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‘Bronca cuando rien satisfechos, al haber compracio sus derechos. Bronca cuando se hacen moralistas ventran a correr alos artistas. Bronca cuando a plena luz det dia, sacan a pasear su hipocresta.[..) Bronca porque esta prohibido todo, hasta to que haré de cualquier modo... Bronca pues entonces cuando quieren ‘que me corte el pelo sin razon Esmejor tener el pelo libre. que la ibertadcon fijador’ Fragmento de Marcha de la Bronca, canci6n del grupo de rock and roll Pedro y Pablo, grabade en 1970 Afios conflictivos Los aiios de las décadas de 1960 y 1970 fueron de intensa conflictividad social y politica en muchos In- gares del mundo. Las luchas anticolonialistas en Asia yen Africa, las revueltas estudiantiles en Francia y en ‘México, las luchas contra el racismo, contra la guerra de Vietnam o a favor de la liberacién femenina en los Estados Unidos y la Revolucién Cubana son algunos ejemplos de los fuertes vientos de cambio que sopla- ban en distintas geografias de aquellos tiempos. La sociedad argentina no estuvo ajena a este proce- so. Nuestro pais también fue escenario de un profundo nivel de conflictividad protagonizado por diversos sec- tores sociales y organizaciones politicas que cuestio- naban, con distintos-alcances, el orden social vigente, En algunos casos, esos cuestionamientos se dirigian contra un sistema politico que, desde 1955, se basaba en la recurrencia de golpes de Estado y gobiernos de {facto para acallar toda protesta social. En otros casos, tuvieron como objetivo la destruccién de la sociedad capitalista yla construccién del socialismo. En este capitulo, conocerés diversos aspectos de esta rica y compleja historia del perfodo comprendido == 250 La Argentina. De Ongania al regreso de Perén SOLO EL PUEBLO SALVARA AL AL PUEBLO entre 1966 y 1976, una etapa que comenzé con una dictadura militar, encabezada por el general Juan Car- Jos Onganta, y que se cerr6 con otra mucho més feroz, Ialiderada por Jorge Rafael Videla. Durante este periodo, miles de jévenes obreros y estudiantes, mujeres y varones, se rebelaron contra las distintas formas del poder establecido, buscando trans- formar diversos aspectos de a vida social, Cansados de deo y Pablo, esos jévenes pusieron en tela de juicio des- de el autoritarismo politico, el poder de los empresa- tos y la dirigencia sindical tradicional, hasta la familia y las relaciones interpersonales. La calle, la fabrica, el hogar ya cultura fueron algunos de los miitiples espa- cios donde se libraron esas rebeliones. Para estudiarlo, dividiremos el andlisis de este pro- eso en dos grandes momentos. El primero abarca los afios comprendidos entre 1966 y 1973, es decir, la dic- tadura militar autodenominada "Revolucién Argenti- nna’. El segundo comienza con el retorno del peronismo al gobierno y finaliza con su derrocamiento el 24 de marzo de 1976, 5 t (© Snitna SA Poids otc ay 1.728 La dictadura de Juan Carlos Ongania E128 de junio de 1966 un golpe de Estado derrocé al presidente Arturo Ilia y puso al frente del gobierno al general Juan Carlos Ongania. La dictadura, que se auto- adjudicé el nombre de “Revolucién Argentina’, tenfa como objetivo reorganizar la Repiiblica. Dicha reorga- nizacién implicaba poner fin a los conflictos sociales y politicos que venian sucediéndose desde el derroca- miento de Perén; la construccién de un Estado fuerte al mando del ejército, y la adecuacién de la economia ar gentina alas pautas neoliberales de los paises centrales. Segiin Onganfa, esta profunda transformacién debia realizarse en tres etapas sucesivas. La primera correspon- dia al “tiempo econémico’, durante el cual se esperaba lograr un desarrollo industrial basado en el aumento de Ja productividad y Ia eficiencia. La segunda era la del “tiempo social’, momento en el que tendria lugar una mayor redistribucién social de la riqueza. La tercera era ladel “tiempo politico’, durante el cual se iniciaria la re- apertura democritica. ‘Affin de poner en préctica este plan, la dictadura de- saté una fuerte censura y represién. Desde el punto de vista politico, se suspendieron las garantias constitucio- nales y se prohibié la actividad de los partidos politicos, reprimiéndose todo intento de oposiciSn que emergiera de las organizaciones politicas, sindicales 0 estudiantiles. Asi, se prohibieron publicaciones, se intervinieron las universidades y los sindicatos opositores y se detuvo a sus dirigentes. La actividad del Congreso fue suspendida y se reemplaz6, de hecho, la Constitucién Nacional por el Estatuto dela Revolucién Argentina. @Por qué se impuso tal nivel de coaccién sobre la sociedad? Al menos en parte, ello se debe al tipo de IN: PROFUNDIDAD, “La noche de los bastones largos” proyecto econémico y de dominacién politica quela dic- tadura buscaba implementar. Por un lado, y como leeris Tuego, Ia modemnizacién de la economia argentina pre- tendida por los militares exigfa acabar con importantes derechos laborales generalizados por el peronismoy que, pesealos golpes de Estado, los trabajadores habfan logra- do mantener, Por otro lado, el nuevo sistema de domi- nacién politica queria anular los canales institucionales de expresién politica que les permitieran a los diversos sectores sociales manifestar sus ideas 0 desacuerdos. Otra de las cuestiones que le preocupaba al nuevo gobierno tenia que ver con el avance de las luchas re- volucionarias en diversas partes del mundo. El temor a que procesos tales como la Revolucién Cubana se convirtieran en un ejemplo a seguir, fortalecié, dentro de las fuerzas armadas, una ideologia que les permitia reprimir ala ciudadania. Esa ideologia estaba comprendida en los pilares de la Doetrina de Seguridad Nacional que, como recordaris, Jos Estados Unidos venfan impulsando en el contexto de la Guerra Frfa (ver capitulo 16). Esta doctrina -que con- sideraba al comunismo como el enemigo principal ysos- tenia su omnipresencia— fortalecta Ia hipétesis de guerra permanente que redefinia el papel de los ejércitos nacio- nales. Su funcién ya no serfa solamente la de protegerlas fronteras terrtoriales sino, también, las ideolégicas: la misin era evitar que el comunismo se expandiera en la sociedad. De este modo, el pensamiento de la poblacién se convirtié en el principal campo de batalla contra el co- munismo, en tanto que la represién fue el método para aplacar a cualquier opositor acusindolo de comunista 0 subversivo, Pero, ademas, algunos estudiosos consideran que la represin era indispensable para lograr la imple ‘mentacién del plan econémico pretendido. Con el fin de lograr un control de las lineas de pensamiento que se transmitfan en las u versidades, Ongania decidié intervenitlas y eliminar el régimen de cogobierno que les permit alos estudiantes participar de las decisiones de la casa de estudios. Por eso, alunos y profeso- res decidieron tomar sus respectivas facultades para oponerse a esta medida. La respuesta del gobierno a esta resistencia no se hizo esperar. La noche del 29 de julio de 1966 la policfa entré en las facultades con la orden de desalojarlas sin ningdn tipo de restricciones. Los alumnos y profesores fueron obligados a retiarse del lugar, pero mientras fo hacian, la policia empez6 a pegarles duramente con los bastones, Este hecho, conocido como "la noche de los bastones largos”,significé un duro golpe al desarrollo, académico y cienifico del pais, a rafz del cual, muchos profesores fueron despedidos y otros renunciaran y debieron exiliarse, 251 BSE lara A roibida su fotocopia, ey 1.723, La Nueva Izquierda 7 y las organizaciones guerrilleras Como leiste al comienzo de este capitulo, los aftos 60 y 70 se caracterizaron por el surgimiento de movi- mientos que buscaban profundas transformaciones so- iales, econémicas, culturales y politicas. En el caso de la Argentina, miles de jévenes obreros y de clase me- dia, mujeres y varones, intentaron cambiar la sociedad, alentados por experiencias como la Revolucién Cuba- na, las revueltas estudiantiles en México o la lucha de los campesinos vietnamitas contra la invasién norte- americana. Pero, ademés, el autoritarismo recurrente del sistema politico argentino y el cierre de los canales de participacién institucional también encendieron el deseo de lucha de esos j6venes. Estas generaciones protagonizaron un proceso de radicalizacién politica en la que pusieron en préctica nuevos modos de organizacién y de hacer politica que formaron parte de lo que se llamé la Nueva Izquierda, para diferenciarla de los partidos de izquierda tradicio- nales, a los que los jévenes criticaban por el rechazo que habian profesado hacia el peronismo y por la tole- rancia que habian mostrado ante los golpes de Estado y los gobiernos dictatoriales sucedidos desde 1955. Dispuestas a revertir este pasado, constituyeron snuevas organizaciones y partidos politicos que, muchas veces, incluyeron la Iucha armada (es decir, guerrille- za) tanto para resistir a un régimen que continuamente aplicaba la represién violenta como para llevar a cabo el cambio social y la construecién del socialismo. ‘Segtin algunos historiadores, en ese periodo surgie- ron aproximadamente unas 20 organizaciones guerri- Ieras, de las cuales 5 lograron expandirse por todo el pais: las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), las Fuer- zas Armadas Revolucionarias (FAR), los Montoneros, las Fuerzas Armadas de Liberacién (FAL) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolu- cionario del Pueblo (PRI-ERP). Las FAP fueron organizadas hacia 1967 por un grupo de jévenes que habian formado parte de la re- sistencia peronista. Originalmente, su base de accién fue en la provincia de Tucumén y su primera accién de trascendencia publica fue en septiembre de 1968, en Taco Ralo, aunque fue frustrada por las fuerzas ar- madas, que detuvieron ala mayorfa de sus integrantes. En 1970 volvieron a ocupar el escenario piblico con acciones tales como el robo de armamentos de cuarte- les militares y de comisarias. Las FAL, por su parte, se crearon hacia 1968 a partir de un grupo de jévenes que habfan militado en el Parti- do Comunista y en el Partido Comunista Revoluciona- rio, una escisién del primero ocurrida en 1967. Las FAR se organizaron hacia 1970. Su identidad politica resultaba de una mezcla entre Ta adhesién al marxismo y al peronismo, Su primera accién armada fue la toma del pueblo de Garin, un pueblo en la pro- vincia de Buenos Aires. En 1973 una parte de esta orga- nizacién ingres6 en Montoneros. Los Montoneros surgieron en 1970. Su primera accién armada fue el secuestro y posterior fusilamiento de Pedro Eugenio Aramburu, uno de los protagonistas del golpe de Estado de 1955 y responsable de los fu- silamientos del general Valle y de otros militares que se habjan sublevado a favor del retorno de Perdn. Con los aftos, y con el liderazgo de Mario Firmenich, Juan ‘Manuel Abal Medina y Norma Arrostito, los Monto- neros —junto con el PRT-ERP- se convertirian en una de las organizaciones guerrilleras més importantes de la Argentina, EIPRT era un partido de orientacién marxista funda- do en 1965. En 1970, con el objetivo de tomar el poder ppara lograr Ja instauracién del socialismo, el PRT creé ‘una organizacién armada, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Al igual que otras organizaciones guerri- lleras, el PRT tenia diversos “frentes de masas” (espacios para la militancia legal), publicaciones y periédicos. Su principal dirigente fue Mario Roberto Santucho, deteni- do-desaparecido el 19 de abril de 1976. Titular de un diario def época. 257 Goon ‘© Santillana S.A, Prohibida su ftocopa, Ley 11.723 De la renuncia de Ongania_ a la salida del régimen militar La profundizacién del proceso de movilizacién po- pular iniciado con el Cordobazo y el incremento de las actividades promovidas por las organizaciones politi- co-armadas forzaron al régimen militar a un recambio en [a figura presidencial. Asi, Onganfa fue obligado a renunciar el 8 de junio de 1970 y en su lugar fue desig- nado el general Roberto M. Levingston. Con Aldo Ferrer como ministro de Economfa, el nuevo gobierno modificé el rambo dela politica econé- mica y puso en prictica medidas tendientes a proteger la industria nacional, estimulando el consumo de los productos argentinos con el lema de “compre nacional’. ‘Ademis, dispuso el aumento de los salarios y el otorga- miento de créditos alas pequefias y medianas industrias. ‘A pesar de estas medidas, la conflictividad social y politica siguié en aumento, lo cual evidenciaba la debil- dad de ls fuerzas armadas para retomar el control. Uno de los conflictos de mayor envergadura fue el liderado por los sindicatos clasistas cordobeses Sitrac-Sitram. Hasta 1970, las comisiones internas de delegados de Sitrac-Sitram habian actuado siguiendo las direc- tivas empresariales, pero el intento del secretario ge- neral de Sitrac de firmar un acuerdo con Ia patronal, rechazado por tres asambleas generales, provocé su desplazamiento por un movimiento de base que tomé las fabricas y exigié el llamado a renovacién de auto- ridades sindicales. Asi, surgieron las conducciones clasistas de ambos sindicatos que con el lema de ‘ni golpe ni eleccién, revolucién’, pusieron nuevamente en jaque al gobierno militar en marzo de 1971. El conflicto se habfa originado con una declaracién del nuevo gobernador de Cérdoba designado por Le- vingston, Camilo Uriburu: puiblicamente sostuvo que “confundida entre la miltiple masa de valores morales que es Cérdoba por definicién, se anida una venenosa serpiente cuya cabera le pido a Dios, me depare el ho- nor histérico de cortar de un solo tajo” Sus palabras desataron una fuerte movilizacién en su contra protagonizada por los sindicatos de Fiat en Cérdoba, conocida como el “Viborazo”. Aungue la provincia de Cérdoba fue intervenida, la huelga general declarada por la CGT ~convertida répt- damente en una insurreccién general~ lo obligé a Le- vingston a renunciar. En su reemplazo, el 21 de marzo asumié el comandante en jefe del ejército, Alejandro Agustin Lanusse. Durante los meses siguientes, el poder esgrimido por la dictadura militar se torné cada més insosteni- ble, aunque la violencia represiva continu. Uno de los hechos més trascedentes en ese sentido ocurrié el 22 de agosto de 1972 en la Base Aeronaval Almirante Zar, en Trelew. All, fueron asesinados 16 presas y presos politicos que se habian rendido luego de un intento de fuga. La “Masacre de Trelew’, como fue conocido este episodio, desprestigié aun mis a la dictadura. Lanusse, consciente de que ya no podia mantenerse en el gobierno mucho tiempo més, decidié buscar una salida para lograr una reapertura democritica controlada. Para los militares, era evidente que la transici6n no podia lograrse sin levantar la proscripcién del peronis- mo. De hecho, consideraban que solo Perén podia ser capaz de contener el ascenso de la movilizacién po- pular y ponerle freno a los proyectos revolucionarios, ‘pero no estaban dispuestos a aceptar que el lider fuera candidato en las elecciones. Por eso, impulsaron una cldusula que establecia que los candidatos debian en- contrarse en el pais desde agosto de 1972. Perén, que se encontraba en el exilio, no cumplia con este requisi- to. Ademés, se implementé la ley de ballotage o segun- da vuelta, segiin la cual si ning partido alcanzaba el 50% de los votos, debia hacerse una segunda eleccién. Deeste modo, los militares esperaban impedir el triun- fo del peronismo, Rendicin dels detenidosydetenidas en Tree. Soo 3 lograron sobrevivic “Campora al gobierno, Perén al poder” Para participar en las elecciones, Peron impulsd la formacién del Frente Justicialista de Liberacién ‘Nacional (FREJULI), cuya formula estuvo integrada por Héctor Cémpora para presidente y Vicente Sola- no Lima para vicepresidente. Durante la campaiia electoral, el ema “Campora al gobierno, Perén al poder” demostraba que el gobierno de Cémpora seria solo una breve transicién que prepa- rarfa el retorno de Perén al escenario institucional de Ja Argentina. Los comicios, que finalmente tuvieron lugar el 11 de marzo de 1973, le otorgaron al REJULI el 49,6% de los votos. Si bien no alcanzaba al 50%, el ballotage no se llevé a cabo pues la oposicién reconocié el triun- fo ylos militares no se animaron a objetarlo. Campora asumié el 25 de mayo, rodeado de mul- titudinarias manifestaciones populares. Sin embargo, desde el comienzo de su mandato comenzaron a vis- lumbrarse dos tendencias opuestas dentro del movi- miento peronista. Por un lado, estaban los sectores radicalizados, constituidos por la Juventud Peronista y los Montone- +05, que vefan en el peronismo la posibilidad de cons- truir un “socialismo nacional” Por el otro, se encon- traban los sectores ortodoxos, ligados a la derecha y conformados, entre otros, por el sindicalismo més tra- dicional, conocido como la burocracia sindical. Las contradicciones entre ambos grupos, latentes desde hacia tiempo, se manifestaron con fuerza en este periodo. Entretanto, José Lépez Rega, famoso integrante de la derecha peronista, era nombrado ministro de Bienestar Social, mientras José Gelbard era designa- do ministro de Economia. El “plan Gelbard’, presentado como una opcién al capital monopélico internacional, otorgaba un aumento salatial para los trabajadores, pero, almismo tiempo, con- gelaba los salarios hasta el préximo ajuste, planificado para 1975, Por otro lado, el plan determinaba la naciona- lizacién delos depésitos bancarios, el control del comer- cio exterior, una nueva ley de inversiones extranjeras, un. anteproyecto de ley de reforma agraria -que nunca fue aprobado- y otras medidas que, aunque importantes, == 260 nunca constituyeron un ataque frontal contra el capital financiero o contrala propiedad latifundista. No obstan- te, el clima politico de la época les conferfa un tono mis amenazante del que en realidad posefan. La profunda divisi6n existente en el peronismo quedé en evidencia con el regreso de Perén ala Argen- tina, el 20 de junio de 1973. Mientras que més de 2.000.000 de personas espe- raban en los alrededores del aeropuerto de Ezeiza la egada del avién que trafa al lider, la derecha pero- nista inicié un ataque a las columnas de la izquierda que dejé como saldo més de una docena de muertos y cientos de heridos. De todos modos, ante el retorno de Perén, Cém- pora y Solano Lima presentaron sus respectivas re- nuncias el 12 de julio de 1973. Raul Lastiri, yerno de Lépez Rega, presidente de la Camara de Diputados y hombre de la derecha peronista, asumié la Presidencia de la Nacién en forma provisoria, mientras se lanzaba tuna nueva convocatoria a elecciones. La votacién, programada para septiembre, dejaba a Perén como el candidato indiscutible. Mientras la izquierda peronista levantaba la figura de Cémpora como candidato a la vicepresidencia, la derecha hacia Jo propio con la de Maria Estela Martinez de Perén (conocida como Isabelita). Lanominacién de la formula Perén-Perén indicaba que, enla disputa entre la derecha ya izquierda peronis- tas, Pern no inclinaria a balanza a favor de los sectores radicalizados a los que habfa alentado durante su exlio. xezaPaintant (etal, de Fabién Marcacco, 2005.

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