Toda técnica de montaje en articulador implica necesariamente tres pasos correlativos: Arco facial (modelo superior) Registro de ORC (modelo inferior) Registro de excéntricas (programación). Se parte de impresiones anatómicas con hidrocoloides irreversibles como el alginato, cuya técnica se explicará en la parte clínica y es indispensable obtener modelos seccionados según la técnica de Kennedy modificada porque en este caso haremos removible el sector anterior del maxilar superior además de ambos sectores posteriores. Ahora procederemos a explicar la secuencia clínica de la técnica de montaje en un articulador semiajustable. Si bien utilizamos un arco facial estático, primero describiremos la técnica de registro del eje terminal de bisagra (ETS) con un arco facial cinemático. Las razones de ello son: 1) la localización precisa del ETB y 2) la posibilidad de visualizar las modificaciones que sufre dicho eje según las distintas técnicas de inducción para el registro de una ORC. Inducción Es importante para encontrar las posiciones diagnósticas que permitan analizar la armonía entre la ATM, los dientes y el sistema neuromuscular (SNM). Más que una técnica, una actitud. Para facilitar la retrusión de la mandíbula conviene ubicar al paciente bien reclinado. Si se desea buscar una referencia práctica sería la de 10 horas 15 minutos. Con respecto a la cabeza, debería estar en una posición intermedia entre la flexión y la extensión. El mentón inclinado hacia abajo pone en actividad a los músculos geniohioideos que adelantan la mandíbula, lo que complica nuestro objetivo. La importancia de conocer los procedimientos de inducción queda reafirmada cuando aseguramos que cualquier tratamiento de la oclusión, sea por corrección, adición, sustracción o una combinación de éstos, exige el manejo de dichos procedimientos. Los procedimientos de inducción constituyen un conjunto de procedimientos clínicos destinados a generar un movimiento bordeante con el objeto de buscar interferencias las que generalmente se encuentran enmascaradas por la presencia de un engrama neuromuscular. Estarán dirigidos tanto hacia la céntrica como hacia las excéntricas y podrán ser inducidos o autoinducidos. Los inducidos, a su vez, podrán ser manuales o electroinducidos.