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PARA QUE SIRVE LA ESCUELA? Presentacién del cuaderno Pocos hay, de entre nosotros que no tenga en sus recuerdos’ la imiagen de un aula, una maestra 0 maestro, unos, compafieros’de fatigas, un patio de recreo, cuademnos'y enciclopedias. La Escuela, este lugar en el que pasamos los primeros y fundamentales afios de nuestra vida, ese espacio reservado para la transmision del conocimiento; Ia Escuela, lugar en el que sus muros nos cuentan la historia. por la Consecucién del legitimo Derecho Universal a la Educacién, realmente zDe dénde viene? zCon qué fin fue creada? 2 pregunta no es vana. Por doquier todos critican la situacién en ta que se encuentran hoy los sistemas educativos. El Estado considera que el sistema: no posee suficiente “calidad” . Los trabajadores de 'a ensefianza reclaman més medios pera educar a tan compleja chiquilerta, los padres manifiestan que lo @scuela no les educa lo suficiente y los alumnos piensan -entre tanto adulto desorientado- que para qué tienen que asistr a clase. Asi el mare magnum crece. Los sistemas educalives se reforman sobre reformes anteriores y ya nadie sabe bien cual es el papel social que debe cumplir la Escuela ni a qué debe dedicarse, zacaso a remediar 10s fallos do la crianza 0 a la crianza misma? gcriar y educar? ceducar y ensefiar? jdar formacién o formar personas? Para no perderse entre la marafa urdida por los intereses del Estado sobre la Escuela -con el fin Perverso de que no nos enteremos nunca bien de qué es lo que pasa no nos queda mas remedio que tirar el hilo y Hegar hasta el centro det ovillo para conocer cual es el origen de esta supuesta bienhechora institucién, con el fin de saber hasta que punto hoy sigue nutriéndose de las raices de ayer y si es ésta una de las razones que impide a la Escuela situarse en el lugar que debiera corresponderle El Taller de Educacién del Caum se puso a indagar en el asunto y encontré un libro: Arqueologie de Ja Escuela de Jula Varela y Femando Alvarez-Uria, de ediciones La Piqueta, Los autores nos pusieron en {as manos las piozas constitutivas de la Escuela y pudimos entender con mas precision el funcionamiento de esta compleja maquinaria: ¢Contribuye el sistema escolar a favorecer los ideales democriticas o, por el contrario, su logica.constitutiva funciona a partir de criterios més 0 menos explicitos de dominacién? Las Fespuesias que los diferentes ensayos que componen este libro nos proporcionan son tan esclarecedoras, que obligan a recomendar su adquisicién, su lectura, su difusién en todos los ambitos de la educacién y la cultura Por esta razén se confecciona este cuaderno que contiene un resumen de uno de sus capitulos La ‘maquinaria escolar. Pretendemos en sus paginas que el lector reflexione sobre la Escuela y a la vez pueda situar en las coordenadas historicas precisas su origen en el caso concrete del Estado Espafol. Es, ‘ademas, una pequefia contribucion al debate critico sobre la Educacién, tan necesario en astos momentos en donde parece que vuelve a reavivarse la polémica acerca de la ensefianza de la religién en la escuela Piiblica, cuando, por io que se podrd leer a continuacién, ni los mimbres de la escuela son laicos ni el cesto es democrdtico, La maquinaria escolar 4. Introduceién La universalidad y la pretendida etemidad de la Escuela son algo més que una ilusién. Los poderosos buscan en &pocas remotas y en civiizaciones prestigiosas -especialmente en la Grecia y la Roma clasicas- @l organ de las nuevas instituciones que constituyen los pillares de su posicién socialmente hegamsnica. De festa forma intentan ocultar las funciones que las instituciones escolares cumplen en la nueva configuracién social al mismo tiempo que enmascaran su propio cardcter advenedizo en la escena socio-politica. Esta habil estratagema sive para dotar a tales instituciones de un cardcter inexpugnable ya que son fraturalizadas al mismo Gempo que el orden burgués 0 postburgués se revisle de una aurecla de civiizacion. En todo caso, si la Escuela existio siempre y en todas partes, no sélo esta justificado que siga existiendo, sino que su universalidad y etemidad la hacen tan natural como le vide misma conviiendo, de rechazo, su puesta en cuestién en algo impensable o antinatural. ‘Aqui se intentard mostrar que la escuela primaria, en tanto que forma de sccializacion privilegiada y lugar de paso obligatorio para los nifios de las clases populares, es una institucin reciente cuyas dases administrativas y logislatives cuentan con poco més de un siglo de existencia,' De hecho, la escuela pibiica, Gratuita y obligatoria ha sido insttuida por Romanones a principios del siglo XX conviriendo a fos maestros fen funcionarios del Estado y adoptando medidas concrelas para hacer efectiva la aplicacién de la regiamentacién que prohibia el trabajo infantil antes de los diez arios. La escuela no existié siempre, de ahi la neceskiad de determinar sus condiciones histéricas de existencia en el interior de nuestra formacion social. {Qué caracteriza fundamentalmente a esta institucién que ocupa el tempo y pretende inmovilizar en el espacio a «todos» los nifios comprendidos entre seis y dieciséis afios? En realidad esta maquinania de gobierno de fa infancia no aparecié de golpe sino que ensambi6 e instrumentaliz6 una serie de dispositivos gue emergieron y se configuraron a partir del siglo XVI, Se trata de conocer cémo se montaron y afinaron las piezas quo posibilitaron su constituci6n. Se pretende abordar el pasado desde una perspectiva que nos ayude a descirar el presente, a rasvear continuidades oscuras y a determinar ios procesos de montaje de las piezas maestras, sus engarces, para qué siren y a quiénes, a qué sistemas de poder estén ligadas, como se transforman y disfrazan, como contribuyen, en fin, @ hacer posibles nuestras condiciones actuales de existencia 2. Definicién del estatuto de infant AV igual que la escuela el nifi, tal como Jo percibimos actualmente, no es etemo ni natural, es una insttucion social de aparicién reciente ligada a practicas familiares, modos de educacién y, consecuentemente, a clases sociales. Los moralistas y hombres de la Iglesia del Renacimiento, en el momento en que comienzan a configurarse los Estados administratives modemos, pondran en marcha todo un conjunto de tacticas cuyo objetivo consiste en que la Iglesia puede seguir conservando, y si es posible acrecentando, su prestigio y sus poderes. Su capacidad de inventiva y de reaccién quedard bien patente en la accién que desarroltaran en distintos frentes. Los Papas, especialmente a partir de Trento, se convertirin cada vez més, frente a los Concilios, en ta «cabeza» de la Igiesia apoyados por fa Curia que suftira entonces -no sin fricciones~ fuertes modificaciones. Se reestructurarén asimismo otros organismos y se crearén nuevas congregaciones. La Lucha contra los herejes y el mantenimiento de la ortodoxia exigiré una serie de remodelaciones en ef campo de la teologia, la gastoral, la liturgia, la beneficencia y las misiones, asi como la aparicién de las nuevas érdenes religiosas, la reforma de las ya existentes, la modemnizacién e incluso la desaparicién de las que no se ajustan a la devocién y religiosidad modemas. Las tacticas aplicadas van a ser diversificadas y comprenderén desde la manipulacién sutll e individualizada de las almas hasta las predicaciones y tos gestos masivos y pablicos para la extensién @ intensificacién de la fe: la confesién, ta direccién espiritual, ja produccién de catecismos -para clérigos, indios, adultos y «nifios» * Lae clases distinguides han enviado a sus hijos a establacimiontos de cafdad y distincién (colegios, fcoos, gimnasios, ol.) yse supone que seguiran hacndolo. Nos referimos pues ala escuala nacional en su sentido preciso: espacio de gobiemo ce fos hijoe de las clases desfavorecidas, 4 En todo caso nos interesa subrayar el desarrollo de multformes practicas educativas que en cierta medida afectan a fa reforma del clero mismo a través de normas que intentan regular Su vida y costumbres, y sobre toda mediante la ereccién de seminarios en tos que desde entonces se intentara localizar y dirigir eu formacién. Europa entera se convierte en tierra de misién de los dos grandes bloques religiosos en pugna caidlicos y protestantes. EI fanetismo religioso es una de las clavés de la modemnidad. En ese marco parece anatural», desde una perspectiva actual, que los individuos de tierna edad se conviriesen en uno de los blancos privilegiados. de asimilacién a las respectivas ortodoxias: 168 jévenes de hoy son los. futuros catélicos 0 protestantes del mafiana, y, ademas, su propia debilidad bioldgica y su incipiente proceso de socializacién fos hacen especialmente aptos para ser objeto de inculcacién y de moralizacién. Los reformadores caislicos al mismo tiempo que utiizan todos los mecios a su alcance para ocupar Pussies de influencia al lado de los Monarcas, pondrén especial empefio on consiituise en preceptores y maestros de’ principes y mas, claro esté, si son principes herederos. Intentaran asimismo educar a los fuevos «defines» de las clases distinguidas en colegios e instituciones fundadas para ellos (destacan en este sentida los jesuitas que’ constituyen la «primera legién», la avanzadilla de la Contrarreforma): tampoco $2 aidan de copar nuestos en los Colegios Mayores de las Universidades reformadas, Los his de los Pobres serén a su vez objeto de «paternal proteccién» ejercida a través de insltsciones cartatvas y benéficas donde serén recogides y adoctrinados. Nuevas érdenes religiosas (Doctrinos, Escolapios...) se encargarén por su parte del cuidado de jévenes de las clases populares y de instruirios preferentemente en la docitina cristiana y en virtuosas costumbres, Los moralistas elaborarén programas educativos destinados a la instruccién de la juventud formando parte del nuevo contexto misional. En este momento de reestructuracién social se retoman Proyectos ya clasicos de Platén, Quintiliano, Aristételes, Plutarco, Séneca... leides ahora a la luz de la ica. Se configura entonces un catecumenado privilegiado: «la infancia». Y, al igual que en la Reptiblica de Platén, la educacién sera uno de los instrumentos claves utlizados para naturaizar una Sociedad de clases o estamentos: existen diferentes calidades de naturalezas que exigen programas educativos diferenciades. En consecuencia se instituirén, poco a poco, diferentes infancias que abarcan desde fa infancia angélica y nobilisima del Principe, pasando. por la infancia de calidad de los hijos de las clases distinguidas, hasta le infancia ruda de las clases populares, Ni que deci tiene que los eclesiasticos Prestarn especialisima atencién a las dos primeras, 0 Infancias de elite, ya que su influjo sobre ellas es ecisivo para la conservacion y extension de la fe y de sus propios privilegios. Erasmo, Vives, Rabelais, -Lutero, Calvino, Melanchthan, Zwinglo entre los protestantes- definican en sus escritos a la Infancia», dotandoia de unas propiedades nada ajenas a los intereses desu apostolado, propiedades que, por otra parte, pesaran enormemente en ullerores redefiniciones de la misma. Y escribimos infancia> porque en el siglo XVI se esté todavia feos do su delimitacién en tanto que etapa cronolégicamente precisa. Los distintos autores divergen notablemente no solo respecte. a los Perfodos que denominan infancia, puericia y mocedad, sino también respecto al momento en que conviene comenzar a ensefiar a los pequefos las letras; mayor acuerdo muestran en la necesidad de que desde muy Pronto se inicien en el aprendizaje de fa fe y las buenas costumbres. En general, las caracteristicas que var 2 conferir @ esta etapa especial de la vida son: maleabilidad, de donde deriva su capacidad para ser ineeaiete abiied (mas tarde inmadurez) que jistifica su tutela; rudeza’ siendo entonces precisa su «chiizaciony:-faqueza de juicio, que exige desarrollar la razén, cualidad del aima, que distrgue al hombre de las bestias; y, en fin, naturaieza en que se asientan los gérmenes de los vicios y de las virtudes. on el caso de los moralstas mAs severos se convierte en naturaleza incinada al mat que debe. en el mejor de fos casos, ser encauzada y disciplinada. La inocencia infantil es una conquista posterior, efecto, en gran medida, de la apicacién de toda una ortopedia moral sobre el cuerpo y el alma de los jovenes. Se configura pues la nifiez», en el ambito tedrico y abstracto, como una etapa especialmente idonea para, ser troquelada, marcada, a la vez que se justice la necesidad de su gobiemo especifice que dara lugar 2b emergencia de dispositivos insttucioneles concretos; y si en limo extremo el podoroso arte de. la @ducacion fracesa, puede echarse la culpa a la mala indole de los sujetos Pueden resaltarse tres inflyjos, entre otros, que parecen haber sido decisivos en la constitucion progresiva de la infancia: fa acoiin educativa institucional ejercida en espacios tales como colegios, Respicios, hospitales, albergues, casas de doctrina, seminarios {no solamente existen seminarios de dlérigos, sino también seminarios de nobles, ademas de seminarios en los que se instruyen ios jOvenes de fas clases populares); la accién educativa de la recién estrenada familia cristiana; y, por tilimo, una accion educativa difusa que, al menos desde un punto de vista formal, esta especialmente vinculada a las précticas de recristianizacién, ‘Se vera con més detenimiento, cuando nos ocupemos de a constitucién de los espacios dedicados 4 la instruccién de la infancia, que seréen esta especie de laboratorios, donde emergeran y se aplicaran racticas concretas que contribuirén a hacer posible una definicién psicobiolégica de la infancia y de donde, a fa vez, se extraerén saberes respecto a cémo orientarla y dirigita haciendo asf posible la aparicién de la sciencia pedagégica». Seré pues en estos espacios donde comiencen las graduaciones por edad, paraletamente a una tutela cada vez mas individvalizante. «Sean todos quietos, modestos y bien cristianos, hablen en sus conversaciones de Dios 0 de cosas dirgidas a su servicio, busquen buenos comparieros, oigan misa todos los dias, confiesen cada mes si es posible con el mismo confesor, hagan examen de conciencia diario, tengan especial devocién cotidiana al Angel custodio, no entren en la escuela con armas, no juren juramento alguno, no jueguen juegos prohibides, sean obedientes al Rector y a sus maestros: y sepan que por sus faltas si son muchachos serdn castigados por el corrector, y si grandes serén reprehendidos pablicamente Y Sino se enmiondan echados con ignominia de la escuelay® A esta vigilancia y cuidado continuo y minucioso sobre muchaches y grandes se sumaré progresivamente la accién de la familia, en lo que a las ciases pudientes se refiere, Los tratados dirgidos a ‘a Institucién de la famiia moderna, dedicados naturalmente principes y grandes sefiores de la época como entonces era costumbre, y dirigides logicamente a los que saben Ieerlos, sefialan 10s papeles que marido y mujer tendran que desempefar respecto a los mas variades asuntos. A cambio de una custodia y supervisién permanente, los moralistas ofrecen a los padres el amor, fa obediencia y el respeto de sus hijos. El amor natural entre padres e hijos, puesto especialmente en evidencia entoncas on las luchas fraticidas Parricidas por el poder, serd al fin posible si los padres ~alejando ayas, nodrizas y criados, 0 conirolandolos al menos- ejercen su amorosa influencia sobre la prole desde muy pronto. A la madre le ofrecen, ademés, a cambio de su rectusién en el hogar (nada de reuniones literarias, saraos, salidas periciosas, lujos y afeites) los poderes de gobernar y regir la casa, aleccionar a la servidumbre, morigerar al esposo, y sobre todo nutrir y educar a sus pequefiuelos, su mas preciado tesoro: fa madre que no da la leche de sus pechos a su hijo no es sino. media madre, y todavia menos si no io educa © instruye en la religidn cristiana y en las costumbres que exige su noble naturaleza. En la aristocracia espafiola el peso de los eclesidsticos parece haberse dejado sentir mas que en otros paises donde esa clase fue calficada por ellos en un principio de disoluta y viclosas. Pero parece ser la nueva clase en ascenso, parte de ella ennoblecida, la burguesia, la que mds se identificaré con sus méximas y consejos. Lentamente se constituird ta verdadera madre, @ imagen de la Virgen, y en oposicién a la bruja que mata y chupa la sangre de los nifos, 2 la prostitula que emplea abortives y anticonceptivos °, y a la vagabunda cuya promiscuidad sexual y artimafias empleadas Para «estropear> a sus hijos con el fin de echarlos a pedir limosna tampoco parecen ser del agrado de los Nuevos agentes de la norma, Los pequefios de las clases pudientes se verdn asi sometidos a dos tutelas, la de le familia y la dal colegio, ejercidas por su propio bien. Para los pobres. una les basta: la de las instituciones de caridad. Y para los del incipiente estado medio, en situacién de mereoer, los internados asumirén la funcién familiar. Suften asi un aislamiento mas duro ya que a la familia en un principio sdlo se |e da cabida de forma esporadica A ostas practicas educativas familiares ¢ institucionales se afiade una policia multiforme de los jovenes: direccién espiritual, imposicién de un lenguaje puro y casto, prohibicién de cantares y juegos deshonestos y de azar, prohibicién de dormir en ot mismo lecho con otros nifios o adultos (costumbre entonces frecuente), alejamiento del vulgo, empleo de libros expurgados, -impresion de astampas, catecismos, instrucciones, tratados de urbanidad (si bien Ja literatura infantil propiamente dicha no comienza hasta el siglo XVII), ‘muttiplicacion y generalizacién de temas relacionados con la «infancias: el nifio Jesis, ol Angel de la guarda, los niffos modelo, los nifios inocentes, los nifios santos, el limbo de los nifios, y la creacién de fiestas religiosas entre las que sobresale la primera comunién *, De este modo se llega al siglo XVIII con una * Padre Nadal, S. J: Reguige Sholestiorum pro scholasticis, en Monuments peedegosica. S. J, Maid 1001, 7. PP. 659-656. 5 Los métodes anticonceptivosulizados por estes mujeres maldtes que, por oa parte parecen ser ls miames uSlzados ento or las mujeres dela aistocracia, con muy datinios do los empleades por la burguesia a partir de la Contrerreforma que se reducen Practicamente al «coitus inleruptuse. Ver P. Chaunu: Malthusianieme démografique el melthusianieme économique. en Annales, enero-febrero 197%, Pp. 1-49. “Uno de fos grandes propagadares del limbo de los nics y del angel de fa quarcia fue entre nosotros of jesuta P. startin de Ro! Benefcios del santo 4ngel de nuestra guarda. Cérdeba 1832. V Estado de los bienaverturades en el cel, de los rifos en el mbo, de fos condenados en al fiero y de todo este universo después de Ia Resurrecsion y Juclo Univereah Sovila 1624. Esta sla obra \Sonoci6 varies reediciones y traducciones: Gerona 1627, Huesca 1628. Madrd 1645, y, 1853, Alcald 1663, Mllin 1630, Lyon 1631, ‘Sobre fos bros de urbanidad véase Norbert Ellas, El proceso de cvilzacién. F.C.E, Madd, 1986 y Eraemo, Data urbsnidad en las ‘aneras de os nites, MEC, 1985. 6 2S infancia inocente y razonable en lo que a las cases distinguidas so refiere. Y si Rousseau puede redefnir a infancia como edad «psicolégica» con etapas a las que corresponden necesidades e intereses, y on Consecuencia susceptibles de una educacion diferenciada, se debe sin duda 2 todas estas orientaciones y direcciones suftidas con anterioridad por los jévenes °. Uno de los grandes méritos de Philippe Aries es haber demostado que la infancia, tal como hoy la percibimos, se comienza a configurar fundamentalmente a partir del siglo XVI ®. En la Edad Media no existia una percepcién realista y sentimental de la infancia: «el nifio» desde que era capaz de valerse por si mismo se integraba en la comunidad y participaba, en la medida en que sus fuerzas se lo permitian, de sus penalidades y alegrias. Aries analiza con minuciosidad y paciencia un amplio material histérico. A través de este andlisis comprieba que durante todo 6! sigio XVI a categoria de edad privlegiada es la juventud, periodo “amplio y de limites imprecisos, ‘de la que comienza a desgajarse en el sigio“XVI una primera Infancia: el bambino 0 nifio pequerio, especie de juguete divertido y agradable para los miembros de bs clases altas. Una nueva diferenciacién, también desde el punto de vista terminolégico, se perfila en el siglo XVIII siempre en relacién con dichas clases: infancia y adolescencia se separan definiivamente; y ya en al siglo XIX el bebé aparece como nueva figura. Estas designacionss linglisticas afectan a la infancia rica y forman parte de su propia definicién. Las clases populares siguen confirendo a la Infancia, como manifiestan en su lenguaje, un carécter amplio © impreciso: se sale de ella cuando se sale de la dependencia. Aries relaciona la constitucién de la infancia con las clases sociales, con ta emergencia de la familia moderna, y con una serie de practicas educativas aplicadas especialmente en los colegios. Pero relega a un segunda’ plano un tanto lejano las tacticas empleadas en la recagida y moralizacién de los nifios pobres (sin duda el acceso a un material que permita tal estudio es mucho mas complicado). Esta relegacién le impide percibir que la constitucién de la infancia de calidad forma parte de un programa politico de dominacién, ya que es evidente que ente los elementos constitutivos de esta infancia figuran también, y ocupando un lugar importante, los dispositivos de afianzamiento de determinadas clases asi como su preparacién para mandar. La Infancia «rica» va a ser ciertamente gobemada, pero su sumisién a la autoridad pedagégica y a los Teglamentos constituye un paso para asumir «mejor» mas tarde funciones de gobiemo. La infancia pobre, Por el contrario, no recibiré tantas atenciones siendo los hospitales, los hospicios y otros espacios de correccién los primeros centros-piloto destinados a modelerla. Y asi como fa constitucién de fa infancia de calidad aparece estrechamente vinculada a la familie, practicamente desde sus comienzos -hijos de familia, la de Ia infancia menesterosa ha sido en sus Principios el resultado de un programa de intervencién directa det gobiemo; en el primer caso se produce luna delegacién de poder en la familia que a su vez actia ayudando a su constitucién, mientras que en el segundo el poder politico se abroga todo derecho insertando a la infancia pobre en el terreno de to publico. EI sentimiento de infancia -y consiguientemente el sentimiento de familia- no existira entre las clases populares hasta bien entrado el siglo XIX, siendo la escuela obligatoria uno de sus. instrumentos constitutivos y propagadores. 3, Emergencia de un dispositive institucional: el espacio cerrado «A partir de un determinado periodo (..), en cualquier caso a parr de finales del siglo XVII de una manera definiiva © imperativa, se produce un cambio considerable en el estado de ies costumbres que he analizado. Cambio que puede percibisse a través de dos aproximaciones distinlas. La escuela sustituye al aprendizaje como medio de educacién. Esto significa que el nifio deja de estar mezclado on los adultos y deja de conocer la vida directamente en contacto con ellos. Pese a muchas relicencias y reirasos se Io aisla de los adultos y se Jo mantiene separado en una especie de cuarentens, antes de dejarto en el mundo. Esta cuarentena es ia escuela, el colegio. Comienza asi un largo proceso de encierro de los nifos (semejante al de los locos, los pobres y las prosiitutas) que no cesard de ‘extenderse hasta nuestros dias y que se lama «escolarizacions ’. * Las nifias, respondiendo a la imagen modéliceforiada pare ella por los relonmadores, deberén rectir una educacion domestica, ‘Aparecen sin embargo pronlo algunas érdenes religioses pera su ensefienza: ursulinas, hermanas de la caridad y ofas que se ocupan e la asistoncia a hurfanaa y exposes, "Ph, Aries: enfanz ot la vie fariale sous fafrtien Régime. Ed. Ou Soul, Par's 1973, Treduecién en Ed. Taurus) Ph. Aries, op. c., pretact, p. I Para que exista esta cuarentena fisica y moral es preciso que surja un espacio de encierro, pared de.cal Y canto que separe a las generaciones jévenes del mundo y sus placeres, de la carne y su titania, del demonio y sus engafios. El modelo del nuevo espacio cerrado, el convenio, va a constituirse en forma paradigmatica de gobierno. El viejo espacio, destinado a transformer la personalidad del novicio mediante una reglamentacién puntillosa de todas las manifestaciones de su vida, serviré ahora de maquinaria de transformacién de ta juventud haciendo de los nifios, esperanza de a iglesia, buenos cristianos a la vez que ‘stibditos sumisos de la avtoridad real *, Las nuevas instituciones cerradas, destinadas 2 la recogida e instruccion de la juventud, que emergen 4 partir del sigio XVI (colegios, albergues, casas galeras, casas de {a doctrina, casas de misericordia, hospicios, hospitales, seminarios...) tienen en comun esta funcionalidad ordenadora, reglamentadora y sobre todo transformadora del espacio conventual. Sin embargo nos interesa particularmente resallar que este espacio cerrado no es en absoluto homogéneo, En virtud de la mayor 0 menor calidad de naturaleza de Jos educandos y corrigendos, determinada por su posicién en la, pirémide social, dferiran las disciplinas, se flexibilizarén los espacios, se dulcificarén en fin fos destinos de los usuarios, Los colegios de los jesuitas tienen poco que ver con las instituciones de recogida de los nifios pobres: aescuslas» rudas y colegios de nobles que corresponden a naturalezas de bronce y a naturalezas de oro y plata, delimitadas por Platon en La Repdblica y retomades con ahinco por los reformadores de la Reforma y Contrarreforma. Se trata de un Platén integrado por los eclesiasticos en sus proyectos de reestructuracién del espacio social. Al igual que en La Republica se pretende de nuevo, como ya hemos sefialado, naturalizar las diferencias sociales y en consecuencia las nuevas formas de dominacion social * Entre el Principe nifio sometide simplemente a un encierro moral y el secuestro de nifios y nifias pobres, expésitos, huértanos y desamparados, existe una amplia gama de formas de aislamiento que en ‘ultimo términd reenvian a diferencias de percepcién y valoracion social, La maxima represion y minimo saber transmitido cortesponden 2 la menor nobleza, evidentemente la de los pobres. «Los nifios expdsitos tengan su hospital, en donde se alimenten; los que tengan madres ciertas, crienios ellas hasta los seis afios y sean trasladados después a la escuela publica donde aprendan las primeras letras y buenas costumbres, y sean alli mantenidos. Gobiemen esta escuela varones honesta y cortésmente educados en cuanto sea posible, que comuniquen sus costumbres a esta ruda escuela; porque de ninguna cosa nace mayor fiesgo a jos hijos de los pobres, que de la vil, inmunda, incivil y tosca educacién. No perdonen gasto alguno los magistrados para adquirir estos maestros; que si lo consiguen, harto provecho haran a la ciudad que gobieman, a poca costa. Aprendan los nifios a vivir templadamente, pero con limpieza y pureza y a contentarse con poco; apartenles de todos los deleites, no se acostumbren a les delicias y glotoneria; no se crien esclavos de la gula, porque cuando falta ésta con que salisfacer su apetito, desterrado todo su pudor, se dan '@ mendigar, como vemos que lo hacen muchos luego que les falta, no la comida sino la salsa de mostaza 0 cosa semejante. ‘No aprendan solamente a leer y @ escribir, sino, en primer lugar, |a piedad cristiana y a formar juicio recto de las cosas. (..) los que sean muy a propésito para las ciencia deténganse en la escuela, para que sean maestros de otros o pasen al seminario de sacerdotes; los demas pasen 4 aprender oficios, segin fuere ta inclinacién de cada uno» " * Sobre ol remodelamiento quo en Eepahe sulte ol espacio conventuel para servir de base a una politca de conto! de pobres: Femando AWvarez-Ura; «De la poicia de la pobreza alas céreles del ima, Rev. 1 Basiisco, °8, 1979, pp. 64-71 * Carlos Lerena en Escuela, ideclogia y clases socials on Ezpafia, Ed. Adel, Macrid 1976, especialmente en las paginas 29-25, pone al descublerto con agudeza y rigor el trucajersaizace por Platén para sscamotear y ala vex hace’ inalacables sus pianteamieatos fednces «clasistass, "9.1. Vives: De subventionae pauperum, Brujes 1526. Su programa se inspira drectamente an el expuesto por Lutero en su escrito A os magistrados de todes las ciudedes alemanas, para que constiuyan y mantengan escuelas (1523). Al Qual que utero, Vives @& también uno de los srimeros en proponer uns ceria secularzacion de la ensefianza que an el caso de lo rinos pobves encomienda también a bs magistzados, Insite menos que Lutero en que aprendan las Ienguas y las ates que, en opin del #x-agustin, «sven para fa comprension ce la Sagrada Escrtura y para el desemperio del goblemno cil, Ait Fi programa de gobiemo de los pobres propuesto por Vives se pondré en marcha en los paises J pol ite todo tras el edicto dado en Roma el 12 de marzo de 1569, con el que se inicla una reveals Y Policia de pobies de uno y otro sexo easi grandes como pequerios® de luna ‘ampliuud sin presedlentos Por fo que @ Espafia se refiere toda una serie de carbirstas» se interesarén por el problema de la anreza. En al interior de sus programas los nifos pobres ocuparén una plaza quo progrosivaments gonna en importancia, sae £1 canénigo Giginta, en una perspectiva de aplicacion de las teorias de Vives, afrma que, ademas Fe, Siiestrar 2.08 nifos pobres en un ofcio mecdnico, «a los que fueren para las letras se Ine dard don 2oras luego por la manana, para aprender a leer y a escrbir, hasta contar» "Por su parte ol méaco Fpigbal Pérez de Hemera dedicaré un ampli espacio al «amparo y ocupacin do los nifos y niles pobree ¥ Ruérfanos desamparados» “*. En este chigisnistay lo que prima es la necesidad del enceve y de seearacien quedando la insirucciin relegada a ta minoria selecta. En estos proyectos que so aplicaron Parcfaimente en el sigio XVII comienza ya a ser una realidad la soparacion de sexes y eledee eh crear ont $2 converte asi en un dispositive que contrbuye a la constticién de la infancia a la ves gue el Bioele geqcento de Infancia quedaré asociado de forma casi natural a ia demarcacion espacio toners, Perez de Herrera presenta en su ciiada obra un plan diferenciado en funcion de la edad y cr aoe ae ne 3 citing o 2 los seminarios, A jos de mayor edad, nifos y niias, se encargaran las justcias de pornos pagan es 2.8 aprender ofcios; convene acomadar algunas nifias en los monasterios a fin de que all co agan virtuosas y presten servicios a ancianos y desvalides. A los nifos de 10 a “4 afios, con buete salve y ‘torza, 0 les dardn distintas aplicaciones: unos irdn a la marina, oltos trabajaran. en armerias, tos aprenderén a fabricar tapicerias, pafis y telas, otros, en fin, los mas habiles, irdna seminatios de mas alte Treen ue [0s Ye Mencionados en donde se les ensefaré no tanto el latin como las matomaticas a fn de. que eee se dediquen a la edifcacién, la artiteria, y otras actividades necesarias para la fortiioaon’ le ‘Teod tae et stacue, Los nifios gitanos no quedarén excluidos de estas medidas. Las Cortes do Burgos de 1204 prescriben que los menores de 10 afios sean separados de sus padres y encerrados en las once ae Serna 3213, Costing, herederas de los hospitales que el célebre humanisia espafol afincado on Brvias Gefinia asi en su paradigmatico tratado Sobre ef socoro de los pobres: soy el nombre de hospitales a aquellas insttuciones donde los enfermos son mantenidos y curados, donde Poe aienlan un cierto nimero de necesitades, donde se educan los nos y las nila, donde se crian los hijos de nadie, donde se encierran los locos y donde los ciegos pasen la viden fin cualquier caso el adlestramionto para los oficios, lt moralizacién y fabricacién de sibditos vituosos Tdo8,Plares sobre los que se asienta la politica de recogida de pobres. Una ética rentablizadors ach trabajo y mantenedora del orden tiende a sustituir lentamente a las viejas caridades. £2 (ecosida 'y educacion de. los nies pobres on instituciones a las que son destinados poco tiene que eek Con 8 educacién del Principe nifio sino también con la de los colegiales que ademas ae Gedicarse at estudio de materias lterarias (gramética, retérica, dialéctica) vedadas para los pobres yal de islinias Tenguas entre tas que predomina el latin, se entrationcn con juegos y especisculos celine y atuloren cortesenas maneras mediante fa danza, la esgrima, la equitactin y ols éjercicios de marca cue Se zropercionardn fo que Plerre Bourdieu denomina una exis corporal en consonancia eon su categerla Social. Pero no se trata dnicamenta de diferencias de contenidos y actividades sino que la duress der sree el G8er de Jos castigos, el sometimienio a las érdenes, ol dstanciamiento de la autordad, y i gutopercencion que se les inculca son el fruto de la diferencia abismal que existe entre 10s precoploves domésticos, los colagios y «las escuslas de primeras letras» destinadas @ los hijos de los pobres "AA. Giginta:Tratado de remedio de pobres. Coimbra 1579, cap. i fol. 14 vu aeargitz de Hemera: Discurso dl amparo dels legtimos gobresy reducién de los fice: y de a funda y principio do oe albergues de estos cinos, y amparo de la mica de ells. Madi 1893, Discurso I, prin cabeese & ese punto puede verse of Postacio de J. Varela @ 1a otra de A. Quoren: Trabajo olomentaes sobre Ia escuela Bee graces 1 aduela, Mac 1979, Ps 175 en donde se ctan las pragmtcas de Felpe NV Cares ll oneness {do la gramética ales ries recogidos en la instuciones de candad, | 9 Had 4. Formacién de un cuerpo de especialistas Las érdenes religiosas dedicadas 2 la educacién de Ia juventud se preocuparén desde muy pronto de proporcionar a los religiosos que se ocupen en tal menester una formacién especial. Y es que en realidad 8 preciso seflalar que la constitucion de la infancia y la formacién de profesionales dedicados a su educacion son las dos caras de una misma moneda. Sera en los colegios donde se ensayen formas ‘concretas de transmisién de conocimientos y de moldeamiento de comportamientos que mediante ajustes, transformaciones y modificaciones a lo largo de por lo menos dos siglos, supondran la adquisicién de todo un cimulo de saberes codificades acerca de cémo puede resultar més eficaz la accion educativa. Sélo asi podra hacer su aparicién ta pedagogia y sus especialistas. Los jesuitas suponen desde el momento de su irrupcidn en la escena de la ensefianza, un cambio considerable respecto al clasico y arquetipico maestro, Siguiendo las teorias pedagégices de Erasmo, Vives y otros humanistas de menos renombre, sustituiran los métodos drasticos de intimidacién por intervenciones dulees e individualizadoras “, El castigo fisico tendera cada vez més a ser reemplazado por una vigilancia amorosa, una direccién espiritual atenta, una organizacién cuidada del espacio y del tiempo, una seria programacién de los contenidos y una aplicacién de métodos de ensefianza que ademas de mantener a los alumnos dentro de los limites correctos los estimulen al estudio y 2 convertise en caballeros catélicos perfectos. Realizarén de este modo lo imposible: conseguir en los colegios, donde el numero de alumnos suele ser considerable, una formacion esmerada «no basta, ni es suficiente, ejercer una influencia general 2 impersonal sobre los alumnos, dice Jouvency, sino que es preciso graduerla y variaria segun la edad, la Inteligencia y la condicién» ‘Se produce pues una ruptura respecto al maestro de les universidades @ instituciones educativas mediovales, como sefiala Durkheim, cuya autoridad se basaba fundamentaimente en la posesion y transmisién de determinados saberes mientras que el maestro jesuita ha de ser fundamentalmente un modelo de virtud. Algo similar ocurre con el proceso de individualizacién ya que el maestro medieval se dirigia a_un amplio auditorio en e! que cada estudiante, sin importar su edad, era considerado un ser con autonomia y no tenia por tanto que ser estimulado ni tutelado; la accién del maestro cesaba en e| momento en que finalizaba la teccién, La Ratio studiorum reglamenta & ocupacién del espacio y del tiempo de forma tal que el alumno ‘queda aprisionado en una cuadricula y dificilmente podré cuestionar la separacién por secciones, los frecuentes ejercicios escritos, los distintos niveles de contenido, los premios, recompensas y cartamenes a los que se ve sometide. Tendra que estar permanentemenie ocupade y activo. El aprendizaje adoptara ta forma de un continuo torneo dada la divisién de los slumnos de cada clase en dos campos opuestos (romanos y cartagineses), divididos a «1 vez en decurias que rivalizan por ocupar los primeres puestos. Todo este proceso competitive y de emulacién se refuerza con debates y exdmenes publicos, a los que asisten las autoridades locales y las familias de los colegiales. Se comprende facilmente qe el mérito individual y el éxito escolar encuentren aqui su caldo de cultivo en contraste con las Universidades mediovales donde ol esfuerzo individual no obtenia recompensas inmediatas y los escasos exémenes eran tan sélo una formalidad para los que asistian a los cursos "*. Este nuevo estatuto del maestro en tanto que autoridad moral implica que ademas de poser conocimientos séio él tiene las claves de una correcta interpretacién de Ia infancia asi como del programa que los colegiales han de seguir para adquirir los comportamientos y los principios que coresponden a su condicién y edad. Todo un conjunto de saberes van a ser extraidos del trato directo y continuo con estos seres encerrados desde sus cortos afios que, dia a dia, se van convirtiendo cada vez mas en nifios; saberes relacionados con el mantenimiento del orden y la disciplina en las clases, e! establecimiento de niveles de contenido, la invencién de nuevos métodos de ensefianza y, en suma, conocimiento de lo que hoy se denomina’ organizacién escolar, didactica, técnicas de ensefianza y otras ciencias sutiles de caracier pedagogico que tuvieron sus comienzos en la gestion y ef gobiemo de los jévenes. Al igual que el encierro Sobre la «pedagogia jesuiticar han eseno paginas notables: E, Durkheim: lovoluton pédagogique en France, PUF, Paris 1969, 2° fe, cap. V y VI (reduccién en Ed, La Piqueta) y M. Foucault: Viglary castgar. Nacimiento de la prision. €¢, Siglo XXi, en la parte Gedicada a Las dscipiinas on tanto que «mstodos que permiten el contol minucioso del cuerpo, que aseguran el sometimiento tonsiante de sus fuerzes y fe imporen una relacién de docaidad> ° Esta dtica del rendimiento es ccherente con el punto de vista molinist que ingeniosamente interta cenciiar ibertag humana predastinacién, De hecho los colagis guardan una clerta proporcionaliad con 1a tecria de la graca: en alos se tata inctimente de onciiar la Wbertad incivicuel del slamno con la autonded predelerminante del meesto sivdndose de una especial via media: ia edegegia jesulica. Pedagegia y moral converirén lOgicamente a ls jesullas en los verdaderos maes¥os ce fa sutleza 10 Esta especificidad de las actividades de ensefianza en funcién del origen social de 10s alumnos se hare falente en el momento en que el Eslado pretenda, de acuerdo con los intereses de la burecsi sereralzar © imponer una formacién para tos hijos de las clases populares. Los nuevos espocalictas Aecbicgn ahora una formacién controlada por el Estado e impartda en insituciones especiales, ine Penning Rermales. El objetivo primordial es que desempefien funciones acordes con. la nueva sociedad en vine as industriatizacién En 1848, Gil de Zérate elabora un reglamento uniforme para todas ollas en cuyo predmbulo dastaca ta DiscoinarPorancia del carécter educative de tas disciplinas a que deben someterse los macstrce Discilinas que les haran aatar fa autordad establecida ademas de aprender obedeciondo on meee Suange sean maestros la subordinacién y la regularidad entre sus discipulos». Los aprendices de macetre Sutreaa un proceso intensivo de transformacién y vigllancia de forma que su ‘ta privada se inmows en ance Kem Ulura entroga y abnegacién a la vida publica. Esta policia del magistero fue hasta tal punto ctactha ue no escasearon las depuraciones de los discolos y los quiméricos El {sledo espera del maestro que so integre en und politica de control encaminada a establecer las bases de la nueva configuracion social a través de la imposicin del castelano como loneus nacional, el ¥ espiritu de ahorro. EI maestro no posee tant mesticaciin, métodas para Coneicionar y mantener el orden; no transmite tanto conocimientos como una moral adquilda en eu piace eitiare £880 Por la Normal. De ahi ese cardcter rutinario, repetitive e insustancial de los. purses Recaetnis ta, Normal haré del maestro un ser desclasado en perpetua aspiracion ‘de. reclosarsionte £2, Posicién social del maestro, las caracteristicas insttucionales de le escuela obligatoria, los intereses Ge! Estado, los métodos y técnicas de transmisién del saber y el propio saber escolar contibuyen a medoce Fale Toe ase ae individue, desclasado en parte, dividdo, individualizado, ur sujeto wesquizordes que, he Feat 822 inion Solidaridad con su grupo de origen y que, no pusde integrarse en ottos grupos Gominantes, entre otras cosas porque el cardcter elemental de las conductas y de 10s conecinonies Frandides en la escuela se lo impiden. El pago que el maestro recibe por contibuir a producir sores Ribrdos y soportar su propia ambivalencia pesicional no serd do orden material -su retibucion seoncores £2, cide, siempre baja y més todavia en el siglo XIX- sino de tipo simbalico: se lo comparara al soocaac core sg te fecibido de Dies la vocacién para una mision evangolizadora), so bo ivestia do autonene, Gloniad y respetuosidad, falsas Imagenes a las que deberd adecuarse no sin dficaltades. Y para coc cumpla mejor sus funciones, © por si rechazase abiertamento tal modelo, habré inspectores que "ee web. Famandez Navas: Conseraién de Monerule y Discursos polos sobre la gran consuta que ef Consejo hizo al Sr. Rey 0. ‘onsejo Supremo de Castla. Mada 1626. Discurso 47, en donde espeuitca ademas que won buena oeby Fidoe a toe ne nee ¥ mayor benefico paral republics ear todos esioo muchechos, erseféndoles os tao mar boce mas abatidos, a que no se incinan os que tenen caudal para asptar a ocupacones movreey pela Saerimenteestiriasaspraiones de ls maesios parm inlagrarse on la ala cultura conduc en nunerosos casos a la Fentiuarne re racealeta, formas comunes do comporlamiento entre estos profesionaiog que 20 ven oblgeaes & seers Continuamente imagenes de «marca» para hacerse vale, 1 encargarén de recordarle las pautas coréctas a que ha de ajustarse, y de penaiizarlo en caso de que las, infrinja. 5. Destruccién de otras formas de socializacion La escuela no es sélo un lugar de aisiamiento, es también una institucién social que emerge entrenténdose a otras formas de socializacion y de transmision de saberes que se veran relegadas y descalificadas por su puesta en marcha, El largo proceso de destruccin y desvalorizacién intensiva de formas de vida diferentes y relativamente auténomas respecto al poder politico se inicia oon la apariciin de los colegios de jesuitas. Estos, en tanto que formas insiitucionaizades de transmisin de saberes y formaciin de voluntades suponen una transformacién de los modos de educacién propios de las clases dominantes del Antiguo Réginen, esta novedad responde en realidad 2 una cierta pérdida de poder poitco y tential por parto de la nobleza de armas frente a la realeza y a los representantes de los recién consiiuidos eslamentos administrativos ligados a su vez a los reformadores eclesiésticos. La nobieza se ve asi constiefida cada vez mas, y a medida que avanza el siglo XVII, a sustituir a los preceptores de sus hijos por los colegios de nobles regentados por fa Compatia de Jestis. En este sentido asta remodelacion politica presenta una serio de puntos de referencia que pueden ayudarnos @ entender los cambios que se producitén mas tarde en el momento de la imposicién de la escuela obligatoria Los colegios inauguraran una nueva forma de sociaizacion que rompe la relacién existente entre aprendizaje y formacién; relacién que existia tanto en los ofcios manuales como en el ofcio de las armas © incluso en otras cocupaciones lberales» tales como: medicina, arquitectura y artes. En el caso de los nobles los que se dedicaban a la milcia se incorporaban desde muy pronto al mundo de las armas. No es extrafio encontrar en los siglos XV y XVI capitanes de 12 afios y ain mas jovenes. El mismo Femando el Catdico, ssegin el cronista real Marineo Siculo, Aprendizaje de ofcios, el cual, dejara entonces de ser funcién noble para convenirse an el desprestigiado abajo manual 9 mecénico, Por supuesto las formas de saber y de cociaizacién del campesinado, y en general las de las clases populares, serén calticadas sin piedad por los nuevos propagandistas do la verded legitima de «recios principios», evulgares opiniones» y amentecatas supersticionesy. *E Durkheim: op 6, p. 187, 13 ROS arlesanos se socializaban en la misma comunidad de pertenencia, formaban gremios, hermandades © corporaciones dotadas de determinados prvilegios y usaban eos derechos ara intervenir ian con ellos @ la taberna y al cabaret, tenian su puesto en fiestas, y Gaeoraciones, aprendian, en contacto con la realidad que los rodeaba, un offic que’ ne dejaba de tener La imposicién de la escuela obligatoria romper de forma definitiva estos Jazos lo que supondra un impulso para la aparicion de la infancia Popular asociada a ta inculcacién del modemo ‘sentimiento familiar em las clases trabajadores. 2 ebelrosidad social, prema @ trayés del cual la burguesia percbicd desde el siglo XIX cas exciusivamente a las cases populares *" servird de cobertura a una multiforme lluvia de intromisiones. destinadas @ destruir su cohesion asi como sus formas de parentesco asociadas por los filantropos y pocecoras Seccles al vii, la inmoraléad y, més tarde, la degensracon a eccusla sent eas Frevervar la Infancia pobre de este ambiente de corrupcién, librara del contagio y de los afocie soca mranineeia, descasarla en fn ¢ incivdualizarta situdndola en un no man's land social donde ce mae ees raapularla por Su propio bien, convertnla en punta de lanza de la propagacioa ve Is, cave ies Campa ect orden social burgués. Este gran encioro de los hijos de ls artesanos, obreros y mas taney Srpesines rompers los lazos de sangre, de amistad, la relacisn oon ef arto, can la commanded’ aes es rare Gat abate. con ta tera Ei nio popular nace en gran medida de esta veencia legal soe ag Goran, ea Suamedo. de su clase, de su cultura, para convertrto en una morcancia de la sause i geranio, una planta doméatice, os ar aie, 2 Gua! Que el colegio de jesuitas, hard suya la concepcién platnica de los dones y las Je enact Nhe fracasa se debe a que es incapaz de asimilar esos conocimiontos y habitos tan hates SPeines2me, Por tanto ta culpa es sdlo suya, y el maestro no dudara en recordérsoln io cae ees sorecm cman’ @ una escuela especial para deficientes. En todo caso lenlamente la maguinarts oscoke os Pineda Sus efectos transformando esta fuerza incipient, esta tabla rasa, en ui buen hoe Lee Sonseios, las historias ejemplares, la meitacién en voz alta, el regiamento, a caligra «Las ventajas que @ la sociedad resultan de que so difunda la instruccién enie las clases menesterosas no se limilan a promover ia industria y a perfeccionar los articulos que hacen icia material. Se extienden a mejorar nuestras costumbres y consolidar las instituciones (que son la fuente de ia civilizacion y refinamionto de la sociedad, no existiendo bien alguno que no proceda del saber ni del mal que no dimane de ta Ignorancia y el error. Gananciosas {as masas en gozar de los beneficios que el orden les asegura, y convencidas de que su bienestar €8 debido exclusivamente a este artegio, ells, si el gobierno ro es host, se manifestarin siempre prontas @ auxilario, en vez de combalio y de propender a trastomar la tranqullidad, trabajaran por fobustocerla y mejorarla. La educacién de los trabajadores es ef unico medio ‘seguro de precaver las agitaciones iormentosas y de hacer, desaparecer los crimenes que en Pos de si arastra la Mendicidad, siempre desmoralizadoran ™. sen Ma: Grinds, cap. Del Capital “trmas anterorss a fa produccén captastat, muestra con Precision fo que implica le Gestruceién del rabao de as crporaciones yen general, iaclsoucon dels vies lecones se penne Sify fiiree Extra: Curso de economia ples, p. 9.7. CX dela BAE. Nétese qu eno rlerene a aber 1 despesesién que Sobre la suranan cements corr aia std pros os do la noblecay doa Surguesia en oe cautin remo ee Bebres i cultura quo se pone en cuestn es ou propia seializacién, aus vires culuraloey au Wlenidea one 14 6. Institucionalizacién de la escuela obligatoria y control social La educacion de las clases populares y, més concretamente, la instruccién y formacién sistematica de Sus hijos en el siglo XIX y a principios del XX de las medidas generales del buen gobierno: «...cl obrere ex pobre y fuerza es socorrerte y ayudarle; el obrero es ignorante y se hace urgencia instrile y educaris: ol Cbrero lene instinfos aviesos, y no hay més’ recurso que moralizare si se quiere que las Socledades 0 los Estados tengan'paz y armonia, salud y prosperidad» ®. He aqui, en resumen el programa politico destivade a resoWer fa cuestidn social, ta lucha de clases, en el interior de & cual la edueacion ocupa un papel primordial No se entenderan en su justo término las funciones desempefiadas por la naciente escuela nacional si No se a Inserta en este contexto de integracién de las clases trabajadoras, de conversion al orden social Durgués. Filantropos, higinenistas. reformadares sociales y educadores se afanan por ayudar adesinteresadamente» a obreros_y, al igual que con anterioridad los eclesidsticos, estos muoves moralizadores de masas se abrogaran el derecho a la vertad a la que naturalmente las ignorantes vlasse han de someterse. El mismo Ministro de la Gobernacién on una Exposicién dirigida al Rey (Gaceta del 12 de agosto de 1881), asegura que «la experiencia nos ensefia que el poderio de les naciones no depende exclusivamente @ la fuerza material, sino que antes al contrario, las verdaderas conquistas de les tempos eocermos, los trunfos y las glorias en todas sus esferas, se alcanzan con el desarrollo de la instruccién y de la educacion», Una serie multiforme de medidas destinadas al contro! de las clases populares comienza a aplicarse, especialmente @ partir de la Restauracién, como complemento eficaz de transformacion de las clases peligrosas y de sus cotidianas formas de existencia que la escuela contribuye a reforzar. Entre elles pueden subrayarse las siguientes: + Construccién de casas baratas para obreros. + Reglamentacién del tabajo de mujeres y nifios. * Creacién de Cajas de ahorro, Sociedades muttias, Cooperativas y Casas de seguros, + Fundacién de Casas cuna, casas-asilo, gotas de leche y consultorios de puericultura. * Inauguracién de dispensarios contra la tuberculosis, dispensarios’ antialcohdlicos y emisién de cattillas higiénicas. + Remodelacién de barrios y extensién de la vigilancia y la policia, Construccién de carceles y manicomios para el tratamiento de presos y alienados, Nacimiento de la asistencia social y de sociedades para la proteccién de la infancia en peligro y eligrosa. + Creacién de escuelas dominicales para adultos. JTedos estos dispositivos tienen por finaidad tutelar al obrero, moralizerle, convertite en honrado roductor: intentan asimismo neutralizer e impedit que ta hicha social se desborde poniendo en peligro la estabilidad politica. No es casuai que fas intervenciones conducentes a instaurar en las clases laboriones el sentiniento de familia conyugal coincidan precisamente con la promulgacién de la obligatoriedad escolar | obrero que pacientemente ha de hacerse propietario de su casa y preccuparse por el bienestar de su familia estard inmunizado contra los virus de la disolucién social. Se impone asi la recesidad de instrumentalizar medios contra fa imprevisién de los trabajadores haciéndoles adquirir el hidbito del ahoro y de la previsién. La sana economia, ¥y tener presentes las ecesidades futuras son asimismo compaiieras inseparables del orden y la moralidad Todos estos hébitos son difciles de araigar en los que han vivido durante tiempo en ta {promiscuidads, el ederroche» y el edesorden» de todos los excesos, por allo el nie obrero constitara un Bianco privitegiado de esta politica de transformacién de los sujetos, El nifio, como si se tratase e un capital £8 Potencia, debe ser cuidado, protegido y educado para obtener de’ él mas adelante ios maximos beneficios econdmicos v sociales. De su educacién se esperan los mayores y mejores frutes. Monlse FEF, Moni: Elemenios de higlne piblca o Arto de conservarieselud de los puetlos, Mac, 1871, 3°. P. 171, Después de ‘Eimelante caracterzacion del abrerono es exrafo que desee emplear todos los medios para educarto: “nolo dude ol gobierno i {2gpatatia dela poblacen, su impiezay buen orden, tas ‘ventes monumentales Ins esttues, las scones hee, poltcas rellgioses. ls regonos publcos, las calamidades pablcas, etc, todo educaa los pueblos: hagase pugs de avert aus inde, ‘absolutamente todo, contribuya & su buena educacin” 2 50009 as funcones educativas de la prevision puede verse ol rabajo de J Varela “téenicas e conto soci en fa Restauracon en El cura Gateote asesinc do! obispo de Madhid-Alcals, Ed. De la Piqueta, Madi 1979, pp.210-236 15 resume con fidelidad as preocupaciones humaritarias que en tal sentido muestran los mas prestigiosos filéntropos de la época: La Sagra, Montesino, Gil de Zérate... 1. «Toda educacién ha de fundarse en & religién y la moral (...) cen qué vais a fundaros para encargar a vuesiro educando que sea hombre probo y de buenas costumbres? 2. Toda educacién ha de tener por base esencial la autorided. Si el educando no obedece, pronto seré éf quien mande» * La educacién del nifo obrero no tiene pues como objetivo principal el Snsefarie a mandar sino a obedecer, no pretende hacer de él un hombre instruido y culto sino incukarie fa vidud de la obediencia y la sumisién a la auloridad y la cultura legitima. Pero ademas, y como en el siglo XIX las intenciones se ocultan menos que en el presente, puede leerse con frecuencia que «cuestan menos les escueles que las reboliones» “” con lo cual quedan suficientemente explcitados los beneficics que las instituciones ‘educativas de pobres reportan a las clases en ol poder. Emerge pues fa escuela fundamentalmente como un espacio nuevo de tratamiento moral en el interior de los antagonismos de clase que durante todo el siglo XIX enfrentan la burguesia y a las clases proletarias escuela que no era posible al comienzo det capitalismo en virtud de una imposibilidad material en la época del /aissez faire: el trabajo infantil. La imposicion de la escusla pablica es el rasuliado de estas luchas y supone cerrar ei paso a modos de educacion gestionados por las propias clases trabajadoras. La burguesia impide asi la realizaciin de programas de autoinstruccién obrera que atacaban la division y la organizacion capitalista det trabajo al exigir una formacion polivalente y una instruccion unida d trabajo e impartida por los mismos trabajadores con una proyeccién politica destinada a su emancipacién. Estos programas eran también un ataque directo a tantos «saberes burgueses» (especialmente la historia, ta literatura, la filosofia), considerados burdas mistificaciones, como a su modo de transmisién **. La sancién Juridico-poltica del secuestro escolar de la Infancia ruda responde a los intereses de las clases en el poder que, al intentar reproducir las rolaciones capitalistas de produccién, jerarquizarén y dividiran a las clases populares en diferentes estamentos ofreciéndoles a cambio pequefias parcelas de saber y de poder sin que ello signifique su integracién on los puestos de decisién politic. Las piezas cuya logica. hemos intentado esbozar en los puntos anteriores se reorganizan, afianzan y adquieren nuevas dimensiones con la institucionalizacién de la escuela. El maestro, junto con nuevos especialistas entre los que sobresale el higienista y el médico puericuitor “*, aplicaré & partir sobre todo a finales del siglo XIX @ las clases obreras y arlesanas, y més tarde, a la campesina (la escuela es originariamente urbana), las nociones de singularidad y especificidad infantil. La imagen de la infancia que los reformadores sociales del siglo XIX han intentado imponer a dichas clases presentara rasgos especificos y Seré pues diferente de ta acufiada y asimilada con anterioridad por las clases altas. El maestro al sentirse Superior a las masas ignorantes no admitiré sus formas de vida familiar, higiénica, ni, por supuesto, ‘educativa. No se produce en consecuencia una relacién de igualdad, de entendimiento, y refuerzo entre «familiay y escuela, sino que a escuela se pone en marcha para suplantar la accién socializadora de-estas ‘menesterosas clases consideradas desde un punto de vista fundamentaimente negative. Todo ello contribuye a que los discursos pedagdgicos y médicos dirigidos a dichas clases adopten esencialmente ta forma de prohibiciones mientras que, por el contrario, para las clases pudientes tendran un sentido positivo, significativo, Se desarroilan asi précticas médico-pedagégicas que cumplen funciones diferenciales desde el punto de vista social, El aislamiento presenta asimismo formas diferenciadas en el caso de fa escuela primaria ya que, para los niflos populares, esta institucion no tiene practicamente ninguna conexién con su entomo familiar y Social. Ni sus padres ni eos perciten sus tan alabadas virudes en funcién de una actividad profesional Uiterior. Pero lo que si perciben de forma inmediata es la oposicién y ruptura que la escuela supone respecto a su espacio cofidiano de vide, a su forma habitual de estar, hablar, moverse y actuar. En ella se verdn sometidos a toda una gimndstica continua que les es extrafa: saludar con deferencia al maestro, * BE. Moniau:op. C..9. 45, * a. Femandez y Gonzalez encabaza ati su ariculo: E] Fomento de fe artes. iusiracisn Espatola y Americana, 90 sep. 1881, p. 187. % M4 Foucautt Microfisica del poder. Ed. De a Pigueta, Maciid 1978, va més ala al afkmar que “el saber oficial ha representado siempre al poder politico como el contro de una lucha dentro de una clase social (querella dinéstcas en la aristocrat, confictos Parlamentarios en ls Burguesia); o incluso como e! centro de una lucha entre la arstocraca y la burguosia. En cuanto alos ‘ovimientos populares $e los ha presentado como producides por ef harmbre, los impuestos. e paro, nunca come una lucha por et Poder come silas macas pudioren sofar con comer bien pero no con ejerearel poder (pp.32-63), 1 Boltanski: Puercuftura y moral de clase.Ed. aia, Barcolona 1874, expica las diferentes funciones que cumplen las reglas de uericutura en rolacion a lag clases eocales alas que van diigicas, 16 Sentarse correctamente permanecer en silencio © inméviles, hablar bajo y después de haberlo solicitado, levantarse y salir ordenadamente... Fisica corporal y moral que deja al descubierté las funciones que ta escuela cumple en tanto que arma de gestion politica de las clases populares. El espacio escolar, rigidamente ordenado y regiamentado, trataré de inculcarles que el tiempo es oro y el trabajo discipina y, Gue para ser hombres y mujeres de principios y provecho, han de renunciar a sus habitos de clase y, en el mejor de los casos avergonzarse de pertenecer a alla. No se trata, como sucedia antes con la infancia distinguida de fos colegios, 0, en el mismo siglo XIX, con la que asiste a las numerasas insttuciones escolares privadas, de reforzar y afianzar el sentimiento del propio valor y los hébitos de clase. Le autoridad pedagégica se vera ahora reforzada al ser el maestro un funcionario piblico. A su poder. de representante del Estado se suma la posesin de la «ciencia pedagdgica» adquirida en las Escuelas Normales. Lo més importante sigue siendo a educacién de la voluntad; y todo un saber tedrico, proximo a la teologia y a la metafisica acerca de la educacién y sus principios, el nifio y sus progresos, la instruccion y sus formas. La pedagogia como clencia se vera a su vez potenciada de modo inusitado gracias @ la entrada cada vez mds intensa de ia psicologia en el campo educativo, afluencia que ha servido, al ‘menos, para dotarta de une «coble clentiicidad» mas dificil de poner en cuestién. En este espacio de domesticacién una masa de nifos va a estar sujeta a la autoridad de quien rige, durante una parte importante de sus vidas, sus pensamientos, palabras y obras. El maestro, al igual que Otros técnicos de multitudes, se verd obligado para gobemar a romper los lazos de compaiierismo, amistad y solidaridad entre sus subordinados inculcando 1a delacién, la competifivided, las odiosas comparaciones, 'a fivalidad en las notas, la separaciin entre buenos y malos alumnos, De este modo cualquier tivo de fesistencia colectiva o grupal queda descartada, y ta clase se convierte en una pequetia repiblica platonica en la que fa minoria absoluta del sabio se impone sobre la mayoria init de los que son incapaces de fecirse por si mismos. Esta mayoria sitenciosa y segmentada deberd reproducir el modelo de la sociedad burguesa compussta por la suma de los individuos. A los métodos de individualizacién caracteristicos de instituciones cerradas (cuarteles, fAbricas, hospitales, cérceles y manicomios) y que constituyen la mejor arma de disuasién contra cualquier intento de réplica de los que soportan ef peso del poder, emerge en el interior de la escuela, en el preciso momento de su institucionalizacién un dispositive fundamental: ef pupitre. La invencién del pupitre frente al banco supone una distancia fisica y simbética entre los alumnos de la clase y, por tanto, una victoria sobre la indisciplina. Este artefacto destinado al aislamiento, inmovilidad corporal, rigidez y méxima individualzacién permitrd la emergencia de técnicas compiementarias destinadas a multipicar la sumisién del alumno. Entre ellas debe figurar ocupando un puesto de honor la Psicologia escolar. Esta nueva cioncia se encargard de fabricar el mapa de la mente infantil para asegurar Ge forma definitiva la conquista de la infancia. A la colonizacion ejercida por la escuela de unos nitos aprisionados en el pupitre se aftade entonces una auténtica camisa de fuerza psicopedagogica que inaugura una neocolonizacién sin precedentes que no ha hecho sino comenzar. Por ultimo, en la escuela se descalifican de forma diracta y frontal otros modos de socializacion y de instruccién sustituidos por la integracién en una microsociedad anénima y anémica, un purgatorio, antesala obligatoria del trabajo manual. Y es que las piezas que hemos intentado presentar en este recorrido se fueron perfilando con el tiempo’ para ser finalmente retomadas y readaptadas en un nuevo contexto histérico or los nuevos grupos sociales dominantes. No se trata pues de una simple reproduccién sino de una auténtica invencién de la burguesia para «civiizar» a los hijos de los trabajadores. Tal violencia, que no es ‘exclusivamente simbélica, se asienta en un pretendide derecho: el derecho de todos a la educacion, 7

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