Anarquistas y Radicales en Grecia Interior

Colección “Rojinegra”
ANARQUISTAS Y RADICALES CONTRA EL

CANIBALISMO SOCIAL EN GRECIA
Pensamiento & Batalla (Compilador)
Colección “Rojinegra”
1ª Edición, octubre 2023.
Tiraje, 150 copias.
Santiago, Chile.
Se conservan las notas del autor y traductor,

salvo que se indique lo contrario.
Traducción: Askaso Lulios [Ασκάσο Ιούλιος]
Edición y correcciones: Nahuel Valenzuela.
Contacto: pensamientoybatalla@gmail.com
Diseño y diagramación: Taller Espiracle

Contacto: rosalesglz@gmail.com
espiracle.tumblr.com
ÍNDICE
PRESENTACIÓN 9
PRÓLOGO (La Rebelión del Matico) 13
PRÓLOGO DESDE GRECIA. UN POCO DE HISTORIA SOBRE

EXARCHEIA (Askaso Lulios [Ασκάσο Ιούλιος]) 19
Anexo de imágenes 29
LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS Y EL CANIBALISMO SOCIAL

COMO EJE DE UNA ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA PARA 35
EXARCHEIA
CONTRA EL ESTADO Y LA MAFIA / CADA BARRIO UN NÚCLEO

REVOLUCIONARIO 39
ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD POR LA EJECUCIÓN DEL

MAFIOSO HABIBI 45
PRÁCTICAS ANTISOCIALES Y VIOLENCIA DEL

ANTI-MOVIMIENTO. Autoorganización social y solidaridad de clase 57
EXARCHEIA: LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS SIGUE 65
EN EXARCHEIA LA LUCHA CONTRA LA MAFIA, EL TRÁFICO DE

DROGAS Y EL CANIBALISMO SOCIAL CONTINÚA... ¡Y VENCERÁ! 69
POSICIONAMIENTO POLÍTICO SOBRE LOS HECHOS

OCURRIDOS EN LA CALLE ARACHOVIS 73
VIVE TU MITO EN EXARCHEIA 81
CINCO + DOS PUNTOS SOBRE LA PLAZA DE EXARCHEIA 97
ACTUALIZACIÓN DE LAS ACCIONES EN EXARCHEIA

TRAS LOS INCIDENTES DE VIOLACIONES, TIROTEOS,
AMENAZAS A COMPAÑER@S, OPERACIONES REPRESIVAS 105
PRESENTACIÓN
Luego del enfrentamiento producido en Santiago entre algun@s

manifestantes del bloque negro con la denominada “mafia” de los
toldos azules del barrio Meiggs de Estación Central durante la marcha
combativa del 1 de mayo de 2022, que culminó con tres personas
baleadas, una de las cuales lamentablemente falleció —la compañera
Francisca Sandoval—, nos contactamos con un compañero de la región
griega, miembro del grupo comunista antiautoritario Antithesi para que
nos recopilara material sobre el debate que se había llevado a cabo dentro
del movimiento radical en torno al problema del “canibalismo social”,
que no solo se relaciona con el problema del tráfico de drogas, sino
también con comportamientos de tipo machista, la apología a la violencia
por la violencia, el hooliganismo (“choreza” le llamaríamos por acá), la
proliferación de la lógica del egoísmo, la competencia y la enemistad,
y en definitiva, la imposición de la ley del más fuerte, todas cuestiones
inherentes y coherentes con la forma de relación social capitalista, que
también están presentes al interior del movimiento anticapitalista. El
dossier, que el compañero nos hizo llegar compilaba 10 textos publicados
originalmente en griego en el sitio web de Indymedia Atenas, entre
marzo de 2016 y junio de 2019, pero, sin embargo, al no contar con la
posibilidad de traducir los escritos de manera idónea, decidimos posponer
hasta nuevo aviso el proyecto de edición de un libro con tan interesante
discusión.
En febrero de 2023, realizamos una charla sobre la actualidad de la lucha

de clases en Chile bajo la administración progresista de Boric en la zona
de Korydallos, al oeste de Atenas, en el Centro Social Autogestionado
Pasamontaña. En este lugar, ofició como traductor el compañero “Askaso
Lulios”, con el cual entablamos amistad, y quien, al comentarle sobre el
plan de edición del citado dossier, se ofreció entusiasta y desinteresadamente
a realizar la traducción al castellano. Además, Askaso, redactó un prólogo
que retrata de manera sintética la larga historia de lucha y resistencia del
barrio de Exarcheia y la conexión que tiene con el entorno anarquista/
10 · Pensamiento & Batalla (Compilador)
antiautoritario, lo cual facilita bastante la comprensión del contexto en

que fueron redactados los materiales que componen el libro.
***
Hace algunos años habíamos visto algunos videos en youtube en donde

se veían grupos de anarquistas patrullando encapuchad@s por las calles de
Exarcheia, golpeando y amenazando a microtraficantes en la plaza central
del barrio, e incluso exhibiendo pistolas y armas automáticas en medio
de una masiva manifestación contra “El canibalismo social, el Estado y
el Capital”.
De paso por Atenas, mientras charlábamos con un compañero de

Rouvikonas dentro del local okupado K* VOX, él se acercó a una de las
ventanas que da hacia la calle y nos mostró los impactos de bala que aún
permanecían visibles, luego de un famoso ataque con armas de fuego
perpetrado por narcotraficantes del cual había sido víctima el espacio
autoorganizado hace algún tiempo. Muy cerca Exarcheia se ubica la
famosa plaza de Omonia, a un par de cuadras de ésta hay una Comisaría
de Policía y a pocos metros por la misma calle los traficantes de “cristal”
(metanfetamina) operan en turnos ininterrumpidos a vista y paciencia y
en evidente complicidad con los uniformados. La enorme cantidad de
seres humanos convertidos literalmente en zombis tirados por las aceras
de todo el sector da escalofríos.
Por otra parte, en medio de la pandemia, muchas okupas de vivienda

de inmigrantes habían sido brutalmente desalojadas, la policía
constantemente realizaba operaciones represivas contra el movimiento
antagonista y sus espacios, y desde la madrugada del 9 de agosto de 2022
la plaza de Exarcheia se encuentra cercada con un cierre perimetral y
custodiada las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por piquetes
de antidisturbios, para que de esta forma se pueda desarrollar sin
inconvenientes la construcción de una estación de Metro, destruyendo
un espacio histórico de sociabilidad y resistencia. La ofensiva del Estado
y el capital, que busca primero degradar el vecindario, para que luego
Anarquistas y radicales contra el canibalismo social en Grecia · 11
l@s empresari@s inmobiliari@s puedan comprar edificios completos

de apartamentos a precios ridículos, subiendo los precios de arriendo y
expulsando a l@s vecin@s más pobres, se enmarca en una estrategia de
gentrificación para cambiarle la “cara” al barrio y hacerlo más atractivo
para el turismo y el consumo masivo de carácter “alternativo”.
Y todo esto ocurre en un escenario cada vez peor para el proletariado

—y no solo en Grecia, sino en todas partes—, con una crisis global que
no deja de recrudecerse y en donde la descomposición social que trae
como consecuencia, provoca una degradación psíquica de l@s sujetos, el
aumento de una población “excedente” para el capital que debe recurrir
a lo que sea para sobrevivir, y la precarización de nuestras condiciones
materiales de subsistencia a nivel generalizado. Y todo esto, es caldo
de cultivo para que la violencia indiscriminada e irracional, el crimen
organizado, la máquina capitalista “ilegal” y otros comportamientos
individualistas y nocivos se naturalicen con fuerza dentro de la sociedad.
Es importante comprender este contexto de catástrofe sistémica que

estamos experimentado hoy en día, para intervenir en la realidad de
manera adecuada y no reproduciendo el raciocinio legal burgués, policial
o estatal para resolver problemas de carácter eminentemente social que
son producidos por el dominio del capital sobre nuestras vidas. En
consecuencia, el tráfico de estupefacientes, las adicciones, la delincuencia
social, la marginalización y el “sálvese quien pueda”, no son simples
problemas de orden moral, sino de índole histórica, material y concreta,
que imperan en la “normalidad” capitalista, por lo tanto, la represión
o la actitud tipo “vigilante” no resuelven en ningún caso las causas
que originan estas contradicciones, las que se seguirán reproduciendo
mientras no superemos radicalmente este estado de cosas. Los textos que
aquí hemos reunido, desde diferentes perspectivas —incluso opuestas—,
contribuyen a la necesaria profundización de dicho debate.
¡Por el comunismo y la anarquía!

Pensamiento y Batalla, octubre 2023
PRÓLOGO
La comercialización de drogas duras como la cocaína lleva más de 80

años en el país, pero, durante gran parte de ese periodo, el consumo y
comercialización se mantuvo en círculos específicos, a causa de ello, no
llamó mayormente la atención pública. Desde mediados de la década
del 1980 las drogas duras se comenzaron a masificar, principalmente
con el ingreso de la pasta base y con la cada vez mayor accesibilidad de
la cocaína. En 1984 se tienen registros de comercialización y consumo
de pasta base en Arica, hacia fines de aquella década esta droga ya se
había expandido por algunos sectores de la periferia de Santiago y en
1995 ya se conocían casos en Valdivia.
La pasta base es altamente adictiva y de bajo costo, por ello su

expansión fue rápida en los sectores populares, convirtiéndose
en un grave problema de salud pública y de seguridad, ya que sus
consumidores, llamados “pasteros”, aumentaban. Estos, recurrieron
a los robos en sus mismos barrios para obtener recursos para seguir
consumiendo, al mismo tiempo, las disputas por los territorios y
su mercado fueron cada vez más frecuentes y de mayores niveles de
violencia entre las bandas dedicadas al tráfico, debido al incremento
de ganancias y flujos de dinero.
Así, el narcotráfico y los diversos delitos violentos como asaltos y

homicidios se convirtieron actualmente en la principal preocupación
para gran parte de la población en Chile, ante esto, la mayoría de
las personas se limita a pedir soluciones al Estado, siendo estas
peticiones en general de corte policial y penal, lo que es aprovechado
por los sectores de la clase dominante para endurecer las medidas
represivas y de control sobre la sociedad. Frente a este escenario
hemos sido impotentes quienes nos denominamos anarquistas y/o
revolucionari@s, dado que en la práctica no hemos podido responder
a las diversas agresiones que afectan a nuestra clase, evidencia de esto
es que más de la mitad de los barrios urbanos del país cuentan con
la presencia de bandas de microtráfico y narcotráfico que poseen un
alto poder de fuego y de organización, y que ejercen control territorial

sobre muchos lugares.
Para comprender los problemas de las drogas y los distintos crímenes

violentos no hay que verlos como temas solamente morales, sino que
hay que posicionarlos en el contexto histórico, social y espacial en el
que se desarrollan, al hacer esto, dichas conductas se entienden como
una rama más de la economía capitalista, pues siguen las mismas
lógicas de producción de valor que cualquier otro rubro, esto es la
explotación, la competencia y expansión del negocio. Partiendo de
este análisis se pueden entender los resultados que provocan estos
negocios en la sociedad, que no es solo el beneficio económico directo
de l@s integrantes de bandas y carteles, es, además, la producción
de todo un mercado en torno a la seguridad y justicia, que abarca
tanto al Estado como a capitales privados, generándose empresas de
seguridad, comercio de armas e implementos de guerra, oficinas de
abogad@s, medios de comunicación sensacionalistas, cárceles, etc. A
todo lo anterior se suma la legitimación del mito del Estado como
garante de la seguridad de tod@s l@s habitantes, y es que se afirma
que el narcotráfico se expande ante la ausencia del Estado, por lo
hay que fortalecerlo, por el contrario, hay quienes sostienen que el
Estado es la cristalización de las relaciones jerárquicas, por lo que es el
principal instrumento de mantención de la dominación de clases, por
consecuencia las estructuras del crimen organizado no son más que la
tercerización de la labor de dominación estatal en los territorios más
marginados.
Ante esta compleja realidad, hace varios meses desde “La Rebelión
del Matico” realizamos una propuesta para las individualidades y
organizaciones anárquicas, sociales, territoriales, revolucionarias
diversas, para comenzar a dar cara al narcotráfico desde la autonomía.
Esta propuesta consta de seis ejes:
1. La lucha inmediata por la mejora en las condiciones materiales

de existencia de nuestra clase, ya que muchas personas se suman al
narcotráfico y otras conductas antisociales al no poder satisfacer varias

de sus necesidades. Este problema se hará cada más grave debido a
que la población sobrante, por avances en los procesos productivos
del capital, será cada vez mayor. Entre las acciones en este eje se
encuentra la pelea por mejoras en el trabajo, tanto salariales como en
condiciones laborales, la creación de alternativas económicas en los
barrios, como pueden ser diversas cooperativas y finalmente la mejora
de infraestructura urbana.
2. El fortalecimiento de las organizaciones sociales y territoriales

que existen y la creación de nuevas en lugares donde no existan. Las
organizaciones deben desarrollar la capacidad de autodefensa y de
control territorial.
3. Desarrollo de instancias educativas, deportivas y culturales en las

que se fomente el apoyo mutuo y sentimiento comunitario por sobre
la competición.
4. Creación de redes comunitarias de salud mental, que sirvan de

ayuda ante los cada vez mayores niveles de problemas emocionales
y mentales que afectan a la mayoría de la población. Desarrollo de
programas comunitarios de rehabilitación de adicciones.
5. Diversificación y mayor accesibilidad de alternativas de ocio y

entretenimiento.
6. ¡Dejar de financiar a traficantes, no ser su cliente, no comprarles!
Esta propuesta no es la primera ni la última respecto al tema, diversas

son en diferentes lugares del planeta, ya que es un problema que
afecta cada vez más fuerte a todos los territorios y del que hace años se
viene reflexionando. En este mismo contexto se enmarca el presente
libro, que corresponde a un dossier que recopila comunicados y textos
sobre la lucha en contra del canibalismo social llevada adelante por
organizaciones anarquistas y comunistas del barrio de Exarcheia,
ubicado en la capital de Grecia, entre los años 2016-2019. Este libro

nos da una pincelada de la realidad que se vivió durante esos tres años
en Exarcheia y nos sirve para reflexionar y comprender la temática,
lo que nos debe ayudar a afinar nuestras prácticas, ya que a pesar de
las grandes diferencias que pueden existir entre el contexto griego y
el chileno, la causa del problema es la misma, el modo económico
imperante. Si bien la teoría y la práctica son inseparables, para este
análisis, se separarán para así intentar señalar cuales son los mayores
aportes que consideramos de este dossier. Primero indicaremos cuales
son los aportes en cuanto a las ideas y luego respecto a las prácticas
concretas.
En cuanto a los aportes de las ideas estas son principalmente tres,

primero, el concepto de canibalismo social; segundo, la inseparabilidad
de la lucha en contra del canibalismo social de la lucha en contra
del capitalismo y tercero; la presentación de diferencias y tensiones
entre los grupos e individualidades de Exarcheia en torno a distintos
elementos.
El canibalismo social es un concepto que hace referencia a las

conductas y actitudes de violencia que suceden en los barrios y que
son ejercidos por oprimid@s hacía otr@s oprimid@s, entre estas
conductas está el tráfico de drogas, los robos y asaltos, las peleas
provocadas por el hecho de demostrar quien es más “choro” o quien
“la lleva” en ciertos lugares, la violencia sexual y de género, además
de actitudes egoístas en las que resaltan la competición y el “salvarse
sol@”. En otras palabras, el canibalismo social es la aplicación de
las lógicas capitalistas en las relaciones interpersonales en nuestros
barrios, es la imposición del más fuerte. Este concepto nos permite
posicionar y evaluar dichas conductas y actitudes en un contexto
sociohistórico, delimitando el problema de mucho mejor manera que
con los conceptos de delito y/o crimen que se suelen usar en Chile y
que provienen directamente desde la burguesía en base a su sistema
de derecho, pese a que el segundo se pueda resignificar, siempre se
mantiene cierto grado de ambigüedad y la mayor parte de la gente lo
entiende bajo la dicotomía legal-ilegal, por tanto, la última palabra la

tiene la burguesía y el Estado. En cambio, el concepto de canibalismo
social no tiene relación con dicha dicotomía y deja claro que el origen
de las conductas violentas en los barrios es directamente provocado
por el desarrollo del capitalismo y no por condiciones netamente
individuales.
En cuanto a la inseparabilidad de la lucha en contra del canibalismo

social de la lucha en contra del capitalismo, l@s compañer@s remarcan
más de una vez que el canibalismo social es una consecuencia del
capitalismo, por ende, no sirve luchar puramente por barrios sin
conductas caníbales, por barrios más amenos, ya que, al mantener
la causa primordial, los mismos problemas surgirán una y otra
vez, luchas de ese tipo solo servirán de maquillaje y para alimentar
discursos populistas. Por lo tanto, la lucha en contra del canibalismo
social debe enmarcarse en una estrategia de lucha mayor.
Finalmente, en cuanto a las ideas, cabe destacar que se da un

vistazo a algunas diferencias y tensiones existentes entre las y los
antiautoritarios, tales como la visión en torno a la marihuana, si se
debe realizar propaganda política en ciertos espacios de solidaridad o
si se debe privilegiar la ayuda a ciertos grupos por sobre otros.
En lo que respecta a las prácticas concretas, el dossier nos aporta una

descripción de acciones que forman parte del repertorio de lucha de
l@s compas de Exarcheia, como lo son las marchas y concentraciones
en contra de las bandas de traficantes, el ataque y ajusticiamiento
de algunos mafiosos, la okupación de casas y espacios públicos en
base a estructuras autoorganizadas que solucionan necesidades de
la población, tales como comedores populares, centros de salud y
centros sociales, bazares de libros, actividades infantiles y okupaciones
habitacionales, y la articulación entre las organizaciones que levantan
estas múltiples instancias.
Estas acciones que se desarrollaron en Exarcheia apuntan en el mismo

sentido que la propuesta de seis ejes que realizamos y demuestran la

factibilidad de algunas, sin embargo, muestran las limitaciones de la
capacidad de acción local, como el hecho que se puede eliminar el
tráfico de un territorio, pero ante la vacancia de un nicho de negocio,
otro traficante llega al mismo sector y pareciera que es un problema
de nunca acabar.
A pesar de todo, este libro es un llamado a la acción y a no desanimarse,

a desarrollar y articular nuestras fuerzas para enfrentar toda forma de
dominación. Ante la resignación e impotencia que nos puede llevar
a ver cualquier cambio como un imposible, el llamado es a fortalecer
la confianza y el compromiso en nosotr@s mism@s y en nuestr@s
compañer@s.
La Rebelión del Matico

PRÓLOGO DESDE GRECIA
UN POCO DE HISTORIA SOBRE EXARCHEIA
Exarcheia es un barrio que se ubica en pleno corazón de la metrópolis

ateniense. Basta un simple paseo por el barrio para que alguien
entienda que hay algo aquí que lo hace diferente. El sentido de
comunidad, a pocas cuadras del centro turístico gentrificado e
impersonal de Atenas, la abundancia de discursos políticos reflejados
en las paredes y murallas de la zona, las okupaciones, los centros
sociales, los locales de reuniones políticas y de asambleas. Todo este
ambiente es una continuación natural de la historicidad del barrio que
se formó a través de décadas de lucha y, por otro lado, de un esfuerzo
constante del Estado por suprimir una de las áreas más vitales de la
metrópolis. Una historicidad a la que vale la pena revisar, en rasgos
muy generales, para tratar de comprender cómo una serie de hechos
históricos configuraron el carácter político de este particular barrio.
El propósito de esta introducción es presentar solo algunos hechos

cruciales —un registro detallado de los cientos de momentos de
conflicto social en el área de Exarcheia iría más allá de los objetivos
de esta introducción y requeriría la redacción de un libro separado—
en los cuales los movimientos sociales estuvieron en conflicto directo
con el Estado y que dieron forma tanto a las tendencias dentro del
movimiento antagónico como a las estrategias estatales para controlar
y sostener la llama de la insurgencia que ha estado ardiendo durante
décadas.
Se dice que el barrio tomó este nombre por un tal sr. Exarchos que
mantenía en la zona un gran almacén general. Ya desde mediados del
siglo XIX atrajo a much@s jóvenes estudiantes ya que en Exarcheia
pronto se instalaron varias facultades de la Universidad de Atenas
como también la Escuela Politécnica y, como consecuencia, el barrio
fue un punto de encuentro de gente progresista e intelectuales. Pronto
se convirtió en el escenario de la primera revuelta juvenil, entre el 10
y 11 de mayo de 1859: la denominada “Skiadika” [Τα Σκιαδικά]. El
Ministro de Asuntos Exteriores enfatizó la necesidad de apoyar a la

producción nacional declarando que la gente debería optar por usar
sombreros de paja locales (sombreros al estilo Panamá), los llamados
“skiadia” [σκιάδια], que se fabricaban en la isla de Sifnos [Σίφνος]
y no los importados del extranjero. Los sombreros “skiadia”, pronto
se convirtieron en un símbolo de la juventud más progresista, que
declaraba su oposición al rey Otón I de Grecia, frente a la juventud
del régimen (denominada “los austriacos”) que optaba por usar
sombreros importados de copa blancos y que además eran más caros.
En aquel entonces el parque “Campo de Areos”1 [Πεδίο του Άρεως]
era un lugar muy frecuentado por la gente de la ciudad durante sus
paseos domingueros. La juventud más progresista empezaba a llevar
dichos sombreros durante sus paseos como gesto de identificación
y de protesta. L@s importador@s de sombreros ante el riesgo de
perder a sus clientes, enviaron a sus empleados al “Campo de Areos”
con sombreros “skiadia” deshechos y harapientos, para burlarse
de l@s jóvenes. L@s emplead@s de l@s importador@s desafiaron
a l@s jóvenes, lo que llevó a que se produjera una gran pelea. La
gendarmería se puso de parte de l@s emplead@s y, tras golpear a l@s
estudiantes, realizó tres detenciones. Durante los días siguientes hubo
manifestaciones y conflictos muy graves.
Mucho tiempo después, el 27 de septiembre de 1941, siete personas

—representantes y miembros del Partido Comunista, del Partido
Socialista, de la Unión de la Democracia Popular y del Partido
Campesino— se reunieron en completo secreto en Exarcheia
y fundaron el EAM-Frente de Liberación Nacional, la mayor
organización de resistencia en Grecia contra el eje durante la Segunda
Guerra Mundial. Quince meses después, el EAM llamó a la sociedad
a una huelga contra la movilización de l@s trabajador@s impuesta por
la ocupación fascista. El 22 de diciembre de 1942, miles de obrer@s,
funcionari@s, estudiantes y alumn@s de secundaria salieron a las calles
con dirección a la Politécnica, donde en aquel entonces se ubicaba
1 Parque central más grande de Atenas, el cual está prácticamente pegado al barrio de
Exarcheia. [N. del A.]
el Ministerio del Trabajo. Se produjeron enfrentamientos entre l@s

manifestantes y el personal de Seguridad Especial. Cuando la marcha
entró en Exarcheia, los soldados italianos comenzaron a disparar. En
la calle Zaimi [Ζαΐμη], el estudiante Dimitris Konstantinidis fue la
primera persona en morir en una manifestación en la Atenas ocupada.
Al año siguiente, detrás de la Politécnica, tuvo lugar el 5 de mayo un

conflicto mortífero entre invasores armados y atenienses desarmados,
principalmente estudiantes, que protestaban contra los planes de
enviar a ciudadan@s grieg@s a realizar trabajos forzados a Alemania.
En 1944, durante los “hechos de diciembre” (que duraron desde
diciembre de 1944 a enero de 1945) gran parte del barrio fue tomado
y controlado por las milicias de ELAS-Ejército Popular de Liberación
Nacional que estaban fortificadas en la colina de Strefi2 [Στρέφη] y en
los edificios adyacentes. Los hechos de diciembre, también se conocen
como “la Batalla de Atenas”, constituyeron una serie de choques
armados entre las fuerzas del EAM-Frente de Liberación Nacional y
las fuerzas británicas y gubernamentales —socialdemócratas, derecha
pro-monárquica, colaborador@s con l@s conquistador@s— que se
llevaron a cabo después de una manifestación organizada por el EAM
como respuesta al ultimátum del gobierno de unidad nacional sobre
el desarme de todos los grupos rebeldes y armados. Por las balas de
las fuerzas policiales fueron asesinad@s 33 manifestantes y otr@s 148
resultaron herid@s. Fue el antecedente directo de la guerra civil griega.
En noviembre de 1973 el barrio de Exarcheia se convirtió en el

núcleo de la revuelta contra la Junta de los Coroneles. Durante el
periodo de la transición, Exarcheia fue un punto de encuentro para
anarquistas, izquierdistas, estudiantes e intelectuales. Pronto fue el
foco de procesos sociales, políticos y contraculturales. Cabe decir que
en el barrio de Exarcheia decenas de editoriales instalaron sus sedes
y junto con multitud de librerías e imprentas constituyó el núcleo
editorial de todo el país.
2 Colina ubicada en el barrio de Exarcheia. Hoy en día se lleva a cabo una gran lucha contra
su privatización y comercialización. [N. del A.]
El 12 de abril de 1984 tiene lugar en Grecia la primera gran marcha

antifascista con motivo de la visita del fascista francés Le Pen. Hubo
enfrentamientos muy duros con los MAT (fuerzas de antidisturbios)
afuera del Hotel Caravel. Al día siguiente se realizó una redada policial
en Exarcheia y la policía invadió las oficinas del grupo de izquierda
Ruptura [Ρήξη] en la calle Themistokleous [Θεμιστοκλέους],
dejando como saldo 170 personas detenidas.
“La operación virtud”: así se llamaron los operativos policiales, al

estilo de pogromos, contra la juventud durante la década de los ‘60.
Las invasiones policiales a las salas de billar y de juegos estaban a
la orden del día. Detenían a jóvenes desde el interior de sus locales
predilectos, les cortaban los pantalones y les rasuraban el pelo. Por la
noche detenían a delincuentes de poca monta, a jugador@s de cartas,
a mendig@s y gitan@s filmándoles y difundiendo las imágenes por
la prensa para provocar la indignación de la opinión pública y para
que el régimen mostrara su voluntad de hacer prevalecer “la buena
moral” y la seguridad entre la ciudadanía. En 1984 unos 100 policías
uniformados y, otros tantos vestidos de civil, rodearon la plaza de
Exarcheia y comenzaron a detener a decenas de punks, anarquistas
y autónomos, generalmente jóvenes cuya vestimenta o peinados les
parecían extraños. La policía permaneció en la plaza durante dos
días realizando detenciones. Pronto la gente empezó a protestar
convirtiendo la zona en un verdadero campo de batalla. Durante
dos años, a intervalos irregulares, la policía regresaba repitiéndose los
mismos hechos.
El 9 de mayo de 1985, por iniciativa del periódico anarquista “El

Rompedor” [“Ο Σπάστης”], el espacio antiautoritario organiza
y convoca una manifestación de protesta en la plaza de Exarcheia,
exigiendo que la policía abandone la zona. La manifestación es prohibida
por la policía y la fiscalía, y los antidisturbios empieza a golpear a la
gente que ya estaba reunida allí. En un pogromo sin precedentes de
detenciones y golpes a l@s manifestantes, unas 40 personas okupan la
Facultad de Química, como reacción natural a la violencia sin sentido

de los MAT. L@s okupas amenazan con que, en caso de una invasión
policial, harán que el edificio vuele con explosivos que fabricaron con
los productos químicos de la facultad. Durante los 5 días que duró
la okupación, los disturbios, las barricadas y las masivas protestas de
solidari@s que llegaban al centro de Atenas desde todos los barrios
periféricos, fueron un punto de inflexión y de referencia para todo
el movimiento anarquista de Grecia. Las concentraciones de apoyo
se realizaron diariamente y contaron con peleas constantes contra la
policía y fascistas que se ponían detrás de las filas policiales, mientras
que políticos y ministros de partidos de la izquierda ingresaban al área
de la okupación para dialogar con l@s okupas. Con la seguridad de
que la petición de liberar a l@s detenid@s —sobre todo compañer@s
solidari@s atrapad@s en las calles adyacentes— iba a ser respetada,
que dejarían pasar una manifestación para recoger y custodiar a l@s
okupas y, por último, que la policía se alejaría de la plaza, se decide
poner fin a la okupación.
Al día siguiente, tiene lugar una concentración anarquista en los

Propileos [Προπύλαια] a la que asisten más de 3000 personas.
En el cruce de las calles Akadimias [Ακαδημίας] y Mavromichali
[Μαυρομιχάλη], l@s okupas que han dejado la Facultad de Química
junto con el político Manolis Glezos, se unen a la larga marcha que
les espera y se manifiestan junto a académic@s, miembr@s de la Cruz
Roja Internacional, compañer@s y solidari@s por el centro de Atenas
pacíficamente.
Agotad@s, l@s okupas sostienen una gran pancarta que dice: “Somos
locos y felices”. La policía, debido a la gran resistencia que hubo,
esperaba que dentro de la Facultad habría centenares de anarquistas.
¡Con gran sorpresa vieron que dentro de la Facultad no había más de
40 personas! De ahí que el lema principal de la marcha fuera (que aún
hoy en día se sigue gritando por las calles): “Dentro de la Química un
puñado de anarquistas, pusieron en ridículo al Estado y la represión”.
Unos meses después, el 17 de noviembre de 1985 —aniversario del

levantamiento de la Politécnica de 1973 contra la Dictadura—, tras
un ataque con cócteles molotovs a una furgoneta de antidisturbios que
estaba estacionada en la intersección de las calles Stournari [Στουρναρη]
y Mpotasi [Μπόταση], que se consideró una provocación por estar
allí el día del aniversario, el policía del MAT Athanasios Melistas
disparó por la espalda y mató al anarquista Michalis Kaltezas de 15
años. Frente a este crimen de Estado, se produjeron manifestaciones,
enfrentamientos con las fuerzas represivas y barricadas, mientras tanto,
la televisión y otros medios de comunicación, se enfocaban como
siempre, en la destrucción material. La respuesta del movimiento
fue: “Ustedes hablan de vitrinas, nosotros hablamos de vidas”. En la
misma noche del asesinato la reacción fue inmediata. La Facultad de
Química fue okupada por anarquistas y l@s okupas enojad@s deciden
mantenerla a cualquier costo, denunciando el asesinato de Kaltezas,
pero también la represión más amplia del PASOK3 “socialista”.
Al día siguiente, y tras durísimos combates callejeros con los MAT

toda la noche anterior, fascistas y “guardias verdes”4, en un operativo
coordinado de las fuerzas especiales de la policía (MEA), invadieron
con escaleras el edificio okupado. 37 de l@s okupas, después de ser
brutalmente torturad@s, son arrestad@s, mientras que la Facultad de
Química es incendiada. Fue así como se produjo el primer asalto al
asilo universitario después de la Junta5, con el permiso del entonces
rector de la universidad, luego Ministro de Justicia del PASOK y
relator del Ley Antiterrorista, Michalis Stathopoulos.
En octubre de 1995 el anarquista Kostas Kalaremas inicia una huelga

3 Movimiento Socialista Panhelénico, conocido por la sigla PASOK [Πανελλήνιο
Σοσιαλιστικό Κίνημα-ΠΑΣΟΚ), es un partido político socialdemócrata de Grecia que en
aquellos años era gobierno. [N. del E.]
4 Así se llamaron l@s miembr@s y las juventudes estudiantiles del PASOK debido al color
de su símbolo. [N. del A.]
5 En Grecia, después de la caída de la Dictadura, el espacio universitario se consideró
legalmente como un asilo, lo que significa que la policía no puede entrar sin aprobación de
la fiscalía. [N. del A.]
de hambre. Fue puesto en prisión preventiva acusado de 2 robos a

bancos, según la “confesión” de un informante. Comienzan los actos
solidarios e informativos. En noviembre el anarquista Christoforos
Marinos también comienza una huelga de hambre. Fue puesto en
prisión preventiva en julio de 1995, acusado de robo, sobre la base
de las “confesiones” de algunos de sus “coacusados”, que luego se
retractaron. Unos días más tarde, el anarquista Odysseas Kambouris
es condenado a 5 años de prisión por “robo con complicidad y porte
ilegal de armas”. El 14 de noviembre estalla el levantamiento de los
reclusos en las prisiones de Korydallos [Κορυδαλλός]. Empiezan a
producirse manifestaciones estudiantiles solidarias desde las facultades
okupadas en el centro de Atenas y se producen enfrentamientos entre
anarquistas y jóvenes salvajes con el servicio de orden de las marchas.
En Tesalónica, antes de iniciarse una manifestación de solidaridad con
el huelguista de hambre Kalaremas, la policía ataca a l@s reunid@s y
arresta a tres compañeros y una compañera. Enseguida se okupa la
Facultad Teológica por anarquistas y se desatan choques con la policía.
El 15 de noviembre, dos días antes de la marcha conmemorativa por
la caída de la Dictadura, se enfrentan anarquistas y jóvenes salvajes
en la Universidad Politécnica con grupos de militantes del Partido
Comunista6 y del PASOK, que, sin ser llamad@s por nadie, fingen estar
vigilando el edificio. A su expulsión violenta la siguen las barricadas
incendiarias levantadas en la calle Stournari y los enfrentamientos con
la policía y l@s “ciudadan@s indignad@s”. El día 17 de noviembre
grupos de anarquistas se acercan a la Politécnica okupada mientras
que miles de personas permanecen en el lugar e inundan las calles
aledañas. De esta forma, espontáneamente se niegan a seguir la
manifestación “oficial”7 por el aniversario de 1973. Pronto empiezan
los choques con la policía y las detenciones. El mensaje que sale de las
asambleas de la Politécnica es uno: rebelión.
6 Partido Comunista de Grecia [Κομμουνιστικό Κόμμα Ελλάδας], más conocido por sus
siglas en griego KKE. [N. del E.]
7 Que tiene un tono de “procesión”, que se realiza por inercia año tras año como un ritual
folclórico, sin ninguna reivindicación realmente peligrosa para el régimen. [N. del A.]
Los intentos por parte de la policía, que duraron toda la noche, para
dispersar a l@s rebeldes, el levantamiento del asilo y las hipócritas
garantías de la universidad sobre la integridad física de l@s okupas si
es que abandonan el edificio, caen en saco roto. Cientos permanecen
en la zona bajo una lluvia de gases lacrimógenos.
Durante la madrugada del día 18 la fiscalía, la policía y l@s

funcionari@s de la universidad exigen que se abran las puertas y salgan
l@s okupas. Vuelven pidiendo que al menos se vayan l@s menores
de edad. L@s rebeldes encadenad@s, tod@s junt@s, cantan y gritan
consignas revolucionarias. Las fuerzas policiales invaden la Politécnica
por todas partes y forman un cordón a su alrededor. “Estamos unidos,
locos y felices” cantan l@s rebeldes. 504 personas son detenidas y
llevadas a la Comisaría de Atenas. Por la tarde se realiza una marcha
de un@s 1000 compañer@s frente a la Comisaría de Atenas en señal
de solidaridad con l@s detenid@s.
El 6 de diciembre de 2008 Exarcheia fue la llama que encendió

la mecha. En el cruce de las calles Messologiou [Μεσολογγίου]
y Tzavella [Τζαβέλλα], tuvo lugar el asesinato a sangre fría del
estudiante anarquista Alexandros Grigoropoulos por los policías de
EL.AS (Policía Griega) Korkoneas y Saraliotis. Ese día iba a quedar
escrito en letras imborrables en los libros de historia no solo para
recordar el papel de las autoridades policiales como vanguardia del
capital y su Estado, sino también como punto de partida de la mayor
rebelión que ha conmocionado a la Grecia después del período de la
transición. El asesinato de Grigoropoulos fue el hecho que encendió
la mecha del polvorín social. La ira que se venía acumulando desde
hace años porque el pueblo vivía a diario la violencia estatal, la
arbitrariedad policial y la usurpación del capital, encontró una salida
para expresarla de la manera más ensordecedora. El levantamiento
por el asesinato de Grigoropoulos de forma espontánea y con
procedimientos sin precedentes para los datos griegos, se extendió a
nivel nacional de un extremo a otro y puso en confrontación directa
a un gran número de jóvenes, estudiantes y trabajador@s contra el
capital y el Estado. Los primeros choques, antes de que se extendieran

por toda Grecia, comenzaron en Exarcheia, mientras que muy
rápidamente fueron okupadas la Universidad Politécnica, la Facultad
de Derecho, la ASSOE (Universidad Económica) y la sede de GSEE
(Confederación General de Trabajadores Griegos), todas ubicadas
alrededor del barrio: estos espacios se convirtieron en centros de lucha
y contrainformación.
Hoy, el barrio de Exarcheia se encuentra en el centro de las luchas en

la metrópolis contra la invasión de la gentrificación y el turismo. Por
un lado, la creación de una estación de Metro y de una nueva línea,
justo en la plaza central del barrio, y, por otro lado, la regeneración
de la colina Strefi. Las obras de construcción comenzaron con la
escolta de un fuerte cuerpo policial que se opuso agresivamente a
todas las necesidades y deseos de l@s vecin@s. Con el inicio de dichos
proyectos comenzó una represión brutal, ataques, gases y detenciones
de quienes se oponían. Sin embargo, esto no es algo nuevo, la historia
de la gentrificación de Exarcheia se remonta a mucho tiempo atrás.
A través de una planificación central que implica a la policía, las
mafias de la droga, ataques al mundo de lucha, desalojos de locales
políticos y de okupaciones de viviendas de inmigrantes, se intenta
cambiar paulatina pero sistemáticamente el carácter de Exarcheia y de
la colina Strefi. La receta es simple. Degeneración del barrio para que
luego vengan los fondos y los megainversores de Airbnb para comprar
edificios enteros en precios bajísimos, volviendo al barrio un filete
para la explotación turística. Entonces, los alquileres se disparan y así
la gente de nuestra clase es desalojada de la noche a la mañana.
Actualmente la histórica Plaza de Exarcheia se ha convertido en un

área de construcción. Se han talado árboles, se ha instalado un cerco
de 5 metros de altura y la presencia diaria de policías resguardando
la chapa hace que la gente que vive y trabaja en la zona se asfixie.
El plan es que la plaza se convierta en un agujero de tráfico vertical
y desaparezca. Desde el momento en que se instaló la construcción
en la plaza, todos los días se desarrolla una orgía de represión. L@s
niñ@s son obligad@s a pasar frente a la policía para ir a la escuela y

se producen recriminaciones e intimidaciones diarias. En la colina
Strefi se han instalado fuerzas policiales que vigilan la zona las 24
horas. La Politécnica, que durante décadas fue lugar de asambleas,
mítines políticos, eventos y conciertos autoorganizados, está cerrada
desde el período de la pandemia y la intención es convertirla en
un museo. Sin embargo, las resistencias siguen presentes contra los
planes soberanistas con decenas de manifestaciones, actos, jornadas
y ataques del mundo del barrio y de colectivos autoorganizados y
horizontales que operan en la zona.
El barrio de Exarcheia como lugar histórico del que surgieron y

prosperaron todo tipo de iniciativas antiautoritarias en las últimas
décadas con todas sus ramificaciones estéticas y culturales es único y
tiene un fuerte simbolismo. El área está registrada en el inconsciente
colectivo como el campo preeminente de confrontación con la
autoridad. Es un espacio donde floreció el cuestionamiento, pero
también la creación. Desde el primer levantamiento estudiantil en
1859 hasta hoy, la historia de Exarcheia está indisolublemente unida
a una historia ininterrumpida de resistencia. Exarcheia como lugar
permanente de luchas debe permanecer vivo y no convertirse en el
museo de sus luchas.
Desde Exarcheia hasta Villa Francia y los barrios insurgentes de

Chile, el hilo de luchas, pero también de represión es común. Nos
corresponde desbaratar los planes de dominación y construir las
comunidades de resistencia que serán el reflejo del mundo que
soñamos.
Askaso Lulios [Ασκάσο Ιούλιος],

miembro de la Antifa League Athens
ANEXO DE IMÁGENES
“Skiadika”, 1859
Manifestación contra “La operación virtud”, 1984
Manifestación en apoyo a la okupación de la Facultad de Química, 1985

Okupación de la Facultad de Química, 1985

Marcha por asesinato de Michalis Kaltezas, 1985
Okupación de la Politécnica, 1995
Enfrentamientos en la
Okupación Politécnica, 1995
Manifestación contra el “canibalismo social”, 2019

Enfrentamientos con la policía en manifestación contra la construcción del Metro

en Exarcheia, 2022
Manifestación contra la construcción del Metro en Exarcheia, 2022

Okupa de migrantes “Notara 26”, Exarcheia, aún sigue existiendo
Okupa de migrantes “Spirou Trikoupi 17”, Exarcheia, desalojada en 2019

LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS Y
EL CANIBALISMO SOCIAL COMO EJE DE UNA ESTRATEGIA
REVOLUCIONARIA PARA EXARCHEIA8
Hoy se da en Exarcheia un feroz enfrentamiento sociopolítico. Estando

en su apogeo el tema de la mafia y el canibalismo social —reavivado
por el ataque asesino de narcotraficantes a tres miembros del Centro
Social Okupado Vox el 27 de febrero—, dos mundos han tomado
una posición de batalla, desplegando dos estrategias diametralmente
opuestas para el barrio. Una, cuyo agente es el mundo del Estado y del
capital, es clara: consolidación de la mafia de la droga —totalmente
controlada por el complejo policial-judicial—, la difusión de la
lumpenización y de los fenómenos de canibalismo social, el bloqueo
policial de la zona, el cierre de las estructuras de autoorganización
social, la transformación de Exarcheia en un centro de entretenimiento
de baja estética, de trabajo intensivo y mal remunerado. En otras
palabras, la alteración radical de las características sociales, políticas
e históricas del barrio y, en definitiva, su desertificación social y
política. Una estrategia perfectamente compatible, por supuesto,
con la estrategia urbana más general en medio de una crisis, que se
resume en el ataque despiadado a las conquistas económicas, sociales
y políticas, que el movimiento social-popular ganó con sangrientas
luchas en las décadas anteriores.
La devaluación, por tanto, de las condiciones de supervivencia de

la clase obrera, como una condición necesaria para la superación
de la crisis en beneficio del capital, determina también en el caso
de Exarcheia el carácter y el objetivo de la política del Estado allí
practicada. En este sentido, tanto el contenido de una expresión de
esta política —como la de la mafia— como la reacción frente a ella
no pueden verse fuera de su contexto de clase. Contra el auge del
movimiento y el proletariado, por un lado, y como resistencia por
parte del movimiento y del proletariado por el otro. Pero si así es
8 Publicado en Indymedia Atenas el 30/03/2016: https://athens.indymedia.org/

post/1557284/ [N. del E.]
como se resume la estrategia urbana en Exarcheia, ¿cómo se perfilan

las cosas en el otro lado? ¿Es decir, qué plan orienta a l@s que llevan
a cabo la política popular proletaria en el barrio, las estructuras
de autoorganización social y de solidaridad de clase, los colectivos
anarquistas y comunistas? ¿Qué significa para estas fuerzas el conflicto
con las mafias y el canibalismo social? ¿Es simplemente una expresión
de resistencia contra una situación que ya no tiene salida, o tal vez
la lucha para sacar el narcotráfico fuera de Exarcheia sirve a una
estrategia más general para el barrio?
Afirmamos lo segundo. A pesar de las diferencias individuales

entre las fuerzas que actualmente construimos el frente contra las
mafias, tenemos en común que esta lucha es un nodo central de
una estrategia que no se contenta con un “Exarcheia sin mafias y
canibalismo social”, sino que traza en el aquí y ahora de la lucha de
clases la posibilidad de construir estructuras de masas de contrapoder
proletario-popular. Una estrategia que se comunica y está en plena
concordancia con la estrategia general del movimiento proletario-
popular en las condiciones actuales, donde el empobrecimiento de
grandes sectores de la población, la desaparición de los mecanismos
de bienestar social, la militarización de la represión y la crisis de l@s
refugiad@s han convertido las estructuras de autoorganización social
y solidaridad de clase en ejes centrales de la política revolucionaria.
Por tales estructuras, por supuesto, no nos referimos a algunos

microcosmos comunistas o anarquistas aislados del entorno
capitalista, sino a estructuras que desarrollan prácticas anticapitalistas,
a estructuras que expresan formas potenciales de liberación social, es
decir, formas que, por analogía, implementan la tendencia hacia la
emancipación social. Sin embargo, esto presupone una ruptura con la
idea del comunismo y de la anarquía como ideales a implementar en
algún futuro indefinido. La anarquía, el comunismo, son algo muy
diferente a un ideal, es, como dijo Marx, “el movimiento real que abole
el orden de cosas existente”, una tendencia dinámica del presente que
penetra todas las prácticas sociales y políticas. Como tal, por tanto,
se desarrolla a través del movimiento social de hoy, pretende derribar

las correlaciones existentes y juntar fuerzas para enfrentamientos
que pongan sobre la mesa la principal contienda de un proceso
revolucionario: la del poder y el contrapoder.
Hablando de poder y de contrapoder (o poder dual), no nos referimos

simplemente a la condición marginal donde dos bandos de clase
opuestos se alinean uno frente al otro dentro de una condición de
crisis revolucionaria, sino a algo mucho más directo y tangible: a
esa condición donde a través de la dinámica de la lucha de clases, el
recrudecimiento de la crisis económica y política y el crecimiento de
la conciencia popular, emergen formas de una nueva institucionalidad
(social, político, económico) en conflicto con el Estado burgués
existente. ¿Qué más fuera de esto está pasando hoy en los barrios
marginales de Estambul y Diyarbakir, en las provincias de Donetsk
y Lugansk en el este de Ucrania, en Chiapas en México, en Gaza y
en otros lugares? ¿Y qué más expresan los ejemplos anteriores, si no
el desarrollo de un poder dual, de un proceso revolucionario que, al
combinar la guerra con la construcción, constituye nuevas formas de
organización social, nuevas instituciones políticas y económicas?
En este sentido, la defensa de Exarcheia contra la represión

polifacética tiene un contenido más profundo. De hecho, la defensa
efectiva del barrio y de sus estructuras sociales determina la capacidad
del movimiento para crear formas antagónicas de organización
social y política, determina su capacidad para consolidar alianzas
sociales amplias y, finalmente, su capacidad para actuar de manera
revolucionaria. En este contexto, las estructuras de autoorganización
social y de solidaridad de clase existentes y futuras en el barrio
son mucho más que una red de seguridad para trabajador@s,
desemplead@s, jóvenes, refugiad@s. Un comedor popular, una
pequeña clínica social, un centro social, una estructura de autodefensa,
todo esto no sólo protege contra la miseria, la alienación y la opresión,
sino que prácticamente indica, tanto a quienes l@s operan como a
quienes l@s utilizan, otra perspectiva. La perspectiva de otro mundo.
La perspectiva de la revolución social, de la anarquía y del comunismo.
MANIFESTACIÓN CONTRA LA REPRESIÓN DEL ESTADO,

LAS MAFIAS Y EL CANIBALISMO SOCIAL, SÁBADO 2/4,
PLAZA DE EXARCHEIA, A LAS 17:00.
Asamblea de anarquistas-comunistas
para el contraataque de clase contra la UE
CONTRA EL ESTADO Y LA MAFIA / CADA BARRIO
UN NÚCLEO REVOLUCIONARIO9
En la madrugada del sábado 27/02/2016, cerca del Centro Social

Okupado K*VOX en Exarcheia, se produjo un enfrentamiento
entre compañer@s anarquistas de la okupación y narcotraficantes,
debido a la intervención de los primeros en un ataque machista. Los
narcotraficantes respondieron con golpes y puñaladas resultando con
lesiones graves los compañeros. Este no es un hecho aislado, ya que
las mafias han atacado nuestros espacios sociales y políticos en varias
ocasiones en el pasado debido a la resistencia que han mostrado,
destacando —entre otros incidentes— las balas que ha recibido
K*VOX. Las mismas pandillas y otros caníbales de su periferia han
atacado más ampliamente a las personas, ya sea con fines económicos
o por su “no normalidad” (como a homosexuales y a transexuales) o
simplemente con el propósito de mostrar poder.
La respuesta al ataque homicida no se hizo esperar y hoy, un mes

después, la lucha sigue escalando. Después de la primera intervención/
reacción inmediata (27/02) realizada por unos 200 compañer@s en
la plaza de Exarcheia, han seguido varias intervenciones en el mismo
lugar, así como una multitudinaria marcha vecinal con elementos
preparatorios avanzados, tanto a nivel de medios, como en el plan
organizativo de presencia en la calle
El conflicto con las mafias siempre ha sido un duro campo de batalla.

Compañeros, compañeras, vecin@s y solidari@s se han enfrentado
poniendo en riesgo su integridad física, precisamente porque optan
por priorizar el valor de la autonomía de una zona por encima de la
correlación de fuerzas. El establecimiento de tales comunidades de
lucha comprueba, por un lado, la imposibilidad de convivencia entre
mafiosos y luchador@s, y por otro, rompe el mito dominante de que
los mecanismos represivos del Estado son necesarios para la existencia
post/1557273/ [N. del E.]
de la sociedad/comunidad.
Como anarquistas y como proyecto desde el espacio okupado

de acción anarquista multiforme de la calle Zaimi [Ζαϊμη] 11, en
Exarcheia, no podíamos permanecer desvinculad@s e inactiv@s,
porque consideramos la lucha contra las mafias un rasgo estructural
de la lucha por la liberación integral (de cada vecindario). Contra
la propia mafia, pero también como extensión y colaboradora del
aparato represivo oficial.
Una asociación que encuentra a ambas partes completamente

servidas financieramente. Por un lado, la circulación imperturbable
de productos, cuerpos y servicios, y, por otro, los “salarios” a policías
de todos los rangos, por su complicidad y participación.
Especialmente en una zona con una herencia y cultura insurgente,

l@s funcionari@s y sus jefes huelen nuestros movimientos y relaciones
para mayor comodidad, mientras que la propia mafia se presenta
como una excusa para legitimar la invasión de las plazas, parques y
viviendas por parte de EL.AS [ΕΛ.ΑΣ]10. El mismo movimiento de
la mafia impone condiciones caníbales y explotadoras sobre la tierra
que inunda, impidiendo la formación de comunidades abiertas de
lucha y libertad.
La mafia refleja plenamente la dinámica del capital, ya que vende lo

que la expresión oficial del capital no está moralmente legitimada para
vender. Dentro de ella encontramos a ejércitos de sujetos prescindibles
y marginados, y junto con sus estructuras estrictamente jerárquicas,
la manipulación y la glotonería se representan como condiciones para
maximizar su beneficio e influencia. Las características anteriores no
son un monopolio de la mafia. Están registradas con gradaciones en
el complejo social, en los lugares de trabajo, en todos los barrios con
o sin mafia.
10 Policía Nacional. [N. del E.]

Más allá de los análisis y los hechos, nosotr@s, como anarquistas

y parte de esta lucha, debemos presentar una (auto)crítica sobre el
discurso y las tácticas que lo rodean.
En primer lugar, nos preocupa y aliena especialmente el discurso

sobre los elementos “antisociales”, cuando es utilizado por nosotr@s,
al mismo tiempo que la narrativa pequeñoburguesa dominante
atribuye esta caracterización a quienes se desvían de los patrones
dominantes de comportamientos y elecciones, y no contribuyen al
funcionamiento ordenado de la NORMALIDAD. El término que
describe la situación que caracteriza a nuestr@s enemig@s, como hemos
mencionado anteriormente, es el de canibalismo. Por el contrario, la
“antisocialidad” a menudo puede resultar de la negación total de la
sociedad existente como opresiva y explotadora. La “antisocialidad”,
entonces, como uno de los caminos hacia su superación en general.
Nuestra resistencia a la homogeneización de l@s sujetos antisociales
y, por extensión, a su demonización, no significa que encontremos en
ell@s una rebeldía intrínsecamente inscrita.
Otra de las malas lecturas de los hechos, consideramos que es

la identificación de los mafiosos y sus seguidores en base a sus
características nacionales. No negamos su organización en base a éstas,
pero tampoco justificamos de ninguna manera apuntarlos con este
criterio. No debemos olvidar que las minorías no tienen las mismas
oportunidades y recursos para su autopreservación y, por lo tanto, a
menudo son abordadas, utilizadas e integradas por mecanismos como
la mafia. Como anarquistas, si queremos agudizar la posibilidad de
la autocrítica, deberíamos ser capaces de reconocer cuando hablamos
desde una posición de privilegio, y no equiparar a las personas que
no tienen los mismos privilegios, sin que esto absuelva a ningún
individuo de las responsabilidades de sus elecciones.
Finalmente, cuando tienes que proteger un espacio en una emergencia

y tu medio es la violencia directa, entonces la responsabilidad se
sobremultiplica, ya que además de los “daños colaterales” que pueden
ocurrir, el campo abierto de la violencia puede ser aprovechado

por quienes la utilizan ciegamente. Si bien estamos de acuerdo en
que la demanda de drogas da espacio a las mafias, y si bien estamos
totalmente de acuerdo con la expulsión de los narcotraficantes incluso
con medios armados, el objetivo de nuestra lucha contra ellos no es
la eliminación de l@s consumidor@s, sino la creación y perpetuación
de actividades políticas, eventos y campos de conflicto en los espacios
abiertos de la zona.
La contrapropuesta anterior es parte de una propuesta más integral

de cómo deseamos que sea Exarcheia y cada comunidad de lucha y
solidaridad.
Un territorio completamente liberado/revolucionario debe eliminar

no solo la mafia, sino toda manifestación de estructuras y relaciones
explotadoras y dominantes. Desde las más evidentes hasta las más
legitimadas socialmente. Desde la policía, los sicarios, los mafiosos, los
fascistas, las multinacionales, los cargos políticos, hasta toda empresa
capitalista, la propiedad misma, a cada matón y sexista.
Queremos todos los edificios de Exarcheia, y de todos los barrios,

okupados o incluso demolidos, si no tienen nada que ofrecer.
Queremos romper el asfalto y montar más parques autogestionados.
En todos los puntos posibles crear jardines urbanos con el propósito
de la producción de alimentos y por el bien mismo de la vegetación.
Queremos que los animales, humanos y no humanos, vivan con
dignidad y no encerrad@s y escondid@s en jaulas. No queremos
la vida como consumo y compulsión. Queremos calles cortadas
por una situación de rebeldía permanente. En estas mismas calles
territorializaremos nuestras fiestas, eventos políticos y conflictos.
Calles cerradas, como resistencia a la atmósfera asfixiante y cancerígena
de los infiernos urbanos y al mismo tiempo como punto de partida
para la lucha. Queremos que cada barrio sea un núcleo revolucionario
y que tenga todos los medios de autoconservación y de guerra.
Llamamos a la marcha del 02/04, a las 17:00 horas, como un momento

de una lucha más amplia contra las mafias y la represión oficial, que
se asienta en este momento, en lo que a nuestro barrio se refiere, en
el 5° departamento policial, así como su conexión como piezas de un
mismo frente enemigo.
LUCHA CONTRA LA MAFIA, LA POLICÍA, EL ESTADO Y

EL CAPITAL
NO QUEREMOS ISLOTES DE LIBERTAD, QUEREMOS

ZONAS LIBERADAS DE LUCHA
NINGÚN DESCANSO, NINGUNA TREGUA CON TODO LO

QUE OPRIME NUESTRAS VIDAS
ANARQUÍA, POLIMORFISMO, SOLIDARIDAD,

REVOLUCIÓN
Colectivo en formación desde el

espacio de acción multifacética de
anarquistas Zaimi 11 “Negro-multicolor”
mauropoluxrwmo@riseup.net
ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD POR LA EJECUCIÓN
DEL MAFIOSO HABIBI11
Asumimos la responsabilidad de la ejecución del mafioso Habibi,

quien durante años ha sido líder en los incidentes de violencia contra
residentes y visitantes de la zona de Exarcheia, que culminaron en el
ataque asesino a tres compañeros del Centro Social Okupado K*Vox
el pasado mes de marzo.
El carácter paranoico de este individuo y la violencia desenfrenada

que ejercía a la menor provocación lo convirtieron en un potencial
asesino en serie, en el temor y el terror de la zona. Las intimidaciones,
los robos y las puñaladas que estaban incluidos en el repertorio de
su presencia diaria en la plaza de Exarcheia le dieron margen para
pretender ser el amo que (supuestamente) nadie podía desafiar. Con
el respaldo de una manada de caníbales que lo rodeaba, pero también
con las espaldas de la mafia y la policía, operaba tranquilamente
vendiendo droga y aterrorizando al barrio, que indefenso e impotente
ante él, se sometía a su poder en silencio.
El miedo que provocaba su acción delictiva le daba cada vez más

audacia, ya que reiteradamente cometía actos violentos con intención
homicida frente a decenas de transeúntes, dejando tras de sí a
personas ensangrentadas y moribundas, mientras al mismo tiempo
él permanecía en la zona presumiendo imperturbable. Y es que,
además de ser drogadicto y paranoico, sabía muy bien que no habría
consecuencias. Porque sabía que nadie intervendría, por la sumisión
consensuada que impone el miedo. Porque sabía que no iba a ser
arrestado, ya que, al ser un empleado de la mafia, en esencia también
era un empleado de la policía.
Sin embargo, esta osadía suya finalmente resultó ser “suicida”, cuando
cometió el error de atacar a tres compañeros anarquistas de K*Vox,
post/1561069/ [N. del E.]
hiriendo a dos de ellos. La gota que colmó el vaso y la aplicación de

la ley revolucionaria impuso su sentencia de muerte. No sólo en el
marco de la venganza por los compañeros heridos, sino también en
defensa de un barrio tan desesperado, por lo que estamos segur@s que
sería un alivio para el barrio saber de la ejecución de este bastardo.
Porque alguien tenía que tomar medidas. Por la restauración, incluso
marginal, de las relaciones de poder en el barrio de Exarcheia, por el
recordatorio de que el brazo largo del Estado dentro del Estado tiene
que lidiar con el brazo castigador del movimiento.
Hablando de Estado profundo, debemos dejar claro que para nosotr@s

la ejecución de esta persona en particular no se limita solo a un golpe
contra el canibalismo que reina en Exarcheia. No percibimos la
violencia caníbal como una generalidad social. No somos sociólog@s,
pero estamos posicionad@s de manera clasista en la guerra contra el
capital y, como tales, entramos en la batalla para recuperar Exarcheia.
Con esta orientación, la ejecución específica se extiende también al
conflicto material con el complejo paraestatal mafia-policía. Es decir,
se extiende al combate contra una de las expresiones más duras del
capital. Y es que Habibi fue reclutado por la mafia de Exarcheia, no
solo como uno más de las decenas de narcotraficantes que operan en
la zona, sino también como un agente que custodiaba con violencia
las regulares ganancias de sus jefes.
La rica biografía de Habibi, que incluía todo tipo de actividades

antisociales, le había convertido en el lugarteniente, el vigilante
furioso de la mafia en la plaza de Exarcheia. Y era un matón porque
su violencia, por muy psicótica e irreflexiva que fuera, actuaba como
una amenaza para cualquier persona que pensara perturbar el tráfico
normal de drogas. En definitiva, contra cualquiera que cuestionara la
hegemonía de la mafia en la plaza de Exarcheia.
Al ejecutar a Habibi, dejamos claro que efectivamente estamos

desafiando la hegemonía de los narcotraficantes. Que también
tenemos los medios para tratar con ellos y que, si es necesario, nos
enfrentaremos frontalmente con ellos. Una confrontación histórica y

políticamente imperativa.
El complejo entre la mafia y la policía, si bien es un fenómeno que

se ha constatado muchas veces y que ya no sorprende a nadie, en la
zona de Exarcheia se expresa en términos reveladoramente abruptos.
Quienes viven, trabajan o frecuentan la zona, saben muy bien que las
plazas de venta de droga no solo no están ubicadas en lugares aislados,
sino que ocupan los lugares más céntricos alrededor de la plaza de
Exarcheia. También saben quiénes y cuándo venden drogas, ya que
estamos hablando de turnos de casi veinticuatro horas que realizan
personas que viven y se mueven por Exarcheia. Saben qué tiendas
actúan como fachada para el lavado de dinero, quiénes son los jefes
de la mafia y por dónde se mueven visiblemente armados. También
saben que el jefe de la Comisaría de Exarcheia se reúne con algunos de
ellos en un ambiente especialmente agradable. Todo está sucediendo
frente a nuestros ojos todos los días y nadie habla.
Y nadie habla porque reina el miedo o la indiferencia. Y lo que es peor,

porque hasta entre las fuerzas sanas del barrio prevalece la futilidad
de que nada cambia. De hecho, las raíces de la red entre matones,
“anarquistas”, hooligans, mega-comerciantes, narcotraficantes y
policías son profundas. Y son tan profundas que se necesita un
terremoto para arrancarla de raíz. Este terremoto es nuestro objetivo,
y para lograrlo primero debemos dividir claramente los campos de
batalla. ¿Quiénes somos nosotr@s y quiénes están enfrente? Para que
podamos medirnos y que se detengan la tolerancia, los tratos y el
balanceo en dos barcas. No tod@s somos un solo vecindario y este
vecindario no puede acomodarnos a tod@s.
Sería ridículo que la policía alegara desconocimiento de personas

y situaciones y, peor aún, no poder intervenir por miedo a l@s
anarquistas. Y sería risible, porque la policía allana, tortura y arresta a
l@s anarquistas con especial habilidad y ferocidad cuando se producen
conflictos en el barrio. ¿Por qué no puede pasar lo mismo con los
traficantes de drogas, los sacacuchillos y los matones? La pregunta

es obviamente retórica. Y es retórica, porque desde nuestra posición
de activistas sociales no podemos denunciar la inacción de la policía,
dando a entender que necesitamos su intervención para solucionar
el problema. Por el contrario, lo que destacamos al hablar de la
ausencia de protección de la policía es la aparente fusión de intereses,
la existencia de un frente paraestatal, que sólo puede ser abordado por
el mundo de la lucha. Así que no nos hagamos ilusiones, esperando
ayuda de los organismos e instituciones oficiales. Todos están metidos
en ello y todos están contra nosotr@s.
Entonces, el asunto de Exarcheia, en su esencia, se refiere al

conflicto con los mecanismos de acumulación colateral de capital.
En otras palabras, estamos hablando de lo paraestatal, la otra cara
de la rentabilidad capitalista. La llamada economía clandestina es un
circuito inimaginablemente grande de miles de millones. Después de
todo, hoy en día, es particularmente característica la confesión de que
los fondos “negros” salvan el sistema bancario a nivel internacional,
demostrando así no solo el volumen de ganancias, sino también la
convergencia de la economía capitalista “ilegal” y “legal”. Dada esta
afinidad, es evidente que las mafias son la expresión organizada de la
economía “negra”, y por tanto también la organización colateral del
aparato estatal. Jueces, periodistas, polític@s, empresari@s y policías
conforman el personal de dirección de la economía sumergida,
utilizando como “fachada” a l@s divers@s idiotas útiles para hacer el
trabajo sucio.
Así también los narcotraficantes de Exarcheia, que están formados por

elementos lumpen-parásitos, “inflables”, criminales y por gangsters
imaginarios, son simplemente los idiotas útiles para la Comisaría de
Exarcheia y GADA12, los centros oficiales de control del narcotráfico.
Estos sinvergüenzas, haciéndose pasar por los Escobar y los intrépidos,
son delatores comunes y colaboradores de la policía, son taimados y
12 Comisaría General de Atenas. [N. del T.]

cobardes porque sin sus protectores no se atreverían a levantar no

solo la mano, sino ni siquiera la mirada frente a l@s que luchan por
el barrio de Exarcheia.
Entendiendo el problema de raíz, llegamos a la conclusión de que la

guerra contra las mafias, es una guerra en el seno de la acumulación
capitalista, es una guerra anticapitalista. Por eso, y para no perdernos
en esquemas teóricos que acaban por no combatir con las mafias
porque el capitalismo existirá incluso sin ellas, decimos que —por
fin— por algún lado hay que empezar. Porque el capitalismo no es
una relación abstracta, sino tangible, material y muy concreta. Así,
la guerra por mantener un barrio limpio del enjuague que la escoria
capitalista encalla a través de la mafia no es una guerra de ideas, sino
una guerra por cambiar las relaciones materiales de poder.
Claramente, el barrio de Exarcheia está plagado de una serie de

problemas. El punto de partida de todo esto es la transformación de
Exarcheia en una zona de consumo masivo, que atrae a la mafia y, en
última instancia, provoca la alteración política y cultural de la zona.
La concentración de decenas de locales, que se benefician de la carga
histórica y política de la zona y lucran vendiendo alternativismo y
pseudo-insurgencia, tiene como consecuencia la concentración de
miles de jóvenes en clave de consumismo y despolitización. Y justo
aquí es donde la mafia encuentra el terreno fértil para florecer. Porque
la zona genera ganancias inimaginables por la “protección” de decenas
de comercios y más aún por el narcotráfico.
Es triste el hecho de que l@s cientos de jóvenes que frecuentan

un barrio en constante agitación política parezcan tener una
interpretación equivocada de la libertad, que acaba confundiéndose
con el consumo de drogas. Las ideologías burguesas que nutrieron todo
tipo de formas de “alternativismo”, apuntando a la desorientación
y la afasia ideológica, promueven el consumo de drogas como una
experiencia supuestamente liberadora, convirtiendo a miles de
jóvenes en adict@s y en “clientes” que apoyan económicamente a las
pandillas criminales mafiosas. A tod@s est@s jóvenes, que pueden

y deben estar de nuestro lado, les llamamos a pensar que las drogas
son un medio de intoxicación y no de liberación, les llamamos a que
no apoyen económicamente a la mafia, les llamamos a posicionarse
en esta batalla, ya sea dejando las drogas o dejando Exarcheia. De lo
contrario, a medida que la lucha se intensifique, l@s usuari@s y la
enorme demanda que generan para los traficantes de drogas deberán
ser tratados incluso por la fuerza.
Hablando del tema de las drogas y de la cultura de las drogas en general

como un fenómeno que abruma principalmente a la juventud, somos
rotund@s al afirmar que envenenar nuestra mente y cuerpo con
sustancias es una experiencia fugaz, un engaño de nuestros sentidos
reprimidos y un escape latente de los problemas reales y comunes que
nos aquejan. En particular, en las sociedades occidentales donde el
capital ha invadido todos los aspectos de nuestro mundo emocional,
el concepto de la personalidad ha sido desarticulado, al situarse
en un entorno social asfixiantemente alienado. El de la soledad, la
inseguridad, la mutilación emocional y la depresión. En una vida
absurdamente exigente e insoportable. La búsqueda razonable de
salidas, cuando ella se da bajo el régimen de ausencia de conciencia
de clase, conduce con seguridad a caminos torcidos. Las drogas son
uno de ellos. Y son quizás la expresión más dura del autocastigo e
introversión, ya que la anhelada “salida” termina con las peores
condiciones volviendo a nosotr@s mism@s y a nuestros problemas.
En otras palabras, no respondemos a la violencia que nos inflige la
sociedad de clases con violencia liberadora, sino con violencia dirigida
a nosotr@s mism@s. Por eso, como revolucionari@s, combatimos las
drogas ya que son un suplemento para imponer la parálisis social,
pero también un ataque directo a la parte más vibrante de la sociedad,
la juventud.
Decíamos antes que en este barrio ya no cabemos tod@s. Y con

esto nos referimos no solo a la mafia, sino también al gansterismo
donde y como se exprese. Ya sea con un manto político, o apolítico
y crudo. La lucha por Exarcheia, incluso si necesitamos llegar a un

conflicto armado, no se trata estrictamente de los medios de lucha,
sino del contenido que representan. La batalla de Exarcheia es una
batalla de civilizaciones por la sencilla razón de que no se trata de dos
bandas enfrentadas, sino de dos mundos completos. Por un lado, el
mundo de l@s paraestatales y de la podredumbre, y por otro, nuestro
propio mundo: el de la esperanza, de la solidaridad y de la lucha. Pero
la formación de nuestro propio campo de batalla no se logra solo
mediante llamadas declarativas a la batalla, sino mediante la educación
y la conformidad con los estándares culturales del nuevo mundo
que representamos. Por eso la batalla de Exarcheia es una batalla
tanto contra el capital y su mafia, como contra la erosión interna
del movimiento. En contra de la cultura de la droga, la indisciplina,
lo antisocial y la violencia por la violencia. De lo contrario, estamos
condenad@s a perder esta lucha o, peor aún, a convertirnos nosotr@s
mism@s en parte del problema.
Es un hecho que cuando algo no está definido, en algún momento, se

expandirá tanto que eventualmente te abrumará. Se extenderá como
el cáncer. Así también en el caso de Exarcheia, donde el carácter por lo
demás romántico del barrio, que a lo largo del tiempo abrazaba a l@s
marginad@s, l@s incompatibles y l@s parias, hoy resulta ser erróneo.
No porque estas personas no deban ser abrazadas, sino porque deben
integrarse con las reglas fundamentales de la solidaridad social. Aceptar
la ofrenda, pero también corresponderla, demostrando en la práctica
que la solidaridad no es la puerta trasera del caos y del canibalismo,
sino el epítome de la madurez social, a través de su capacidad para
autoestablecerse y funcionar en armonía. La solidaridad social es,
por tanto, una cuestión de responsabilidad y no simplemente de
tolerancia.
En particular, cuando se trata de elementos criminales, cuya gestión

no está regulada por una mano invisible, sino por nuestra capacidad
para mantener al menos un equilibrio de poder. Supervisarlos,
imponerles y recordarles que se encuentran en un entorno hostil. De
lo contrario, los mafiosos y los gánsteres se sentirán seguros y fuertes,

impondrán su hegemonía y nos liquidarán. Por eso, frente a las
incomprensibles teorías de tolerancia al estilo de “Exarcheia siempre
ha sido así”, decimos que quienes las invocan pertenecen a las fuerzas
conservadoras, es decir, a quienes perpetúan el estado decadente
del barrio con su actitud. Así que, a partir de ahora, también serán
considerados parte del problema.
Exarcheia es uno de los barrios con mayor carga política de Europa.

Allí se han dado feroces batallas, compañer@s han sido asesinad@s
por la policía, se han iniciado revueltas, han nacido movimientos e
ideas. La imagen de este barrio ahora entregado a la decadencia de las
drogas, al entretenimiento falso y al vandalismo es una imagen triste.
Sin embargo, debemos admitir que también refleja los problemas
estructurales, organizativos e ideológicos de nuestro movimiento. En
nombre de una “resistencia” latente, que equipara las condiciones de
formación del frente proletario —a nivel ético y de relaciones— con
las condiciones que combatimos al mundo burgués, olvidamos que no
se responde a la barbarie con caricias. Entonces, cuando nuestras ideas
sobre las relaciones sociales se convierten en una ideología, y no en un
conflicto constante para protegerlas, entonces se generan vacíos, y en
nuestro propio “contrapoder” encuentran espacio para asentarse los
poderes del enemigo. Todo se juzga por las correlaciones materiales
reales y no por nuestras visiones abstractas. El “contrapoder” por
tanto, para poder sobrevivir en el medio urbano donde se desarrolla y
convencer de que consiste en una propuesta realista de organización
social, tendrá que ejercer poder sobre sus enemigos. De lo contrario,
está condenado a estrellarse. Por otro lado, el vago concepto de
tolerancia, que permite a que los elementos antisociales operen sin ser
molestados en el vecindario de Exarcheia, plantea algunas preguntas
básicas. ¿Por qué (deberíamos) ser tolerantes con cualquiera que hace
uso de su condición étnica o supuesta política (del inmigrante o del
“anarquista”) como coartada para cometer violencia antisocial, y
no somos tolerantes con la comunidad local que protesta con razón
contra ell@s? ¿Por qué los primeros son clasificados como fuerzas
amigas y los segundos como pequeñoburgueses y fascistas? ¿A quiénes

nos dirigimos y quiénes son nuestr@s aliad@s? Así que aquí es donde
entramos en las profundidades del carácter histórico del movimiento,
sus distorsiones con respecto a la lucha de clases y su papel dentro de
ella.
La tolerancia, entonces, no es un bono de contribución gratuita al

que se le puede asignar un precio a voluntad. Tiene un alto precio.
El precio de la responsabilidad. Y ante el riesgo de marginarnos en
nuestro propio barrio, de hundirnos moral y políticamente, de no
poder defender nuestro espacio vital y de perder la credibilidad de
una propuesta política responsable con la sociedad, decimos que esa
responsabilidad nos corresponde. A cualquier costo.
Entonces, ¿cómo defendemos realmente la autoorganización en el

vecindario de Exarcheia, y sobre todo cuando estamos amenazados?
Desde luego, no simplemente invocándola como una forma abstracta,
o como una estructura que no se comunica en ninguna parte con
el mundo exterior. La autoorganización significa la forma (y no el
contenido) sobre la cual organizamos nuestras fuerzas. Significa que
tenemos la posibilidad, con nuestras propias herramientas políticas
y empíricas, de formar el campo proletario organizado contra la
burguesía. Sindicatos, asambleas, comités, okupaciones, grupos
armados, etc., son la expresión material de la autoorganización, son
nuestras propias armas contra el Estado burgués y sus instituciones.
Y precisamente porque la autoorganización no significa islotes y
comunidades de libertad, sino puntos de fermentación, vigilancia y
avalancha de fuerzas proletarias, necesitamos protegerla. Tanto del
reformismo como del enemigo de clase.
Las milicias como forma de autoorganización, donde y cuando

aparecieron como una necesidad, defendieron las conquistas
colectivas, pero también el derecho del pueblo y del movimiento a
contrarrestar la violencia de l@s capitalistas y de quienes les sirven.
Contra la policía, el ejército, l@s fascistas y todo tipo de paraestatales.
L@s milician@s siempre han sido entrañas de las entrañas del pueblo
y del movimiento, porque servían a sus necesidades y expresaban su
planificación colectiva. Porque eran guardias y castigador@s. Porque
constituían la respuesta práctica a la pregunta de cómo nuestras
luchas serán resguardadas de la violencia de l@s patron@s, y cómo nos
defenderemos de la amenaza de derramamiento de sangre. Porque,
al fin y al cabo, expresaron la aceptación práctica de la violencia,
como condición necesaria en el devenir de la lucha de clases y de los
inevitables obstáculos que ella encuentra cuando se lleva a cabo en
términos verdaderamente revolucionarios.
Hoy en Exarcheia, aunque estamos en un espacio y tiempo

completamente diferente al que dio origen a l@s milician@s del
siglo pasado, nos encontramos con los mismos problemas que se
encontraron nuestros antepasados. Cuestiones de organización y de
defensa de la lucha contra la violencia del enemigo de clase. Aunque
no sea prudente hacer simplificaciones e imitaciones automáticas,
nos vemos obligad@s a releer la historia, estudiar las razones que
dieron origen a las guardias armadas y aprender de ellas. Así que aquí,
estamos hablando principalmente del contenido y en segundo lugar
de la forma. Y esto porque el contenido es común y atañe a la eterna
necesidad existencial del movimiento de defenderse. Qué forma
tomará finalmente esa defensa hoy, dada la violencia requerida, por
un lado, y las correlaciones actuales particulares por otro lado, está
dentro de la jurisdicción del movimiento para analizar.
Por lo tanto, en el contexto de esta necesidad, de encontrar respuestas

a las cuestiones de defensa del pueblo y del movimiento, incluimos
también la justa ejecución de Habibi. Impulsad@s por la imperiosa
necesidad de no seguir viendo con apatía la destrucción de Exarcheia,
de no inclinar más la cabeza ante la violencia que recibimos de los
maleantes que operan en la zona, sino también de abrir con madurez
la discusión sobre los medios de lucha que las circunstancias requieren,
tomamos esta decisión. Esta elección nuestra está dialécticamente
ligada a las movilizaciones que vienen dándose en los últimos meses
en Exarcheia contra las mafias y el canibalismo social en general.

Nosotr@s, valorando positivamente estas movilizaciones, queríamos
contribuir a ellas en nuestros propios términos. Porque, ante todo, lo
que importa es la unidad bajo un objetivo común e imperativo y no
las identificaciones ideológicas. Porque la mafia nos ha declarado la
guerra y no tenemos más tiempo que perder. De lo contrario, tod@s
enarbolarán la bandera de su pureza ideológica, al mismo tiempo que
en Exarcheia nos convertiremos en una minoría indefensa. Así que
cada un@ haga su propia elección. O con el movimiento y su historia
o solo en compañía de sus delirios ideológicos.
O NOSOTR@S O ELL@S.
SOLUCIÓN MEDIA NO EXISTE
GRUPOS DE MILICIAS ARMADAS

PRÁCTICAS ANTISOCIALES Y VIOLENCIA DEL ANTI-MOVIMIENTO
Autoorganización social y solidaridad de clase13
Los ataques de canibalismo social obviamente no son un fenómeno

que exista solo en la zona de Exarcheia. Estas prácticas son parte
integral de la crisis social que en los últimos años se ha intensificado
cada vez más junto con la descomposición del capitalismo. La ausencia
de estructuras de solidaridad de clase y de organización política de l@s
oprimid@s en los barrios, la imposibilidad de construir un Frente de
Lucha de clase que inocule a la sociedad una visión revolucionaria
ofreciendo salidas a la crisis, crean brechas sociales y políticas.
Y es conocido que en la política como en la naturaleza no hay

brechas
La zona de Exarcheia debería ser un ejemplo a seguir de barrio libertario

y un ejemplo de autoorganización social y de clase para el resto de los
barrios. En cambio, este barrio en particular, especialmente durante
el período de crisis, se convirtió en un barrio donde se desarrollaron
y generalizaron fenómenos antisociales y reaccionarios, hecho que los
periodistas amarillistas no dejaron de aprovechar para difamar en su
conjunto, a través de este barrio, la lucha del movimiento anarquista.
Sin embargo, es un hecho real que en gran medida el destino de este
barrio está ligado a las reivindicaciones y luchas sociales de esta tierra.
Exarcheia fue un lugar de resistencia a la Ocupación Nazi, un campo
de lucha contra la Junta de los Coroneles y sigue siendo un lugar
para la parte más dinámica de la sociedad que se rebela contra los
asesinatos de jóvenes y manifestantes desobedientes, es un campo de
la expresión más prometedora de la solidaridad de clase. Así, la imagen
del barrio de Exarcheia no puede ser más que un reflejo de la imagen
actual del movimiento. Exarcheia como espacio de imaginación,
politización y socialización debe ser capaz de desafiar y ganar tanto en
la forma (haciendo viable el barrio para sus habitantes en un inicio),
post/1563970/ [N. del E.]
como en el contenido (cultural, social), a las relaciones de poder

capitalistas aplicando relaciones y estructuras antiautoritarias. No,
por supuesto, haciendo de la zona una isla de “libertad” alternativa,
sino construyendo un modelo de barrio de resistencia contra la guerra
que nos declara la troika, pero también contra el sistema político
y económico interno cómplice del genocidio contra la sociedad
invernante. Sin embargo, para servir adecuadamente a nuestros planes
estratégicos, debemos igualmente proteger de manera adecuada y
victoriosa los objetivos tácticos intermedios de la lucha, ya que para
nosotr@s es más que obvio que un movimiento sin principios es un
movimiento sin contenido político y, por supuesto, viceversa. La
lucha contra las narcomafias, la represión estatal y el canibalismo
social resume la táctica de nuestra asamblea al definir estos conceptos
no como algo fragmentado entre sí, sino como parte de una estrategia
unificada del Estado y el capital hacia l@s que resisten. Por eso
mismo, no podíamos quedarnos callad@s ante los fenómenos de
canibalismo social ya que sus consecuencias tanto en nuestro barrio,
como en las líneas del movimiento son decisivas. La apatía ante estos
incidentes, como algunos de los que se señalan a continuación, no
significa neutralidad, sino complicidad en el monopolio de ejercer e
imponer consideraciones y comportamientos autoritarios. Los cuales,
si prevalecen, cambiarán estructuralmente tanto el contenido como la
esencia de la lucha de liberación. Está claro que las responsabilidades
son colectivas, de tod@s nosotr@s, tanto de colectivos organizados
como de compañer@s individuales, y si optamos por enfrentarlas
estaremos frente a patologías estructurales y brechas que han dado
lugar al desarrollo de la gangrena dentro del movimiento. Porque la
formación del movimiento hoy es deber y misión histórica de quienes
luchan por cambiar el mundo.
Palizas por la zona
La ley de la selva impera en una zona donde, durante los últimos

años, el libertarianismo y la tolerancia “están en su lecho de muerte en
urgencias”. La ley del más apto y más fuerte está fundamentalmente
en desacuerdo con los principios y valores que defendemos como

Asamblea por la reapropiación de Exarcheia. Las palizas a las personas
por mirar de reojo o por haber tomado dos copas de más, a menudo
terminan en un derramamiento de sangre, siendo como último ejemplo
el incidente en la panadería “Las mazorcas” [τα Στάχυα] donde un
grupo de jóvenes terminó en el hospital con los dientes rotos porque
algunas personas del grupo tuvieron la desgracia de coquetear fuera
de la tienda. Ataques de canibalismo social, como el incendio de una
tienda de ropa en la calle Themistokleous [Θεμιστοκλέους], que llevó
a la ruina financiera de una familia. Hurtos14 en la zona más amplia
por personas que legitiman su presencia en el barrio con saludos en
la plaza. Personas, que a veces participan en huelgas y movilizaciones,
trafican cantidades importantes de estupefacientes. Palizas a vecin@s
del barrio y a compañer@s en la calle Tsamadou [Τσαμαδού] con
motivo del incendio de un coche de la Policía de Tránsito. Gente
con un posgrado en el canibalismo social y una tesis en el sapeo que
esconden sus vergonzosos antecedentes penales antisociales y se lanzan
como “jóvenes salvajes”.
La violencia en las manifestaciones
Los ataques a bancos, embajadas, oficinas de la Hacienda, objetivos

policiales, coexisten a menudo con daños en semáforos, paradas de
autobús, palizas a trabajador@s en comercios, ataques a compañer@s
que reaccionan verbalmente ante estos fenómenos de degeneración
y difamación de la violencia insurreccional-revolucionaria. Así el
contenido y la dinámica de un banco quemado o de un Ministerio
hecho pedazos, se descontextualiza cuando se da al mismo tiempo
con acciones apolíticas, vacías de contenido antiestatal-anticapitalista.
La elección del estallido fácil, sin pretender conectar la violencia con
el contenido y los fines de la lucha de clases, no constituye violencia
política.
14 Hurtos, robos y atracos de mochilas, bolsos y billeteras a personas en la calle. [N. del T.]
Instituciones universitarias
En la ocupación de la Facultad de Derecho (durante la huelga de

hambre de l@s pres@s polític@s) se desarrollaron y prevalecieron,
que finalmente fueron justificados por algun@s, muchos incidentes
de canibalismo social y violencia apolítica. Invasión a la Cafetería
Autogestionada de la Facultad de Derecho y robo del dinero que
había dentro, allanamiento del local de la Radio Tensión, vandalismo
de locales de colectivos izquierdistas, ataques a personas que
acudieron a informarse sobre los avances de la huelga de hambre,
que l@s okupas l@s juzgaron simplemente como “sospechos@s”.
Unos meses después, de ser un lugar de acogida para las demandas
de cada generación, la Politécnica pasó a ser una, sólo en apariencia,
estructura de solidaridad de clase para l@s refugiad@s. La búsqueda
de convertir un espacio dentro de la Politécnica, como el del edificio
Gini15 [Γκίνη], en un minifundio de un@s poc@s, un espacio que
pertenece a todo el movimiento y que fue “ganado” con la sangre
de much@s miles, fue un acto autoritario de imposición contra el
movimiento y su gente. Utilizar la solidaridad de l@s refugiad@s
como vehículo para justificar comportamientos antisociales y contra
el movimiento es un método para imponer una mezcla de conceptos
elitistas y prácticas apolíticas pequeñoburguesas-autoritarias.
Keratsini [Κερατσίνι]16
La memoria del antifascista Pavlos Fyssas no se honra con

intervenciones antisociales de contenido autoritario contra pequeños
comerciantes de la zona. En otras palabras, contra un objetivo que es
potencialmente un aliado nuestro. La memoria no es basura. Honrar
la memoria de un luchador perdido exige mayores deberes, de lo
contrario, una caída en el descrédito y la confusión puede resultar
15 Edificio dentro del recinto de la emblemática Escuela Politécnica de Atenas que ha
servido durante décadas como punto de encuentro y de asambleas para muchos colectivos
anarquistas. [N. del T.]
16 Barrio del oeste de Atenas. [N. del T.]
contraproducente.
Monumentos, cabinas de teléfonos, paradas rotas y trolebuses

quemados en la calle Patision [Πατησίων]
En el momento en que la sociedad sigue sufriendo del empobrecimiento

más prolongado e intenso de las últimas décadas, las capas proletarias
ocupan el campo geográfico y de clase dentro de la metrópolis
que está determinado únicamente por sus limitadas capacidades
materiales. Así, el transporte público, la comunicación, la espera en la
metrópolis es una relación concreta dentro de un entorno capitalista
estrictamente estructurado. Los ataques contra tales estructuras
que en condiciones de crisis capitalista albergan las necesidades del
proletariado multinacional, naturalmente, no se perciben como
acciones antiestatales, no porque l@s proletari@s sean estúpid@s, sino
porque l@s sujetos no hacen ningún esfuerzo por ello. Por otro lado,
acciones como el sabotaje de las máquinas de validación de los pasajes
de las estaciones son aceptadas por la gente tal como son. Como
acciones de solidaridad con l@s que no tienen para pagar el precio.
Con esta acción el movimiento abraza al pueblo y sus problemas,
mientras que en el primer caso estas acciones funcionan más como
una carga en el proceso de explotación de ell@s y de su tiempo robado
por sus jefes.
Destruyen monumentos y estatuas en espacios públicos, por

supuesto, no con el objetivo y la meta de, aunque sea simbólicamente,
deconstruir cualquier simbolismo sociopolítico potencialmente
reaccionario (de todos modos, dichos “detalles” ni los conocen
ni les importan), sino impulsados por un estilo de vida, apolítico,
acomodado y ciertamente destructivo. La “víctima” más reciente de
l@s históricamente analfabet@s y de su pretenciosa rabia, fue el busto
de Lela Karagianni, una mujer de ideas por lo demás conservadoras,
que, sin embargo, no hay que olvidar, fue detenida por una acción
de resistencia junto con cinco de sus hijos y fue más tarde asesinada
mediante horribles torturas en el infierno de la calle Merlin [Μέρλιν],
negándose a cooperar con los nazis.
Emboscadas a miembr@s de la izquierda extraparlamentaria y del

movimiento anticapitalista en general
Los ataques a organizaciones y miembr@s del movimiento

anticapitalista más amplio por parte de individu@s apolític@s
(traficantes de drogas, hooligans) en nombre de la anarquía, son
una derivación de las relaciones sociales y políticas que se forman
sin criterios dentro del movimiento (morales, de valores) y del
estilo de vida de la violencia pequeño burguesa que ha vencido la
personalidad del luchador que se construye con esfuerzo y sacrificio.
El conflicto (ideológico, material) con sectores de izquierda es
asunto exclusivo de l@s compañer@s organizad@s en asambleas,
organizaciones, sindicatos de base, grupos políticos. Uno puede
preguntarse razonablemente: ¿es decir, l@s individu@s dentro del
ámbito político de la anarquía no tienen derecho a enfrentarse con las
fuerzas de izquierda si sienten que su integridad física o sus derechos
políticos están amenazados en un momento dado? Por supuesto que
tienen. Les basta con tener tanto el coraje político como la estatura
moral para participar en tal conflicto. Cuando sus motivos están
podridos, porque no son luchador@s populares sino seguidor@s de la
violencia y del linchamiento, entonces sus resultados corresponderán
a sus acciones. El conflicto entre tendencias ideológicas y corrientes
políticas si se realiza en términos de violencia al estilo futbolera y
prácticas mafiosas (por ejemplo, emboscadas) despolitiza el contenido
del conflicto y desdibuja la lucha social y de clases, desacreditándola.
Conclusiones
Sería antidialéctico y falso concluir que mientras todo se mueve sin

problemas dentro del movimiento, ciertos grupos se están moviendo
fuera del plan. Lo cierto es que, durante todos estos años, salvo algunas
notables iniciativas de compañeros y compañeras, no se preparó
ninguna estrategia común de lucha teniendo como vehículo el barrio
de Exarcheia. Así que no había un plan común. Sin embargo, este

hallazgo, si se deja como está, sin mayor elaboración, constituirá una
coartada para conductas feas y antisociales que ocurrieron en la zona.
Porque el papel del luchador y luchadora anarquista y comunista
es, aun cuando todo muestre lo contrario, ser una brújula para sus
compañer@s, el movimiento y la sociedad. Luchar por su barrio,
enfrentarse con l@s poderos@s y luchar por la Revolución Social. La
conclusión de que no hubo un plan colectivo, aunque es cierto, es a
menudo una excusa, por un lado, para lavar los deslices individuales y
colectivos en el canibalismo y en los conflictos y, por otro lado, para
ocultar otro hecho. Es decir, que este tipo de conductas, en nombre
de la lucha y la anarquía, fue y sigue siendo una de las principales
causas de la desintegración y fragmentación del sujeto colectivo de
resistencia. La reproducción del canibalismo social a través de ataques
violentos e injustificables contrarresta el esfuerzo por empoderar al
movimiento anarquista, siembra la desilusión y crea confusión sobre
nuestras metas y aspiraciones.
Frente a la violencia “pacífica” institucionalizada de la relación

capital-trabajo, fundamento de la sociedad de clases, consideramos
la contraviolencia como una forma de recuperar momentos de poder
en el presente por, para y con l@s oprimid@s. La resistencia crea
nuevas relaciones entre las personas. También se están formando
nuevas reivindicaciones. La resistencia misma y no la violencia
aislada es el motor de la Historia. Desde una huelga en el lugar
de trabajo hasta la lucha armada, el mismísimo hecho de la lucha
marca la diferencia. Porque si estamos de acuerdo en que la esencia
del proyecto revolucionario radica en el desarrollo de una liberación
de posibilidades para la emancipación humana, entonces creeremos
que el primer paso contra la individualización y el canibalismo es
la creación por diversos medios de vínculos tangibles de solidaridad.
Porque romper el aislamiento creando estos lazos de solidaridad es el
inicio de un compromiso. De un activismo que no es un “anti” sino
que es “por” la vida y la alegría.
Hoy en Exarcheia, mañana en todos los barrios.
Asamblea por la reapropiación de Exarcheia
Colectivo Anarquista del barrio de Nea Filadelfeia

[Νέας Φιλαδέλφειας]
Colectivo Anarquista Omicron 72
Colectivo Anarquista Vogliamo Tutto e Per Tutti
Colectivo Anarquista Rouvikonas
Anarquistas del barrio de Galatsi [Γαλάτσι]
Parque Autogestionado de Navarinou
Mansión Okupada de Kouvelou [Κούβελου]
Okupación de Lela Karagianni 37
Centro Social Okupado K*Vox
Línea Roja-Grupo Laboral de Contraataque
Asamblea de anarquistas-comunistas para el contraataque de

clase contra la UE
Compañeras y compañeros
Octubre 2016
EXARCHEIA:
LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS SIGUE17
El jueves 27/10/2016, un grupo de compañer@s expulsó de la

plaza de Exarcheia al jefe de una banda de narcotraficantes recién
llegada. L@s integrantes de esta particular banda aparecieron hace
aproximadamente un mes en la zona, tratando de llenar el vacío
dejado por la fuerza “predecesora” del narcotráfico: la mafia albanesa.
Estas personas, que se autodenominan como “locos”18, provienen de
la isla de Quíos [Χίος], donde fueron pioneros en el tráfico de drogas,
robos y palizas. Sin embargo, tras las detenciones de sus integrantes
y las presiones que recibieron por parte de las autoridades, se vieron
obligados a reubicarse, trasladando sus actividades —dónde si no— a
la “viña desatendida” de Exarcheia.
Las patrullas realizadas por l@s compañer@s en el período anterior

dieron como resultado la identificación de los responsables y sus
métodos de narcotráfico. Nuestra elección inicial fue advertirles,
enviándoles un claro mensaje amenazante, para que abandonaran
la zona sin recurrir a la violencia. De hecho, unos 40 compañer@s,
unos días antes del 27/10, dejaron claro en todos los tonos que el
narcotráfico está prohibido y que quien venda droga será castigado.
Sin embargo, la respuesta recibida fue que ellos no tienen nada que
ver con todo esto y que son simples visitantes de la zona.
No sabemos si fue su estupidez o su audacia lo que les hizo pensar

que nos engañarían y continuarían con el narcotráfico sin trabas. Ese
es su problema. Desde el momento en que se comprobó que estas
personas seguían ejerciendo el comercio, el ataque contra ellas se hizo
imperativo. No somos devot@s de la violencia, pero tampoco estamos
obligad@s a tolerar a todo lumpen advenedizo, que intente convertir
la plaza Exarcheia en su rinconcito. Avisamos solo una vez. Y si los
post/1564972/ [N. del E.]
18 En castellano en el original. [N. del E.]
narcotraficantes no cumplen, serán castigados.
Así, por la tarde del 27/10, un grupo de compañer@s invadió la plaza

de Exarcheia, sorprendiendo a la banda y golpeando a su líder. Era él
quien se hacía pasar por un despistado asiduo de la zona. Al continuar
vendiendo drogas después de nuestras advertencias, llegamos a la
conclusión de que, de hecho, era un “despistado”. Pero ahora ha
aprendido la lección. Aprendió que las fuerzas del movimiento vigilan
la zona e intervienen activamente contra los narcotraficantes. Así que
lo decimos nuevamente para que quede claro en todos los sentidos:
estamos dispuest@s a hacer todo, para que la podredumbre no se
propague en nuestro barrio, para que no se convierta en un gueto
decadente. Todo.
Posteriormente, el viernes 04/11/2016, otro narcotraficante de esta

banda específica fue expulsado de la plaza de Exarcheia. El sujeto
vendía droga en compañía de su perro pitbull, aparentemente para
protegerlo de bandas rivales y de las fuerzas del movimiento. Este
individuo, al ver que l@s compañer@s cargaban contra él, usó su
pitbull como arma, lo que provocó heridas leves a un compañero.
Nuestra elección, por supuesto, de no lastimar a su perro indefenso,
no significó lo mismo para él.
Para concluir. Hay dos lados en el barrio de Exarcheia. Uno de la lucha

y la perspectiva revolucionaria organizada y el otro del narcotráfico y
del hampa. Narcotraficantes con sus perros, pandilleros, presuntos
rebeldes y matones. Para aquell@s que todavía están sorprendidos o
pretenden ignorar lo que está sucediendo en Exarcheia, les decimos
que esta lucha es una lucha contra la brutalidad capitalista. Es
una lucha por no alterar nuestro carácter político e histórico, para
no permanecer ajenos al intento del capital de cargarnos con sus
escombros. Y en esta lucha es necesaria la alerta política y organizativa,
así como desarraigarse de las inflexibilidades intertemporales que
contribuyeron al derrumbe de Exarcheia. Y en esta lucha llamamos,
una vez más, a todas las fuerzas del movimiento y del barrio. Solo
junt@s podemos aplastar a los mafiosos y a quienes les sirven, solo

junt@s podemos construir un vecindario a la altura de los estándares
del mundo que imaginamos.
O NOSOTR@S O ELL@S.
SOLUCIÓN MEDIA NO EXISTE
compañeros-compañeras
EN EXARCHEIA LA LUCHA CONTRA LA MAFIA,
EL TRÁFICO DE DROGAS Y EL CANIBALISMO SOCIAL CONTINÚA...
¡Y VENCERÁ!19
En Exarcheia, las mafias de la droga, bajo la protección de la policía,

intentan convertir la zona en un mercado de drogas e imponer, en
el barrio y en sus calles, la ley del fuerte y el miedo. Recientemente,
y mientras se desarrolla una lucha multifacética y de largo plazo
por su erradicación, se han llevado a cabo una serie de ataques con
palizas y amenazas armadas a clientes, residentes y activistas en las
calles aledañas al mercado de drogas que han instalado en las calles
Mesolongiu [Μεσολογγίου] y Manis [Μάνης], a pocos metros
de donde Alexandros Grigoropoulos fue asesinado por policías,
persiguiendo a anarquistas, okupas y al mundo de la lucha en general.
Estos ataques no son incidentes aleatorios o aislados, sino que forman
parte de las actividades estratégicas tanto de las propias mafias como
del Estado para consolidar su dominio en la zona.
Exarcheia constituye tradicionalmente un barrio que se identifica con

el desarrollo de cuestionamientos y resistencias políticas y sociales,
con multitud de proyectos políticos, sociales, de clase y estructuras
de autoorganización. El objetivo de la estrategia represiva del Estado
en general es calumniar y demonizar el espacio abierto, público
y libre que está conformado por el cuestionamiento práctico y la
limitación del control estatal en la zona y, en definitiva, un golpe
ejemplar a l@s activistas, al movimiento y sus estructuras. El terreno
social que no está completamente controlado por el Estado tiene
características liberadoras en la medida en que los imperativos de la
autoorganización social, de la solidaridad de clase y de la subversión
total se fundamentan y ganan influencia social en competencia con
los valores y relaciones dominantes del capitalismo y el Estado.
Hoy, las mafias de la droga y los fenómenos de canibalismo social,
pretenden ocupar este territorio para el servicio sin trabas de sus

post/1583685/ [N. del E.]
propósitos egoístas: dinero y poder en la zona. Los capos de la droga

son el brazo largo del Estado en Exarcheia ya que tanto ellos como
la cultura que trae consigo la prevalencia del tráfico de drogas en un
área, se desarrollan directamente, con beligerancia, al movimiento
antagónico y sus valores. Así, son una fuerza valiosa y útil para el
Estado, que aparece como guardián de la legalidad y, con la ayuda
de los medios de comunicación, denuncia la “ausencia de la ley”
que impera en Exarcheia apuntando a quienes luchan desde abajo
contra las mafias de la droga, mientras que al mismo tiempo encubre,
controla y utiliza el narcotráfico para realizar sus fines.
El narcotráfico también es un gran negocio cuyas enormes ganancias,

después de lavarse primero a través de varios negocios de fachada,
regresan a los bolsillos de los jefes de la mafia y a la economía normal.
El Estado actúa como regulador en la relación entre los mafiosos y
sus negocios, protegiendo el flujo y la acumulación de sus cuantiosas
ganancias. En cualquier caso, se sabe que el Estado nunca plantea
problemas morales o legales en el funcionamiento de la economía del
mercado libre, por el contrario, le sirve y se entrelaza con todo tipo
de empresari@s.
Operando de esta forma, es decir, como negocio, los traficantes de

drogas de Exarcheia comenzaron hace mucho tiempo a expandir
sus actividades, a adquirir nuevos puestos y arraigo en la zona.
Sin embargo, sus movimientos no están libres de obstáculos. L@s
compañer@s llevan años dando una lucha multifacética no solo
contra las mafias locales, sino también contra la prevalencia de todas
las formas de canibalismo social. Los narcotraficantes, sintiéndose
apretados20 o simplemente porque quieren hacer su trabajo sin
interrupción, optaron en el último mes por dar un paso más. En las
últimas semanas algun@s de ell@s han llevado a cabo una serie de
ataques, amenazas armadas y palizas contra compañer@s, visitantes
frecuentes, trabajador@s y transeúntes del barrio. Estos ataques casi
20 Se refieren a que l@s compañer@s les siguen de cerca. [N. del T.]
siempre iban acompañados de preguntas como “¿eres anarquista?”,

“¿participas en okupaciones?”, etc. En otras palabras, apuntaban
explícitamente a todo el movimiento.
Ante las amenazas, la respuesta es que no callamos, no tenemos miedo.

Contra los ataques, la respuesta es que cualquier mano levantada a
un compañero o compañera será cortada. La pregunta surge en el
momento preciso. O ell@s o nosotr@s. O el movimiento defenderá
sus formas y estructuras propias de organización social, de clase y
política, o retrocederá ante las amenazas. Exarcheia será un campo de
lucha, autoorganización y solidaridad, o prevalecerá el canibalismo
social, las mafias y finalmente el Estado. La pregunta está aquí y
debemos responderla desde la perspectiva del movimiento social,
tod@s junt@s, con el barrio de nuestro lado.
Contra las mafias de la droga, la represión estatal y el canibalismo

social... lucha continúa por un Exarcheia de autoorganización social,
de solidaridad de clase y de resistencia militante.
CONCENTRACIÓN-MANIFESTACIÓN
POR EL BARRIO DE EXARCHEIA
SÁBADO 10 DE FEBRERO DE 2018,
ESQUINA DE LAS CALLES DE MESOLONGIU Y MANIS,
18:00 HORAS.
Asamblea por la
reapropiación de Exarcheia
POSICIONAMIENTO POLÍTICO SOBRE
LOS HECHOS OCURRIDOS EN LA CALLE ARACHOVIS21
Los hechos
Los días 12 y 13 de junio se produjeron en Exarcheia una serie de

hechos que vienen a crear una nueva condición respecto a quién actúa,
resiste, colectiviza, crea o vigila la zona. El 12/06, aproximadamente
a las diez de la noche, un grupo de treinta sujetos, encapuchados,
formado entre otros por matones locales, ex anarquistas, algunos
políticos kurdos y matones comunes, invadió la okupación de
Arachovis 44 (SingleMen22) y después de humillar, golpear y robar
a sus residentes, los desalojó del edificio, declarando claramente su
intención de traer familias de refugiad@s kurd@s a vivir en él. Los
matones presuntamente operaban en nombre de siete colectivos, a
los que nunca nombraron. Como justificación de la evacuación se
presentó la existencia de drogas, pero también dos hechos, cuya única
y exclusiva fuente fueron los medios de comunicación dominantes
(del canal televisivo SKAI y del diario “Kathimerini”), uno de los
cuales se refería a la violación de una niña por parte de un grupo
de inmigrantes argelinos y el segundo a la existencia de yihadistas
en el edificio. Además, se hicieron algunas referencias políticas a la
guerra civil de Siria con claras características racistas antiárabes. En el
edificio, hasta el momento de la evacuación, convivían unas sesenta
personas de doce países diferentes, entre refugiados y heridos de
guerra, enfermos de cáncer y ancianos, todos los cuales sin excepción
fueron arrojados a la calle. Por parte de los okupantes, se hizo una
declaración clara e inequívoca de que estaban en proceso de alejar a
los elementos problemáticos del edificio, mientras que ellos también
publicaron un texto en “Indymedia”, explicando su posición con
respecto a la situación. Por parte de los matones, que desalojaron la

post/1589068/ [N. del E.]
22 Era el nombre de esta okupa, que como se explica más adelante en el texto, estaba
compuesta exclusivamente por varones. [N. del T.]
okupación, se subió a indymedia una declaración vulgar.
La evacuación fue respondida de inmediato. Dos horas después,

cuarenta anarquistas arrancaron las puertas del edificio y echaron a
los matones, quienes se fueron sin ningún conflicto. Es significativo
que su número ya se había reducido a un pequeño grupo de seis o
siete individuos muy concretos. Inmediatamente después, un grupo
de residentes volvió al edificio y lo reokupó, para ser desalojado
nuevamente (después de que l@s solidari@s se habían marchado)
por los matones a las siete de la mañana, quienes mantuvieron
el edificio en su poder durante todo el día siguiente. En la noche
del 13/06, después de una asamblea masiva en la Politécnica, más
de 150 compañer@s volvieron a okupar (esta vez definitivamente)
el edificio, apoyando la decisión de una treintena de inmigrantes de
volver a la okupación. Los matones ya habían abandonado el edificio,
después de esfuerzos desesperados e infructuosos durante todo el
día para encontrar familias kurdas para albergar en él, con el fin de
“disfrazar” políticamente su movimiento. En el interior del edificio
se encontraron solas dos familias de refugiad@s afgan@s con niñ@s
pequeñ@s, que habían acabado de instalarse, sin que nadie les hubiera
informado de lo que realmente había sucedido. Tras un acuerdo, una
familia permaneció en el edificio mientras que la segunda se fue unas
horas más tarde, ya que necesitaban alojamiento solo para una noche.
El problema y sus parámetros
Comprender tanto los acontecimientos como los temas que crean

la compleja situación de los últimos días es sin duda difícil. Por lo
tanto, se requiere una pequeña y muy fragmentada descripción de los
procesos políticos que se están dando en Exarcheia en los últimos tres
años en torno al tema de la inmigración.
La okupa de la calle Arachovis 44, también conocida como Singlemen,

es solo una de las diez okupas de viviendas para inmigrantes que existen
en la zona y en las cuales se albergan más de mil personas. La oleada
de estas okupaciones comenzó casi automáticamente con la entrada

de miles de inmigrantes en Atenas en el verano de 2015 y fue llevada
a cabo por colectivos anarquistas y de izquierda, y principalmente,
por individuos. También trajo consigo una serie de objetivos, así
como problemáticas. Indicativamente, el intento de penetración de
las ONG, la actitud de Syriza (que desalojó algunas okupaciones y
apoyó claramente otras), los conflictos internos entre inmigrantes y
la guetización de Exarcheia son una serie de temas que preocuparon
y preocupan a l@s compañer@s que se ocuparon del asunto y que
requieren mucho más que un texto para ser descritos.
Otra cuestión preocupante, fue la actitud y práctica humanitaria de

gran parte de l@s solidari@s, despojada de características políticas.
De hecho, las personas que evacuaron la okupa de la calle Arachovis
se han interpuesto repetidamente en el camino de cualquier esfuerzo
que se haya realizado, para que el tema de la solidaridad comience
a tomar una dimensión más política. El voluntarismo cultivado,
combinado con el empobrecimiento de l@s inmigrantes, no podía
crear más que relaciones de dependencia. Con la salida de la gran
masa de solidari@s, que dejaron de tratar el tema cuando ya no era
relevante, se creó un gran vacío: las okupas ahora tenían poco apoyo.
Entonces comenzó a aparecer un nuevo sujeto: la figura del solidario
profesional, que no participa en las asambleas, realiza “jornadas”
de ocho horas diarias (principalmente vigilando los locales), vive,
se comporta y actúa dentro de las okupas con claras características
de trabajador asalariado, pero sin que sea visible en modo alguno si
es contratado y por quién. Estos individuos se ubican inicialmente
al lado, cerca o dentro del colectivo AK23. Ellos son las manos, los
matones. Ellos son los que desalojaron Arachovis 44.
Al mismo tiempo, con el nacimiento de toda una red de comunidades en

las okupaciones de inmigrantes, nacieron también sus contradicciones.
Una de ellas fue a menudo la incapacidad o la renuencia de las
23 Quienes escriben este texto acusan de los hechos a l@s militantes de Antiexousiastiki
Kinisi-AK, “Movimiento Antiautoritario”. [N. del E.]
familias a vivir con refugiados varones, que se encuentran allí sin

familia. Estos últimos, vale la pena señalar, están en gran parte
excluidos de las estructuras oficiales de refugiad@s, es relativamente
poco probable que obtengan papeles, mientras que en general reciben
la menor ayuda posible precisamente porque no pertenecen a los
llamados “grupos de población vulnerable”. Con estos datos, en
algún momento de 2016, las okupas de inmigrantes decidieron crear
una estructura exclusivamente para hombres sin familia, optando por
resolver el problema de esa manera. Así nació SingleMen. Al principio
acogió, en condiciones desfavorables, a 180 hombres que vivían unos
encima de otros. Su posición política (en los primeros años la mayoría
eran claramente sirios anti-régimen), la incapacidad de la sociedad
para percibir tal condición de vida, un racismo de fondo que culpaba
directamente a la okupación menos “digerible” de l@s inmigrantes,
el hecho de que ellos mismos desde el primer momento rompieron
las relaciones con las jerarquías formales e informales más fuertes
dentro de la red de okupaciones y claramente los comportamientos
muy problemáticos de algunos de los residentes de la okupa, que es
imposible no hubiesen nacido en tales condiciones, los llevó a ser
atacados por los medios de comunicación y, en consecuencia, por el
Estado y por l@s que finalmente le sirvieron de brazo largo, y todo
esto ocurre en una zona en la que, por la relativa ausencia de la policía
(por un lado por la intensa actividad del movimiento y por otro lado
por la elección política del Estado), se permite que se establezcan
mafias de todo tipo.
HSecurityTeam24
En los datos anteriores viene a añadirse un tercer dato. En Exarcheia,

en los últimos años, tiene lugar un conflicto serio entre el movimiento
anarquista y revolucionario más amplio y la mafia. Esta condición será
aprovechada por el grupo específico, que desalojó a SingleMen, para
formarse. Su acción nada tiene que ver con la guerra contra las mafias.
24 Literalmente, en inglés, “Equipo de seguridad”. [N. del E.]

Entre otras cosas, atacarán a la Okupa Gare, amenazarán con desalojar

—y ejecutar a algun@s de sus miembr@s— a la Okupa Kanigos
[Κάνιγγος] porque, según su comunicado, politiza a l@s inmigrantes,
expulsarán a l@s solidari@s de la Okupa Notara [Νοταρά], quienes
no estaban de acuerdo con la línea de AK y golpearán las últimas
ruedas de la carreta que comercia con cigarrillos ilegales destruyendo
su mercadería. Al mismo tiempo, l@s miembr@s de este grupo
organizarán qué inmigrantes montarán puestos en la plaza o venderán
protección en cafés y bares. Su relación con el resto de las acciones
del movimiento fue, es y será nula. Este grupo en particular, que en
la mayoría de los casos se denomina “SecurityTeam”, mientras que
a veces actúa en nombre de la coordinadora de las okupaciones o
ahora en nombre de “algunos” colectivos, lleva dos años vigilando
Exarcheia, haciendo el trabajo del gobierno25, de las ONG, de AK
y de la policía, lamentablemente se quedará impune hasta traspasar
todos los límites, como pasó en el caso de “SingleMen”.
Sin embargo, este grupo en particular son las manos. La cabeza está
en otra parte, y desde hace años tiene boca y habla: divide a l@s
anarquistas en “seri@s” y fanfarron@s, en sensat@s e incontrolables
—y de hecho en asimilables interlocutor@s del poder y activistas
sociales—. Reclama por su propio bien el papel de anarquista social
serio, convierte a su gente y estructuras en exhibiciones y espera
una recompensa de la espectacular transformación de Exarcheia en
un destino turístico alternativo. Le lame el hueso a la tolerancia del
Estado a todo tipo de “trabajos”, mete las manos en el dinero sucio de
las ONG, suprime, refina y debilita a todo lo que se sale de los límites.
Da la mano con el Estado para la gestión de la inmigración, para la
gestión de Exarcheia, para la gestión de la rebelión.
Unas palabras sobre el sujeto social de l@s inmigrantes
Para llegar al punto en que alguien llevaría a cabo tal acto, primero
25 Se refieren al gobierno de Syriza. [N. del T.]

tendría que “vestirlo” políticamente, ideológicamente. En el caso

de “SingleMen”, esta indumentaria política se hizo mediante
abstracciones: l@s inmigrantes/refugiad@s deben ser solo familias,
precisamente porque como tales suelen ser pacíficos y constantemente
manejables, son una imagen socialmente más aceptable, son más
fotogénicos en Facebook. Los problemas de las personas sin familia,
que no pueden trabajar en ningún lado, que están atrapadas, que
no saben ni el idioma, se dejan de lado precisamente porque son la
función más difícil.
Además, este acto crea una serie de preguntas. Si bien algo de lo que
se le atribuye a la okupación SingleMen es verdad que sucedió, surge
la pregunta de si existe una corresponsabilidad de todos los habitantes
de la okupación y si la imputación de responsabilidad colectiva es
una aplicación políticamente aceptable. Al mismo tiempo, también
se eliminó toda oportunidad de gestión autónoma de los problemas
por parte de los propios okupantes y de las estructuras sociales, ya que
según la declaración de uno de los matones: “no es posible no saber
quién entra y quién sale”.
Mostrar solidaridad hacia alguien depende directamente de su

actitud. La canonización del sujeto inmigrante es políticamente
inválida, estúpida y pasa por alto que l@s inmigrantes son sujetos
sociales con instintos, pasiones y deseos que a menudo están en
desacuerdo con nuestro propio sistema de valores, y ¿por qué no? Tales
fenómenos deben ser tratados. Sin embargo, en el caso del desalojo de
SingleMen, no pasó eso. En cambio, hemos tenido tal incriminación,
argumentación y actuación que llega al lado opuesto de la barricada.
Una cosa es entender que no tod@s l@s inmigrantes son herman@s,
de clase o no, y otra cosa es golpearles porque están empobrecid@s, y
eso emana por la condición de ser inmigrantes. En el segundo caso,
el acto adquiere características racistas por su naturaleza. Si a esto se
le suma el robo de dinero, teléfonos móviles y también documentos/
pasaportes, la comparación con las características cualitativas de
la acción de Amanecer Dorado en Agios Panteleimon26 [Άγιο

Παντελεήμονα] en inevitable.
Además, se pone sobre la mesa una cuestión más. Cuando aspiras a

jugar al policía, es decir, posicionarte como administrador, incluso
en alguna situación social limitada, existe la posibilidad de crear
situaciones peligrosas. El alojamiento instrumental de refugiad@s
kurd@s en la calle Arachovis, como lo llevaron a cabo los matones que
realizaron el desalojo —con el que el centro cultural kurdo no tenía
nada que ver—, combinado con su propia narrativa antiárabe, crea
una situación muy peligrosa dentro de las comunidades inmigrantes
e incluso la crea desde fuera, casi provocativamente.
Y una propuesta
Inicialmente, es un hecho que tod@s deben posicionarse por lo que

ha sucedido. Los colectivos del espacio anarquista/antiautoritario, las
estructuras de l@s militantes kurd@s, algun@s de cuy@s miembr@s
apoyaron el desalojo en su primera fase, el resto de okupas migrantes
y sus asambleas, así como miembr@s de colectivos anarquistas, que
también fueron vistos en la primera fase del desalojo.
En segundo lugar, la gente de “SingleMen” no debe volver a estar

sola. La reokupación del edificio se hizo por una masa formada por
los okupantes, individualidades y colectivos del espacio anarquista/
antiautoritario, y, por tanto, es responsabilidad común de tod@s
ell@s la autodefensa y vigilancia del espacio, así como comunicar los
valores de igualdad, autoorganización y solidaridad, para que no haya
ocasiones de que hechos similares vuelvan a ocurrir.
En tercer lugar, tales incidentes deben desaparecer. Tales sujetos y

tales actitudes no tienen cabida en Exarcheia. No deberían tener
espacio en ningún lado. Para que esto ocurra, esta milicia específica
26 Plaza en el centro de Atenas donde durante el apogeo del grupo fascista de Amanecer
Dorado se realizaron ataques y pogromos contra inmigrantes. [N. del T.]
debe ser disuelta.
Llamamos a una asamblea abierta el domingo 17/6 a las 21:00 en

el edificio de Gini (Escuela Politécnica) para la organización de una
manifestación en el barrio de Exarcheia.
Asamblea de colectivos y personas participantes en la

reokupación de la calle Arachovis 44
VIVE TU MITO EN EXARCHEIA27
El lunes 8 de octubre se realizó una asamblea dentro del edificio

Gini [Γκίνη] para organizar actos que respondieran al asesinato de
Zak Kostopoulos/Zackie Oh28. Al mismo tiempo que compañeras y
compañeros intentaban organizar su resistencia en un contexto de
canibalismo social generalizado, algun@s percibieron, en la explanada
de la Politécnica, una oportunidad de primera para robar una de las
decenas de motos de l@s solidari@s que había dentro del edificio.
Este momento, además de la evidente ironía trágica, condensa tantos

significados que un semiólogo podría escribir un libro entero. Pero no
somos semiólogos. Ni somos periodistas para simplemente transmitir
las noticias escandalosas, ni una oficina de prensa para expresar
nuestra condena. Somos anarquistas, por eso decidimos escribir un
texto público, para compartir nuestra percepción de los hechos, las
(principales) causas que los generan, así como nuestros proyectos
hacia ellos.
Este texto no consiste en una respuesta a l@s perpetrador@s de este

acto. La respuesta no puede ser otra que la decisión colectiva de las
personas que luchan por deshacerse de este tipo de comportamientos
de una vez por todas. No es una declaración completa sobre los
temas de la violencia y las contradicciones sociales. Tampoco puede
reemplazar una autocrítica integral que solo el movimiento como
cuerpo unificado (aunque heterogéneo) puede hacer por sí mismo.
Sin embargo, es una posición que ofrecemos al debate público, con el
objetivo de desmontar aquellos mitos que puede que den a luz, pero
ciertamente mantienen y reproducen tales fenómenos. Fenómenos
que consideramos que están basados en imaginarios incorrectos o
post/1592840/ [N. del E.]
28 Se refieren al asesinato de un activista griego-estadounidense que defendía los derechos
de las personas LGBTQIA+, las personas con VIH, las trabajadoras sexuales y las personas
refugiadas. Más información en: https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_Zak_
Kostopoulos [N. del E.]
distorsionados que algun@s proyectan sobre el espacio anarquista y

su entorno vital, el barrio de Exarcheia.
Y es que si bien es la primera vez que ocurre (o se registra) un incidente

de este tipo en la zona de la Politécnica, es imposible verlo fuera del
contexto general que se vive en la zona. Y si no se hace frente a la
situación generalizada del barrio, es imposible que esta sea la última
vez que ocurra un incidente de este tipo. Al fin y al cabo, mientras
se escribían estas líneas, todos los días nos informaban que, en los
alrededores de la Politécnica, personas eran apuñaladas, otras eran
asaltadas a punta de pistola, l@s transeúntes eran hostigad@s y l@s
compañer@s estaban en peligro.
Los mitos en torno a Exarcheia y l@s anarquistas han sido construidos

durante años por el Estado y se basan en la falta de capacidad o
voluntad de los propios sujetos que tienen el barrio como punto
de referencia para autodefinirse con claridad. Mitos que siempre
han existido de forma latente y ahora se alzan en un entorno de
dislocación social generalizada y por tanto contra el movimiento, que
nos hace impotentes para defender nuestra identidad. La recesión
de las luchas sociales y de clases, además de los problemas que crea
dentro del movimiento, también ha alterado en gran medida nuestras
características inherentes. Los de la militancia, de la solidaridad, y,
por tanto, de la fe en nuestras fuerzas. Habiendo interiorizado en gran
medida la derrota, hemos pasado de sujetos que intentan determinar
en la medida de lo posible la realidad que les rodea, a consumidor@s
pasiv@s y comentaristas de imágenes de violencia, sangre y muerte. El
hecho de que las personas que robaron a una compañera anarquista
tengan algún tipo de conexión con el espacio anarquista (cuya
extensión y profundidad necesita ser explorada) es la evidencia
tangible de nuestra derrota casi total como movimiento. No solo
somos incapaces de intervenir socialmente, levantar barricadas contra
la aplanadora capitalista que genera monstruos arrasando el tejido
social, sino que nuestra propia supervivencia política está amenazada.
No sólo no somos capaces de politizar las partes con las que entramos
en contacto, sino que actitudes reaccionarias y ajenas que inundan

las calles por las que transitamos, van apareciendo poco a poco en los
márgenes de nuestros procesos. El autoproclamado “compañer@” que
habla en una asamblea, mañana puede encapucharse para esconderse
de ti y robarte la moto. Y ya que el detalle marca la diferencia, robará
aquella moto que está desmontada y desbloqueada, precisamente
porque puede hacerlo.
Malentendido N° 1
Jóvenes salvajes y “compañer@s desorientad@s”
Hemos dicho antes que este texto no puede ser una crítica integral
a los problemas de la violencia y las contradicciones sociales. Pero
debemos detenernos y tratar de aclarar la confusión que envuelve el
tema de la “juventud salvaje” o l@s “compañer@s desorientad@s”. Esta
confusión ha actuado como una enorme lavadora de comportamientos
inaceptables a nuestro alrededor. Y aquí la prioridad no es moralizar
sobre los comportamientos, sino que estos comportamientos se
traducen en violencia y sangre, que lamentablemente toleramos
mientras esa sangre no sea la nuestra...
A pesar de las diferencias entre los grupos políticos y los puntos de vista
dentro de un espacio por defecto multitendencial, incluso l@s más
fervient@s defensor@s de la “juventud salvaje” como sujeto, tienen
características muy específicas en mente. Hay y debe haber una gran
distinción entre entender las razones que dan origen a la violencia, y
en este caso la violencia urbana, y aceptarla o justificarla. En el primer
caso significa que luchas contra el sistema que la genera, en el segundo
caso significa que renuncias a aceptar que este sistema es más fuerte
que tú. El capitalismo como modo de gestionar la condición humana
produce, por definición, individualidades divididas y en competencia.
Gobierna dividiendo, produciendo la sociedad como una suma de
individuos separados. Crea o cultiva la violencia del fascista, sexista,
violador, esquirol, jefe, sicario o policía. Comprender los mecanismos
que premian la violencia no significa aceptar comportamientos
reaccionarios y ciertamente no transforma a sus actores en sujetos

potenciales (revolucionarios). La caracterización “juventud salvaje”,
que cuenta con algunas décadas de vida, surgió de la necesidad
de definir y acercarnos a una parte combativa de la juventud tal y
como se manifestó en momentos históricos específicos de la guerra
social, por ejemplo, a través de los movimientos de ocupaciones de
las movilizaciones estudiantiles. Por lo tanto, “juventud salvaje” no
significa una ausencia total de conciencia social, sino una falta de esas
herramientas teóricas o experiencia práctica y vivida que convertirán
una rebelión individual instintiva y saludable en un movimiento,
organizado colectivamente, de ataque a lo existente. Por lo tanto,
el joven salvaje es plenamente consciente de su condición. Sabe
quién está a su lado y quiénes son sus enemig@s. Así como nunca
cooperaría con la policía, tampoco estaría fascinado por la violencia
de l@s fascistas, nunca apuntaría con sus armas a alguien más débil o
cercano a él.
L@s jóvenes salvajes son l@s estudiantes que se rebelan contra el

profesor y el sistema de enseñanza, no l@s imbéciles que intimidan a su
compañer@ de clase más débil o l@s bastard@s juveniles que violaron
a su compañera de clase en el pueblo de Amarinto29 [Αμάρυνθος].
Son aquell@s que llevan dentro de sí las semillas crudas de un mundo
nuevo. No aquell@s que llevan la podredumbre del viejo mundo y la
vomitan a su alrededor a la primera oportunidad. Quien se aprovecha
de la situación, es decir, quien percibe la “falta de Estado” y de
control como una oportunidad para levantar la mano a su prójimo,
es el delator del mañana, y no un desorientado camarada al que hay
que tolerar.
29 Amarinto es una pequeña ciudad en la isla de Eubea. En octubre de 2006 una estudiante
inmigrante de 16 años de secundaria encontró el coraje para denunciar la violación en
grupo por parte de sus compañeros de clase. El evento coincidió con el final de la huelga de
profesor@s de 6 semanas. La respuesta de la comunidad local fue extremadamente hostil y
encubrió a los violadores adolescentes. La Asociación de Profesor@s de la escuela decidió
imponer una suspensión de cinco días tanto para los cuatro chicos como para la joven de
16 años (!). La niña y su madre se vieron obligadas a mudarse a Atenas. En el juicio, 4 años
después, los violadores y los acusados de complicidad fueron absueltos, mientras que la
joven de 16 años fue demandada por perjurio, difamación, etc. [N. del T.]
La violencia que se nos inflige todos los días sabemos dónde devolverla y
de qué manera hacerlo. La moral que nos caracteriza como anarquistas
se expresa claramente incluso en nuestras acciones más violentas,
como robar un banco. Nunca se apuntó a un transeúnte, alguien que
fuera a ingresar dinero o cobrar su pensión. Por el contrario, siempre
se ha dejado claro de manera explícita y categórica que el enemigo es
el banco y no la sociedad. Y siempre ha sido tan claro y articulado que
ha sido difundido y adoptado incluso por ladrones o delincuentes
no anarquistas. Al contrario de esta actitud, los ataques callejeros
a cualquiera que sea considerado “fácil de atacar” y los hurtos a lo
que parece ser un blanco fácil, no son más que la quintaesencia de la
ideología pequeñoburguesa camuflada con ropa y estilo “subversivo”.
Y cuando estas prácticas las ejercen personas que tienen conocimiento
(aunque sea de oídas) de lo que significa la contraviolencia social, no
hay excusas.
Malentendido N° 2
En Exarcheia “no hay Estado”-Exarcheia es “una zona de peligro”
Aunque el Estado ha demostrado ser capaz de intervenir

decisivamente cuando es necesario, l@s residentes y las personas
políticamente activas de Exarcheia han luchado tremendamente para
mantener a la policía fuera de nuestra área. Ha habido momentos
en los que era difícil incluso colgar carteles. L@s MAT30 acampaban
permanentemente en la plaza, l@s policías de civil circulaban por el
barrio en motos hostigando a l@s compañer@s, l@s llamaban por sus
nombres, nos esposaban sin motivo, nos golpeaban e incluso algunas
veces nos apuntaban con sus pistolas. Este régimen de violencia y
terror a lo largo de los años se rompió. No se nos regaló el barrio. Se
ganó con luchas duras, diarias, y, a menudo, sangrientas. La relativa
autonomía que se puede disfrutar en Exarcheia fue ganada con las
luchas y la sangre de nuestr@s camaradas. La reivindicamos31 porque
30 Cuerpo de policías antidisturbios. [N. del T.]

31 Se refieren a la relativa autonomía que existe en el barrio. [N. del T.]
realmente creemos que podemos organizar nuestras vidas de forma

antijerárquica y sin mediaciones. Porque creemos en la convivencia
igualitaria de las personas y en la conciencia que ella produce. Por
eso cuando nuestr@s padres, compañer@s de clase o amig@s decían
“Bueno, ¿no le tienes miedo a Exarcheia?”, nosotr@s nos reíamos y
respondíamos que es el barrio más seguro. ¿Quién puede decir lo
mismo hoy? ¿Y cuánto naturalizan y confirman la derrota las bromas
entre nosotr@s del estilo “Bueno, vives en la Plaza de Exarcheia?”,
“¿Estás loco?, ¿dejas tu moto desbloqueada en la Politécnica?”.
Si luchamos para que la policía se fuera del barrio, no lo hicimos para

que tod@s encontraran la oportunidad de aprovechar la situación
para su propio beneficio. Exarcheia no es una zona de peligro. Si
algunas personas piensan que en Exarcheia “no hay Estado”, lo que
están haciendo es repetir la propaganda de la dominación e, incluso, la
retórica más derechista. En Exarcheia existe el Estado y, desde luego,
muy bien organizado. Lo que ocurre es que a la vez se ha desarrollado
una dinámica social que el Estado está obligado a tener en cuenta
y medir en sus movimientos —siempre según las condiciones de la
época—. Pensar que esto favorece para vender droga, robar, matar
o violar, no es la justicia que queremos, es la justicia de la selva, la
justicia de l@s fuertes. Es aquello contra lo que estamos luchando y
de lo que nos deshicimos a un costo muy alto, ahora está tratando de
regresar por la puerta de atrás.
Malentendido N° 3
El espacio anarquista es una condición marginal, y, por tanto,
cercana a los grupos marginales.
Por supuesto que apoyamos a cualquiera que esté marginado.

La solidaridad con l@s oprimid@s y l@s débiles es una opción
política fundamental, una decisión colectiva que nos impregna
existencialmente y que configura nuestras personalidades, como seres
humanos. Pero esto no significa en absoluto que nuestra cosmovisión
y propuesta de vida sea o queramos que sea “marginal”, precisamente
porque estar en el margen social no es una elección estética. Es una

condición impuesta de chantaje. Por eso siempre hemos tratado de
politizar o radicalizar a aquellos grupos con los que entramos en
contacto. Comprender sus contradicciones para superarlas y no para
tolerar actitudes hostiles, ni por supuesto para identificarnos con
estas contradicciones. La forma en que nos percibimos a nosotr@s
mism@s no puede identificarse con el discurso que la ideología
dominante produce para nosotr@s. No somos “marginales”, “rudos”
y “vagabundos”. Por el contrario, a la propaganda dominante que
describía a Exarcheia o a nuestras okupaciones como una jungla
donde impera la violencia y el canibalismo, siempre respondíamos
“El MAT y l@s policías de civil son los ‘vagabundos’”. No somos algo
“marginal”, ni algo “extremo”, ni un@s ingenu@s que sueñan con
una utopía.
Nosotr@s tenemos razón. Queremos un mundo diferente, que

sea coherente y satisfaga las necesidades y deseos profundos del
ser humano. Y no solo lo queremos, sino que luchamos por él.
Sabemos muy bien que el ser humano debe y puede ser liberado.
Experimentamos esta propuesta en nuestras relaciones cotidianas, en
nuestras asambleas, en los ataques contra todo lo que nos oprime, y
tratamos de ponerla en práctica. Hagámosla una realidad universal.
No reproducimos ni consumimos toda distopía social que a través
de la mediación espectacular se nos presenta como una propuesta
“underground”, “subversiva” o incluso “revolucionaria”.
Malentendido N° 4
Exarcheia no siempre fue así, pero Atenas se ha convertido en una
metrópolis caótica
Lo único cierto es que las características del centro metropolitano han

cambiado. Cuando hablamos de crisis capitalista y empobrecimiento,
de guerra y refugiad@s, de disolución de las resistencias sociales
y alienación, estamos hablando exactamente de lo que estamos
viviendo hoy. Violencia, sangre y muerte. Pero esta realidad, además
de analizarla, también nos carga la responsabilidad de enfrentarla.

Si nuestros tiempos son cada vez más difíciles, si nuestras ciudades
comienzan a parecerse cada vez más a cárceles o campos de batalla
modernos, tenemos mayores obligaciones para organizarnos, no más
excusas para resignarnos. Y aquí tenemos aún más obligaciones de
organizar y proteger, porque Exarcheia no es un barrio cualquiera, ni
una zona impersonal del centro de Atenas como lo son las plazas de
Omonia [Ομόνοια] o de Vathis [Βάθης]. Es un barrio que, por su
historia y su enorme valor político, no nos podemos permitir perder.
Cada época tiene sus méritos y batallas que se deben dar. Batallas
que lamentablemente no están determinadas solo por nuestras
necesidades y deseos, sino también por la misma realidad que se
levanta cruel e inexorable frente a nosotr@s. Si antaño era una buena
posición decir que debíamos salir de Exarcheia extendiendo nuestro
discurso y nuestra acción al resto de la capital, hoy esto parece casi
un lujo, cuando corremos el peligro de perder incluso los logros más
elementales. Un lugar de reunión, de fermentación, un punto de
referencia para las personas que quieren luchar, un lugar de seguridad
en tiempos difíciles, un lugar vital de lucha. No hay ninguna condición
social que nos absuelva de la responsabilidad de no permitir que un
espacio de lucha se convierta en gueto. Ninguna crítica a las fuerzas
del movimiento o a los autoproclamados “guardias de seguridad de
Exarcheia” puede dictar el abandono de la lucha contra el Estado
dentro del Estado organizado y las bandas individuales que operan
en la zona. Ahora más que nunca debemos ser más específicos
y claros. Incluso si, por el momento, no podemos deshacernos
definitivamente de las actitudes hostiles, debe ser entendido por
tod@s quiénes somos, por qué luchamos, cuáles son nuestros códigos
morales, qué está permitido y qué no, cuáles son las condiciones
de convivencia en Exarcheia. No vamos a esperar a que se resuelva
el tema del narcotráfico a nivel mundial, ni que caiga el Estado, ni
que se derroque el capitalismo, ni que ganemos la guerra social y de
clases, para intervenir en Exarcheia y luchar por nuestro barrio. Por el
contrario, si no reivindicamos nuestros logros, si perdemos la batalla
por nuestro punto de referencia, habremos perdido definitivamente

la guerra.
La defensa de los territorios por los que nos movemos no es una

especie de capricho de algun@s visitantes asidu@s de la zona (aunque
a veces es posible atraernos a tal condición, que debemos superar). El
simbolismo político de Exarcheia capitaliza una cultura de resistencia,
prácticamente nos garantiza un lugar en el que esta cultura se realiza
y un terreno de insustituible importancia para nuestra acción ya que
está ubicado en el centro de Atenas y está rodeado de instituciones
universitarias. ¿Dónde están las oficinas de la mayoría de los sindicatos
de base, cuyos miembros han sido recientemente víctimas de ataques de
la mafia? ¿Dónde nos reunimos l@s enfurecid@s de todos los barrios,
cuando nos enteramos del asesinato de Alexandros Grigoropoulos?
¿Desde qué terreno seguro asaltamos al resto de Atenas? ¿Dónde nos
reuniremos mañana si Exarcheia deja de ser nuestro?
Malentendido N° 5
Exarcheia siempre ha sido así
Este es el mito más grande y a la vez el más peligroso porque mantiene

la ilusión de que nada puede cambiar, justifica la inacción y nos
desarma para siempre. Fenómenos como los ocurridos en o alrededor
de la Politécnica no tienen precedentes en el barrio. Cualquiera que
tenga un punto de vista opuesto ve muchos informes de noticias en
la televisión y los cree, o es más joven y solo ha conocido Exarcheia
en las últimas etapas de su declive, o simplemente está tratando de
justificar su inacción. L@s adict@s a las drogas siempre han existido
en Exarcheia, pero siendo una minoría, cuyo tamaño o influencia
en la fisonomía del espacio público siempre ha sido una cantidad
inversamente proporcional a la actividad de los movimientos sociales.
Es decir, cuando el movimiento estaba en su apogeo estaban casi
completamente ausentes y cuando el movimiento declinaba, el vacío
en el espacio público se llenaba, entre otras cosas, con puntos de venta
de drogas. En cualquier caso, sin embargo, l@s usuari@s de drogas
nunca fueron, y en ningún momento de su historia, la característica

dominante de la zona (Exarcheia, como hemos dicho antes, nunca
fue ni Omonia ni la plaza de Vathis), convivieron sin problemas
con l@s vecin@s y la gente del movimiento, y, por supuesto, nunca
pusieron en peligro el espacio anarquista en términos de una amenaza
física contra las personas. Ya desde los años 80, incluso l@s propi@s
usuari@s de heroína coquetearon con las iniciativas anarquistas con
las que entraron en contacto y figuras icónicas (por ejemplo, como
Katerina Gogou, Nikolas Asimos32) siempre tenían algo que decir
contra el Estado, l@s policías, a l@s que señalaron como traficantes
de drogas, y también contra las mismas drogas que l@s mantuvieron
cautiv@s y adict@s.
De modo que la minoría de usuari@s, si bien en realidad perciben

características del barrio y ciertamente no competían con ellas, fue
utilizada una y otra vez por los medios de comunicación como excusa
para desatar su conocido terror-histeria, allanando el camino para
generalizar pogromos y operaciones de “virtud” contra nosotr@s
(operación policial que tuvo lugar en 1984 bajo la excusa de limpiar la
zona de l@s punks y anarquistas). Los periodos en los que el fenómeno
del mercado de la droga se generalizaba y se volvía más amenazador
y peligroso, a medida que l@s traficantes iban apareciendo junto a
l@s sufrid@s consumidor@s, eran siempre periodos de preparación
para ataques represivos u operativos de gentrificación de la plaza. Y
el movimiento siempre reivindicaba su barrio y, finalmente, siempre
lo salvaba. Hoy, compañer@s, somos una minoría desarmada y l@s
que antes eran un@s inofensiv@s usuari@s [de drogas] han sido
reemplazad@s por el mayor mercado del narcotráfico, es decir, la
mafia más peligrosa de Atenas. Y no sólo eso, no sólo estamos en
peligro políticamente como espacio y por supuesto, como personas,
sino que la consigna anarquista de “l@s policías venden la heroína”
que gritaban hasta l@s propi@s drogadict@s, ahora se intenta sustituir,
o bien por una posición arbitraria en favor de las drogas en general y
32 Para saber más sobre ell@s revisar: https://es.wikipedia.org/wiki/Katerina_Gogou; https://
es.wikipedia.org/wiki/Nik%C3%B3las_%C3%81simos [N. del E.]
vagamente en nombre de la antitoxicofobia, o con una justificación

de quienes las venden y una indiferencia hacia la actividad paraestatal
como cuestión menor.
Para empezar, es inconcebible que no podamos distinguir las

diferencias entre el uso personal de sustancias (una condición que
plantea un enorme debate en sí mismo) y la narcocultura masiva
que ha convertido a los movimientos sociales en todo el mundo en
espacios alternativos de manera mucho más efectiva que la represión
estatal. Y es aún más peligroso confundir (intencionalmente o no)
el derecho de uso con nuestra apatía ante el establecimiento de la
mafia organizada en el entorno en el que nos movemos. El hecho
de que algunas personas disfruten del uso de la marihuana no puede
ser una excusa para que las mafias (de drogas) deambulen dentro de
Exarcheia. Así como el hecho de que bebamos, comamos, fumemos y
nos vistamos, no es una contradicción que nos condene a no criticar
el capitalismo ni atacar a las multinacionales que producen los bienes
que consumimos. No nos entregaremos a diálogos infantiles para
encubrir nuestra incapacidad para tratar con l@s cabron@s de nuestra
zona.
La experiencia humana, con su positividad o incluso sus

contradicciones, no es para nosotr@s de importancia secundaria,
en relación con algunas vagas tareas revolucionarias. No queremos
o no podemos dejarnos fuera del discurso, hablando un idioma
falso que no es el nuestro. Si luchamos, lo hacemos precisamente
porque queremos vivir. Porque hemos experimentado en nuestra piel
que quien renuncia, “quien no se arma, muere”. Quien privatiza,
muere. “Está muriendo lentamente, lentamente, comiendo helado
en los parques, o encima de colchonetas de paja, o en los amores
incompatibles, o en los iglús de la paranoia”. O como decían l@s
punks, “fuera de nosotr@s sólo hay muerte”. Reconocemos nuestras
contradicciones y sabemos que estamos sumergidos hasta el cuello en
ellas. Faltaría más. Y quién no se ha quemado las manos en el fuego
de este mundo. Pero no invertimos en nuestras contradicciones, no
construimos nuestra identidad, deseos y lo que nos proponemos

alrededor de ellas, sino en su superación. En su superación, que es
posible a través del compartir la vida y la lucha. Puede haber pasado
una década desde la revuelta de 2008, y que nos separe una eternidad
de la revolución, pero no haremos de la derrota, la resignación y la
autodestrucción nuestra bandera. Lucharemos hasta contra nosotr@s
mism@s.
No somos indiferentes ante el espectáculo de metropolitan@s

enloquecid@s, de inmigrantes-proletari@s que en lugar de organizarse
venden su fuerza de trabajo a las mafias, y de algun@s de ell@s que
se pasan definitivamente al campo contrario, de amig@s y conocid@s
replegad@s en su propia soledad. No queremos acostumbrarnos a ver
a la gente tirada en la acera. Nos llena de odio la actitud arrogante de
quienes se sienten superiores frente a l@s drogadict@s simplemente
porque siguen de pie, pero también nos llena de tristeza que nuestr@s
semejantes no logren resistir la soledad que nos rodea y luchen, y,
todavía más, nos llena de rabia que no podemos hacer nada por ell@s.
No toleramos ver a la gente desvanecerse, no nos alegramos cuando
sentimos que estamos perdiendo la cabeza, no nos enorgullecemos
de perder amig@s por un cóctel de drogas y frustración. Negamos el
destino que nos depara este mundo, no lo abrazamos porque no somos
lo suficientemente fuertes para vencerlo, ni lo usamos como coartada
para distanciarnos de los frentes de lucha. Estamos luchando por
vivir, estamos luchando por un mundo sin poblaciones excedentes,
donde ningún ser humano será desechable. No somos l@s “tóxic@s”
de esta sociedad, somos su parte más sana y debemos ser su baluarte
contra los embates de la muerte y el horror.
Después de todo, ¿a quién pertenece Exarcheia?
Estos imaginarios retorcidos han creado una reputación alrededor de

Exarcheia que, por primera vez en su historia, está muy cerca de la
realidad. A Exarcheia ya no la visita cualquiera que busque entrar en
contacto con movimientos e ideas, cualquiera que en definitiva quiera
luchar contra el capital, el Estado y sus mecanismos, sino cualquiera

que quiera aprovechar la supuesta ausencia de estos mecanismos para
vender droga sin ser molestado, para robar, matar, violar, atracar,
sentirse poderoso sobre otra persona, así como vari@s consumidor@s
payas@s de la cultura de la aventura urbana, las drogas, el rock y la
violencia, con un poco de exotismo de Marruecos o Argelia, antes
de regresar a su hogar seguro en algún lugar en Europa Central, o en
algún suburbio de Ática33. Pues, Exarcheia no pertenece a ell@s.
Exarcheia tampoco pertenece a esa parte de vecin@s o de jefes que, en

estrecha colaboración con el Estado y el “Estado profundo”, se frotan
las manos por la futura transformación del barrio en un triángulo
más de sobreconsumo, y al mismo tiempo se quejan indignad@s
por el “estado de anarquía” imperante. Equiparando a las mafias
con la gente que lucha, calificando la situación de guerra entre
bandas rivales, sabiendo bien que el camino de la “revalorización”
de Exarcheia pasa por la “degradación”, es decir, la alteración total
o incluso el exterminio de las características del barrio. Eso lo saben
bien porque a principios de los años 2000 fuimos nosotr@s l@s que
les echamos fuera de la plaza34. A ell@s, a sus hormigoneras, a su
cemento, a sus contratistas y a todos los planes de remodelación que
luego siguió otro plan metódico de instalar en la plaza un punto de
venta de drogas (y de tráfico).
Exarcheia no pertenece al Estado y a las fuerzas represivas, que

montan operaciones con precisión quirúrgica, deteniendo cada
cierto tiempo a un@s cuant@s narcotraficantes según el equilibrio de
poder y fuerzas que quieran asegurar, produciendo un trabajo capaz
de hacerles indispensables a los ojos de l@s aterrorizad@s residentes
de la zona, pero totalmente incapaces de poner en riesgo uno de los
negocios más grandes de la época.
33 Provincia de Atenas. [N. del T.]

34 Hacen referencia a una lucha contra la gentrificación de la plaza. [N. del T.]
Exarcheia pertenece a l@s vecin@s que luchamos junt@s contra la

remodelación de la plaza, contra la instalación de antenas de telefonía
móvil. A l@s vecin@s que durante tantos años dieron su apoyo
cuando la zona en la que vivían se convirtió en un hervidero de luchas
sociales y de clase, inhalando toneladas de gases químicos, que tal
vez se indignaban cuando su auto se quemaba accidentalmente o su
casa estaba en peligro, pero ell@s siguieron viviendo en Exarcheia,
abriéndonos sus puertas para escondernos y sintiéndose orgullos@s
de su barrio. A l@s que ahora están siendo expulsad@s por las
corporaciones que compran departamentos y bloques enteros en
masa, y por las pandillas que los amenazan directamente. Exarcheia
también nos pertenece a nosotr@s, es decir, al movimiento. No
porque fuéramos más list@s para tomar el barrio, sino porque
luchamos por él. Porque siempre que fue necesario lo defendimos con
nuestra presencia, nuestra palabra, nuestra acción y casi cada década
con la sangre de un@ de nosotr@s. Por eso también definimos las
características de nuestro barrio, del espacio vital de la gente en lucha.
Porque si no lo hacemos nosotr@s, lo harán las mafias y todo tipo de
matones.
Nosotr@s, el mundo de la resistencia, de la autoorganización y de

la solidaridad, definimos qué comportamientos se toleran y cuáles
van en contra de lo que creemos, quién cabe entre nosotr@s y
quién con su cultura se opone a nosotr@s, como lo hacemos en
nuestras okupaciones, en nuestros locales, en nuestras asambleas y
manifestaciones.
Exarcheia y la Politécnica nunca fueron “una zona de peligro”.

Nunca fue el asilo que nos concedió el Estado. Fue y es un territorio
ganado. Y no pretendemos entregárselo a nadie sin resistir. Exarcheia
tienen historia. Una historia de 80 años desde que l@s estudiantes
disparaban contra los Batallones de Seguridad Fascistas que estaban
fortificados en el barrio aledaño de Kolonaki [Κολωνάκι]. 40 años
desde que l@s combatientes cayeron muert@s bajo los tanques de la
Dictadura. 10 años desde que vivimos el único levantamiento social
generalizado de nuestro tiempo. Tenemos historia. Y no pretendemos

ser esa generación que heredó una zona con un pasado combativo de
casi un siglo y que ahora se la entrega en menos de 5 años al enemigo:
al Estado, el paraestado y sus secuaces.
Caníbales atrás, compañer@s adelante
P.D.: Desde la plaza de Exarcheia hasta la Politécnica hay menos de

500 metros de distancia. En esta distancia, además de los ajustes de
cuentas que dejan muert@s en las aceras y que ya son rutina mensual,
en los últimos meses se han registrado 2 intentos de violación y otros
4 ataques homicidas (conocidos). Siempre contra el que es percibido
—según el criterio del maltratador— como un blanco fácil, como
una persona débil... una mujer, un anciano, un transeúnte solitario.
Escribimos consignas en las paredes “No nos acostumbremos a la
muerte”. Y, sin embargo, parece que ya estamos acostumbrad@s a
ella. Muerte política y muerte biológica. ¿Cuánta sangre más debe
fluir para movilizarnos?
P.D. 2: Este texto toca profundamente temas como qué es la violencia

de l@s poderos@s y qué es la contraviolencia, qué son las drogas,
qué es una metrópolis y qué constituye un margen, qué es defender
y qué significa organización. Temas que más o menos se abrieron
en las discusiones que se dieron en el último mes en la Politécnica
entre compañer@s. Al mismo tiempo que un@s robaban motos y
otr@s apuñalaban a l@s transeúntes. Entonces lo importante y lo
fundamental para nosotr@s, lo que tratamos de resaltar, no son tanto
las posiciones como tales que cualquiera de nosotr@s pueda tener
y en las que estemos de acuerdo o en desacuerdo, sino el hecho de
que en poco tiempo ni siquiera tendremos el espacio geográfico, ni la
posibilidad política de reunirnos, discutir, coincidir o discrepar.
Anarquistas
CINCO + DOS PUNTOS SOBRE LA PLAZA DE EXARCHEIA35
Evidentemente, el siguiente texto no pretende resolver ningún

problema, simplemente contribuir a la valoración crítica de lo que
está ocurriendo en la plaza de Exarcheia.
1. La ilegalidad de la ilegalidad
Recientemente, con motivo de dos incidentes de violación en el

área de Exarcheia, se ha desarrollado una lucha con diversas formas
y diferentes contenidos. En el centro del problema se colocó
inicialmente el tema de las conductas sexistas de varios —no pocos—
sujetos, que paulatinamente sin embargo se vinculó directamente con
el tema del narcotráfico en la zona, hasta el punto de que el segundo
tema eclipsó casi por completo al primero. Al mismo tiempo, incluso
los sujetos de la lucha fueron cambiando paulatinamente: mientras
que desde los primeros días en que había movimiento en torno al
tema, apareció una patrulla de compañeras que reclamaban su
presencia en la zona y con razón la primera palabra de toda la lucha,
la que muy pronto se desvinculó de todo el proceso para que al final
aparecieran l@s milician@s de siempre con sus propias palabras y sus
propias prácticas, reforzados por diversas agrupaciones, algunas de las
cuales con códigos de valores muy problemáticos. Es precisamente
esta evolución de la lucha la que da la necesaria materia de reflexión:
¿es todo microtraficante un violador o incluso un violador en
potencia?, ¿cómo surge esta conexión, y, sobre todo, por qué surge y
qué anhelos políticos viene a satisfacer? La respuesta de que algunos
han sido identificados como violadores, es lógica instintiva, lógica de
la médula espinal y ciertamente no niega el (nuevo) problema: que
ahora tod@s l@s ilegales —excepto l@s nuestr@s— sean clasificados
como caníbales y agrupados como si fueran tod@s la misma cosa.
Además de ser profundamente conservadora, la percepción relativa
también es ahistórica, ya que las relaciones de l@s revolucionari@s con
post/1597181/ [N. del E.]
l@s delincuentes menores no sólo fueron útiles, sino necesarias para

que l@s primer@s sobrevivieran, siempre y cuando lo necesitaran,
en el mundo de la ilegalidad y en el margen social en general.
Finalmente, incluso si es un hecho que se agradecen las respuestas que
algunos jefes de pandillas reciben por su rol social caníbal, golpear
a los micro-traficantes al azar, que realmente se les puede atribuir
solo a ese estatus, es nada menos que la aplicación de la ley civil, la
aprobada por el Estado, que criminaliza el consumo y el tráfico de
drogas en su conjunto y que las milicias adoptan acríticamente sin
tener en cuenta sus implicaciones y aplicaciones sociales. Incluso si
aceptamos la generalización de que tod@s son parte de la mafia, la
mafia en sí misma no es más que el capital negro, presente en todas
partes: en las tiendas a las que vamos, en las bebidas que consumimos
y ciertamente no solo en la plaza de Exarcheia. Además, la mafia tiene
una jerarquía fija y estricta que hace que las responsabilidades dentro
de ella sean naturalmente diferentes entre sí: el jefe tiene otro nivel
de responsabilidad y la última rueda del tren, el proletario ilegal de la
economía sumergida también tiene otro. Si ahora el comportamiento
de los sujetos específicos no se asemeja a la imagen imaginaria del
proletario, sólo tenemos que ver cómo el resto de l@s proletari@s, l@s
“normales”, viven y se comportan en los distintos barrios de Atenas.
En cualquier caso, golpear a personas que simplemente se ganan la
vida ilegalmente en la plaza no es más que atacar a personas que están
fuera de la ley y, como tal, no sigue simplemente la ideología de la
legalidad burguesa, sino que ella yace en su núcleo y se reproduce
como un tipo de automatización social abominable.
2. Los “pitos” [το χόρτο]36
En primer lugar, la marihuana no es polvo blanco37. Los pitos

también, son un producto que se vende en Exarcheia, en grandes
36 Forma coloquial de denominar a la “marihuana” en las calles de Grecia, por eso decidimos
traducirlo como “pitos”, el equivalente a “mota” o “maría” en otros países hispanohablantes.
[N. del E.]
37 Se refieren a la heroína. [N. del T.]
cantidades y mucho menos que otras drogas. Por lo tanto, llamar

a los microtraficantes mercaderes de la muerte es una visión más
adecuada de espacios políticos conservadores que de agrupaciones del
movimiento. Cualquiera que se niegue a distinguir las sustancias entre
sí solo tiene que preguntarle a un consumidor de heroína si existen o
no diferencias. Además, explicar el consumo de sustancias únicamente
como parte de la planificación estatal para que mantenga drogados
a los sectores más peligrosos de la sociedad, de esta manera —sin
decir que esto tampoco sucede— pasa por alto una serie de cuestiones
como el estrés y la necesidad de desahogo en las metrópolis, la historia
del uso de sustancias por parte de las comunidades humanas o las
enfermedades psicológicas modernas. La posible transformación de
Exarcheia en un parque temático de hierba, como ya se hace en otras
capitales europeas —el caso de Christiania38 en Copenhague— tiene,
por tanto, una lógica más asimilativa que represiva. La marihuana,
como todo producto caro e ilegal de consumo masivo, significa mucho
dinero, y, por lo tanto, colusión desde arriba con quien ya ha tomado el
gran mando, con la misma lógica que el Estado asigna a la mafia zonas
que no puede controlar. Lo que sucede en Exarcheia no es inédito,
es simplemente planificación urbana: todos l@s incontrolables y
delincuentes son encerrad@s en enclaves estrictamente limitados para
estar mejor controlad@s y, por supuesto, para no interactuar con el
resto de la sociedad. Excepto que su control no se logra porque están
volad@s constantemente sino porque el mercado está estructurado
de tal manera que necesita fluidez y regularidad para funcionar. Para
que todo esto suceda, la zona adquiere otro aspecto monotemático,
el de un parque de atracciones. Avanzando hacia esta dirección, el
comercio y consumo de pitos no es un problema de l@s residentes del
barrio —como nunca ha sido un problema para la humanidad— sino
como un proceso de reproducción de las relaciones capitalistas. Pero
éstas existen a nuestro alrededor y, desde luego, no golpeamos con
garrotes a quienes las reproducen. En pocas palabras, la marihuana es
un problema social simplemente porque es ilegal. Además, si tenemos
38 Para un vistazo general de la Ciudad libre de Christiania ver: https://elpais.com/
elpais/2019/12/30/seres_urbanos/1577727502_537304.html [N. del E.]
en cuenta la especial relación de las poblaciones árabes con el hachís y

cuánto forma parte de su propia cultura —en proporción inversa al nulo
consumo de alcohol dentro de estas comunidades— nos encontramos
con la cuestión de si y hasta qué punto el papel de l@s anarquistas
hacia estas personas, al menos en este asunto, es exclusivamente
represivo, y sin explicación. Finalmente, si consideramos que todo
acto nuestro refleja los conceptos que tenemos para el establecimiento
de las relaciones sociales revolucionarias, debemos ver qué significa no
separar las drogas, en drogas duras y no duras, y qué efectos tiene en
l@s consumidor@s de heroína, qué papel tiene la criminalización de
las drogas en su difusión, qué ocurre allí donde se aplica y qué sucede
en los países —o regiones— que se encuentran bajo una legalidad
parcial o total.
3. L@s amig@s de Batman
En uno de los últimos números de Batman, aparece una pandilla

llamada “amig@s de Batman”, que hacen los mismos actos que
Batman con un nivel diferente de violencia. Es decir, atrapan a l@s
ladron@s y les cortan las manos, les sacan los ojos a l@s miron@s y
otras cosas lindas por el estilo. La cuestión filosófica específica también
se plantea aquí: si uno puede reconocer en una de las agrupaciones-
milicias sus intenciones, pero también la custodia de los contenidos
si esto ocurre, ¿qué sucede con las otras milicias que simplemente
copian las acciones originales? ¿Son responsables l@s que no
apuñalan, cuando son imitad@s por sujetos que reparten puñaladas
con justicia e injusticia por aquí y por allá? ¿Son responsables aquell@s
anarquistas o comunistas que no actúan de manera racista, cuando
sus seguidor@s aplican las mismas prácticas distinguiendo entre
marroquíes y griegos? Dado que diferentes sujetos, desde activistas
sociales hasta mafiosos y hooligans, operan actualmente como
milicias, ¿cómo se separan un@s de otr@s y quién es el responsable
de esta separación? De manera más integral, lo que debe juzgarse es la
lógica de la catarsis, es decir, la transformación violenta de un espacio
público de lo que —equivocadamente— ha llegado a ser, a lo que,
en teoría siempre, debería ser. Sobre todo, cuando cada milicia activa
tiene una cosa diferente en su imaginación para el posible uso de la
plaza y más aún cuando cada milicia ahora obtiene legitimidad sólo
de sí misma. Para explicarnos: ¿Existe la perspectiva de un encuentro
con l@s inmigrantes —residentes permanentes ya de la zona— sobre
el uso del espacio público, o hay una decisión previa de que la plaza es
un espacio del movimiento, que hace obligatorio su reclutamiento39?
Y si es así, ¿cómo se hará este reclutamiento? ¿Por la fuerza?
4. Racismo
Para cualquiera que haya vivido o trabajado cerca de la plaza en los

últimos años, se esperaba tal evolución de las cosas. Las voces sobre la
degradación de la plaza, por parte del movimiento o no, aparecieron
cuando los traficantes eran todavía dos o tres y no cincuenta y cuando
simplemente había much@s inmigrantes nuevos merodeando en la
plaza. Esencialmente, cuando la condición de la llegada masiva de
inmigrantes a Atenas llevó a varios de ell@s a hacer de la plaza de
Exarcheia su hogar, una preocupación generalizada sobre lo que iba
a suceder comenzó automáticamente. Los nuevos asiduos de la plaza,
exclusivamente hombres, de veinte a treinta años, con sus propios
códigos de comunicación y sin ni siquiera hablar inglés crearon la
imagen del “otro”. Esencialmente, estas personas fueron tratadas con
hostilidad desde el primer momento en que hicieron de la plaza su
lugar de reunión simplemente por su apariencia y/o posición social y
la evidente formación de colectivizaciones —grupos de inmigrantes—
como la creación de nacientes mafias. Desafortunadamente, esto es
exactamente lo que se decodifica como antecedente racista. Y este
automatismo social, moralmente deslegitimado, se reinventa en
Exarcheia y crea el trasfondo de los pogromos. Para confirmar las
reflexiones anteriores, las okupaciones de inmigrantes incluso cuando
abandonan el redil de su propia jerarquía, como en los casos de los
39 Se refiere del “reclutamiento” de l@s inmigrantes. [N. de T.]

edificios okupados en la calle Arachovis40 [αραχώβης] y en la calle

Tzavela [τζαβέλλα], son tratadas como sospechosas por definición y
cuando son desalojadas casi nadie las apoya y desde luego tampoco lo
hacen las fuerzas más organizadas del movimiento. Trágica ironía que
en las okupaciones de Arachovis y Tzavela, donde se registraron más
de ciento setenta detenciones, la policía no encontró absolutamente
nada.
5. Delincuencia social
En las escuelas de policía, en las primeras lecciones, si no en la

primera, se enseña el siguiente axioma: la represión no es solución
a ningún problema, si no se resuelven las causas que lo originan. En
nuestro caso, la razón que empuja a la gente al “delito” es obvia: esta
gente es pobre. Por más veces que alguien les abra la cabeza, si este
asunto no se resuelve, volverán a vender hierba, en el mejor de los
casos, mientras que es seguro que lucharán por su supervivencia. En
este momento, hay más de mil inmigrantes que no quieren salir de la
zona, algunos de l@s cuales ni siquiera pueden por falta de papeles,
y que en su conjunto no tienen las más mínimas perspectivas de
incorporarse a la máquina capitalista “legítima”. Y obviamente son
parte de la economía ilegal. ¿Cuál es el papel del movimiento frente a
este excedente humano?
+1 L@s caníbales
Hay responsabilidades para esta situación y ciertamente no son las

mismas para tod@s. L@s sujetos que buscaban el hacinamiento de más
de mil personas en Exarcheia, son las mismas personas que expulsaron
a activistas solidari@s con la justificación de que está prohibida la
politización de l@s inmigrantes en la okupaciones de vivienda. Ellas
mismas crearon el estado distópico de la calle Arachovis, donde
40 Revisar más atrás el texto “Posicionamiento político sobre los hechos ocurridos en la calle
Arachovis”. [N. del E.]
enviaron a hombres sin familia que sobraban y la reprimieron41, junto

con emplead@s del Estado, con el motivo más racista. L@s mism@s
prohibieron a l@s inmigrantes vender pollo o falafel en la plaza porque
están arruinando el negocio de los comercios en los que venden
protección, l@s mism@s golpearon a l@s vendedor@s ambulantes de
tabaco y hoy golpean a l@s que recurrieron al comercio de pitos. Son
l@s mism@s que, en los incidentes de la plaza, simplemente golpean
a personas jerárquicamente inferiores a ell@s. Son l@s mism@s que
actúan como contratistas en la gestión de inmigración en Exarcheia. Y
est@s sujetos se blanquean hoy, jugando al papel del policía, aunque
sea sucio, junto a l@s que actúan con otros contenidos. Este cáncer,
que actúa en nombre del antiautoritarismo, es lo primero que hay
que erradicar de Exarcheia. Tiene que erradicarse de las otras milicias,
de l@s anarquistas, de l@s comunistas, de l@s inmigrantes que han
vivido la violencia de las pandillas, de tod@s. Hasta que esto no se
haga, la actitud de tod@s nosotr@s es al menos hipócrita.
+2 Y una pregunta
¿Estamos tan seguros de que el cartel de la droga en Exarcheia tiene

una estructura piramidal, jefes, mandos medios y bajos, disciplina
militar, manos, etcétera? Si es así, ¿en qué medida l@s sujetos de
la plaza son miembr@s de esta estructura? Si simplemente hay un
almacén de marihuana al que van todos los días a comprar al por
mayor para vender al por menor, ¿eso l@s convierte en miembr@s de
una organización mafiosa?
41 Se refieren a la okupa de la calle Arachovis. [N. del T.]

ACTUALIZACIÓN DE LAS ACCIONES EN EXARCHEIA TRAS
LOS INCIDENTES DE VIOLACIONES, TIROTEOS, AMENAZAS A
COMPAÑER@S, OPERACIONES REPRESIVAS42
Actualización sobre las últimas movilizaciones en Exarcheia tras

repetidos incidentes de tiroteos, violaciones, ataques antisociales,
amenazas a compañer@s, operaciones represivas: manifestación el
27/06, en la plaza de Exarcheia.
Tal como consta en la declaración de la Asamblea por la reapropiación

de Exarcheia: “El 2 de mayo de 2019 se produjo un conflicto armado con
un herido en la calle Solomou [Σολωμού]. En la tarde del 15 de mayo,
en medio de una pelea de pandillas en la plaza de Exarcheia, un hombre
es herido de bala en el abdomen, mientras sigue otra pelea exhibiendo
armas. En la noche del 21 de mayo, luego de disparos —en un ajuste de
cuentas— una mujer resultó herida de bala en la mano en la calle Tositsa
[Τοσίτσα]. En la noche del viernes 24 de mayo, dos mafiosos armados
irrumpieron en la plaza disparando más de una veintena de tiros al aire,
provocando el pánico en un gran número de personas que en ese momento
se encontraban en la zona adyacente, declarando en todas direcciones
quién manda en Exarcheia”.
Incidentes similares se repitieron al menos dos veces en los días

siguientes, mientras que en el período anterior se habían denunciado
una serie de incidentes de violación y agresiones machistas a mujeres
que transitaban por la zona. Se trata de hechos que configuran una
condición antisocial generalizada que en los últimos años se ha
intentado imponer por completo, a partir de la planificación estatal
para la expansión de las mafias de la droga como contramedida al
desarrollo de resistencias sociales y de clase frente a la desintegración
social total del barrio de Exarcheia. Se trata de un plan estatal y
capitalista que pretende moldear las condiciones políticas y sociales,
con la ayuda de l@s vocer@s mediátic@s del poder del régimen que

post/1598764/ [N. del E.]
identifican al mundo de la lucha y a toda la población refugiada e

inmigrante con la delincuencia, para el abrumador ataque represivo
contra las estructuras autoorganizadas de lucha, l@s militantes, las
okupas de vivienda, l@s pobres y marginad@s de Exarcheia.
Un ataque inminente que ha sido preparado, propagado y anunciado

por los cuerpos represores del Estado, l@s alt@s funcionari@s del
gobierno y sus vocer@s.
Frente a esta condición, la manifestación convocada del 27 de junio

desde la plaza de Exarcheia pretende ser un punto de unión del mundo
de la lucha, de l@s vecin@s del barrio y de la autoorganización en
dirección a la conformación de un frente amplio por la defensa de
un Exarcheia de la solidaridad, de la convivencia y de las resistencias
sociales y de clase.
“Resistencias que solo podrán desarrollarse con credibilidad antagonista,

en la medida en que se conquisten y sinteticen posiciones y actitudes
estables frente a la acción parasitaria, corrosiva y degenerativa para
toda la vida social que generan las mafias de las drogas y las bandas
antisociales, resistencias tanto por parte de las iniciativas de lucha y de su
gente que están en el blanco directo de la represión, así como de los sectores
más amplios del movimiento. Esta es la única perspectiva de que muchas
y diferentes personas se unan para enfrentar en Exarcheia, en términos de
victoria, el mundo vivo y complejo de la lucha con el mundo podrido del
poder, del narcotráfico, de la represión, del capitalismo, del canibalismo
social”. (Asamblea por la reapropiación de Exarcheia)
Recientemente —como continuación de un largo enfrentamiento

de una multitud de militantes con las organizaciones mafiosas del
narcotráfico que dominan el espacio público y contra los planes
represivos del Estado— se han producido una serie de movilizaciones
masivas y denuncias públicas que han sido una barrera para su
difusión e imposición completa.
Así, tras la gran marcha del 29 de marzo, que tuvo lugar con motivo de
los hechos de violación, en la que participaron más de 800 personas,
siguieron:
- Denuncia el 1 de abril por la bajada provocativa de una pancarta

en la plaza de Exarcheia por parte de narcotraficantes que decía:
“Mafiosos y violadores fuera de Exarcheia”43.
- Declaración por parte de la Iniciativa de compañeras de Exarcheia

el 18 de abril “La violencia de género es un régimen, mientras haya
Estado y capitalismo”44.
- Concentración-Evento el 21 de abril en la Plaza Exarcheia con bazar

de libros y eventos infantiles a cargo del Fondo de Solidaridad para
Combatientes Prisioner@s y Perseguid@s, con el apoyo de la Iniciativa
de compañeras de Exarcheia y de la Asamblea por la reapropiación de
Exarcheia.
- Denuncia el 21 de abril sobre comportamientos agresivos de

narcotraficantes contra compañeras45.
- Denuncia el 15 de mayo por apuntar como objetivo de ataque a

miembros de la Asamblea por la reapropiación de Exarcheia por parte
de narcotraficantes46.
- Declaración de la Asamblea por la reapropiación de Exarcheia, mayo

201947.
- Denuncia sobre un ataque matonesco el 31 de mayo en la plaza
43 Ver: https://athens.indymedia.org/post/1596818/
Exarcheia contra un compañero por parte de narcotraficantes48.
- Concentración el 2 de junio en la plaza Exarcheia y marcha

espontánea por las calles aledañas con motivo de todo lo precedente y
de los recientes tiroteos.
- Asamblea abierta el miércoles 12 de junio de 2019 en la Politécnica

por la continuación de la lucha en la que se decidió realizar una
manifestación el 27 de junio desde la Plaza Exarcheia contra las mafias
de la droga, la represión Estatal y el canibalismo social.
- Concentración el miércoles 19 de junio en la Plaza Exarcheia

respondiendo a la convocatoria de la Iniciativa de compañeras
de Exarcheia, de la Asamblea por la reapropiación de Exarcheia y
compañer@s, con intervención de contrainformación y propagando
la marcha del 27 de junio.
- Jornada de dos días en la plaza Exarcheia y en la Politécnica los

días 22 y 23 de junio, coorganizadas por la Liga Antifascista de
Atenas (Antifa League Athens)49 y la Asamblea por la reapropiación
de Exarcheia bajo el lema “La pelota en las calles y plazas, fuera de
Exarcheia las mafias de la droga”.
- Concentración el sábado 22 de junio en la plaza Exarcheia con

megafonía, juegos de calle, bazar de libros, cocina colectiva, e
intervención contrainformativa por las calles.
- Concentración el domingo 23 de junio en la plaza de Exarcheia

y manifestación por el barrio que también se dirigió hacia la colina
Strefi [Στρέφη], donde un evento autoorganizado por el Colectivo
49 Campeonato de fútbol antifascista, conformado por varios equipos, que durante 10 años
cada fin de semana organiza jornadas de fútbol en diferentes plazas y parques por toda la
ciudad de Atenas, acompañadas de música, comida popular, actividades para niñ@s y todo
tipo de juegos. [N. del T.]
Alana [Αλάνα]50 fue prohibido y cancelado por el Estado con la

policía rodeando la colina y negando la entrada a ella. Finalmente,
la culminación de la jornada de dos días tuvo lugar en la Politécnica
con el campeonato de la Liga Antifascista de Atenas y con una fiesta
colectiva.
Durante la realización de todas las movilizaciones, los narcotraficantes

y sus puestos de ventas fueron repelidos del espacio público de la
plaza y de las calles aledañas con la determinación de l@s militantes
que participaron en ellas, convirtiendo la plaza de un punto de venta
de drogas donde impera la ley del “fuerte sobre el débil” en lo que
queremos: un espacio público libre de convivencia, cuestionamiento,
creatividad y lucha.
O ELL@S O NOSOTR@S51
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS ADELANTE,

MATONES ESTATALES Y PARAESTATALES ATRÁS52
MANIFESTACIÓN
Jueves 27 de junio de 2019, plaza de Exarcheia, 19:00.
Contra las mafias de la droga, la represión estatal y

el canibalismo social, por un Exarcheia de la resistencia,
la autoorganización y la solidaridad.
50 Equipo de fútbol feminista autoorganizado. [N. del T.]


Anarquistas y Radicales en Grecia Interior

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Colección “Rojinegra”

ANARQUISTAS Y RADICALES CONTRA EL

Pensamiento & Batalla (Compilador)

Se conservan las notas del autor y traductor,

Diseño y diagramación: Taller Espiracle

PRÓLOGO (La Rebelión del Matico) 13

PRÓLOGO DESDE GRECIA. UN POCO DE HISTORIA SOBRE

LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS Y EL CANIBALISMO SOCIAL

CONTRA EL ESTADO Y LA MAFIA / CADA BARRIO UN NÚCLEO

ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD POR LA EJECUCIÓN DEL

PRÁCTICAS ANTISOCIALES Y VIOLENCIA DEL

EXARCHEIA: LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS SIGUE 65

EN EXARCHEIA LA LUCHA CONTRA LA MAFIA, EL TRÁFICO DE

POSICIONAMIENTO POLÍTICO SOBRE LOS HECHOS

VIVE TU MITO EN EXARCHEIA 81

CINCO + DOS PUNTOS SOBRE LA PLAZA DE EXARCHEIA 97

ACTUALIZACIÓN DE LAS ACCIONES EN EXARCHEIA

Luego del enfrentamiento producido en Santiago entre algun@s

En febrero de 2023, realizamos una charla sobre la actualidad de la lucha

antiautoritario, lo cual facilita bastante la comprensión del contexto en

Hace algunos años habíamos visto algunos videos en youtube en donde

De paso por Atenas, mientras charlábamos con un compañero de

Por otra parte, en medio de la pandemia, muchas okupas de vivienda

l@s empresari@s inmobiliari@s puedan comprar edificios completos

Y todo esto ocurre en un escenario cada vez peor para el proletariado

Es importante comprender este contexto de catástrofe sistémica que

¡Por el comunismo y la anarquía!

La comercialización de drogas duras como la cocaína lleva más de 80

La pasta base es altamente adictiva y de bajo costo, por ello su

Así, el narcotráfico y los diversos delitos violentos como asaltos y

alto poder de fuego y de organización, y que ejercen control territorial

Para comprender los problemas de las drogas y los distintos crímenes

1. La lucha inmediata por la mejora en las condiciones materiales

narcotráfico y otras conductas antisociales al no poder satisfacer varias

2. El fortalecimiento de las organizaciones sociales y territoriales

3. Desarrollo de instancias educativas, deportivas y culturales en las

4. Creación de redes comunitarias de salud mental, que sirvan de

5. Diversificación y mayor accesibilidad de alternativas de ocio y

6. ¡Dejar de financiar a traficantes, no ser su cliente, no comprarles!

Esta propuesta no es la primera ni la última respecto al tema, diversas

ubicado en la capital de Grecia, entre los años 2016-2019. Este libro

En cuanto a los aportes de las ideas estas son principalmente tres,

El canibalismo social es un concepto que hace referencia a las

entiende bajo la dicotomía legal-ilegal, por tanto, la última palabra la

En cuanto a la inseparabilidad de la lucha en contra del canibalismo

Finalmente, en cuanto a las ideas, cabe destacar que se da un

En lo que respecta a las prácticas concretas, el dossier nos aporta una

Estas acciones que se desarrollaron en Exarcheia apuntan en el mismo

sentido que la propuesta de seis ejes que realizamos y demuestran la

A pesar de todo, este libro es un llamado a la acción y a no desanimarse,

La Rebelión del Matico

Exarcheia es un barrio que se ubica en pleno corazón de la metrópolis

El propósito de esta introducción es presentar solo algunos hechos

Ministro de Asuntos Exteriores enfatizó la necesidad de apoyar a la

Mucho tiempo después, el 27 de septiembre de 1941, siete personas

el Ministerio del Trabajo. Se produjeron enfrentamientos entre l@s

Al año siguiente, detrás de la Politécnica, tuvo lugar el 5 de mayo un

En noviembre de 1973 el barrio de Exarcheia se convirtió en el

El 12 de abril de 1984 tiene lugar en Grecia la primera gran marcha

“La operación virtud”: así se llamaron los operativos policiales, al

El 9 de mayo de 1985, por iniciativa del periódico anarquista “El

Facultad de Química, como reacción natural a la violencia sin sentido

Al día siguiente, tiene lugar una concentración anarquista en los