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: bAVIRA NARWAA DE ARNOUX MARIANA DI STEFANO CECILIA PEREIRA ey idea Natvala de Amoux, Elvira La lectura y la.escritura on la universidad / €lvira Narvala de Arnoux ; Mariana i Stefano y Cecilla Persira - 18 ed, 5 reimpr, . Buonos A\res : Eaitorial Universitaria do Buenos Aires, 2005, 492 p, ; 28x20 om,. (Matatialas de catecira, CBC) ISBN 950-23-1235-K 1. Lingiitica - |. DI Stefano, Mariana. I, Pereira, Cecttla. Ii, Thule, DD 410 Universidad de Buenos Aires INVES Tania. mTt2 56 A. 1 L-spnpies on i Frcin 2A bo Ylines Venderor FQN. “Caltn Precio 3433-200. 2 Bibloten $¥edicion: marzo de 2002 ‘Hedicién, 5* reimpresién: febrero de 2005 Donaglit apne P inet 2 ASISA (IS) 96— © 2002 Ove ft Ae Fltoral Universitaria de Busnos Altes A oorasoq Socleidad de Economia Mixta Av Rivailavia 1871/73 (103) Ciudad de uenos Alros 988-8025 Fax; 4388-2700 | a www.eucleba.com.ar ; Disefo de tapa: Silvina Simondet Comeccién y composicién general: Eudeba ISBN 950-291235-X Impreso en Argentina, Hecho el depésito que establoce la loy 11.723 No a parmite Ia raproducolén tol o parcial da este libro, nl eu ‘lmacenamiento en un sistema Informatica, ni su transmision en ‘ovalquier farma 0 por cualquier medio, olectrénico, mecdinico, fotocopia u otros metodos, sine! permisg previo del editor. PARTE |. LAS PRACTICAS DE LECTURA 1La leotura es una de las préctican de mayor presencia en la vida universitaria, Uno de lov mayoros obstdculos quo debo sortear el alurino que inicia sua estudios superioras es precisamen- te adquirir el hébito de la lectura. De la lectura sostenida, profunda, eritica, analitica, de textos extensos, complejog, ante log qite en Ia mayoria de os enon es. la primera vez que we enfrenta, {C6mo se Ieo on 1a Universidad? {Lievar a cabo esa tarea requiare de algun aprendizaje? Como veremos, las préeticas de lectura que realizan lor antudiantes universitarios en relacion, con sus carreras —hacia las que estard orientada gran parte de la reflexién de esta propudsta didéctica— tienen una eapetificidad que las diferencia de las que se realizan en otros émbitos, por los textos que sc leon, por los saberes previos que suponen, por los sopartes materiales que preduminan en la circulacién de los taxtos a ser lefdos, por la presencia de La inslilucién académi- ea como medindora de esa pridctica lectora, y por la fnalidad de 1a lectura, De modo que es indispensable que el alumnoflector apranda cuanto antes los cédigos que regulan la actividad lectora en la universidad y esté alerta para no confiar solo en los modos 6n que ha lefdo en otros Ambitos —incluso dentro de las instituciones educativaa previas— ya que es probable que no le resullen eficaces para enfrentar las exigencias acndémicas. ‘Con ruspoclu a log textos que se leen, estos nuclon estar vinculados al quehacer clenttfico, ser muy varindos, hetorogéncos, pero casi tadus de un alte grado de complajidad, que puede doberse a diversas razones: a lus conucimientos previos que demanda, a Ia presencia de cilas — cuyo crilerio de inclusién 0 cuya orientacién argumentativa no siempre es evidente—, a, por ejemplo y entre muchas otras razones, na construccién de complejas redes eonceptuales enya inlerprelacién reguiere, justamente, que se Ins lea en red, on sistema, : Los soportes matarisles dim pradominan en Ins leeturas de los estudiantes sporkan wu coracterizacién « esta practices, Kn, In mayar parte de los casos el alumno lee folocupias, muy pocas veces de libros completos y con gran frecuoncia fotocopias de capitulos 0 simplemente de partes de un texto mayor. Esle rasge da 4poca incidié positivamente en el qué se lee al facilitar el acceso a fuentes diversas, pero en cunnta al modo on que se lee acentué otro rasxo de época —que no favorece lae exigencias de Inctura universitarin— como es In lectura fraginentaria y deacon. lselustizada. Pero si hay algo que tisnan an‘comdin gran parts de lus leeturas que realizan lox extudinn- tos a to largo da aus carreras es In tinalidad: Ios lecturas que paula Ia universtdad obligan a dar cuenta de qua sa ha lefdo, para demostrar que se ha adquirido wn snber, Bl nluinno/lector de los textos que da a leer una cétedra puede aproximarse y entrar a ellos de distintos modos, puede disfratarlos o padecerlos, puede interosarse especialmente por uno u otro aspecto. Pero lo que nn puede es obvinr In juula dé leclura que la institucién establece muchas veces implfcitamen- le— y que en general esté orientada a que el alumno conoea con precisién distintos sistemas conceptuales, y los relacione con las condiciones histérico-soctales en que fueron pensados; esta- lezea relncionex entre sistemas de ideas o entre Ins conceptualizaciones que esos sistemas gene- ran ¥ casos histéricos coneretos, y sea capaz de valorarlos. Esta finalidad de la lectura de los alumnos pantada por la institucién hace que en la uni- versidad ge estrechon los vinculus ealze Lectura ¥ escritura: todos los escritos universitarios tie- nea una apoystura on lecturae previa, la mayor parte de lus lecturas que xe encaran deben poder Lraducirss en respuostns de purcisles, trabajos prdcticos, monograffas. Por utro lado, come veremos, Ia escritura desempetia un imporlante rol en el proceso de apropiacién de nuevos cono- cimientos, como también en su memorizaci6n. Los escritos personales del alummo —apunites, 7 a La lectura y eseritura on la universidaid fichas, resimenes— ayudan a aclarar ideas y a porcibir con més nitideg lay relucignes entre Jas, partes del texto lefdo. * rie 1Los escritos que los alumnos hacen para hacer circular cn In institueién—como veremios a 16 largo de este libro— eneiorran una doble complejidad: por un lado, deben ‘adecuarse a las exigencias propias de la escritura académica; y por otro, deben evidenciar quo sc han realizado correctamente las operaciones de lectura demandadas por la institucién, Conocer un sistema de ‘ideas, por gjemplo, requiere al alumio que en su lectura se detenga en las definiciones de concep- tos, identifique ejemplos de estos, establezea relaciones entre los conceptos (atin cuando el texto no lo haga explicitamente) y perciba en cac modo de conceptunlizncién Ia presencia de cuerpos 0 paradigmas teéricos mayores, propios de una época, de un momento histdrica particular, Convertirse cn un buen lector académico requiere entonces un aprendizaje, para el que seré titil que el alumno adquiera ciertas herramientas para intervenir, mAs conscientemente, en su propio proceso de lectura, fijandose —por ejemplo— objetivos precisos o eligiendo laa estrate- frias lectoras adecuadas al tipo de texto a leer y a las consignas dadas. A continuacién, ofrecemoa una breve sfntesis de algunas de las reflexiones teéricas sobre Ia Iectura que ge han realizado desde distintas disciplinas. Estas, ademfs do constituir un conocimiento Util para el desarrollo de habilidades lecloras del alumno universitario, sintetizan Jas distintas miradas con que nos hemos aproximado al fenémeno de Ia lectura y que hemos buscado integrar en esta propuosta didactica para el nivel superior de ensefianza. £Qué es leer? Diversas disciplinas se han preguntado qué es leer y han intontado describir algunas de sus caracteristicas. Entre ellas, la Teorfa Semidtica, ya que la lectura implica la interpretacién de signos por parte del lector; la Psicologfa Cognitiva, ya que en la comprenaidn lectara se ponen en juego operaciones mentales complejas, como también la Historia Social, dado que la lectura cs una préctica histéricamente condicionada y orientada por las ideas y las flnalidades que los distintos grupos sociales se fijan reapecto de ella. Los estudios engnitivos.han destacado el cardcter procesunl de In Jectura; leer es, desde esta dptica, un proceso cognitive que involucra una serie de subprocesos que el lector va realizan- do a medida que avanza en cl texto. Entre clos, In recuperacién de informacién previa sobre el tema, le formulacién de hipétesis acerca de lo que va a leer, la jerarquizaci6n de informacién, el Procesamiento de los nuevos datos y su puesta cn relacién con los ya almacenados. Desde esta 6ptica, leer ha sido definido como una actividad de formulacién y verifiencién da hipdtesis: antes Ue cimenzar a lecr y a médida que la lectura comienz, el lector va formulando hipétesis acerea We to que va a leer; por otro Indo, avanza en Ia lectura por Ini necevidad o ol deseo de oblener informacion nueva, Da mora que, & mecida que al lector va invorporande la informacién nuove que el texto le brinda, va confirmando o desechando las hipétesis iniciales. Ea esta dindmica, lox conicimiento’ previos que el lector tiene almacenados en eu zemoria— brindarfan los eeque- mas pare dar sentido a lo nuevo, en el que se ha realizado una jerarquizacién ya que no es posible rotidnerlo todo. * BY gemidlogo italiano Umberto Reo pensé In Tecturn, en términos semidticns, como un pro= cei@ Ue comunicacién entre el texto y el lector. En csa comunicacién, segtin Ico, el texto adopta la actitud de un “mecanismo perezoso”, no dice todo acerca de s{ mismo, deja muchas cosas sin explicitar, lo-que exige al lector asumir un rol sumamente activo, La tarea del lector consistiria fondiamentalmante en hacar infarancias, on reponcr a completar lo que ol texto no dies pero daa entéader. ‘Vs, TBeo dehominé “cooperacién interpretativa" a los movimientos que debe r pati da? sentido a un toxto, entre las que destacé —adem4s del realizar inferencias— el otorgar uriliigiiificadé a las expresiones, y establecer relaciones entre esas expresiones y las civcunstan- lizar el lector La Joctura y la escritura én los estudios superiores 9 cins de enunciacién, La referencia a la situacién entinciativa requiere contemplar al enunciador, el lugar, el tiompo y él destinatario de un texto, Il establecimiento de estas relaciones implica también construir hipétesis sobre el yénero discursive que se estd leyendo e identificar el mundo de roforencia (real o posible) del texto. Fn este proceso, desde esta éptica, el lector apela a sux conocimientos eneiclopédicos y a sua sistemas de valores para completar el sentido de lo que lee. Por ego, completaindo la definici6n inicial, para Eco la lectura es un proceso comunieacional on el que a partir de la interaccién lector/texto se produce sentido, Otra disciplina, la Psicologta Soefal, ha hocho también aportes muy valivsus al campo de investigncién sobre Ja lectura, en especial a partir de sus estudios eobre las representacionea sociales, a las que define coma “earuunmay wucialments elaborados que determinan la percepalén yla valoracién da lo real”. Desde esle enfoque, se hace hincapié en las reprasentactones (o sea, ort Jas ideas, en el conjunto de creencins y valores) sobre el mundo que poseen los grupos sociales, ya que se considera que éstas son orientadoras del Lipo de précticas que encaran los grupos, y del modo en que deben Hevarlas a cabo. Asf, en cuanto a la lectura, se ha sefialado que Ins represen- taciones acerca de lv que ws leer differen en los distintos grupos scctnles, 9 en Ine distintas exferas de la praxis social, ¢ inciden en el modo en que los sujetos encaran sus lecturas, on la finulidad que les otorgan, en los objetos que seleccionan para ser lefdor, « incluso, en las operaciunes eugni- tivas que despliezan para hacerlo, entre otros, Desde esta perspectiva, presente en Ios estudivs reulizndos por In historia social de la lectura, esta es concebida como una praxis soci, determinada histérica y culturalmente. Croemos entonces, a partir de los aportes de Ins distintas disciplinas acerca de lo que 08 leer, que el alumno universitario desarrullaré su capacidad interpretativa en la medida en que aprenda a controlar su propio proceso cognitivo involuerado en Ia Iectura; en la medida en que adquiera conocimientos sobre las caracteristicas de los textos a leer y en general sobre el lengua- Je, para que pueda Ilovar a cabo su “cooperacién” con el texto; y en Ja medida en que tenga claro, su rol como lector, emo y para qué se expera que lea, Una representacién clara de la situacién de Jectura y de la finalidad de Ia tarea contribuye a superar lus obstdeulos que ae prasantan. 1. A. LA LECTURA DE UN TEXTO: PROBLEMAS Y ABORDAJES Gapftula 4 La pussta en escena: opacidad y construccién discursiva Siempre que se hace uso del lenguaje, el emisor construye discursivamente una versién de a{ mismo, del referente y de aquel o aquellos a los que sa dirige. Por ego, producir discuréos, ya gen rales o eseritos, implica montar tna verdadera puesta en escona. Para el desarrollo de las habilidades lectoras y de escritura es util reflexionar sobre algu- nas earacteristicaa propins de la materia con que se forja todo escrito, esto es el longuaje verbal. Bl objetivo de esta reflexién es percibir el cardcter opaco del lenguaje, su carfcter de cons truceién. Es decir, ol lenguaje no es una Lransparencia a través de la cual accedemos a lo real, no es un reflejo fiel de Ins cosas que nombra, sino una materia a través do Ja cual construimos versiones del mundo. Hl lenguaje a 1a voz que mueatra, oeulta. (0, Ducrot! —lingiista francés contemporduee— afirma que el lenguaje jamés “describe” el mundo, sino que siempre lo valora, atin cuando adopte formas aparentemente objetivas o neu- tras, El lenguaje se muestra como traneparente, oculta su opucidad, por eso parece que # Waves de él ge aceede ul mundo; pero In realidad es que apenas deja entrover aquello a lo que reficre. Baste es el inecanismo a través dol cual no colo se conatruye discursivaments al referente, sino también el enunciador y el enunciatario, los cuales no son los sujetos reales y empfrivos que hacen uso de Ta pulabra, sino productos de la puesta on escena discursiva. ‘ El enuncindor ex el que Heva adelante el discurso, pura lo cual se ubica desde un lugar (so habla, por ejemplo, desde la experiencia personal, o desde el saber, 0 desde In autoridad que otorga un parentesco, el poder econémico, politico 0 laboral). Dexde dénde habla cl estudiante universiturlo en sus escritos académicos? {Des de dénde le hublan al estudiante untvarsitario lus textos académivos de lecture habi- tual? Son algunas de las preguatus que es necesario aclatar para facilitar el control de 1a cons- ‘truceién del cuunciador adccuado al escribir un Lexto y la identificacién, en la lectura, de sus ranges ‘Bl enunciador adopta tna serie de ranyos de acuerdo a la pituacién cn quo ee encusutre: jnformado, formal, conautoridad ncadémica en un Lema, o bien informal y cémplice, dubitative o puturitario y distante. Ba fin, las posibilidades son muchas. Lu miamo sucede con el destinatario —o entinciatario— de un texto, al que xe puede conatruir oon rasgos diversos: informado, respon sable, o bien ignorante, manipulable, de menor jerarquia que el enunciudor, ele. La constraccién del enuncindor, del enunciatario y del referente no siempre eon operacio- nes conscientes de los hablantes, ni son operaciones libres e individuales, sino que estdin también codificadas parn laa distintas situaciones sociales, y reaponden a posiciones culturales ¢ ideolégi- cas do los sujetos y sus grupos de pertenencia. ‘Qué rasgos pose el enunciador académico? Como veremos, este debe reunir una serie de caracteristicas, entre ells: debe ser muy preciso en ol uso de la termninologia yen Ia Ver Duerot, Oswald, La argumentacion en la lengua, Madrid, (3redos, 1994, a w 1a lecture y In wwerilure en lt universidad definiéién de conceptos, debe ser fiel a las fuerites que cita, debe fundamentar sus aserciones con argumentos aceptables para la comunidad eientifics, debe usar correctamente las normas orto: grfificas y gramaticales y debe legitimar au palabra demostrando que ha lefdo, que conoce eb tema, que maneja informacién y ofrece las referencias bibliograficas de las fuentes a las que alude? 1, Ton Ids siguientes entradas de enciclopedin: Entrada I BORGES, Jorge Luls (1899-1986). Narrador, poeta y ensayista argentino, Tras una larga estancia fn Europa, donde fue figura principal del ultrafsmo, regresé a su pals. Su obra, estructurada con auma parfaccién, osclla entra un fuerte liizmo y una constante preccupacisn flioaétioa y cultural, Posafa: Far- vor de Buones Aires (1923), Luna do onfronte (1926), Cusiderno de San Martin (1828). Cuontoe: Historia Universal da ia infamia (1935), El jardin de senderos que se bifurcan (1941), Fiecianes (1944), &1 Aleph (1949). Ensayo: Otras inquisiciones (1937-52), Murié en Ginebra (Suiza), en donde rasida Entrada Il; Revislonismo histsy |, DEFINICION, El r. histérico como escuela historlogratica no aparece detinide en los dicclonarios europeos, ni siquiara en los sepécializados, aunque hace més de cincuenta aos qua irrumpid an el ‘mundo de la cultura y la paltica ltinoamericans, | facha ce nu mparicidrr no x cam; a omesnte ‘8n que por efecto do la gran daprosién del afio trsinta los modelos de sociedad implartados en América Latina desde fins del siglo XIX entran en crisis y con ella importantes ssctores do la intolactualidad adsoritos a las élites dominantes buscan en el pasado las claves que ofrezcan respuestas a los proble- mas @ interrogantes planteados por la ers. En América Latina, y an particular en Argentina, donde la wscusla por su resonancia y dimensions 86 a més importante dal continente, ol términd eeala una tinea de interpretackén polémice del pasado Hlatérco, local o regional, con relacién a las.ascuslas raclonallstas o positivstas de tines del siglo, que s0n Vistas como la versién “oticlat del pasado, ala que ellos se oponen. El histérico somo cosmovisién histérloo y manifestacién de lo que podrlamos llamar nacionalismo cultural se sustenta en lo ideolégica fen el conservadurismo de corta tradicionallsta o en el nacionallsmo de ra‘z catdlica. Esta corriente #e ha Cconstituido al margen de jos cantros universitarios o académicos y sus exponentos mas conocidos — ‘salve raras excepeiones— en su gran mayorfa no han recibido formacién profesional come historiedores. Su propésito daclarado ws hacer una historia, ala vez que veraz, dl a las causas polices @ ideolégicas gue pretendan servi a través de ous eacrios. Para los rovislonistae sélo el conocimiemto de la “historia ‘verdadera” permite fundamentar una polilica nacional que favore7ca los intereses de la nacién entera. El sentirse intérpretes y « la vez oxpresién do la hietoria verdacara, la qua sistamatleamante habria sido ‘ccullada yfalseada por el pensamienta liberal, 109 lleva nocesariamante, en opotickin a este peneamien- ula consultar la aiguionta bibliogra EBnunciacién, Ba. As., *Para profuadizas el tema de Is opacidad y la conatruccién disewnsivn ae re fia: Recanati, I, La transparencia y la enunciacién, Bs. As,, Hachette, 1986. Pilinich, Ml Eudeba ~ Enciclopedia Semiolégica, 1998. ;

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