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Colecci6n «Estudios Constitucionales» ESCRITOS DE DERECHO CONSTITUCIONAL (Seleccion) Konrad Hesse CENTRO DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES MADRID, 1983, LA INTERPRETACION CONSTITUCIONAL L._ Necesidad, signi constitucional. icacién y cometido de la interpretacion 49. La interpretacién constitucional, en el sentido es- tricto que aqui interesa ', resulta necesaria y se plantea co- mo problema cada vez que ha de darse respuesta a una cues- tién constitucional que la Constitucion no permite resolver de forma concluyente. Alli donde no se suscitan dudas no se interpreta, y con frecuencia no hace falta interpretacion "Dela bibliografia mas reciente cabe destacar: E, FORSTHOFF, «Zur Problematik der Verfassungsauslegung» (1961); P. SCHNEIDER’ y H EHMKE, «Prinzipien det Verlassungsinterpretation», en «Veroffentl cchungen der Vercinigung der deutschen Staatsrechislehrer», 20 (1963 pags. Ly ss., $3 y ss; F. MULLER, «Normstruktur und Normativita Zum Verhalinis von Recht und Wirklichkeit in der juristischen Herme- k, entwickelt an Fragen der Verfassungsinterpretation» (1966); id., the Methodik» (2.* ed., 1976); M. KRIELE, «Theorie der Rechts- sewing» (2.* ed., 1976); E. STEIN, «uristische Auslegungslehren lund wissenschafliche’ Methodik», en «Recht im Dienst des Friedens, Festschrift fr E. Menzel» (1975), pags. 3 y ss,; E. W. BOCKENFORDE, «Die Methoden der Verfassungsinterpretation», Newe Juristische Wo: chenschrift, 1976, pags. 2089 y ss.; F. OSSENBUHL, «Die Interpretation der Grundrechte in der Rechtsprechung des Bundesverfass ‘ibid, pags. 2100 y ss., asi como las colaboraciones de la obra colectiva: «Probleme der Verfassungsinterpretation», ed, de R. DREIER y F. SCHWEGMANN (1976), con mas referencias, pags. 329 y ss.; el volumen contiene también algunas de las obras anteriormente citadas: K. STERN, «Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland», I (1977), pags. 33 ¥ siguientes, 102 y ss. 35 alguna 7, No toda realizacion de normas constitucionales es c Gfra sin embargo (a partir de un concepto de interpretacion mas amplio), BHMKE (cit. n. 1), pags. 68 y ss. 36 cometido del Tribunal, asi como para el proceso constitu- cional en su conjunto el modo como se resuelva la proble- matica de la interpretacion constitucional. 51. Elcometido de la interprecacién es el de hallar el re- sultado constitucionalmente «correcto» a través de un pro- cedimiento racional y controlable, el fundamentar este re- sultado de modo igualmente racional y controlable, crean- do, de este modo, certeza y previsibilidad juridicas, y no, acaso, el de la simple decision por la decision. 52. Pues bien, este cometido se encuentra, hoy por hoy, menos atendido que nunca, Tanto en la jurisprudencia como en amplios sectores de la doctrina cientifica, 1o mismo un positivism que sigue siendo acritico e, incluso, inconse- cuentemente practicado que los mismos esfuerzos emprendi- dos para superar dicho positivismo por medio del recurso acritico a «valores», han conducido a una creciente inseguri- dad. La critica que ello ha suscitado se encuentra justifi- cada 4. Ahora bien, en cuanto dicha critica pretende respon- sabilizar de esta inseguridad a la expansion del método de las ciencias del espiritu —que no se identifica en absoluto con dicho pensamiento acritico de valores jerarquizados—, buscando la solucién en una vuelta a las tradicionales reglas de interpretacién, viene a ignorar el complejo problema que hoy plantea la interpretacién constitucional 5. IL. Las tradicionales reglas de interpretacion, 1. Contenido. 53. La teoria tradicional de la interpretacién persigue, por lo comin, revelar la voluntad (objetiva) de la norma o la “En especial (aungue sin tratar lat interpretacin de la Ley Funda- mental), W, WEISCHEDEL, «Recht und Ethik» (1956); E. FORSTHOFF, «Die Umbildung des Verfassungsgesetzes», en «Festschrift far_C. Schmitt», (1959), pigs. 35 y ss; H. GOFRLICH, «Wertordnung und Grundgesetzn (1973). SA, HOLLERBACH, «Auflosung der rechtsstaatlichen Verfas- sung?», Archiv des offentiichen Rechts, 85 (1960), pags. 241 y ss. 37 voluntad (subjetiva) del legislador mediante el andlisis del texto, de su proceso de creacién, de sus conexiones sistema- ticas, de sus antecedentes, asi como, finalmente, del sentido ylla finalidad (la «ratio» y el «telos») de la norma ®, A conti- nuacién, el contenido de la norma asi obtenide —es decir, he- cha abstraccion del problema concreto que se trata de decidir— es subsumido en forma de conclusidn silogistica al supuesto vital de cuya normacién se trata, que queda asi re- suelto. Segiin dicha teoria existiria interpretacién, e incluso interpretacién constitucional, por principio, en la simple ejecucién de una voluntad preexistente (objetiva o subjeti- va) que puede ser alcanzada con certidumbre objetiva a tra- ves de esos métodos y con independencia del problema a re- solver. 4. El Tribunal Constitucional Federal también ha adoptado expresamente esta doctrina. El Tribunal, en efec- to, opta, aunque no claramente, por la~«teoria objetivan de la interpretacion: «Fundamental para interpretar un pre- cepto legal es la voluntad objetiva del legislador manifestada a través de dicho precepto y tal como se deduce del texto y del contextorde la disposicién legal. No es, por el contrario, fundamental la idea subjetiva de los organos que participan en el proceso legislativo, 0 determinados de sus miembros, acerca del significado de la disposicion. El proceso de crea- cién de un precepto solo adquiere relevancia interpretativa en la medida en que venga a confirmar la correccién de la in- terpretaciOn realizada segin los principios referidos, o bien en la medida en que solventa dudas que no pueden ser elimi- nadas sobre la sola base del procedimiento indicado» 7. A este objetivo interpretativo sirven, en palabras del Tribunal, % Va, pues, més allé de los elementos de la interpretacion de la ley formulados por Savigny —«clasicos», segin FORSTHOFF («Umbildung», cit. n, 4, pag. 36; «Zur Problematik der Verfassungsaus- legung», cit. n. 1, pag. 39)—: el gramatical, el lgico, el historico y el sis- temiélico; eff, sobre ello HOLLERBACH (cit. n, 5), pag. 258. BVeriGE 1, 299 (312); confirmado en BVerGE 6, 55 (75); 6, 389 (431); 10, 234 (244); 11, 126 (130); 33, 265 (294); 35, 263 (278); cfr, as mismo, BVer(GE 24, 1 (15); 36, 342 (367); 41, 291 (309) 38 «la interpretacion a partir del texto de la norma (interpreta. cién gramatical), de su conexién (interpretacion sistematica), de su finalidad (interpretaci6n teleoldgica) y de su proceso de creacién (interpretacién historica)» 8, en el curso de lo cual estos elementos de interpretacion se apoyan y complementan mutuamente, por ejemplo, al extraer con- clusiones respecto del significado literal o de la finalidad de la norma a partir de su conexién sistematica o de su proceso de creacién. 2. Dificultades. 55. Sin embargo, ya un somero andlisis revela cuanto de problematico tiene esta teoria, 56. El objetivo de la interpretaci6n solo relativamente puede consistir en el descubrimiento de una «voluntad», ob- jetiva 0 subjetiva, preexistente en la Constitucién. Dejando aparte lo discutible de los fundamentos de dicha tesis (que en illtimo término se apoya en el dogma de la voluntad ela- borado por la pandectistica del siglo x1x y adoptado por la coetnea ciencia del Derecho Politico que, por si solo, no se basta ya para una comprensién de la Constitucién moderna), como punto de partida implica un encubrimiento de la situacion auténtica. Pues en los supuestos en Jos que la Constitucion no contiene un criteria inequivoco, lo que equivale a decir en todos los supuestos de interpretacion constitucional, propiamente ni la Constitucion ni el consti- tuyente han tomado una decisiéni, habiéndose limitado a proporcionar una serie mas 0 menos numerosa, pero incom- pleta, de puntos de apoyo de aquélla. Alli donde no se ha querido nada de modo inequivoco, resulta imposible descu- brir_una voluntad auténtica sino_tedo lo mas una voluntad Supuesta 0 ficticia, y a este respecto tampoco sirve para sa- carnos del apuro cualesquiera recursos semanticos como, por ejemplo, el de la wobediencia reflexivay del intérprete. BVerfGE 11, 126 (130); eff. asimismo BVerfGE 35, 263 (278 y ss.) 39 , Identificar como «objetivo» de la interpretacién constitu- cional el descubrimiento ¢e la previa voluntad objetiva de la Constitucién o del constituyente equivale a pretender dar cumplimiento a algo que n0 preexiste realmente y, por lo tanto, a equivocarse desde el mismo punto de partida res- pecto de la problematica de {a interpretacién constitucional. En raz6n de su objeto, s6lo con reservas cabe admitir que la interpretacién sea ejecucion y, desde luego, nunca que sea subsuncién, Antes bien, debera partir del hecho de que su «objetivo» no existe aiin realmente. 57. Tampoco los distintos «métodos» de la interpreta- cién tomados uno por uno oftecen orientacién suficiente. Es frecuente que el texto no diga aiin nada que sea inequivo- co acerca del significado de la palabra, con lo que se plantea el problema de cémo determinar este significado: si con arreglo al lenguaje usual, o al lenguaje juridico especializa- do, o bien segiin la funcién que en cada caso asuma el con- cepto 9. La «interpretacién sisteméticay puede ser manejada de diferente modo, segiin que lo que se tenga en cuenta sea el lugar de la ley donde se inserte el precepto, o bien su cone- xin material. La ainterpretacion teleologica» es prictica- mente una carta blanca,. pues con la regla de que hay que Plantearse el sentido de un precepto no se avanza nada res- pecto de la pregunta fundamental, la de cémo descubrir di- cho sentido. Finalmente, tampoco es dara la relacion de los distintos métodos entre si. Queda por decidir cual de aqué- llos haya que seguir en cada caso, o a cual de los mismos de- ba darse preferencia, en particular cuando conducen a resul- tados diferentes. 58. Las dificultades sefialadas tienen necesariamente que agravarse a la vista de una practica de la interpretacion constitucional que con frecuencia se aleja notablemente de las reglas de interpretacién reconocidas por ella misma Asi, en algunas de sus sentencias, el Tribunal Cons| cional Federal ha considerado el texto de una disposi * Asi, por ejemplo, en la diferente interpretacion dl concepto «or- den constitucional» por parte del Tribunal Constitucioaal Federal segiin la furcién asumida por dicho concepto (BVerfGE 6, 32 (38). 40 como el limite ultimo de la interpretacién !°; en otros casos remite a un segundo plano el texto de una norma cuando asi lo exige una aplicacién lagica de la ley '! 0 cuando ello res- ponde mejor a una decision constitucionalmente relativa a los valores» !? y en el caso KEHL ha interpretado los articu- los 32 y 39 de la Ley Fundamental apartandose de su texto «en base a una aplicacién y desarrollo logicos de los princi- pios de la Ley Fundamental» , al equiparar a los «Estados extranjeros» a asujetos del Derecho internacional similares a los Estados». En ciertos casos, y apartandose de sus pro- pios principios, el Tribunal ha utilizado el origen historico del precepto como el argumento decisivo, y no simplemente para despejar algunas dudas, sin ofrecer mayor explica- cién 4, Ha ido mas alla del canon de los métodos de inter- pretacidn considerados vinculantes cuando, por ejemplo, ha recurrido a sucesos situados bastante mas atras de lo que es el inmediato origen histérico del precepto !*. El Tribunal, finalmente, ha abandonado el terreno de la interpretacion tradicional al considerar como determinantes para la inter- pretacion principios de tipo juridico-funcional o juridico- material (por ejemplo, la distribucién de funciones entre los poderes legislativo y judicial '* o el principio de la unidad de la Constitucién '7) asi como al considerar relevante para la determinacién del contenido de la norma las circunstancias P. ¢, BVerIGE 8. 38 (41). BVerIGE 9, 89 (104 y ss); 13, 261 (268); 14, 260 (262); 22, 28 37); 35, 263 (278 y ss.) BYer!GE 8, 210 21), 8 BVerfGE 2, 347 (374 y ss.); eff. ya BVerIGE 1, 351 (366 y ss). } P. ¢, BVeIGE 2, 266 (276); 4, 299 (304 y s$.). C/r. asimismo BVerfGE 33, 125 (153 y's). SP. €, BVerfGE 12, 205 (230 y ss.) '© Ble, BVerfGE 4, 219 (233 y ss.); 1, 97 (100 y ss.); 2, 213 (224 y siguientes); 4, 31 (40); 10, 20 (40). Si bien los limites aqui trazados son in- Seguros y variables: cfr., de un lado, BVerfGE 7, 377 (411 y ss.); de otto lado, BYerfGE 10, 354 (370 y ss.) 1D. e, BVerfGE 3, 225 (231); 28, 243 (261); 34, 165 (183) con mas refereacias, 41 politicas, sociologicas ¢ historicas '* y las consideraciones que tienen que ver con la adecuacién del resultado " a la si- tuacién a reglar; aqui la formacién del juicio del Tribunal apenas tiene nada que ver con aquellas reglas de interpreta- cién , Jo que resulta enteramente aplicable a su praxis re- ciente donde el andlisis cuidadoso y profundo de la realidad desempefia con toda raz6n un papel decisivo. ° 59. Por tanto, las «reglas tradicionales de interpreta- cién» que el Tribunal Constitucional Federal expresamente reconoce, s6lo Ofrecen una. explicacion parcial acerca del modo y manera como el Tribunal construye sus senten- cias. Si en lugar de aquéllas lo que aparece es una multitud de consideraciones variadas, cde modo que solo de forma im- perfecta resulta posible recenocer principios seguros relati: vos a la utilizacion de estas consideraciones, la razén no es- triba en una falta de correccién juridica —por mas que algu- nas sentencias del Tribunal Constitucional Federal puedan \ser merecedoras de critica— sino en el reiterado fracaso de idichas reglas, Restringirse a las «reglas tradicionales de in- terpretacion» supone desconocer Ia Finalidad de la interpre- tacidn Constitucional; suipone en buena medida desconocer la estructura interna y los condicionamientos del proceso in- terpretativo, por lo que slo de forma imperfecta es capaz de resolver la tarea de una interpretaciéa correcta segun principios seguros. Si, frente a esas reglas, la praxis se orien ta a una interpretacion vinculada al objeto y al problema, "8 P. ¢. BVcriGE 1, 144 (148 y 55.); 1, 208 (247 y s5.);3, 58 (95): 3, 288 (B01); 5, 85 (129 y s6.); 7, 377 (397); 9, 305 (323 y ss); 43, 187 (229 y siguientes); $2, 1 (29 y s.). Lo mismo se diga cuando el Tribunal rsconoce la posibilidad del cambio de significaciOn de una norma; p. e. BVerfGE 2, 380 (401); 3, 407 (422); 7, 342 GSD). "Be, BVerIGE 1, 208 (239); 1, 264 (275); 4, 322 (328 y ss. (852); 12, 45 (56); 21, 209 (217 y ss.). 2 Cyr. asimismo, p. . BVerIGE 3, $8. (85 y ss.) —la cuestion so metida a la decision del Tribunal acerca de la existencia de una violaciéa de derechos fundamentales no es suscitada hasta las paginas 135 y ss.—; BVerIGE 6, 32(35 y ss.);6, 309 (339 y ss). El terreno de la interpretacion de los preceptos de Ia Ley Fundamental queda abandonado, p. e., en BVer{GE 25, 352 (358 y ss.) 6, 309 4 ello no es simple casualidad sinc precisamente expresion y consecuencia de esta realidad. Por lo mismo, tanto mas ne- cesario resultara ser consciente dé la propia conducta, no postulando un procedimienio de formacién del juicio que no sea posible respetar, sino atendiendo a las condiciones reales, a las posibilidades y limites de la interpretacion cons- titucional. IIL. La interpretacion constitucional como concretizacion. 60. La inierpretacion constitucional es «coneretiza- jon» (Konkretisierung). Precisamente lo que no aparece de forma clara como contenido de la Constitucion es lo que de- be ser determinado mediante la incorporaci6n de la «real dad» de cuya ordenacién se trata (supra, n.° 45 y ss.). En ¢s- te sentido la interpretacion constitucional tiene caracter screativo: el contenido de la norma interpretada slo queda {completo con su interpretacién”; ahora bien, sblo en ese sentido posee caracter creativo: la actividad interpretativa queda vinculada a la norma *2, 1. Condiciones de la interpretacién constitucional. 61. La coneretizacion presupone la «comprensin» del contenido de la norma a «concretizar». La cual no cabe des- vincular ni de la «precomprensidn» del intérprete ni del pro- blema concreto a resolver. Aqui se encuentra, por encima de cualesquiera diferencias en los planteamientos y en los métodos de trabajo de la moderna hermenéutica de las ciencias del espiritu y de la especificamente juridica, lo que hay de comiin a ambas. Cfr. H. G. GADAMER, «Wahrheit und Methoden (2.° ed., 1965), pags. 307, 312 y ss, 315. En general acerca del caracter pro- ductivo de le interpretacion juridica; J. ESSER, , en «Bundesverfassungsgericht lund Grundgesetz» TI (1976), pags. 108 y ss. con més referencias, pag. 109. 33 Constitucién *, Esta «consonancia» no solo existe alli don- de la ley, sin el recurso a puntos de vista ju cionales, permite una interpretacion compatible con la Constitucién; puede tener igualmente lugar cuando un con- tenido ambiguo o indeterminado de la ley resulta precisado gracias a los contenidos de la Constitucion “. Asf pues. el marco de la interpretacién conforme las normas consti cionales no son solamente «normas-parametro» (Priffungs- mmen) en a determinacion del contenido de las leyes ordina- tias. Por el contrario no es posible la interpretacion confor- me én contra del «texto y sentido» # 0 en contra de la «fina- idad legislativan **. A este respecto no tiene que ser deter- minante la voluntad subjetiva del legislador; mas bien de lo que se trata es de mantener el maximo de aquello que él ha jucrido 47, En ningin caso debe ser declarada nula una ley -uando Ja inconstitucionalidad no es evidente, sino que dni ‘camente existen reservas, por serias que puedan ser #8, 81, La idea expresada a través del principio de la inter- pretacién conforme solo en parte coincide con la de la «ob- servancia del orden de valores de la Ley Fundamental» ® en a interpretacién de las leyes ordinarias. El principio hunde wus raices mas bien en el principio de la unidad del ordena- ‘miento juridico: en funcién de esta tinidad las leyes emana- © BYer/GE 2, 266 (282); jurisprudencia constante; efr., asimismo, BVer{GE 48, 40 (45 y ss.) con mas referencias, Problemitica parece la ex: tensin a la interpretacion de leyes de reforma de la Constitucion: BVerf- GE 30, 1 (17 y ss., 34). Cfr. sobre ello, P. HABERLE, «Die Abhorent scheidung des Bundesverfassungsgerichis vom 15-12-1970», Juristenzei- tung 1971, 145 (148 y 5s.) 4p. e, BVerI{GE 11, 168 (190); 41, 65 (86). © Pe, BVerfGE 2, 380(298); 18, ); ofr, sin embargo, BVert= GE 30, 83 (88). 4’. ¢, BVerIGE 8, 28 (34). Por eso se rechaza la interpretacién con. forme, p. e., en BVerfGE 8, 28 (34 y s8.); 8, 71 (78 y ss.) 9, 83 (87); 20, 150 (16D y 56), 34,165 (199s. 42, 176 (189 9 s.), P. &. BVeriGE 8, 28 (34); 9, 194 (200); 12, 45 (61). 54 das bajo fa vigencia de la Ley Fundamental deben ser inter- pretadas en consonancia con la Constitucién, asi como el derecho atin vigente procedente de tiempo anterior debe ser adaptado a la nueva situacién constitucional. Al pronun- ciarse el juez sobre esto controla él la concretizacion de la Constitucin llevada a cabo por el legislador a través de una propia concretizacion de la Constitucion y de la ley. 2. Limites juridico-funcionales. 82. Como consecuencia de ello la interpretacién con- forme adquiere una importancia fundamental en su aspecto Juridico-funcional. En correspondencia con el contenido ju- Tidico-material se hace precisa una coordinacién de funcio- nes de los organos que intervienen en el proceso de concreti- zaciOn. Esto vale tanto para la relacién entre jurisdiccion constitucional y legislacién como para la relacion entre la ju- risdiccién constitucional y las restantes jurisdicciones. 83. a) En larelacién entre jurisdiccién constitucional » legislacién se plantea la cuestién de a quién corresponde, ante todo, la concretizacion de la Constitucion, $i lo que con la interpretacién conforme se pretende es mantener. en lo que sea posible fa validez de la ley, el principio aparecera entonces, en su aspecto juridico-funcional, como el de la pfimacia del legislador en la concretizacion de la Constitu- , con *, La voluntad y la conducta del legislador democrati- * | go gozan de una presunicién de constitucionalidad; a él le co- Tresponderd en primera linea la conformacién juridica de las elaciones sociales. Al tribunal constitucional le esta vedado ¥ |discutir_ esta primacia al legislador, pues ello acarrearia un | desplazamiento de las funciones constitucionalmente enco- mendadas. Con todo, la primacia del legislador democratico Se produce a costa de un cambio de significado del conteni- do de la ley por parte del tribunal constitucional; primacia que puede resultar anulada cuando el precio es excesivamen- Of, también EHMKE (ct. n. 1), pags. 68 y ss. 35 te alto, cuando el contenido que, a través de la interpreta- cin conforme, él tribunal da a la ley contiene no ya un mi- ‘nus sino un aliud frente al contenido original de ia ley. En este caso, el tribunal interfiere las competencias del legisla- dor con mas intensidad incluso que en et supuesto de una de- claracion de nulidad, puesto que es él mismo quien confor- ma positivamente, mientras que en el caso de declaracién de nullidad la nueva conformacién sigue siendo asunto del le- gislador 51, Cuanto mas corrija el tribunal al legislador tan- to ms se aproximara aquél a los limites juridico-funcionales de la interpretacion conforme, los cuales por lo demas son dificiles de precisar con absoluta nitidez *, 84. b) Pot lo que hace a la relacion entre la jurisdic- cién constitucional y las demds jurisdicciones se plantéa la cuestin de a quién Je corresponde en primera linea la con- eretizacion de las leyes. Tampoco aqui resulta posible una separacion nitida: con la instauracién de las jurisdicciones de los articulos 95 y 96 de la Ley Fundamental, ésta enco- mienda ciertamente de forma principal a dichas jurisdiccio- hes la interpretacion de las leyes ordinatias; pero no excluye por completo al Tribunal Constitucional Federal de toda in- terpretacion de las leyes ordinarias, porque el control de normas que forma parte de su competencia (art. 93, 1, 2.°; art. 100 de la Ley Fundamental) presupone tal interpreta~ cidn. Si, en estos supuestos, el Tribunal Constitucional se impone ala e a la interpretacion mn de la ley por parte de las testantes Turisdicciones *¥, ello parecer justificado en interés del Puede haber excepciones a esto cuando sélo sea concebible una solucién qute responda a los mandatos de la Constitucidn; p. e, BVerfGE. 2, 336 (340 y ss.) 52 Estos limites han sido claramente rebasados en BVerfGE 9, 194 (199 y ss.). Chr.,asimismo, BVerfGE 30, 1 (19 y ss, 37 s.); 33, $2065 ¥ siguientes, en especial 69, ast como ef voto particular; ibid. pags. 78, 80 y siguientes); 35, 263 (278 y ss.) 3” | Tribunal Constitucional Federal, en jurisprudencia constante, hha asumido la competencia de interpretacién de las leyes ordinarias desde punto de vista de su constitucionalidad. Cfr., p. e. BVerfGE 2, 195 (110); 2, 181.4193); 7, 45 (50); 7, 198 (207); 8, 210 (217); 10, 340 (345); 18, 85 (92 y ss.) 38, 154 (HOR ss.). 56 go, sin responder la cuestién de hasta donde pueda llegar es- taprimacia de la interpretacion del Tribunal Constitucional sin hacer del mismo —que se halla concebido como un espe- fico tribunal de justicia constitucional— un supremo ti- bunal civil, penal y administrativo ‘4, 3. Repercusiones en ta interpretacion de la Constitucién: Interpretacion de la Constitucién conforme a la ley. 85. La «interpretacion conforme» no plantea sélo la ‘cuesti6n del contenido de ia ley sometida a control sino tam- bién la relativa al contenido de la Constitucin segan la cual dicha ley ha de ser medida. Exige pues tanto interpretacion de Ja ley como interpretacién de la Constitucion. Y puesto que tanto la relacién material como la funcional van en la | nea de un mantenimiento de la ley, la interpretacion confor-| me interpretard la norma constitucional, dentro de lo. posi-| ble, en el sentido et que el lekislador Ta ha.concretizado, De, ahi gue Ja interpretacion conforme de las leyes sea, en su efecto reflejo sobre la interpretacion de la Constitucién, in- terpretacion de la Constitucién conforme a la ley 5°. En ello s€ manifiesta como un principio suplementario —cabe decir mediato— de interpretacién de la Constitucién por parte de Jos tribunales. Este efecto. confirma.al mismo tiempo la es- trecha interrelacion existente entre Cons ny ley y, con ello, 1a unidad del ordenamiento juridico. EHMKE (cit, n. 1), pag. 75, quien correctamente remite a la pro: blematica de ia interpretacién conforme existente en relacién con el dere: el Estado federal Incluso cuando el Tribunal que interpreta no lo diga expresamen- te. Ct, ps es, BVeriGE 12, 45 (83 y ss.) 37

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