You are on page 1of 3
600 PaRTE IV. FUNCIONES SUPERIORES en las que se deben ceunir distintos componentes para formar un objeto, Los ejemplos son: 1) reunir piezas de un rompecabezas para formar un cuadro, 2} dibujar el cuadrante de un reloj o un mapa, 3) copiar un di fio compuesto por palos de distintas longitudes, 4) construir puentes y to res con bloques y 5) copiar disefios formados por bioques de diferente: colores. Los déficits en estas pruebas a veces se denominan apraxia cons truccional, un sintoma que mostraba R. P, cuyo caso se present6 al c mienzo de este capitulo. 2Qué tienen de especial estas tareas construccionales?. Todas requieren que los objetos sean ordenados en el espacio extrapersonal. Se cree que el control de las relaciones espaciales de los objetos es una funcién del he misferio derecho, en especial, de la corteza parietal derecha. Aunque las lesiones parietales izquierdas también pueden producie algunos déficit si- milares, estos déficits pueden tener una causa diferente: los déficits del he- misferio izquierdo pueden ser resultado de la incapacidad de una persona afectada para adaptar las partes de su propio cuerpo, més que de una in- capacidad para adaptar la posicion de un objeto externo. Esta propuesta, te6ricamente interesante, atin no lo ha sido evaluada detalladamente con experimentos. Cognicidn social Los seres humanos somos animales sociales que vivimos en grandes gru- pos. Desarrollarse en un entorno asi requiere un tipo de inteligencia social que permita comprender las acciones e intenciones de las otras personas. Esta capacidad se denomina teoria de la mente -la capacidad de atribuir estados mentales a la propia persona y a los otros y de predecir y compren. der el comportamiento de las personas en funcién de sus estados ment2- les-. :Pero qué implica desarrollar un sentido de las intenciones de otras ‘personas? En el capitulo 15 consideramos el movimiento biolégico ~movimientos que tienen relevancia particular para una especie y que, en el caso de los se- es humanos, incluyen movimientos de los ojos, el rostro, 1a boca, las manos y el cuerpo (véase la revisi6n de Langton y col,)-. Estos movimientos pueden tener significados sociales y, presumiblemente, contribuir a nuestras impre siones de los estados mentales de los otros. Las células del surco temporal superior codifican dichos movimientos y, por tanto, podemos inferir que el ssurco temporal superior debe deformar parte de toda red nerviosa que con- trole la cognicién social. La neuroimagen de la pagina 601 describe un estu- dio de RM que muestra que la actividad en el surco temporal superior esti relacionada con la capacidad de un sujeto para detectar la fiabilidad de las personas en funcién de los rostros. Recordemos que R. P. habia sido enge- ada por estafadores y se quejaba de que parecia incapaz de detectar a las personas que no eran de confianza, Ella también mostraba una reduccién de! flujo sanguineo en el Idbulo temporal derecho. Sin embargo, hay algo més para la cognicién social que la actividad de! surco temporal superior. Como se describe en el capftulo 20, el dafio de las reas prefrontales ventrales (que incluyen tanto la corteza orbitaria como Is corteza medial més ventral) siempre produce cambios de personalidad carac- terizados por el detezioro del juicio social. Stuss y col. idearon una tarea pa ra examinar la capacidad de inferir la experiencia visual de los otros (véase también un estudio de Rowe y col.) En la tarea de Stuss se le presentaban a un sujeto dos tazas de Styrofoam®, una de las cuales tenia un objeto oculto debajo de ella. No se permitia que el sujeto evaluado observara la colocacién de los objetos pero, en una etapa ‘Activacion encefalica en la cognicién social La inleraccién social satisfactoria depende, en parte, Je los juicios precisos de las intenciones de los otros. El Bspecto facial es un estimulo poderoso para los juicios fxciales. Un andlisis del rostro no séio incluye la expre- n facial y la direccién de ta mirada, sino también un ntimiento intangible de confianza en el rast. Winston y col. utiizeron RMF para examinar los sus- fates neurolégicos que median este tipo de juicio so- evaluative (véase la ilustracién), Se seleccionaron fotogratias de rostros de hombres en un estudio pitoto ol que los sujetos evaluaron la fiabilidad de los ro: fies. Durante el rastreo se picid a los sujetos que juz- Baran si un rostro era el ds un estudiante de la escue- p secundaria o de la universidad 0 si el rostro era de bla amigdala Izquierda y derecha y la insula derecha fe activaron en respuesta a los rostfos que se juzga- Ban poco fiables, aunque el sujeto estuviera juzgando B fabllidad o la edad. La activacién de la amigdala es fmpatible con su papel en los juicios de la expresién fe originan una “sensacién intestinal" sobre algo. En contraste con la activacién de la amigdala y la in- ula, la activacién del surco temporal superior y la cor 22 frontoorbitaria dependié de la tarea. El surco tem- ral superior derecho sélo mostré mayor actividad juando los sujetos estaban formulando juicios explicitos pbre la fiabilidad. La corteza frontoorbitaria se active tiando los sujeios emitian juicios explicitos sobre la fla- Blidad, con mayor activacién en respuesta a rostros que @ uzgaban como fiables. Por el contrario, cuando se Captruca 22 ATENCION, IMAGENES MENTALES ¥ CONSCIENCIA 607 NEUROIMAGENES Cones Fronoorbiaria temporal superior Se ‘Areas del enétalo avvadas cuando los sujtosevauaronrstos. a amg ala yl insula se sctivaronindependientemente de que hubiere una ins rutin explite pare evaluar a fiabildad, mientras que el suco temporal superior y la cortez rontooritra solo se activeon cuando huba un ins trucién de emir jucios nere de a bildad (Winston y col, 2002. juzgaba la edad, esta regién mostraba mayor activacién en respuesta a rostros de poca confianza. Winston y col. creen que fa activacién del surco tem- poral superior es critica para formular juicios especifi- camente acerca de las intenciones de los otros, (G.S. Winston, 2. Strange, J. Dahertyy J Dolan. Automatic adn ‘omional brain responses during evaluator ol tusionvortiness of 202s. ‘Nature Nouroscionce & > 277-288, 2002, Bhjeto (una moneda de 20 centavos). El sujeto ganaba el dinero en eleccio- Bes correctas y el ayudante lo ganaba en la sujeto. respuestas incorrectas que hacia El paciente sabia que el ayudante conocia la ubicacién del objeto y que ‘Banaria si él cometia un error. En cada ensayo, el ayudante seftalaba la ta- incorrecta, la que no tenia el dinero y luego el sujeto realizaba su elecci6n 602 Parte IV FUNCIONES SUPERIORES Esta condicién continuaba durante 14 ensayos o hasta que el sujeto diera cinco respuestas correctas consecutivas. Las lesiones frontales ventromedia, les, sobre todo, del lado derecho, habian deteriorado la capacidad de detec. ci6n del engaiio. Cabe destacar que los pacientes de este estudio no parecian darse cuenta de que el ayudante intentaba engafiarlos Los resultados de algunos estudios de observacién de imagenes proporcio- nan pruebas que corroboran la participacién del ldbulo frontal en la cogni- cién social. Por ejemplo, Fletcher y col. examinaron a varios sujetos a los que les solicitaron que reflexionaran sobre los pensamientos y los sentimientos de los personajes en comparacién con las tareas de control en las que los pensamientos y los sentimientos eran irrelevantes y observaron una activa. cidn frontal medial especifica (véase también Gallagher y col.) ‘Asi como la corteza frontoorbitaria es fundamental para la cognicién so- cial, también lo es la amigdala. Fine y col. describieron el caso del paciente B.M,, que tenia un daio congénito selectivo de la amigdala izquierda. El pa- ciente tenia un CI medio y su rendimiento se hallaba dentro de los limites normales en la mayor parte de los tests neuropsicol6gicos. En cambio su ren dimiento era muy reducido en los tests de teorfa de la mente. Por ejemplo, en un test, B. M. recibié 20 dibujos: 10 dibujos de “estado mental” y 10 di bujos de “estado fisico”. Por ejemplo, un dibujo de estado mental pod: mostrar a una persona sorprendida por ganar un sorteo, mientras que un di- bujo de estado fisico mostraria a una persona golpéandose un dedo del pie | B. M, no pudo descifrar el estado mental de los personajes del dibujo (pun- tuacién 1 de 10), pero no tuvo dificultades para identificar el estado de los personajes {puntuacién 9 de 10). B. M. tiene un déficit importante pa- ra descubrir el estado meatal de los otros. Se han publicado pocos casos de dafio de la amigdala en la literatura pe- ro existe evidencia de que las personas autistas siempre tienen anomalias «1 la densidad celular de la amigdala (para una revision, véase Courchesne) [Las personas autistas fracasan siempre en las tareas de teoria de la mente y Baron-Cohen postulé que las anomalias extremas en la cognicién social en el autismo son resultado de una anomalia en un circuito amigdala-corteza prefrontal. Para concluis, la cogaici6n social implica un vasto conjunto de capaci- dades que permiten que las personas vivan en grupos sociales grandes y complejos. Es probable que las estructuras nerviosas subyacentes a la co nici6n social se hayan expandido significativamente en la evolucién del e céfalo humano, aunque ain no se sabe con precisién en qué regiones. No iti obstante, existen pruebas de que la corteza prefrontal, la amigdala y el sur~ i co temporal superior deben de formar parte de cualquier red subyacente a | la cognicidn social (véase la neuroimagen de la pagina 601). A esta lista de- Lh beriamos agregar la corteza insular, considerada en Ia explicacién de la \ emociéa en el capitulo 20. La corteza insular seria el origen de las “sensa- ciones viscerales” acerca de la informacién, que Adolphs ha destacado co- mo importantes tanto en el procesamiento emocional como en la cognicion social. | Consciencia Es probable que la experiencia consciente sea él proceso mental més fami- liar que conocemos, aunque sus mecanismos siguen siendo misteriosos. Todos tenemos una idea vaga de lo que significa estar consciente, pero la conscien cia es més facil de identificar que de definir. Las definiciones de consciencia varian desde la opinién de que se sefiere simplemente a procesos complejos del pensamiento hasta la implicacién més escurridiza de qué es la experi

You might also like