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CAPI(TU Lo @ Independenci os afios posteriores a la Declaracin dela Independencia no fueron nada sencillos, To. Ais de ententamientos ives prosiguieron alas Guerras de Independenci Provinciales y atrasaron su desarrollo. Polticamente, los desacuerdos en cuanto hicieron de este periodo una etapa complicaday lena de incertidumbres, % sino todo lo contra- , Perjudicaron las economias al modo de organizar el pais Tiempo de intentos y dificultades El perfodo que comienza con la Declaracién de la Independencia de las Provincias Unidas del Rio de la Plata y se extiende durante toda la década de 1820 estuvo signado por sucesivos desacuerdos entre las provincias, que no lograban consensuar los aspectog“basicos para organizar el territorio nacional] Las diferencias en tomo a la forma de gobierng yia la distribucién de poder generaron tal desorden que, luego de enfrentamientos ar- mados, el gobierno central -representado por el Ditectorio- se disolvié, Esta situacién dio lugar a que cada provincia asumiera su autonomia, es decir que comenzara a gobernarse por su cuen- ta, Algunas pudieron sortear el desafio con rela- tivo éxito, mientras que otras experimentaron grandes dificultades. Estas diferencias quedan en evidencia cuando se estudia la situacién particu. lar que atravesé la provincia de Buenos Ainee Grande en 1816 10s representantes de distintas se reunieron en San Miguel de Tucumn w geclarar la Independencia, no Hlegaron a definit ® sonstituci6n. De hecho, en medio de los deba- jecié la guerra contra los realistas en el Alto jor lo que los repreSentantes de la Asamblea \constituyente decidieron mudar el Congreso Aires. Se suponia que alli discutirian con wilidad los términos de una constitucién para ip famante nacién, comenzando por la forma de go- tiemo que se adoptaria, ~ No obstante, este no era un asunto sencillo de resolver. Los congresales sabian que cualquier elec: cin reptbblica o monarquia) tenia sus riesgos, La de- rota de Napole6n, por ejemplo, habia generado un ambiente politico conservador en Europa que haria dificl que se aprobara la creacién de una republica enSudamérica. Ademés, en las Provincias Unidas del Fiode la Plata también habia fuertes divisiones entre quienes apostaban por un régimen u otro. Giertos hombres de la -politica revolucionari crefan que la mejor forma de gobierno era la monar- quia parlamentaria. El rey debia ser la cabeza del go: biemo, mientras que una cdmata de legisladores seri la encargada de sancionar las leyes del pais. Variag\ miné quebrantando las ya ende- fueron las propuestas al respecto. Manuel Belgran por ejemplo, propuso coronar como rey a alguno di los descendientes de los incas. Otros pensaron qu debia organizarse una misién a Europa para encon- tar algin principe que aceptase sey coronado como rey de estas tierras. _ In cambio, otras personas asumian que la me- jot forma de gobierno era una reptblica, en la que ks autoridades serian elegidas mediante el sufragio Popular, Asimismo, habia que ponerse de acuerdo “bre cémo se distribuirfa territorialmente el poder inn Pett, también existian distintas “posiciones °s Propugnaban su concentracién en una autori- d central y otros, por el contrario, insistian en una ula federal o confederada, preservando de este "edo la autonomfa de las provincias. . 12s ustificaciones de una nueva etapa supremo y el Poder Legislative compuesto por dos cémaras, una de representantes elegidos por él pue~ blo, y otra de Senadores, integrada por las principales corporaciones del Estado, la Iglesia, el Ejército, las pro- vincias, las universidades y los directores supremos salientes, Aunque no se expidié sobre la organiza cién interna de las provincias, la autonomfa de estas se vefa comprometida, ya que no podian elegir a sus autoridades, La Constitucién fue jurada por todas las provin- cias, con excepcién de lag del Litoral. En efecto, las principales disidencias ante la Constitucién de 1819 Provinieron de las provincias del Litoral, que de- mandaron que quedara sin efecto. Sin embargo, al no obtener una respuesta de parte del Directorio, los gobernadores de Santa Fe (Estanislao Lépez) y Entre Rios (Francisco Ramirez) decidieron pasar a las armas. Asi, el 1 de febrero de 1820, las fuerzas del Litoral triunfaron sobre las del Directorio en la batalla de Cepeda, en la cafiada del arroyo Cepeda, al norte de la provincia de Buenos Aires. Tan breve fue el combate que se conocié como “la batalla de los diez minutos’, a El resultado de este combate ter- “bles bases del poder central, determiné la disolucién, del Congreso y la flamante cons- titucién fue de- jada de lado. trabajando cen el espacio opus de numerosos debates y discusio- €l Congreso finalmente sancioné una cons- mart Esta tenfa un tono centralista, es. decir ee al reconocimiento de las autonomias pro- tts En ella se establecia la division de pode- \ "On el Poder Ejecutivo a cargo de un director ‘cuarla de Emeric sex Vidal que representa fuerte yl plyaboja de Buenos ies, 93 _ La desunion de las Provincias Unidas Con la derrota de las fuerzas del Directorio en la batalla de Cepeda se inauguré una nueva etapa po- litica que afecté a las distintas zonas del antiguo Virreinato del Rio de la Plata. En primer lugar, se generé una acefalfa en el po- der politico de la regién. Asi, ante la falta de una auto- ridad central, diferentes grupos politicos y caudillos intentaron quedarse con el poder, origindndose entre ellos més disputas que consensos. De esta forma, la denominacién “Provincias Unidas” répidamente pasé a ser un concepto vacio, ya que, desaparecido el Directorio, era poco lo que unja por entonces a las diversas regiones del pais. ‘Veamos cémo era el panorama a comienzos de la dé- cada de 1820. Desde el punto de vista territorial, debemos tener en cuenta que la cantidad de provincias existentes era menor que la de hoy en dia. Las antiguas divisio- nes coloniales estaban desintegrandose poco a poco. De hecho, este proceso habia comenzado desde el momento en que, en 1813, un decreto del Segundo ‘Triunvirato separé la region cuyana de la Intendencia de Cérdoba. Escaso tiempo después, la antigua Intendencia de Buenos Aires también fue dividida, pues Entre Rios y Corrientes dejaron de formar parte de ella. En el Norte, por su parte, Tucuman fue sepa- rada de Salta. Ya hacia 1820, otras zonas fueron ga- nando un nuevo estatus al separarse de sus antiguas dependencias administrativas. Asi, la Intendencia de Buenos Aires perdié a Santa Fe; Tucumén a Santiago del Estero; Cérdoba acepté la autonomia de La Rioja; y la regién cuyana se dividié en tres provincias: Mendoza, San Luis y San Juan (para observar el esta- do de nuestro territorio durante este periodo, podés consultar el mapa de la pagina 65). En este marco, las provincias fueron asumiendo la potestad de gobernarse por su cuenta, Ello significé, entre otras cosas, que dedicaran tiempo y esfuerzo a crear las estructuras de gobierno, que inclufan insti- tuciones, leyes y ordenanzas, ademés de la creacion de instancias administrativas, judiciales y fiscales. La suerte no fue igual para todas las provincias. Mientras que algunas lograron delinear con mayor éxito el perfil de sus Estados, otras, por el contrario, solo pudieron a armar estructuras basicas para llevar adelante los gobiernos locales. Por otra parte, el derrumbe institucional de 1820 94 significé la consolidacién de determinados seq, politicos en el poder. En el Litoral, por ejemplo, las disputas enty. caudillos de Santa Fe, Entre Rios y la Banda Orien,, solo hallarorrtinarsotuci6n en los campos de bas, cuando el antrerriano Ramirez derrot6 a Artigas pe, este triunfo no-trajo la paz ya que, poco tiempo gc, pués, Ramirez intentd-concentrar en Su persona) autoridad que antes habia detentado Artigas, lo qi, provocé su enfrentamiento con el santafesino Lipe, Finalmente, la cabeza del entrerriano termin, exhibida en la plaza principal de Santa Fe como up recordatorio del triunfo de L6pez. Una vez dirimido conficto, el caudillo santafesino harfa esfuerzos ps ra pacificar la region, que se encontraba sumament: empobrecida luego de afios de guerra. ‘A pesar de todos estos inconvenientes, el Lito! cumplié en aquellos afios un importante rol. De he cho, a instancias de Ramirez ~antes de su caida-se firmé en Buenos Aires un tratado fundamental : ra el funcionamiento de las relaciones comercs les y politicas. Este tratado, que llevé el nombre ‘Tratado del Pilar, fue firmado por Santa Fe, Entre Rios y Buenos Aires el 23 de febrero de 1820 y esta! como principio para la futura organizacién polis: del pais la formula federal. También estipulabe nt convocatoria a una reunin para avanzar en é sentido. Asimismo, la provincia de Buenos aceptaba la libre navegaci6n de los rios del Interi Pata dela localidad de Pia, en cyo partido se firm el histxco Tata ‘acialmente forma parte de a Constitucién Nacional ta crisis de 1820 eh Buenos Aires Durante mucho tiempo, los acontecimientos que| twron lugar en 1820 fueron vistos como hechos tipi. cos de un periodo de anarquia. En efecto, se entendia quedurante este afio el vacfo de poder y los conflictos tubian primado y habian boicoteado los intentos de jnstaurar un gobierno constitucional que rigiera a la rovincias Unidas del Rio de la Plata en su conjunt por ll se emple6 la palabra “anarqufa’, que pone a acento en algunos aspectos politicos en detrimento de oes, acentuando el problema de la construccién del Istado central. De este modo, el término oculta-0 deja delado-Ia importancia que tuvo para diversas regio- nes del pais la inexistencia de tal Estado, ;Por qué? Pogue su ausencia impulsé, aunque con distintos resultados, la formacién de nuevas experiencias de construccién estatal a nivel provincial. ‘Ahora bien, si nos detenemos en la provincia bo- maerense, la visin de 1820 como un afio anarquico si se transforma en una expresién acertada, ya que los acontecimientos que tuvieron lugar en Buenos Aires durante ese afio derivé en un notorio vacio de poder. Esta situacién comenzé después de la batalla de Cepeda, cuando los vencedores del Litoral exigieron la fomacién de un nuevo gobierno para la provincia bo- Taetense. El Cabildo se reunié y unos doscientos veci- 10s decidieron crear una Sala de Representantes con ‘lmandato de elegir un gobernador. Alprincipio, fue elegido provisoriamente Manuel de tea, quien habia integrado el Primer Triunvirato y *ebia actuado como militar en la Banda Oriental. En “caticter de gobernador provisorio, establecié la paz nUllitoral que, como leiste, se concreté con la firma ‘elwatado del Pilar Feo la firma del tratado del Pilar se recibié con ecelo en ciertos sectores politicos de Buenos Aires, que lo calificaron de humillante para la provincia. De hecho, la oposicién a la firma de este tratado generé la primera crisis de gobierno, juan Ramén Balcarce, quien habia participado en la batalla de Cepeda, convocé a una asamblea para deponer a Sarratea, en cuyo lugar asumié él mismo. Sin embargo, solo permanecié una semana en el poder, ya que la presién de Ramirez para que retornara el anterior gobernador no se hizo esperar. Un mes después de estos incidentes se realizaron las elecciones para designar a los miembros de una nueva Sala de Representantes, que eligieron a Ildefonso Ramos Mejfa, un politico y militar que se habia des- tacado desde los tiempos de la Defensa de Buenos Aires en 1806, pero en pocos meses debié renunciar, Justificé la renuncia afirmando que nadie respetaba su autoridad. Ademés, Lépez mantenia a sus tropas en la Provincia de Buenos Aires y exigia que se cumplieran todas las disposiciones del Tratado del Pilar. Una nueva Sala de Representantes convocada por el Cabildo nombré gobemador a Manuel Dorrego. El flamante gobernante entendié que, para poder gober- nar la provincia, era necesario limitar la presencia de las tropas del Litoral, y en consecuencia enfrenté a L6pez. Pero Dorrego fue vencido y la situacién politica de la provincia continué siendo anarquica. Entonces, Juan Manuel de Rosas, un rico hacendado y militar de ideas federales, intervino y apoyé el nombramien- to de Martin Rodriguez en la gobernaci6n. El nuevo gobemador inicié didlogos para poner fin a las tensiones con el Litoral. Asi, el 24 de noviembre de 1820 se firmé el Tratado de Benegas, que establecié Ja paz entre Buenos Aires y Santa Fe, y puso fin a un afio lleno de incertidumbres y enfrentamientos, . mt jas ocasions tras la guerra, Lopez exigid una recompensa, por lo que la "eg Sn Pet. cela deme se, 1819. Pra compensa pis casas que pez eng na eer #05 ites Rosas entregatonalededor de 25.00 cabevas de ganado a Sata Fe, fn desea la paz ene Tatado de Benegas » 95 Tiempo de reformas: la gobernacién de Martin Rodriguez Los principales apoyos de Martin Rodriguez procedian del llamado Partido del Orden, integrado por un heterogé- neo conjunto de hombres y mujeres de la elite bonaerense, Durante los cuatro aiios de su gobernacién se levaron adelante distintas refor- mas, ideadas por el primer mi- nistro Bernardino Rivadavia. Estas abarcaron aspectos so- ciales, culturales, econémicos, religiosos y urbanos, asi como otros relacionados con la administracién publica. Si bien la provincia carecfa de una constitucién propia, durante aquellos afios se goberné a partir de un conjunto de leyes fundamentales. Una de ellas fue la Ley Electoral, que reglamenté el derecho al voto pa- ra todo varén libre mayor de 20 afios. Otra de las leyes fue la que instituyé que la Sala de Representantes se- ria la responsable de designar al gobernador provincial y de debatir las reformas que se querfan promover, los presupuestos conferidos a la provincia para la admi- nistracién de las instituciones piiblicas y la creacién de nuevos impuestos, entre otros asuntos. Martin Rodriguez y Bernardino Rivadavia llevaron adelante un ambicioso plan para transformar las an- tiguas instituciones publicas provinciales. Asf, supri- mieron los dos Cabildos que funcionaban en Buenos Aires. Ademis, eliminaron el Consulado de Comercio y, en su lugar, se fundaron otros érganos dependientes del Poder Ejecutivo, como el Ministerio de Gobierno y el de Hacienda y Guerra. De este modo fueron dejando sin efecto el aparato politico institucional heredado de la colonia y centralizaron la estructura administrativa del Estado provincial. También se reforms la adminis- tracién de justicia, impulsando un sistema integrado por diversas instancias. Entre las reformas, hubo dos que afectaron a cor- poraciones de gran peso en la provincia: la Iglesia y el Fjército. En efecto, en 1821 se ordené una reduccién del aparato militar que estaba activo desde los tiem- pos de la revolucién para disminuir los gastos fijos del Estado provincial. Pero asimismo, esta medida apun- taba a organizar las fuerzas militares mas eficiente- mente. En general, las tropas fueron designadas para defender las fronteras bonaerenses de las incursio- nes indigenas. La reforma eclesidstica, por su parte, intent6 corregir el desorden y la mala adminis, de los bienes de la Iglesia, que predominabay, ,. la ruptura de relacionés con elVaticano, en 1g;, un lado, algunas érdehes fueron eljminadas, g},, les confiscaron sus propiedades y se les quitar,, prebendas que tenfan desde antafio. Por otro i, reforma prohibié que los fieles mantuvieran «|... con su dinero, y el Estado pas6 a ser el principals, de la institucién eclesidstica. En esos afios, la gobernacién envio a la ssi Representantes distintos proyectos para fomentar, ciencias y la cultura. Asi, se fund6 la primera univ: dad de la provincia en 1821, la Universidad de Bu ‘Aires, se organiz6 la Academia de Medicina, |: : Ciencias Fisicas y la de Mateméticas. ‘Asimismo, durafite este perfodo se crearor bases de un sistema de caridad piblica, mei la fundacién de una dependencia que tendria funciones de proteccién a la nifiez pobre como fx ciones educativas y sanitarias dirigidas a las mui Esta dependencia provincial se llamé Socie Beneficencia de Buenos Aires y estuvo compu mujeres de la elite. De este modo, la gobernacitn' snaerense no solo legitimaba la participacién fem=t5 en elescenario piiblico, sino que ademas lo hiz: drea que tradicionalmente habia estado en m Ia Iglesia. De esa manera, las acciones sociale Sociedad de Beneficencia pueden considera's* ** del programa de modemizacién que produjo¢ institucionales y sociales, ya que modificd tradicionales ejercidos por varones y mujeres En parte de as eras confiscadas a orden dels francicans f°" Namado "Cementrio dela Recolta* dela cudad de Buenos Ai ja expansion econdémica y territorial de Buenos Aires ire otros objetivos, el plan de reformas de rin Rodriguez busc6 ampliar los recursos de la pvc aa estimular el desarrollo econémico, Durante aquellos aiios, 1a campaiia bonaerense cefue transformando en el escenario de una expan- siénganadera que marcé de modo decisivo el rumbo fconsmico provincial. Para estimular la produceién url, el gobierno apunts en distintas direcciones. Por {nlado, creé el Departamento Topogrifico, destin: do. establecer el catastro territorial de la provincia, porotro lado, en’1822 sancion6 una Ley de enfiteusis aque procuré instalar colonos en tierras puiblicas para si explotaciéri. Seguin la ley, estas personas podrian adguirir as tierras a un bajo costo. lanecesidad de sumar tierras para su explotacion hizo también que el gobierno se decidiera a correr la frontera indigena. En realidad, el avance de la fronte- rasobre las tierras de los pueblos originarios ya habia comenzado un tiempo antes. De hecho, en los pri- ‘meros afios revolucionarios, la linea colonial sobre el rio Salado se habia ido corriendo El avance de la frontera “[a.] luego de la turbulenta década revolucionaria, el rea | Pampeanos-, se le suman una serie de planes de colonizacién y una politica ‘ereorganizacin de los poblados de amplias consecuencias futuras. Dela tes experiencias, la colonizadora resulta la més disociada. En lh seacumulan ini acs clamorosos, [ la magnitud de los proyectos de colo: icacién [..] su azarosa y muchas veces efimera existencia, no Hon mis que el reflejo de su naturaleza puramente comercial (. cont Por hacer participar al Rio de la Plata de la primera "ence migratoria europea del siglo 1x”. “Expansin territorial de la campafa bonaerense y reorganizacién de sus poblados”, En AA. VV. Nueva Historia Argentina, Buenos ites, Ed. Sudamericana, 1998. «Qué objetivos tenian estos planes? fonacense se transforma en un laboratorio de proyectos que intentan !modifcar por entero su fisonomia. A la reforma enficéutica ~planteada para oblary usufructuar las nuevas tierras adquiridas a expensas de los ‘desiertos’ vas particulares alentadas ambiguamente desde ‘lgsbiemo, lo que prevé, ala larga, algunos acierto [...] pero también Ademés de la enfiteusis, ;qué otros proyectos se plantearon para modificar el érea rural bonaerense? -ejemplo de esto fue la fundacién del poblado de Dolores en 1817-. Para la conquista de las tierras indigenas, el go- bierno de Buenos Aires conté con las tropas que an- tes se desempefiaban en los frentes de batalla. Asi, en 1821 el territorio de la provincia se habia duplica- do y en 1823 ya abarcaba la zona de Tandil. Aunque la ampliacién territorial fue inestable y las fronteras solo pudieron mantenerse gracias a la instalacién de tropas permanentes en ellas, la pro- duccién ganadera se incrementé en esas regiones y repercutié favorablemente en la provincia, que se transformé en la més rica de todas. En efecto, a me- dida que prosperaba la economia ganadera, las ex- portaciones aumentaban y, con ellas, la recaudacién aduanera. Estos recursos de la aduana se invertian, en el desarrollo provincial. De este modo, comen- zaba un periodo de prosperidad en Buenos Aires, que se extendié hasta 1826 -ya con Gregorio de Las Heras como gobernador- y se conocié como la “feliz experiencia”. rural y gran LUnea de frontera haca 1810 Centros poblados anteriores a 1810 Centros poblados sugidos en la década de cent igidos en la década de 1810 Campatat de Martin Rokiguee Pareerteir owns ag 97 La sociedad de Buenos Aires Asf como la revolucién sacudié a la vieja elite co- lonial alterando drasticamente Ia relevancia de gru- Pos y sectores, también permitié erigir las bases de una nueva elite. En efecto, uno de los rasgos més novedosos de €s0s aiios fue la inclusién de un importante niime- to de comerciantes de origen extranjero a la elite Porteha. Ya no se trataba de espafioles, sino de fran- ceses, ingleses, norteamericanos y hasta portugue- Ses. Esta nueva composicién social se debia, en gran medida, a los cambios econémicos y politicos que habian tenido lugar en el transcurso de los iiltimos ahos. Efectivamente, dado que el comercio atlantico entre Espafia y el ex Virreinato del Rio de la Plata ha- bia desaparecido, muchos empresarios comerciales ~ya bajo la politica del libre comercio- aprovecharon € incursionaron en la regién. Por otra parte, algunos miembros del antiguo sector privilegiado que habfan sobrevivido a los vaivenes de la revoluci6n y al torbe- lino de las guerras derivaron sus inversiones hacia el sector ganadero. Dentro de la vieja elite, las tradicionales carreras administrativas y militares también experimenta- ron notables cambios. En el primer caso, si bien el aparato administrativo fue creciendo, no se restaura- ron las tranquilas carreras burocraticas de los tiem- os coloniales. En el caso de los militares, los afios de la guerra habian hecho de esta carrera una alter- nativa de ocupacién y de ascenso. Pero la reforma de Rodriguez y Rivadavia hizo que decayera la ilusién finalaad, muchas dew caocterstas ‘cuando la época clonal habia nen el petado independiente de alcanzar prestigio social y econ6mico median y oficio de las armas. nae 2, Ademés de los sectores privilegiados, en lap, vincia de Buenos Aires habitaban muchas pers que debian ganarse el sustento diario trabajang, Habfa quienes se dedicaban a trabajar con sus mang, (artesanos) fabricando zapatos, vestidos, escobas objetos de plata, entre otros productos. En ocasiones, realizaban sus actividades agrupados en talleres Asimismo, hubo quienes trabajaban como jomle. ros o changadores. Estos oficios se caracterizaban por corresponder a tareas estacionales. Las de los vende. dores ambulantes, los cavadores de zanjas, los pesca- dores, los carretilleros también eran ocupaciones que servian para procurarse la supervivencia. Ademis, ls trabajos en el servicio doméstico formaban parte de las ocupaciones de las clases populares. Estas tareas, podian consistir en la limpieza de cuchillos, cocina, cuidar el corral, impiar o conducir el carruaje de lafa- milia, por ejemplo, Muchas de estas actividades eran realizadas por personas esclavizadas. En aquel entonces, Buenos Aires era una ciudad donde atin eran notorias las diferencias étnicas y ¢e

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