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TITULO 1 X 25

“AMAMOS CAMINAR BAJO EL SOL”

BAJADA 1 X 39
LUDUEÑA Y JORGE MACRI: 5 AÑOS JUNTOS

EPI 5 X 23
María Belén conjuga su
rol de periodista con el
de primera dama porteña
y dedica un tiempo al
descanso y a la lectura.

EPI 5 X 23
La conductora y el Jefe de
Gobierno inauguraron el
Parque Carrasco, un paseo
que conecta a la ciudad con
el río, en Costanera Norte.

Por Diego Esteves

Se muestran tan enamorados como el primer día en el que apostaron a una vida en
pareja. María Belén Ludueña (37) y Jorge Macri (58) son esposos y compañeros y,
más allá de sus compromisos laborales, ella como periodista y él como Jefe de
Gobierno porteño, priorizan el espacio para estar juntos. Las mañanas son sagradas y
el desayuno es el puntapié inicial para la jornada del día. Tras la lectura de los diarios,
café con leche para él y mate para ella, la pareja organiza su día, intercambian
opiniones y se acompañan.
En diálogo con CARAS, la primera dama porteña se refirió al nuevo cargo que ocupa
y cómo se modificó su rutina desde la asunción de su marido.
—¿Cómo se siente ser la primera dama de la Ciudad de Buenos Aires?
—Soy la esposa del Jefe de Gobierno porteño. No es un cargo el que estoy
ocupando sino un rol. Soy consciente de la realidad del país e intento aportar empatía y
cercanía con la gente. Cuando Jorge estaba en campaña, me di cuenta que en este
lugar se abren puertas y hay herramientas para ayudar.
—¿Su marido le consulta temas de su gestión?
—Jorge, además de consultarme, me impulsó a ejercer este rol y lo estoy llevando a
cabo con responsabilidad y respeto. Uno de mis compromisos es ayudar a mujeres
emprendedoras. Ya me reuní con 40 empresarias y emprendedoras que me contaron
las dificultades que tienen y estoy trabajando con varias entidades para poder
conseguir créditos y así ofrecerles una solución. También colaboro con la difusión de la
moda circular y todos los meses sorteo vestidos míos. Conocí a referentes de la
Asociación Moda Sostenible Argentina y voy a usar sus diseños en el programa “Poco
Correctos” (eltrece).
—¿Cómo hace para que le quede tiempo para su tarea periodística?
—Es organizarse y saber administrar el tiempo. También descanso y leo.
—Cuando llegan a la casa, ¿continúan hablando de trabajo?
—Si bien tratamos de encontrar momentos para nosotros, hablamos mucho de
trabajo. Si hay algo que no me gusta o no estoy de acuerdo, doy mi opinión como una
ciudadana común, aunque también tengo una sensibilidad especial por mi trabajo como
periodista que me conecta con la realidad del país y con las necesidades de la gente.
—Sus orígenes marplatenses la ubican en contacto cercano con la naturaleza,
¿encuentra similitudes con la Ciudad de Buenos Aires?
—Esta ciudad me dio todo. Llegué cuando tenía treinta años y cada día me enamora
más y, ahora que estoy con Jorge, amamos caminar bajo el sol. Por eso me encanta el
Parque Carrasco. Es hermoso y se recuperaron más de 17 hectáreas para que la gente
disfrute al aire libre. Una de las cosas más lindas es que se empezó a recuperar la
costa y ya no le damos la espalda al río. La vista es espectacular y es un lugar ideal
para estar en familia o con amigos, disfrutar de unos mates, practicar deporte, caminar
o tomar sol. Lo recomiendo de verdad. Nosotros lo disfrutamos mucho y vamos a
volver.
—¿Qué proyectos tiene para este año en lo laboral y en lo personal?
—Mi plan es continuar en El Trece, en “Poco Correctos”, con el “Chino” Leunis y el
“Pollo” Alvarez. Además de los temas de actualidad, hago informes y entrevistas
especiales que a la gente le gustan mucho. También hago conducciones de eventos
para empresas y soy la imagen de varias marcas que confían en mí.
En el aspecto personal estoy feliz con el apoyo de mi marido que me impulsa a crecer
con este rol que estoy tomando. Y por supuesto, todo esto con el apoyo de nuestras
familias ya que sin ellos nada de esto sería posible. Como mujer de fe, siento muy
fuerte el apoyo de la Virgen y, en ese sentido, quiero recuperar las ermitas -pequeñas
capillas o santuarios- que están dañadas en la ciudad. En estos momentos de angustia
social, la fe y la esperanza es lo último que se debe perder.

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