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Divina Comedia
Divina Comedia
» Quando rispuosi, cominciai: «Ob lasso, quant dolei penser, quanto disio med costoo al dolaroso passot» oi mi rivolsi a loro parla, e cominciai: «Francesca, i tuoi martiri a lagrimar mi fanno trsto ¢ pio. Ma dimmi: al tempo di dolci sospir, aa che e come concedette Amore che conosceste i dubbiosi disria»E quella a me: «Nessun maggior dolore che ricordarsi del tempo felice se la misera,¢ i8 sa tuo dotore. Ma s‘a conoscer la prima radice el nostro amor tu bai cotanto affeto, dire come colui che piange dice Noi leagiaoame un giorno per diletto 4i Lancialotto come amor lo strinse soli eravamo ¢ sanza alcun sospetto, Per pid fate li occhi ci sospinse ucla letura,escoloroceé il vis, ra solo un punto fu quel che ci vine. Quando leggemmo il disiato riso esser baciato da cotanto amante, quest, che maida me non fia dis, la bocca mi bac tuto tremante Galeoto fu it Libro ecb lo scrisse uel giomo pi on 0 leggemmo avante>. ‘Montre che Vm spirto questo die, altro piangea, sf che di pitade io venni men cost como morisse, caddi come corpo mort cade Luyuriosos al ns 6 15 8 Y ella me dijo: «No hay dolor mayor ‘que recordar el tiempo de la dicha cen desgracia; y lo sabe tu doctor. Pero si de este amor y esta desdicha conocer quieres la rafz primera, con palabras y Ilanto serd dicha. ‘Como el amor a Lanzarote hiriera, por delcite, leiamos un dia, soledad sin sospechas la nuestra era, Palidecimos, y nos suspendia nuestra lectura, a veces, [a mirada, y un pasaje, por fin, nos vencerfa, Al leer que la risa deseada besada fue por el fogoso amante, éste, de quien jamés seré apartada, la boca me besé todo anhelante. Galeoto fue el libro y quien lo hiciera: no leimos ya més desde ese instante». Mientras un alma hablaba, la otra era presa del Ilanto; entonces, apiadado, To mismo me sentf que si muriera; y cai como cuerpo inanimado.a ey y CANTO VI CIRCULO in GLOTONES Cerbero, Lluoia ria. Ciacco (edell’Angullaia?) Sree ec eeree los piadosos y tristes sentimientos ‘con que los dos cufiados me agobiaron, nuevos atormentados y tormentos vi en torno a mi, conforme me volvia, y en torno a mi mirada y movimientos. Viel cfrculo tercero, el de la fria Iluvia eterna, maldita y despiadada, de ritmo y calidad jamés varia, Nieve, agua sucta y graesa granizada caen por el aire tenebrosamente: hiede la tierra que es asf regada. Cerbero, fiera cruel y diferente, caninamente ladra con tres voces por sobre aquella sumergida gente. Graso y negro es su pelo; ojos atroces; su vientre es ancho y sus ufiosas manos al desollar las almas son feroces, Aullar las hace el agua como alanos: de un lado hacen del otro parapeto; se revuelven los miseros profanos. Cerbero, aquel gusano, como un reto, sus colmillos al vernos nos mostr6; no habfa miembro que tuviese quieto. ‘Mi maestro ambas palmas extendié y, tomando de tierra dos pufiados, a las avidas fauces los lanzé. At tomar de ta ment, coe si chinse nani ala pied di due cognai, che di trestizia tuto mi confuse, ‘novi torment ¢ novi tormentat ‘mi veggio intorno, come ch'io mi mova €cbio mi volga, ¢ come che io guat. Jo sono al terzo cerchio, de la piova atteraa, maladetta, fedda e reve, regola e qualita mai non U8 nooa Grandine grossa, acqua tnta ¢ neve ber Vere tenebroso si rivesa, te la terra che questo rice. Cerbero,fera cradle diversa, con tre gole caninamente latra soora la gente che qui sommersa. Li occhi ha vermigli, la barba untae atra, €'Lventre largo, eunghiate le mani, gralfia i sprt, ed iscoia ed iquatra Urlar I fa la pioggia come cani de Vd lati famno a Valeo schermo, olgonsi spesso i miseri profi Quando ci scorse Cerbero, il gran vermo, le bocche aperse e mostrocc fe sane, rom avea membro che tnesefermo. El duca mio distese le sue spanne, prese la terra, econ piene le pugna la gittd dentro a le bramose canne.» % a o INFIERNO, CANTO VI Como canes que quedan amansados cuando muerden el cebo que pedian ¥y que luego devoran afanados, las caras enlodadas tal hacfan del demonio Cerbero, que ensordece a las almas, que ser sordas querrian, fbamos sobre aquellos que entumece la Tluvia pertinaz, los pies posados cen su ilusién, que al cuerpo se parece. Todos en tierra hallébanse postrados, menos uno que alz6 del suelo et pecho y se sent6 cuando nos vio parados. «(Oh t, que vas por este infernal trecho ast me habl6-, de recordarme trata tei fuiste, antes que yo deshecho, hecho!» «La angustia ~dije yo- que te maltrata aleja a tu recuerdo de mi mente y tal vez mi memoria desbarata ‘Mas di, quin eres t6, que en tan doliente lugar estés y sufres esta pena, ue si otra mayor hay, no ¢s tan hiriente.» «Tu ciudad él me dijo-, que tan lena de envidia esté que el vaso ha rebosado, me acogié en otra vida més serena. Ciacco los ciudadanos me han llamado: por ceder de la gula al mal dafioso me veo por Ia [luvia maltratado. No esté solo mi espiritu lloroso, ‘que igual culpa a castigo igual condena 2 éstos.» Y me miraba silencioso. Yo le repuse: «Ciacco, de tu pena ‘siento un pesar que al Ilanto me convida; mas di, si sabes, lo que el hado ordena que debe ser de la ciudad partida, si hay algtin justo en ella, y las razones por que es por Ia discordia acometida», Qual 2 quel cane cbabbaiando agogna, 3iracquela poi che pasto morde, chésoloa diverarlo intende e pagna, cotai si fece quelle faccelorde de lo demonio Cerbero, che ‘ntrona Tanime st, chesser vorrebbersorde [Noi passavam su per Yombre che adona la grve pioggia, ¢ ponacan le piante sovra lor vanita che par persona. Elle giacean per terra tutte quante, {uor dua ch'a seder si lev, ratto ch‘ella ci vide passarsi davante» Ed ellia me: «Ritorma a tua scienza, che ouol, quanto la cosa 2 pit perfetta, Did senta il bene, «cost ta doglienza Tutto che questa gente maladetta in vera perfezion gid mai non vada, i 1a ptt che di qua essere aspetta» Noi aggirammo a tondo quella strada, parlando pi assai ch’ nor ridic, evinmo al punto dove si digrada: quivi trovammo Pluto, il grax nemico GLoTONes 49 105 Traspasamos ast la mezela impura de sombras y de Iluvia, a pasos lentos, tocando un poco la vida furura, por lo que hablé: «Maestro, estos tormentos chan de erecer tras de la gran sentencia, menores han de ser o tan violentos?». Y la mt: «Recordar debes tu ciencia, que quiere que cuando es perfecto el ser més sienta el bien y sienta la dolencia. Y aunque esta odiosa gente se ha de ver privada de excelencia verdadera, ms de allé que de acé vendran a ser», Seguimos en redondo la carrera, hablando mucho més que ya no digo, hasta el punto en que baja la ladera: Pluto se hallaba alli, nuestro enemigo.CANTO VII CIRCULO IV: AVAROS Y PRODIGOS Pluto. Empuian pesos chocan entre ellos. Papas y cardenales. Piuto, con ronca voz, «iPapé Satén papé Satén, aleppeln, empezé al vernos. «No més te angustie el miedo: no podrén los poderes que tiene detenernos dijo el gentil que en todo sabio fuera, ni al bajar esta escarpa ha de ofendernos.» Volviése luego 2 aquella boca fiera y dijo: «(Callate, lobo maldito, de tu rabia constimete en la hoguerat Nuestro viaje a lo oscuro ya esté escrito: se quiere alli donde Miguel un dia de la soberbia vindic6 el delito». «Pape Satan, papé Satin alepper» omincid Pluto com la voce cocci, quel savio gentil, che tutto seppe, disse per confortarmi: «Non ti noccia le tua paura,ché, poder chal abbia, on ci torra lo scender questa raccia». Poi si rivolse a quella ‘nfiata labbia, e disse: «Taci, maladetto lupo, cconsuma dentro te con la tua rabbia Now @ sanza cagion Vandare al cupo aolsi ne Vato, la dove Michele fe la vendetta del superb sirupo>AVAROS Y PRODIGOS 51 Quali dal vento le gonfiate vele caggiono avvolte, poi che Uaber fiacca, tal cadde a tera la fira crudele Cost scendenmo ne la quarta lacca pigliando pit de la dolenteripa che mal de univers tuto insacea Abi giustzia di Dior tant chi stipa nove travaglie e pene quanto viddir « perché nostra colpa sine scipar Come fa Vonda la sovra Cariddi, che si frange con quella in cui sintoppa, cost convien che qui la gente rd Qui vid? gente pid cb'altrove troppa, ed'ana parte e daltra, con grand'uti, soltando pesi per forza di poppe. Percoteansi ‘ncontro, ¢ poscia pur li si rivolgea ciascun, voltando a retro, gridando: «Perch tieninn e «Perch burliry Cosf tornavan per lo cerchio tetro da ogne mano a Copposito punto rilandesi anche loro ontoso metro, oi si volgea ciascun, quand'era giunto, ber lo suo mezzo cerchio a Ualtra gistra E io, ch'avea lo cor quasi compurto, dissi: «Maestro mio, or mi dimastra che gente 2 quesa, ese tut fuorcherci questi chercutia la sinistra nostra Ed eli a me: «Tutti quant fuor guerci sf de la mente in la vita primaia, che con misura mullo spend frc. Assai la voce lor chiaro 'abbaia quando oepriono a due punt del cercbio dove colpa contrara Ii dipaia, Questifuor eberci, che non ban coperchio pileso a capo, e papi e cardinal, jn cui usa avarizia il suo soperchion Py v 2 a 6 Como las velas qué la brisa henchia revueltas caen si cae la arboladura, asf en tierra cayé la fiera impia. Calando més en a doliente hondura en donde todo el mal esta encerrado, bajamos a la cuarta escarpadura. Ah, justicia de Diost, equién ha juntado : tanto trabajo y penas renovadas? ePor qué nos triza asi nuestro pecado? Igual que olas que quedan destrozadas cuando al escollo de Caribdis llegan, asi son estas gentes zarandeadas. Mas almas en tal sitio se congregan que en los demés, y allf las vi afanarse: empujan pesos, con el pecho bregan y chocan entre sf y, al encontrarse, «Por qué aprietas? se gritan-, epor qué sueltas?», para volverse luego y separarse. Por el tétrico cfrculo, devueltas cada una por su mano- son enfrente, donde en igual pendencia vense envueltas, ‘Cada una recorre nuevamente su medio cerco, para igual torneo. Yo, con el corazén desfalleciente; dije: «Maestro, conocer deseo qué gente es ésta, y si esos tonsurados clérigos son, que a nuestra izquierda veo». Y él a mé: «Todos fueron muy menguados, en su primera vida, de la mente y en gastar nunca fueron mesurados. ‘Su propia voz lo ladra claramente al Ilegar de los dos puntos opuestos adonde van por culpa diferente. EclesiSsticos fueron todos estos que estén sin pelo ~papas, cardenales— bajo el poder de la avaricia puestos»st 6 8 ” INFIERNO, CANTO VIT Y yo: «Maestro, di si de entre tales reconocer a algunos yo podrfa que inmundos fueron de tamafios males» Y él me dijo: «lmposible te seria: si del no conocer fueron viciados, no se conoce ya su faz sombria. Exernos han de ser sus altercados: al surgir del sepulero, cerrarén tos el puto, irdn és0s pelados. Por tener y dar mal, no gozarén del bello mundo, y seguirén rifiendo: no ¢s preciso que te hable de su afén. El corto aliento, hijo, aqui estés viendo del bien que se conta a la Fortuna, por el que estén los hombres compitiendo; que todo el oro que hay bajo la luna, y hubo ya, de tanta alma fatigada reposo no podria darle a una», «Maestro ~dije yo-, de la mentada Fortuna dime més: ¢c6mo su mano. a los bienes del mundo esté aferrada?» 4 Oh criaturas ~dijo él- de juicio vano, cuén grande es la ignorancia que os ofendet Lleva a tu boca mi consejo sano. Aquel cuyo saber todo trasciende hizo los cielos € hizo a quien los guia y asi de parte a parte todo esplende, puesto que por igual fa luz envi: les sefialé también a los humanos fastos su general ministra y guia que permuta a su tiempo bienes vanos de gente a gente y de uno a otro linaje, sin que entendsis sus juicios soberanos; hace asf que uno suba y otro baje, siguiendo el juicio de quien, cual serpiente, se oculta entre la hierba y el follaje. E io: «Maestro, tra questi cotali door’ io ben riconoscerealcuni che furo inmondi di cotsti mali» Eid ella me: «Vano pensero aduri la sconoscente vita che i fe sozzi ad ogne conoscenza orl fa bruni. In eltero verranno a li due cozzi ‘questi resurgeranno del sepalcro col pugno chius, ¢ questi coi crix mozzi Mal dare e mal tener lo mondo pulcro ha tolto loro, ¢ posti a questa zuffa: qual ella sia, parole non ci appulcro. Or puoi, figlinol, veder la corta buffa ai ber che son conmessi a la Fortuna, per che Famama gente si rabbuffa ché tatto l'oro ch’? sotto la luna ce che gid fu, di quest anime stanche ‘non polerebbe farne posare una». «Maestro», dissio lui, «or mi di’ anche, questa Fortuna di che tu mi tocche, che 2, che i ben del mondo ba si tra brancher» E quelli a me: «Ob creature sciocebe quanta ignoranza & quella che 0 offendet Or v0'che tu mia senterza ne ‘mboccbe. Coli fo cui saver tutto tascende, Jece li ciel e dia lor chi conduce sf chogne parte ad ogne parte splende, distribuendo igualmente la luce sinilemente a li splendor mondani andimd general ministra ¢ duce che permutasse a tempo li ben vani i gente in gente ed'uno in altro sangue oltre la difession di seni uma, per ch’una gente impera eVattra langue, segundo lo gindicio di cost, cio occulto come in erba angue