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en pe i ey JORGE PAOLINELLL- LUIS -AJMECHET * CARLOS HASSAN - RUBEN OCHIPINTT ELHOMBRE Y EL DERECHO EDUARDO DUHALDE ABELEDO-PERROT . - ‘BUENOS AIRES mak . WOON, OS GGG OS GOI AOI III II SI II OG AOE: ‘Todos los derechos reservados © by ASELEDOPERROT S. A.E.el tavalle 1280 -- 1088 - Buenos Aires ~ Argentina (Queda hecho el depSsito que mazea la ley 11-723, 1SBN:950-20-1125-2 El derecho de propiedad de esta obra comprende para su autor af cultod de disponer de el, publicara, tdci, aeptari o autrizr st cause y sepredvciria et cualquier forma, toal © parcial, por medios Seetinieos o mecdncos, inclayendofotocopi, grabacin magnetfsnics y Sailer slswema de alm acenamiento de informacion: por coniguent as Tithe te facuttad de Serer ls derechos preitedos sin periso del au- Ee Pe editor, por eserto, con referencia a una obra que se haya anctado pido durnce su lect, ejcucidn 0 exposci plies o pivas, Selo uso confines Gdicicos de comentarios, ccs 0 natty de basa ut palabrs de la obra aera yen Todos Jos casos sé las panes del texto {ndispensbles aes efecto - “Las tnfactoresserénreprimidos con las penas det artculo 172 y concordant del Codign Penal (as. 2°, 9%, 10.71, 7 ley 11.723) IMPRESO EN LA REPUBLICA ARGENTINA enon, J. La Commits! Organizads. Cider, Buenos Aies 1978. pgs “Es porte gue eae pesmi ‘ne pr ndings conc doco a wales dee "ade ple Tabi er able shed ch ss rn vrs perc fg de ls ces Anas hyon Comrie me cel cbaortay doen por audescra momo tac cnet “nto queen ae acheter PROLOGO La vida no necesita razones, Desde la més fafima molécula hasta la més compleja construccién orgénica, esté alli. La existencia de la vida es previa a cualquier especulacién racional. A nosotros no se nos ha pregun- tado si querfamos sumergimos en su rfo. Nacimos en él Entonces, sila vida es previa Ia raz6n, no resulta relevante pregun- tamnos por las razones para vivir sino por el sentido de nuestra vida. ‘Somos lanzados # la existencia, en una rotunda desnudez, tan s6lo cubiertos por una medular incapacidad de no ser. De allfcobran sustancial importancia las preguntas relativas al sentido, al destino y al fin para el ‘cual estamos navegando. ‘Apartirde estas preguntas y de sus posibles respuestas surge una op- ci6n primordial: Decidir cudl seréel objeto de nuestra voluntad. ‘Alli, en la elecci6n, la vida se bifurea y entra en miltiples y sinuosos ccaminos. Es el individuo, en la mas absoluta soledad de su propia indivi- dualidad, el que decide recorrer los caminos de la voluntad del poder o de Ja voluntad de sentido. ‘Ninguna persona humana escapa totalmente a esta alternativa. ‘Viktor Frankl nos dice, desde su experiencia en los campos de con- centracién: “Nuestra generaci6n ha descubierto como ninguna otra qué es cel hombre; el hombre es el ser capaz de constrir las cdmaras de gas y de entrar en ellas musitando una oracién”. Los horrores de fa guerra nos mostrarom la realidad sin maquillajeal- ‘guno, tal cuales. De al la busqueda del hombre en las esencias trascen- ddentales que le permitan edificar una sociedad més justa, alejada del ho- ‘ror vivido. Nuremberg nos records que el hombre es previo al Derecho y {que existe un orden trascendente y ajeno al momento hist6rico conereto, due prohtbe determinados actos aunque las leyes positivas no los prohban. El Derecho recupera asi su primigenia fuerza orientada ala intencién de que el poder no prime sobre el sentido. 10 PAOLINELLI -AIMECHET -HASSAN ~OCHIPINTE 1s ahora de aquellos gigantesces horrares, con la experiencia Lejos ios horrores cotidianos, reach a eha por is supercion de los poguel fete cu itenaran balance proviso dees sal, ‘Queremos extraer de nuestro siglo tres cuestiones esenciales, que eer ee costado aa urmaniad su disraccin con respeto& tao ae Nagar debe reafirar que a ieliga a verdad lee Te ebarda. Aparirde la Taulibed cts verdad se conguista la Tibertad interior. ‘En segundo lugar, hemos aprendido, y en tal sentido se ha fortaleci- do la comvfucion de que la democracia es preferible ala dictadura, no im- porta cémo ésta se dstrace coma estas presente, sempre la democracy Peco a la imitaciones que cventualmentetraiga de te preferble neva) sie tipo de totalitarismo que se intenteimponer. Tambien hemos ap Sfdo quel libertad es d's esencia misma de la condueta humans. Toco ensayo gue TERT limitarimpunemente la libertad, no solo levs a /a6- crandad a sufrir grandes penurias, sino que ademés culmin6 en un rotun- do fracaso. ‘Linalmente, nos dejé también una tercera leccign y es que el relati- ‘vismo vulgar tan preponderante en la actualidad socava la cultura misma de la libertad. La libertad no pue¢e crect ler —siquiera sobrevivir— en cualquier ecosistema, En la historia de 1a humanidad, las sociedades libres son sombrosarnente escasas. La ecologia de la libertad requiere amores pro- Fandos eorupromisos perennes, hébitos familiares, frondosos bosques de poguefas vides, benes costumbresy el respeto sin recels el Se > ‘mano por el prdjimno ‘No nos cabe duda alguna de que el debate mas intenso del siglo XXt serd la polémica cultural acerca de la clase de habitos precisos para pre, serra a ibertad. E desurrollo feliz de las sbeiedades fuuras se centraré ‘treata cuesti6n: Consol dar la libertad del individuo ant la agresi¢n e- Cities orientarlo hacia la realizaciGn comin. ;Podemos nosotros desde Che feeundo rineén boraerense intentar una aproximacién, realizar un porte? Creemos que si Un ibro dirigido a quienes inician su camino porel Derechodebe re- cordarnos ahora, desde 21 principio y sin ningin tipo de eufemismos, ls cone de nuestra gente, ce nuestros padres, hermanos, hijos y amigos. Re~ ordamos que son personas, que no s6lo tienen, también crean, aman y Sheen, ¥ cecordamas, por iltimo, que el orden del Derecho no s6lo prote- fe una poreidn del horrbre sino que intenta aprehenderlo en su inmense {ndividialidad fundido en el nosotros. i { PROLOGO rr neste maro, lab , taba como aporetasanent hai a eliza cién comin se erige en -rramient eee de ca uno des nado seamen are elzaciin a en eee bien mas preciado de nuestras familias, es nece- qu valanos jos sedi por nace del aba de Bhd portant de dl ec nb srs Eso dosconcepos el detalibe tad I sds concep debra aioe cyano a e earlo onn sn i se Periuet ol tm atoms ese ee Sin hombre, que mediicndo la resi , que odiicand a rei 2 modifies, no bay die saivo eh Jo.que sends, toda : “ansin iaurelend manterige spares “eee emer pi ytcembaragiles § divinidad nos ibe de dl. fis dela isensate del cuerpo, etaremas, como carvan, ire gentes semejantes a nosotros y conoceremos por nOso- {Granites todo fogs es pur; exo, ta ve, seul yerdader, Pie (pura th quena ex provide temar que I extévedado alcangat To puro Pov cuanto a origi dl ala Patén lo encuentea en el demise ~ Bie tieng nie taaraesinmaers, invisible, mortal y super ee vonbee apriorilas@éncias, asimism Weatribuye et prncipiowital, es decir, ekprineipio d2st8vimientoy vida. ems tee texto transeript@de Platén, que corresponde al libro Fedén, se re- ag eealcancar el conocimiento puro, ¢ deci ses Po rdereabalmente las.esenciap. Esta cucstioa, i eat no nideteresa, pero sPquerde-selectufy surge consis: + | “Bog et moment no HS serese pero sfquesde-seleotury 2 Bias notes dvisidkque él afbuye ente tx dimension materiy 1s 5 = dimensi6m espiiteakdabhombr 7 : a: Para Aristételess 'yelalmapresentan unaunidad sustancial, _.o Siterabarges nos (overpe espor el lita y en ondenalalma. se SE abiatalqie Elat@ydistingoe diversas almas: a vegetativa einen, ~ Sivas lasque Son cOtsies a todo los seres ongé 1-2 ipmifeel que poseeacems el alma espsinal. Esta noes creadaaino oe Heck se afcusrpoy lofjasciende a sumerte, Mientras que ela eae tativa’y sonsitivamuiereon el cuerpo. 3 ° Agu, tambiémy ‘observer cl convencimiento,del filésofo obre qu cn ef hombrese destaca algo més qué To mero sensitive y VE tativo, alo que él dencniina el aims es —~ ‘San Agast in, por su parte, dice que el hombre es una profunda uni dad, puto tireem sesltado de dos sustancis, sino el hombre 95 “uy ono que tienssun-cuerpo maria errend Para, Su USO" Seana iba iepsio Vals Que & encuentra ciseminada por todo eaerpo. Este everpo- estima instaneia es un componente de Segundo rango para la concepc suman inmaterale oral “= Tempe 3 a at: . PocrRgmerre e 2 até, Fea, Orbis, Barelona, 1984 (66 a8/66 2-678). 3 an Agustin, De Mor Eecls, XVM, 52 jon agustiniana. Finalmente, nos dice queel alma es ELHOMBRE + 9 mids plantea que alos euerpos vivos les comtesponde algo peategorfa de alma de caractristicas distintas ala cites. leza del alma en los. sigue aspects” siistat” \e inmoral, g ale GE bs eh er cms eniconcondante, siento clésico, que-en el hombre se-destace algo mids que el 0 ye también stgov Tals QUE eh ser vepetatve'y Séasitivo. zal gitsses lo que eacontramog ene dimensionesprimual, Cuyasn0- fa acne hee te pcan co- sos, a manera de efemplo 1 que i Ccneia ha denomin Se ce ee ena Ecateplaje de estos fisicos ¥:qjiutios:qnedan lugar alsurgi- dide0S.giie, ér-apariéncid, son 5 sgn materiales, pero amplio del que Kallani gre laniateta inorganic y la {nolizimos ios sucésosiéntalesyobsétvamos que negbide esos fsicos y qinices, se produce como resultado iia (en sa infniesialfracciGn de segundo, que el proée- barera ene lo fitico y lo mental 5 ‘El price sicko, podria haberse seguido en su curse por toda'nues- tracabez{ Hasta suintroduccién en el cerebro, podrfamos adem ver qué parte del cefebro se excita, pero luego nace Ja sensacién, que conforme a Ia sstancia dela que estécompuesa(inmateril) no ocup lugar alguno cespiritual derlo mejor ejemplifiquemos: un uido produce un en- aes air, a partir de un suceso exterior a nosotros. aire choca con nuestro timpano y lo hace vibrar “el timpana se halla 4 Hoses, 1, inroducion al Andis Fllosdfeo, Macc, Buenos Aires, 1966, pig. 317. sfico, Macchi, Buenos Aires, 1966 Fe carsrtny es acston to qs ana ae Sages ‘Geiss organicos: ay iin Setsitivg)-~. eae se ai Gee aay aoe Spor ae eer yentre lavida y ld mente un ~ ya no podremos seguirla, porque es un suceso mental que } { 1 t i bre el Nigdhce tres huesecillos con igfa memsbrana que recul Figen cpial dal oti ndlo. La vibraci del inpano ie esta cadena de tes huesecilas hasta la membra- ‘extremo del tubo. Est tubo esté lend de un liguido, ta equa ibraln dela membrana gd esos ie: cp ju la vibracin pase através de exe guido. D ‘a o hayatro, dentro de un liquido llamado sof is bvacio ilinfa generan vibraciones en ia pared mem Le er dons ena le Deas es jn es proqucidapor las vibraciones de la endelinf. El nena SO cst wld a las, Fede dé-estas cilias, Las =P” hen que laid pene del cerebro llamada centr ai al ggntro auditiva recite el estinalo’ <* SBl proceso descipta, pes e'sucomple “jimente al finabdel pnogsa, evan i pe eibido el estimlo, se produce io que le tun sido, Toremos coneimisito de és * Obsérvese que, siescuchainos la boeing senipreviamente, nos estiaiiles en “ eae rane alfesmisnea wa dentro de muestra cabeze, Todo cstapoddiase posibilided técnica. ‘Imaginemos-una-oaby ~ ro voqhe ia coloracioeistintwen ‘ros podriamos ver tedo el camino rec« fectameplg la zona cerebral-compromet sp ain: cop 79, ne in : ‘captado a su vezel rismio nuido, ¥ ste Bl » pido, no la misma, sino su propia sensacién’ ‘mo ruido. 7 Tomemesto empl “Las ands de nuestro ofo y producen en ABhado' Boies echo fisico tert (ailggque no ¢s fo que nosotros ext fico, através de el pasa un impulse 5 Hosrens J, Foducctn.. ity pas, 318 Le Cas $M UW 9? bohn ELHOMERE 21 pequefitsima fraccién de segundo, se stimula el lsbulo occiptal de cere- dro; entonces se produce una sensacién visual’ ado este proceso hasta l sensaciGn es absolutamaenté observable, ‘ya que se trata de una serie de impulsos y estimulos fisicos y quiicos, ‘ue ms allé de determinades imposibilidades de orden téenico, su desa. rmollo puede ser conocido por nosotros a partic de nuestros sentidos. Pero, iqué ocurre con la sensaci6n producida, por ejemplo, con el color? yLa sensacién derojoque yo tengo es exactamente igual aojo que usted ve? Tene la misma intensidad? :O usted ve un rojo distinto al que yo-veo? Bstos interrogantes no tienen respuesta. No discutimos sobre las Oondas lurninosas que inciden sobre nuestras retinas, que efectivainente Son las mismas, sino hablamos de la sensaciéa que estas endas obtienen compyesuliadivenel as gegevens ge “Alamos etaso de dolor Un dolor de muelas--porjempioe—yue- de tener el mismo origen en dos personas distintas, podcfa determinarse que leaisefisierseaexactamente ign, el misioipo de cars, el fis- mo com 30 del nervio, etcétera. Pero, no‘podemos afirmar que sien- tenet: oor. ENEGc es usin Sensacién mental que pertenece a cada uno de R ic line] dolep.derotin, aunque sufia le mis- es vandipude ot os sondos qu cos escuchar ler surpropia sensaciGn del mide que ex‘ari= bos proitéca sl fenmene de-ofr Tampoca podemas ver lo que eloto-ve. > Nuesics a wa.imagen, pero lasensaciéndelcotor, su brillo, su iitensidad,es-tna.sensaciGn-propti-de-cadaruno:e» ==" ‘Bstag-sonsneionesyproducidas"por-estimulos extern, y captadas ‘mediante mubstros-sentidos (v.gr, ofdo, vista) tienea-un origen estricta- ‘mente fisico. Para luego, transformarse en un Suceso mental, de naturale 2a casi espciaal,-”"* poor ‘Decimos “casi espiritual” porque estos sucesos.mantales, com los ‘gué hemos ejenipl ‘son compartidos-con-los-animales. Estos tam- ‘biéa pueden escuchar y-ver. Lo ‘que implica que por sf mismos, no acredi- tan ta existencia de esta categorfa espectfica que atribuimos al hombre. ‘Sin embargo, nos llevan al umbral donde se produce el quicbre y la dife- ‘eacinabismeal que nos separa de lt mera animalidad. Es asf porque, ade- ‘nds de los sucesos mentales cuyo origen encontramos en tos sentides. {viste;-olfato, tacto, ofa, gusto) existen otros, propios y exclusivos del ‘bead: SSnsacionce como el amor, ta piedsd, In card, a bonds a amistad el arepentimieato, la compasién, etoiere. Hoseens, 1, nmoduccdn. ct, peg. 319 2 PAOLINELLI~ AIMECHET ~ HASSAN ~OCHIPINTI Con esto, comienza a delinearse claramente, Ia existencia de algo istnto al mero serfisico del hombre y, en esta distincion, suage rownda Ja dimensign espiritual, sategorfa ala que s6lo accede el hombre Para conlinuar Con el andlisis dela dimensiGn espirtual del hombre, tomaremnos oirp aspecte que hace a su cabal comprensién, El hombre es ‘capaz de aprehender las esencias. Ya lo afirmaban los cldsicos el hombre cefombre porque puede aprehende el qué de todas las costs, pus tar aguelio que Have qué una cosa sea To que'es 76 Oira cosa. Pox ttatio-el animal s6lo posee un alma sensitiva y vegetativa,sélotiene acce- Soa conocer las cosas desu propio Ambito, pero carece de capacidad para Sbjetivarlas. No conoce qué es el érbol, s6lo conoce ese érbel. "A diferencia de ello, el hombre tiene acceso inteligible alo abstract. ‘Sélo el hombre en todo! universo conocido tiene capacidad de abstrac- tidn, Io que le permite en base a lo conocido, alcanzar nuevos concei- mientos, Obsérvese que nosotros tenemos absoluta conciencia de la exis- tencia del continent afticano, aungue quizés, nunca estuvimos ali. Tn dima instancia, esa facultad exclusivamente humana, posiblita al hombre captar las notas caracteristicas que determinan que cada cosa sea lo que es, Aesta facultad, superior y anorgénica la llamamos espirit ‘En el misino sentido, podemos analiza la faciltad de autoconcien- cia que posee el hombre. ‘El hombre puede ensimismarse, es decir, tener conciencia de si mis- oy de las cosas. Los enimales porel contrario, o esti en contacto dires- toe inmediato con el medio o duermen, No puede elevarse por sobre las ‘iccunstancias det medio que lo aprisionan, que lo cercan, Frente allo se rebelael hombre, que ante cualquier limitaci6n fisica que pretend instau- Taree, siempre podré superaras, porque la naturaleza inmaterial de! esp rita impide todo tipo de cercenamiento que se intente. ‘Max Scheler nos dice: "Yo dirfa que el animal estd esencialmente i crustado y sumido ena real vital correspondiente asus estados or- ‘inicos stn aprehenderla nunca objetva “Lg objetvidad es, por tanto, la eategorta mds format del lado I6gico del Spit” [= "Elan inal no vive sus impulses como suyos, sino como movimientos y repulsio- hnes que parten de las cosas mismas del medio” [..] “Elanimal vive total- Inente en lo concreto y en la realidad, Mas toda realidad implica 0 wn lugaren el espacio, oun ligar enel tiempo, un ahora, un agui, yen segu do términa, un modo ce ser aceidenial, como el que suministra la percep- ‘ién sensible de cada aspecto. Pues bien: ser hombre significa lanzar wn tndrgico no.al vostro de esa clase de realidad” [..] "Toda esa impresién indivisa, poderosa de realidad, con su correlatoafectivo; significa elimi- har esa angustia de lo terreno, que como dice Schiller profukdamente, woven a, sélo desaparece en aquellas regiones donde habitan las formas puras” er Saperstein ope slzaeln detect de ipa fect, emaseonceld com eeeaee @ la realidad de lo real”’. : * . sto, qe con nay dela caridad de Seles hemos descrip ssocspoiben nen ep caegrkalagessloaede lho Ke, ca Serene {Al hombre, también, podemos atcbuirle su condicién de punt , también, ibuinle su condicién de punto de esencias, sno que adems, les otorga el valor que de suyo le comresponde «cada cosa en concordancia con el etemo arden del ser. Yalora lo bueno, o bello, lo santo, lo justo; y puede captaren su esencia universal bondad, la belle, la santidad, austin, etetera. apart de lninrnaliacin de ets esencis ens cpas mis, profundas su personalidad, puede interolaros y realizar crea real ae terpe y los en su concreta reali- Esto s6loes posible con el hombre, que ade : mel hombre, que ademés dec es cent eee ual quel permiten peneiacen aquellasregiones en donde s6lohabtan Jas formas paras En oto aspect, que también determina al hombre, enconr , bee, encontramos fa "brad homie el ico animal qu goede era eco we PARE ei Elhombre puede soperarel mito y meter slo sme, Puede comer 0 no, mas allé de la sensacin de hambre que eventualmente tenga. Tesensarén de hambre a Con ndependencia absoluta de los instintos ( stntos (que poseemos partir de la dimensin materi), el hombre puede saperalos, es més tn, e hombre puede contr ass instntos ' “Bl hombre es, sein eso, ef i hombre es, segtin esto, e ser vivo que puéde edoptar una con- duc asa etcalavids ‘ie que eeneecon ier hombre puede reprinir y someter los propos inpulss; puede reusares el abu dels indgenes percep des repreenaciones. Compa: redo con el animal que siempre dice sala realidad, incluso cuando la teneyreigg hombre er que sabe deci aera elascet cele vida.) “El hombre puede sublimarlaenergta de susinpulsos en act vidades eopriuales"* a a " 7 Seursra,M. I Puen. trot 58,59, 69, 70,71 972. * Soweten, M., El Puesi..cit, pig. 72. 4 -PAOLINELLL- AIMECHET - HASSAN OCHIPINTL La libertad es de lapropia esensia de Ia condacta humans, tal pus- to,que no cabria hablar de responstblidad sielaccionar del hombre nose +o a a intimamenteigado a este concepto de elecei6n libre, de liber- fad Ya libertad de elecciGn nos leva necesariamente ala posibilidad de ‘alorar una u otra elterativa, para entogces st, poser ele “Asimisino, el hombre penetra por su cepa espintual en el mundo mo ral, Los conceptos que de éste pueda extrac, le indican la direcen de su Fpducta, | obrar en su vida y a orientacién de su elecci6n, isso propia elec'Gn libre viola no el contenido moral de su pro- pia exstncia Nadie puede shorraresta responsabilidad al hombre: Es! Pi cove sin intermediarios de ninguna clase, el que se encuentra soo y en Contacto directo e inmediato con los valores morales. ‘Solos pari dels existencia de la cimensién esptitua, se puede ccomprender esta serie de fenémenos relacionados con la fatima conyic- SRanmumana que lo lleva hacia el ben. Hacia la bisqueda constant de su propia perfecciéa. Meets analizado a dimensién espiritual del hombre, creemos que cehe demostrado que el hombre esalgo més que mere animalidad, El sen- i del hombre superael sentir de as bestias, aungue més no sea por el ‘Shape hecho detrascender el momento vivid, que nos eleva por sobre le teria y nos leva a compartir un mundo ajeno ala simple existencia fe Thea el mundo de las formas puras, al que accedemos por esa cape de puestra misma esenci, ala que llamamos el esp ‘De esta dimensiGn surgen determinadas cualidades que deben ser re- conocidas por el Derecho: a libertad, la educacién, el ocio, l esparci- sentto arbre expresiGn de sus ideas y pensamientos, la libre prética de sus convicciones religiosas,etcétera TV, DIMENSION INDIVIDUAL Bl hombre es unindividuo nico e imepetible. Es la més excelsa ex periencia de Dios o de la naturaleza, La genialidad méxiin de la eval een natural o de Dies (et plantear ambas alternativas no niega que cada tino de nosotros tenga sus respectivas convieciones al respecte, simple- Tnonte, no es objeto ce nuestro estudio el origen det hombre, por ello, es indistino plantear su génesis en la Divinidad,o en la naturaleza, seg la creencia de cada quien). ‘Cada hombre, eada uno de los millones de millones de hombres que han fatigndo el plane, es nico. La experiencia es irepetible, la existen~ ia del hombre implica la! necesaria fragilidad de lo insustituible, de lo ireemplazable. : sLnonsie : Deine tomb ce sue susan Hy dst x nates de chs ec proonan iia om ee orejemplo el vento seal peo su poularfrmade sereas istinta Tilo. "folenes cara cp nessa ds termi ind oe que percibimos (individuo canino, por supuesto). Hay, pues, un ina rok que on andy ye el concn Ponce denna Siocon Gece, Porto qu ananassae atin es posible en el caso hablar de individualidad, muy problemética, Ccontraste con la neta individualidad del perro”?. — nein elon essing y cen luralidad de partes que se encuentrar ‘ycon wt puters cicuntan wats bo “sede coon clogins ec cru cantons Nanton corps eal sone Continios, pee ae lind uta perv nel can eadect ermanee en sf, fs ld de os cambios coidanos que se producen. exist in Imente, sobre este aspecto, cabe decir que el todo sustantivo gist tennessee see “ge posumstocibtocost isan docs on exo deste gs pnumos parr penance incl wo dco tiuetssigo See ocean putodssunplocistenstyepemsnsoo snc as ane ses ee se patereqaneinpoieranlee en fo Lg, pesbfanet Teno tins fence pg ete ge conte. nee no eat ousecia nde insets toms ured pincer een oo pst econ ys te ear Buber Seca ese, i pds neon ote gig mgr ee valor, ya que este valor, como todos los valores, ti ter a eee s, tiene una existencia en si, nalts neces copbein eels laueylo © Sone Rann i x si, node, Tes Pane Fun ‘tema del hombre”, Cuadernos: icos, Insti a mon Ais, wai Dic, Inte de Flows Pcten, Boos As, 26 PAOLINELLI-AIMECHET- HASSAN ~ OCHIPINTL correcta oincorrecta, completa o incompleta, suficenteoinsuficiente, t- ‘Gtera, Sin que ello haga mella alguna en la pura existencia imperecedera crn de deus, ersten nian discus neta de la individwalidad del hombre que, fundamentalmente, pretende justificar diversas posiciones poitics y de poder. Hemos afirmado que el hombre sun individuo, pero, inmediatamente corresponde agregar que, 2 su Vez reajere dele sociedad para realizarse acabadamente (sobre esto volver®- tos a ratar la dimension social). 8 Cuando Euripides pone junto al yo clamante la masa que, desde el coro, expone las inguietudes y pareceres colectivos, extiende junto al yo fa dilatada lanura de'a humanidad. Descubre en ella un elemento per~ ecto de medicién, Eler individual halla su proporcién vertical y hori stalmente vee A exponer de Punboldt el ideal de humanidad se geste, en el.cam po histirico, el deal éel hombre universal, erigido en.representante su- Premade la civlizacicn. Comte lo ciment6 al afirmar que la sociologta es ta base necesaria de ls politica. Hegel levd asus titimas consecuencias filoséfias esa certeraintuicién. Afirmé del esprit que existe por st mis. ‘mo, que sélo podra llegar al pleno ser en sf mismo en la medida en que el jo se eleve al nosotro con sus palabras, al yo de la hunanidad. El ra- ionalismo poskantiano haba trasladado, asimismo, su campo visual dlende el Indeviduo als soctedad, desde el hombre a la humanidad’ [~-] “‘Sinel hombre no pocemos entender de modo algunolosfines de la natu raleve, el concepta de la humanidad nila eficacia del pensamiento" Ta sustanividaddel hombre nos permite afismar suexistencia, Exis- tenciaésta, que no ptede comprenderse sin fundicaintimamente con la Sociedad, Cada uno de nosotros somos en nosotros mismas, resulta rotun- da nuestra existenciaen nuestra individualidad humana. Sin embargo, el Ser del individuo huriano, su propia existencia depende, a su vez, dest orrelato necesario: ln sociedad. ca pein indian surge una see de unde que den juridico deve reconocer: derecho ala privacded, ala defensa, a traba- jar acjrcer industria, comercio,profesin, arte u oficio, transitar,a.aso- ciarse, a peticionay, etoétera "© pene, J.D, La Comunidad. it pas, 2945. \ | i | = Luong on V. DIMENSION SOCIAL Ethombre es un ser social. Aristételes lo plantea alafinnarquees un ser ondenado para la vide social Esta afirmacién surge del conocimiento pleno de la naturaleza bu- ‘mana. El hombre aislado no existe ni existi6 jams, ademas, tampoco po- ria llegar existz: La soledad, en términos estictos —ye lo afimaban los elisicos—, sdlo corresponde a un bruto 0 Dios. A El hombre aislado, tal como Jo concebié le Hystracién, no existid en momento alguno del devenir. Desde todos los tiempos, desde el primer momento del primer hombre, 6ste vivi6 en sociedad. "Después Jahvé Dios dijo: noes bueno que el hombre esté solo” Pretender encontrar en el pasado remoto al hombre aislado es absur- doy no resiste el menor andlisis, el hombre como tl siempre existi6 en la medida‘ la existencia dela sociedad. Porque ex dela propia eseneie del hhombe vivir en sociedad, y su existencia como tal depende, asu veo, de lacoexistencia en el amplio marco dela sociedad humane. “La concli. sidn de que s6lo en el dilaiado marco de la convivencia puede produciyse lapersonalidad libre, yno en el aislamianta, puede ser elagregado nis pensable al ideal filosdfico de sociologia, cuya expresion mas simple se- Ta lade que nos es gratoegara la humanidad por el indviduoyaéte or la dignificacion y acentuacién de sus valores permanentes” " Lo dicho nos permite afirmar que no existeel hombre aislado, con el agregado indispensable, de que tampoco existe la comunidad carente de Individuos. Simplemente, el hombre es un individuo, que alos fines de su propia existencia, vive en sociedad, Dela dimensin social del hombre surgen determinades cualidades que debe recoger el ordensmiento jurdico: derechos del trabajo, aaso- ciarse, al igualdad, al sindicalizacién al atividad politica, a peticio- nar, etoétera. Hemos dicho que et hombre es una maraviosa armonia de materia split que integra comunidad humana a vid ye destino de los pue+ Esta definicién resalta la existencia de cuatro dimensiones, a saber: 4a materalidad, la espititualida, a individualicad, y fa sociabilidad. He- ‘mos intentado demostrar la existencia de cadatuna de ellas, y la necesaria ‘oexistencia armoniosa de las mismas, que les permita enrelazarse entre side manera tal que, entre todas, estructren al hombre Peon, J.D, La Commi... et, pig 37 28 ‘PROLINELL!~ AIMECHET HASSAN OCHTPINTL La presencia en elhombre de estos aspectos enumerados, de natura eda contradictoria (¥-gt, materia-espiitu) no se inhben entre sf, sino que se potencian en esa unidad superadora, que es el hombre. ‘La armonfa en la sociedad humana depende de la comprensi6n y re- cconseimiento eabal deo que es el hombre. Bt hombre es: materi, espti- acindviduo y sociedad; no alguna de ellas, sino todas, absofutamente {dss Ast el equilibrio del hombre se encuentra en perfecta armonia con él nisin y con sus semejantes, nel méximo ensanchamiento del yo, que se fullaenel nosotros, enclara reproduecién del orden césmico, donde cada particu iene su unin asignada desde todos los tempos como mensaje indeleble del eterno orden del ser. YE LasociEDAD Hemos analizado el tema del hombre, ahora nos abocamos al anéli- sis de la sociedad humana ‘tmsediatemente surge la disyuntiva de ver la sociedad humena como algo natural al tombre, 0 por el contario, una creacién de é ‘Enis primera posicidn encontramos a Platn: “El estado tiene wn arigen natural en sus ismas comienzos yen las Ineasexencales des Siteror desenvotvimiento, No es et capricho lo que ha congregado a los Nonbres, sino que siguen en ello un instinio y una ley de la naturalec. latin no suscribirta ciertamente ninguna de las tearias del pacto social que ponga como fundamentohistérico yuridico de estado [a arbitraria see oad de los hombres, de la misma deriven sus particulares institu: women Platén polemiza expresamente en Las Leyes (889 dss) contra lt Spiniba dela sofstica, de que elhomibreen ese terreno puede disponer& seritoj, cama sino hubiera normas superiores al hombre” [..] “Platén weet primero que haenjrentado ala voluntad de poder de las dicadores Silas masas una superior instancia alaque constantemente gapelado Ichumanidad cuando ha sido vitima de sus propios excesos” © Posterormente, Aristtelesnos plantea que ellhombrees un z09n po- ltiton es deci, on animal polfico que por su propia esencia vive en So- tjedad. Noda invents, no lacea, simplemente no puede serde otra mane- seeiDe anul se colige clarantente que la ciudad es una de ls cosas ms ‘watery que el hombre, por su naturalece, es animal poltco y civil y cided, esto es errantey sin. le, 0 es mal hombre 0 qué el que no vive e seinds qe hombre, cone aque quien viupera Homero con estas pala- 12 pascwsencen, 1, Historia de la Filosofia, Herder, Barcelona, 1968, ples. vag ELHOMBRE eo Dra Hm in nua mode Poe qu ome corer de snarled gata ona guc angina sets ato con gavin Pore eelfombe ca pico y ct may nde ea ss ano rina jn anspor, coo ait dich nate ign cout ace neces reads lo ona do el hombre iene ode razon de longue” [] "Const pues, qu la cides cose g consiste en natura, y que es primero que ninguno de nosotros. Porc ral ‘sas por bercastisnecopara Sonia de lamma nner quel pare con lod, Pew al fiepingna cae ae camps Oe pe pai ‘mo suficiente no tiene necesidad de cosa alguna, ninguna parte é dela Ch drmanera ose bein cert Df icon pecs gee lacludad noes la comunicactn de tiga nl elno iferirse agravas unos aero ntaronco pore de darren ue de need catavesarse exes cova ene los cidadans, par no porgue shall estas cosas es por eso ciudad, sino que aquella es comunidad, hec. tha de aus) falas por casa de ava perfctay bastante para st mi Es decir, la vida humana debe necese 3 necesariamente desarrollarse en co- cosa, per ants nombre . a ors pate, Santo Toms afirma Ia esencial vide soc P Ta esencial vide social en el hom- or su misma natures Eralsada soled no uber pod desarr- 32 para la vida; pues la naturaleea no le ha instruldo de tantosy ta equrosinsintos como alas animales. Ha deayudarse con su rain. Pero fst cyudas da del mejor mod posible deno dela sociedad, donde tor dere canan ee ecg y deeb lo nececroy deseale ara sy cada uno contribuye con su parte a la maxima perfeccién posi Inn. y eo se dtez pros lazos sci comeneando po farilia, sre socom mo lengua reel, como yal not Arist una ntural soi 2 Areas, Palin bis Mai 85 pas. 26,273 imscumenace, Mistri... cit, pg. 418 Viale ae L-AJMECHET — HASSAN ~OCHIPINTL ‘ 30 aout En la segunda posicién encontramos ya antecedent en los soistas, freatsa los que se leven la vor de Socrates. Para este estudio comenza- remos con las teorfas surg Gel iluminismo. Hobbes considera que el hombre es naturelmente malo, lo identifica como un lobo de los nombres homo homini lupus. El estado natural del Hombre es la guerra de todos conta todos. Pra vita ladestraccién de los hombres —lo que fatalmente deberia ocurrr de continuar ese estado— surge el pacto soci. Este pacto no es mas que un artificio, un contrato realizado por les hombres, mediante el cual, se gerantizan mutuamente a Seguridad necesaria para poder subsstir,limitando fuertemente la violen cia el cardeter antisocial del que es portador natural el hombre. in este peco, cda uno de los hombres renuncia alo que tiene en fs- vor del soberano, el aie no queda ligado aestecontrato, pore simple he- ho de no ser parte del mismo, Este estado asi creado, y su antoridad: el Saberano, tiene poderabsoluto, sabre todos los sibditos. Alli seencuentra Szeatin Hobbes — el dinico mecanismo que permite controlar los exce- Sos. a los que son afectos los seres hurnanos, por su propia nturaleza, ‘Para culminer con este panorama tan sombrio del hombre, que nose pinta Babes, afirmaqie el hombre es de sfun ser antisocial y que la nie Pe avon por la cual éste modifica sus naturales inclinaciones, y se hace social, la encuentra en el miedo y la nevesidad, Locke, por su part, entiende queen su estado original, el hombre es naturaimenie bueno. El trénsito del estado natural ala sociedad civil, obe- {ect al simple deseode asegurar, mediante la ey, os derechos que son in- hrerentes a cada uno de los hombres. ‘En este pacto los hombres no renuncian a sus derechos, simplemente los entregan para que la mayoria los administe en representacin de to- dos. Ju, al analizar el tema de las leyes de la naturaleza, nos “Pare conacerlas bien hay que considerar al hombre antes de plantea: "ya que las eyes de la naturaleza son ‘que se establecieran las sociedades, Tas que recibié en tal estado. "La Ley que imprimiende en nosotros la idea de un creador nos lle va hacia él, es la primera de las leyes naturales por su importancia, pero no porel orden de dichas leyes. El hombre en estado natural tendria la fa: cultad de conocer, pero no conocimientos. Es claro que sus primeras Ideas no ser‘an ideas especulativas. Pensaria en ia conservacién de su ser ‘antes de buscar su origen. Un hombre ast soto seria consciente, al princi- pia, de su debilidae: su timider serfa extremada. Y si fuera preciso pro- barlo con la experiencia, bastarta el ejemplo de los saivajes encontrados en las selvas, que fiemblan por nada y huyen por todo. suuonine 31 "En estas condiciones cada uno se sentir todo lo mds iu de modo qe nadie emardrateer aot Lage Se ra, ae noes ley natural. " une fbbes aribuye alos hombres en primer términ, el des en primer trmino, el deseo de do- minars@tos unos a los otros, lo cual no tiene fundamento ae betes inperioy dominacn etn compoay depend dear ea, ue eiflmente podria se aque thera fas hombres en primer lugae lobes se pregunta: “zpor qué los hombres van siempre dmaos sf no son guereros por natraeca, por ud ene les pre cera a 135 Con elo na eda cet ue abe les hanes ater det ees les socedades, ola tena pan drs despa alae or no exist morivos para aearseo para de. "Al sentient de su debilidad el honbreunirtael sent bildad el honibre ura el sentimienso de sus ncesidaden, as otra ley natural ert lau is susnteidde a oraleynaal sara lagu einsplaselabsae ne iho qe eer inpuvarts a ls hands lice de ros per los signas de un tenor reciprocoy, por otra part, el placer gue ‘tonne stent leposintad deo ania desvepet te "al acecanlento An, dicho placer se verfaementdo por la iraccidn que inspira la diferencla de sexs. Ast, la solciacin natural ue hacen lenpr ano cr coi ercea ley. parte del sentinieno, que en principio posen los hombres pu den eden, adgiriconcinentor De este odo een un velo mds del que carecen los demds animales. El conacimieno consttie, pues, nuevo motivo para unise, el deseo de vivir en comunidad ela Cuarta ley natural... Desde el momento en que los hombres se renen en Sociedad pled semtnini desu eblidad a gtldad ene se Cesta de existir y comienza el estado de guerra” "*, ousseat, por Su pare, etiende que el hombre es een bueno en su estado natural, es la sociedad la nembar, ¢s la sociedad Ia que lo corrompe. Sinembar- £9, clhombre no pied urd est maevo etn dso evel tales vive seed Es pores, ets impos de continuar Su estado natura, que el hombre se encuentra impelid a eisalz castes entra impelidoacristliza el En el Contrato Social Rouss nos dice: “Ur 7 sal Rousseau nos dice: “Un pueblo, dice Greco, tude drs in rey Sein Gracia pablo yes pest uel aes edarse un rey. Esta misma donates acto cit supone tua deibe- ‘Mowresquieu, Et Esprit de las Leyes, Otis, Buenos Aires, 198, pigs. 33/34 2 PAOLINELLI- AIMECHET-HASSAN-OCHIPINT! in pi ieexaminarelacto pore cual wx pueblo el raci6npblce Antes pues, de ex len ue ie Mita taminarelactoporel cial pueblo es un seine coneraferanecesariamente anterior al otro, ese verdadero lamento de la sociedad ; Jira mo hableraconvencidnanterir, ¢dénde estara, ame: eee a asin olga del pquco mie 2 eee pccnelgrande,9 de ddnde cients ue quieren ee sem echo var po dix gu no lo quieren? Laley misma de ple Chen ere gio resultado de la convencion, 9 supe lana Ga por lo menos wn v2" abe menos een espectfico del pact sociel, nos dice: “B ne ign ged con od laura conn erp jene de cada atocad, por facia unndos cada wo 2 Peer econ sihembargo, mas que asso permaneeo bre como antes Ta eel problena fundamental cia solucion dae! cov oreo as cléuslas bien entendidas se reducen ; rat et ton tal de cada actadocon fds sus derechos toda cameo Pusn pring dando ad no cnn rte el tek aac ripibn estado lo perfecta que Pete ser ning 80- ed ue reclama. Pues ile quedan algunas derechos @ fos particulares, coma no habria ningtin superior conuin que padi, fe. Los pares ede, stendo cada cual st propo juex pretender er oe indo, subasirfa el estado de maturaleza la asocia- crt gala ase ncesarameneirdrica oil, De sategue Se or egal oo allo gue forma parte de su esenca esulard que $e a pesmi sguentes ada uno de oso pane en coms Sine ie bajo la suprema direccign de la volute gen Fe oie notrpo aca tniambro como parte inaisible dl vod oncui exes y esata dsputa que gener ete ce so fen tm rata por Fay Rani de Paula Case, : los estas fildsofos del siglo diez y nueve como no adiniten ' ae revel, se ean amar poress Wiles de eg easy considera primeoa os honbres amo ot Dis eas qe avestrices i amin sn sce: des ae ee cose sede ls pon 228 16 Rousseau, J EI Contato Soctl, Orbis, Buenos Aires, 1984, pigs. 168,165 ¥ 166 sLHOMBERE fal tos pare averiguarta volute general hasta que habiéndese jurtado to tas sin falar un vot resuld fo soberanta» la oblgacion de no gullon- arse amd; rea también la obigactn de que alos tas no selos castigase, porque el nifio no estd sujeto alos padres mds que por el interés dde la mantencién; pero cuando son grandecitos es preciso que los padres. hhagan liana y pact socal con los hijosparaqueéstos no les rontpan ta cabeza por la mala educacién que le han dado” ". TEmendemos qu est dispute en nuestros das, iene més de aneed tco que de cuestonesfunamenaes, Ceemos qu ningun de los fds fosenroladosen is coments pactisiaspretendonplntea el pact social como un hecho comprobable histéricamente, ni siquiera como una espe- calacoa de ett posible Tan so quleren encontrar unabase egurt para elaborar sus ulteriores conclusiones, méxime, si nos situamos en la poca J comprendemos el cxceso Ge celoraconaista de estes exores Eotonots, pus, ati planta ue el pata social existé en algtn momen: toning eto descibe ag cucanstacas que odearon ein meted pacto, ni el lugar, ni tampoco la época en que se hizo. Simplemente, no po- fan aceptar, desde su estructura racionalista, a clara concepcién aristo- télica. Sialgun cra cor:sponde desir sobre esta comnts, es ques realidad fueron pensadas para justficar determinadas conclusiones polit cas (v.gr., Hobbes, absolutismo de Estado; Rousseau, libertad individual) y no se preocuparon en bucear en la esencia del hombre para encontrar su {erdatzro ser como tunpoco lo basen, or ejemplo, gs peasscores de orintacionestina, en el orgen del hombre, que lo encUeutran eTTa0 Ge ceacibede ids oveado alos hombres. Obsérvese que Montesquieu nos plantea como ejemplo del estado natural del herb eos avajescncoatradosen la selvascomo ests petsones no vviran en sociedad Sin lugar a dudas, su sociedad diferiia Inucho de ade Montesquieu o lade Jorge I (ey de Inglaterra). Peo nada ns autoria a pensar que ales personas vivian en un estado previo al de Ia sociedad Estadio al que se accede luego de formaliar el tan meniado conta soil De la sma ranera, en nue siglo se realizaron in tmerables tabajos sobre grupos rios primitives. en algunos casos con no contact con la ciiizacion exterio: Nada nos pect opnar que tect propos carczcan de sociedad lguny obvanesisdisina¢ mss ta alenae la nuestra, gue, ademas esula geo os la propia respuesta de organiacin social dzun grupo qu se encuenteaaislade del resto. Lo "Tau Anzosteour, Las Ideas Jwidicas en la Argentina, Silos XIX y XX, Pers Buenos Ais, 1977, pi. 86. 34 PAOLINELLI~ AIMECHET- HASSAN -OCHIPINTE ‘que aficma que no depende de la voluntad de un ndimero de personas, que ten determinado moment hist6rico decide pactar Ia existencia de la socie~ ad humana, sino quede suyo, el hombre vive en sociedad, no tiene otra alternativa. Las incongruencias en que caen los pensadores de esta corriente, en este terreno, son tan grandes, que nos permite afirmar.que seo plantea ‘como un mero punto de partida, el instante en que comienza el estudio que se proponen, Lo antetior y lo distnto estaba fuera de lo que llamaron la sociedad civil. En otro orden de ideas creemos que efectivamente el hombre fue perfeccionando su sociedad. A cada momento ésta fue més compleja, en un todo de acuerdo al concepto de la evolucién. Pretender la existencia del hombre aislado es tan absurdo como plantearse la existencia de Ia sociedad sin hombres. ; ‘Siempre, desde el primer hombre que fatig6 nuestro planeta, éste vie ‘vig junto a otzos hombres, compartié con ellos las dichas y desdichas de ese fatigar, Y es esto precisamente una de las diferencias esenciales del hombre con los mamiferos superiores. Podré tener, o no—por ejemplo— marcha erecta el hombre, pero lo que hace esencialmente al hombre es su capacidad de tnirse a otros hombres —Io que trae como mensaje indele- ble en su contextura genética— pare el desarrollo y estructuracién de la sociedad humana, entendida como suma de individualidades libres que ppersiguen su propia realizacién individuel, la que se materializa en el ms- ximo ensanchamiento del “yo”, que se logra en el “nosotros”, ‘Obsérvese que en cada nuevo individuo humano no comienza nue- ‘vamente la historia, sino que toma laexperiencia y continta la historia de todos aquellos que lo precedieron; ni la historia, nila experiencia comien- ‘zaen cada uno de nosotros, sino que las tomamos de los demés, para que, ‘a partir de esta transmisin, elaboremos nuestra propia historia y expe- riencia, las que a su vez, transmitiremos, y asf se jalona el devenir del hombre, En estos momentos una porcién de hielo en a Antirtida se quiebra y se separa del resto, y asf, comienza su peregrinar marino, que quizés la le- ‘ve hasta las costas dela Patagonia, Mas alld de nuestra percepcién del fe- némeno, més all de haber visto alguna vez un témpano, sabemos que texisten, Podemos conocer ono Africa, pero sabemos que allende el Athi tico se encuentra el continente afticano. Esta capacidad de abstraccién que nos permite conocer, aun aquello ‘que no ha cafdo en el Ambito de nuestros sentidos, sdloes posible siexiste a su vez un medio que nos posibilite, mediante el intercambio con otros No eLHOMBRE 5 homies, “cones aun aguello que no se encuentraen nuestro reduc tio cial te prensa distaste Ensintesis, afirmamos gus eo natural excoilen el hombre vive en sociedad: Desde siempre el home vive en comnidals miso ge no compleas El hombre asad como punto de pri de escent civil estan slo un agumento que perme slaboray jsifceedatines teorfas politicas (v.gr., absolutismo de Estado, Hobbes; libertad indivi. dial, Rosse), pro en lead de nuesra storie honiee asada junds xsi yelhombre en su esa nara, povala exer ia sociedad civil" vive sempre en comuasie «Boal enlacombnided, donde el hombre esalasunmensa dmen- sin humana, a logarprfsconar su oun eo tine enetachasiene, (pe encntaaeeen owes Atte: yo dv ol hombres un ead pa convivenei soil el bien sate nose een porconsinest ala ald nc ncn la ética culmina en la politica. " _Esdeieseblen spre al qu tend auralnent el hombre se realzaensu vida soil, juntos oes homies cnn comeeionseoge mo individual, voleando, entonces, su fuerza creadora —el sino de su Pro pio destino ena conectondldestno eons Distinaseoras politica an puesto sufi en alguns ds mensiones del hombre (v.gr., en el individuo, el liberalismo; en la socie- ad y enel estado, el marxismo) y, consecuentemente, no reconocen el ser tal ab igen dss pec equ ended eat del dsnrolo del one desuyendosu amon y pores de su comunidad. Yendo suarmoniayporende | “Elmatelismo geeraun roptura ena paciene labora ea tos sigos de pensamiento hua parr Gt acanalanyo seen S:auo. Slo vale agullo que aes punts “proba asabadarenes et tombe es el ateva dos, donde cobra bsaita sara marion ee igo; “El hombres a mei d ods ls ona” alas coms noees nen medida en st mismas, eel hombre al gues lev orga Nee jist en algo sad sto oinjusasegen lens con gues aces Algo conerto Todos ver seg el evieisubjetve de calatoieg negladose a ehcontrun senso enveral obo ‘Un elativsmo de al natsiza sb puede conducenos aun des- «rie ttl dea misin de hombre Elhombessslcoeopatcds ano esun ser ordenad para laconvvenca socal scotane noa ued de pefecion lic el conta 36 PAOLINELLI - AIMECHET ~ HASSAN OCKIPINT! “Algo falla en la naturaleza cuund es posible concebir —como Hobbes en el Leviathan— al homo hominis lupus, el estado del hombre venirael hombre, todos Contra todos, y laexistencia como wx palengue onde la hombria puede identficarse con las proezas del ave rapaz. Hob- Sespertiece a ese momento en que as lces socrdcas y la esperanza cvangélica comiensana desvanecerse ante los fos resplandores del ra- Soneque a su ver no tardard en abrazar el materialismo. Cuando Marx wobadtce que de las relaciones econdmicas depende la estructura socal, y ivison de clases, y que por consiguiente la historia de la humanidad Setar sblo la historiade la lucha de clases, empezargas a dvisar con cla- Fad, en sus efectos el panorama del Leviathan” ‘Lz conjunciGn dela raz6n con el matralsmoy el“progreso” —como fin stimo del hombre ha provocado en la sociedad humana profundos cenictos que ain hoy no los tenemos resueltos. Para demostrar acabads- rents esta afirmacien, observemos desapasionadamente Ia comunidad {ue hemos realizado. Por dager veremos como ia sinrazénylinjusticia densefores,Tomernos un solo aspecto,el hambreenel mundo. Millones } millones de hombres se encubnten hoy subalimentados (no existe ms- 3 Gragiesién ala dignidad humana que aquella que impide su propia sub ‘sistencia). Es cosa de todos los dias as cifras tétricas que los diarios nos’ {hfoman sobre la eantidad de chicos que mueren por desnutrici6n, © iGuells ots gue nes grafican los porcentajes de moralidad infantil. La parversacontradiceién entre la opulencia de algunos frente ala muerte vor falta de alimentaci6n de otros, demuestra que ‘indudablemente algo fa- Tioten nuestra sociedad actual, Nos atrevemos a afirmar que una de las ‘causas centrales de la falencia ¢s, precisamente, la destrucci6n de esa ma- avillosa armonfa que es el hombre, al privilegiarse alguna de sus dimen- Sones en detrimento de las otras. "El individualismo egofsta nos plantea la basqueda del. ‘equilibrio, de ta salvaciénen la scledad de cada individuo, alo sumo, en cada grupo far tastas Com si le fuera posible al individuo —a cada uno de nosotros— Dorms grande qu sea la acumulacinderiquezas que hayalogrado,sus- Potae de la angustia social que proveca Ia existencia de una injusticia rp muchas — sin resolver, en el seno de una sociedad concreta En ls otra posicin, la deificacién del estado, nos remitea una in- roensa estructura, conde el hombre es, apenas, una parte muy pequelia, aquizds insignificant 1 pent J.D, Le Comunidad. it. pl. 24 10 ELHOMBILE a” “Bn la consideracién de los supremos valores qua dan forma a la cnc beet een gs infra rac: nae el indium arora in reo eae fries la evolucd dela especies tra reside en la interpretacin de a vida que Intent despersonaizar al hombre en un colecbismo atomivadon. ‘En realidad operan las das un escamoteo, Lox factors negatives ane a ib rence ee re ‘ior Elden aparatoroantelaraain jen aintolerencte han pasado so- lamented was manos aotas Bojo una libertad no universal en susmedios niensusfnes, sn dtican moral, lees imposible invidio realizar sus va lores itimos, por la presién de los egotsmos potenciados de unas minorias. el mismo mado, bajo el colectvisma materialistalevado a sus imas consecuorcas, lees arebatada esa probablidad ta gran probabilidad de existi-—, por una imposicin mecénica en continua expansiny siempre i- plertamate ona. Inpora Segura ro prter de vis aon re en esta nueva contemplacién revisonista dela erarguas. once esbefecamats ings da el oo dea pares con rexcusivament sobre lcoectivo, como sfuesepor entero diferente a Sn dls aoa Laine shad gene ces cnsiracin prefer cono del ech de que ndiio que laincegraaleance un grado que lajusfique. La senda hegeliana conde Joacienos graposal desveriade subordinar fan por entero la individvaldad ale organizacion ideal, que automticamente el concepto de humanidad quedaba reducio a wna palabre vaca: la onnipotencia del estado sobre tna infinita sum de cero... Peo semajante desvaciGn no es consecuenc sepa Tiscoae meeceneenecamaee lian coma scion ara del comanidaoredandzenboe sta. Una sua de cero ex ceo siempre; una jerarquizacién estc- ieee rapa apr vida en que se producen, asociados al materalismo mds intolerant defence eee el aside ity tase c eos en ie depeismo. Hegel convertnden dios al estado, La vida dea el mind spiel eld andra ies ecg pare sacra re rciaestatl,converidaen erie de absolutes. De est concepcin flo ct darard tesco pote el materia condcialmorasna Yel iealismo yano se acentiaenel hombre; sed en los sucesores en los iaérrtes de Hegel deienign del edo ideal cons consecueniane= cesar la insecificacin del indviduo”™" “ener PeR6 J.D, La Comunidad... gs 35, 50,51 y 67 38 PAOLINELL!- AIMECHET HASSAN - OCHIPINTL “Ambas posiciones —individualismo y colectivismo— son falsas y ajeius al hombre y arbas To han golpcado profundamente, lo han desna- turalizado, Su reconstruccién a partir de reencontrarel sentido y la misién retende ser valido para siempre y en todas partes, independientemente detepca yl dango: lr inmate Mla lei dl derecho astivo i ninguna otra ciencia pueden determinar su contenido, que va- rival nino. ” ferinarsuconenio "Mas aii, la historia del espiitu humano que se esfuerza en vano deslehace sigs en soe se proline, mucha gules luca no puede ser definida racionalmente.. La teora pura desea comba- trlasexponiendo el Derecho tal cual es, sin tratar de justificarto 0 crit- carlo, Se preocupa de saber lo que es y lo que puede ser no ses justo 0 podria serio. El Derecho ya no es més considerado una categorta eterna absolut. Se reconoce que su contenido varia segin las épocas y que el “derecho positivo es un fendmeno condicionado por las circunstancias de tiempo y lugar No obstance, a idea de un valor juridico absoluto no ha desaparecido del todo. Subsiste en la idea moral de justcia que la cien- cia juriica posiiva no ha ebandonado. Por mds que el Derecho sea ne- ‘amente distinguido deta justicia, estas dos nociones permanecen ligadss porlazos méso menos visibles. Se ensefia que un orden positivo estatal no puede pertenecer al dominio del Derecho si de alguna manera no tiens contacto con la idea de Justicia, ya sea alcancando un minimo moral, xa cesforsindose, aunque de modo tnseficiente, por ser un Derecho equita " Paros Repiblice, Eudeba, Buenos Aires, 1978, pigs. 119.120 121 a aaa Fal Ie 50 PAOLINELLI -AIMECHET - HASSAN OCHIPINT 40 justo. El derecho postvo debe, puet, responder en alguna medida or madesta que sea, ala dea del Derecho. Pero el cardcterjurdic de tn orden exaalesadmitido nturalmente de antemano, deta manera tue latcorta del minimo moral noes mds que wna forma bastarda dela ocmina del derecho narra, cya fnalidad es lgiimar el derecho pos- tivo” * . Hiemos efectuado ests dos ransripcions, porque define de ma- neraacabada un evteriol que consideraos equvocado, qe planteadi- fecena a jostcia del Derecho Esa conviecion es, en dima instancia tntenbleclaudeatifn del hombre fret al odopoderoso aparto eta tale mestos dias o ene ala persona que posea poder —en los Mlasde Tastmaco-. Es nuesto desafo demosrar enn alejadas se en- Guentran da ealidadestas eos iiss, sin dejar de econoce alg ss peeaciones eseniales que lenen— con respect al ede Deve che. Enla otra posicién tales entender al Derecho como la ondenacion de tarazin ala justia, ncontaros su oigen en Socrates, Plata y Ast teles, el que llega a nuestros dias, merced al aporte de pensadores ligados al Cristanismo (v.gr, San Agustin, Santo Tomés, Doctrina Social de la Iglesia) tes ans cosets han puta alu de lhisoradescubsir et verdadero ser del Derecho. Sobre esta cuestidn volveremos al tratar el tema de la justicia, Sin embargo, previo aavanzar, queremos dejar senta- ddo que, de acuerdo a lo dicho enel capitulo anterior, el hombre es una vo- ‘cacién indeclinable hacia formas de vida superiores, por lo que Ia evolu cién se encuentra ordenada por a justia, es decir, el hombre persigue {interpola en su realidad cotidiana, cada vez mayores porciones de ese va- Tor universal y objetivoal que llamamos justcia. De ello se desprende que el Derecho, como pura reacién humana, también se encuentra gobemado poraguel principio general, cuales que las mudanzas que el hombre reai- Za, conforme a la evolucién, se encuentran ordenadas por la justicia, por Jo que podemos afirmar, sin temor de error alguno, que el orden juridico y {a justicia tienen puntos de coincidencia mis o menos observables. 1. OBJETO DEL DERECHO ‘Al referimos al objeto del Derecho, aludimos a Ia materia sobre la ‘cual va aactuar esta ciencia, Al preguntamos cudl es la materia concreta 2 Ketsen, H., Teoria Pura, Butea, Buemos Ate, 1974, ps. 15.60, 61,63, 65 y 66 (CONCEPTO DE DERECHO su sobre la que acti el orden juridco, surge de inmediato su respuesta. El objeto del Derecho es la conducta humana. Las normas juridicas, cual- quier norma juridica, se refiere siempre a determiniada conducta humana. El homicidio, la estafa —por ejemplo—, son tipos penales que de- terminan especificamente una conducta humana, que en este caso particu lar, se la considera disvaliosa para el grupo social. En el caso del derecho civil, abramos al azar el Cédigo Civil, y tomemos por ejemplo, elanticulo 2673 que dice: “El condominis es el derecho real de propiedad que perte- nece a varias personas, por una parte indivisa sobre una cosa mueble o in rmucble”, y el articulo 2674: “No es condominio la comunién de bienes que no sean cosas”. Los artculos transcriptostratan y definen qué es el condominio. De su lectura se deduce que dos o més personas pueden tener el derecho real de propiedad sobre a misma cosa en partes indivisas, en tal caso esa situacin cae bajo las disposiciones que determina el condo tinio. El Cédigo Civil en estos dos articulos citados, nos esté planteando tuna conducta humana concreta, compartir la propiedad de una cosa con otras personas. El segundo artculo aclaa el concepto del condominio,re- servando éste slo alos objetos materiales susceptibles de tener un valor (art. 2311, Cd. Civ). Si bien, en este tiltimo caso, no se infiere inmedia- tamente li referencia a laconducta humana, nb porello podemos entender que este articulo alude a las relaciones entre las cosas —que, ademis, e- ria absurdo en materia de Derecho— porque en tltima instancia aclara el concepto del condominio y esto si se refiere directamente a la conducta ‘humana, tal es, ser propietario, Podemos reiterar este ejercicio hasta el cansancio, siempre vamtos a obtenerel mismo resultado, Cualquier norma jridica se refiere de manera mas o menos directa una conducta humana, El actuar del hombre, en definitiva, es el émbito en el que se desarrollael Derecho, El derecho de propiedad, la defensa en jucio, la division de poderes, 1a organizacién judicial, os tiulos de la deuda pablica, el cheque. los ac- {os administativos. En fin, todas las normas juridicas nos estan indicando las conductas que el hombre debe realizar ante situaciones concretas, y aquéllas que debe evita El objeto del Derecho es, entonces, la conducta humana. Pero no cualquier conducta, sino sélo aquéllas en que el hombre se encuentra en relacién con otros hombres. Es indiferente al Derecho la conducta del hombre aistado. El Derecho slo existe sia su vez existe una persona en relacién con otra. No nos estamos refiriendo a la naturaleza humana de vi- vir en comunidad (vid. Cap. D, sino a que dentro de la misma sociedad existe la posiilidad de que el hombre tenga conductas que no afecten ni Se relacionen con otros. 2 PAOLINELLI ~AIMECHET - HASSAN = OCHIPINTI En forma cotidiana realizamos innumerables actos juridicos de ma- nera casi automética. Al tomar un colectivo celebramos un contrato de transporte, al comprar el diario un contrato de cumpraventa, etcéteia. [Nuestras vidas se encuentran plagadas de circunstancias como ésta, lo que demuestra que el Derecho —aunque a veces en forma impercepti- ble— esti regulando gran parte de nuestrasconductas ante el préjimo. Hiay situaciones menos claras que se refieren a la conducta del hom- bre solo, por ejemplo, una persona en una habitacién leyendo. Entende- ‘mos que aguellasconductas del hombre aislado que no afecten ni perjudi- quen de cualquier modo posible el orden, la paz publica, la moral ni a terceros (conf. art. 19, Const. Nac.), som ajenas al Derecho. Alguno podria argumentar frente a esto que el orden juridico, también, nos plantea que todo lo que no esté probibido estéjuridicamente permitido. Y esta con-

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