segun los resultados del cuestionario y de las observaciones del profesor; y lo mas importante, analizar las medidas ade- cuadas y el desarrollo de un plan de accién comun para la escuela. © Ediciones Morata, S. L. Medidas para aplicar en la escuela 99 La participacion en un grupo de “desarrollo del medio social” sera beneficiosa incluso para aquellos profesores entre cuyos alumnos no se plantean problemas de agresio- nes en un curso escolar determinado; la situacion de la clase podria ser muy diferente en un futuro. Por otro lado, la mayor parte de los profesores son responsables de la vigilancia en los recreos con mayor o menor frecuencia, y por tanto se en- contraran con esos problemas en el patio. En reuniones posteriores podra ser util considerar proble- mas diferentes al de las intimidaciones. Otros tipos de pro- blemas de disciplina, de comunicacion entre los padres y el centro, y problemas generales de la docencia constituyen ejemplos de temas para el andlisis. Después de debatir uno o mas de ellos, sera aconsejable volver al problema de las agresiones. Después surgira la oportunidad de evaluar la situacién actual de la escuela, el éxito que se haya obtenido con las medidas aplicadas, qué esfuerzos adicionales con- vendra hacer, etc. Quiza sera bueno invitar al psicdlogo (0 al asesor, 0 al asistente social) al menos a alguna de las reuniones. Su pre- sencia puede ser de especial valor si en una 0 varias clases existen problemas de agresiones que no se hayan resuelto Satisfactoriamente. Los grupos de desarrollo del medio social no deben ser muy numerosos; el limite deberia estar en los diez 0 doce profesores. Por tanto, una escuela con muchos docentes necesitara formar varios grupos. En estos casos, sera be- neficioso que todos ellos intercambien informacién, quiza durante una jornada organizada a propdsito para coordinar e integrar las experiencias obtenidas hasta ese momento. Si por razones practicas 0 econémicas resulta imposible que todos los profesores de la escuela participen en algun grupo de desarrollo del medio social, se pueden considerar otras posibilidades. Una de ellas puede ser la formacion de al menos uno de estos grupos —cuyos miembros podrian ser los docentes que tengan un interés especial en el proble- © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. CAPITULO V Medidas para aplicar en el aula Normas del aula sobre agresiones y amenazas Una ayuda importante para contrarrestar los problemas de agresores y de victimas, y para crear un “clima” social mejor en el aula es el acuerdo del profesor y de los alumnos sobre unas cuantas normas sencillas acerca del acoso y la in- timidacién. Aunque ya existan algunos principios y normas de conducta generales para toda la escuela, es muy importante que se disponga de un conjunto de normas especificas sobre las agresiones —tanto las directas como las indirectas— que deberan definirse de la forma mas concreta posible. La lista que presentamos a continuacién no se debe entender como definitiva, aunque hemos descubierto que estas normas en particular son muy utiles. Es importante conseguir que los alumnos participen en el andalisis de estas normas. De este modo se sentiran mas responsables de que se cumplan, tanto por su parte como por parte de los demas. Las reuniones de clase (la “hora social”, véase Las reuniones de clase mas adelante) pueden ser un buen momento para estos analisis. Las normas que la clase ha acordado se pue- © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Medidas para aplicar en el aula 117 nado con la propia aula del nifio. Les pueden preguntar si en su clase hay alguien que sufra las agresiones directas, 0 alguien a quien se acostumbre a marginar. También pueden intentar averiguar el grado de simpatia que su hijo siente por las posibles victimas, y si esta dispuesto a hacer algo para mejorar la situacién de esos alumnos. También es fundamental que los padres hablen con sus hijos del tema de la responsabilidad por la participacién pasi- va en el acoso y las amenazas, y plantearles si consideran que el informar de estas conductas se debe entender como un chivatazo (ver pagina 106). Por ultimo, los padres deben considerar si son capaces de animar a su hijo y a sus amigos para que ayuden, de una forma u otra, al alumno que sea vic- tima de la intimidacion. Puede ser util la sugerencia de invitar a uno de estos alumnos a ir al cine o de merienda, o invitarle a casa en compajiia de otros. Hablar de estos temas puede contribuir a que los padres sientan mas interés por la vida escolar de su hijo y la entien- dan mejor. Naturalmente, esto es un avance positivo, que se ajusta al objetivo general de una cooperacidn estrecha entre la escuela y las familias. Aunque no es aconsejable que se analice la situacién de un alumno concreto en una reunion de las asociaciones de padres y de profesores del aula, se pueden suscitar temas de este tipo al finalizar la reunién, en un ambiente mas priva- do. En un debate general es posible plantear informaciones a las que padres y profesores pueden recurrir para comprender el tipo de relaciones que alumnos particulares tienen con sus compajieros. Es mejor dejar este tipo de andlisis para charlas individuales 0 para contactos por teléfono. Si se considera oportuno, se puede seguir el problema y acordar un conjunto de medidas que lo contrarresten. En estos casos, lo apropia- do suele ser que se implique a otros alumnos y a otros padres en la tarea (ver Medidas individuales mas adelante). En esas reuniones, al igual que cuando se traten casos particulares, es importante que el profesor muestre una acti- © Ediciones Morata, S. L. 118 Conductas de acoso y amenaza entre escolares tud que incite a los padres a que analicen las experiencias de su hijo en la escuela. Aunque los temores de que su hijo esté sufriendo agresiones carezcan de fundamento, es primordial que los padres se sientan libres para plantear estos temores. Sin embargo, por desgracia lo mas frecuente ha sido que, incluso los padres de nifios que realmente han sufrido el aco- so, se han encontrado con la despreocupacion del profesor cuando han intentado averiguar cual era la situacion de su hijo en la escuela. No basta con que el profesor adopte una actitud abierta y estimulante con los padres que quieren hablar de posibles problemas de agresiones. De hecho, la reglamentacion esco- lar sueca establece claramente que la escuela esta obligada a participar en estos asuntos de forma activa. En palabras textuales se dice (Lgr 80, art. 25): “La escuela debe asumir la obligacién de estar en contacto con los padres para facilitar la cooperacién necesaria”. Y: “La responsabilidad de ase- gurar que estos contactos se establecen corresponde a la escuela’. Del texto se deduce claramente que la aplicacion de esta norma no se limita a los resultados académicos del alumno, sino que abarca toda la situaci6n escolar de éste. En este sentido, son de interés las respuestas obtenidas de aproximadamente 1.000 padres de Bergen. Casi todos ellos expresaron un fuerte deseo de que la escuela les infor- mara en el caso de que sus hijos se vieran implicados en pro- blemas de agresores y de victimas, fuera en calidad de lo uno 0 de lo otro, y también en el caso de que el profesor sim- plemente sospechara que se producian intimidaciones. Este resultado contrasta mucho con el hecho de que los padres de niflos agresores o victimas saben poco sobre tal situacién, o han hablado de ella con sus hijos sdlo en limitadas ocasiones (segun las respuestas de los alumnos, que hemos presenta- do en la Primera Parte). En este campo, la escuela puede hacer mucho por mejorar la situaci6n. Al mismo tiempo, es evidente que conviene mucho que los padres se pongan en contacto con la escuela si saben o © Ediciones Morata, S. L. Medidas para aplicar en el aula 119 sospechan que su hijo tiene problemas en el centro. Las posi- bilidades de conseguir buenos resultados aumentan mucho cuando tanto los padres como la escuela estan dispuestos a intercambiar informacion y a escucharse mutuamente. El acoso y la intimidacién entre escolares es un problema que afecta a tantos alumnos, que el tema se deberia suscitar regularmente en las sesiones de tutoria individual. © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 124 Conductas de acoso y amenaza entre escolares tir de nuevo en que el profesor que interviene en un problema de agresores y de victimas tiene la especial obligacion de disponer la proteccidn de la victima. Algunas veces, un problema de agresiones puede llegar a una situacién extrema y adquirir proporciones alarmantes, con ataques y hostigamientos graves. En estas circunstan- cias, es importante que la victima y su familia consigan ayu- da urgente de profesionales para acometer esa experiencia traumatizante.Con ello se reducira el riesgo de que la victima tome decisiones impulsivas 0 de que aquellos actos le pro- duzcan efectos nocivos duraderos. Hablar con los padres Cuando se descubre que alumnos intimidan a otros en el aula o son victimas de esa intimidacién, el profesor debe ponerse en contacto con los padres a quienes atafie el pro- blema —al menos cuando éste revista cierta gravedad. No slo es razonable y adecuado atender sus vivos deseos de informacion; también es aconsejable pedirles su colabora- cién para conseguir el cambio necesario. Ademas, lo apropiado suele ser que el profesor convoque una reunién en la que participen los agresores, las victimas y los padres de unos y otros. El objetivo es analizar minucio- samente la situacidn y disefiar un plan para solucionar el pro- blema. Un aspecto importante es intentar un cierto grado de colaboracién con los padres de los agresores, y conseguir que influyan sobre el nifio de forma adecuada (ver mas ade- lante). En los casos en que el nifio que recibe las agresiones haya sufrido dafios, como resultado de éstas, en la ropa o en sus pertenencias, es razonable que se plantee el tema de la compensacion econdémica (por ejemplo, mediante los hurtos de los que se han beneficiado los agresores). No basta con una reuni6n. Se deben celebrar otras en las que se puede evaluar la situacion. No hace falta insistir en la © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 138 Conductas de acoso y amenaza entre escolares * También se produjo una clara reduccion general de la conducta antisocial, como el vandalismo, las peleas, los hurtos, el alcohol y el absentismo. * Se observd, ademas, una destacada mejora en diver- sos aspectos del “clima social” de la clase: un mejor orden y una mejor disciplina, unas relaciones sociales mas positivas y una actitud mas positiva también hacia el trabajo académico y la escuela. * El programa de intervencién no sdlo incidid en los pro- blemas de agresiones ya existentes, sino que dismi- nuy6é considerablemente el numero (y porcentaje) de victimas nuevas (OLWeus, 1989 y 1992; CoweN, 1984). Al mismo tiempo, aumento la satisfaccién de los alum- nos por la vida escolar. Comentarios breves Los efectos sefialados del programa de intervencién se deben considerar muy positivos, en particular porque varios intentos anteriores de reducir de forma sistematica la con- ducta agresiva y antisocial de los preadolescentes y adoles- centes tuvieron un éxito escaso (Dumas, 1989; GOTTFREDSON, 1987; KAZDIN, 1987). La importancia de los resultados la acentiia también el hecho de que en las ultimas décadas se haya producido un incremento muy preocupante de la violencia y de otras con- ductas antisociales en las sociedades mas industrializadas. En los paises escandinavos, por ejemplo, desde la década de 1950 diversos tipos de delincuencia han aumentado en un 400-600 por ciento (y este incremento no se puede expli- car como una consecuencia de los cambios en las posibilida- des de que tales delitos se descubran). Como decimos en la Primera Parte de este libro, se pue- de calcular que unos 80.000 alumnos de las escuelas norue- gas se vieron implicados en problemas de agresores y de © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. CUARTA PARTE Otros consejos practicos y un programa basico CAPITULO VIII Otros consejos practicos y un programa basico Como observabamos en la Segunda Parte, la lista de las medidas posibles que se pueden incluir en un programa de intervencion contra los problemas de agresores y de victimas es muy larga. La experiencia y las investigaciones nos indi- can que determinados elementos del programa pueden ser mas necesarios que otros para la consecucién de unos bue- nos resultados (por ej., OLweus y ALSAKER, 1991). En conse- cuencia, a continuacién voy a especificar un conjunto de posibles componentes “basicos” (medidas) de un programa eficaz contra el acoso y las amenazas. Delimitar un conjunto de estas caracteristicas significa que se considera que esos componentes tienen una importancia particular y que posi- blemente se deberian incluir en cualquier utilizacién de dicho programa. No significa en modo alguno que la aplicacién de una o mas de las otras medidas descritas en la Segunda Par- te seria inutil. Todas estas medidas se consideran utiles, y algunas de ellas se pueden combinar, y a un bajo coste, con los componentes basicos. Debemos recalcar también que la lista de componentes basicos que ofrecemos a continuacién se ha de entender como provisional. Seleccionar con mas precisién qué medi- © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Otros consejos practicos y un programa basico 147 una comisién que se responsabilice de coordinar los esfuer- Zos que se realizaran durante las diversas fases del proyec- to. Este grupo coordinador también se puede encargar de diversos aspectos organizativos practicos (véase mas ade- lante). Otra funcién importante del grupo sera la de facilitar aquella informacién que sirva para retroalimentar a los gru- pos relevantes que corresponda sobre el progreso de los esfuerzos de intervenci6on y los posibles problemas que sur- jan “sobre la marcha”. Los miembros del grupo pueden ser, por ejemplo, el psicdlogo o el asesor de la escuela y los re- presentantes de los profesores, de los alumnos y de los padres. Con toda seguridad, la formacién de este grupo se traducira en una mejor puesta en practica del programa y contribuira a asegurar la continuidad y la persistencia de los esfuerzos contra el acoso y la intimidacién. Conciencia e implicacion Como deciamos en la Segunda Parte (paginas 86-88), el éxito de la intervencién exige dos requisitos previos impor- tantes: la conciencia y la implicacién activa de los profesores, y en cierto grado también de los padres. Una forma sencilla y generalmente eficaz de conseguir esos objetivos es pasar a los alumnos de forma anénima el Bully/Victim Questionnaire (Cuestionario sobre Agresores y Victimas). Cuando se hayan procesado las respuestas, se deben presentar los resultados en la jornada escolar de debate sobre los problemas de aco- so y amenazas (paginas 89-90). Es preterible que se den a conocer los resultados también a los padres, por ejemplo, en una reunion de la asociacién de padres y de profesores (para la escuela en general, paginas 96-98; para el aula, pa- ginas 116-119). Ademas de dar informacién especifica sobre varios aspectos de los problemas de agresores y de victimas de la escuela, es probable que el estudio, junto con el anali- sis de las medidas oportunas para contrarrestar esos proble- © Ediciones Morata, S. L. 148 Conductas de acoso y amenaza entre escolares mas, favorezca la implicacion de los adultos y un cierto grado de compromiso colectivo con el programa que se haya acor- dado. La conciencia y la implicacion activa de los adultos se consideran componentes basicos del programa. La conciencia y la implicacién se pueden conseguir de varias maneras, sin embargo los medios que antes propo- niamos —una encuesta andnima, una jornada escolar de debate y una reunion de la asociacion de padres y de profeso- res— constituyen medidas sencillas y eficaces; también se pueden considerar componentes fundamentales del programa. Quiza se plantee la cuestién de si todos los componentes anteriores tienen la misma importancia. En mi opinion, la reu- nidén de la asociacion de padres y de profesores acaso lo sea un poco menos. Aunque no hay duda de que es muy deseable contar con el apoyo general de los padres al programa de inter- vencidn (un apoyo necesario en la mayor parte de los casos de los problemas de agresores y de victimas constatados en un aula —véase més adelante), es probable que la escuela sola pueda conseguir unos mayores cambios positivos también cuando los padres no estan directamente implicados. De !o dicho se deduce que la cooperacién de los padres en el pro- grama es un objetivo muy deseable, pero quiza no se deba considerar como uno de sus componentes basicos. Vigilancia adecuada durante el recreo y la hora de comer Un componente o una medida importante de aplicacién en la escuela se refiere a la vigilancia durante el recreo y la hora de comer. Ya hemos sefialado que la mayor parte de las agresiones suelen producirse durante los periodos de des- canso, y que las escuelas que cuentan con una “presencia de profesores” mayor en los recreos tienen menos problemas de agresores y de victimas (pagina 43). Por tanto, disponer de una vigilancia adecuada por parte de los adultos en las horas © Ediciones Morata, S. L. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. a You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. En las Ultimas décadas, los problemas de acoso y amenazas entre escolares estan adquiriendo impor- tantes dimensiones en todas las sociedades y, por ello, son motivo de gran preocupaci6n para el profe- sorado, las familias y para un buen numero de nifios y nifas. Los estudios mas divulgados sobre el tema revelan que en este tipo de conductas estan impli- cados mas del quince por ciento de los escolares de primaria y secundaria, como agresores 0 como victimas. Dan OLWEUS, uno de los principales especialistas del mundo en esta cuestion, analiza, con un lengua- je claro y directo, las causas de estas conductas y los métodos eficaces para contrarrestarlas y preve- nirlas. Presenta ademas un programa de interven- cién, seriamente evaluado y puesto en practica en numerosos colegios, que es eficaz para hacer frente a la mayoria de los comportamientos denominados antisociales (vandalismo, hurtos, alcoholismo e incluso absentismo escolar). Esta obra ofrece consejos practicos a docentes y familiares e incluye una valiosa guia para ayudarles a descubrir si un nifio o nifa sufre, o esta infligien- do, agresiones e intimidaciones. ISBN 84-7112-427-0 Colecciones: Psicologia Pedagogia EDICIONES MORATA, S. L. Mejia Lequerica, 12. 28004 - Madrid morata @infornet.es - www.edmorata.es

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