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El sacerdocio aarónico, también llamado sacerdocio de Aarón o sacerdocio levítico es “un

apéndice del mayor, o también llamado Sacerdocio de Melquisedec”. Este Sacerdocio fue
restaurado en esta última dispensación gracias al Profeta José Smith.

AHORA VEREMOS CUAL ES LA IMPORTANCIA DEL SACERDOCIO ARONICO EN LA ACTUALIDAD

Cuando un poseedor del sacerdocio presta servicio en el Sacerdocio Aarónico, se prepara para
recibir el Sacerdocio de Melquisedec, para recibir las bendiciones del templo, para servir en
una misión de tiempo completo, para ser un esposo y padre amoroso, y para continuar en el
servicio a nuestro Señor.

El Sacerdocio Aarónico tiene facultades de suma importancia para nuestra salvación y nuestra
vida diaria: Empezare con la autoridad para bautizar, también tenemos la autoridad de presidir
y liderar las reuniones, ayudar al obispo o al presidente de rama a velar por los miembros de
la Iglesia prestando servicio y ayudando con los asuntos temporales, también somos los
encargados de preparar, bendecir y repartir la Santa Cena de esa forma cada miembro de la
iglesia puede renovar sus convenios y tomar sobre si el nombre del Señor , sirven como
hermanos ministrantes esto como apoyo al Sacerdocio de Melquisedec.

Que seria de nosotros, si en la actualidad, no tuviésemos el Sacerdocio Aarónico, pues no

tendríamos la autoridad para realizar algunas ordenanzas Salvadoras y no podríamos recibir el
Sacerdocio de Melquisedec. Gracias a este Sacerdocio podemos ayudarnos y ayudar a las
demás personas a volver a Cristo y a recibir las bendiciones, que Nuestro Padre Celestial tiene
preparadas para cada uno de nosotros.

Lema de los hombres jóvenes:

Soy un amado hijo de Dios, y Él tiene una obra para mí.

Con todo mi corazón, alma, mente y fuerza, amaré a Dios, guardaré mis convenios y
utilizaré Su sacerdocio para servir a los demás, comenzando en mi hogar.
En la medida que me esfuerce por servir, ejercer la fe, arrepentirme y mejorar cada día,
seré digno de recibir las bendiciones del templo y el gozo duradero del evangelio.
Me prepararé para ser un misionero diligente, esposo fiel y padre amoroso al ser un
verdadero discípulo de Jesucristo.
Ayudaré a preparar el mundo para el regreso del Salvador invitando a todos a venir a
Cristo y a recibir las bendiciones de Su expiación.