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MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO PASCUAL

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO


SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 2
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
3 Rito Romano 1962

Ofrecemos este extracto “MEDITACIONES


PARA EL TIEMPO PASCUAL” tomado de la
obra “Vida y doctrina de Jesucristo sacada de los
cuatro evangelistas y distribuida en materia de
meditación para todos los días” del P. Nicolás
Avancini, de la Compañía de Jesús, compuesta
en latín, y traducida al castellano por el P. Diego
Salgado.
Espero que sea una ayuda para vivir y
profundizar más en el misterio de la
Resurrección del Señor, su Ascensión y el don
del Espíritu Santo.
Al inicio, se recita la oración de san
Enrique de Ossó propuesta para el ejercicio de la
meditación y al final la oración del Papa
Clemente XI.
Nuestro agradecimiento a la Hna. Patricia,
ermitaña, por la corrección del texto.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 4

ORACIÓN PARA COMENZAR


TODOS LOS DÍAS:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,


líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su


majestad infinita, y digamos con humildad:

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío


amorosísimo, yo creo que por razón de tu
inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que
estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón,
viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi
alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y
reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi
nada, y os pido perdón de todos mis pecados que
detesto con toda mi alma, y os pido gracias para
hacer con provecho esta meditación que ofrezco a
vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús,
por María, por José y todos los santos enseñadme a
orar para conocerme y conoceros, para amaros
siempre y haceros siempre amar. Amén.”

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.


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5 Rito Romano 1962

ORACIÓN PARA FINALIZAR


TODOS LOS DÍAS:
Oración del papa Clemente XI
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza;
espero, haz que espere con más confianza;
amo, haz que ame con más ardor;
me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio;
te deseo como último fin;
te alabo como bienhechor perpetuo;
te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría,
átame con tu justicia,
consuélame con tu clemencia,
protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor,
mis pensamientos, para que se dirijan a ti;
mis palabras, para que hablen de ti;
mis obras, para que sean tuyas,
mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras,
quiero porque quieres,
quiero como lo quieres,
quiero hasta que quieras.

Señor, te pido que ilumines mi entendimiento,


inflames mi voluntad,
limpies mi corazón,
santifiques mi alma.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 6

Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace


las tentaciones futuras, corrija las malas
inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad,
amor a ti, odio a mí,
celo por el prójimo
y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores,
ayudar a los inferiores,
aconsejar a los amigos
y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación,
la avaricia con la generosidad,
la ira con la bondad,
la tibieza con la piedad.
Hazme prudente en los consejos,
constante en los peligros,
paciente en las contrariedades,
humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración,
sobrio en la comida,
constante en el trabajo,
firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior,
modestia exterior,
conversación ejemplar
y vida ordenada.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza,
a fomentar la gracia,
servir a tu ley
y a obtener la salvación.
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7 Rito Romano 1962

Que aprenda de ti qué poco es lo terreno,


qué grande lo divino,
qué breve el tiempo,
qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte,
temer el juicio,
evitar el infierno
y alcanzar el paraíso.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V/. Regina cæli, lætare; alleluia.


R/. Quia quem meruisti portare; alleluia.
V/. Resurrexit sicut dixit; alleluia.
R/. Ora pro nobis Deum; alleluia.
V/. Gaude et lætare, Virgo Maria; alleluia.
R/. Quia surrexit Dominus vere; alleluia.

Oremus:
Deus, qui per resurrectionem Filii tui Domini nostri
Iesu Christi mundum lætificare dignatus es, præsta,
quæsumus, ut per eius Genetricem Virginem
Mariam perpetuæ capiamus gaudia vitæ. Per
eundem Christum Dominum nostrum. Amen.
Fidélium ánimae per misericordiam Dei requiéscant
in pace. R.Amen.
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.


MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 8

Todos los santos y santas de Dios, rogad por


nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación,
compártela con tus familiares y amigos!
***
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
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MEDITACIONES TIEMPO DE PASCUA


P. Avancini

DOMINGO DE RESURRECCIÓN.

1.- Resucitó al tercer día según las Escrituras (1). A las


cosas tristes se siguen las alegres. Así parece que lo
dispuso Dios, que por asperezas se llegase al lugar
del deleite. Jesucristo envió delante de la gloria de su
resurrección treinta y tres años de penosa vida, y tres
días de acerbísima pasión. Así, pues, has de ir tú
también a la gloria. Si con Él mueres, con Él vivirás.
2.- Yo dormí y tuve un profundo sueño y me levanté (2).
Reúnese el alma de Cristo al cuerpo, para que el que
había sido compañero de la pasión y dolores, lo fuese
también de la resurrección y su gloria. En un
momento desaparecen los cardenales y heridas:
síguense la hermosura y la gracia; mas ¿con que gozo
tan incomparable así del cuerpo como del alma?
¿Con qué afectos de amor, de agradecimientos,
parabienes, etc., de los Padres sacados del limbo?
Llégate a tu Cristo con otros tales: y para que tu gozo
sea colmado, únete como miembro del cuerpo de
Cristo a su alma por medio del amor.
3.- Como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria
del Padre, así habemos de andar nosotros en vida nueva
(3). Cogerás el fruto de la resurrección de Cristo, si
tomares una nueva vida, pero no entrarás en vida tal,
si no matas al hombre viejo. Así como no hay
entrada en la vida eterna sino por la muerte natural;
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 10

así no la tendrás a una nueva y perfecta vida, si con


espíritu no. mortificas las obras de la carne (4).

(1) I Cor., 15. (2) Psalm., 3. (3) Rom., 6. (4) Ibid., 8.

LUNES DE LA OCTAVA DE PASCUA


DE LOS DOTES DEL CUERPO DE CRISTO
GLORIOSO

1.-Siembrase en corrupción, levántase en incorrupción (1).


El primer dote del cuerpo de Cristo es estar ya libre
de la muerte, de los dolores y llagas: La muerte ya no
le dominará más (2). ¿Con que medios llegó Cristo a
lograr este dote? Padeciendo y muriendo. A esto
debes llegar tú, que ni en lo próspero ni en lo
adverso te dejes arrastrar de algún depravado afecto.
Pondera para esto cuan necesario es el ejercicio de la
mortificación, * como te lo ordena la ley de Cristo, y
encarga tanto en su Evangelio; y si eres religioso, tus
reglas.
2.- Se siembra un cuerpo animal, se levantará un cuerpo
espiritual (3). El dote segundo es sutileza, con que
penetro los cuerpos sólidos, que resisten para recibir
en si otros cuerpos. Tú penetra las dificultades e
impedimentos que hay en el camino de la virtud.
Todo lo puedes en aquel que te conforta (4). Mas para
esto es menester también que se siembre (* o se
sepulte en la tierra) lo animal, y aquel afán que hay
en tí de las propias comodidades.
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3.- Se siembra en enfermedad, se levanta en fortaleza (5).


El tercer dote es agilidad, con que en un momento se
movía y estaba a donde quería. ¿Por ventura eres tu
tan ágil a las divinas inspiraciones? ¿A la menor
señal de los superiores? ¿Acaso para adelantarte en
el camino de la virtud? ¿o quizás para sembrar y
coger frutos copiosos en el conocimiento de tu
flaqueza y propia humillación?
4.- Siémbrase en vileza, se levanta en gloria (6). El cuarto
dote es de claridad, con que resplandeció más que el
sol. Así resplandezca vuestra luz delante de los hombres
que vean vuestras buenas obras (7). Pero no sucederá, si
no siembras en la vileza y abnegación de tí mismo.

(1) I Cor., 15. (2) Rom., 6. (3) I Cor.,15. (4) Philip., 4.


(5) I Cor., 15. (6) Ibid. (7) Matth., 5.

MARTES DE LA OCTAVA DE PASCUA


DE LAS CICATRICES DE LAS LLAGAS QUE
QUEDARON EN EL CUERPO GLORIOSO

1.- ¿Qué quieren decir estas señales en medio de tus manos


(1)? Eusebio Emiseno dice (2), que por eso retuvo las
llagas en el cuerpo glorioso: Para que la claridad de
la gloria no ofuscase la claridad de la misma, gloria.
Quiso que para siempre constase, que por las llagas
había comprado la gloria. Si este es el precio de la
gloria ¿cual podré mostrar algún día, que tanto
rehusó padecer? Convino que Cristo padeciese y que así
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 12

entrase (3). ¿Y qué? ¿Para mí se ha de allanar otro


camino?
2.- No me olvidaré de tí. .Mira que te he escrito en mis
manos (4). Otra causa de retener las cicatrices de las
llagas, es para que sirvan a Cristo de continuo
recuerdo de su amor para con nosotros, por quienes
quiso padecerlas, y lea en ellas el precio de nuestra
salud, y prosiga siempre en amarnos, ya que le
tenemos tanta costa. Eternamente, pues, quiere Jesús
tenerte en su memoria. Acuérdate de tu Salvador.
Más no te acordarás continuamente, si no olvidas las
criaturas que impiden la memoria de Dios.
3.- Y le verán todos los hombres y los que le llagaron (5).
La tercera causa es, para mostrarlas en el último día a
los condenados, echarlos en cara la crueldad con que
con sus pecados le crucificaron, la ingratitud con que
no correspondieron a tanto amor. También para
mostrarlas a los bienaventurados por toda la
eternidad, para que se gocen de amor tan singular,
como se echa de ver en sus cicatrices. ¿De qué modo
las verás tú? ¿acaso con confusión? ¿o por ventura
con gozo?

(1) Zachar., 13. (2) Hom., 10 Pasch. (3) Luc., 24. (4)
Isai., 49. (5) Apoc.,I.
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MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA


APARÉCESE A SU MADRE SANTÍSIMA.

1.- El que me ama será amado de mi Padre, y Yo le amaré


y me le manifestaré a Mí mismo (1). Que se le
apareciese Cristo a su Madre, no lo dicen los
Evangelistas; pero se tiene por cierto, porque la
amaba más que a todos; y mucho más que de todos
era de Ella amado. El que ama corre al amado como
a su centro. ¿No percibes aún que se te manifiesta
Cristo por medio de tan- tas ilustraciones? Es que
acaso no amas bastantemente. A los que le aman se
manifiesta Jesús.
2.- Según la multitud de mis dolores tus consuelos
alegraron a mi alma (2). Considera cual sería el
consuelo de la Virgen al ver a su Hijo. Para
alcanzarle pondera la grandeza de los dolores que
tuvo en su pasión; porque los consuelos se dan a
medida de las penas. Cuántos puedes tú esperar,
colígelo del rigor de tu mortificación, y de las
aflicciones que toleras.
3.- Mi alma se liquidó luego que habló el amado (3).
Considera cuantas serían al verle.las ansias de la
Virgen al esperar la resurrección de su Hijo; cuales
serían- al verle ya resucitado; sus afectos de
humildad profunda, devoción, Adoración,
parabienes de la obra hecha a costa de tantas penas,
de alegría del triunfo de su resurrección, de amor,
etc.; los que todos nacen del encendido deseo de
Jesús. ¿No experimentas éstos en tí? Excita en tí un
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 14

deseo ardiente de ver y conocer a Dios, y se seguirán


los demás.

(1) Joan., 14. (2) Ps. 93. (3) Cant. 5.

JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA


VAN LAS SANTAS MUJERES AL SEPULCRO
DEL SEÑOR

1.- El primer día, pues, de la semana vinieron al sepulcro


llevando los aromas que habían preparado (1). Considera
la diligencia de aquellas santas mujeres. 1. Compran
aromas. Ya no tenían ni cuidaban más de lo que
podía servir a la vanidad. 2. Forman y preparan el
ungüento, aunque sabían que ya había sido ungido
por José y Nicodemus, mirando solo a lo que ellas
debian hacer, no a lo que otros hiciesen. 3. Salen muy
de mañana, sin reparar en la incomodidad de la
oscuridad de la noche; y acaso el dolor las quitaría el
sueño en toda ella. 4. Van al sepulcro sin miedo de
los guardas; porque el amor las estimulaba. Amas de
veras a Jesús si le haces semejantes obsequios.
2.- Y decían entre sí: ¿Quién nos revolverá la piedra (2)?
Ponderan las dificultades que había en la obra que
habían emprendido: reconocen que no tenían fuerzas
para vencerlas. Con todo eso no ceden, sino
prosiguen en ella. Advierte de donde nace la
constancia en el bien, de la confianza que da y
procede del amor. Haz tú siempre esta reflexión
¿Quién me revolverá la piedra de esta tentación, de
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
15 Rito Romano 1962

esta dificultad, de este impedimento? para que no te


coja desprevenido y caigas. Confía en Dios, cuando
en tí no sientes fuerzas, y prosigue constantemente
en la obra comenzada.
3.- Y sobrevino un gran terremoto, y vieron removida la
piedra (3). Mira como la Providencia divina ayuda la
constancia y la confianza. Con el terremoto se
revuelve la piedra, huyen los guardas, que era lo que
sólo podía impedir la obra premeditada. Con tales
veras asiste Dios a los que le buscan. Quita los
impedimentos exteriores que ponen los hombres u
otras circunstancias; los internos de los hábitos males
y viciosas costumbres: ahuyenta los demonios,
nuestros enemigos. Pondera cuantas veces has
experimentado esto, y persevera en el bien: ten en
Dios confianza.

(1) Luc., 24. (2) Marc., 16. (3) Matth., 28; Marc., 16.

VIERNES DE LA OCTAVA DE PASCUA


INFORMAN LOS ÁNGELES A LAS SANTAS
MUJERES DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO.

1.- Respondiendo, pues, el Ángel dijo a las mujeres: No


queráis temer; porque sé que buscáis a Cristo, que fue
crucificado (1). Repara otro consuelo que da Dios a los
que temen, pero con todo le buscan con solicitud.
Mas ¿por qué no han de temer un terremoto? ¿a un
ángel a manera de relámpago? Porque buscan a Jesús
crucificado. A éstos envía Dios sus consuelos. Pero tú
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 16

carecerás de ellos cuando te buscas a tí, a las


criaturas, y otra cualquiera cosa fuera de Jesús, y este
crucificado.
2.- No está aquí: resucitó como lo dijo (2). Buscan a Jesús
en el sepulcro. Podían dolerse de que no estuviese en
él. Pero si amaban a su buen Jesús, debían alegrarse
de que hubiese resucitado glorioso. ¿A dónde buscas
tú a Jesús? ¿en tus comodidades? ¿en las criaturas?
¿en los deleites de los sentidos? ¿Cuántas veces te
responden las divinas ilustraciones: No está aquí?
¿Cuántas veces en vano y con, tu daño, le buscaste en
estas cosas, y, aún no desistes?
3.- Venid, y ved el lugar en donde estaba puesto el Señor.
Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús (3).
Amor era aquel con que buscaban a Jesús; pero
sensual aún, por el fin de verle, tocarle y ungirle. Por
eso no le encontraron. Ha de ser buscado con amor
puro. Examina tus intenciones si son puras, si miran
solo a Jesús, si acaso tienen alguna mezcla de amor
propio. No encontrarás con intención así mezclada a
Aquel que sólo con una muy pura quiere ser hallado.

(1) Matth., 28. (2) Matth., 28. (3) Ibid. et Luc., 24.
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SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA


SON REPRENDIDAS LAS MUJERES Y
ENVIADAS A LOS APÓSTOLES CON LA
NOTICIA DE LA RESURRECCIÓN.

1.- Como ellas, pues, temiesen e inclinasen sus rostros a la


tierra, las dijeron: ¿Para qué buscáis entre los muertos al
que vive (1)? Merecían ser reprendidas, porque no
creían en los ángeles, que con claridad las mostraban
lo que era realidad. A estas imitan los que en cosas
aún santas, no se dejan guiar del Padre espiritual, y
se aferran en su propio juicio. Buscan; a Jesús, a
quien quieren entregarse; mas entre los muertos, con
su juicio y amor propio. Allí está Jesús a donde no
hay cosa de tí.
2.- No está aquí, sino que resucitó (2). Dan una señal
infalible de que resucito, pues dicen: No está aquí.
No se prueba con argumentos nuestra espiritual
resurrección; pero sí, si el ángel verdadero, no la
pasión lisonjera, te dice: No está en esta
imperfección, en este desordenado afecto, en esta
pasión, en la antigua tibieza del espíritu. Alégrate si
la tienes de este modo; si así no es, procura que sea.
3.- Yendo con prontitud, decid a sus Discípulos que
resucitó (3). Esto ordenan los ángeles a las mujeres en
nombre de Cristo. Pero no merecían los Apóstoles
que tan feamente le habían desamparado, nuevas tan
felices y alegres. Atendió el Señor solamente a lo que
le pedía su amor, no a lo que pedían los méritos de
ellos. Ama aún a los que lo desmerecen. Esto es lo
que me consuela a mí, que soy tan digno del amor de
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 18

mi Señor. No entréis, Señor, en juicio con vuestro


siervo, sino hacedlo conmigo según vuestra
misericordia.

(1) Luc., 24. (2) Luc., 24. (3) Matth., 28.

DOMINICA IN ALBIS
DAN A LOS APÓSTOLES LAS MUJERES
NOTICIA DE LA RESURRECCIÓN.

1.- Decid a sus Discípulos y a Pedro que resucitó


(1).Prueba de más tierno afecto expresar a Pedro por
su nombre. Era cabeza de los demás. A éste honra
Cristo. Había amado más que los otros a Jesús, por
eso se dolía más que ellos; y así su amor con amor se
lo paga. No cesaba de llorar su pecado. Por eso
levanta al triste con tan amorosa demostración.
Pondera tal bondad. Ámala, pon en ella tu
esperanza. No te desamparará aún cuando por
fragilidad pecares.
2.- Y les parecieron delirios sus dichos, y no los creyeron
(2). Lo que las mujeres anuncian era lo mismo que
Cristo había dicho antes a los Apóstoles. Concuerdan
en todo con el dicho del Maestro; y con todo eso, no
las creen. Imitas tú la incredulidad de los Apóstoles
cuando desechas como vanas las divinas
inspiraciones; cuando los avisos de los superiores,
los que te parecen escrúpulos, y los remordimientos
de tu conciencia, que los reputas por delirios.
Atiende y óyelos, pues por ellos te guía Dios. Pierdes
el camino si no lo sigues.
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19 Rito Romano 1962

3.- María Magdalena vino a Simón Pedro, y al otro


Discípulo que amaba a Jesús, y les dice: Llevaron al Señor
del sepulcro y no sabemos donde le han puesto (3).No
había dicho el Ángel: Le llevaron; sino resucitó. El
ímpetu acaso del amor o del dolor la hizo que no
atendiese con cuidado. Aún a buenos afectos no
menos que al viento, se les debe poner peso. Cuando
turban la razón, inducen y traen a error.

(1) Marc., 16. (2) Luc., 24. (3) Joan., 20

LUNES DE LA I SEMANA DE PASCUA


PEDRO Y JUAN VAN CON APRESURACIÓN AL
SEPULCRO.

1.- Salió, pues, Pedro y el otro Discípulo, y vinieron al


sepulcro (1). Quieren certificarse de la nueva que les
dieron las mujeres. No se dejan llevar del ejemplo de
los otros, que no creyeron. Atienden. No a lo que
hacen los demás, sino a lo que con prudencia se debe
hacer. Comprende la necesidad de esta regla y
síguela.
2.- Corrían, pues, los dos juntos (2). El amor los incitaba
a correr. Este no entiende de tardas determinaciones.
Distan bien poco querer con lentitud y no querer por
mucho tiempo servir y darse a Dios. El que ama las
cosas divinas va a ellas volando. ¿Corres tú a estas, o
vas arrastrando? ¿Quieres en ellas hacer progresos?
Ama: Tanto adelantarás, cuanto amares.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 20

3.- Aquel otro (Discípulo) corrió más que, Pedro y llegó


primero al sepulcro, pero no entró en él (3). San Jerónimo
dice (4): Juan, levantado con las alas de la virginidad,
corrió delante. Porque cuanto más esta virtud se
aparta de la carne, tanto más se acerca a Dios. 2. No
entra primero Juan. Honra en Pedro la dignidad de
cabeza. Ni repara en el que haya negado a Cristo, y
que él estuvo constante al pie de la cruz. Aprende de
aquí lo que debes usar con tu superior, aunque
imperfecto. Lo mismo usarás con el prójimo, si
mirares en él a Cristo.

(1) Joan., 20. (2) Ibid. (3) Ibid. (4) In c. 36.

MARTES DE LA I SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE CRISTO A SAN PEDRO.

1.- Volvióse Pedro, admirando consigo lo que había


sucedido (1). Había visto Pedro el sepulcro vacío.
Apartase de Juan, y solo consigo medita lo que había
visto. La mejor disposición para ver a Dios y
penetrar las cosas divinas, es apartarse aun con el
cuerpo, y mucho más con: el afecto de las criaturas.
Ama Dios la soledad del alma, pues tiene dicho:
Llevaréla a la soledad, y. la hablaré al corazón (2)
2.- Resucitó el Señor verdaderamente y se apareció a
Simón (3). Aparecióse, no a Juan, que estuvo
constante al pie de la cruz, sino a Pedro que había
huido y negádole. Así anima Dios a los pecadores
penitentes, para que no desfallezcan. Así muestra
cuanto aprecia las lagrimas de un penitente. ¿Cuáles
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21 Rito Romano 1962

serían aquí los afectos de san Pedro? ¿Cuál la


confusión por la culpa cometida? ¡Qué dolor! ¡Qué
lágrimas! Excita los mismos en tí, postrado a los pies
de Jesús.
3.- Se dejó ver a Cefas (4). No echa en cara Cristo su
pecado a Pedro, sino que con gran suavidad le
consuela. Aprende la benignidad con que debes
recibir a un pecador contrito, la caridad con que has
de olvidar las injurias que tu prójimo te ha hecho.
Espera de Dios lo mismo que con él hicieres; pues
dice: Si no perdonareis a los hombres, ni vuestro
Padre os perdonará (5).

(1) Luc., 24. (2) Os., 2. (3) Luc., 24. (4) I Cor., 15. (5)
Matth., 6.

MIÉRCOLES DE LA I SEMANA DE PASCUA


LA MAGDALENA JUNTO AL SEPULCRO.

1.- María, pues, estaba fuera en pie junto al sepulcro


llorando. Y llorando así, se inclinó y miró al sepulcro (1).
Considera las señales del amor; Esta en pie junto al
sepulcro. Llora. Mira de continuo, deseosa de ver al
Señor. Puédese decir otra vez de ella: Amó mucho
(2). Examina el cuidado con que tú buscas a Dios.
¿Estás, por ventura, firme en los propósitos? ¿Te
dueles por lo que perdiste? ¿Consideras acaso en
donde y como le encontrarás?
2.- Y vio dos ángeles sentados, vestidos de blanco (3). San
Cirilo dice (4): Cuando persevera llorando junto al
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 22

sepulcro, es ayudada con voz de ángeles, para conocer a


Cristo. Para lograr la asistencia de los ángeles o las
espirituales ilustraciones, no has de tener escasa y
tibiamente la hora de la meditación. Has de
perseverar en ella con atención y afecto. Has de llorar
también la propia ceguedad.
3.- Dícenla: Mujer ¿por qué lloras? Ella les dice: Porque
llevaron a mi Señor, y no sé en donde le han puesto (5). La
causa de su llanto es el haber perdido a Jesús. Causa
la más excelente y la única digna de lágrimas. Más si
ella llora porque se lo llevaron contra su voluntad, y
sin saberlo, ¿qué es justo .que hagas tú a quien,
entendiéndolo y queriéndolo, tus pasiones y. malos
afectos te robaron a Jesús tantas veces?

(1) Joan., 20. (2) Luc., 7. (3) Joan., 20. (4) L. 12 in Joan.,
c. 45. (5) Joan., 20.

JUEVES DE LA I SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE CRISTO DISFRAZADO A LA
MAGDALENA.

1.- Volvióse hacia atrás y vio a Jesús que estaba en pie, y,


no sabía que era Jesús (1). Cuando la Magdalena busca
a Jesús le tiene a sus espaldas. Advierte que no está
lejos de los que de todo corazón le buscan. Mas
disimula a veces su presencia, para que no
advirtamos que está presente Jesús, antes juzguemos
que nos tiene desamparados. Pero miremos hacia
atrás o al éxito de nuestras aflicciones, y allí veremos
a Dios.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
23 Rito Romano 1962

2.- Dícela Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas


(2)? Dragon Hostiense dice (3): Ocultase para ser más
ardientemente buscado; y buscado sea hallado con
más gozo; y hallado sea guardado con solicitud. 2.
Pregunta, no porque ignore, sino porque se deleita
de vernos a veces afligidos de sus deseos. Si te parece
que Dios te ha desamparado, búscale con mayores
ansias; éste es el modo de hallarle.
3.- Dícele (María): Señor, si tú le has hallado, dime a
donde le has puesto, y yo le llevaré (4). Repara la fuerza
del amor, que pensando sólo en Cristo, apenas
advierte lo que dice. Llama Señor a un hombre
vestido con el traje vil de hortelano. Si tú le has
llevado. ¿A quién? No lo declara; como si cualquiera
que encontraba estuviese advertido de sus afectos.
Bien sabia cual había sido el furor de los judíos, y
dice, que ella le llevará, en donde quiera que esté, sin
algún temor de peligros Tan animosa la hizo el amor
y tan resuelta. ¿Qué lejos estas de tales resoluciones,
porque distas mucho de este amor?

(1) Joan., 20. (2) Ibid. (3) De Sacram. Passion. (4)


Joan., 20.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 24

VIERNES DE LA I SEMANA DE PASCUA


MANIFIÉSTASE CRISTO A LA MAGDALENA,
Y LA ENVÍA A LOS DISCÍPULOS.

1.- Dícela Jesús: María. Ella volviéndose le dice: Maestro


(1). En esta sola palabra de Cristo, María y en esta
sola de María, Maestro, se encierran grandes afectos.
En la de Cristo de benignidad, suavidad, afabilidad
familiaridad. En la de María, de reverencia,
humildad, adoración, amor, gozo. Él por una palabra
sola es conocido: ella con sólo otra da entender que le
conoce. Así con pocas palabras habla mucho Dios al
hombre: así el hombre con pocas dice muchas cosas a
Dios. Ocúpate más en pensar en Dios, que en hablar
de Él.
2.- Dícela Jesús. No quieras tocarme (2). Pondera la
causa porque prohíbe tocarle, que fue para templar
el demasiado fervor con que se arrojaba a sus pies.
Éste, a la verdad, le había disminuido no poco el
respeto. Quiere Dios ser amado; pero también
acatado con reverencia. Por lo tanto así como debes
ser familiar a Dios por una intima unión y
comunicación con Él, así debes ser reverente, tanto
en la postura corporal exterior, cuanto en la interior
composición del ánimo.
3.- Ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y vuestro
Padre (3). Deseaba María explayar sus afectos a los
pies de Cristo; pero el Señor consolar cuanto antes a
los suyos. Por eso la prohíbe llegarse a Él y la remite
a los Discípulos; a quienes, para expresar su amor,
llama hermanos. Repara cuanto agrada a Dios, que te
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
25 Rito Romano 1962

prives de los espirituales consuelos, para consolar a


algún afligido. Tiene cuidado de significarles su
subida. Y vuestro Padre: para que empiecen a pensar
en su partida, a disponerse a llevarla bien, y a confiar
en Dios, y que sepan que es en el afecto padre.

(1) Joan., 20. (2) Ibid. (3) Ibid.

SÁBADO DE LA I SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE A LAS OTRAS MUJERES.

1.- Mira a Jesús, que las sale al encuentro y las dice:


Recibid salud (l). Habíalas alcanzado la Magdalena y
dícholas como había visto al Señor. Sentíanse de no
haber perseverado junto al sepulcro; deseaban
también ver a Cristo. Estando así dispuestas, las
saluda el Señor primero. Tan benigno es Dios con los
que le desean y obsequian. No dilatará el consolarte,
si tienes de Él un deseo serio. Un deseo tal es el
principio de toda perfección.
2.- Ellas, pues, se llegaron, besaron sus pies y le adoraron
(2). Pondera el gozo, reverencia y sus dulcísimos
afectos a los pies de Cristo. Poco antes había
apartado de sus pies a la Magdalena: ya la admite
con las demás a que los bese. No da todo el consuelo
a un tiempo: algunas veces lo dilata: dalo a los que
perseveran, mas en el tiempo que le place. A ti te
pertenece insistir en el bien: deja a Dios el cuidado
del tiempo en que te ha de dar el consuelo. No faltará
a los que desean y lo esperan de Él.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 26

3.- Dícelas entonces: no queráis temer: id, decid, a mis


hermanos que vayan a Galilea, que allí me verán (3).
Pondera la suavidad de sus palabras, ya a las
mujeres, ya a los Apóstoles, desertores suyos poco
antes. Pero cree que mucho más suave era su ánimo;
pues a la verdad ninguna aversión concibió contra
ellos, aunque gravemente ofendido. Juzga tú
también que el que te ofendió es tu hermano; trátale
con dulces palabras y afecto verdadero. Señálales,
para que le vean, la Galilea, país quieto y libre de
tumultos. Para gustar de Dios, apártate del estrépito
del mundo, de las vanidades de tus pasiones.

(1) Matth., 28. (2) Ibid. (3) Matth., 28.

II DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA


JÚNTASE CRISTO A LOS DISCÍPULOS QUE
VAN A EMAÚS

1.- Repara que dos de ellos iban a un villaje que se llamaba


Emaús (1). Tristes por la muerte de Cristo, dudosos
de su resurrección, buscan algún desahogo y
consuelo en una casa de campo. Conviértense a las
cosas sensuales los que debían aguardar las divinas.
El prometido tercero día ya era cumplido:
añadíoseles el testimonio de las mujeres, de Pedro y
Juan. Con todo dudaban éstos. ¡Qué poco sufridos
somos en aguardar al Señor, que por tantos años nos
sufre! ¡Qué fácilmente nos volvemos a los consuelos
de los sentidos! Guárdate de la demasiada tristeza. Si
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
27 Rito Romano 1962

te acometiere alguna, no busques el remedio de las


criaturas. Aguarda al Señor, y te le dará.
2.- Y ellos hablaban entre sí de todo lo que había acaecido.
Y sucedió, que hablando y preguntando mutuamente, el
mismo Jesús allegándoseles, iba con ellos (2).
Descaminadas iban las ovejas: asiste luego allí la
caridad del Pastor, para que no se pierdan. Disimula
el traje, para disponerlos primero a recibir el
consuelo celestial; pues cierto es, que quiere que nos
dispongamos para recibir sus gracias. Métese entre
ellos cuando hablan de su pasión. Tanto agrada al
Señor que nos acordemos de su muerte.
Acostúmbrate a hablar no cosas vanas, sino divinas,
para tener a Jesús por compañero de tus caminos.
3.- Eran impedidos sus ojos para no conocerle (3). Lo
mismo se hacía en lo exterior que en lo interior se
obraba. Ni le conocían con los ojos corporales, ni
tampoco con los de la fe. ¿De qué causa eran
impedidos sus ojos? Es creíble que de la demasiada
tristeza, que por lo común confunde el ánimo. Está
presente Dios a los de corazón afligido; y aún cuando
nos toca no creemos que lo esté. Entonces se ha de
afirmar el ánimo con la fe. Sabio es Dios, lo conoce:
omnipotente, puede: es bueno, quiere asistirnos.
Aguarda pues: obra varonilmente: confórtese tu
corazón.

(1) Luc., 24. (2) Luc., 24 (3) Ibid.


MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 28

LUNES DE LA II SEMANA DE PASCUA


INQUIERE CRISTO LO QUE PLATICAN

1.- ¿Qué pláticas son estas (les dice Jesús), que tratáis
entre vosotros y estáis tristes? Y respondiendo uno, le dijo:
¿Tú solo eres el peregrino en Jerusalén que no ha sabido lo
que ha sucedido en ella (1)? Pregunta lo que también
sabía: Para que descubriesen la llaga y recibiesen el
remedio, dice Teofilacto. Advierte la benignidad de
Cristo. 2. Porque gusta que se renueve la memoria de
su pasión, da la ocasión de hablar de ella. Refiere,
pues, a tu Dios por acción de gracias lo mucho que
ha padecido por tí ¿Qué platicas son las tuyas? De las
cosas que tienes en el corazón. Examina cuales sean:
si divinas, si sólo humanas. En fin, no encubras las
llagas de tu alma, si quieres recibir el remedio.
2.- A los cuales dijo: ¿Qué cosas? Y dijeron: De Jesús
Nazareno, etc. (2). Pregunta como quien ignora, o
como olvidado ya de sus tan atroces injurias. ¿Por
ventura te olvidas así de las tuyas tan ligeras? 2.
Pregunta: ¿Qué cosas? Como si toda su pasión fuera
cosa tan ligera, que se le hubiera ya borrado de la
memoria. El amor que te tiene tan excesivo, le
representa como de poca monta lo mucho que hizo
por tí. Corto es, pues, mi amor para con Jesús,
cuando juzgo que hice muchas cosas por Él.
Animaréme a hacer más, y con todo me tendré por
un siervo inútil.
3.- Nosotros, pues, esperábamos que, había de redimir a
Israel (3). Descubren la llaga de una corta fe. No
creían, a la verdad, que aquella misma muerte de
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
29 Rito Romano 1962

Cristo era el medio de la redención. Si no puedes


alcanzar los consejos de Dios en los acontecimientos
humanos, confórmate con ellos. Lo que Dios
determina es sobre todo lo mejor; y suele alcanzar el
fin de sus consejos por los medios que a nosotros nos
parecen contrarios al mismo fin.

(1) Luc., 24 (2) Ibid. (3) Luc., 24.

MARTES DE LA II SEMANA DE PASCUA


REPRENDE CRISTO A LOS DOS DISCÍPULOS
POR INCRÉDULOS.

1.- Y Él les dijo: O necios, y de corazón tardo para creer


(1). Reprensión acerba, mas sin indignación alguna.
Llámalos necios, no por afrenta, sino por oficio de
caridad. Hazlo así, si corriges. Tómalo así, si eres
corregido. Tú también eres tardo de corazón, para
creer prácticamente lo que Cristo padeció; pues
aunque crees con el entendimiento, no crees con la
obra e imitación.
2.- ¿Por ventura no convino que Cristo padeciese tanto, y
que así entrase en su gloria (2)? Dase la causa de la
reprensión, que es porque no creían bastantemente
esta verdad. Créela tú. Convino por la necesidad de
la satisfacción, por la utilidad de la redención, por la
fuerza de su amor para con nosotros, por el ejemplo
de la imitación. Convino que Cristo padeciese; ¿Y tú
te eximirás de mortificarte? y a la verdad, para entrar
en su propia gloria. ¿Y tú sin cruz podrás entrar en la
que es ajena?
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 30

3.- Y empezando desde Moisés por todos los profetas, les


explicaba en todas las Escrituras las cosas que de Él
estaban dichas (3). Advierte los modos con que se les
insinuaba. 1. Hablándoles suavemente. 2.
Reprendiéndolos. Usa tú también de estos con
aquellos que tratas, si son de corazón duro. Escucha
a Doctor tan grande que te enseña. Coteja lo que
enseña interpretando con lo que ejecutó con la obra.
Y lo que tú enseñas, para confirmarlo con los hechos.

(1) Ibid. (2) Ibid. (3) Luc., 24.

MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE PASCUA


DANDO A ENTENDER CRISTO QUE QUIERE
PROSEGUIR ADELANTE, ES CONVIDADO DE
LOS DISCÍPULOS.

1.- Y acercándose a la villa, a donde iban, y Él dio


muestras de que pasaba adelante (1). Había determinado
quedarse con ellos; pero da a entender que pasa
adelante. No porque quería esto, dice san Bernardo (2),
sino porque quería oír: Quédate, Señor, con nosotros.
Quiere Dios concederte gracias; pero quiere ser
rogado con deseos. No te quejes de la falta que tienes
de ellas, si de las tales ningunos son tus deseos, o son
tibios. 2. Da muestras Dios que se retira de tí; pero no
se va, pues dice: Con él estoy en la tribulación (3).
2.- Y le obligaron diciendo: Quédate, Señor, con nosotros,
porque anochece (4). Convidan a un hombre
desconocido: tú ni al que conoces le ruegas con
seriedad que se quede, antes bien acaso le das
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
31 Rito Romano 1962

muestras de que se vaya. Oblíganle con deseos


santos, que al mismo Dios le hacen una cierta
violencia. Añaden razón para ello: Porque anochece.
Antes bien ya salía para ellos el día, porque ya los
iluminaba la exposición de la Escritura. Mas para tí
anochece, porque este mismo día lo confundes con la
noche. Oblígale, pues, a que se quede contigo,
haciéndote a tí violencia, siquiera por este día, como
si fuese el último de tu vida.
3.- Y se entró con ellos (5). ¡Oh, que dicha, tener al
Señor por huésped! ¡Qué honoríficamente juzgas tú
le recibirían, aún cuando les era desconocido, si no
con esplendidez de regalos, a lo menos de afectos! Es
justo creer le darían el primer lugar; que le sirvieron
con solicitud. ¿Quien tiene el primer lugar en tu
estimación y amor? ¿Tú mismo o Dios? Mira a tus
obras. Repara como te has en las tentaciones.

(1) Ibid. (2) Serm. 47 in Cant. (3) Ps. 90. (4)Luc., 24. (5)
Luc., 24.

JUEVES DE LA II SEMANA DE PASCUA


ES CONOCIDO CRISTO AL PARTIRLES EL PAN.

1.- Partió el pan y se lo daba: y se les abrieron los ojos y le


conocieron (1). Creen San Agustín (2) y San Juan
Crisóstomo (3), que Cristo consagró en esta ocasión el
pan, y los comulgó, y que le conocieron así. Este es el
efecto de la sacrosanta Eucaristía, iluminar los
entendimientos para penetrar las cosas divinas. Y
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 32

recibiendo tú estás tantas veces, ¿cómo eres tan torpe


para las cosas divinas? ¿tan hábil para las sensuales?
Tal causa tendría su efecto, si no lo impidieses tú.
Quita, pues, los impedimentos.
2.- Y Él desapareció de sus ojos (4). ¿Por qué no
aguardaba a recibir de ellos lo que suele seguir al
conocimiento, la adoración, la acción de gracias, los
obsequios, etc.? Muéstrase, y luego desaparece. Para
que sepas que los divinos consuelos no son
duraderos en esta vida. Antes bien te los quita Dios,
para ejercitarte en paciencia, en humildad, en
longanimidad. Cierto es que no conviene que duren
mucho.
3.- Y se dijeron mutuamente: ¿Por ventura no nos ardía el
corazón en el pecho cuando nos hablaba en el camino (5)?
Las palabras de Cristo, dice Orígenes, encendían sus
corazones en el amor divino. Lees libros devotos,
meditas lo que Cristo te enseña, oyes santas
exhortaciones: Dios es el que te habla: serás
encendido si no resistes. Pero ¿cuándo dicen que
eran encendidos? No al partir el pan, cuando le
comieron, mas sí en el camino, cuando aún estaba
oculto. También los desconsuelos (cuando se te
esconde Dios) te deben servir para esto, es a saber:
para inflamarte en deseos, en amor, uniéndote más
con Dios por afectos, etc.

(1) Ibid. (2) Serm. 140 de Tem. (3) Serm. 17 Imperf. (4)
Luc., 24. (5) Ibid.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
33 Rito Romano 1962

VIERNES DE LA II SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE A LOS DISCÍPULOS ESTANDO
JUNTOS.

1.- Siendo tarde, y estando cerradas las puertas, en donde


estaban juntos los Discípulos, vino Jesús (1). Adonde no
hay disposición, tarda Dios. Aún no creían después
de haberles enviado varios mensajeros, que les
persuadiesen la resurrección, para disponerlos por
ellos y avivar así sus deseos. Por eso viene tarde,
porque tarde se dispusieron. Para ser visitado de
Dios, con la disposición debida. Estando cerradas las
puertas. No entra Dios en el corazón si las puertas de
los sentidos no están cerradas. Se disipa el espíritu
cuando los sentidos no están guardados, cuando los
afectos a las criaturas vaguean sin freno y sin reparo.
Atiende bien, y mira como están guardadas las
puertas de tu corazón.
2.- Vino Jesús y se puso en medio (2). Para que
igualmente le viesen todos, como guía, maestro,
pastor y protector de los suyos. En donde están dos o
tres congregados en su nombre, allí está Él presente.
Junta, pues, las potencias de tu alma en la oración,
cierra las puertas de tus sentidos, y luego vendrá a ti
como guía, para que hagas propósitos animosos ;
maestro, para enseñarte verdades sólidas y seguras;
pastor, para consolarte; protector, para librarte de tus
enemigos. Y porque gusta del centro o lugar medio,
le has de poner tú en medio de tu corazón, para que
nada más que a Él estimes, ames y temas.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 34

3.- Y les dijo: La paz sea con vosotros. Yo soy, no queráis


temer (3). Palabras todas de singular consuelo. La paz
sea con vosotros, que antes había prometido, que nos
adquirió con su pasión. Es Dios de la paz. Ten, pues,
tu paz con Dios, por la conformidad de tu voluntad
con la suya con el prójimo, por medio de una caridad
paciente, benigna, no hinchada, etc. contigo, por la
mortificación de tus desordenados afectos. Yo soy,
añade san Pedro Crisólogo (4), el que os llame por la
gracia, elegí por el perdón, os sufrí por la piedad y os
lleve por el amor, y ahora solo os admito por pura
benignidad. Decid, Señor, también a mi alma: Yo
soy. Y si se levanta, en guerras contra mí, no temerá
mi corazón (5).

(1) Ibid. (2) Luc., 24. (3) Ibid., Joan., 20. (4) Serm. 31.
(5) Ps. 26.

SÁBADO DE LA II SEMANA DE PASCUA


ESTANDO CONTURBADOS Y LLENOS DE
PAVOR, LES MUESTRA LAS CICATRICES DE
LAS LLAGAS.

1.- Conturbados, pues, y despavoridos, juzgaban que veían


algún espíritu (1). Los Discípulos, aún rudos e
imperfectos, dice Beda, no creen que podía resucitar
al tercer día. Juzgan, pues, que veían algún espíritu o
fantasma, aunque ya habían oído: Yo soy ¿Cuántas
veces juzgamos nosotros, o nos mentimos, que los
santos dictámenes y verdades prácticas son
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
35 Rito Romano 1962

ilusiones? Y es porque tenemos la dificultad del


obrar; y entonces nos engañamos mucho más a
nosotros. ¿Por ventura no has temido tú así?
¿Temerás así, acaso, en adelante?
2.- Y Él les dijo: ¿Para qué os turbáis y suben a vuestros
corazones tales pensamientos (2)? No aprueba Cristo
que se turben y teman en las cosas repentinas. Por
eso los corrige amigablemente. Los acaecimientos
repentinos prueban un ánimo constante y que
siempre estriba en Dios. Para que nada te suceda de
improviso con que te conmuevas, acostúmbrate a
prevenirlo todo, y a estar- antes armado para ello. Si
esto hubieras hecho, ¿cuántas dificultades hubieras
gloriosamente vencido, a las que torpemente te
rendiste? Para conseguir esto, se ha de purgar del
todo el amor propio.
3.- Mirad mis manos y mis pies, para que veáis que soy yo
mismo (3). Esto dijo, para quitarles el temor y para
afirmar su fe. ¡O benignidad de Cristo! Venera tú el
santo costado, las manos y los pies traspasados. Ten
presente este espectáculo por todo el tiempo que
puedas. Y si te espanta alguna dificultad, o has de
entrar en algún cargo pesado, * si te amenaza algún
estado de miseria y tribulación, mira aquellas
heridas, acerbas antes, ahora llenas de gloria; y
espera que también tus llagas y adversidades se te
han de convertir en gloria.

(1) Luc., 24. (2) Ibid. (3) Luc., 24.


MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 36

III DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA


COME CRISTO CON LOS DISCÍPULOS.

1.- No creyendo ellos, y aún admirándose por el gozo, les


dijo: ¿Tenéis aquí algo que comer (1)? Repara de cuantos
modos se insinúa Jesús a los suyos, para que crean
que es Él. Envíales quienes le anuncien. El se da a
ver, oír y palpar; y aún aquí, aunque glorioso en su
cuerpo, pide de comer, para reducir a los incrédulos.
La salud de las almas no se logra con un medio solo;
se han de tentar muchos, aún para enmendar la tuya.
No desmayes si no aprovechas con uno. El celo de tu
salud y de la ajena ejecutará esto y te sugerirá
muchos medios.
2.- Ellos, pues, le presentaron parte de un pez asado, y un
panal de miel (2). La pobreza de los Discípulos no
tenía más que presentarle. Pusieronle lo mejor que
tenían. Haz cuenta que Jesús te pide de comer, que le
darás? Dale lo mejor que tienes: dale a ti mismo; pero
asado con la interior y exterior mortificación. De otro
modo no puedes ser del gusto de Dios. Pero añade la
miel de una pronta voluntad en su servicio, y de una
pura intención; que si las obras carecen de esta salsa,
son insípidas por Dios.
3.- Alegráronse los Discípulos por haber visto al Señor (3).
Habíanle visto, por cierto, luego al entrar; pero
después de más larga conversación se alegran. Acaso
porque no les echa en cara su torpe huída. Y por esto
al ver tanta benignidad, cobran esperanza de los
bienes que antes les prometió. La benignidad que
aquí uso con los Discípulos, la uso contigo, fugitivo
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
37 Rito Romano 1962

tantas veces. Puedes alegrarte y esperar más bienes


de un tan benigno Dios. * Si quieres en Él alegrarte,
conversa mucho con Él.

(1) Ibid. (2) Luc., 24. (3) Joan., 20

LUNES DE LA III SEMANA DE PASCUA


DECLÁRALES EL SENTIDO DE LAS
ESCRITURAS.

1.- Estas son las palabras que os hablé; porque es preciso se


cumpla todo lo que está escrito (1). Habla de su pasión y
su muerte, mostrando que no habían sucedido
casualmente, sino por el decreto de Dios. Y lo que
Dios decreta, es necesario que se cumpla. Persuádete
que si padeces algo, es decretado por Dios. No te
opongas pues; porque es preciso se cumpla. Ojalá
hubieras hecho esto siempre.
2.- Entonces les abrió los sentidos, para que entendiesen
las Escrituras (2). No sólo para que las entendiesen
ellos, sino para que también nos declarasen a
nosotros, como maestros, su sentido. Mas ¿en qué
consiste que con un maestro tan excelente no
percibimos aún el sentido de las Escrituras y de la
doctrina de Cristo? El amor propio y los afectos
desordenados nos ciegan. Éstos, pues, se han de
arrancar. ¿Por ventura no son éstos los que te
ofuscaron hasta aquí?
3.- Y les dijo: Porque así está escrito, y así convenía que
padeciese Cristo (3). Pondera aquel Así: con tanto
amor a los hombres, por la obediencia a su Padre,
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 38

por la necesidad de la satisfacción. Convenía


padecer: porque fue decretado: porque lo elegí y
acepté con gusto. ¿Qué dices tú a esto? ¿Quieres
satisfacer por tus pecados? Conviene padecer.
¿Quieres obedecer al Padre? Conviene padecer.

(1) Luc., 24. (2) Luc., 24. (3) Ibid.

MARTES DE LA III SEMANA DE PASCUA


DALES EL ESPÍRITU SANTO Y LA POTESTAD
DE ABSOLVER.

1.- Díjoles pues, segunda vez: la paz sea con vosotros.


Como me envió a Mí el Padre, también a vosotros os envió
(1). Créalos Apóstoles y legados suyos. Envíalos con
el mismo fin con que fue enviado del Padre, para la
salud de los hombres. Quiere que la obren con el
mismo amor con que la obró El, hasta derramar su
sangre. ¡Qué cosa tan grande es cooperar el Hijo de
Dios a la salvación de las almas! Esta vocación te
pide tanto celo, cuanto tuvo Cristo. ¡Qué lejos estás
de Él! Pídete que por este celo padezcas muchas
cosas. Esto merece Dios. Esto se merece el precio de
una sola alma.
2.- Habiendo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid al
Espíritu Santo (2). Sopló, para que sepamos que así
como un soplo de Dios dio vida y vigor natural a
Adán, así por el Espíritu Santo se da vida y vigor
sobrenatural. ¿Tienes tú por ventura esta vida? A la
verdad, tantas veces quiso dártela, cuantas ilustró tu
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
39 Rito Romano 1962

entendimiento con santas inspiraciones. ¡Qué grande


serás si admites estas influencias!
3.- Los pecados de aquellos que perdonareis, se les
perdonan (3). Reconoce el amor de Cristo para con
nosotros. Es Dios de nosotros ofendido, y da poder a
los hombres para reconciliarnos con Él. ¡Qué fácil
hace el perdón! Podía después de su pasión
desamparar a los que naufragan; pero les da la
segunda tabla. Aprecia este beneficio hecho a la
Iglesia. Y si te sientes ligado con pecados, usa de este
remedio con grande esperanza del perdón.

(1) Joan., 20. (2) Joan., 20. (3) Ibid.

MIÉRCOLES DE LA III SEMANA DE PASCUA


LA INCREDULIDAD DE SANTO TOMÁS
APOSTOL

1.- Tomás, uno de los doce, no estaba con ellos cuando


vino Jesús (1). Había oído a los Discípulos, que de
vuelta de Emaús contaban que habían visto al Señor,
y porque no creía, se aparto. Careció por esto de este
consuelo de la presencia de Cristo. Cometió, pues,
dos faltas: antepuso su juicio al de los que lo
aseguraban: apartóse de la comunidad. Guárdate de
una y otra. El primer camino para el error es el juicio
propio. Esta presente Cristo a los que está unidos en
caridad. Auséntase de los que con lesión de la
caridad son singulares. Examina cómo te has en esto.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 40

2.- Dijeronle, pues, los otros Discípulos: Hemos visto al


Señor (2). Pero Tomás, pertinaz en su juicio, no creyó
primero a dos, ni ahora a todos, y acaso también a la
santísima Virgen. Así del mal que una vez hemos
comenzado, nos precipitamos en otro mayor. Evita,
pues, los principios de los males, y arranca sus raíces.
¡Oh, si siempre hubieras hecho esto!
3.- Mas él les dijo: Si no viere en sus manos las señales de
los clavos, si no metiere mis dedos en el lugar de los clavos
y mi mano en su costado no creeré (3). Así protesta para
mantener su juicio. Y ¿cuántos males proceden de
aquí? Incredulidad con pertinacia, soberbia de quien
prefiere su juicio al de todos, presunción, señalando
a Dios el modo de su conversión. En esto vino a dar
un apóstol. Por más que seas, teme; y con humildad
rinde tu juicio a quien debes.

(1) Joan., 20. (2) Ibid. (3) Ibid.

JUEVES DE LA III SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE CRISTO A LOS DISCÍPULOS,
PRESENTE SANTO TOMÁS.

1.- Después de ocho días, estaban segunda vez dentro los


discípulos, y Tomás con ellos. Vino Jesús, cerradas las
puertas (1). Por ocho días duró Tomás en su
incredulidad; y hubiera persistido en ella más, si no
viniera Cristo al remedio. Así podemos caer y
perseverar en el mal, sin levantarnos de él, si no es
por la misericordia de Dios. ¿Cuántas veces has
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
41 Rito Romano 1962

experimentado esto? Ama, pues, esta bondad. 2.


Buscaba a uno, y vino a todos, para que el que,
delante de todos había pecado, se levantase delante
de todos. Para que el que a todos había contristado, a
todos los alegrase. Y tú así debes dar buen ejemplo a
los que, y en las cosas, en que hiciste ver el mal.
2.- Vino Jesús, cerradas las puertas (2). Había de
tratarse de la culpa de Tomás, y de ella había de ser
corregido. No quiso el Señor para esto, que las
puertas estuviesen abiertas, sino que todo se tratase a
ellas cerradas. El buen padre en el retiro de su casa
corrige al hijo malo para no infamarle. Ten tú
cuidado también de la fama ajena, y no abras la
puerta de tu boca para dañarla tal vez
3.- Se puso en medio, y dijo: La paz sea con vosotros (3)
Como si dijera: Cuando estoy en el medio hay paz.
De otro modo no puede haberla. Por eso no la tienes
tú. Ten por cierto que si Jesús no está en el medio y
no es Él solo el centro de tus acciones, nunca puedes
tener paz. No quieras, pues, ponerte a ti mismo por
centro o fin de tus acciones.

(1) Joan., 20. (2) Ibid. (3) Joan., 20.


MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 42

VIERNES DE LA III SEMANA DE PASCUA


LAS PALABRAS DE CRISTO A TOMÁS
Y DE TOMÁS A CRISTO.

1.- Dice, pues, a Tomás (1). ¿Por qué se vuelve a uno


sólo? Están presentes otros más dignos, Pedro, Juan,
y según se cree, la santísima Virgen, y sólo habla a
Tomás, para dar a entender que solo vino por su
causa. No atiende a la dignidad de muchos, sino a la
necesidad de uno solo. ¡Qué amante! ¡Qué benigno
es Dios! Tú le apartarías de uno que acabase de
ofenderte. Aprende a hablar benignamente, aunque
no te lo ruegue, al que te ofendió. Esta es la marca de
los que son hijos de Dios.
2.- Mete aquí tu dedo, y registra mis manos, etc. (2).
Muestra que es Dios y que estaba presente cuando
Toma, hacía sus protestas. Si esto hubiera Tomás
pensado, hablaría con más cautela. Toma tú este
remedio de la divina presencia, para obrar y hablar
cautamente. 2. Condesciende en todo con las cosas
que Tomás había dicho. Añade con todo el aviso: Y
no quieras ser incrédulo. Con esta suavidad ha de ser
tratado un pecador. Pero también de modo, que con
la reprensión quede enseñado.
3.- Respondió Tomás, y dijo: ¡Señor mío y Dios mío (3)!
Grandes afectos encerró en pocas palabras. Ni el
dolor, ni el amor le permitían hablar mucho. El dolor
por la culpa, el amor al ver tanta benignidad en
Cristo, cuando merecía su indignación. Señor le
llama, a quien teme; Dios, a quien ama. Conoces tú, a
la verdad, que Cristo es tu Señor, tu Dios; pero aún
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
43 Rito Romano 1962

no lo miras como tu Dios y Señor. Si es Señor, ¿cómo


no temes ofenderle? Si es Dios, ¿cómo no le amas
sobre todas las cosas.

(1) Ibid. (2) Ibid. (3) Joan., 20.

SÁBADO DE LA III SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE CRISTO A LOS DISCÍPULOS EN EL
MAR DE TIBERIADES.

1.- Díceles Simón Pedro: Voy a pescar. Dícenle: Vamos


también nosotros contigo (1). Maravillosa concordancia
es la de la caridad. Muestra uno su voluntad y todos
asienten a ella. No quieras destruir la unión de la
caridad cuando la acción es lícita y honesta.
Admirable es la fuerza del ejemplo, especialmente-
en un superior porque los súbditos a su ejemplo se
van. Si eres súbdito, tienes los ejemplos de los
mayores que seguir. Si eres superior, tienes muchos a
quienes lleves con tu ejemplo.
2.- Y suben a la nave, y en aquella noche nada pescaron
(2). Por disposición divina sucedió que nada
cogiesen aquella noche: para que aprendiesen que
sin Jesús nada podían, por más que trabajasen; y que
en la noche del pecado, de la mala intención y
presunción, se trabaja en vano y sin mérito. Para
sacar, pues, fruto de los trabajos, anda en la luz de la
gracia y unido a Dios con el pensamiento, con el
afecto, con la intención recta, y oración.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 44

3.- Venida, pues, la mañana, se puso el Señor en la ribera;


mas no conocieron los Discípulos que era Jesús. Díceles,
pues, Jesús: Hombres, ¿tenéis algo que comer? Dícenle: no
(3). En la mar andamos, y en tinieblas, mientras
estamos en esta vida. Los que andan pescando
honras, deleites y vanidades, confesarán algún día,
aunque no sin dolor, que nada cogieron. Emplea,
pues, de suerte tu trabajo, que cuando te pregunte
Dios a su tiempo: ¿Acaso tienes algo que comer?
Puedas decir: Señor, por vuestra gracia adquirí esto y
aquello. Pregunta, pues, Cristo, no para saber, sino
para que ellos advirtiesen después cuan inútil era su
trabajo sin su presencia; cuan fructuoso con ella o
con su ayuda. Sin Vos, nada puedo, Señor.

(1) Joan., 21. (2) Ibid. (3) Joan., 21.


IV DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA
DESCÚBRESE CRISTO A LOS DISCÍPULOS.
1.- Díceles: Echad la red d la mano derecha de la nave.
Echáronla, y ya no podían traerla por la multitud de los
peces (1). El Señor lo mandó; y aunque no era
conocido aún, fue pronta la obediencia de los
Discípulos. De aquí provino una pesca tan copiosa.
Dios echara bendiciones a lo que hicieres por
obediencia. El Señor con su poder juntó los peces al
lado derecho, para que los tuviesen allí prontos los
obedientes. Dios es el que ha de disponer las almas
para que tú puedas pescarlas. Esto no se hizo por
arte ni industria, sino por pura piedad del Señor. En
nada confíes de tí, sino sólo de Dios. Mando echar la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
45 Rito Romano 1962

red a la mano derecha, para que aprendas a obrar


con santa, no con siniestra intención. Trabajando así,
lograras bien tus trabajos.
2.- Dijo, pues, aquel Discípulo, a quien amaba Jesús a
Pedro: El Señor es (2). ¿Por qué es Juan el primero que
conoce a Jesús? San Jerónimo (3) lo dice así: Jesús
estaba en la ribera, ni sabían los Apóstoles a quien veían:
solo el virgen conoció al que era virgen. La virginidad
conduce mucho para conocer a Dios y las cosas
divinas. Bienaventurados los limpios de corazón, porque
ellos verán a Dios (4). 2. San Pedro Crisólogo (5) da
otra razón: El primero que ve es el amado, porque siempre
el amado mira con más vivacidad. Hazte, pues, digno
por el amor de que de Dios seas amado; y, amándote
así, Él se te manifestará. 3. Juan da a conocer al Señor
a Pedro. Lo que alcanzas de Dios comunícalo a otros
sin envidia.
3.- Simón Pedro, oyendo que era el Señor, se vistió la
túnica y se arrojó al mar (6). San Jerónimo (7) dice: “No
contento con haber visto, impaciente con su deseo,
despreciando la pesca, sin acordarse del peligro,
luego que ve al Señor en la ribera, le parece que tarda
mucho si espera a venir con los demás en la nave”
Así el fervor ni sufre tardanzas ni teme peligros.
Carea con este tu tibieza. ¡Que lentamente y qué
poco obras, aunque conozcas mucho! Deja tardanzas,
quita impedimentos. Pedro no se anegó, ni tú te
acabarás tampoco.
(1) Ibid. (2) Joan., 21. (3) Lib. 1 contr. Jovin. (4)
Matth., 5. (5) Serm. 78. (6) Joan., 21 (7) In c. 24 Luc.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 46

LUNES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


PREPARA CRISTO COMIDA EN LA RIBERA,
Y CONVIDA A LOS DISCÍPULOS.

1.- Luego, pues, que llegaron a tierra, vieron puestas


brasas, y sobre ella, un pez y pan (1). Mientras están
pescando les prepara Cristo la comida. Así en estado
glorioso no se desdeña de ministerio tan bajo. ¿Y tú
te desdeñarás, estando en carne mortal, de cualquier
humilde oficio? No sabían los Apóstoles de donde
habían venido los peces que estaban a asar (porque
eran muchos) y los panes, y cómo se había dispuesto
aquel almuerzo. Quiso Cristo decirles con esto, que
todas las cosas le obedecían: y que aquella misma
pesca de tantos peces era beneficio suyo. Reconoce, si
tienes algo bueno, que te viene de Dios. Vuélveselo,
pues, a Él, y empléalo a gloria suya.
2.- Díceles, pues, Jesús: traed de los peces que habéis
cogido ahora (2). Luego Pedro trajo a tierra ciento y
cincuenta y tres grandes peces. Quiso Cristo que de
la multitud y grandeza de los peces, cogidos en una
redada sola, después del vano trabajo de toda la
noche, conociesen haberlos conseguido por gracia y
beneficio suyo; y así más se encendiesen en su amor.
Conoce tú también los beneficios que de Él recibes, y
muévete por ellos a amarle y convertirlos todos en su
gloria.
3.- Díceles Jesús: venid y comed (3). Considera la
suavidad y afabilidad de Cristo en convidarlos a
comer, y comer con ellos. Ama tal bondad. Dispuso
el Señor esta comida: Para refocilar del trabajo con
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
47 Rito Romano 1962

esta benevolencia a los discípulos, dice Eutimio.


Pesca tú también con solicitud las almas que nadan
en este mar del mundo. Ten confianza que el Señor
en la ribera de la patria te convidará a que comas y
bebas a su mesa en su reino (4).

(1) Joan., 21. (2) Ibid. (3) Joan., 21. (4) Luc., 22.

MARTES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


ENCOMIENDA CRISTO A PEDRO SUS OVEJAS.

1.- Habiendo, pues, comido, dice Jesús a Simón Pedro:


Simón, hijo de Juan ¿ámasme tú más que éstos? El dice:
Sí, Señor, tu sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis
corderos (1). Es destinado Pedro para supremo pastor.
Al que es tal le espera mucho trabajo, el que nunca
podrá llevar, si es que no tenga mucho amor. Por
esto dice san Agustín (2): Al tiempo que se examina
el amor se ordenaba el trabajo. El mayor, pues, en la
estimación de Cristo es el que más le ama. Trabaja tú,
pues, para lograr esta mayoría. Ten en nada las
demás. Respondió Pedro: Tú lo sabes, escarmentado
ya para no creerse a sí mismo. Ni asegura, más que
estos, acordándose de su presunción bien
confundida, Nunca te prefieras a otros, porque falta
el fervor y es humillada la presunción.
2.- Dícele segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿ámasme?
Dícele, etc. (3). Repite la pregunta para sacar la
constancia del amor en el pastor de las almas. Sin
éste ni tú gobernarás bien tu alma. ¡Dichoso Pedro,
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 48

que pudo responder: ¡Yo te amo! ¡Infeliz de mí, que


debería responder: a mí solo me amo, a mis
comodidades; empleo mi amor en las criaturas! Y si
alguna vez os amo, ¡que prontamente os falto y me
entibio! Más no será así en adelante.
3.- Dícele tercera vez: Simón, hijo de Juan ¿ámasme (4)?
¿Por qué se lo pregunta tercera vez? Optato
Milevitano dice (2): Para que no despreciasen con
severidad los Apóstoles al que había negado a Cristo.
Así mira por la autoridad de los superiores. San
Ambrosio (3): Porque tercera vez había negado,
tercera vez confiesa. ¿Cuántas veces le negaste tú?
cuantas pecaste. ¿Y acaso le confesaste otras tantas
por actos verdaderos de viva fe y de amor?
Acostúmbrate a semejantes actos, que son el origen
de todo bien. Contrístose Pedro de que tercera vez le
preguntase; porque se acordó y renovó el dolor del
pecado antiguo, o le asaltó temor de sí mismo,
aunque nada le remordía. Teme tú también de tí;
porque no por eso eres justo, porque nada en ti
descubres de mal.

(1) Joan.,21. (2) Tract. 124 in Joan. (3) Joan., 21.

MIÉRCOLES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


PREDICE CRISTO EL MARTIRIO DE SAN
PEDRO.

1.- Cuando eras joven te ceñías y andabas por donde


querías; mas cuando seas viejo, otro te ceñirá y llevará
donde tú no quieras (1). Después del triplicado examen
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
49 Rito Romano 1962

del amor, temió Pedro no fuese que así como


después de la protesta de morir había negado a
Cristo, así no viniese a caer después de la
protestación del amor. Cristo, pues, le hace saber que
por su amor extendería sus brazos en la cruz.
Mientras yo no estoy cierto que otro me ha de
crucificar por el amor de Jesús, crucificaré mi carne con
sus concupiscencias (2). Y si de otro me viniere alguna
mortificación, extenderé mis manos para abrazarla.
2.- Y habiendo dicho esto, le dijo: Sígueme. Volviéndose
Pedro, vio al otro Discípulo (3). Profetizó la cruz a
Pedro. Enseña cómo se ha de llevar en aquel
Sígueme. Ten delante de los ojos mi ejemplo. Por esta
causa caemos con la cruz, y la dejamos porque no
nos ponemos a Jesús delante. Miraré, pues, al Autor,
y consumador Jesús (4). 2. Es llamado Pedro: síguele
Juan. El que ama no espera que le manden, sigue a
Jesús de suyo, y de grado. ¿Por qué le sigues tú tan
lentamente, sino porque le amas con tibieza?
3.- A éste, pues, (a Juan) como viese Pedro, dijo a Jesús:
De éste, pues, ¿qué ha de ser? Díjole Jesús: Si Yo quiero
que permanezca así hasta que Yo venga, ¿qué te va a ti en
eso? Sígueme tú. (5). Es redargüida la curiosidad de
Pedro, ¿cuánto mejor lo debe ser la tuya? Indagas las
cosas de los otros, lo que se hace en casa, lo que
sucede fuera: ¿Qué te va a ti en eso? Registras lo que
otros hacen, con quienes, y por cuánto tiempo: ¿Qué
te va a ti en eso? Mezclaste en ajenos negocios: ¿Qué
te va a ti en eso? Lo que a ti te toca es seguir a Jesús.
Atiende a esto solo: lo demás déjalo a Dios.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 50

(1) Joan., 21. (2) Gal., 5. (3) Joan., 21. (4) Hebr., 12. (5)
Joan., 21.

JUEVES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE CRISTO EN EL MONTE DE
GALILEA, A MÁS DE QUINIENTOS
DISCÍPULOS

1.- Los once Discípulos, pues, se fueron a Galilea a un


monte (1). San Pablo dice (2) que fueron allá más de
quinientos. Creo que movidos por la relación de las
mujeres y de los demás que afirmaban había
prometido Cristo darse a ver en Galilea. No
restringió Cristo su caridad a solos pocos: extiéndela
sí a todos. Comunica tú a todos tu afecto, no a un
particular solo, En que hay mucho de sensual. 2. Los
Apóstoles que habían visto a Cristo, avisan a los
demás, para que también ellos participen de tanto
bien. Lo que se te dió a tí, comunícalo sin envidia. 3.
Considera los afectos y deseos de los que estaban
.aguardando la vista del Señor.
2.- En donde les había señalado Jesús (3). Observa el
divino Jesús el lugar que señaló, y el tiempo de su
aparición, para cumplir fielmente su promesa. ¡Qué
fiel es Dios en cumplir lo que promete! ¡Que poco fiel
le eres tú! ¡Cuántas cosas propones! ¡Qué pocas son
las que cumples! ¡Qué infiel es el mundo, y que
cuidadosamente le sirves!
3.- Y viéndole, le adoraron. Pero dudaron algunos (4). Es
a saber, de aquellos que antes no le habían visto,
aunque antes supieron de los otros todo lo que le
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
51 Rito Romano 1962

había pasado. Tal es la dureza de nuestro corazón a


las inspiraciones divinas. ¡Oh Señor! sacadme este
corazón de piedra. Al principio la duda fue de pocos;
más al fin la adoración fue de todos: ¿con que
reverencia, humildad, amor y gozo? Sube tú al
monte de virtud más alta, para merecer semejante
consuelo.

(1) Matth., 28. (2) I Cor., 15. (3) Matth., 28. (4) Ibid.

VIERNES DE LA IV SEMANA DE PASCUA


DESTINA A LOS DISCÍPULOS A LA
CONVERSIÓN DEL MUNDO.

1.- Y llegándose Jesús, les dijo: A Mí se me ha dado todo el


poder en el cielo y en la tierra (1). El que tenía por
derecho hereditario por razón de la unión hipostática
como Hijo natural de Dios, dice se le dio por la cruz
y méritos de su pasión. Reconoce la fuerza de la seria
mortificación, por la cual se da poder en el cielo, esto
es, en la parte racional; y en la tierra o en la animal,
en donde residen los afectos desarreglados.
Reconoce, a Cristo por Señor de todo el poder:
adórale: sujétate a su poderío. Ruégale que lo ejercite
en tí por medio de tus superiores, como conviene a
gloria suya.
2.- Yendo, pues, enseñad a todas las gentes (2). Pondera
aquel pues o luego. Porque se me ha dado todo el
poder; luego enseñad vosotros. ¿Qué consecuencia
es? Oh ¿cómo se sigue uno de otro? Es para mostrar
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 52

Jesucristo, que junta al sumo poder una voluntad


igual; y que, para hacernos bien, usa de su potestad;
1. Y que a los que envía a su obra, se la da y la
comunica. Ama tal bondad, que no experimentaste
una vez sola. 2. Enseñad a todos. También te miró a
ti; pues a nadie excluyó. Si enseñas, enseña a todos:
no desprecies al pobre: atiende tanto a los miserables
como a los ricos, y al parecer felices. Antes mejor a
aquellos; pues de ellos tienes escrito: Lo que hicisteis a
uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí lo
hicisteis (3).
3.- Bautizándoles en nombre del Padre, etc. (4). Derogase
la rígida ley de la circuncisión, puesta para remedio
del pecado original, y se instituye el bautismo, más
suave. Da a Dios las gracias de que por la ley
evangélica te hizo suave su yugo, y su carga ligera.
Recibiste tú este beneficio del bautismo, de que
carecen tantos paganos. ¿Qué debes a Dios por esto?
Has sido hecho de la familia de Cristo por cristiano.
Mas nombre tan especioso es de grande afrenta, si le
faltan obras. Vivirás, pues, como a tu estado
conviene; como es justo a un hijo de tan gran Padre.

(1) Matth., 28. (2) Ibid. (3) Matth., 25. (4) Matth., 28.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
53 Rito Romano 1962

SÁBADO DE LA IV SEMANA DE PASCUA


CONTINUACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN DE
LOS APÓSTOLES.

1.- Enseñándoles a guardar todas las cosas que a vosotros


os ordené (1). San Jerónimo sobre esto dice: Ordenó
que enseñasen primero; después, que los lavasen con
el sacramento de la fe; después, que les ordenasen lo
que habían de observar. Observar, dijo, no saber;
porque la guarda de los preceptos es el fin de la ley
evangélica. Todas las cosas, no algunas; porque el
que falta en una sola, es reo de todas (2). 0bserva,
pues de esto depende tu salvación. Y sus
mandamientos no son pesados (3). Púsotelos por
cierto el que te ama.
2.- El que creyere y fuere bautizado, será salvo: mas el que
no creyere se condenará (4). Pondera bien que cosa sea
condenarse, que salvarse, y que uno y otro pende de
tu querer. ¿Quieres salvarte? Para esto necesarios son
la fe y el bautismo. Pero una fe, no muerta, cual es la
que carece de obras, sino viva, y por las obras
probada. Da gracias por el bautismo y por la fe. Pero
mira cómo la has de mostrar con las obras.
Compadécete, y ruega por aquellos que están de
asiento en las tinieblas (5).
3.- Las señales, pues, de los que creyeren, serán estas, (6).
Con milagros, dice, se ha de probar la fe, como
después se probó. Tú has de obrar estos
espiritualmente. El modo te lo dice san Bernardo (7).
1. Lanzarán los demonios: cuando se echan los
pecados del corazón. 2. Hablarán nuevas lenguas:
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 54

cuando faltan de sus bocas los antiguos malos


lenguajes. 3. Quitarán las serpientes: cuando ahogan
las envenenadas sugestiones.4. Beberán sin daño la
ponzoña: cuando sienten las tentaciones, mas, no las
consienten. 5. Pondrán las manos sobre los enfermos
y cobrarán salud. Esto es: cuando a las afecciones
enfermas las cubren con buenas obras.

(1) Ibid. (2) Jac., 2. (3) I Joan., 5. (4) Marc. 16.


(5) Luc., 1. (6) Marc., 16. (7) Serm.,I de Ascens.

V DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA


PROMETE ESTAR CON NOSOTROS HASTA
QUE SE ACABE EL MUNDO.

1.- Mirad que Yo estoy con vosotros todos los días hasta la
consumación de los siglos (1). Enviaba a los Discípulos
como ovejas entre lobos. ¿Cuántos trabajos, pues, les
restaban? Pero advierte el consuelo. Mirad que estoy
con vosotros. Este sea también tu consuelo: No temas,
porque estoy contigo (2). No para que nada padezcas, dice
san Próspero (3), sino lo que es mucho más, para que no
seas vencido de la crueldad de los más fieros.
2.- Yo soy con vosotros, así en cuanto Dios, como en
cuanto Dios hombre por la inmensidad. Aunque no
me veáis, Yo os veo, y observo lo que hacéis. Repara
aquí un estimulo para bien obrar. Gran fervor
tendrás si miras los ojos de Dios siempre sobre ti
presentes. En cuanto Dios hombre por la presencia
en la Eucaristía. Pondera y ama beneficio tan grande.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
55 Rito Romano 1962

3.- Yo soy con vosotros. 1. Por la gracia habitual que


nos une .con Dios. ¿Cuánto cuidado se ha de tener de
este lazo? 2. Por las gracias actuales, dando fuerzas
para obrar sobrenaturalmente. Pero en mí consiste
también el que sean eficaces. ¡Oh si siempre las
aceptases! ¡qué otro serías! 3. Por especial
providencia, dirigiendo a cada uno al fin de su
vocación. De tantos modos, Señor, estáis conmigo.
Yo también estaré siempre con Vos con el corazón y
con la obra.

(1) Matth., 28. (2) Jer., I. (3) L.I. de Vocat. gent., c. 1.

LUNES DE LA V SEMANA DE PASCUA


APARÉCESE ÚLTIMAMENTE A LOS QUE
ESTABAN A LA MESA EN EL CENÁCULO.

1.- Últimamente se apareció a las once, estando puestos a


la mesa; y los reprendió de su incredulidad (1). Advierte
la humanidad de Cristo, que, aunque en cuerpo
glorioso, no se desdeña de ponerse con los
Discípulos a la mesa. En cualquiera altura en que
estés, guarda con los demás igualdad. Aquella
reprensión era de amor, como, de quien quería
purificar más a los suyos. Ninguno se excusa aquí.
¿Cuándo recibirás la corrección de tal suerte que la
tengas por amor?
2.- Voy al que me envió (2). Aunque no se dice aquí
todo lo demás que habló, bien se puede creer que les
manifestaría era llegado el tiempo de partirse ya a su
Padre, y repetiría algunas cosas de las que dijo en la
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 56

ultima cena. Considera el dolor con que oirían esto,


viendo que habían de ser privados de la presencia de
Cristo. Tú te debes doler más, si se ausenta de ti por
la gracia, que es la cosa más perniciosa. No busques
devoción dulce y sensible; mas acerca de esto déjate
en las manos de Dios. Pero mira que no pierdas la
verdadera devoción, y la sólida.
3.- Voy a Él. Por no contristar Cristo a los suyos con
la repentina noticia de su partida, los dispuso poco a
poco, apareciéndoseles raras veces y por poco
tiempo en su carne gloriosa. Con mayor dificultad
nos apartamos de aquellos que comunicamos con
más familiaridad y frecuencia. De este modo te debes
apartar tú de las criaturas, y de tus comodidades.
Usa de ellas rara vez, y no por largo tiempo, sino de
paso: después carecerás de ellas sin alguna
dificultad.

(1) Marc., 16. (2) Joan., 16.

MARTES DE LA V SEMANA DE PASCUA


CONSUELA CRISTO A SUS APÓSTOLES
ESTANDO PARA PARTIR.

1.- A vosotros os conviene que yo me vaya (1): También


creeré yo que repetía esto a los Discípulos tristes. No
dice: A Mi me conviene, aunque muchísimo le
convenía que después de la pasión gozase de su
gloria y se sentase a la diestra del Padre; sino: A
vosotros os conviene. Para que entiendan que así en
carne pasible como gloriosa, no se atendió a Sí sino a
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
57 Rito Romano 1962

los suyos; y que lo que aún ahora hace, todo por tu


bien lo ejecuta. ¿Así, por ventura, no es justo que no
te pongas a tí por fin de tus propias operaciones?
¿No es acaso debido que todo lo que haces lo hagas
solo por Dios, que todo lo hace por tí?
2.- Porque si no me partiere, el Espíritu Santo no vendrá a
vosotros (2). Amaban los Apóstoles a Cristo aún con
amor de carne; y en esto se amaban a sí mismos.
Convenía que lo que tenían de sensual lo
convirtiesen en espíritu, y se perfeccionase su fe, su
esperanza y su caridad. Quiere Cristo, pues, ser
amado con amor tan puro y tan espiritual, que el
afecto que se le tiene mezclado con amor propio, no
impida al Espíritu Santo. ¿Y cómo no le impedirán
tantos desordenados afectos? La mente ocupada no
admite la plenitud de la gracia, dice san Bernardo(3).
3.- Pero si me fuere, yo os le enviaré (4). La venida del
Espíritu Santo pendía de la subida de Cristo al cielo.
Así lo decretó Dios, para que una consolación aún
carnal se destruyese, y se diese otra del todo
espiritual. Y creo que aún ahora esta decretado por
Dios, que, nadie guste con suavidad las cosas
celestiales y del espíritu, si no se priva de la terrenas
y carnales. Repara tú, ¿qué es lo que te lleva tras sí?
¡qué afectos de tierra y carne! Y sabes que esos son
los que te impiden el gusto de las cosas espirituales.
Tendráslo en éstas, si desechas aquéllas.

(1) Joan., 16. (2) Ibid. (3) Serm. 6 de Asccns. (4) Joan.,
16.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 58

MIÉRCOLES DE LA V SEMANA DE PASCUA


SACA A LOS DISCÍPULOS AL MONTE
OLIVETE.

1.- Estos quietos en la ciudad hasta que seáis vestidos de la


virtud de lo alto (1). Pondera las palabras: penetra los
misterios: repara la disposición que se te pide para
recibir al prometido Espíritu Santo. 1. Amonesta se
estén quietos. Dando a entender que no se debe dejar
inquietar la paz del ánimo por las criaturas y sus
pasiones. Y esto es lo más necesario. 2. En la ciudad.
Que se ha de mantener la paz aún entre los que están
envueltos, y atentos solamente a sus negocios. 3.
Hasta que. No señala tiempo, para avivar el deseo y
para que se conformen con la divina disposición. 4.
Seáis vestidos de la virtud. Para que conozcamos que
estamos del todo desnudos sin el Espíritu Santo, y
que sin Él nada podemos, y que de Este solo pende
toda nuestra virtud. Con esta, pues, aún ahora resiste
a tus enemigos.
2.- Sácoles, pues, fuera a Betania (2). A Betania se
encamina, como se puede creer, para despedirse de
Marta y Magdalena, y llevarlas a ver su triunfo.
Repara cuanto fue lo que las amo. Pero merecieron
ser amadas: una por el hospedaje que dio a Jesús,
otra por la contemplación. ¡Que poco se olvida Dios
de los obsequios que le haces! ¡Qué mucho te olvidas
tu .de las gracias que recibes!
3.- Al monte que se llama Olivete (3). Imagina cuáles
serían los afectos de los Apóstoles que acompañaban
a Cristo, de gozo, mezclado con dolor; cuales sus
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
59 Rito Romano 1962

lágrimas al despedirse; cuáles y cuan suaves los


ósculos de sus llagas. ¡Qué suplicas le harían! etc. 2.
Sube al monte Olivete para subir de allí a los cielos.
Considera que allí empezó su pasión, y entiende que
las adversidades son el principio de la gloria. No
irás, pues, a la gloria por las delicias del mundo Y,
gustos de los sentidos. Di, pues, con santa Teresa: O
padecer o morir.

(1) Luc., 24. (2) Luc., 24. (3) Act., 1.

JUEVES DE LA V SEMANA DE PASCUA


DE LA ASCENSIÓN DEL SENOR.

1.- Levantando las manos los bendijo (1). No consta con


que palabras los bendijese. Puede pensarse que la
bendición fue la misma que les dio en la cena (2).
Padre santo, guárdalos en tu nombre a éstos que me diste
para que sean una misma cosa así como Tú y Yo. La
bendición, pues, de Cristo es eficaz, dando las
mismas gracias que en ella ruega y anuncia. ¡O Padre
mío! bendecidme a mí también con.la bendición
celestial, no con la terrena, porque ni sacia, ni da
gusto verdadero.
2.- Viéndolo ellos se fue levantando (3). No viendo
precisamente, sino como suele acontecer a los que
miran una cosa extraña, admirable y gloriosa, le
acompañaban con afectos de admiración, gozo y
deseo. De donde puedes creer que cada uno decía:
Llévame en pos de Tí (4). Acompáñalos tú también. Se
elevó, no arrebatado en un momento, para que ellos
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 60

por algún tiempo se ocupasen en sus afectos, que los


momentáneos no echan raíces. Los que tu ejercitares
en la oración así han de ser: actúalos y foméntalos
aquel día; pero esto muéstralo en la práctica.
3.- Humillóse a sí mismo, etc. Por lo cual también Dios le
exaltó (5). Entonces empiezas a subir al cielo cuando
te humillas. A la verdad, el haber subido, ¿qué es sino
porque bajo (6)? Esto prometió Cristo a la humildad.
El que se humilla será ensalzado (7). Y tanto a más alto
lugar será la subida y exaltación, cuanto mayor fuere
la humillación. ¿Puedes tú, por ventura, prometerte
la subida al cielo por el camino que hasta aquí?
Repara bien los caminos del Señor, y síguelos.

(1) Luc., 24. (2) Joan., 17. (3) Act., 1. (4) Cant., 1.
(5) Philip., 2. (6) Ephes., 4. (7) Luc., 14.

VIERNES DE LA V SEMANA DE PASCUA


APARÉCENSE DOS ÁNGELES QUE PREDICEN
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.

1.- Y una nube le recibió, quitándosele de sus ojos (1).


Envolviendo en sí la nube el objeto más agradable a
la vista, y la materia única de alegría, se la ocultó a
los ojos. La cual nube podemos pensar formó allí el
Señor, y que no era de las comunes del aire. Dios es
el que algunas veces pone en nuestros
entendimientos una nube para que no penetremos
las cosas divinas; no sea que solo atentos a la
contemplación, no nos demos a las obras de caridad
con los prójimos; o para que más le agrademos en la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
61 Rito Romano 1962

misma desolación sufrida con humildad. Pero mira


no haya en tí otras nubes que forman las pasiones y
malos afectos, que impiden el ver a Dios. Venid,
Austro celestial, y disipad tales nubes.
2.- Y estando ellos mirando al que se iba al cielo, considera
como aparecieron allí dos mancebos y dijeron: Varones de
Galilea: ¿para que estáis parados aquí, mirando al cielo
(2)? Después que se ausentó Jesús de los ojos de los
Discípulos, son reprendidos éstos, lo 1. Porque se
están parados. En esta vida siempre estamos de
camino; no habemos, pues, de estar parados y
ociosos, sino que habemos de ir caminando siempre
de virtud en virtud. 2. Porque se están mirando al
cielo. A este no se va mirando solo, y aún solo
deseando. Se ha de trabajar para lograr tal reino;
porque padece fuerza. Pero tú tal vez ni aún mereces
tal reprensión; pues raras veces ni aún con sola la
intención miras al cielo. Dí ahora, pues: De aquí
adelante mis ojos mirarán siempre al Señor (3).
3.- Este Jesús, que recibió el cielo y se ausentó de vosotros,
así vendrá (4). Excitan la memoria de la segunda
venida para juzgar. Así vendrá, dicen: en cuanto a la
majestad sí pero no en cuanto al fin, El que ahora se
va al cielo para ser nuestro abogado, vendrá entonces
para ser nuestro juez. Quieren, pues, que quede fija
en nuestra memoria su venida a juicio al tiempo que
se ausenta Jesús, para que temamos ofender al que
hemos de tener por juez. Sigue pues, al que sube, de
modo que no le temas cuando juzgue.

(1) Act., 1. (2) Act., 1. (3) Ps., 24. (4) Act., 1.


MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 62

SÁBADO DE LA V SEMANA DE PASCUA


DEL TRIUNFAL ACOMPAÑAMIENTO
DE CRISTO AL CIELO

1.- Subiendo a lo alto llevo cautiva la cautividad (1).


Acompañan al Señor cuando sube, las almas santas
del limbo, cautivas con prisiones de amor, y hacen
augusto su triunfo. Acuérdanse de las angustias que
pasaron: ven su libertad, y se alegran. Júntate tú a
aquel acompañamiento. Mira que amables son los
tabernáculos del Señor de las virtudes, y se te hará
vil y despreciable la tierra. Aspira a la libertad de los
hijos de Dios, tú que estas aprisionado con las
cadenas de tus concupiscencias. Aprende finalmente,
que un varón apostólico (* y a proporción todo
cristiano), no debe subir sólo y sin acompañamiento
al cielo, sino que ha de llevar consigo muchas presas
de almas libertadas del abismo.
2.- La carroza.de Dios rodeada de más de diez mil millares
de los que se alegran (2). Salen los ángeles del Señor al
encuentro en su triunfo. Danle parabienes como a
vencedor, por haber vencido al infierno: como a
pastor, por haber hallado la oveja que se había
perdido: como a padre de los hombres, por haber
recobrado al hijo pródigo, etc. Felicita con ellos a
Cristo. Pondera de cuánta importancia fue este
triunfo. Reconoce que tu también has sido sacado del
infierno; que tú eres aquella oveja que te descarriaste
pérdida tras los errores de tus concupiscencias; el
hijo pródigo que malbarataste todo el patrimonio.
Alégrate: dale gracias: haz propósitos.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
63 Rito Romano 1962

3.- Subió Dios en alegría (3). Considera cuales serían


las voces de los que se alegraban. Dirían las almas
aquello que oye el Triunfador entre todo con más
gusto: Redimístenos, Señor Dios, con tu sangre (4).
Cantarían los ángeles: Digno es el Cordero, que fue
muerto, de recibir la corona, etc. (5). Tú con estos y con
aquellas aplaude también a Cristo. Conoce con ellas
haber sido lambien redimido con aquella misma
sangre. Reconoce por aquí tu nobleza: no degeneres
de ella. Aprende de ellas que la corona se da al que
es muerto, para que tú mates también al hombre
viejo.

(1) Psalm., 67. (2) Ibid. (3) Ps., 46. (4) Apoc., 5. (5)
Ibid.

VI DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA


LA ENTRADA TRIUNFANTE DE CRISTO EN EL
CIELO.

1.- Padre, perfeccioné la obra que me encomendaste que


hiciese: ahora, pues, clarifícame tú, Padre, etc. (1).
Imagina que dijo Cristo estas o semejantes palabras
luego que se puso en la presencia de su Padre.
Represéntale su cumplida obediencia: muéstrale sus
llagas: ofrécele las almas por despojos: y por eso pide
la gloria. Haz cuenta tú que te pones en la presencia
del mismo Padre: Podrías con verdad decir:
¿Perfeccioné la obra? ¡Cuán imperfecta es tu
obediencia! ¡Qué poco sufres por Cristo! ¡Qué frío
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 64

eres en procurar la salvación de tus prójimos! Obra,


pues, de modo, que cuando llegue la hora puedas
decir lo mismo al eterno Padre.
2.- El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra (2).
Cree que a la humanidad de Cristo se le dio la
diestra del Padre: que fue adorada de los ángeles y
bienaventurados con el culto propio de Dios: que fue
mandada sentarse para significar su majestad, su
poder y excelencia sobre todas las criaturas. Aquí,
pues, ha sido coronado de gloria y honor tu
hermano. Él es el mismo que se humilló a si mismo
hecho obediente hasta la muerte. Mas por eso le
ensalzó Dios: para que sepas que la humildad es
camino cierto de la gloria.
3.- Esta sentado a la diestra de Dios (3), para mandar y
para juzgar. Pero nada mandará sino lo que Él hizo.
Para hacernos más suaves sus mandatos, los sazonó
con su ejemplo. ¿Qué duro será el siervo que se
desdeñe de aplicarse a aquellas obras de que no se
desdeñó su Señor? Pero ¿cuántas veces te desdeñaste
tú? Juzgará en verdad, lo escondido de los corazones.
Si no le amas padre, hermano y señor, témele juez. Si
engañas al hombre, a éste no podrás engañar.

(1) Joan., 17. (2) Ps. 109. (3) Coloss., 3.


IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
65 Rito Romano 1962

LUNES DE LA VI SEMANA DE PASCUA


FRUTOS DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.

1.- Levantad príncipes, vuestras puertas; y abríos, puertas


eternales (1). El primer fruto es habernos abierto
Cristo las puertas del cielo con su ascensión, que nos
había cerrado la culpa, para que podamos entrar en
la gloria, si queremos. Considera cuales fueron los
lamentos de los padres cuando ellas estaban
cerradas. Cuáles sus gozos cuando las vieron
abiertas. Alégrate tú de este beneficio que se te hizo a
tí también. Más ¡que monstruo tan horrible es el
pecado, que él solo puede cerrarte aquellas puertas!
Huye de él: detéstale, no sea que cuando llames a
ellas se te diga: Cerróse la puerta: Clausa est janua
(2).
2.- Voy a aparejaros el lugar (3). Otro fruto de la
ascensión de Cristo es disponemos el lugar. Así el
que quiso que nos sirviese su pasión y muerte, quiso
también que su gloria nos aprovechase, para que,
donde esta nuestra cabeza, estuviésemos también
nosotros, que somos sus miembros. ¡Qué bueno es
Dios, que todo es mío! ¿Quieres tu también ser todo
de Dios? ¿Quieres serlo por la infamia y la buena
fama? ¿Por el lustre, así como por la vileza? Todo
esto, a la verdad, te merece. Dios, a quien tan
obligado estas.
3.- Tenemos por abogado con el Padre a Jesucristo, justo
(4). Este es el tercer fruto. Tantas veces reos,
habiendo recaído tantas veces, tenemos un abogado
que pide por nosotros, y muestra sus llagas al Padre
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 66

para mitigar con su vista la ira que merecemos.


Hazte digno tú, y déjate todo a su cuidado, para que
ahogue por ti. Más advierte, que no ruega por el
mundo (5). Por eso no vivas según sus leyes, si según
las de Cristo.

(1) Ps., 23. (2) Matth., 25. (3) Joan., 14. (4) I Joan., 2. (5)
Joan., 17.

MARTES DE LA VI SEMANA DE PASCUA


DE NUESTRA ASCENSIÓN.

1.- Dispuso ascensiones en su corazón en el valle de


lágrimas, (1). La ascensión de Cristo nos convida a la
nuestra. Esta no es una sola. 1. En el valle de lágrimas,
o en purgar el alma. Para esto sube sobre los caballos
de tus indómitas pasiones: ellos nos levantaran si
estuvieran debajo de nosotros, dice san Agustín (2). Por
aquello subes, que pisas. Pisa, pues, al mundo y a tí
mismo con generoso desprecio.
2.- Irán de virtud en virtud (3). La otra ascensión es por
el otro aprovechamiento en la virtud. No hay en éste
término señalado. Porque a quienes se dice: Sed
perfectos como vuestro Padre celestial (4), siempre tienen
a donde caminar. Cada día, pues, se ha de poner en
esto el conato: se ha de lograr toda ocasión. ¿Y
cuántas dejas pasar tú que no volverán jamás? Excita
en tí nuevo fervor.
3.- Hasta que se vea el Dios de los dioses en Sión (5). La
tercera ascensión es por unión, cuando llegas a tal
estado que Dios sea para ti todas las cosas, y nada
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
67 Rito Romano 1962

quieras fuera de Dios, nada ames y nada temas. ¡Oh,


cuándo subiré a este monte del Señor! ¡Oh, cuanto
amo aún las cosas terrenas! ¡Cuánto a mí mismo!
¡Qué fácilmente me aparto del bien, sólo por
humanos respetos! ¡O Dios mío, y todas las cosas!

(1) Ps., 83. (2) Serm., 176. (3) Ps.,83. (4) Matth., 5. (5)
Ps., 83.

MIÉRCOLES DE LA VI SEMANA DE PASCUA


DE LA VUELTA DE LOS DISCÍPULOS A
JERUSALÉN.

1.- Y ellos, después de adorar, se volvieron a Jerusalén (1).


Obedecen a la amonestación de los ángeles: dejan
aquel lugar en que con gran gozo suyo por más
tiempo se estuvieran. Si te mandan mudar lugar, si te
señalan otro con incomodidad tuya y privación del
consuelo de tu espíritu, atiende al mérito de la
obediencia. 2. Adorando, besando las huellas
señaladas. Adora las huellas de las virtudes de
Cristo, con deseo de andar por ellas.
2.- Con grande gozo (2). Por haber visto la gloria del
Señor, por haber recibido su bendición para los
trabajos que, esperan, con ella prosperaría el Señor;
porque, habiéndoles prometido que iba a aparejarles
el lugar, esperan también que a su tiempo habían de
subir a él. Los siervos de Dios en estas cosas se
alegran, no en las vanas y dañosas del mundo.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 68

3.- Entraron en el Cenáculo, y allí permanecían


(3).Obedeciendo al mandato de Cristo, que les
mandó se volviesen a Jerusalén. 2. Por el
conocimiento de su flaqueza, no fuese que, saliendo
en público, cayesen, por no estar aún fortalecidos con
la virtud de lo alto. Conoce tu también cuán poco
puedes sin Aquel que lo puede todo. Y para que
puedas algo, junta a su omnipotencia tu flaqueza.

(1) Luc., 24. (2) Ibid. (3) Act., 1.

JUEVES DE LA VI SEMANA DE PASCUA


DE LA ELECCIÓN DE SAN MATÍAS.

1. Conviene que se cumpla la Escritura. Reciba otro su


obispado (1). Para que en lugar de Judas sea otro
substituido. Advierte la providencia de Dios, que no
permite falten en su Iglesia ministros hábiles, ni en
las Religiones siervos suyos; y cuando alguno falta y
la deja, provee otro en su lugar. Entraste tú también
en la Religión en lugar de otro que murió. Esta en
temor y humildad, viendo que cayó un Apóstol. *
Entraste tú, católico, en la Iglesia verdadera en lugar
de otro que faltó en la fe. Teme lo mismo.
2.- Y propusieron dos, José y Matías, y orando, dijeron:
Tu, Señor, muestra al que has elegido (2). Repara el
medio de una buena elección, la oración e
indiferencia a la disposición divina. Sin estos medios
¡qué mal elegiste muchas cosas! ¡Cuanto mejor
hubieras elegido si los hubieras puesto! Escarmienta,
pues, en cabeza propia.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
69 Rito Romano 1962

3. Y echaron suertes sobre ellos, y cayó la suerte sobre


Matías (3). Es antepuesto a Barsabas Matías: ni este se
engríe, ni aquél murmura; aunque acaso pareciese
que debía ser preferido por ser nombrado primero, y
honrado con el nombre de justo. Uno y otro se
someten a la ordenación de Dios Tú, si eres
antepuesto a otro, sé Matías, si pospuesto, sé
Barsabas, sé justo.

(1) Act., 1. (2) Ibid. (3) Ibid.

VIERNES DE LA VI SEMANA DE PASCUA


DE LA EXPECTACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO.

1.- Estaos quietos en la ciudad (1); Para cumplir este


mandato de Cristo, se apartan los Apóstoles de la
conversación y de todo trato y negocio con la gente,
por esperar el Espíritu Santo que Dios les había
prometido. Así estaban aquellos días abstraídos de
las cosas del siglo, y de todo comercio con los
hombres. El Espíritu Santo es lengua de Dios, pero:
No se oye en los encuentros de las calles ni se percibe
en las plazas. Se ha de recoger uno de las cosas
exteriores a las interiores, si quiere percibirla. Deja,
pues, distracciones, y entra dentro de tí. El alma
distraída no está con Dios. Si esto hicieran aquellos a
quienes reveló Cristo la venida del Espíritu Santo,
¿cuánto más te toca a tí el hacerlo?
2.- Hasta que seáis vestidos de la virtud (2). En aquel
Espiritual recogimiento aguardaban aquel, hasta que.
Porque creyendo con certeza que había de venir el
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 70

Espíritu Santo, ignoraban el tiempo, la hora de su


venida; y le esperaban de modo que siempre los
hallase prevenidos. En la dilación estaba la
longanimidad y la paciencia, la igualdad del ánimo e
indiferencia, con un ardiente deseo de que viniese
entonces cuando fuese el gusto de Dios. Debes estar
tu también indiferente, para tener o no tener
consuelos espirituales; y poner sólo la mira en que se
haga la voluntad de Dios, sin atención a tu deseo y
gusto.
3.- Estaban perseverantes en oración (3). No ignoraban
aquello: Dará el Espíritu bueno a los que se lo piden (4).
Por eso en aquel retraimiento vacaban a la oración.
Persuádete que le pidieron por varios títulos como
lumbre de corazón, ya para alumbrar sus corazones,
ya los ajenos; como llama, para encender sus
corazones y los de los prójimos en el amor de Dios; y
también para todo lo que pertenece a la vocación
apostólica. Con la oración traes a ti el Espíritu Santo.
Esta cierto, que si le pides como debes, le recibirás.

(1) Luc., 24. (2) Ibid. (3) Act., 1. (4) Luc., 11.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
71 Rito Romano 1962

SÁBADO DE LA VI SEMANA DE PASCUA


PECULIAR PREPARACIÓN DE LOS
APÓSTOLES, PARA RECIBIR EL ESPÍRITU
SANTO

1.- Estaban todos perseverantes (1). De donde se saca,


que ni tomé falta después de haber experimentado
de cuanto bien se priva el que se aparta de la
comunidad. Aquel sale grande santo, que observa lo
que es ordinario y común de la Religión. De esto
nadie se debe apartar, ni aún por causa de mayor
espiritual comodidad, pues por la singularidad
pierdes las gracias comunes, y por ese defecto
mereces no recibir las singulares. Allí has de estar, en
donde están todos los hijos de Dios.
2.- Estaban perseverantes unánimemente (2), en suma
concordia y con sentimiento de los ánimos, lo que se
dejo ver en la elección de san Matías, El cual vínculo
de caridad no rompe la numerosa multitud de los
congregados; ni la diversidad de naciones, ni la
discrepancia del genio natural. Todo esto allí se veía;
porque tenían todos un solo corazón, y un alma (3). El
Espíritu Santo es esencial amor y lazo de caridad.
¿Cómo puedes esperarle, si rompes este lazo? ¿Si con
ofensa de muchos te unes a uno solo? ¿Si huyes de
los de diverso genio y nación, etc.?
3.- Con las mujeres y María, madre de Jesús (4). María,
como enseñan los teólogos, mereció que se
apresurase la Encarnación, y es lícito presumir que
también alcanzó se acelerase la venida del Espíritu
Santo. Eficacísima es su oración para con su Hijo. Es
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 72

creíble que los Apóstoles juntaron sus oraciones con


las suyas. Concibe un aprecio grande de la santísima
Virgen en, del aprecio, amor, y del amor confianza.
Encomiéndala tus oraciones, para que las ofrezca a
Dios, y sean así dignas de que puedan parecer en su
presencia.

(1) Act., 1. (2) Ibid. (3) Act., 4. (4) Act., 1.

DOMINGO DE PENTECOSTÉS
DE LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO EN
FORMA DE VIENTO.

1.- Al cumplir los días de Pentecostés estaban todos juntos


en el mismo lugar (1). No carece el tiempo de misterio.
El día era el mismo en que en otro tiempo se dio la
ley del temor, a la que sucede la ley de amor, que el
Espíritu Santo viene a escribir en los corazones de los
fieles, para que se haga por ella suave el yugo de
Cristo, y su carga ligera. A la verdad; al que ama
nada se le hace difícil. ¡Oh, si hoy también viniera a
mí y escribiera su ley en medio de mi corazón (2),
para que sirviese a Dios, no por necesidad servil,
sino por amor filial!
2.- Sobrevino de repente del cielo un sonido como de aire,
que soplaba con vehemencia (3). Pondera las palabras:
Sobrevino un sonido, tal que ocupase y llegase a
todos, y si alguno estaba descuidado, le hiciese
atento. ¡Qué profundamente estoy yo dormido, que
con un sonido tal aún no despierto de repente!
porque la visitación del Espíritu Santo no tiene hora
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
73 Rito Romano 1962

cierta; y como siempre se ha de desear, así se ha de


aguardar siempre. Del cielo, de donde viene todo
don; esto es, el Hijo, y la dádiva perfecta (4); esto es, el
Espíritu Santo. Como espíritu.; quiere decir: aire,
viento; cuyas diversas propiedades puedes
considerar como le convienen al Espíritu Santo.
Vehemente: para denotar el ímpetu con que impele
nuestros corazones a los actos de las virtudes. ¡Oh de
cuan vehemente espíritu necesito yo, que estoy tan
entorpecido! ¡Venid, o santo y divino Espíritu!
Meced con tal aire el huerto, esto es, mi corazón.
3. Y llenó toda la casa, en donde estaban sosegados (5)
Significase aquí la abundancia de los dones de que
Dios llena la Iglesia, de la cual ninguno que esté en el
Cenáculo o en ella, es excluido. Ruégale que llene
toda la casa de tu alma. Abre sus ángulos y
escondrijos para que pueda penetrarlos. Pero no la
llenará, si tú también no te pones sosegado por la
paz interior y composición del ánimo. No llena por
cierto una alma vagueante y derramada en cosas
exteriores

(1) Act., 2. (2) Ps., 39. (3) Act., 2. (4) Jac., 1. (5) Act., 2.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 74

LUNES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


DE LA VENIDA DEL MISMO EN FUEGO Y
LENGUAS.

1.- Les aparecieron lenguas esparcidas (1). No se daba el


Espíritu Santo a los Apóstoles como una cosa inútil y
ociosa, sino para que se formasen predicadores de la
ley nueva. Por eso les dio en figura de lenguas, y
para que también publicasen las grandezas de Dios.
Tú colige por tu lengua si tienes en tu corazón al
Espíritu Santo. De: la abundancia del corazón habla
la lengua. Los sentimientos que profieres, los fragua
primero tu corazón. Si descubres que no le tienes,
procura tenerlo, y corregirás la lengua.
2.- Como fuego (2). En otras ocasiones apareció debajo
de otras figuras, como de nube, de paloma, de rio,
etc.; ahora en forma de fuego con que los Apóstoles
fuesen iluminados e ilustrasen a otros; fue ellos
encendidos, y a otros incendiasen, y purificasen las
almas de los pecadores; que son los dotes
principalísimos de un predicador evangélico. ¡Oh
cuanta necesidad tienes de este fuego, para que se
esclarezcan tus tinieblas y salgas de los errores en
que estas tanto tiempo hace! ¡para que seas
encendido en el amor así de Dios como del prójimo!
¡Venid, o santo Espíritu! encended en nuestros
sentidos vuestra luz: infundid vuestro amor en
nuestros corazones.
3.- Y se sentó sobre cada uno de ellos (3). San Gregorio
Nacianceno dice (4): Este sentarse explica la dignidad
real en el Espíritu Santo, con la que dominó aquellos
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
75 Rito Romano 1962

corazones. Sentóse para no levantarse jamás, siendo


confirmados en gracia los Apóstoles. ¡Oh si este
Divino Espíritu lograra en tu corazón semejante
dignidad! ¡Oh si te confirmara a ti, tan vario y tan
mudable, de este modo! En ti dominará, si tú quieres,
si no permites que te domine la carne, si obedeces a
sus inspiraciones. Te confirmará sin duda, si quieres,
firme y constantemente. Todo pende, pues, de tu
cooperación a su gracia.

(1) Act., 2. (2) Ibid. (3) Ibid. (4) Orat., 44 de Pent.

MARTES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


DEL FIN PORQUE FUE ENVIADO
EL ESPÍRITU SANTO.

1.- Yo rogaré al Padre, y os dará otro Paráclito, espíritu de


verdad que no puede recibir el mundo (1). El fin es para
ser Paráclito, esto es, consolador. Consuela, pues, en
cuanto es Espíritu de verdad, que discierne lo falso
de lo verdadero. Las cosas que nos afligen, por la
mayor parte son ficciones de la imaginación, todas
falsas. Procura descubrir su verdad, y hallarás
pronto el consuelo: pues verás que fueron unas
vanas sombras.
2.- Cuando viniere, pues, aquel Espíritu de verdad, toda
verdad os enseñará (2). El segundo fin es dar
inteligencia a los Apóstoles de todas aquellas cosas
que Cristo les enseñó, o clara u oscuramente, que son
las que habían de plantar en la Iglesia. Advierte
cuánto es el cuidado y providencia de Dios en
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 76

desterrar los errores de los entendimientos de los


suyos. El entendimiento es el que guía bien o mal a la
voluntad. ¡Cuánto importa que este descubra los
engaños, y sea fecundo de los sólidos principios de la
verdad, para que no engañe a la voluntad con
principios de carne y mundo! ¿Cuáles son, pues, los
principios en que estribas? ¿Qué conformes son a la
verdad?
3.- Cuando Él viniere, argüirá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio (3). El tercero fin es reprender al
mundo, por medio de los Apóstoles, para que se
corrija. ¿Por que causa se atribuye al Espíritu Santo el
cargo de reprender, cuando es Espíritu de amor?
Para que se advierta que toda reprensión se ha de
hacer con espíritu de amor y blandura. Nota, pues,
tres cosas, de que ha de reprender: del pecado de
incredulidad; de justicia, por tenerse el mundo por
justo; de juicio, por hacer al demonio príncipe de este
mundo. Mira bien qué fe sea la tuya. Cuando se
muestre por las obras: si acaso eres justo sólo por una
falsa estimación. Mira si das oídos a las sugestiones
del diablo.

(1) Joan., 14. (2) Joan., 16. (3) Joan., 16.


IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
77 Rito Romano 1962

MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


LO QUE OBRÓ EL ESPÍRITU SANTO EN LOS
APÓSTOLES.

1.- Vosotros, pues, seréis bautizados por el Espíritu Santo


(1). Bautismo se llama el darse el Espíritu Santo, para
significar que se dieron por Él a los Apóstoles los
principales efectos del bautismo, que son la remisión
de los pecados y su pena, la gracia, la caridad
perfecta, la unión con Dios y todos los hábitos de las
virtudes sobrenaturales. ¡Oh suerte feliz la de los
Apóstoles! ¡Infeliz la tuya! ¿Cuántas de estas cosas te
faltan? ¡Venid, o santo Espíritu! llenad de la gracia de
arriba los pechos que Vos criasteis.
2.- La caridad de Dios se difundió en nuestros corazones
por el Espíritu Santo (1). Esta caridad es la que
concibieron los Apóstoles para la conversión de todo
el mundo por la gloria de Dios sin miedo de peligros,
de tormentos y muertes, los que antes se llenaban de
pavor a la voz de una criada, o por el miedo de la
muerte huían. ¿Hay en ti, por ventura, tal celo por la
gloria de Dios? ¿Buscas almas para salvarlas?
¿Buscas la tuya? Pero ¿qué dificultades vences por
ella? Mas ¿qué sombras hay que no temas?
3.- Empezaron a hablar en varias lenguas (3). Para que
pudiesen predicar a todas las gentes el Evangelio, les
dió el Espíritu Santo el don de las lenguas todas. Dió
también gracias congruas para el fin de su vocación.
Así lo hace Dios con todos: A los que llama, los hace
aptos para llenar el fin de su llamamiento. Ni a tí te
faltará, con tal que uses de los medios que te sugiere.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 78

En esto por lo común esta nuestra falta. ¡Oh que


grande serás si lo pones en ejecución!

(1) Act., 1. (2) Rom., 5. (3) Act., 2.

JUEVES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


LO QUE HICIERON LOS APÓSTOLES POR EL
ESPÍRITU SANTO.

1.- Empezaron a hablar en varias lenguas, según el


Espíritu Santo se lo concedía (1). Recibido el Espíritu
Santo, salen los Apóstoles llenos de fervor, predican
las grandezas de Jesús crucificado. Antes idiotas,
ahora llenos de sabiduría; antes tímidos y
pusilánimes, ahora despreciadores de los tormentos
y de la muerte. Aquel a quien mueve el Espíritu,
nada teme cuando obedece su motor. Cuando
sintieres su moción, no te detengas. No tienes que
temer: el que lo manda dará el fin deseado.
2.- Pasmabanse todos, y se admiraban. Mas otros haciendo
irrisión, decían que estaban llenos de vino (2). Fue cosa, a
la verdad, digna de admiración, aquella sabiduría,
aquella pericia de lenguas, la elocuencia en explicar
los misterios, el celo y la fortaleza. Pero nada hay que
no puncen las malas lenguas. Hacen burla de ellos
como de embriagados. Cuando obrares con la mayor
perfección, también otros hablarán de tí
perversamente. Pero así como por esto no dejaban
los Apóstoles, de proseguir en lo comenzado,
tampoco has de desistir tú de lo bueno que hicieres.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
79 Rito Romano 1962

Por las hablillas de los hombres no lo has


comenzado: tampoco lo has de dejar por ellas.
3.- Pero Pedro, puesto en pie, levantó su voz (3).
Tomando Pedro ocasión de la embriaguez imputada,
niega que estén beodos, y afirma que están llenos del
Espíritu santo, dando en rostro a los judíos el haber
crucificado a Cristo. Y ellos como oyesen esto se
compungieron en sus corazones (4). Aprende 1. A coger
toda ocasión del bien. 2. A embriagarte con el
Espíritu Santo, que causa olvido de las cosas
terrenas. 3. A enderezar tus pláticas a que se
compunjan de corazón los que te oyen. Para esto,
celo es menester: sólida, no fingida y aparente virtud.

(1) Act., 2. (2) Ibid. (3) Ibid. (4) Act. 2.

VIERNES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO EN
LOS PRIMITIVOS CRISTIANOS.

1.- Eran perseverantes en la doctrina de los Apóstoles, y


en la comunicación de la fracción del pan, y en oraciones
(1). Tres mil fueron los bautizados. Estos al punto, lo
1. Siguen la doctrina de los Apóstoles, contraria y
dificultosa a los sentidos. 2. Frecuentan la Eucaristía,
¡Con que disposición! ¡con que hambre! ¡con que
fruto! 3. Oran. ¡Con que fe! ¡con que humildad! ¡con
que constancia! Compárate con ellos. Mira en lo que
en esto faltas. Aficiónate y date a estas virtudes,
porque son el primer sustento de la vida espiritual.
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 80

2.- Vivían juntos, y tenían todas las cosas comunes (2).


No había entre ellos mío ni tuyo, aquella fría palabra.
El que en sí concibe y se anima del Espíritu de Dios,
fácilmente se desprende del amor de las cosas
terrenas. Echa de ti lo superfluo hasta llegar a una
perfecta pobreza. Cuantas cosas menos tuvieres,
tanto más espíritu tendrás. No entra el Espíritu Santo
en corazón que está lleno del amor de otras varias
cosas.
3.- La multitud de los creyentes tenía un corazón y una
alma (3). En tanta diversidad de naciones,
condiciones y talentos había suma concordia. No
había queja de uno para otro, de ningún mal
concepto, y mucho menos murmuración. ¡Oh
dichosa compañía, en .que muchos viven con una
alma y con un mismo sentir! ¡Qué buena cosa es y
gustosa andar unidamente los hermanos (4)! ¿Quieres
tener el espíritu de Dios y de tu vocación? Procura la
unión. Si esta dañas, hieres las niñas de sus ojos.

(1) Ibid. (2) Ibid. (3) Act., 4. (4) Ps. 132.

SÁBADO DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


DE LOS QUE NO RECIBEN AL ESPÍRITU
SANTO.

1.- No permanecerá mi espíritu en el hombre para


siempre, porque es carne (1). El que es dado a la
sensualidad y deleites no espere que venga a él el
Espíritu Santo; porque la carne apetece contra el
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
81 Rito Romano 1962

espíritu, el espíritu contra la carne. Advierte, pues,


de aquí la necesidad que tienes de degollar tus
concupiscencias, y refrenar tus sentidos.
2.- El Espíritu Santo huirá la ficción de la enseñanza (2).
Entiende aquí a un engañador que quiere parecer
bueno, mas no cuida de serlo; que pretesta algún
buen fin con los superiores en los gustos que da a los
sentidos; que cubre sus malas intenciones con capa
de santidad. De éste huirá el Espíritu Santo, porque
es Espíritu de verdad, y no puede vestirse de otros
colores. Quita, pues, la ficción y todo humano
respeto, que son pestes del alma. Obra con candidez,
llaneza y sinceridad.
3.- Espíritu de verdad que no puede recibir el mundo (3).
Porque el mundo estriba en falsos principios. Que se
han de buscar las riquezas, las honras, los deleites
sensuales; que se ha de huir la pobreza, el
abatimiento, la cruz. Mas la verdad tiene principios
del todo contrarios. No puede, pues, el mundo
recibir al Espíritu Santo, Espíritu de verdad. Examina
en cuales de estos principios estribas tú. Conoce la
falsedad de aquéllos, la firmeza de éstos: y procura
seguirlos a ejemplo de Cristo.

(1) Gen., 6. (2) Sap., 1. (3) Joan., 14.


MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 82
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO
83 Rito Romano 1962
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
P. Avancini 84

Regina cæli, lætare;


alleluia

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