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Presentación

Asignatura:

Historia De La Cultura Univers

Sección:

13

Maestro:

Andres Ramón De Las Mercedes

Alumna:

Luisa María Beltre Pérez

Matricula:

100489927

Tema:

Tarea 5.1 Periodo de transición. Europa en el siglo XVI: Los inicios del
capitalismo
Tarea 5.1 Periodo de transición. Europa en el siglo XVI: Los inicios del
capitalismo

Renacimiento es el nombre dado en el siglo xix a un amplio movimiento


cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos xv y xvi.1 Fue
un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna.
Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también
se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. La
ciudad de Florencia, en Italia, fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este
movimiento, que se extendió después por toda Europa.

El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que


determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El término
«Renacimiento» se utilizó reivindicando ciertos elementos de la cultura clásica
griega y romana, y se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de
la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la naturaleza tras siglos de
predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática establecida en la
Europa medieval.

En esta nueva etapa se planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser
humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política,
la filosofía y las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por
el antropocentrismo.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el


Renacimiento significó una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese
momento había sido «supranacional». El Renacimiento no fue un fenómeno
unitario desde los puntos de vista cronológico y geográfico: su ámbito se limitó
a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, a los
que las novedades renacentistas llegaron tardíamente.

Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la


consolidación de los estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron
en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo, el ascenso
de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos
fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito
renacentista.
Características

De forma genérica se pueden establecer las características del


Renacimiento en:

La «vuelta a la antigüedad»: resurgieron tanto las antiguas formas


arquitectónicas como el orden clásico y la utilización de motivos formales y
plásticos antiguos. Asimismo, se tomaron como motivos temáticos la mitología
clásica y la historia, así como la adopción de antiguos elementos simbólicos.
Con ello el objetivo no era efectuar una copia servil, sino la penetración y el
conocimiento de las leyes que sustentan el arte clásico. Buena parte de esta
revalorización del arte clásico vino por los hallazgos arqueológicos de piezas
como monedas, camafeos o esculturas romanas, así como la recuperación de
tratados clásicos como los de Vitrubio, esenciales en la renovación de la
arquitectura.13

Surgimiento de una nueva «relación con la naturaleza», que iba unida a


una concepción ideal y realista de la ciencia. La matemática se va a convertir
en la principal ayuda de un arte que se preocupa incesantemente en
fundamentar racionalmente su ideal de belleza. La aspiración de acceder a la
verdad de la naturaleza, como en la antigüedad, no se orienta hacia el
conocimiento de fenómeno casual, sino hacia la penetración de la idea.13

El Renacimiento hace al «hombre» medida de todas las cosas. Presupone en


el artista una formación científica, que le hace liberarse de las actitudes
gremiales y mecanicistas más propias del medievo y elevarse en la escala
social. Esto supone revestir al artista de una nueva consideración, la de
«creador». La figura humana es el nuevo centro de interés del artista, que
estudia con detenimiento la anatomía para hacer una representación fidedigna,
al tiempo que valora aspectos como el movimiento y la expresión.13

El «mecenazgo»: las clases altas patrocinaban y encargaban obras


constantemente, ya que el arte era visto como un instrumento de prestigio y
refinamiento, lo que condujo a un momento de gran brillantez en todas las
disciplinas artísticas. Los principales centros de mecenazgo fueron
la Florencia de los Médicos en el Quattrocento y la Roma papal en
el Cinquecento, particularmente Julio II y León X.13 En otras ciudades, otras
grandes familias fomentaron el mecenazgo: los Este en Ferrara,
los Gonzaga en Mantua, los Esforzad en Milán, los Colonna en Nápoles, etc.

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