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MIRAR AL NINO La Escala de Desarrollo Instituto Pikler (Loczy) Judit Falk TT eG CODE a lundacion por los Derechos de la Infancia ROT Te UU COOL Pikler(Loczy) NR 469% & — 003699L MIRAR AL NINO La Escala de Desarrollo del Instituto Pikler (Loczy) Judit Falk Prélogo Myrtha Chokler Version en castellano Myrtha Chokler y Rut Mijelshon Ediciones ARIANA FUND.ARI Fundaci6n por fos Derechos de la Infancia ‘Obrero Roberto Nifez 4394. Buenos Aires. Ardentina Asociacion Internacional Pikler(Loczy) ‘ater rue de la Cerisale. Sevres. Francia Prélogo Hacia fines de enero de 1985 en el Congreso de ta Société Intér- nationale de Thérapie Psychomotrice en Paris tuve la oportunidad de asistir a una presentacién de la Dra. Agnes Szanto ilustrada con films del Instituto Léczy de Budapest. EI numeroso péblico que Henaba la sala me impedfa acercarme a la disertante y escuchar mejor sus pala- bras, pero de inmediato me sentf captada por la visiGn de esos nifios muy pequefios, la mayorfa ni siquiera caminaban, activos, interesados y compenetrados en sus juegos, con una soltura, plasticidad de movi- ‘mientos y ajuste en sus gestos muy poco frecuentes. Nifios que por otra parte habfan sufrido penurias, carencias y abandono antes de ser aco- gidos en Léczy. Sin embargo, su vitalidad, investimiento del mundo, actitud inteligente, reflexiva y al mismo tiempo apacible y la célida afectividad en sus relaciones sociales sefialaban un proceso distinto, al- go especial, desconocido hasta entonces en 10s nifios de casas cunas, orfanatos, hogares infantiles, cuyas diferentes secuelas de hospitalis- mo, trastornos del desarrollo emocional y cognitivo, encontramos ge- neralmente los profesionales de la protoinfancia y que hasta se han Tle- gado a teorizar inclusive como inevitables, Léczy evidenciaba una posibilidad nueva, impensada, un terre- no inédito pata explorar e investigar. Uno de los elementos que mas sorprenden siempre a los visitan- tes del Instituto llamado actualmente Emmi Pikler, es el transitar por una casa con medio centenar de nifios pequefios sin ruidos estridentes, ni gritos, ni corridas ansiosas, con voces calmas tanto por parte de los adultos como de los chicos, pequerias risas, juegos alegres, sin agresi nes. Un clima casi silencioso, distinto al que se observa frecuentemen- teen las instituciones infantiles. Maravilla la suavidad y disponibilidad de las j6venes nurses hablando con los bebés de pocos dias como ver- daderds interlocutores. Como sostienen Genevieve Appell y Miriam David, en la cotidiana en Léczy se construye un “maternaje insélito” donde cada pequerio detalle que hace a la persona del nifio es absolutamente estu- diado y respetado, La Dra, Falk por su parte siguiendo a la Dra, Pikler afirma: “no ‘se puede prometer mis de lo que se puede dar, pero lo que se da debe ser estable y seguro”. ‘A partir de septiembre de 1985, cuando se realizaron los prime- ros cursos de la Dra. Agnes Szanto en la Argentina, se fue iniciando un camino de difusién de ideas, de reflexién y cuestionamiento acerca de Jas pautas de desarrollo, crianza y educacidn hasta aqui conocidas res- ecto principalmente de! nifio pequefo. En 1993 la Delegacién de FUNDARI de San Rafael, Mendoza, organiz6 el Simposium ACERCA DE LA NINEZ. Una de las invita- ddas especiales fue la Dra. Judit Falk, médica pediatra, colega y colabo- radora cercana durante largos afios de Emmi Pikler, La impronta que los aportes de la Dra. Pikler, sus colaboradores. y sus disefpulos -entre quienes nos reconocemos, a pesar de no haber- Ja conocido personalmente - van dejando en la Argentina, se expresa- ron en innumerables presentaciones en congresos, jornadas y cursos, en las publicaciones de la revista La Hamaca y otros, dando origen ademas, a la consecuente prictica profesional de cientos de educado- res y profesionales de la salud, que ratifican la validez de su orienta- ién, no s6lo para los nifios sanos que se desarrollan felices en el seno de sus familias, sino para aquellos que suften patologfas diferentes y laciones criticas. El interés que se fue revelando en la Argentina por las ideas de Pikler, motivé que, en 1995, UNICEF convocara a algunos especialis- tas para la elaboracidn de un informe acerca de las posibilidades de im- plementar programas para el desarrollo infantil desde esta concepcién. Hay una formidable coherencia entre el pensamiento de la Dra. Emmi Pikler y sus colaboradores, entre ellos la Dra. Judit Falk, ideas de Henri Wallon, el esquema conceptual de Enrique vidre y los aportes de la nueva pediatria, psicologia y psiquiatria infan- (il, Esta nace fundamentalmente de una concepcién del hombre como emergente de las condiciones sociales conoretas de existencia, concep- in que reconoce un método cientifico y dialéctico de pensamiento, coincidentes ideas acerca de la salud, la enfermedad, el desarrollo y el aprendizaje y un también coincidente compromiso en wn proyecto pa- rael hombre y la sociedad. La Dra. Judit Falk es autora de més de 50 trabajos publicados en Hungria, Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Espafia, Italia, E.E.U.U. y Argentina, Ha participado y lo hace atin activamente, en teuniones aca- démicas del més alto nivel, con aportes cientificos y reflexiones origi- nales que juntamente con los descubrimientos y las investigaciones de 6 a Dra, Pikler y el equipo del Instituto, revolucionaron enfoques y préic- ticas educativas y terapéuticas. La Dra. Pikler y su estrecha colaboradora, ta Dra. Falk, han pro- puesto y mantenido a lo largo de cincuenta afios un sistema dinémico y complejo de crianza y educacién apoyado en una mirada de recono- ‘cimiento de las competencias y Tas necesidades del bebé en cada mo- mento de su vida y en la preocupacién permanente de garantizarle las, condiciones de salud y bienestar fisico y psfquico. Los dos pilares fundamentales, Ia seguridad afectiva y la mot ‘cidad libre, son funciones indelegables del adulto en su relacién asimé- trica y continente con el nifio pequefio. La seguridad afectiva, aportada por la calidad del vinculo de apego, es configurada en las interacciones repetidas cotidianamente. Desde allf sostiene el reaseguramiento profundo del precario psiquis- mo originario del bebé, que le permite tolerar las vivencias cadticas de desamparo y desorganizacién que sufre ante el registro de las necesi- dades biol6gicas y afectivas que no puede satisfacer por sf mismo. Por otra parte es la relacién afectiva la que construye el didlogo toni emocional, cédigo corporal de la comunicacién no verbal que esté en la rafz y es condicién del lenguaje. El adulto, con su continencia afec- tiva, permite ademds la progresiva estructuracién de protorrepresenta- ciones.y representaciones mentales, introduciendo al bebé en los aprendizajes sociales y en la cultura. Por su lado, la motricidad libre del bebé emerge del desarrollo postural auténomo, fundamental descubrimiento de Pikler, que en la sucesidn de sus fases le permite construir la disponibilidad corporal, el dominio del cuerpo y Ia armonia del movimiento como expresion de su ser en el mundo. La seleccién de trabajos de la Dra, Falk que acompafian la Bs- cala de Desarrollo permiten penetrar en la historia de Léczy, en cémo se fue gestando el Instituto desde los primeros afios despues de la Se- ‘gunda Guerra, sus experiencias y sus obsticulos. EI nticleo central det fibro, la presentacién en castellano de la Gua de Desarrollo, con su pormenorizado Registro de Observacién y Jas Tablas que fa acompafian, son un apoyo indispensable para el con- trol de los indicadores de la maduracién del nifio. Los profesionales médicos, puericultores, educadores, terapeu- tas, agentes de salud, familiares y organizadores de programas de aten- cidn temprana del desarrollo infantil, cuentan desde ahora con una he- rramienta cuidadosamente elaborada y ratificada en multiples investi gaciones Hevadas a cabo tanto en Léczy como en diversas partes del 7 mundo donde han germinado las ideas de Pikler. Este instrumento se ha constituido en una apoyatura idénea para la objetivacién del curso de la maduracién de los nifios pequefios y la puesta en marcha de es- trategias tendientes a asegurarla. Por lo tanto es con inmenso placer que ratifico desde Ediciones ARIANA de FUND.ARI y con el auspicio de la Asociacién Intema- ional Pikler (Léczy), el compromiso de promover una reflexi6n y una accién permanente por los derechos de la infancia, al editar este primer libro en castellano de la Dra. Judit Falk, que abriéndose desde un en- foque original permite Mirar al nfo ¢ instramentar la préctica coti- diana para el cuidado y seguimiento de su desarrollo. Esta publicacién constituye al mismo tiempo un homenaje a ta Dra. Emmi Pikler y un reconocido agradecimiento a sus colaborado- res, a sus continuadores, a la Dra.Agnés Szanto, quien tanto ha coope- rado con esta edicién y en particular a nuestros maestros, los nifios del Instituto de la calle Léczy de Budapest . Myrtha Hebe Chokler Capitulo I El Instituto Emmi Pilder de la calle Léczy y su historia El instituto Léczy, que desde 1986 tleva el nombre de su funda- dora Emmi Pikler, ha sido establecido en 1946 como uno de los hoga- res infantiles para nifios sin familia, en Budapest, en un chalet situado en un hermoso lugar en medio de un gran jardfn. Aunque Emmi Pi {ler sofiaba a menudo con un instituto de investigacién moderno, con ‘un edificio situado igualmente en el medio de un gran jardin, construi- do de acuerdo a las necesidades y donde las condiciones de trabajo fae~ ran adecuadas, ella pudo coneretar en esta casa, no modesta para una sola familia de tres personas, pero demasiado modesta para un estable- cimiento piblico, este instituro complejo cuyas concepciones pedags- gicas, la organizaci6n interna y el funcionamiento son citados cada vex con mayor frecuencia en la literatura como el “Modelo Léczy" y eu- yas ideas directrices remontan a la época de su fundacién en un pasa~ do de hace cincuenta aff. Emmi Pikler hizo sus estudios de medicina en la Viena de los afios veinte y fue igualmente en esta ciudad que obtuvo su especializa- cién en pediatrfa en el Hospital Universitario con el Profesor Pirquet. Siempre considers al Profesor Pirquet y al Profesor Salzer, cirujano pedliatra del Hospital Mauthner Markhof, como sus primeros maestros. Fue allf que se familiariz6 con ta concepeién de la fisiologia y de la prevencién que debfan determinar posteriormente todas sus acti- vidades. La investigacién en fisiologfa no significaba para ella expe- rimentos de laboratorio- aunque realizara experiencias también en ese terreno - sino la observaci6n del funcionamiento del organismo vivo en ‘su medio natural; de la misma manera, no consideraba la prevencién como Ia utilizacién de mstodos profildeticos concretos tendientes a lu- char contra ciertas enfermedades, sino como el conjunto y la armonfa ideal de las condiciones del modo de vida y del desarrollo sanos ela- borados de una manera reflexiva y detallada. Y aunque la noci6n de psicosomitica no era conocida todavia en esa época, y la definicién de salud” de la Organizacién Mundial de la Salud se hizo esperar toda- fa més de treinta afios, en la manera de pensar y en la actividad de 9 Emmi Pikler la salud somética y psiquica, la nocién de la interaccién del individuo con su medio se integran indisociable y naturalmente desde el comienzo. Se instrument6 para toda su vida con el Profesor Pirquet no s6- lo en todas las formas del polipragmatismo médico, Ademés de la pa- tologia, el diagnéstico y la terapia, estaba impresionada por el interés que el profesor volcaba hacia el modo de vida de los nifios, atrayendo la atencién de sus discipulos y colaboradores. Ademas de la prepara- cin de los alimentos para los nifios y la cocina infantil de vanguardia, los médicos j6venes y los futuros pediatras debfan aprender desde el principio, los cuidados cotidianos y mas exactamente Ia manera de brindar estos euidados para que sean lo menos desagradables posible para los lactantes y los nifios pequefios. Era ya una regla estricta la prohibicién de dar, inclusive al lactante enfermo, una cucharada de mis de lo que é! aceptaba gustosamente. Los nifios enfermos, en funcién de 1a patologia y de su estado, no eran obligados a pasar sus jornadas en la cama, sino en rincones de juegos especialmente arreglados, inclusive para los més chicos, pro- blema del que no se deja de hablar aun en muchos establecimientos de pediatria de nuestros dias. La vestimenta de los lactantes diferia de lo habitual en aquella poca: para que pudieran moverse libremente, por ejemplo, sus piernas ‘no estaban fajadas, sino que los pafiales eran ajustados como para for- ‘mar un bombachén y los niflos, inclusive los lactantes, pasaban varias horas por dia, aun en invierno, al aire libre, en pequeiios balcones o en ventanas transformadas, con soportes, en balcones; los nifios estaban bien protegidos contra el frfo, pero en lugar de estar envueltos en las ‘mantas 0 bajo las frazadas se encontraban en bolsas de dormir 0 ano- rak confortables, Ya en la elfnica Pirquet, Emmi Pikler tenia Ia impresién “que ellos habian resuelto la cooperacién con los nifios pequeiios de una ma- nera ejemplar” (acabo de citar del prefacio de su monografia. sobre el desarrollo motor). Ademas la “primera tecomendaci6n” del servicio de cirugia de Salzer era todavfa mas ejemplificadora: habia que ejecutar el examen © el tratamiento por més desagradable que fuera. para el lactante 0 el nifio pequefio sin que lore, tocéndolo con gestos delicados, con dedi- caciGn, prestando atencién al hecho de que se tenfa entre manos un ni- fio vivo, sensible y receptivo. La atenci6n de Emmi Pikler fue atrafda en el servicio de cirugia de este hospital de suburbio especialmente por las estadisticas sobre 10 los accidentes. Entre los accidentes de los nifios del barrio obrero, donde jugaban y corrfan en las calles, trepaban a los drboles y se afe- rraban de los travesafios de los tranvfas, habfa mucho menos fracturas y.conmociones que en otros sitios. En fos barrios més elegantes de la ‘ciudad, los accidentes de nifios de familias més acomodadas, criados ‘en un cima de disciplina y de sobreproteccién, tenfan lugar en el inte- rior de las casas o durante los paseos. Emmi Pikler estaba persuadida de que el nifio que puede moverse libremente, sin restricciones es mas prudente y aprende mejor Ia manera de caer; mientras que el nifio So- breprotegido o forzado a no moverse, a falta de experiencias de sus propias capacidades y de sus limitaciones, est amenazado mas facil ‘mente de accidentarse. Siguiendo con interés la libertad motrizrelativa de los nifios pe~ ueiios de los obreros, capaces de caminar y de correr, Pikler compro- 'b6 que respecto de las posibilidades de los lactantes no habia tanta di- ferencia entre las diversas capas de la sociedad de los paises que co- nocfa: Hungria, Austria e Italia, Los lactantes estaban en todos lados envueltos en mantillas, colocados en cunas 0 en pequefias camas estre- chas durante muchos meses, luego se los tomaba en los brazos en una pposici6n sentada, més tarde se los hacfa sentar en un rinedn de la cama © sobre una sillita alta para que pudieran “familiarizarse con el mun- do”, con su entorno, inmediatamente se los ponfa de pie y se les ense- aba a caminar llevandolos y conduciéndolos de la mano; generalmen- te estaban atados a lugares fijos hasta que podian caminar por sf mis- mos. Cuanto mucho, la diferencia era que en las familias que crefan tener ideas progresistas, se le hacfan hacer algunos ejercicios a los lac- tantes durante algunos minutos por dfa, se les plegaban los brazos, las piernas, se los extendfan, se los levantaba alto, se les hacia imitar el pe- daleo, se les hacia aplaudir y se observaba el tiempo durante el cual el nifio era capaz de sostener la cabeza solo, o si podfa mantenerse en tuna posicién sentada sin apoyo. Emmi Pikler ponia en duda desde el comienzo, que el lactante, para tomar, mantener o abandonar las diferentes posiciones del cuerpo, para cambiar su postura 0 desplazarse, 0, para aprender a estar de pie yy acaminar, tuviera necesidad de la intervencién del adulto, de s irucciones, de sus ejercicios. Es decir, que ese ser considerado pasivo ‘se convertiria en una persona activa bajo el impulso del adulto; ella du- daba ademas que esta intervencién pudiera acelerar el desarrollo del lactante, y aunque lo acelerara, que esto significara una real ventaja desde el punto de vista de su forma de vida y de su desarrollo. ‘Ademés de sus experiencias profesionales Emmi Pikler se apo- uy yaba en las ideas de su marido, un pedagogo progresista. Cuando na-

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